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Zacarías 3

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-10

EXPOSICI�N

Zacar�as 3:1

� 6. La cuarta visi�n: Josu� el sumo sacerdote delante del �ngel.

Zacar�as 3:1

El me mostro. La Septuaginta y la Vulgata dan: "El Se�or me mostr�". Algunos suponen que fue el �ngel int�rprete quien mostr� esta visi�n; pero su deber era explicar, no presentar, las visiones. Entonces, en Zacar�as 1:20 es el Se�or quien muestra a los "cuatro artesanos". Esta visi�n est� estrechamente relacionada con la �ltima. En eso se declar� que el Se�or volver�a a morar en Jerusal�n y visitar�a a su pueblo con bendiciones. Pero para que sean aptos para la presencia y el favor de Jehov�, deben ser puros. Para este fin, deben tener un sacerdocio sagrado para entrenarlos de manera justa, para oponerse a los ataques del adversario e interceder por ellos de manera efectiva. La eliminaci�n de su impureza est� representada en la cuarta visi�n. Joshua el sumo sacerdote (ver nota en Hageo 1:1). El nombre se escribe Joshua en Esdras 2:2, etc. Fue el primero de los sumos sacerdotes despu�s del cautiverio, sucediendo, como por derecho hereditario, su padre Josedech, quien muri� en Babilonia. Por sus servicios en la restauraci�n del templo, es alabado entre los grandes hombres en Eclesi�stico 49:12. De pie ante el �ngel del Se�or. Joshua es el representante del sacerdocio, y a trav�s de eso tambi�n de todo el pueblo. El �ngel de Jehov� (v�anse las notas en Zacar�as 1:11, Zacar�as 1:13) es el representante y est� dotado de los atributos de Jehov�, el amigo y l�der de Israel. La frase, "de pie antes", se usa en un sentido ministerial, como de un servicio de servicio a un superior ( G�nesis 41:46; 1 Reyes 12:6, 1 Reyes 12:8), y un sacerdote o levita que realiza sus deberes oficiales ( Deuteronomio 10:8; Ezequiel 44:15): tambi�n, en un sentido judicial, de una persona que comparezca ante un juez, ya sea como demandante ( N�meros 27:2; 1 Reyes 3:16) o demandado ( N�meros 35:12). Muchos comentaristas encuentran en esta escena un proceso judicial, Joshua aparece ante el �ngel como ante su juez; y Ewald supone que esboza su acusaci�n real en la corte persa. La menci�n del adversario a la derecha (Salmo 109:6) debe confirmar esta interpretaci�n. Pero es obvio que el adversario podr�a estar a la derecha, no como acusador formal en un juicio, sino para resistir y obstaculizar los procedimientos de Joshua; el �ngel tampoco est� representado como sentado en un trono de juicio, sino que est� parado (vers�culo 5), y no hay m�s indicios de ning�n proceso judicial en la visi�n. Por lo tanto, es mejor concebir que Joshua est� intercediendo por el pueblo en su capacidad oficial en presencia del representante de Jehov�. La localidad no est� especificada; pudo haber estado antes del altar, que, sabemos, fue construido y utilizado en este momento. La menci�n especial de sus prendas implica que estaba ocupado en deberes oficiales en un lugar consagrado; Pero el lugar es irrelevante. Sat�n; El adversario o acusador. Aqu� se reconoce claramente la personalidad de Satan�s, como en Job 1:6, etc .; Job 2:1, etc. prestados por la LXX. en todos estos lugares, ? ???????? (ver Ap�ndice B, en el 'Comentario del Archidi�cono Perowne sobre Zacar�as'). En su mano derecha (de Joshua). No como acusador judicial, sino como enemigo para resistir sus esfuerzos por el bien del pueblo y para frustrar sus intereses con el �ngel del Se�or. Para resistirlo; para actuar el adversario a �l. El verbo est� relacionado con, el sustantivo anterior. De lo que sigue debemos suponer que Satan�s objeta contra Josu� tanto su propio pecado personal como las transgresiones de las personas cuya carga soport� (comp. Vers�culo 9, donde su pecado se llama "la iniquidad de la tierra", que incluir�a la culpa lo que hab�a llevado al cautiverio, su dilataci�n en la construcci�n del templo y todos sus retrocesos desde el regreso).

Zacar�as 3:2

El se�or dijo. El �ngel de Jehov� habla. Las denominaciones a menudo se usan aqu� de manera intercambiable. El Se�or te reprenda. La reprensi�n del Se�or cae con efecto donde se dirige; paraliza el poder hostil (comp. Salmo 106:9; Nah�m 1:4). La acusaci�n de Satan�s puede haber sido bien fundada, pero surgi� de la malicia, y fue dirigida contra las personas que Dios estaba recibiendo a favor, y por lo tanto fue rechazada y se volvi� inocuo. Algunos comentaristas han supuesto que San Judas alude a este pasaje cuando ( Judas 1:9) cita las palabras de Miguel que contiende sobre el cuerpo de Mois�s: "El Se�or te reprende:" pero es m�s probable que Judas se est� refiriendo a alguna tradici�n rab�nica, o a la 'Asunci�n de Mois�s' ap�crifa (ver el asunto examinado en la Disertaci�n I. de 'Introducci�n a las Ep�stolas Cat�licas' del Dr. Gloag). Que ha elegido Jerusal�n ( Zacar�as 1:17; Zacar�as 2:12). La elecci�n de Israel de Israel y la aceptaci�n renovada de ella es la raz�n por la cual se rechaza la acusaci�n de Satan�s ( Deuteronomio 7:7, Deuteronomio 7:8). Ella no debe ser abandonada por las consecuencias de sus pecados, ni los prop�sitos de gracia de Dios hacia ella deben ser frustrados. "Dios no ha desechado a su pueblo, lo cual ya conoc�a". y, "�Qui�n acusar� a los elegidos de Dios?" ( Romanos 8:33; Romanos 11:2, Romanos 11:29). Esta. Este hombre, Joshua, se salv� del destino de su padre y su abuelo (ver Hageo 1:1), un tipo de liberaci�n de Israel. Una marca arrancada del fuego. Israel ya hab�a sido castigado con derrota, cautiverio, angustia y miseria. De estos males, que casi la hab�an destruido, hab�a sido liberada; y la liberaci�n se completar�a; ella no debe ser arrojada nuevamente al fuego (ver Am�s 4:11, y anotar all�). La expresi�n es proverbial.

Zacar�as 3:3

Vestido con prendas sucias. Las prendas de luto ensuciadas u oscuras representan no tanto el bajo estado al que se hab�a reducido el sacerdocio Aar�nico, sino las impurezas del pecado con las que estaba envuelto Josu�, especialmente, tal vez, su error al permitir que sus descendientes se casaran con paganos ( Esdras 10:18). Pero el pecado no fue solo personal; Parec�a cargado de la culpa del sacerdocio y de su pueblo. �l es un tipo de Cristo en esto. Cristo, en verdad, estaba sin pecado; sin embargo, �l desnud� nuestros pecados en su propio cuerpo en el �rbol, y fue hecho pecado por nosotros ( Romanos 8:3; 2 Corintios 5:21). Algunos consideran que las prendas sucias denotan la direcci�n media en la que un acusado compareci� ante el tribunal. Pero esto es para importar una costumbre romana (comp. Livio, 2:54; Josu� 6:20) en la pr�ctica hebrea. Otros consideran incongruente hacer que un sumo sacerdote viole la decencia de su cargo al oficiar con ropa sucia. Pero la violaci�n de la propiedad era un requisito de la visi�n, por lo que la contaminaci�n del pecado podr�a ser simb�lica. Se par� delante del �ngel. Para pedir su ayuda y protecci�n (vers�culo 4).

