Pablo, un siervo de Jesucristo - A esta introducci�n la conclusi�n responde, Romanos 15:15 , etc. Llamado a ser ap�stol - Y hecho ap�stol por ese llamamiento. Mientras Dios llama, hace lo que llama. Como los maestros judaizantes disputaron su derecho al oficio apost�lico, es con gran propiedad que �l lo afirma en la entrada misma de una ep�stola en la que sus principios son completamente derrocados.
Y en esta breve introducci�n se sugieren varios otros pensamientos adecuados e importantes; particularmente las profec�as acerca del evangelio, el descenso de Jes�s de David, las grandes doctrinas de su Deidad y resurrecci�n, el env�o del evangelio a los gentiles, los privilegios de los cristianos y la obediencia y santidad a las que estaban obligados en virtud de su profesi�n. Separado - Por Dios, no solo del grueso de otros hombres, de otros jud�os, de otros disc�pulos, sino incluso de otros maestros cristianos, para ser un instrumento peculiar de Dios en la difusi�n del evangelio.
Lo que prometi� antes - De los viejos tiempos, con frecuencia, solemnemente. Y la promesa y el logro se confirman mutuamente. Deuteronomio 18:18 ; Isa�as 9:6 ; Isa�as 53:1 ; Isa�as 61:1 ; Jeremias 23:5 .
Quien era de la simiente de David seg�n la carne, es decir, con respecto a su naturaleza humana. Aqu� se mencionan las dos naturalezas de nuestro Salvador; pero lo humano se menciona primero, porque lo divino no se manifest� en toda su evidencia hasta despu�s de su resurrecci�n.
Pero poderosamente declarado Hijo de Dios, seg�n el Esp�ritu de Santidad, es decir, seg�n su naturaleza divina. Por la resurrecci�n de entre los muertos - Porque esta es tanto la fuente como el objeto de nuestra fe; y la predicaci�n de los ap�stoles fue consecuencia de la resurrecci�n de Cristo.
Por qui�n hemos recibido: yo y los dem�s ap�stoles. Gracia y apostolado: el favor de ser ap�stol y los requisitos para recibirlo. Por obediencia a la fe en todas las naciones, es decir, que todas las naciones puedan abrazar la fe de Cristo. Por su nombre - Por su bien; por respeto a �l.
A todos los que est�n en Roma: la mayor�a de ellos eran paganos de nacimiento, Romanos 1:13 , aunque con jud�os mezclados entre ellos. Estaban esparcidos arriba y abajo en esa gran ciudad, y a�n no se hab�an reducido a la forma de una iglesia. Solo algunos hab�an comenzado a reunirse en la casa de Aquila y Priscila. Amado de Dios - Y por su amor gratuito, no por ning�n m�rito tuyo, llamado por su palabra y su Esp�ritu a creer en �l, y ahora por la fe santa como �l es santo.
Gracia: el favor peculiar de Dios. Y paz: todo tipo de bendiciones, temporales, espirituales y eternas. Este es un saludo cristiano y una bendici�n apost�lica. De Dios nuestro Padre, y del Se�or Jesucristo - Esta es la forma habitual en la que los ap�stoles hablan, "Dios el Padre", "Dios nuestro Padre". Tampoco usan a menudo, al hablar de �l, la palabra Se�or, ya que implica el nombre propio de Dios, Jehov�.
En el Antiguo Testamento, de hecho, los hombres santos generalmente dec�an: "El Se�or nuestro Dios"; porque entonces eran, por as� decirlo, sirvientes; mientras que ahora son hijos: y los hijos conocen tan bien a su padre, que no necesitan mencionar con frecuencia su nombre propio. Es una y la misma paz, y una y la misma gracia, que proviene de Dios y de Jesucristo. Nuestra confianza y oraci�n se fijan en Dios, ya que �l es el Padre de Cristo; y en Cristo, cuando nos presenta al Padre.
Doy gracias - En la entrada misma de esta �nica ep�stola est�n las huellas de todos los afectos espirituales; pero sobre todo de agradecimiento, con cuya expresi�n comienzan casi todas las ep�stolas de San Pablo. Aqu� agradece particularmente a Dios, que lo que de otra manera �l mismo deber�a haber hecho, ya se hizo en Roma. Dios m�o: esta misma palabra expresa fe, esperanza, amor y, en consecuencia, toda la religi�n verdadera. A trav�s de Jesucristo - Todos los dones de Dios pasan a trav�s de Cristo a nosotros; y todas nuestras peticiones y acciones de gracias pasan por Cristo a Dios.
