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Zacarías 8

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-23

EXPOSICI�N

Zacar�as 8:1

� 4. El Se�or promete mostrar su amor por Si�n, morar entre su pueblo y llenar a Jerusal�n de un encaje feliz.

Zacar�as 8:1

De nuevo; m�s bien, y. Este cap�tulo contiene la segunda mitad de la respuesta del Se�or sobre el ayuno, fusion�ndose con la profec�a.

Zacar�as 8:2

As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos. Esta f�rmula aparece diez veces en este cap�tulo, lo que hace cumplir la verdad de que todas las promesas hechas a Si�n provienen del mismo Se�or y, por lo tanto, seguramente se cumplir�n. Estaba celoso; estoy celoso, como Zacar�as 1:14 (donde vea la nota). Con gran furia. Contra sus enemigos ( Zacar�as 1:15). Albertus Magnus define "Zelus": "amor boni cum indignatione contrarii". Un lado del amor de Dios por Si�n se muestra en el castigo de sus enemigos. Knabenbauer compara este celo o celos de Dios con la columna de fuego en el �xodo: luz y protecci�n para los israelitas, oscuridad y destrucci�n para los egipcios ( �xodo 14:20).

Zacar�as 8:3

Me devuelven ( Zacar�as 1:16); Vuelvo. Cuando Jerusal�n fue tomada y entregada al enemigo, Dios parec�a haberla abandonado ( Ezequiel 10:18; Ezequiel 11:23); Pero la nueva restauraci�n de los exiliados, la reconstrucci�n del templo, la voz de la profec�a, mostraron que el Se�or hab�a regresado, y que nuevo habitar�a en medio de Jerusal�n ( Zacar�as 2:10). Una ciudad de verdad; ciudad de la verdad; ya no est� lleno de mentiras, traiciones e infidelidades. Dios morando all�, ser� "la ciudad fiel" ( Isa�as 1:26), en la que todo lo que es verdadero y real florecer� (comp. Zacar�as 8:16; Sofon�as 3:13). La monta�a sagrada La colina donde se construye el templo se llamar� la monta�a sagrada, porque el Se�or habit� en el santuario. La profec�a en este y los siguientes vers�culos recibi� un cumplimiento parcial en los d�as entre Zorobabel y Cristo; pero hay otro logro en la tienda.

Zacar�as 8:4

Habr� hombres viejos ... morar (sentarse), etc. Una imagen de feliz seguridad y abundancia, en vivo contraste con la desolaci�n deplorada en Lamentaciones 2:1 .; Lamentaciones 5. En los d�as de los macabeos se observa, entre otras se�ales de paz y prosperidad, que "los hombres antiguos se sentaban todos en las calles, comulgando de cosas buenas" (1 Macc 14: 9). Para la misma edad; Hebreo, por multitud de d�as. Las personas alcanzar�n los l�mites m�ximos de la vida humana. De acuerdo con la antigua Ley, la duraci�n de los d�as era la recompensa de la obediencia ( G�nesis 15:15; �xodo 20:12; Deuteronomio 4:40), y una muerte temprana se infligi� como un castigo de pecado ( Deuteronomio 28:20; Sal 54: 1-7: 23; Salmo 78:33). Tales promesas se hacen tambi�n en tiempos mesi�nicos ( Isa�as 65:20), aunque en un sentido diferente.

Zacar�as 8:5

Lleno de ni�os y ni�as. Jerusal�n y las otras ciudades hab�an sido extra�as durante mucho tiempo ante semejante visi�n feliz. El gran aumento de la poblaci�n es una bendici�n prometida a menudo en los �ltimos d�as ( Oseas 1:10; Miqueas 2:12). Perowne comenta que nuestro Se�or alude a los juegos de ni�os en los mercados como un incidente familiar en sus d�as ( Mateo 11:16, Mateo 11:17; comp. Jeremias 11:1).

Zacar�as 8:6

En estos d�as; m�s bien, en esos d�as. Si lo que se promete en Zacar�as 8:3 parece incre�ble para aquellos que ver�n el cumplimiento. El remanente. Los jud�os que regresaron y su posteridad ( Hageo 1:12). �Deber�a ser maravilloso a mis ojos? Ciertamente no. Con Dios nada es imposible.

Zacar�as 8:7

Dios promete traer a su pueblo disperso a casa de nuevo, una promesa que a�n se cumple parcialmente. Mi gente. Un t�tulo de honor ( Oseas 2:23). Del pa�s del este, y del pa�s del oeste. Se nombran dos regiones, s�mbolos del mundo entero (comp. Salmo 50:1; Malaqu�as 1:11). El regreso de los cautivos de Babilonia fue el preludio de la futura restauraci�n de los dispersos, cuando todo Israel se salvar� ( Romanos 11:26). (Vea una promesa similar, Isa�as 43:5, Isa�as 43:6; comp. Juan 11:52.)

Zacar�as 8:8

En medio de Jerusal�n. Como centro de adoraci�n (ver Zacar�as 2:4, y anotar all�). En verdad y en justicia. Las palabras pertenecen a ambas partes de la cl�usula anterior: Dios tratar� con ellas de manera verdadera y justa, pero deben tratar con �l de manera verdadera y justa. Si son fieles a sus obligaciones, Dios ser�a para ellos todo lo que hab�a prometido ser.

Zacar�as 8:9

� 5. Se exhorta al pueblo a ser de buen �nimo, porque Dios en adelante les dar� su bendici�n, que, sin embargo, estaba condicionada a su obediencia.

Zacar�as 8:9

Deje que sus manos sean fuertes (comp. Hageo 2:15). S� valiente para el trabajo que tienes ante ti ( Jueces 7:11; Isa�as 35:3; Ezequiel 22:14). Por (de) la boca de los profetas, que fueron. Quien se present� como profetas. Estos profetas, que profetizaron despu�s de que se pusieron los cimientos del templo, fueron Hageo y Zacar�as; se distinguen as� de los videntes pre-exiliados mencionados en Zacar�as 7:7. Los mismos profetas que lo alentaron en su trabajo al principio son los que le han dicho palabras de promesa en esos d�as. Para que se construya el templo; Versi�n revisada, incluso el templo que podr�a construirse. Esto no pudo ser predicado del primer fundamento, que fue seguido por un largo per�odo de inacci�n ( Esdras 4:24), solo terminado por las vigorosas exhortaciones de los profetas, que llevaron a la reanudaci�n del trabajo que podr�a ser llamado un segundo fundamento del templo.

Zacar�as 8:10

El profeta recuerda a la gente la triste situaci�n de los asuntos durante el cese del buen trabajo, y c�mo las cosas comenzaron a mejorar directamente, mostraron diligencia y celo. No hab�a alquiler para el hombre, etc. O el rendimiento era tan peque�o que no se necesitaba mano de obra de hombres o bestias para reunirlo, o la pobreza general era tan grande que los trabajadores no pod�an obtener su salario ni a los bueyes su parte bien ganada. de provender ( Hageo 1:11; Hageo 2:17, Hageo 2:18). Tampoco hab�a paz ... a causa de la aflicci�n; m�s bien, por el adversario. No pod�an realizar sus ocupaciones habituales, ni pasar con seguridad de un lugar a otro, debido a los enemigos que los rodeaban ( Esdras 4:4). La representaci�n de la versi�n autorizada est� respaldada por la Septuaginta y la Vulgata, pero la palabra (zar) se usa a menudo para el concreto "adversario". Entonces el sir�aco aqu�. Puse a todos los hombres contra su vecino. Hubo disensiones internas, as� como oposici�n externa. Dios hab�a permitido esto para sus propios prop�sitos sabios.

Zacar�as 8:11

Pero ahora no lo estar�. La actitud de Dios hacia la gente ya hab�a cambiado como consecuencia de su diligencia en la obra de restauraci�n. Perowne dice: "Ahora no lo soy". El residuo; el remanente los jud�os que regresaron ( Zacar�as 8:12; Hageo 1:12). Los antiguos dias. En el tiempo de su inactividad, cuando una maldici�n descansaba sobre ellos y sobre su tierra. Ahora se elimin� la maldici�n y se estableci� una mejora notable ( Hageo 2:15).

