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Bible Commentaries
1 Timoteo 3

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

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Versículo 1

1 Es un verdadero dicho que Cris�stomo piensa que esta es la conclusi�n de la doctrina precedente. Pero no apruebo la opini�n; Paul com�nmente usa esta forma de expresi�n como preludio de lo que est� a punto de presentar. Adem�s, en el discurso anterior no hab�a necesidad de una afirmaci�n tan fuerte; pero lo que est� a punto de decir ahora es algo m�s pesado. Que estas palabras, por lo tanto, se reciban como un prefacio destinado a se�alar la importancia del tema; porque Pablo ahora comienza un nuevo discurso sobre la ordenaci�n de pastores y el nombramiento del gobierno de la Iglesia.

Si alguien desea el oficio de obispo (46) Habiendo prohibido que las mujeres ense�en, ahora aprovecha la ocasi�n para hablar del oficio de obispo. Primero, que puede verse m�s claramente que no fue sin raz�n que �l se neg� a permitir que las mujeres emprendieran un trabajo tan arduo; en segundo lugar, que podr�a no pensarse que, al excluir solo a las mujeres, admiti� a todos los hombres indiscriminadamente; y, en tercer lugar, porque era muy apropiado que a Timothy y otros se les recordara qu� vigilancia concienzuda deber�a usarse en la elecci�n de los obispos. Por lo tanto, el contexto, en mi opini�n, es como si Paul hubiera dicho que hasta ahora las mujeres no est�n en condiciones de emprender un cargo tan excelente, que ni siquiera los hombres deber�an ser admitidos en �l sin distinci�n.

�l desea un trabajo excelente. El Ap�stol afirma que este no es un trabajo despreciable, como cualquier hombre podr�a aventurarse a emprender. Cuando dice que es ?????, no tengo dudas de que alude al antiguo proverbio griego, a menudo citado por Plat�n , ??????? ?? ????, que significa que "esas cosas que son excelentes, son tambi�n arduo y dif�cil; y, por lo tanto, une la dificultad con la excelencia, o m�s bien argumenta as�, que no le corresponde a cada persona el desempe�o del cargo de obispo, porque es algo de gran valor.

Creo que el significado de Paul ahora es suficientemente claro; aunque ninguno de los comentaristas, por lo que yo percibo, lo ha entendido. El significado general es que se debe hacer una selecci�n al admitir obispos, porque es una carga laboriosa y dif�cil; y que los que lo apunten deber�an considerar cuidadosamente consigo mismos, si pudieron soportar o no una carga tan pesada. La ignorancia es siempre precipitada; y un conocimiento maduro de las cosas hace que un hombre sea modesto. �C�mo es que aquellos que no tienen ni habilidad ni sabidur�a a menudo aspiran con tanta confianza a tomar las riendas del gobierno, sino porque se apresuran hacia adelante con los ojos cerrados? Sobre este tema, Quintiliano coment� que los ignorantes hablan con valent�a, mientras que los m�s grandes oradores tiemblan.

Con el prop�sito de restringir tal imprudencia al desear el cargo de obispo, Pablo declara, primero, que este no es un rango indolente, sino una obra; y luego, que no es ning�n tipo de trabajo, sino excelente, y por lo tanto dif�cil y lleno de dificultades, como realmente es. No es cuesti�n de luz ser un representante del Hijo de Dios, al desempe�ar un oficio de tal magnitud, cuyo objetivo es erigir y extender el reino de Dios, procurar la salvaci�n de las almas que el mismo Se�or ha comprado con su propia sangre, y para gobernar la Iglesia, que es la herencia de Dios. Pero no es mi intenci�n en este momento hacer un serm�n, y Paul volver� a mirar este tema en el pr�ximo cap�tulo.

Aqu� surge una pregunta: "�Es l�cito, de alguna manera, desear el cargo de obispo?" Por un lado, parece ser muy impropio para cualquiera anticipar, por su deseo, el llamado de Dios, y sin embargo, mientras Pablo censura un deseo imprudente, parece permitir que sea deseado con prudencia y modestia. Respondo, si la ambici�n es condenada en otros asuntos, mucho m�s severamente deber�a ser condenada en "la oficina de un obispo". Pero Pablo habla de un deseo piadoso, por el cual los hombres santos desean emplear ese conocimiento de doctrina que poseen para la edificaci�n de la Iglesia. Porque, si fuera totalmente ilegal desear el puesto de maestro, �por qu� los que pasan toda su juventud leyendo las Sagradas Escrituras se preparan aprendiendo? �Qu� son las escuelas teol�gicas sino las guarder�as de pastores?

En consecuencia, los que han recibido instrucciones no solo pueden dedicarse legalmente a s� mismos y sus labores a Dios mediante una ofrenda voluntaria, sino que incluso deben hacerlo, y eso tambi�n, antes de ser admitidos en el cargo; a condici�n de que, sin embargo, no se empujen hacia adelante y, incluso por su propio deseo, no se conviertan en obispos, sino que solo est�n listos para descargar la oficina, si se requiere su trabajo. Y si resulta que, de acuerdo con el orden legal; no son llamados, h�gales saber que tal fue la voluntad de Dios, y no los acepten porque otros han sido preferidos por ellos. Pero aquellos que, sin ning�n motivo ego�sta, no tengan otro deseo que servir a Dios y a la Iglesia, se ver�n afectados de esta manera; y, al mismo tiempo, tendr�n tanta modestia que no sentir�n envidia, si se prefiere que otros sean m�s dignos.