Que se hable de tu fe - En este tipo de felicitaciones, San Pablo describe a todo el cristianismo, como Colosenses 1:3 , etc. o alguna parte de ella, como 1 Corintios 1:5 . En consecuencia, aqu� menciona la fe de los romanos, de acuerdo con su dise�o, Romanos 1:12 , Romanos 1:17 .
Por todo el mundo - Esta alegre noticia se difundi� por todas partes, que tambi�n hab�a cristianos en la ciudad imperial. Y la bondad y la sabidur�a de Dios establecieron la fe en las principales ciudades; en Jerusal�n y Roma en particular; para que desde all� se difunda a todas las naciones.
Para que pueda impartirles - Cara a cara, imponiendo las manos, oraci�n, predicaci�n del evangelio, conversaci�n privada. Alg�n don espiritual - Con tales dones abundaban los corintios, que hab�an gozado de la presencia de San Pablo, 1 Corintios 1:7 ; 1 Corintios 12:1 ; 1 Corintios 14:1 .
Lo mismo hicieron los G�latas, G�latas 3:5 ; y, de hecho, todas aquellas iglesias que hab�an tenido la presencia de alguno de los ap�stoles ten�an ventajas especiales en este tipo, por la imposici�n de sus manos, Hechos 19:6 ; Hechos 8:17 , etc.
, 2 Timoteo 1:6 . Pero hasta ahora los romanos eran muy inferiores a ellos en este sentido; por lo cual el ap�stol, tambi�n en el cap�tulo duod�cimo, dice poco, si es que algo, de sus dones espirituales. Por tanto, desea impartir algunos para que se establezcan; porque por ellos fue confirmado entre ellos el testimonio de Cristo.
Que San Pedro no hab�a estado m�s en Roma que San Pablo, en el momento en que se escribi� esta ep�stola, se desprende del tenor general de la misma, y ??de este lugar en particular: porque, de lo contrario, lo que San Pablo desea impartir a los romanos ya los habr�a impartido San Pedro.
Es decir, anhelo ser consolado por la fe mutua tanto de usted como de m�. �l no solo asocia a los romanos con �l, sino que incluso los prefiere antes que �l mismo. �Cu�n diferente es este estilo del ap�stol del de la corte moderna de Roma!
Hermanos: una denominaci�n frecuente, santa, sencilla, dulce y, sin embargo, grandiosa. Los ap�stoles, pero rara vez se dirigen a las personas por sus nombres; "�Oh, Corintios!", "Oh Timoteo". San Pablo generalmente usa este apelativo, "Hermanos"; a veces en exhortaci�n, "Amados m�os" o, "Mis amados hermanos"; Santiago, "Hermanos", "Mis hermanos". hermanos, "mis amados hermanos"; San Pedro y Judas siempre, "Amados"; San Juan con frecuencia, "Amado"; una vez, "hermanos"; m�s de una vez, hijitos m�os. "Aunque hasta ahora me he visto obstaculizado, ya sea por
negocios, ver Romanos 15:22 ; o
persecuci�n, 1 Tesalonicenses 2:2 ; o
el Esp�ritu, Hechos 16:7 .
Para tener alg�n fruto ... De mis labores ministeriales. Incluso como ya he tenido de las muchas iglesias que he plantado y regado entre los otros gentiles.
Para los griegos y los b�rbaros: incluye a los romanos bajo los griegos; de modo que esta divisi�n comprende a todas las naciones. Tanto para los sabios como para los insensatos, porque hubo insensatos incluso entre los griegos, y sabios incluso entre los b�rbaros. Soy un deudor de todos, estoy obligado por mi misi�n divina a predicarles el evangelio.
Porque no me averg�enzo del evangelio; para el mundo, en verdad, es necedad y debilidad, 1 Corintios 1:18 ; por tanto, en el juicio del mundo, deber�a avergonzarse de �l; especialmente en Roma, la cabeza y el teatro del mundo. Pero Pablo no se averg�enza, sabiendo que es el poder de Dios para salvaci�n a todo aquel que cree: el medio grande y gloriosamente poderoso de salvar a todos los que aceptan la salvaci�n a la manera de Dios.
