Bible Commentaries
Salmos 78

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-72

EXPOSICI�N

Este, el primero de los "salmos hist�ricos", aunque asignado por la escuela racionalista (De Wette, Ewald, Koster, Hitzig) a un per�odo posterior al cautiverio, generalmente es permitido por cr�ticos m�s sobrios (Hengstenberg, Kay, Wordsworth, Canon Cook, profesor Alexander) para pertenecer a la era dav�dica, es decir ya sea al reinado de David o al de Salom�n. La conclusi�n abrupta cuando se llega al tiempo de David indica que el escritor no puede llevar m�s lejos las lecciones de la historia. La forma en que se habla de David (Salmo 78:72), y la menci�n (aparente) del templo en Salmo 78:69, indican que el reinado de Salom�n comenz�, y hace "algunos a�os despu�s de la adhesi�n de Salom�n "la fecha m�s probable de la composici�n. Por lo tanto, no hay raz�n para rechazar la autor�a de Asaph, que se afirma en el t�tulo.

El salmo es, como el t�tulo tambi�n declara, uno de "instrucci�n". Busca mantener a las personas fieles a David y su casa, y controlar su tendencia a colocarse bajo el liderazgo de la tribu de Efra�n, recordando todo el curso de los tratos de Dios con Israel en el pasado, desde el momento de la estancia. en Egipto para el establecimiento del reino de David. Tambi�n busca mantenerlos fieles a Dios, mostrando c�mo todas sus calamidades y sufrimientos pasados ??surgieron de su infidelidad (Salmo 78:8, Salmo 78:10, Salmo 78:22, Salmo 78:32, Salmo 78:37, etc.).

El salmo se divide simplemente en un prefacio o introducci�n (Salmo 78:1) y una narraci�n continua (Salmo 78:9).

Salmo 78:1

La introducci�n llama la atenci�n especial a la ense�anza que est� a punto de ser presentada, que declara ser tradicional (Salmo 78:3), y, adem�s, es el tipo de instrucci�n que Dios ha ordenado especialmente que sea dado a su gente por sus maestros (Salmo 78:5, Salmo 78:6) para su edificaci�n (Salmo 78:7, Salmo 78:8).

Salmo 78:1

Escucha, pueblo m�o, mi ley; m�s bien, a mi ense�anza. Hat-torah � la torah con el art�culo � es "la Ley"; pero la Tor� sola es cualquier ense�anza o instrucci�n. Inclina tus o�dos a las palabras de mi boca. El Dr. Kay considera las palabras de Salmo 78:1 como "las propias palabras de Dios"

(1) a causa de la expresi�n, "Oh pueblo m�o"; y

(2) a causa de "mi Ley". Pero "mi pueblo" no es inapropiado en boca de un salmista, y ocurre en Salmo 59:11 y Salmo 144:2. "Indica el amor en el que se origin� el esfuerzo del salmista" (Hengstenberg). Y "ley", como ya se observ�, no es el significado apropiado, o en cualquier caso no el �nico, de la Tor�.

Salmo 78:2

Abrir� mi boca en una par�bola. Los hechos de la historia israelita. son la "par�bola", cuyo significado interno es para que lo entiendan los inteligentes. Son ??????? ??????????. Pronunciar� dichos oscuros de anta�o (comp. Proverbios 1:6). Los khidoth (?????) son correctamente "acertijos" (ver Jueces 14:12). Aqu� la idea es que los tratos de Dios con su pueblo hab�an sido "enigmas", a lo que el salmista le dar�a la pista (comp. Salmo 78:21, Salmo 78:22, Salmo 78:33, Salmo 78:56-19, etc.).

Salmo 78:3

Lo que hemos escuchado y conocido, y nuestros padres nos lo han dicho; o "relatado a nosotros" (Kay). Los hechos de su historia pasada hab�an sido transmitidos oralmente de padre a hijo entre los israelitas, no simplemente aprendidos de sus escritos sagrados. Entonces, los hechos del cristianismo nos han llegado, no solo a trav�s del Nuevo Testamento, sino tambi�n a trav�s de la ense�anza de la Iglesia.

Salmo 78:4

No los ocultaremos de sus hijos. Todav�a se transmitir�n de la misma manera. Nosotros de esta generaci�n a�n continuaremos la pr�ctica de transmitir, de boca en boca, a la pr�xima generaci�n, c�mo Dios ha tratado con Israel. Los salmos de Asaf fueron escritos, debe recordarse, para ser recitados en los servicios del santuario. Mostrando a la generaci�n venidera las alabanzas del Se�or; es decir, las acciones por las cuales merece elogios. Y su fuerza y ??sus maravillosas obras que ha realizado (comp. Salmo 78:12, y Salmo 78:23-19).

Salmo 78:5

Porque �l estableci� un testimonio en Jacob, y design� una ley en Israel. El "testimonio" y la "ley" son toda la serie de mandamientos dados por Dios a su pueblo, comenzando con las instrucciones sobre la circuncisi�n en G�nesis (G�nesis 17:10-1), y terminando con el �ltimo precepto en Deuteronomio ( Deuteronomio 32:46). Pueden incluir tambi�n las ense�anzas de Dios a trav�s de la historia. A estos les orden� a nuestros padres que los hicieran conocer a sus hijos (ver �xodo 12:26, �xodo 12:27; �xodo 13:8, �xodo 13:14, �xodo 13:15; Deuteronomio 4:9; Deuteronomio 6:7; Deuteronomio 11:19; Deuteronomio 32:46, etc. )

Salmo 78:6

Para que la generaci�n venidera los conozca. "La generaci�n venidera" es la pr�xima generaci�n, que sigue inmediatamente a aquellos a quienes se les dio el comando directamente. Incluso los ni�os que deber�an nacer. Sus hijos e hijas reales. Qui�n deber�a levantarse y declararlos a sus hijos. La primera generaci�n deb�a transmitir el conocimiento a la segunda, la segunda a la tercera, y as� sucesivamente. Esta es la forma en que el casco del conocimiento humano realmente pasa. No se aprende mucho de los libros sin un maestro (ver Hechos 8:31).

Salmo 78:7

Para que puedan poner su esperanza en Dios. La instrucci�n en la Ley de Dios, y en su tratamiento de sus antepasados, naturalmente tender� a hacer que los israelitas "pongan su esperanza en Dios", que en el pasado hab�a hecho tanto por ellos. Y no olvidar las obras de Dios. No pod�an olvidarlo bien, se les recordaba perpetuamente. Pero guarda sus mandamientos. Si llevaban las obras de Dios, es decir. sus muchas misericordias, en mente, estar�an m�s dispuestas a la obediencia.

Salmo 78:8

Y podr�a no ser como sus padres, una generaci�n obstinada y rebelde (comp. Deuteronomio 21:18, Deuteronomio 21:20, para la combinaci�n de las dos palabras). La "terquedad" de Israel se observa en Deuteronomio 9:27; Jueces 2:19; y frecuentemente por Jeremiah (Jeremias 3:17; Jeremias 7:24; Jeremias 9:14; Jeremias 11:8, etc.); su "rebeld�a" en Deuteronomio 9:7, Deuteronomio 9:24; Isa�as 30:1, Isa�as 30:9; Isa�as 65:2; Jeremias 5:23; Ezequiel 2:3; Ezequiel 3:9, Ezequiel 3:26, Ezequiel 3:27; Ezequiel 12:2, Ezequiel 12:3, etc. (comp�rese tambi�n para la idea 2 Reyes 17:14-12; 2 Cr�nicas 36:14; Esdras 9:6, Esdras 9:7; Nehem�as 1:6, Nehem�as 1:7; Daniel 9:5; y Hechos 7:51," Vosotros r�gidos e incircuncisos en coraz�n y o�dos, siempre resist�s al Esp�ritu Santo; como lo hicieron vuestros padres, tambi�n lo hac�is "). Una generaci�n que no puso sus corazones en orden; literalmente, eso no prepar� su coraz�n, no lo prepar� para recibir influencias divinas (ver 1 Samuel 7:3; Job 11:13; 2 Cr�nicas 20:33). Y cuyo esp�ritu no era firme con Dios. No era que Israel careciera por completo de un sentimiento religioso, sino que el sentimiento era inconstante, inseguro, del que nunca se pod�a depender (comp. �xodo 32:1; N�meros 16:41, N�meros 16:42; Jueces 2:17, etc.).

Salmo 78:9

La parte hist�rica del salmo ahora sigue. Comienza con algunas observaciones generales sobre las transgresiones de Efra�n, es decir, de Israel mientras est� bajo la gu�a de Efra�n, desde Josu� hasta Samuel (vers�culos 9-11). Luego procede a los detalles y esboza la historia israelita. desde la liberaci�n de Egipto hasta el establecimiento del reino de David (vers�culos 12-72).

Salmo 78:9

Los hijos de Efra�n (comp. Salmo 78:67). Efra�n fue la tribu principal, desde el nombramiento de Josu� para suceder a Mois�s hasta el establecimiento de Sa�l como rey. Por lo tanto, el tabern�culo se estableci� dentro del territorio de Efra�n ( Josu� 18:1). La importancia de Efra�n aparece en Jueces 3:27; Jueces 7:24; Jueces 8:1, Jueces 8:2; Jueces 10:9; Jueces 12:1. Estar armado y llevar arcos. No hay "y" en el original. "Llevar arcos" es exeg�tico de "estar armado". Regresado en el d�a de la batalla. La alusi�n no es a ninguna ocasi�n en particular, sino al mal �xito de Israel bajo el liderazgo de Efra�n durante todo el per�odo de los Jueces (ver Jueces 2:14; Jueces 3:8, Jueces 3:13, Jueces 3:31; Jueces 4:2; Jueces 6:1; Jueces 10:7, Jueces 10:12, etc.).

Salmo 78:10

No guardaron el pacto de Dios (comp. Deuteronomio 29:25; Deuteronomio 31:20; 1 Rey 19:10, 1 Reyes 19:14, etc.). Y se neg� a seguir su ley (ver Jueces 2:11-7; Jueces 8:33; Jueces 10:10).

Salmo 78:11

Y olvid� sus obras (ver Salmo 78:42), y sus maravillas de que las hab�a mostrado (ver Salmo 78:12, Salmo 78:24-19, Salmo 78:43-19).

Salmo 78:12

Cosas maravillosas hizo �l ante los ojos de sus padres, en la tierra de Egipto, en el campo de Zo�n. Los milagros de Egipto son, quiz�s, la serie m�s sorprendente de la historia jud�a. A continuaci�n se da una descripci�n m�s particular de ellos (Salmo 78:44-19). Fueron forjados "en el campo de Zoan", es decir, en el rico tramo plano al este y al sur de la ciudad de Zoan, el griego Tanis, ahora San. Este hecho no pudo haberse extra�do del �xodo, pero debe haber llegado al escritor por la tradici�n de la que habla en el vers�culo 3.

Salmo 78:13

Dividi� el mar y los hizo pasar (ver �xodo 14:21, �xodo 14:22). E hizo que las aguas se pararan como un mont�n. La expresi�n est� tomada del Cantar de Mois�s ( �xodo 15:8). Debe entenderse po�ticamente.

Salmo 78:14

Durante el d�a tambi�n los guiaba con una nube. El "pilar de la nube" es, por supuesto, intencionado (ver �xodo 13:21, �xodo 13:22; �xodo 14:19, �xodo 14:24 ; �xodo 40:38; N�meros 9:15; N�meros 10:34; N�meros 14:14; Deuteronomio 1:33). Y toda la noche con una luz de fuego. El "pilar de fuego" ( �xodo 13:21; �xodo 40:38; N�meros 9:16, etc.).

Salmo 78:15, Salmo 78:16

Clav� las rocas en el desierto; m�s bien, �l clave rocas. La palabra no tiene art�culo. La referencia es probablemente tanto a �xodo 17:6 como a N�meros 20:8-4. Y les dio de beber como de las grandes profundidades; m�s bien, "y les dio de beber abundantemente, como de las profundidades" (as� Cheyne y la versi�n revisada). Sobre la abundancia del agua, vea N�meros 20:11, y compare el siguiente verso: tambi�n sac� arroyos de la roca, y caus� que las aguas corrieran como r�os.

Salmo 78:17

Y pecaron a�n m�s contra �l al provocar al Alt�simo en el desierto. Las dos provocaciones de una demanda de pan ( �xodo 16:3) y una demanda de carne ( N�meros 11:4) se unen en el presente pasaje, ya que las dos ocasiones de dar agua est�n en Salmo 78:15, Salmo 78:16. Solo la segunda de estas dos provocaciones fue posterior a la (primera) entrega de agua; pero el salmista no se deja obligar por consideraciones de estricta precisi�n cronol�gica. Es poeta y no historiador. aunque en la actualidad est� tratando la historia.

Salmo 78:18

Y tentaron a Dios en su coraz�n pidiendo carne para su lujuria; m�s bien, pidiendo comida (Kay, Cheyne, Alexander). El t�rmino utilizado (???) es lo suficientemente amplio como para incluir pan (???) y carne (????). "Por su lujuria" (literalmente, "por su alma") significa para la satisfacci�n de sus apetitos carnales (comp. �xodo 16:3; N�meros 11:5).

Salmo 78:19

S�, hablaron contra Dios; Ellos dijeron: �Puede Dios amueblar una mesa en el desierto? (ver N�meros 11:4). Pero el salmista se siente en libertad de expandir el relato dado en el Pentateuco, o tiene un mayor conocimiento de los sentimientos reales de las personas, que le han llegado por tradici�n (compare el comentario en Salmo 78:12 )

Salmo 78:20

He aqu�, �l golpe� la roca, que brotaron las aguas, y las corrientes (literalmente, los cursos de torrentes) se desbordaron; �puede �l tambi�n dar pan? �Puede �l proporcionar carne para su pueblo? Estos fueron probablemente los pensamientos de la gente m�s que sus palabras. Un "coraz�n malvado de incredulidad" subyace a sus clamores y sus murmullos. Dudaban del poder de Dios para aliviar sus necesidades, a pesar de todas las pruebas que hab�an tenido de su omnipotencia.

Salmo 78:21

Por eso el Se�or escuch� esto. Aunque estos podr�an ser pensamientos no expresados, Dios los "escuchar�a", es decir, ser�a consciente de ellos; porque "�l conoce los secretos del coraz�n". Y estaba enojado (comp. Salmo 78:59, Salmo 78:62; Deuteronomio 3:26). Entonces se encendi� un fuego contra Jacob. No es un incendio material, como en Le Salmo 10:2; N�meros 11:1; y N�meros 16:35; pero el fuego del disgusto de Dios. Y tambi�n surgi� la ira contra Israel (comp. N�meros 16:30, N�meros 16:31; N�meros 11:33).

Salmo 78:22

Porque no cre�an en Dios y no confiaban en su salvaci�n. No confiaron ni en el poder de Dios ni en su amor; ni cre�an que lo har�a ni que podr�a salvarlos.

Salmo 78:23

Aunque hab�a mandado las nubes desde arriba; m�s bien, y �l orden� (Hengstenberg, Cheyne, versi�n revisada). El comando fue posterior, no anterior, a la falta de fe (ver N�meros 11:4). Y abri� las puertas del cielo (comp. G�nesis 7:11, "Las ventanas del cielo se abrieron"). Las expresiones son, por supuesto, po�ticas (ver tambi�n 2 Reyes 7:2).

Salmo 78:24

Y hab�a llovido man� sobre ellos para comer, y se los hab�a dado; m�s bien, y llovi� man� para comer, y les dio (comp. �xodo 16:13, �xodo 16:14). Del grano del cielo (comp. �xodo 16:4; Salmo 105:40; Juan 6:6, Juan 6:7).

