Mois�s bendijo a Israel: se dice que los bendiga orando a Dios con fe para que los bendiga; y al predecir las bendiciones que Dios les conferir�a. Y Mois�s se llama aqu� el hombre de Dios, es decir, el siervo o profeta de Dios, para darles a conocer que las siguientes profec�as no fueron sus propios inventos, sino inspiraciones divinas. Los hijos de Israel - Las diversas tribus: solo se omite a Sime�n, ya sea en el odio del carruaje sangriento de su padre Sime�n, por el cual Jacob le da a esa tribu una maldici�n en lugar de una bendici�n, en G�nesis 49:5 .
O, porque esa tribu no ten�a una herencia distinta, sino que iba a tener su porci�n en la tribu de Jud�, Josu� 19:1 .
El Se�or vino - Es decir, a los israelitas, se manifest� con gracia y gloria entre ellos. Desde el Sina�: comenzando en el Sina�, donde fue la primera aparici�n de Dios, y as� continuando con ellos hasta Seir y Paran. Y se levant� - �l apareci� o se mostr� a s� mismo, como lo hace el sol cuando sale. De Seir: de la monta�a o tierra de Edom, a donde llegaron los israelitas, N�meros 20:14 , etc.
y desde all� Dios los condujo hacia la tierra prometida, y luego se les apareci� gloriosamente al someter a Seh�n y Og ante ellos. Pero debido a que la tierra de Edom a veces se toma m�s ampliamente, y as� llega hasta el mar Rojo, y por lo tanto el monte Sina� estaba cerca de �l, y porque Par�n tambi�n estaba cerca del Sina�, siendo la siguiente estaci�n a la que llegaron desde el desierto. del Sina�: todo este verso puede pertenecer a la aparici�n de Dios en el monte Sina�, donde esa luz gloriosa que brillaba directamente sobre el monte Sina�, con toda probabilidad dispers� sus rayos en partes adyacentes, como Seir y Par�n.
Y si es as�, esto es s�lo una expresi�n po�tica de la misma cosa en diversas palabras, y Dios viniendo o levant�ndose o brillando desde o hacia o en el Sina� y Seir y Par�n notan una y la misma acci�n ilustre de Dios apareciendo all� con diez miles de sus santos o santos �ngeles, y d�ndoles una ley de fuego. Par�n - Un lugar donde Dios manifest� eminentemente su presencia y bondad tanto al dar al pueblo la carne que deseaba como al nombrar a los setenta ancianos y derramar su esp�ritu sobre ellos.
Con diez mil santos - Es decir, con una gran compa��a de santos �ngeles, Salmo 68:17 ; Daniel 7:10 , que lo acompa�� en esta gran y gloriosa obra de dar la ley, como puede deducirse de Hechos 7:53 ; G�latas 3:19 .
De su diestra, que escribi� la ley y la dio a los hombres. Una alusi�n a los hombres que normalmente escriben y dan regalos con la mano derecha. Una ley ardiente - La ley se llama ardiente, porque es de naturaleza ardiente que purga, escudri�a e inflama, para significar esa ira ardiente que inflige sobre los pecadores por violarla, y principalmente porque fue librada de en medio de el fuego.
El pueblo: las tribus de Israel. El sentido es que esta ley, aunque entregada con fuego, humo y truenos, que parece no presagiar nada m�s que odio y terror, sin embargo, en verdad fue dada a Israel, con gran amor, como el gran medio de su salvaci�n temporal y eterna. . �S�, abraz� al pueblo y lo recost� en su regazo! as� significa la palabra, que habla no s�lo del amor m�s querido, sino de la protecci�n m�s tierna y cuidadosa. Todos los santos de Dios o los santos, es decir, su pueblo, estaban en tu mano, es decir, bajo el cuidado de Dios para protegerlos, dirigirlos y gobernarlos.
Estas palabras se dirigen a Dios: el cambio de personas, el suyo y el tuyo, es m�s frecuente en la lengua hebrea. Esta cl�usula puede se�alar adem�s la bondad de Dios para con Israel, al defenderlos cuando se entreg� la ley de fuego, que se hizo con tanto terror que no solo el pueblo estaba listo para hundirse, sino que incluso Mois�s tuvo mucho miedo y tembl�. Pero Dios sostuvo tanto a Mois�s como al pueblo, en su mano o con ella, con lo cual los cubri� de alguna manera para que no sufrieran da�o alguno.
A tus pies, como eruditos para recibir instrucciones. Alude al lugar donde el pueblo esperaba cuando se pronunci� la ley, que estaba al pie del monte. Cada uno - De la gente recibir� o se someter� a tus instrucciones y mandamientos. Esto puede respetar cualquiera de los dos, los pueblos prometen cuando escuchan la ley, que escuchar�n y har�n todo lo que se les mande. O su deber de hacerlo.
Mois�s - Habla esto de s� mismo en tercera persona, lo cual es muy com�n en el idioma hebreo. La ley se llama su herencia, porque la obligaci�n de ella era hereditaria, pasaba de padres a hijos, y porque esta era la mejor parte de su herencia, el mayor de todos los dones que Dios les concedi�.
�l era rey en Jesur�n; Mois�s no era su rey por t�tulo, sino en realidad, estando bajo Dios, su gobernador supremo y legislador. Reunidos: cuando los pr�ncipes y el pueblo se reunieron para administrar los asuntos p�blicos, Mois�s era su rey y legislador.
Viva Rub�n: aunque Rub�n merece ser cortado o disminuido y oscurecido en gran medida, seg�n la predicci�n de Jacob, G�nesis 49:4 , Dios los perdonar� y les dar� un nombre y una porci�n entre las tribus de Israel, y los bendecir� con abundancia. de sus n�meros. Todos los parafrastas de la antig�edad refieren esto al otro mundo, hasta el momento en que solo esperaban bendiciones temporales.