Zacar�as 8:12

La semilla ser� pr�spera; literalmente, (habr�) la semilla de la paz. Los cultivos sembrados ser�n cultivos de paz, seguros, en contraposici�n a la amenaza en Lev�tico 26:16, de que la semilla debe sembrarse en vano, ya que debe ser devorada por un enemigo (Knabenbauer). O, m�s generalmente, todas las labores agr�colas tendr�n �xito y prosperar�n. La par�frasis de Jer�nimo es: "Habr� paz y alegr�a universales". Septuaginta: "Pero mostrar� la paz". Otra forma de entender las palabras que ha encontrado mucho favor entre los comentaristas modernos es tomar la cl�usula en aposici�n con las palabras que siguen inmediatamente; as�: "La semilla (es decir, el crecimiento) de la paz, la vid, dar� su fruto". Pero no hay una raz�n especial por la cual la vid deba llamarse "la semilla de la paz". No es peculiar entre los �rboles frutales por requerir un tiempo de paz para su cultivo. Y el t�rmino "semilla" es muy inapropiado para la vid, que no se cri� a partir de semillas, sino de esquejes y capas. Perowne tambi�n se�ala que tal representaci�n destruye el equilibrio de las tres cl�usulas siguientes, que explican y ampl�an la declaraci�n general de que la agricultura prosperar�. El Dr. Alexander considera que "la semilla de la paz" es aquello de lo que brota la paz; es decir, que la paz debe establecerse radicalmente en la tierra, y de este hecho se deben obtener los siguientes resultados. Esto ofrece un muy buen sentido; pero es probablemente una met�fora no intencionada por el profeta. El sir�aco lee de manera diferente: "La semilla estar� a salvo". El remanente (ver en Zacar�as 8:11). Poseer; heredar; Septuaginta, ??????????????? ( Apocalipsis 21:7). Esta promesa recuerda las bendiciones de la antigua Ley ( Lev�tico 26:4, etc .; Deuteronomio 33:28; Salmo 67:6).

Zacar�as 8:13

Como sois una maldici�n entre los paganos. Como su destino fue usado como una f�rmula de imprecaci�n entre los paganos; p.ej. "Que tu destino sea el de los jud�os" (ver ejemplos de esto, 2 Reyes 22:19; Isa�as 65:15; Jeremias 24:9; Jeremias 29:22). La otra forma de tomar la expresi�n como el objeto de la maldici�n (es decir, como los paganos sol�an maldecirlo), no es tan adecuada. Jud� ... Israel. Esta expresi�n incluye las doce tribus, de las cuales algunos miembros hab�an regresado y continuaron regresando del cautiverio. Ahora estaban unidos y formaron una naci�n (ver nota en Zacar�as 9:10). Entonces te salvar�. De una manera tan abierta y significativa mostrar� que te estoy entregando y favoreciendo. Ser�is una bendici�n. Esto debe tomarse en correspondencia con la frase anterior, siendo una "maldici�n"; ser�is usados ??como f�rmula para la bendici�n; p.ej. "Dios te haga como Efra�n y como Manas�s" ( G�nesis 48:20; comp. Rut 4:11, Rut 4:12). No temas ( Sofon�as 3:16). "Si Dios es para nosotros, �qui�n puede estar en contra de nosotros?" ( Romanos 8:31; comp. N�meros 14:9). Deje que sus manos sean fuertes (vea la nota en el vers�culo 9). La LXX toma el p�rrafo de manera diferente y err�nea: "Y ser� como si fueras una maldici�n entre las naciones, oh casa de Jud� y casa de Israel, as� te salvar�, y ser�s una bendici�n", es decir, causa de bendici�n, ??? ?? ??????� ?????? ?? ???????.

Zacar�as 8:14

El fundamento del baile de graduaci�n [as� es la voluntad de Dios, que no puede enga�ar. Como pensaba castigarte; como me propuse hacerte el mal; es decir, a la naci�n cuya continuidad es as� �ntima (comp. Hageo 2:5; y para un contraste similar de castigo y bendici�n, ver Jeremias 31:25). Me arrepiento no. Dios llev� a cabo el decreto temible en su totalidad ( Zacar�as 1:6; 2 Cr�nicas 36:16). (Para la frase aplicada a Dios, comp. N�meros 23:19; Jeremias 4:28; Jon�s 3:10, donde vea la nota.) Vulgata, "No me compadec�".

Zacar�as 8:15

As� que de nuevo he pensado, etc. El castigo pasado, que sucedi� como fue amenazado, es una garant�a del cumplimiento de la bendici�n prometida. Pero hay una condici�n que debe observarse, que se establece en los dos siguientes vers�culos. La LXX tiene: "As� que he ordenado y propuesto". En estas bendiciones especiales, solo Jud� y Jerusal�n deb�an compartir al principio; El tiempo feliz de Israel ( Zacar�as 8:13) vendr�a m�s tarde.

Zacar�as 8:16

Estas son las cosas. Para asegurar el cumplimiento de la promesa del bien, deben hacer la voluntad de Dios ( Zacar�as 7:9, etc.). Verdad. Esto deb�a observarse en todas las conversaciones y transacciones con sus vecinos. San Pablo cita este mandato ( Efesios 4:25). Ejecutar el juicio de verdad y paz; literalmente, juzga la verdad y el juicio de la paz. Entonces la Septuaginta y la Vulgata. Practique la equidad perfecta en los juicios, y as� decida, de acuerdo con la verdad y la justicia, para asegurar la paz y la concordia entre las partes involucradas. En tus puertas. D�nde se sentaron los jueces y se administr� justicia ( Deuteronomio 16:18; Deuteronomio 21:19; ver nota en Am�s 5:10).

Zacar�as 8:17

Que ninguno de ustedes se imagine (vea la nota en Zacar�as 7:10, donde aparecen estas palabras). No ames ning�n falso juramento. Los pecados prevalecientes en este momento no eran la idolatr�a, sino el enga�o, la mentira y la injusticia, vicios aprendidos en la tierra del exilio, donde hab�an convertido sus energ�as en tr�fico y comercio (ver Zacar�as 5:2, y anotar en Zacar�as 5:3 all�).

Zacar�as 8:18

� 6. Aqu� sigue la respuesta directa a la pregunta propuesta originalmente. Los ayunos deben convertirse en festivales alegres, olvidando antiguas calamidades. Luego, el cambio extiende su influencia, los paganos adorar�n al Dios de Israel y estimar�n que es un honor ser recibido en comuni�n con la naci�n jud�a.

Zacar�as 8:19

El ayuno del cuarto mes, etc. (Para las ocasiones de estos ayunos, vea la nota en Zacar�as 7:3.) Jer�nimo da las tradiciones jud�as posteriores sobre ellos. El ayuno del s�ptimo d�a del cuarto mes conmemoraba la ruptura de las dos tablas de los mandamientos por parte de Mois�s, as� como la primera brecha en los muros de Jerusal�n; el del quinto mes se observ� en memoria del regreso de los esp�as enviados a explorar Cana�n, y el castigo consecuente de cuarenta a�os vagando por el desierto, as� como de la quema del templo por los caldeos; que en el d�cimo mes fue designado porque fue entonces cuando Ezequiel y los jud�os cautivos recibieron inteligencia de la destrucci�n completa del templo. Alegr�a y alegr�a. La observancia de estos ayunos parece, por la respuesta del Se�or, no haber sido ordenada ni prohibida; pero en cuanto a sus pecados, sus festivales se hab�an convertido en luto ( Am�s 8:10), por lo que ahora sus ayunos deber�an convertirse en fiestas alegres, y las antiguas miserias deber�an olvidarse en presencia de las bendiciones que ahora se derramaban sobre ellos. . Por eso ama la verdad y la paz. Esta es la condici�n del cumplimiento de la promesa (vers�culo 16; Zacar�as 7:9), aqu� nuevamente impresionado por la fuerza.

Zacar�as 8:20

Y suceder� que vendr� gente; pueblos La visi�n de la prosperidad de los jud�os inducir� a las naciones vecinas a unirse a la adoraci�n a Jehov�. La misma verdad se expresa en Salmo 126:1. Perowne piensa que los vers�culos 20, 21 se refieren a las tribus de Israel; pero parece poco natural suponer que el profeta afirm� que a�n suceder� que los israelitas buscar�n al Se�or, cuando no hay raz�n para pensar que no lo hayan hecho de alguna manera, o que necesitar�an la deliberaci�n previa mencionada en la pr�xima verso. Muchas ciudades. Entonces la LXX. y Vulgate. Otros traducen "ciudades grandes o populosas"; Pero esto es menos adecuado.

Zacar�as 8:21

Los habitantes de una ciudad ir�n a otra. La LXX tiene: "Los habitantes de cinco ciudades ir�n a una"; Vulgata: "Los habitantes se van el uno al otro". Vayamos r�pido. El hebreo es un imperfecto seguido de un absoluto infinitivo, un lenguaje que implica combinaci�n. Sigamos y sigamos continuamente. Entonces Pusey y Wright. Orar delante del Se�or; para suplicar el favor del Se�or (ver nota en Zacar�as 7:2). Los gentiles se conmover�an, no solo para peregrinar a los grandes festivales anuales, sino para buscar conocer al Se�or y c�mo adorarlo de manera aceptable. Yo tambi�n ir�. Los habitantes responden voluntariamente a quienes los exhortan. No es natural tomar la cl�usula en el sentido (como lo hace Drake): "Yo, Zacar�as, ir� tambi�n para ver la alteraci�n en el modo de observar estos d�as r�pidos".