Zacar�as 3:4

�l respondi�. El �ngel de Jehov� respondi� a la petici�n muda de Josu�. Los que estaban delante de �l. Los �ngeles asistentes, que esperaban que el �ngel de Jehov� hiciera su placer (ver nota en el vers�culo 1). Qu�tate las prendas sucias. Esta remisi�n simbolizada de los pecados y la restauraci�n a favor, como explican las siguientes palabras, te vestir� de cambio de vestimenta; Versi�n revisada, con ropa rica. La palabra machalatsoth aparece tambi�n en Isa�as 3:22, y puede significar "cambio de vestimenta" o "vestimenta costosa"; o los significados pueden combinarse en el sentido de "t�nicas festivas", que solo se usan en grandes ocasiones y se cambian despu�s de la ocasi�n. Aqu� se usan como s�mbolos de justicia y gloria. No solo se perdona el pecado, sino que el usuario recupera toda la gloria de su estado. La LXX hace que las palabras se dirijan a los asistentes: "V�stelo con una t�nica que fluye hasta los pies" (??????, la palabra usada para la vestimenta sacerdotal de Aar�n, �xodo 28:4; Eclesi�stico 45: 8).

Zacar�as 3:5

Dije. Si esta es la verdadera lectura (que Ewald duda), debemos considerar que el profeta, entusiasmado por lo que pas�, no puede quedarse como un simple espectador, pero se siente obligado a participar en la escena y solicitar que se cambie Las prendas se pueden completar con la adici�n del vestido de la cabeza. La LXX omite la palabra, continuando la direcci�n al asistente. La Vulgata tiene, et dixit. Entonces el sir�aco y el targum y algunos pocos manuscritos. Pero la lectura recibida se confirma, como se�ala el Dr. Alexander, por el cambio en el estado de �nimo del siguiente verbo del imperativo al optativo, "d�jelos poner", "si lo pusieran". No hay nada incongruente en el profeta que intervenga as� en su propia persona. As�, Isa�as, en medio de una visi�n solemne, da rienda suelta a sus sentimientos ( Isa�as 6:5), y San Juan en el Apocalipsis a menudo mezcla sus propios sentimientos y acciones con lo que ve�a (comp. Apocalipsis 5:4; Apocalipsis 10:9; Apocalipsis 11:1). Mitra (tsaniph); Septuaginta, ???????: as� que la Vulgata, cidarim. Esta no es la misma palabra que la utilizada en �xodo 28:4, etc. (que es mitsnepheth), para la vestimenta oficial de Aaron, aunque probablemente sea un sin�nimo de ella; y el deseo del profeta es ver a Joshua no solo restablecido en su cargo y dignidad, sino tambi�n hallado santo. Para la mitra de lino, o tiara, era lo que llevaba en su frente la placa de oro inscrita, "Santidad al Se�or" ( �xodo 28:36-2), y por lo tanto mostr� que estaba calificado para interceder por la gente . Detenido por. El �ngel de Jehov� continu� de pie en su lugar, contemplando, sancionando y dirigiendo lo que se estaba haciendo.

Zacar�as 3:6

Protestado. Solemne y sinceramente amonestado, conjurado. ????????????; G�nesis 43:3; 2 Reyes 17:13. El �ngel pone ante Joshua sus deberes, y lo insta a cumplir de la manera correcta, prometi�ndole a �l y a la naci�n bendici�n y honor, y procediendo a profetizar un gran futuro.

Zacar�as 3:7

Camina en mis caminos Los caminos de Dios son sus mandamientos, como explican las siguientes palabras. Guarda mi cargo. La Vulgata retiene el hebra�smo, Custodiam meam custodieris (comp. G�nesis 26:5; Malaqu�as 3:14). El cargo significa las leyes y ordenanzas de la instituci�n mosaica. Luego. La apodosis comienza correctamente aqu�, aunque Kimchi y otros hacen que comience en "Te dar�", tomando las siguientes dos cl�usulas como denotando partes de sus deberes, cuya observancia condicion� su aceptaci�n. Tambi�n juzgar�s mi casa. La menci�n de "mis tribunales" en la siguiente cl�usula requiere que "casa" aqu� deber�a significar, no personas o familias, sino, en un sentido m�s restringido, el templo, considerado como el centro espiritual de la naci�n. Si el sumo sacerdote guardaba las ordenanzas y los mandamientos, deber�a gobernar y ordenar la adoraci�n divina y "juzgar", es decir, gobernar, a los ministros del santuario. Guarda mis cortes. Deb�a preservar el templo, y lo que representaba el templo, de toda idolatr�a e impiedad. Este deber, como observa Hengstenberg, se presenta como una recompensa, porque era un honor y un privilegio que se le confiara tal oficio, y el mayor favor que Dios pod�a conferir al hombre. Lugares para caminar. La LXX toma la palabra como participio, traduciendo ????????????????, "personas caminando"; entonces el sir�aco; Vulgata, ambulantes. Esto se explica para significar que Dios lo dar� fuera de la banda de �ngeles ( Zacar�as 3:4), algunos para acompa�arlo y ayudarlo en su ministerio. Pero la palabra se toma mejor como un sustantivo que significa "camina", "va". La versi�n revisada proporciona "un lugar de acceso" en el texto, restaurando la versi�n autorizada en el margen; pero parece que no hay una buena raz�n para el renderizado revisado. La traducci�n, "ir", "caminar", tiene el mismo significado y est� en consonancia con el uso de la palabra en otros lugares (comp. Nehem�as 2:6; Ezequiel 42:4; Jon�s 3:9, Jon�s 3:4). Significa que Joshua deber�a tener libre acceso a Dios. El brillo del Targum, que aqu� se insin�a que el sumo sacerdote debe ser admitido a la compa��a de los �ngeles despu�s de la resurrecci�n, no es adecuado, ya que las otras partes de la promesa respetan este mundo actual. Entre estos que se destacan; es decir, entre los �ngeles asistentes que esperan que Dios haga su voluntad, y una compa��a de los cuales se reunieron alrededor del �ngel de Jehov� en la visi�n (ver vers�culo 4). Es una piedad natural creer que las huestes del cielo se unen en la adoraci�n de la Iglesia en la tierra y ayudan a los ministros piadosos con su presencia y compa�erismo. Aqu� se detalla ese acceso a Dios que el cristiano disfruta en Cristo ( Juan 14:6; Efesios 2:18). Esto se revela m�s completamente en el pr�ximo verso.

Zacar�as 3:8

Escuchar ahora; ????? ??. Se le pide a Joshua que preste toda su atenci�n al importante anuncio que sigue, que promete una gran bendici�n en el futuro. Tus compa�eros que se sientan delante de ti. Sus compa�eros sacerdotes, que tomaron sus �rdenes de �l y se sentaron con �l en el consejo. Estos sacerdotes no fueron vistos en la visi�n. Keil considera que la direcci�n, a la que se llama la atenci�n de Joshua, comienza en "T� y tus compa�eros". Porque (o, s�) son hombres maravillados; Septuaginta, ????? ?????? ???????????? ????, "hombres observadores de maravillas"; Vulgate, Quia viri portendentes sunt (ver Isa�as 8:18). La frase se traducir�a mejor, "hombres de portento, signo o tipo". La versi�n revisada da "hombres que son una se�al", es decir, que presagian algunos eventos futuros, cuyas personas, cargos, deberes, tipifican y esperan cosas buenas por venir. Traer� a mi Siervo la RAMA. Por eso se les llama hombres t�picos, porque Dios est� haciendo que aparezca el antitipo. La palabra traducida "rama" (tsemach) es traducida por la Septuaginta ????????, que se usa en el sentido de "disparar" y "amanecer" (ver Jeremias 23:5; Ezequiel 16:7; Ezequiel 17:10), y por la Vulgata, orientem. Entonces el sir�aco y el �rabe (comp. Lucas 1:78). La mayor�a de los int�rpretes con raz�n ven aqu� una referencia al Mes�as. Algunos pocos han imaginado que Zorobabel y Nehem�as est�n destinados; pero la denominaci�n, "mi Rama Sierva", ya se ha aplicado en lenguaje prof�tico al Mes�as, y no se puede distorsionar a ning�n sujeto inferior, como un simple gobernante civil. El Mes�as a menudo se llama el "Siervo" del Se�or, p. Isa�as 42:1; Isa�as 43:10; Isa�as 52:13, etc. Y los t�rminos "Rama" o "Vara" o "Disparar", que se refieren al Mes�as, se encuentran en Isa�as 4:2; Isa�as 11:1; Jeremias 23:5; Jeremias 33:15. De la deprimida casa de David debe brotar un v�stago, en el que todo lo que fue profetizado sobre el sacerdocio y el reino de Israel debe encontrar su cumplimiento.