Que Rub�n viva en la vida eterna, dice Onkelos, y no muera la segunda muerte. Viva Rub�n en este mundo, as� Jonat�n y el Targum de Jerusal�n, y no muera la muerte que mueren los imp�os en el mundo venidero.
Escucha, Se�or, Dios escuchar� su oraci�n por el cumplimiento de esas grandes cosas prometidas a esa tribu, G�nesis 49:8 . Esto implica las demoras y dificultades con las que se encontrar�a Jud�, que lo llevar�an a sus oraciones, que ser�an exitosas. A su pueblo - Cuando salga a la batalla contra sus enemigos y caiga ferozmente sobre ellos, como se predijo en G�nesis 49:8 .
Tr�elo de regreso con honor y victoria, a su pueblo, al resto de su tribu que se qued� en casa cuando sus hermanos fueron a la batalla; y a sus hermanos las otras tribus de Israel. Basten sus manos para �l. Esta tribu ser� tan numerosa y poderosa que le bastar� para defenderse sin ninguna ayuda, ya sea de naciones extranjeras o de otras tribus; como apareci� cuando esta tribu sola pudo lidiar con nueve o diez de las otras tribus.
De sus enemigos: preservar�s esta tribu de una manera especial, para que sus enemigos no puedan arruinarla, como har�n con otras tribus, y eso por el Mes�as que surgir� de ella.
Deja que tu Urim - El Tumim y el Urim, que son tuyos, oh Se�or, por instituci�n especial y consagraci�n, (por lo que �l entiende el efod en el que fueron puestos, y el sumo sacerdocio, del cual fueron apropiados, y con los dones y las gracias representadas por el Urim y Tumim, y necesarias para el desempe�o de ese alto cargo) estar�n con tu santo, es decir, con ese sacerdote, a quien te has consagrado a ti mismo, y que es santo de una manera m�s peculiar. que todo el pueblo; es decir, el sacerdocio se limitar� y continuar� en la familia de Aar�n.
A quien probaste, aunque lo probaste y lo reprendiste, pero no le quitaste el sacerdocio. En Mas� - No en ese Mas� mencion� �xodo 17:7 , que tambi�n se llama Merib�, sino en ese otro Merib�, N�meros 20:13 . Luchaste, a quien reprendiste y castigaste.
No lo he visto, es decir, no les tengo respeto. El sentido es, qui�n sigui� a Dios y su mandato plenamente, y ejecut� el juicio ordenado por Dios sin ning�n respeto por las personas, �xodo 32:26 . Ellos guardaron tu pacto - Cuando el resto rompi� su pacto con Dios por ese vil pecado de idolatr�a con el becerro, esa tribu se mantuvo limpia de esa infecci�n y se adhiri� a Dios y su adoraci�n.
Su sustancia: porque no tiene herencia propia y, por lo tanto, depende totalmente de tu bendici�n. La obra de sus manos - Todas sus santas administraciones, a las que oportunamente llama obra de sus manos, porque una gran parte del servicio de los levitas y sacerdotes se realizaba con el trabajo de sus manos y de su cuerpo, mientras que el servicio de los ministros evang�licos. es m�s espiritual y celestial. Herir - Ora as� fervientemente por ellos, porque previ� que los que iban a ense�ar, reprender y castigar a otros tendr�an muchos enemigos, y porque estaban bajo Dios, los grandes conservadores y defensores de la religi�n, y sus enemigos eran enemigos de religi�n en s�.
De Benjam�n: Benjam�n se coloca al lado de Lev�, porque el templo, donde estaba la obra de los levitas, estaba en el l�mite de la suerte de esta tribu. Y se pone delante de Jos�, debido a la dignidad de Jerusal�n, (parte de la cual estaba en este lote) por encima de Samaria, que estaba en la tribu de Efra�n; asimismo, porque Benjam�n se adhiri� a la casa de David y al templo de Dios, cuando el resto de las tribus abandonaron a ambos.
El amado del Se�or - Llamado as� en alusi�n a su padre Benjam�n, quien era el amado de su padre Jacob; y por la bondad de Dios hacia esta tribu que apareci� tanto en esto, que habitaban en la mejor parte de la tierra, como afirma Josefo, como en el siguiente privilegio. Morar� seguro junto a �l - Tendr� su suerte cerca del templo de Dios, que fue tanto un consuelo como una salvaguardia para �l.
Cubrir�: proteger� a esa tribu continuamente mientras se aferran a �l. �l - El Se�or habitar�, es decir, su templo se colocar�, entre sus hombros, es decir, en su porci�n, o entre sus l�mites, como se usa a menudo la palabra hombro. Y esta era verdaderamente la situaci�n del templo, a ambos lados del cual estaba la porci�n de Benjam�n. Y aunque el monte Sion estaba en la tribu de Jud�, el monte Moriah, sobre el cual se construy� el templo, estaba en la tribu de Benjam�n.
Y de Jos�, incluidos Efra�n y Manas�s. En la bendici�n de Jacob, la de Jos� es la m�s grande. Y aqu� est�. Su tierra: Su porci�n ser� dotada de bendiciones escogidas de Dios. Del cielo: es decir, los preciosos frutos de la tierra producidos por las influencias del cielo, el calor del sol y la lluvia que Dios enviar� desde el cielo. El abismo - Los manantiales de agua que brotan de la tierra: quiz�s tambi�n pueda referirse al gran abismo, el abismo de aguas, que se supone que est� contenido en la tierra.
Por el sol, que abre y calienta la tierra, cuida y mejora y, a su debido tiempo, madura las semillas y los frutos de la misma. La luna - Que por su humedad los refresca y promueve. Heb. De las lunas, o meses, es decir, que produce en los varios meses o estaciones del a�o.
Las cosas principales: es decir, las frutas excelentes, como uvas, aceitunas, higos, etc. que se deleitan en las monta�as, creciendo sobre, o los minerales preciosos contenidos en, sus monta�as y colinas llamadas antiguas y duraderas, es decir, como lo han sido desde el principio del mundo, y es probable que contin�en hasta el fin de �l, en oposici�n a aquellas colinas o montes que han sido levantados por el hombre.
