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Bible Commentaries
Apocalipsis 17

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

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Versículos 1-18

EXPOSICI�N

Apocalipsis 17:1

Y vino uno de los siete �ngeles que ten�a los siete viales, y habl� conmigo, dici�ndome; y habl� conmigo, diciendo. Omitir "a m�". Este y los siguientes cap�tulos (a Apocalipsis 19:21) consisten en visiones que realmente est�n incluidas en el s�ptimo vial, pero que, debido a su extensi�n y elaboraci�n, pueden considerarse aparte de los otros juicios de ese vial. . En los cap�tulos anteriores, hemos presentado un resumen de tres clases de personas imp�as, y los tres principios del mal en su forma abstracta, representados por el mundo (la primera bestia), la carne (la segunda bestia) y El diablo (el drag�n). El derrocamiento personal final del demonio se describe en Apocalipsis 20:10; Apocalipsis 17:1. y 18, est�n dedicados a la descripci�n de los juicios de los dos primeros: el mundo, en su car�cter de perseguidor abiertamente hostil de la Iglesia de Dios; y la otra parte de los imp�os que, mientras todav�a profesan el cristianismo, encuentran excusas para conformarse con la adoraci�n de la imagen de la bestia. La primera bestia es, por lo tanto, id�ntica a Babilonia, y representa, como hemos visto, el poder mundial abiertamente hostil y perseguidor de todas las �pocas, de las cuales, en la �poca de San Juan, Roma era la principal encarnaci�n. La segunda bestia es id�ntica a la ramera, y representa a los cristianos infieles, la porci�n ap�stata de la Iglesia. La verdadera raz�n de ser del Apocalipsis es lidiar con estas dos formas de maldad; declarar el derrocamiento de uno, y advertir y, si es posible, reclamar aquellos bajo la influencia del otro. En el �ltimo caso, la advertencia consiste en establecer el juicio reservado para los cristianos infieles; y como este es el curso seguido con el primero tambi�n, los dos se fusionan en uno, y de hecho se declaran como uno. El ap�stol en esencia declara que, aunque existe una diferencia prima facie entre las dos formas de impiedad, en realidad no hay distinci�n que hacer, pero ambas est�n involucradas en un juicio final com�n. Por lo tanto, afirma solemnemente dos veces que la ramera es Babilonia (vers�culos 5 y 18). Los comentarios sobre los siguientes cap�tulos se basar�n en esta hip�tesis, cuyas razones se har�n m�s claras a medida que avancemos. Las palabras iniciales de este cap�tulo no dejan dudas de que las visiones que siguen est�n relacionadas con los juicios de los viales. El "uno de los siete �ngeles" puede ser el s�ptimo �ngel, a quien le correspond�a desplegar las circunstancias relacionadas con el juicio final. Ven aqu�; Te mostrar� el juicio. Aqu�, ?????, sin el verbo, como en Apocalipsis 21:9 y Juan 11:43. Aunque esta narraci�n en particular tiene lugar necesariamente despu�s del recuento de los viales, no debemos entender que los eventos aqu� relacionados son posteriores a los relacionados en los vers�culos finales del cap�tulo anterior. Tenga en cuenta la notable similitud entre estas palabras y estas de Apocalipsis 21:9, y el contraste entre la novia, la esposa del Cordero y la ramera que est� conectada con la bestia. Wordsworth lleva la comparaci�n incluso a la forma de las palabras, por lo tanto:

La ramera y la bestia.

? ????? ??? ?? ??????,

? ????? ??? ?? ??????

La novia y el cordero.

De la gran ramera; ramera (versi�n revisada). Parece que no hay duda de que esta figura describe la porci�n degenerada de la Iglesia de Dios.

(1) Como ya hemos visto, San Juan utiliza este simbolismo para retratar la infidelidad de aquellos que profesan ser siervos de Dios (ver Apocalipsis 2:20; Apocalipsis 14:4 ), y en este sentido se aplica en la gran mayor�a de los pasajes de la Escritura donde ocurre (cf. Isa�as 1:21; Jeremias 2:20; Jeremias 3:1. ; Ezequiel 16:1 .; Ezequiel 23 .; Oseas 2:5; Oseas 3:3; Oseas 4:15; Miqueas 1:7). En Isa�as 23:1 y Nah�m 3:14 el t�rmino se refiere a Tiro y N�nive, respectivamente.

(2) Hay un contraste intencionado entre la novia y el Cordero, y la ramera que se al�a con la bestia (ver arriba).

(3) Probablemente tambi�n se pretenda un contraste entre la mujer vestida con el sol ( Apocalipsis 12:1.), Dando a luz el hijo var�n, Cristo Jes�s Salvador, la representaci�n de la Iglesia pura, y la prostituta vestida en escarlata, la madre de las rameras y las abominaciones, la representaci�n de la parte infiel de la Iglesia.

(4) Tanto la mujer de Apocalipsis 12:1. y la ramera de este cap�tulo reside en el desierto, es decir, este mundo (ver en Apocalipsis 12:14); de hecho, son para hombres a veces indistinguibles (cf. la par�bola del trigo y la ciza�a).

(5) La Iglesia fiel, la novia, se llama ciudad ( Apocalipsis 21:2, Apocalipsis 21:9, Apocalipsis 21:10); as� que la parte infiel de la Iglesia de los azulejos, la ramera, se identifica con la ciudad de Babilonia ( Apocalipsis 11:8; Apocalipsis 17:4. Apocalipsis 17:5). Se observar�n otras coincidencias a medida que avancemos. Pero parece igualmente imposible aceptar la opini�n de que esta parte infiel de la Iglesia se refiere a la Roma papal, y ninguna otra. Debemos incluir a todos los infieles de la Iglesia de Dios en todo momento. Si el cumplimiento debe ser limitado, parece m�s razonable suponer que la primera referencia de San Juan fue a los miembros infieles de las siete Iglesias a las que se dirige el Apocalipsis. Pero, sin duda, tenemos la intenci�n de ver aqu� una imagen de la posici�n de la parte infiel de la Iglesia donde sea que exista, en cualquier momento, y que los hombres ciertamente no siempre pueden especificar y juzgar. Sobre este punto, vea las "Conferencias Baird" del profesor Milligan para 1885, sobre "La revelaci�n de San Juan". En lect. 5. �l dice: "Pero Babilonia no es la Iglesia de Roma en particular. Profundamente, sin duda, esa Iglesia ha pecado ... Sin embargo, la interpretaci�n es falsa ... Babilonia no puede ser la Roma cristiana; y nada ha sido m�s perjudicial para las iglesias protestantes que la impresi�n de que las dos eran id�nticas y que, al retirarse de la comuni�n con el papa, se liberaron por completo de la alianza con la ramera espiritual. Babilonia abraza mucho m�s que Roma, y ??las ilustraciones de lo que ella es se encuentran m�s cerca de nosotros. propia puerta. Dondequiera que profesaban ser cristianos, los hombres cre�an que el favor del mundo era mejor que su reproche; donde sea que hayan considerado sus honores una posesi�n m�s deseable que su verg�enza; dondequiera que hayan cortejado la facilidad en lugar de acoger el sufrimiento, han amado la autocomplacencia en lugar del auto sacrificio, y han sustituido la codicia al aferrarse a la generosidad en la distribuci�n de lo que ten�an, donde el esp�ritu de Babilonia se ha manifestado. En resumen, tenemos en la gran ciudad ramera neit ella es la Iglesia cristiana en su conjunto, ni la Iglesia romana en particular, pero todos los que en cualquier parte de la Iglesia profesan ser el 'peque�o reba�o' de Cristo y no lo son, negando en sus vidas la caracter�stica principal por la cual deben distinguirse: ellos 'siguen' a Cristo ". (Para la distinci�n entre la ramera y Babilonia, ver arriba). Eso se asienta sobre muchas aguas. "El" se inserta en B y otros manuscritos, probablemente debido a la referencia en el vers�culo 15, pero se omite en ?, A, P y otros. Esta es la descripci�n de Babilonia en Jeremias 51:13, de donde, sin duda, se deriva la expresi�n. En el lugar citado, la oraci�n se refiere a los muchos canales de Babilonia; pero la interpretaci�n de este pasaje se da en Jeremias 51:15, donde se dice que las aguas son "pueblos". Este hecho demuestra suficientemente que, aunque las im�genes del Apocalipsis se toman del Antiguo Testamento, no siempre es seguro insistir en una interpretaci�n exactamente similar; Los s�mbolos empleados pueden aplicarse de manera independiente. Que la ramera se sienta en muchas aguas, por lo tanto, nos muestra que la porci�n infiel de la Iglesia se encuentra distribuida entre "pueblos, multitudes, naciones y lenguas".

Apocalipsis 17:2

Con quien los reyes de la tierra han cometido fornicaci�n, y los habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su fornicaci�n. "De la tierra" se usa aqu� (como lo es frecuentemente) para los mundanos en lugar de los justos; y las dos clases mencionadas indican la universalidad de esta falta de fe: no se limita a ning�n grado de la sociedad. Como hemos visto (ver Apocalipsis 17:1 y Apocalipsis 14:8), la figura de la fornicaci�n se usa repetidamente para describir la infidelidad hacia Dios. El vers�culo, por lo tanto, declara que esta parte infiel de la Iglesia ha elegido rendir al mundo ese amor que se le debe a Dios, y estar conectado m�s bien con los poderes de este mundo que tener su tesoro en el cielo. La expresi�n "vino de su fornicaci�n" es una repetici�n de eso en Apocalipsis 14:8, y se deriva de Jeremias 2:7 (cf. tambi�n Apocalipsis 16:19 y Apocalipsis 18:3).

Apocalipsis 17:3

Entonces �l me llev� en el esp�ritu; y �l llevaba, etc. (cf. Apocalipsis 1:10 y Apocalipsis 21:10). En la �ltima referencia, la analog�a es lo suficientemente cercana como para llevarnos a creer que est� destinada. En el desierto; un desierto, de acuerdo con la versi�n revisada, que es la representaci�n de Wordsworth y otros; pero Alford apoya firmemente la versi�n de la versi�n autorizada, a pesar de la ausencia del art�culo griego (ver Alford, in loc.). Algunos comentaristas han pensado que el "desierto" significa la desolaci�n que es la suerte de la ramera (ver Apocalipsis 17:16; Apocalipsis 18:2, Apocalipsis 18:19; tambi�n Jeremias 51:26). Pero dif�cilmente podemos evitar la conclusi�n de que el "desierto" aqu� se menciona en Apocalipsis 12:6, Apocalipsis 12:14, que es simb�lico de este mundo, particularmente cuando recordamos que el "desierto" en ambos casos es la morada de una mujer, que adem�s es representativa de la Iglesia, aunque en Apocalipsis 12:1 representa a la Iglesia de Dios en su conjunto , perseguida por Satan�s, y en este lugar la mujer es representativa de la parte infiel de la Iglesia (ver tambi�n m�s abajo sobre "bestia"). Vitringa, refiri�ndose a Isa�as 21:1, y Apocalipsis 17:1, Apocalipsis 17:15, y Ezequiel 20:35, llega a una conclusi�n similar; es un" desierto de la gente ". Y vi a una mujer. No hay ning�n art�culo, pero esta visi�n, que ocurre inmediatamente despu�s de las palabras de Ezequiel 20:1, "te mostrar� ... la gran ramera, "identifica a esta mujer con la ramera de Ezequiel 20:1. Esta mujer representa la parte infiel de la Iglesia (ver en Ezequiel 20:1); esa parte que, siguiendo las cosas mundanas, le ha dado a la bestia el amor y el honor debido solo a Dios. Esta mujer no es id�ntica a la mujer de Apocalipsis 12:1. El �ltimo representa a los fieles, el primero a los infieles, parte de la Iglesia. Si�ntate sobre una bestia de color escarlata, llena de nombres de blasfemia, que tiene siete cabezas y diez cuernos. Aqu� de nuevo, como en "desierto" (vide supra), tenemos ??????, "bestia", sin el art�culo; pero la identidad de esta "bestia" con la de Apocalipsis 13:1 est� establecida por

(1) las mismas caracter�sticas externas de los nombres de blasfemia, siete cabezas y diez cuernos;

(2) su conexi�n con "reyes", etc. ( Apocalipsis 13:12 y Apocalipsis 19:19, Apocalipsis 19:20);

(3) su conexi�n con el "falso profeta" ( Apocalipsis 13:1. Y Apocalipsis 19:20);

(4) su conexi�n con la ramera: la que representa el poder mundial, la otra la parte mundana e infiel de la Iglesia.