Zacar�as 3:9

Para la vista. Esto da la raz�n por la cual surge la "Rama"; la Iglesia debe ser firmemente establecida y toda iniquidad debe ser abolida. La piedra que he puesto antes de Joshua. En la visi�n se ve una piedra que yace a los pies de Joshua, ya sea la piedra angular del templo, dicen los comentaristas, o la piedra angular, o la cofia; o, como testifica el Talmud, una piedra que se elevaba a unos tres dedos del suelo, y sobre la cual el sumo sacerdote sol�a colocar el incensario de incienso. Pero probablemente no era ninguno de estos, sino un bloque �spero y sin tallar, que a�n no estaba pulido ni colocado en su lugar. �Que representa? Muchos cr�ticos de nota responden a la vez, el Mes�as. El que estaba arriba llamado "Rama" ahora se llama la "Piedra". Y ciertamente este t�rmino se aplica a �l en lenguaje prof�tico, como en Isa�as 28:16; Salmo 118:22; y se hace referencia a la denominaci�n del Nuevo Testamento en cuanto a un t�tulo bien conocido, e. sol. Mateo 21:42; Efesios 2:20. Pero hay objeciones a tomar esto como el sentido primario. Como se�ala Knabenbauer, no es probable que en un verso se diga que la Rama del Siervo del Se�or est� destinada a ser presentada, y en el siguiente la misma se llama la piedra que se coloca delante de Josu� y tiene que ser tallada por una mano. Adivinar. Adem�s, si ambos t�rminos significan Mes�as, tenemos una conclusi�n muy lamentable: traer� al Mes�as porque ya lo he colocado antes que Joshua. La piedra tambi�n est� representada como algo bajo la direcci�n de Joshua, y necesita ser tallada y pulida, ninguno de los cuales se aplica al Mes�as. Dejando de lado otras interpretaciones que son m�s o menos inadmisibles, estaremos m�s seguros al considerar la piedra para representar la teocracia, el reino espiritual de Israel, que ahora yace imperfecto y sin pulir ante Joshua, pero ordenado para ser hermoso, extenso y admirable. Entonces Daniel ( Daniel 2:35, Daniel 2:45) habla de la piedra cortada de las monta�as sin manos, que llenaba toda la tierra, una figura de la Iglesia y el reino de Dios, peque�a en un principio, pero al final estableciendo su dominio sobre el mundo. Sobre una piedra; LXX ??? ??? ????? ??? ???, "sobre la piedra". La piedra se denomina "uno" en contraste con el n�mero siete que sigue. Ser�n (son) siete ojos. Sobre esta piedra, los ojos de Dios se dirigen con cuidado (comp. Zacar�as 4:10; y para la frase, vea 1 Reyes 8:29; Salmo 33:18; Salmo 34:15; Jeremias 39:12). "Siete" es el n�mero de perfecci�n, y puede denotar aqu� el cuidado infinito que Dios cuida de su Iglesia, incluso como San Juan en el Apocalipsis ( Apocalipsis 1:4; Apocalipsis 5:6) contemplaba al Cordero "que ten�a siete ojos, que son los siete Esp�ritus de Dios enviados a toda la tierra". La expresi�n es metaf�rica, y no debemos suponer, con Ewald, que los ojos estaban grabados en la piedra, o que Zacar�as deriva su noci�n de los principios de Zoroastro o los grados de rango en la corte persa. Puede haber una alusi�n a los siete dones del Esp�ritu con los cuales el Mes�as es ungido ( Isa�as 11:2), y que animan y fortalecen su cuerpo, la Iglesia. Grabar� su grabado. Como Dios grab� las tablas de la Ley ( �xodo 32:16). Saldr� y pulir� esta piedra �spera para adaptarla a su lugar en el templo. El verbo se utiliza para el grabado en negrita y la ornamentaci�n de la canter�a, el acabado que experimenta para perfeccionar su preparaci�n. Aquellos que consideran que la piedra tipifica al Mes�as, ven en esta cl�usula una indicaci�n de la Pasi�n de Cristo, quien "fue herido por nuestras transgresiones". La LXX. tiene, "Cavo una trinchera", que Jer�nimo explica sobre las heridas de Cristo en la cruz. Eliminar� la iniquidad de esa tierra. La conformaci�n de la piedra implica el otorgamiento de pureza y santidad. Dios perdonar� a los habitantes de la tierra de Israel y los convertir� en una naci�n santa (Jeremias 33:7, Jeremias 33:8). Pero la promesa se extiende mucho m�s all� de los l�mites que se le asignan principalmente. En un d�a. El d�a en que Cristo muri� por los pecados de los hombres. Hay una alusi�n al gran D�a de la Expiaci�n, cuando el sumo sacerdote entraba una vez al a�o al lugar sant�simo con la sangre del sacrificio. Esto, sin embargo, fue una reconciliaci�n imperfecta, y tuvo que repetirse anualmente. "Pero Cristo siendo un Sumo Sacerdote de las cosas buenas por venir ... a trav�s de su propia sangre entr� de una vez por todas (??????) en el lugar santo, habiendo obtenido la redenci�n eterna. Ahora, una vez al final de los siglos, se ha manifestado lejos del pecado por el sacrificio de s� mismo "( Hebreos 9:11; comp. Hebreos 7:27; Hebreos 10:10).

Zacar�as 3:10

Llamar�is a cada uno su pr�jimo, etc. En este reino limpio y purificado se encontrar� paz, felicidad y abundancia, recordando los d�as pr�speros de Salom�n ( 1 Reyes 4:25). (Para una imagen similar de prosperidad, vea Miqueas 4:4, y observe all�.) Esto se cumple en Cristo, quien le dice a sus verdaderos disc�pulos: "La paz les dejo, mi paz les doy" ( Juan 14:27). El Dr. Wright se�ala: "En el Talmud ('Yoma,' Zacar�as 7:4) se nos dice que cuando, en el gran D�a de la Expiaci�n, el sumo sacerdote hab�a realizado las diversas tareas de ese d�a solemne, �l fue acompa�ado a casa de manera festiva, y estaba acostumbrado a dar un entretenimiento festivo a sus amigos. Las doncellas y los j�venes de la gente salieron a sus jardines y vi�edos con canciones y bailes; se celebraron entretenimientos sociales por todos lados y alegr�a universal. cerr� el festival de ese d�a solemne ".

HOMIL�TICA

Zacar�as 3:1

El sacerdocio restaurado.

"Y �l me mostr� a Joshua el sumo sacerdote", etc. Aqu� comienza una nueva visi�n que, como la descrita en Zacar�as 2:1, nos lleva de regreso a la fecha de emisi�n. En eso vimos la restauraci�n de la antigua ciudad de Jerusal�n. En esto parece que se nos muestra la restauraci�n del antiguo sacerdocio lev�tico. Durante setenta a�os, las funciones de ese sacerdocio parecen haber quedado en suspenso. En ninguna parte de Daniel y Ezequiel leemos de los sacrificios ofrecidos por los hijos del cautiverio. Era deseable, por lo tanto, posiblemente necesario, restaurar esas funciones (comp�rese, tal vez, la restauraci�n del apostolado de Pedro en Juan 21:15). Entendido como la descripci�n de una especie de concilio celestial llamado para este prop�sito, la visi�n presente nos presenta

(1) el delincuente;

(2) el adversario;

(3) el Abogado; y

(4) la decisi�n.

