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Romanos 1

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-32

EXPOSICI�N

Romanos 1:1

I. INTRODUCTORIO.

Romanos 1:1

A. Saludo con un par�ntesis largo interpuesto, sugerido por el "evangelio de Dios". El par�ntesis, que expresa pensamientos sobre los cuales la mente del escritor est� llena, da a entender el significado del pr�ximo tratado. Tambi�n insin�a su afirmaci�n, luego m�s plenamente afirmada ( Romanos 15:15, seq.), De exigir una audiencia de la Iglesia romana. Es el camino de San Pablo, cuando est� lleno de una idea, as� interrumpir sus oraciones a la sugerencia de una palabra. Interposiciones algo similares se encuentran en los saludos iniciales de G�latas y Tito, especialmente en este �ltimo; pero esto es peculiar por su longitud y plenitud.

Romanos 1:1

Pablo, un siervo de Jesucristo, llamado a ser ap�stol. En sus saludos a los filipenses y a Tito tambi�n San Pablo se llama a s� mismo ?????? (es decir, "siervo") de Jesucristo; pero generalmente solo only????????, o, como aqu�, ?????? ?????????, que se traduce correctamente en la versi�n autorizada, "llamado a ser ap�stol", la vocaci�n divina al oficio es la idea principal. San Pablo a menudo en otras partes insiste en la realidad de su vocaci�n del mismo Cristo para ser ap�stol de los gentiles; y esto con respecto al menosprecio de su afirmaci�n de ser un verdadero ap�stol por parte de algunos (cf. 1 Corintios 9:1; 2Co 11: 5; 2 Corintios 12:12; G�latas 1:1, G�latas 1:12; G�latas 2:8). No se desprende de su afirmaci�n de este modo, aqu� y despu�s, en esta Ep�stola que �l fuera consciente de cualquier menosprecio de la misma en ese momento entre los cristianos romanos; menos a�n que escribi� su Ep�stola con un prop�sito pol�mico contra los judaizantes, como algunos han supuesto. Aun as�, puede haber sospechado que algunos podr�an haber estado ocupados all�, como lo estaban en otros lugares; y, como quiera que sea, escribiendo como lo fue para una Iglesia no fundada por �l, y a�n no visitado por �l mismo, podr�a pensar que las afirmaciones distintas de su afirmaci�n de ser escuchado son deseables. Separado (o apartado) para el evangelio de Dios; es decir, a la predicaci�n del evangelio, no solo a la recepci�n del mismo, como es evidente por el contexto. La palabra ??????????? aqu�, as� como la ?????? anterior, se toma mejor, siguiendo la l�nea de pensamiento, como referida a los consejos Divinos, no a la agencia de la Iglesia. Es cierto que la palabra se usa en otra parte con la �ltima referencia, como en Hechos 13:2, ????????? ?? ??? ??? ?? ???????? ??? ???, ?????? ??? ?? ????? ? ????????????? ??????, donde el ????????? hablado de era posterior a el Divino ??????, y efectuado por la imposici�n humana de manos. Pero tambi�n tenemos las propias palabras de San Pablo ( G�latas 1:15), ? ???? ? ????????? ?? ?? ??????? ?????? ??? ??? ??????? ??? ??? ??????? ?????, ?????? God's???? ?????? (cf. Hechos 9:15 y Hechos 26:16, Hechos 26:17).

Romanos 1:2

Lo cual prometi� antes a trav�s de sus profetas en las Sagradas Escrituras acerca de su Hijo. Aqu� comienza el pasaje entre par�ntesis, que se extiende hasta el final de Romanos 1:6. No es necesario complicarlo conectando ???? ??? ???? ????? con el anterior ?????????? ????. Va m�s naturalmente con ??????????????, que denota el tema de las promesas del Antiguo Testamento. Por ???????? se entiende no solo los escritores sagrados distintivamente llamados, sino (como en Hebreos 1:1) todos los que hablaron de lo antiguo bajo la inspiraci�n Divina, como por ??????? ?????? se significa el Antiguo Testamento en general. Esta insinuaci�n de que el evangelio es el cumplimiento de la profec�a se introduce aqu� adecuadamente, como preparaci�n del lector para el argumento de la Ep�stola, en el curso de la cual se demuestra que la doctrina propuesta est� de acuerdo con el Antiguo Testamento, y de hecho se anticipa all�. . Este es, de hecho, un punto destacado en la ense�anza general de ap�stoles y evangelistas. Anuncian el evangelio como el cumplimiento de la profec�a y la verdadera finalizaci�n de toda la dispensaci�n antigua; y es para el Antiguo Testamento que, al dirigirse a los israelitas, en primer lugar apelan. As�, San Pedro ( Hechos 2:14; Hechos 3:18; Hechos 4:11); as� Stephen ( Hechos 7:1.); as� San Pablo en Antioqu�a en Pisidia, en Tesal�nica, y antes de Agripa ( Hechos 13:16; Hechos 17:2; Hechos 26:6, Hechos 26:22); as� Felipe al pros�lito et�ope ( Hechos 8:35); as� Apolos en Corinto ( Hechos 18:28). Nuestro Se�or mismo hab�a hecho lo mismo, como en Mateo 5:17; Lucas 4:21; Lucas 24:27, Lucas 24:44; Juan 5:39. Todo esto es importante, ya que muestra c�mo las dispensaciones antiguas y nuevas se consideran juntas como partes de un todo, siendo la antigua la preparaci�n necesaria para un cumplimiento en lo nuevo y, por lo tanto, volvi�ndose inteligible; y as�, "a trav�s de todas las �pocas se ejecuta un prop�sito eterno". Tambi�n hubo una preparaci�n providencial en el mundo gentil, aunque no tan directa y obvia, y aunque, por supuesto, no se not� de manera similar en los discursos a los disc�pulos de la Ley. Pero San Pablo lo insin�a; como en su discurso sobre el Are�pago, y tambi�n, como se ver�, en esta Ep�stola. Incluso el evangelio se presenta como una etapa m�s de progreso hacia una consumaci�n final, como el amanecer del pr�ximo amanecer. Todav�a no tenemos m�s que un fervor de nuestra herencia; la "sincera expectativa de la criatura" a�n espera "la manifestaci�n de los hijos de Dios". Mientras tanto, en la revelaci�n que ya se hizo a trav�s de Cristo, y en la redenci�n realizada por �l, se nos ense�a a aferrarnos a nuestra fe en un prop�sito Divino a lo largo de la desconcertante historia del mundo: resolver por fin todos los desacuerdos en armon�a eterna y manifestar " un gran amor que abraza a todos ". Esta gran visi�n de un orden providencial que conduce a una consumaci�n final (aunque c�mo y cu�ndo no sabemos) impregna los escritos de San Pablo, y debe tenerse en cuenta para una comprensi�n adecuada de esta Ep�stola. Se dice que las promesas de Dios a trav�s de sus profetas en la Sagrada Escritura fueron "concernientes a su Hijo"; y por lo tanto surge una pregunta en cuanto al sentido exacto en que "su Hijo" debe ser entendido aqu�; una consideraci�n de qu� pregunta puede ayudar a nuestra interpretaci�n de la expresi�n en el siguiente verso, que no est� exento de dificultades, ??? ?????????? ???? ???? ?? ???????. Podemos distinguir entre tres sentidos en los que Cristo es llamado "el Hijo de Dios".

(1) Con referencia a su preexistencia divina, el t�rmino que expresa su relaci�n con el Padre desde la eternidad, como el ????? (y probablemente el ????????? ????) de San Juan.

(2) Con referencia a su encarnaci�n, como concebido por el Esp�ritu Santo; como en Lucas 1:35, ??? ??? ?? ?????????? ????? ?????????? ???? ????.

(3) Con referencia a la posici�n asignada al Mes�as en salmo y profec�a, como el Hijo exaltado a la diestra de Dios, y coronado de gloria. Es con la �ltima de estas tres referencias que el t�tulo se usa en la Ep�stola a los Hebreos; donde el ideal de filiaci�n, encontrado en el Antiguo Testamento, e imperfectamente tipificado por la posici�n te�rica de los reyes teocr�ticos, se considera prof�tico y se�ala a Cristo, en quien solo se demuestra que se cumple. Por lo tanto, en esa Ep�stola, su exaltaci�n al rango y la dignidad del Hijo se considera posterior a su obediencia humana, e incluso la consecuencia y recompensa de la misma. Fue "debido al sufrimiento de la muerte (??? ?? ?????? ???????)" que fue "coronado de gloria y honor" ( Hebreos 2:9); fue despu�s de haber purificado los pecados que "se sent� a la diestra de la Majestad en las alturas," habiendo "heredado" ese "nombre m�s excelente", el nombre del Hijo ( Hebreos 1:4 ) De ninguna manera est� impl�cito que dicha Ep�stola no reconozca una verdadera Filiaci�n de Cristo antes de su exaltaci�n; �l estuvo todo el tiempo "el Hijo" (cf. Hebreos 5:7, ?????? ?? ???? ??????, etc.), aunque no entronizado como tal sobre la humanidad y toda la creaci�n hasta despu�s de su resurrecci�n; y, adem�s, la doctrina esencial de su filiaci�n preexistente y eterna. en el primero de los sentidos mencionados anteriormente, se ense�a claramente (como en Lucas 1:3), aunque no existe mediante el uso del t�rmino "Hijo". Todo lo que decimos es que esta palabra se usa en la Ep�stola a los Hebreos para denotar la posici�n y el cargo de Cristo como el Sumo Sacerdote real de la humanidad, exaltado, despu�s del sufrimiento, a la diestra de Dios, en lugar de su Personalidad Divina original; tal es el significado del t�tulo en las anticipaciones prof�ticas del Mes�as. Ahora, siendo esto as�, y siendo las promesas hechas "a trav�s de sus profetas en las Sagradas Escrituras acerca de su Hijo" de las que se habla en el pasaje que tenemos ante nosotros, puede parecer al principio m�s probable que la idea aqu� impl�cita en la palabra "Hijo" es lo mismo que en la Ep�stola a los Hebreos, y nada m�s. Sin embargo, deber�amos tener m�s en cuenta lo que San Pablo mismo parece significar con el t�rmino cuando lo usa en otro lugar. No se sigue que su propia concepci�n de su significado se limitara a lo que era aparente en "los profetas". Al leerlos a la luz de la revelaci�n del evangelio, puede haber visto en su lenguaje m�s impl�cito de lo que expres� claramente, y �l mismo pretend�a implicar m�s. Los pasajes en sus Ep�stolas, aparte de este cap�tulo, donde Cristo se llama el Hijo de Dios son estos:

(1) Romanos 5:10, "Fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo";

(2) Romanos 8:3, "Enviando a su propio Hijo (??? ?????? ????) a semejanza de carne de pecado;"

(3) Romanos 8:29, "Ser conforme a la imagen de su Hijo, para que �l sea el Primog�nito entre muchos hermanos";

(4) Romanos 8:32, "No se salv� de su propio Hijo (??? ????? ????);"

(5) 2 Corintios 1:19, "El Hijo de Dios ... no fue S� y No;"

(6) G�latas 4:4, G�latas 4:6, "Dios envi� a su Hijo", "envi� el Esp�ritu de su Hijo a sus corazones, llorando, Abba, Padre";

(7) Colosenses 1:13, "Nos traduce al reino del Hijo de su amor".

En todos estos pasajes, excepto (3), en los cuales la referencia puede ser solo a Cristo en gloria, el t�rmino "Hijo" denota una relaci�n (o el Padre, peculiar de nuestro Se�or, anterior a la muerte y exaltaci�n, y en algunos de ellos, (2), (6), (7), previos a la Encarnaci�n, dicha relaci�n previa es especialmente evidente en la secuencia de (7), donde "el Hijo de su amor" se define no solo como "la Cabeza del cuerpo, la Iglesia "y" el Primog�nito de entre los muertos ", pero tambi�n como" la Imagen del Dios invisible, el Primog�nito de toda creaci�n; porque en �l todas las cosas fueron creadas, las cosas en el cielo y las cosas en la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles; todas las cosas a trav�s de �l y para �l han sido creadas. "Con esto se puede comparar Filipenses 2:6, donde una existencia ?? ????? ????, anterior a la encarnaci�n, es indudablemente declarado, aunque la exaltaci�n despu�s de la obediencia humana, y la recepci�n de "un nombre que est� por encima de cada nombre" (cf. Hebreos 1:4), es spo ken tambi�n. Queda por notar otro pasaje, que ocurre, no en una Ep�stola, sino en el serm�n de Antioqu�a en Pisidia ( Hechos 13:33), donde se encuentra la visi�n de la Filiaci�n de Cristo que se encuentra en el La ep�stola a los hebreos (ya no se expresa m�s) aparece como presente en la mente de San Pablo. Porque all� se dice que Dios "cumpli� la promesa que se hizo a los padres, en el sentido de que resucit� a Jes�s otra vez; como tambi�n est� escrito en el salmo: T� eres mi Hijo; hoy te he engendrado". Aqu� la filiaci�n asignada a "el Cristo" en el segundo salmo se considera como exhibida en la Resurrecci�n. A partir de esta revisi�n del uso de San Pablo, se puede inferir que ???? ??? ???? ???? before en el texto que tenemos ante nosotros lleva en su mente la idea de la filiaci�n eterna preexistente, aunque lo que podr�amos llamar filiaci�n mesi�nica puede ser todo lo que quiere decir. distintamente a �ntimo seg�n lo declarado por los profetas. El significado de esta distinci�n en la interpretaci�n de Filipenses 2:4 aparecer� debajo. Se puede observar aqu� que la ausencia de un uso fijo y definitivo en la aplicaci�n del t�rmino "Hijo" a Cristo, que (como se ha visto) se encuentra en el Nuevo Testamento, es lo que podr�a esperarse all�. A�n no se hab�an hecho definiciones formales de concepciones teol�gicas por medio de un lenguaje usado uniformemente en un sentido definido reconocido. Entre tales conceptos, el de la Sant�sima Trinidad, aunque impl�cito, en ninguna parte est� claramente formulado como un dogma. Estaba reservado para la Iglesia, bajo la gu�a del Esp�ritu, para evitar conceptos err�neos mediante definiciones dogm�ticas precisas.

Romanos 1:3

Que fue hecho; o naci�. Pero la palabra en s� misma, ?????????, solo significa que se convirti� en un Hombre de la simiente de David; implicando, al parecer, una preexistencia de aquel que se convirti� as�. Esto, sin embargo, es m�s evidente en otros pasajes, en los que ??, o ???????, se opone a ????????? (cf. Juan 1:1, Juan 1:14; Filipenses 2:6, Filipenses 2:7; cf. tambi�n G�latas 4:4, ???????????? ? ???? ??? ???? ????? ????????? ?? ????????). De la simiente de David seg�n la carne. ???? ????? est� aqu�, como en cualquier otro lugar, en contraste con ???? ??????. Aqu� ???? ????? denota la descendencia meramente humana de Jes�s a diferencia de su Ser Divino (de. Hechos 2:40; Romanos 9:3, Romanos 9:5; 2 Corintios 5:16). Su haber venido humanamente "de la simiente de David" se observa adecuadamente aqu�, donde "el Hijo" se establece como el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento; porque representan de manera uniforme al Mes�as como descendiente, y era esencial para la concepci�n jud�a de �l que fuera as� (cf. Mateo 22:42; Juan 7:42; y para el estr�s establecido por los escritores del Nuevo Testamento sobre el hecho de que Jes�s fue as�, de lo cual sin duda fue entretenido, cf. Hebreos 7:14, ???????? ???, etc. Ver, entre muchos otros pasajes, Mateo 1:1; Lucas 2:4, Lucas 2:5; Hechos 2:30; Hechos 13:23; 2 Timoteo 2:8 ) Meyer, al comentar el vers�culo que tenemos ante nosotros, se esfuerza un poco para establecer que solo la descendencia de Jos�, no de Mar�a, de David estaba en la mente de San Pablo, diciendo que "la descendencia dav�dica de la madre de Jes�s no puede de ninguna manera establecerse a partir del Nuevo Testamento ", y tambi�n que" Pablo en ninguna parte indica la visi�n de una generaci�n sobrenatural de la naturaleza corporal de Jes�s ". En cuanto a la primera de estas afirmaciones, se puede observar que, en los cap�tulos iniciales de nuestro Evangelio de San Lucas (que representa ciertamente la creencia primitiva de la Iglesia), nuestro Se�or parece ser considerado como realmente descendiente de David, no legalmente. solo se tiene en cuenta, aunque, al mismo tiempo, su generaci�n sobrenatural se afirma claramente (comp. Lucas 1:32 con Lucas 1:35). Por lo tanto, se nos induce a inferir la descendencia de Mar�a, as� como la de Jos�, de David, ya sea que cualquiera de las genealog�as dadas en los Evangelios de San Mateo y San Lucas represente la suya. Adem�s, con respecto a esas dos genealog�as (evidentemente independientes, y ambas probablemente obtenidas de registros geneal�gicos conservados en Jerusal�n), una forma probable de explicar las dos l�neas distintas de descendencia a trav�s de las cuales Joseph parece ser rastreado hasta David, es suponer uno de ellos era realmente Mary's, el representante legal de cuya familia Joseph se hab�a convertido por matrimonio, para ser inscrito en documentos legales como el hijo de su padre (ver art. en "Genealog�a de Jesucristo", en 'Dictionary of la Biblia, 'W. Smith, LL.D.). En cuanto a la segunda afirmaci�n de Meyer mencionada anteriormente, es cierto que San Pablo en ninguna parte se refiere a la concepci�n sobrenatural de nuestro Se�or mencionada en los Evangelios de San Mateo y San Lucas. Pero no se deduce que no estaba incluido en el credo de la Iglesia, o que San Pablo mismo no lo sab�a o no lo cre�a. Este no es el lugar para ampliar la evidencia, en la actualidad cada vez m�s vigente, del origen temprano de nuestros Evangelios existentes, y de que son una verdadera encarnaci�n de la creencia original de la Iglesia. El silencio de San Pablo en cuanto a la forma en que el Hijo de Dios se encarn� puede explicarse por no haber tenido ocasi�n, en sus Ep�stolas existentes, de hablar de ello. Est� ocupado, de acuerdo con su peculiar misi�n, en exponer el significado y el prop�sito de la Encarnaci�n en lugar de su modo, y en predicar en lugar de la instrucci�n catequ�tica; y sobre la idea esencial involucrada es suficientemente expl�cito, a saber. la peculiar paternidad divina de Cristo, a pesar del nacimiento humano.

Romanos 1:4

Quien fue declarado (versi�n as� autorizada) el Hijo de Dios con (literalmente) poder, seg�n el esp�ritu de santidad, por la resurrecci�n de (no como en la versi�n autorizada, de) los muertos. Suponiendo que aqu� se pretende declarar la Deidad esencial del Hijo, a pesar de su nacimiento humano, podr�amos haber esperado ????? despu�s del ????????? anterior. Pero la palabra usada es ??????????; y, adem�s, se hace referencia a la Resurrecci�n, no a un estado preexistente. El verbo ??????? significa apropiadamente "nombrar" o "determinar"; y si se reimaja este significado, todo el pasaje parecer�a excluir la idea de la filiaci�n previa a la resurrecci�n. Por lo tanto, los comentaristas antiguos y modernos coinciden generalmente en asignar un significado inusual a ??????????-here, lo que significa "declarado", como en la Versi�n autorizada. Entonces Cris�stomo, ?? ??? ????? ??????????; ??? ??????????, ???????????? ????????? ????????????? ???? ??? ??????? ?????? ??? ?????. Se sostiene que este uso de la palabra, aunque inusual, es leg�timo; ya que se puede decir que una persona es nombrada, o determinada, para ser lo que ya es, cuando su ser es declarado y manifestado. Por lo tanto, se puede decir que se puede hablar de un rey como rey designado cuando es coronado, aunque antes era rey; o un santo determina un santo cuando es canonizado; y la frase cl�sica, ??????? ???? ????, en el sentido de deificar, se aduce como paralela. Por lo tanto, la expresi�n significa que "el mismo que ???? ????? era conocido solo como el descendiente de David, ahora se declara como el Hijo de Dios" (Tholuck); ???????? ?? ??? ???? ??? ???? ?? ?????????? "(y Cirilo); y Meyer explica la raz�n de San Pablo para ponerlo as�, en la b�squeda de su curso de pensamiento;" Pablo explica las dos �pocas principales en la historia del Hijo de Dios tal como realmente hab�an ocurrido y hab�an sido prof�ticamente anunciados '', tambi�n por Bengel, por lo tanto, "Etiam ante exinanitionem suam Filius Dei es quidem fuit: sed exinanitione filiatio occultata fuit, et plene demure retecta post resurrectionem". Esta interpretaci�n ser�a m�s satisfactorio de lo que es si el verbo ??????? se usara de manera similar en cualquier otra parte del Nuevo Testamento. Ocurre en los siguientes pasajes, y siempre en su sentido propio y habitual: Lucas 22:22; Hechos 2:23; Hechos 10:42; Hechos 11:29; Hechos 17:26, Hechos 17:31; Hebreos 4:7. De �stos especialmente significativos son Hechos 10:42 (??? ????? ????? ? ????????? ??? ??? ???? ?????? ?????? ??? ??????) y Hechos 17:31 (????? ??????? ?????? ?? ? ?????? ??????? ??? ?????????? ?? ?????????? ?? ????? ? ?????, ?????? ???????? ????? ????????? ????? ?? ??????). En ambos textos, la palabra denota el nombramiento de Dios o la determinaci�n de Cristo para el cargo de Juez, no simplemente una declaraci�n o manifestaci�n de que ya es as�; y debe observarse que en el segundo el idioma se da como el del mismo San Pablo, y que corresponde con el pasaje que tenemos ante nosotros en que se habla de la Resurrecci�n como la exhibici�n del mundo de Cristo que est� siendo designado o determinado. Seguramente, entonces, deber�a haber una raz�n convincente para darle a ?????????? un significado diferente aqu�; y, a pesar del peso de la autoridad del otro lado, se afirma que no tenemos necesidad de hacerlo, si tenemos en cuenta lo que apareci� bajo Hechos 17:3 en cuanto a los diferentes sentidos en los que Cristo es designado ???? ????. En el sentido aparente es la profec�a mesi�nica, y que impregna la Ep�stola a los Hebreos, en el sentido que parece ser el mismo San Pablo en Hechos 13:32, Hechos 13:33, no fue hasta despu�s de la resurrecci�n que Cristo alcanz� su posici�n de filiaci�n real; Fue entonces cuando el Divino ??????? entr� en vigor a ese respecto. Es cierto que St. Pablo (como se vio bajo Hechos 13:3) mismo concibi� a Cristo como esencialmente Hijo de Dios desde la eternidad; pero aqu�, mientras habla del cumplimiento de la profec�a mesi�nica, y desea se�alar lo que era patente para todos los que cre�an que Cristo hab�a resucitado, puede referirse adecuadamente a su exaltaci�n solo, en virtud de la cual, adem�s, �l mismo hab�a recibido su comisi�n apost�lica, de la cual procede a hablar, y la afirmaci�n que siempre ha tenido en vista. La interpretaci�n anterior de ?????????? parece, adem�s, tener el fuerte apoyo de Pearson, quien, hablando del derecho cu�druple de Cristo al t�tulo de "Hijo de Dios", por generaci�n, engendrado por Dios; por comisi�n, tal como la envi� �l; por resurrecci�n, como el primog�nito; por posesi�n real, como Heredero de todo, se refiere as� a Romanos 1:4: 'As� fue definido, o constituido, y' designado para ser el Hijo de Dios con poder por la Resurrecci�n de los muertos '", (Pearson on the Creed, art. 2.). ?? ??????? (para estar conectado con ??????????) denota el poder Divino desplegado en la Resurrecci�n (cf. Efesios 1:19, "la grandeza de su poder, ... seg�n el trabajo de la fuerza de su poder, que �l forj� en Cristo, cuando lo resucit� de entre los muertos; "cf. tambi�n 1 Corintios 6:14; 1 Corintios 15:43; Romanos 1:3 se opone , no simplemente ???? ??????, sino ???? ?????? ????????? (el esp�ritu de santidad), para denotar el elemento Divino que estuvo todo el tiempo en el Hijo Encarnado, en virtud del cual se levant� triunfante sobre ????????. Nosotros tambi�n estamos compuestos de ???? y ??????; pero el ?????? en Cristo era de santidad absoluta, la santidad de la Deidad; no ???????, santidad en abstracto, atribuida a la Deidad ( Hebreos 12:10), ni ???????? "santificaci�n", de la cual el hombre es capaz; pero ????????, una cualidad inherente de la santidad divina ("Cuasi tres sint gradus, sanctificatio, sanctimonia, sanctitas", Bengel). Debido a este "esp�ritu de santidad" que estaba en Cristo, "no era posible que fuera retenido de la" muerte ( Hechos 2:24). A trav�s de esto, que estaba en s� mismo, no solo a trav�s de un poder Divino externo a �l mismo que lo llamaba desde la tumba, como hab�a llamado a L�zaro, venci� la muerte (cf. Hechos 2:27; Hechos 13:35," No sufrir�s a tu Santo por ver corrupci�n "). Fue a trav�s de esto tambi�n (??? ????????? ???????) que "se ofreci� sin mancha a Dios" ( Hebreos 9:14); y en el mismo sentido puede entenderse ????????? ?? ???????? ( 1 Timoteo 3:16). Ni en estos pasajes ni en el anterior tenemos el Esp�ritu Santo, en el sentido de una Persona distinta de la Sant�sima Trinidad. Adem�s, la preposici�n en ?? ?????????? no denota (como lo explicaron Theodoret, Luther y Grotius) el tiempo a partir del cual comenz� el ??????? en el sentido de ?? ?? ??????, sino la fuente de la que procedi�. "?? non mode tempus, sed nexum rerum denotat" (Bengel). Adem�s, la frase no es "resurrecci�n de los muertos", como en la versi�n autorizada, sino "de los muertos", que puede usarse a prop�sito para se�alar, no solo el hecho de la propia resurrecci�n de Cristo, sino tambi�n su significado para la humanidad. La misma expresi�n a menudo aparece en otros lugares con un significado integral (cf. Hechos 23:6; Act 24:21; 1 Corintios 15:12; Filipenses 3:11; tambi�n 1 Corintios 15:22; Filipenses 3:10). La resurrecci�n de Cristo expres� "el poder de una vida sin fin", aqu� y en el m�s all�, para la humanidad, llevando consigo la posibilidad de la resurrecci�n de todo por el dominio de la muerte en el Hijo resucitado. Una visi�n del significado de todo el pasaje anterior, el de Cris�stomo y Melancthon, puede mencionarse debido al peso de estas autoridades, aunque no puede ser la verdadera. Toman ???? ?????? ????????? ?? ???????, y ?? ?????????? ??????, como coordinados, consider�ndolos como las tres pruebas de la eterna filiaci�n de Cristo. yo. mi. milagros, la comunicaci�n del Esp�ritu Santo y la resurrecci�n. Jesucristo nuestro se�or; en conclusi�n, identificando claramente al Hijo de profec�a con el Jes�s que hab�a aparecido recientemente, y que los cristianos reconocieron como el Mes�as, y com�nmente por ellos llamados called????. La fuerza del pasaje se debilita en la Versi�n autorizada por la transposici�n de ????? ??????? ?????? ???? al comienzo de Romanos 1:3, como tambi�n por la inclusi�n de Romanos 1:2 en un par�ntesis, para separarlo de ???? ??? ???? que sigue. (Ver explicaci�n dada anteriormente).

Romanos 1:5

Por medio de quien recibimos gracia y apostolado, para obediencia a la fe entre todas las naciones, por el bien de su Nombre. "Nosotros" aqu� significa, no cristianos en general, sino el mismo Pablo (aunque probablemente, como tambi�n en todos los dem�s casos en los que usa este plural de manera similar, con la intenci�n de incluir a otros, aqu� sus compa�eros ap�stoles); porque la "gracia" mencionada es evidentemente de lo que sigue a una gracia especial para el oficio apost�lico al que hab�a sido llamado. La palabra ???????? aparece en un sentido similar en Hechos 1:25. ??? ??????? ???????, etc., denota el prop�sito de su apostolado, a saber. traer hombres a todas partes, de cualquier raza, para creer y obedecer el evangelio; no solo a creer en ello, sino a la obediencia que proviene de la fe, o que la fe rinde. "Accepimus mandatum Evangelii ad omnes gentes pro-ferendi, corte illae per fidem obedient" (Calvin). Algunos toman la frase, ??????? ???????, que significa "obediencia a la fe", siendo considerada la fe, no como causa efficiens, sino como un principio dominante que exige obediencia a s� mismo. Entonces, Meyer, quien se refiere a pasajes donde un genitivo despu�s de ?????? tiene este significado: 2 Corintios 10:5 (?????? ??? ???????); 1 Pedro 1:22 (?????? ??? ????????); y tambi�n a Hechos 6:7 (????????? ?? ??????). La �ltima de estas citas habr�a sido particularmente apropiada en apoyo de la interpretaci�n a la que se refiri�, no fueron ??????? en el texto que ahora tenemos ante nosotros, para sugerir fe subjetiva, en lugar de "la fe entregada a los santos", como en Hechos 6:7. La pregunta, despu�s de todo, no tiene importancia con respecto a la idea esencial que se pretende transmitir. ?? ???? ???? ??????? parece apuntar especialmente al propio apostolado de San Pablo (cf. Hechos 22:21; G�latas 1:16; G�latas 2:8, G�latas 2:9; Efesios 3:1, Efesios 3:8), aunque, por supuesto, el apostolado de todos, dondequiera que se ejerciera, ten�a un prop�sito mundial similar. Al usar la expresi�n aqu�, anticipa lo que est� a punto de decir en cuanto a que no se retracte de dirigirse incluso a los romanos con autoridad; su misi�n es para todas las naciones. ???? ??? ????????? ????? se conecta mejor con la "obediencia a la fe". La frase es frecuente (cf. Hechos 5:41; Hechos 9:15; Hechos 15:26; Hechos 21:13; tambi�n 2 Tesalonicenses 1:12). Generalmente est� relacionado con la idea de sufrir en nombre de Cristo.

Romanos 1:6

Entre los cuales est�is tambi�n vosotros, llamados los de Jesucristo; y por lo tanto incluido en mi misi�n apost�lica. Aqu� termina el pasaje entre par�ntesis, Romanos 1:7 es la secuencia de Romanos 1:1.

Romanos 1:7

A todos los que est�n en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos (cf. ?????? ?????????, en Romanos 1:1). La opini�n de Bengel, que por ????????? ???? se entiende especialmente a los cristianos jud�os, como "amados por el bien de los padres" ( Romanos 11:28), y por ??????? ?????? los conversos gentiles, es insostenible. Ambas frases son aplicables a todos. Obs�rvese que la palabra ????? se usa en otros lugares para denotar a todos los cristianos, sin implicar la eminencia en la santidad personal (cf. 1 Pedro 2:9, ????? ?? ... ????? ?????). Gracia a ti y paz de Dios nuestro Padre y del Se�or Jesucristo. La uni�n, aqu� y en otros lugares, de Jesucristo con el Padre como impartiendo bendici�n celestial, implica su Deidad no menos de lo que cualquier declaraci�n dogm�tica podr�a hacer; porque seguramente es imposible concebir al ap�stol asoci�ndose as� con la Deidad a quien consideraba como un mero ser humano. La misma forma de bendici�n se encuentra al comienzo de todas las Ep�stolas de San Pablo, y no puede haber ninguna duda de que su significado es como se indic� anteriormente. Porque, aunque aqu�, en 1 y 2 Corintios, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, y Filem�n, esta combinaci�n de palabras podr�a permitir la representaci�n, "Gracia ... de Dios, el Padre de nosotros y del Se�or Jesucristo. , "a�n en G�latas, 1 y 2 Timoteo, y Tito, obviamente es inadmisible. E incluso sin estas instancias, el verdadero significado habr�a sido probable de ???? antes de ????? ???????. Si el ap�stol hubiera tenido la intenci�n de expresar una paternidad com�n de Dios, seguramente no habr�a escrito "Nuestro Padre y Cristo", sino "Cristo y los nuestros" (cf. Juan 20:17).

Romanos 1:8

B. Introducci�n, en la cual el escritor expresa su gran inter�s en la Iglesia romana, su deseo tan apreciado de visitarla y los motivos de este deseo.

Romanos 1:8

Primero, agradezco a mi Dios a trav�s de Jesucristo por todos ustedes, que su fe se habla (m�s bien, se proclama) en todo el mundo. Observamos aqu�, como en otras Ep�stolas, la forma en que San Pablo comienza con un lenguaje complementario y una expresi�n de agradecimiento por el bien que conoc�a en sus lectores. De este modo, al principio, insin�a sus propios buenos sentimientos hacia ellos, y los predispone a tomar en buena parte cualquier emoci�n que pueda seguir. "El mundo entero", por supuesto, no debe tomarse literalmente, sino como una frase que denota notoriedad general. De manera similar en 1 Tesalonicenses 1:8, ?? ????? ????. Es probable que cualquier n�mero considerable de conversos en un lugar tan importante como Roma sea notorio en todos los c�rculos cristianos, e incluso fuera de ellos ya podr�a haber comenzado a llamar la atenci�n.