Salmo 78:25

El hombre comi� la comida de los �ngeles; literalmente, pan de los poderosos, por el cual la LXX. y la mayor�a de los comentaristas entienden que se quiere decir "�ngeles". "Comida de los �ngeles" puede significar la comida real en la que subsisten los �ngeles, o la comida suministrada por el ministerio de los �ngeles, y derivada de su lugar de residencia. No se puede establecer dogm�ticamente que los �ngeles no requieren comida. �l les envi� carne al m�ximo (comp. �xodo 16:3, donde los israelitas contrastan con su miserable vida en el desierto y su vida en Egipto, donde "comieron pan al m�ximo").

Salmo 78:26

Hizo soplar un viento del este en el cielo: y con su poder trajo el viento del sur. Aqu�, nuevamente, la tradici�n parece hablar. La narraci�n en el Pentateuco tiene solo: "Sali� un viento del Se�or" (N�meros 11: 1-35: 81).

Salmo 78:27

Tambi�n hizo llover carne sobre ellos. Con la expresi�n, "carne llovida", comp. �xodo 16:4, "He aqu�, har� llover pan del cielo"; y vea tambi�n G�nesis 19:24 y �xodo 9:23. Como polvo es decir, "tan espeso como el polvo" (versi�n del libro de oraci�n). Las codornices yac�an "como si tuvieran dos codos de altura" para la distancia de un d�a de viaje alrededor de cada campamento (ver N�meros 11:31). Y aves emplumadas como la arena del mar. La imagen m�s com�n de multiplicidad ( G�nesis 22:17; Deuteronomio 33:19; Josu� 11:4; Jueces 7:12, etc.).

Salmo 78:28

Y lo dej� caer en medio de su campamento. Las codornices "cubrieron el campamento" ( �xodo 16:13). Alrededor de sus habitaciones. Tambi�n se extendieron alrededor de cada lado ( N�meros 11:31).

Salmo 78:29

Comieron, y se saciaron; es decir, saciado (comp. N�meros 11:19, N�meros 11:20). Porque �l les dio su propio deseo; o, su propia lujuria, que ansiaban (Versi�n revisada).

Salmo 78:30

No estaban alejados de su lujuria; es decir, su lujuria a�n no estaba saciada, todav�a la estaban complaciendo. La carne todav�a estaba en sus bocas, a�n sometida a masticaci�n, cuando�

Salmo 78:31

La ira de Dios vino sobre ellos, y mat� al m�s gordo de ellos (comp. N�meros 11:33, "Mientras la carne a�n estaba entre sus dientes, antes de ser masticada, la ira del Se�or se encendi� contra el personas, y el Se�or hiri� a las personas con una plaga muy grande "). Por "el m�s gordo de ellos", debemos entender al m�s fuerte y saludable. Y derrib� a los hombres escogidos de Israel; m�s bien, los j�venes, como en el margen, "los j�venes maduros" (Cheyne). Aqu�, nuevamente, el autor agrega toques que no ha obtenido del Pentateuco.

Salmo 78:32

Por todo esto, todav�a pecaron. Ni la gratitud por los favores recibidos (Salmo 78:13), ni la alarma por los castigos infligidos (Salmo 78:31), tuvieron ning�n efecto en las personas de cuello r�gido; a pesar de ambos, "todav�a pecaron" (comp. Salmo 78:40, Salmo 78:41, Salmo 78:56-19). Y no crey� por sus maravillosas obras. La incredulidad estaba en la ra�z de su contumacia. No pod�an negar las poderosas obras de Dios en el pasado, pero no las aceptaron como evidencia de su poder para hacer otras obras poderosas en el futuro (ver Salmo 78:20).

Salmo 78:33

Por eso consumi� sus d�as en vanidad y sus a�os en problemas. Su infidelidad fue castigada por sus cuarenta a�os de vanas e in�tiles vagabundeos por el desierto, y por los "problemas" que los aquejaron all�.

Salmo 78:34

Cuando los mat�, lo buscaron (comp. �xodo 32:28, �xodo 32:35; �xodo 33:4, �xodo 33:10; N�meros 11:33; N�meros 16:48, N�meros 16:49, etc.). El arrepentimiento no siempre se nota en la narrativa mosaica, ya que fue, por as� decirlo, de corta duraci�n, incluso si fingi� (Salmo 78:36). Pero, sin duda, despu�s de cada torrente de venganza Divina, hubo al menos alguna muestra de arrepentimiento, como se se�ala en �xodo 33:4. Y volvieron, es decir. se apart� de sus cursos malvados e investig� temprano a Dios; m�s bien, sinceramente (Cheyne, Canon Cook).

Salmo 78:35

Y recordaron que Dios era su roca; es decir, su fuerza y ??permanencia. La expresi�n se usa por primera vez de Dios en Deuteronomio 32:4. Y el Dios alto su Redentor (comp. Salmo 19:14; Salmo 74:2).

Salmo 78:36

Sin embargo, lo halagaron con la boca. La versi�n revisada es m�s simple y mejor, pero lo halagaron con la boca. Todo lo que dijeron o hicieron cuando se alarmaron por alg�n juicio de Dios fue una mera pretensi�n: un intento de "adular" y enga�ar a Dios, y as� ganar su favor. Y le mintieron con sus lenguas. Le ofrecieron un servicio de labios, que era una "mentira", una mera apariencia de religi�n real.

Salmo 78:37

Porque su coraz�n no estaba bien con �l. Es la adoraci�n del coraz�n solo lo que Dios valora (ver Deuteronomio 10:12; Proverbios 3:1; Proverbios 23:26, etc.). Si el coraz�n no est� "bien con Dios", nuestra adoraci�n es una ofensa para �l. Tampoco fueron firmes en su pacto (comp. Salmo 78:8).

Salmo 78:38

Pero �l, lleno de compasi�n, perdon� su iniquidad. (Sobre la compasi�n de Dios, vea �xodo 34:6, �xodo 34:7; N�meros 14:18; Salmo 103:8; Salmo 145:8 .) Y no los destruy�. La alusi�n es a las ocasiones que se indican en �xodo 32:10-2; N�meros 14:12-4; N�meros 16:21, N�meros 16:45-4, cuando Dios estaba a punto de destruir a todo el pueblo, pero cedi� ante la intercesi�n de Mois�s. S�, muchas veces rechaz� su ira y no despert� toda su ira (comp. Jueces 2:11-7; Jueces 3:8, Jueces 3:9; Jueces 4:2, Jueces 4:15; Jueces 6:1, etc.).

Salmo 78:39

Porque record� que no eran m�s que carne (comp. G�nesis 6:3). La carne es d�bil, errante, fr�gil: "en nosotros, es decir, en nuestra carne, no mora el bien" ( Romanos 7:17) - Dios, por lo tanto, que los hab�a hecho "carne", tuvo compasi�n de su debilidad Un viento que pasa y no vuelve (comp. Job 7:7). El hombre es un simple aliento pasajero, tan ligero, tan fugaz, tan transitorio, "un vapor que aparece por un momento y luego se desvanece" ( Santiago 4:14).

Salmo 78:40

�Con qu� frecuencia lo provocaron en el desierto y lo entristecieron en el desierto! (comp. Deuteronomio 31:27; Deuteronomio 32:15-5; Hechos 7:30, etc.). Aparece que Dios est� "afligido" por los pecados del hombre, no solo de este pasaje, sino tambi�n de G�nesis 6:6; Salmo 95:10; Efesios 4:30; Hebreos 3:17.

Salmo 78:41

S�, se volvieron y tentaron a Dios; m�s bien, una y otra vez tentaron a Dios (Hengstenberg, Kay, Cheyne); ver �xodo 17:2, �xodo 17:7; Deuteronomio 6:16. Y limit� al Santo de Israel (comp. N�meros 34:7, N�meros 34:8). Esto puede significar o "ellos ponen l�mites a su poder en sus propias mentes" (ver Deuteronomio 6:20), o "en realidad limitaron su poder para ayudarlos y socorrerlos por su falta de fe". Los otros significados sugeridos, "deshonrado" y "provocado", son menos probables.

Salmo 78:42

No recordaban su mano; es decir, "sus acciones" (comp. Salmo 78:11, "olvidaron sus obras"). Ni el d�a en que los liber� del enemigo. "El d�a" previsto es probablemente el del ahogamiento de los egipcios en el Mar Rojo (Ex. 15: 1-27: 28). En esto culminaron los signos egipcios.

Salmo 78:43

C�mo hab�a forjado sus signos en Egipto. El punto que se acaba de tocar en Salmo 78:12 ahora se retoma y se expande, con el objeto de mostrar a los israelitas de la �poca del escritor qu� causa ten�an para agradecer a Dios en el pasado y confiar en �l para el futuro. Y sus maravillas en el campo de Zoan. "El campo de Zoan" (sochet Zoan) se dice que se menciona en una inscripci�n egipcia.

Salmo 78:44

Y hab�a convertido sus r�os en sangre (ver �xodo 7:19, �xodo 7:20). "Sus r�os" son las muchas ramas del Nilo, algunas naturales, algunas artificiales (Herodes; 2.17), por las cuales se atraviesa el Bajo Egipto. Y sus inundaciones; o, sus corrientes; es decir, los canales m�s peque�os, que difundieron el agua del Nilo sobre toda la tierra. Que no pod�an beber (ver �xodo 7:21).

Salmo 78:45

Envi� varios tipos de moscas entre ellos (ver �xodo 8:24). Se entiende un tipo particular de mosca o escarabajo, en lugar de muchos tipos diferentes. El Dr. Kay y el profesor Cheyne sugieren "moscas de perro": Canon Cook, la Blatta Orientalis. Lo cual los devor�; es decir, "se aprovech� de ellos", absorbiendo la sangre de su vida. Y ranas, que las destruyeron (ver �xodo 8:6). El poeta, al no ser historiador, no da las plagas en su orden cronol�gico, ni se considera obligado a mencionarlas todas. Omite el tercero e invierte el orden del segundo y cuarto.

Salmo 78:46

Tambi�n dio su aumento a la oruga, y su trabajo a la langosta. Khasil (??????), aqu� traducido "oruga", es probablemente un tipo particular de langosta, o la langosta en una de sus etapas. (Sobre la plaga de langostas en Egipto, ver �xodo 10:14, �xodo 10:15.)

Salmo 78:47

Destruy� sus vi�as con granizo (ver �xodo 9:23-2). Aqu�, una vez m�s, hay una inversi�n del orden en que llegaron las plagas, ya que la plaga del granizo precedi� a la de las langostas. Tambi�n hay una adici�n a la narrativa de �xodo en la menci�n de "vides" (ver tambi�n Salmo 105:33), que puede indicar un uso de la tradici�n. En general, ahora se reconoce que las vides se cultivaron en Egipto. Y sus sic�moros con escarcha; o, con aguanieve, una variante del "granizo" en el otro hemistich.

Salmo 78:48

Tambi�n entreg� su ganado al sal�n (comp. �xodo 9:19-2, �xodo 9:25). Y sus reba�os a rayos calientes (ver �xodo 9:24, �xodo 9:28, �xodo 9:29, �xodo 9:34). El "fuego que corri� por el suelo" ( �xodo 9:23) debe haber sido causado por nubes electrificadas de alta tensi�n; las gotas de lluvia altamente cargadas se encuentran con la tierra cargada inductivamente y chispean cuando est�n a una distancia sorprendente. Se cree que esto acompa�a a cada tormenta el�ctrica, aunque generalmente es invisible a la vista. Cuando es excepcionalmente severo, transmitir�a la idea de correr fuego y, por supuesto, ser�a muy destructivo para la vida. No es de extra�ar que la mayor�a del ganado que qued� "en el campo" muriera ( �xodo 9:21, �xodo 9:25).

Salmo 78:49

�l arroj� sobre ellos la ferocidad de su ira, ira e indignaci�n y problemas. "La acumulaci�n de t�rminos que significan ira divina est� dise�ada para exponer la naturaleza terrible de este �ltimo juicio" (Hengstenberg), la muerte del primog�nito. Enviando �ngeles malvados entre ellos. La mayor�a de los cr�ticos modernos consideran esta cl�usula como una aposici�n con la anterior, y consideran que la "ira, indignaci�n y problemas" son los mismos "�ngeles malvados" de los que se habla. Algunos, sin embargo, como Hengstenberg y Kay, interpretan el paso de los seres espirituales, no, sin embargo, de los esp�ritus del mal, que nunca se dice que son ministros de la ira de Dios, sino de los buenos �ngeles, que en esta ocasi�n fueron "ministros del infortunio". ".

Salmo 78:50

Se abri� camino hacia su ira; literalmente, allan� el camino para su ira; es decir, hizo un camino suave para ello (Cheyne). No salv� su alma de la muerte; m�s bien, no retuvo su alma. Pero entregaron su vida a la peste. Este es, sin duda, el verdadero significado, y no "entreg� sus bestias a los murrain". Aunque no se menciona expresamente ninguna "peste" en �xodo 12:1. por haber causado la muerte del primog�nito, sin embargo, la pestilencia seguramente fue el medio empleado.

Salmo 78:51

Y hiri� a todos los primog�nitos en Egipto (ver �xodo 12:29). El jefe de su fuerza en los tabern�culos de Ham; o "el comienzo (literalmente, las primicias) de su fuerza" (comp. G�nesis 49:3). "Los tabern�culos de Ham" es una perifrasis para "Egipto": los egipcios, seg�n el autor de G�nesis ( G�nesis 10:6), descendientes de Ham (comp. Salmo 105:23, Salmo 105:27; Sal 6: 1-10: 22). No hay bases suficientes para conectar el nombre de Ham con el egipcio Kem, Kemi, el nombre nativo del pa�s, o con Khem, uno de los principales egipcios. La alfabetizaci�n es, sin duda, cercana en este �ltimo caso; pero los etim�logos afirman que las aproximaciones cercanas son especialmente enga�osas.

Salmo 78:52

Pero hizo que su propio pueblo saliera como ovejas (comp. Salmo 77:20; Salmo 95:7). Y los gui� en el desierto como un reba�o. La gu�a comenz� desde Sucot y se efectu� por medio del pilar de la nube y el pilar de fuego (ver �xodo 13:20-2).

Salmo 78:53

Y los condujo a salvo, para que no temieran (comp. �xodo 14:13-2). En Pi-hahiroth "ten�an mucho miedo" ( �xodo 14:10), pero despu�s de que Mois�s los exhort� (Salmo 78:13), no mostraron m�s signos de miedo. Pero el mar aplast� a sus enemigos ( �xodo 14:26-2; �xodo 15:1, �xodo 15:4, �xodo 15:10).

Salmo 78:54

Y los llev� a la frontera de su santuario. El "santuario" es aqu� probablemente la Tierra Santa, como en �xodo 15:17; o podemos traducir ????? ?????? "su territorio sagrado". Incluso a esta monta�a. Monte Si�n, en el que el escritor se considera a s� mismo de pie mientras sus palabras se cantan en el servicio del templo. Que su mano derecha hab�a comprado; o, lo hab�a conseguido, "hab�a ganado". La mano derecha de Dios gan� toda la tierra para su pueblo.

Salmo 78:55

Ech� a los paganos tambi�n delante de ellos (comp. �xodo 34:24; Deu 7: 1; 1 Reyes 21:26: Salmo 44:2, etc.). "No consiguieron la tierra en posesi�n con su propia espada, ni su propio brazo los salv�; sino la mano derecha de Dios, y su brazo, y la luz de su semblante" (Salmo 44:3). Y les dividi� una herencia por l�nea. La l�nea de medici�n, que se emple� para dividir el territorio, est� destinada (comp. Jeremias 31:39; Am�s 7:17). La divisi�n de Joshua de la tierra entre las tribus se se�ala especialmente. E hizo que las tribus de Israel habitaran en sus tiendas; es decir, en las tiendas de los paganos: las moradas de los heveos, hititas, amorreos, porizzitas, girashitas y jebuseos.