Que la mujer se siente sobre la bestia denota, no que ejerza control y orientaci�n sobre ella (como Alford), para comp. Apocalipsis 13:16, sino que la mujer depende de la bestia para su apoyo y seguridad; presentando as� una descripci�n precisa de aquellos que prefieren confiar en el poder y la influencia del mundo en lugar de Dios. Escarlata (ya sea que el color de la bestia en s� o de sus adornos sea irrelevante) puede significar

(1) la preeminencia mundana y el poder del cual es el signo, y por el cual la mujer se al�a con la bestia; o

(2) la persecuci�n manchada de sangre de la cual la bestia es el autor. La primera interpretaci�n coincide mejor con las palabras que siguen inmediatamente; el segundo est� de acuerdo con la descripci�n en Apocalipsis 13:6 y Apocalipsis 13:7. (Sobre los "nombres de la blasfemia", como significar oposici�n y rivalidad con Dios, ver en Apocalipsis 13:1.) Las siete cabezas denotan la universalidad del dominio (terrenal), y los diez cuernos denotan plenitud de poder ( ver en Apocalipsis 13:1).

Apocalipsis 17:4

Y la mujer estaba vestida de color p�rpura y escarlata. Estas palabras, tomadas en conexi�n con las que siguen, parecen significar la magnificencia mundana que puede ser la porci�n del cristiano infiel. Algunos escritores ven una alusi�n a la t�nica p�rpura de Cristo. (Sobre el significado de "escarlata", ver en Apocalipsis 17:3.) Y adornado con oro y piedras preciosas y perlas; dorado con, etc. Se proporcionan descripciones similares en Ezequiel 16:13 y Ezequiel 28:13. Compare la descripci�n en Apocalipsis 21:11. Esta cuenta es lo suficientemente caracter�stica de las atracciones del mundo como para no necesitar comentarios. Tener una copa de oro en la mano llena de abominaciones y suciedad de su fornicaci�n; lleno de abominaciones, incluso las cosas impuras de, etc. (Versi�n revisada), la lectura de la versi�n autorizada se coloca al margen. Otra referencia a Jeremias 51:7 (cf. tambi�n Apocalipsis 14:10). Las abominaciones son todas las cosas que desagradan a Dios. (En "fornicaci�n", ver Apocalipsis 14:8 y Apocalipsis 17:1, Apocalipsis 17:2; significa infidelidad hacia Dios).

Apocalipsis 17:5

Y sobre su frente hab�a un nombre escrito. Omitir "era". ?????, "nombre", depende de ??????, "having" en Apocalipsis 17:4. Esta pr�ctica era habitual en las rameras (Juv., 'Sat.,' 6: 123; Seneca, 'Controv.,' Apocalipsis 1:2). En Apocalipsis 14:1 y Apocalipsis 7:3 los miembros fieles de la Iglesia de Dios tienen su nombre en la frente; aqu� los infieles, representados por la ramera, exhiben una imitaci�n espuria. Como el Nombre de Dios marc� al primero como suyo, as� el nombre Babilonia, etc., marca al segundo como perteneciente al mundo (ver en Apocalipsis 16:19; Apocalipsis 17:5; Apocalipsis 18:2). El nombre consiste en las siguientes palabras, hasta el final del verso. MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y ABOMINACIONES DE LA TIERRA. La palabra "MISTERIO" puede ser

(1) parte del nombre, de manera coordinada con "BABILONIA" (Alford, Bleek, Hengstenberg, Vitringa, Wordsworth);

(2) una descripci�n del siguiente t�tulo, estando as� en aposici�n con ?????, "nombre" (Auberlin, De Wette, Dusterdieck, Ebrard);

(3) un adverbio usado en el mismo sentido que en el �ltimo caso (Stuart). Cualquiera sea el punto de vista que se adopte, no cabe duda de que el prop�sito es llamar la atenci�n sobre el hecho contenido en las siguientes palabras, un hecho que de otro modo podr�a ser extremadamente dif�cil de recibir. Porque el resto del verso afirma que la ramera es Babilonia; es decir, que la porci�n mundana de la Iglesia, aunque nominalmente cristiana, es en realidad id�ntica al mundo, que es abiertamente antag�nico con Dios. De hecho, la �ltima parte del vers�culo va m�s all� que esto. Esta parte infiel (aunque externamente cristiana) de la Iglesia de Cristo es la madre, es decir, la causa de la existencia de la infidelidad a Dios. Tan cierto es que el cristiano profeso que es de mente mundana hace m�s para causar en los dem�s desobediencia e infidelidad a Dios, que el que se declara abiertamente en oposici�n a Dios, e incluso persigue a los fieles; cf. las palabras a la Iglesia en Laodicea, "me gustar�a fr�o o calor" ( Apocalipsis 3:15). (En "ABOMINACIONES DE LA TIERRA", ver en Apocalipsis 7:4.)

Apocalipsis 17:6

Y vi a la mujer borracha con la sangre de los santos, y con la sangre de los m�rtires de Jes�s; de los testigos (cf. Apocalipsis 11:7). Otro punto de contraste entre esta mujer y la mujer de Apocalipsis 12:1 .; el primero persigue, el segundo es perseguido. Se puede preguntar: �c�mo se pueden aplicar estas palabras a los cristianos profesos, como deben ser, si tal es la interpretaci�n de la "ramera"? La respuesta se puede encontrar en Jerem�as. En Jeremias 2:33, Jeremias 2:34 y Jeremias 3:1 encontramos el origen de este pasaje. Jud� es una ramera (Jeremias 2:20; Jeremias 3:1, Jeremias 3:8) con un signo en la frente (Jeremias 3:3), quien causa transgresi�n en otros (Jeremias 2:33; y compare arriba, "Madre de rameras"), y en cuyas "faldas se encuentra la sangre de las almas de los pobres inocentes" (Jeremias 2:34). Est� vestida de rojo (Jeremias 4:30) y adornos dorados (cf. Apocalipsis 17:4); sus amantes la despreciar�n (Jeremias 4:30) y buscar�n su vida (cf. Apocalipsis 17:16). As� como se declar� que en Jud� se encontr� la sangre de los pobres inocentes, as� se nos dice que la parte infiel de la Iglesia es culpable de la sangre de los santos. El motivo se encuentra en la inscripci�n. La ramera est� absolutamente identificada con Babilonia. No se puede permitir ninguna distinci�n de culpa entre el mundo abiertamente hostil y el cristiano infiel. "El que no est� conmigo", declara Dios, "est� en mi contra" ( Mateo 12:20). La descripci�n "borracho con", etc., es similar a la de Babilonia en Apocalipsis 18:2; y tambi�n en Jeremias 51:7. Y cuando la vi, me pregunt� con gran admiraci�n; con una gran maravilla (versi�n revisada). Probablemente porque el vidente apenas puede darse cuenta de que algunos que profesan ser cristianos deben ser declarados culpables de tales enormidades; que la ramera, que representa una porci�n de la Iglesia, aunque sea infiel, debe ser clasificada con el mundo, como lo representan Babilonia y la bestia. Quiz�s la maravilla sea causada por el hecho de que tal cosa deber�a permitirse; esto conduce a la siguiente explicaci�n, que muestra c�mo se veng� la infidelidad.

Apocalipsis 17:7

Y el �ngel me dijo: �Por qu� te maravillas? �te preguntaste? �la misma palabra que en Apocalipsis 17:6. Aunque el vidente no puede comprender completamente el terrible significado del signo que ve, a saber. que una parte de la Iglesia es una con el mundo hostil (ver en Apocalipsis 17:6), sin embargo, hay suficientes marcas para identificarlo. La mujer, el desierto, la dependencia del poder mundial, la inscripci�n, la descripci�n similar de Jud� en Jeremias 2:1 y Jeremias 3:1. (ver Jeremias 3:6), podr�a haber dejado clara la interpretaci�n. Te contar� el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva, que tiene las siete cabezas y los diez cuernos; Los diez cuernos. Observe tambi�n que el "misterio de la mujer y de la bestia" es todo uno. (En la "bestia", "las siete cabezas" y "los diez cuernos". Ver en versos anteriores, especialmente Apocalipsis 13:1.) En Jeremias 3:1 se dice que la ramera si�ntate en las aguas; aqu� la bestia la lleva. Las dos declaraciones son realmente id�nticas; Tanto la bestia como las aguas representan el poder mundano que se encuentra entre "pueblos, multitudes, naciones y lenguas" (Jeremias 3:14).

Apocalipsis 17:8

La bestia que viste fue y no es; y ascender� del pozo sin fondo, y entrar� en perdici�n; y est� a punto de salir del abismo (Versi�n revisada). "Y para ir" (???????) se lee en ?, B. P, Vulgate y casi todas las cursivas; mientras que ??????, "�l va", se encuentra en A, 12, Arethas, Irenaeus. La �ltima parte de este pasaje se relaciona nuevamente en Apocalipsis 19:20. La bestia, como hemos visto, es el poder mundial: Satan�s en su car�cter de "pr�ncipe de este mundo". Hay tres etapas marcadas en la existencia de este poder mundial: primero, lo fue; segundo, no es ahora; en tercer lugar, reaparece, para ser arrojado a la perdici�n. El primer per�odo describe la condici�n de las cosas antes del sacrificio de Cristo. Entonces fue que Satan�s gobern� supremo en el mundo; que el poder del mundo �la bestia� era. Pero Cristo venci� al mundo ( Juan 16:33); de ahora en adelante para todos los verdaderos creyentes hay "paz", aunque pueden "tener tribulaci�n" en el mundo ( Juan 16:33); para el cristiano fiel, el poder del mundo, la bestia, no lo es. Sin embargo, aunque para el verdadero siervo de Dios hay un sentido en el que se puede decir que este poder no existe, sin embargo, existe en el abismo, es decir, en su lugar natural de permanencia en el mundo, entre los de mentalidad mundana, y as� puede causar "tribulaci�n" a los fieles. Por lo tanto, se prepara una nueva ca�da: lo que tendr� lugar en el �ltimo d�a, cuando "ascender� del abismo para ir a la perdici�n". Esta inexistencia, contempor�neamente con la existencia y la reaparici�n posterior, es exactamente lo que se describe en la herida curada ( Apocalipsis 13:3; ver tambi�n el resto de este verso). El per�odo, por lo tanto, aceptado en estas palabras es el de toda la existencia de este mundo. Coincide con el per�odo mencionado en Apocalipsis 12:14 y Apocalipsis 12:17, y en Apocalipsis 20:3. A lo largo del Apocalipsis, la palabra ???????, traducida como "pozo sin fondo" (Versi�n autorizada) y "abismo" (Versi�n revisada), se usa para describir la morada de Satan�s (ver Apocalipsis 9:1, Apocalipsis 9:2, Apocalipsis 9:11; Apocalipsis 11:7; Apocalipsis 20:1, Apocalipsis 20:3) mientras trabaja en el mundo. "Perdici�n" se describe en Apocalipsis 19:20 como el "lago de fuego que arde con azufre". Y los que moran en la tierra se preguntar�n, cuyos nombres no fueron escritos en el libro de la vida desde la fundaci�n del mundo, cuando contemplan la bestia que fue, y no es, y a�n es; cuyo nombre no ha sido escrito en el libro ... bestia, c�mo era, y no es, y estar� presente. Las �ltimas palabras muestran exactamente lo que se entiende en la primera parte del vers�culo (que ver). Las primeras palabras son una repetici�n de palabras en Apocalipsis 13:8 (que ver).

Apocalipsis 17:9

Y aqu� est� la mente que tiene sabidur�a. Omitir "y". Lea, aqu� est� la mente (o significado), etc. Estas palabras (como en Apocalipsis 13:18) llaman la atenci�n sobre la explicaci�n que sigue, o lo que precede (cf. Apocalipsis 13:18). Tambi�n hacen que parezca que la explicaci�n que ofrece el �ngel del "misterio" no se puede entender sin alguna dificultad. Las siete cabezas son siete monta�as, sobre las cuales se sienta la mujer. La diversidad de opiniones sobre la interpretaci�n de este pasaje se debe principalmente al hecho de que los escritores no son consistentes en su aplicaci�n de s�mbolos y n�meros; en un lugar interpretando figurativamente, en otro literalmente. Hemos visto repetidamente que el lenguaje del Apocalipsis y sus n�meros son simb�licos. Los sellos no son sellos literales, el Cordero no es un Cordero literal, la bestia no es una bestia literal, etc. Entonces, aqu�, las monta�as no son monta�as literales. Una monta�a es un s�mbolo de poder (ver en Apocalipsis 8:8); siete es el n�mero significativo de universalidad (ver en Apocalipsis 1:4; Apocalipsis 5:1, etc.). El significado claro del pasaje, por lo tanto, es que la mujer depende de un poder visiblemente universal. Esta es precisamente la idea contenida en Apocalipsis 17:3, que describe la parte infiel de la Iglesia (la ramera) que conf�a en el poder del mundo (la bestia). Por supuesto, la forma m�s prominente de este poder mundial en la �poca de San Juan fue la Roma pagana, por lo tanto, algunos escritores creen que aqu� se hace referencia a "la ciudad de las siete colinas", Roma, ya sea Roma pagana o papal. Y, de hecho, esto puede ser un cumplimiento parcial de la visi�n; pero no es todo el significado. Para comprender siete monta�as literalmente en este lugar, es necesario interpretar cuarenta y dos semanas, etc., literalmente en otro.