Romanos 1:9

Porque Dios es mi testigo, a quien sirvo en mi esp�ritu en el evangelio de su Hijo, que sin cesar les menciono en mis oraciones. Una aseveraci�n solemne similar se hace con una intenci�n similar ( Filipenses 1:8; cf. tambi�n 2 Corintios 11:31). Expresa la seriedad del escritor y est� en su lugar para la certificaci�n de un hecho conocido solo por �l y Dios. La palabra ???????, ("Yo sirvo"), cuando se usa en un sentido religioso, generalmente denota "adoraci�n", y espec�ficamente los servicios sacerdotales del templo ( Hebreos 8:5; Hebreos 9:9; Hebreos 10:2; Hebreos 13:10). La ??????? de San Pablo que se pretende aqu� no es una funci�n ceremonial, sino una funci�n espiritual (?? ?? ???????? ???): una devoci�n interna de s� mismo al servicio de Dios al proclamar y promover "el evangelio de su Hijo". Una visi�n similar del ??????? esencial de los cristianos se encuentra en Romanos 12:1; Romanos 15:16; Php 3: 3; 2 Timoteo 1:3; Hebreos 9:14.

Romanos 1:10

Siempre (para estar conectado con ???????? siguiendo, no, como en la Versi�n Autorizada, con el ?????? ???????? anterior) en mis oraciones que solicitan, si de alguna manera ahora en forma extensa (de alguna manera en alg�n momento alg�n d�a) puedo prosperar para ven a ti La palabra ????????????, traducida en la Versi�n Autorizada, "tenga un viaje pr�spero", aunque con raz�n con respecto a su etimolog�a y significado original, no implica necesariamente prosperar en un viaje. Se usaba com�nmente para denotar la prosperidad en general (cf. 1 Corintios 16:2; 3 Juan 1:2).

Romanos 1:11

Porque anhelo verte, para poder impartirles alg�n don espiritual, hasta el fin puedan establecerse. Bengel, tomando ??????? como el don especial del Esp�ritu Santo como consecuencia de la imposici�n apost�lica de las manos (cf. Hechos 8:17, Hechos 8:18), argumenta a partir de este vers�culo que ni San Pedro ni ning�n otro ap�stol pudo haber estado en Roma hasta ahora. Aunque su conclusi�n es probablemente cierta, no se sigue de su premisa; para ?? ??????? ??????????? evidentemente significa generalmente cualquier don de gracia. Todo lo que San Pablo implica es que espera hacerles algo de bien espiritual, para resolverlos y fortalecerlos; y en el siguiente verso, con delicadeza caracter�stica, incluso modifica lo que ha dicho, para evitar que se suponga que implica que el beneficio estar�a de su parte.

Romanos 1:12

Es decir, que yo contigo pueda ser consolado en ti, cada uno de nosotros por la fe del otro, la tuya y la m�a. El esp�ritu de delicada cortes�a aqu� evidenciado, al dirigirse a las personas sobre las cuales una p�rdida de un caballero cristiano que San Pablo podr�a haber asumido un tono se�orial, es evidente en otras partes de sus Ep�stolas (cf. Romanos 15:15; Romanos 16:19; 2Co 2: 3; 2 Corintios 3:1, seq .; 2 Corintios 8:8; 2 Corintios 9:2), y especialmente toda la Ep�stola a Filem�n

Romanos 1:13

Pero no quisiera que fueran ignorantes, hermanos, que muchas veces me propuse venir a ustedes (y hasta ahora me obstaculizaron), para que yo tambi�n pudiera tener algo de fruto entre ustedes, incluso entre el resto de los gentiles. Algunos toman el "pero" al comienzo de este verso (?? ???? ??) como la apodosis de ?????? ??? en Romanos 1:8, con el significado, "Estoy consciente y estoy agradecido de que tu fe es ya es notorio; pero aun as� deseo que sepas que hace tiempo que deseo visitarte ". Pero ??? y ?? est�n demasiado separados para recomendar esta opini�n. Es m�s parecido al estilo de San Pablo que no deber�a haber apodosis para ?????? ???; su l�nea de pensamiento lo lleva de tal manera que olvida c�mo comenz� su oraci�n; y Romanos 1:13 viene naturalmente como la secuencia de Romanos 1:12, ya sea que representemos ?? por "pero" o (como en la versi�n autorizada) por "ahora" o (como en la versi�n revisada) por "y". La intenci�n largamente querida aqu� mencionada hab�a sido expresada por �l cuando estaba en �feso, antes de su partida a Macedonia ( Hechos 19:21). Sinti�ndose peculiarmente ap�stol del mundo gentil, y despu�s de haber sido el primer agente en llevar el evangelio a Europa ( Hechos 16:9, Hechos 16:10), y haberlo establecido all� En importantes centros de poblaci�n, siempre tuvo en mente una visita eventual a la ciudad imperial misma, con la esperanza de que desde all� permeara todo el mundo occidental. Lo que hasta ahora lo hab�a obstaculizado parece, desde Romanos 15:22, haber sido principalmente un trabajo misionero que primero deb�a realizarse en otro lugar. Finalmente, la Providencia lo llev� all� de una manera que no hab�a elegido. As� el hombre propone, Dios dispone. En este verso, la Iglesia romana parece ser considerada como gentil. Las clases de conversos que probablemente en ese momento compusieron se han considerado en la Introducci�n. Cualquiera que sea su n�cleo, San Pablo siente claramente que, al enviarle esta Ep�stola, est� llevando a cabo su misi�n especial de extender el evangelio al mundo gentil, aunque al mismo tiempo escribe principalmente desde un punto de vista jud�o, apelando frecuentemente a las Escrituras jud�as, con las cuales presupone un conocimiento por parte de sus lectores. Pero este �ltimo hecho no es inconsistente con la suposici�n de su ser, ya sea entonces o prospectivamente, principalmente de raza gentil. El evangelio fue predicado en todas partes como el cumplimiento del juda�smo (ver nota en Romanos 15:2); y para comprender tanto su significado como sus evidencias, todo tendr�a que ser adoctrinado hasta cierto punto en las antiguas Escrituras. Tambi�n debe observarse que en el siguiente verso el ap�stol implica una sensaci�n de dirigirse ahora a una comunidad peculiarmente civilizada y cultivada; parece tener ante s� la posibilidad de que su discurso llegue a las clases educadas e inteligentes de la sociedad en la ciudad imperial. Y la Ep�stola, a medida que avanza, est� de acuerdo con tal objetivo. Porque sus argumentos est�n dirigidos, no solo a los creyentes en el Antiguo Testamento, sino tambi�n en general a los pensadores filos�ficos. Se revisa el estado del mundo, se analiza la conciencia humana, se abordan problemas profundos que durante mucho tiempo ejercieron las mentes de los fil�sofos, y el evangelio, de hecho, se recomienda al mundo como la respuesta de Dios a las necesidades del hombre.

Romanos 1:14, Romanos 1:15

Tanto para los griegos como para los b�rbaros, tanto para los sabios como para los imprudentes, soy deudor. Entonces, por mucho que est� en m�, tambi�n para ustedes que est�n en Roma, estoy listo para predicar el evangelio. Las dos divisiones de la humanidad en

(1) ??????? ??? ????????,

(2) ????? ??? ???????, est�n destinados a incluir a todos, independientemente de su nacionalidad y cultura, desde un punto de vista griego o romano. Los griegos, como es bien sabido, llamaron a todos los dem�s adem�s de ellos ????????, por lo que ??????? ??? ???????? inclu�a a todo el mundo. Aqu� los romanos est�n destinados a ser incluidos entre ???????, siendo participantes en la cultura hel�nica, y de hecho en ese momento sus representantes prominentes (cf. "Non solum Graecia et Italia, sod etiam omnis barbaria," Cicero, 'De Fin.' 2.15). Por supuesto, ????? tambi�n los incluye. La intenci�n obvia del escritor es ubicarlos en cada una de las categor�as superiores, por lo que, a su manera, les hace un cumplido delicado a sus lectores esperados, para insistir en que su misi�n sea la m�s alta en posici�n y cultura, as� como el m�s bajo, que, audaz en sus convicciones, no se averg�enza de predicar la cruz ni siquiera a ellos. "Audax facinus ad crucem vocare terrarum Dominos" (Alex. M�s. Citado por Olshausen).

Romanos 1:16

Porque no me averg�enzo del evangelio (de Cristo, en la versi�n autorizada, est� muy d�bilmente respaldado por los manuscritos; tampoco se requiere), porque es el poder de Dios para salvaci�n a todo aquel que cree; al jud�o primero y al griego. Al decir que "no estaba avergonzado", San Pablo pudo haber tenido en mente las propias palabras de nuestro Se�or (Marco 8:38 y Lucas 9:26). En este vers�culo se nos recuerda pasaje, 1 Corintios 1:17, donde se ampl�a la idea aqu� brevemente insinuada. Era plenamente consciente de que el orgullo de la filosof�a griega probablemente despreciar�a el mensaje de la cruz como "necedad". Al principio les resultar�a extra�o y fuera de acuerdo con sus especulaciones intelectuales. Pero tambi�n estaba convencido de que conten�a la �nica visi�n de las cosas para satisfacer las necesidades humanas y, en �ltima instancia, para recomendar a los pensadores, si sus conciencias pudieran despertarse. Al predicar a los corintios, se hab�a abstenido deliberadamente de presentarles el evangelio en "palabras de la sabidur�a del hombre", para que el simple mensaje, dirigido por igual a todos, perdiera algo de su poder esencial o se confundiera con las filosof�as humanas de El dia. Pero tambi�n para ellos, en su Primera Ep�stola, declara que esto no se debi� a que no era "sabidur�a" ni "poder" para quienes pudieran recibirla. Entre los m�s avanzados, y por lo tanto m�s receptivos (?? ???? ????????), lo hace, dice, "habla sabidur�a" ( 1 Corintios 2:6), el cristianismo tiene, de hecho, su propia filosof�a, apreciable por ellos. Como bien se dice en la Exposici�n de 1 Corintios en el 'Comentario del orador', "No hay ning�n contraste entre la raz�n y la revelaci�n, como algunos piensan, sino estrictamente entre dos filosof�as: la filosof�a de Dios y la filosof�a del mundo. " Por lo tanto, al griego, as� como al jud�o, no le da verg�enza predicar la cruz; y en esta Ep�stola, adecuadamente para su prop�sito �m�s, puede suponerse, que su predicaci�n ordinaria� expone la filosof�a Divina del evangelio. Pero el mensaje, agrega, es "primero para el jud�o", porque fue para la gente del pacto (cf. 1 Corintios 9:4, etc.) que la salvaci�n en Cristo fue en primer lugar para ser ofrecido. Por lo tanto, tambi�n, en toda su obra misional, primero se dirigi� a la sinagoga, y solo cuando fue rechazado all�, se volvi� exclusivamente a los gentiles. As� tambi�n en Roma, cuando luego fue all� ( Hechos 28:17).

Romanos 11:17

II LA PARTE DOCTRINAL DE LA EPISTOLA.

Romanos 8:17

C. La doctrina de la justicia de Dios propuso, estableci� y explic�.

Romanos 1:17

Este verso, aunque est� conectado en secuencia de pensamiento con el verso precedente, puede ser tomado en conjunto con el argumento doctrinal que sigue, sirviendo, de hecho, como su tesis. Porque la justicia de Dios se revela en ella de (o, por) la fe a la fe: como est� escrito, pero el justo por (o, de) la fe vivir�. Debe observarse que ?? es la preposici�n antes de ??????? en ambas cl�usulas de la oraci�n, aunque nuestra Versi�n Autorizada hace la diferencia. Adem�s, con la Versi�n Autorizada, representamos "la justicia de Dios", en lugar de "una justicia", como en la Versi�n Revisada, a pesar de la ausencia del art�culo. Porque lo que se quiere decir es la concepci�n definida, que impregna la Ep�stola, de la justicia de Dios. Si hubiera dudas, seguramente ser�a eliminado por ???? ????, tambi�n sin el art�culo, inmediatamente despu�s, y con el mismo verbo, ?????????????. Los revisores, traduciendo aqu� "ira de esta�o", han dado en el margen como "ira" sostenible, aparentemente en aras de la coherencia con su interpretaci�n de ??????????. Pero "una ira de Dios" no tiene un significado inteligible. Las expresiones parecen significar simplemente la justicia de Dios y la ira de Dios. Esta expresi�n, "la justicia de Dios", se ha discutido en la Introducci�n, a la que se refiere al lector. Se considera que su significado intr�nseco es la justicia eterna de Dios, revelada en Cristo por reconciliar al mundo consigo mismo, en lugar de (como se interpreta com�nmente) la justicia forense (as� llamada) imputada al hombre. Por lo tanto, no es necesario entender el genitivo como gen. auctoris, o como equivalente a ??????? ????. La frase se entiende en el sentido que ser�a familiar para San Pablo y sus lectores del Antiguo Testamento; y se concibe que este sentido intr�nseco impregna toda la Ep�stola incluso cuando se habla de una justicia imputada al hombre; La idea sigue siendo la de la justicia divina que abraza al hombre. No est� claro en qu� sentido exacto ?? ??????? ??? ?????? se debe entender. La mayor�a de los comentaristas, tomando ?????????? para denotar la justicia imputada del hombre, conectan ?? ??????? con ella, como si ? ?? hubiera sido escrito (como p. Ej. En Romanos 10:6). Pero la ausencia de ?, as� como la colocaci�n de palabras, parece m�s bien conectarlo con ?????????????. Puede estar destinado a expresar la condici�n subjetiva para la aprehensi�n y apropiaci�n del hombre de la justicia de Dios. Se dice que su revelaci�n al alma del hombre es ?? ??????? mientras que ??? ?????? expresa el resultado; verbigracia. Fe para salvaci�n. Un uso similar de la preposici�n ??? se encuentra en Romanos 6:19; 2 Co. 2:15, 2 Corintios 2:16; 2 Corintios 3:18. En el �ltimo de estos pasajes, ??? ????? ??? ?????, tiene un gran parecido con la expresi�n que tenemos ante nosotros. La cita de Habacuc 2:4 parece principalmente destinada a ilustrar lo que se ha dicho sobre la fe, aunque la palabra ???????, que aparece en ella en relaci�n con la fe, tambi�n puede haberlo sugerido como apropiado, como es evidentemente el caso en G�latas 3:11, donde San Pablo lo cita como prueba de la posici�n que ?? ???? ?????? ?????????? ???? ?? ???. El profeta tuvo en vista inmediata las pruebas de fe propias de su propio tiempo, y grit�: "Se�or, �hasta cu�ndo?" Pero �l se hab�a mantenido alerta para ver lo que el Se�or le dir�a; y le hab�a llegado una respuesta en el sentido de que, a pesar de las apariencias, su visi�n prof�tica se cumplir�a por mucho tiempo, las promesas de Dios a los fieles ciertamente se cumplir�an, y mientras tanto la fe debe ser su principio sustentador: "El justo vive por su fe. "As� en el hebreo. La LXX tiene ? ?? ??????? ??? ?? ??????? ??????? (A.), o ? ?? ??????? ?? ?????? ??? ??????? (B). Las variaciones no afectan el sentido general del pasaje. Ahora, algunos, suponiendo que San Pablo conecte ?? ??????? con ???????, como parte del tema de la oraci�n, lo acusar�an de darle a la cita un significado no intencionado por el profeta, quien evidentemente quiso decir ?? ??????? como go?????, como parte del predicado. Pero no hay ninguna raz�n para atribuir esta intenci�n a San Pablo, excepto en el supuesto de que previamente hab�a conectado ?? ??????? con ??????????, en el sentido de ? ?? ???????. Pero hemos visto razones para concluir que esto no fue as�. La cita, en el sentido previsto por el profeta, es lo suficientemente apropiada. Porque expresa que la fe es el principio vital de los justos de Dios, mientras que el pasaje completo al final del cual declara que la salvaci�n de la visi�n prof�tica es enteramente de Dios, que el hombre la espera y aprehende a trav�s de la fe, no provocado por sus propias acciones.

Romanos 2:18

(1) Toda la humanidad sujeta a la ira de Dios.

Romanos 1:18

(a) El mundo pagano en general.

Romanos 1:18

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que retienen la verdad en la injusticia. Aqu� comienza la argumentaci�n de la Ep�stola, la primera posici�n que debe establecerse es que toda la humanidad, sin excepci�n, es culpable de pecado ante Dios y, por lo tanto, incapaz de s� misma de invocar la justicia. Una vez comprobado, aparece la necesidad de la revelaci�n de la justicia de Dios, anunciada en Romanos 1:17. "La ira de Dios" es una expresi�n con la que estamos familiarizados en la Biblia, siendo una de esas en las que las emociones humanas se atribuyen a Dios en acomodaci�n a las exigencias del pensamiento humano. Denota su santidad esencial, su antagonismo al pecado, al que se debe castigo. Expresa una idea tan esencial para nuestra concepci�n de la justicia divina como lo hacen las palabras "amor" y "misericordia". La ira o la indignaci�n contra el mal es tan necesaria para nuestro ideal de un ser humano perfecto como lo es el amor al bien; y, por lo tanto, atribuimos ira al Ser Divino perfecto, utilizando necesariamente t�rminos humanos para expresar nuestra concepci�n de los atributos Divinos. Cuando el Nombre del SE�OR fue proclamado ante Mois�s ( �xodo 34:5, etc.), era de Uno no solo "misericordioso y misericordioso, sufrido y abundante en bondad y verdad", sino tambi�n " eso de ninguna manera aclarar� al culpable. "Este �ltimo atributo es el mismo que queremos decir con la ira Divina. Esta "ira de Dios" se dice en el vers�culo que tenemos ante nosotros para ser "revelada del cielo". �C�mo es eso? �Est� en el evangelio, como lo es la justicia de Dios ( Romanos 1:18)? Contra este punto de vista est� el cambio de expresi�n, expression? ??????? en lugar de ?? ????, as� como el hecho de que el evangelio no es en s� mismo una revelaci�n de ira, sino todo lo contrario. �Est� en el Antiguo Testamento? Posiblemente en parte; pero la marcada repetici�n de ????????????? en tiempo presente parece apuntar a alguna revelaci�n obvia ahora; y, adem�s, la primera parte de la prueba, hasta el final del segundo cap�tulo, no descansa en el Antiguo Testamento. �Es a lo que el ap�stol procede tan fuertemente para llamar la atenci�n sobre la degradaci�n moral existente y en ese momento notoria de la sociedad pagana, que �l considera como evidencia del juicio Divino? Esto puede haber sido antes de su punto de vista; y, a medida que contin�a hablando de ello, probablemente fue tan prominente. Pero la revelaci�n de la ira divina contra el pecado parece implicar m�s que esto a medida que avanza el argumento, a saber. la culpa evidente ante Dios de toda la humanidad por igual, y no solo del paganismo degradado. Es dif�cil decidir, entre las diversas explicaciones que se han ofrecido, sobre cualquier modo espec�fico de revelaci�n que el escritor tuviera en mente. Quiz�s nadie en particular exclusivamente. Los comentaristas a menudo pueden estar excesivamente ansiosos por dar un sentido exacto a las palabras pre�adas usadas por San Pablo, quien a menudo indica ideas completas con frases cortas. Pudo haber tenido en mente varios signos concurrentes de culpa humana, y la ira Divina contra ella, en ese momento especial de la historia del mundo; todo lo cual, al menos en su opini�n, trajo convicci�n como por una luz del cielo. Y el evangelio en s� mismo (aunque en esencia es una revelaci�n de misericordia, de modo que evita deliberadamente decir que la ira estaba revelada) todav�a hab�a sido el medio m�s poderoso de todos para llevar a casa una convicci�n de la ira divina a las conciencias de los creyentes. . Porque su primer oficio es convencer del pecado y del juicio. Cf. Las palabras del precursor, "Oh generaci�n de v�boras, �qui�n te ha advertido que huyas de la ira venidera?" Por todos estos motivos podemos concebir que el ap�stol habl� de la ira de Dios contra el pecado humano, especialmente en ese momento claramente revelado desde el cielo; y desea que sus lectores lo perciban como lo hizo. Por ahora era el momento del prop�sito Divino de llevarlo a casa para todos (cf. Hechos 17:30, "En los tiempos de esta ignorancia Dios gui�� el ojo, pero ahora ordena a todos los hombres en todas partes que se arrepientan"). "Toda impiedad e injusticia" (???????? ??? ???????) comprende toda maldad, en cualquier aspecto visto, ya sea como impiedad o incorrecto. La frase, ??? ??? ???????? ??????????, se traduce err�neamente en la versi�n autorizada, quien tiene la versi�n autorizada de la verdad. . "Si el verbo ???????? permitiera esta interpretaci�n aqu�, de hecho ser�a inteligible en referencia al conocimiento de Dios, incluso por naturaleza, que todos los hombres tienen o deber�an tener, aunque no act�en sobre �l, y la posesi�n muy potencial de lo que los hace culpables. Este es el pensamiento de lo que sigue inmediatamente. Por lo tanto, el sentido ser�a: "Ellos sostienen, i. mi. poseer, la verdad; pero hacen iniquidad. "Pero cada vez que ???????? significa" sostener ", denota un agarre firme, no un agarre flojo, como se implicar�a as�. Ocurre en este sentido en 1 Corintios 11:2 (" Te alabo que guardes las ordenanzas "). y 1 Tesalonicenses 5:21 (" Retener lo que es bueno "). Por lo tanto, debemos recurrir a un segundo sentido en el que tambi�n se usa el verbo: el de" retener, "o" restricci�n. "Por lo tanto, Lucas 4:42 (" La gente se qued� con �l, para que no se apartara de ellos ") y 2 Tesalonicenses 2:6 (" Ya sabes lo que retiene "). La referencia a�n es conocimiento innato de Dios que se supone que todos los hombres ten�an originalmente, pero la idea expresada no es que lo tengan, sino que lo supriman. "Veritas in mente nititur et urget: sed homo eam impedit" (Bengel).

Romanos 1:19

Porque lo que es conocido de Dios se manifiesta en ellos; porque Dios se lo manifest� a ellos; en lugar de manifestarse, como en la Versi�n Autorizada. Lo manifest�, como aparece en el siguiente verso, en la creaci�n. En �l a ellos desde el principio lo manifest�; pero en ellos (?? ??????) tambi�n, a trav�s de la capacidad del alma humana para ver el poder Divino en la creaci�n.

Romanos 1:20

Para las cosas invisibles de �l de (es decir, desde ???) la creaci�n del mundo se ve claramente, se entiende por las cosas que se hacen, incluso su poder eterno y Divinidad (???????, no ??????); para que est�n sin excusa. La cl�usula final se presenta en la Versi�n Revisada, "para que no tengan excusa"; y es cierto que ??? ?? ????? ?????? no expresa el hecho de que ahora lo son, sino el resultado subjetivo de la manifestaci�n, si no se tiene en cuenta. "Paulus directe excusationem adimit, non solum de eventu aliquo loquitur" (Bengel). Sin embargo, es una cuesti�n de importancia, que se ha discutido mucho, si (como podr�a interpretarse que la interpretaci�n de la Versi�n Revisada implica) la idea del prop�sito Divino, y [no solo el resultado, est� involucrada en ??? ?? ?????. La diferencia entre las dos concepciones es evidente en Vulgate, ira y sint inexcusabiles, en comparaci�n con Calvin in hoc ut. La relaci�n de la distinci�n con la doctrina de la predestinaci�n es obvia y, en consecuencia, fue un tema de disputa entre los luteranos y los calvinistas. Meyer, entre los modernos, sostiene firmemente que "el uso predominante de ??? con el infinitivo exige la visi�n que lo toma del prop�sito", refiri�ndose en esta Ep�stola a Romanos 1:11; Romanos 3:26; Romanos 4:11, Romanos 4:16, Romanos 4:18; Romanos 6:12; Romanos 7:4, Romanos 7:5; Romanos 8:29; Romanos 11:11; Romanos 12:2, Romanos 12:3; Romanos 15:8, Romanos 15:13, Romanos 15:16. Sin embargo, una comparaci�n de estos pasajes no parece confirmar su afirmaci�n, ya que aparentemente depende del contexto en cada caso, en lugar de la frase ??? ??, si entra en juego la idea del prop�sito. Cris�stomo entre los antiguos se opuso expresamente a esto. ver, decir, ???????? ?? ??? ????? ????? ????????, ? ????, ?? ??? ????? ?????. ?? ??? ??? ?????? ????????? ?????????? ??????????? ???????? ??? ????? ????????? ??? ??? ????? ??????? Para que puedan ser sugeridos como una representaci�n adecuada, para evitar la idea de la manifestaci�n de Dios de s� mismo a los hombres que odian desde el primer enga�o, que tienen condena y no iluminaci�n, para su prop�sito.

Estos dos vers�culos, 19 y 20, llevan a cabo el pensamiento de ??? ???????? ?????????? en Romanos 15:18, su prop�sito es mostrar que los hombres ??????? y ?????? han estado a pesar del conocimiento, y por lo tanto los involucran a todos en pecado. Porque el pecado implica conocimiento del bien y del mal; no se imputa a las bestias brutas, que siguen sus instintos naturales, no tienen percepci�n de Dios o de una ley divina. Ahora, para el hombre, incluso sin ninguna revelaci�n especial, Dios se manifiesta de dos maneras: externamente en la naturaleza y internamente en la conciencia. En estos vers�culos se habla de la manifestaci�n externa, y la otra se observa m�s especialmente en Romanos 2:14, etc. Pero aqu�, tambi�n, una manifestaci�n interna est� implicada por la palabra ????????, como antes por ?? ??????. Para los animales debajo de nosotros, los fen�menos de la naturaleza pueden ser solo un espect�culo ante sus ojos, sin atraer a la mente interna. Pero para el hombre tienen un lenguaje: despiertan asombro, asombro, admiraci�n, una sensaci�n de poder misterioso infinito y, al recibir tales impresiones, una belleza ideal indefinible. A los salmistas de anta�o les hablaron irresistiblemente de Dios; de un Ser infinito y eterno, m�s all� de todo; y sus conciencias, que poseen la supremac�a del bien en la esfera moral, coincidieron con su sentido de las evidencias de beneficencia en la naturaleza, para convencerlos tambi�n de la justicia de Dios. Todos los hombres (dir�a el ap�stol) fueron dotados originalmente de una capacidad similar de conocer a Dios; y su fracaso a este respecto, que se muestra en las diversas formas de idolatr�a prevalentes en todo el mundo, �l lo ve como la primera etapa en el desarrollo del pecado humano. La siguiente etapa es la degradaci�n moral general, considerada como la consecuencia judicial del deshonor hecho a Dios. Es, de hecho, una consecuencia necesaria; porque las concepciones bajas e indignas de la Deidad traen consigo un deterioro moral; cuando el ideal divino del hombre se degrada, con �l tambi�n se degrada. Sea testigo, por ejemplo, de los libertinajes y crueldades que tan com�nmente acompa�aban a la adoraci�n id�latra. Por �ltimo, la etapa final de esta degradaci�n moral est� representada en una imagen revelada de la perversidad absoluta, e incluso del vicio antinatural, prevaleciente y tolerado en el coraz�n de la civilizaci�n jactanciosa del mundo pagano. Tal es la deriva del resto de este primer cap�tulo. El argumento sugiere los siguientes pensamientos.

(1) No se menciona aqu� la transgresi�n de Ad�n como el origen del pecado humano. La raz�n es que el ap�stol est� discutiendo desde un punto de vista filos�fico m�s que teol�gico, teniendo a los pensadores gentiles y jud�os en su opini�n como lectores. Su apelaci�n en este cap�tulo no es para nada en el Antiguo Testamento, sino para hechos reconocidos por todos. Est� ofreciendo al mundo una filosof�a de la historia humana para explicar el desconcertante estado actual de las cosas, por la indudable discordia entre conciencia y desempe�o, entre ideal y pr�ctica, con el prop�sito de mostrar la culpa universal por parte del hombre. Pero su posici�n aqu� es bastante consistente con lo que dice en otra parte (como en Romanos 5:1.) De la transgresi�n original de Ad�n. Porque todo su argumento en este cap�tulo involucra la doctrina de la ca�da del hombre, que se concibi� originalmente dotado de instintos divinos y que perdi� su prerrogativa por el pecado; y este es el significado esencial de la imagen que se nos da en G�nesis 3:1. de la transgresi�n original.

(2) Toda la deriva del cap�tulo est� en contra de la opini�n de que la condena de la humanidad se debe simplemente al pecado del progenitor imputado a la raza. Porque todos los hombres son representados como culpables, ya que todos han pecado contra la luz que podr�an haber seguido. Esta visi�n, de hecho, no excluye la de una infecci�n hereditaria de la naturaleza que predispone a todos a pecar; no, m�s bien lo necesita; porque �por qu� el pecado deber�a haber sido tan universal sino por una causa tan predisponente? A�n as�, la distinci�n entre los dos puntos de vista es importante con respecto a nuestra concepci�n de la justicia divina. 3. Sin embargo, puede decirse que la distinci�n no tiene una diferencia real a este respecto; por eso, si la infecci�n hereditaria es tal que el pecado se vuelve inevitable (como parece estar implicado por su supuesta universalidad), puede parecer inconsistente con la justicia Divina condenar a los hombres por ello, como ser�a imputarles a sus progenitores. transgresi�n. En respuesta a esta dificultad, se puede decir que las Escrituras en ninguna parte dicen que los hombres finalmente son condenados por ello. Por el contrario, el evangelio nos revela la expiaci�n, preordenada desde el principio, para evitar tal condena final; y esta retrospectiva, as� como prospectiva en sus efectos ( Romanos 3:25, Romanos 3:26), y tan trascendental como fue la transgresi�n original ( Romanos 4:12, etc.) Y nuestro ap�stol ( Romanos 2:7, Romanos 2:14, Romanos 2:15, Romanos 2:16) afirma expresamente la salvaci�n de todos los que, de acuerdo con su luz, han hecho lo que pudieron. El hecho es que, en el argumento que tenemos ante nosotros (como en otros pasajes de significado similar), solo se est� revisando el principio, o el fundamento, de la posible justificaci�n del hombre ante Dios. La intenci�n es mostrar que esto no puede ser las propias "obras o merecimientos" del hombre, como deudas, sino que es otra que revela el evangelio. Obs�rvese, por �ltimo, que una visi�n clara de esta posici�n es importante, no solo para nuestra comprensi�n de la verdad de las cosas y del significado del evangelio, sino tambi�n para nuestro correcto tono moral de mente y actitud ante Dios. No estar convencido del pecado es creer en el verdadero ideal de nuestra conciencia, e implica aceptar una norma moral inferior a la de la justicia divina a la que podemos aspirar.

Romanos 1:21

Porque eso, conociendo a Dios, no lo glorificaron como Dios, ni estaban agradecidos (m�s bien, dieron gracias); pero se volvieron vanos en su imaginaci�n (????????????, en otros lugares expresaron m�s correctamente "pensamientos" o "razonamientos"; cf. 1 Corintios 3:20, "El Se�or conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos" �???????, como aqu�, ????????????), y su tonto coraz�n se oscureci�.

Romanos 1:22, Romanos 1:23

Profesando ser sabios, se volvieron tontos y cambiaron la gloria del Dios incorruptible a la similitud (literalmente, en similitud; cf. Salmo 106:20, de donde se toman la idea y las palabras) de una imagen de corruptible. hombre, y de p�jaros, y bestias de cuatro patas, y cosas reptantes. La expresi�n, ??????? ??? ????, se refiere a lo que se ha dicho de ?? ??????? ??? ????, habiendo sido "manifestado en ellos". Implica conocimiento real, no mera capacidad de conocimiento. Se considera que la humanidad perdi� una percepci�n m�s verdadera de Dios una vez pose�da, la idolatr�a es un signo de degradaci�n culpable de la raza humana, no, como algunos quisieran hacernos creer ahora, una etapa en el surgimiento del hombre de la brutalidad. Las Escrituras siempre representan a la raza humana como ca�da y degradada; no como haber alcanzado gradualmente ninguna concepci�n inteligente de Dios. Y bien puede preguntarse si la ciencia antropol�gica moderna realmente ha descubierto algo para desacreditar la visi�n b�blica de la condici�n y capacidad originales del hombre. El punto de vista aqu� presentado es que la ofuscaci�n de la comprensi�n (???????) surgi� de la negativa a glorificar y dar gracias a la Deidad conocida. "Gratias assere debemns ob beneficiar; glorificare ob ipsas virtutes divinas" (Bengel). De ah� surgi� ?????????, una palabra, con sus correlativos, utilizada constantemente con referencia a la idolatr�a; cf. Hechos 14:15; 1 Corintios 3:20; Efesios 4:17; 1 Pedro 1:18; tambi�n en el Antiguo Testamento, 1 Reyes 16:26 (?? ???? ???????? ???????????, LXX.), 2 Reyes 17:15 (????? ????? ??? ????????, LXX.); Jeremias 2:5; Jon�s 2:8 (???????????? ?????? ??? ?????). Dos formas de idolatr�a, ambas involucrando concepciones indignas del Ser Divino, son aludidas, sugeridas, podemos suponer, por el antropomorfismo de los griegos y el culto a las criaturas de Egipto, que fueron los dos desarrollos notables y representativos de la religi�n pagana. La expresi�n ????????? ????? ?????, con el anterior ?? ???? ?????????????, ha llevado a algunos a suponer en todo este pasaje una referencia especial a las escuelas de filosof�a. Pero esto no es as�. La degradaci�n mencionada fue mucho anterior a ellos, y esta carga, como est� formulada, no es aplicable a ellos. La idea es, en general, que el intelecto humano presumido no ha preservado a los hombres de la locura; ni siquiera "la sabidur�a de los egipcios" o la cultura intelectual de los griegos (cf. 1 Corintios 1:19, etc .; 1 Corintios 3:19, etc.).

