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Bible Commentaries
Ezequiel 5

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

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Versículo 1

Por otra visi�n, Dios confirma lo que hab�a ense�ado recientemente sobre el asedio de Jerusal�n. Porque le ordena al Profeta que se afeite los pelos de la cabeza y la barba, luego los distribuya en tres partes y los pese en una balanza. Menciona un equilibrio justo, que se puede preservar la equidad y que una porci�n no puede superar a otra. No hay duda de que por los pelos entiende a los habitantes de Jerusal�n, como por la cabeza entiende el asiento mismo de su morada. Entonces la aplicaci�n seguir�; pero esto pasar� hoy porque no puedo seguir adelante. Es suficiente sostener brevemente, que los hombres aqu� son designados por pelos, porque el cabello apenas se puede contar, de hecho, el de la barba es incontable; tal era la multitud en Jerusal�n, porque sabemos que la ciudad era muy poblada. Sabemos, una vez m�s, que fue motivo de orgullo de esto; Cuando vieron que eran fuertes en la multitud de su gente, se consideraron iguales, si no superiores, a todos los enemigos, y de ah� su insensata confianza, que los destruy�. Entonces Dios le orden� al Profeta que se afeitara todos los pelos de su cabeza y barba. Por lo tanto, ense�� que ni un solo hombre deber�a escapar de la matanza, porque �l dice, haga pasar la espada, o p�sela, sobre su cabeza, luego sobre su barbilla, para que no quede nada. Vemos, entonces, cu�n lejos debe llegar el paso de la maquinilla de afeitar, hasta que no quede cabello entero ni en la cabeza ni en la barba. De donde se sigue, que Dios se vengar� de toda la naci�n, para que ninguno de ellos sobreviva. En cuanto a su orden de pesar tres partes, y mantener una proporci�n entre ellas, de esta manera �l representa lo que hemos visto a menudo en Jerem�as, (Jeremias 15:2) - Cualquiera que haya escapado de la espada deber� perecer� por el hambre, y cualquiera que escape del hambre perecer� por alg�n otro medio. Pero aqu� Dios explica extensamente la manera en que estaba a punto de destruir a todos los jud�os, aunque fueron distribuidos en varios rangos. Porque su condici�n podr�a parecer diferente cuando algunos hab�an huido y otros se hab�an llevado a Egipto. Pero en esta variedad, Dios muestra que no resta nada de su poder o intenci�n de destruirlos a un hombre.

Pasemos a las palabras haciendo pasar una navaja sobre tu cabeza y sobre tu barba; y luego tomar escalas ??????, maznim, se llama correctamente un saldo a causa de sus dos orejas. Tome, por lo tanto, una balanza o balanza para pesar y divida el cabello. Lo que significa esta divisi�n ya lo he explicado, porque todos los jud�os no fueron consumidos por el mismo castigo, y por lo tanto, aquellos que hab�an escapado de un tipo de destrucci�n se jactaban de estar a salvo. Por eso se enfurecieron contra Dios. Pero esta tonta confianza se le quita, cuando se le ordena al Profeta que divida el cabello extra�do de su cabeza y barba. Div�dalos, dice; luego agrega, una tercera parte. En cuanto a que Dios distribuye a las personas en tres partes, no se hace sin la mejor raz�n; una parte fue consumida por el hambre y la angustia antes de que la ciudad fuera tomada. Pero debido a que Dios marca todas las miserias con fuego, por lo tanto, ordena que una tercera parte sea arrojada al fuego y consumida all�. Ahora, como quedaban dos partes, cada una se prometi� vida; porque el que escapa de la muerte presente se cree libre de todo peligro y, por lo tanto, aumenta la confianza; porque con demasiada frecuencia nos consideramos seguros cuando hemos superado un tipo de muerte. Por esta raz�n, por lo tanto, se agrega, despu�s de haber quemado una tercera parte en el fuego, dice, toma una tercera parte y golp�ala con la espada Adem�s, ordena que se queme una tercera parte en medio de la ciudad . Ezequiel estaba entonces en Caldea, y no cerca de la ciudad; pero dijimos que todo esto ocurri� por una visi�n prof�tica. Lo que se dice aqu� responde a la ira de Dios, porque antes del asedio de la ciudad, una tercera parte era consumida por la peste, el hambre, la angustia y otros males y matanzas; y todas estas miserias se denotan aqu� por fuego. Porque despu�s de que la ciudad hab�a sido tomada, Dios ordena que una tercera parte sea golpeada con la espada. Sabemos que esto se cumpli� cuando el rey con toda su compa��a fue capturado, ya que estaba volando sobre la llanura de Jeric�, (2 Reyes 25) cuando se reuni� con el ej�rcito hostil; porque mataron a muchos all�, el propio rey fue llevado, sus hijos fueron asesinados a la vista, mientras le sacaban los ojos y lo arrastraron a Babilonia atado con cadenas. Por lo tanto, esta es la tercera parte, que le orden� al Profeta que golpeara con la espada, porque esa matanza representaba la matanza de la ciudad.