As� como San Pablo comprende la suma del evangelio en esta ep�stola, tambi�n lo hace la suma de la ep�stola en este vers�culo y en el siguiente. Tanto para el jud�o como para el gentil. Hay una franqueza noble, as� como un sentido comprensivo, en estas palabras, por las cuales �l, por un lado, muestra a los jud�os su absoluta necesidad del evangelio; y, por otro lado, le dice a la naci�n m�s educada y m�s grande del mundo que su salvaci�n depend�a de recibirla y que las primeras ofertas de ella estaban en todos los lugares para hacerse a los jud�os despreciados.
La justicia de Dios: esta expresi�n a veces significa la justicia esencial y eterna de Dios, que incluye tanto la justicia como la misericordia, y se muestra eminentemente al condenar el pecado y, sin embargo, justificar al pecador. A veces significa esa justicia por la cual un hombre, mediante el don de Dios, es hecho y es justo; y eso, tanto al recibir a Cristo a trav�s de la fe, como a la conformidad con la justicia esencial de Dios.
San Pablo, cuando trata de la justificaci�n, quiere decir aqu� la justicia de la fe; por eso se llama la justicia de Dios, porque Dios la descubri� y prepar�, la revela y la da, la aprueba y la corona. En este vers�culo, la expresi�n significa todo el beneficio de Dios a trav�s de Cristo para la salvaci�n de un pecador. Se revela - Se hace menci�n aqu�, y Romanos 1:18 , de una doble revelaci�n, - de ira y de justicia: la primera, poco conocida por la naturaleza, es revelada por la ley; el �ltimo, totalmente desconocido para la naturaleza, por el evangelio.
Que va delante y prepara el camino; esto sigue. Cada uno, dice el ap�stol, se revela en el tiempo presente, en oposici�n a los tiempos de la ignorancia. De fe en fe: mediante una serie gradual de promesas cada vez m�s claras. Como est� escrito, San Pablo acababa de formular tres proposiciones:
La justicia es por la fe, Romanos 1:17 .
La salvaci�n es por la justicia, Romanos 1:16 .
Tanto a los jud�os como a los gentiles, Romanos 1:16 . Ahora bien, todo esto est� confirmado por esa sola frase: El justo vivir� por la fe, que se habl� principalmente de aquellos que preservaron sus vidas, cuando los caldeos sitiaron Jerusal�n, al creer en las declaraciones de Dios y actuar de acuerdo con ellas. Aqu� significa que obtendr� el favor de Dios y continuar� creyendo en �l. Habacuc 2:4
Porque - No hay otra forma de obtener la vida y la salvaci�n. Habiendo expuesto su propuesta, el ap�stol ahora entra en la prueba de ella. Su primer argumento es: La ley condena a todos los hombres por estar bajo pecado. Por tanto, nadie es justificado por las obras de la ley. Esto se trata de Romanos 3:20 . Y de ah� infiere: Por tanto, la justificaci�n es por la fe.
La ira de Dios se revela, no solo por interposiciones frecuentes y se�aladas de la divina providencia, sino tambi�n en los or�culos sagrados y por nosotros, sus mensajeros. Desde el cielo - Esto habla de la majestad de Aquel cuya ira es revelada, su ojo que todo lo ve y la extensi�n de su ira: todo lo que est� debajo del cielo est� bajo los efectos de su ira, excepto los creyentes en Cristo. Contra toda impiedad e injusticia - Estos dos son tratados, Romanos 1:23 , etc.
De los hombres: se refiere aqu� a los gentiles, y principalmente a los m�s sabios de ellos. Quienes detienen la verdad, porque ella lucha contra su maldad. Con injusticia - La palabra aqu� tambi�n incluye impiedad.
Porque lo que ha de conocerse de Dios: esos grandes principios que son indispensablemente necesarios para ser conocidos. Se manifiesta en ellos; porque Dios se lo mostr�: por la luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo.
Porque aquellas cosas de �l que son invisibles, se ven - Con los ojos de la mente. Ser comprendidos: son vistos por ellos, y solo por ellos, que usan su comprensi�n
Porque, conocer a Dios - Porque los paganos m�s sabios sab�an que hab�a un Dios supremo; sin embargo, por consideraciones bajas y viles se conformaron con la idolatr�a del vulgo. No lo glorificaron como Dios, ni fueron agradecidos, ni le agradecieron por sus beneficios, ni lo glorificaron por su perfecci�n divina. Pero se volvi� vanidoso, como los �dolos que adoraban. En sus razonamientos: varios, inciertos, tontos. �Qu� terrible ejemplo tenemos de esto en los escritos de Lucrecio! �Qu� vanos razonamientos y qu� coraz�n oscuro en medio de tan pomposas profesiones de sabidur�a!