I. EL DELITANTE; Verbigracia. Joshua, hijo de Josedech, el sumo sacerdote linealmente descendiente de ese d�a ( 1 Cr�nicas 6:3; Esdras 3:2) y, por lo tanto, el representante propio y natural del sacerdocio que hab�a caducado. Como tal, lo vemos aqu�: 1. Apareciendo en la culpa. Esto se muestra, por supuesto, por las "prendas sucias" ( Isa�as 64:6) en las que est� vestido, y por las cuales puede entenderse m�s especialmente aquellos pecados de s� mismo y de sus predecesores y personas por los cuales, en una medida y por una temporada, el antiguo sacerdocio hab�a sido perdido. 2. Pr�ximamente para ser juez. Esto se muestra por su "posici�n" (como se observ� en los vers�culos 1 y 3; comp. Hechos 25:10; Romanos 14:10) ante el �ngel-Jehov�, su Juez apropiado (comp. Juan 5:22; Romanos 14:10). Tal como se recuerda, en cada aspecto, si sin un Salvador, es la condici�n de todos nosotros.

II EL ADVERSARIO Como su nombre (margen del vers�culo 2), as� su trabajo en este lugar (comp. Job 1:9; Job 2:4, Job 2:5; Apocalipsis 12:10). Esta es una gran agravaci�n del mal del caso de Joshua. Una cosa es ser culpable y merecedor de castigo. Es otro, y a�n peor, tener un adversario poderoso y maligno que reclama, por as� decirlo, la imposici�n real de ese castigo sobre nosotros. El pecado mismo clama por justicia contra el delincuente ( G�nesis 4:10; Hebreos 12:24). El adversario grita contra la injusticia de permitir que se salve ( 2 Samuel 19:21).

III. EL ABOGADO; verbigracia. el juez, es decir. Jehov� mismo (v�ase el comienzo del vers�culo 2). Esto es muy admirable (comp. Salmo 32:7, "T� eres mi escondite;" tambi�n Salmo 119:114). Tenga en cuenta, tambi�n, las dos s�plicas convincentes que este gran defensor ( 1 Juan 2:1) insta. Estos son:

1. El prop�sito establecido de Dios en este asunto. Dios hab�a "elegido Jerusal�n" hace mucho tiempo. No se le debe pedir ahora que lo rechace.

2. La acci�n pasada de Dios en este asunto. Despu�s de haber comenzado a entregar hasta ahora "arrancar esta marca de la quema", ahora ser�a inconsistente de su parte regresar. Incluso pedir algo opuesto a eso es incurrir en la "reprensi�n" de Jehov�.

IV. LA DECISI�N. Es muy completo. Abarca, como deber�amos describirlo en el lenguaje del Nuevo Testamento:

1. La "justificaci�n" de Joshua, o la aceptaci�n de su persona. Esto significa, como se nos dice expresamente aqu�, por el cambio de su vestimenta (ver tambi�n Isa�as 61:10; Lucas 15:22; Apocalipsis 19:8).

2. La "santificaci�n" de Josu�, o la aceptaci�n de sus ministraciones. Esto est� representado por esa "mitra justa", que, ya sea a pedido del profeta, o, como algunos lo toman, del gran �ngel mismo, quien, en cualquier caso, se describe como "en espera" y asentiendo, fue el siguiente colocado sobre la cabeza de Joshua; y en el cual la mitra tambi�n (aunque la palabra es diferente) parece (ver Pusey, en loc.) una referencia a esa "belleza de la santidad" descrita en �xodo 28:36-2. As� que ahora se cumpli� completamente lo que le�mos en Ezequiel 20:41, y que luego se describi� en Malaqu�as 3:4.

Se pueden observar dos omisiones muy notables, para concluir. Estos ilustran:

1. La maravillosa libertad de la misericordia de Dios. No encontramos nada de lo que Joshua e Israel le ofrecieron a Dios para recuperar estos privilegios ca�dos. Tampoco se les exige nada, como condici�n necesaria para ello. Todo esto se habla como una cuesti�n de gracia o favor de principio a fin.

2. La maravillosa plenitud de la misericordia de Dios. No se hace menci�n, en la cuenta de esta gran transacci�n, de la naturaleza precisa de las acusaciones y cargos presentados por el adversario contra Joshua. Sean lo que sean, son tratados como hechos; y hecho por completo. Su propia memoria, por as� decirlo, es perecer. Entonces, "no recordar� sus pecados", en Isa�as 43:25 (ver Jeremias 31:34; tambi�n, en una conexi�n algo diferente, Ezequiel 18:22; Ezequiel 33:16). "Errar es humano, perdonar es divino." Especialmente para perdonar de esta manera (comp�rese, "�Qui�n es un Dios para ti?" En Miqueas 7:18).

Zacar�as 3:6

El sacerdocio eclipsado.

"Y el �ngel del Se�or protest� a Josu�", etc. El antiguo sacerdocio jud�o, como vimos en nuestro �ltimo, siendo completamente restaurado, �qu� iba a ser de �l en un proceso de tiempo? La respuesta a esto fue en parte condicional, en parte no es as�. Si Joshua y sus compa�eros y sucesores lo cumplen fielmente, ese sacerdocio ser�a para muchas generaciones una cuesti�n de honor y bendici�n. En cualquier caso, finalmente ser�a eclipsado por otro sacerdocio de un tipo mucho m�s glorioso. Tal parece ser el significado completo del resto de este cap�tulo. Podemos considerar la promesa condicional en primer lugar y la incondicional en segundo.

I. LA PROMESA CONDICIONAL. (Versos 6, 7.) Bajo este encabezado podemos notar:

1. La marcada solemnidad de su manera. Por quien hizo? El �ngel Jehov�. �En que actitud? La de estar de pie, como la m�s impresionante (ver Pusey, en loc.). Con que idioma La de protesta y protesta en nombre de Dios.

2. Su doble condici�n. Ser, por un lado, aparentemente personal "caminando en los caminos de Dios" y, por el otro, aparentemente ministerial, manteniendo el "cargo" o las ordenanzas de Dios (comp�rese "Cu�date a ti mismo y a la doctrina" de 1 Timoteo 4:16; tambi�n Hechos 20:28).

3. Su triple bendici�n. Las condiciones anteriores que los seres observaron, Joshua y aquellos despu�s de �l, que representan el sacerdocio restaurado, deber�an tener el honor y el privilegio.

(1) de administrar justicia, y as� ser una bendici�n para el pueblo de Dios o "casa" (comp�rese la posici�n semi-civil ocupada despu�s por el sacerdote Ezra, Esdras 8:11, etc; especialmente Esdras 8:25, Esdras 8:26; tambi�n Esdras 10:4; tambi�n, en el Nuevo Testamento, por Caif�s y otros, y, en la historia de Josefo, por Jaddua y otros);

(2) de hacerse cargo de los tribunales de Dios y dirigir su adoraci�n y servicio, una bendici�n que, de hecho, como se muestra en pasajes como 1 Samuel 2:28; Salmo 134:1 .; tambi�n Salmo 84:10 y Salmo 27:4; y,

(3) tal como lo entendemos, de tomar rango, despu�s de la muerte, incluso con aquellos santos �ngeles que asistieron en ese momento y cuyo lugar designado de honor y dignidad estaba cerca del trono de Dios (ver Zacar�as 4:14; Zacar�as 6:5; Lucas 1:19; Mateo 18:10).

II LA PROMESA INCONDICIONAL. Sin embargo, las cosas podr�an resultar con este Joshua (o Jes�s) y sus sucesores con respecto a este sacerdocio lev�tico restaurado, no eran m�s que "hombres de signos maravillosos" (por lo que Pusey y otros). En otras palabras, no eran m�s que tipos y figuras de un "Jes�s" mucho m�s grande y santo: un sacerdote que alg�n d�a ser�a "dado a luz". Este Sacerdote, si bien como estos en algunos aspectos, difer�a de ellos en muchos otros. Por ejemplo, adem�s de ser un Sacerdote que deb�a ser "dado a luz" y reemplazarlos, tambi�n deb�a ser:

1. Desde una l�nea completamente diferente; verbigracia. la de "David" y Jud� (ver Hebreos 7:13, Hebreos 7:14).

2. En una posici�n muy diferente. No solo un Juez (ver arriba) as� como un Sacerdote, bajo los gobernantes persas u otros gobernantes principales, sino un Rey (compare lo que se dice de la "Rama" en Jeremias 23:5; tambi�n Zacar�as 6:12, Zacar�as 6:13).