Apocalipsis 17:10

Y hay siete reyes; y estan. Aqu� tenemos la misma idea (cf. Apocalipsis 17:9), con un aspecto algo diferente. La frase en Apocalipsis 17:9, "siete monta�as", consideraba a la potencia mundial como un todo indivisible universal, sin tener en cuenta los tiempos o modos particulares en los que podr�a exhibirse. En esta frase, "siete reyes", tenemos el mismo poder mundial visto en sus sucesivas exhibiciones por diferentes naciones; aunque aqu� nuevamente debemos estar en guardia para no interpretar el n�mero siete literalmente de siete naciones. Los reyes representan estados o reinos mundanos; siete, de nuevo, engendra la universalidad. Por lo tanto, se nos dice que este poder mundial en el que se basa la mujer se exhibe en la manifestaci�n del poder por parte de naciones sucesivas, p. Egipcios, asirios, romanos, etc., tantos como han existido o existir�n; porque este es el significado de siete. Cinco han ca�do, y uno est�, y el otro a�n no ha llegado; el cinco; el �nico; el otro. Omitir "y". Aqu�, de nuevo, no literalmente cinco. El vidente divide toda la serie de poderes mundiales antite�stas en tres grupos, y �l dir�a que algunos, probablemente la mayor�a de ellos, fallecieron; el segundo grupo abraza el poder mundial como se exhibe ahora, ya sea romano, jud�o o cualquier otro; en el tercer grupo se incluyen los que est�n por venir. As�, aquellos escritores que enumeran Egipto, N�nive, Babilonia, Persia, Grecia, Siria, etc., en el primer grupo, son parcialmente correctos, y solo incorrectos en la medida en que intentan limitar y definir los reinos; y de manera similar tambi�n aquellos que en el tercer grupo colocan al imperio romano despu�s de las invasiones b�rbaras, o la Alemania imperial, etc. Y cuando �l venga, debe continuar un corto espacio; un poco de tiempo (versi�n revisada). Este "espacio corto" describe el resto del tiempo de la existencia del mundo. Tal es su significado en Apocalipsis 6:11 y Apocalipsis 12:12, y nuevamente en Apocalipsis 20:3. De manera similar, tambi�n, "en breve pasar�", etc. ( Apocalipsis 1:1, Apocalipsis 1:3; Apocalipsis 2:5, Apocalipsis 2:16, etc .; cf tambi�n Juan 16:17, Juan 16:28).

Apocalipsis 17:11

Y la bestia que fue, y no es, incluso �l es el octavo, y es de los siete, y entra en perdici�n; y la bestia (neutro, ??????) que era y no es, �l mismo es tambi�n un octavo (masculino), y es de (??, de) los siete, etc. Podemos notar

(1) que "octavo" se refiere a "rey" en Apocalipsis 17:10, siendo el g�nero masculino;

(2) la ausencia del art�culo antes de ?????, "octavo", muestra que este no es el octavo en una serie sucesiva, en la que los reyes ya mencionados forman los primeros siete. La versi�n revisada probablemente da el significado correcto, "es de los siete"; es decir, la bestia misma consiste en, y est� formada por, lo que ha sido denotado por los siete reyes. Ya hemos interpretado a la bestia como el poder mundano: Satan�s en su capacidad de "pr�ncipe de este mundo". Tambi�n hemos demostrado que los "siete reyes" describen este poder mundano tal como existe a lo largo de todas las edades. Este vers�culo, por lo tanto, resume y reafirma brevemente lo que ya se ha insinuado virtualmente en el simbolismo empleado, a saber. que la bestia es la suma total de lo que se ha descrito bajo la forma de cinco reyes, luego un rey y luego un rey nuevamente ( Apocalipsis 17:10). Su condena final tambi�n se reafirma, "entra en perdici�n" (cf. Apocalipsis 17:8 y Apocalipsis 19:20)

Apocalipsis 17:12

Y los diez cuernos que viste son diez reyes, que a�n no han recibido reino. Los cuernos, como hemos visto, son simb�licos de poder (ver en Apocalipsis 13:1), y diez significa integridad y suficiencia ( Apocalipsis 13:1). Por los diez cuernos, por lo tanto, se expresa poder generalizado y completo. Pero este poder, dice el vidente, a�n no existe. Por lo tanto, se�ala un poder venidero, hostil a Dios, como se describe en esa parte de la cuenta de los siete reyes que dice "el otro a�n no ha venido" ( Apocalipsis 17:10). Si; Parece probable, por lo tanto, que al describir las fuerzas opuestas a Dios � esos pasados, los presentes y los que est�n por venir � St. John prev� que el poder mundial hostil no ser� ejercido siempre por una naci�n, como en su propio tiempo; pero se dividir� en muchas partes, aqu� representadas por el n�mero diez, aunque no necesariamente exactamente diez. Esto, de hecho, describe exactamente lo que realmente ha sido el caso desde la �poca de San Juan, y lo que, humanamente hablando, parece probable que contin�e hasta el fin del mundo. Estos diez cuernos parecen ser id�nticos al s�ptimo rey del vers�culo 10. Compare el relato dado de los cuernos en Daniel 7:1. Pero reciban el poder como reyes una hora con la bestia; autoridad (versi�n revisada). Una hora denota "poco tiempo", de esa manera la Biblia describe constantemente el per�odo de la existencia del mundo, y especialmente ese per�odo que interviene entre el tiempo del escritor y el d�a del juicio (cf. Rom 16:20; 1 Corintios 7:29; Apocalipsis 6:11; Apocalipsis 12:12; Apocalipsis 22:20, etc.). Por lo tanto, esta oraci�n declara que, aunque en el futuro se dividir� en muchas partes, y por lo tanto no ser� visiblemente tan potencial como los antiguos reinos unidos �nicos, sin embargo, este poder mundial hostil seguir� siendo formidable, habi�ndose alineado del lado de la bestia, actuando para y con �l, y recibiendo poder de �l.

Apocalipsis 17:13

Estos tienen una sola mente, y dar�n su poder y fuerza a la bestia; dan (tiempo presente) su poder y autoridad, etc. Es decir, aunque aparentemente se dividen en muchas secciones, forman pr�cticamente una, actuando por y para la bestia de cuyo lado se encuentran (v�ase el vers�culo 32).

Apocalipsis 17:14

Estos pelear�n contra el Cordero, y el Cordero los vencer�; deber� luchar contra. Esto conecta la descripci�n con Rev 16: 1-21: 34 y con Apocalipsis 19:11. Esta guerra entre el Cordero y los poderes del mal es la que se extiende a lo largo de la historia del mundo (vide infra); ocupa la "una hora" de Apocalipsis 19:12, que es equivalente al per�odo de existencia del mundo. Pero el vidente en este vers�culo espera tambi�n la terminaci�n del conflicto, cuyo resultado, aqu� brevemente indicado, pronto ser� narrado m�s completamente. Porque �l es Se�or de se�ores y Rey de reyes. Esta es la raz�n dada a los israelitas ( Deuteronomio 10:17) para obedecer a Dios (cf. tambi�n Daniel 2:47; 1 Timoteo 6:15; y Apocalipsis 19:16). Aunque la bestia puede ejercer este dominio y poder mundial como "pr�ncipe de este mundo", el Cordero es el Rey a�n mayor, a quien la bestia finalmente debe sucumbir. Por lo tanto, es el Rey sobre los reyes de Apocalipsis 17:2, Apocalipsis 17:10. Y los que est�n con �l son llamados, elegidos y fieles. La versi�n revisada es m�s correcta, y los que est�n con �l, llamados y elegidos y fieles [tambi�n vencer�n]. Otra evidencia de la naturaleza de toda la vida de esta guerra. No solo Cristo pelea y vence, sino que aquellos asociados con �l pueden participar en la batalla y la victoria. Los santos de Cristo son llamados aqu� a la batalla; en Apocalipsis 19:9 son llamados a la cena de bodas del Cordero (cf. tambi�n la exhortaci�n a la fidelidad en Apocalipsis 2:10). Los tres ep�tetos describen la vida progresiva de aquellos que comparten la victoria de Cristo. Est�n llamados, como todos los hombres, a servirle; habiendo escuchado el llamado, dedican sus vidas a su servicio y se convierten en sus sirvientes elegidos; finalmente, habiendo permanecido fiel a �l, comparten su victoria.

Apocalipsis 17:15

Y �l me dijo. Como en Apocalipsis 17:7, estas palabras forman el prefacio de una descripci�n particular. Despu�s de explicar el misterio de la bestia, a quien la mujer busca apoyo, el �ngel ahora procede a descubrir el misterio de la ramera. Las aguas que has visto, donde se sienta la ramera; verbigracia. los mencionados en Apocalipsis 17:1. En Apocalipsis 17:7 se nos dice que la bestia lleva a la mujer. Ambas declaraciones son correctas. La bestia es el poder mundial, que se encuentra entre los "pueblos, multitudes, naciones y lenguas". Son pueblos, y multitudes, y naciones, y lenguas. La descripci�n cu�druple de la raza humana (cf. Apocalipsis 5:9, etc.), que, en su conjunto, sirve a la bestia (cf. Apocalipsis 13:3, Apocalipsis 13:8, Apocalipsis 13:12, Apocalipsis 13:16), y de los cuales se seleccionan los redimidos ( Apocalipsis 5:9; Apocalipsis 9:9).

Apocalipsis 17:16

Y los diez cuernos que viste sobre la bestia; y los diez cuernos que viste, y la bestia. No hay autoridad para el ??? ?? ?????? de Erasmo excepto la Vulgata, en bestia, y, por supuesto, la descripci�n dada de la bestia ( Apocalipsis 13:1, etc.). Se habla de los dos por separado, a causa de la jurisdicci�n separada ejercida de acuerdo con los vers�culos 32, 13. Estos odiar�n a la ramera, la har�n desolada y desnuda, y comer�n su carne y la quemar�n con fuego; y la quemar� completamente con fuego (Versi�n revisada). Estas palabras describen el destino reservado para la porci�n infiel de la Iglesia. Ese mundo, en el que ella conf�a, se volver� y la desgarrar�, una secuela apropiada para su falta de fe en el poder de Cristo. Esta es exactamente la descripci�n dada de la ramera en Ezequiel 16:37 (cf. tambi�n Ezequiel 23:22). "Come su carne" y "arde con fuego" describen resultados similares; posiblemente se piensa en uno en relaci�n con el s�mbolo de "ramera", el otro en el s�mbolo de "ciudad", con el cual la ramera es id�ntica (ver Ezequiel 16:5; pero ver G�nesis 38:24; Le G�nesis 21:9; cf. tambi�n el juicio sobre los imp�os ricos en Santiago 5:3, "comer� tu carne como si fuera fuego").

Apocalipsis 17:17

Porque Dios ha puesto en sus corazones para cumplir su voluntad, y acordar, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios; Dios se puso ... para hacer lo que pensaba, y para volver a una sola mente (Versi�n Revisada). Bengel, De Wette y Dusterdieck piensan que "su mente" significa la mente de la bestia. Otros entienden la mente de Dios. En cualquier caso, el sentido general es claro. Mientras que el poder mundial aparentemente est� realizando la voluntad de la bestia, Dios est� trabajando sobre todo; solo con su permiso se puede hacer algo (de. el "fue dado" de Apocalipsis 13:1.). Las "palabras de Dios" son sus denuncias contra aquellos que conf�an en el mundo (cf. Ezequiel 16:37, citado en Ezequiel 16:16).

Apocalipsis 17:18

Y la mujer que viste es esa gran ciudad, que reina sobre los reyes de la tierra. Una repetici�n de la afirmaci�n hecha en Apocalipsis 17:5, a saber. que la ramera y Babilonia son id�nticas (ver Apocalipsis 17:5). Muchos escritores han sido guiados por este vers�culo a creer que Roma, ya sea pagana o papal, es se�alada como el antitipo de la ramera. Es dif�cil dudar de que este es un cumplimiento de la visi�n. Roma fue en la �poca de San Juan la principal encarnaci�n de las fuerzas hostiles del mundo. Pero este no es el cumplimiento completo, que est� en todos los tiempos (ver arriba, especialmente en el vers�culo 1 de este cap�tulo).