Y cambiado - Con la mayor locura. Aqu� hay tres grados de impiedad y castigo: se describe el primero, Romanos 1:21 ; el segundo, Romanos 1:25 ; el tercero, en Romanos 1:28 , y los siguientes vers�culos.
El castigo en cada caso es expresado por Dios que los entreg�. Si un hombre no adora a Dios como a Dios, est� tan abandonado a s� mismo que desecha su misma hombr�a. Reptiles - O cosas que se arrastran; como escarabajos y diversas clases de serpientes.
Por tanto, un castigo del pecado proviene de su propia naturaleza, como Romanos 1:27 ; otro, como aqu�, es de justicia vengativa. La inmundicia - La impiedad y la inmundicia se unen con frecuencia, 1 Tesalonicenses 4:5 como lo son el conocimiento de Dios y la pureza. Dios los entreg� - Retirando su gracia restrictiva.
�Qui�n cambi� la verdad? La verdadera adoraci�n de Dios. En una mentira: idolatr�as falsas y abominables. Y ador� - Interiormente. Y servido - Exteriormente.
Por tanto, Dios los entreg� a afectos viles, a los que los romanos paganos fueron abandonados hasta el �ltimo grado; y ninguno m�s que los propios emperadores.
Recibiendo la justa recompensa por su error - Su idolatr�a siendo castigada con esa lujuria antinatural, que era una deshonra tan horrible para el cuerpo, como lo era su idolatr�a hacia Dios.
Dios los entreg� a una mente sin discernimiento - Tratado de Romanos 1:32 . Hacer cosas que no convienen - Incluso las abominaciones m�s viles, tratadas de Romanos 1:29 .
Lleno de toda injusticia - Esto se encuentra en primer lugar; sin misericordia, en el �ltimo. Fornicaci�n: incluye aqu� todas las especies de inmundicia. Maldad: la palabra griega implica propiamente un temperamento que se deleita en herir a otro, incluso sin ninguna ventaja para s� mismo.
Susurradores: los que difaman en secreto a otros. Murmuradores: los que hablan en contra de los dem�s a sus espaldas. Odiadores de Dios - Es decir, rebeldes contra �l, negadores de su providencia o acusadores de su justicia en sus adversidades; s�, teniendo un coraz�n interior - enemistad a su justicia y santidad. Inventores de cosas malas: nuevos placeres, nuevas formas de ganar, nuevas artes de hacer da�o, particularmente en la guerra.
Quebrantadores del pacto - Es bien sabido que los romanos, como naci�n, desde el mismo comienzo de su mancomunidad, nunca tuvieron ning�n escr�pulo en desalojar por completo el compromiso m�s solemne, si no les gustaba, aunque lo hicieron por su magistrado supremo, en nombre de todo el pueblo. Solo entregaron al general que lo hab�a logrado, y luego supusieron que estaban en plena libertad. Sin afecto natural - La costumbre de exponer a sus propios hijos reci�n nacidos a morir por el fr�o, el hambre o las bestias salvajes, que tan generalmente prevalec�a en el mundo pagano, particularmente entre los griegos y romanos, fue un ejemplo asombroso de esto; como tambi�n el de matar a sus padres ancianos e indefensos, ahora com�n entre los paganos estadounidenses.
No solo haga lo mismo, sino que disfrute de aquellos que lo practican: este es el grado m�s alto de maldad. Un hombre puede apresurarse por sus pasiones a hacer lo que odia; pero el que se complace en los que hacen el mal, ama la iniquidad por causa de la iniquidad. Y de este modo los anima a pecar y acumula la culpa de otros sobre su propia cabeza.
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Información bibliográfica Wesley, Juan. "Comentario sobre Romans 1". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/wen/romans-1.html. 1765.
Versículo 1
Pablo, un siervo de Jesucristo - A esta introducci�n la conclusi�n responde, Romanos 15:15 , etc. Llamado a ser ap�stol - Y hecho ap�stol por ese llamamiento. Mientras Dios llama, hace lo que llama. Como los maestros judaizantes disputaron su derecho al oficio apost�lico, es con gran propiedad que �l lo afirma en la entrada misma de una ep�stola en la que sus principios son completamente derrocados.