Romanos 1:24

Por lo tanto, Dios (???, aqu� en el Textus Receptus, est� mal apoyado) los entreg� en la lujuria de sus corazones a la inmundicia, para deshonrar sus propios cuerpos entre ellos (m�s bien, entre ellos). Entonces ??? ???????????, etc., se representa en la Versi�n autorizada. El verbo, sin embargo, es probablemente pasivo, un uso medio de �l no se encuentra en otra parte. En cualquier caso, el significado general es el mismo. El genitivo, ??? ???????????, parece m�s natural como denotar en qu� consist�a el ?????????, en lugar del prop�sito o los resultados de su entrega (cf. Romanos 1:26, donde ????????? ??? ???? ?????? ??? ???? ????? es seguido por una descripci�n de lo que fueron). Aqu� se observa una nueva etapa de degradaci�n judicial; El ????????? de la idolatr�a, en s� judicial, tuvo su consecuencia judicial adicional en el ????????? de la sensualidad abominable. Del mismo modo, en Efesios 4:1., El ??????? ?????????? ????? ?? ?????????, frecuente entre las naciones, se remonta a su ?????????, en el sentido de que se hab�an "alejado de la vida de Dios". Es notorio que la adoraci�n id�latra no estuvo acompa�ada de un desenfreno; notablemente el del fenicio Astarte, y de Afrodita y Dioniso; cf. N�meros 25:1., etc., "La gente se uni� a Baal-peor", y la alusi�n a ella, 1 Corintios 10:8. En esa ocasi�n, no se insin�a m�s que el coito promiscuo entre los dos sexos, hundiendo a los hombres en ese sentido al nivel de los brutos; pero a�n peor "impureza" est� en la visi�n del ap�stol, como hundirlos incluso por debajo de ese nivel; y cu�n comunes se hab�an vuelto esos vicios antinaturales, y cu�n levemente pensado, nadie que est� familiarizado con la literatura cl�sica necesita ser recordado.

Romanos 1:25

Quien (m�s bien, como tal, la palabra es ???????, equivalente a quippequi) cambi� la verdad de Dios en una mentira, y ador� y sirvi� a la criatura m�s que al Creador, quien es bendecido para siempre. Am�n. Este vers�culo repite la fuente y la causa de la degradaci�n moral mencionada, que se describe sin reservas en lo que sigue. "En peccatis argundis saepe scapha debet scapha dict. Gravitas et ardor stilt judicialis proprietate verborum non violat verceundiam" (Bengel).

Romanos 1:26

Por esta causa, Dios los entreg� (????????, como antes) a viles afecciones (???? ???????, es decir, "pasiones de infamia"; cf. arriba, ??? ???????????). Para el uso, por otro lado, de las palabras ???? y ?????? para denotar indulgencia aparentemente y honorable de las afecciones sexuales, cf. 1 Tesalonicenses 4:4 (?? ?????? ?????? ??????? ?? ??????? ??? ????) y Hebreos 13:4 (?????? ? ????? ?? ???? ??? ? ????? ????????). Porque sus mujeres cambiaron el uso natural en aquello que est� en contra de la naturaleza.

Romanos 1:27

Y asimismo tambi�n los hombres, dejando el uso natural de la mujer, quemados en su lujuria uno hacia el otro; hombres con hombres que trabajan lo que es indecoroso, y reciben en s� mismos la recompensa de su error que se encontr�. Por "recompensa" (???????????) se entiende aqu�, no cualquier otro resultado, como enfermedad o postraci�n f�sica, sino el hecho mismo de que se les entrega a un estado en el que pueden desear y deleitarse en tales odiosas gratificaciones de lujuria antinatural. . Es el ?????????? ??? ?????? ?????, el juicio final sobre ellos por desviarse de Dios. Y seguramente para los de mente pura no hay una muestra m�s evidente del juicio Divino que el espect�culo de los antojos y la indulgencia antinaturales del sensualista saciado.

Romanos 1:28

E incluso cuando no les gustaba tener a Dios en su conocimiento, Dios los entreg� (?????????, como antes) a una mente reprobada, para hacer aquellas cosas que no son convenientes (es decir, cosas no aptas o impropias). Es dif�cil traducir en ingl�s ??? ?????????? y ???????? para retener la correspondencia aparentemente intencionada entre el verbo y el adjetivo. El verbo ?????????? es capaz de los sentidos

(1) "para probar" (como en el ensayo de metales) y, en general, "para discernir" o "juzgar";

(2) "aprobar", despu�s de la supuesta prueba. Jowett, en su comentario sobre esta Ep�stola, se esfuerza por retener en ingl�s la correspondencia entre ?????????? y ???????? al traducir: "Como no discernieron tener a Dios en su conocimiento, Dios los entreg� a una mente indiferente", tomando as� el verbo en sentido (1), y el adjetivo en el mismo sentido activamente. Pero al menos es dudoso si ???????? puede tomarse en un sentido activo, que no es el cl�sico. En el Nuevo Testamento ocurre 1 Cor 9:27; 2 Corintios 13:5, 2 Corintios 13:6; 2 Timoteo 3:8; Tito 1:16; Hebreos 6:8. En el primero de los pasajes anteriores, la palabra obviamente significa "rechazado" (en la versi�n autorizada un n�ufrago), con referencia a la comparaci�n de un competidor en competencias atl�ticas que se demuestra que no merece el premio, un sentido relacionado con el com�n del mismo adjetivo que se aplica a los metales espurios, rechazado o sin valor despu�s de ser probado. En 2 Corintios 13:5, 2 Corintios 13:6, cualquier sentido parece admisible: ??????? ?????????? ... ?? ???? ???????? ????. Pero no es as� en Hebreos 6:8, donde la palabra se aplica a tierra est�ril. Los pasajes de 2 Timoteo y Tito pueden admitir en s� mismos el sentido de no discernir, pero el pasivo es m�s probable en vista del uso com�n de la palabra. Por otro lado, cap. 12: 2 puede aducirse a favor del sentido activo; porque all� se dice que la consecuencia de la renovaci�n de la mente en los cristianos es que pueden probar o discernir (??? ?? ?????????? ????), lo que es la voluntad de Dios; y por lo tanto, puede parecer probable que la falta de tal discernimiento se denote aqu�. El mismo pasaje tambi�n favorece el uso del verbo ?????????? aqu� en el sentido (1) dado anteriormente, y la interpretaci�n de Jowett de todo el pasaje. Es, despu�s de todo, incierto; ni se sigue que la paronomasia griega se pueda reproducir en ingl�s.

Romanos 1:29

Estar lleno de toda injusticia, [fornicaci�n], maldad, codicia, malicia; lleno de envidia, asesinato, contienda, enga�o, malignidad; susurradores, mordaces, odiados por Dios, rencorosos (m�s bien, insolentes), orgullosos, jactanciosos, inventores de cosas malas, desobedientes a los padres, sin comprensi�n, que rompen el pacto, sin afecto natural [implacable], inmisericorde. Aqu�, no solo la impureza personal, sino el desprecio general y absoluto de las restricciones y obligaciones morales (demasiado frecuente, sin duda, en ese momento en el paganismo civilizado), se se�ala como la cuesti�n judicial final. Las palabras utilizadas no parecen estar ordenadas en ning�n sistema exacto, sino que han sido escritas tal como se le ocurrieron al escritor, con la intenci�n de ser lo m�s completas posible. Entre ellos, los puestos entre par�ntesis se basan en una autoridad d�bil. ?????????, traducido aqu�, como generalmente en otros lugares, "codicia" significa generalmente "deseo excesivo", no necesariamente de riquezas; y parece que San Pablo generalmente lo usa con referencia a la lujuria excesiva (cf. Efesios 4:19; Efesios 5:3; Colosenses 3:3; tambi�n 1 Tesalonicenses 4:6 y 2 Pedro 2:14; y, para ??????????, Efesios 5:5, la palabra ??????????, tanto de su formaci�n (compare ???????? y ????????, con otros casos), y su uso ordinario en griego cl�sico (aparece aqu� solo en el Nuevo Testamento) ciertamente debe interpretarse como "odiado por Dios", no "que odia a Dios". Parece sugerido aqu� por los anteriores ??????????, que se usan com�nmente de los delatores conocidos haber sido una plaga especial de la sociedad en ese per�odo de la historia romana. Alford cita a T�cito, 'Ann.', Efesios 6:7, donde se les llama "Principi quidem grati, et Deo exosi"; tambi�n Philo, �Ap Damascen.�, ???????? ??? ????? ?????????? ??????? ?? ??? ????? ?????? ?????????? ????????? ???? ??????? ?????????? ?? ??? ????????? ?????. En el vers�culo 31, la colocaci�n de ????????? y ?????????? parece haber sido sugerida por la similitud del sonido, ya que no existe un v�nculo aparente de ideas. La �ltima palabra se traduce correctamente en la Versi�n autorizada, al igual que ????????; ?????????? es uno que rompe los tratados, "infiel"; ?????????, alguien que se niega a entrar en una tregua o tratado, "implacable".

Romanos 1:32

Quienes (???????, con su significado habitual, como antes) conocen el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo hacen lo mismo, sino que tambi�n se complacen en las que los practican. En este verso final, se repite el punto principal de todo el argumento, con el que tambi�n comenz� ( Romanos 1:19), a saber. que todo este pecado fue a pesar de un mejor conocimiento: el conocimiento original de Dios revel�, como se indic� anteriormente, a la raza humana, y (como se implica m�s adelante) un testigo interno de conciencia que a�n permanece, aunque sofocado, incluso en la mayor�a sociedad corrupta Por ????? ??????? no se entiende "merecedor de la pena capital"; El juicio divino est� evidentemente impl�cito. No hay necesidad de preguntar qu� concepci�n de retribuci�n futura se supone que los paganos tuvieron o pudieron haber entretenido. San Pablo constantemente denota por ???????, en un sentido general e integral, la consecuencia penal del pecado sin detonar debido al Divino ?????????? (cf. Romanos 6:21; Romanos 8:6, etc.) . Debe observarse que en la �ltima parte de este vers�culo, la distinci�n entre ????????, que significa pr�ctica habitual, y ??????, no se muestra en la Versi�n autorizada. La evidencia de la "mente reprobada" no es simplemente que tales cosas se hacen ocasionalmente bajo la tentaci�n, sino que son los h�bitos de la vida de las personas. Y a�n m�s: tales h�bitos no solo son participados por aquellos que tienen el conocimiento suficiente para percibir su culpa (???? ?????????), sino que incluso son tolerados y aprobados (???????????? ???? ?????????); no hubo protesta general o indignaci�n en la sociedad contra las abominaciones prevalentes; y aquellos familiarizados con los escritores de la �poca de Augusto deben ser conscientes de que esto fue as�. Aqu� tenemos la prueba final de la prevalencia de ???????? ????, el cl�max de la imagen de la degradaci�n moral general. "Ideo autem sic int�rprete, quod video apostolum voluisse hic gravius ??aliquid et sceleratius ipsa vitioram perpetratione per-stringere. Id quale sit non intelligo, nisi referamus ad istam nequitiae summam, ubi miseri homines contra Dei justitiam, abjecta verecundium, viti Calvin)

HOMIL�TICA

Romanos 1:1

Credenciales apost�licas.

Los saludos a menudo son meramente formales, o simplemente amigables. No es as� este saludo, con el cual el ap�stol de los gentiles abre su ep�stola a los cristianos de la renombrada Roma imperial. Es sincero y cordial, y tambi�n es digno y autoritario. San Pablo escribe como alguien que siente la responsabilidad de su posici�n y vocaci�n, como alguien justificado al reclamar de sus lectores atenci�n respetuosa y obediencia sumisa. Al mismo tiempo, la conciencia de su apostolado no interfiere, sino que profundiza, su inter�s orante y fraternal en el bienestar de aquellos que son los representantes de Cristo en la metr�poli del mundo.

I. EL NUEVO NOMBRE DEL AP�STOL ES EN S� MISMO UNA CREDENCIAL. Al comienzo de su carrera apost�lica, el nombre de Sa�l fue cambiado a Pablo; y para todos los que pensaron en el asunto, incluso por un momento, este hecho debe haber sido muy significativo. El viejo nombre se hab�a quedado atr�s con la vieja naturaleza. El perseguidor jud�o se hab�a convertido en el predicador cristiano. Si el ap�stol asumi� o no el nombre de su converso, el Proc�nsul de Chipre, en cualquier caso, el nuevo nombre estaba asociado con el nuevo llamamiento, el nuevo pacto, la nueva vida, la nueva esperanza. El cambio nos recuerda la promesa del Redentor victorioso a su fiel soldado: "Escribir� sobre �l mi nuevo Nombre".

II EL SERVICIO ESPIRITUAL DEL AP�STOL ES UN RECLAMO SOBRE RESPETO Y CONFIANZA CRISTIANOS. La afirmaci�n abierta de San Pablo, de que �l es "siervo de Jesucristo", prueba que se ha introducido una nueva idea en el mundo. Aqu� hay un rabino jud�o, ciudadano romano, que se glor�a en su sujeci�n, su servidumbre; �Poseyendo como su Maestro, no al emperador, sino al Crucificado! Al indicar cartas oficiales, los grandes suelen nombrar sus t�tulos de honor. Observe, por el contrario, la humildad de la actitud del ap�stol, como lo demuestra el "estilo y t�tulo" que aqu� asume. Para �l es un honor ser esclavo de Cristo, "de quien soy y a quien sirvo". Es la glorificaci�n de la humanidad espiritual, cuando una naturaleza noble como San Pablo se jacta de vasallaje a Jes�s. Redimido por la piedad y el sacrificio de Cristo de la esclavitud al pecado, el primer uso que el esclavo emancipado hace de la nueva libertad es unirse al servicio de su Libertador y Se�or. Aunque los ap�stoles exponen su reclamo especial de ser los siervos de Cristo, esta es una relaci�n que todo cristiano afirma tener hacia Cristo, una designaci�n que todo cristiano se deleita en apropiarse.

III. EL AP�STOL RECLAMA POR SU MINISTERIO UNA AUTORIDAD DIVINA. Lo que los hombres pensaron entonces, y lo que piensen ahora, sobre la validez de la afirmaci�n de los ap�stoles, no se puede negar que lo adelantaron, y no se puede cuestionar razonablemente que eran sinceros en sus profesiones cuando afirmaban ser comisionado por la autoridad divina y calificado por la inspiraci�n divina para un servicio especial en nombre de la humanidad. Pablo se declar� a s� mismo como un "llamado ap�stol", es decir, llamado por el mismo Se�or Jes�s, sin embargo, en realidad fueron aquellos que fueron convocados y comisionados durante el ministerio del Se�or en la tierra. Como ap�stol, Pablo fue "enviado", es decir, seleccionado, autorizado y nombrado embajador por el propio Rey. Aqu� hay una combinaci�n singular e instructiva. Muy humilde, muy lejos de la autoafirmaci�n, es la designaci�n de Pablo de s� mismo como "siervo de Cristo"; al mismo tiempo, muy audaz, confiado y sin vacilar es su exigencia (para que as� sea) de ser recibido como ministro, heraldo, embajador del Se�or. Sin duda, al usar ese lenguaje al comienzo de este tratado, Paul exigi� a sus lectores que tuvieran en cuenta qu� tipo de documento estaban a punto de examinar; la forma de ello, de hecho, dada por el intelecto, el coraz�n de un hombre, pero la sustancia de ello procede de la mente de Dios mismo.

IV. EL AP�STOL INCLUYE ENTRE SUS CREDENCIALES, LA OCUPACI�N GLORIOSA Y BENEFICIOSA DE SU VIDA. "Separado", marcado de otros hombres, e incluso de su antiguo yo, San Pablo es consciente de que se le ha confiado una agradable obra de evangelizaci�n. En cierto sentido, ha sido "separado" de su propio nacimiento; pero esta consagraci�n, en s� misma un prop�sito Divino, ahora se ha efectuado. Cuando Sa�l fue arrestado en su camino a Damasco, no solo se ilumin� desde arriba, sino que lo trajo a ver en Jes�s a quien hab�a perseguido a un Salvador y un Se�or, sino que Cristo le asegur� su propia selecci�n como embajador en predicar el evangelio a los gentiles. Ese fue el primer paso; el segundo sigui� despu�s de un intervalo de a�os. Cuando Sa�l y Bernab�, en conexi�n con la Iglesia en Antioqu�a, fueron designados para una misi�n evangel�stica, esto fue en la instancia expresa del Esp�ritu Santo, quien orden� a los profetas y maestros que separaran a estos dos para el trabajo al que los hab�a llamado. Por "separaci�n al evangelio de Dios" debe entenderse la devoci�n completa y de por vida a la obra de proclamar las buenas nuevas que proven�an de Dios y que consideraban a Dios. Ahora, esta devoci�n a la publicaci�n de ese evangelio que, en sus doctrinas y en su relaci�n con la vida pr�ctica y social, fue el tema de esta Ep�stola, fue m�s que una introducci�n a los cristianos romanos; fue un elogio a su confianza y una exigencia a su fe y obediencia. Viniendo de un hombre as�, tan especialmente y sobrenaturalmente calificado, esta Ep�stola reclama la atenci�n, no solo de los romanos, sino del mundo.

Romanos 1:2

Un evangelio prometido.

A veces sucede que una bendici�n prometida durante mucho tiempo, anunciada en voz alta y ensalzada c�lidamente, pierde algo de su encanto y sufre la calidez de su bienvenida cuando aparece. Esa debe ser una gran e invaluable bendici�n que ser� prometida y esperada generaci�n tras generaci�n. Se despierta la expectativa, se aviva la llama de la esperanza, el deseo se pone de puntillas y tensa los ojos. Y cuando llega el regalo, debe ser de un valor superior, si no sigue una decepci�n. El evangelio de Jesucristo fue predicho por siglos. Se hab�a convertido en "el deseo de todas las naciones". Pero cuando lleg�, fue m�s glorioso y bienvenido de lo que toda esperanza, toda imaginaci�n, podr�a haber so�ado.

I. Fue ense�ado por Cristo y sus ap�stoles que el evangelio era una bendici�n prometida desde tiempos antiguos. Aqu� hay tres pruebas directas de esto.

1. Nuestro Se�or, en su conversaci�n con los disc�pulos en el camino a Ema�s, les reproch� como "lentos de coraz�n creer todo lo que los profetas hab�an dicho"; y, "comenzando por Mois�s y todos los profetas, les expusieron en todas las Escrituras las cosas acerca de s� mismo".

2. En el d�a de Pentecost�s, Pedro instaur� la resurrecci�n de Cristo como un cumplimiento de la profec�a hebrea; David, siendo profeta, y sabiendo que Dios hab�a jurado levantar a su descendiente para sentarse en su trono, "viendo esto antes, habl� de la resurrecci�n de Cristo".

3. Cuando ante Agripa y Festo, Pablo afirm� que, en su testimonio, dijo "nada m�s que lo que los profetas y Mois�s dijeron que deber�a venir: que Cristo deber�a sufrir, y que �l ser�a el primero en resucitar. los muertos, y deben alumbrar al pueblo y a los gentiles ". Agregue a estos los muchos casos en que los escritores del Nuevo Testamento declaran que el evangelio es el cumplimiento de la profec�a del Antiguo Testamento, y se hace evidente que el Fundador y los primeros predicadores del cristianismo afirman que las Escrituras hebreas testificaron de antemano su glorioso tema. .

II LOS HOMBRES POR LOS QUE SE ANUNCI� EL EVANGELIO ERA LOS PROFETAS DE DIOS. Fueron llamados as� porque pronunciaron, como sus representantes, la mente y la voluntad de Dios. Y cumplieron este oficio, no solo con vistas al tiempo presente, sus circunstancias y deberes, sino con vistas al futuro. As�, la profec�a y la predicci�n estaban estrechamente relacionadas. Con Dios no hay pasado, presente ni futuro. La promesa se hizo primero a nuestros primeros padres, y a trav�s de Adam a su posteridad. La simiente de la mujer debe lastimar la cabeza de la serpiente. Abraham, en quien la raza humana tom� un nuevo rumbo, estaba seguro de que en su simiente todas las naciones de la tierra deber�an ser bendecidas. Esta declaraci�n, hecha al padre de los fieles, fue cre�da por �l, y su fe se contaba como justicia. A trav�s de �l se convirti� en propiedad de sus descendientes; porque evidentemente as� lo entendi� Jacob. A Mois�s se le dio la promesa, y por �l qued� registrada, que Dios deber�a levantar un profeta como �l. Pero Mois�s profetiz� de Cristo m�s bien en las ordenanzas que instituy� que en las palabras que pronunci�. Los sacrificios, especialmente de la dispensaci�n jud�a, fueron sinceros para �l, quien a su debido tiempo deber�a morir por los imp�os. En los Salmos de David hay varios pasajes en los cuales el Esp�ritu Santo asegur� al monarca israelita un sucesor m�s que su propia dignidad y dominio. Isa�as habl� de un Mes�as sufriente y victorioso. Y otros miembros de la comunidad, especialmente Jerem�as, Zacar�as, Malaqu�as y Daniel, anunciaron de antemano el advenimiento o el Libertador de Israel y del mundo.

III. LAS ESCRITURAS FUERON EL REGISTRO EN EL QUE SE CONSERV� LA PROMESA DEL EVANGELIO. Admira la sabidur�a de Dios manifestada en esta disposici�n. Los hombres se han burlado de una "revelaci�n de libros"; pero debe recordarse que la �nica alternativa a esto, hasta donde podemos ver, era la tradici�n: tradici�n cambiante y poco confiable. Los hebreos valoraban sus escritos sagrados, y ten�an buenas razones para hacerlo. El Se�or Jes�s orden� a sus oponentes que "buscaran las Escrituras", sabiendo que estos testificaban de �l. Los ap�stoles siempre apelaban, cuando razonaban con los jud�os, a los libros que justamente consideraban inspirados. Estos libros conten�an un tesoro que aquellos que solo sab�an su letra, no su esp�ritu, a menudo no pod�an discernir y valorar. "Santo", porque inspirado por el Esp�ritu Santo; porque escrito por las plumas de los hombres santos; porque contiene la santa doctrina; porque tiende a fomentar un car�cter y una vida santos, a la sociedad de levadura con doctrinas y principios sagrados. Sobre todo, santo porque testificando al que era el "Santo y el Justo", el "Santo Ni�o Jes�s" de Dios. Las Escrituras son el ata�d, y Cristo la Divina Joya dentro.

IV. CONSIDERE LOS PROP�SITOS PARA LOS QUE EL EVANGELIO FUE ASISTIDO Y PUBLICADO, con creciente claridad en los siglos anteriores a la venida de Cristo. Hab�a raz�n divina en este arreglo; y Paul vio que esto era as�, o no habr�a presentado esto al frente de este documento. Observe estas tres intenciones evidentes.

1. As� se mantuvieron las esperanzas del pueblo de Dios. �Cu�n necesarias han sido las promesas expresadas para los piadosos que vivieron en el crep�sculo del juda�smo, rodeados por la noche oscura del paganismo! A menudo, sus corazones deben haberse hundido dentro de ellos, solo para ser revividos por las declaraciones graciosas del Se�or y Rey universales.

2. As� se mostr� la sabidur�a y la benevolencia de Dios. Ser�a conocido, no solo como el gobernante moral, sino como el gracioso Salvador de la humanidad. El lenguaje brillante de los profetas inspirados representaba los atributos del gran Redentor en colores que inspiraban a la naci�n con una esperanza viva y bendecida.

3. As� se hizo provisi�n para establecer la credibilidad y autoridad del evangelio, cuando se revela. Mucho de lo que se escribi� antes no pod�a entenderse en ese momento. Estas cosas fueron escritas, no para aquellos que entonces vivieron, sino para nosotros. Mirando la profec�a, y luego el cumplimiento, reconociendo la maravillosa correspondencia, vemos la presencia del mismo Dios en el antiguo pacto, y en ese nuevo pacto que en verdad es m�s antiguo que el antiguo.

SOLICITUD. La gran lecci�n pr�ctica transmitida en este pasaje es bastante obvia. Si el evangelio fue el asunto de una promesa divina, repetida por profeta tras profeta a trav�s de un largo curso de siglos, y si el cumplimiento de esa promesa fue el evento m�s grande en la historia de la humanidad, cu�n inmensamente importante debe ser este evangelio para nosotros ! Un extra�o a la religi�n cristiana, naturalmente, podr�a pensar que es una cosa inexplicable, incluso irrazonable, que una asamblea de ingleses en el siglo XIX deba pasar una hora meditando solemnemente sobre las palabras pronunciadas por maestros religiosos que, hace miles de a�os, vivieron en una remota franja de tierra en Asia, entre el desierto y el mar. Naturalmente, podr�a preguntar: �qu� posible relaci�n pueden tener esas palabras con los principios que rigen su vida, los objetivos y las esperanzas que inspiran su coraz�n? Nuestra respuesta es clara. Dios, en la antig�edad, le dio a la humanidad una promesa que sus circunstancias hicieron indescriptiblemente oportunas, bienvenidas y preciosas. Una raza pecaminosa, en rebeli�n contra la autoridad divina, que merec�a y se atrev�a a castigar, no necesitaba nada m�s que una garant�a de la compasi�n del Rey, como la revelaci�n de un camino de salvaci�n, de reconciliaci�n, de obediencia leal, de vida eterna. Bajo la dispensaci�n prof�tica, este deseo se cumpli�; Esta declaraci�n, esta promesa, fue dada. En la venida de Cristo, en su vida de ministerio benevolente, su muerte de sacrificio y redenci�n, su ascenso victorioso, su reinado espiritual, las antiguas palabras de predicci�n y promesa encontraron un eco que se correspond�a con ellos, pero m�s fuerte que ellos. Y ahora se predica el evangelio: que se ha cumplido el consejo de Dios, se ha manifestado la gracia de Dios, se ha manifestado el poder de Dios. No tenemos que decir lo que har� Dios, sino lo que ha hecho. Ahora no tenemos que elevar la esperanza de los hombres, sino exigir su fe. Recibir esta revelaci�n es venir bajo un nuevo principio, un nuevo poder, convertirse en una nueva creaci�n, vivir una nueva vida. Recuerde que la promesa se refiere, no solo a los hechos que, en un sentido, constituyen el evangelio, sino a las bendiciones que el evangelio asegura a quienes lo aceptan. Si el evangelio de Cristo tiene, como creemos y ense�amos, autoridad divina, entonces, por el Se�or Jes�s, hay perd�n por los pecados, renovaci�n para el coraz�n, gracia para todas las necesidades y vida y alegr�a inmortales; Hay todo lo que el hombre puede pedir y Dios puede dar. En Cristo se hace provisi�n para cada falta de hombre pecador, ignorante e indefenso. Todas las bendiciones del evangelio se ofrecen de la misericordia gratuita de Dios al solicitante arrepentido y confiado. �Qu� necesidad espiritual hay que la experiencia que no muestra pueda ser satisfecha por el evangelio de Cristo, por Cristo mismo? �Ninguna! Todas las bendiciones est�n aseguradas para su pueblo fiel.

Romanos 1:3, Romanos 1:4

El tema del evangelio.

Observe c�mo la mente del ap�stol est� cargada con el �nico gran tema de su ministerio. �l ha procedido solo unas pocas palabras con su Ep�stola, �y he aqu�! Ya est� introduciendo, por la fuerza de un impulso dominante, una declaraci�n completa de los principales hechos y doctrinas con respecto al Se�or Jesucristo.

I. Tenemos aqu� una DESIGNACI�N completa y concisa del SER que fue el tema del evangelio que Pablo predic�. Al nombre humano, "Jes�s", "la Salvaci�n del Eterno", le sigue el nombre oficial del Mediador, "Cristo", "el Ungido de Dios", y esto con el t�tulo que denota su relaci�n justa con su Iglesia, "nuestro Se�or."

II La NATURALEZA HUMANA de Cristo est� claramente afirmada. Si, seg�n la carne, �l naci� de la simiente de David, �l era

(1) de descendencia humana. Su humanidad comenz� a estar en su nacimiento. Era "muy hombre", pasando por experiencias humanas y sufriendo debilidades y penas humanas, aunque sin pecado. Pero estamos aqu� recordados

(2) que �l era de linaje real. Esto estaba de acuerdo con las predicciones de las Escrituras del Antiguo Testamento. Y, como �l mismo asegur� a la gente, no solo era el Hijo de David, sino el Se�or de David.

III. La DIGNIDAD DIVINA del Salvador es simple pero gloriosamente afirmada. En la misma oraci�n en la que se le llama el Hijo de un rey terrenal, se lo designa "Hijo de Dios". Esto fue manifestado, declarado, como siendo. No podemos comprender este misterio; pero. puede recibirse razonablemente y no puede rechazarse razonablemente. Esta combinaci�n de los dos elementos en la naturaleza de nuestro Redentor lo convierte en un Mediador completamente suficiente entre Dios y el hombre.

IV. Aqu� est� la ATENCI�N SUPERNATURAL a la naturaleza y misi�n de Cristo afirmada con valent�a. La resurrecci�n de los muertos no fue solo un milagro realizado por �l como acompa�amiento de su misi�n; fue ejemplificado en su propia Persona, porque �l era la Primicia de los que duermen. La resurrecci�n espiritual es la promesa de lo que es corporal; y la resurrecci�n siempre fue mencionada por los primeros predicadores del cristianismo, en relaci�n con la autoridad y el se�or�o de Cristo. La lecci�n es se�alada por las cl�usulas adicionales, "con poder" y "por el Esp�ritu de santidad".

SOLICITUD.

1. Tomemos una visi�n justa y completa, no parcial, inadecuada de la naturaleza maravillosa de nuestro Salvador.

2. �Qu� justificaci�n y est�mulo se puede encontrar en esta representaci�n para que el pecador comprometa sus intereses eternos con Aquel tan calificado, tan suficiente, para cuidar y salvar el alma creyente!

Romanos 1:5

El objetivo apost�lico.

Hab�a gran dignidad en el car�cter, el comportamiento y el lenguaje del ap�stol Pablo. Esto no era inconsistente con la modestia y la humildad que eran el adorno de su car�cter cristiano. Pero mientras sent�a su indignidad personal, debilidad e insuficiencia absoluta por el vasto y arduo trabajo que se le confiaba, su sentido de la grandeza del trabajo elev� su concepci�n de su propia alta vocaci�n. Era bueno que todos los ministros cristianos apreciaran los puntos de vista humildes de s� mismos y, al mismo tiempo, los puntos de vista elevados del ministerio que hab�an recibido de Dios.

I. OBSERVE LAS CUALIFICACIONES ENTREGADAS A PABLO. Describe esto para justificarse a s� mismo en el tono de su Ep�stola y para asegurar la atenci�n respetuosa de sus lectores.

1. �De d�nde se derivaron? No eran los dones ordinarios que la Providencia otorga a los hombres para que sean aptos para el trabajo de la vida. Fueron rastreados hasta Cristo ("por qui�n"), el Dador de todas las bendiciones para su Iglesia. Era prerrogativa del Redentor glorificado conferir dones a los hombres. "�l dio algunos, ap�stoles", etc. Habiendo redimido a su Iglesia a un costo tan alto, no pod�a abandonarla sin proveer el suministro de todas sus necesidades.

2. �En qu� consistieron? Pablo usa dos t�rminos. Uno de ellos denota el don m�s general, "gracia". Por esto puede entenderse, no solo las influencias iluminadoras y vivificantes del Esp�ritu Santo, que llevan al alma al disfrute de la vida espiritual nueva y superior, sino todo lo que distingue el car�cter cristiano, y se adapta para un testimonio efectivo y ben�fico de la Salvador. El otro t�rmino es "apostolado". Los ap�stoles ocuparon un lugar tan prominente y honorable entre los siervos de Cristo, que no podemos sorprendernos de que aqu� se emplee una palabra especial. Pablo fue "llamado a ser ap�stol"; y a menudo se refiere a la memorable ocasi�n en que fue arrestado por su misi�n de persecuci�n, convertido a la fe y al servicio de Cristo, y comisionado para la gran y santa obra de su vida. Afirma no estar detr�s del principal de los ap�stoles, y se glor�a en la gracia de Dios que se manifest� en �l y en �l.