HOMIL�TICA

Apocalipsis 17:1

"Babilonia la grande".

Nuestro objetivo en esta homil�a ser� mostrar a qu� forma de maldad parece indicar especialmente el nombre "Babilonia la grande". La complejidad y la dificultad que se han reunido alrededor de este cap�tulo parecen surgir para el escritor, m�s bien, del enorme obst�culo de la interpretaci�n humana que lo ha presionado. En este pasaje se nos muestra m�s bien una cuerda retorcida que una red enredada. Si desenroscamos los hilos y los colocamos uno al lado del otro, no tendremos muchas dificultades, especialmente si ejercemos todo ese cuidado reverente y minucioso que se debe al examen de cada parte de la Palabra de Dios. La figura principal en el simbolismo del cap�tulo es una mujer infame. Aquellos que est�n familiarizados con la profec�a del Antiguo Testamento sabr�n con qu� frecuencia se usan los t�rminos "fornicaci�n", "adulterio", etc. Como en Isa�as 1:21; Jeremias 2:20; Jeremias 3:1, Jeremias 3:6, Jeremias 3:8, y en muchos otros lugares, tales t�rminos se usan para una Iglesia ap�stata. En Isa�as 23:15 se usan los t�rminos similares de Tiro; en Nah�m 3:4, de N�nive. De modo que, en lo que respecta al uso de tales t�rminos en las Escrituras, pueden significar la apostas�a de Dios bajo la forma de un gobierno secular o de corrupci�n religiosa. Tampoco podemos tener ninguna dificultad para ver la propiedad de tales figuras. Como la fornicaci�n y el adulterio son formas de falso afecto, y son la prostituci�n de la parte m�s sagrada de nuestra naturaleza con fines ajenos, la alienaci�n del coraz�n de Dios y la salida de una Iglesia de la fidelidad a �l es una violaci�n de los lazos m�s sagrados, y es el ligamiento del coraz�n en una alianza falsa, lo cual es odioso para nuestro Dios. �D�nde se ve ESTA ramera? Aqu� hay una combinaci�n triple de expresiones.

(1) Se la ve sentada sobre la bestia con siete cabezas y diez cuernos;

(2) sentado en siete colinas;

(3) sentados en muchas aguas, que son pueblos, naciones y lenguas.

Estar sentada sobre la bestia, o descansar sobre el poder civil mundial, es una forma de expresar su alianza con la autoridad estatal. Las siete cabezas de la bestia son muchas formas de dominio mundano, cinco de las cuales hab�an fallecido, a saber. Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. El sexto exist�a en la �poca del ap�stol. Esto fue Roma. La s�ptima fue otra que, cuando Roma ya no fuera Roma, se levantar�a y se manifestar�a en diez formas. El n�mero diez puede ser una expresi�n definitiva para un n�mero indefinido, o puede ser que las potencias mundiales a�n puedan resolverse en diez antes de la ca�da de Babilonia. Y la bestia misma, siendo un octavo, tambi�n est� condenada a la perdici�n. Tambi�n se dice que la mujer est� sentada en siete colinas y (en Nah�m 3:18) como "esa gran ciudad", indica nuevamente una referencia muy precisa a Roma. El hecho de que estuviera sentada en muchas aguas indica que su influencia es tan amplia como la del gran poder mundial con el que estaba en una alianza de base. Sentado en este poder terrenal, y sin embargo control�ndolo, como un jinete est� sentado en un caballo y sin embargo controla a la bestia. Esta es la ramera, Babilonia la grande, que hizo que todas las naciones bebieran del vino de su fornicaci�n. Tampoco debemos dejar de notar las diversas caracter�sticas descriptivas de la ramera. Ella es:

(1) Vestido con un hermoso aray ( Apocalipsis 17:4).

(2) Sosteniendo una taza atractiva ( Nah�m 3:4).

(3) Madre de rameras y abominaciones ( Nah�m 3:5).

(4) Borracho con la sangre de lo sagrado ( Nah�m 3:6).

(5) Envenenamiento de los habitantes de la tierra ( Apocalipsis 18:3).

(6) Teniendo nombres de blasfemia ( Nah�m 3:3).

(7) Sin embargo, en un desierto ( Nah�m 3:3).

(8) Gobernar sobre los reyes de la tierra ( Nah�m 3:18).

(9) Uno por el cual los comerciantes se enriquecen ( Apocalipsis 18:3).

(10) Presuntuoso en su seguridad personal ( Apocalipsis 18:7).

(11) Odiado por los poderes que ella ha gobernado ( Nah�m 3:16).

Por lo tanto, se nos ordena, por los mismos t�rminos del simbolismo, que busquemos alguna forma de maldad, que manifieste una deslumbrante alienaci�n y apostas�a de Dios, al tiempo que adopta una forma como la de la Iglesia fiel; que a la vez depende del poder mundano y, sin embargo, asume su direcci�n; que se invierte en una magn�fica variedad, asume t�tulos pomposos, incluso los que son nombres de blasfemia contra nuestro Se�or y contra su Cristo; que deber�a ejercer una influencia perniciosa sobre los habitantes de la tierra y llenar el aire con el miasma de sus contaminaciones y sus cr�menes; lo cual deber�a estar tranquilo en su seguridad personal, ya que ning�n poder podr�a molestarla; que debe derramar la sangre de los santos sin medida; y que deber�a ser en s� mismo la suciedad y la escoria de la maldad. El ap�stol est� asombrado con un gran asombro por los s�mbolos de tal encarnaci�n del mal. Y se oye una voz que grita en voz alta: "Sal de ella, pueblo m�o ... para que no recibas ninguna de sus plagas". �Podemos ahora se�alar alguna forma o formas de maldad que respondan a este simbolismo? No dudamos en decir: s�. Al hacerlo, observemos que realmente no hay espacio para una gran diversidad en la aplicaci�n del simbolismo que tenemos aqu�, porque seguramente hay pocas formas de maldad tan gigantescas como para adaptarse a las palabras: "Ella ha hecho beber a todas las naciones, "etc. Sin embargo, est� claro que cualquier forma de maldad que haya, conocida o desconocida para nosotros, que presente todas las caracter�sticas nombradas aqu�, o incluso la mayor parte de ellas, hay una gran Babilonia condenada a un ca�da que ser� absoluta e irrecuperable. Por lo tanto observar�

I. Una forma de Babilonia la grande se ve en ese terrible, horrible y universal apartamiento de Dios que ha corrompido a todas las naciones, pervertido la pol�tica, envenenado el comercio y estropeado la vida social; por el cual, como se manifiesta en la b�squeda inicua de la ganancia, muchos se han enriquecido; que se ha manifestado en "la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y el orgullo de la vida"; que ha asumido un aire dominante, ordenando a los hombres que se inclinen ante �l, bajo el dolor del ostracismo social o la peque�a persecuci�n. Este esp�ritu de exaltaci�n, contra Dios, a menudo ha inflado a los hombres con falsa seguridad. Ha sido la maldici�n de la humanidad; porque cuando los hombres son infieles a Dios, no son ciertos para s� mismos. La copa de iniquidad se vuelve m�s y m�s llena. A menudo, la tierra llora porque no hay verdad ni justicia, ni conocimiento de Dios en ella. S�, en legi�n forma este veneno mundial del pecado, que se desarrolla en blasfemias hacia Dios y la ruina hacia el hombre, es una gran Babilonia, que ser� herida, y se tambalear�, y caer�. Y en la medida en que cualquier Iglesia llamada se pone entre el hombre y Dios, y usurpa sus derechos, es similar a Babilonia la grande. � �

II Al mismo tiempo, no podemos dejar de ver que hay una forma especial de maldad que m�s que cualquier otra cosa en el mundo se se�ala en el simbolismo de este cap�tulo, y esa es LA APOSTAS�A DE LA IGLESIA DE ROMA. No es que podamos estar de acuerdo con aquellos que piensan que la Roma papal es el �nico enemigo de Dios aqu� mencionado. Porque encontraremos en el lamento sobre la ca�da de Babilonia mucho que nos lleva a pensar no solo en una gran Babilonia eclesi�stica, sino tambi�n en una enorme comercial. Pero esa Roma papal es una forma de esta m�stica Babilonia que podemos entretener sin ninguna duda. El estudiante de historia puede seguir con libertad trece o catorce l�neas de investigaci�n, sobre las cuales solo podemos dar algunas observaciones ilustrativas.

1. La mujer estaba sentada sobre la bestia como si estuviera apoyada por ella ( Nah�m 3:3). Rome ha confiado en el poder mundano para ejecutar sus decretos por la fuerza bruta; tanto en el uso de poderes temporales, y en s� misma reclamando poder temporal as� como espiritual.

2. Ella todav�a monta a la bestia como para gobernarla ( Nah�m 3:3). Sabemos muy bien c�mo Roma ha apuntado, y todav�a apunta, controlar el poder en el que se basa; reclamando incluso regular la lealtad a los pr�ncipes terrenales.

3. Est� sentada en muchas aguas ( Nah�m 3:1). En cada cuarto del mundo se env�an sus emisarios. Y en muchas tierras donde se ha predicado el evangelio puro de Cristo, ella env�a a sus emisarios para deshacer la santa obra sembrando ciza�as entre el trigo.

4. Ella gobierna sobre los reyes de la tierra ( Nah�m 3:18). Los reyes no son m�s que los "hijos de la Iglesia", para hacer la orden de su madre "santa" (?); de lo contrario, puede absolver a los sujetos de la lealtad a su soberano.

5. Ella sostiene una copa de oro llena de abominaciones ( Nah�m 3:4). La Roma papal hace grandes ofertas de indulgencias y absoluciones, y atrae positivamente a los hombres al pecado.

6. Los comerciantes se enriquecen con ella ( Apocalipsis 18:3). Muchos se enriquecen con el tr�fico imp�o al que ella consiente en hacer de la casa de oraci�n una guarida de ladrones; porque sus indulgencias y absoluciones cubrir�n cualquier tipo y grado de pecado, ya sea en la obtenci�n de riqueza o de otra manera.

7. Ella es presuntuosa en su seguridad personal ( Apocalipsis 18:7). La Roma papal no reconoce a ninguna otra Iglesia, y busca el momento en que todo estar� absorto en ella, mientras ella sea "una dama para siempre".

8. Est� adornada con un conjunto pomposo: en oro ( Nah�m 3:4), morado, escarlata y piedras preciosas. Cualquiera que haya visto el funcionamiento de la Roma papal en Roma no necesitar� palabras para convencerlo de su hermosa exhibici�n y brillo deslumbrante.

9. Est� borracha con la sangre de lo sagrado ( Nah�m 3:6). �Qu� cuentos desarrolla la historia! Ciento cincuenta mil personas perecieron bajo la Inquisici�n en treinta a�os; y desde el comienzo de la Orden de los jesuitas, en 1540, se supone que novecientas mil personas perecieron por la crueldad papal. Si bien, aunque es imposible estimar el n�mero exacto, se supone que durante las persecuciones papales de los valdenses, albigenses, hermanos bohemios, wickliffitas y otros protestantes, los que murieron se cuentan por millones. El mismo esp�ritu existe todav�a. En Irlanda, los sacerdotes mantienen al pueblo aterrorizado, y si Roma no nos persigue, es porque no se atreve.

10. Ella es la madre de las abominaciones ( Nah�m 3:5). Los estudiantes de historia y los turistas en los distritos papales saben que esto es literalmente cierto. Las indulgencias por un n�mero indefinido de a�os se pueden comprar con dinero. Nunca se pudo ver un conjunto de caras m�s viles que las que el escritor actual ha visto alrededor de las cajas confesionales en San Pedro en Roma.

11. La bestia que monta est� llena de nombres de blasfemia ( Nah�m 3:3). La proclamaci�n de la infalibilidad es el �nico cumplimiento de esto que supera a todos los dem�s.

12. Los habitantes de la tierra son guiados por ella al pecado ( Apocalipsis 18:3). La Iglesia papal conduce notoriamente a las personas al pecado de la idolatr�a. El culto a Roma es en gran medida la adoraci�n de una gran diosa. � Los papistas dicen malditos aquellos que no "honran, adoran y adoran las adorables im�genes".