Y en esta breve introducci�n se sugieren varios otros pensamientos adecuados e importantes; particularmente las profec�as acerca del evangelio, el descenso de Jes�s de David, las grandes doctrinas de su Deidad y resurrecci�n, el env�o del evangelio a los gentiles, los privilegios de los cristianos y la obediencia y santidad a las que estaban obligados en virtud de su profesi�n. Separado - Por Dios, no solo del grueso de otros hombres, de otros jud�os, de otros disc�pulos, sino incluso de otros maestros cristianos, para ser un instrumento peculiar de Dios en la difusi�n del evangelio.
Versículo 2
Lo que prometi� antes - De los viejos tiempos, con frecuencia, solemnemente. Y la promesa y el logro se confirman mutuamente. Deuteronomio 18:18 ; Isa�as 9:6 ; Isa�as 53:1 ; Isa�as 61:1 ; Jeremias 23:5 .
Versículo 3
Quien era de la simiente de David seg�n la carne, es decir, con respecto a su naturaleza humana. Aqu� se mencionan las dos naturalezas de nuestro Salvador; pero lo humano se menciona primero, porque lo divino no se manifest� en toda su evidencia hasta despu�s de su resurrecci�n.
Versículo 4
Pero poderosamente declarado Hijo de Dios, seg�n el Esp�ritu de Santidad, es decir, seg�n su naturaleza divina. Por la resurrecci�n de entre los muertos - Porque esta es tanto la fuente como el objeto de nuestra fe; y la predicaci�n de los ap�stoles fue consecuencia de la resurrecci�n de Cristo.
Versículo 5
Por qui�n hemos recibido: yo y los dem�s ap�stoles. Gracia y apostolado: el favor de ser ap�stol y los requisitos para recibirlo. Por obediencia a la fe en todas las naciones, es decir, que todas las naciones puedan abrazar la fe de Cristo. Por su nombre - Por su bien; por respeto a �l.
Versículo 6
Entre los cuales - Las naciones tra�das a la obediencia de la fe. �Sois vosotros tambi�n? Pero San Pablo no les da preeminencia sobre los dem�s.
Versículo 7
A todos los que est�n en Roma: la mayor�a de ellos eran paganos de nacimiento, Romanos 1:13 , aunque con jud�os mezclados entre ellos. Estaban esparcidos arriba y abajo en esa gran ciudad, y a�n no se hab�an reducido a la forma de una iglesia. Solo algunos hab�an comenzado a reunirse en la casa de Aquila y Priscila. Amado de Dios - Y por su amor gratuito, no por ning�n m�rito tuyo, llamado por su palabra y su Esp�ritu a creer en �l, y ahora por la fe santa como �l es santo.
Gracia: el favor peculiar de Dios. Y paz: todo tipo de bendiciones, temporales, espirituales y eternas. Este es un saludo cristiano y una bendici�n apost�lica. De Dios nuestro Padre, y del Se�or Jesucristo - Esta es la forma habitual en la que los ap�stoles hablan, "Dios el Padre", "Dios nuestro Padre". Tampoco usan a menudo, al hablar de �l, la palabra Se�or, ya que implica el nombre propio de Dios, Jehov�.
En el Antiguo Testamento, de hecho, los hombres santos generalmente dec�an: "El Se�or nuestro Dios"; porque entonces eran, por as� decirlo, sirvientes; mientras que ahora son hijos: y los hijos conocen tan bien a su padre, que no necesitan mencionar con frecuencia su nombre propio. Es una y la misma paz, y una y la misma gracia, que proviene de Dios y de Jesucristo. Nuestra confianza y oraci�n se fijan en Dios, ya que �l es el Padre de Cristo; y en Cristo, cuando nos presenta al Padre.
Versículo 8
Doy gracias - En la entrada misma de esta �nica ep�stola est�n las huellas de todos los afectos espirituales; pero sobre todo de agradecimiento, con cuya expresi�n comienzan casi todas las ep�stolas de San Pablo. Aqu� agradece particularmente a Dios, que lo que de otra manera �l mismo deber�a haber hecho, ya se hizo en Roma. Dios m�o: esta misma palabra expresa fe, esperanza, amor y, en consecuencia, toda la religi�n verdadera. A trav�s de Jesucristo - Todos los dones de Dios pasan a trav�s de Cristo a nosotros; y todas nuestras peticiones y acciones de gracias pasan por Cristo a Dios.