Ahora se agrega, que deber�a tomar una tercera parte y lanzarla al viento: luego sigue la amenaza, desenvainar� mi espada despu�s de ellos Aqu� tambi�n se habla de los fugitivos que se hab�an ido a varios pa�ses, a partir de la pobres, que se dispersaron despu�s de la matanza de la ciudad, prolongaron su vida pero poco tiempo. Porque sabemos que algunos yac�an escondidos en la tierra de Moab, otros en el de Amm�n, m�s en Egipto, y que otros huyeron a varios escondites. Esta dispersi�n fue como si alguien pudiera arrojar los pelos despojados al viento. Pero Dios declara que su huida y dispersi�n no los beneficiar�a, porque �l desenvainar� su espada contra ellos y los seguir� hasta el final. Vemos, por lo tanto, aunque a primera vista los ciudadanos de Jerusal�n difieren, como si estuvieran divididos en tres clases, pero la ira de Dios se cierne sobre todos y destruye a toda la multitud.

Versículo 3

Ahora se agrega: entonces tomar�s un n�mero peque�o y los atar�s (es decir, ese n�mero, pero el n�mero cambia), a saber, aquellos pelos cuyo n�mero es peque�o en las faldas de tu ropa. quita la confianza que podr�a surgir de un escape temporal, o de lo contrario significa que muy pocos deber�an estar a salvo en medio de la destrucci�n de todo el pueblo, que sucedi� maravillosamente. Si eso se recibe, se agrega la correcci�n, que Dios dar�a alguna esperanza de favor porque la gente estaba consumida, sin embargo, para que el pacto de Dios pudiera permanecer. Por lo tanto, era necesario preservar algunas reliquias, y se hab�an reducido como Sodoma, a menos que Dios se hubiera guardado una peque�a semilla. ( Isa�as 1:9; Romanos 9:29.) Por lo tanto, en este sentido, se le ordena al Profeta atar y esconder en las faldas de su prenda, una parte del cabello. Adem�s, esa parte se entiende solo en el tercer orden, porque aquellos que hab�an escapado pensaban que hab�an obtenido seguridad por vuelo, especialmente cuando se reunieron en tropas. Despu�s de eso, tomar�s de ellos, lo arrojar�s en medio del fuego y lo quemar�s en el fuego. De estos pocos cabellos, Dios quiere que otra parte se queme y se consuma; con qu� palabras significa, incluso cuando solo queda una peque�a porci�n, sin embargo, debe consumirse de la misma manera, o al menos que muchos de estos pocos ser�n rechazados. Y, de hecho, aquellos que parec�an haber escapado felizmente y haber sobrevivido de manera segura, fueron cortados poco despu�s por varias matanzas, o fueron devorados por grados como si hubieran perecido por un contagio lento. Pero como le agradaba recordar su promesa, deducimos que algunas de las personas sobrevivieron gracias a la maravillosa misericordia de Dios: porque debido a que era consciente de su pacto, deseaba que se preservara alguna parte, y por lo tanto esa correcci�n se interpuso, que el El Profeta debe atar debajo de sus faldas un peque�o n�mero. Sin embargo, de ese remanente, Dios nuevamente arrebat� otra parte y la arroj� al fuego. Si la suciedad del resto era tal, que era necesario purgarla y arrojar parte de ella al fuego, �qu� se debe pensar de toda la gente, es decir, de las propias heces? Porque la porci�n que el Profeta ataba en sus faldas era claramente la flor del pueblo: si hab�a alguna integridad, deber�a verse all�.