Y por - Y en general por todos los frutos escogidos que produce la tierra en todas sus partes, ya sean colinas o valles. Su plenitud: es decir, las plantas y el ganado y todas las criaturas que crecen, aumentan y florecen en �l. La buena voluntad - Por todos los dem�s efectos de la buena voluntad y la bondad de Dios que no hace mucho tiempo vivi� o se me apareci� en la zarza para alivio de su pueblo, �xodo 3:2 .
De Jos�, es decir, de la posteridad de Jos�. Aquel que fue separado de sus hermanos - Sus hermanos lo separaron de ellos haci�ndolo esclavo, y Dios lo distingui� de ellos haci�ndolo pr�ncipe. Las palabras que preceden podr�an traducirse: Morador m�o en la zarza. Esa fue una apariencia de la majestad divina solo para Mois�s, en se�al de su favor particular. Muchas veces Dios se le hab�a aparecido a Mois�s; pero ahora se est� muriendo, parece tener el recuerdo m�s grato, de la primera vez que vio las visiones del Todopoderoso.
Fue aqu� donde Dios se declar� el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y as� confirm� la promesa hecha al padre, esa promesa que nuestro Se�or muestra, llega hasta la resurrecci�n y la vida eterna.
Su gloria es como el primog�nito de su becerro, o toro joven, que es una criatura majestuosa y, por lo tanto, anteriormente se usaba como emblema de la majestad real. Esto parece se�alar el reino que Efra�n deber�a obtener en Jeroboam y sus sucesores. Sus cuernos - Su fuerza y ??poder ser�n muy grandes. El pueblo - Todos los que se le opondr�n, y particularmente los cananeos. Los diez mil - De la tierra de Cana�n.
Aunque Manas�s sea ahora m�s numeroso, Efra�n pronto lo superar�, como se predijo G�nesis 48:17 .
Regoc�jate: prosperar�s y tendr�s motivo de regocijo. En tu salida: a la guerra, como se usa a menudo esta frase. Al mar, en forma de tr�fico, porque su porci�n estaba cerca del mar. Y en ambos aspectos su curso es opuesto al de Isacar, quien era un amante de la paz y los pastos. �l est� aqu� unido a Zabul�n, tanto porque eran hermanos de padre y madre tambi�n, como porque sus posesiones estaban muy juntas. En tus tiendas: te entregar�s a la administraci�n del laudo y del ganado, viviendo tranquilamente en tus propias posesiones.
Ellos - Zabul�n de quien Mois�s toma m�s especial atenci�n. Y as�, habiendo despachado a Isacar en dos palabras, regresa a Zabul�n. El pueblo: los gentiles, o los de Galilea, que se llamaba Galilea de los gentiles, que eran sus vecinos; o personas de otras naciones, con quienes ten�an comercio, que se esforzaron por mejorar para persuadirlos a adorar al Dios verdadero. La monta�a: es decir, al templo, que Mois�s sab�a que deb�a estar sentado sobre una monta�a.
Sacrificios de justicia: los que Dios requiere. Su tr�fico en el extranjero con naciones paganas no les har� olvidar su deber en casa, ni su distancia del lugar del sacrificio les impedir� venir a �l para cumplir con ese deber. De la abundancia del mar - Se enriquecer�n con el tr�fico del mar, y se consagrar�n ellos mismos y sus riquezas a Dios. Escondidos en la arena - Cosas tan preciosas como est�n contenidas en la arena del mar y de los r�os, en los que a veces se mezcla una cantidad considerable de oro y plata.
O los que crecen en el mar, o se extraen del fondo arenoso del mismo, como perlas, coral, grasa de �mbar. O, los que son arrojados al mar por un naufragio son arrojados a la orilla por el funcionamiento del mar. Ser�a bueno que la ampliaci�n de nuestro comercio con pa�ses extranjeros contribuyese a la difusi�n del evangelio.
Agranda: eso lo saca de su aprieto en medio de problemas, en los que a menudo estaba involucrado, porque estaba rodeado de enemigos poderosos. Como un le�n: seguro y protegido de sus enemigos, y terrible para ellos cuando lo despiertan y lo molestan. Desgarra el brazo - Destruye por completo a sus enemigos, tanto la cabeza, el asiento de la corona, su dignidad y principado, como el brazo, sujeto de fuerza e instrumento de acci�n; ambos pr�ncipes principales y sus s�bditos.
La primera parte - Las primicias de la tierra prometida, el pa�s de Seh�n, que fue conquistado por primera vez, que se dice que �l se abastec�a a s� mismo, porque lo deseaba y lo obtuvo de Mois�s. Del dador de la ley de Mois�s, cuya porci�n se llama as�, o porque esta parte de la tierra al otro lado del Jord�n era la �nica parte de la tierra en la que se le permiti� entrar a Mois�s: o porque le fue dada por Mois�s, mientras que el Josu� dio porciones m�s all� del Jord�n a las diversas tribus de acuerdo con la direcci�n del lote.
Sentado - Heb. escondidos o protegidos: porque sus esposas e hijos estaban asegurados en sus ciudades, mientras que muchos de sus hombres se fueron a la guerra en Cana�n. �l vino - �l fue, o ir�, a la guerra en Cana�n, con los pr�ncipes, o capitanes, o gobernantes del pueblo de Israel, es decir, bajo su mando y conducta, como en verdad lo hicieron; o con el primero del pueblo; o, al frente del pueblo, como lo traduce el sirio; porque esta tribu y sus hermanos, cuya suerte cay� al otro lado del Jord�n, deb�an marchar a Cana�n delante de sus hermanos. �l ejecut�: el justo juicio de Dios contra los cananeos, como lo hizo el resto de los israelitas.