II OBSERVE EL FINAL BUSCADO POR PABLO. "Los esp�ritus no se tocan con delicadeza, sino a cuestiones delicadas". y las dotaciones que le fueron conferidas a Pablo deben haber sido preparadas para ning�n servicio ordinario.

1. El car�cter de este fin era moral, espiritual. Fue para vencer la desobediencia y la rebeli�n de los hombres pecadores; para vencerlos por la gracia de la cruz de Cristo y por el poder del Esp�ritu de Dios. La obediencia que requiere nuestro Rey y Padre, ha resuelto asegurarla por medio de la sabidur�a infinita y provista por el amor infinito. El evangelio de Cristo, recibido por fe, debe ser el medio de reconciliar al hombre con Dios.

2. La fe, entonces, ocup� un lugar de inmensa importancia en la ense�anza del ap�stol. Esta ep�stola a los romanos es, en s� misma, prueba suficiente de ello. La justificaci�n con Dios, y la sujeci�n y consagraci�n a Dios, est�n aseguradas por la fe en el Mediador, Cristo. La obediencia cristiana es provocada, no por restricciones o miedo, sino por este motivo inteligente y elevado.

3. La esfera de esta misi�n apost�lica era ilimitada, salvo por los l�mites de la humanidad. "Todas las naciones" fueron comprendidas dentro de la comisi�n que recibi�. Se dice que un gran predicador moderno, John Wesley, reclam� "el mundo como su parroquia". Fue una vista sublime de su ministerio lo que Pablo tom�; y fue tomada, no bajo la influencia del entusiasmo o la importancia personal, sino sobre la m�s alta de todas las autoridades: la del Salvador y el Se�or de todos.

4. El tema final del apostolado de Pablo parece estar impl�cito en la expresi�n "por su nombre". Era la gloria del Hijo de Dios lo que su siervo buscaba fiel y consistentemente; no hab�a nada personal o ego�sta, nada mezquino o indigno, en sus objetivos. El Nombre de Cristo est� en s� mismo sobre cada nombre, y ante ese Nombre toda rodilla se doblar�. Esta seguridad fue suficiente para animar y sostener al ap�stol en todo su trabajo y en todo su sufrimiento. En total, "Cristo debe ser magnificado".

SOLICITUD.

1. Todos los oyentes del evangelio son convocados a la obediencia a la fe.

2. Todos los que han recibido el evangelio tambi�n han recibido algo de confianza y algo de gracia, lo que los hace responsables de dar a conocer los medios revelados de salvaci�n a sus semejantes.

Romanos 1:6, Romanos 1:7

Los cristianos romanos.

En la gran capital del imperio y del mundo, se hab�a constituido una congregaci�n de fieles y disc�pulos cristianos. En medio de la grandeza, la opulencia, el vicio, que prevaleci� en esto, como en todas las metr�polis; en medio de orgullosos patricios, plebeyos turbulentos y esclavos miserables, ya exist�a una sociedad oscura pero, para nosotros, notable, compuesta de jud�os, romanos y extranjeros residentes en la ciudad, a quienes Pablo, el ap�stol de los gentiles, escribi� esto letra. Los miembros de esta sociedad no se caracterizaron por ninguna marca externa de distinci�n que los hiciera interesantes para los habitantes de Roma en general. Sin embargo, mientras que los grandes, sabios y ricos, que nunca oyeron hablar de la Iglesia Cristiana en medio de ellos, o que, si oyeron hablar de ella, la despreciaron, mientras que, en su mayor parte, est�n olvidados, esa Iglesia todav�a est� recordado con profundo inter�s. Observe las marcas por las cuales se distingui� a la vista del ap�stol inspirado. Escribi� "a todos los que est�n en Roma", que se diferenciaron de los que los rodeaban en ciertos aspectos.

I. Fueron llamados de Cristo. En su mayor parte, nunca hab�an visto al Se�or Jes�s; pero sus almas hab�an escuchado su santo y gracioso llamado.

1. Hab�an sido abordados por la voz audible de su Palabra pronunciada. El llamado del evangelio hab�a llegado a su entendimiento.

2. Hab�an experimentado el llamado interno de su Esp�ritu. El ap�stol podr�a decir a cada uno de ellos: "La Palabra est� cerca de ti, incluso en tu coraz�n".

3. Hab�an respondido al llamado con su fe y obediencia; No hab�an recibido la gracia de Dios en vano.

II Eran amados de Dios.

1. En com�n con toda la humanidad, fueron los objetos de la Divina piedad. "Dios am� tanto al mundo", etc.

2. Pero hab�a un sentido especial en el que participaban del amor de Dios. Les hab�a revelado su amor y ellos amaban a Dios, porque �l los am� primero. Amaba su propia imagen reflejada en su car�cter y vida.

3. Este amor se manifest� especialmente en su adopci�n. "�Mirad qu� amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios!"

III. SE SEPARARON HACIA LA SANTIDAD. La palabra "santo" ahora es apropiada para personajes de piedad peculiar y distinguida. Pero sirve para recordarnos que los cristianos estaban destinados a ser puros en medio de un mundo pecaminoso y una generaci�n pecaminosa, una condici�n del favor divino, as� como el resultado de los privilegios que disfruta el pueblo de Dios. El t�rmino puede ser as� desplegado. Los santos son

(1) se distinguen de la sociedad pecaminosa por la cual est�n rodeados;

(2) distinguidos de sus antiguos yoes;

(3) lleno del Esp�ritu de santidad;

(4) y en car�cter, as� como por profesi�n, testigos de un Dios y Salvador santo.

Tales "notas" del verdadero cristianismo experimental, de hecho, no eran peculiares de los cristianos romanos; pero su presencia visible en la sociedad a la que se dirigi� el ap�stol fue un ferviente fruto de la verdadera religi�n que deber�a abundar dondequiera que se proclamara y recibiera el evangelio.

Romanos 1:13, Romanos 1:14

Un coraz�n anhelante.

El ministerio del evangelio de Cristo puede cumplirse de dos maneras: mediante visitas personales y ense�anza y predicaci�n oral; o por comunicaciones escritas, en forma de carta o tratado. Paul, como muchos desde su tiempo, adopt� ambos m�todos, y ser�a dif�cil decir en qu� fue m�s efectivo. Cuando no pod�a visitar una ciudad, pod�a escribir a quienes viv�an all�. Esta diferencia entre los dos m�todos es observable: al escribir solo pod�a llegar a aquellos que ya estaban dispuestos favorablemente hacia la doctrina cristiana, mientras que de boca en boca a menudo ten�a acceso a los corazones de los no creyentes.

I. PROP�SITOS BENEVOLENTES PUEDEN SER PROPUESTOS PROPORCIONALMENTE. Dios a menudo en misericordia frustra los consejos malvados de los hombres maliciosos. Pero no solo eso; a veces impide que sus sirvientes realicen dise�os buenos en sus motivos. A Paul le suced�a de vez en cuando que, deseando visitar alg�n pa�s o ciudad en un recado de misericordia, su camino se dirig�a en esa direcci�n particular, y sus pasos se volv�an hacia otro lado. El deseo del ap�stol de visitar Roma era natural, desinteresado y digno de elogio, y, en el tiempo de Dios, se cumpli�. Pero, hasta la fecha de escribir esta Ep�stola, se le hab�a impedido llevar a la pr�ctica ese deseo. Se nos ense�a que todos nuestros planes, incluso los de los servicios especiales de evangelizaci�n, deben formarse con sumisi�n a la sabidur�a y la voluntad de Dios.

II EL ESFUERZO ESPIRITUAL ES CON VISTA A LA FRUTA ESPIRITUAL. El ap�stol esperaba alg�n resultado del trabajo. Hab�a cosechado una cosecha, m�s o menos abundante, en otros campos de trabajo, y su prop�sito al visitar Roma era recolectar frutos para Dios. �Qu� era esta "fruta"? La conversi�n de los hombres a la fe y la obediencia al evangelio, y el crecimiento del car�cter cristiano en aquellos que profesaban ser seguidores de Cristo. En estos resultados espirituales, el evangelista, el pastor, cosecha la cosecha de su trabajo. Para este fin, el Se�or de la cosecha empuja a los trabajadores. "Aqu� est� glorificado el Padre, para que den mucho fruto". La esterilidad y la falta de frutos en el dominio espiritual son una fuente de dolor, angustia y desilusi�n.

III. EL TRABAJADOR CRISTIANO ES UN DEUDOR DE TODOS LOS HOMBRES. Pablo sinti� que, al predicar el evangelio a sus semejantes, les estaba pagando lo que les correspond�a, esa necesidad se le impon�a. �Cu�l fue y es el fundamento de esta obligaci�n? En el caso de Pablo, la se�al de conversi�n de la carrera del perseguidor a la vida del cristiano, y la comisi�n divina de predicar el evangelio a los gentiles, formaron razones y motivos peculiares que instaron a tal devoci�n. Sin embargo, cada cristiano, despu�s de haber recibido bendiciones espirituales a trav�s de la agencia de sus semejantes, est� obligado a transmitir a los dem�s lo que �l mismo ha recibido. Y la propia autoridad de Cristo sanciona nuestro servicio espiritual prestado a los hombres como un cumplimiento de la gran deuda que todos le debemos a �l. El alcance de esta obligaci�n es universal. Incluye todas las naciones y razas, griegos y b�rbaros; Todas las clases y personajes, sabios e imprudentes. Pablo estaba listo para ministrar a hebreos y paganos, romanos y griegos, esclavos y libres. Sab�a que la recepci�n de su mensaje traer�a la verdadera sabidur�a y la verdadera libertad a los hombres de todas las tribus y de todo tipo, y por lo tanto trat� de pagar su deuda con toda la humanidad.

SOLICITUD. El trabajador cristiano debe buscar que su trabajo pueda ser dirigido por el esp�ritu distintivamente cristiano; que debe contemplar el objetivo y resultado cristiano especial; y que debe mostrar verdadera amplitud cristiana y caridad.

Romanos 1:15, Romanos 1:16

Gloriando en el evangelio.

No fue a trav�s de ninguna reducci�n de publicidad o persecuci�n, cr�tica o crueldad, que Paul no hab�a visitado Roma, hasta la fecha de escribir esta carta. Las circunstancias, en las que reconoci� la acci�n de la Divina Providencia, hasta ahora le hab�an impedido llevar a la pr�ctica su deseo. Y ahora era la santa ambici�n de su coraz�n audaz y benevolente publicar el evangelio de Cristo en la metr�poli del imperio, del mundo.

I. HAB�A RAZONES QUE HABR�AN RENDIDO A ALGUNOS HOMBRES avergonzados del EVANGELIO DE CRISTO. Ahora, de hecho, en nuestros d�as, cuando el cristianismo puede se�alar los triunfos de dieciocho siglos, cuando el cristianismo ha recibido el homenaje de los m�s nobles intelectos y los corazones m�s puros, cuando el cristianismo ordena la reverencia de la humanidad civilizada, no es f�cil entender c�mo , al principio, deber�a haber habido alguna tentaci�n de avergonzarse de la religi�n de Jes�s. Pero pong�monos en la posici�n de aquellos que vivieron en el primer siglo de nuestra era, y sentiremos que, para ellos, se necesitaba confianza y valor en ning�n grado ordinario para profesar y promulgar la fe.

1. Hab�a tales razones relacionadas con la religi�n de Cristo, en s� misma considerada, su origen en Palestina; el nacimiento de su Fundador como jud�o y como descendiente de padres humildes; su ignominiosa muerte en la cruz; la condici�n media de muchos de sus primeros adherentes y misioneros; estas eran circunstancias perjudiciales para la religi�n a los ojos de los hombres carnales. La religi�n misma, exigiendo contrici�n y arrepentimiento de todos los hombres como pecadores, exigiendo fe en un Salvador crucificado como Mediador de la Divina misericordia, exigiendo un nuevo coraz�n, un esp�ritu infantil, una vida de abnegaci�n, debe haber sido repugnante para orgullo humano A esto hay que a�adir el reproche de que el cristianismo no lleg� entre los hombres recomendados por las fascinaciones de la filosof�a o la persuasi�n de la elocuencia y la poes�a; y el reproche adicional de que no proporcionaba templos hermosos, ni rituales espl�ndidos, ni sacerdotes imponentes.

2. Hab�a razones personales para el ap�stol Pablo, que, algunos podr�an haber supuesto, lo hubieran avergonzado del evangelio. Era un hebreo y un rabino, uno de los cuales era muy apreciado y reconocido entre los sabios y poderosos de sus compatriotas: �era probable que se dedicara a una doctrina que consideraba el juda�smo como una dispensaci�n preparatoria, cuyo prop�sito ahora fue respondido, y que fue a fallecer; �Una doctrina que deprim�a la letra y la forma que el juda�smo apreciaba tan ciegamente? Era un erudito, versado hasta cierto punto en el aprendizaje del griego, y con un intelecto capaz de exponer y adornar la filosof�a griega: �era probable que aceptara instructores y colegas toscos e iletrados, y que abandonara como in�til la sabidur�a de este mundo? Era ciudadano romano, ten�a derecho a los privilegios e inmunidades asociados a esa posici�n orgullosa: era probable que se aliara con una religi�n cuya profesi�n ser�a considerada con desprecio por las autoridades c�vicas, a menos que, de hecho, pudiera resultar pol�ticamente conveniente. visitar su propagaci�n con penalizaciones?

II PABLO TEN�A, SIN EMBARGO, M�S PODEROSAS RAZONES PARA GLORIZARSE EN EL EVANGELIO DE CRISTO. Aunque simplemente dijo que no estaba "avergonzado" de ello, el lenguaje y el esp�ritu del pasaje implican que era su alegr�a, su gloria, su jactancia. Y en esto no estaba apreciando sentimientos fan�ticos e irracionales; Ten�a raz�n para su gloria.

1. La naturaleza del evangelio era, para el ap�stol, fundamento suficiente para apreciarlo y exaltar sus reclamos sobre el respeto de los hombres. Los medios divinos para reconciliar a los hombres rebeldes y culpables con Dios, el justo Juez y Gobernante; Las noticias del advenimiento, el ministerio, el sacrificio y la glorificaci�n del Redentor no eran solo noticias que deb�an recibirse con devoto agradecimiento: era un evangelio de buenas nuevas que se difund�an con la seriedad de la benevolencia cordial. Un coraz�n tocado por el espect�culo del pecado humano, la miseria y la impotencia, y capaz de apreciar la maravillosa provisi�n de sabidur�a y amor infinitos, en la redenci�n de Jesucristo, no pod�a sino llenarse de alegr�a, cuando se le confiaba el privilegio de ofrecer a los moribundos hijos de los hombres un remedio tan divino.

2. Pablo se glori� en el evangelio como la exhibici�n m�s alta del poder de Dios. Los hombres no se avergonzar�n de asociarse con el poder; m�s bien se enorgullecen y se jactan de su fuerza o la grandeza de sus recursos, el poder de su partido o de su pa�s. Ahora, el poder del evangelio llevaba la apariencia de debilidad; Sin embargo, la debilidad de Dios era m�s fuerte que la de los hombres. Un pensador, un fil�ntropo, puede tener m�s poder que un rey o un guerrero. Ciertamente, el cristianismo ha demostrado c�mo las cosas d�biles del mundo confunden a los poderosos. Espiritual por igual en su origen, su instrumento y su esfera, la realidad de su poder se muestra en la superaci�n de obst�culos, en el logro de transformaciones morales, en la renovaci�n de los usos y principios de la sociedad.

3. Pablo se glori� en los resultados especiales que demostraron el poder del evangelio. �l vio en �l el poder de Dios "para salvaci�n". Se admira la destreza del guerrero como medio de destrucci�n humana. Con demasiada frecuencia, los hombres reverencian lo que m�s temen. Es la gloria de Dios que �l sea "poderoso para salvar"; de Cristo que �l es "capaz de salvar al m�ximo"; del evangelio que trae "gran salvaci�n". Al traer la salvaci�n del pecado, de la condenaci�n, de todo lo que implica el pecado, de la travesura moral y la miseria, el evangelio es enf�ticamente poder divino. El ap�stol hab�a sentido este poder en su propio coraz�n y vida; hab�a sido testigo de innumerables casos de este poder, que eran menos sorprendentes y sorprendentes que los que exhib�a su propia vida.

4. Otro motivo de confianza y jactancia en el evangelio fue, para la mente del ap�stol, su eficacia variada y generalizada. En la expresi�n "a todo aquel que cree", tenemos una declaraci�n de la condici�n sobre la cual se ejerce el poder de entrega y curaci�n del evangelio: la fe; y tambi�n tenemos una afirmaci�n de su adaptaci�n universal. Aunque escribi� a los romanos, el ap�stol de los gentiles destaca de manera destacada el hecho de que la oferta del evangelio se hizo primero al jud�o. Este no fue solo el curso obvio se�alado por la providencia de Dios; fue la direcci�n expresa del autor y fundador del cristianismo. Sin embargo, en el evangelio no hab�a nada limitado o local; fue, y es, adaptado a las necesidades espirituales de toda la familia del hombre.

SOLICITUD.

1. Todo oyente del evangelio debe preguntarse a s� mismo si ha experimentado su poder sobre su coraz�n y su vida.

2. Los cristianos deben considerar la gloria del cristianismo para evitar cualquier peligro de estar, en cualquier circunstancia o sociedad, avergonzados de su religi�n.

3. No se debe perder la oportunidad de elogiar el evangelio, con sus reclamos y privilegios, a la aceptaci�n de los hombres, sin tener en cuenta su raza, su clase o su car�cter. La incredulidad sola es insensible al poder de la religi�n de Cristo. Todos los que creen sinceramente experimentar�n su poder renovador, liberador y acelerador.

Romanos 1:17

La nueva justicia.

El ap�stol fue justificado en su jactancia en el evangelio, debido al alto nivel que era el medio de asegurar, nada menos que la salvaci�n de los hombres. Esta salvaci�n es su objetivo, en esta Ep�stola, establecer su verdadera luz. Es una moral, una liberaci�n espiritual; un derecho de voto del alma; una apertura de las puertas de la prisi�n; Una curaci�n radical, minuciosa y duradera. Un Dios justo solo puede reconciliarse con hombres pecaminosos y desobedientes comunic�ndoles su propia justicia. La naturaleza interna, el ser espiritual, el car�cter moral, es la esfera de la gran salvaci�n que trae Cristo, que anuncia el evangelio. Hay en este verso tres ideas.

I. FE. Al igual que su Pascua Divina, Pablo insisti� vigorosamente en la importancia, la necesidad, de la fe. Esta es una se�al de la espiritualidad de nuestra religi�n, que comienza con el coraz�n y trabaja desde adentro hacia afuera. Pero la Escritura no admite la doctrina m�stica de que la fe es un mero sentimiento, que no tiene un objeto definido. Por el contrario, revela a Dios y sus promesas, y especialmente a su Hijo y la verdad relacionada con �l, como los objetos de la fe. El objetivo de Pablo, como el de todo maestro cristiano, era despertar la fe; y con este fin dio a conocer las buenas nuevas, para que quienes las escucharan pudieran tener un objeto apropiado sobre el cual depositar su confianza. Si vamos a creer, debemos tener algo digno de creer; Si debemos confiar, debe ser en Aquel que tiene un derecho justo sobre nuestra confianza. El cristianismo responde a este requisito, y satisface el deseo del alma de un terreno suficiente y un objeto adecuado para la fe, al ofrecer la salvaci�n a trav�s de la misericordia divina extendida a trav�s de la redenci�n que es en Cristo Jes�s.

II JUSTICIA. Se puede decir que esta Ep�stola se ocupa principalmente de dos temas: el pecado y la justicia; el pecado es del hombre, y la justicia de Dios. Nos muestra c�mo la justicia divina se convierte en la del hombre. Es la fe la que une el alma humana al justo y santo Se�or; el ala por la cual el hombre se eleva desde la atm�sfera malvada del pecado al aire claro y superior de la comuni�n con Dios. El evangelio, dice el texto, revela la justicia de Dios. Lo hace, primero, al dar a conocer la perfecta obediencia de Cristo, quien "cumpli� toda justicia" y fue "obediente hasta la muerte". Lo hace, adem�s, declarando la raz�n de los sufrimientos y la muerte inmerecidos de Cristo. Estos, que, considerados superficialmente, parecen m�s bien opuestos a la creencia en la justicia del gobierno de Dios, son, para el cristiano, la m�s alta ilustraci�n de esa justicia. Aunque inocente y santo, nuestro Se�or, convirti�ndose en el Representante y Redentor de la raza cuya naturaleza asumi�, se someti� por nuestro bien a los dolores y la muerte que no merec�a. Mostr� as�, no solo la atrocidad del pecado humano, que lo llev� a la vergonzosa cruz; no solo la magnitud del pecado del mundo, cuya pena �l acept� y soport� as�; pero la justicia de Dios, que, en el acto mismo de proporcionar el perd�n del pecador, conden� de manera m�s significativa y efectiva el pecado mismo. En ninguna parte el pecado parece tan pecaminoso como en la cruz de Cristo, donde la justicia se encuentra en llamativo y sublime contraste con la iniquidad, revelando en toda su enormidad el mal que vence y mata. Cristo no solo revel�, sino que tambi�n imparti� la justicia de Dios. Y esto de dos maneras: perdonando con rectitud, absolviendo y aceptando al creyente penitente en su Hijo; e infundi�ndole un nuevo principio de justicia. Por lo tanto, el cristianismo establece de inmediato que el hombre puede ser justo y justo con Dios, y que puede poseer la justicia del impulso, el h�bito y el principio, lo que producir� la justicia de la acci�n en sus relaciones con sus semejantes.

III. VIDA. "El justo por la fe", tal es la ense�anza del profeta y del ap�stol, "vivir�". Esta vida se opone a la muerte espiritual; es el regalo especial de Dios en Cristo; Es el principio efectivo de la actividad renovada y sagrada. Incluye dentro de s� mismo la plenitud de todas las bendiciones espirituales. Es el comienzo y el fervor de la inmortalidad; es "la vida eterna".

LECCIONES PR�CTICAS 1. El bien supremo debe buscarse de Dios, y solo de �l; solo en �l hay justicia y vida.

2. A la revelaci�n de Dios en y por Cristo debe corresponder el acercamiento del alma a �l por fe. Este es el camino del propio nombramiento de Dios, marcado por la sabidur�a de Dios, y demostrado por la experiencia real como divinamente eficaz.

Romanos 1:24

Mala pasi�n

No se pudo haber presentado una exhibici�n m�s espantosa del pecado y sus consecuencias que la que dio el ap�stol en la �ltima parte de este cap�tulo; Sin embargo, haber dicho menos que esto habr�a sido no estar a la altura de los hechos del caso, que deb�an declararse para preparar el camino para la publicaci�n de un evangelio de perd�n y de pureza.

I. LA RA�Z DE LA PASI�N MAL, O LA DESEO, EST� EN LA ADORACI�N DE LA CRIATURA. El comienzo de todo mal est� en apartarse de Dios. Sus obras, y especialmente la m�s honorable y hermosa de todas sus construcciones materiales, el cuerpo humano, est�n destinadas a dirigir los pensamientos y aspiraciones de los hombres al gran Creador mismo, cuyos atributos muestran en cierta medida. La simetr�a, la gracia y la belleza de la forma y las caracter�sticas humanas son la corona de la creaci�n f�sica. Y para el cristiano, el cuerpo del hombre tiene este inter�s superior: estaba ocupado por la mente humana, estaba pose�do por la naturaleza Divina, del Hijo de Dios mismo. El atractivo del cuerpo no es solo un hecho indicativo del deleite divino en la forma; dentro de los l�mites legales, est� destinado a servir a los altos prop�sitos de la vida social y especialmente de la vida conyugal. Pero cuando el inter�s se centra en lo que es corp�reo, y no pasa m�s all� y por encima de �l, entonces la intenci�n Divina se frustra. Evidentemente, la nobleza, la encantadora belleza caracter�stica del cuerpo humano en sus tipos m�s grandiosos y justos, est� dise�ada para sugerir la excelencia espiritual infinita y eterna.

"As�, la belleza aqu� apunta a lo anterior, y la belleza conduce al amor perfecto".

Pero cuando se pierde esta gran y preciosa lecci�n, �qu� sigue? Degradaci�n inevitable. La criatura es adorada, y el Creador es olvidado o despreciado. La mente y el coraz�n buscan descansar en lo que nunca puede satisfacerlos. El emblema se confunde con la realidad, la sombra con la sustancia.

II EL FRUTO DE LA PASI�N MALVADA, O LA DESEO, ES UN VICE NATURAL Y DESBASCANTE. Los lectores de la literatura antigua de Grecia y Roma, estudiantes de antropolog�a, viajeros y residentes en tierras paganas de nuestro tiempo, son muy conscientes de hasta d�nde puede llevar la pasi�n pecaminosa a quienes domina. No hay necesidad de entrar en detalles, y es mejor para los cristianos permanecer ignorantes de las corrupciones con las cuales, felizmente, nunca se ponen en contacto. Pero sigue siendo cierto que, con la idolatr�a, los ritos y las org�as m�s sucias a menudo han estado, y a�n est�n, asociados. Los abandonados a las "lujurias carnales" parecen agotar su ingenio al inventar formas de indulgencia ilegal.

III. EL CASTIGO DE LA PASI�N MAL, O LA DESEO, EST� ASEGURADO POR LA ACCI�N RETRIBUTIVA DEL GOBIERNO JUSTO DE DIOS. Existe una creencia natural en la retribuci�n. N�mesis no es una mera invenci�n de la imaginaci�n humana; surge de convicciones y temores de los cuales la humanidad nunca puede liberarse. La revelaci�n confirma las expresiones naturales de la raz�n humana, asegur�ndonos que despu�s de la muerte es el juicio, y que cada hombre dar� cuenta de s� mismo a Dios, cuando las malas acciones no quedar�n sin castigo. Las leyes de la naturaleza en gran medida aseguran cierta medida de retribuci�n incluso aqu� y ahora. Las tribus y las naciones que han practicado la degradaci�n y los vicios antinaturales han pagado la pena en el deterioro nacional, y los pecadores individuales han cosechado la fruta amarga propia de la mala semilla. Y hay muchas razones para creer que el justo juicio de Dios no se limita a este presente estado terrenal.

IV. EL RECURSO DE LA PASI�N MAL, O LA DESEO, SE PROPORCIONA EN EL EVANGELIO DE NUESTRO SE�OR JESUCRISTO. Es el prop�sito del ap�stol, en esta ep�stola a los romanos, mostrar que la misericordia de Dios nuestro Padre ha abundar a los hombres pecadores, en la provisi�n de

(1) perd�n incluso por el pecado atroz, sobre el arrepentimiento y la fe del pecador; y

(2) la pureza de coraz�n y vida, tal como el Esp�ritu de Cristo solo puede crear.

HOMILIAS DE C.H. IRWIN

Romanos 1:1

La descripci�n de Pablo de s� mismo; o, la historia de una vida noble.

Una autobiograf�a, la historia de nuestra propia vida, es algo peligroso para un hombre. Somos jueces partidistas de nuestro propio car�cter. Ocultamos nuestras propias faltas y exageramos nuestras propias virtudes. Una autobiograf�a tambi�n es a menudo muy aburrida y muy seca. Pero la autobiograf�a de San Pablo es a la vez interesante y veraz. Como Paley, en su 'Horae Paulinae', ha demostrado tan claramente, el relato de su propia historia personal, tal como se da en sus escritos, se confirma de la manera m�s completa en el relato de �l en los Hechos de los Ap�stoles, escrito por una persona diferente y en un momento diferente. La veracidad irresistible de la historia de la conversi�n y el apostolado de Pablo es tan fuerte que su estudio llev� al famoso Lord Lyttleton, que hab�a sido esc�ptico durante muchos a�os, a abrazar la religi�n de Jesucristo y convertirse en uno de sus m�s h�biles defensores. En estos vers�culos iniciales de la Ep�stola a los Romanos, San Pablo nos da, en palabras breves pero importantes, la historia de su vida.

I. EL T�TULO DE UN AP�STOL. "Pablo, un siervo de Jesucristo" (vers�culo 1). Los t�tulos de San Pablo no son numerosos ni sonoros. Se glori� en el t�tulo de "siervo", un siervo de Jesucristo. Considere lo que signific� para Pablo que se convirti� y vivi� en un servidor de Jesucristo. Significaba para �l la p�rdida de perspectivas mundanas. "Por quien he sufrido la p�rdida de todas las cosas". Significaba para �l sufrimiento corporal. "Llevo conmigo en mi cuerpo las marcas del Se�or Jes�s". Significaba para �l, un hombre de grandes dotes mentales, un hombre de car�cter intachable, una vida en gran parte en la celda de la prisi�n, con las cadenas atadas a sus mu�ecas. Significaba para �l, y �l lo sab�a bien, que una vida terminaba en el andamio o, como la de su Maestro, en la cruz. "Ahora estoy listo para ser ofrecido, y el momento de mi partida est� cerca". Pero hab�a contado el costo. Tres cosas lo sostuvieron al pisar ese camino solitario de servicio y sufrimiento. Volvi� a mirar a la cruz de Jes�s. Ten�a el amor de Jes�s y el esp�ritu de Jes�s en su coraz�n. Y esperaba la corona de gloria que lo esperaba. Por lo tanto, fue capaz de decir: "Pero ninguna de estas cosas me conmueve, ni considero mi vida querida para m�, para que pueda terminar mi curso con alegr�a y el ministerio que he recibido del Se�or Jes�s". Significa lo mismo ser un siervo de Jesucristo en nuestros d�as. Es posible que no se enfrente al sufrimiento corporal como consecuencia de su fidelidad a Jes�s. Pero hay otros sufrimientos, quiz�s igual de amargos y dif�ciles de soportar, que deben ser soportados por el fiel servidor de Jesucristo. Dec�dete a esto: que no eres el sirviente del mundo y que lo que el mundo pueda decir de ti te afectar� muy poco. Un siervo de Jesucristo. San Pablo era lo que profesaba ser. El mundo ha confirmado la descripci�n. �Podr�a decirse lo mismo de nosotros? �Podr�amos mirar a Dios o mirar a los rostros de nuestros semejantes y decir: "S�, soy un siervo de Jesucristo"?

II EL TRABAJO DE UN AP�STOL Y C�MO LO HIZO. "Llamado a ser ap�stol, separado del evangelio de Dios" (vers�culo 1). La palabra "ap�stol" significa un mensajero, o alguien que es enviado. Esta fue la obra de Pablo, ser ap�stol o mensajero de Jesucristo. Esta era la forma de servicio que le prestaba a su Maestro. Su obra, la gran ambici�n de su vida, fue ganar hombres para Cristo. General Lew Wallace, en esa hermosa historia suya, 'Ben Hur; un cuento de Cristo ', habla de Jesucristo como "el �nico hombre sin el cual el mundo no podr�a prescindir" Esa tambi�n fue la firme convicci�n de San Pablo. Esta fue una de las cosas que lo llevaron en su trabajo. Se dio cuenta del poder del evangelio. Sinti� que era algo m�s que humano. El coraz�n, la conciencia y el intelecto le dijeron que era Divino. �l, que estaba tan bien instruido en las Escrituras jud�as, sab�a que los profetas hablaban de Cristo. "Lo que hab�a prometido antes por sus profetas en las Sagradas Escrituras" (vers�culo 2). Sab�a que Jes�s hab�a venido. Sab�a que hab�a muerto en la cruz. S�, y sab�a que hab�a resucitado de nuevo. Mire el cuarto verso: "Declarado ser el Hijo de Dios con poder, seg�n el esp�ritu de santidad, por la resurrecci�n de los muertos". �No lo hab�a visto? �No hab�a escuchado su voz, esa voz que le habl� en el camino a Damasco, y cambi� para siempre la corriente de su vida? Si; Paul sab�a a qui�n hab�a cre�do. No ten�a ninguna duda al respecto. �l sab�a lo que Cristo hab�a hecho por �l. Y �l sab�a lo que Cristo pod�a (para el mundo. �l sab�a cu�nto necesitaba el mundo a Cristo. Y as�, �l emprendi� esos grandes viajes misioneros suyos, ardiendo con el �nico y abrumador deseo de predicar a Cristo crucificado, y para persuadir a los hombres en lugar de Cristo para que se reconcilien con Dios. Este es uno de los grandes secretos del trabajo exitoso para Cristo todav�a. Debemos tener un conocimiento personal de Jes�s como nuestro propio Salvador. "Un ministerio educado es deseable", dijo el Dr. Cooke, de Belfast, "pero un ministerio convertido es indispensable". Y entonces debemos avanzar con la convicci�n de que los hombres necesitan a Cristo, y que �l los salvar� si acuden a �l.

"Amo a contar la historia,

Porque s� que es verdad;

Satisface mis anhelos

Como nada m�s puede hacer.

Amo a contar la historia,

Me hizo mucho;

Y esa es solo la raz�n

Te lo digo ahora a ti ".