Zacar�as 8:22

Mucha gente (pueblos) y naciones fuertes. Esto explica Zacar�as 8:20 m�s completamente. Los jud�os no fueron accionados por el esp�ritu misionero, sin embargo, incluso antes del advenimiento de Cristo, su religi�n se hab�a extendido a todas partes del mundo, como vemos en el cat�logo de pros�litos en Hechos 2:9. Las intimaciones del mismo hecho se dan en Esdras 6:21; Ester 8:17. Para buscar al Se�or de los ej�rcitos en Jerusal�n; es decir, para mantener los festivales solemnes observados all� (comp. Isa�as 2:2; Isa�as 66:20 Miqueas 4:1, y tenga en cuenta all�). El cumplimiento literal de esta profec�a no debe buscarse. Declara la conversi�n futura de los gentiles, y su ser hecho uno con Israel en la Iglesia de Cristo, "uno bajo un solo pastor" ( Juan 10:16).

Zacar�as 8:23

Diez hombres El n�mero diez se usa para un n�mero indefinido grande (comp. G�nesis 31:7; Le G�nesis 26:26; 1 Samuel 1:8). De todos los idiomas (los idiomas) de las naciones. La diversidad de idiomas no debe obstaculizar la unidad en la fe (comp. Isa�as 66:18; Apocalipsis 5:9; Apocalipsis 7:9). Se apoderar� de la falda del que es jud�o. Agarrar la falda implica un deseo de compartir los privilegios y unirse en comuni�n con (comp. Isa�as 4:1; Hageo 2:12). San Cirilo considera que la idea es que los paganos se aferrar�n a los jud�os como ni�os que sostienen el vestido de sus padres para apoyo y orientaci�n. En "el hombre jud�o", San Jer�nimo discierne al Mes�as. Nosotros iremos contigo. La imagen presentada a la mente por este vers�culo es la de un jud�o que viaja a Jerusal�n desde alg�n pa�s lejano para celebrar un festival solemne, y varios gentiles se aferran a �l, pidiendo permiso para acompa�arlo en su viaje, porque han aprendido lo bueno que es el Se�or ha estado con sus paisanos. Pero el ideal previsto es mucho m�s que esto. La salvaci�n, de hecho, es de los jud�os; comenz� a anunciarse en Jerusal�n; fue predicado por los ap�stoles jud�os; su fundador fue de la simiente de David. Pero los verdaderos israelitas no son simplemente aquellos que son de la posteridad natural de Abraham, sino todos los cristianos verdaderos unidos bajo Cristo, la Cabeza. Para su n�mero, todos los que se salvar�an deben unirse (comp. Romanos 4:11; G�latas 3:7, G�latas 3:29; G�latas 4:26, etc.)

HOMIL�TICA

Zacar�as 8:1

Garant�a de favor.

"Nuevamente la palabra del Se�or de los ej�rcitos vino a m�". Cuando la advertencia se lleva demasiado lejos, degenera en amenaza y derrota su propio fin, produciendo desesperaci�n en lugar de deseo de escapar. Probablemente sea por esta raz�n que la solemne advertencia con la que Zacar�as 7:1. concluye da lugar, en este cap�tulo, a una serie animada de est�mulos y promesas. (Para transiciones algo similares, vea Hebreos 6:9; Isa�as 1:18, etc.) En los vers�culos que ahora est�n inmediatamente antes de nosotros, tenemos el comienzo de estos est�mulos en una graciosa garant�a de favor para el remanente dirigido por el profeta, una seguridad que les fue transmitida en el camino

(1) de repetici�n enf�tica;

(2) de detalle gr�fico; y

(3) de adici�n copiosa.

I. REPETICI�N EMP�TICA. Tenemos tal repetici�n:

1. De los sentimientos de Jehov� hacia los enemigos de su Si�n. Se hab�a descrito a s� mismo antes ( Zacar�as 1:14) como mirando con disgusto y celos la "facilidad" comparativa de esos enemigos. Tenemos la misma idea aqu� (en Zacar�as 7:2) en una forma a�n m�s forzada. "Estaba celoso de Si�n con gran furia". �Qu� puede ir m�s all� de eso?

2. De los prop�sitos de Jehov� hacia Sion misma. En este punto, tambi�n, la declaraci�n anterior de Dios (como se encuentra en Zacar�as 1:16; Zacar�as 2:10) se repite y se aplica. Dios no solo morar�a nuevamente en ella, como se hab�a profetizado antes; pero lo har�a de tal manera que la convirtiera en una ciudad de verdad y santidad ( Zacar�as 7:3; y comp. Jeremias 31:23). Todo esto como para impresionar a su gente de lo deliberadamente que hab�a hablado. "S� lo que dije, y lo digo en serio; quise decir a�n m�s de lo que dije". Tal es el significado, y tambi�n el efecto, de una repetici�n como esta. Es el lenguaje natural del prop�sito firme y el poder consciente de cumplir. Algunas personas piensan, en consecuencia, que la Ep�stola a los Efesios es, pr�cticamente, una repetici�n de eso para los Colosenses; y que lo mismo vale para las dos ep�stolas a los g�latas y romanos.

II DETALLE GR�FICO Una profec�a anterior ( Zacar�as 2:4) hab�a declarado que Jerusal�n deb�a ser habitada como "ciudades sin muros". Los vers�culos 4 y 5 del presente cap�tulo amplifican esta descripci�n bajo tres ideas principales de gran belleza y fuerza.

1. La idea de restauraci�n y orden. En lugar de ser una ciudad de lugares bald�os, la vemos como una ciudad de "calles" pobladas. Este es un toque maravilloso. En un vecindario en crecimiento, donde cada edificio nuevo es un evento, pensamos en la mayor�a de las casas; En una ciudad completamente construida, donde no hay espacio para m�s edificios, pensamos en la mayor�a de las v�as p�blicas.

2. La idea de seguridad y paz. En tiempos de guerra y tumulto, los primeros en sucumbir a la violencia, la privaci�n y el terror son los ancianos. Las calles, por lo tanto, llenas de tales (vers�culo 4) cuentan una doble historia. Si no hubiera habido una paz larga en el pasado, estos ancianos no habr�an sobrevivido. Si no hubiera paz garantizada en el presente, estar�an huyendo o escondi�ndose, y no en las calles.

3. La idea de alegr�a y alegr�a. Qu� vista m�s feliz en esta tierra que la descrita en el vers�culo 5, en su inocencia comparativa, su vida abundante, sus expresiones musicales, sus dulces rostros y sonrisas, sus graciosas figuras y movimientos, y la riqueza incalculable de amor tierno y miradas encantadas, de que, en tantos hogares diferentes, da prueba! �C�mo todos estos detalles ayudar�an a los hombres a darse cuenta de lo que significaban las promesas de Dios!

III. ADICION COPIO. �Estas visiones parec�an muy maravillosas a los ojos de aquellos a quienes se les mostr�? Casi demasiado bueno, de hecho, para ser verdad. Que tales personas recuerden:

1. Que no eran demasiado maravillosos para el poder de Dios. A menudo, Dios hab�a demostrado que este tipo de cosas eran ciertas (ver G�nesis 18:14; Jeremias 32:6, donde se nota la conexi�n con el tema de la restauraci�n despu�s del Cautiverio, como en este caso). Que esas personas entiendan estas promesas:

2. Que estaban muy por debajo del poder de Dios, en realidad. Adem�s del remanente ahora tra�do del cautiverio, tambi�n traer�a a otros; no solo los del este, sino tambi�n los del oeste (vers�culo 7); no solo (vers�culo 8) aquellos que ya eran su pueblo, sino tambi�n aquellos que deber�an serlo de la manera m�s completa. Lo m�s probable es que gran parte del significado de esto se ocultara en ese momento del entendimiento del profeta, pero incluso para ver picos tan distantes "lejos" ( Hebreos 11:13), y por encima de las nubes, por as� decirlo, Ser�a de gran ayuda en el camino.

Dos lecciones importantes derivables para concluir.

1. C�mo recibir la Palabra de Dios, a saber. como algo no solo perfectamente seguro, sino tambi�n como algo maravillosamente significativo y desbordante. Es con los secretos de la gracia como con los de la naturaleza; nunca se pueden describir completamente, nunca se agotan por completo (ver Eclesiast�s 3:11; Eclesiast�s 8:17; Romanos 11:33; Salmo 36:6; Salmo 77:19; y especialmente lo que se dice en Job 11:6, de los "secretos de la sabidur�a", que "son el doble de lo que es").

2. C�mo exponer la verdad de Dios, a saber. como tener un lado sombr�o y uno brillante. Algunos ahora est�n predicando el evangelio como si en la Biblia no se mencionara el arrepentimiento y el juicio. Otros se limitan al arrepentimiento y al juicio, como si no hubiera perd�n ni amor. La "proporci�n" correcta ( Romanos 12:6) se nos muestra en nuestro pasaje presente combinado con nuestro �ltimo, y en Escrituras tales como Salmo 101:1; Romanos 2:3, etc.

Zacar�as 8:9

Evidencia de favor.

"As� dice el Se�or de los ej�rcitos: Que tus manos sean fuertes", etc. Al comienzo de estos vers�culos tenemos lo opuesto a aquello con lo que concluyeron los vers�culos anteriores. All� Dios confirm� a su pueblo al esperar ciertas bendiciones comparativamente pr�ximas al asegurarles otras y mayores bendiciones que dise�� despu�s para otorgar. Aqu� confirma sus esperanzas de lo que est� m�s lejos al comprometerse, por as� decirlo, a lo que est� m�s cerca. Y esto lo hace, encontraremos, llamando su atenci�n

(1) a la merced del presente; y

(2) a los juicios del pasado.