Cachorro de le�n: valiente, generoso, fuerte y exitoso contra sus enemigos. Que salta - De Bas�n, porque hab�a muchos y feroces leones en aquellos lugares, de donde sol�an salir y saltar sobre la presa. O esto puede referirse a las victorias particulares obtenidas por Sans�n, que era de la tribu de Dan, oa un logro m�s general de esa tribu, cuando un grupo de ellos sorprendi� a Lais, que se encontraba en la parte m�s lejana de la tierra de Cana�n. de ellos. Y la monta�a de Bas�n que se encuentra no lejos de esa ciudad, de donde probablemente hicieron su descenso sobre ella, saltando as� desde Basham.
Satisfecho con el favor - Con el favor de Dios. Ese es el �nico favor que satisface al alma. Son felices en verdad los que tienen el favor de Dios; y lo tendr�n, que pongan su satisfacci�n en �l. Y llenos de la bendici�n del Se�or: no solo con ma�z, vino y aceite, el fruto de la bendici�n, sino con la bendici�n misma, la gracia de Dios, seg�n su promesa y su pacto.
Posee el oeste y el sur, o el mar y el sur. Esto no debe entenderse del lugar, que su suerte deber�a caer all�, porque �l estaba m�s bien al este y al norte de la tierra; sino de los placeres y comodidades del occidente o del mar, que le fueron transmitidos por su vecino Zabul�n; y del sur, es decir, de las tribus del sur y partes de Cana�n, que le fueron tra�das por el r�o Jord�n, y se le dieron ambas clases de mercanc�as a cambio de la tierra f�rtil y f�rtil que ten�a en gran abundancia.
Que Aser, quien lleva la bendici�n en su mismo nombre, sea bendecido con hijos, tendr� hijos numerosos, fuertes y saludables. Aceptable para sus hermanos: por su disposici�n dulce y su porte ganador. En aceite: tendr� tanto aceite que no solo podr� lavarse la cara, sino tambi�n los pies.
Hierro y bronce - Las minas de hierro y cobre, que estaban en su porci�n, de donde Sid�n, su vecino, era famoso entre los paganos por su abundante bronce, y se cree que Sarepta tiene su nombre por el bronce y el hierro que se fundieron all� en gran cantidad. Tu fuerza ser�; tu fuerza no disminuir� con la edad, pero tendr�s el vigor de la juventud incluso en tu vejez: tu tribu se har� cada vez m�s fuerte.
No hay ninguno - Estas son las �ltimas palabras que escribi� Mois�s, quiz�s el escritor m�s grande que jam�s haya vivido sobre la tierra. Y este hombre de Dios, que ten�a tantas razones para conocer las dos cosas como cualquier simple hombre, con su �ltimo aliento magnifica tanto al Dios de Israel como al Israel de Dios. Al Dios de Jesur�n, quien para ayudarte, cabalga sobre los cielos, y con el mayor estado y magnificencia, sobre los cielos.
Montar en el cielo denota la grandeza y la gloria con que se manifiesta al mundo superior, y el uso que hace de las influencias del cielo y de los productos de las nubes, para llevar a cabo sus propios consejos en este mundo inferior. Todo esto lo gestiona y dirige, como un hombre lo hace con el caballo en el que monta.
El Dios eterno - El que era antes de todos los mundos, y ser�, cuando el tiempo no exista m�s: �Es tu refugio - O, tu morada o mansi�n - casa (as� significa la palabra) en quien est�s seguro y tranquilo, y en reposo, como un hombre en su propia casa. Todo verdadero israelita se siente c�modo en Dios: el alma vuelve a �l y reposa en �l. Y los que le hagan su habitaci�n, tendr�n todas las comodidades y los beneficios de una habitaci�n en �l.
Y debajo est�n los brazos eternos: el poder omnipotente de Dios, que protege y consuela a todos los que conf�an en �l, en sus mayores angustias y angustias. �l echar� al enemigo de delante de ti. Te dejar� lugar con su poder inquebrantable, y dir�: Destr�yelos. D�ndote no s�lo una comisi�n, sino tambi�n la fuerza para ponerla en ejecuci�n. Y, �no les ha dado la misma comisi�n y la misma fuerza a los creyentes para destruir todo pecado?
Solos: o bien est�n solos y no tienen confederados que los defiendan, pero tienen todo el mundo contra ellos, pero mi �nica protecci�n ser� suficiente para ellos. O bien, distinto y separado de todas las dem�s naciones, con las que no permitir� que se mezclen. La fuente - Es decir, la posteridad de Jacob, que fluy� de �l como aguas de una fuente, en gran abundancia. La fuente se pone aqu� para el r�o o los arroyos que fluyen de ella, como a menudo se pone Jacob o Israel, que es la fuente, para los hijos de Israel. Sus cielos - Es decir, esos cielos o ese aire que se cierne sobre su tierra.
El escudo de ellos ayudan - Por quien est�s suficientemente protegido contra todos los asaltantes; y la espada de tu excelencia - O, tu espada m�s excelente, es decir, tu fuerza y ??el autor de todas tus victorias pasadas o pr�ximas. Aquellos en cuyos corazones est� la excelencia de la santidad, tienen a Dios mismo por escudo y espada. Est�n defendidos con toda la armadura de Dios: Su palabra es su espada, y la fe su escudo.
Y tus enemigos te ser�n hallados como mentirosos, que dijeron que te destruir�an, o al menos que nunca se someter�an; y pisar�s sus lugares altos, sus fortalezas, palacios y templos. As� el Dios de paz hollar� a Satan�s bajo los pies de todos los creyentes, y eso en breve.
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Información bibliográfica Wesley, Juan. "Comentario sobre Deuteronomy 33". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/wen/deuteronomy-33.html. 1765.