Si alguien objeta, que el gobierno de la Iglesia es una cuesti�n de tan gran dificultad, que m�s bien deber�a causar terror en las mentes de las personas con buen juicio que excitarlas a desearlo. Respondo que el deseo de los grandes hombres no descansa en la confianza de su propia industria o virtud, sino en la ayuda de

"Dios, de qui�n es nuestra suficiencia"

como dice Paul en otra parte. ( 2 Corintios 3:5.) Al mismo tiempo, es necesario observar qu� es lo que Pablo llama "el oficio de obispo"; y mucho m�s, porque los antiguos fueron alejados, por la costumbre de sus tiempos, del verdadero significado; porque, aunque Pablo incluye generalmente a todos los pastores, entienden que un obispo es uno de los elegidos de cada universidad para presidir a sus hermanos. Recordemos, por lo tanto, que esta palabra es de la misma importancia que si los hubiera llamado ministros, pastores o presb�teros. (47)

Versículo 2

2 Un obispo, por lo tanto, debe ser irreprensible La part�cula confirma la exposici�n que he dado; porque, debido a la dignidad de la oficina, concluye que es necesario que sea un hombre dotado de regalos raros, y no una persona sacada de la multitud. (48) Si la expresi�n utilizada hubiera sido "un buen trabajo", como dice la traducci�n ordinaria, o "un trabajo honorable" (honestam,) como Erasmus lo ha traducido, la inferencia no hubiera sido adecuada.

�l desea que un obispo sea irreprensible, (49) en lugar de lo cual, en la Ep�stola a Tito, �l ha usado ( Tito 1:7) la palabra ??????????, significa con ambas palabras que no debe estar marcado por ninguna infamia que disminuya su autoridad. No habr� nadie entre los hombres que est� libre de todos los vicios; pero una cosa es mancharse con vicios ordinarios, que no perjudican la reputaci�n, porque se encuentran en hombres de la m�s alta excelencia, y otra cosa es tener un nombre vergonzoso o mancharse con cualquier bajeza. Por lo tanto, para que un obispo no est� exento de autoridad, ordena que se haga una selecci�n de alguien que tenga una buena y honorable reputaci�n, y que no sea acusado de ning�n vicio notable. Adem�s, no solo establece una regla para Timothy sobre qu� tipo de persona debe seleccionar, sino que tambi�n recuerda a todos los que aspiran a ese rango, instituir un examen cuidadoso de s� mismo y de su vida.

El esposo de una esposa. Es una fantas�a infantil interpretar esto como "el pastor de una sola iglesia". Se ha recibido otra exposici�n m�s general, que la persona apartada para ese cargo debe ser una que no haya estado casada m�s de una vez, que una esposa est� muerta, por lo que ahora no es un hombre casado. Pero tanto en este pasaje como en Tito 1:6, las palabras del ap�stol son, "Qui�n es" y no "Qui�n ha sido"; y en esta misma Ep�stola, donde trata a las viudas, ( 1 Timoteo 3:10), utiliza expresamente el participio del tiempo pasado. Adem�s, de esta manera se contradecir�a a s� mismo; porque en otro lugar declara que no desea poner una trampa en las conciencias.

La �nica exposici�n verdadera, por lo tanto, es la de Cris�stomo, que en un obispo condena expresamente la poligamia, (50) que en ese momento los jud�os casi consideraban ser legal. Tomaron prestada esta corrupci�n en parte de la imitaci�n pecaminosa de los Padres, (porque los que leyeron que Abraham, Jacob, David y otros de la misma clase, estaban casados ??con m�s esposas que una al mismo tiempo, pensaron que era legal para que ellos tambi�n hagan lo mismo) y en parte de las naciones vecinas; porque los habitantes de Oriente nunca observaron esa conciencia y fidelidad en el matrimonio que era propia. Sea como fuere, la poligamia era extremadamente frecuente entre ellos; (51) y, por lo tanto, con gran propiedad, Pablo ordena que un obispo est� libre de esta mancha.

Y, sin embargo, no desapruebo la opini�n de quienes piensan que el Esp�ritu Santo ten�a la intenci�n de protegerse contra la superstici�n diab�lica que surgi� despu�s; como si �l hubiera dicho: "Hasta ahora, no es correcto y apropiado que el celibato se aplique a los obispos, que el matrimonio es un estado muy importante para todos los creyentes". De esta manera, no lo exigir�a como algo necesario para ellos, sino que solo lo alabar�a por no ser inconsistente con la dignidad de la oficina. Sin embargo, el punto de vista que ya he dado es m�s simple y m�s s�lido, que Pablo proh�be la poligamia en todos los que ocupan el cargo de obispo, porque es una marca de un hombre impuro y de uno que no observa la fidelidad conyugal.

Pero all� podr�a objetarse que lo que es pecaminoso en todos no deber�a haber sido condenado o prohibido solo en los obispos. La respuesta es f�cil. Cuando se proh�be expresamente a los obispos, no se deduce que se permita libremente a otros. M�s all� de toda duda, Pablo conden� universalmente lo que era contrario a una ley de Dios no revocada; porque es una promulgaci�n establecida,

"Ser�n una sola carne". ( G�nesis 2:24.)

Pero podr�a, hasta cierto punto, soportar eso en otros que, en un obispo, habr�an sido excesivamente viles y, por lo tanto, no ser�an soportados.

