Oye, Israel: este parece ser un nuevo discurso, pronunciado a cierta distancia del anterior, probablemente el pr�ximo d�a de reposo. Este d�a: es decir, en breve, dentro de poco tiempo, la palabra d�a a menudo se sustituye por tiempo. Naciones: es decir, la tierra de esas naciones. M�s poderoso que t�: esto agrega, para que no conf�en en su propia fuerza, sino que conf�en en la ayuda de Dios para destruirlos, y, una vez realizada la obra, puedan atribuir la gloria de ella solo a Dios, y no a ellos mismos. .
No por tu justicia, ni por tu rectitud de coraz�n, ni por tu vida santa, que son las dos cosas que Dios sobre todas las cosas considera. Y, en consecuencia, excluye todo m�rito. Y seguramente aquellos que no merec�an esta Cana�n terrenal, no podr�an merecer el reino de gloria. Para cumplir la palabra - Para mostrar mi fidelidad en el cumplimiento de esa promesa que gentilmente hice y confirm� con mi juramento.
De cuello r�gido, rebelde y perverso, y tan desprovisto de toda pretensi�n de justicia. Y as�, nuestra posesi�n de la Cana�n celestial debe atribuirse al poder de Dios, no a nuestro propio poder, y a la Gracia de Dios, no a nuestro propio m�rito. En �l debemos gloriarnos.
En Horeb - Cuando tu milagrosa liberaci�n de Egipto estaba fresca en la memoria; cuando Dios se hab�a manifestado nuevamente a ti de una manera tan estupenda y terrible, y te hab�a hecho un pacto consigo mismo, cuando Dios en realidad te estaba confiriendo m�s misericordias.
Con el dedo de Dios - Inmediatamente y milagrosamente, lo cual se hizo no solo para procurar una mayor reverencia a la ley, sino tambi�n para significar que es obra de Dios solamente escribir esta ley en las tablas del coraz�n de los hombres. En el d�a de la asamblea - Es decir, cuando el pueblo fue reunido por mandato de Dios al pie del monte Sina�, para escuchar y recibir los diez mandamientos de Dios de su propia boca.
Los quebr� ante tus ojos, no por una pasi�n desenfrenada, sino por el celo por el honor de Dios y por la direcci�n del esp�ritu de Dios, para significar a tu pueblo, que el pacto entre Dios y ellos contenido en esas tablas se rompi� y fueron ahora fuera del favor de Dios, y no pod�a esperar de �l m�s que una indignaci�n ardiente.
Me ca� cuarenta d�as - Lo mismo que se mencion� antes, Deuteronomio 9:18 , como aparece al comparar esto con �xodo, donde esta historia est� m�s completamente relacionada, y donde se dice que esto se hace solo dos veces.
Tu pueblo - A quien has elegido para ti de entre toda la humanidad, y lo has pose�do p�blicamente para tuyo, y lo has comprado y redimido de los egipcios.
Declaración de derechos de autor Estos archivos están en dominio público y son un derivado de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Eterna de Clásicos Cristianos.
Información bibliográfica Wesley, Juan. "Comentario sobre Deuteronomy 9". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/wen/deuteronomy-9.html. 1765.
Versículo 1
Oye, Israel: este parece ser un nuevo discurso, pronunciado a cierta distancia del anterior, probablemente el pr�ximo d�a de reposo. Este d�a: es decir, en breve, dentro de poco tiempo, la palabra d�a a menudo se sustituye por tiempo. Naciones: es decir, la tierra de esas naciones. M�s poderoso que t�: esto agrega, para que no conf�en en su propia fuerza, sino que conf�en en la ayuda de Dios para destruirlos, y, una vez realizada la obra, puedan atribuir la gloria de ella solo a Dios, y no a ellos mismos. .
Versículo 2
�Qui�n puede estar de pie? Este parece ser un proverbio que se usaba en aquellos tiempos.
Versículo 5
No por tu justicia, ni por tu rectitud de coraz�n, ni por tu vida santa, que son las dos cosas que Dios sobre todas las cosas considera. Y, en consecuencia, excluye todo m�rito. Y seguramente aquellos que no merec�an esta Cana�n terrenal, no podr�an merecer el reino de gloria. Para cumplir la palabra - Para mostrar mi fidelidad en el cumplimiento de esa promesa que gentilmente hice y confirm� con mi juramento.
Versículo 6
De cuello r�gido, rebelde y perverso, y tan desprovisto de toda pretensi�n de justicia. Y as�, nuestra posesi�n de la Cana�n celestial debe atribuirse al poder de Dios, no a nuestro propio poder, y a la Gracia de Dios, no a nuestro propio m�rito. En �l debemos gloriarnos.
Versículo 8
En Horeb - Cuando tu milagrosa liberaci�n de Egipto estaba fresca en la memoria; cuando Dios se hab�a manifestado nuevamente a ti de una manera tan estupenda y terrible, y te hab�a hecho un pacto consigo mismo, cuando Dios en realidad te estaba confiriendo m�s misericordias.
Versículo 10
Con el dedo de Dios - Inmediatamente y milagrosamente, lo cual se hizo no solo para procurar una mayor reverencia a la ley, sino tambi�n para significar que es obra de Dios solamente escribir esta ley en las tablas del coraz�n de los hombres. En el d�a de la asamblea - Es decir, cuando el pueblo fue reunido por mandato de Dios al pie del monte Sina�, para escuchar y recibir los diez mandamientos de Dios de su propia boca.
Versículo 14
�Dejame solo! - No me detengas por tu intercesi�n.
Versículo 17
Los quebr� ante tus ojos, no por una pasi�n desenfrenada, sino por el celo por el honor de Dios y por la direcci�n del esp�ritu de Dios, para significar a tu pueblo, que el pacto entre Dios y ellos contenido en esas tablas se rompi� y fueron ahora fuera del favor de Dios, y no pod�a esperar de �l m�s que una indignaci�n ardiente.
Versículo 18
Me ca� - En una forma de humillaci�n y s�plica, en tu nombre.
Versículo 21
En el arroyo - Para que no quede ning�n monumento o recuerdo de �l.
Versículo 25
Me ca� cuarenta d�as - Lo mismo que se mencion� antes, Deuteronomio 9:18 , como aparece al comparar esto con �xodo, donde esta historia est� m�s completamente relacionada, y donde se dice que esto se hace solo dos veces.
Versículo 26
A trav�s de tu grandeza - A trav�s de la grandeza de tu poder, que apareci� m�s eminentemente en esa obra.
Versículo 27
Tus siervos: es decir, la promesa hecha y jurada a tus siervos.
Versículo 29
Tu pueblo - A quien has elegido para ti de entre toda la humanidad, y lo has pose�do p�blicamente para tuyo, y lo has comprado y redimido de los egipcios.