I. LOS MERICES DEL PRESENTE. ( Zacar�as 8:9.) Tres cosas, especialmente, a tener en cuenta al respecto.

1. �C�mo marc� su car�cter! Las grandes misericordias temporales ( Zacar�as 8:12) deben ser "ahora" ( Zacar�as 8:11) - producci�n abundante tanto en el "terreno" abierto como en el recinto cultivado, bendici�n abundante tanto en el propio suelo y en lo que vino sobre eso. Estos tambi�n son m�s notables por venir despu�s de un estado de cosas muy diferente, cuando, adem�s de la absoluta necesidad ( Zacar�as 8:10), incluso para aquellos que desean trabajar, exist�a el concomitante com�n de tales males, a saber . disensi�n y conflictos en el hogar; y eso, dondequiera que los hombres estuvieran y lo que sea que hicieran (ver tambi�n Hageo 2:16, Hageo 2:17, describiendo esos mismos d�as malvados). �Qui�n podr�a evitar ver y admirar un cambio tan bendecido?

2. �Qu� sorprendente su conexi�n! Este feliz cambio en sus circunstancias hab�a tenido lugar simult�neamente con un cambio correspondiente en sus acciones. Desde el mismo d�a en que, por as� decirlo, "sentaron las bases" de la casa de Dios ( Zacar�as 8:9; Esdras 4:24; Esdras 5:1 , Esdras 5:2), Dios hab�a comenzado a prosperar as� el trabajo de sus manos. "Antes", entonces ( Zacar�as 8:10) fue un problema; pero ahora ( Zacar�as 8:11) ya no soy (como algunos) como antes. Esto tambi�n ocurre (ver Hageo 1:9; Hageo 2:15) de acuerdo con la promesa expresa a este efecto.

3. �Cu�n esperanzadores son! �Qu� fue todo esto sino evidencia clara de un cambio correspondiente, por as� decirlo, arriba? �Y qu� podr�a no esperarse en el futuro, como es el caso? Incluso todo lo prometido en Zacar�as 8:13, a saber. que el pueblo de Dios deber�a volverse tan notorio para su prosperidad como antes para su adversidad (ver tambi�n Jeremias 24:9; Jeremias 25:18; Jeremias 42:18, etc.). Al igual que cuando, desde el mismo d�a en que se emplea cierto remedio, un hombre enfermo comienza a mejorar. �Qu� f�cil, entonces, creer en la seguridad del m�dico de que finalmente ser� mejor que nunca!

II LOS JUICIOS DEL PASADO. Esta convicci�n se confirm� a�n m�s al ir m�s atr�s en su historia. Por hacerlo muestra:

1. La firmeza de los prop�sitos de Dios. ( Zacar�as 8:14, Zacar�as 8:15.) Cuando el estado de las cosas es tal que requiere juicio, habr�n visto c�mo yo llevo a cabo el pensamiento de tal juicio. Aprenda de esto, cuando las cosas, como en la actualidad, son diferentes, confiar en la firmeza de piedra de mi parte.

2. Entonces, para describirlo, la facilidad de los t�rminos de Dios. Todo lo que pide de su parte, para asegurar de su parte el pleno cumplimiento de sus prop�sitos. misericordia, era eso (como en el caso de sus padres) lo que har�a por su bien. Ver comentarios anteriores sobre Zacar�as 7:9, Zacar�as 7:10; y tenga en cuenta que tenemos aqu�, en los vers�culos 16, 17, los mismos pensamientos y casi palabras que antes, seguidos, sin embargo, por dos adiciones notables que parecen especialmente hechas para esos tiempos: la menci�n de juramentos falsos (comp. Zacar�as 5:4); y la garant�a impl�cita de que, si estos males persistieran, detendr�an la corriente del amor de Dios. "Todas estas cosas, que te hacen da�o, son odiosas para m�. Por lo tanto, en todos los sentidos, no las hagas".

�No vemos aqu�, en conclusi�n:

1. �La inmutabilidad de la naturaleza de Dios? Su trato con los hombres var�a a menudo y ampliamente; su personaje, nunca. �l siempre es fiel a su prop�sito; nunca, como los hombres, se apartaron de �l por capricho. La gran variedad de sus tratos ayuda a demostrar esto. La misma luz del sol que derrite el hielo endurece la arcilla. Vea esto ilustrado por los efectos opuestos de la misericordia y el favor, endureciendo algunos ( Isa�as 26:10; Eclesiast�s 8:11, etc.) y derritiendo otros (Salmo 130:4; Salmo 116:1, Salmo 116:12); tambi�n de aflicci�n o castigo, humillar a algunos ( Lucas 15:17; 2 Cr�nicas 33:12) y exasperar a otros (Gen 4:13; 2 Cr�nicas 28:22; Apocalipsis 9:20, Apocalipsis 9:21).

2. �La certeza de las promesas de Dios? Establecidos, como vemos, por los juicios de Dios, qu� base m�s amplia pueden tener (comp. Malaqu�as 3:6; tambi�n Salmo 119:52, "record� tus juicios de anta�o, y me consol� ")? De esta manera, �cu�ntas cosas (aparentemente) improbables se combinan para predicar a Cristo! �Incluso los truenos del Sina� mismo (ver en un sentido, G�latas 3:24)! Otras cosas, tal vez, m�s articuladas por as� decirlo, pero ninguna con m�s poder.

Zacar�as 8:18

Favor preeminente.

"Y vino a m� la palabra del Se�or de los ej�rcitos, diciendo: As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos; El ayuno del cuarto mes", etc. El final de este cap�tulo da una respuesta extensa a la pregunta formulada en Zacar�as 7:3. Y esta respuesta consiste, a diferencia de la corriente de denuncia, advertencia y est�mulo mezclados de un estallido casi ininterrumpido de promesa y esperanza. La �nica excepci�n aparente, de hecho, se encuentra en las seis breves palabras de advertencia al final del vers�culo 19. Cu�n lejos se cumpli� esta abundancia de promesa en la experiencia del Israel literal del pasado, hasta qu� punto en El Israel espiritual de la Iglesia de Cristo, y hasta qu� punto a�n no se ha verificado en el caso de uno o ambos, se ha debatido a menudo y mucho. Tomados simplemente como est�n (lo cual es claramente lo primero que se debe hacer con ellos), podemos considerar que las palabras se nos presentan.

(1) la felicidad futura de Jud�;

(2) la eminencia de Jerusal�n; y

(3) la dignidad futura del jud�o.

I. LA FUTURA FELICIDAD DE LAS PERSONAS DE JUD�. Apreciaremos esto mejor al se�alar:

1. Sus recuerdos al momento de esta profec�a. Durante setenta a�os se hab�an acostumbrado, en cuatro ocasiones anuales diferentes (v�ase el vers�culo 19), a ayunar y llorar en recuerdo de cuatro etapas diferentes y terribles en su derrocamiento como naci�n, a saber. en el d�cimo mes, en recuerdo de la apertura del asedio de Jerusal�n (Jeremias 52:4); en el cuarto mes, en recuerdo de su captura (Jeremias 52:6); en el quinto, en recuerdo de la quema del templo (Jeremias 52:12); y en el s�ptimo, en recuerdo de la fuga del �ltimo residuo de la "simiente real", y el ej�rcito, y los profetas y la gente de Palestina a Egipto (2 Rey 25:25, 2 Reyes 25:26; Jeremias 41:1). �Qu� sucesi�n, qu� agravamiento continuo, qu� cl�max, de enfermedad!

2. Su experiencia. Ahora hab�an llegado tan lejos (como notamos en Zacar�as 7:3) que un remanente de la gente hab�a regresado, y el templo hab�a comenzado a levantarse nuevamente, y su restauraci�n completa parec�a solo una cuesti�n de tiempo. Siendo esto as�, ese d�a de humillaci�n del quinto mes, que estaba relacionado con la destrucci�n del templo, ya no parec�a estar en su lugar. �Por qu� deber�an conmemorar por m�s tiempo una p�rdida que ya hab�an comenzado a borrar?

3. Sus perspectivas. �Por qu�, de hecho, al ver que se acercaba el tiempo (vers�culo 19) cuando todas las calamidades conmemoradas por los cuatro ayunos de cautiverio aqu� mencionados estar�an tan completamente desequilibrados por las bendiciones correspondientes como para pedir "fiestas alegres" en lugar de ayunos? Solo perm�tales "amar la verdad y la paz", y todas sus p�rdidas ser�an olvidadas, como en el caso mencionado en G�nesis 41:51.