Versículo 4

Acabamos de ver que hab�a muchos reprobados en ese peque�o n�mero. Por lo tanto, por lo tanto, se deduce f�cilmente cu�n desesperada era la impiedad de todo el pueblo. Despu�s de esto, dice, tome: este adverbio se usa para que aquellos que sobrevivieron despu�s de la matanza de la ciudad no deber�an pensar que todos sus castigos hab�an terminado: despu�s de esto, dice �l, es decir, cuando se imaginen todas sus dificultades, tomar�s de la parte que has preservado, y la echar�s al fuego. Desde all�, dice, el fuego se extender� por toda la casa de Israel. Significa con estas palabras, como hemos visto antes, que la visi�n no era ilusoria, al igual que muchas cosas ficticias se representan en un teatro. Por lo tanto, Dios dice que lo que muestra por visi�n a su siervo suceder�a, como lo demostr� el evento en s�. Pero �l va m�s all� de que toda la casa de Israel arder� en este incendio, porque de hecho la �ltima destrucci�n de la ciudad trajo la desesperaci�n a los miserables exiliados, quienes, mientras la ciudad estaba en pie, se prometieron a s� mismos un regreso. Pero cuando vieron tal destrucci�n total de la ciudad, se consumieron como si el fuego de Judea se hubiera arrastrado incluso hacia ellos. Mientras tanto, los remanentes siempre son exceptuados, a quienes el Se�or preserv� maravillosamente, aunque ten�a una visi�n que destru�a a todo el pueblo. Ahora vemos la tendencia de esta visi�n. No avanzar� m�s, porque me ver�a obligado a desistir, por lo que la doctrina ser�a abrupta. Es suficiente, por lo tanto, sostener, aunque la gente se dividi� en muchas partes para que la condici�n de cada uno fuera distinta, pero todos perecer�an, ya que Dios as� lo determin�. Por lo tanto, se rompi� la confianza de aquellos que pensaban que estar�an a salvo en Jerusal�n: entonces las diez tribus, que eran cautivas, tambi�n deber�an reconocer que la �ltima venganza de Dios no fue completa, hasta que la ciudad misma, la sede del gobierno y el gobierno el sacerdocio fue destruido.