Salmo 78:56

Sin embargo, tentaron y provocaron al Dios m�s elevado (comp. Arriba, Salmo 78:17). Los israelitas continuaron "tentando y provocando a Dios" despu�s de haber obtenido la posesi�n de Tierra Santa, y la dividieron entre ellos (ver Jueces 2:11-7; Jueces 3:12; Jueces 4:1; Jueces 6:1; Jueces 10:6; Jueces 13:1, etc.). Y no guard� sus testimonios; o, sus ordenanzas (Cheyne).

Salmo 78:57

Pero se volvi� y trat� infielmente como sus padres (comp. Salmo 78:8, finalice el comentario ad loc.). Se desviaron como un arco enga�oso (comp. Oseas 7:16). Un "arco enga�oso" es aquel que falla en la hora de necesidad, ya sea rompiendo o perdiendo su fuerza, o enviando sus flechas a lo ancho de la marca.

Salmo 78:58

Porque lo provocaron a enojarse con sus lugares altos. La adoraci�n del "lugar alto" siempre desagradaba a Dios. Fue, sin duda, profundamente te�ido de idolatr�a. Y lo movi� a los celos con sus im�genes grabadas. En la �poca de los jueces, los israelitas empleaban im�genes grabadas y fundidas en una adoraci�n que, sin embargo, consideraban la adoraci�n de Jehov� (vea la historia de Miqueas en Jueces 17:1 y Jueces 18:1; especialmente Jueces 17:4, Jueces 17:13 y Jueces 18:14, Jueces 18:17, Jueces 18:18 , Jueces 18:31).

Salmo 78:59

Cuando Dios escuch� esto, se enoj� (comp. Arriba, Salmo 78:21). Y aborrec�a mucho a Israel. No Israel, a diferencia de Jud�, sino Israel en el sentido m�s amplio, la naci�n entera, como en Salmo 78:55.

Salmo 78:60

De modo que abandon� el tabern�culo de Silo. El "tabern�culo de la congregaci�n" se estableci� por primera vez bajo Josu� ( Josu� 18:1.) En Shiloh, una ciudad de Efra�n, y aqu� el santuario nacional continu� durante todo el per�odo de los Jueces ( Jueces 18:31; Jdg 21:19; 1 Samuel 1:3, 1 Samuel 1:24; 1Sa 2:14; 1 Samuel 3:21; 1 Samuel 4:4, etc.) Se consideraba que Dios hab�a "abandonado" este santuario, cuando permiti� que se tomara el arca del pacto, su tesoro principal ( 1 Samuel 4:11-9). Posteriormente, pero a qu� hora exacta se desconoce, el tabern�culo fue retirado de Shiloh a Nob ( 1 Samuel 21:1), y luego a Gibson ( 1 Reyes 3:4). La tienda que lanz� entre los hombres.

Salmo 78:61

Y entreg� su fuerza al cautiverio, y su gloria a la mano del enemigo. La "fuerza" y "gloria" de Dios es el arca del pacto (comp�rese la expresi�n en 1 Samuel 4:21, 1 Samuel 4:22, "La gloria se ha apartado de Israel"). (Para la captura y "cautiverio" del arca, vea 1 Samuel 4:17, y 1 Samuel 4:5; 1 Samuel 6:1.)

Salmo 78:62

Tambi�n entreg� a su pueblo a la espada. Treinta mil israelitas fueron asesinados en la batalla en la que fue capturado el arca (ver 1 Samuel 4:10). Y estaba enojado con su herencia (comp. Salmo 28:9; Salmo 33:12; Salmo 106:5, Salmo 106:40).

Salmo 78:63

El fuego consumi� a sus j�venes. La referencia no es a pasajes como Le Salmo 10:2; N�meros 11:1; N�meros 16:35, donde parece que se habla de un fuego literal, sino m�s bien al fuego de la guerra ( N�meros 21:28; Isa�as 26:11; Jeremias 48:45), o m�s generalmente al fuego de la ira Divina ( Isa�as 10:16; Isa�as 47:14, etc.). Y sus doncellas no fueron entregadas al matrimonio; literalmente, no fueron alabados en la canci�n; es decir, en la canci�n nupcial. La destrucci�n de los j�venes, ya sea en la batalla o de cualquier otra manera, hizo que hubiera m�s ni�as casables en Israel de las que hab�a esposos (comp. Isa�as 4:1).

Salmo 78:64

Sus sacerdotes cayeron por la espada. Como Hophni y Phinehas en la toma del arca ( 1 Samuel 4:11), y, sin duda, muchos otros en otras ocasiones. Y sus viudas no se lamentaron. El solemne canto f�nebre no pudo tener lugar, ya que los cuerpos permanecieron en el campo de batalla.

Salmo 78:65

Entonces el Se�or se despert� como uno fuera de sue�o (comp. Salmo 7:6; Salmo 35:23; Salmo 73:20). Se dice que Dios "despierta" cuando, despu�s de un tiempo de inacci�n, ejerce repentinamente su poder Todopoderoso, para desconcierto de sus enemigos. Que Dios nunca durmi� realmente fue la profunda convicci�n de los israelitas en general (ver 2 Reyes 18:27; Salmo 121:3, Salmo 121:4). Y como un hombre poderoso que grita en raz�n del vino (comp. Zacar�as 10:7; Isa�as 42:13).

Salmo 78:66

Y hiri� a sus enemigos en las partes m�s dif�ciles; m�s bien, hacia atr�s, de modo que huyeron ante �l (comp. Salmo 40:14; Salmo 70:2, etc.). No hay alusi�n a 1 Samuel 5:6. La referencia es m�s bien a las muchas victorias de Israel sobre los filisteos, que comenzaron bajo Samuel ( 1 Samuel 7:10) y continuaron bajo Sa�l y David. Los puso a un perpetuo reproche. Los cubri�, es decir, con verg�enza y desgracia. La verg�enza culmin�, tal vez, en la victoria de David sobre Goliat ( 1 Samuel 17:40-9).

Salmo 78:67

Adem�s, rechaz� el tabern�culo de Jos�. El "tabern�culo de Jos�" es el santuario en Silo, que estaba al norte de Betel, y por lo tanto dentro de los l�mites de la tribu de Efra�n. Cuando se asign� un sitio permanente al tabern�culo y al arca, Dios no eligi� para ellos el puesto de Silo, sino el de Jerusal�n. Y no elegiste la tribu de Efra�n. Efra�n hab�a disfrutado de la preeminencia desde el momento de la muerte de Mois�s (ver el comentario en Salmo 78:9). En el curso de los acontecimientos entre la muerte de Samuel y el establecimiento del reino de David, la preeminencia hab�a sido transferida a Jud�, de acuerdo con el dise�o del Todopoderoso desde el principio (ver G�nesis 49:8-1).

Salmo 78:68

Pero escogi� la tribu de Jud�. La elecci�n se hizo cuando David fue, por orden de Dios, ungido para ser rey ( 1 Samuel 16:1). El Monte Si�n que amaba (comp. Salmo 87:2, "El Se�or ama las puertas de Si�n m�s que todas las viviendas de Jacob"). Dios, sin duda, inspir� a David con la idea de fijar su residencia en "la fortaleza de Si�n" ( 2 Samuel 5:9), y de traer el arca del pacto ( 2 Samuel 6:12-10). La presencia del arca determin� la selecci�n de Jerusal�n para el sitio del templo.

Salmo 78:69

Y construy� su santuario como palacios altos; m�s bien, como las alturas. Las "alturas del cielo" ( Job 11:8; Job 22:12) probablemente se entiendan. Como la tierra que ha establecido para siempre; es decir, elevado como el cielo, estable y firmemente fijado como la tierra. El destino final del santuario est� misericordiosamente escondido del salmista.

Salmo 78:70

�l eligi� a David tambi�n su sirviente (ver 1 Samuel 16:1, 1 Samuel 16:12). Y lo sac� de los rediles.

Salmo 78:71

De seguir a las ovejas geniales con las cr�as lo trajo (comp. Isa�as 40:11). La palabra hebrea traducida "ovejas geniales con cr�as" realmente significa "ovejas que est�n dando una mamada". Esta es la porci�n del reba�o que necesita el cuidado m�s tierno. Para alimentar a Jacob con su pueblo e Israel con su herencia (ver 1 Cr�nicas 11:2). Como Peter, James y John fueron llamados desde su ocupaci�n de pescadores para ser "pescadores de hombres" ( Mateo 4:19), entonces David fue llamado de alimentar ovejas para alimentar al pueblo de Dios.

Salmo 78:72

Entonces los aliment� de acuerdo con la integridad de su coraz�n. En general, David realiz� su tarea de gobernar Israel fielmente. Ten�a el testimonio directo de Dios a tal efecto (ver 1 Reyes 9:4). Y los gui� por la habilidad de sus manos. David no solo era un rey recto y fiel, sino tambi�n un "h�bil" o prudente. �l construy� su reino en un imperio sin sufrir ning�n desastre grave. Israel alcanz� su apogeo de gloria y prosperidad bajo �l, y la decadencia se estableci� bajo Salom�n.

HOMIL�TICA

Salmo 78:29

El deseo del coraz�n gratificado.

"Les dio su propio deseo". A tres d�as de marcha desde el Sina�, en el primer lugar de detenci�n, donde el tabern�culo fue lanzado por primera vez despu�s de abandonar la llanura al pie de esa monta�a sagrada, los �rabes errantes del desierto podr�an contemplar los hitos m�s tristes y vergonzosos de la peregrinaci�n de Israel hacia La tierra de la promesa. Una hilera de l�gubres mont�culos marcaba donde miles de cad�veres afectados por la peste hab�an sido r�pidamente enterrados por los aterrorizados sobrevivientes. Cuando volvieron a sonar las trompetas de plata, y el anfitri�n de luto, con filas reducidas, se alej� del lugar espantoso, lo llamaron "Kibroth-hattaavah" - "Tumbas de la lujuria". Muchos siglos despu�s, el Esp�ritu Santo en este salmo escribi� este epitafio.

I. LA HISTORIA se cuenta en N�meros 11:1; con esa brevedad y poder gr�fico que pertenecen a las narraciones b�blicas. Sin embargo, la gran caracter�stica de esas narraciones no es su estilo, sino esto: nos permiten ver detr�s de escena; retiran el velo y nos muestran la mano gu�a y controladora de Dios, en milagro, cuando se necesitan milagros, no de otra manera; pero no menos en el curso ordinario de la naturaleza y los asuntos humanos. Por lo tanto, se nos ense�a que cuando no podemos ver detr�s de escena, dentro del velo, la misma mano siempre est� ah�. Este terrible episodio en la historia de Israel es una de las ilustraciones m�s evidentes de ese profundo misterio: la frustraci�n de los graciosos dise�os de Dios por el pecado y la incredulidad del hombre. "Dise�o": no ese prop�sito absoluto que debe sostenerse, deje que quien lo diga, sino, como en la naturaleza y la providencia, as� en el �mbito espiritual, las l�neas a lo largo de las cuales Dios trabaja; la aptitud manifiesta de las cosas; los resultados bendecidos y �tiles que ciertamente se obtendr�an si los hombres fueran obedientes con confianza. En este sentido, el dise�o con el que Dios sac� a Israel de Egipto es claro como el d�a ( Isa�as 43:21). Para formar una naci�n, d�ndoles los dos elementos principales de la civilizaci�n: orden e ideas: orden sabio y justo; Ideas verdaderas, nobles y fruct�feras. Y esto, para que puedan ser, como lo han sido, a pesar de todos sus pecados y fracasos, los l�deres religiosos y maestros de la humanidad. Eran un material �spero, con poco, tal vez, m�s all� del gobierno patriarcal de sus jefes de tribus y familias, y la estricta disciplina a la que su trabajo en Egipto los inculc�, para elevarlos por encima de la "multitud mixta" de fugitivos que se unieron a ellos. en su escape de la esclavitud. Un entrenamiento severo era indispensable para moldearlos primero en un ej�rcito de guerreros resistentes, luego en una naci�n de hombres libres, laboriosos, temerosos de Dios y respetuosos de la ley. Pero si se hubieran inclinado hacia la mano que los guiaba, si hubieran escuchado la voz que les hablaba, habr�a sido una disciplina graciosa. Su primera lecci�n fue la verdad fundamental de la religi�n: dependencia absoluta del poder y la providencia del Creador Todopoderoso, "no lejos de cada uno de nosotros" ( N�meros 11:14 N�meros 11:16, N�meros 11:23, N�meros 11:24). Luego, al pie del Monte Sina�, incluso el coraz�n m�s torpe, m�s incr�dulo e imp�o se vio obligado a sentir la presencia real del Dios viviente; y la vida nacional y personal definitivamente depend�a de estos dos principios: la obediencia a la Ley de Dios y la fe en la promesa de Dios. Manchada y mutilada como lo est� la historia del pueblo antiguo de Dios, a trav�s de su incr�dulo e insensato incredulidad y rebeli�n, tan fielmente confesados ??en sus propias Escrituras, todav�a es la fuente, remota pero real, de nuestra propia vida religiosa actual; proporciona nuestras im�genes y par�bolas m�s conmovedoras y conmovedoras del viaje de la vida del cristiano a la tierra mejor. �Qu� hubiera sido si se hubieran elevado a la altura del prop�sito de Dios y, como Caleb, "siguieran al Se�or por completo"? Tres conclusiones parecen tan claras que no s� c�mo una mente sincera puede evitarlas.

1. Que tal historia, tan diferente a cualquier otra, nunca se habr�a inventado si no hubiera sido real.

2. Que los escritores hebreos nunca habr�an escrito tal historia de apostas�a nacional, locura y pecado (de los cuales este salmo es un ep�tome y un esp�cimen), a menos que est� divinamente inspirado.

3. El hecho de que lo que la Biblia registra como las promesas de Dios se ha cumplido despu�s del transcurso de los siglos, a pesar de la incredulidad y la oposici�n de aquellos a quienes se les dio, no se puede explicar racionalmente, excepto por el hecho de que en verdad son de Dios. palabra, que no se puede dividir ( N�meros 23:19).

II ALGUNAS LECCIONES ESPECIALES DE ESTA P�GINA DE LA HISTORIA DE ISRAEL.

1. Dios puede darte tu "propio deseo". Un deseo oculto, tal vez, tan audaz, ego�sta, incorrecto o fuera de todo rango de probabilidad, no te atreves a respirar en el o�do humano. Sin embargo, si Dios te habl� de Salom�n ( 2 Cr�nicas 1:7), eso es lo que saltar�a a tus labios. Si Dios no lo concede, no ser� porque no puede. No hay necesidad de milagro. "Con Dios todo es posible." �Cuidado, por lo tanto, c�mo rezas!

2. Dios puede (y a veces lo hace) conceder el deseo de nuestro coraz�n, no aprob�ndolo, sino en desagrado y castigo: feliz por nosotros si es solo por castigo; no (como en el caso de Israel) por destrucci�n (Salmo 106:15). No arbitrariamente. El cuerpo no puede ser atiborrado, la lujuria desenfrenada se sacia, y al mismo tiempo el alma se alimenta, la vida espiritual se nutre. Ejemplos: amor a la riqueza; diversi�n; �xito; facilitar. Dios y los �dolos no pueden morar en el santuario del alma. El pecado trae su propia pena.

3. Por lo tanto, Dios puede rechazar y retener el deseo de nuestro coraz�n, no con ira, sino con misericordia y sabidur�a. El padre no le dar� la piedra, la serpiente, el escorpi�n ( Lucas 11:11, Lucas 11:12), incluso si el ni�o lo solicita.

4. El deseo del coraz�n es la prueba del car�cter. Lo que un hombre ama muestra lo que es y lo moldea. "Como �l piensa en su coraz�n, as� es �l" ( Hebreos 4:12). El deseo pecaminoso, ense�a Cristo, es el pecado (Sal 19:12; 1 Juan 1:8, 1 Juan 1:9).

5. Hay deseos que podemos estar seguros de que Dios satisfar�: el fervor de su propio cumplimiento (Salmo 145:19; Isa�as 26:8).

Salmo 78:34

Misericordia recordada en ira.