13. Los varios reyes o reinos en los que se dividir� el poder civil de la bestia "odiar�n a la ramera y la har�n desolada", etc. ( Nah�m 3:16). �Cuan cierto! Si hay un objeto de odio imperial, es la Roma papal, que es odiada sobre todo. Ella es considerada como la perturbadora de los estados en todas partes.

14. Sin embargo, dentro de esta gran Babilonia habr� hasta los �ltimos santos de Dios, a quienes se les pedir� que salgan de ella ( Apocalipsis 18:4). A�n as�. Temerosamente ap�stata y ad�ltera como es la Roma papal, hay en ella p�lidos muchos santos que ignoran profundamente las abominaciones, hechas por ella en nombre de la religi�n. El Se�or sabr� lo suyo en el d�a en que se haga las joyas. �Pero esta gran Babilonia de prostituci�n, pompa, orgullo y todas las abominaciones est� condenada a caer terriblemente, de repente, por completo y para siempre! � Realmente presionamos al estudiante cuidadosamente para que siga cada una de estas catorce l�neas en las cuales se encontrar� la historia para confirmar la profec�a aqu� expresada en forma simb�lica. La identificaci�n es tal que no parece faltar un solo punto. A�n no tenemos en cuenta c�mo caer� este gran misterio de iniquidad.

Apocalipsis 17:16, Apocalipsis 17:17; Apocalipsis 18:4

Medios y m�todos de la ca�da de Babilonia la grande.

Toda gran Babilonia debe caer; ya sea por ese t�rmino se pretende denotar un gran comercial o una gran Babilonia eclesi�stica. Un mundo corrupto y una Iglesia infiel deben arruinarse. El nombre "Iglesia" no dar� seguridad contra la destrucci�n si la sal ha perdido su sabor. Si alguna Iglesia se al�a con un poder mundial imp�o, apoy�ndose en �l y obteniendo su prestigio de all�, est�, hasta ahora, cometiendo fornicaci�n espiritual. "El vino de su fornicaci�n" embriaga a los hombres. Precisamente as�. Es el glamour, el brillo, la pompa y el prestigio que asisten a una Iglesia en su conexi�n con el estado, lo que lleva a los hombres a una admiraci�n enga�osa, e incluso los intoxica con pensamientos de su magnificencia y poder. En la Iglesia de Roma, sin embargo, todos los males de la prostituci�n espiritual est�n en su apogeo. En ninguna otra Iglesia en el mundo hay tanta pompa y tanta carnalidad. Y el Esp�ritu Santo en estos cap�tulos no solo nos ha dado un bosquejo de antemano de lo que ella ser�a, sino que (aunque con menos detalles) ha indicado los medios y m�todos por los cuales ser�a destruida, y tambi�n ha se�alado las garant�as de El cumplimiento de esto.

I. UN PODER GLOBAL CONSTANTE, QUE REGULA POR MEDIO DE LAS LEYES DE LA SUGERENCIA MENTAL, EST� TRABAJANDO CON ESE FIN A LA VISTA. Los impulsos en los esp�ritus humanos est�n dirigidos a servir a los prop�sitos de Dios y no a los del hombre ( Apocalipsis 18:16, Apocalipsis 18:17). "El coraz�n del rey est� en la mano del Se�or, y �l lo gira por donde quiera;" "La suerte se echa en el regazo, pero toda su disposici�n es del Se�or". "El coraz�n de un hombre dise�a su camino, pero el Se�or dirige sus pasos". Dios le dice a Ciro: "Te ce��, aunque no me has conocido". Entonces, de otro, leemos: "Aunque no quiere decir eso, est� en su coraz�n destruir naciones no pocas". "Dios lo puso en sus corazones para cumplir su voluntad, hasta que se cumplan las palabras de Dios". El bien o el mal de la voluntad es propio del hombre. Sus asuntos son anulados por Dios para sus fines. La escritura abunda en ilustraciones de esto. Joseph es arrojado al pozo. El hombre significaba una cosa; Dios logr� otro. Dios lo dijo para bien, para salvar a mucha gente viva. Paul es arrojado a prisi�n; sus lazos resultan m�s bien para el avance del evangelio. Lutero es encarcelado, y su castillo se convierte en Bethel. Bunyan es arrojado a prisi�n, y se convierte en un segundo Patmos. Todo estudiante diligente de la providencia de Dios debe haber observado lo mismo una y otra vez. Aun as�, lo que el hombre utiliza para apuntalar un sistema puede ser empleado por Dios para derrocarlo. Por lo tanto, es estar con Babilonia la grande. A pesar de todo lo que el hombre puede decir y hacer, sin embargo, imponer los nombres y las pretensiones de esta ramera, por muy difundidas y profundamente arraigadas que est�n, pueden ser las ramificaciones del mal, por mucho que los intereses mundanos de los hombres puedan estar ligados all�, existe un proceso seguro de debilitamiento que ocurre a cada hora, que debilitar no obstante es r�pido en el momento en que los hombres se esfuerzan por apuntalarlo. As� fue con la esclavitud en Am�rica. Es as� con el papado en Roma. Los planes de los hombres para defender tanto al uno como al otro han emitido, y emitir�n, en resultados, exactamente lo contrario de lo que el hombre pretend�a. El mundo no est� en manos del hombre, despu�s de todo, sino en el de Dios. Lo pone en los corazones de los hombres para cumplir su voluntad.

II LAS MISMAS PODERES EN LAS QUE BABILONIA SE RELIEVO GIRAR�N EN CONTRA DE SU ODIO Y LA DA�AR�N. ( Apocalipsis 18:16, "Los diez cuernos ... odiar�n a la ramera", etc.) �Cu�n verdaderamente se est� cumpliendo esto! Ninguna de las potencias europeas que en un per�odo u otro no ha sido invocada por Roma. Y ahora no hay uno de los principales reinos del mundo que no la "odie". Est�n trabajando en su propia defensa contra la intriga papal. � Los incidentes hist�ricos de los �ltimos veinte a�os son un cumplimiento sorprendente de la palabra apocal�ptica. As�, "la Palabra de profec�a se hace m�s segura" ( 2 Pedro 1:19, Versi�n Revisada).

III. HABR� JUICIOS Y PLAGAS QUE CONSUMIR�N SU RUINA, ( Apocalipsis 18:8, Apocalipsis 18:10; Apocalipsis 16:18.) La regularidad y la continuidad se combinan con la cat�strofe para avanzar en la cat�strofe. mundo. Hay un largo per�odo de secuencias ordenadas, regulares y regulares. Luego viene un levantamiento y efectos en una hora que para qu� edades han estado preparando el camino. En la explosi�n de rocas vemos el lento aburrimiento y socavamiento; luego la colocaci�n del tren de p�lvora. Hasta ahora todo se hace deliberadamente. Luego se aplica una coincidencia; se enciende una chispa; hay un momento de suspenso; luego una peque�a corona de humo rizado, seguida en un instante por una poderosa explosi�n, y �he aqu�! la roca se rompe y se tambalea y cae. As� que hay obras maravillosas que se realizan sin ser observadas en las entra�as de la tierra, ese dep�sito de llamas fundidas. Durante a�os la corteza est� intacta; entonces viene un poderoso tir�n, y �he aqu�! En un momento horrible, las ciudades y palacios, templos y torres, son derrocados. As� ser� por fin con Babilonia la grande. El problema solo puede explicar los detalles. Pero unas seis o siete palabras son suficientemente significativas: "Un gran terremoto" ( Apocalipsis 16:18); "un granizo" ( Apocalipsis 16:21); "muerte, luto y hambre", "plagas" ( Apocalipsis 18:4); "quemado con fuego" ( Apocalipsis 18:8); y al final su juicio vendr� "en una hora" ( Apocalipsis 18:10).

IV. LOS ASISTENTES DE SU RUINA SER�N RETRIBUCI�N Y DESOLACI�N, Retribuci�n; porque ella ser� recompensada como recompens� a otros. Ella jug� e incluso pisote� los poderes temporales en el pasado, y ahora de su poder temporal ella misma est� despojada. Desolaci�n: la descripci�n de esto se toma de los pasajes correspondientes en Isa�as y Jerem�as acerca de Babilonia de la antig�edad ( Isa�as 13:19; Jeremias 51:37). Esas palabras se han cumplido literalmente. � Se han registrado palabras similares sobre la Roma papal. Ellos tambi�n se cumplir�n. Llegar� el momento en que ning�n sacerdote ministrar� en sus altares. Las paredes de sus poderosos templos se har�n a�icos, y los chillidos de muchos p�jaros inmundos reverberar�n de columna en columna de su pila en ruinas.

"�As� caer� Babel terriblemente, as�, y no se encontrar� m�s!"

Nota:

1. La asombrosa extensi�n del dominio de la Roma papal puede llenarnos de asombro. Es realmente terrible ver a esta ramera cometiendo fornicaci�n con los reyes de la tierra, sentada sobre muchas aguas, intoxicando a las naciones con su grandeza y llevando sus corrupciones y abominaciones hasta los confines de la tierra. Pero todo est� escrito de antemano, para que no nos alarmemos, sin embargo, podemos estar angustiados. Por lo tanto:

2. No deber�amos estar consternados, como si alguna calamidad hubiera ca�do por sorpresa en el mundo. No ha venido de otra manera de lo que se predijo al ap�stol en Patmos. Los catorce bosquejos del plano de base descritos en la homil�a anterior muestran una correspondencia exacta entre la Palabra de Dios y los acontecimientos de la historia.

3. Tampoco debemos temer por el tema final. La palabra que pronostic� el ascenso de Babilonia predijo su ca�da.

4. Mientras tanto, sea nuestro no ser atrapado por las apariencias. Hasta el d�a de hoy, la ramera est� adornada y envuelta en oro, plata y piedras preciosas. Su pompa y orgullo y el prestigio de su antigua cita encantan a muchos en un ciego cumplimiento de sus amores. Muchos desean beber de la copa de oro que est� en su mano. Pero ah! incluso la apostas�a puede estar cubierta de perlas, y la bestia puede estar vestida de escarlata. �Qu� hay debajo?

5. Aun cuando, sin embargo, la ca�da de Babilonia la grande venga, ese no ser� el final; Un conflicto m�s aguardar� a la Iglesia. Los diez cuernos que se han dado vuelta en la ramera har�n la guerra con el Cordero. Permanecer� la guerra entre la bestia y el Rey de reyes y Se�or de se�ores.

6. Por lo tanto, finalmente, sea nuestro estar entre aquellos que est�n con Cristo, y a quienes los tres ep�tetos pueden aplicarse adecuadamente: "llamados", "elegidos" y "fieles". Todos los espect�culos de mal gusto y el resplandor carnal est�n condenados. Solo lo que es verdadero y real vivir� ileso para siempre. Laus Deo!

HOMILIAS POR S. CONWAY

Apocalipsis 17:14

La guerra con el cordero.

Este cap�tulo y el siguiente est�n ocupados principalmente con la descripci�n de los combatientes �la ciudad, la corte y las provincias de Roma� que hicieron la guerra contra la Iglesia de Cristo y, por lo tanto, se dice que "hacen la guerra con el Cordero"; y con ( Apocalipsis 18:1.) la ca�da de la ciudad, que fue el centro y la cabeza de toda la guerra contra Cristo. Nos aferramos a la creencia de que San Juan estaba contando, no de algo en el futuro lejano, que podr�a ser de poca utilidad para la Iglesia perseguida de su �poca, sino de eventos que estaban cerca, inminentes y que deber�an "en breve pasar a pasar ". Por lo tanto, con respecto a la interpretaci�n que hace que Daniel explique a San Juan, y entiende a los siete reyes como los siete imperios mundiales desde Egipto hasta Roma, y ??los diez cuernos como el futuro desmembramiento del imperio romano: c�mo, preguntamos, podr�a el conocimiento de Este evento en el futuro lejano ayuda a los santos que sufren, a animar y fortalecer a qui�n era el principal prop�sito de este libro. Sin mencionar la incongruencia de hablar de Roma en los d�as de San Juan como un poder que "fue y no es" (vers�culo 11); o que en su d�a hab�a recibido una "herida mortal" ( Apocalipsis 13:3); o que el desmembrado imperio romano, del cual nosotros y la mayor parte de la Europa moderna hemos formado partes durante casi mil a�os, deber�a continuar solo "un espacio corto". Deber�amos sentirnos presionados por las dificultades de esta interpretaci�n si no hubiera otra que las evitara. Pero como existe otro, nos sentimos obligados a adoptarlo. No decimos que este no tiene dificultades, pero son peque�as en comparaci�n con las que pertenecen a la que hemos rechazado. Y ahora consideremos:

I. "ESTOS" QUE HACEN LA GUERRA CON EL CORDERO. �Quienes son? Creemos que San Juan se refiere:

1. A la corte de Roma, especialmente al monstruo Ner�n, el emperador.

(1) Se le describe:

(a) Como "la bestia". Algunas veces este nombre representa al Dios y a Cristo que se oponen al poder mundial en general, el anticristo secular de varias edades; y a veces para la encarnaci�n de ese poder en una persona, como en Ner�n. C�mo merec�a el nombre en raz�n de su ferocidad, crueldad y bestialidad, que T�cito lo contara, y muchos otros que lo sab�an (cf. Renan 'L'Antichrist').