Versículo 1
Mois�s bendijo a Israel: se dice que los bendiga orando a Dios con fe para que los bendiga; y al predecir las bendiciones que Dios les conferir�a. Y Mois�s se llama aqu� el hombre de Dios, es decir, el siervo o profeta de Dios, para darles a conocer que las siguientes profec�as no fueron sus propios inventos, sino inspiraciones divinas. Los hijos de Israel - Las diversas tribus: solo se omite a Sime�n, ya sea en el odio del carruaje sangriento de su padre Sime�n, por el cual Jacob le da a esa tribu una maldici�n en lugar de una bendici�n, en G�nesis 49:5 .
O, porque esa tribu no ten�a una herencia distinta, sino que iba a tener su porci�n en la tribu de Jud�, Josu� 19:1 .
Versículo 2
El Se�or vino - Es decir, a los israelitas, se manifest� con gracia y gloria entre ellos. Desde el Sina�: comenzando en el Sina�, donde fue la primera aparici�n de Dios, y as� continuando con ellos hasta Seir y Paran. Y se levant� - �l apareci� o se mostr� a s� mismo, como lo hace el sol cuando sale. De Seir: de la monta�a o tierra de Edom, a donde llegaron los israelitas, N�meros 20:14 , etc.
y desde all� Dios los condujo hacia la tierra prometida, y luego se les apareci� gloriosamente al someter a Seh�n y Og ante ellos. Pero debido a que la tierra de Edom a veces se toma m�s ampliamente, y as� llega hasta el mar Rojo, y por lo tanto el monte Sina� estaba cerca de �l, y porque Par�n tambi�n estaba cerca del Sina�, siendo la siguiente estaci�n a la que llegaron desde el desierto. del Sina�: todo este verso puede pertenecer a la aparici�n de Dios en el monte Sina�, donde esa luz gloriosa que brillaba directamente sobre el monte Sina�, con toda probabilidad dispers� sus rayos en partes adyacentes, como Seir y Par�n.
Y si es as�, esto es s�lo una expresi�n po�tica de la misma cosa en diversas palabras, y Dios viniendo o levant�ndose o brillando desde o hacia o en el Sina� y Seir y Par�n notan una y la misma acci�n ilustre de Dios apareciendo all� con diez miles de sus santos o santos �ngeles, y d�ndoles una ley de fuego. Par�n - Un lugar donde Dios manifest� eminentemente su presencia y bondad tanto al dar al pueblo la carne que deseaba como al nombrar a los setenta ancianos y derramar su esp�ritu sobre ellos.
Con diez mil santos - Es decir, con una gran compa��a de santos �ngeles, Salmo 68:17 ; Daniel 7:10 , que lo acompa�� en esta gran y gloriosa obra de dar la ley, como puede deducirse de Hechos 7:53 ; G�latas 3:19 .
De su diestra, que escribi� la ley y la dio a los hombres. Una alusi�n a los hombres que normalmente escriben y dan regalos con la mano derecha. Una ley ardiente - La ley se llama ardiente, porque es de naturaleza ardiente que purga, escudri�a e inflama, para significar esa ira ardiente que inflige sobre los pecadores por violarla, y principalmente porque fue librada de en medio de el fuego.
Versículo 3
El pueblo: las tribus de Israel. El sentido es que esta ley, aunque entregada con fuego, humo y truenos, que parece no presagiar nada m�s que odio y terror, sin embargo, en verdad fue dada a Israel, con gran amor, como el gran medio de su salvaci�n temporal y eterna. . �S�, abraz� al pueblo y lo recost� en su regazo! as� significa la palabra, que habla no s�lo del amor m�s querido, sino de la protecci�n m�s tierna y cuidadosa. Todos los santos de Dios o los santos, es decir, su pueblo, estaban en tu mano, es decir, bajo el cuidado de Dios para protegerlos, dirigirlos y gobernarlos.
Estas palabras se dirigen a Dios: el cambio de personas, el suyo y el tuyo, es m�s frecuente en la lengua hebrea. Esta cl�usula puede se�alar adem�s la bondad de Dios para con Israel, al defenderlos cuando se entreg� la ley de fuego, que se hizo con tanto terror que no solo el pueblo estaba listo para hundirse, sino que incluso Mois�s tuvo mucho miedo y tembl�. Pero Dios sostuvo tanto a Mois�s como al pueblo, en su mano o con ella, con lo cual los cubri� de alguna manera para que no sufrieran da�o alguno.
A tus pies, como eruditos para recibir instrucciones. Alude al lugar donde el pueblo esperaba cuando se pronunci� la ley, que estaba al pie del monte. Cada uno - De la gente recibir� o se someter� a tus instrucciones y mandamientos. Esto puede respetar cualquiera de los dos, los pueblos prometen cuando escuchan la ley, que escuchar�n y har�n todo lo que se les mande. O su deber de hacerlo.
Versículo 4
Mois�s - Habla esto de s� mismo en tercera persona, lo cual es muy com�n en el idioma hebreo. La ley se llama su herencia, porque la obligaci�n de ella era hereditaria, pasaba de padres a hijos, y porque esta era la mejor parte de su herencia, el mayor de todos los dones que Dios les concedi�.
Versículo 5
�l era rey en Jesur�n; Mois�s no era su rey por t�tulo, sino en realidad, estando bajo Dios, su gobernador supremo y legislador. Reunidos: cuando los pr�ncipes y el pueblo se reunieron para administrar los asuntos p�blicos, Mois�s era su rey y legislador.
Versículo 6
Viva Rub�n: aunque Rub�n merece ser cortado o disminuido y oscurecido en gran medida, seg�n la predicci�n de Jacob, G�nesis 49:4 , Dios los perdonar� y les dar� un nombre y una porci�n entre las tribus de Israel, y los bendecir� con abundancia. de sus n�meros. Todos los parafrastas de la antig�edad refieren esto al otro mundo, hasta el momento en que solo esperaban bendiciones temporales.