"Cuando los mat�", etc. El pecado no es todo rencor; tambi�n es una enfermedad, nuestra calamidad y nuestro crimen. Quiz�s, de lo contrario, el arrepentimiento y el perd�n ser�an imposibles. Dios toma en cuenta la debilidad de los hombres y su culpa. �l solo puede mantener el equilibrio. Este salmo presenta una fuerte acusaci�n de desobediencia, lujuria e incredulidad contra el pueblo elegido de Dios. Sin embargo, no hay una descripci�n m�s bella y conmovedora de la compasi�n divina que Salmo 78:38, Salmo 78:39. En ira recuerda la misericordia. El castigo del pecado no solo es consistente con la misericordia de Dios, es un ejercicio de misericordia; porque tanto su efecto como su prop�sito son hacer que los hombres reconozcan su pecado y regresen a Dios. Si falla, endureci�ndose en lugar de suavizarse, esto es por impenitencia e incredulidad.

I. Primera lecci�n. LA EXPERIENCIA MUESTRA QUE EL PROBLEMA LLEVA A LOS HOMBRES A BUSCAR A DIOS CUANDO NADA M�S LO HAR�. "Cuando los mat�" (cf. Salmo 119:67, Salmo 119:71).

1. El problema azota la conciencia despierta; trae a la mente el pecado ( 1 Reyes 17:18). Los hermanos de Jos� llevaron su pecado sobre sus conciencias sin confesar dos y veinte a�os; Cubri� la llaga con yeso de opio de silencio, indiferencia, olvido. Pero con Sime�n atado ante sus ojos, acusado de ser esp�as, las familias en casa se ro�an de hambre, la conciencia despert� ( G�nesis 42:21, G�nesis 42:22). En muchos casos, los problemas surgen del pecado: �conciencia aburrida, si no se toca! Por supuesto, esto no se aplica a todos los problemas. No hay mayor error que para los cristianos atormentarse con la noci�n de que cada prueba es castigo por alg�n pecado especial. Probablemente las pruebas m�s duras en la vida surgen de los pecados de otros; p.ej. la buena esposa tiene un mal esposo, un buen esposo, una mala esposa, padres piadosos, hijos despiadados y viciosos; hombre honesto enga�ado por aquellos en quienes conf�a. Incluso el descuido, la ignorancia de los dem�s, puede abrumar la vida m�s brillante con calamidad; p.ej. toda la familia barri� con leche envenenada o desag�es mal colocados. Sin embargo, aun as�, la v�ctima puede escuchar una voz que nadie m�s puede escuchar. Una visi�n muy solemne y conmovedora del funcionamiento interno de la conciencia ( Job 13:23-18).

2. Los problemas rompen las ilusiones de la vida. Las ruedas de carro de la vida conducir�an mucho si no tuvi�ramos ilusiones. Apenas los j�venes tendr�an el coraje de enfrentar el futuro si vi�ramos las cosas tal como son. Un hombre simb�lico estaba destinado a la felicidad, un heredero de la vida, no de la muerte, ese problema com�nmente parece tan extra�o, la alegr�a tan natural. La fe puede superar el dolor, pero ninguna experiencia (la nuestra o la de otros) nos hace sentir como en casa. A medida que la desgracia pone a prueba a los amigos de un hombre �quiz� pocos de muchos, y no aquellos con los que contaba�, cuando los problemas nos distinguen, nos distinguen en esa playa de la escuela de Dios, aprendemos la diferencia entre sue�os y realidades, placer y ganancias, espect�culo y sustancia. Bueno para ti si entonces el ancla aguanta; Surgen grandes realidades eternas. �Terrible si la superficie se rompe, las sombras se disuelven y no queda realidad, ni refugio, descanso, certeza! La lecci�n de Salmo 46:1. es dif�cil; pero aquellos que lo han aprendido cuentan que vale la pena: "Dios es nuestro refugio" (Salmo 46:1).

3. En problemas, los hombres aprenden a orar. El sentido de nuestra debilidad y dependencia de Dios, y de su cercan�a y disposici�n para ayudar, puede dormir, como el sentido del pecado; y necesito un fuerte golpe para despertarlo. Incluso el cristiano sincero apenas puede rezar cuando todo transcurre sin problemas, como cuando estalla la tormenta. Jon�s, sin duda, un hombre de oraci�n; pero nunca rez� antes, como cuando la maleza le cubr�a la cabeza ( Jon�s 2:1). Disc�pulos (Marco 4:38). Incluso marineros paganos ( Jon�s 1:6). El ancla de la oraci�n que, tal vez, ha oscilado ociosamente durante la mitad del viaje de la vida, se decepciona entonces. (Ver 'El grito de los ni�os' de la Sra. Browning). Corrijamos nuestra visi�n de la vida. A menudo nos sorprende �la fe se prueba� la enorme masa de dolor y sufrimiento humanos, y esa vida est� tan inestablemente equilibrada al borde de la muerte. �C�mo ser�a si los problemas desaparecieran y la vida fuera segura, saludable, gozosa durante siglos, los hombres siguen siendo pecadores? �No se olvidar�a m�s a Dios, si se considerara el pecado como algo insignificante, las muestras de la vida tomadas como sustancia, la voz de la oraci�n callar�a? El mundo no ser�a mejor, sino incalculablemente peor. En misericordia, as� como en juicio, el hombre fue excluido del Ed�n ( G�nesis 3:22) para que la inmortalidad no se convirtiera en una maldici�n.

II COMO LA EXPERIENCIA MUESTRA ESTE RESULTADO DE PROBLEMAS, LA PALABRA DE DIOS REVELA ESTE DISE�O DE PROBLEMAS. "Entonces lo buscaron". Dios quiso decir que deber�an. De lo que hemos hablado se puede llamar el efecto natural de los problemas, si se acepta como la disciplina de Dios: despertar la conciencia, disipar las ilusiones, llevarnos a orar; resultado no necesario: tomado mal, puede endurecerse. "Resultado natural" es solo otro nombre para prop�sito Divino (excepto en la medida en que el pecado haya pervertido nuestra naturaleza). Pero la Palabra de Dios da una visi�n de la vida mucho m�s alta y m�s interna: un plan y un prop�sito Divino distintos, al menos para toda la vida cedida y confiada a Dios. No hay una visi�n de la vida tan noble como esta (Salmo 138:8). La escritura abunda en ilustraciones: Abraham, Jos�, David, Saulo de Tarso. Excepciones? S�, en este sentido, ese alto lugar y servicio conspicuo son para unos pocos. Pero, despu�s de todo, el objetivo principal en el entrenamiento de Dios es el car�cter, no el servicio; no lo que debemos hacer, sino ser. Decenas de miles en las caminatas m�s humildes que Dios est� entrenando, tan seguramente como Jos�, no para el lugar alto aqu�, sino para la gloria, el honor y la inmortalidad. Ahora, si una cosa es clara, es que el car�cter es perfeccionado por la disciplina. El oro necesita el horno ( Hebreos 12:5). Para ir por encima de todos los meros ejemplos humanos. Toda la vida de nuestro Salvador fue obediencia, oraci�n, comuni�n con su Padre. Pero vea Hebreos 5:7; Hebreos 2:10; Juan 16:32. Esas lecciones, por lo tanto, de las que hemos hablado, no pertenecen simplemente a la conversi�n, ni a las primeras etapas de la experiencia cristiana. Los cristianos que se han regocijado por mucho tiempo en el perd�n pueden necesitar un sentido m�s profundo del pecado. Si ha mantenido la cabeza firme en la prosperidad, a�n puede necesitar el aire vigorizante y el crep�sculo de la adversidad. El cristiano m�s santo puede acercarse m�s a Dios, al Salvador. Ser�a una visi�n limitada pensar que todo esto agota el dise�o de los problemas. En el caso de nuestro bendito Se�or, no deber�amos habernos atrevido a pensar en este fin en absoluto, si no tan claramente ense�ado. Final principal, prop�sito supremo, "dar su vida en rescate". �l "descubri� nuestros pecados". Incluso con nosotros, sus humildes disc�pulos imperfectos, el sufrimiento es en gran parte "vicario", por el bien de los dem�s. Invoca como nada m�s podr�a, simpat�a, amor, ayuda mutua. Suaviza y enriquece el suelo de la vida. San Pablo ( Colosenses 1:24).

HOMILIAS POR S. CONWAY

Salmo 78:1

Salmo completo: advertencias contra la incredulidad.

I. SU PROP�SITO.

1. Para advertir a Efra�n; no para burlarse y exultarse por �l, sino para advertirle. Este salmo parece pertenecer al per�odo de la interrupci�n. Efra�n, con las otras tribus del norte, se hab�a separado de Jud� y de la adoraci�n a Dios, y este salmo parece dise�ado, al recitar sus viejos pecados y las consecuencias de los mismos, para advertirles contra el pecado en el futuro (cf. 2 Cr�nicas 13:1.).

2. Para advertir a Jud�. Si hubieran sido muy exaltados de Dios, y por su presencia entre ellos estuvieran tan quietos, d�jelos advertir por el pecado de Efra�n, que no caigan de la misma manera.

II SU CONTENIDO.

1. Despu�s de un exordio (Salmo 78:1), en el que llama la atenci�n y le dice la forma de su discurso, su origen y su intenci�n;

2. Comienza su historia, contando el pacto, y por qu� Dios lo hab�a designado, y qu� fracaso por parte de Israel hab�a sido (Salmo 78:5).

3. Luego da los detalles de su historia. Acusa a Efra�n de ser el m�s culpable; c�mo rompieron el pacto, rechazaron la Ley de Dios y olvidaron sus obras: las maravillas del �xodo y del desierto, la columna de fuego y el agua de la roca; c�mo tentaron a Dios a pesar de todo, y se burlaron de �l con su incredulidad en cuanto a su poder para proporcionarles pan.

4. Luego, el salmo recita c�mo Dios se enoj� con ellos, y les dio la carne que ansiaban, pero la peste junto con ella, permiti�ndoles comer del fruto de sus propios caminos (Salmo 78:31).

5. Luego habla de su miserable arrepentimiento (Salmo 78:34-19), y con qu� frecuencia, sin embargo, Dios los perdon� (Salmo 78:38, Salmo 78:39).

6. Luego, de Salmo 78:42-19 hay un recital adicional del favor de Dios, y su ingratitud y desobediencia. Luego, desde Salmo 78:59-19 se dice el rechazo final de Efra�n, y de all� en adelante la elecci�n de Jud� y de David, y la justificaci�n de esa elecci�n (Salmo 78:72). Pero-

III. �CU�L ES EL MENSAJE DE TODO ESTO PARA NOSOTROS HOY?

1. La fuerza temerosa del coraz�n malvado de la incredulidad. El privilegio religioso no puede restringirlo; los milagros no pueden convencerlo; ni las misericordias lo persuaden; ni juicios terribles lo cambian permanentemente.

2. Pregunte de d�nde puede venir la liberaci�n de un coraz�n tan malvado.

(1) No lo aliente. El pecado hace que la incredulidad sea nuestro inter�s: no podemos darnos el lujo de creer.

(2) Si hemos dado tal est�mulo, por verdadero arrepentimiento qu�telo.

(3) Fomentar la fe. Deja que sea tu verdadero inter�s creer, como el verdadero creyente sabe que es. El ama la fe.

(4) Por la comuni�n constante mant�ngase cerca de Dios.

Salmo 78:2

La historia es una par�bola.

En Mateo 13:1. Este vers�culo es citado como la base de la ense�anza de nuestro Se�or por par�bolas. Nunca us� f�bulas, historias que contienen lo antinatural y grotesco, sino par�bolas, historias de lo que fueron, o pudieron haber sido, hechos reales. Probablemente muchos de ellos lo fueron. Y toda la historia es una par�bola, y deber�amos ser utilizada por nosotros para ense�ar mucho m�s de lo que es; porque, como las par�bolas, la historia tiene para�

I. SU AUTOR: Dios. La historia de las naciones a menudo parece no ser mejor que un salvaje y corpulento, y sus guerras no son m�s importantes que, como se ha dicho, los combates de tantas cometas y cuervos. Pero tal idea es el resultado de una observaci�n meramente leve y superficial. Un estudio m�s profundo mostrar�a el

"Divinidad que da forma a nuestros fines, �speros como lo haremos".

La filosof�a de la historia es el descubrimiento de Dios.

II SUS M�TODOS: el registro de eventos que son ordinarios, familiares, humanos. Estas son las bases comunes tanto de la par�bola como de la historia.

III. SU UTILIDAD: que transmite instrucci�n de una manera que detiene el pensamiento, profundiza la impresi�n, despierta inter�s y queda retenido en la memoria como otras formas de ense�anza no lo son. Est� especialmente adaptado para ni�os.

IV. SU INTENCI�N Y PROP�SITO: ense�ar a los hombres e inclinarlos a seguir los caminos de Dios. Y tales son�

V. SUS RESULTADOS. Porque as� como el resultado de las par�bolas de nuestro Se�or en las mentes y los corazones de los hombres es simplemente incalculable en la vasta extensi�n de su poder de control, tambi�n lo es con las ense�anzas de la historia. Han creado un juicio justo y un h�bito mental fijo en los hombres, en el que se basa la mayor parte de la vida moderna de las naciones. La historia, el registro de la experiencia, es, despu�s de todo, la Biblia de la humanidad, y sin duda fue su intenci�n. No hacemos honor a las Sagradas Escrituras por nuestro h�bito demasiado com�n de limitar nuestros estudios de los caminos de Dios en la historia solo a sus registros. Toda la historia ense�a de Dios, y no solo de la Biblia. Feliz ser� para ambos maestros y ense�ados cuando ellos, como lo hizo el escritor de este salmo, consideren toda la historia nacional como una par�bola de Dios.

Salmo 78:4

Educaci�n religiosa.

Los primeros ocho vers�culos de este salmo tienen mucho que decir sobre esta gran pregunta. Sobre-

I. SU AUTORIDAD. "�l orden� a nuestros padres" (Salmo 78:5; cf. Deuteronomio 6:1.). Lo que la raz�n, la conciencia y la experiencia ense�ar�an por igual, la autoridad de Dios confirma por orden directa. Y es bajo nuestro riesgo que descuidemos esto. Las sanciones que acompa�an a la orden no tienen que esperar a la vida futura para su cumplimiento; son visibles en todas partes en el presente, como lo han sido en todo el pasado.

II Su importancia Todo este salmo es el triste registro de los resultados de descuidar este comando (ver Salmo 78:8, Salmo 78:40).

III. Su m�todo

1. Al confiar este deber principalmente a los padres (ver Salmo 78:5), aquellos que naturalmente se espera que sientan el principal inter�s y responsabilidad por sus hijos.

2. Adoptando el modo de instrucci�n m�s interesante: el parab�lico (Salmo 78:2); el hist�rico (Salmo 78:4).

3. Cargar a los ni�os con la responsabilidad de la transmisi�n (Salmo 78:5, Salmo 78:6).

IV. SU ALTO Y SANTO PROP�SITO. (Salmo 78:7, Salmo 78:8.) - S.C.

Salmo 78:9

Efra�n recreante.