II LA EMINENCIA FUTURA DE JERUSAL�N Esta capital de Israel se convertir�a en "todav�a" (es decir, aunque aparentemente improbable, aunque aparentemente retrasada) la capital religiosa del mundo. Como predicci�n de esto, nos hemos retratado aqu�:

1. Un gran viaje resuelto. Vemos

(1) muchos peregrinos que se re�nen, personas que tienen "ciudades" y viviendas habitadas ("habitantes" bis) propias, dejando esas ciudades para visitar esto (comp. Hebreos 11:8, Hebreos 11:14; Hebreos 13:14). Estos peregrinos tienen

(2) un prop�sito com�n, los habitantes de una ciudad invitan a los de otras y se ofrecen como voluntarios para subir (Salmo 122:1). Tambi�n tienen

(3) un prop�sito muy serio: vamos "perseverantemente" (Pusey), hasta que obtengamos lo que buscamos, hasta que nuestros pies realmente "permanezcan" (Salmo 122:2) donde deseamos. Y ellos tienen, finalmente,

(4) un prop�sito m�s adecuado y loable, incluso el de encontrar esa presencia de Jehov� que se encuentra solo en esa ciudad; y no buscan alcanzarlo simplemente como un medio para alcanzar algo m�s all�.

2. Un gran viaje realizado. ( G�nesis 41:22.) Los peregrinos han llegado por fin. �Qu� poderoso en n�mero! "Mucha gente vendr�"; y ven a buscar a Dios. �Cu�n poderoso tambi�n en importancia! Las "naciones fuertes", que podr�an haber venido como invasores, est�n aqu� como suplicantes ante Dios (comp. Isa�as 60:3, Isa�as 60:11, etc .; Isa�as 2:2 ; y el pasaje casi id�ntico en Miqueas 4:1, se�alando especialmente "el primer dominio").

III. LA DIGNIDAD FUTURA DEL JUD�O; es decir, de cada individuo que disfruta, en esos d�as, la ciudadan�a natural de esta ilustre ciudad. Incluso cuando est� lejos de sus muros, cada ciudadano (algo as� como con los mencionados en Hechos 16:37, Hechos 16:38; Hechos 22:25, etc.) ser�a casi tanto objeto de homenaje como la ciudad misma. Tenga en cuenta lo que se muestra aqu�:

1. En cuanto a la profundidad de este homenaje, los hombres est�n dispuestos incluso a hundir sus propios nombres distintivos en el de un israelita, incluso como lo hace una mujer cuando se casa (comp. Rut 3:9; Isa�as 4:1; y contrasta la pregunta indignada de Pilato en Juan 18:35).

2. Su extensi�n. �Cu�ntos har�an as�! verbigracia. hasta diez por cada jud�o. �Cu�n m�ltiples tambi�n ser�an! verbigracia. de "todos los idiomas" en la tierra. Donde sea que vivan, sean cuales sean sus diversidades de raza, entrenamiento, costumbres o discurso, se abrir�an paso para hacer esto.

3. Su fundamento. Por un lado, negativamente. El homenaje a este "ciudadano" no se debe a nada m�s que a ser "un jud�o". Por otro lado, positivamente. Este homenaje se le rinde porque, como tal, se cree que es particularmente favorecido por Dios (ver el final de G�nesis 41:23; y N�meros 10:29, N�meros 10:32; y contraste Juan 4:20; vea tambi�n el final de Juan 4:22).

Dos breves lecciones para concluir.

1. En cuanto a Israel ahora. Pensemos alguna vez en el pueblo antiguo de Dios con ternura y respeto peculiares. Con ternura, como es apropiado, por haber "visto mejores d�as". Con respeto, como cada vez es m�s, teniendo en cuenta sus "grandes expectativas". Cualquiera sea la aplicaci�n exacta de la profec�a actual, de esto estamos seguros ( Romanos 11:1; passim). �Qui�n, de hecho, puede no estar orgulloso del nombre mencionado en Juan 1:47?

2. En cuanto a nosotros mismos. �Cu�ndo ser�n honrados los jud�os as�? Cuando realmente buscan a Dios. Entonces, por lo tanto, de nosotros, en nuestro turno. Nunca debemos olvidar lo que a Peter le cost� tanto aprender ( Hechos 10:34, Hechos 10:35).

HOMILIAS DE W. FORSYTH

Zacar�as 8:1

La gloria futura de la Iglesia.

Dios habla Anteriormente una severa reprimenda; Aqu� dulce aliento. Brillante imagen del buen momento que viene.

I. EL AMOR QUE DIOS PERMITE A SU IGLESIA. Hay momentos en que parecer�a que Dios hab�a desechado a su pueblo. "�Se ha olvidado Dios de ser amable?" Aqu� est� la respuesta. "Estoy celoso", etc. Existe un apego real, intenso y permanente. Palabras de buen �nimo verificadas por hechos. "Estoy de regreso", etc.

II EL GRACIOSO PROP�SITO DE DIOS PARA RESTAURAR SU IGLESIA. La retirada de Dios fue a causa del pecado. Pero por una temporada. Cuando regresemos a Dios, �l regresar� a nosotros. La misma justicia que lo obliga a castigar al impenitente, lo avienta a bendecir al penitente. La luz brillar� m�s y m�s. Los tiempos de avivamiento son tiempos de refrigerio. La liberaci�n de los cautivos promete libertad a todos. El regreso de los exiliados profetiza la restauraci�n final.

III. EL ENCANTAMIENTO DE DIOS EN LA PROSPERIDAD DE SU IGLESIA. ( Zacar�as 8:4.) Imagen dulce y deslumbrante. Hasta ahora cumplido en los tiempos heroicos de los Macabeos (1 Mac. 14: 8-12). Encuentra un cumplimiento m�s grandioso bajo el evangelio, y se cumplir� perfectamente en los �ltimos d�as.

IV. LA FIELIDAD DE DIOS AL CUMPLIR SUS PROMESAS A SU IGLESIA. Hay cosas que parecen demasiado grandes para ser posibles, demasiado buenas para ser verdad. Puede ser as� con el hombre, pero no con Dios. La sabidur�a eterna no puede errar. La verdad absoluta no puede alto. El amor omnipotente no puede fallar.

Zacar�as 8:21

La respuesta del alma al llamado del evangelio.

"Yo tambi�n ir�". Esta resoluci�n es:

I. PERSONAL. "YO." La religi�n es una cosa entre el alma y Dios. Nos encontramos cara a cara con Cristo en el evangelio. Gratis y responsable. Debe decidir por nosotros mismos.

II RESULTADO DE LA CONVICCI�N. Muchos descuidados, algunos ansiosos, otros casi persuadidos. fie, que dice: "Ir�", consider� la pregunta y se decidi� por la evidencia que para �l es satisfactoria y convincente. "Dios est� contigo."

III. REALIZADO INMEDIATAMENTE. No es un simple pensamiento; o impulso, o sentimiento. No es el resultado de sentimientos transitorios en tiempos de emoci�n. Pero la expresi�n externa del cambio que se produjo en el interior del coraz�n gan� a Cristo (Salmo 119:59, Salmo 119:60).

IV. FORTIFICADO POR LA SIMPAT�A Y APROBACI�N DE TODO LO BUENO. Anhelamos simpat�a. La alianza con los dem�s da coraje, especialmente al principio. La comuni�n de los santos intensifica nuestras mejores emociones y aumenta nuestras alegr�as m�s puras.

V. LLEVANDO A UNA VIDA VERDADERA Y NOBLE.

Zacar�as 8:23

Representaci�n correcta

Mucho depende de si la religi�n est� representada correctamente. Para ser atractivo, la representaci�n debe ser:

I. ACEPTABLE POR MOTIVO. Una religi�n irracional no puede sostenerse. Cristo y sus ap�stoles apelan constantemente al juicio moral.

II CONGRUO A LAS NECESIDADES DEL HOMBRE. Hay una cierta condici�n de las cosas. El sentimiento y el clamor del pecado. El anhelo de reconciliaci�n con Dios. Aspiraciones despu�s de la santidad. El anhelo de tranquilidad confirmada. Se debe demostrar que el evangelio satisface estas necesidades.

III. EN ARMON�A CON EL ESP�RITU DE CRISTO. Cristo es el evangelio. Los que testifican por Cristo deben prestar atenci�n a que su testimonio es verdadero. Contemplamos en Cristo la verdad absoluta, el amor desinteresado, la seriedad abnegada, la suprema simpat�a con Dios.

IV. CONFIRMADO POR EL CAR�CTER Y LA VIDA DE SUS PROFESORES. La conducta es la prueba de la fe. La verdad se identifica con sus defensores. Para que otros crean, debemos demostrar que nos creemos a nosotros mismos. La vida es mejor que la doctrina. Para hacer el bien, debemos ser buenos. Giezi nunca habr�a ganado a Naam�n. Lot no pudo mover a sus yernos. En el pa�s y en el extranjero, el cristianismo sufre de la falta de fe de los cristianos.

V. VERIFICADO POR LOS DIVINOS EFECTOS QUE PRODUCE. "Dios est� contigo" (cf. 1 Corintios 14:25). El evangelio es su propio mejor testigo. � F.

HOMILIAS DE D. THOMAS

Zacar�as 8:1

La bendita comunidad de hombres que a�n no ha aparecido en la tierra.