Tampoco es esta una ley establecida para el futuro, que ning�n obispo, que ya tiene una esposa, se casar� con una segunda o una tercera, mientras la primera esposa a�n viva; pero Pablo excluye del cargo de obispo a cualquiera que sea culpable de tal magnitud. En consecuencia, lo que se hab�a hecho una vez, y no se pudo corregir, aguanta de mala gana, pero solo en la gente com�n. �Cu�l fue el remedio para aquellos que, bajo el juda�smo, hab�an ca�do en la trampa de la poligamia? �Deber�an haberse divorciado de su segunda y tercera esposa? Tal divorcio no habr�a estado libre de hacer el mal. Como, por lo tanto, el hecho estaba hecho, y no pod�a deshacerse, lo dej� intacto, pero con esta excepci�n, que ninguna mancha deber�a manchar a ning�n obispo.

Sobrio, templado, modesto La palabra que hemos traducido sobrio, Erasmus ha traducido ( vigilantem ) vigilante. Como la palabra griega ???????? (52) admite cualquier significado, los lectores pueden hacer su propia elecci�n. He preferido traducir ???????, templado, en lugar de sobrio, porque ????????? tiene un significado m�s extenso que la sobriedad. Modesta significa alguien que se conduce con decencia y propiedad.

Hospitalario (53) La �hospitalidad� aqu� mencionada es hacia extra�os, y esto era muy com�n entre los antiguos; porque habr�a sido vergonzoso para las personas respetables, y especialmente para aquellos que eran conocidos, alojarse en tabernas. En la actualidad, el estado de las cosas es diferente; pero esta virtud es y siempre ser� muy necesaria en un obispo, por muchas razones. Adem�s, durante la cruel persecuci�n de los piadosos, muchas personas deben haber sido obligadas con frecuencia a cambiar su habitaci�n; y por lo tanto era necesario que las casas de los obispos fueran un refugio para los exiliados. En aquellos tiempos, la dura necesidad obligaba a las iglesias a permitirse la ayuda mutua, de modo que se hospedaban entre s�. Ahora, si los obispos no hubieran se�alado el camino a otros en este departamento del deber, la mayor parte, siguiendo su ejemplo, habr�a descuidado el ejercicio de la humanidad, y por lo tanto los pobres fugitivos se habr�an desanimado enormemente. (54)

Capaz de ense�ar En la ep�stola a Tito, se menciona expresamente la doctrina; aqu� solo habla brevemente sobre la habilidad para comunicar la instrucci�n. No es suficiente tener un aprendizaje profundo, si no va acompa�ado de talento para la ense�anza. Hay muchos que, ya sea porque su expresi�n es defectuosa, o porque no tienen buenas habilidades mentales, o porque no emplean ese lenguaje familiar que est� adaptado a la gente com�n, mantienen en sus propias mentes el conocimiento que poseen. Tales personas, como dice la frase, deber�an cantar a s� mismas ya las musas. (55) Los que tienen el cargo de gobernar a la gente, deben estar calificados para la ense�anza. Y aqu� no exige volubilidad de la lengua, porque vemos a muchas personas cuya conversaci�n fluida no es apta para la edificaci�n; pero m�s bien elogia la sabidur�a al aplicar la palabra de Dios juiciosamente en beneficio de la gente.

Vale la pena considerar c�mo los papistas sostienen que los mandatos que da el ap�stol no les pertenecen en absoluto. No entrar� en una explicaci�n minuciosa de todos los detalles; pero en este punto, �qu� tipo de diligencia observan? Y, de hecho, ese regalo ser�a superfluo; porque se desterran de s� mismos el ministerio de ense�anza tan bajo y humillante, aunque esto pertenec�a especialmente a un obispo. Pero todos saben cu�n lejos est� de observar la regla de Pablo, asumir el t�tulo de obispo y presumir orgullosamente de representar un personaje sin hablar, siempre que aparezcan con un vestido teatral. Como si una mitra con cuernos, un anillo rico en joyas, o una cruz de plata, y otras bagatelas, acompa�adas de una exhibici�n ociosa, constituye el gobierno espiritual de una iglesia, que no puede separarse m�s de la doctrina de lo que cualquiera de nosotros puede ser separado de su propia alma.

Versículo 3

3 No adicto al vino. Por la palabra ????????, (56) que se usa aqu�, los griegos denotan no solo la embriaguez, sino cualquier intemperancia en el vino que consume. Y, de hecho, beber vino en exceso no solo es muy impropio en un pastor, sino que com�nmente trae consigo muchas cosas a�n peores; tales como disputas, actitudes tontas, conductas imprudentes y otras cosas que no es necesario describir. Pero el contraste que se agrega poco despu�s muestra que Pablo va m�s all� de esto.

No es un delantero, no est� malvadamente deseoso de ganancia (57) Como contrasta con "un delantero" que no es pendenciero, y con el que es codicioso de deshonesto gana (???????????) uno que no es codicioso, por lo que con ?? ???????, el que es adicto al vino, contrasta a uno que es gentil o amable. La verdadera interpretaci�n es la que da Cris�stomo, que los hombres de disposici�n borracha y feroz deben ser excluidos del cargo de obispo. En cuanto a la opini�n dada por Cris�stomo, que "un delantero" significa alguien que hiere con la lengua, (es decir, que es culpable de calumnias o de reproches indignantes), no lo admito. Tampoco me conmueve su argumento de que no ser� un gran problema si el obispo no golpea con la mano; porque creo que aqu� reprende en general esa ferocidad que a menudo se encuentra en la profesi�n militar, y que es totalmente impropia en los siervos de Cristo. Es bien sabido a qu� rid�culo se exponen, que est�n m�s dispuestos a dar un golpe con el pu�o y, podr�amos decir, a desenvainar la espada, que a resolver las disputas de los dem�s por su propio comportamiento tranquilo. Strikers es, por lo tanto, el t�rmino que �l aplica a aquellos que manejan muchas amenazas y tienen un temperamento guerrero.