Que se hable de tu fe - En este tipo de felicitaciones, San Pablo describe a todo el cristianismo, como Colosenses 1:3 , etc. o alguna parte de ella, como 1 Corintios 1:5 . En consecuencia, aqu� menciona la fe de los romanos, de acuerdo con su dise�o, Romanos 1:12 , Romanos 1:17 .
Por todo el mundo - Esta alegre noticia se difundi� por todas partes, que tambi�n hab�a cristianos en la ciudad imperial. Y la bondad y la sabidur�a de Dios establecieron la fe en las principales ciudades; en Jerusal�n y Roma en particular; para que desde all� se difunda a todas las naciones.
Versículo 9
Dios, a quien sirvo: como ap�stol. En mi esp�ritu: no solo con mi cuerpo, sino con lo m�s �ntimo de mi alma. En el evangelio - Predic�ndolo.
Versículo 10
Siempre - En todos mis solemnes discursos a Dios. Si de alguna manera ahora por fin ... Esta acumulaci�n de part�culas declara la fuerza de su deseo.
Versículo 11
Para que pueda impartirles - Cara a cara, imponiendo las manos, oraci�n, predicaci�n del evangelio, conversaci�n privada. Alg�n don espiritual - Con tales dones abundaban los corintios, que hab�an gozado de la presencia de San Pablo, 1 Corintios 1:7 ; 1 Corintios 12:1 ; 1 Corintios 14:1 .
Lo mismo hicieron los G�latas, G�latas 3:5 ; y, de hecho, todas aquellas iglesias que hab�an tenido la presencia de alguno de los ap�stoles ten�an ventajas especiales en este tipo, por la imposici�n de sus manos, Hechos 19:6 ; Hechos 8:17 , etc.
, 2 Timoteo 1:6 . Pero hasta ahora los romanos eran muy inferiores a ellos en este sentido; por lo cual el ap�stol, tambi�n en el cap�tulo duod�cimo, dice poco, si es que algo, de sus dones espirituales. Por tanto, desea impartir algunos para que se establezcan; porque por ellos fue confirmado entre ellos el testimonio de Cristo.
Que San Pedro no hab�a estado m�s en Roma que San Pablo, en el momento en que se escribi� esta ep�stola, se desprende del tenor general de la misma, y ??de este lugar en particular: porque, de lo contrario, lo que San Pablo desea impartir a los romanos ya los habr�a impartido San Pedro.
Versículo 12
Es decir, anhelo ser consolado por la fe mutua tanto de usted como de m�. �l no solo asocia a los romanos con �l, sino que incluso los prefiere antes que �l mismo. �Cu�n diferente es este estilo del ap�stol del de la corte moderna de Roma!
Versículo 13
Hermanos: una denominaci�n frecuente, santa, sencilla, dulce y, sin embargo, grandiosa. Los ap�stoles, pero rara vez se dirigen a las personas por sus nombres; "�Oh, Corintios!", "Oh Timoteo". San Pablo generalmente usa este apelativo, "Hermanos"; a veces en exhortaci�n, "Amados m�os" o, "Mis amados hermanos"; Santiago, "Hermanos", "Mis hermanos". hermanos, "mis amados hermanos"; San Pedro y Judas siempre, "Amados"; San Juan con frecuencia, "Amado"; una vez, "hermanos"; m�s de una vez, hijitos m�os. "Aunque hasta ahora me he visto obstaculizado, ya sea por
negocios, ver Romanos 15:22 ; o
persecuci�n, 1 Tesalonicenses 2:2 ; o
el Esp�ritu, Hechos 16:7 .
Para tener alg�n fruto ... De mis labores ministeriales. Incluso como ya he tenido de las muchas iglesias que he plantado y regado entre los otros gentiles.
Versículo 14
Para los griegos y los b�rbaros: incluye a los romanos bajo los griegos; de modo que esta divisi�n comprende a todas las naciones. Tanto para los sabios como para los insensatos, porque hubo insensatos incluso entre los griegos, y sabios incluso entre los b�rbaros. Soy un deudor de todos, estoy obligado por mi misi�n divina a predicarles el evangelio.
Versículo 16
Porque no me averg�enzo del evangelio; para el mundo, en verdad, es necedad y debilidad, 1 Corintios 1:18 ; por tanto, en el juicio del mundo, deber�a avergonzarse de �l; especialmente en Roma, la cabeza y el teatro del mundo. Pero Pablo no se averg�enza, sabiendo que es el poder de Dios para salvaci�n a todo aquel que cree: el medio grande y gloriosamente poderoso de salvar a todos los que aceptan la salvaci�n a la manera de Dios.