No sabemos qu� batalla fue esta. Algunos apuntan a 1 Cr�nicas 7:21; otros a Josu� 13:1, Josu� 13:13 y Josu� 18:3; otros a 1 Samuel 4:1. Pero ciertamente no lo sabemos. El car�cter de Efra�n era tal como se describe aqu� (ver vers�culo 57). Tambi�n Oseas, passim; los llama "un pastel no convertido"; "una paloma tonta". �l dice que "me rodean de mentiras". En cuanto a su armadura, ver 2 Cr�nicas 17:17. Tambi�n vea la ense�anza de David "los hijos de Jud� el uso del arco". Sus oportunidades de servicio fueron muy buenas. Como tribu eran ricos; el santuario de Israel estaba en Silo, en medio de ellos; la metr�poli de la tierra tambi�n; la suya tambi�n, la poblaci�n m�s grande, los nombres m�s famosos: Joseph, Joshua, Gideon. Eran una tribu especialmente militar. En cuanto a su destino, perecieron por completo (ver Romanos 11:1). Su historia es muy instructiva; porque hay una batalla que librar hoy. Mientras observamos, vemos que muchos llegan "armados" y capaces de prestar el buen servicio que buscamos de ellos. Pero he aqu�! muchos de ellos retroceden y no prestan ayuda para su propia verg�enza y el dolor de muchos m�s. Nota-

I. LA BATALLA. "Todo el mundo es un escenario", dijo nuestro gran poeta. Si hubiera dicho: "Todo el mundo es un campo de batalla", habr�a sido a�n m�s fiel a los hechos. La batalla es entre Dios y Satan�s, en cuanto a qui�n reinar� sobre nosotros: Dios o su adversario. Y Dios ha equipado a muchos soldados para la lucha. Ver-

II LA ARMADURA que les ha dado, dada a muchos de nosotros. Educaci�n cristiana; santo ejemplo medios de gracia; poder y capacidad de servicio, impartido por la ense�anza de su Palabra; las sanciones y los impulsos de conciencia, los dibujos de su Esp�ritu y mucho m�s. Tales cosas constituyen la armadura que nos har�a buenos soldados si nos vali�ramos de ellas. Pero hay-

III. EL REGRESO de parte de muchos, incluso cuando Efra�n se volvi�. Rid�culo tiene, tal vez, que cumplir; o p�rdida por soportar; o ser negado; o facilidad para ser evitado; la cruz en una u otra de sus formas debe ser tomada; y muchos se van, regresan, tristes, tal vez, pero, sin embargo, regresan. �Oh, qu� verg�enza para ellos! �Un pueblo noble, bien armado y comprometido con el servicio, y a�n as�, etc.! �Qu� deshonra para Cristo! �Qu� des�nimo para la Iglesia fiel! �Qu� p�rdida para el reino de Dios! �Qu� triunfo para el enemigo! �Qu� ruina para ellos!

Salmo 78:16

La roca.

(Cf. 1 Corintios 10:4; N�meros 20:1.) �Qu� roca era esta? Los viajeros han descrito tal roca; pero no sabemos si fue este. Pero s� sabemos que existi�; que las aguas que flu�an de ella segu�an a Israel; que es lo que Pablo quiere decir al decir que "la roca los sigui�"; y que esta roca era un tipo de Cristo, no el mismo Cristo, sino un tipo de �l. Nota-

I. EL RESTABLECIMIENTO ENTRE CRISTO Y LA ROCA,

1. En la naturaleza. Una roca es como Cristo; Es estable, s�lido, apto para una base. Una roca puede ser una gran defensa. "S� t� mi roca fuerte, una casa de defensa para cubrirme". Un tono refrescante. "La sombra de una gran roca", etc.

2. En el hecho de que la roca fue golpeada antes de que las aguas fluyeran.

3. Mois�s, el representante de la Ley, fue el asesino. Y para obedecer la Ley, Cristo fue herido.

II LAS CORRIENTES QUE FLUYERON DE �L. �stos cuentan lo que de Cristo fluye hacia nosotros: perd�n de la misericordia, gracia santificante, consuelo espiritual, vida eterna. Y como esas corrientes, estas son gratuitas, satisfactorias, copiosas, constantes.

III. LAS CONSULTAS SUGERIDAS. �Hemos bebido de ellos? Si no, hazlo. �Estamos bebiendo de ellos? Invita a otros. � S.C.

Salmo 78:21

Juicios nacionales.

Este salmo es enf�ticamente un salmo de juicio. Ense�a que

I. LAS NACIONES SON JUZGADAS AS� COMO LOS INDIVIDUOS. La historia est� casi completamente ocupada con los juicios de Dios sobre las naciones. Por eso decimos: "�Feliz es esa naci�n que no tiene historia!" porque si es as�, conocemos la naturaleza del registro en su mayor parte.

II SU JUICIO ES SOLO. Estudie las causas del declive de los imperios, las naciones y los pueblos, y generalmente se descubrir� que, al igual que con las naciones cananeas, su vicio y maldad se hab�an vuelto tan desenfrenados y sucios que, por el bien de la humanidad en general, era necesario que la destrucci�n de la destrucci�n de Dios los arrastre. El gran trabajo de Gibbon sobre la "decadencia y ca�da del imperio de Roma" es realmente, aunque Gibbon estaba lo suficientemente lejos de la intenci�n de serlo, una teodice, una reivindicaci�n de Dios y de su justicia.

III. PERO DICHOS JUICIOS NO VIENEN HASTA QUE TODOS LOS OTROS MEDIOS SE HAN TRATADO PRIMERO. As� fue con Israel. Hab�an presenciado las plagas sobre Egipto. Hab�an experimentado la misericordia sin l�mites y el largo sufrimiento de Dios. Hab�an visto los gloriosos milagros que Dios hizo en su nombre. Les hab�an ense�ado su santa ley. De modo que la pregunta de Isa�as 5:4 era completamente justa. Y as� en la historia de todas las naciones. Si la venganza de Dios viene seguramente, viene muy lentamente; por lo que, tal vez, no tenga que venir en absoluto.

IV. SE EJECUTAN EN LA VIDA ACTUAL. No hay juicio futuro para las naciones. Cuando Cristo vino, como lo hizo en la destrucci�n de Jerusal�n en el a�o 70 d.C., el juicio que predijo que deber�a tener lugar se cumpli�.

V. EN ELLOS EL INOCENTE SUFRE CON EL CULPABLE. Esto es inevitable Los pecados de los padres son visitados sobre los hijos. Por lo tanto-

VI. PREDICEN EL FUTURO JUICIO FINAL. Entonces Dios juzgar� a cada hombre seg�n sus obras, como no es posible en los juicios de las naciones ahora.

VII. SON EFECTIVOS PERO POR UN TIEMPO. No ponen fin al pecado, sino que lo mantienen por una temporada (vers�culo 34).

VIII EST�N DE ACUERDO CON LA JUSTICIA. Los l�deres en pecado sufrir�n la m�s profunda condenaci�n. Vea el destino de Efra�n, el l�der de Israel en la iniquidad ( Isa�as 5:9, 57, 67).

IX. Los pecados que los provocan no obstaculizan los prop�sitos de Dios. (Verso 70.) David fue criado para continuar con lo que deber�a haber sido el trabajo de Efra�n.

X. EL PATRIOTISMO VERDADERO ES AYUDAR A AVANZAR, POR TODO MEDIO EN NUESTRO PODER, A LA JUSTICIA QUE SOLO EXALTA A UNA NACI�N.-S.C.

Salmo 78:32

La tenacidad del pecado.

Este salmo podr�a tener por t�tulo, "El agarre del diablo"; "El coraz�n del pecado"; "Las puertas del infierno prevalecen", o cualquier otro apellido tan triste. Porque a lo largo de su cansada longitud habla de algo m�s escaso. �Ojal� fuera solo una historia del viejo mundo! Una historia del antiguo Israel, pero de nadie m�s. Pero con respecto a tal persistencia en el pecado, tenga en cuenta:

I. Se ve hoy tanto como siempre. En la historia de las naciones; de las iglesias; de familias; de individuos. �De cu�ntos se puede decir como fue de Am�n, "Pero Am�n pec� m�s y m�s"! �Qu� pastor cristiano no ha tenido bajo su propia observaci�n una y otra vez a aquellos cuya historia se cuenta aqu�?

II NO HAY RESISTENCIAS GRACIOSAS QUE NO SE VENCIEN. "Por todo esto", se dec�a de anta�o, y puede ser ahora. Este "todo" incluye ahora, como antes: revelaci�n divina (Salmo 78:5); educaci�n temprana (Salmo 78:3); advertencia de un mal ejemplo de otros cerca de ellos (Salmo 78:8); misericordias y liberaciones indescriptibles (Salmo 78:11, Salmo 78:12); amor providencial perpetuo; indulgencia tras indulgencia (Salmo 78:38); juicios terribles (Salmo 78:31); Oportunidades de devoluci�n (Salmo 78:34, Salmo 78:35). Todo esto y m�s de la naturaleza amable que ignoraron, incluso como los hombres todav�a lo hacen.

III. SU SECRETO ES SIEMPRE EL CORAZ�N MALO DE LA INCERTIDUMBRE. No la incredulidad que es el resultado del cerebro pervertido, sino lo que es generado por el coraz�n malvado, el alma amante del pecado.

IV. SU PALABRA DE ADVERTENCIA ES MUY LISTA.

1. "Los tontos se burlan del pecado". �Qu� m�s pueden ser quienes manipulen y jueguen con algo tan mortal! Puede estar en ti aparentemente d�bil como una pel�cula de telara�a; y mucho menos, se volver� fuerte a medida que el cable se mantiene firme, deja que la tensi�n sea lo que sea.

2. Conoce esta tenacidad del pecado por la tenacidad de la gracia. Af�rrate a Cristo en una oraci�n extenuante; ag�rrate as� a �l.

3. Contentarse con nada menos que el don del coraz�n limpio; ser santificado y justificado "La sangre de Cristo limpia de todo pecado".

4. Recuerda c�mo el fuerte fue y ser� expulsado por el m�s fuerte ( Lucas 11:21, Lucas 11:22), incluso Cristo, que es "poderoso para salvar", si nosotros nos entregaremos a �l. � SC

Salmo 78:34

La ronda regular del pecador determinado.

Hay regiones a las que acuden tantos turistas, y los lugares notables en los que suelen visitar en un orden casi fijo, que la forma en que toman se conoce como y se llama "la ronda regular". Este salmo y este vers�culo parecen presentar otra ronda regular que las almas endurecidas por el pecado toman perpetuamente. Lo haremos-

I. OBSERVE SUS ETAPAS.

1. Comienzan con el pecado, y siguen y siguen, con dudas ocasionales, que, sin embargo, pronto crecen menos a lo largo del camino ancho, atractivo y muy frecuentado.

2. Pero luego vienen a donde el castigo de Dios tiene que ser cumplido y soportado. Este es un lugar triste, y lloran de dolor. Pero no pueden evitar esta etapa. Por muy lento que parezca viajar, lo alcanzan un d�a, y ese es un d�a oscuro. No ten�an ning�n negocio a lo largo del camino, y Dios har� que lo sepan; y, por lo tanto, esta etapa de castigo se coloca justo al otro lado, para que los hombres puedan ser disuadidos de ir por el camino o volver r�pidamente. Pero si a�n as� contin�an, seguramente vendr�n a este terrible lugar.

3. Tienen mucha prisa por escapar y, por lo tanto, alteran su curso. Parecen arrepentirse de su viaje anterior por completo. "Cuando los mat�, entonces lo buscaron". "El diablo estaba enfermo, el diablo ser�a un monje". �Cu�ntas veces Fara�n, cuando lleg� a esta etapa miserable, hizo como si fuera a enmendar su camino! Y a menudo parece como si realmente lo hubiera hecho. El falso arrepentimiento es, para nuestros pobres ojos deslucidos, tan parecido al real, que estamos bastante enga�ados y ayudamos al pecador a enga�arse a s� mismo.

4. Luego viene la etapa del coraz�n endurecido. La voluntad no sometida, la mente determinada a su manera. Escondido, en el fondo debajo del disfraz decoroso de una conducta alterada temporalmente, est� el coraz�n de piedra, la voluntad resuelta a su manera. No va a cambiar, aunque puede ser prudente parecer por un tiempo como si lo fuera. "El coraz�n es enga�oso sobre todas las cosas, y desesperadamente malvado".

5. Luego se llega, no mucho despu�s, a la primera etapa desde donde comenz� la miserable ronda. El alma est� de vuelta en su pecado otra vez.

II EL PUNTO DONDE EL ALMA PUEDE ROMPERSE. Est� en la etapa de arrepentimiento. Alguien ha dicho que lo que llamamos las diez plagas podr�a llamarse las diez oportunidades de Fara�n de volverse de su pecado a Dios. E indudablemente eran as�. La punzada de arrepentimiento que �l sinti� podr�a haberlo llevado directamente de los juicios de Dios.

"Hay una marea en los asuntos de los hombres que, tomada en la inundaci�n, conduce a la fortuna".

Y en los asuntos del alma que la marea en el diluvio es la hora en que Dios nos muestra la miseria de nuestro pecado, y nos invita a volvernos hacia �l.

III. COMO HACER ESTO.

1. Evidentemente es posible, el camino se bifurca donde est�s: un camino conduce a Dios, el camino por el cual la voz de Dios seguramente te est� llamando; el otro conduce al coraz�n endurecido, es el camino por el que has recorrido.

2. Ahora pida ayuda a Dios para responder a su llamado.

3. Romper en la conducta real. Libros, compa�eros, diversiones, todo lo que es para usted ocasi�n y tentaci�n de pecar; separarse resueltamente y de inmediato de ellos; he terminado con ellos por completo.

4. Todo el tiempo sigue invocando a Dios. �l ha prometido salvarte. Ponga el cheque de su promesa y reclame el pago de la misma. Conf�a en �l, espera que cumpla su palabra, y lo har�. Credo experto. � S.C.

Salmo 78:36

La adoraci�n que Dios odia.

I. TODO ES DEMASIADO COM�N. Este salmo est� ocupado con el registro de tal adoraci�n. Y no comenz� con las personas que se cuentan aqu�. �Cu�l era la adoraci�n de Ca�n sino tanta adulaci�n y mentira a Dios? Y a lo largo de la historia prof�tica, el culto similar se denuncia perpetuamente. La �nica clase de personas cuya presencia y contacto, incluso la gentileza de nuestro Se�or no pod�a soportar, eran tales como estos: hip�critas. Sabemos con qu� palabras mordaces sol�a hablarles. Y los ap�stoles de nuestro Se�or, despu�s de su ascensi�n, se reun�an y la condenaban continuamente. Y todav�a es abundante y desenfrenado. �Qu� terrible es el contraste, tan ampliamente visto, entre lo que los hombres profesan y lo que realmente son y hacen! Pero-

II �C�MO SE DEBE TENER EN CUENTA?

1. Algunas veces la ira visible de Dios lo llevar� a eso. Es el producto demasiado com�n de una religi�n engendrada por el terror y el miedo abyecto (ver Salmo 78:34; y cf. Isa�as 25:9). Esos momentos har�n que los hombres profesen cualquier cosa que piensen que les dar� alivio.

2. A veces es por el contagio de la costumbre com�n. Todos hacen profesi�n de religi�n; En muchos c�rculos se considera una mala forma de no hacer algo por el estilo. Pero no hace ninguna diferencia en el car�cter real o la conducta ordinaria. Deja el coraz�n intacto, y con demasiada frecuencia peor que eso.

3. Existe una confianza secreta e indefinida de que hay algo bueno, despu�s de todo. Las personas no adulan a sus semejantes ni les dicen mentiras cuando est�n completamente seguras de que no resultar� ninguna ventaja; a�n menos si est�n seguros de que el da�o seguir�. Pero piensan que se beneficiar�n de ello, tal vez en gran medida. Y as� con respecto a Dios. Los hombres piensan que su atenci�n a las celebraciones religiosas, y la fuerte profesi�n que hacen, deben contar para algo ventajoso cuando llegue el gran d�a del juicio final. Y de ah� que contin�en los halagos y las mentiras que se cuentan aqu�.