Todas las personas codiciosas est�n malvadamente deseosas de obtener ganancias; porque, donde sea que haya codicia, tambi�n habr� esa bajeza de la que habla el ap�stol. "El que desea hacerse rico tambi�n desea hacerse rico pronto". (58) La consecuencia es que todas las personas codiciosas, aunque esto no se manifieste abiertamente, aplican sus mentes a ganancias deshonestas e ilegales. En consecuencia, contrasta con este vicio el desprecio del dinero; ya que no hay otro remedio por el cual pueda corregirse. El que no soportar� paciente y moderadamente la pobreza nunca escapar� de la enfermedad de la codicia s�rdida y mala.

Suave y no pendenciero �l contrasta con "el delantero", el hombre que "no es pendenciero". Leve, que, como hemos dicho, contrasta con ser "adicto al vino", es el t�rmino que se aplica a aquel que sabe soportar lesiones con una disposici�n gentil y moderada, que perdona mucho, que pasa por insultos, que tampoco se hace ser temido por la severidad severa, ni exige con rigor completo. No pendenciero, alguien que evita disputas y disputas; porque, como �l escribe en otra parte,

"el siervo del Se�or no debe ser pendenciero". ( 2 Timoteo 2:24.)

Versículo 4

4 Qui�n gobierna bien su propia casa Por lo tanto, es evidente que Pablo no exige que un obispo no est� familiarizado con la vida humana, (59) pero que �l ser� un buen y digno de alabanza de un hogar; porque, cualquiera que sea la admiraci�n que com�nmente se disfruta por el celibato y una vida filos�fica completamente alejada de la costumbre ordinaria, los hombres sabios y reflexivos est�n convencidos por la experiencia de que no ignoran la vida ordinaria, sino que se practican en los deberes de la relaci�n humana. , est�n mejor entrenados y adaptados para gobernar la Iglesia. Y, por lo tanto, debemos observar la raz�n que se agrega ( 1 Timoteo 3:5) de que el que no sabe gobernar a su familia, no estar� calificado para gobernar la Iglesia. Ahora, este es el caso con muchas personas, y de hecho con casi todos los que han sido sacados de una vida ociosa y solitaria, (60) como fuera de guaridas y cavernas; porque son una especie de salvajes e indigentes de la humanidad.

Con qui�n tiene a sus hijos en sujeci�n, con toda reverencia. El ap�stol no recomienda a un hombre inteligente y profundamente capacitado en asuntos dom�sticos, sino a uno que haya aprendido a gobernar a una familia con disciplina sana. Habla principalmente de ni�os, de quienes se espera que posean la disposici�n natural de su padre; y, por lo tanto, ser� una gran desgracia para un obispo, si tiene hijos que llevan una vida malvada y escandalosa. En cuanto a las esposas, hablar� de ellas despu�s; pero en la actualidad, como he dicho, echa un vistazo a la parte m�s importante de una casa.

En la Ep�stola a Tito, ( Tito 1:6), muestra lo que aqu� se entiende por la palabra reverencia; porque, despu�s de haber dicho que los hijos de un obispo no deben ser rebeldes y desobedientes, tambi�n agrega:

"Ni responsable del reproche de despilfarro o de intemperancia".

Por lo tanto, quiere decir, en una palabra, que su moralidad estar� regulada por toda castidad, modestia y gravedad.

Versículo 5

5 Y si alguien no sabe c�mo gobernar su propia casa (61) Este argumento , dibujado de lo menor a lo mayor, es en s� mismo manifiesto, que el que no es apto para gobernar una familia ser� completamente incapaz de gobernar a un pueblo. Adem�s de eso, es evidente que carece de las virtudes necesarias para ese prop�sito, �qu� autoridad tendr� sobre la gente, ya que su propia casa lo hace despreciable?

Versículo 6

6 No es un novato Habiendo muchos hombres de distinguida habilidad y aprendizaje que en ese momento fueron llevados a la fe, Paul proh�be que tales personas sean admitidas en la oficina de un obispo, apenas han hecho profesi�n de cristianismo. Y �l muestra cu�n grande ser�a el peligro; porque es evidente que com�nmente son vanidosos y llenos de ostentaci�n, y, como consecuencia de esto, la arrogancia y la ambici�n los conducir�n de cabeza. Lo que Pablo dice que experimentamos; porque los "novatos" no solo tienen un fervor impetuoso y una osad�a audaz, sino que tambi�n se inflan con tonta confianza, como si pudieran volar m�s all� de las nubes. Consecuentemente, no es sin raz�n que est�n excluidos del honor de un obispado, hasta que, en el transcurso del tiempo, su temperamento orgulloso sea sometido.