Que Rub�n viva en la vida eterna, dice Onkelos, y no muera la segunda muerte. Viva Rub�n en este mundo, as� Jonat�n y el Targum de Jerusal�n, y no muera la muerte que mueren los imp�os en el mundo venidero.
Versículo 7
Escucha, Se�or, Dios escuchar� su oraci�n por el cumplimiento de esas grandes cosas prometidas a esa tribu, G�nesis 49:8 . Esto implica las demoras y dificultades con las que se encontrar�a Jud�, que lo llevar�an a sus oraciones, que ser�an exitosas. A su pueblo - Cuando salga a la batalla contra sus enemigos y caiga ferozmente sobre ellos, como se predijo en G�nesis 49:8 .
Tr�elo de regreso con honor y victoria, a su pueblo, al resto de su tribu que se qued� en casa cuando sus hermanos fueron a la batalla; y a sus hermanos las otras tribus de Israel. Basten sus manos para �l. Esta tribu ser� tan numerosa y poderosa que le bastar� para defenderse sin ninguna ayuda, ya sea de naciones extranjeras o de otras tribus; como apareci� cuando esta tribu sola pudo lidiar con nueve o diez de las otras tribus.
De sus enemigos: preservar�s esta tribu de una manera especial, para que sus enemigos no puedan arruinarla, como har�n con otras tribus, y eso por el Mes�as que surgir� de ella.
Versículo 8
Deja que tu Urim - El Tumim y el Urim, que son tuyos, oh Se�or, por instituci�n especial y consagraci�n, (por lo que �l entiende el efod en el que fueron puestos, y el sumo sacerdocio, del cual fueron apropiados, y con los dones y las gracias representadas por el Urim y Tumim, y necesarias para el desempe�o de ese alto cargo) estar�n con tu santo, es decir, con ese sacerdote, a quien te has consagrado a ti mismo, y que es santo de una manera m�s peculiar. que todo el pueblo; es decir, el sacerdocio se limitar� y continuar� en la familia de Aar�n.
A quien probaste, aunque lo probaste y lo reprendiste, pero no le quitaste el sacerdocio. En Mas� - No en ese Mas� mencion� �xodo 17:7 , que tambi�n se llama Merib�, sino en ese otro Merib�, N�meros 20:13 . Luchaste, a quien reprendiste y castigaste.
Versículo 9
No lo he visto, es decir, no les tengo respeto. El sentido es, qui�n sigui� a Dios y su mandato plenamente, y ejecut� el juicio ordenado por Dios sin ning�n respeto por las personas, �xodo 32:26 . Ellos guardaron tu pacto - Cuando el resto rompi� su pacto con Dios por ese vil pecado de idolatr�a con el becerro, esa tribu se mantuvo limpia de esa infecci�n y se adhiri� a Dios y su adoraci�n.
Versículo 11
Su sustancia: porque no tiene herencia propia y, por lo tanto, depende totalmente de tu bendici�n. La obra de sus manos - Todas sus santas administraciones, a las que oportunamente llama obra de sus manos, porque una gran parte del servicio de los levitas y sacerdotes se realizaba con el trabajo de sus manos y de su cuerpo, mientras que el servicio de los ministros evang�licos. es m�s espiritual y celestial. Herir - Ora as� fervientemente por ellos, porque previ� que los que iban a ense�ar, reprender y castigar a otros tendr�an muchos enemigos, y porque estaban bajo Dios, los grandes conservadores y defensores de la religi�n, y sus enemigos eran enemigos de religi�n en s�.
Versículo 12
De Benjam�n: Benjam�n se coloca al lado de Lev�, porque el templo, donde estaba la obra de los levitas, estaba en el l�mite de la suerte de esta tribu. Y se pone delante de Jos�, debido a la dignidad de Jerusal�n, (parte de la cual estaba en este lote) por encima de Samaria, que estaba en la tribu de Efra�n; asimismo, porque Benjam�n se adhiri� a la casa de David y al templo de Dios, cuando el resto de las tribus abandonaron a ambos.
El amado del Se�or - Llamado as� en alusi�n a su padre Benjam�n, quien era el amado de su padre Jacob; y por la bondad de Dios hacia esta tribu que apareci� tanto en esto, que habitaban en la mejor parte de la tierra, como afirma Josefo, como en el siguiente privilegio. Morar� seguro junto a �l - Tendr� su suerte cerca del templo de Dios, que fue tanto un consuelo como una salvaguardia para �l.
Cubrir�: proteger� a esa tribu continuamente mientras se aferran a �l. �l - El Se�or habitar�, es decir, su templo se colocar�, entre sus hombros, es decir, en su porci�n, o entre sus l�mites, como se usa a menudo la palabra hombro. Y esta era verdaderamente la situaci�n del templo, a ambos lados del cual estaba la porci�n de Benjam�n. Y aunque el monte Sion estaba en la tribu de Jud�, el monte Moriah, sobre el cual se construy� el templo, estaba en la tribu de Benjam�n.
Versículo 13
Y de Jos�, incluidos Efra�n y Manas�s. En la bendici�n de Jacob, la de Jos� es la m�s grande. Y aqu� est�. Su tierra: Su porci�n ser� dotada de bendiciones escogidas de Dios. Del cielo: es decir, los preciosos frutos de la tierra producidos por las influencias del cielo, el calor del sol y la lluvia que Dios enviar� desde el cielo. El abismo - Los manantiales de agua que brotan de la tierra: quiz�s tambi�n pueda referirse al gran abismo, el abismo de aguas, que se supone que est� contenido en la tierra.
Versículo 14
Por el sol, que abre y calienta la tierra, cuida y mejora y, a su debido tiempo, madura las semillas y los frutos de la misma. La luna - Que por su humedad los refresca y promueve. Heb. De las lunas, o meses, es decir, que produce en los varios meses o estaciones del a�o.