Versículo 5

Ahora Dios muestra la raz�n por la cual decidi� actuar con tanta severidad y severidad hacia esa ciudad santa que hab�a seleccionado como residencia real. Para mayores los beneficios con los que hab�a adornado la ciudad, tanto menos y m�s grave era su ingratitud. Dios relata, por lo tanto, sus beneficios hacia Jerusal�n, y eso en aras de reprenderlo. Porque si los jud�os hubieran abrazado la bendici�n de Dios, sin duda los habr�a enriquecido m�s y m�s con sus dones: pero cuando vio que rechazaban sus favores, se enoj� m�s con su indignidad. Porque el desprecio de los beneficios de Dios es una especie de profanaci�n y sacrilegio. Ahora, por lo tanto, entendemos la intenci�n del Esp�ritu Santo cuando dice que Jerusal�n fue colocada como si estuviera en una plataforma elevada, que su dignidad pudiera ser visible en todos los lados. Esto no se dice en alabanza a Jerusal�n, sino m�s bien para su mayor desgracia, porque cualquier cosa que el Se�or le haya conferido debe tenerse en cuenta, ya que se han corrompido indignamente y han contaminado la gloria de Dios a prop�sito. En cuanto a su dicho, que Jerusal�n estaba en medio de las naciones, (Salmo 74:12), no tomo esto tan precisamente como Jerome y la mayor�a de los dem�s. Porque creen que Jerusal�n era el centro de la tierra, y �l tambi�n retuerce otros lugares en este sentido: donde se dice que Dios obr� la salvaci�n en medio de la tierra, lo explica en el medio, como dicen. Pero eso es a mi juicio pueril, porque el Profeta simplemente significa que Jerusal�n fue colocada en la parte m�s famosa del mundo: ten�a por todos lados a las naciones m�s nobles y muy ricas, como es bien sabido, y no estaba muy lejos de el mar Mediterr�neo: por un lado estaba frente a Asia Menor: luego ten�a Egipto como vecino y Babilonia al norte. Este es el sentido genuino del Profeta, que Jerusal�n fue dotada con notable nobleza entre otras naciones, como si Dios la hubiera colocado en el rango m�s alto. No hay ciudad que no tenga naciones y tierras a su alrededor, pero Dios aqu� nombra tierras y naciones por excelencia, no ninguna, sino aquellas que sobresalieron en fructificaci�n, en opulencia y en todas las ventajas. Y el pronombre demostrativo es enf�tico cuando dice: Esto es Jerusal�n: porque ensalza la ciudad con magn�ficas alabanzas, para que su ingratitud parezca mayor, por lo tanto, se coloc� en medio de las naciones y de los pa�ses a su alrededor: porque Estaba rodeado de muchas regiones opulentas, y all� se mostraba principalmente la gracia de Dios, como si fuera la parte m�s bella de un teatro, que atra�a todas las miradas hacia �l y hac�a que todas las mentes se admiraran.

Versículo 6

Ahora agrega: Mis juicios cambian con respecto a la palabra ???, meramente, dije que a veces significa cambiar, pero a menudo transgredir o rechazar, y all� el sentido se adapta muy bien, porque los jud�os fueron rebeldes contra los juicios de Dios hasta la impiedad. Pero �l agranda su maldad cuando dice que mis estatutos han sido despreciados ya que se volvieron tan adictos a la impiedad. Porque si hubiera habido alg�n pretexto de virtud, su culpa podr�a haberse atenuado, pero cuando se arrojan a la impiedad y desprecian los mandamientos de Dios, esto es imperdonable. Aprendamos de este pasaje, que a menos que usemos las bendiciones de Dios con pureza, el cargo de ingratitud siempre estar� en nuestra contra: por lo que sea que Dios nos otorgue, �l santifica tambi�n nuestra salvaci�n en cuanto a la gloria de su nombre. Entonces somos sacr�legos cuando corrompemos aquellas cosas que estaban destinadas a su gloria; entonces somos completamente perversos cuando convertimos a nuestra destrucci�n lo que Dios ha designado para nuestra salvaci�n. Ahora debemos considerar la ingratitud de Jerusal�n como flagrante, porque rechazaron los mandamientos de Dios. Por lo tanto, cuando Dios deposita entre nosotros el tesoro de la doctrina celestial, debemos cuidar diligentemente de no desviarnos a la impiedad, porque no hay excusa para el error cuando una vez que se nos ha ense�ado lo que es correcto, y eso de la boca de Dios. �l mismo. Luego declara el mismo sentimiento en otras palabras, y dice, m�s all� de todas las naciones y todas las tierras que estaban alrededor; por cual oraci�n significa que los jud�os; eran peores que todos los dem�s, porque a sabiendas y de buena gana hab�an sacudido el yugo de Dios. Otras naciones no se hab�an comportado mejor, porque sabemos que la adoraci�n a Dios estaba en todas partes viciada: pero la impiedad de los elegidos era m�s grave, porque convert�an la luz en oscuridad, mientras que los gentiles deambulaban en la oscuridad porque eran ciegos, pero La conducta de este pueblo era diferente a la que Dios hab�a instruido familiarmente. Dado que, por lo tanto, la ense�anza de la ley era notoria entre los jud�os, el Profeta merecidamente dice que eran imp�os m�s all� de todas las naciones y pa�ses. Luego explica c�mo hab�an cambiado el juicio de Dios o eran rebeldes, porque hab�an despreciado, dice �l, mis juicios, y no hab�a caminado en mis estatutos Primero, dice, no hab�an ca�do por ignorancia sino por orgullo y desprecio; porque cuando la voluntad de Dios se nos da a conocer, no hay lugar para la ignorancia. Por lo tanto, no pecamos a la ligera, pero nuestras mentes est�n necesariamente infectadas con orgullo y desprecio por Dios. Ahora agrega, que no caminaron en sus preceptos, con lo cual significa que el desprecio que acabo de mencionar apareci� abiertamente, porque en verdad el fruto se mostr� en toda su vida. Sigue -