Para que no caiga en la condena del diablo. El juicio o la condena del diablo pueden interpretarse de tres maneras; para algunos, tomar ???????? (del diablo) para referirse a Satan�s; y otros, para decir calumniadores. Doy preferencia a la vista anterior; porque rara vez sucede que "juicio" significa calumnia. Pero de nuevo, "el juicio de Satan�s" puede tomarse de manera activa o pasiva. Este �ltimo sentido es adoptado por Cris�stomo, con quien estoy de acuerdo voluntariamente. Hay un elegante contraste que aumenta la enormidad del caso: "Si el que se coloca sobre la Iglesia de Dios cae, por su orgullo, en la misma condena con el diablo." Sin embargo, no rechazo el significado activo, es decir, que �l le dar� al diablo la ocasi�n de acusarlo. Pero la opini�n de Cris�stomo es m�s correcta. (62)

Versículo 7

7 Un buen informe de quienes no lo tienen. Esto parece ser muy dif�cil, que un hombre religioso deber�a tener, como testigos de su integridad, infieles, que est�n furiosamente locos por decir mentiras contra nosotros. Pero el ap�stol quiere decir que, en lo que se refiere al comportamiento externo, incluso los mismos no creyentes estar�n obligados a reconocer que es un buen hombre; porque, aunque calumnian infundadamente a todos los hijos de Dios, no pueden pronunciarlo como un hombre malvado, que lleva una vida buena e inofensiva entre ellos. Tal es ese reconocimiento de rectitud que Pablo describe aqu�. Se agrega la raz�n, -

Para que no caiga en el reproche y la trampa del diablo; lo cual explico de esta manera: "no sea que, siendo objeto de reproche, comience a endurecerse y se abandone m�s libremente a toda iniquidad, que es enredarse en las trampas del diablo". �Para qu� esperanza queda para el que peca sin ninguna verg�enza?

Versículo 8

8 Del mismo modo, los di�conos No hay ninguna raz�n por la cual la diversidad de interpretaciones nos lleve a tener dudas. Es cierto que el tiempo Ap�stol habla de aquellos que tienen un cargo p�blico en la Iglesia; y esto refuta la opini�n de aquellos que piensan que los empleados dom�sticos est�n aqu�. En cuanto a la opini�n dada por otros, que denota presb�teros que son inferiores al obispo, es decir, sin fundamento; porque de otros pasajes se manifiesta que el t�rmino obispo pertenece a todos los presb�teros. (63) Todos est�n obligados a reconocer esto; y m�s especialmente un pasaje en el primer cap�tulo de la Ep�stola a Tito prueba claramente que este es el significado. ( Tito 1:7.) Queda por afirmar que entendemos que "los di�conos" son los mencionados por Luke, ( Hechos 6:3) y que estaban a cargo del pobre. Pero aquellos que desean tener una cuenta m�s completa de los deberes de los di�conos pueden consultar a los Institutos. (64)

Grave, no bilingue Las cuatro primeras virtudes, con las cuales �l desea que sean dotadas, son en s� mismas suficientemente conocidas. Sin embargo, debe observarse cuidadosamente que �l aconseja que no sean biling�es; porque es un vicio que es dif�cil de evitar en el desempe�o de ese cargo y, sin embargo, debe, m�s que nada, mantenerse alejado de �l.

Versículo 9

9 Sosteniendo el misterio de la fe Como si hubiera dicho: "Sosteniendo la doctrina pura de la religi�n, y eso desde el coraz�n, con un sincero temor de Dios"; o "Estar bien instruido en la fe, para no ignorar nada de lo que los cristianos deben saber". Da a la suma de la doctrina cristiana la denominaci�n honorable de un misterio; como de hecho Dios, a trav�s del evangelio, revela a los hombres en la tierra una sabidur�a que los �ngeles en el cielo contemplan con admiraci�n, y, por lo tanto, no debemos preguntarnos si excede la capacidad humana.

Recordemos, por lo tanto, que debe ser acogido con la m�s profunda reverencia; y como nunca podr�amos, por nuestra propia fuerza, ascender a tal altura, roguemos humildemente a Dios para que nos lo imparta por el Esp�ritu de revelaci�n. Por otro lado, cuando vemos a hombres malvados ridiculizar esas doctrinas o no disfrutar de ellas, reconozcamos que es debido a la gracia de Dios que esas cosas que se han ocultado a los dem�s est�n en nuestros corazones, y antes de nuestro ojos, como dice Mois�s, ( Deuteronomio 30:11.)

Por lo tanto, desea que los di�conos est�n bien instruidos en "el misterio de la fe"; porque, aunque no tienen el oficio de ense�ar, sin embargo, ser�a extremadamente absurdo tener un cargo p�blico en la Iglesia, mientras estaban mal informados en la fe cristiana, m�s especialmente ya que con frecuencia deben ser sometidos a la necesidad de administrar consejo y consuelo, si no eligen descuidar sus deberes. Se agrega, en una conciencia pura, que se extiende a toda la vida, pero principalmente para que sepan obedecer a Dios.

Versículo 10

10 Y que se prueben por primera vez �l desea que los elegidos no sean desconocidos, sino que se determine su integridad, como la de los obispos. Y, por lo tanto, es evidente que se les llama irreprensibles a quienes no se les mancha ning�n vicio marcado. Adem�s, esta prueba no es por una sola hora, sino que consiste en una larga experiencia. En una palabra, cuando los di�conos deben ser ordenados, la elecci�n no debe ser aleatoria, y sin selecci�n, en cualquiera que se presente, pero esos hombres deben ser elegidos y aprobados por su vida pasada de tal manera que, despu�s de lo que se puede llamar investigaci�n completa, se determina que est�n bien calificados.

Versículo 11

11. Del mismo modo, las esposas se refiere a las esposas tanto de los di�conos como de los obispos, ya que deben ser ayudantes para sus esposos en su oficina; que no puede ser, a menos que su comportamiento sea superior al de los dem�s.