(b) Tan pronto como no haya m�s. Tan pronto, tan seguro, fue su remoci�n, que se menciona en el vers�culo 8 como "la bestia que fue, y no es, y a�n es"; y otra vez

Como un d�a para reaparecer (vers�culo 8, "�l ascender�", etc.). La creencia de que Ner�n deber�a regresar era notoria (cf. Stuart y Farrar, in loc.).

(2) Se identifica:

(a) Por la ciudad sobre la cual �l gobierna (vers�culo 9). La Roma de siete colinas, "la ciudad de las siete colinas", era un nombre tan frecuente y bien entendido para Roma como lo ser�a "la ciudad a orillas del T�mesis" para Londres.

(b) Por su lugar en la sucesi�n de reyes. Se coloca sexto en la lista de los emperadores romanos. "Cinco" hab�a fallecido de los doce C�sares. Era el sexto, el "uno es" (vers�culo 10).

(c) El corto reinado de su sucesor. Galba rein� pero tres meses: "Debe continuar un corto espacio".

(d) Por la creencia universal de que �l regresar�a (cf. supra).

(3) Est� condenado a ir "a la perdici�n" (vers�culo 11). Tal fue el hombre o el monstruo, bestia, m�s bien, quien dirigi� la guerra contra la Iglesia de Cristo en su d�a.

2. A la ciudad de Roma. Ella es marcada con el nombre de "Babilonia ... madre de rameras" (vers�culo 5), y es descrita como una mujer completamente abandonada, que se deleita en la riqueza y el esplendor, ejerce sus mortales influencias seductoras sobre todo el imperio, haciendo alarde de su verg�enza sin sonrojarse. descarada, y cruel con una ferocidad que la bestia sobre la que se sent� y que la sostuvo, apenas pod�a rivalizar o satisfacerla. "Borracho con la sangre de los santos". Tal era la Roma de las siete colinas cuando San Juan lo sab�a. Incluso un monstruo como Ner�n dif�cilmente se hubiera atrevido a enojarse como lo hizo si no hubiera sido alentado por la brutal poblaci�n que pululaba en Roma.

3. A los c�nsules y proc�nsules. Los diez gobernadores provinciales que ayudaron e incitaron a "la bestia" en su guerra contra Cristo. Hab�a diez de estos: Italia, Acaya, Asia, Siria, Egipto, �frica, Espa�a, Galia, Gran Breta�a, Alemania (Farrar). Y en todo esto la voluntad de Ner�n era la ley. Su persecuci�n no se limit� de ninguna manera a Roma; todo este libro muestra eso, aunque comenz� all�. Fue, como dice el vers�culo 13, que dieron "su poder ... a la bestia".

II LOS M�TODOS DE SU GUERRA.

1. Luego, cuando San Juan escribi�, fue por una persecuci�n cruel, horrible, generalizada y sangrienta. Para que Roma sea representada como "borracha de sangre", y la descripci�n se confirma por un hecho hist�rico. Pero:

2. Ahora, en nuestros d�as, el esp�ritu secular y anticristiano se manifiesta de otra forma. El esp�ritu de la bestia "todav�a lo es", aunque vestido con otro atuendo. El mundo es el mundo todav�a, y todav�a hace "guerra con el Cordero". Ahora apunta no tanto a lastimar el cuerpo como el alma. Lo primero no puede tocar, pero lo �ltimo s� puede y lo hace. Mata los h�bitos sagrados, hiere la conciencia, contamina los pensamientos, aturde las sensibilidades religiosas, se burla de la seriedad religiosa, exilia su idioma, su literatura y sus leyes. Todo esto lo hace el esp�ritu mundial por sus costumbres, m�ximas y su administraci�n de sus recompensas y castigos. Ha corrompido la opini�n p�blica, envenenado la atm�sfera que diariamente el creyente tiene que respirar; su influencia es a menudo, generalmente, invisible, intangible, indescriptible, pero sin embargo tan real y mortal para las almas de los hombres como lo fueron las sangrientas leyes de Roma para los cuerpos de los creyentes en la Iglesia del primer siglo. Pero considere

III. EL CORDERO CONTRA QUIEN "ESTOS" GUERRA. Un Cordero y, sin embargo, "Se�or de se�ores y Rey de reyes". Las ideas parecen incongruentes. �C�mo, entonces, es "el Cordero" esto?

1. Por autoridad leg�tima. Aunque es Hijo del hombre, tambi�n es Hijo de Dios (cf. Salmo 2:1).

2. En virtud de su sacrificio. Es este gran hecho el que mantiene de manera prominente a trav�s de su nombre elegido: "el Cordero". En el cielo se lo ve as� como "un Cordero que hab�a sido asesinado" ( Apocalipsis 4:1 .; cf. Filipenses 3:1., "Por lo tanto, Dios tambi�n lo exalt� mucho, y" etc.):

3. Por el poder de la mansedumbre. Vea c�mo, en su nacimiento, se les dijo a los pastores que deb�an ver al "Salvador, Cristo el Se�or". �Y qu� fue lo que vieron? Un beb�, "envuelto en pa�ales y acostado en un pesebre". Pero en esa absoluta humillaci�n y abnegaci�n del Hijo de Dios se encuentra el poder que deber�a hacerlo, como lo ha hecho, "Rey de reyes y Se�or de se�ores". La mansedumbre es poder, el sacrificio es soberan�a, perder la vida es ganarlo; La cruz crea la corona. No es un arreglo arbitrario; yace en la constituci�n de nuestra naturaleza, a la cual su mansedumbre y amor apelan con tal fuerza inquebrantable. "�Oh Galileo, t� has vencido!" dijo el emperador Juli�n. Y Constantino confes� lo mismo, y Roma se inclin� ante Cristo.

4. Por consentimiento de la conciencia. Bendito sea Dios, hay un mejor yo en el peor de los hombres, y el atractivo de ese mejor yo en los hombres, aunque ahogado por muchos viles clamores por mucho tiempo, todav�a ser� escuchado y obedecido. Y Cristo por su evangelio hizo tal llamamiento.

5. Por la gracia que imparti� a su pueblo. "Su paciente perseverancia en el buen hacer calla" a todos sus enemigos. Roma mir� a estos cristianos y se pregunt�, y, despu�s de un tiempo, cedi� y ador� con ellos. Porque no solo en y por s� mismo vence al Cordero, sino que:

6. En su pueblo. "Los que est�n con �l". La versi�n revisada representa correctamente las palabras de San Juan: "Tambi�n vencer�n a los que est�n con �l, llamados, elegidos, fieles". San Juan no ense�a que el Cordero estaba en deuda con ellos por esta victoria, como un general est� en deuda con su ej�rcito. Eso, aunque la versi�n autorizada parece dar apoyo a tal idea, est� muy lejos de la verdad. Pero lo que se quiere decir es que, como su Se�or, "los que est�n con �l" vencieron. "El noble ej�rcito de m�rtires te alaba". En ellos repite y reproduce su victoria. Por lo tanto, es de gran inter�s e importancia saber qui�nes son "con �l". Porque las condiciones de victoria son las mismas hoy que en la antig�edad. El enemigo no ha cambiado en realidad, aunque s� en forma. Y si lo superamos, debemos ser como los viejos que vencieron. Bueno, entonces, mira c�mo se describen. Son:

(1) Llamado. Respondemos a esa descripci�n. Hasta aqu� todo bien. Nosotros, el pueblo cristiano declarado de nuestros d�as, hemos sido llamados por la providencia de Dios, por su Esp�ritu, a trav�s de su Palabra, sus ministros y por sus m�ltiples medios de gracia, y estamos en su Iglesia por eso.

(2) Elegido. �Somos esto? No se sigue en absoluto que lo seamos porque somos llamados. Todos los elegidos son llamados, pero no todos los llamados son elegidos. "Muchos son llamados y pocos", etc. �C�mo, entonces, podemos saber si somos elegidos, elegidos? No por encuadres y sentimientos, emociones espasm�dicas de la mente, que van y vienen como las nubes. No por posici�n y borrado. Podemos ser reconocidos comulgantes y pastores, maestros o cualquier otra persona de este tipo. �Dios no permita que digamos que todo esto no cuenta para nada como evidencia de nuestra posici�n cristiana! S� cuenta para algo, pero en s� mismo no es evidencia suficiente de si somos elegidos de Dios o no. Y no por Iglesia o credo. Podemos preferir el nuestro y sentirnos convencidos de que estamos en lo correcto. Pero las iglesias y. Credos distintos al nuestro han proporcionado a muchos de los elegidos de Cristo, y no todos los nuestros son ciertamente elegidos. Pero as� podemos saber si somos elegidos:

(3) Si somos de los que son fieles. Llamados somos; elegidos podemos ser. Si somos fieles, tambi�n somos de los elegidos; y esto, y esto solo, es la prueba. Ellos de la antig�edad a trav�s del Cordero vencieron. Son ellos quienes hoy a trav�s de �l solo vencieron. �No podemos, entonces, escuchar la palabra apost�lica dirigida a nosotros, "Hermanos m�os, dediquen toda la diligencia para asegurar su llamamiento y elecci�n?" - S.C.

HOMILIAS POR R. GREEN

Vers�culo 1- Apocalipsis 18:24

Babilonia.

Le�mos su nombre, "BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA". Ahora, toda la idea de la oposici�n pecaminosa a Dios se re�ne en una unidad. Es una ciudad; es una mujer. Debemos abandonar todos los gu�as y declarar nuestra convicci�n de que Babilonia no significa ni Roma cristiana ni pagana, ni ninguna otra ciudad, reino o estado en particular; pero el �nico reino del mal que se manifiesta en muchos reinos y sistemas, tanto pol�ticos como eclesi�sticos, e igualmente independientes de cualquiera de ellos, la idea esencial es la Babilonia del mal, ya que se opone a la santa Jerusal�n: la pura, la novia, la La esposa del cordero. Dos divisiones principales comprender�n la ense�anza sobre "Babilonia":

(1) Su descripci�n;

(2) su destrucci�n.

I. LA DESCRIPCI�N DE BABILONIA.

1. Su car�cter corrupto. Como antes, los profetas eran "falsos" y los esp�ritus eran "inmundos", y se opusieron a Dios; as� que ahora la prostituci�n, la fornicaci�n, la embriaguez, la blasfemia, las abominaciones, el lujo, la persecuci�n de la violencia, la brujer�a, la sumisi�n a la bestia, la guerra contra el Cordero, son los t�rminos empleados para describir o indicar la excesiva inmundicia y corrupci�n de la ciudad infiel. Esta es "la mujer", que tiene en su mano "una copa de oro llena de abominaciones, incluso las cosas inmundas de su fornicaci�n". Esta es la "Babilonia la grande", que se ha convertido en "una habitaci�n de demonios, un asimiento de todo esp�ritu inmundo y un asimiento de cada ave inmunda y odiosa".

2. Virulento antagonismo hacia el bien, incluso hacia los ideales m�s elevados de la bondad. "Guerra contra el Cordero"; blasfem� al Dios del cielo; "" re�nanse para la guerra del gran d�a de Dios ";" derram� la sangre de santos y profetas "; en tales t�rminos se declara la antipat�a hacia toda justicia.

3. Ocasi�n de todo mal, visto en la corrupci�n de la vida, el enga�o de la iniquidad, la p�rdida de las bendiciones de la justicia, la degradaci�n en el pecado, a lo que los "pueblos, multitudes, naciones y lenguas" se reducen "donde la ramera se sienta "; y los juicios y los sufrimientos consiguientes en los que est�n involucrados.