Otro gran secreto del �xito de Paul fue este. Se dio cuenta de un plan Divino y un prop�sito en su vida. Sinti� que estaba "separado del evangelio de Dios" (vers�culo 1). Desconocido para s� mismo, la mano Divina hab�a estado moldeando su personaje, dibujando y desarrollando sus dones, desde su infancia. �C�mo las diversas circunstancias de su vida lo hicieron apto para su gran trabajo de vida! Nacido y criado en Tarso, se convirti� en ciudadano romano, recibiendo as� derechos y privilegios civiles que le fueron de gran servicio despu�s en su misi�n. All� tambi�n entr� en contacto con la civilizaci�n y la cultura griega, un conocido �til para �l despu�s en Atenas y en Corinto. Luego, llegando a Jerusal�n, y criado a los pies de Gamaliel, recibi� un entrenamiento y una posici�n que le fueron de gran ventaja para tratar con el pueblo jud�o, sus parientes seg�n la carne. Todo este proceso de entrenamiento y desarrollo culmin� cuando un d�a esa mano Divina detuvo repentinamente su carrera camino a Damasco. La luz del cielo brill� sobre �l entonces, y brill� en su coraz�n. Despu�s de esos d�as de ceguera exterior, pero de cuestionamiento interno y visi�n espiritual creciente, la balanza cay� de sus ojos. Lo vio todo entonces. A partir de entonces hab�a un nuevo significado y un nuevo prop�sito en su vida. Entonces vio que estaba "llamado a ser ap�stol, separado del evangelio de Dios". Vio la mano invisible. Vio c�mo lo hab�a llevado. Vio que era una mano de poder, �qu� tonto resistirlo! Vio que era una mano de amor, que lo molde� para prop�sitos altos, santos y eternos. Desde ese momento, Pablo fue de Cristo. No como esclavo, sino como un servidor devoto. No en ning�n sentido como una simple m�quina, sino de Cristo con toda la persuasi�n y convicci�n de su mente, con todo el amor de su coraz�n, separados por su propio acto voluntario, como ya hab�a sido separado por el prop�sito de Dios, para el evangelio de Dios. En el s�ptimo verso vemos cu�l fue el mensaje que Pablo llev� consigo a donde sea que llevara el evangelio. Es el mensaje que el evangelio trae a�n donde sea que encuentre una entrada. "Gracia para vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Se�or Jesucristo". Gracia: el favor o la misericordia de Dios. "Ustedes conocen la gracia de nuestro Se�or Jesucristo, que a pesar de que era rico, por su bien se hizo pobre, para que a trav�s de su pobreza pudieran ser ricos" ( 2 Corintios 8:9). Y donde el evangelio viene con su mensaje de misericordia y de amor, el resultado es la paz: paz en la conciencia, paz en el hogar, paz en la naci�n. Tal era el car�cter, tal era la vida y obra de San Pablo. Fue un siervo de Jesucristo. Sali� como mensajero de Cristo, creyendo que hab�a sido separado para el evangelio de Dios. Y el mensaje que trajo fue el mensaje de gracia y paz. Que as� sea con cada uno de nosotros, si solo consagramos nuestras vidas a Dios.C.H.I.

Romanos 1:14

El evangelio es un mensaje para todos.

Las opiniones estrechas del evangelio son muy comunes. Entre los muy ricos, �qu� idea err�nea a menudo existe sobre el evangelio y sus afirmaciones! Piensan que la religi�n puede ser muy buena para los pobres, pero no la necesitan. Entre los muy pobres, por otro lado, a menudo encontrar�s la idea de que la religi�n puede ser muy buena para las personas respetables, pero que no tiene nada que ver con ellas. Luego, nuevamente, se encontrar� con una cierta clase de hombres intelectuales, no siempre los m�s cultos o m�s reflexivos, que imaginan que el evangelio puede ser muy bueno para la gente com�n y corriente, pero que han ido mucho m�s all� de una creencia tan infantil. . �Incluso entre los cristianos, qu� estrechas opiniones sobre el evangelio y su alcance! �Cu�n lenta ha sido la Iglesia Cristiana al realizar su misi�n en el mundo pagano! Hay muchos que todav�a piensan que los paganos est�n lo suficientemente bien; que no hay necesidad de enviarles el evangelio. Hay muchos que nos dir�n que "no sirve" enviar el evangelio al mahometano o al jud�o. Pero el ap�stol Pablo tuvo una opini�n muy diferente. En su opini�n, el evangelio es un mensaje para todos; y es el trabajo y el deber de la Iglesia cristiana ponerlo al alcance de todos.

I. Un hecho declarado. "El evangelio de Cristo", dice San Pablo, "es el poder de Dios para salvaci�n a todo aquel que cree; al jud�o primero, y tambi�n al griego" ( Romanos 1:16). Esta fue la causa de su disposici�n a ir a predicar el evangelio en Roma tambi�n ( Romanos 1:15), tal como ya lo hab�a predicado a jud�os fan�ticos y fan�ticos, y a los griegos cultos y esc�pticos. No sab�a diferencia de naci�n o de idioma, de credo o clase, en lo que respecta a la necesidad del evangelio y su poder. Su mensaje fue que Cristo Jes�s vino al mundo para salvar a los pecadores, y sab�a que los encontrar�a en todas partes.

1. El evangelio es un mensaje para los ricos. Les habla de un tesoro que es incorruptible, que no se desvanece. Les muestra c�mo hacerse ricos para Dios: primero, al tener a Cristo y al tenerlo, tenemos todas las cosas; y luego, haciendo un buen uso de las posesiones terrenales que Dios les ha dado.

2. El evangelio es un mensaje para los pobres. Les ense�a a ser trabajadores y contentos. Les muestra en la vida terrenal de Jesucristo mismo, y en las vidas de cientos de sus seguidores, c�mo puede existir una mente pac�fica y feliz, y c�mo se puede pasar una vida �til, incluso en circunstancias de pobreza exterior.

3. El evangelio es un mensaje para los hombres de intelecto y aprendizaje. �Qu� ideas sublimes nos presenta! �Con qu� motivos puros y elevados nos inspira! y con qu� gloriosa esperanza nos anima! Contrasta el futuro que el ateo o el agn�stico espera, con el futuro que es la esperanza del cristiano, una eternidad de disfrute consciente de lo m�s noble y mejor. El evangelio reclama a los ignorantes y pobres por su simplicidad y sus comodidades. Pero tiene un derecho tan fuerte sobre los hombres de intelecto gigante y comprensi�n vigorosa. Y observe c�mo algunos de los hombres m�s destacados en ciencia, literatura y estadista han reconocido esa afirmaci�n y respondieron a ella. �Qu� nombres en literatura y ciencia son m�s altos que los de Newton y Faraday, Thomas Chalmers y Hugh Miller, Sir John Herschel y Sir David Brewster, todos humildes creyentes en el Se�or Jesucristo? O tomar un caso solo de nuestros estadistas brit�nicos, el del difunto Lord Cairns, Lord Canciller de Inglaterra. Durante el mandato de la �ltima administraci�n conservadora se consider� que una guerra rusa era inminente, y prevaleci� mucha emoci�n tanto dentro como fuera del gabinete. Un d�a, la esposa de un miembro menor del gabinete le pregunt� a Lady Cairns: "�Cu�l es el secreto de la calma constante e inquebrantable del se�or canciller, que mi marido me dice que invade todo el lugar tan pronto como aparece Lord Cairns?" "fue la respuesta", �l nunca asiste a una reuni�n del gabinete sin pasar media hora inmediatamente de antemano solo con su Dios ". Sobre los j�venes de educaci�n y aprendizaje, sobre los j�venes de mentes reflexivas, insistir�amos en las afirmaciones del evangelio S�, las demandas personales del mismo Se�or Jesucristo. El evangelio es un mensaje para todos. Es un mensaje para los que sufren. Es un mensaje para el pecador. Ha derretido el coraz�n m�s duro; ha hecho lo impuro. hombre puro, hombre intemperante templado, hombre deshonesto honesto, y transform� al hombre orgulloso y altivo en un hombre de esp�ritu humilde y gentil. Una y otra vez ha demostrado ser "el poder de Dios para salvaci�n para todos los que cree ".

II UNA RAZ�N DADA Y UNA OBLIGACI�N SENT�A,

1. San Pablo da una raz�n por la cual el evangelio es un mensaje para todos. "Porque en esto se revela la justicia de Dios de fe en fe" (vers�culo 17). Un evangelio que hace referencia a una justicia perfecta es la necesidad universal del coraz�n humano. En los cap�tulos iniciales de esta Ep�stola, el ap�stol ampl�a esa idea m�s completamente. �l muestra c�mo los paganos necesitaban justicia. Luego muestra c�mo los jud�os necesitaban una justicia, condenados como estaban por esa santa ley cuyos requisitos no cumplieron. Y luego, habiendo demostrado la necesidad universal: "por cuanto todos pecaron, y est�n destituidos de la gloria de Dios" ( Romanos 3:23), �l habla de la justicia universal que es para y sobre todos los que creen . No hay diferencia en la necesidad. No hay diferencia en el mensaje del evangelio.

2. Tenemos aqu� tambi�n una obligaci�n sentida. "Soy deudor tanto para los griegos como para los b�rbaros; tanto para los sabios como para los imprudentes" (vers�culo 14). Hay pocas declaraciones tan sublimes como las de cualquier pluma humana. El viejo poeta latino representa a uno de sus personajes diciendo: "Homo sum, nihil humanum a me alienum puto" ("Soy un hombre, y todo lo humano me interesa"). Este es un buen sentimiento; pero aqu�, en el caso de San Pablo, tenemos un hombre que expresa su obligaci�n personal de buscar el bien espiritual de cada hombre a quien pueda llegar. �l, un jud�o, se consideraba obligado a hacer algo por los b�rbaros; �l, un hombre erudito e intelectual, se consideraba obligado a hacer algo por los imprudentes e ignorantes, as� como por los sabios y los cultos. Nosotros tambi�n debemos pensar m�s en nuestro propio endeudamiento personal con Cristo. Entonces tambi�n nosotros, como San Pablo, estaremos ansiosos de llevar el evangelio a ricos y pobres, eruditos y sin educaci�n, jud�os y gentiles. � C.H.I.

Romanos 1:16

"No me averg�enzo del evangelio".

Cuando estas palabras fueron escritas por San Pablo, el cristianismo no ocup� en el mundo la posici�n que ocupa ahora. En la mente del romano com�n, el jud�o era considerado casi siempre con desprecio. Y cuando el cristiano se distingu�a del jud�o, solo era objeto de t�rminos m�s reprochadores. Algunos de los escritores romanos m�s eminentes y mejor informados hablan de la religi�n cristiana como una superstici�n perniciosa y detestable. Tampoco se calcul� el origen humilde de los primeros fundadores del cristianismo para impresionar favorablemente la mente mundana. Si el evangelio que hablaba de Cristo crucificado era una piedra de tropiezo para el jud�o, de hecho era una tonter�a para los griegos y tambi�n para los romanos. Sin embargo, Pablo no se hab�a avergonzado de este evangelio en Atenas; no se avergonzar�a de ello en Roma. Hab�a proclamado el mensaje del Nazareno en la ciudad de Plat�n y S�crates; �l tambi�n lo predicar�a en la ciudad de Cicero y S�neca. Pablo no tiene miedo de ense�ar donde ellos han ense�ado. �l estaba en lo correcto. El nombre de Jes�s es un nombre mayor que el de Plat�n. La religi�n que Jes�s ense�� ha moldeado y purificado el mundo. El ap�stol asigna dos razones por las cuales no se averg�enza del evangelio. Estos son-

I. SU PROP�SITO. Esto se indica con las palabras "para salvaci�n". La preposici�n griega que se traduce como "expresa prop�sito, tendencia o fin. El prop�sito del evangelio es la salvaci�n de todos los que recibir�n su mensaje. Para lograr este prop�sito, el Hijo de Dios dej� la gloria de lo eterno, y descendi� a la miseria y al cansancio de una vida en la tierra. Por esto, sufri� los asaltos del tentador; por esto, pas� por la agon�a de Getseman�; por esto, soport� con paciencia los persistentes tormentos de la cruz. "El Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se hab�a perdido". El prop�sito del evangelio es la salvaci�n. Comprendamos completamente el significado de esa gran palabra. La salvaci�n es, de hecho, liberaci�n de la culpa, la liberaci�n de la condenaci�n. Pero el prop�sito del evangelio es algo m�s que esto. Es salvarnos tambi�n del poder del pecado en nuestros corazones y vidas. Muchos cristianos profesantes olvidan esto. Piensan que la fe en Cristo es simplemente para liberarlos de punishme nt en el d�a del juicio, aunque no permiten que tenga una influencia presente y pr�ctica sobre sus vidas. No nos enga�emos a nosotros mismos. No hay salvaci�n verdadera donde no hay evidencia de un alejamiento actual del pecado y del presente despu�s de la santidad. "Por sus frutos los conocer�is". La fe, si es real, se mostrar�. La salvaci�n es una cosa presente. "La sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado". El prop�sito del evangelio es salvarnos ahora. Hay muchos que anhelan un poder que pueda salvarlos de s� mismos, de alguna propensi�n o pasi�n malvada, de la influencia de malas compa��as. Esta salvaci�n es el prop�sito del evangelio para efectuar. "Gracias a Dios, que nos da la victoria a trav�s de nuestro Se�or Jesucristo".

II SU PODER. El evangelio, dice el ap�stol, es "el poder de Dios". Aqu� hay un est�mulo para nuestra fe. Esta es la segunda raz�n por la cual San Pablo no se avergonz� del evangelio. Su prop�sito, sin duda, parec�a muy dif�cil, pero el ap�stol no tem�a por su �xito. Sus primeros mensajeros fueron hombres humildes. Pero el �xito de su mensaje estaba en manos m�s altas y poderosas que las de ellos. Que el pecado deb�a ser vencido, y los hombres liberados de su poder, era el prop�sito del Dios Todopoderoso, y su prop�sito nunca falla. En la historia de las naciones vemos que el evangelio demuestra ser el poder de Dios. Los milagros morales del cristianismo, como Prebendary Row ha demostrado, son la evidencia m�s fuerte de su origen y poder divinos. Ha cambiado la barbarie a la civilizaci�n. Ha emancipado a los esclavos. Ha puesto fin a los crueles sacrificios realizados en honor de los dioses paganos. Ha logrado revoluciones morales y sociales que para el ojo humano parec�an completamente imposibles. As� tambi�n en la historia de los individuos. Los hombres que se han hundido tan bajo el poder del vicio degradante que sus amigos desesperados por rescatarlos, por el poder del evangelio, han sido tra�dos de la muerte a la vida. Jes�s, y solo Jes�s, puede curar a los hombres del poder del pecado. Si solo tocamos su prenda, seremos sanados. Nadie tiene ninguna raz�n para avergonzarse del evangelio. Su prop�sito es alto y noble, la misi�n m�s alta y m�s noble jam�s realizada. Su poder no es el poder de un brazo d�bil o d�bil. Es el poder del Dios viviente. Estos son pensamientos para inspirar y no para avergonzar. � C.H.I.

Romanos 1:18

La inexcusabilidad de los paganos.

En el vers�culo veinte, el ap�stol habla de los paganos como "sin excusa". Estas palabras describen la condici�n de aquellos que han rechazado voluntariamente la luz. De hecho, no describen su condici�n desde su propio punto de vista o desde el punto de vista de los hombres en general. Desde su propio punto de vista, los hombres rara vez son "sin excusa". No importa cu�n grosero o evidente sea el delito, el delincuente generalmente tiene alguna excusa para ofrecer. Ad�n y Eva ten�an sus excusas listas cuando el Se�or Dios dijo: "�Qu� es esto que has hecho?" Sa�l ten�a preparada su excusa cuando regres� de la matanza de los amalecitas sin haber cumplido plenamente el mandamiento del Se�or, cuando Samuel le pregunt�: "�Qu� significa entonces este balido de las ovejas en mis o�dos y este descenso de los bueyes que �Escucho?" En general, podr�a considerarse una descripci�n justa de la raza humana decir: "Todos con un consentimiento comenzaron a dar excusas". Sin importar cu�n lentos seamos para disculpar a los dem�s, siempre estamos notablemente listos para disculparnos. Pero estas palabras describen la condici�n de aquellos que rechazan la luz desde el punto de vista del que es el gran Buscador de corazones. �l no comete errores. No hace juicios poco caritativos. A su vista, aquellos a quienes ha dado luz, y que han elegido rechazarla, son "sin excusa". Son inexcusables. No tienen una raz�n v�lida para su ignorancia sobre el camino de la salvaci�n y el camino del deber si Dios les ha dado luz sobre ambos. Esta es la condici�n descrita por Cristo en esa par�bola en la que representa al rey como quien viene a uno de los invitados a la fiesta de bodas y le dice: "Amigo, �c�mo entraste aqu�, sin vestirte de boda? " Y el Salvador nos dice: "Y se qued� sin palabras". Sab�a que no ten�a excusa. �l conoc�a las leyes de la fiesta; Sab�a que le hab�an proporcionado la prenda de boda y no se la puso. As� ser� en el gran d�a, de juicio con todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocer la voluntad de Dios, pero que se negaron a hacerlo. Que seamos capaces, al considerar la inexcusabilidad de los paganos, para pensar en este tema solemne con reverencia y justicia.

I. LUZ OTORGADA. Si Dios espera que los hombres lo conozcan, podemos estar seguros de que les ha dado los medios para conocerlo. Dios juzgar� a cada hombre seg�n las oportunidades que haya tenido. La declaraci�n de Pablo es definitiva y clara. No tienen excusa, dice, "porque, cuando conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios, ni lo agradecieron" ( Romanos 1:21). Conoc�an a Dios, dice el ap�stol. �C�mo, entonces, lo conocieron? �Y qu� sab�an de �l? Lo conoc�an a trav�s de sus obras, y sab�an al menos dos cosas sobre su car�cter: que era un Ser de poder y que su poder era m�s que humano. Tambi�n se infiere que sab�an que depend�an de su generosa providencia y cuidado, de lo contrario no podr�an haber sido acusados ??de ser desagradecidos. "Porque lo que puede ser conocido de Dios se manifiesta en ellos; porque Dios se lo ha mostrado a ellos. Porque las cosas invisibles de �l desde la creaci�n del mundo se ven claramente, siendo entendidas por las cosas que son hechas, incluso su vida eterna. poder y Divinidad, para que no tengan excusa "( Romanos 1:19, Romanos 1:20). Aqu�, entonces, se ense�a claramente que es posible obtener un conocimiento de Dios a partir de sus obras, y que tal conocimiento ten�an los antiguos paganos. San Pablo sab�a muy bien de qu� estaba hablando cuando dijo que los antiguos paganos conoc�an a Dios. Estaba bien familiarizado con la literatura de la antigua Grecia. En Mars 'Hill lo encontramos citando a los fil�sofos de Atenas una declaraci�n de Aratus, uno de sus propios poetas. "Como tambi�n han dicho algunos de tus propios poetas, porque nosotros tambi�n somos su descendencia". La luz de la naturaleza: esta es la luz que se otorg� a los antiguos paganos. Dos cosas que la luz de la naturaleza les ense�� acerca de Dios: su poder y su Deidad. "Los cielos declaran la gloria de Dios, y el firmamento muestra su obra". Detr�s de las estrellas y el mar, debe haber alg�n poder que los haga y los controle a todos. El orden de las estaciones, la sucesi�n del d�a y la noche, el flujo y reflujo de las mareas: todas estas cosas requieren una fuerza controladora, y esa fuerza no solo debe tener un poder todopoderoso, sino que debe tener inteligencia, raz�n y voluntad. Tal ser debe ser una Persona. Esa persona es m�s que humana: es divina. La misma luz de la naturaleza nos es concedida a todos. �Pero cu�nta m�s luz nos ha sido otorgada! Tenemos la luz de la Palabra escrita de Dios. �Qu� misterios nos abre esa Palabra, sobre los cuales la voz de la naturaleza est� en silencio! �Qu� luz nos da sobre la misericordia de Dios y el amor redentor del Salvador! �Qu� luz nos da sobre la inmortalidad y el cielo, despu�s de lo cual los mejores paganos antiguos estaban a tientas y buscando en la oscuridad! �Cu�n agradecidos deber�amos estar, en medio de la oscuridad que trae la tristeza, y mientras esperamos la oscuridad de la tumba, por la luz que Dios en su Palabra nos ha otorgado misericordiosamente! Pero ese gran privilegio, esa bendici�n indescriptible, conlleva una solemne responsabilidad. Los que tenemos la Biblia en nuestras manos no tenemos excusa si vivimos en la impiedad o la incredulidad, si rechazamos la oferta de salvaci�n.

II LUZ RECHAZADA. "No tienen excusa, porque cuando conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios, ni lo agradecieron" ( Romanos 1:20, Romanos 1:21). Y luego, m�s adelante, el ap�stol dice: "No les gustaba retener a Dios en su conocimiento" ( Romanos 1:28). �Cu�ntas veces han actuado as� las naciones, rechazando la luz que era su mejor posesi�n, su seguridad y su escudo! La naci�n jud�a rechaz� la luz celestial, a pesar de las repetidas advertencias de Dios sobre las consecuencias de hacerlo. Francia rechaz� la luz cuando expuls� a los hugonotes, la porci�n de su poblaci�n temerosa de Dios. Espa�a hizo lo mismo cuando, por su Inquisici�n y sus autos de fe, extermin� a todos los que se atrevieron a preferir la luz pura del Verbo Divino a la oscuridad y las supersticiones de Roma. Tales naciones simplemente no ten�an excusa, porque ten�an la luz, y deliberadamente la rechazaban y apagaban cuando pod�an. As� tambi�n encontramos gobernantes que rechazan la luz. Ese fue el caso con el rey Sa�l. Rechaz� el mandamiento del Se�or, y Dios lo rechaz� de ser rey sobre Israel. A Belsasar, rey de Babilonia, le dieron mucha luz en la carrera de Nabucodonosor su padre sobre el poder y la justicia de Dios. Pero, como Daniel le record�, hab�a ignorado la solemne lecci�n; aunque sab�a todo esto, no se hab�a humillado a s� mismo, sino que se hab�a alzado contra el Se�or del cielo ( Daniel 5:21, Daniel 5:22). Y as�, esa noche de juerga, los dedos de la mano de un hombre aparecieron y escribieron en la pared: "T� eres pesado en la balanza y el arte te falta", no ten�a excusa. Hab�a rechazado la luz que Dios le hab�a dado. �No vemos un enamoramiento similar en el caso de la infeliz Mary Queen of Scots? Aunque ten�a fieles hombres de Dios en su capital y a menudo escuchaba la verdad de los labios de John Knox, prefiri� dejarse guiar por sus propios caprichos y por la influencia de sus fr�volos cortesanos. Ella tambi�n rechaz� la luz que Dios hab�a puesto a su alcance. No debemos pensar que no importa si aceptamos la luz divina o no. Existe el peligro de que seamos demasiado liberales en cuanto a la actitud que los hombres adoptan con respecto a la Santa Palabra de Dios. Es bueno ser amplio, amplio como la misericordia y el amor de Dios. Pero, por otro lado, podemos ser m�s amplios e indulgentes con el error de lo que permite la Palabra de Dios. Dios trata a los hombres como seres inteligentes, racionales y morales, con un libre albedr�o, capaz de elegir libremente. Pone ante ellos la vida y la muerte. �l les dice que "la paga del pecado es muerte, pero el don de Dios es vida eterna en Jesucristo nuestro Se�or". �l les dice que no hay otra forma de salvaci�n, excepto a trav�s de Jesucristo solo. Sobre ellos descansa la responsabilidad y la culpa si rechazan su salvaci�n. Es peor que una cuesti�n de indiferencia; Es un pecado a la vista de Dios, es un pecado contra el destino de su propia alma, para que los hombres rechacen o descuiden el mensaje que el gran Creador les ha enviado misericordiosamente. Puede hacerse en nombre de la ciencia. Puede hacerse en nombre del pensamiento avanzado. Pero es culpa moral, sin embargo. "No tienen excusa".

III. Ira revelada. "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que sostienen la verdad en la injusticia" (vers�culo 18). �Y c�mo podr�a ser de otra manera? Si se ha otorgado luz a los seres de inteligencia, raz�n y conciencia, y han elegido deliberadamente rechazarla, �no es justo y solo que deben tomar las consecuencias? Es en la naturaleza misma de las cosas que "todo lo que el hombre sembrare, eso tambi�n segar�". Un hombre no puede violar una ley natural con impunidad. El hombre cient�fico m�s liberal no ver� la injusticia en un hombre que sufre si ignora o viola las conocidas leyes de la naturaleza. El fuego arder�, el agua se ahogar�, la brea se contaminar�, el mal aire envenenar�. Si un hombre act�a desafiando estas leyes naturales y elementales, sufre las consecuencias. Nadie ve ninguna injusticia en ello. �Por qu� deber�a haber m�s injusticia en el sufrimiento como resultado de ignorar y desafiar las leyes morales? Por el contrario, �no es m�s importante que una ley moral sea reivindicada, que los hombres aprendan a obedecer una ley moral, que que incluso una ley natural sea reivindicada? Pero aqu�, en todo caso, est� el hecho, escrito claramente en la Palabra de Dios, escrito una y otra vez en la p�gina de la historia: luz rechazada significa ira revelada. �No fue as� con el antiguo Israel? �No ha sido as� con Francia y Espa�a? �No fue as� con Sa�l y Belsasar? Es una cosa terrible, cuando los hombres se endurecen contra la Palabra de Dios. as� que cierra los ojos a la luz de sus mandamientos, s�, incluso a la luz de la cruz, que Dios dice: "Efra�n est� unido a los �dolos: d�jenlo en paz". D�jalo solo! Luz concedida. Luz rechazada. Ira revelada. "Sin excusa". Tal es la descripci�n de San Pablo del antiguo mundo pagano. A un mundo en tal estado Jes�s vino. �l vino a revelar la justicia de Dios en contraste con las deidades abominables del paganismo. �l tambi�n vino a revelar la misericordia de Dios. La nota de trompeta del juicio es fuerte y terrible. Pero la nota de la trompeta de la misericordia es igualmente fuerte. "Por lo tanto, ahora no hay condenaci�n para los que est�n en Cristo Jes�s, que caminan no seg�n la carne, sino seg�n el Esp�ritu". - C.H.I.

HOMILIAS DE T.F. BLOQUEADOR

Romanos 1:1, Romanos 1:5

El primer contacto de Paul con la metr�poli del mundo.

Pero su imperio, esplendor y riqueza se olvidan en el inter�s absorbente de su misi�n. Porque �l es el mensajero de un imperio Diviner, y su mensaje es uno que hace que el esplendor y la riqueza del mundo parezcan cosas sin valor. Pueden ser pocos y pobres, y �l no es m�s que un fabricante ambulante de tiendas de campa�a; pero ellos son el pueblo de Cristo, y �l es el siervo de Cristo; por lo tanto, se hablar�n palabras que los �ngeles podr�an escuchar. Pero primero se presenta, se dirige a ellos y les da su saludo. Tenemos, por lo tanto, en estas palabras iniciales, el hombre, la Iglesia, el mensaje.

I. EL HOMBRE

1. Lo hemos llamado el hombre, ya que como tal se pone francamente en primer plano: "Paul". La necesidad de una ayuda comprensiva en la obra de la salvaci�n del hombre. No una voz desde lejos, sino un compa�ero de ayuda a nuestro lado. Entonces el Capit�n de nuestra salvaci�n: "tomado de entre los hombres". Y as�, el verdadero ministro, un hombre primero, uno de la masa de hombres pecadores y luchadores, y salvado con la salvaci�n com�n.

2. Pero esto nos lleva naturalmente a la segunda caracter�stica: "Un siervo de Jesucristo". La palabra es literalmente "esclavo". Y aunque la expresi�n debe aplicarse con mucha cautela, no sea que las sugerencias m�s severas nos confundan, sin embargo, hay elementos de significado que est�n llenos de fuerza. Propiedad absoluta por un lado, y obligaci�n de servicio por el otro; pero la relaci�n se transfunde con bendici�n, porque los reclamos son reclamos de amor, y el servicio es un servicio de amor. Todos los cristianos verdaderos, como Pablo, llevan consigo las marcas del Se�or Jes�s ( G�latas 6:17; 2 Corintios 4:10), y la marca es esta: "Muri� por m� "(ver 1 Corintios 6:19, 1 Corintios 6:20; 1 Corintios 7:22, 1 Corintios 7:23).

3. El servicio de Cristo es m�ltiple, y para todos los departamentos la verdadera introducci�n es por "llamado". �Qu� dignidad arroja esto sobre el trabajo m�s humilde! Para el trabajo m�s cruel que es santificado por motivos cristianos es un servicio de Cristo, y para ese servicio el "toiler" es "llamado" por Cristo. El trabajador en el campo y la esposa trabajadora en los cuidados dom�sticos, as� como el hombre de letras, el estadista o el pr�ncipe, son "llamados de Dios". Pero mientras tales son llamados a un servicio que es la ejemplificaci�n del principio cristiano en la conducta de la vida com�n, otros, m�s a�n, est�n llamados al servicio, m�s o menos, lo que se relaciona directamente con la extensi�n del reino de Dios. Y para algunos la llamada es exclusiva; su vida se gastar� en el cumplimiento de esta misi�n desde el cielo. Tal fue Paul. Llamado al servicio cristiano, en com�n con todos sus hermanos; llamado al servicio exclusivo, en com�n con muchos de sus hermanos; convoc� adem�s al servicio apost�lico, en com�n con algunos seleccionados, que condujeron la camioneta de la nueva fe y testificaron con autoridad del Cristo crucificado y resucitado. "Por llamar a un ap�stol". El llamado distintivo se hizo en relaci�n con una crisis especial de su vida: el viaje a Damasco y la voz del cielo. �Pero fue esta, con su ratificaci�n de Hechos 13:2, la �nica "separaci�n al evangelio" de la cual Pablo contin�a hablando? No, m�s bien nos llevan a pensar en la frase en G�latas 1:15, "separada ... del �tero de mi madre". Porque hay un cierto fatalismo divino que est� en perfecta armon�a con la libertad moral; Todos los nacidos en este mundo est�n predestinados desde el principio para un trabajo especial para Dios. La obra puede verse empa�ada, o totalmente dejada sin hacer, por la perversidad del hombre; pero el trabajo es el destino divino del hombre. Y la otra vida es un equipo para el cumplimiento de este destino. Las circunstancias de nuestra suerte y los acontecimientos que nos suceden; nuestras alegr�as y nuestras penas; y toda nuestra educaci�n natural y moral, se combinan con nuestra constituci�n y temperamento originales a la vez para indicar el prop�sito de Dios y prepararnos para su cumplimiento. �Y no era Pablo "un recipiente elegido"? - marcado desde el principio por el papel que luego desempe�� en la historia del mundo; "separados para el evangelio de Dios". Tal era el hombre.

II LA IGLESIA. Y su apostolado era para "las naciones"; el "mundo gentil era su parroquia". Por lo tanto, la peque�a banda cristiana en Roma, aunque no reunida, al menos directamente, por su trabajo, bien podr�a recibir su mensaje. Formaron una iglesia gentil, y como tal les escribe. Est�n triplemente designados.

1. "Amado de Dios". "El amor de Dios es la fuente de todos sus beneficios y el fundamento seguro de nuestra esperanza. Nuestra conciencia de su amor es la base de la vida cristiana. De este amor todos los hombres son objetos, pero solo los creyentes son objetos conscientes. Para ellos es real y vivo. Moldea sus pensamientos y su vida "(Beet, in loc.). Si; "Hemos conocido y cre�do el amor que Dios nos tiene" ( 1 Juan 4:16): esa es la inspiraci�n de la nueva vida.

2. "Llamados a ser de Jesucristo ... llamados a ser santos". O, "los ... santos de Jesucristo, por llamado". Porque la citaci�n hab�a sido respondida; El amor de Dios en Cristo hab�a cambiado sus corazones. Y ahora eran su pueblo (ver Tito 2:14), y por el bien de su Nombre, estaban viviendo vidas consagradas. Porque esta es nuestra �nica santidad: "Si vivimos", etc. ( Romanos 14:8).

3. Y esto por "obediencia a la fe". La primavera de la nueva vida, en el lado humano, as� como el amor de Dios es la primavera de la vida en el lado Divino. Cedemos al reclamo de Cristo y vivimos para Dios como santos, solo en la medida en que recibamos a Cristo en nuestros corazones por fe y creamos el amor que Dios nos tiene. Y en todos los m�ltiples departamentos de la vida cristiana, "vivimos por fe". Recibimos, o captamos m�s activamente, la bondad de Dios y la vida que es a trav�s de Cristo. Y esta "obediencia a la fe" es el fin de todo apostolado y ministerio ( Juan 6:29; 1 Juan 3:23).

III. EL MENSAJE.

1. "Gracia". El favor de Dios, y toda la ayuda salvadora que �l da porque nos ama. Una realizaci�n continua y creciente.

2. "Paz". La calma permanente de una conciencia que ha sido justificada por la fe ( Romanos 5:1), aceptando la gracia del favor de Dios, regocij�ndose en la luz; calma de coraz�n tambi�n, incluso en vista de un feroz conflicto y juicio, en raz�n de la voz que dice: "Mi gracia es suficiente para ti". "Paz y gracia." As� que los viejos saludos gentiles y jud�os fueron transfigurados por el evangelio de Cristo.