Versículo 12

Que sean los di�conos Dado que mencion� esposas, establece el mismo mandato sobre los di�conos que antes sobre los obispos; a saber, que cada uno de ellos, satisfecho con tener una sola esposa, dar� el ejemplo de un padre casto y honorable de una familia, y mantendr� a sus hijos y a toda su casa bajo una disciplina sagrada. Y esto refuta el error de aquellos que entienden que este pasaje se refiere a los empleados dom�sticos. (65)

Versículo 13

13 . Para aquellos que han servido bien debido a una pr�ctica que entr� en uso uno o dos siglos despu�s de la muerte de los ap�stoles, de elegir presb�teros del orden de los di�conos, este pasaje se ha interpretado com�nmente como una descripci�n de la elevaci�n a un rango superior, como si El Ap�stol llam� al honor de ser presb�teros a aquellos que hab�an cumplido fielmente el cargo de di�cono. Por mi parte, aunque no niego que el orden de los di�conos a veces podr�a ser la guarder�a de la que se tomaron los presb�teros, sin embargo, considero que las palabras de Pablo significan, m�s simplemente, que los que han cumplido este ministerio de manera adecuada son digno de no poco honor; porque no es un empleo malo, sino una oficina altamente honorable. Ahora, con esta expresi�n, �l insin�a cu�nto le beneficia a la Iglesia que este cargo sea desempe�ado por hombres selectos; porque la descarga sagrada de ella provoca estima y reverencia.

�Qu� absurdo es para los papistas sostener que, al hacer di�conos, hacen lo que Paul les ordena! Primero, �por qu� hacen di�conos sino para llevar la copa en procesi�n y alimentar los ojos de los ignorantes con no s� qu� rid�culas exhibiciones? Adem�s, ni siquiera observan esto; porque no se ha hecho ni un solo di�cono durante los �ltimos quinientos a�os, excepto que, despu�s de dar este paso, puede ascender inmediatamente al sacerdocio. �Qu� descaro es alardear de elevar a un rango m�s alto a aquellos que han ministrado bien, cuando no confieren su sacerdocio a nadie m�s que a aquellos que nunca han tocado una sola parte del antiguo cargo!

Y mucha libertad en la fe. Con buena raz�n agrega esto; porque no hay nada que tienda tanto a producir libertad como una buena conciencia y una vida libre de cr�menes y reproches; como, por el contrario, la timidez debe ser la suerte de aquellos que tienen una mala conciencia. Y si a veces se jactan valientemente de la libertad, sin embargo, no es uniforme y constante, ni tiene ning�n peso. Por esta raz�n, describe tambi�n el tipo de libertad. "En la fe", dice �l, que est� en Cristo; es decir, para que puedan servir: Cristo con mayor audacia; como, por otro lado, se puede decir que aquellos que han actuado bastamente en el desempe�o de su cargo tienen la boca cerrada y las manos atadas, y no son aptos para hacer el bien; porque no hay confianza, no se les da autoridad.

Versículo 14

14 Estas cosas que te escribo le ofrece a Timothy la esperanza de su venida, en parte para alentarlo y en parte para reprimir la insolencia de los que se volvieron m�s altivos por su ausencia. Y, sin embargo, no hace ninguna promesa fingida a Timothy, ni aterroriza a otros con una presencia falsa; porque esperaba que vendr�a, ya que es probable que haya venido, si escribi� esta ep�stola en el momento en que pas� por Frigia, como lo relata Lucas. ( Hechos 18:23.) Miremos esto como una prueba de cu�n grande fue su ansiedad por las iglesias, cuando no pudo soportar retrasar por un corto tiempo un remedio para un mal presente. Sin embargo, inmediatamente despu�s, agrega, que escribi� esta ep�stola con el prop�sito de informar a Timothy, si ocurriera que se retras� m�s de lo que pensaba.

Versículo 15

15 C�mo debes comportarte: con este modo de expresi�n, elogia el peso y la dignidad del cargo; porque los pastores (66) pueden considerarse mayordomos, a quienes Dios ha encomendado el cargo de gobernar su casa. Si alguna persona tiene la supervisi�n de una casa grande, trabaja d�a y noche con sincera solicitud, para que nada salga mal por su negligencia, ignorancia o descuido. Si solo se hace para los hombres, �cu�nto m�s se debe hacer para Dios?

En la casa de Dios Hay buenas razones por las cuales Dios otorga este nombre a su Iglesia; porque no solo nos ha recibido para que seamos sus hijos por gracia de adopci�n, sino que tambi�n habita en medio de nosotros.

El pilar y el fundamento de la verdad No se deriva ninguna mejora ordinaria de esta denominaci�n. �Podr�a haber sido descrito en un lenguaje m�s elevado? �Hay algo m�s venerable, o m�s santo, que esa verdad eterna que abraza tanto la gloria de Dios como la salvaci�n de los hombres? �Fueron todas las alabanzas de la filosof�a pagana, con la que ha sido adornada por sus seguidores, reunidas en un solo mont�n, lo que es esto en comparaci�n con la dignidad de esta sabidur�a, que solo merece ser llamada luz y verdad, y la instrucci�n de la vida? , y el camino, y el reino de Dios? Ahora se conserva en la tierra solo por el ministerio de la Iglesia. �Qu� peso, por lo tanto, recae sobre los pastores, a quienes se les ha confiado el cargo de un tesoro tan inestimable! �Con qu� tonter�a descarada argumentan los papistas a partir de las palabras de Pablo que todos sus absurdos deben considerarse como or�culos de Dios, porque son "el pilar de la verdad" y, por lo tanto, no pueden equivocarse!