Versículo 7

Este vers�culo se expone de diversas maneras debido a la palabra ?????, hemenekem: para algunos, lo leen conjuntamente en un contexto, como si al multiplicarse no adoraran a Dios; como si quisiera decir que eran lujosos por su opulencia, como los caballos est�n inquietos por el exceso de comida y gordura. Ese paso de Mois�s ha sido marcado: Israel, cuando estaba muy alimentado, pateaba; Por lo tanto, piensan que este lugar es as�, y lo combinan: porque has sido multiplicado m�s all�. a todos los gentiles que te rodeaban, has despreciado mis juicios, porque te has vuelto ciego y borracho por la prosperidad. ( Deuteronomio 32:15.) Pero no apruebo este sentido, porque es claramente demasiado forzado. Otros lo derivan de ???, hemeh, que significa estar agitado o perturbado, y provocan este sentido, porque sois tumultuosos m�s all� de todas las naciones, es decir, porque su lascivia y libertinaje superan a las de todas las personas. , mientras que tu af�n te ha atra�do sin bridas. Pero me temo que esa explicaci�n es descabellada, por lo que la considero simplemente para multiplicarla o multiplicarla; para machor puede ser un sustantivo o un verbo, pero en el mismo sentido. Al mismo tiempo, no me refiero a la cantidad y la multitud de personas, ni siquiera a la abundancia de bienes, como lo hace la mayor�a; porque dicen que se multiplic� el n�mero de personas, lo que no se ajusta al sentido; si se refiere a la riqueza, es cierto que Dios hab�a actuado liberalmente hacia esa ciudad, pero supongo que se han multiplicado m�s all� de todas las naciones: y Jerome, en mi opini�n, no lo ha hecho mal al traducir, " porque hab�is sobrepasado a las naciones ", sin embargo, �l se ha apartado del sentido propio de la palabra: por lo tanto, ser� mejor retener el verbo" multiplicar "o el sustantivo" multiplicaci�n ", pero de manera activa, porque se hab�an desintegrado intempestivamente en sus supersticiones , para que superaran a todas las naciones en hacer el mal. A causa de su multiplicaci�n, o de su multiplicaci�n m�s all� de todas las naciones, es decir, porque no se contentaron con impiedad moderada, sino que amontonaron todo tipo de maldad, de modo que su impiedad lleg� al punto m�s alto de donde una maldici�n lo sigue: pero antes de llegar a eso, confirma lo que hab�a dicho antes, a saber, porque no hab�an seguido sus estatutos y no hab�an guardado sus juicios Esto, por lo tanto, es el significado de multiplicarse, porque cuando se entreg� la ley a ellos lo despreciaron e imitaron la maldad de las naciones y los pa�ses que los rodeaban. Estas oraciones entonces concuerdan, porque m�s all� de todas las naciones hab�an sido rebeldes en impiedad contra Dios, y luego porque se hab�an multiplicado m�s all� de todas las naciones y pa�ses. Nuevamente se debe observar la raz�n, porque no caminaron en los estatutos de Dios. Porque los gentiles no ten�an rumbo, por lo tanto, no es sorprendente que vagaran en su propia direcci�n oblicua. Pero se hab�a mostrado un camino a los jud�os: el lenguaje de Mois�s no era en vano. ( Deuteronomio 30:19.) Llamo al cielo y a la tierra para dar testimonio de que he puesto delante de ti la vida y la muerte: elige, por lo tanto, la vida. Desde entonces, Dios hab�a establecido la doctrina de la salvaci�n para los jud�os, estaba m�s indignado por su insolencia y bajeza al no caminar de acuerdo con sus estatutos. Entonces la vida se les hab�a presentado, como dice Mois�s; les quedaba caminar por all�, lo que los gentiles no pod�an hacer.