En conclusi�n, la nota clave es la "llamada". Dios te llama, te llama a trav�s de Cristo, te llama a ser de Cristo, te llama en tu propio apostolado menor a ser siervos de Cristo. Y la verdadera respuesta a este llamado es por obediencia a la fe; porque, del primero al �ltimo de la vida cristiana, "por gracia sois salvos por medio de la fe" ( Efesios 2:8). �Oh, que sea nuestro responder, "Habla, Se�or, porque tu siervo escucha"! - T.F.L.

Romanos 1:2

La caracterizaci�n del "evangelio de Dios", del cual Pablo estaba separado.

Lo horrible de una comisi�n de fatalidad. Jon�s �Pero anunciar las buenas nuevas de Dios a un mundo triste! Esta es la corona de todo ministerio cristiano. Los �ngeles bien podr�an cantar y alegrarse al introducir este evangelio en el mundo ( Lucas 2:9); y Paul se alegra de poder tocar esta nota de alegr�a. Bien podr�a haber preludios a esta explosi�n de alegr�a: as� que las palabras, "que prometi� antes", etc. Para todas las indicaciones de los prop�sitos de amor de Dios, de G�nesis 3:1. a Malaqu�as, pero prepar� el camino para el anuncio completo en "el cumplimiento de los tiempos". Y as�, pr�cticamente todos eran promesas divinas de un evangelio m�s completo. Los dos pensamientos principales: el evangelio de Dios; su contenido.

I. EL EVANGELIO DE DIOS.

1. Un evangelio conlleva la implicaci�n de un deseo, y, puede ser, de un dolor y una p�rdida. Entonces, las buenas nuevas de Dios para el hombre suponen que el hombre ha perdido a su Dios, y con Dios todas las cosas buenas.

(1) El hombre no sab�a, seguramente, la realidad de su pecado; fue enga�ado por el tentador; �Pero despert� de su sue�o y descubri� que Dios se hab�a ido! Y esta es la gran p�rdida del mundo. Las voces de Tim gritan: "�D�nde est� tu Dios?" �Y el? El bueno: la luz, la alegr�a, la canci�n de su creaci�n. Entonces el hombre ha borrado sus propios cielos, y la tierra ha perdido su brillo y su gracia.

(2) Pero el Dios separado es un Dios que condena. ��l no puede abdicar de su relaci�n esencial con el mundo como Dios, y si el amor se pierde, es reemplazado por ira! Entonces la conciencia del hombre testifica: afligido, dolorido y sangrando.

2. Un evangelio conlleva la implicaci�n de un deseo de suplir la necesidad, la tristeza y la p�rdida eliminada. Entonces el pecado del hombre no lo ha arruinado irremediablemente, de lo contrario no podr�a haber salvaci�n. Espacio para que Dios trabaje, y Dios s� trabaja.

(1) La preparaci�n hist�rica: Dios ense�a al mundo a desear la salvaci�n. Los jud�os por trato directo, una disciplina positiva; los gentiles por indirecta, una disciplina negativa. Entonces, "el deseo de todas las naciones".

(2) La preparaci�n individual: el Esp�ritu de Dios en el coraz�n. Solo la gracia de Dios puede llevarnos a Dios. Y ahora el evangelio de Dios significa, en general, que el Dios que condena perdonar�, y que el Dios separado ser� un Padre y un Amigo nuevamente; que los anhelos hacia s� mismo que ha invocado encontrar�n as� su plena satisfacci�n, que no es otra cosa que la paz del perd�n y la alegr�a de adoptar el amor.

II SU CONTENIDO. Pero este mensaje general tiene t�rminos especiales. El amor de Dios se manifiesta, se prueba, se realiza en su Hijo.

1. "Su Hijo". Porque es el propio amor de Dios, su otro yo, el que se inclina para salvarnos. Aferr�monos a esto, porque aqu� est� la promesa suprema de nuestra salvaci�n.

2. Su Hijo se convierte en "Jesucristo nuestro Se�or".

(1) Por la asunci�n de la naturaleza humana. "Nacido de la simiente de David seg�n la carne". Que sea uno de nosotros quien nos salve. (a) Un hombre, haciendo expiaci�n a Dios por los hombres; (b) un Sumo Sacerdote humano y Capit�n de salvaci�n, �l mismo "perfecto a trav�s de los sufrimientos" y, por lo tanto, "tocado con el sentimiento de nuestras enfermedades", la unidad con la humanidad necesaria tanto para los aspectos hacia Dios como hacia los hombres de la obra redentora. . Un hijo de David, seg�n el mero linaje hist�rico y la apariencia local: "porque la salvaci�n es de los jud�os". Pero, m�s grandioso y m�s real que esto, un Hijo del hombre, el Hijo del hombre, en su verdadera forma humana y por su trabajo mundial ( Hebreos 2:14).

(2) Por la glorificaci�n de la naturaleza humana. "Declarado como el Hijo de Dios con poder, seg�n el esp�ritu de santidad, por la resurrecci�n de los muertos". Un Redentor de hombres debe afirmar primero su redenci�n en su propia Persona. "A�n no vemos todas las cosas sometidas a �l [es decir, el hombre]. Pero vemos a Jes�s ... coronado de gloria y honor" ( Hebreos 2:8, Hebreos 2:9), el hombre arquet�pico. Su resurrecci�n, que el ap�stol aqu� vincula a su correlativo y consecuencia mundial, "la resurrecci�n de los muertos", demuestra el poder redentor de Jes�s, quien es, por lo tanto, el Cristo, nuestro Se�or y, por lo tanto, el Hijo de Dios; porque solo el que tiene vida en s� mismo puede dar vida a los hombres moribundos: vida de la muerte del pecado, vida de toda muerte que el pecado ha forjado m�s indirectamente.

�Oh, escuchemos tal evangelio! Las buenas nuevas de Dios para un mundo moribundo, pronunciadas con todo el poder de Aquel que era el Hijo de Dios, y con toda la tierna simpat�a de Aquel que es nuestro mismo Hermano. �Y para escuchar adecuadamente estas buenas noticias, que Dios, en su amor, prepare nuestros corazones! �T.F.L.

Romanos 1:8

Simpat�a ministerial.

La comisi�n apost�lica ha sido presentada; En esta secci�n se confunde con la simpat�a y el servicio de un hermano. Todav�a es preeminentemente el predicador del evangelio ( Romanos 1:15), pero habla de aquellos cuya fe es una con la suya, y que, por lo tanto, son hermanos en la hermandad m�s sagrada. Podemos considerar, como de alg�n modo distinto aunque mutuamente involucrado, sus oraciones y su prop�sito.

I. SUS ORACIONES. �Hace Pablo por un momento aqu� una feliz comparaci�n entre su trabajo y el del intercesor sacerdotal en el pacto de ancianos? Porque el "servicio" del que habla ahora es el servicio como de un templo, y es como si dijera: "En el evangelio, como en la Ley, hay un lugar sant�simo e intercesi�n de adoraci�n all�. De los santos es el santuario del esp�ritu m�s �ntimo, donde se lleva a cabo una conversaci�n con Dios, y la adoraci�n sacerdotal es la s�plica por los hermanos en Cristo, y con respecto a las cosas que tocan el reino de Dios ". S�, �l "sirve a" Dios "en su esp�ritu en el evangelio de su Hijo".

1. Una acci�n de gracias. "Que tu fe se proclame en todo el mundo". Era apropiado que usara un lenguaje como este, por hiperb�lico que fuera, para aquellos que viv�an en la metr�poli del mundo. Dondequiera que fue, escuch� sobre su buen nombre y le dio las gracias a Dios. �Agradeci� a Dios por eso? Si; porque no estaba espiritualmente identificado con todos los que se identificaron con Cristo su Se�or?

(1) Sin duda, la fe misma que era tan eminente fue la principal causa de gratitud. Que hubiera una luz tan brillante en un lugar oscuro llen� su coraz�n de alegr�a. �Estaban vivos para Dios!

(2) Que la fe del evangelio deber�a haberse apoderado de la ciudad central e imperial del mundo no fue un motivo de alegr�a. �Qu� visiones del futuro podr�an no abrirse ante su mente!

(3) La amplia proclamaci�n de su fe fue gratificante, ya que si otros fueran estimulados ser�a para el avance del evangelio.

2. Un anhelo. "Para verte, para poder darte alg�n don espiritual", etc. La gracia de Dios que estaba en �l deb�a ser operativa para con los dem�s; no vivi� para s� mismo. �Y no fue as� con ellos? Un deber mutuo y una bendici�n mutua.

(1) La interacci�n de su fe com�n: intensidad por contacto.

(2) Los aspectos especiales de la fe com�n: "tuyo y m�o"; "alg�n don espiritual". De ah� su establecimiento. El cumplimiento de lo que prometi� tan bien, y el suministro de cualquier falta.

3. Una solicitud. "Si por alg�n medio ahora est� extendido", etc. Como Pablo ense�� a los filipenses despu�s ( Filipenses 4:6), as� practic� ahora. Y sin duda, con todas las luchas de ese esp�ritu impetuoso, hab�a paz. Porque la voluntad de Dios era gouvernant. "Por cualquier medio." Aprendi� en el tema ( Hechos 28:1) que sus caminos no son como los nuestros. Pero a�n ser�a "prosperidad" (ver vers�culo 10), si fuera obra de Dios; entonces Romanos 8:28.

II SU PROP�SITO

1. La gran restricci�n del evangelio. "Soy deudor". Nada en el universo tan libre como el esp�ritu del cristianismo; nada, por otro lado, lo que impone una comprensi�n tan dominante del amor y la vida. Un bendito yugo.

(1) Todas nuestras posesiones y poderes se mantienen en fideicomiso para el mundo; todos somos "deudores", de acuerdo con nuestras diversas capacidades y circunstancias.

(2) En un grado eminente, somos mayordomos a quienes se nos ha confiado el evangelio de la gracia de Dios. Y la ley, aqu�, como en el caso anterior, es que si no se usa deja de ser pose�da.

2. El objetivo personal. "Para que pueda tener algo de fruta". �Ten�an en mente las palabras de nuestro Se�or, Juan 15:8? �O estaba m�s bien considerando al mundo como un gran campo y a s� mismo como un sembrador? (ver Juan 4:35; 1 Corintios 3:7).

(1) La comisi�n fue para el mundo gentil ( Hechos 9:15; Hechos 22:21; entonces Hechos 22:13, Hechos 22:14).

(2) �No debe el prop�sito central, entonces, ser la evangelizaci�n de la gran metr�poli del mundo gentil? Sin duda, esto llen� su mente, y de ah� su intenso inter�s en estos cristianos romanos. �Qu� visiones! Realizado en la historia. �C�mo? y como puede ser?

D�jenos realizar nuestra mayordom�a ( 1 Pedro 4:10); y que el cumplimiento de nuestra mayordom�a se convierta en libertad y alegr�a, perm�tanos darnos cuenta de nuestra unidad con Cristo y con el pueblo de Cristo. T.F.L.

Romanos 1:16, Romanos 1:17

�Sin verguenza!

�Por qu� deber�a estar avergonzado? La gran metr�poli de un imperio mundial, con su poder de gran alcance y su ley penetrante; y �l y su evangelio! �Qu� contraste puede parecer! �Y c�mo los supercilios romanos podr�an abrumarlo con desprecio! Porque ellos, como los atenienses, nunca deseaban escuchar algo nuevo. �Y su evangelio? ser�a su material de risa. No, no se avergonzar�. �l tomar� su posici�n en el centro mismo del poder de Roma, y ??en su fuente de justicia, y all� presentar� su evangelio. Porque era un poder, y en �l se revelaba una justicia: el poder de Dios, la justicia de Dios. Consideremos estos dos aspectos ahora.

I. EL PODER DE DIOS. El hombre se enorgullece de la posesi�n del poder, �pero qu� impotente es al alcance del gran Dios! As�, tambi�n, los "grandes poderes" de la historia del mundo: la interpretaci�n de Daniel de la visi�n de Nabucodonosor ( Daniel 2:31 Daniel 2:45). Y "los poderes f�cticos son ordenados por Dios". El poder de Dios es m�ltiple. El gobierno de la naturaleza, el control de los asuntos de los hombres, la influencia en el coraz�n. Y de este poder m�ltiple de Dios, el evangelio de Cristo es una exhibici�n preeminente.

1. Su objetivo. "Hacia la salvaci�n". Vida estrecha restricci�n de este t�rmino; coextensivo con la p�rdida: el hombre, la vida, el mundo. Ver Daniel 8:1. por este amplio significado de la palabra. El propio ser del hombre: ignorante, esclavizado, corrupto y, adem�s, alejado de Dios, y bajo condenaci�n. El evangelio de Cristo obra luz, libertad y amor; trae perd�n y Dios. La historia de la vida del hombre: el evangelio de la resurrecci�n. El mundo del hombre: el evangelio de la nueva creaci�n. �Qu� espl�ndidas visiones eran estas! �y c�mo, en comparaci�n, el esplendor del poder de Roma palideci�!

2. Su estado. A �l "que cree".

(1) Una recepci�n del poder. El poder del hombre de resistir la gracia de Dios, a trav�s del pecado; La humilde aceptaci�n de la gracia de Dios, a trav�s de la fe.

(2) Una realizaci�n del poder. La gracia de Dios no solo es aceptada por la voluntad obediente, sino que se transfunde a trav�s de toda la conciencia.

3. Su alcance. "A todos;" "Al jud�o primero, y tambi�n al griego". El gran amor de Dios, si hubo privilegio (los jud�os) o no privilegio (los gentiles), pol�tica o no pol�tica ( Daniel 8:14), cultura o no cultura ( Daniel 8:14). Y todo hab�a sido preparado por Dios. �Oh, si pudiera ayudar a convertir el potencial en lo real! El cosmopolitismo de Roma no fue nada para esto. �No era un "poder de Dios" que �l podr�a estar orgulloso de predicar?

II LA JUSTICIA DE DIOS. La ley imperial de Roma. No pod�a controlar todas las complejidades de las relaciones sociales, ni la gobernanza del ser del hombre; mucho menos podr�a aferrarse al coraz�n. Ni el hombre mismo puede hacerse justo; le falta el coraz�n y el poder. Pero lo que las leyes de un imperio nunca pueden hacer, lo que la fuerza de un hombre nunca puede hacer, lo hace el evangelio de Cristo: "Porque all� se revela", etc.

1. La divinidad de la justicia. "De Dios."

(1) Divino en su origen. Todo bien verdadero del Creador a la criatura. Especialmente para recuperarse de una ca�da.

(2) Divino en su inspiraci�n. Solo teniendo a Dios con nosotros podemos estar bien con Dios,

(3) Divino en su objetivo. Dios, el fin supremo de todos los pensamientos, deseos, prop�sitos y obras.

2. Las distinciones de la justicia. Para ser presentado m�s completamente en la secuela de la Ep�stola.

(1) Un estado: por la expiaci�n de la redenci�n de Cristo. Objetivamente.

(2) Un estado: por el amor restrictivo de la redenci�n. Subjetivamente. El hombre busca desarrollar su justicia en el orden inverso; de un estado a un estado. Toda la ep�stola combate este falso principio.

3. La recepci�n de la justicia. "Por fe en fe".

(1) De la prerrogativa de la justicia por medio de Cristo: aceptaci�n pura y simple.

(2) Del poder de la justicia por medio de Cristo: asiduo, creciente, fuerte. Entonces todo es de fe: el comienzo, el progreso, el perfeccionamiento. "Como est� escrito: El justo vivir� por fe, creyendo con todo su coraz�n en el amor salvador de Dios. �No era una" justicia de Dios de la que pudiera estar orgulloso de predicar?

�Qu� es el evangelio de Dios para nosotros? �Un nombre? tantas palabras tantas verdades �O un poder viviente, ya curativo, y trabajando hacia la vida perfecta? "No solo en palabras, sino en potencia" ( 1 Tesalonicenses 1:5). De nuevo, �es un velo que cubre nuestra deformidad y una capa para nuestros pecados? �O un poder purificador que nos hace correctos para que nos haga justos? "En el poder y en el Esp�ritu Santo" ( 1 Tesalonicenses 1:5). Si; un evangelio de poder sagrado, as� ser� un evangelio de "mucha seguridad"; y, como Pablo no se avergonz� de predicarlo, tambi�n aprenderemos lo que esas palabras significan: "El que crea no se avergonzar�" ( Romanos 9:33) .� T.F.L.

Romanos 1:18

La revelaci�n de la ira.

"Por." Tenga en cuenta la transici�n. La introducci�n en un estado de justicia presupone un estado de injusticia, que implica ira. Entonces, tenemos aqu�: la culpa del hombre, la ira de Dios.

I. La culpa del hombre. La culpa del hombre, que es su relaci�n desagradable con el juicio de Dios, se establece por referencia al conocido estado del mundo gentil, marcado por sus propias acciones como "imp�o" e "injusto".

1. La impiedad. La ra�z m�s profunda de la corrupci�n del hombre.

(1) Una supresi�n de la verdad de Dios ( Romanos 1:18, Romanos 1:21, Romanos 1:28). Dios puede ser conocido por el hombre; Esta es la alta prerrogativa del hombre. No comprendido, sino aprehendido; No comprendemos nada. Este conocimiento de Dios est� condicionado por dos hechos: la naturaleza (conciencia) relacionada con Dios del hombre y la voluntad reveladora de Dios. Y Dios se revela universalmente a trav�s de sus obras; no minimicemos este hecho. De nuevo, la ley del conocimiento de Dios es: "Al que tiene, se le dar�". Entonces ?????? puede convertirse en ?????????. Pero lo contrario es igualmente cierto, y se ilustra en la historia del mundo. "Mant�n la verdad en la injusticia".

(2) Una conversi�n de la verdad en una mentira ( Romanos 1:23, Romanos 1:25). La naturaleza del hombre relacionada con Dios debe funcionar, aunque sea a la inversa. La esencia de la idolatr�a: una auto-inmersi�n en la criatura. La mentira de la idolatr�a: una deificaci�n de lo ilegal, lo desenfrenado, lo sensual.

2. La injusticia. Causa y efecto de la impiedad. Catalogado aqu� tan terriblemente que simplemente leerlo es suficiente.

(1) El deshonor total de su propia naturaleza ( Romanos 1:24, Romanos 1:26, Romanos 1:27).

(2) La perversi�n m�s extrema de todas las relaciones sociales ( Romanos 1:29).

(3) El reprobado regocijo en las malas acciones ( Romanos 1:32). Tal el pecado que trajo la culpa; culpa, porque hab�a conocimiento. Y as�, "sin excusa".

II IRA DE DIOS. Esta verdad se quema en la Biblia, de principio a fin, que Dios est� enojado con el pecado y con el pecador que se identifica con el pecado. Pero est� quemada en la historia misma del pecado, y esa es la insistencia del ap�stol aqu�.

1. El pecado es una locura. ( Romanos 1:21, Romanos 1:22.) El hombre no se inclinar� ante lo que est� por encima de �l; Por lo tanto, se inclina ante lo que est� debajo de �l. Una efigie (Grecia)! una anguila (Egipto)! Y esto con toda su sabidur�a: Grecia, Roma, Egipto ( Romanos 1:22).

2. Sin verg�enza de trabajo. ( Romanos 1:24, Romanos 1:26, Romanos 1:27.) El hombre se da cuenta de su dignidad cuando se da cuenta de su Dios; solt�ndose de Dios, se hunde en una degradaci�n degradada m�s all� de todas las palabras.

3. Pecado trabajando pecado. ( Romanos 1:28.) �Una total reprobaci�n, para que el hombre se convierta en un demonio! Este es el resultado final de la apostas�a confirmada de Dios. A falta de esto, hay esperanza. �Qu� leyes son estas! Si; Las leyes de Dios La revelaci�n de su ira. Los cielos hablan a diario mientras pecamos, y esta es su voz: "�M�s profundo, m�s profundo, m�s profundo! �Locura, verg�enza, pecado!" Y la verdad que se cuenta tres veces ( Romanos 1:24, Romanos 1:26, Romanos 1:28) es que Dios los entreg� ". Y todo porque ellos dieron Dios. As� que el castigo supremo del pecado supremo es: reprobaron a Dios; Dios los reprob� "( Romanos 1:28, literalmente). Aprendamos, de estas tristes palabras, nuestro peligro: la supresi�n de la verdad que est� en nosotros, su conversi�n en mentira, porque todo esto es posible todav�a; y la consiguiente ira de Dios. Y nuestra seguridad: ya que es la p�rdida de nosotros mismos de Dios lo que produce necedad, verg�enza y muerte; por lo tanto, es el dominio de Dios por la fe en Cristo lo que obra la sabidur�a, la dignidad y la vida.�T.F.L.

HOMILIAS DE S.F. ALDRIDGE

Romanos 1:1

El evangelio es una profec�a cumplida.

Al ap�stol le encantaba dilatarse sobre las caracter�sticas del evangelio, especialmente las que "recibi� por revelaci�n", y su aspecto de la verdad se convirti� esencialmente en una parte de su ser y su predicaci�n, que habla de �l como "mi" evangelio. A veces lo llama el "evangelio de Cristo", mientras que aqu� el t�tulo es significativamente el "evangelio de Dios", ya que est� a punto de demostrar que es un dise�o dise�ado por Dios desde el principio de la revelaci�n.

I. EL EVANGELIO SEG�N LO PROMETIDO.

1. Alega como prueba de la promesa las profec�as de las Escrituras. Tenga en cuenta la frase, "los escritos sagrados", haciendo hincapi� en la cantidad y calidad de la literatura del Antiguo Testamento.

2. Tal promesa refuta el cargo de novedad. Los jud�os eran conservadores, y la �nica forma de eliminar sus prejuicios contra el cristianismo era persuadi�ndolos de las Escrituras de que no era una doctrina nueva que los ap�stoles predicaban. La dificultad en las controversias es encontrar un tribunal de apelaci�n com�n. La posici�n de los jud�os como custodios de la autenticidad del Antiguo Testamento tiene peso en la discusi�n de hoy.

3. Muestra que el evangelio no fue un pensamiento posterior en la mente de Dios. El Cordero fue "asesinado desde la fundaci�n del mundo". El plan de la Providencia se desarrolla gradualmente a medida que pasan los siglos. Mirando hacia atr�s, podemos ver c�mo los hermosos p�talos de la flor madura fueron predichos por las marcas del capullo.

4. Las predicciones que animaban los senos de los hombres de la antig�edad tienen su valor confirmatorio para la fe moderna. Los patriarcas "murieron en la fe". Los profetas "buscaron diligentemente a qu� hora significaba el Esp�ritu de Cristo que estaba en ellos". Y el hecho de que fueran "heraldos" proclamando el advenimiento del Rey, nos prepara para recibirlo con menos miedo a la ilusi�n. Parece ser que un monarca y un reino tan grandiosos no deber�an establecerse sin la pompa de aviso previo. La batalla de la cr�tica se desata con mayor furia en la actualidad en torno a las prefiguraciones del Nuevo Pacto en el Antiguo Testamento, ya que los hombres perciben la inexpugnabilidad del cristianismo a menos que las obras de la historia y la expectativa jud�as puedan ser asaltadas y demolidas.

II LA PROMESA REDIMIDA.

1. En el hombre Cristo Jes�s. En respuesta a la pregunta de Herodes, los escribas pudieron dar el lugar donde deber�a nacer el Mes�as, y la casa real de la cual �l deber�a ser un descendiente directo. Las genealog�as de Mateo y de Lucas acreditan igualmente las afirmaciones de Jes�s de ser de la provisi�n de David. En el nacimiento de Jes�s hubo una gran "alegr�a de que un hombre naciera en el mundo". La encarnaci�n es m�s que la residencia temporal entre hombres; es "tomar parte de la carne y la sangre de los ni�os". La Ep�stola a los Hebreos razon� a partir de la declaraci�n con respecto a la "simiente de David" que el sacerdocio estaba destinado a ser transferido de la tribu de Lev� a la de Jud�, y por lo tanto cambi� de car�cter.

2. En el resucitado Hijo de Dios. Aqu� est� el verdadero evangelio, la humanidad divina de Cristo, la conjunci�n del cielo y la tierra. Cualquiera de los dos no tendr�a adaptaci�n a nuestras necesidades.

"�Es la debilidad en la fuerza por la que lloro! Mi carne, que busco

En la Deidad! Lo busco y lo encuentro ".

La atenci�n se dirige a la Resurrecci�n como prueba de la Deidad de Cristo. La palabra "muerto" est� en plural, ya que la resurrecci�n de Cristo implica la resurrecci�n de su pueblo. �l es el "primicias" presagiando la cosecha; donde est� la "Cabeza", deben estar los miembros. Dos atributos en particular manifestados en la Resurrecci�n.

(1) Poder; verbigracia. La poderosa operaci�n de Dios, que eclipsa la gloria de su primera creaci�n en las maravillas de la nueva. Vea el entusiasmo y la audacia de los disc�pulos despu�s de que se dieron cuenta del significado de ese evento, y la fuerza y ??las posibilidades que se abrieron ante ellos al triunfar sobre la muerte, y la autoridad otorgada a su Maestro una vez despreciado, ahora exaltado. Las bandas de la tumba eran como "la cruz verde" de Sans�n cuando Cristo despert� de su sue�o. �l "hizo una demostraci�n de principados y poderes adversos", el eclipse de la inmortalidad por la muerte, pero que supuso un esplendor mucho m�s refulgente.

(2) Santidad. La pena de expiaci�n se hab�a agotado, o el portador del pecado nunca hab�a aparecido de nuevo con brillo fuera del desierto de la muerte. Cristo tabern�culo en "carne", pero su "esp�ritu" no era carnal. El Santo no pod�a ver la corrupci�n, como tampoco el oro perece en el fuego. La resurrecci�n de Cristo fue una gran lecci�n objetiva, que ense�� la inmutabilidad de todos los que, como el "Eterno" ( Apocalipsis 1:18), son consumidos por el celo de la casa de Dios. Lo que sea que est� consagrado en nosotros, Dios mismo lo preservar� del toque fatal del tiempo. La futura resurrecci�n ser� el testimonio sellador de la dignidad de Cristo. Cuando su voz despierte a los muertos, y el �ltimo enemigo haya sido completamente abolido, entonces, en cumplimiento de su propia declaraci�n y la consiguiente serie de trofeos a su maravillosa gracia, ser� universalmente adorado como el "fuerte Hijo de Dios". , amor inmortal." �Que cada uno se regocije en la conciencia de una relaci�n personal con este glorioso evangelio!

Romanos 1:7

Una clase honorable.

Describe Roma y comp�rala con nuestras ciudades modernas. La metr�poli del mundo, con dos millones de personas en aproximadamente dieciseis millas cuadradas; cada comercio, nacionalidad y religi�n representados all�. El ap�stol sab�a la importancia estrat�gica de una fortaleza cristiana en Roma. �Qu� poderosa influencia podr�a irradiar desde all� a cada cuarto del globo! Energizar el coraz�n del imperio era acelerar con la vida cristiana el mundo entero.

I. UNA CLASE ESPECIAL SOLICITADA. El "todo" en Roma est� restringido por las designaciones posteriores. Es in�til ignorar la l�nea de distinci�n del Nuevo Testamento. Los hombres se distinguen por su relaci�n con el evangelio, no por su posici�n social o capacidad intelectual, sino por sus calificaciones morales, como poseedores de buenos corazones que han recibido la semilla del reino. Hablar de cristianos es distinguirlos de todos, ya que un palo recto diferencia a los torcidos. �Enviar�a Cristo a sus mensajeros a nuestras casas como a los "que son dignos"? Esta distinci�n crea un v�nculo de uni�n. Las diversidades superficiales entre los seguidores de Cristo se fusionan en la gran caracter�stica de la similitud. Todos son "uno" en Cristo Jes�s, ya sea que vivan en el Este o en el West End, en las grandes habitaciones de un palacio o en el �tico de una casa de hu�spedes. Y en la Iglesia primitiva, como hoy, el poder unificador del evangelio fue una prueba sorprendente de su origen Divino: que el que hizo la llave para encajar tantos corazones fue el mismo que construy� esos barrios humanos. Si Cristo apareciera hoy, ser�a como cuando se introduce un im�n en una caja de limaduras de hierro; la afinidad de su gente se descubrir�a por su atracci�n instant�nea hacia �l, y cuanto m�s se acercaran a �l, m�s se acercar�an el uno al otro. El cristianismo es socialismo saludable.

II SU FELIZ CONDICI�N. "Amado de Dios". El Todopoderoso es bueno con todas sus criaturas; �l "es grande, y no menosprecia a ninguno"; su sol y lluvia benefician a todos indiscriminadamente. Jes�s llorando sobre Jerusal�n ejemplific� la infinita piedad de Dios hacia los sujetos rebeldes, afligidos por sus angustias y afligidos por sus pecados. Pero el amor del texto es el de la complacencia, donde Dios puede descansar en su amor con satisfacci�n, regocij�ndose en la naturaleza renovada y las evidencias de la filiaci�n restaurada. El amor debe apostar m�s fuerte y m�s delicioso cuando es correspondido por su objeto, ya que el espejo aumenta la luz por reflejo. Es una designaci�n animada; porque los hombres necesitan amor como las plantas necesitan sol y calor. El coraz�n m�s solitario puede ser animado por la seguridad del afecto paternal divino. Es un amor ennoblecedor. Muchos hombres se han elevado a trav�s del amor a la altura de su capacidad; Sus poderes han sido estimulados y desarrollados. �Cu�n fuertes para los actos nobles deben ser aquellos que piensan en el poderoso coraz�n de Dios que late al ritmo de sus d�biles almas! Las vidas atrofiadas pueden florecer y volverse fruct�feras bajo la "luz de su semblante", buscando vivir digno de su maravilloso amor. Implica el bienestar de aquellos amados. No necesariamente exenci�n de dificultades y juicios, no interposici�n milagrosa todos los d�as; pero gu�a y socorro inagotables, y la certeza de un tema bendecido para todos los eventos. Nuestro Dios nunca tuvo la intenci�n de que vivi�ramos toda la vida en suspenso con respecto a nuestra relaci�n con �l, sino que sali�ramos al d�a despejado aceptando sus declaraciones, y lo honramos cuando armamos nuestros pechos con estas magn�ficas verdades como con triple acero contra todos. irritaci�n e inunda nuestra vivienda con el benigno esplendor de sus promesas.

III. SU VOCACI�N DIGNIFICADA. "Llamados a ser santos". La palabra "llamado" se ha vuelto tan teol�gica que para entrar en su significado con alguna frescura debemos despojarla de su vestimenta t�cnica. La vocaci�n de un hombre es su ocupaci�n en la vida: aquello por lo que se gana la vida. El negocio principal del cristiano es cultivar la santidad. Es apartado, como el sacerdote, con aceite de unci�n para el servicio de Dios. Este objetivo no es en modo alguno incompatible con el cumplimiento de su vocaci�n mundana ordinaria. Cada situaci�n se adapta a la b�squeda de la santidad, la disciplina del alma, el llamado a la resistencia o la actividad. El santo est� separado de los pecadores, no por raz�n de ausencia corporal, sino a trav�s de su pensamiento consagrado, esfuerzo y comportamiento. La misma acci�n puede realizarse por motivos superiores y con respecto a cuestiones m�s amplias. Los santos est�n equipados con todas las ayudas necesarias para la santidad. La Palabra escrita, el Esp�ritu, la casa de oraci�n, todos estos ayudan a una vida santa. No estamos preparados para hacer ladrillos sin paja. La forma de nuestro llamado impone la obligaci�n de santidad. Hemos sido llamados por Jesucristo, nuestro Redentor, nuestro Patr�n y Poder, que llam� a los disc�pulos a la orilla del mar, y a Mateo en la barra de peaje; y su convocatoria nos alcanza desde su cruz de angustia, y desde su trono de victoria en lo alto. El t�tulo de "santos" est� expresamente asignado a los seguidores de Cristo, y nos corresponde caminar dignos de nuestro alto llamamiento y del nombre por el cual somos llamados. La desconfianza rechaza t�tulos tan altos y grandiosos; la fe los reclama y los justifica. �No responder�n algunos al llamado de Cristo hoy? "No endurezcas tus corazones, si es que oyes su voz" - S.R.A.

Romanos 1:9

Un llamamiento y un par�ntesis.

Para la mente plena y ardiente, la declaraci�n de un hecho o pensamiento invoca muchas ideas asociadas, y el resultado es un par�ntesis. En el reconocimiento generalizado de la fe de los cristianos romanos ( Romanos 1:8) Pablo discerni� una respuesta a sus oraciones. Cu�n constantes fueron esas intercesiones que solo Dios pod�a conocer, y a �l el ap�stol apel�, justificando la apelaci�n por una referencia entre par�ntesis a su vida de servicio fiel. El texto, por lo tanto, sugiere una reflexi�n sobre tres temas.

