Y vi a otro �ngel que descend�a del cielo, llamado otro, con respecto al que "descendi� del cielo", Apocalipsis 10:1 . Y la tierra fue iluminada con su gloria - Para hacer m�s visible su venida. Si tal es el lustre del siervo, �qu� im�genes pueden mostrar la majestad del Se�or, que tiene "mil miles" de esos gloriosos asistentes "ministrando a �l, y diez mil veces diez mil de pie delante de �l"?
Y grit�: Ha ca�do Babilonia. Esta ca�da se mencion� antes, Apocalipsis 14:8 ; pero ahora se declara en libertad. Y se convierte en una morada, una morada libre. De demonios y una bodega - Una prisi�n. De todo esp�ritu inmundo - Quiz�s confinado all� donde una vez hab�an practicado toda inmundicia, hasta el juicio del gran d�a.
�Cu�ntos habitantes horribles han asolado a Babilonia! de seres invisibles, demonios y esp�ritus inmundos; de toda bestia visible e inmunda, de toda ave inmunda y aborrecible. Supongamos, entonces, que Babilonia significa la Roma pagana; lo que han ganado los romanistas, ya que desde el tiempo de esa destrucci�n, que dicen que es pasada, estos ser�n sus �nicos habitantes para siempre.
Y escuch� otra voz: de Cristo, cuyo pueblo, secretamente esparcido incluso all�, es advertido de la inminente destrucci�n de ella. Para que no se�is part�cipes de sus pecados, es decir, de los frutos de ellos. �Qu� extraordinaria providencia fue que el Apocalipsis se imprimiera en medio de Espa�a, en la gran Biblia Pol�glota, antes de la Reforma! De lo contrario, cu�nto m�s f�cil les hab�a resultado a los papistas rechazar todo el libro que evadir estas partes llamativas.
Recomp�nsala - Este Dios les habla a los verdugos de su venganza. Como ella ha recompensado a otros; en particular, los santos de Dios. Y dale el doble - Esto, seg�n el idioma hebreo, implica solo una represalia total.
En cuanto se ha glorificado a s� misma, con orgullo, pompa y jactancia arrogante. Y vivi� deliciosamente, con todo tipo de elegancia, lujo y desenfreno. Tanto tormento le da ... Proporcionando el castigo al pecado. Porque ella dice en su coraz�n: Como lo hizo la antigua Babilonia, Isa�as 47:8 . Me siento - Su estilo habitual.
De ah� esas expresiones, "La silla, la sede de Roma: estuvo sentado tantos a�os". Como reina: sobre muchos reyes, "due�a de todas las iglesias; la suprema; la infalible; la �nica esposa de Cristo; fuera de la cual no hay salvaci�n". Y no soy viuda, sino esposa de Cristo. Y no ver� dolor - Por la muerte de mis hijos, o cualquier otra calamidad; porque Dios mismo defender� "la iglesia".
Por tanto, como consecuencia tanto natural como judicial de esta orgullosa seguridad vendr�n sus plagas, la muerte de sus hijos, con la incapacidad de soportar m�s. Dolor - de todo tipo. Y el hambre ... En la habitaci�n de la abundancia lujosa: las mismas cosas de las que se imaginaba m�s segura. Porque fuerte es el Se�or Dios, que la juzga, contra quien, por tanto, toda su fuerza, por grande que sea, de nada servir�.
T� ciudad fuerte - Roma fue llamada antiguamente por sus habitantes, Valentia, es decir, fuerte. Y la palabra Roma misma, en griego, significa fuerza. Este nombre le fue dado por los extranjeros griegos.
Mercanc�a de oro, etc. - Casi todos estos todav�a est�n en uso en Roma, tanto en su servicio id�latra como en la vida com�n. Lino fino: el tipo que se menciona en el original es extremadamente costoso. Thyine wood - Una madera de olor dulce similar a la cidra, que se usa para adornar magn�ficos palacios. Vasijas de maderas m�s preciosas - �bano, en particular, que a menudo se menciona con marfil: uno sobresale en blancura, el otro en negrura; y ambos con una suavidad poco com�n.
Amomum: un arbusto cuya madera es un fino perfume. Y bestias: vacas y bueyes. Y de carros: aqu� se inserta una palabra puramente latina en el griego. Este San Juan sin duda lo utiliz� a prop�sito, al describir el lujo de Roma. Y de los cuerpos: un t�rmino com�n para los esclavos. Y almas de hombres, porque tambi�n �stos se compran y venden continuamente en Roma. Y esta de todas las dem�s es la mercanc�a m�s rentable para los traficantes romanos.