Primero, deber�amos ver por qu� Pablo adorna a la Iglesia con un t�tulo tan magn�fico. Al ofrecer a los pastores la grandeza de la oficina, sin duda ten�a la intenci�n de recordarles con qu� fidelidad, industria y reverencia deb�an cumplirla. �Cu�n terrible es la venganza que les espera, si, por su culpa, esa verdad que es la imagen de la gloria Divina, la luz del mundo y la salvaci�n de los hombres, se les permitir� caer! Esta consideraci�n indudablemente deber�a llevar a los pastores a temblar continuamente, no para privarlos de toda energ�a, sino para excitarlos a una mayor vigilancia.

Por lo tanto, podemos concluir f�cilmente en qu� sentido Pablo usa estas palabras. La raz�n por la cual la Iglesia es llamada el "pilar de la verdad" es que ella la defiende y difunde por medio de su agencia. Dios mismo no baja del cielo a nosotros, ni env�a �ngeles diariamente para dar a conocer su verdad; pero �l emplea pastores, a quienes ha designado para ese prop�sito. Para expresarlo de una manera m�s hogare�a, �no es la Iglesia la madre de todos los creyentes? �No los regenera por la palabra de Dios, los educa y los nutre durante toda su vida, los fortalece y los lleva a la perfecci�n absoluta? Por la misma raz�n, tambi�n, ella es llamada "el pilar de la verdad"; porque el oficio de administrar la doctrina, que Dios ha puesto en sus manos, es el �nico instrumento para preservar la verdad, para que no perezca del recuerdo de los hombres.

En consecuencia, esta recomendaci�n se relaciona con el ministerio de la palabra; porque si eso se elimina, la verdad de Dios caer� al suelo. No es que sea menos fuerte, si no es apoyado por los hombros de los hombres, como los mismos papistas hablan ociosamente; porque es una blasfemia impactante decir que la palabra de Dios es incierta, hasta que obtenga de los hombres lo que se puede llamar una certeza prestada. Pablo simplemente quiere decir lo que dice en otra parte en otras palabras, ya que nuestra "fe es por el o�do", no habr� fe, a menos que haya predicaci�n. ( Romanos 10:17.) Por consiguiente, en referencia a los hombres, la Iglesia mantiene la verdad, porque al predicar la Iglesia la proclama, porque la mantiene pura y completa, porque la transmite a la posteridad. Y si no se proclama la instrucci�n del evangelio, si no hay ministros piadosos que, mediante su predicaci�n, rescaten la verdad de la oscuridad y el olvido, instant�neamente reinar�n falsedades, errores, imposturas, supersticiones y todo tipo de corrupci�n. En resumen, el silencio en la Iglesia es el destierro y la destrucci�n de la verdad. �Hay algo forzado en esta exposici�n?

Habiendo comprobado el significado de Paul, volvamos a los papistas. Primero, al aplicar este elogio a s� mismos, act�an malvadamente; porque se cubren con plumas prestadas. Porque, reconociendo que la Iglesia se elev� por encima del tercer cielo, mantengo que no tiene nada que ver con ellos de ninguna manera. No, incluso pongo todo el pasaje contra ellos; porque, si la Iglesia "es el pilar de la verdad", se deduce que la Iglesia no est� con ellos, cuando la verdad no solo yace enterrada, sino que es impactantemente desgarrada, derribada y pisoteada. �Es esto un acertijo o una objeci�n? Pablo no desea que ninguna sociedad, en la cual la verdad de Dios no tenga un lugar elevado y visible, sea reconocida como una Iglesia; ahora no hay nada de todo esto en Popery, sino solo ruina y desolaci�n; y, por lo tanto, la verdadera marca de una Iglesia no se encuentra en ella. Pero el error surge de esto, que ellos no consideran, lo que era de mayor importancia, que la verdad de Dios es mantenida por la pura predicaci�n del evangelio; y que su apoyo no depende de las facultades o entendimientos de los hombres, sino que descansa en lo que es mucho m�s alto, es decir, si no se aparta de la simple palabra de Dios.

Versículo 16

16 Grande es el misterio de la piedad Nuevamente, aqu� hay otra mejora. Para que la verdad de Dios no sea, a trav�s de la ingratitud de los hombres, menos estimada de lo que deber�a, �l ensalza su valor al afirmar que

"Grande es el secreto de la piedad";

es decir, porque no trata de temas malos, sino de la revelaci�n del Hijo de Dios,

"En quien est�n escondidos todos los tesoros de la sabidur�a". ( Colosenses 2:3.)

Por la grandeza e importancia de tales asuntos, los pastores deben juzgar su oficio, para que puedan dedicarse a cumplirlo con mayor conciencia y m�s profunda reverencia.

Dios manifestado en la carne El traductor de la Vulgata, al omitir el nombre de Dios, se refiere a lo que sigue como "el misterio", pero de manera totalmente destreza e inapropiada, como se ver� claramente en una lectura clara, aunque tiene a Erasmus de su lado, quien, sin embargo, destruye la autoridad de sus propios puntos de vista, por lo que no es necesario que lo refute. Indudablemente, todas las copias griegas concuerdan en esta interpretaci�n: "Dios manifestado en la carne". Pero admitiendo que Pablo no expres� el nombre de Dios, a�n cualquiera que examine cuidadosamente todo el asunto, reconocer� que el nombre de Cristo debe ser provisto. Por mi parte, no dudo en seguir la lectura que se adopt� en las copias griegas. Al llamar a la manifestaci�n de Cristo, como la describe despu�s, un "gran misterio", la raz�n es obvia; porque esto es "la altura, la profundidad y la amplitud de la sabidur�a", que �l ha mencionado en otra parte ( Efesios 3:18) por el cual todos nuestros sentidos deben ser abrumados inevitablemente.