4. El car�cter generalizado y universal de la desolaci�n causada. En todos los aspectos, esta visi�n es "grandiosa y maravillosa". Es "Babilonia la grande". La ramera "se sienta sobre muchas aguas", cuyas aguas son "pueblos, multitudes, naciones y lenguas". "Y la mujer es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra". "Por el vino de la ira de su fornicaci�n cayeron todas las naciones". "�Qu� ciudad es como la gran ciudad", con cuya "hechicer�a fueron enga�adas todas las naciones"? "En ella se encontr� la sangre de todos los que han sido asesinados en la tierra". Este es el reino universal del mal, cuyos "pecados llegaron al cielo". Una y otra vez parece que estas palabras de gran importancia encontraron su cumplimiento; pero no se puede formar una idea completa que excluya cualquier parte del �nico reino de maldad omnipresente. Este gran reino llegar� a su fin. Tal es la promesa siempre recurrente de este libro.

II SU DESTRUCCI�N ES COMPLETA. La "ramera" se hace "desolada y desnuda"; odiada por todos los que se sent� como reina; ellos "comer�n su carne y la quemar�n completamente con fuego". "�Ay, ay!" se pronuncia contra la gran ciudad, Babilonia; "Porque en una hora viene tu juicio". "Ca�do, ca�do es Babilonia la grande". "En un d�a vendr�n sus plagas, la muerte, el duelo y el hambre; y ser� quemada por completo con fuego; porque fuerte es el Se�or Dios que la juzga". "El Cordero vencer�", y as� tambi�n vencer�n a los que est�n con �l. "Y un �ngel fuerte tom� una piedra como si fuera una gran piedra de molino, y la arroj� al mar, diciendo: As�, con una poderosa ca�da, Babilonia, la gran ciudad, ser� derribada, y no se la encontrar� m�s. " Entonces los reyes de la tierra que cometieron fornicaci�n con ella, y los mercaderes de la tierra que se enriquecieron con ella, y cada capit�n de barco y marinero, y todos los que se enriquecieron con ella, llorar�n, llorar�n y lamentar�n; mientras que al cielo se elevar� una dulce canci�n de alegr�a y agradecimiento de aquellos que con el Cordero han vencido, que son "llamados, elegidos y fieles" - R.G.

HOMILIAS DE D. THOMAS

Apocalipsis 17:1

"La gran ramera:" un cristianismo corrupto.

"Y vino uno de los siete �ngeles que ten�a los siete viales, y habl� conmigo, dici�ndome: Ven ac�; te mostrar� el juicio de la gran ramera que se sienta en muchas aguas", etc. Qu� extra�o �La mujer apareci� en la visi�n de John aqu�! �l la llama "la gran ramera [ramera]". La vio sentada sobre una "bestia de color escarlata, ... adornada con oro y piedras preciosas y perlas, con una copa de oro llena de abominaciones: ... y en su frente hab�a un nombre escrito, Misterio, Babilonia la Grande, la Madre de rameras y abominaciones de la tierra. Y estaba borracha con la sangre de los santos y con la sangre de los m�rtires de Jes�s "(vers�culos 3-6). Una creaci�n extra�a, realmente, pero apenas m�s extra�a o m�s grotesca que muchos de los objetos que han entrado y a�n entran en los sue�os humanos. Debemos pedirle a los int�rpretes protestantes que digan qui�n es esta mujer, porque saben todo sobre ella. Ellos, por cierto, est�n seguros de que ella es la Roma pagana o papal. No puedo decir qui�n es ella; ni importa La utilizar� para ilustrar el cristianismo corrupto; y esto incluye tanto el protestantismo como el papado. El cristianismo convencional es tan verdaderamente corrupto como el papal y, en algunos aspectos, es a�n peor. � La descripci�n que aqu� se da de esta ramera sugiere e ilustra tres grandes males que han sido visibles en el cristianismo corrupto. Aqu� est�:

I. SUBSERVENCIA POL�TICA. "Ven ac�; te mostrar� el juicio de la gran ramera [ramera] que se sienta en muchas aguas [o 'muchas naciones']" (vers�culo 1). Esta mujer, vestida de "p�rpura y escarlata", y hermosamente adornada, se rindi� a los deseos y deseos de las autoridades mundanas; voluptuos vac�os "drest en una peque�a autoridad breve". "Con quien los reyes de la tierra han cometido fornicaci�n" (vers�culo 2). La esencia del cristianismo genuino es la supremac�a espiritual y la soberan�a invencible sobre los pr�ncipes, kinglets y emperadores del mundo, tanto en lo peque�o como en lo grande , temporalidades de la vida. Esencialmente, el cristianismo es la reina absoluta de la vida. Aunque su reino "no es de este mundo", su exigencia es que el mundo se doblegue ante ella. Al ceder a la influencia mundana, perdi� su pureza pr�stina y su poder primitivo; se corrompi� y se convirti� cada vez m�s en la sirvienta de los gobernantes y el instrumento de los estados. Esto ha sido desde antes de los d�as de Constantino hasta esta hora. �Qu� es el cristianismo convencional, no solo en toda Inglaterra sino en toda la cristiandad, hoy? , ella es m�s una sierva que una soberana.Los gobernantes mundanos la emplean para consagrar sus coronaciones y dar el aspecto de santidad a sus deslucidos bobadas, sus indulgencias sensuales, sus exacciones injustas y sus sangrientas guerras. En verdad, la virgen m�s pura del cielo se ha convertido en una ramera, la mera criatura del poder mundano. Estoy cansado de no poder hacer de esta ramera el s�mbolo de la Roma papal o pagana; ella es tan verdaderamente un s�mbolo de la cristiandad protestante como de la Roma papal. La Reforma, en la que Wickliffe, Melancthon y Lutero se comprometieron tan sinceramente, es, por muchas razones, m�s urgentemente requerida ahora en el �mbito del cristianismo convencional. Y el grito reiterado de Voltaire contra el papado en su d�a, "�Aplasta al monstruo! �Aplasta al monstruo!" todos los hombres pensativos deber�an criar ahora en relaci�n con el cristianismo convencional. Hasta que el cristianismo convencional sea desterrado de la tierra, y se restablezca el cristianismo del serm�n del monte, la condici�n moral de la raza humana se hundir� cada vez m�s en la devoci�n y la corrupci�n.

II PROCLIVIDAD MUNDIAL "Y la mujer estaba vestida de color p�rpura y escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas, con una copa de oro en la mano" (vers�culo 4). Aqu� hay mundanalidad, vanidad mundana y avaricia mundana. El cristianismo genuino es esencialmente mundano. Su Fundador naci� en un establo y acunado en un pesebre; no ten�a d�nde recostar la cabeza. Por la noche, el c�sped verde era su almohada, y el sable cielos su cubierta. Despach� a sus disc�pulos en su misi�n sin "bolso o gui�n", y ninguno de sus ap�stoles predic� el evangelio como un medio de vida. "No he codiciado la plata, el oro o la ropa de nadie", dice Paul. "S�, ustedes mismos saben, que estas manos han atendido mis necesidades". �Pero qu� hay del cristianismo convencional? Es un instrumento de ganancia y engrandecimiento mundano. En todas partes, los hombres comercian con el evangelio, y el comercio se lleva a cabo con toda la avaricia apasionada, falacias groseras y bocanadas flatulentas que caracterizan al mercado. Los p�lpitos se consideran medios de subsistencia, las capillas y las iglesias se han convertido en tiendas, los eclesi�sticos son los grandes del mundo, vestidos con trajes costosos y rodando en carros de opulencia. Las instituciones abundan y se multiplican, bautizadas con el nombre de Christian, donde los hombres de d�bil talento pero astutas se arrastran a las oficinas de salario y espect�culo. Yo protesto porque el cristianismo convencional no es el cristianismo de Cristo, una entidad divina que "no busca la suya". El Cristo exhibido en los credos e instituciones es tan diferente del Cristo de los Evangelios, como la fuerza mec�nica de la m�quina de fabricaci�n, que arroja mercanc�as para el comercio, es diferente de esa energ�a vital en la naturaleza que cubre el paisaje con verdor y llena la tierra y El agua con innumerables tribus de la vida.

III. INTOLERANCIA RELIGIOSA. "Y vi a la mujer borracha con la sangre de los santos y con la sangre de los m�rtires de Jes�s" (vers�culo 6). "La fraseolog�a", dice Moses Stuart, "se deriva de la costumbre b�rbara, a�n existente entre muchas naciones paganas, de beber la sangre de los enemigos asesinados en el camino de la venganza. Aqu�, entonces, la furia de los perseguidores se representa en un forma m�s gr�fica ". El cristianismo genuino es esencialmente tolerante. "La caridad sufre mucho y es amable; la caridad no se enorgullece, no se envanece; la caridad cree todas las cosas", etc. �Pero el cristianismo corrupto siempre ha sido cruelmente intolerante, y esto, ya sea que se llame protestante o papal! Es cierto que no derrama sangre tanto como en el pasado, pero si no quita la vida, puede causar molestias y discapacidades en muchos aspectos m�s dolorosas que el derramamiento de sangre. Esta ramera es una "madre"; su progenie es numerosa y siempre se multiplica. "La madre de las rameras". Las sectas religiosas que amontonan a la cristiandad son todas sus hijas, y cada secta tiene el esp�ritu intolerante de su madre, cada una seg�n su medida es un perseguidor y, como regla, cuanto m�s peque�a, m�s virulento es el esp�ritu. Las maldiciones gru�en y ladran m�s que los mastines. Las congregaciones grandes y ricas pueden darse el lujo de pasar por alto las circunstancias denominacionales, que irritan a los m�s peque�os y los m�s pobres a enojarse y enojarse.

CONCLUSI�N. Tal es el cristianismo corrupto, que es, �ay! El cristianismo actual.

Es muy parecido a la "ramera" debido a su servidumbre pol�tica, propensi�n mundana e intolerancia religiosa. �Qu� debemos hacer con esta abominaci�n? Huir de este Sodoma; sal de esta Babilonia. "Crash the monster!" - D.T.

Apocalipsis 17:7

Una imagen de error moral.

"Y el �ngel me dijo: �Por qu� te maravillaste? Te dir� el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva, que tiene las siete cabezas y los diez cuernos", etc., mientras que a los ojos del Infinito Las ciudades m�s grandes del mundo, los imperios m�s poderosos, las producciones m�s maravillosas del arte humano son como nada, y menos que nada, "vanidad", esos grandes principios morales que son las expresiones de su propia naturaleza, las leyes que controlan los destinos. de mente moral, son de trascendente importancia. �Qu� le son Egipto, Babilonia, Roma, Par�s, San Petersburgo, Nueva York, Londres, etc.? Nubes cambiantes, derriti�ndose en el espacio infinito; peque�as burbujas, surgiendo y rompiendo en la corriente de tiempo siempre cambiante y siempre rodante. Pero justicia, verdad, amor, �qu� son estos? Tan real, tan inmutable, tan duradero, como Dios mismo. Por lo tanto, al pasar por este Apocalipsis, ignoro las interpretaciones fantasiosas y conflictivas presentadas por los llamados expositores evang�licos, y me preocupo por esos dos principios, el bien y el mal, que tocan la fuente de todas las actividades humanas. Mirando estos vers�culos como una ilustraci�n del error moral, se pueden observar tres cosas.

I. SU HISTORIA ES MARAVILLOSA. John, en su visi�n, parece haberse maravillado con esta visi�n de la "madre de las rameras", montando a la bestia con "siete cabezas y diez cuernos". "El �ngel me dijo: �Por qu� te maravillas?" (vers�culo 7). El mal es de hecho una "maravilla", una maravilla. Es misterioso en varias cuentas.

1. A causa de la oscuridad que envuelve su introducci�n. Cuando pensamos en la introducci�n del mal moral, hay preguntas del recorrido que hacemos con intensa ansiedad, pero a las que buscamos una soluci�n satisfactoria en vano.

(1) �Cu�ndo surgi�? Un comienzo que debe haber tenido. El mal no es eterno; solo hay un Ser Eterno en el universo, y �l es "glorioso en santidad". El mal, entonces, tuvo un comienzo; �pero cuando? �Qui�n dir� la ma�ana cuando la primera nube oscura se levant� sobre el brillante firmamento de la mente moral? �Qui�n lo dir� cuando el primer aliento de pecado alborot� la atm�sfera pac�fica de la creaci�n de Dios? Los acontecimientos de esa ma�ana no est�n registrados en los anales de nuestro mundo.