"Nuevamente vino a m� la palabra del Se�or de los ej�rcitos, diciendo: As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos; estaba celoso de Si�n con grandes celos, y estaba celoso de ella con gran furia", etc. Este cap�tulo no comienza un nuevo tema, pero contin�a el tema del anterior. Las terribles consecuencias de ignorar la voluntad del cielo a menudo hab�an sido expuestas por los profetas; y aqu�, en este cap�tulo, tenemos la seguridad de la renovaci�n del favor divino para aquellos que regresaron del cautiverio. Sin preocuparnos por los "tiempos y estaciones", est� claro que en esta secci�n de la Escritura se esboza un estado de la sociedad humana que nunca ha existido en la tierra, y que probablemente no aparecer� durante muchos siglos, si no milenios. por lo tanto. Es a esta comunidad, como se muestra aqu�, que deseo llamar la atenci�n de mis lectores. Los siguientes hechos son eminentemente notables en relaci�n con esta comunidad bendecida.

I. AQU� HAY UNA COMUNIDAD ESPECIALMENTE INTERESANTE PARA EL GRAN DIOS. "Nuevamente vino a m� la palabra del Se�or de los ej�rcitos, diciendo: As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos; estaba celoso de Si�n con grandes celos, y estaba celoso de ella con gran furia". Vale la pena citar la interpretaci�n del Dr. Henderson: "Y la palabra de Jehov� me fue comunicada, diciendo: As� ha dicho Jehov� de los ej�rcitos: He estado celoso de Si�n con gran celo, s�, con gran indignaci�n he estado celoso de ella. ". Jerusal�n era una ciudad en la que Dios hab�a elegido "poner su nombre"; estaba su templo, estaba el arca, el propiciatorio y los monumentos conmemorativos de su poder y bondad en la historia de Israel. Esta ciudad hab�a sido destruida por los invasores de Babilonia, y durante todo el per�odo de su ruina la mano de Jehov� estuvo sobre ella y su pueblo disperso y exiliado. Durante todo este tiempo, dice, "estaba celoso de Si�n con grandes celos". En lugar de perder inter�s en su gente perseguida, sus sentimientos eran intensos con respecto a ellos. El Eterno est� interesado en todas las obras de su mano, interesado en los hombres incluso en su estado de infidelidad y rebeli�n; pero especialmente interesado en aquellos a quienes considera su pueblo. "A este hombre mirar�, incluso al que es pobre y de esp�ritu contrito, y que tiembla ante mi palabra". "Como el padre se compadece de sus hijos, el Se�or se compadece de los que le temen" ( Isa�as 57:15; Salmo 103:13).

II AQU� HAY UNA COMUNIDAD EN LA QUE RESIDENTE TODO EL TODOPODEROSO. "As� ha dicho Jehov�; he vuelto a Si�n, y habitar� en medio de Jerusal�n". Jerusal�n era, en un sentido muy particular, la morada de Dios ( �xodo 29:45; Le �xodo 26:12). All� brill� el s�mbolo de su presencia durante siglos; all� se comunic� con su gente desde el propiciatorio; viv�an y trabajaban los sacerdotes a quienes hab�a elegido para representar su voluntad. Pero �l habita con su gente en un sentido m�s real y vital que esto. �No sab�is que "sois el templo del Dios viviente, como Dios ha dicho, morar� en ellos y caminar� en ellos, y ser� su Dios, y ellos ser�n mi pueblo"? Hay dos sentidos en los cuales el Todopoderoso habita con hombres buenos.

1. Por su simpat�a. La amorosa madre habita con su amado hijo; s�, aunque separados por continentes y mares. Las simpat�as de Jehov� est�n con sus hijos.

2. Por su presencia. El padre amoroso no siempre puede estar personalmente con el ni�o amado. En persona pueden estar tan lejos como los polos. Pero la presencia de Dios siempre est� con su pueblo. "Nunca te dejar�, ni te abandonar�". �Qu� comunidad bendecida debe ser, donde mora Dios no solo por sus simpat�as sino por su presencia!

III. AQU� HAY UNA COMUNIDAD DISTINGUIDA POR LA REALIDAD Y LA ELEVACI�N.

1. Realidad. "Y Jerusal�n ser� llamada ciudad de la verdad". �Qu� es la realidad moral? Una correspondencia pr�ctica de las simpat�as y la vida con hechos eternos. Todos aquellos pensamientos, afectos y conductas que no est�n de acuerdo con las leyes morales inmutables de Dios, viven en la ficci�n, "caminan en un espect�culo vano"; y en este estado se encuentran la mayor�a, si no todas, las comunidades. �Pobre de m�! "LA CIUDAD DE LA VERDAD" a�n no se ha establecido, est� en un futuro lejano.

2. Elevaci�n. "Y el monte del Se�or de los ej�rcitos, el monte santo". �D�nde se encuentran ahora las comunidades de hombres en sentido moral? Abajo en los valles brumosos, pantanosos e impuros de carnalidades y falsedades. Pero esta comunidad est� en la monta�a sagrada; Est� en un lugar de alta exaltaci�n moral.

IV. AQU� HAY UNA COMUNIDAD EN LA QUE LOS MUJERES Y LOS J�VENES VIVEN EN DISFRUTE SOCIAL. "As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos: Todav�a habitar�n ancianos y ancianas en las calles de Jerusal�n, y cada hombre con su ciervo en la mano por mucho tiempo". La promesa de una larga vida fue considerada una de las mayores bendiciones de la teocracia jud�a ( �xodo 20:12; Deuteronomio 4:40); y en Isa�as 65:20 esto se promete como una de las bendiciones de se�al de los tiempos mesi�nicos. A trav�s de guerras sangrientas y el desprecio general de las leyes de salud, solo una minor�a insignificante de la raza humana alcanza la vejez. Bendita es esa comunidad en la que abundan las personas de edad avanzada, maduras en sabidur�a, bondad y experiencia. Pero no solo son los muy ancianos en esta comunidad, sino tambi�n los j�venes. "Las calles de la ciudad estar�n llenas de ni�os y ni�as jugando en sus calles". Ninguna vista es m�s refrescante, m�s moralmente inspiradora para los sinceros de todas las edades, incluso para los mayores, que una comunidad de ni�os inocentes, brillantes y alegre. Son las �ltimas emanaciones y revelaciones del Amor Infinito para el mundo. Son para los adultos como flores que crecen a los lados de los caminos secos y polvorientos de la vida. Hermosa ciudad esta! Los ni�os no eran �rabes sucios, medio muertos de hambre y enfermos en callejones llenos de gente, sino criaturas brillantes que jugaban en las calles soleadas.

V. AQU� HAY UNA COMUNIDAD CUYA ESTABLECIMIENTO, AUNQUE INCRE�BLE PARA EL HOMBRE, ES CIERTO PARA DIOS. "As� dice el Se�or de los ej�rcitos; si es maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en estos d�as, �deber�a ser tambi�n maravilloso a mis ojos?" Como si el Todopoderoso hubiera dicho: "La creaci�n de tal estado social entre ustedes puede parecer una imposibilidad; pero no lo es para m�". De hecho, crear una comunidad como esta en la tierra, hacer del mundo entero una especie de Jerusal�n, cuyos miembros sean todos santos y felices, parece tan maravilloso que incluso los m�s creyentes entre nosotros a menudo est�n llenos de dudas. �Cu�n lejos est� tal estado de cosas del presente! �Cu�n imperceptiblemente lenta procede la reforma Cr�stica! �Cu�n vasto y poderoso es el reinado del error y el error en todas partes! �y qu� dif�cil de creer que llegar� el tiempo "cuando los reinos de este mundo se convertir�n en los reinos de nuestro Se�or y de su Cristo"! A�n as�, Dios lo ha prometido; y lo que ha prometido lo puede lograr. Vivamos y trabajemos en fe. "Seamos firmes, inamovibles, abundando siempre en la obra del Se�or, porque sabemos que nuestro trabajo no es en vano en el Se�or". - D.T.

Zacar�as 8:7, Zacar�as 8:8

Una doble restauraci�n divina.

"As� dice el Se�or de los ej�rcitos; he aqu�, salvar� a mi pueblo ['de la tierra del naciente y de la tierra del entorno' (Keil)] del pa�s del elenco, y del pa�s del oeste; y traer� y habitar�n en medio de Jerusal�n; y ser�n mi pueblo, y yo ser� su Dios, en verdad y en justicia ". "El este y el oeste est�n aqu� como partes del todo. El significado es: 'Voy a liberar a mi gente de las regiones donde se han dispersado'. Si hubiera alguna raz�n para creer que la profec�a respeta la restauraci�n de los jud�os en el futuro, habr�a una propiedad singular en el uso de ?????????? ??????, 'la puesta del sol', siendo los jud�os ahora, en su mayor parte , que se encuentra en pa�ses al oeste de Jerusal�n, pero hay muchas razones para concluir que tiene una referencia exclusiva de lo que iba a suceder poco despu�s de su entrega. Grandes n�meros fueron llevados cautivos despu�s de la �poca de Alejandro. No menos de Ptolomeo llev� cien mil y se estableci� en Alejandr�a y Cirene "(Henderson). Usaremos estas palabras para sugerir una doble restauraci�n Divina: temporal y espiritual.