Y los frutos - De lo que se import� proceden a los manjares dom�sticos de Roma; ninguno de los cuales tiene mayor demanda all�, que el tipo particular que se menciona aqu�. La palabra significa propiamente peras, melocotones, nectarinas y todos los tipos de manzana y ciruela. Y todas las cosas delicadas - Al gusto. Y espl�ndido - A la vista; como ropa, edificios, muebles.
Y arrojan polvo sobre sus cabezas, como dolientes. La mayor�a de las expresiones que se usan aqu� para describir la ca�da de Babilonia se toman de la descripci�n de Ezequiel de la ca�da de Tiro, Ezequiel 26:1 .
Al�grate por ella, cielo, es decir, todos sus habitantes; y m�s especialmente, santos; y entre los santos a�n m�s eminentemente, los ap�stoles y profetas.
Y un �ngel poderoso tom� una piedra y la arroj� al mar, con un emblema similar al frente de Jerem�as, mostr� la ca�da de la Babilonia caldea, Jeremias 51:63 .
Y la voz de los arpistas - Tocadores de instrumentos de cuerda. Y m�sicos, cantantes h�biles en particular. Y gaiteros: que tocaban flautas, principalmente en ocasiones tristes, mientras que los trompetistas tocaban en ocasiones alegres. No se oir� m�s en ti; y ning�n art�fice: las artes de todo tipo, en particular la m�sica, la escultura, la pintura y la estatuaria, se llevaron a su m�xima expresi�n. No, ni siquiera el sonido de una piedra de molino se oir� m�s en ti; no s�lo las artes que adornan la vida, sino incluso aquellos empleos sin los cuales no puede subsistir, cesar�n de ti para siempre.
Todas estas expresiones denotan una desolaci�n absoluta y eterna. La voz de los arpistas - La m�sica era el entretenimiento de los ricos y grandes; el comercio, negocio de hombres de rango medio; preparar el pan y lo necesario para la vida, el empleo de los m�s humildes: los matrimonios, en los que se conoc�an las l�mparas y los c�nticos, son los medios para poblar las ciudades, pues los nuevos nacimientos sustituyen a los que mueren.
La desolaci�n de Roma se describe, por tanto, de tal manera que muestra que ni ricos ni pobres, ni personas de rango medio, ni de condici�n m�s baja, deber�an poder vivir all� m�s. Tampoco ser� poblada por nuevos matrimonios, sino que permanecer� desolada y deshabitada para siempre.
Porque tus comerciantes eran los grandes hombres de la tierra, circunstancia que en s� misma era indiferente y, sin embargo, los conduc�a al orgullo, el lujo y otros innumerables pecados.
Y en ella se hall� la sangre de los profetas y de los santos - El mismo �ngel todav�a habla, pero no dice "en ti", sino en ella, ahora tan hundida que no oye estas �ltimas palabras. Y de todos los que hab�an sido asesinados, incluso antes de que ella fuera construida. Ver Mateo 23:35 . No hay ciudad bajo el sol que tenga un t�tulo tan claro de culpabilidad de sangre cat�lica como Roma.
La culpa de la sangre derramada bajo los emperadores paganos no se ha eliminado bajo los Papas, sino que se ha multiplicado enormemente. Roma tampoco es responsable s�lo de lo que se derram� en la ciudad, sino de lo que se derram� en toda la tierra. Porque en Roma, bajo el Papa, as� como bajo los emperadores paganos, se dieron las �rdenes y edictos sangrientos: y dondequiera que se derram� la sangre de los santos, hubo grandes regocijos por ello.
�Y qu� inmensas cantidades de sangre han derramado sus agentes! Carlos IX, de Francia, en su carta a Gregorio XIII, se jacta de que en y poco despu�s de la masacre de Par�s, hab�a destruido setenta mil hugonotes. Algunos han calculado que, desde el a�o 1518 hasta 1548, quince millones de protestantes han muerto por la Inquisici�n. Esto puede estar sobrecargado; pero ciertamente el n�mero de ellos en esos treinta a�os, as� como desde entonces, es casi incre�ble. A estos podemos agregar innumerables m�rtires, en edades antiguas, medias y tard�as, en Bohemia, Alemania, Holanda, Francia, Inglaterra, Irlanda y muchas otras partes de Europa, �frica y Asia.
Declaración de derechos de autor Estos archivos están en dominio público y son un derivado de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Eterna de Clásicos Cristianos.
Información bibliográfica Wesley, Juan. "Comentario sobre Revelation 18". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/wen/revelation-18.html. 1765.