4. Y esas personas se animan mutuamente. Los maestros religiosos, a juzgar solo por lo que ven, y no pueden hacer mucho m�s, suponen que todo est� bien y esperan lo mejor, y tan insensiblemente calman a aquellos que realmente necesitan despertarse de su condici�n como con el triunfo de la fatalidad. Incluso bajo un ministerio generalmente fiel, un hombre que no abandone su pecado puede arrebatar una venenosa satisfacci�n de estas adulaciones y mentiras, por lo que probablemente se haya enga�ado a s� mismo, y espera enga�ar a Dios, ya que tiene a sus ministros y su Iglesia en general. Pero-

III. �Qu� viene de eso?

1. Si se modifica la conducta, es muy breve (Salmo 78:34-19).

2. Un coraz�n m�s duro que antes.

3. Repetidos castigos divinos, para que su vida sea miserable.

4. Rechazo total y absoluto (Salmo 78:59, Salmo 78:60).

IV. �Qu� nos dice todo esto?

1. Examinaos a vosotros mismos. �Le das tiempo a la oraci�n secreta regular? �Est�s realmente consagrado a Dios? Si es as�, entonces:

2. Conf�a en Cristo para mantenerte hora por hora y d�a a d�a.�S.C.

Salmo 78:40

Provocando a Dios.

Israel hizo esto, y a pesar de todos los incentivos para hacer lo contrario. Nosotros notamos-

I. MUCHAS PERSONAS HACEN LO MISMO TODAV�A. Dios habla con claridad, en voz alta y persistente, por su Esp�ritu, su providencia, su Palabra, sus juicios, y a�n as�, etc.

II Y CONTINUAR�N HACIENDO A MENOS QUE

(1) est�n dispuestos a renunciar a su pecado; y

(2) se pusieron a buscar al Se�or.

III. �HEMOS HECHO TANTO? Luego:

1. Realmente arrepi�ntete.

2. Conf�a en Cristo.

3. S� lleno del Esp�ritu. � S.C.

Salmo 78:40

�Con qu� frecuencia provocaron?

I. RESPONDER LA PREGUNTA. Este largo salmo proporciona una muestra del pecado de Israel. Sus provocaciones fueron tan frecuentes que toda la historia de la gente, que se extendi� a lo largo de muchas generaciones y largos siglos, parec�a ser una pieza y se llama "el d�a de la provocaci�n".

II Pregunte c�mo provocaron a Dios? Por la repetici�n perpetua de la miserable ronda del pecado, y luego por el arrepentimiento. Si no hubieran hecho otra cosa que pecar, habr�an perecido r�pidamente; si 'hab�an pecado una vez, y hecho esto, su historia hubiera sido mucho m�s feliz; pero fue este retroceso perpetuo lo que provoc� a Dios.

III. POR QU� FUE Hab�a:

1. La fuerza del ejemplo; Todas las naciones redondas, incluidas las m�s grandes y gloriosas, adoraban �dolos.

2. Luego la indulgencia que la idolatr�a le dio al pecado; Era una religi�n tan f�cil.

3. La dificultad de darse cuenta de lo invisible, de vivir por fe.

4. Los antojos de una naturaleza corrupta.

IV. �QU� HIZO SU CONDUCTA TAN MALVADA?

1. Fue una locura. Nada m�s que el mal hab�a salido de su pecado y, sin embargo, lo persiguieron nuevamente.

2. Tal ingratitud hacia Dios. �Qu� no hab�a hecho por ellos?

3. El terrible da�o que hicieron a sus hijos y al mundo entero.

V. �QU� LLEG�? Lo que siempre debe venir: el castigo repetido y terrible, y el rechazo al final.

Salmo 78:41

Dios limitante

Este salmo contiene muchos ejemplos de esto. Es doloroso ver incluso un p�jaro o una bestia, hecho para la libertad y anhelando, enjaulado o encadenado o en cautiverio. A�n m�s es angustiante ver a un hombre de noble aspiraci�n, de elevada capacidad, de esp�ritu patri�tico, y con la intenci�n de hacer el bien, ser "cunado, encadenado y confinado" por prejuicios mezquinos, celos mezquinos, motivos b�sicos y conducta vil, por parte de quienes lo rodean; y a menudo se ha visto tal vista. Y el grito de un alma terriblemente limitada y atada se escucha en Romanos 7:24, "�Oh, desgraciado que soy! �Qui�n me librar�", etc.? �Qu� barrera en el camino de la bendici�n establecen tales limitaciones? Pero, �qu� debe ser para limitar a Dios? �Cu�nto m�s triste y deplorable debe ser! Ahora-

I. EL HOMBRE PUEDE LIMITAR A DIOS.

1. Pero esto puede ser cuestionado. Deber�a parecer imposible cuando pensamos en la grandeza y el poder de Dios, en su dominio universal, en su sabidur�a infinita, en el dolor y el da�o que debe venir de tal conducta. Todas estas consideraciones parecen hacer imposible la limitaci�n de Dios.

2. Pero indudablemente el hombre puede hacer esto. De lo contrario, ser�a una simple m�quina, no un hombre; no tendr�a m�s voluntad que un �rbol o un p�jaro. Si debe poder decir "S�" a Dios, tambi�n debe poder decir "No". Y �l puede y lo hace. Las Escrituras lo afirman: vea todo este salmo. Dios estaba listo para bendecir, pero Israel no tendr�a ninguno de sus consejos, y dej� de lado toda su reprensi�n. La raz�n lo afirma, ya que constantemente afirma que somos libres y que podemos y elegiremos lo que queramos. La experiencia lo afirma. Con respecto a las naciones, las iglesias, los individuos, �no ha dicho Dios una y otra vez, como lo hizo Jes�s cuando llor� sobre Jerusal�n, "�Con qu� frecuencia te habr�a reunido ... pero no lo har�as?" Leemos c�mo en algunos lugares Cristo no pudo hacer grandes obras all� debido a su incredulidad.

II Y los hombres todav�a hacen esto.

1. Muy a menudo en sus oraciones y deseos. Insisten demasiado en que se den bendiciones definitivas. Piden alguna bendici�n temporal: lluvia o salud, o la salvaci�n de la vida, o puede ser una bendici�n espiritual; pero limitan a Dios a tiempo, manera y medios definidos. Y tales oraciones no llegan a nada, ya que han pedido mal. Y luego los hombres se burlan de la oraci�n. Necesitamos recordar las palabras de nuestro Se�or en Getseman�, "Padre, no mi voluntad, sino", etc.

2. A�n m�s limitamos a Dios en nuestros pensamientos. (Ver Romanos 7:19, Romanos 7:20.) Y todo cuidado ansioso y presentimiento es realmente una limitaci�n de Dios. Por lo tanto, Cristo lo prohibi� (ver Mateo 6:1). �C�mo Jacob limit� a Dios cuando grit�: "Todas estas cosas est�n en mi contra"! Obtendremos ayuda contra esto si prestamos atenci�n al consejo de Pablo ( Filipenses 4:1.), "Tenga cuidado con nada, pero", etc. Pero si el cuidado premonitorio es culpable de esto, a�n m�s es desesperaci�n, ya sea por nosotros mismos. o para otros

3. Pero sobre todo, y lo peor, nuestros pecados limitan a Dios. La Iglesia en Laodicea mantuvo al Se�or fuera de su puerta. �Y con qu� frecuencia nos interponemos en el camino de nuestros hijos, cuando Dios los bendiga, por nuestra mundanalidad e incredulidad! No dejaremos que Dios nos bendiga a ellos ni a ellos. Dios lo har�a, pero nosotros no. �Que el Se�or nos perdone a todos y nos salve de este pecado!

Salmo 78:57

Una reverencia enga�osa.

Nota-

I. LO QUE DIOS REQUIERE EN SUS SERVIDORES.

1. Que deber�an ser como un arco. Eso es un arma, y ??para �l. Los cristianos deben ser agresivos, un poder en las manos de Dios contra el mundo, la carne y el diablo.

2. Que deber�an ser poderosos. En el caso del arco, eso depend�a de la elasticidad de la madera, o del temple del acero, del que estaba hecho el arco, tambi�n de la habilidad mostrada en su construcci�n. La falla en cualquiera de los dos disminuy� el valor del arco. Y Dios nos tendr�a un poder en sus manos; puede usar cosas d�biles, pero nos tendr�a fuertes para s� mismo.

3. Verdadero El arco hecho del material correcto y de la manera correcta enviar�a la flecha directamente a la marca y hasta la marca, para que no se quedara corto ni se desviara. �Pero cu�ntos de nosotros, al servir a Dios, somos culpables de esto! Nos quedamos cortos, no somos exhaustivos, o por una u otra causa nos desviamos.

4. Y que su fuerza debe permanecer. Se dijo de Jos�: "Su arco se qued� en la fuerza". Como un buen arco conservar�a su tenacidad y elasticidad, de modo que se pudiera confiar permanentemente en �l. Aqu� est� la verdadera prueba de nuestra fidelidad; no es tanto que tengamos fuerza, al principio todos tenemos esto m�s o menos, sino que es mantenerlo, soportar la tensi�n a�o tras a�o. Esto es lo que Dios desea en nosotros.

II LO QUE POR SU GRACIA SON MUY A MENUDO.

1. El arco era un arma muy efectiva. Por lo tanto, no se envi� ning�n ej�rcito sin un gran cuerpo de arqueros entrenados. Su efecto silencioso, r�pido, distante y mortal lo convirti� en un arma no solo muy valorada, sino indispensable. Y Dios tiene tales siervos. �No era Pedro uno de esos, y Pablo, y muchos otros de nombre menos distinguido, hombres que trabajaron tanto para Dios como para prestar el servicio de la manera m�s efectiva? Y todav�a hay tales hombres y mujeres, tan dotados con el poder de Dios que su presencia y ministerio son la se�al a la vez de grandes victorias para Dios.

2. Y, por lo tanto, se consider� muy formidable, una fuerza con la que ning�n enemigo pod�a jugar. Y debido a que los ministros fieles de Dios son tales armas para Dios, por lo tanto, Satan�s se esfuerza con todo su poder para desarmarlos o para que su ministerio no tenga ning�n efecto. Sab�a muy bien qu� destrucci�n traer�a el Se�or Jes�s sobre su dominio y, por lo tanto, inmediatamente despu�s de su bautismo, forj� durante esos terribles cuarenta d�as, por la tentaci�n repetida y terrible, hacer que su misi�n fuera ineficaz y desconcertar su dise�o. Pero nuestro Se�or, como todos sabemos, obtuvo se�al de victoria, ya que tambi�n a trav�s de �l podemos gala como victoria.

III. C�MO, POR LO TANTO, DIOS LOS REFIERE A ELLOS.

1. El arco era un arma confiable. "No confiar� en mi arco", dijo el salmista (Salmo 44:6), lo que implica lo habitual que era la confianza que los hombres ten�an en �l. La espada y el arco est�n constantemente unidos en las Escrituras como las dos armas principales del soldado en el que deb�a confiar. Y as� Dios conf�a en sus siervos, les conf�a los tesoros de su gracia, les conf�a que cuiden y guarden las almas que Cristo muri� para redimir.

2. Y de ah� un arma favorita. David orden� que se les ense�ara a los hijos de Jud� el uso del arco, porque era su arma favorita de Jonathan. Y no es demasiado decir que el medio elegido por el cual Dios logra sus victorias en su reino espiritual es a trav�s de sus fieles siervos. No a los �ngeles, ni al poder, el aprendizaje o la sabidur�a de este mundo, Dios le ha dado esta gran carga. Pero para aquellos que pueden ser, y a menudo son, d�biles y despreciados a los ojos del mundo, pero Dios los hace poderosos.

IV. PERO, SIN EMBARGO, HAY AQUELLOS QUE SON ENGA�OSOS. En la proa misma, se debe a una falla en el material o la estructura. En aquellos a quienes representa el arco, es porque son espiritualmente d�biles y falsos. El Profeta Oseas (8) usa esta misma figura, y muestra cu�n aplicable era para la gente de su �poca. Y hay tales ahora.

V. LOS RESULTADOS DE TAL ENGA�O SON TODOS TRISTE. Dios es deshonrado; la Iglesia fiel es vilipendiada; el enemigo triunfa; el arco en s� es desechado.

VI. C�MO SE PUEDE PREVENIR ESTO. Al permanecer en Cristo, �qui�n es nuestra vida, nuestra fuerza, nuestro todo?

Salmo 78:59

Dios se volvi� contra su pueblo.

I. ESTA UNA POSIBLE POSIBILIDAD. Tenemos una instancia aqu� mencionada. Y la historia de las naciones, las iglesias, los individuos, aportan muchos m�s.

II PERO GRANDEMENTE INCRE�BLE. El diablo har� todo lo posible para que los hombres no lo crean. Por lo tanto utiliza:

1. Falsa teolog�a, arrebatando las Escrituras. Hubo personas en los d�as de San Juan (ver 1 Juan 1:1) que dijeron que no ten�an pecado. Algunos confiaron en su descendencia abrah�mica; otros no cre�an en absoluto en el pecado, lo consideraban como una enfermedad; otros hablaron de la justicia imputada de Cristo y afirmaron que cualquier pecado que pudieran cometer, ellos, al estar en Cristo, eran inocentes; otros, como hoy, cre�an que Dios era demasiado misericordioso para condenar a nadie.

2. El enga�o del pecado.

3. El mal ejemplo de los dem�s.

III. MUCHA NECESIDAD, POR LO TANTO, DE QUE SE INSISTE. Peque�os puntos de vista sobre el pecado se encuentran en la ra�z de casi todas las desviaciones de Dios, pero tales puntos de vista son imposibles cuando se ve a lo que conducen.

IV. PERO NUNCA SER� TEMIDO POR AQUELLOS QUE VIVIR�N EN EL AMOR DE DIOS.�S.C.

Salmo 78:67-19

Los elegidos de Dios.

Estos vers�culos muestran que aquellos a quienes Dios elige son:

I. A MENUDO ENCONTRADO ENTRE LOS GRANDES. (Salmo 78:67.) Efra�n era la tribu se�orial, la aristocracia de Israel. Ten�an una larga lista de nombres ilustres. Pero Dios "rechaz� el tabern�culo de Jos�" (cf. 1 Corintios 1:1).

II PERO, SIN EMBARGO, PUEDEN SER. (Salmo 78:68.) Porque la tribu de Jud� era poco menos exaltada que Efra�n. Dios no proh�be ning�n rango, gente o tribu. �Qu� severas son las declaraciones de nuestro Se�or sobre los ricos! Y sin embargo, ha habido muchos santos de Dios que han sido ricos.

III. SE ENCUENTRAN GENERALMENTE ENTRE LOS BAJOS. (Salmo 78:70, Salmo 78:71.) "Bienaventurados los pobres", dijo nuestro Se�or. De entre ellos, los pioneros del reino de Dios han venido casi todos: "hombres ignorantes e ignorantes", pobres pero ricos en fe.

IV. Y DONDE NO EXISTE APTITUD APARENTE para el trabajo que debe hacerse. David, un pastor r�stico, y a�n as�, etc. (Salmo 78:71).

V. PERO LA ELECCI�N DE DIOS SIEMPRE SE JUSTIFICA. (Salmo 78:72.) �De qu� gran siervo de Dios podr�a haberse predicho que �l ser�a lo que vino a ser?

VI. NUESTRO SE�OR JESUCRISTO ES EL EJEMPLO SUPREMO DE ESTO. Despreciado de los hombres. Mi alma, �qu� es �l para ti?

HOMILIAS POR R. TUCK

Salmo 78:1

La responsabilidad de los oyentes.