Ahora agrega, y de acuerdo con los juicios de los gentiles que te rodean. Aqu� el Profeta parece culpar a lo que de otra manera y en muchos lugares es alabado. Porque los jud�os deben estar separados de los gentiles, para que puedan adorar a Dios con pureza, y los profetas a menudo se manifiestan con ellos porque siguen los juicios o estatutos de los gentiles. En estas palabras no he dicho nada, porque ocurren a menudo, y ya se ha demostrado en muchos lugares por qu� Dios llama a sus juicios leyes. Algunos distinguen entre juicios y estatutos, porque los juicios pertenecen a los mortales y los estatutos a las ceremonias. Pero esta distinci�n no se observa en todas partes. Pero Dios, en muchos lugares, elogia los preceptos de su ley, ya que muestra que no se omiti� nada necesario para un sistema completo de ense�anza. Pero. este nombre a veces se transfiere a ritos perversos y supersticiones viciosas, de modo que caminar en los juicios de los gentiles es corromperse con su moral perversa. Como ya dije, los jud�os a menudo fueron condenados por los profetas porque se entregaron a las corrupciones de los gentiles.

Aqu�, por lo tanto, el Profeta dice que no lo hab�an hecho de acuerdo con los juicios de los gentiles. Pero �l entiende que en este particular, tambi�n, hab�an superado la locura de los gentiles, porque no hab�an abrazado la ley de Dios. permanecer constantemente en obediencia a ella. Porque vimos en el segundo cap�tulo de Jerem�as (Jeremias 2:10) que los gentiles eran obstinados en su locura. Aunque eso no era digno de elogio, Dios merece culpar a su pueblo porque lo ten�an en menos honor que los gentiles a sus �dolos. Porque sabemos cu�n obstinadamente las naciones se fijaron en sus supersticiones, porque no cambiaron su religi�n excepto por alg�n impulso violento, como si el cielo y la tierra se sacudieran juntos. Como, por lo tanto, la religi�n de cada uno era firme y fija, Dios acusa a los jud�os de jugar con m�rito, porque se inclinaban hacia los errores y la locura de los paganos. Esto, por lo tanto, es el significado de Ezequiel cuando dice que los jud�os no hab�an hecho seg�n los estatutos de los gentiles: como si �l hubiera dicho, deber�an haber mirado a los gentiles, y como los vieron adorando obstinadamente a los �dolos, por lo que deber�an han persistido en mi ley y en la adoraci�n pura. Pero aunque la obstinaci�n de los gentiles era tan grande que no pod�an ser arrancados de su propia superstici�n, mi gente, dice �l, me ha rechazado p�rfidamente a m� y a mi ley por un impulso temerario, y sin necesidad de ello. Ahora, por lo tanto, percibimos por qu� el Profeta agrega esto a sus cr�menes, que la gente no hab�a seguido los juicios o los modales de los gentiles. Por lo tanto, podr�an haber percibido que lo que los hombres alguna vez abrazaron no deber�an haberlo tirado a la ligera, porque cuando de repente y f�cilmente nos desviamos en el tema de la adoraci�n a Dios, es seguro que nunca hemos echado ra�ces vivas. . Como, entonces, los gentiles instruyeron a los jud�os en su deber, su crimen se volvi� m�s detestable.