Versículo 1
Y vi a otro �ngel que descend�a del cielo, llamado otro, con respecto al que "descendi� del cielo", Apocalipsis 10:1 . Y la tierra fue iluminada con su gloria - Para hacer m�s visible su venida. Si tal es el lustre del siervo, �qu� im�genes pueden mostrar la majestad del Se�or, que tiene "mil miles" de esos gloriosos asistentes "ministrando a �l, y diez mil veces diez mil de pie delante de �l"?
Versículo 2
Y grit�: Ha ca�do Babilonia. Esta ca�da se mencion� antes, Apocalipsis 14:8 ; pero ahora se declara en libertad. Y se convierte en una morada, una morada libre. De demonios y una bodega - Una prisi�n. De todo esp�ritu inmundo - Quiz�s confinado all� donde una vez hab�an practicado toda inmundicia, hasta el juicio del gran d�a.
�Cu�ntos habitantes horribles han asolado a Babilonia! de seres invisibles, demonios y esp�ritus inmundos; de toda bestia visible e inmunda, de toda ave inmunda y aborrecible. Supongamos, entonces, que Babilonia significa la Roma pagana; lo que han ganado los romanistas, ya que desde el tiempo de esa destrucci�n, que dicen que es pasada, estos ser�n sus �nicos habitantes para siempre.
Versículo 4
Y escuch� otra voz: de Cristo, cuyo pueblo, secretamente esparcido incluso all�, es advertido de la inminente destrucci�n de ella. Para que no se�is part�cipes de sus pecados, es decir, de los frutos de ellos. �Qu� extraordinaria providencia fue que el Apocalipsis se imprimiera en medio de Espa�a, en la gran Biblia Pol�glota, antes de la Reforma! De lo contrario, cu�nto m�s f�cil les hab�a resultado a los papistas rechazar todo el libro que evadir estas partes llamativas.
Versículo 5
Incluso al cielo: una expresi�n que implica la mayor culpabilidad.
Versículo 6
Recomp�nsala - Este Dios les habla a los verdugos de su venganza. Como ella ha recompensado a otros; en particular, los santos de Dios. Y dale el doble - Esto, seg�n el idioma hebreo, implica solo una represalia total.
Versículo 7
En cuanto se ha glorificado a s� misma, con orgullo, pompa y jactancia arrogante. Y vivi� deliciosamente, con todo tipo de elegancia, lujo y desenfreno. Tanto tormento le da ... Proporcionando el castigo al pecado. Porque ella dice en su coraz�n: Como lo hizo la antigua Babilonia, Isa�as 47:8 . Me siento - Su estilo habitual.
De ah� esas expresiones, "La silla, la sede de Roma: estuvo sentado tantos a�os". Como reina: sobre muchos reyes, "due�a de todas las iglesias; la suprema; la infalible; la �nica esposa de Cristo; fuera de la cual no hay salvaci�n". Y no soy viuda, sino esposa de Cristo. Y no ver� dolor - Por la muerte de mis hijos, o cualquier otra calamidad; porque Dios mismo defender� "la iglesia".
Versículo 8
Por tanto, como consecuencia tanto natural como judicial de esta orgullosa seguridad vendr�n sus plagas, la muerte de sus hijos, con la incapacidad de soportar m�s. Dolor - de todo tipo. Y el hambre ... En la habitaci�n de la abundancia lujosa: las mismas cosas de las que se imaginaba m�s segura. Porque fuerte es el Se�or Dios, que la juzga, contra quien, por tanto, toda su fuerza, por grande que sea, de nada servir�.
Versículo 10
T� ciudad fuerte - Roma fue llamada antiguamente por sus habitantes, Valentia, es decir, fuerte. Y la palabra Roma misma, en griego, significa fuerza. Este nombre le fue dado por los extranjeros griegos.
Versículo 12
Mercanc�a de oro, etc. - Casi todos estos todav�a est�n en uso en Roma, tanto en su servicio id�latra como en la vida com�n. Lino fino: el tipo que se menciona en el original es extremadamente costoso. Thyine wood - Una madera de olor dulce similar a la cidra, que se usa para adornar magn�ficos palacios. Vasijas de maderas m�s preciosas - �bano, en particular, que a menudo se menciona con marfil: uno sobresale en blancura, el otro en negrura; y ambos con una suavidad poco com�n.
Versículo 13
Amomum: un arbusto cuya madera es un fino perfume. Y bestias: vacas y bueyes. Y de carros: aqu� se inserta una palabra puramente latina en el griego. Este San Juan sin duda lo utiliz� a prop�sito, al describir el lujo de Roma. Y de los cuerpos: un t�rmino com�n para los esclavos. Y almas de hombres, porque tambi�n �stos se compran y venden continuamente en Roma. Y esta de todas las dem�s es la mercanc�a m�s rentable para los traficantes romanos.