3. De una naturaleza muy superior. Divino, es decir; as� como humano (comp�rese, una vez m�s, lo que se dice de la "Rama" en Jeremias 23:1 como "Jehov� nuestra Justicia"; tambi�n lo que se dice aqu� de la "piedra" y los "siete ojos" , "con Daniel 2:34, Daniel 2:35, Daniel 2:44, Daniel 2:45; Zacar�as 4:10; Apocalipsis 4:5; Colosenses 2:9).

4. Hacer un trabajo mucho m�s alto; verbigracia. en parte porque sufre en su propia Persona gloriosa (como lo muestra la "grava" grabada en esta "Piedra"), y no simplemente ofreciendo sacrificio; en parte, tambi�n, porque "eliminar la iniquidad" completamente y de una vez por todas ("en un d�a"), y no solo parcialmente y por un tiempo ( Hebreos 10:11; Hebreos 9:13, Hebreos 9:14); y en parte porque, al hacerlo, trajo paz perpetua.

Todo el pasaje, as� interpretado, sirve para ilustrar:

1. Una caracter�stica peculiar de la Sagrada Escritura. Dif�cilmente podemos creer que el profeta mismo entendi� todo lo que ahora hemos reunido de sus palabras. Esto nos ense�� acerca de los profetas del Antiguo Testamento en general en 1 Pedro 1:10, 1 Pedro 1:11, y casi necesariamente implicado, de hecho, en la inspiraci�n divina de la Escritura. Tills ejemplificados tambi�n en el caso de hombres malos (N�meros 22-24 .; Juan 11:51, Juan 11:52) cuando "se llevaron" (?????????, 2 Pedro 1:21 ) por el Esp�ritu de Dios. Incluso en el caso de la inspiraci�n demon�aca (por as� decirlo), algo como esto es cierto, el discurso del hombre o la mujer pose�dos expresando m�s de lo que ellos mismos pueden significar o saber.

2. El gran objeto de la Sagrada Escritura; verbigracia. para testificar de la "Rama", la "Primavera del d�a", el "Se�or, nuestra justicia" (comp. Juan 5:39; Lucas 24:25; 1 Pedro 1:11, como antes; 1 Timoteo 3:15). Siempre, como aqu�, las Escrituras parecen alejarse de lo que es temporal y condicional a lo que es eterno y, en un sentido, incondicional, a saber. a esos sufrimientos y glorias subsecuentes del Verbo Encarnado que el ap�stol parece entender por esa notable expresi�n, "las misericordias seguras de David" ( Isa�as 55:3; Hechos 13:34). Tan cierto es lo que encontramos escrito en Hechos 10:43 y al final de Apocalipsis 19:10.

HOMILIAS DE W. FORSYTH

Zacar�as 3:1

Satan�s y Cristo.

Joshua era el representante del pueblo, no personalmente, sino en su car�cter p�blico. Lo que se le hizo a �l en una figura deb�a hacerse a ellos y, de hecho, a ellos. El gran objetivo era restaurar la confianza en Dios y en sus siervos, y elevar las esperanzas de la gente de que la obra de gracia triunfar�a a pesar de toda oposici�n.

I. EL PODER DE SATAN�S PARA RESISTIR. El adversario Astuto y fuerte. Trabajando maliciosamente como lo ha hecho desde el principio, para mantener al hombre separado de Dios. Pero su poder es usurpado, y sus dispositivos est�n condenados a la exposici�n y la derrota. Puede declararse disfrazado de justicia, pero no es por amor al derecho. Puede trabajar sobre una conciencia culpable, pero no es para llevar a la penitencia, sino para generar temor y desconfianza, y para ampliar la brecha entre el alma y Dios.

II EL PODER DE CRISTO PARA REDIMIR.

1. Fundado en justicia. �l es el verdadero "Daystnan".

2. Inspirado por el amor. Ha reivindicado su pretensi�n de abogar por nosotros porque muri� por nosotros. A quien "elige" nunca abandonar�.

3. Adecuado para la mayor emergencia. �l es capaz de "reprender" al adversario; para "rescatar" a la presa de las manos de los poderosos; para "restaurar" la pureza perdida y la confianza que falla, y el servicio vacilante. Se manifest� para "destruir las obras del diablo". En esto hay esperanza para el pecador, consuelo para el creyente abatido, aliento para todos los verdaderos siervos del Se�or.

Versos l-5

Tres cosas que conciernen al alma.

I. CULPABLE. "Inmundo." Lo externo simboliza lo interno. Satan�s declara que no hay remedio. Anticipar�a el d�a de la fatalidad. "�Deja que el que est� sucio est� sucio todav�a? Pero no todo est� perdido.

II MEDIACI�N. Cristo nuestro representante. Nos aboga por su sacrificio. Se compromete a rescatarnos de nuestro patrimonio bajo y perdido. No solo la eliminaci�n de la culpa, sino la restauraci�n del car�cter. Es m�s fuerte que el hombre fuerte, y se alegra de rescatar a la presa de sus manos.

III. SANTO SERVICIO. Comienza con la conversi�n. Pero debe haber una consagraci�n renovada. Satan�s resiste. Suplica en el bar de la conciencia, para aplastar las crecientes esperanzas del coraz�n; en el bar de Dios, para impedir, si puede, el regreso del alma a su verdadera lealtad y servicio. Todos los obst�culos para el bien son del diablo que Cristo es para nosotros, por lo tanto, no tengamos miedo. Los m�s altos est�mulos. Amor de Dios. La obra de gracia de Cristo. El Esp�ritu Santo el santificador. � F.

Zacar�as 3:5

Podemos tomar esto como

Una imagen de Cristo y el alma.

"Detenido".

I. PREOCUPACI�N DE LICITACI�N. Los inicios de la vida est�n llenos de inter�s. As� es con el florecimiento de la flor; los balbuceos de la infancia; Las primeras muestras de amor. �Cu�n cuidadosamente el jardinero observa la germinaci�n de alguna semilla rara! �Con qu� tierna solicitud los amigos esperan los signos de devolverle la salud a la persona amada que se enferm�! Entonces, de una manera infinitamente m�s alta en cuanto a nuestro Se�or. Nuestras almas son preciosas a su vista ( Lucas 15:20; Juan 1:48).

II SANTA SATISFACCI�N EN LA DERROTA DEL GRAN ENEMIGO. Simp�tico. Siempre en alerta. Listo para interponerse efectivamente en el momento adecuado. El desierto, Getseman�, el Calvario, dan testimonio de su amor y poder poderoso. Su victoria fue nuestra victoria. Cada pecador convertido, cada reincidente restaurado, cada creyente fortalecido y preparado para un servicio superior, es para verg�enza de Satan�s y para la gloria de Cristo.

III. ALEGR�A EXULTANTE EN EL RESCATE DE LAS ALMAS. "Estar parado" implica un inter�s continuo. Dura todo, desde la primera lucha hasta la victoria final (cf. Stephen, Hechos 7:36). El amor de Cristo nunca falla, y su alegr�a es la alegr�a de la eternidad y de Dios. "Ver� el trabajo de su alma y estar� satisfecho". - F.

Zacar�as 3:6, Zacar�as 3:7

Si y ellos; o, las grandes cosas de las promesas de Dios.

I. EL GRAN CAR�CTER. C�mo se describe

1. La obediencia. La vida regulada por la voluntad divina. "Camina en mis caminos".

2. Fidelidad de servicio. La vida dedicada a la gloria de Dios. Entonces Mois�s ( Hebreos 3:5).

II EL GRANDE EN HONOR. No lugar, o distinci�n externa, o recompensas arbitrarias. "Las caballer�as y los honores que se obtienen sin el desierto son t�tulos pero de desprecio" (Shakespeare). Tres cosas.

1. "Juzga mi casa".

2. "Guardar mis tribunales".

3. "Camina entre los que esperan".

Dignidad. Poder con Dios y poder con el hombre. Sociedad de los m�s nobles.

III. LO GRANDE EN BENDICION. Libertad de alma. Santa vida Desarrollo armonioso. La mayor comuni�n. Esperanza inmortal. Las promesas de Dios son de car�cter amable, elevadas en prop�sito, fieles en cumplimiento. F.