Examinemos ahora las diversas cl�usulas en su orden. No podr�a haber hablado m�s apropiadamente sobre la persona de Cristo que en estas palabras, "Dios manifestado en la carne". Primero, tenemos aqu� un testimonio expreso de ambas naturalezas; porque al mismo tiempo declara que Cristo es Dios verdadero y hombre verdadero. En segundo lugar, se�ala la distinci�n entre las dos naturalezas, cuando, por un lado, lo llama Dios y, por el otro, expresa su "manifestaci�n en la carne". En tercer lugar, afirma la unidad de la persona, cuando declara, que es uno y el mismo qui�n fue Dios y qui�n se ha manifestado en la carne.

Por lo tanto, mediante este �nico pasaje, la fe verdadera y ortodoxa se defiende poderosamente contra Arrio, Marci�n, Nestorio y Eutiques. Tambi�n hay un gran �nfasis en el contraste de las dos palabras, Dios en carne. �Cu�n amplia es la diferencia entre Dios y el hombre! Y, sin embargo, en Cristo contemplamos la gloria infinita de Dios unida a nuestra carne contaminada de tal manera que se vuelven uno. (67)

Justificado en el Esp�ritu Como el Hijo de Dios "se vaci�" ( Filipenses 2: 7 ,) tomando sobre �l nuestra carne, as� que se mostr� en �l un poder espiritual que testificaba que �l es Dios. Este pasaje ha recibido varias interpretaciones; pero, por mi parte, satisfecho por haber explicado el verdadero significado del Ap�stol, hasta donde yo entiendo, no agregar� nada m�s. Primero, la justificaci�n aqu� denota un reconocimiento del poder divino; como en Salmo 19:9, donde se dice, que

"Los juicios de Dios est�n justificados"

es decir, son maravillosamente y absolutamente perfectos; (68) y en Salmo 51:4, que "Dios est� justificado", lo que significa que el elogio de su justicia se muestra ilustremente. As� tambi�n, ( Mateo 11:19, y Lucas 7:35), cuando Cristo dice que

"La sabidur�a ha sido justificada por sus hijos"

quiere decir que le han honrado; y cuando Lucas ( Lucas 7:29) relata que los publicanos "justificaron a Dios", quiere decir que reconocieron, con la debida reverencia y gratitud, la gracia de Dios que vieron en Cristo. Lo que leemos aqu�, por lo tanto, tiene el mismo significado que si Pablo hubiera dicho que el que parec�a vestido con carne humana fue, al mismo tiempo, declarado Hijo de Dios, de modo que la debilidad de la carne no disminuy�. de su gloria

Bajo la palabra Esp�ritu, �l incluye todo en Cristo que era divino y superior al hombre; y lo hace por dos razones: Primero, porque hab�a sido humillado en "la carne", el Ap�stol ahora, al exhibir la ilustraci�n de su gloria, contrasta "el Esp�ritu" con "la carne". En segundo lugar, esa gloria, digna del Unig�nito Hijo de Dios, que Juan afirma haber sido visto en Cristo, ( Juan 1:14) no consisti� en una exhibici�n externa, o en un esplendor terrenal, sino que fue Casi totalmente espiritual. �l usa la misma forma de expresi�n ( Romanos 1:3,)

"El cual fue hecho de la simiente de David seg�n la carne, y declarado por el poder del Esp�ritu como el Hijo de Dios".

pero con esta diferencia, que en ese pasaje menciona un tipo de manifestaci�n, a saber, la resurrecci�n.

Visto por los �ngeles, predicado a los gentiles Todas estas declaraciones son maravillosas y asombrosas; que Dios se dign� otorgar a los gentiles, que hasta ahora hab�an vagado en la ceguera de sus mentes, una revelaci�n de su Hijo, que hasta los �ngeles del cielo desconoc�an. Cuando el Ap�stol dice que fue "visto por los �ngeles", quiere decir que la vista atrajo la atenci�n de los �ngeles, tanto por su novedad como por su excelencia. Cu�n poco com�n y extraordinario fue el llamamiento de los gentiles, hemos declarado en la exposici�n del segundo cap�tulo de la Ep�stola a los efesios. (69) Tampoco es maravilloso que fuera un nuevo espect�culo para los �ngeles, quienes, aunque sab�an acerca de la redenci�n de la humanidad, no entendieron al principio medios por los cuales debe lograrse, y de quien debe haber sido ocultado, para que esta notable muestra de la bondad de Dios pueda ser vista por ellos con mayor admiraci�n.

Obtenida la creencia en el mundo Fue sobre todo sorprendente que Dios hiciera que los gentiles, que eran paganos, y los �ngeles, que pose�an la posesi�n ininterrumpida de su reino, fueran igualmente participantes de la misma revelaci�n. Pero esta gran eficacia del evangelio predicado no fue un milagro ordinario, cuando Cristo, superando todos los obst�culos, someti� a la obediencia de la fe a aquellos que parec�an incapaces de ser domados. Ciertamente, nada parec�a ser menos probable, por lo que todas las entradas estaban cerradas y cerradas por completo. Sin embargo, la fe venci�, pero por un incre�ble tipo de victoria.

Por �ltimo, dice que fue recibido en la gloria; es decir, de esta vida mortal y miserable. En consecuencia, como en el mundo, en lo que respecta a la obediencia a la fe, tambi�n en la persona de Cristo, el cambio fue maravilloso, cuando, por la condici�n media de un siervo, fue exaltado a la diestra del Padre. , para que cada rodilla se doblegue ante �l.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre 1 Timothy 3". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/1-timothy-3.html. 1840-57.
 
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