Bible Commentaries
Deuteronomio 29

Notas Explicativas de WesleyNotas de Wesley

Versículo 1

Estos son los t�rminos o condiciones bajo los cuales Dios ha hecho, que es renovado su pacto contigo. El pacto era uno en sustancia, pero variado en el tiempo y la forma de su dispensaci�n.

Versículo 4

Sin embargo, el Se�or - Es decir, los has percibido y visto con los ojos de tu cuerpo, pero no con tu mente y coraz�n; todav�a no has aprendido a entender correctamente la palabra y las obras de Dios, para conocerlas para tu bien, y para hacer un uso correcto de ellas y cumplirlas: lo que �l expresa as�, el Se�or no te lo ha dado. , &C. no para disculpar su maldad, sino para dirigirlos a quienes deben recurrir para una buena comprensi�n de las obras de Dios; e insinuar que aunque el o�do que oye y el ojo que ve son obra de Dios, sin embargo, la falta de su gracia era su propia culpa y el justo castigo de sus pecados anteriores; su caso actual es como el de ellos en la �poca de Isa�as, quienes primero cerraron sus propios ojos y o�dos para que no vieran ni oyeran, y no entendieran, y luego, por el justo juicio de Dios, se les cerraron los ojos y los o�dos para que no vieran, oyeran y entendieran. La disposici�n de Dios para hacernos bien en otras cosas es una clara evidencia de que si no tenemos la gracia, el mejor de los dones, es culpa nuestra y no suya: �l nos habr�a reunido y nosotros no.

Versículo 6

No hab�is comido pan: pan com�n comprado con vuestro propio dinero o hecho con vuestras propias manos, sino pan celestial y angelical. Ninguno de los dos bebi� vino, sino solo agua de la roca. El Se�or, omnipotente y todo, suficiente para tu provisi�n sin la ayuda de ninguna criatura, y tu Dios en pacto contigo, quien te tiene un verdadero afecto y un cuidado paternal de ti.

Versículo 11

Tu forastero ... Extra�os que hab�an abrazado su religi�n: todo tipo de personas, s�, incluso los m�s humildes.

Versículo 12

En el pacto y en su juramento - En el pacto, confirmado por un juramento solemne.

Versículo 13

Para que �l te establezca - Aqu� est� el resumen de ese pacto del cual Mois�s fue el mediador, y en la relaci�n del pacto entre Dios y ellos, se incluyen todos los preceptos y promesas del pacto. Que se establezcan para �l como pueblo, para que le teman, amen, obedezcan y se dediquen a �l, y que �l sea para ellos un Dios, para hacerlos santos y felices; y un sentido debido de la relaci�n que mantenemos con Dios como nuestro Dios, y la obligaci�n que tenemos para con �l como su pueblo, es suficiente para llevarnos a todos los deberes y todas las comodidades del pacto. �Y este pacto no incluye nada espiritual? nada que se refiera a la eternidad?

Versículo 15

As� tambi�n ... con tu posteridad. Porque as� se hizo el pacto al principio con Abraham y su descendencia, por el cual, as� como Dios se comprometi� a continuar la bendici�n de Abraham sobre su posteridad, tambi�n los asign� a los mismos deberes que se requer�an de Abraham. As� ocurre incluso entre los hombres, donde un rey confiere una herencia a un s�bdito y sus herederos para siempre, bajo ciertas condiciones, todos sus herederos que disfrutan de ese beneficio, est�n obligados a las mismas condiciones.

Tambi�n puede incluir a aquellos que luego se vieron obligados a ausentarse, por enfermedad o cualquier ocasi�n necesaria. No lo lea uno de los farafrastas caldeos, todas las generaciones que han existido desde los primeros d�as del mundo, y todo lo que se levantar� hasta el fin del mundo entero, est�n aqu� con nosotros este d�a. Y as�, tomar este pacto como una dispensaci�n t�pica del pacto de gracia, es un testimonio noble para el Mediador de ese pacto, que es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

Versículo 16

Egipto: donde has visto sus idolatr�as y has aprendido demasiado de ellas, como mostr� el becerro de oro, y por lo tanto necesitas renovar tu pacto con Dios; donde tambi�n est�bamos en una servidumbre terrible de la que solo Dios nos ha entregado, a quien, por tanto, estamos profundamente agradecidos y tenemos toda la raz�n para renovar nuestra alianza con �l. A trav�s de las naciones - �Con qu� peligro, si Dios no se hubiera aparecido por nosotros!

Versículo 18

Una ra�z: un coraz�n malvado que te inclina a una idolatr�a tan maldita y que produce frutos amargos.

Versículo 19

De esta maldici�n - de ese juramento donde - en la que jur� guardar el pacto con Dios, y que con una maldici�n pronunciada contra s� mismo si no lo realizan. Bendice a s� mismo - Se halaga a s� mismo ante sus propios ojos, con vanas esperanzas, como si a Dios no le importaran tales cosas y no pudiera o no quisiera castigarlas. Paz: seguridad y prosperidad. Mi propio coraz�n - Aunque no sigo el mandato de Dios, sino mis propios dispositivos.

Para a�adir embriaguez a la sed - Las palabras pueden ser traducidas, para a�adir sed a la embriaguez, y as� puede ser el sentido, que cuando ha multiplicado sus pecados, y se ha embriagado como si estuviera con ellos, no se sacia con ellos, pero a�n despierta el apetito y provoca su sed despu�s de m�s, como los borrachos a menudo utilizan medios para darse a la sed despu�s de m�s bebida.

Versículo 20

Fumar� - Arder� y estallar� en llamas y humear� como si fuera de un horno.

Versículo 21

Al mal, a alguna plaga peculiar y ejemplar; lo convertir� en un monumento de su disgusto a toda la tierra.

Versículo 23

Sal y fuego: se quema y se vuelve est�ril, como con azufre y sal.

Versículo 26

Los cuales Dios no les hab�a dado, para su adoraci�n, pero los ha dividido en todas las naciones para su uso y servicio. As� que habla aqu� del sol, la luna y las estrellas, que eran los principales dioses adorados por las naciones vecinas.

Versículo 29

Las cosas secretas - Habiendo mencionado los asombrosos juicios de Dios sobre toda la tierra y el pueblo de Israel, y previendo la extirpaci�n total que vendr�a sobre ellos por su iniquidad, estalla en esta pat�tica exclamaci�n, ya sea para refrenar su curiosidad, �qui�n estar dispuesto a indagar sobre el momento y la forma de tan gran acontecimiento; o para aquietar su propia mente y satisfacer los escr�pulos de los dem�s, quienes, al percibir que Dios trataba tan severamente a su propio pueblo, cuando mientras tanto padec�a aquellas naciones que eran culpables de un ate�smo e idolatr�a m�s groseros, podr�an aprovechar la ocasi�n para negar su providencia o cuestionar la equidad de sus procedimientos.

A esto responde, que los caminos y juicios de Dios, aunque nunca injustos, a menudo est�n ocultos para nosotros, insondables por nuestras capacidades superficiales, y son motivo de nuestra admiraci�n, no de nuestra investigaci�n. Pero las cosas que son reveladas por Dios y su palabra, son el objeto propio de nuestras investigaciones, para que as� podamos conocer nuestro deber, y quedar�n libres de tales calamidades terribles como estos ahora mencionados.

Información bibliográfica
Wesley, Juan. "Comentario sobre Deuteronomy 29". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/wen/deuteronomy-29.html. 1765.