(2) �C�mo surgi�? Hay dos principios sobre los cuales podemos dar cuenta de la prevalencia del pecado entre los hombres ahora: tendencias internas y circunstancias externas. El hombre ahora tiene una fuerte disposici�n a pecar, de modo que tan pronto como comienza a actuar comienza a pecar, y luego las circunstancias externas bajo las cuales es criado lo tientan a equivocarse. A esto �ltimo nos referimos la introducci�n del pecado en nuestro mundo. Ad�n no ten�a tendencias imp�as, pero una fuerza externa fue ejercida sobre su naturaleza santa, lo que lo apart� de la rectitud. Pero el primer pecador, quienquiera que fuese, no ten�a ni esta tendencia interna ni las circunstancias externas. Todo dentro y fuera, arriba, abajo y alrededor, estaba a favor de la santidad. Toda la corriente del sentimiento interno y la poderosa marea de los eventos externos flu�an a favor de la pureza perfecta. �C�mo podr�a un ser pecar en tales circunstancias? �C�mo podr�a tocar una nota discordante entre tales armon�as? �C�mo podr�a levantarse y conquistar todas las poderosas influencias que estaban a favor de la santidad? �C�mo podr�a levantar su naturaleza contra el Eterno y "desafiar al Omnipotente a las armas"? Todo es misterio

(3) �D�nde surgi�? �En qu� provincia del universo? �En medio de qu� orden de inteligencias?

(4) Y entonces, �por qu� surgi�? La omnisciencia debe haberlo previsto y todas las malas consecuencias que deben partir de �l. Todopoderoso podr�a haberlo impedido. �Por qu� permiti� que entrara? �Oh por qu�?

2. A causa de la m�scara bajo la cual funciona. El mal nunca aparece en su propio car�cter verdadero. La deshonestidad lleva el aspecto de la rectitud; la mentira habla el lenguaje de la verdad; el ego�smo tiene la voz de la benevolencia; la blasfemia se viste con el atuendo de la santidad; el "pr�ncipe de las tinieblas" aparece como un �ngel de luz. Las obras m�s monstruosas que se han perpetrado bajo estos cielos se han hecho en nombre de la religi�n. Los alejandrinos y los c�sares de este mundo han librado sus batallas sangrientas y han criado sus imperios sobre naciones sacrificadas en nombre de la religi�n. Los papas del mundo han erigido su trono de hierro sobre el alma de la cristiandad en nombre de la religi�n. Los perseguidores del mundo inventaron sus Inquisiciones, construyeron sus mazmorras y encendieron sus fuegos en nombre de la religi�n. Ah yo! El Hijo de Dios mismo fue ejecutado en nombre de la religi�n. Lo incorrecto es necesariamente hip�crita.

3. Debido a los maravillosos problemas que resultar�n de ello. Los resultados surgir�n del mal que los creadores y los agentes nunca dise�aron, m�s a�n, que temer�an. La introducci�n del pecado se convirti� en la ocasi�n de una manifestaci�n nueva y m�s brillante de Dios. Todos los desarrollos gloriosos de justicia divina, amor y poder que tenemos en Cristo deben su existencia al mal. El mal ha hecho una inmensa lesi�n al universo, pero creo que a largo plazo se descubrir� que fue anulado por un bien mayor.

II SU CURSO ES LAMENTABLE. "La bestia que viste era y no es; y ascender� del pozo sin fondo [est� a punto de salir del abismo], e ir� a la perdici�n" (vers�culo 8). �Qu� significa esto? Los emperadores romanos, especialmente Ner�n, es la respuesta de algunos. Mi respuesta es m�s profunda, m�s amplia, m�s pr�ctica. Es un error moral; aquello que origin� todo lo que era malo en Roma, en Babilonia, ay, y en todo el mundo y las edades. El error moral es la fuerza bestial en la naturaleza humana; hace que los hombres sean bestias en todas partes. Su comienzo y fin son lamentables; surge del "pozo sin fondo", de los abismos insondables de lujurias impuras, codicia voraz, ambici�n ardiente, anhelos sensuales, irreverencias imp�as y suposiciones blasfemas, etc. Su final es lamentable. Lleva a la "perdici�n", a la ruina. El curso del error moral es como el curso del meteorito, que, levant�ndose de los abismos de la nube sulfurosa, atraviesa los cielos c�ncavos, y luego cae en la oscuridad y el olvido. "La lujuria, cuando concibe, produce pecado; el pecado, cuando est� terminado, produce muerte". "La paga del pecado es muerte", la muerte de todo lo que da valor a la vida; la muerte de una conciencia de aprobaci�n, amistades puras, esperanzas brillantes, etc. �Qu� contraste tan glorioso es el curso de la verdad moral con esto! "El camino de los justos es como la luz brillante, que brilla m�s y m�s hasta el d�a perfecto". La luz es el emblema de la inteligencia, la pureza y la bendici�n. La marcha del bien es como la marcha del sol.

1. Glorioso �Qu� glorioso es el sol cuando sale por la ma�ana, te�iendo las lejanas colinas con belleza, al mediod�a inundando la tierra de esplendor, al anochecer bordeando las nubes con un rico p�rpura, carmes� y oro!

2. Al mando. El sol es el gobernante del d�a; a su aparici�n, el mundo despierta de su sue�o; los vientos y las olas lo obedecen; A medida que se mueve, toda la naturaleza se mueve.

3. �til. El sol ilumina el sistema y mantiene la armon�a en cada parte. Renueva la tierra, da vida a las semillas, cubre el paisaje con belleza, madura la cosecha para el hombre y la bestia.

4. Independiente Las tropas de nubes negras pueden rodar sobre la tierra, pero no tocan el sol; Las tormentas furiosas pueden sacudir el globo, pero el sol est� fuera de su alcance. Siempre est� detr�s de las nubes m�s oscuras y mira con calma el oc�ano con furia y la tierra en tempestad.

5. Cierto. El sol nunca est� fuera de tiempo; siempre est� en su lugar a la hora correcta. En todo esto es el emblema del bien.

III. SUS SOPORTES SON INESTABLES. "Y la bestia que fue y no es, incluso �l es el [es �l mismo tambi�n] octavo, y es de los siete, y entra en perdici�n" (vers�culo 11). Esta "madre de las rameras" (el emblema del cristianismo corrupto) se representa aqu� sentada "sobre la bestia con siete cabezas y diez cuernos". Las siete cabezas son "siete monta�as" (vers�culos 9, 10). Que monta�as Las siete colinas sobre las que se construy� Roma, es la respuesta de los expositores populares. Hay "siete reyes". �Qui�nes son estos reyes, cinco de los cuales se han ido, uno restante y esperando el otro, qui�nes son? Un expositor sugiere que "la referencia es m�s bien a siete grandes monarqu�as, cinco de las cuales, a saber, Asiria, Egipto, Babilonia, Persia y Macedonia, hab�an ca�do antes de la �poca de San Juan. El imperio pagano de los C�sares romanos exist�a entonces. ser�a el sexto, el poder papal podr�a ser el s�ptimo y la �ltima forma de anticristo el octavo ". Confieso mi total incapacidad para dar una interpretaci�n verbal aceptable a los dictados del sentido com�n o las condiciones de la cultura espiritual. La �nica idea que me sugiere y sirve para ilustrar es que los apoyos del mal moral son inestables. El mal moral en nuestro mundo tiene sus apoyos. Muchos parecen fuertes como "siete monta�as", poderosos como "siete reyes" y m�s, pero todos son cambiantes y transitorios. Muchos han sido y no son, algunos han resucitado y han fallecido, otros en su curso han venido y desaparecer�n. Esta ha sido la historia del mal moral en nuestro mundo. Muchos de los argumentos que lo han sostenido de vez en cuando han aparecido tan establecidos e imponentes como monta�as, tan hermosos y majestuosos como reyes; pero "las monta�as han ca�do y han quedado en nada", e incluso los baluartes imperiales han desaparecido como visiones de la noche. As� ha sido, as� es, y as� debe ser hasta el final. El error moral no tiene una base duradera. Sus superestructuras no son casas en las rocas, sino en arenas movedizas. Ya sea que aparezca en forma de tronos, gobiernos, iglesias, colegios, mercados, no se encuentra en otra parte que en las colinas volc�nicas. Pueden estar vestidos con el verdor m�s hermoso y enriquecidos con la fruta m�s selecta, pero debajo de ellos hay fuegos que los har�n pedazos y envolver�n en ruinas todo lo que se ha levantado y florecido arriba.

Apocalipsis 17:14

La gran campa�a moral.

"Estos pelear�n contra el Cordero, y el Cordero los vencer�, porque �l es Se�or de se�ores y Rey de reyes; y los que est�n con �l son llamados, elegidos y fieles", etc. Los versos parecen adular la m�s grande de todas las campa�as que este mundo haya presenciado o alguna vez lo har�. En cada departamento de ser sensible parece haber una arena de conflicto, y las guerras f�sicas en la vida humana han estado presentes en todas partes del mundo, desde los primeros per�odos hasta la hora actual. Pero la gran campa�a moral es la m�s universal, incansable y trascendental. Las palabras sirven para se�alar a nuestra atenci�n dos temas en relaci�n con esta campa�a:

I. LAS FUERZAS CONTINUAS. "Esto har� la guerra", etc. ( Apocalipsis 17:14). �Que son estos? La verdad y la falsedad, el ego�smo y la benevolencia, lo correcto y lo incorrecto, estos son los poderes de lucha. "Luchamos no contra carne y hueso, sino contra principados, contra poderes, contra los gobernantes de la oscuridad de este mundo, contra la maldad espiritual en los lugares altos". Cada una de estas fuerzas contendientes tiene su propio l�der o general.

1. El que est� representado como una "bestia". La bestia es el emblema del poderoso agregado del mal en todos sus elementos y operaciones; mal en teor�as y en instituciones; mal en sentimientos, ideas y h�bitos; mal tan imponente como siete monta�as, tan majestuoso como reyes e imperios; mal sentado como emperatriz sobre todas las "naciones, pueblos y lenguas". Lo incorrecto es lo m�s grande en este mundo en la actualidad; es el poderoso Coloso con la "cabeza de oro, pecho y brazos de plata, sus muslos de bronce, sus piernas de hierro, sus pies parte de hierro y parte de arcilla".

2. El otro se representa como un "Cordero". "Estos pelear�n contra [pelear�n contra] el Cordero" ( Apocalipsis 17:14). El Cordero es el emblema de la inocencia, la gentileza y la pureza. En la visi�n de Daniel, el error era una figura colosal, y la derecha una peque�a piedra. Aqu� equivocado es una terrible "bestia", y justo un tierno "Cordero". Aqu� est�n los dos grandes generales en esta poderosa campa�a.

II LA MARAVILLOSA CONQUISTA. Observar:

1. El conquistador. "El Cordero los vencer�" (vers�culo 14). El Cordero, no la bestia, es el Conquistador. El poder no se debe estimar por tama�o o forma. La peque�a piedra estremeci� la imagen; el Cordero golpea a la bestia en el polvo. El Cordero, aunque no es una existencia belicosa, es:

(1) Invertido con la m�xima autoridad. "�l es Se�or de se�ores y Rey de reyes" (vers�culo 14). La mayor soberan�a que el hombre ejerce sobre sus semejantes es como el cordero en lugar de la leonina. No es la fuerza f�sica y la forma hermosa, sino la humildad y el silencio.

(2) Seguido por un ej�rcito noble. "Los que est�n con �l son llamados, elegidos y fieles" (vers�culo 14). �Qui�nes son sus seguidores? �A qui�n conduce �l en la batalla? "Los llamados, elegidos y fieles". Los soldados en las batallas f�sicas de las naciones son hombres que se han embarcado en la campa�a, no por amor desinteresado de su pa�s o admiraci�n por sus generales, sino por motivos s�rdidos y siniestros; se han vendido a la obra execrable. No es as� con los ej�rcitos bajo el mando del Cordero, que es "Se�or de se�ores y Rey de reyes". Son "llamados, elegidos y fieles". El amor hacia �l y su gran causa llena y enciende sus almas.

2. Los conquistados. "Estos odiar�n a la ramera", etc. (vers�culos 16-18).

(1) El giro conquistado con indignaci�n sobre s� mismos. La "bestia" con los "diez cuernos", todos sus ej�rcitos poderosos, "odian a la ramera", la ramera a quien acariciaban y adoraban, la despojan de su grandeza, la devoran y "la queman con fuego" (vers�culo 16) . As� ha sido siempre. Aquellos a quienes Cristo conquista en su amor y verdad se vuelven devoradores de indignaci�n contra sus viejos camaradas. As�, Pablo se volvi� contra los hebreos, en quienes en un momento se glori� como hebreo de los hebreos.

(2) Este cambio maravilloso en ellos es el resultado de las influencias espirituales de Dios. "�l ha [puesto] en sus corazones para cumplir su voluntad [para hacer su mente], y para acordar [venir a una sola mente]" (vers�culo 17). La conquista moral del mal siempre se le puede atribuir al que es la Fuente de la verdad y lo correcto. "Ahora, gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar", etc., D.T.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Revelation 17". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/revelation-17.html. 1897.
 
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