"Inclina tus o�dos". Este salmo es considerado como el primero y el m�s grande de los salmos hist�ricos. Es "un comentario inspirado sobre la historia sagrada, con un prop�sito did�ctico declarado de advertencia, por un recital de las repetidas misericordias de Dios y de los repetidos pecados de Israel. Los salmos hist�ricos tienen un doble valor. Ilustran y confirman el registro hist�rico, siempre d�ndole viveza y ocasionalmente agregando nuevos toques de detalle, pero su verdadera importancia radica en la luz que arrojan sobre la concepci�n religiosa de esa historia, que, de hecho, solo la convierte en una lecci�n continua sobre la voluntad eterna de Dios, y el caracter�sticas inmutables de la humanidad ". Este salmo se puede comparar con el serm�n moderno o el discurso religioso, que difiere de la ense�anza en ser una apelaci�n al sentimiento, la emoci�n y el principio, as� como al intelecto. El pueblo hebreo estaba, y todav�a est�, f�cilmente interesado en los maestros p�blicos que pueden revisar h�bilmente la historia nacional. Pero el punto al que ahora se dirige la atenci�n es que existe una doble responsabilidad cuando el maestro y el ense�ado se unen, un esfuerzo que se exige tanto al oyente como al maestro. Debe "inclinar la oreja". El Dr. Clay Trumbull se�ala, en relaci�n con el trabajo de la escuela dominical, que "la ense�anza inteligente y decidida incluye la idea de dos personas, ambas activas. La" ense�anza ", como hacer que otro sepa, incluye el esfuerzo mutuo de dos personas para el mismo fin. El maestro debe esforzarse por hacer que el alumno aprenda un hecho o verdad particular que quiere que �l sepa; el alumno debe esforzarse por aprender ese hecho o verdad particular. Hasta que los dos est�n en este trabajo com�n, el proceso de la ense�anza no ha comenzado: hasta que el alumno haya aprendido, el profesor no ha ense�ado ". El consejo de "inclinar nuestros o�dos" o "nuestro coraz�n" se repite una y otra vez en las Escrituras (ver Josu� 24:23; 1 Reyes 8:58; Salmo 119:36 , Salmo 119:112; Salmo 141:4; Proverbios 5:13; Jeremias 7:24; Jeremias 25:4, etc.). Parece dise�ado para impresionarnos de que somos responsables de maltratar el esfuerzo de escuchar de manera rentable. Los hombres se esfuerzan por escuchar m�sica; hacen un esfuerzo por captar cada palabra del orador; pueden y deben hacer un esfuerzo para prestar atenci�n al maestro religioso. Se puede decir que la responsabilidad de los oyentes se refiere a cuatro cosas.

I. CULTIVANDO EL H�BITO DE ESCUCHAR. Lo que implica sacar la mente de otros temas y fijarla en uno. De algunas personas se puede decir este elogio: son buenos oyentes.

II AUDIENCIA CON ATENCI�N INTELIGENTE. Implica la actividad de la mente en relaci�n con lo que se escucha. Pensar y escuchar.

III. AUDIENCIA CON INTER�S PERSONAL. Porque la verdad religiosa no es abstracta, sino relativa a los individuos. Un hombre no tiene la relaci�n correcta hasta que ve c�mo le concierne.

IV. AUDIENCIA CON OBJETIVO DE OBEDIENCIA. Porque toda ense�anza religiosa est� dise�ada para ser, de alguna manera, una gu�a de conducta. � R.T.

Salmo 78:2

Ense�anza por par�bola.

La palabra que responde a "par�bola", en este vers�culo, es "dichos oscuros" u "oraciones duras", que nos recuerdan a la Reina de Saba, quien viaj� a Jerusal�n para probarle a Salom�n con "preguntas dif�ciles". No podemos traer las ideas precisas del Nuevo Testamento de la palabra "par�bola" para que se apliquen a la palabra como se usa en este salmo, y sin embargo, su significado es muy exacto. La par�bola se trata como un escenario de verdad que oculta u oculta la verdad, y obliga al oyente a buscar, si la encuentra. Una par�bola es la verdad como una nuez. El n�cleo de la verdad solo puede ser alcanzado por aquellos que rompan la c�scara. Aqu� el salmista da un bosquejo de la historia nacional de tal manera que, para muchos, puede ser solo un bosquejo de la historia; pero �l envuelve ense�anzas morales y espirituales m�s altas en �l, y estos que son sinceros pueden descubrir. La par�bola, como la us� nuestro Se�or, puede describirse as�: "Us� un incidente, tomado de la vida com�n y redondeado en una imagen similar a una gema, para exponer alguna verdad correspondiente en la regi�n superior y espiritual". La par�bola del Antiguo Testamento usaba "puntos de la historia" con un prop�sito similar. Es necesario este m�todo de ense�anza, en una adaptaci�n precisa a cada edad; porque la mente humana necesita ayuda para la comprensi�n de la verdad superior, y el coraz�n humano necesita ayuda para la recepci�n de la verdad espiritual. Suplicando por ense�ar por par�bola o por ilustraci�n todav�a, podemos se�alar que:

I. DETENGA ATENCI�N. As� como los ni�os est�n vivos si les proponemos contarles una historia, el maestro y el predicador al mismo tiempo alegran a su p�blico cuando dan una ilustraci�n. Nuestro Se�or siempre asegur� la atenci�n porque era ilustrativo. No hubo declaraciones abstractas en sus ense�anzas; Todos fueron transformados en im�genes. Su trabajo "estaba lleno de figuras ret�ricas", y as� fue como "la gente com�n lo escuch� con gusto".

II Desarma el prejuicio. Es dif�cil para los maestros p�blicos advertir y reprobar sabiamente. Pueden ofender f�cilmente con aplicaciones directas y puntiagudas. Pueden interesarse en una imagen que no genere prejuicios, y h�bilmente sacan aplicaciones que despiertan conciencias y los hacen hacer sus reproches.

III. EXCITA PENSAMIENTO. Ilustra la diferencia entre la historia como un simple registro de hechos, y la filosof�a de la historia, que se refiere a las relaciones de los hechos, y la influencia mutua de los personajes. El salmista aqu� dise�a presentar la historia antigua de tal manera que obligue al pensamiento sobre los caminos de Dios con el hombre, y los caminos del hombre con Dios.

IV. Permanece en la memoria. Solo disposiciones particulares e intelectos entrenados pueden recordar proposiciones abstractas. Todos pueden recordar historias, fotos e ilustraciones; y siempre existe la posibilidad de que, sosteniendo la par�bola, mantengan, para su uso en ocasiones, la verdad que fue dise�ada para ense�ar.

Salmo 78:4, Salmo 78:5

Nuestra misi�n para la pr�xima generaci�n.

El inter�s del Antiguo Testamento en los ni�os rara vez se reconoce dignamente. La confianza divina se siente en Abraham en este terreno singular: "Porque lo conozco, que �l ordenar� a sus hijos y a su familia que lo sigan, y ellos guardar�n el camino del Se�or, para hacer justicia y juicio" ( G�nesis 18:19). El significado del rito m�s significativo del sistema mosaico, la Pascua, deb�a explicarse cuidadosamente a los "ni�os". El mandamiento se da con respecto a las santas leyes: "Debes ense�arles diligentemente a tus hijos, y hablar�s de ellos cuando te sientes en tu casa, y cuando camines por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes "( Deuteronomio 6:7). El salmista habla as� de su obra: "Esto ser� escrito para la generaci�n venidera; y el pueblo que ser� creado alabar� al Se�or" (Salmo 102:18). Y los profetas repiten despu�s de Isa�as y dicen: "El padre de los hijos dar� a conocer tu verdad" ( Isa�as 38:19). El Dr. Horace Bushnell, de una manera muy llamativa, llama a la ense�anza religiosa de las familias religiosas "la sobrepoblaci�n de la poblaci�n cristiana". Siempre hay esperanza para la nueva generaci�n; pero el fundamento de esa esperanza es la justicia y la fidelidad de esta generaci�n. Entonces realmente trabajan para los ni�os que trabajan para adaptarse a los padres por influir en los ni�os. Nuestra misi�n para con nuestros hijos es, si seguimos el salmo,

I. ENSE�ARTE LO QUE HACE Y LA VOLUNTAD DE DIOS. Esta misi�n se conf�a primero a los padres. Solo cuando la civilizaci�n involucra incapacidades y discapacidades de los padres, el deber puede delegarse en los sirvientes o en los maestros de escuela dominical. Las cosas que tenemos que ense�ar a nuestros hijos son:

1. Dios en la historia.

2. Dios en pacto.

3. Dios en la ley.

4. Dios en la redenci�n.

Nuestro poder para hacer nuestro trabajo dignamente depende de nuestras propias aprensiones espirituales. Y no se les debe dejar que recojan conocimiento religioso. Dios requiere que les ense�emos.

II PARA AYUDARLOS A COMENZAR VIDAS DE CONFIANZA Y OBEDIENCIA. (Ver vers�culo 8.) Esto podemos hacer:

1. Al elogiar tales vidas en la gracia y belleza de los nuestros. No es suficiente "atraer a mundos m�s brillantes"; podemos "abrir el camino".

2. Al ense�arles las lecciones que podemos extraer de nuestra propia experiencia.

3. Al hacer cumplir las advertencias sugeridas por las historias antiguas (ver vers�culo 9).

4. Al ayudarlos pacientemente en la formaci�n de buenos h�bitos religiosos.

III. HACER QUE SIENTAN SU RESPONSABILIDAD CON LA GENERACI�N SIGUI�NDOLOS. El objetivo que tenemos ante nosotros, al ense�ar a nuestros hijos, es (vers�culo 7), "con la intenci�n de que, cuando lleguen" a su paternidad y maternidad, "puedan mostrarles a sus hijos lo mismo". Entonces nuestra influencia deber�a repetirse, generaci�n tras generaci�n. Nuestra fidelidad a nuestra misi�n puede dejar una nueva y m�s noble impresi�n en las generaciones venideras (ver Salmo 145:4) .� R.T.

Salmo 78:9

El mal ejemplo de Efra�n.

El incidente aqu� aludido es desconocido. Evidentemente hubo alguna ocasi�n bien recordada cuando Efra�n sufri� una derrota ignominiosa como consecuencia de su apostas�a de Dios. Hay una leyenda hebrea que registra c�mo, durante el cautiverio egipcio, la tribu de Efra�n, en el orgullo de su coraz�n, se esforz� por evitar el tiempo se�alado del �xodo, y. sali� armado, solo para ser masacrado por los hombres de Gat. Sin embargo, se ha observado que en los libros prof�ticos (especialmente Oseas), todo el reino del norte se menciona bajo el t�rmino "Efra�n"; y, tomando este punto de vista, el "salmista puede aludir a una derrota de un car�cter particularmente vergonzoso, que fue considerado como un castigo de las diez tribus por su secesi�n de la dinast�a dav�dica divinamente designada. Precisamente de esta naturaleza es la derrota de los 800,000 hombres de Jeroboam por los 400,000 de Ab�as, en 2 Cr�nicas 13:1 ". Pero deber�amos buscar alg�n caso en el que Efra�n hizo alarde de participar con las otras tribus y las abandon�, tal vez por celos, en el momento de estr�s. La imagen es de infidelidad. El pensamiento que recuerda el pecado de Efra�n se da al final de 2 Cr�nicas 13:8, "Una generaci�n ... cuyo esp�ritu no era firme con Dios". Debemos aprender, no de su acto, sino del esp�ritu que encontr� expresi�n en su acto. Ilustra de todos los conocidos de esta tribu.

I. Un mal ejemplo de vacilaci�n. Comp�rese con Rub�n, "inestable como el agua". Este es el fracaso com�n de las personas impulsivas, que toman las cosas con entusiasmo, pero no tienen poder de permanencia. (V�anse los oyentes del "terreno pedregoso"). Implica una grave debilidad de car�cter, lo que impide que se gane el �xito en la vida o se sienta confianza. Nunca podemos estar seguros del hombre vacilante, que puede responder al �ltimo impulso y fallarnos en el momento m�s dif�cil. La constancia, la firmeza, no se reconocen suficientemente como elementos de car�cter que pueden ser, y deben ser, desarrollados y educados en los j�venes, a quienes se les debe obligar a llevar a cabo lo que comienzan.

II UN MAL EJEMPLO DE FALTA DE PRINCIPIO. En el caso que tenemos ante nosotros, Efra�n evidentemente actu� por el mero sentimiento. Los principios de lealtad y servicio fraternal a sus tribus compa�eras les habr�an permitido dominar el "sentimiento" y el "miedo". No ten�an un "sentido de lo correcto" adecuado; se dejaron gobernar por el "expediente", que constantemente lleva a los hombres a hacer cosas malas y vergonzosas. �l solo es noble, puede actuar por principio y sufrir por el derecho.

III. Un mal ejemplo de sospecha. Ilustra la dificultad que tuvo Gede�n con los efraimitas ( Jueces 8:1). Algunos siempre piensan que est�n siendo descuidados, despreciados. En este caso, probablemente Gede�n no hab�a pensado en estos Efraimitas, por lo que no pudo haber dise�ado ning�n mal. Cuando estamos descontentos con nosotros mismos, f�cilmente sospechamos que otras personas nos tratan.

IV. Un mal ejemplo de autoimportancia. Efra�n siempre estaba pensando en lo que se deb�a a s� mismo como la tribu principal. Las personas que est�n demasiado llenas de s� mismas tienen demasiadas probabilidades de fallar a sus amigos en el d�a malo.

Salmo 78:12, Salmo 78:31

Las maravillas de Dios.

La maravilla de las obras de Dios siempre es esta: siempre est� rescatando, entregando, restaurando, redimiendo, salvando o, como podemos decir, aclarando las cosas. El tipo de todas las acciones de Dios fue, para el jud�o, el rescate de la raza de la esclavitud egipcia. Los atributos divinos no se ven mejor en castigos o escenas de terror; a lo largo de la historia del mundo, se han revelado m�s plenamente en los ahorros, entregas y reembolsos de Dios. Mois�s compuso una canci�n cuando los hebreos hab�an llegado a salvo a las costas del Mar Rojo. Para �l, ese rescate fue una demostraci�n impresionante de la justicia divina; entonces la canci�n dice as�: "�Qui�n como t�, oh Se�or, entre los dioses? �Qui�n es como t�, glorioso en santidad, temeroso en alabanzas, haciendo maravillas?" Cuando Dios declar� las grandes leyes fundamentales, se revel� como el Libertador y Salvador de la naci�n: "Yo soy el Se�or tu Dios, que te sac� de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud". Cuando Josu� suplic� tan fervientemente: "�Qu� har�s con tu gran Nombre?" Lo que lo angustiaba era que Dios parec�a haber dejado de ser un Libertador y Redentor de su pueblo. David obtiene impresiones correctas de la justicia divina al meditar en la misericordia divina. Comenzado en esta l�nea, podemos considerarlo como "cosas maravillosas":

I. LAS DIVINAS ENTREGAS. Leyendo la historia sagrada para ilustraciones, encontramos:

1. No� liberado del peligro del diluvio.

2. Abraham liberado de las asociaciones polite�stas caldeos.

3. Hebreos liberados de la esclavitud y de la posici�n de peligro en el Mar Rojo.

4. Liberaciones locales, como en los tiempos de los jueces, la historia temprana de David, rein� de Asa y Josafat.

5. Rescate nacional del cautiverio.

6. Liberaci�n del pecado, por Cristo Jes�s. Cada caso es una maravilla de la sabidur�a divina, el poder y la gracia. Y Dios es mejor conocido en sus redimidos. "�l libera y rescata".

II LAS DIVINAS PROVIDENCIAS. Que proporcionan de manera eficiente, y misteriosamente gu�an. Por providencias entendemos los arreglos ordinarios de la vida, a diferencia de los tiempos de problemas y peligros. Hay una maravilla del ordenamiento divino del camino de Israel y del nuestro. El man� enviado por el cielo y las corrientes de rocas golpeadas hablan de una providencia que siempre funciona de maravilla. Para las mentes devotas, ninguna maravilla es mayor que la de Dios "todas las cosas funcionan juntas para bien".

III. LAS DIVINAS FORTALEZAS. Muchos de estos se recuerdan en este salmo. El largo sufrimiento de Dios hacia un Israel de cuello r�gido siempre debe parecer una maravilla de la gracia; y su pueblo en todos los tiempos ha exclamado: "Es de la misericordia del Se�or que no seamos consumidos".

IV. Los juicios divinos. (V�ase el vers�culo 31.) Deben incluirse, pero se colocan al final, porque "el juicio es su obra extra�a". La maravilla de los juicios de Dios es la ausencia de venganza en ellos, y el poder que los hace trabajar hacia fines de la bendici�n moral.