As� como San Pablo comprende la suma del evangelio en esta ep�stola, tambi�n lo hace la suma de la ep�stola en este vers�culo y en el siguiente. Tanto para el jud�o como para el gentil. Hay una franqueza noble, as� como un sentido comprensivo, en estas palabras, por las cuales �l, por un lado, muestra a los jud�os su absoluta necesidad del evangelio; y, por otro lado, le dice a la naci�n m�s educada y m�s grande del mundo que su salvaci�n depend�a de recibirla y que las primeras ofertas de ella estaban en todos los lugares para hacerse a los jud�os despreciados.
Versículo 17
La justicia de Dios: esta expresi�n a veces significa la justicia esencial y eterna de Dios, que incluye tanto la justicia como la misericordia, y se muestra eminentemente al condenar el pecado y, sin embargo, justificar al pecador. A veces significa esa justicia por la cual un hombre, mediante el don de Dios, es hecho y es justo; y eso, tanto al recibir a Cristo a trav�s de la fe, como a la conformidad con la justicia esencial de Dios.
San Pablo, cuando trata de la justificaci�n, quiere decir aqu� la justicia de la fe; por eso se llama la justicia de Dios, porque Dios la descubri� y prepar�, la revela y la da, la aprueba y la corona. En este vers�culo, la expresi�n significa todo el beneficio de Dios a trav�s de Cristo para la salvaci�n de un pecador. Se revela - Se hace menci�n aqu�, y Romanos 1:18 , de una doble revelaci�n, - de ira y de justicia: la primera, poco conocida por la naturaleza, es revelada por la ley; el �ltimo, totalmente desconocido para la naturaleza, por el evangelio.
Que va delante y prepara el camino; esto sigue. Cada uno, dice el ap�stol, se revela en el tiempo presente, en oposici�n a los tiempos de la ignorancia. De fe en fe: mediante una serie gradual de promesas cada vez m�s claras. Como est� escrito, San Pablo acababa de formular tres proposiciones:
La justicia es por la fe, Romanos 1:17 .
La salvaci�n es por la justicia, Romanos 1:16 .
Tanto a los jud�os como a los gentiles, Romanos 1:16 . Ahora bien, todo esto est� confirmado por esa sola frase: El justo vivir� por la fe, que se habl� principalmente de aquellos que preservaron sus vidas, cuando los caldeos sitiaron Jerusal�n, al creer en las declaraciones de Dios y actuar de acuerdo con ellas. Aqu� significa que obtendr� el favor de Dios y continuar� creyendo en �l. Habacuc 2:4
Versículo 18
Porque - No hay otra forma de obtener la vida y la salvaci�n. Habiendo expuesto su propuesta, el ap�stol ahora entra en la prueba de ella. Su primer argumento es: La ley condena a todos los hombres por estar bajo pecado. Por tanto, nadie es justificado por las obras de la ley. Esto se trata de Romanos 3:20 . Y de ah� infiere: Por tanto, la justificaci�n es por la fe.
La ira de Dios se revela, no solo por interposiciones frecuentes y se�aladas de la divina providencia, sino tambi�n en los or�culos sagrados y por nosotros, sus mensajeros. Desde el cielo - Esto habla de la majestad de Aquel cuya ira es revelada, su ojo que todo lo ve y la extensi�n de su ira: todo lo que est� debajo del cielo est� bajo los efectos de su ira, excepto los creyentes en Cristo. Contra toda impiedad e injusticia - Estos dos son tratados, Romanos 1:23 , etc.
De los hombres: se refiere aqu� a los gentiles, y principalmente a los m�s sabios de ellos. Quienes detienen la verdad, porque ella lucha contra su maldad. Con injusticia - La palabra aqu� tambi�n incluye impiedad.
Versículo 19
Porque lo que ha de conocerse de Dios: esos grandes principios que son indispensablemente necesarios para ser conocidos. Se manifiesta en ellos; porque Dios se lo mostr�: por la luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo.