Versículo 15
Las cosas principales: es decir, las frutas excelentes, como uvas, aceitunas, higos, etc. que se deleitan en las monta�as, creciendo sobre, o los minerales preciosos contenidos en, sus monta�as y colinas llamadas antiguas y duraderas, es decir, como lo han sido desde el principio del mundo, y es probable que contin�en hasta el fin de �l, en oposici�n a aquellas colinas o montes que han sido levantados por el hombre.
Versículo 16
Y por - Y en general por todos los frutos escogidos que produce la tierra en todas sus partes, ya sean colinas o valles. Su plenitud: es decir, las plantas y el ganado y todas las criaturas que crecen, aumentan y florecen en �l. La buena voluntad - Por todos los dem�s efectos de la buena voluntad y la bondad de Dios que no hace mucho tiempo vivi� o se me apareci� en la zarza para alivio de su pueblo, �xodo 3:2 .
De Jos�, es decir, de la posteridad de Jos�. Aquel que fue separado de sus hermanos - Sus hermanos lo separaron de ellos haci�ndolo esclavo, y Dios lo distingui� de ellos haci�ndolo pr�ncipe. Las palabras que preceden podr�an traducirse: Morador m�o en la zarza. Esa fue una apariencia de la majestad divina solo para Mois�s, en se�al de su favor particular. Muchas veces Dios se le hab�a aparecido a Mois�s; pero ahora se est� muriendo, parece tener el recuerdo m�s grato, de la primera vez que vio las visiones del Todopoderoso.
Fue aqu� donde Dios se declar� el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y as� confirm� la promesa hecha al padre, esa promesa que nuestro Se�or muestra, llega hasta la resurrecci�n y la vida eterna.
Versículo 17
Su gloria es como el primog�nito de su becerro, o toro joven, que es una criatura majestuosa y, por lo tanto, anteriormente se usaba como emblema de la majestad real. Esto parece se�alar el reino que Efra�n deber�a obtener en Jeroboam y sus sucesores. Sus cuernos - Su fuerza y ??poder ser�n muy grandes. El pueblo - Todos los que se le opondr�n, y particularmente los cananeos. Los diez mil - De la tierra de Cana�n.
Aunque Manas�s sea ahora m�s numeroso, Efra�n pronto lo superar�, como se predijo G�nesis 48:17 .
Versículo 18
Regoc�jate: prosperar�s y tendr�s motivo de regocijo. En tu salida: a la guerra, como se usa a menudo esta frase. Al mar, en forma de tr�fico, porque su porci�n estaba cerca del mar. Y en ambos aspectos su curso es opuesto al de Isacar, quien era un amante de la paz y los pastos. �l est� aqu� unido a Zabul�n, tanto porque eran hermanos de padre y madre tambi�n, como porque sus posesiones estaban muy juntas. En tus tiendas: te entregar�s a la administraci�n del laudo y del ganado, viviendo tranquilamente en tus propias posesiones.
Versículo 19
Ellos - Zabul�n de quien Mois�s toma m�s especial atenci�n. Y as�, habiendo despachado a Isacar en dos palabras, regresa a Zabul�n. El pueblo: los gentiles, o los de Galilea, que se llamaba Galilea de los gentiles, que eran sus vecinos; o personas de otras naciones, con quienes ten�an comercio, que se esforzaron por mejorar para persuadirlos a adorar al Dios verdadero. La monta�a: es decir, al templo, que Mois�s sab�a que deb�a estar sentado sobre una monta�a.
Sacrificios de justicia: los que Dios requiere. Su tr�fico en el extranjero con naciones paganas no les har� olvidar su deber en casa, ni su distancia del lugar del sacrificio les impedir� venir a �l para cumplir con ese deber. De la abundancia del mar - Se enriquecer�n con el tr�fico del mar, y se consagrar�n ellos mismos y sus riquezas a Dios. Escondidos en la arena - Cosas tan preciosas como est�n contenidas en la arena del mar y de los r�os, en los que a veces se mezcla una cantidad considerable de oro y plata.
O los que crecen en el mar, o se extraen del fondo arenoso del mismo, como perlas, coral, grasa de �mbar. O, los que son arrojados al mar por un naufragio son arrojados a la orilla por el funcionamiento del mar. Ser�a bueno que la ampliaci�n de nuestro comercio con pa�ses extranjeros contribuyese a la difusi�n del evangelio.
Versículo 20
Agranda: eso lo saca de su aprieto en medio de problemas, en los que a menudo estaba involucrado, porque estaba rodeado de enemigos poderosos. Como un le�n: seguro y protegido de sus enemigos, y terrible para ellos cuando lo despiertan y lo molestan. Desgarra el brazo - Destruye por completo a sus enemigos, tanto la cabeza, el asiento de la corona, su dignidad y principado, como el brazo, sujeto de fuerza e instrumento de acci�n; ambos pr�ncipes principales y sus s�bditos.
Versículo 21
La primera parte - Las primicias de la tierra prometida, el pa�s de Seh�n, que fue conquistado por primera vez, que se dice que �l se abastec�a a s� mismo, porque lo deseaba y lo obtuvo de Mois�s. Del dador de la ley de Mois�s, cuya porci�n se llama as�, o porque esta parte de la tierra al otro lado del Jord�n era la �nica parte de la tierra en la que se le permiti� entrar a Mois�s: o porque le fue dada por Mois�s, mientras que el Josu� dio porciones m�s all� del Jord�n a las diversas tribus de acuerdo con la direcci�n del lote.
Sentado - Heb. escondidos o protegidos: porque sus esposas e hijos estaban asegurados en sus ciudades, mientras que muchos de sus hombres se fueron a la guerra en Cana�n. �l vino - �l fue, o ir�, a la guerra en Cana�n, con los pr�ncipes, o capitanes, o gobernantes del pueblo de Israel, es decir, bajo su mando y conducta, como en verdad lo hicieron; o con el primero del pueblo; o, al frente del pueblo, como lo traduce el sirio; porque esta tribu y sus hermanos, cuya suerte cay� al otro lado del Jord�n, deb�an marchar a Cana�n delante de sus hermanos. �l ejecut�: el justo juicio de Dios contra los cananeos, como lo hizo el resto de los israelitas.