I. LA PROPIEDAD DE INVOCAR EL TESTIMONIO DE DIOS. Con demasiada frecuencia, los enunciados p�blicos y la conversaci�n se han intercalado con la menci�n del Nombre Divino, violando el tercer mandamiento y las instrucciones del Salvador. La tendencia de la legislaci�n moderna a restringir las ocasiones en que el juramento es obligatorio debe ser bien recibido. Est� permitido llamar a Dios para testificar en asuntos solemnes, acorde con la dignidad del Alt�simo. Especialmente en asuntos que se encuentran solo dentro del conocimiento de Dios, como aqu� respetar la frecuencia de las peticiones del ap�stol en el propiciatorio. La invocaci�n del testigo divino es m�s parecida a los labios de sus sirvientes. �Con qu� muestra de raz�n pueden otros exigir su presencia para confirmar sus declaraciones? Los fan�ticos profanos se condenan por inconsistencia. Incluso una consideraci�n por los sentimientos de los dem�s a veces llevar� a los hombres a abstenerse de jugar con el Nombre sagrado de nuestro Padre y Amigo.

II LA IMPORTANCIA DE LA ORACI�N INTERCESORA. La amplitud del coraz�n contribuye mucho al disfrute y la prevalencia de nuestras oraciones. Cuando parecemos aburridos con respecto a nuestras propias necesidades, el recuerdo de los deseos de otro puede "desbloquear la fuente escalada". Podemos medir nuestro inter�s en nuestros compa�eros por la regularidad de nuestras peticiones en su nombre. Si no rezamos con frecuencia por ellos, �c�mo podemos decir que cuidamos su bienestar? Habla de ellos donde sea de mayor utilidad.

"�Para qu� son mejores los hombres que las ovejas o las cabras, que alimentan una vida ciega dentro del cerebro, si, conociendo a Dios, no levantan manos de oraci�n tanto para ellos como para aquellos que los llaman amigos?"

El ap�stol evidentemente piensa en orar como una parte real del servicio cristiano. Al igual que el incienso que era el deber honorable de los sacerdotes ofrecer, as� tambi�n Pablo "levantaba las manos santas" diariamente como su continuo sacrificio y ministraci�n. Es una ley del gobierno paterno de Dios que las solicitudes de sus hijos deben, aunque sean tan simples y d�biles en s� mismas, vincularlas con la omnipotencia y lograr los efectos m�s poderosos. �Qu� nos afecta que somos tan lentos para visitar esta "puerta de los deseos"? Dios mide la constancia y fervor de nuestras oraciones. No son una peque�a actuaci�n olvidada pronto. Constituyen una revelaci�n de nuestra condici�n, un term�metro espiritual cuyas lecturas est�n registradas.

III. LAS CALIDADES QUE RENDEN EL SERVICIO ACEPTABLE A DIOS. Debe ser espiritual, es decir, no formal o ceremonial, sino una expresi�n de la vida interior; no se representa como una tarea pesada, sino seg�n "el esp�ritu que da vida en lugar de la letra que mata". El ap�stol estaba constre�ido por el amor, porque Cristo se hab�a apoderado de los afectos de su coraz�n y lo hab�a hecho consciente de un nuevo impulso interno, que transfiguraba la obediencia y la hac�a libertad, y alteraba el agotador deber en un servicio deslumbrante. Era la diferencia entre la elevaci�n mec�nica y el movimiento de una cometa por el viento, y el vuelo alt�simo del p�jaro que se regocijaba en sus poderes vitales. El servicio espiritual no es una devoci�n ciega e irracional, sino una ministraci�n aprobada por las facultades m�s nobles del alma. Es evang�lico, surge y se mueve en la esfera de la gloriosa revelaci�n del Hijo de Dios. Por medio de Cristo, el ap�stol "recibi� gracia y apostolado por la obediencia a la fe entre todas las naciones, por amor de su Nombre" ( Romanos 1:5). El conocimiento y la recepci�n del evangelio implican privilegio y responsabilidad. La verdadera vida cristiana est� llena de motivos y objetivos evang�licos, y ninguna condici�n es inepta para el servicio evang�lico, su sacerdocio y sus sacrificios. � S.R.A.

Romanos 1:11, Romanos 1:12

Anhelo de conocer.

El deseo vehemente del ap�stol atesorado durante muchos a�os fue por fin gratificado; �Pero la forma de entrar en Roma es diferente de la anticipada visita voluntaria! Deb�a llegar, despu�s de un viaje tempestuoso y peligroso, como prisionero para suplicar por su vida ante el emperador. Es bueno que un velo oculte el futuro, o nuestros deseos para alg�n evento podr�an desaparecer en silencio.

I. EL AMOR NO EST� SATISFECHO SIN UNA REUNI�N. Agust�n hubiera querido ver a Cristo en la carne, a Pablo en el p�lpito y a Roma en su gloria. El ap�stol pens� poco en la magnificencia externa de la metr�poli; su coraz�n se volvi� hacia la compa��a de cristianos all�. Algunos eran sus parientes, otros hab�an sido sus compa�eros de trabajo y prisioneros, sin embargo, todos los que estaban unidos en la comuni�n cristiana eran queridos por �l, y ansiaba verlos cara a cara. Los lazos de apego en la Iglesia primitiva pueden haber sido cimentados por el viento fr�o de la oposici�n y la persecuci�n, lo que llev� a los miembros a acercarse para obtener calidez y simpat�a. A�n as�, el cristianismo demuestra ser capaz de desterrar las distinciones mundanas hoy en d�a, derribando las barreras de raza, casta e idioma. Los amigos del Salvador no pueden sentir celos, ya que su amor es lo suficientemente grande como para abarcarlo todo, y el respeto por su honor impulsa a sus amigos a aumentar el n�mero de sus seguidores. El amor a Cristo es la ant�tesis de la estrechez del esp�ritu. Podemos formar una opini�n sobre nuestro discipulado al observar el grado de nuestro anhelo de "reunirnos". "Sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos". Existe un deseo natural de mirar la cara y la forma de los hombres famosos, que los nombres se conviertan en personas para nosotros, y que nuestra d�bil imaginaci�n pueda ser ayudada a partir de ahora para imaginar su voz, gesto y apariencia. Y este anhelo se convierte en una sagrada esperanza de la consumaci�n de nuestra dicha, cuando se nos permita contemplar al Salvador y "verlo tal como es". Cristo est� "con nosotros" ahora, pero al morir partimos para estar "con Cristo" para siempre. La proximidad y el afecto son ideas correlativas.

II LA REUNI�N DE LOS CRISTIANOS TIENE EDIFICACI�N COMO SU OBJETO, Pablo estaba sumamente ansioso por ser el medio de beneficio espiritual para los cristianos en Roma. �l cre�a que un regalo espiritual era el regalo m�s valioso que pod�a otorgar o que pod�an recibir. Se clasific� m�s alto que las comunicaciones cient�ficas o la limosna. Las horas de agradable conversaci�n y recreaci�n no son despreciables, pero si nuestras sociedades las ponen en primer plano, pierden su marca adecuada. La cruz de Cristo arroja una luz solemne sobre una �poca de placer. A esta piedra de toque debemos llevar nuestros compromisos de la Iglesia y nuestros planes de vida individuales. Que las congregaciones valoren correctamente el ministerio de las cosas espirituales. No podemos suponer que el ap�stol se preocupe m�s por las dotaciones milagrosas, los dones de curaci�n y de lenguas, sino m�s bien un crecimiento en la gracia y en el conocimiento de Cristo, y en el amor, el logro preeminente. �Los padres siempre transmiten a sus hijos la impresi�n de que le dan mayor importancia a su progreso en la vida Divina que a su �xito en el bar o en el Senado, en el intercambio o en el mundo de moda? Note el deseo del ap�stol de confirmar la fe de estos cristianos. Establecerlos, no perturbar sus opiniones y pr�cticas, era su intenci�n. No es asunto ligero perturbar las convicciones de los hombres y arrancarlos de sus viejas creencias. Los "hombres" no deben ser "arrastrados por todo viento de doctrina", sino sentir sus pies firmes sobre la roca inmutable. La palabra griega en el texto nos recuerda que "estereotipos" es bueno cuando se trata de los primeros principios del cristianismo. La planta desplazada con frecuencia crece con dificultad. Aqu� hay una pista de que el oral ser�a m�s efectivo que las comunicaciones escritas. A pesar de las afirmaciones recientes, el discurso del p�lpito y la plataforma se mantiene como el motor que mueve a las masas. Incluso "las cartas pesadas y poderosas" del ap�stol no pod�an igualar el efecto de su presencia personal. Solo los enemigos llamar�an a este �ltimo "d�bil y despreciable". Las Escrituras representan el advenimiento venidero de Cristo como un poderoso impulso para la perfecci�n y el triunfo de su Iglesia. �l "aparecer� en su gloria" y "edificar� a Si�n".

III. UNA REUNI�N PERMITE A TODOS CONTRIBUIR AL BIEN COM�N. El ap�stol esperaba un beneficio mutuo. No era tan obstinado ni orgulloso como para imaginar que nadie podr�a iluminarlo o consolarlo. Los ministros necesitan el consuelo de su reba�o. Recordemos la exhortaci�n inspiradora de los israelitas a Josu�: "S�lo s� fuerte y valiente: el Se�or sea contigo", etc. ( Josu� 1:17, Josu� 1:18). El ap�stol tampoco era tan ego�sta como para desear obtener todo y no dar nada. Las iglesias cristianas est�n dise�adas para ser sociedades de mejora mutua. Algunos solo preguntan: �de qu� nos servir� tal reuni�n? olvidando que sus comentarios o su asistencia incluso pueden estimular a sus hermanos y ayudarles en el �xito de la reuni�n. Anima a los d�biles y apoya a los vacilantes para presenciar la firme confianza de los fuertes. La fe de la que se habla implica visibilidad para su pleno efecto. Los disc�pulos secretos no relacionados con ninguna organizaci�n pierden mucho consuelo y trabajan a trav�s de su aislamiento. �Ven, �nete a nuestras filas de la Iglesia! Los cristianos son como las piedras de un arco, fortalecidos en posici�n por su presencia y presi�n conjunta. Bunyan retrata bellamente este consuelo mutuo en Christian and Hopeful mientras vadean el r�o de la muerte. �Qu� testimonio del trabajo de cualquier hombre que su presencia ayuda, no marte, la piedad de sus amigos! �Que los "hermanos no derritan el coraz�n de la gente"! ( Josu� 14:8). Somos responsables de la influencia que ejercemos. � S.R.A.

Romanos 1:16

Gloriando en el evangelio

Por muchas razones, el ap�stol podr�a estar avergonzado de predicar el evangelio en Roma. Se hab�a demorado mucho tiempo en cumplir su prop�sito de visitar esa ciudad. Las "buenas noticias" se centraron en la misi�n de un jud�o, perteneciente a una raza despreciada por sus conquistadores magistrales. La historia de la cruz no pod�a dejar de provocar el rid�culo cuando los romanos escucharon que este Mes�as hab�a sido rechazado por sus propios compatriotas y entregado a una muerte ignominiosa, y que sus disc�pulos cre�an seriamente que hab�a resucitado de entre los muertos. Un reino fundado en la humildad y el amor parecer�a un sue�o fan�tico. Los predicadores tampoco pod�an se�alar a muchas de las clases altas que hab�an absorbido esta nueva "superstici�n". Sin embargo, el ap�stol no titube�; sinti� que el evangelio pod�a soportar el escrutinio y la comparaci�n m�s estrictos, y que conten�a una fuerza moral digna de reconocimiento incluso por los adoradores del poder m�s serviles. �l se glori� en el evangelio

I. COMO SUPERAR A LOS HOMBRES CON M�S QUE EL PODER HUMANO. El deseo de poder es innato en el seno, y se observa con entusiasmo una exhibici�n de �l. El ap�stol ten�a la intensa convicci�n del poder de la cruz, que surgi� de su dominio sobre s� mismo y los cambios que hab�a visto en sus conversos en todas partes. Como dec�an los magos de anta�o: "Este es el dedo de Dios", y como dec�an los samaritanos del hechicero: "Este hombre es el gran poder de Dios", entonces el ap�stol discerni� a�n m�s l�gicamente en la paz mental. libertad espiritual y alegr�a, las elevadas aspiraciones y la naturaleza renovada que llegaron a los cristianos, la demostraci�n de una energ�a sobrenatural, un poder milagroso cuya fuente solo pod�a ser Divina. Creyendo que Jesucristo era la palanca de Dios para resucitar a los hombres de la muerte a la vida, �c�mo podr�a avergonzarse el ap�stol de llamar la atenci�n sobre este poderoso instrumento de elevaci�n humana? Hablar, ense�ar y vivir con esta conciencia de ejercer un poder Divino es perder el coraz�n d�bil y dejar que el anillo de convicci�n en nuestros tonos engendre aceptaci�n en los oyentes. La cura para muchas dudas es notar hist�ricamente lo que el cristianismo ha logrado. Entonces, la peculiaridad de su introducci�n al mundo, de su principio de funcionamiento y de sus principios, evidenciar� con mayor fuerza su origen desde arriba. Es en todos los puntos a diferencia de la mano de obra del hombre.

II COMO ASEGURAR UN RESULTADO EMINENTEMENTE DESEABLE: la salvaci�n de los hombres. Podemos estar aterrorizados y asqueados ante una fuerza que amenaza la crueldad y la opresi�n. Pero el poder del evangelio del amor solo es ben�fico en su dise�o y efectos. Su objetivo es salvar a los hombres de la ira venidera, en la liberaci�n actual de las pasiones malvadas, en el desarrollo de todo lo que es m�s justo y encantador. Su triunfo significa la curaci�n del alma enferma de pecado, la entrada de luz en el entendimiento y la alegr�a santa en el coraz�n. Los romanos odiaban la esclavitud y se regocijaban orgullosamente de su libertad. Cultivaron la dignidad de manera y se glorificaron en su imperio mundial y los privilegios de su ciudadan�a. Seguramente ellos tambi�n podr�an percibir que el evangelio prometi� y obtuvo membres�a en un reino indisoluble celestial, cuyos sujetos no solo estaban protegidos de la inestabilidad de la felicidad y el dominio de los malos deseos en esta vida, sino que tambi�n deber�an recibir (lo que su filosof�a estoica favorita nunca propuso ) una inmortalidad dichosa radiante con servicio honorable bajo el Rey de reyes.

III. COMO FUNCIONA POR UN M�TODO UNIVERSALMENTE DISPONIBLE, a saber. por fe. Es esencial para una panacea con la intenci�n de brindar ayuda y fuerza a nuestra raza, que toque el punto de la peste de la enfermedad universal y reconozca la necesidad m�s profunda del hombre, sin importar sus costumbres, vestimenta e idioma. Es igualmente necesario que el remedio adopte una forma tal que permita que todos lo reciban y lo apliquen, ya sean eruditos o sin educaci�n, ricos o pobres, viejos o j�venes, civilizados o b�rbaros. Escuchar la vida, la muerte y la resurrecci�n del Salvador como la revelaci�n de la santidad divina que busca la reconciliaci�n del hombre, para responder a la s�plica mediante la simple confianza en el Redentor, esto no requiere m�s que el uso de las facultades comunes con las que todos tienen ha sido dotado Las noticias pueden tardar mucho en viajar de Jerusal�n a Roma; el orgullo, la alegr�a o el intelectualismo podr�an tropezar con las noticias; pero, el Esp�ritu mostrando las cosas de Cristo a los hombres, la responsabilidad reca�a en s� mismos si por incredulidad les imped�an el coraz�n contra la verdad. "Para todo aquel que cree", el evangelio prueba la "dinamita" espiritual, no de destrucci�n, sino de salvaci�n. �Abr�celo, propio, pred�quelo! �S.R.A.

Romanos 1:20

La revelaci�n de Dios en la naturaleza.

Entrar en contacto con la valiente escritura del ap�stol Pablo es como inhalar un soplo de aire de monta�a. No se alarm� ante la presencia de ning�n investigador, aunque antiguo como jud�o, aprendido como griego o imperioso como romano. Levant� el evangelio como una l�mpara cuyos rayos, que brillan en todas las direcciones, buscan en cada sistema, neg�ndose a permitir que el error pase por la verdad, el vicio por la justicia o la imperfecci�n por la integridad. �l dio a entender que lo que la Ley hizo por los jud�os, convenci�ndolos de pecado, fue efectuado para los gentiles por las glorias de la creaci�n, quitando toda excusa para la inmoralidad imp�a, y por lo tanto encerrando a todos por igual al sentido de la necesidad de tal justicia, a trav�s de la fe para salvaci�n como lo proclama el evangelio de Cristo.

I. UNA PARADOJA: COSAS INVISIBLES VISTAS CLARAMENTE. La posibilidad de tal aparente contradicci�n est� permitida, cuando distinguimos entre la visi�n externa del cuerpo y la percepci�n interna de la mente. Hablando correctamente, es solo la mente la que ve. La mente organiza y digiere lo que le lleva el nervio �ptico. Como un qu�mico, el cerebro tiene su laboratorio, en el cual los sentidos transmiten los colores, sonidos, impresiones, hechos y figuras del mundo que nos rodea; y all� en privado analiza, sintetiza, manipula, los productos hasta que parecen investidos de nuevos atributos. Piense en nuestras concepciones abstractas, como las de belleza, de tiempo, de car�cter; estos no tienen existencia sensible: son cualidades superadas por la mente que mira. Pueden surgir necesariamente sobre ciertos objetos que se presentan a nuestra vista; nos afectan poderosamente y, aunque no son vistos por los ojos corporales, se vuelven claros para los ojos del alma.

II LA PARADOJA APLICADA A LA TEOLOG�A.

1. Las obras de la naturaleza manifiestan un Poder poderoso. Este mundo, tan maravillosamente enmarcado, que exhibe tal unidad en la diversidad, proporciona a la mente atenta abundantes huellas de una Fuerza que ha estado trabajando en otro lugar que nosotros. Las declaraciones de investigadores anteriores, como Buda, Plat�n, Cicer�n, son ampliamente confirmadas por los cient�ficos de hoy, que se confiesan en presencia de una Fuerza gloriosa y terrible, cuyas leyes deben ser determinadas y obedecidas. Se intenta resolver de manera demostrable todos los fen�menos en manifestaciones de la �nica fuerza indivisible. Podemos pensar que tales pensadores refuerzan la declaraci�n del texto de que el poder invisible de Dios se ve claramente y se entiende a trav�s de sus obras. Esas regularidades que llaman "leyes" son sus h�bitos; esas numerosas analog�as indican que la mente influye de manera similar en todos los reinos. Tenga en cuenta especialmente esa �pica de la teolog�a natural, el Libro de Job.

2. Este Poder discernido para ser eterno. Existe la palabra apropiada en el texto para denotar "duraci�n infinita", lo que siempre existe. El poder que origin� el universo es necesario para sostenerlo. La evoluci�n es creaci�n perpetua, por la cual "las cosas que se ven no fueron hechas de las cosas que aparecen". Desde la antig�edad, el hombre ha contrastado su breve vida con las monta�as eternas, las colinas perpetuas. La astronom�a nos est� familiarizando con los innumerables milenios de la vida de Dios, y la geolog�a revela las edades inconmensurables a trav�s de las cuales su poder ha estado trabajando. La doctrina de la conservaci�n de la fuerza, que Tyndall llama "el don de la ciencia para el siglo XIX", hace eco de la misma verdad, que aunque los animales mueren, e incluso las colinas se desmoronan y decaen, sin embargo, el Poder que los hizo continuar; Asumen otras formas y hacen otro trabajo. Herbert Spencer escribe sobre la "energ�a infinita y eterna de donde proceden todas las cosas y por las cuales se sustentan".

3. Tal poder revela la Divinidad. La "Divinidad" de la Versi�n Revisada es preferible, ya que aqu� el ap�stol est� hablando, no de la esencia incomunicable de Dios, como en Colosenses 2:9, sino de su naturaleza, a diferencia de nuestra humanidad mortal. Las obras de Dios muestran que �l puede originar la vida; el hombre solo puede propagarlo. Y la reflexi�n prueba que este poder de Dios act�a en favor de la justicia y en castigo de la maldad. �l se destaca como el Santo. No olvidamos los oscuros problemas de la vida ni los abismos de la creaci�n, pero debemos tener cuidado para no subestimar la claridad con la que ha escrito su aut�grafo sobre las leyes de la naturaleza y sobre su producto principal: el hombre. Froude dice: "Esta es la �nica lecci�n de la historia: la ley moral est� escrita en las tablas de la eternidad. Solo la justicia y la verdad perduran y viven. La injusticia y la falsedad pueden ser longevas, pero el fin del mundo llega por fin a ellas".

III. LA CONCLUSI�N INEVITABLE DE QUE LAS PR�CTICAS IRRELIGIOSAS Y PECAS DE LOS HOMBRES SON INEXCUSABLES, NECESITAN TANTO EVANGELIO COMO LA CRISTIANIDAD. Tal revelaci�n deber�a haber evitado toda impiedad. Un pecado principal es ignorar a Dios, ya que el mayor crimen civil es la traici�n contra el gobernante del estado. No adorar y agradecerle es una rebeli�n fiduciaria en la corte. �Cu�n claramente implica el ap�stol que las opiniones oscuras del Creador, que degradan sus atributos, llevan a los hombres primero a basar la ingratitud y luego a complacer, sin control y sin verg�enza, los peores deseos carnales! Y estas llamas de pasi�n imp�a, ya no sometidas por las lluvias de piedad celestial, saltan a una feroz conflagraci�n, por la cual los condenados son destruidos. Sin embargo, el que form� el mundo y coloc� al hombre sobre �l, ha recordado la fragilidad del hombre: ha proporcionado un Abogado para el criminal indefenso, una ciudad de refugio para el asesino desesperado. No puede ser un escape a trav�s de nuestros propios m�ritos, o una justificaci�n por obras; pero mediante una exhibici�n trascendente del poder Divino en su m�s noble atuendo de amor, inclin�ndose para llevar nuestros pecados y hacer que su justicia sea nuestra, a trav�s de nuestra contrita, humilde y gozosa aceptaci�n de su misericordia y ayuda.

Romanos 1:22

Evoluci�n hacia abajo.

Ning�n cargo pica m�s a un hombre que el de ser considerado sin sentido; preferir�a ser considerado un brib�n que un tonto. El ap�stol muestra que el hombre, a quien Dios cre� en posici�n vertical para poder ver a Dios y las cosas celestiales, ha mirado continuamente a la tierra y se ha vuelto propenso como las bestias. Al inclinarse, ha envuelto su alma en la sombra, y su religi�n, en lugar de una bendici�n, ha resultado ser una maldici�n.

I. LA ADORACI�N DE LAS IM�GENES SE ORIGINA EN UN DESEO NATURAL POR UNA REALIZACI�N SENSIBLE DE LA DEIDAD. Las ideas abstractas tienen poco encanto o poder para los hombres, y el culto a la fuerza o la humanidad nunca puede atraer a las multitudes. El anhelo de un Dios visible fue respondido en la Shejin�, y en las muchas apariciones del �ngel de Jehov�, y ha recibido el reconocimiento m�s completo en la manifestaci�n de Dios en Cristo. La espiritualidad de la adoraci�n divina deb�a ser preservada en Israel por el mandamiento de no criar im�genes grabadas, y la ascensi�n de Cristo al cielo, retirando al Salvador de los ojos de los mortales, tambi�n tiene la intenci�n de proteger al cristianismo de los peligros responsables de un sistema cuyos devotos debe "caminar por vista" en lugar de por fe. Las Escrituras y la historia universal demuestran la rapidez con la cual, como en la Iglesia Cat�lica Romana de hoy, el homenaje y la devoci�n de los hombres se transfieren del Ser representado a la estatua o figura que al principio era lo suficientemente inocente como su s�mbolo. Existe el peligro de que la literatura moderna busque demasiado "para conocer a Cristo seg�n la carne", en lugar de confiar en la asistencia brindada por la ense�anza del Esp�ritu, el Cristo invisible que habita en el coraz�n.

II LA TENDENCIA DE LA ADORACI�N DE IM�GENES ES DEGRADAR LA RELIGI�N. El argumento de Jen�fanes, que ridiculiza la teolog�a hom�rica de que si las ovejas y los bueyes representaran a un dios, lo imaginar�an como uno de ellos, solo mostr� que la religi�n natural, al enmarcar una noci�n de Deidad, le atribuye correctamente los m�s altos atributos de personalidad e inteligencia concebibles. Y el ap�stol Pablo acus� a los atenienses de irrazonablemente imaginando que se supon�a que el gran Padre era menos poderoso e inteligente que sus hijos. Pero sin ayuda sobrenatural el hombre se hunde m�s y m�s en sus concepciones; La direcci�n de la evoluci�n en la religi�n es hacia abajo, no hacia arriba, excepto donde hay una interposici�n manifiesta del Ser Supremo. Observe cu�n vigorosamente los profetas tuvieron que combatir el deseo de Israel de aliarse en adoraci�n con las abominables idolatr�as de las naciones alrededor. El hombre, seleccionado como representante de Dios, se convierte en hombre en su estado de �nimo m�s bajo y meramente en existencia animal; la transici�n es f�cil para el b�ho de aspecto sabio y el �guila voladora, luego para la vaca y el perro, y finalmente para la serpiente y el pez. La unidad de Dios se pierde en la multiplicidad de �dolos, y su poder y justicia se inundaron de estupidez y depravaci�n bestiales. Los ritos religiosos se convirtieron en escenas de libertinaje. "La luz que hab�a en los hombres se ha convertido en oscuridad, �y qu� grande es esa oscuridad!"

III. El adorador se asimila gradualmente al objeto adorado. El hombre no se eleva m�s en pensamiento y vida que la Deidad ante quien se inclina y ante quien se somete; pero �l puede, y generalmente lo hace, adoptar las peores caracter�sticas del car�cter y la conducta de sus dioses. Lo que meditamos constantemente nos transforma en sus propios lineamientos. Donde los animales inferiores est�n deificados, all� las pasiones de los brutos son rampantes, y se vive una existencia meramente animal. La mentira sustituida por la verdad desv�a el comportamiento del hombre hacia otra l�nea, y un plano descendente lo lleva a la ruina moral. "Los que hacen a los dioses son como ellos; as� es todo el que conf�a en ellos". La revelaci�n que Dios da de s� mismo en su Palabra opera a la inversa en un principio similar, de modo que "al contemplar como en un vaso la verdadera gloria del Se�or, somos cambiados a la misma imagen". y, la imagen de Dios en el hombre siendo restaurada, la semejanza con Dios a la que estamos hechos para alcanzar crece a la perfecci�n, hasta que "seremos como �l, cuando lo veremos como es". - S.R.A.

HOMILIAS POR R.M. EDGAR

Romanos 1:1

El autor.

Antes de apreciar cualquier trabajo importante, nos gusta aprender todo lo que podamos de su autor. Por lo tanto, el estudio de los Hechos de los Ap�stoles es la mejor preparaci�n posible para el estudio de esta gran Ep�stola a los romanos. La historia dada por Lucas es como el retrato del ap�stol prefijado a sus ep�stolas; de hecho es mejor mil veces que cualquier imagen producida por arte. Comencemos, como un tema sugestivo, con un bosquejo de la carrera del ap�stol, adecuado para ayudarnos en homil�as posteriores. Y:

I. LA HISTORIA DE PABLO ANTES DE SU CONVERSI�N. En estos primeros d�as no se llamaba Pablo, sino el de Sa�l. El cambio adoptado revela el car�cter cosmopolita que contrat� como ap�stol. Era la palabra griega m�s cercana a su nombre hebreo original. Si bien era un jud�o fan�tico, habr�a despreciado cualquier adaptaci�n de ese tipo a la costumbre prevaleciente; pero una vez que se convirti� en "el ap�stol de los gentiles", estaba listo para hundir el t�tulo jud�o y adoptar lo que estaba m�s cerca de �l en el idioma que se usaba m�s ampliamente. Fue una hermosa concesi�n al esp�ritu de la �poca. � Pero ahora debemos notar:

1. Su lugar de nacimiento. Era Tarso, "no es una ciudad mala", como le dijo al capit�n en jefe ( Hechos 21:39). Parece haber sido un lugar de cultura, lo que ahora deber�amos llamar una "universidad", que casi podr�a entrar en las listas con Atenas o Alejandr�a. Tambi�n disfrut� de la ciudadan�a romana por alg�n accidente de su nacimiento en esta ciudad proconsular. Aunque sus padres se hab�an asegurado el privilegio que no conocemos, el hijo lo us� ampliamente despu�s. � �

2. Su pura ascendencia jud�a. Como les dijo a los filipenses, �l era "un hebreo de los hebreos" ( Filipenses 3:5). Todo, por lo tanto, lo que implica pura "cr�a" ser�a suyo. La tribu de Benjamin hab�a suministrado el primer rey a Israel, y ahora est� suministrando un "rey de los hombres" m�s famoso en la persona de este segundo Sa�l. Sus padres, sin duda, lo convirtieron en un "hijo de la ley" a la edad de doce a�os, y m�s tarde proveyeron su educaci�n en la capital jud�a.

3. Su entrenamiento a los pies de Gamaliel. Esto signific� la cultura m�s amplia de la capital, la ortodoxia del elenco m�s prudencial, como parece mostrar la conducta de su maestro en el Sanedr�n ( Hechos 5:38). Que Pablo era un erudito apto, su propio testimonio demuestra, por no hablar del testimonio de su gran carrera; porque habla de "aprovechar la religi�n de los jud�os por encima de muchos de mis iguales en mi propia naci�n" ( G�latas 1:14).

4. Su entusiasmo como hombre de acci�n. Parece que, dejando de lado la prudencia de Gamaliel, entr� con todo el ardor de la juventud en una cruzada contra los cristianos. Las autoridades jud�as hab�an percibido las vastas capacidades de su instrumento; y, desde el puesto subsidiario de sujetar la ropa de los que apedrearon a Stephen, �l subi� per saltum al puesto de archi-perseguidor, y el l�der de la empresa, incluso en ciudades extra�as. No solo era, entonces, un fariseo ortodoxo y satisfecho de s� mismo, sino que tambi�n se convirti� en el principal hombre de acci�n en relaci�n con su partido, el hombre de la promesa m�s abundante.

II LA CONVERSI�N DE PABLO. Damasco era el objetivo al que �l y sus c�mplices se apresuraron, �cuando he aqu�! se enfrenta, no lejos de la ciudad, con una luz abrumadora, y oye una voz que pregunta: "Sa�l, Sa�l, �por qu� me persigues?" Al preguntar el nombre de esta persona brillante y abrumadora, se entera de que es Jes�s, la cabeza del pueblo resucitado y glorificado que Sa�l est� persiguiendo, que parece confundirlo y convertirlo. Ahora, con respecto a esta conversi�n, notemos:

1. El trato personal del Se�or con el pecador. El pecador se siente en las manos de Aquel a quien ha perjudicado en su propia Persona y en la persona de su pueblo. La convicci�n de pecado es solo una sensaci�n de da�o hecho a un Salvador inocente y amoroso. Pablo imagin� que Jes�s hab�a pasado de la categor�a de factores vivos en este mundo, y ahora se enfrenta a �l con el cargo de persecuci�n.

2. Paul muere inmediatamente por toda confianza en s� mismo. Como Adolphe Monod ha dicho bellamente: "Sa�l se convierte desde el d�a, desde la hora, desde el momento en que, reconociendo que �l es malvado, indigno, perdido y por siempre privado de toda justicia ante Dios, sustituye el Nombre de Jesucristo para s� mismo en todas sus esperanzas de vida eterna, y se arroja sin reservas al pie de la cruz, como un pobre pecador que no tiene otro recurso en el mundo que no sea la sangre del Cordero de Dios ". � Esto es lo que queremos decir con su muerte por autoconfianza. Reconoce de inmediato el vac�o de todas sus esperanzas anteriores, y pone a Cristo en el lugar que una vez estuvo ocupado por s� mismo.

3. Pablo se coloca bajo el mando de Jes�s. �l grita: "Se�or, �qu� quieres que haga?" De ahora en adelante es el esclavo de Cristo (??????), pose�do y ordenado seg�n el placer de Cristo. Esta perfecta entrega del yo a la voluntad del Salvador es el resultado pr�ctico de la conversi�n. Es un paralelo a la rendici�n de Abraham, cuando comenz� a ser peregrino con Dios. Pablo ha renunciado al servicio de los principales sacerdotes y aceptado el servicio bajo el Nazareno que despreciaban. Y:

4. Pablo recibe de Jes�s un nuevo oficio. Cuando se queda ciego en Damasco y espera, finalmente se le dice lo que debe hacer. Debe ser admitido por el bautismo en la Iglesia cristiana, y ser lleno del Esp�ritu Santo, y ser ap�stol de los gentiles ( Hechos 9:15). Su oficio ha cambiado del de Sa�l el perseguidor al de Pablo el ap�stol. � �Y qu� es ser ap�stol? Es fundar la Iglesia de Dios sobre ninguna otra base que la del Jes�s resucitado. Es ser un testigo de la resurrecci�n de Cristo, y de todo lo que este hecho y doctrina cardinales es para los hombres. �Una oficina poderosa, sin duda! Y observe cu�n singular y distinto se destaca Pablo. Los jud�os reciben doce ap�stoles, pero los gentiles solo uno; Sin embargo, Paul vale todos los dem�s juntos en lo que respecta a la conversi�n del mundo. Como David, val�a diez mil soldados comunes.