I. AQU� HAY UNA DIVINA RESTAURACI�N TEMPORAL. "Y los traer�, y habitar�n en medio de Jerusal�n". No hay una buena raz�n para creer que las personas aqu� mencionadas como las que fueron tra�das "del pa�s oriental y del oeste" se refieren a los jud�os en el futuro lejano, quienes, algunos suponen, ser�n finalmente restaurados a Jerusal�n. No conozco ninguna autoridad que suponga que tal restauraci�n se efectuar� alguna vez. Tampoco el pasaje apunta, creo, a la conversi�n universal de los jud�os al cristianismo en los �ltimos tiempos. La referencia es manifiestamente a aquellos jud�os que se hab�an dispersado en varios pa�ses a trav�s del cautiverio babil�nico y otras causas desastrosas. El punto es que la restauraci�n aqu� prometida es una restauraci�n temporal de su propia tierra y ciudad. Hab�an estado exiliados durante muchos largos a�os y deploraron profundamente en un pa�s extranjero su expatriaci�n. "Junto a los r�os de Babilonia nos sentamos", etc. El Todopoderoso de Ciro los restaur�. Y �l est� constantemente restaurando a su pueblo a esas bendiciones temporales que han perdido. �l restaura a menudo

(1) a la salud perdida;

(2) a la propiedad perdida;

(3) a la p�rdida del estatus social.

Es el Restaurador temporal de su pueblo. En todas sus angustias, les pide que lo miren. "Ll�mame en el d�a de la angustia", etc.

II AQU� HAY UNA DIVINA RESTAURACI�N ESPIRITUAL, "Y ellos ser�n mi pueblo, y yo ser� su Dios, en verdad y en justicia". Esto puede significar: "Me convertir� en su Dios de buena fe, o en realidad, tanto de su lado como del m�o". Esta es incomparablemente la restauraci�n m�s importante. En verdad, todas las restauraciones temporales no tienen valor permanente sin esto. Observar:

1. El hombre puede perder a su Dios. Puede estar sin "Dios en el mundo". De hecho, los millones est�n en este estado. "Sienten por �l, si acaso pueden encontrarlo".

2. La p�rdida de Dios es el mayor lanzamiento. Un hombre separado de Dios es como una rama separada de la ra�z, un r�o de la fuente, un planeta del sol.

3. La restauraci�n a Dios es el bien trascendente. El que puede decir: "El Se�or es mi porci�n", posee todas las cosas. Esta restauraci�n que el Todopoderoso est� efectuando ahora en el mundo. "�l est� en Cristo reconciliando el mundo consigo mismo".

Zacar�as 8:9

Una llamada divina a una obra divina.

"As� dice el Se�or de los ej�rcitos: Sean fuertes sus manos, ustedes que oyen en estos d�as estas palabras", etc. Este p�rrafo es prometedor y alegre; Al mismo tiempo, tiene la intenci�n y es adecuada para animar a los constructores del templo y estimularlos para que resuelvan la diligencia en su trabajo. Concuerda con la de Hageo (ver Hageo 1:2; Hageo 2:15) respetando el descontento del Cielo por su apat�a en la obra de Dios y su entusiasmo por la suya. En las palabras tenemos un llamado Divino a un trabajo Divino. Esta llamada se insta a dos consideraciones.

I. LA PERTURBACI�N CONSECUENTE EN EL DESCONOCIMIENTO DEL DERECHO. "As� dice el Se�or de los ej�rcitos: Sean fuertes sus manos, ustedes que oyen en estos d�as estas palabras por boca de los profetas, que fueron en el d�a en que se puso el fundamento de la casa del Se�or de los ej�rcitos, que el templo podr�a ser construido ". Los "profetas" aqu� mencionados fueron, sin duda, Hageo y Zacar�as (ver Esdras 5:1, Esdras 5:2). Las palabras que dirigieron a la gente fueron palabras de est�mulo y aliento para levantarse y reconstruir el templo. El profeta aqu� les recuerda, como un incentivo para ponerse en serio en el trabajo, de la condici�n miserable de la gente antes de que comenzara el trabajo. "Porque antes de estos d�as no hab�a alquiler para el hombre, ni alquiler para la bestia; tampoco hab�a paz". Es decir, "antes de los d�as" comenz� el edificio: entonces carec�an de tres elementos esenciales para el bienestar de cualquier persona.

1. Industria. "No hubo alquiler para el hombre, ni alquiler para la bestia". La gente carec�a de prop�sito, era perezosa y estaba en un estado de letargo y colapso general. Ning�n gran proyecto inspir� su inter�s, absorbi� su intenci�n, alist� y reuni� sus poderes. La falta de industria es una maldici�n para cualquier persona; Es una lesi�n para la salud, as� como una obstrucci�n al progreso material y social.

2. paz. "Tampoco hubo paz para �l que sali� o entr� debido a la aflicci�n". La falta de una ocupaci�n seria condujo naturalmente a asar y contenciones intestinales. Nada es m�s natural y m�s com�n que las personas sin empleo para discutir y disputar entre s�. "Satan�s todav�a encuentra travesuras para las manos ociosas". Los hombres que est�n llenos de negocios no tienen tiempo para pelear

3. Unidad social. "Porque pongo a todos los hombres contra su vecino". En la fraseolog�a b�blica, el Todopoderoso se representa con frecuencia haciendo lo que �l solo permite. Ser�a irracional e incluso blasfemo suponer que el Dios del amor y la paz se esfuerza de alguna manera para inspirar a sus criaturas humanas con hostilidad hacia los dem�s. Pero por razones conocidas por �l mismo, y que estamos obligados a considerar como sabios y amables, a menudo permite que estos sentimientos surjan y se expresen en recriminaciones malignas y guerras sangrientas. �l origina el bien, y solo el bien; y el mal que permite, lo anula para bien, y solo para bien. La verdad general aqu� ense�ada es que, mientras los hombres descuiden el deber, deben producirse ciertos males terribles. De ah� el llamado Divino: "As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos; Que tus manos sean fuertes". Ve con coraje y energ�a al trabajo divinamente ordenado.

II LA MEJORA QUE CUENTA CON LA REANUDACI�N DEL DERECHO. "Blot ahora no estar� en el residuo de este pueblo como en los d�as anteriores, dice el Se�or de los ej�rcitos. Porque la semilla ser� pr�spera", etc. Esto significa: "Pero ahora, como han reanudado el trabajo y reconstruido el templo, te bendecir� ". Hay tres bendiciones aqu� prometidas.

1. La prosperidad temporal. "Porque la simiente ser� pr�spera; la vid le dar� fruto, y la tierra dar� su fruto, y los cielos dar�n su roc�o". La naturaleza material est� en manos de Dios, y en cualquier momento puede convertirla en una maldici�n o una bendici�n para la yegua. Aqu� promete hacerlo una bendici�n. "La piedad es provechosa para todas las cosas", etc.

2. Utilidad social. "Y suceder� que fuiste una maldici�n entre los paganos, oh casa de Jud�, y la casa de Israel [comprendiendo a todo el pueblo jud�o]; as� te salvar�, y ser�s una bendici�n ". La expresi�n, "una maldici�n entre los paganos", puede significar que fueron "maldecidos" por los paganos �objetos de su denuncia� o que fueron una maldici�n a los paganos por la influencia de su ejemplo corrupto. Esta �ltima me parece la idea m�s probable. (Vea otra explicaci�n de la frase en la Exposici�n.) Todo el pueblo jud�o, antes del cautiverio, con algunas excepciones, se hundi� en las profundidades m�s bajas de la corrupci�n moral. Pero ahora se promete que en la reanudaci�n del gran deber que el Cielo les hab�a ordenado, deber�an ser una "bendici�n". As� es siempre; los desobedientes son una maldici�n para cualquier comunidad; los obedientes son siempre una bendici�n. "Ning�n hombre vive para s� mismo". Debemos bendecir o maldecir a nuestra raza.

3. Divino favor, "Porque as� dice el Se�or de los ej�rcitos; como pens� en castigarte, cuando tus padres me provocaron ira, dice el Se�or de los ej�rcitos, y no me arrepent�: as� que de nuevo he pensado en estos d�as hacer bien a Jerusal�n y a la casa de Jud�: no tem�is: "Donde hubiera desagrado divino, habr�a favor divino.

CONCLUSI�N. Por estos dos motivos, siempre se puede instar a los hombres al deber. El deber descuidado trae miseria a un pueblo; El deber reanudado y perseguido fielmente revertir� por completo la experiencia, convertir� lo angustioso en gozoso, la indigencia en abundancia, lo discordante en lo armonioso, lo pernicioso en lo ben�fico. �Escucha, entonces, la voz del cielo! "As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos; Que tus manos sean fuertes", etc.�D.T.

Zacar�as 8:16

Un renacimiento universal de la religi�n genuina.