Versículo 14
Y los frutos - De lo que se import� proceden a los manjares dom�sticos de Roma; ninguno de los cuales tiene mayor demanda all�, que el tipo particular que se menciona aqu�. La palabra significa propiamente peras, melocotones, nectarinas y todos los tipos de manzana y ciruela. Y todas las cosas delicadas - Al gusto. Y espl�ndido - A la vista; como ropa, edificios, muebles.
Versículo 19
Y arrojan polvo sobre sus cabezas, como dolientes. La mayor�a de las expresiones que se usan aqu� para describir la ca�da de Babilonia se toman de la descripci�n de Ezequiel de la ca�da de Tiro, Ezequiel 26:1 .
Versículo 20
Al�grate por ella, cielo, es decir, todos sus habitantes; y m�s especialmente, santos; y entre los santos a�n m�s eminentemente, los ap�stoles y profetas.
Versículo 21
Y un �ngel poderoso tom� una piedra y la arroj� al mar, con un emblema similar al frente de Jerem�as, mostr� la ca�da de la Babilonia caldea, Jeremias 51:63 .
Versículo 22
Y la voz de los arpistas - Tocadores de instrumentos de cuerda. Y m�sicos, cantantes h�biles en particular. Y gaiteros: que tocaban flautas, principalmente en ocasiones tristes, mientras que los trompetistas tocaban en ocasiones alegres. No se oir� m�s en ti; y ning�n art�fice: las artes de todo tipo, en particular la m�sica, la escultura, la pintura y la estatuaria, se llevaron a su m�xima expresi�n. No, ni siquiera el sonido de una piedra de molino se oir� m�s en ti; no s�lo las artes que adornan la vida, sino incluso aquellos empleos sin los cuales no puede subsistir, cesar�n de ti para siempre.
Todas estas expresiones denotan una desolaci�n absoluta y eterna. La voz de los arpistas - La m�sica era el entretenimiento de los ricos y grandes; el comercio, negocio de hombres de rango medio; preparar el pan y lo necesario para la vida, el empleo de los m�s humildes: los matrimonios, en los que se conoc�an las l�mparas y los c�nticos, son los medios para poblar las ciudades, pues los nuevos nacimientos sustituyen a los que mueren.
La desolaci�n de Roma se describe, por tanto, de tal manera que muestra que ni ricos ni pobres, ni personas de rango medio, ni de condici�n m�s baja, deber�an poder vivir all� m�s. Tampoco ser� poblada por nuevos matrimonios, sino que permanecer� desolada y deshabitada para siempre.
Versículo 23
Porque tus comerciantes eran los grandes hombres de la tierra, circunstancia que en s� misma era indiferente y, sin embargo, los conduc�a al orgullo, el lujo y otros innumerables pecados.
Versículo 24
Y en ella se hall� la sangre de los profetas y de los santos - El mismo �ngel todav�a habla, pero no dice "en ti", sino en ella, ahora tan hundida que no oye estas �ltimas palabras. Y de todos los que hab�an sido asesinados, incluso antes de que ella fuera construida. Ver Mateo 23:35 . No hay ciudad bajo el sol que tenga un t�tulo tan claro de culpabilidad de sangre cat�lica como Roma.
La culpa de la sangre derramada bajo los emperadores paganos no se ha eliminado bajo los Papas, sino que se ha multiplicado enormemente. Roma tampoco es responsable s�lo de lo que se derram� en la ciudad, sino de lo que se derram� en toda la tierra. Porque en Roma, bajo el Papa, as� como bajo los emperadores paganos, se dieron las �rdenes y edictos sangrientos: y dondequiera que se derram� la sangre de los santos, hubo grandes regocijos por ello.
�Y qu� inmensas cantidades de sangre han derramado sus agentes! Carlos IX, de Francia, en su carta a Gregorio XIII, se jacta de que en y poco despu�s de la masacre de Par�s, hab�a destruido setenta mil hugonotes. Algunos han calculado que, desde el a�o 1518 hasta 1548, quince millones de protestantes han muerto por la Inquisici�n. Esto puede estar sobrecargado; pero ciertamente el n�mero de ellos en esos treinta a�os, as� como desde entonces, es casi incre�ble. A estos podemos agregar innumerables m�rtires, en edades antiguas, medias y tard�as, en Bohemia, Alemania, Holanda, Francia, Inglaterra, Irlanda y muchas otras partes de Europa, �frica y Asia.