III. LA CARRERA POSTERIOR DE PABLO. Comenz� a predicar a Cristo de inmediato, solo para probar suerte; pero no se pretend�a que pasara inmediatamente de la publicidad de la persecuci�n a la publicidad del oficio apost�lico. Pasa a la quietud de Arabia, y permanece durante unos siete a�os en una discreta esfera de libertad condicional. No significa que haya pasado siete a�os en silencio; sin duda, donde sea que estuviera, hac�a que sus vecinos sintieran su presencia y conocieran su doctrina. Pero se estaba preparando, mediante una seria meditaci�n y comuni�n con su Maestro, para su tremenda misi�n. �A toda prisa por ingresar a la oficina ministerial, la preparaci�n paciente de Pablo es seguramente una lecci�n importante! Pero luego lo encontramos pasando catorce a�os en labores misionales. En los detalles de sus viajes no podemos entrar aqu�; pero fueron prudentes aprovechando grandes centros, para que de ellos la luz del evangelio pudiera irse al extranjero. Y, por �ltimo, Paul pas� de cinco a siete a�os, no podemos estar seguros, en cautiverio en Cesarea y Roma, disfrutando, tal vez, de un breve respiro entre las dos cautividades romanas, pero terminando su carrera con el martirio. Se cree que naci� alrededor del a�o 7 de nuestra era; se convirti� cuando ten�a treinta a�os de edad; y muri� cuando ten�a unos sesenta. � Ahora, fue como "ap�stol de los gentiles" que escribi� esta ep�stola a los romanos. Lo escribi�, como se desprende de su contenido, antes de visitar la Iglesia. Lo escribi� desde Corinto, para poner ante la Iglesia que ocupa la metr�poli del mundo "el evangelio de Dios". No estaba avergonzado de ese evangelio, a pesar de la filosof�a y la cultura de Grecia o Roma. �l conoc�a la filosof�a del mundo, y sinti� que hab�a encontrado en el evangelio algo mucho mejor. Pero no debemos anticiparnos. Mientras tanto, dejemos que la conversi�n y el apostolado de Pablo nos hablen del trato personal con el Se�or Jes�s y del trabajo personal para �l. Se ha dicho que la raza apost�lica es como una especie perdida. Sin embargo, �no hemos tenido, incluso en nuestro tiempo, hombres de celo que pudieran ser nombrados junto con los ap�stoles? David Livingstone, William Chalmers Burns, George Augustus Selwyn, John Patteson y muchos otros han exhibido el esp�ritu apost�lico perdido hace mucho tiempo. Queremos que vuelva de nuevo; y por qu� no deber�a, en nosotros mismos? No es que nos aconsejemos los unos a los otros para la ambici�n, sino, como Monod lo dice muy bien, a la fidelidad. � Humill�monos, como lo hizo Pablo en el camino a Damasco, a trav�s de un sentido de pecado y deficiencia; aceptemos el perd�n a trav�s de la preciosa sangre del Cordero; y que nuestro grito sea: "Se�or, �qu� quieres que haga?" y el Salvador nos dar� a cada uno de nosotros una misi�n, como le dio a Pablo, y nos poseer� como verdaderos sirvientes en el cumplimiento de sus bondadosos dise�os. � R.M.E.

Romanos 1:2

La iglesia en Roma.

Ya tenemos una idea del autor de esta Ep�stola, de su origen, entrenamiento, conversi�n y carrera posterior. Y ahora avanzamos a la segunda pregunta natural: �Qui�nes eran las personas que compon�an la Iglesia en Roma? Supongamos, entonces, una gran ciudad con, supongamos, alrededor de la mitad de la poblaci�n de Londres, dos millones de personas, por supuesto, api�adas en un espacio mucho m�s peque�o que en la ciudad moderna. De estos, la mitad eran esclavos, la otra mitad ciudadanos. Pero la clase realmente influyente o dominante era una peque�a minor�a. Los esclavos atend�an a sus amos, de modo que las oportunidades de ganarse la vida no eran tan numerosas como en nuestra civilizaci�n moderna. Una gran proporci�n de los ciudadanos debe haber sido "adicta" a los grandes y destinatarios de la caridad p�blica. Una gran ciudad, por lo tanto, con vicio y pauperismo y mil males, mientras que las mejoras del cristianismo a�n no eran conocidas en general o ampliamente, como era Roma. Pero, al ser la sede del gobierno y la metr�poli del mundo, naturalmente atrajo a muchas de las provincias conquistadas, y entre ellas habr�a un buen n�mero de jud�os. Con estos se asociar�an "pros�litos" a hombres y mujeres de extracci�n gentil, que estaban ansiosos por unirse a la fe jud�a y sacar provecho de las formas jud�as. Y ahora veamos nuestro primer hecho.

I. JUD�OS Y PROSELITOS DE ROMA ESTUVIERON PRESENTES EN LA AFUSI�N PENTECOSTAL DEL ESP�RITU. Esto se expresa expresamente en Hechos 2:10. Podemos suponer que algunos de estos recibieron la verdad tal como la predicaron Pedro y los otros ap�stoles, y se convirtieron a la nueva fe ( Hechos 2:41). Si suponemos adem�s que los pros�litos, en lugar de los jud�os nacidos, se interesaron en el cristianismo, entonces podemos entender c�mo, en la composici�n de la Iglesia en Roma, el elemento gentil parece haber sido m�s fuerte que el jud�o. Los nuevos conversos, al regresar a Roma, tendr�an afinidades con los gentiles m�s que con los jud�os, por lo que la fe se propagar�a en una direcci�n m�s que en la otra. Procedemos a un segundo hecho importante.

II LOS NOMBRES GRIEGOS PREDOMINAN EN LOS SALUDOS DEL �LTIMO CAP�TULO DE ESTA EP�STOLA. Esto arroja luz clara sobre la composici�n de la Iglesia cuando Pablo escribi� su Ep�stola. El elemento jud�o era minoritario, mientras que el elemento gentil abundaba. Ahora, podemos entender f�cilmente c�mo las poblaciones gravitaban de las provincias a Roma, y ??as� los conversos subir�an de vez en cuando de las iglesias gentiles a la metr�poli, y as� hinchando el elemento gentil en la Iglesia metropolitana. Esto parece indicado por saludos en Hechos 16:1. dirigido a algunos compa�eros de trabajo con Paul, que no parecen haber venido de Roma, como Aquila y Priscila, sino que han emigrado a �l. Hay que se�alar un tercer hecho.

III. LOS JUD�OS FUERON EXPULSADOS DE ROMA POR EL EMPERADOR CLAUDIO. Ahora, si bien esto puede no haber afectado en gran medida la proporci�n num�rica en la peque�a iglesia cristiana, sabemos que condujo a algunos cristianos jud�os, p. Aquila y Priscilla ( Hechos 18:2), dejando la metr�poli por otros lugares. De esta providencia, el conocimiento de Pablo de la Iglesia en Roma depend�a en gran medida. Mientras trabajaba con Aquila y Priscilla en la fabricaci�n de la tienda, tendr�an muchas conversaciones sobre la Iglesia con la que hab�an estado conectados en Roma, y ??a la que posteriormente regresaron.

IV. LOS JUD�OS, CUANDO PABLO LONGITUD LLEG� A ROMA, PAREC�AN HABER TENIDO POCO CONOCIMIENTO DE LOS CRISTIANOS. Esto es evidente por Hechos 28:22. Si recordamos a la poblaci�n de la antigua Roma, tambi�n que la congregaci�n cristiana no ten�a, hasta donde sabemos, ning�n edificio de la iglesia que les diera notoriedad, sino que aparentemente se reun�an en la casa de Aquila ( Romanos 16:5) , entonces podemos entender la ignorancia del cristianismo que los jud�os pose�an o pretend�an en el advenimiento de Pablo. El peque�o convento cristiano se esconder�a f�cilmente en la gran ciudad. La Iglesia en Roma, entonces, por los hechos anteriores, parece haber sido una congregaci�n de cristianos creyentes, ocupando una posici�n muy dominante a la vista del p�blico, aislada en gran medida de otras Iglesias, pero muy influyente a trav�s de su existencia en La metr�poli. Su porci�n principal era gentil; y por este motivo recibi� la atenci�n especial de Pablo como "el ap�stol de los gentiles". Algunos, que subieron de las Iglesias provinciales a la capital, parecen haber llevado las ense�anzas de Pablo con ellos, por lo que tuvo una especie de paternidad espiritual hacia al menos algunos de ellos, y una hermandad hacia todos. A medida que procedamos, en la Ep�stola los fortifica contra los errores por los cuales deben ser acosados. Fue una se�ora, Phoebe, quien llev� el precioso documento. Parece haber subido en algunos asuntos comerciales, y para ella en estas circunstancias Paul busca ayuda y simpat�a ( Romanos 16:1, Romanos 16:2).

V. DEJEMOS AHORA TENER EN CUENTA LA SUSTANCIA DE SU DIRECCI�N DE APERTURA A ESTA CONGREGACI�N EN ROMA. ( Hechos 28:2.) Y aqu� notamos:

1. Su evangelio es el del Salvador resucitado. Estas son las "buenas nuevas" de Dios de que su Hijo, que hab�a sido hecho de la simiente de David seg�n la carne, y entregado en la naturaleza humana hasta la muerte por nosotros, hab�a sido declarado su Hijo por la demostraci�n poderosa e incansable de su resurrecci�n de los muertos. Pablo y estos cristianos romanos estaban, por lo tanto, en manos de un Ser vivo y santo, no menos persona que el Hijo de Dios, a quien la muerte y la resurrecci�n hab�an desnacionalizado e hicieron Se�or de todas las naciones, que pod�an y dispondr�an de ellos. Gentiles as� como jud�os, como �l quisiera.

2. Pablo declara que hab�a recibido de Jes�s resucitado gracia y apostolado. Vimos en nuestra homil�a anterior c�mo se convirti� primero, y luego fue llamado al oficio apost�lico. Ahora, este apostolado contemplaba la sujeci�n de todas las naciones a la fe de Cristo. Era una confianza poderosa que estaba as� comprometida con Pablo. Esta ep�stola muestra cu�n ansioso intent� descargar Hechos 2:3. Estos cristianos romanos tambi�n son llamados de Jesucristo. Si bien puede que no haya tal eclat conectado con la conversi�n individual, como en el caso de Pablo en el camino a Damasco, todav�a hay una entrevista tan real entre el Salvador resucitado y el pecador que salvar�a. Las palabras pueden no ser audibles como las dirigidas a Pablo, pero se escuchan dentro y se responden. Como Abraham y como Saulo de Tarso, debemos escuchar el llamado a salir y seguir a Jes�s, si queremos ser cristianos.

4. Su privilegio es el disfrute del amor de Dios, su deber la pr�ctica de la santidad. "A todos los que est�n en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos". Esto es lo que entendemos por membres�a en la Iglesia; es, cuando es real, una experiencia de amor divino y una pr�ctica de santidad. Y, de hecho, tenemos aqu� todo el plan de salvaci�n. El amor de Dios se nos presenta primero, y luego caminamos en santidad como su pueblo agradecido. M. La Harpe ha dicho en alguna parte que las doctrinas del cristianismo pueden resumirse en las palabras "Dios nos ha amado" y su moral en las palabras "Amamos a Dios". � Por supuesto, Dios ama a todos los hombres con el amor de la piedad, y en consecuencia envi� a su Hijo al mundo para salvarnos ( Juan 3:16); pero cuando respondemos a su amor, �l nos prodiga un amor particular: un amor de complacencia y deleite ( Juan 14:21). Estos cristianos en Roma fueron, por lo tanto, los objetos de este amor especial; y manifestaron el beneficio en vidas santas.

5. Pablo pronuncia sobre ellos una bendici�n. Ahora, cuando lo analizamos, encontramos que la "gracia" es el favor de Dios, inmerecida, y viene en forma de perd�n. La "paz" es el precioso efecto producido en el coraz�n que recibe la gracia. La fuente de la cual proviene esta bendici�n es "Dios nuestro Padre", y el medio de comunicaci�n es "Jesucristo". Al pronunciar esta bendici�n, el ap�stol desea que tengan la provisi�n de la gracia como la necesitan diariamente. La idea sostenida por algunos, de que recibimos en conversi�n todo el perd�n que necesitaremos, es refutada por esta bendici�n pronunciada sobre los "santos" romanos. Las siguientes lecciones pr�cticas seguramente se sugieren:

(1) Un Salvador resucitado y vivo ha entrado en el gobierno del mundo. La conversi�n y el apostolado de Pablo, la conversi�n de estos cristianos romanos, la conversi�n de hombres y mujeres todav�a, todo demuestra esto. No tenemos en el cristianismo el legado de un hombre muerto, como el budismo o el confucianismo o el islamismo, sino el maravilloso trabajo de un Salvador vivo.

(2) su magn�fica ambici�n es llevar a todas las naciones a la obediencia a la fe. Apunta al imperio mundial; nada menos lo contentar�.

(3) Nuestra simpat�a deber�a ampliarse en consecuencia. Pablo no se limit� a las Iglesias en Oriente, pero en simpat�a tambi�n abraz� a Occidente. Roma ten�a reclamos sobre �l tan bien como Corinto y Antioqu�a. Seamos de gran coraz�n tambi�n.

(4) La gracia diaria solo puede sostenernos en esta simpat�a. Cuanto m�s nos acerquemos al "trono de la gracia", m�s amplias ser�n nuestras simpat�as. Hay un poder maravilloso en esperar en Dios. El trabajo para �l avanzar� mejor cuando lo hayamos esperado por su gracia y paz. � R.M.E.

Romanos 1:8

La pol�tica a seguir en caso de que Pablo viniera a Roma.

Intentamos apreciar en nuestra �ltima homil�a el car�cter de la Iglesia a la que Pablo dirigi� esta Ep�stola. Ahora pasamos a la pol�tica que pretend�a seguir si llegara a Roma; y que �l encarna tambi�n en esta Ep�stola. Sin embargo, uno o dos asuntos preliminares nos preparar�n para el cl�max en el p�rrafo que tenemos ante nosotros. Y-

I. PABLO LEVANTA EL VELO Y SE MUESTRA A SUS ORACIONES. Es un caso de intercesi�n. �Qu� nobles y amplios se contrajeron los puntos de vista en el trono de la gracia! El ap�stol se convierte en estadista cuando yace ante el Se�or.

1. Da gracias por la reputaci�n mundial de la Iglesia romana. "Primero agradezco a mi Dios a trav�s de Jesucristo por todos ustedes, que se habla de su fe [versi�n 'proclamada' revisada] en todo el mundo". Roma, como metr�poli, ten�a muchas formas de comunicaci�n con sus provincias, y la Iglesia en Roma ten�a todas las ventajas de la publicidad provincial. En esto, Pablo se regocij� ante Dios. Condujo a mucha discusi�n sobre la nueva fe por parte de muchos que de otra manera no habr�an o�do hablar de ella. Por consiguiente, los creyentes deben ser testigos; El mundo tarde o temprano se enterar� de su existencia.

2. Presenta intercesi�n incesante por la Iglesia romana, para que �l mismo pueda ser enviado en una misi�n a ella. "Porque Dios es mi testigo, a quien sirvo con mi esp�ritu en el evangelio de su Hijo", etc. ( Romanos 1:9). Ahora, esta intercesi�n no solo es incesante, sino que se niega a s� mismo. Muchas veces la intercesi�n simplemente compromete a otros al cuidado del gran Padre, sin involucrarnos en ninguna misi�n personal. Es diferente cuando contempla un inconveniente y sacrificio tan personal como un viaje a Roma implicado para el ap�stol. �Cu�n sincera y sincera es la intercesi�n cuando nos involucra en arduas misiones! Y luego esta misi�n tiene un prop�sito claramente espiritual: que Pablo pueda, como ap�stol, comunicar alg�n "don espiritual" con miras a su establecimiento en la fe. �Cu�n a menudo se llevan a cabo misiones para objetos menores y temporales, una organizaci�n de la Iglesia y similares, en lugar de tener a la vista el avivamiento y el establecimiento de santos!

3. Pablo espera ser bueno y hacer el bien al visitar Roma. �l dice, "para que pueda ser consolado junto con ustedes por la fe mutua tanto de ustedes como de m� ['que yo con ustedes pueda ser consolado en ustedes, cada uno de nosotros por la fe del otro, tanto la suya como la m�a', Versi�n Revisada] ". Incluso un ap�stol con dones especiales para transmitir espera reacci�n para seguir su acci�n sagrada; obtiene beneficio mientras se lo da; Es la ley del reino. "Es m�s bendecido dar que recibir".

II PABLO REVELA SU CELEO MISIONERO HACIA ROMA COMO UN PROP�SITO LARGO APROBADO, PERO HITHERTO HINDERED. "Ahora no quisiera ignorarlos, hermanos, que muchas veces me propuse venir a ustedes (pero hasta ahora me dejaron), para que yo tambi�n pudiera tener algo de fruto entre ustedes, incluso entre otros gentiles". Fue un prop�sito establecido que presion� durante largos a�os para su logro, y la redacci�n de esta Ep�stola fue un expediente adoptado en medio de los continuos obst�culos. Seguramente muestra cu�n decididamente debe establecerse el trabajo sagrado; no como resultado de un impulso apresurado, sino como resultado de una convicci�n deliberada y de oraci�n.

III. PABLO NOS PRESENTA CON UN MARAVILLOSO SENTIDO DE SU ENDEUDAMIENTO. "Soy deudor tanto de los griegos como de los b�rbaros; tanto de los sabios como de los imprudentes". Escribiendo en griego a estos cristianos en Roma, sin duda, seg�n la costumbre, incluy� a sus corresponsales en el t�rmino "griegos" y no en el t�rmino "b�rbaros". � Esta sensaci�n de endeudamiento universal surgi� de su comisi�n como ap�stol de los gentiles; pero tambi�n es una convicci�n distintivamente cristiana. El genio del cristianismo nos hace hacer el bien a todos los hombres a medida que tenemos la oportunidad, y especialmente a los que son de la familia de la fe ( G�latas 6:10). Ning�n otro sistema nos impone la carga del bienestar mundial. � Adem�s, Paul no eligi� una clase determinada a quien ministrar. Tom� a los hombres como vinieron, "los no inteligentes" (????????) tan f�cilmente como "los fil�sofos" (??????). Es noble deshacerse del ego�smo tan profundamente como para sentir por medio de Cristo un deudor para todos los hombres.

IV. LA POL�TICA A SEGUIR ERA PREDICAR EL EVANGELIO. "Entonces, tanto como en m�, estoy listo para predicarles el evangelio a ustedes que tambi�n est�n en Roma", etc. ( Romanos 1:15). Y aqu� tenemos que notar:

1. El m�todo seguido siempre fue predicar el evangelio. Se ha dicho: "La predicaci�n es un instituto peculiar del evangelio. Es una agencia, previamente desconocida, que el cristianismo ha creado para s� mismo como su modo de expresi�n elegido. Jes�s y sus mensajeros son, por lo tanto, los �nicos predicadores". � Este m�todo de agencia personal, este plan por el p�lpito, no por la prensa, es muy instructivo. Asegura un contacto de mente con mente y coraz�n con coraz�n, que ning�n sustituto mec�nico puede proporcionar. Incluso si el p�lpito hubiera perdido su poder, como se insinu� pero no se demostr�, el �nico remedio para esto ser�a revivificar la instrumentalidad. � �

2. El tema de la predicaci�n es el evangelio de Cristo. Es un anuncio de buenas noticias, de las cuales Cristo es al mismo tiempo Encarnaci�n y Autor. No es un peri�dico, con una inteligencia sorprendente de naturaleza personal, sino un mensaje con una aplicaci�n personal, constituye el tema de la predicaci�n. La buena noticia es que Dios, aunque justamente ofendido con nosotros por nuestros pecados, todav�a est� preparado por el amor de Cristo para recibirnos en su favor y compa�erismo, como si la separaci�n nunca hubiera sido. Seguramente esto es lo que cada pecador necesita. Se adapta a los romanos y los griegos y los b�rbaros. � Es un mensaje para toda la raza humana.

3. Este evangelio es "la Torre de Dios para salvaci�n a todo aquel que cree". Dios tiene muchos poderes en el extranjero. �Qu� fuerzas destructivas podemos ver a nuestro alrededor! Pero aqu�, en contraste, tenemos su energ�a manifestada para prop�sitos de salvaci�n. Todo aquel que cree en las buenas noticias descubre que la salvaci�n est� en ello. El jud�o recibi� la oferta primero, y luego se la dio al griego; pero jud�os y griegos experimentaron la salvaci�n simplemente crey�ndola.

4. Este evangelio es adem�s una revelaci�n de la justicia de Dios de fe en fe. Porque el evangelio no es una promesa meramente, sino tambi�n un acto de juicio. Es Dios declarando desde su trono que est� preparado para pronunciar al pecador como justo y aceptarlo como si hubiera guardado fielmente su Ley, por lo que Jes�s hizo y sufri� en la habitaci�n del pecador. Es la pronunciaci�n de un aplazamiento y la emisi�n de una invitaci�n a la comuni�n, todo en uno. Es la forma p�blica de Dios de enterrar nuestro pasado imperfecto y recibirnos en favor inmediato. Es solo la fe, por supuesto, la que puede llevar tal revelaci�n. La condici�n del alma en el pecado lleva a la vista a suponer que la justicia de Dios debe estar siempre en contra del pecador; pero la proclamaci�n del evangelio lleva a la fe a inferir que la justicia de Dios es ahora para �l; que Dios de alguna manera puede mantener su car�cter de justicia y al mismo tiempo ser amable con el pecador. La proclamaci�n, por supuesto, se basa en la satisfacci�n hecha por nuestro bendito Salvador en nuestro nombre. "Dios puede ser justo", como veremos m�s adelante, "y, sin embargo, el Justificador del que cree en Jes�s".

5. El pecador tan justificado vive por su fe. Aqu� tenemos la gran consumaci�n. La fe, que simplemente recibe la oferta de justificaci�n de Dios, se convierte en el �rgano de la vida. Nos aseguramos de que nunca pereceremos de la mano del Padre, sino que continuaremos por su misericordia hasta la vida eterna. As� como, bajo el antiguo pacto, la vida estaba unida a la obediencia, as�, bajo el nuevo, la vida est� unida a la justificaci�n, que a su vez viene a trav�s de la fe. Como Pablo afirma posteriormente: "Siendo justificados por su sangre, seremos salvos de la ira a trav�s de �l. Porque si �ramos enemigos, nos reconciliar�amos con Dios por la muerte de su Hijo, mucho m�s, reconciliados, seremos reconciliados. salvado por su vida "( Romanos 5:9, Romanos 5:10). � �

La orientaci�n pr�ctica de este tema es clara. �Hemos recibido el mensaje de gracia por simple fe, "la mano del coraz�n, o lo hemos recibido una vez m�s de nosotros? �Que nuestra respuesta sea satisfactoria! - R.M.E.

Romanos 1:18

La ira de Dios como se revela entre los gentiles.

En la �ltima homil�a vimos que el evangelio que Pablo pretend�a predicar en Roma, si alguna vez llegaba all�, era una "revelaci�n de justicia" de parte de Dios. Por sus convenios de pacto "Dios puede ser justo y, sin embargo, el Justificador del que cree en Jes�s". �l puede proclamar al pecador simplemente sobre la base de la expiaci�n de Cristo. Pero ahora se nos presenta otra "revelaci�n" hecha en la constituci�n del mundo, una revelaci�n que tambi�n se basa en la justicia, pero su manifestaci�n es "ira". La presente secci�n se ocupa de esta ira como se manifiesta entre los gentiles, mientras que el cap�tulo siguiente se ocupa de ella como se manifiesta entre los jud�os. Como hemos visto que el elemento pagano constitu�a la mayor parte de la Iglesia en Roma, y ??que la Ep�stola probablemente tocar�a en su centro el paganismo del mundo, podemos entender el prop�sito de Pablo al colocar la discusi�n sobre la condici�n de la Iglesia. paganos en primer plano.

I. EL ESTADO DE LA RELIGI�N DE HEATHEN SEG�N SE PONE ANTES DE NOSOTROS AQU� POR PABLO. ( Romanos 1:21.) En estos vers�culos, el ap�stol bosqueja de una manera muy magistral la situaci�n religiosa de los paganos. Y aqu� comentamos:

1. Las deidades paganas son degradaciones. En algunos casos son "hombres corruptibles", ya que el polite�smo de Grecia y de Roma era la adoraci�n del hombre y la apoteosis de sus tendencias malignas. Los habitantes del Olimpo y del Pante�n eran un "lote libre y f�cil". En otros casos, como en Egipto y Oriente, adoraban a los animales de todo tipo, "p�jaros, bestias de cuatro patas y reptiles".

2. Toda religi�n pagana tiene su raz�n de ser. Los devotos se imaginaron que ten�an las mejores razones para su adoraci�n. Profesaron ser sabios en el acuerdo, y habr�an repudiado todos los cargos de locura. Las formas m�s bajas de fetichismo pueden dar cuenta de s� mismas y piensan que se basa en la raz�n.

II EL ESTADO DE LA MORAL EST� DEGRADADO EN PROPORCI�N A LA DEGRADACI�N DE LA RELIGI�N. ( Romanos 1:24.) Es una transici�n natural de la deificaci�n de las pasiones humanas o animales a la pr�ctica de las inmoralidades m�s espantosas. Por lo tanto, en relaci�n con estas religiones degradadas encontramos:

1. Licentiousness hecho religioso. Las cortesanas abarrotaron los templos de Venus como sus sacerdotisas, as� como las "nautch-girls" en India tienen su reconocida conexi�n con los templos hind�es. En el momento en que el hombre comienza a adorar al hombre de genio y de pasi�n, o comienza a adorar a la creaci�n inferior, como dotado de atributos independientes, por una ley natural se reduce en la escala del ser. "Los que los hacen [es decir, '�dolos'] son ??como ellos; as� es cada uno que conf�a en ellos" (Salmo 115:8). Se deshonran a s� mismos a trav�s del libertinaje despu�s de haber deshonrado a Dios por sus ideas sobre las divinidades.

2. El pecado tiende a�n m�s a volverse antinatural. ( Romanos 1:26, Romanos 1:27.) En un aspecto, de hecho, todo pecado es antinatural; � su �ltimo problema es contra la naturaleza. Se convierte en un misterio c�mo las mentes se enamoran de �l (Jeremias 2:12, Jeremias 2:13). Pero lo que Pablo saca aqu� es el extremo escandaloso al que ir� el libertinaje desenfrenado. Cuando el pecador toma suficiente cuerda, �l va, como lo muestra el ap�stol aqu�, a los tramos m�s degradantes y repugnantes, siendo peor en este asunto de lujuria que las bestias que perecen.

3. Los pecadores tienden a�n m�s a ser reprobados e imprudentes. ( Romanos 1:28.) El punto del griego es muy hermoso en Romanos 1:28. Podr�a expresarse as�: "E incluso mientras reprobaban (??? ??????????) la idea de tener a Dios en su conocimiento, Dios los entreg� a una mente reprobada (????????)", etc. El elemento judicial en la condici�n reprobada es estrictamente retributivo . Como no tendr�n nada que ver con Dios, ni siquiera en la idea, debe devolverles su indignidad y permitirles pasar a la condici�n reprobada, es decir, la condici�n que no puede aprobar, pero debe detestar con toda su alma. El terrible cat�logo no necesita ser tomado en detalle. Est� encabezado por el t�rmino gen�rico "injusticia" (??????), que indica que el esp�ritu de injusticia impregna todo. La sociedad se est� desmoronando moralmente. Y no puede haber ninguna duda sobre la verdad de la imagen oscura en Grecia, en Roma y en otras tierras paganas. Pero luego los pecadores se vuelven imprudentes y reprobados. Incluso con el destino de otros mir�ndolos a la cara, contin�an su juego desesperado y desprecian las consecuencias. � �

III. EN ESTA DEGRADACI�N PODEMOS RECONOCER UNA REVELACI�N DE LA DRAGON DIVINA. Este es el punto del pasaje. Dios est� enojado con los paganos que lo degradan tanto en sus pensamientos, y todo su pecado inconveniente es su juicio contra ellos. Pablo no afirma la suficiencia o finalidad del juicio presente, sino que simplemente nos pide que lo reconozcamos claramente de Dios. Se produce de acuerdo con la ley natural, pero no es por eso que sea la sentencia del Se�or que ordena todo. Los pecadores van de mal en peor. Son castigados por sus pecados; Estos pecados no son auto reformatorios, sino manifiestamente judiciales. Es un tema vasto, el de la ira divina; no lo entendemos en sus vastas proporciones, sin duda; bien podemos exclamar con Mois�s: "�Qui�n conoce el poder de tu ira?" sin embargo, de su realidad, ning�n observador imparcial de los pecados del hombre y sus consecuencias pueden estar en duda. � �

IV. EL HEATHEN MERECE SUFRIR A TRAV�S DE SUS PECADOS POR SU USO INCORRECTO DE LA LUZ DE LA NATURALEZA. ( Romanos 1:18.) Ahora, �qu� quiere decir Pablo al decir que son inexcusables? No es seguro que "la luz de la naturaleza" sea suficiente para la salvaci�n, si se usa adecuadamente. Pero simplemente que con "la luz de la naturaleza" no tienen excusa para tal degradaci�n de Dios, y merecen sufrir por ello. Entonces, �qu� nos ense�a la naturaleza con respecto a Dios? Ahora, si observa la precisi�n de la posici�n del ap�stol, lo encontrar� dividiendo esta revelaci�n sobre Dios en dos partes: la revelaci�n en nuestra propia naturaleza humana ( Romanos 1:19) y la revelaci�n en el mundo natural. sin ( Romanos 1:20). Y �l sostiene que Dios nos ha estado hablando a ambos. Ahora, cuando miro dentro y me analizo, soy consciente de la luz de la inteligencia y de la conciencia. La naturaleza humana est� segura de poseerlos, si es que existe la certeza. Cuando, entonces, la naturaleza humana comienza el estudio de la naturaleza, espera encontrar en la naturaleza la expresi�n de pensamientos como los suyos. Como se ha dicho con mucha precisi�n, "Dios pronuncia su mente en sus obras, y esa mente es como la nuestra. De hecho, la ciencia ser�a imposible si no fuera as�. La ciencia es la observaci�n e interpretaci�n de la naturaleza por parte del hombre. Claramente el Creador del mundo y el observador del mundo deben tener algo en com�n, si el observador ha de comprender el significado del Creador. Un mundo creado por un Ser completamente diferente a m�, cuyas nociones de verdad, de utilidad, de prop�sito, de belleza, no tienen una forma de relaci�n con la m�a ser�a un mundo que nunca podr�a entender, y que no me complacer�a examinarlo. Ser�a un caos donde no podr�a rastrear ning�n m�todo o significado. Pero el mundo real que conocemos, busca en el momento que desee, responde a las demandas intelectuales de su alumno humano, satisface la raz�n y satisface el gusto de su observador humano. En �l, un hombre detecta con alegr�a otra mente en el trabajo similar en sus grandes caracter�sticas a la suya; y esto est� en el fondo, espero e secreto de su fascinaci�n ". � Entonces, tomemos la naturaleza de esta manera, y encontraremos que nos transmite evidencia clara del "poder y la Divinidad" eternos de Dios. El mundo sin y dentro es testigo de su poder; es un efecto, y �l es la primera y eterna causa. Tambi�n le atribuimos esas cualidades en virtud de las cuales se ha convertido en Creador de dicho mundo; captamos la idea de su Divinidad (cf. Godet, en loc.). Al degenerar en sus polite�smos, por lo tanto, los paganos estaban haciendo mal uso: la luz de la naturaleza ". Su degradaci�n era absolutamente inexcusable. Se merec�an la ira a la que Dios los someti�.

V. DEBEMOS CONSIDERAR NUESTRA MAYOR RESPONSABILIDAD BAJO LA LUZ DE NUESTRA MAYOR REVELACI�N. Dios ha a�adido a la luz de la naturaleza. Nos ha dado la Biblia. Nuestras concepciones de Dios deber�an ser proporcionalmente elevadas. Pero oh! si, a pesar de toda esta luz, degradamos a Dios en nuestros pensamientos y descendemos a la idolatr�a real, la idolatr�a del dinero, de la ambici�n, del �xito, nuestro juicio debe intensificarse en comparaci�n con el de los paganos. En particular, recordemos c�mo Dios ha asumido la forma humana en la Persona de Jesucristo, y as� nos permiti� conocerlo a trav�s del suave resplandor de una vida perfecta. Deje que tal revelaci�n tenga su pleno efecto sobre nosotros, llev�ndonos a amar a Dios y adorarlo y servirlo con todo nuestro coraz�n. Jes�s se convierte en el gran Iconoclasta, y ante �l cae cada Dag�n. � R.M.E.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Romans 1". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/romans-1.html. 1897.