Zacar�as 3:8

Portentos

"Los hombres se preguntaban". Hay momentos en que hay signos en los cielos y en la tierra, prodigios que despiertan la atenci�n. As� en la sociedad. Hay hombres que se destacan de los dem�s. Sus personajes tienen un significado especial. Sus vidas son profec�as. Quiz�s la mayor�a de los grandes hombres de la Biblia eran delgados. Entonces aqu�

I. REPRESENTANTE DE SU GENERACI�N. Respiran el esp�ritu de la �poca. El mal y el bien, de sus tiempos, se ven en ellos en lo m�s alto. "Hab�a gigantes en esos d�as"

II ADUMBA GRANDES FUERZAS. Los poderes han estado en el trabajo durante mucho tiempo que salen. Encarnado. Vemos la altura a la que puede elevarse la corrupci�n. Intelecto sin conciencia, pasi�n sin principio, poder sin Dios. O puede ser de otra manera. Hombres de genio y resoluci�n fieles a la verdad, ardientes por el bien de sus hermanos: reformadores, profesores, m�rtires, cuya gloria era vivir no para s� mismos, sino para Dios.

III. PR�XIMA PR�XIMA SENTENCIA. Al igual que Fara�n, han sido criados para la gloria de Dios. Como los jud�os, son "ejemplos" de los juicios de Dios. Lo que hacen, lo que sufren, lo que disfrutan, son pron�sticos y presagios de lo que ser�, hasta el final perfecto. A menudo, tales hombres obtienen un cierto culto. "Hay tantas posibilidades en la guerra, y eventos tan vastos est�n conectados con los actos del individuo individual, que naturalmente se produce el temperamento adecuado para generar y recibir impresiones supersticiosas" (Coleridge). Pero son "para nuestra advertencia, sobre quienes han llegado los fines del mundo". - F.

Zacar�as 3:8

La misi�n del Mes�as.

I. EL TIEMPO DE SU VENIDA DIVINAMENTE FIJO. Exist�a la antigua promesa, y las largas generaciones que esperaban iban y ven�an. Cambios m�ltiples. Revocaci�n de reinos y dinast�as. La vieja poblaci�n de David parec�a tan buena como muerta. Pero la vida preservada. "Rama" destinada a la primavera y el brote en su temporada. Hay "un tiempo para cada prop�sito ( Eclesiast�s 3:1). Cristo vino" en el cumplimiento del tiempo ".

II EL CAR�CTER DE SU TRABAJO DIVINAMENTE NOMBRADO. "Servidor." Cristo vino a hacer la voluntad del Padre. Como la Ley estaba escondida en el arca, as� la ley de Dios estaba escondida en su coraz�n. Lo que Dios orden�, lo eligi� libremente. Lo que Dios orden�, se deleit� en llevarlo a cabo. Nunca titube�, nunca se cans�. �Por qu�? Porque la obra que le fue encomendada se acord� tanto con la justicia eterna como con el mayor bien del hombre. Fiel hasta la muerte de la cruz.

III. LOS RESULTADOS DE SU MINISTERIO SE ACABAN DIVINAMENTE. Eliminaci�n del pecado. Edificaci�n de la Iglesia de Dios en la fuerza de la justicia y la belleza de la santidad y las alegr�as del amor. Lo que comenz� seguramente lo terminar�a. El templo de Salom�n fue "terminado", y el rey y la gente se regocijaron con gran alegr�a. El templo de Zorobabel tambi�n deb�a ser "terminado", y esto deber�a ser una se�al y sello del perd�n de la iniquidad pasada, y de la sombra del favor de Dios en la tierra. As� que estas profetizan de cosas mayores por venir. El exultante grito de Cristo en la cruz, "�Est� terminado!" proclam� la apertura del cielo a todos los creyentes, el cielo nuevo y la tierra nueva, y la restituci�n de todas las cosas. � F.

HOMILIAS DE D. THOMAS

Zacar�as 3:1

El buen hombre en la tierra en su funci�n intercesora.

"Y �l me mostr� a Josu�, el sumo sacerdote, parado frente al �ngel del Se�or, y a Satan�s parado a su mano derecha para resistirlo", etc. Nuestro profeta aqu� entrega a los jud�os que hab�an sido restaurados de Babilonia una visi�n que hab�a presenciado. , con el fin de alentarlos en el trabajo de reconstrucci�n del templo. La escena de la visi�n parece haber sido el recinto del templo. Vio a Joshua, el sumo sacerdote, de pie ante el Se�or en su nombre, vestido con "ropa sucia". Vio a "Satan�s", el gran enemigo de la humanidad, oponerse a �l en sus compromisos intercesores; pero Satan�s fue, sin embargo, reprendido por Jehov�; y el vidente escuch� una voz Divina que ordenaba que se le quitaran al sacerdote las "vestimentas sucias", declarando la eliminaci�n de su iniquidad, recomendando que se le pusiera una "mitra" en la cabeza y ordenara que se vistiera con una nueva vestimenta, y prometi�ndole otras bendiciones si solo "caminara" en los "caminos" de Dios. Con respecto a la visi�n como una revelaci�n simb�lica de Joshua, en su aspecto representativo como el sumo sacerdote del pueblo jud�o que exist�a en ese momento, nos sentimos autorizados para inferir de ella dos o tres ideas que tocan las funciones intercesoras de los hombres buenos mientras est�n en la tierra.

I. QUE EL BUEN HOMBRE, EN SUS FUNCIONES INTERCESORIAS EN LA TIERRA, TIENE QUE TENER ANTE DIOS LAS IMPERFECCIONES MORALES DE SU CARRERA. Joshua ten�a "prendas sucias". Evidentemente, esto ten�a la intenci�n de representar el estado corrupto del pueblo jud�o. El cautiverio de setenta a�os no los hab�a purificado; por ahora, en lugar de dedicarse a la tarea de reconstruir la casa del Se�or, se ocuparon de sus preocupaciones personales y se excusaron diciendo: "No ha llegado el momento" ( Hageo 1:2 ) Aqu�, entonces, es un rasgo caracter�stico de la intercesi�n de un buen hombre mientras est� en la tierra. Tiene que soportar las imperfecciones de sus semejantes ante Dios. La intercesi�n en s� misma la consideramos una obligaci�n que descansa en todas las mentes, en todos los mundos, para siempre. La oraci�n, ya sea para uno mismo o para los dem�s, no se limita a la tierra. �Qu� es la oraci�n por uno mismo sino un sentido vivo de dependencia de Dios? �Y d�nde hay una mente virtuosa en el universo sin este sentido? Esto, de hecho, se encuentra en la ra�z de toda religi�n verdadera. �Y qu� es la oraci�n por los dem�s, o la intercesi�n, sino una profunda y amorosa simpat�a con ellos, un deseo por sus m�s altos intereses? �Y no se basa este sentimiento benevolente en la base de toda excelencia moral? Suponemos que no hay un santo ni un �ngel en el cielo que no desee el progreso de los esp�ritus afines; �Y qu� es esto sino intercesi�n? Pero lo que distingue la intercesi�n en la tierra es que tenemos que recordar la corrupci�n moral de nuestra raza. En el cielo no hay contaminaci�n. Todos est�n vestidos con t�nicas de santidad pr�stina o con prendas lavadas y blanqueadas por las influencias depurativas del amor redentor. Pero aqu� todos est�n en "prendas sucias": prendas manchadas por sensualidad, mundanalidad, idolatr�a, falsedad y deshonestidad. Aqu� el padre piadoso tiene que comparecer ante Dios por los hijos pecadores, el ministro por las personas pecaminosas y el soberano piadoso por una naci�n pecadora.