Salmo 78:18

Coraz�n tentador de Dios.

Versi�n del libro de oraci�n, "Y provoc� lo m�s alto en el desierto". La idea es que, en su suplica urgente por carne, que se convirti�, de hecho, en una demanda y una expresi�n de voluntad propia magistral, la gente hizo necesario que Dios hiciera lo que con mucho gusto se habr�a librado de hacer: corregir ellos por medio de juicios severos. "Necesitaban carne para su lujuria". Dios provey� para su necesidad; quer�an que �l les proporcionara su autocomplacencia; y esto ning�n hombre tiene derecho a esperar de Dios, aunque, de hecho, nos da "todas las cosas ricas para disfrutar". Pero note este punto. La simple solicitud que hicieron las personas no parec�a estar equivocada en s� misma. Lo incorrecto se ve cuando el coraz�n, el prop�sito, lo que provoca la solicitud, se reconoce claramente. "Dios mira el coraz�n". Compare la solicitud de Simon Magus ( Hechos 8:21). Sim�n Pedro reconoci� la tentaci�n del coraz�n de Dios y declar� firmemente: "Tu coraz�n no est� bien a la vista de Dios".

I. NUESTRAS SOLICITUDES NUNCA PUEDEN ESTAR SOLAS. Por lo general, solo podemos juzgar la idoneidad o incorrecci�n de una solicitud. Dios nunca separa la solicitud de la persona que la hace. Incluso buscamos con ansiedad signos de sinceridad y seriedad. Dios encuentra todo el inter�s de una solicitud en el estado mental que expresa. Lo que provoca la solicitud es la cuesti�n de suprema importancia. Dios responde al hombre, no las palabras del hombre. Muestre de cu�ntas maneras puede haber divorcio entre el hombre y su solicitud. Ilustrar con la oraci�n de Agust�n, "Se�or, convi�rteme", que suena bien y puede ser aprobado. Cuando agreg�, "pero a�n no", dej� que su coraz�n hablara y ech� a perder su oraci�n. Cuando Dios ley� su coraz�n, escuch� esto: "No me conviertas, Se�or". Si miramos el coraz�n detr�s de la solicitud de los israelitas, podemos ver la incredulidad que pondr�a a Dios a prueba, y decir: "�l puede darnos este pan ligero, no puede darnos buena carne". Aboga por las b�squedas de coraz�n antes de ofrecer peticiones a Dios, porque �l responder� al coraz�n, no a la petici�n, por lo que debemos asegurarnos de que la petici�n exprese el coraz�n. Dios es provocado por falta de sinceridad para corregir a trav�s de juicios (Salmo 78:30, Salmo 78:31).

II NUESTRAS SOLICITUDES PUEDEN SER REALMENTE INSULTOS. Ninguno de nosotros puede acercarse a Dios a menos que "creamos que �l es, y que �l es el recompensador de aquellos que lo buscan diligentemente". Dios pide confianza. "Cree que los recibir�s, y los tendr�s". La ofensa suprema a Dios es "dudar de �l", "sospechar de �l". Estos hombres ofrecieron insulto a Jehov� cuando en efecto dijeron: "Danos carne para comer; sabemos que no puedes hacer eso".

Salmo 78:22

El llamado de Dios a confiar.

Se representa a Dios como "afligido" porque su pueblo no confi� en �l y no dependi� de su ayuda. El buen hombre se turba cuando los que ama no conf�an en �l. Nos encanta que se nos conf�e. Hacemos lo m�s noble y lo mejor para quienes conf�an en nosotros. Y de nosotros mismos podemos aprender a pensar en Dios correctamente. Lo mejor del hombre es la sugerencia de los pensamientos m�s verdaderos que podemos tener de Dios. Nuestro Se�or represent� la actitud de Dios hacia nosotros cuando le dijo al gobernante: "Solo cree [conf�a]; todas las cosas son posibles para el que cree". Si Dios nos llama a confiar plenamente en �l, y se entristece con nosotros cuando no confiamos plenamente en �l, surge la pregunta: "�Ha hecho posible y razonable esa confianza?" Podemos decir con confianza que lo ha hecho, en vista de lo que sabemos que es; qu� relaciones tiene con su pueblo; y qu� cosas ha estado haciendo en todas las edades para su gente.

I. EN VISTA DE LO QUE SABEMOS QUE ES. Cualquiera que sea el lado de su revelaci�n de s� mismo para nosotros que podamos estudiar, la impresi�n que nos queda es que es infinitamente confiable. Tome su creaci�n, que implica la dependencia de toda la existencia en su defensa. Tome su independencia, como se indica en el t�rmino "yo soy", dado a Mois�s como un sustituto de un nombre. Tome su santidad, como la indicaci�n de la perfecci�n absoluta en el car�cter. Queremos, en aquellos en quienes podemos confiar, poder: debemos saber que pueden hacerlo; independencia: debemos estar seguros de que est�n por encima de ser sesgados; y car�cter: debemos estar seguros de su respuesta, en sentimiento, a nuestra necesidad. En esta l�nea se puede demostrar que nadie m�s que Dios puede tener el derecho de reclamar nuestra confianza perfecta. Podemos "confiar en el Se�or para siempre".

II A LA VISTA DE LAS RELACIONES QUE LLEVA CON SU GENTE. Estos tienen un car�cter especial. M�s all� de lo que Dios es para todas sus criaturas, tiene relaciones especiales con su pueblo. Estos se agrupan en los t�rminos, Redentor, Salvador, Padre. Redentor de Egipto y del pecado. Salvador del peligro y del yo. Padre, al escuchar sobre s� mismo la carga del bienestar de sus hijos. Si estas relaciones se desarrollan en su desarrollo cristiano, el llamado a la plena confianza se mostrar� como razonable.

III. A LA VISTA DE LAS COSAS QUE HA ESTADO HACIENDO EN TODAS LAS EDADES. Esto nos lleva al salmo. Podemos seleccionar ilustraciones de esta retrospectiva hist�rica. Las dos cosas conectadas inmediatamente con el texto son: la falta de confianza en Dios para proporcionar el pan diario necesario. Podr�an haber confiado, porque �l podr�a, lo hizo, proporcionar. Con esta lecci�n, la gente no confi� en Dios para la bebida necesaria. Pero podr�an haber confiado plenamente, porque �l podr�a, lo hizo, proporcionar.

Salmo 78:37

El grave pecado de la falta de sinceridad.

"Porque su coraz�n no estaba bien con �l". Versi�n del libro de oraciones, "no completo con �l"; Perowne, "no firme con �l". En este sentido, Hoses presenta una acusaci�n contra el pueblo de Dios: "Su coraz�n est� dividido; ahora ser�n hallados defectuosos". Se dice que algunos "temieron al Se�or y sirvieron a otros dioses". Pero es una visi�n m�s inquisitiva de falta de sinceridad, o de doble �nimo, si vemos que un hombre puede mantener sus relaciones abiertas y externas con Dios, y todo el tiempo realmente se est� sirviendo a s� mismo ", siguiendo los dispositivos y deseos de su propio coraz�n. ". Este es el tipo de falta de sinceridad a la que, de manera sutil, todos estamos expuestos; y es una ofensa suprema a la vista de Dios, que quiere actuar y motivar, hacer y sentir, para que coincida. Nuestro Se�or Jesucristo represent� el sentimiento de Dios en sus severas palabras con respecto a los insinceros, los hip�critas. Para los malvados siempre fue tierno y amable; pero para el malvado que encubri� su maldad, para el hombre que se escond�a con palabras hambrientas su prop�sito malicioso, el Se�or Jes�s fue muy severo. El punto de falta de sinceridad que surge en relaci�n con el texto, es la muestra de reforma que los hombres har�n para salir de sus calamidades. "Cuando los mat�, le preguntaron por �l". pero no hubo un prop�sito serio en sus indagaciones. "S�, volvieron de nuevo y buscaron a Dios". No hicieron sino "halagarlo con la boca, y le mintieron con la lengua".

I. LA INSINCERIDAD ES OFENSIVA A LA VISTA DE DIOS. El infinitamente verdadero ama la verdad. El infinitamente puro ama la sinceridad. La falta de sinceridad nunca lo enga�a, quien "busca el coraz�n y prueba las riendas", y "no necesita que nadie testifique del hombre, porque �l sabe lo que hay en el hombre". La ropa de un hombre debe expresarlo genuinamente. Mucho m�s deber�an las palabras de un hombre, y las formas de un hombre, expresar al hombre.

II LA INSINCERIDAD ES UNA ANSIEDAD EN LA MENTE DE DIOS. Porque es el obst�culo m�s efectivo para su trabajo en las almas de los hombres. El hombre pone un frente falso para evitar que Dios trate con �l tal como es. Porque revela una condici�n depravada. Y porque la preciada falta de sinceridad ejerce una influencia m�s degradante en el car�cter. Un hombre no puede volverse noble si mantiene una farsa. El resultado inevitable es la formaci�n de un h�bito mental y mental que hace imposible una vida seria y veraz.

Salmo 78:70

La gracia de las selecciones divinas.

"�l eligi� a David tambi�n su sirviente, y lo tom� de los rediles". La selecci�n de David puede ser. visto desde dos lados. Fue un acto de gracia divina hacia el mismo David; y un acto de gracia Divina al proporcionar tal rey para el pueblo.

I. DIVINA GRACIA HACIA DAVID MISMO. Un estudio cuidadoso de los primeros a�os de la vida de David revela el hecho de que �l era, en cierto sentido, el despreciado de la familia. Era evidentemente mucho m�s joven que sus hermanos; probablemente el hijo de otra madre, que fue tra�da a la familia en circunstancias algo peculiares. Mientras todos los hermanos fueron a la guerra, David se qued� en casa. Cuando Jesse llam� a todos sus hijos antes que a Samuel, dej� a David fuera, como si apenas entrara en la cuenta de la familia. Era, entonces, el despreciado, quien hab�a sido enviado al redil con las mujeres, quien fue seleccionado por Dios para el lugar m�s alto en el nuevo estado. Dios constantemente hace que los "pobres de este mundo confundan a los sabios". Pero no arbitrariamente. Solo porque busca adaptar a los hombres a los lugares, sobre la base de sus dotaciones y el car�cter y la aptitud para sus puestos. "No hay respeto de las personas con Dios". David fue seleccionado como el hombre adecuado.

II GRACIA DIVINA QUE PROPORCIONA TAL REY PARA LA GENTE. Fue seleccionado en el juicio Divino en cuanto a lo que era mejor para la gente. Compare a Sa�l, seleccionado para conocer la idea de la gente de lo que era mejor para ellos. Kingsley dice: "Veo a David como un rey casi ideal, educado para su cargo por un entrenamiento casi ideal. Entre los animales tontos aprendi� la experiencia que luego puso en pr�ctica entre los seres humanos. El pastor de las ovejas se convirti� en el pastor de hombres. El que hab�a matado al le�n y al oso se convirti� en el campe�n de su tierra natal. El que sigui� a las ovejas grandes con cr�as aliment� al pueblo oprimido y cansado de Dios con un coraz�n fiel y verdadero, hasta que los cri� en un gran y naci�n fuerte. De modo que ambos lados del verdadero car�cter real, el masculino y el femenino, aparecen en David ". Cabe se�alar que, en David, hab�a cualidades de la realeza que lo habr�an convertido en una bendici�n para cualquier naci�n, en cualquier �poca. Y se puede demostrar adem�s que, en �l, hab�a habilidades caracter�sticas, que lo hicieron especialmente el hombre para su �poca. Contin�e para demostrar que lo �nico que hizo que el reinado de David fuera una bendici�n suprema para la gente fue su lealtad personal y gubernamental a la idea teocr�tica. Nunca fracas� por su deslealtad a su Se�or Supremo, Jehov�.

HOMILIAS DE C. CORTA

Salmo 78:3

El objeto divino de la revelaci�n.

En este p�rrafo, hemos declarado el objetivo que Dios hab�a designado a Israel para cumplir: recibir su Ley y verdad, para que pudieran transmitirlas a la posteridad, y que ellos y su posteridad pudieran ser llevados a una confianza viva en Dios, y obediencia a su voluntad. Sugiere�

I. DIOS HA HECHO LA REVELACI�N M�S COMPLETA DE S� MISMO Y SU VOLUNTAD PARA HOMBRARSE EN JESUCRISTO.

1. Ha revelado gloriosamente su car�cter en Cristo: su amor. Cristo mostr� que la naturaleza de Dios es amor por su propio car�cter y por su ense�anza.

2. Por �l tambi�n hizo la revelaci�n m�s perfecta de su Ley. La antigua Ley fue interpretada por Cristo, y recibi� su significado m�s espiritual y su mayor alcance y aplicaci�n. El amor es el �nico cumplimiento de la Ley: amor a Dios y amor al hombre.

II QUE ESTA REVELACI�N SE ADAPTA PARA RESULTAR LA SALVACI�N DE LOS HOMBRES.

1. Al despertar la confianza o la fe en Dios. (Salmo 78:7.) Ese es el efecto natural de la revelaci�n que ha hecho.

2. Produciendo obediencia a su voluntad. (Salmo 78:7.)

3. Al despertar un amor rec�proco. (Salmo 78:4.) Esto celebra "la alabanza de Dios, y su poder y sus maravillosas obras que ha hecho".

III. QUE ESTA REVELACI�N SE HA DADO QUE PODR�A SER PROPAGADA. A todos los que viven ahora, y a todas las generaciones venideras.

1. Por el ministerio p�blico. Por la predicaci�n, por los libros y por el ejemplo viviente.

2. Por instrucci�n de nuestros hijos. En la familia y en las escuelas. El poder del personaje como maestro.

Salmo 78:32-19

La tierna misericordia de Dios.

Este pasaje describe la conducta de los israelitas rebeldes y lujuriosos en el desierto, y expone tres cosas: el castigo de Dios por su pecado; su arrepentimiento superficial; La compasi�n lamentable de Dios.

I. EL CASO DE DIOS DEL PECADO. (Salmo 78:33, Salmo 78:34.) "La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que sostienen la verdad en la injusticia".

1. Su pecado fue una indiferencia sensual a las maravillas de la redenci�n de Dios. (Salmo 78:32.) "No creyeron en sus maravillas", en relaci�n con su redenci�n de las miserias de Egipto. El mismo pecado ahora en referencia a la obra de Cristo.

2. El castigo fue problemas y muerte. (Salmo 78:33, Salmo 78:34.) El pecado siempre conduce a problemas y, a veces, a la muerte.

3. Al concederles sus deseos pecaminosos. (Salmo 78:29.)

II ARREPENTIMIENTO SUPERFICIAL. (Salmo 78:34-19.)

1. Fue inspirado por el miedo. (Salmo 78:34.) El miedo, el terror, nunca produce arrepentimiento genuino.

2. Hicieron falsas promesas de enmienda. (Salmo 78:36.) "Halagaron a Dios con la boca y le mintieron con la lengua". No fue un arrepentimiento verdadero.

3. Todav�a estaban sin cambios en el coraz�n. (Salmo 78:37.) Y ning�n arrepentimiento es verdadero y duradero, lo que no hace que el coraz�n est� bien hacia Dios.

III. La compasi�n de Dios. (Salmo 78:38, Salmo 78:39.)

1. El castigo de Dios por el pecado es un castigo moderado. (Salmo 78:38.) "Y no despert� toda su ira". Ning�n castigo va m�s all� del desierto, y �l lo hace lo m�s ligero posible.

2. Dios se compadece y tambi�n condena nuestra debilidad y miseria. (Salmo 78:39.) "�l conoce nuestro marco, y recuerda que somos polvo".

3. La paciencia de Dios se ejerce con miras a nuestra redenci�n. (Salmo 78:38.) "Muchas veces rechaz� su ira". "No queriendo que ninguno perezca, sino que todos se arrepientan". - S.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Psalms 78". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/psalms-78.html. 1897.