Versículo 22
Cachorro de le�n: valiente, generoso, fuerte y exitoso contra sus enemigos. Que salta - De Bas�n, porque hab�a muchos y feroces leones en aquellos lugares, de donde sol�an salir y saltar sobre la presa. O esto puede referirse a las victorias particulares obtenidas por Sans�n, que era de la tribu de Dan, oa un logro m�s general de esa tribu, cuando un grupo de ellos sorprendi� a Lais, que se encontraba en la parte m�s lejana de la tierra de Cana�n. de ellos. Y la monta�a de Bas�n que se encuentra no lejos de esa ciudad, de donde probablemente hicieron su descenso sobre ella, saltando as� desde Basham.
Versículo 23
Satisfecho con el favor - Con el favor de Dios. Ese es el �nico favor que satisface al alma. Son felices en verdad los que tienen el favor de Dios; y lo tendr�n, que pongan su satisfacci�n en �l. Y llenos de la bendici�n del Se�or: no solo con ma�z, vino y aceite, el fruto de la bendici�n, sino con la bendici�n misma, la gracia de Dios, seg�n su promesa y su pacto.
Posee el oeste y el sur, o el mar y el sur. Esto no debe entenderse del lugar, que su suerte deber�a caer all�, porque �l estaba m�s bien al este y al norte de la tierra; sino de los placeres y comodidades del occidente o del mar, que le fueron transmitidos por su vecino Zabul�n; y del sur, es decir, de las tribus del sur y partes de Cana�n, que le fueron tra�das por el r�o Jord�n, y se le dieron ambas clases de mercanc�as a cambio de la tierra f�rtil y f�rtil que ten�a en gran abundancia.
Versículo 24
Que Aser, quien lleva la bendici�n en su mismo nombre, sea bendecido con hijos, tendr� hijos numerosos, fuertes y saludables. Aceptable para sus hermanos: por su disposici�n dulce y su porte ganador. En aceite: tendr� tanto aceite que no solo podr� lavarse la cara, sino tambi�n los pies.
Versículo 25
Hierro y bronce - Las minas de hierro y cobre, que estaban en su porci�n, de donde Sid�n, su vecino, era famoso entre los paganos por su abundante bronce, y se cree que Sarepta tiene su nombre por el bronce y el hierro que se fundieron all� en gran cantidad. Tu fuerza ser�; tu fuerza no disminuir� con la edad, pero tendr�s el vigor de la juventud incluso en tu vejez: tu tribu se har� cada vez m�s fuerte.
Versículo 26
No hay ninguno - Estas son las �ltimas palabras que escribi� Mois�s, quiz�s el escritor m�s grande que jam�s haya vivido sobre la tierra. Y este hombre de Dios, que ten�a tantas razones para conocer las dos cosas como cualquier simple hombre, con su �ltimo aliento magnifica tanto al Dios de Israel como al Israel de Dios. Al Dios de Jesur�n, quien para ayudarte, cabalga sobre los cielos, y con el mayor estado y magnificencia, sobre los cielos.
Montar en el cielo denota la grandeza y la gloria con que se manifiesta al mundo superior, y el uso que hace de las influencias del cielo y de los productos de las nubes, para llevar a cabo sus propios consejos en este mundo inferior. Todo esto lo gestiona y dirige, como un hombre lo hace con el caballo en el que monta.
Versículo 27
El Dios eterno - El que era antes de todos los mundos, y ser�, cuando el tiempo no exista m�s: �Es tu refugio - O, tu morada o mansi�n - casa (as� significa la palabra) en quien est�s seguro y tranquilo, y en reposo, como un hombre en su propia casa. Todo verdadero israelita se siente c�modo en Dios: el alma vuelve a �l y reposa en �l. Y los que le hagan su habitaci�n, tendr�n todas las comodidades y los beneficios de una habitaci�n en �l.
Y debajo est�n los brazos eternos: el poder omnipotente de Dios, que protege y consuela a todos los que conf�an en �l, en sus mayores angustias y angustias. �l echar� al enemigo de delante de ti. Te dejar� lugar con su poder inquebrantable, y dir�: Destr�yelos. D�ndote no s�lo una comisi�n, sino tambi�n la fuerza para ponerla en ejecuci�n. Y, �no les ha dado la misma comisi�n y la misma fuerza a los creyentes para destruir todo pecado?
Versículo 28
Solos: o bien est�n solos y no tienen confederados que los defiendan, pero tienen todo el mundo contra ellos, pero mi �nica protecci�n ser� suficiente para ellos. O bien, distinto y separado de todas las dem�s naciones, con las que no permitir� que se mezclen. La fuente - Es decir, la posteridad de Jacob, que fluy� de �l como aguas de una fuente, en gran abundancia. La fuente se pone aqu� para el r�o o los arroyos que fluyen de ella, como a menudo se pone Jacob o Israel, que es la fuente, para los hijos de Israel. Sus cielos - Es decir, esos cielos o ese aire que se cierne sobre su tierra.
Versículo 29
El escudo de ellos ayudan - Por quien est�s suficientemente protegido contra todos los asaltantes; y la espada de tu excelencia - O, tu espada m�s excelente, es decir, tu fuerza y ??el autor de todas tus victorias pasadas o pr�ximas. Aquellos en cuyos corazones est� la excelencia de la santidad, tienen a Dios mismo por escudo y espada. Est�n defendidos con toda la armadura de Dios: Su palabra es su espada, y la fe su escudo.
Y tus enemigos te ser�n hallados como mentirosos, que dijeron que te destruir�an, o al menos que nunca se someter�an; y pisar�s sus lugares altos, sus fortalezas, palacios y templos. As� el Dios de paz hollar� a Satan�s bajo los pies de todos los creyentes, y eso en breve.