II QUE EL BUEN HOMBRE, EN SUS FUNCIONES INTERCESORIAS EN LA TIERRA, TIENE QUE CONTENER CON UN PODEROSO ANTAGONISTA ESPIRITUAL. El profeta vio a Satan�s parado a su mano derecha para resistirlo. La existencia de algunos esp�ritus o esp�ritus poderosos, que son enemigos determinados de la verdad, la virtud y la felicidad del hombre, se vuelve m�s que probable por una serie de consideraciones, independientemente del testimonio de la Biblia. Tales, por ejemplo, como la creencia general de la raza, los fen�menos conflictivos del mundo moral, las inexplicables impresiones opuestas de las cuales todos son conscientes. Pero la Biblia es m�s clara sobre este tema. Bajo varios nombres, "la serpiente", "el diablo", "el dios de este mundo", "el pr�ncipe del poder del aire", este gran enemigo de la raza queda bajo nuestro aviso. Ahora, este enemigo se puso de pie para resistir a Joshua en sus intercesiones. �Y qui�n dir� que ahora no est� especialmente activo con el hombre bueno cuando se acerca a Dios? �De cu�ntas maneras puede obstaculizar nuestras oraciones? A veces puede sugerirnos, incluso en el momento mismo de nuestras oraciones, dudas sobre la existencia de Dios; podemos sentir la tentaci�n de preguntar: �estamos seguros de que hay un Dios? �No puede la idea ser una ilusi�n, porque qui�n lo ha visto o escuchado alguna vez? O, garantizando su existencia, puede sugerir si condescender�a para atender los asuntos de un individuo. Podemos sentir la tentaci�n de suponer que �l se ocupa de lo grande pero pasa por alto lo peque�o; o que el universo est� tan completamente y absolutamente bajo un sistema de leyes, que no se interpondr� en nombre de ninguna de sus criaturas. O, concediendo que �l exista, y que atienda las oraciones de algunos, Satan�s puede sugerir que soy demasiado in�til para su atenci�n, que es presuntuoso para m� abordar su horrible majestad; Soy un pecador demasiado grande para ser atendido. En sugerencias como estas, se puede decir que Satan�s se opone a nosotros cuando nos presentamos ante el Se�or. Esto, nuevamente, es una peculiaridad de nuestras funciones intercesoras en la tierra. Suponemos que en el cielo, ning�n enemigo se entrometer� en nuestras devociones, ning�n Satan�s se levantar� para resistir mientras nos presentamos ante Dios. �No hay poder para oscurecer nuestra fe con dudas turbias, ni para enfriar el ardor de nuestras devociones!

III. QUE EL BUEN HOMBRE, EN SUS FUNCIONES INTERCESORIAS EN LA TIERRA, TIENE LA ASISTENCIA ESPECIAL DE UN DIVINO AYUDANTE. Mientras Satan�s se enfrent� a Josu�, hubo Uno que lo defendi�: el Se�or, llamado tambi�n "el �ngel del Se�or". �Quien es este? Todos los expositores reconocidos est�n de acuerdo en concluir que es Jesucristo, el Salvador del mundo. Y �l, de hecho, es el gran ayudante espiritual del hombre. �l es nuestro abogado, nuestro intercesor. Nos ayuda en nuestras oraciones, nos atrae al trono de la gracia. "Al ver que tenemos un gran Sumo Sacerdote, que ha pasado a los cielos". Su Esp�ritu intercede dentro de nosotros, despierta en nosotros esos deseos que concuerdan con la voluntad de Dios. La escena ilustra dos pensamientos sobre la ayuda prestada.

1. Se hizo con simpat�a. "�No es esta una marca?" etc. Considere el sufrimiento al que han sido sometidos los peticionarios. Cristo est� lleno de simpat�a. "No tenemos un sumo sacerdote", etc .; "Al que viene a Dios por medio de �l, de ninguna manera lo expulsar�".

2. La ayuda se hizo efectiva. Las viejas "prendas sucias", los emblemas de la impureza y la culpa, fueron quitadas, y �l estaba vestido con otras prendas; es decir, su culpa fue eliminada, fueron restaurados de su degradaci�n. Y la "mitra", el emblema de la dignidad, fue puesta sobre su cabeza. Fueron criados una vez m�s para la gloria de una naci�n independiente. Ver:

(1) Que si efectivamente ayudar�as a tu raza, debes presentarte ante Dios como un intercesor. Tambi�n se deben emplear otros medios. Promover el conocimiento general, avanzar en las artes, ayudar en el comercio, sobre todo, difundir el evangelio de Jes�s; pero, en relaci�n con todo, debes presentarte ante Dios, como lo hizo Josu� para Israel. De esta manera, usted cambiar� las "prendas sucias" del mundo y obtendr� para ellos el "vestido" de pureza y la "mitra" de honor.

(2) Que si efectivamente apareces ante Dios, debes tener la ayuda de Jesucristo. �Cu�l es la visi�n que tenemos ante nosotros sino una descripci�n de un hecho com�n en la historia espiritual de todo hombre de oraci�n? Siempre que intentamos acercarnos al Padre eterno en un pensamiento y adoraci�n devotos, �no encontramos alguna fuerza opuesta como este Satan�s, o m�s bien, este mismo Satan�s, "parado" "a nuestra mano derecha para resistirnos"? �Lo que se debe hacer? �Debemos retirarnos? �Cesar todos los esfuerzos por comunicarnos con el Padre amoroso de nuestras almas? �Dios no lo quiera! Nuestra fatalidad est� sellada en la medianoche y la angustia, si es as�. No hay felicidad para ning�n esp�ritu finito sino el que fluye de la relaci�n con la Fuente eterna del bien. Nuestra �nica esperanza es llevarlo a �l, el gran Mediador, con nosotros, quien repeler� a nuestro enemigo, expulsarlo de nuestra presencia con las palabras: "�El Se�or te reprenda, oh Satan�s!" - D.T.

Zacar�as 3:7

La Biblia y la verdadera grandeza.

"As� dice la reserva de huestes; si caminas en mis caminos, y si mantienes mi cargo, entonces tambi�n juzgar�s mi casa, y tambi�n guardar�s mis atrios, y te dar� lugares para caminar entre estos que colocarse." Las palabras nos dirigen a la Biblia y a la verdadera grandeza.

I. LA BIBLIA NOS DIRIGE A LA ESFERA DE VERDADERA GRANDEZA. La promesa hecha a Joshua aqu� es: "T� tambi�n juzgar�s mi casa, y tambi�n guardar�s mis tribunales". Las palabras transmiten esta idea: Gran autoridad. Por la casa de Dios se entiende aqu� probablemente el pueblo de Israel; y el mantenimiento de las cortes de Dios, la regulaci�n del templo. El significado literal aqu� es que la piedad de Joshua debe ser recompensada por la larga continuaci�n de su exaltado oficio. Gran sacerdote. La piedad plantea:

(1) A puestos dignos. Nos hace "reyes y sacerdotes para Dios".

(2) A la alta comuni�n. "Te dar� lugares para caminar entre estos que est�n a la espera". Con el consentimiento general de los comentaristas, los �ngeles de Dios se refieren a "estos que est�n a la espera". Los �ngeles de Dios ministran en su casa. Son "sirvientes ministrantes". Hemos venido "a una innumerable compa��a de �ngeles". La religi�n lleva a los hombres buenos a la comuni�n con esas nobles inteligencias.

II LA BIBLIA PRESENTA A NOSOTROS EL CAMINO DE LA VERDADERA GRANDEZA. "Si caminas en mis caminos", etc. Aqu� se exponen dos cosas como las condiciones de elevaci�n.

1. La obediencia. "Si andas en mis caminos". Dios tiene caminos para que los hombres entren. Sus caminos son sus leyes. "Bienaventurados los que andan en la Ley del Se�or". Caminar en sus caminos implica:

(1) El abandono de nuestros propios caminos. "Que el imp�o abandone su camino".

(2) La entrada en los caminos de Dios. Caminar en ellos implica que estamos sobre ellos, y el camino hacia ellos es por fe en Cristo. �l es la "puerta".

(3) Progreso en los caminos de Dios. Debemos agregar a nuestra fe, virtud; a virtud, conocimiento, etc. ( 2 Pedro 1:5).

2. Fidelidad. "Mant�n mi cargo". Tenemos toda una confianza comprometida con nosotros. Nuestro tiempo, talentos y posesiones se dan en confianza. No somos due�os de ellos, sino administradores. "Se requiere de un mayordomo que sea encontrado fiel". Paul sinti�, cuando sal�a del mundo, que hab�a terminado su curso y mantuvo la fe. Tal es el camino hacia la grandeza: el �nico camino, el camino seguro.