Versículo 20
Porque aquellas cosas de �l que son invisibles, se ven - Con los ojos de la mente. Ser comprendidos: son vistos por ellos, y solo por ellos, que usan su comprensi�n
Versículo 21
Porque, conocer a Dios - Porque los paganos m�s sabios sab�an que hab�a un Dios supremo; sin embargo, por consideraciones bajas y viles se conformaron con la idolatr�a del vulgo. No lo glorificaron como Dios, ni fueron agradecidos, ni le agradecieron por sus beneficios, ni lo glorificaron por su perfecci�n divina. Pero se volvi� vanidoso, como los �dolos que adoraban. En sus razonamientos: varios, inciertos, tontos. �Qu� terrible ejemplo tenemos de esto en los escritos de Lucrecio! �Qu� vanos razonamientos y qu� coraz�n oscuro en medio de tan pomposas profesiones de sabidur�a!
Versículo 23
Y cambiado - Con la mayor locura. Aqu� hay tres grados de impiedad y castigo: se describe el primero, Romanos 1:21 ; el segundo, Romanos 1:25 ; el tercero, en Romanos 1:28 , y los siguientes vers�culos.
El castigo en cada caso es expresado por Dios que los entreg�. Si un hombre no adora a Dios como a Dios, est� tan abandonado a s� mismo que desecha su misma hombr�a. Reptiles - O cosas que se arrastran; como escarabajos y diversas clases de serpientes.
Versículo 24
Por tanto, un castigo del pecado proviene de su propia naturaleza, como Romanos 1:27 ; otro, como aqu�, es de justicia vengativa. La inmundicia - La impiedad y la inmundicia se unen con frecuencia, 1 Tesalonicenses 4:5 como lo son el conocimiento de Dios y la pureza. Dios los entreg� - Retirando su gracia restrictiva.
Versículo 25
�Qui�n cambi� la verdad? La verdadera adoraci�n de Dios. En una mentira: idolatr�as falsas y abominables. Y ador� - Interiormente. Y servido - Exteriormente.
Versículo 26
Por tanto, Dios los entreg� a afectos viles, a los que los romanos paganos fueron abandonados hasta el �ltimo grado; y ninguno m�s que los propios emperadores.
Versículo 27
Recibiendo la justa recompensa por su error - Su idolatr�a siendo castigada con esa lujuria antinatural, que era una deshonra tan horrible para el cuerpo, como lo era su idolatr�a hacia Dios.
Versículo 28
Dios los entreg� a una mente sin discernimiento - Tratado de Romanos 1:32 . Hacer cosas que no convienen - Incluso las abominaciones m�s viles, tratadas de Romanos 1:29 .
Versículo 29
Lleno de toda injusticia - Esto se encuentra en primer lugar; sin misericordia, en el �ltimo. Fornicaci�n: incluye aqu� todas las especies de inmundicia. Maldad: la palabra griega implica propiamente un temperamento que se deleita en herir a otro, incluso sin ninguna ventaja para s� mismo.
Versículo 30
Susurradores: los que difaman en secreto a otros. Murmuradores: los que hablan en contra de los dem�s a sus espaldas. Odiadores de Dios - Es decir, rebeldes contra �l, negadores de su providencia o acusadores de su justicia en sus adversidades; s�, teniendo un coraz�n interior - enemistad a su justicia y santidad. Inventores de cosas malas: nuevos placeres, nuevas formas de ganar, nuevas artes de hacer da�o, particularmente en la guerra.
Versículo 31
Quebrantadores del pacto - Es bien sabido que los romanos, como naci�n, desde el mismo comienzo de su mancomunidad, nunca tuvieron ning�n escr�pulo en desalojar por completo el compromiso m�s solemne, si no les gustaba, aunque lo hicieron por su magistrado supremo, en nombre de todo el pueblo. Solo entregaron al general que lo hab�a logrado, y luego supusieron que estaban en plena libertad. Sin afecto natural - La costumbre de exponer a sus propios hijos reci�n nacidos a morir por el fr�o, el hambre o las bestias salvajes, que tan generalmente prevalec�a en el mundo pagano, particularmente entre los griegos y romanos, fue un ejemplo asombroso de esto; como tambi�n el de matar a sus padres ancianos e indefensos, ahora com�n entre los paganos estadounidenses.
Versículo 32
No solo haga lo mismo, sino que disfrute de aquellos que lo practican: este es el grado m�s alto de maldad. Un hombre puede apresurarse por sus pasiones a hacer lo que odia; pero el que se complace en los que hacen el mal, ama la iniquidad por causa de la iniquidad. Y de este modo los anima a pecar y acumula la culpa de otros sobre su propia cabeza.