"Estas son las cosas que har�is; hablad verdad a cada uno con su pr�jimo", etc. Puede entenderse que todo este p�rrafo establece un renacimiento universal de la religi�n genuina; y, mir�ndolo desde esta perspectiva, tenemos aqu� dos cosas: los requisitos previos esenciales; y las manifestaciones de se�al de un renacimiento universal de la religi�n genuina.

I. LOS REQUISITOS PREVIOS ESENCIALES. Descubrimos en estos vers�culos cuatro requisitos previos o preparatorios para un renacimiento universal de la religi�n genuina.

1. Debe haber veracidad en el habla. "Estas son las cosas que har�is; hablad verdad cada uno a su pr�jimo". El discurso veraz es algo raro en todos los c�rculos sociales y en todos los departamentos de la vida. Las declaraciones falsas abundan en los mercados, senados, tribunales e incluso familias. Los hombres se enga�an constantemente unos a otros con palabras. No es tan f�cil hablar sinceramente como se podr�a pensar. Hablar es bastante f�cil; pero hablar sinceramente es a menudo muy dif�cil. Hablar con veracidad implica dos cosas.

(1) sinceridad. Hablar sinceramente no es hablar sinceramente. Un hombre debe creer concienzudamente que lo que habla es verdad, antes de que pueda ser acreditado con veracidad. Hay m�s palabras sinceras en el hombre que dice una mentira sinceramente que en el hombre que dice la verdad con falta de sinceridad.

(2) Precisi�n. Un hombre puede hablar con sinceridad y, sin embargo, por ignorancia o error, puede no hablar de hecho; y a menos que hable de acuerdo con los hechos, apenas se puede decir que hable con sinceridad. Su discurso transmite involuntariamente falsedad. Por lo tanto, hablar con sinceridad requiere un fuerte sentido del derecho, y un conocimiento adecuado de los temas del discurso. Aqu� se exige un esfuerzo considerable: esfuerzo para disciplinar la conciencia e iluminar el juicio. Pero dif�cil como es decir la verdad, es titular. "Todo hombre deber�a ser r�pido para escuchar, pero lento para hablar".

2. Debe haber rectitud en la conducta. "Ejecuta el juicio de verdad y paz en tus puertas". En Oriente, los tribunales de justicia se celebraron a las puertas de la ciudad; y quiz�s la referencia principal aqu� es al pronunciamiento del juicio sobre casos que fueron justos y tendieron a la paz. Pero la rectitud de la vida es a�n m�s importante y urgente que la rectitud en el juicio. De hecho, apenas puede un hombre estar moralmente calificado para sentarse como juez en un tribunal de justicia que no es justo en toda su vida y conducta; y sin embargo, �ay! No es raro, incluso aqu� en Inglaterra, tener hombres de la moral m�s baja entronizados en el banquillo de la justicia. La gran ley de la vida social es: "Todo lo que quisieras que los hombres te hicieran a ti, hazlo a�n a ellos".

3. Debe haber benevolencia en los sentimientos. "Que ninguno de ustedes imagine el mal en sus corazones contra su pr�jimo". No solo debemos guardar nuestras manos del mal, sino que debemos vigilar nuestros corazones para que no imaginen ning�n mal contra nuestro pr�jimo. La travesura debe ser aplastada en el embri�n. "La caridad no hace mal", y esta caridad debe ser cultivada.

4. Debe haber aborrecimiento de la falsedad. "No ames ning�n juramento falso" Si el juramento es falso, ya sea que lo hayan hecho otros o t� mismo, no te aferres a �l, retrocede con horror y abominaci�n. No defiendas una falsedad porque est� jurada; no, repudiarlo con mayor resoluci�n e indignaci�n. Aqu� se asigna una raz�n fuerte para un respeto pr�ctico a todos estos mandatos; es esto: Dios aborrece los opuestos. "Porque todo esto es lo que odio, dice el Se�or" (ver Proverbios 6:19). Lo que Dios odia, debemos odiarlo.

II LAS MANIFESTACIONES DE SE�AL. Se sugiere que donde se encuentran estos requisitos previos, es decir, donde tiene lugar un avivamiento, se manifiestan tres cosas.

1. Un mayor placer en las ordenanzas religiosas. "As� ha dicho Jehov� de los ej�rcitos: El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto, y el ayuno del s�ptimo, y el ayuno del d�cimo, ser�n para la casa de Jud� gozo y alegr�a, y alegres fiestas. ". "El ayuno del cuarto mes se debi� a la toma de Jerusal�n (Jeremias 39:2; Jeremias 52:5); el del d�cimo fue en conmemoraci�n del comienzo del asedio (Jeremias 52:4). Los jud�os est�n claramente informados de que estos ayunos deben convertirse en festivales de alegr�a "(Henderson). La idea es, quiz�s, que estos d�as r�pidos ya no son temporadas de duelo y confesi�n penitencial, sino temporadas de regocijo. La primera se�al de un verdadero renacimiento de la religi�n, en un individuo o una comunidad, es un nuevo y feliz inter�s en las ordenanzas de la religi�n.

2. Una profunda preocupaci�n pr�ctica por los intereses espirituales de la raza. "As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos; Y acontecer� que vendr�n personas y habitantes de muchas ciudades; y los habitantes de una ciudad ir�n a otra, diciendo: Vayamos r�pidamente a orar delante del Se�or. y a buscar al Se�or de los ej�rcitos: yo tambi�n ir� ". Habr� una excitaci�n mutua entre las personas para buscar al �nico Dios verdadero y vivo. No solo los habitantes de una casa ir�n a otra, sino que los habitantes de una ciudad ir�n a otra ciudad y dir�n: "Vayamos r�pidamente a orar delante del Se�or". "R�pidamente;" no hay tiempo que perder; La religi�n es para todos y para todos un deber urgente.

3. Un deseo universal de identificarse con el pueblo de Dios. "En aquellos d�as suceder� que diez hombres [un n�mero definido para una multitud indefinida, que indica muchos en lugar de unos pocos] se apoderar�n de todos los idiomas de las naciones, incluso se apoderar�n de la falda de aquel que es un jud�o ". El jud�o (el representante del pueblo de Dios), a �l ir�n los hombres, se apoderar�n de la "falda" de su prenda, una expresi�n que transmite la idea de una s�plica ansiosa o una inferioridad consciente. El Dr. Henderson dice, en relaci�n con esto: "La profec�a generalmente se considera que respeta algo a�n futuro, y a menudo se interpreta de la instrumentalidad de los jud�os cuando se convierten para efectuar la conversi�n del mundo. No puedo encontrar tal referencia en el pasaje "Jerusal�n" no puede entenderse de otra manera que no sea literalmente, as� como el t�rmino "jud�o" debe entenderse as�; pero de acuerdo con la doctrina de nuestro Se�or con respecto a la nueva dispensaci�n, esa ciudad ya no es el lugar donde los hombres son exclusivamente para adorar al Padre ( Juan 4:21). El incienso y una ofrenda pura ahora se presentan a su Nombre en cada lugar donde su pueblo se re�ne en el nombre de Jes�s y con miras a su gloria ( Malaqu�as 1:10, Malaqu�as 1:11). Fue de otra manera antes del advenimiento de Cristo. Jerusal�n era el lugar que Jehov� hab�a elegido para poner su Nombre all�; y all� se esperaba que todos sus verdaderos adoradores vinieran al gran festivales, en cualquier pa�s donde puedan residir. As� el tesorero de Candace fue desde Abisinia ( Hechos 8:27), y as� los n�meros de todas las partes del imperio romano se reunieron en esa ciudad en el primer Pentecost�s despu�s de la resurrecci�n de nuestro Salvador. A medida que los jud�os helen�sticos y los pros�litos gentiles viajaban en compa��a, no pod�an sino despertar la curiosidad de los paganos por cuyos pa�ses y ciudades pasaban; y, celebrada como la metr�poli de Judea se hab�a convertido en los favores que le otorgaron algunos de los m�s grandes monarcas de los tiempos pasados, y por la prosperidad y la destreza b�lica del pueblo jud�o, era imposible que no atrajera a los atenci�n de las naciones vecinas al car�cter y reclamos del Dios que estaba all� adorado y que otorgaba tales bendiciones a sus adoradores. Los hombres, por siglos, tuvieron que ir al jud�o por la verdadera religi�n; los gentiles en los tiempos apost�licos lo recibieron del jud�o; Cristo y sus ap�stoles eran jud�os; pero en estos tiempos los jud�os tienen que venir a los gentiles por la verdadera religi�n. A�n as�, en la medida en que la Biblia es un libro de jud�os, historias jud�as, poes�as, moralidades, etc. y en la medida en que el gran h�roe del libro era jud�o, tal vez sea cierto que todas las naciones se apoderar�n del jud�o para 'buscar al Se�or' con �xito ".

CONCLUSI�N. �Cu�ndo tendr� lugar este renacimiento universal de la religi�n? Los signos son apenas visibles en cualquier lugar. Solo podemos acelerarlo atendiendo a los requisitos previos: veracidad en el habla, rectitud en la conducta, benevolencia en los sentimientos y aborrecimiento de la falsedad. � D.T.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Zechariah 8". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/zechariah-8.html. 1897.