III. LA BIBLIA NOS DA UNA GARANT�A DE VERDADERA GRANDEZA. "As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos". La palabra de Dios es la promesa.

1. Su palabra se ha cumplido en la experiencia del bien en todas las edades. Todos los que han caminado en los caminos de Dios y han mantenido su cargo han alcanzado esta elevaci�n sublime. Son los ilustres h�roes de los siglos; y tienen alta autoridad en el imperio de Dios.

2. Su palabra nunca puede fallar en su cumplimiento. "El cielo y la tierra pasar�n", etc.

Hermano, �est�s caminando en los caminos de Dios? Si es as�, te esperan grandes distinciones. "S� fiel hasta la muerte, y yo te dar� la corona de la vida".

Zacar�as 3:8

Los deseos del mundo y las provisiones de Dios.

"Escucha, ahora, oh Joshua el sumo sacerdote, t� y tus compa�eros que se sientan delante de ti: porque son hombres maravillados: porque he aqu�, traer� a mi Siervo la RAMA", etc. expositores de la Sagrada Escritura de que las instituciones sacerdotales del sistema mosaico eran t�picas de las realidades del evangelio; fueron, como lo dice San Pablo, las "sombras de las cosas buenas por venir". Este pasaje indudablemente se�ala al Mes�as y sus tiempos. Joshua, aqu� llamado "el sumo sacerdote", es un tipo de Cristo, que se representa como "mi Siervo el SUCURSAL". Un nombre por el cual es designado en otras partes de la Biblia. As�, por ejemplo: "Saldr� una vara del tallo de Jes�, y una Rama crecer� de sus ra�ces", etc., De nuevo, "En ese d�a la rama del Se�or ser� hermosa", etc. Y de nuevo: "He aqu�, vienen d�as, dice el Se�or, en los cuales levantar� a David una rama justa", etc. De hecho, los hombres que aqu� se mencionan como aquellos que "se sientan delante de" Josu� ", se preguntaban los hombres, "Son hombres t�picos. De hecho, este es el significado de la expresi�n "hombres se preguntaron", que algunos traducen, "hombres designados" ( Isa�as 8:18), es decir, hombres t�picos. Literalmente, la referencia es a los miembros del sacerdocio subordinado; y como el sumo sacerdote, Joshua, era el tipo de Cristo, estos hombres eran los tipos de sus disc�pulos en todas las �pocas. Tomar� las palabras como presentando los deseos del mundo y las provisiones de Dios.

I. EL MUNDO QUIERE UN AYUDANTE MORAL, Y EN EL EVANGELIO SE OFRECE UNO. Moralmente, el hombre est� esclavizado, enfermo, exiliado, perdido por los grandes usos y prop�sitos de su ser. Dios ha provisto un gran Ayudante, aqu� llamado su "Siervo la RAMA". En Isa�as ( Isa�as 42:1) tenemos estas palabras: "He aqu� mi Siervo a quien sostengo, mi elegido, en quien mi alma se deleita". �l es la "Rama", Dios es la Ra�z, y todas las almas santas son ramas, que derivan su vida, belleza y fecundidad de �l; pero Cristo es la "Rama", la Rama m�s antigua, la Rama m�s grande, la Rama m�s fuerte, la Rama m�s fruct�fera, etc. Es la Rama de la que cuelgan racimos de frutos perennes para la "curaci�n de las naciones".

II EL MUNDO QUIERE LA GUARDIANA DIVINA. "He aqu� la piedra que he puesto delante de Josu�; sobre una piedra habr� siete ojos". �Qu� se entiende aqu� por la "piedra"? No la piedra angular del templo, que ahora se estaba reconstruyendo, ya que se hab�a colocado mucho antes. "La piedra", dice Keil, "es el s�mbolo del reino de Dios, y Jehov� la coloca delante de Josu�, cuando Dios le transfiere la regeneraci�n de su casa y el mantenimiento de sus atrios (antes, liphne en un sentido espiritual). , como en 1 Reyes 9:6, por ejemplo). Los siete ojos que miran con cuidado y protecci�n sobre esta piedra no son una representaci�n figurativa de la providencia de Dios que lo abarca todo, sino que, en armon�a con los siete ojos de el Cordero, 'que son los siete Esp�ritus de Dios' ( Apocalipsis 5:6), y con los siete ojos de Jehov� ( Zacar�as 4:10), son la radiaci�n s�ptuple del Esp�ritu de Jehov� (despu�s de Isa�as 11:2), que se muestran en acci�n vigorosa sobre esta piedra, para prepararla para su destino ". Quiz�s el significado es que sobre el reino de Cristo, aqu� simbolizado por la piedra, los ojos de Dios est�n fijos (grabados) con un inter�s profundo y establecido: "El ojo es el jerogl�fico natural del conocimiento; y 'siete', como todo lector de La Biblia es consciente, es el n�mero usado para denotar integridad, perfecci�n. Siete ojos denotan la perfecci�n del conocimiento observador; y como los 'ojos de Jehov�' significan la observaci�n y el conocimiento de Jehov�, sus 'siete ojos' expresan la perfecci�n de ambos: observaci�n omnisciente ". Se sugieren dos pensamientos.

1. Dios tiene un inter�s especial en Cristo y sus seguidores. Sus ojos est�n en la "piedra", all� en toda su integridad: siete. �l tiene un inter�s general en el universo, pero un inter�s especial aqu�. Sus ojos, que "corren de aqu� para all� por toda la tierra", miran con una ternura maravillosa la "piedra".

2. Dios tiene un inter�s establecido en Cristo y sus seguidores. Se dice que los ojos est�n grabados en la piedra, no escritos en tinta, no pintados con colores que el tiempo borrar�a, sino que se cortan en su coraz�n; la piedra misma debe moldearse antes de que se destruya el grabado. "�Qui�n nos separar� del amor de Cristo? Las monta�as partir�n, y las colinas ser�n removidas", etc.

III. EL MUNDO QUIERE LA PURIFICACI�N MORAL Y EN EL EVANGELIO SE PROPORCIONA. "Eliminar� la iniquidad de esa [esta] tierra [es decir, Palestina] en un d�a". La "iniquidad de ese laud", la tierra de los jud�os, era multiforme, agravada, inconmensurable; pero en un d�a debe hacerse provisi�n para su remoci�n, el d�a en que Cristo muri� en la cruz. "La obra del Mes�as ten�a un respeto primordial hacia Israel. La oferta de salvaci�n fue primero para el jud�o". "Ante ti, Dios, habiendo resucitado a su Hijo Jes�s, lo envi� a bendecirte, al apartar a cada uno de ustedes de sus iniquidades" (Hechos 3: 1-26: 36). Estas palabras de Pedro a los jud�os de su �poca son un comentario sobre los que nos precedieron. La gran necesidad del hombre es la purificaci�n moral. Gracias a Dios, "Cristo vino a quitar el pecado por el sacrificio de s� mismo".

IV. EL MUNDO QUIERE LA REPRESENTACI�N ESPIRITUAL, Y EN EL EVANGELIO SE PROPORCIONA. "En aquel d�a, dice el Se�or de los ej�rcitos, llamar�is a cada uno su pr�jimo debajo de la vid y debajo de la higuera". "Cuando se quita la iniquidad", dice Matthew Henry,

"(1) Cosechamos beneficios y privilegios preciosos de nuestra justificaci�n, m�s preciosos que los productos de la vid o la higuera ( Romanos 5:1).

(2) Descansamos en una dulce tranquilidad, y estamos callados por el miedo al mal. �Qu� deber�a aterrorizarnos cuando se quita la iniquidad, cuando nada puede hacernos da�o? Nos sentamos a la sombra de Cristo con deleite, y por eso estamos protegidos del calor abrasador de la maldici�n de la Ley. Vivimos como Israel en el reinado pac�fico de Salom�n ( 1 Reyes 4:24, 1 Reyes 4:25), porque �l es el Pr�ncipe de la Paz. "- D.T.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Zechariah 3". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/zechariah-3.html. 1897.