Versículo 8

Ahora sigue la amenaza, que Dios estaba preparado para vengarse. He aqu�, yo, incluso, estoy en tu contra. La part�cula ??, gam, "even", se usa como decimos en franc�s, s�, incluso: I, even I. Ahora vemos que el la repetici�n es enf�tica, como si Dios afirmara que una destrucci�n horrible se cierne sobre los jud�os. Porque desea inspirarlos con miedo, ya que les asegura que probar� ser un vengador. Aunque no recibo el comentario de Jerome, porque �l dice que los �ngeles y otros ministros de la ira de Dios est�n excluidos, porque Dios determin� destruir a los jud�os por s� mismo. Esto sabemos que es falso, ya que hizo uso de los asirios y los caldeos. Desde entonces esas personas fueron sus flagelos, se deduce que los �ngeles y los hombres no est�n excluidos cuando Dios se declara vengador. Pero �l aumenta el peso del castigo cuando dice: Yo, incluso yo, soy �l con quien tendr�s que hacerlo. Ahora agrega, ejecutar� juicios, con lo cual se entiende la palabra jurisdicci�n, como la llaman. Lo que Jerome y los int�rpretes que lo siguen afirman que no es correcto, que con este nombre se afirma la justicia de Dios, como si quisiera decir, que no ser�a cruel en el castigo exigente, ni injusto ni demasiado r�gido. Porque ejecutar un juicio significa simplemente ejercer jurisdicci�n, y se dice que un juez terrenal ejerce justicia cuando se sienta en su tribunal, incluso si pervierte la justicia y la equidad. Esto, de hecho, no puede ser el caso con Dios, aunque la palabra lo permita. Adem�s, existe una ant�tesis adecuada entre los juicios doctrinales y los reales; Dios se quej� de que los jud�os no ejecutaron sus juicios: ahora amenaza con que �l mismo los ejecute, porque reivindicar� su ley mediante castigos.

La suma del todo es que ejecutar� juicios en medio de Jerusal�n, porque ascender� a un tribunal y obligar� a los malvados a defender su causa y dar cuenta de su vida. Dios, por lo tanto, ejecut� sus juicios cuando manifest� su venganza por medio de los caldeos, por lo que la hambruna fue parte de su castigo, as� como la espada y la peste. Mientras se demora, parece haber dejado de cumplir con su deber, y luego los imp�os se entregan como si hubiera olvidado ejecutar el juicio. Por lo tanto, en oposici�n a esto, denuncia que ejecutar�a juicios: como si hubiera dicho, aparecer� como juez aunque me creas dormido. Porque �l dice, ejecutar� juicios en medio de Jerusal�n, ante los ojos de los gentiles, con lo cual quiere decir que sus castigos ser�an notables y que podr�an ser considerados f�cilmente por todas las naciones: porque sabemos que los gentiles eran ciegos, porque pensaban que el bien y el mal sucedieron por casualidad. Pero Dios afirma que sus juicios ser�n tan manifiestos que los ciegos ser�n, por as� decirlo, testigos oculares. Ahora sigue

Versículo 9

Ahora Dios se une, para que su castigo sea tan severo que no se pueda encontrar un ejemplo similar en el mundo: har� lo que no he hecho, ni pretendo hacer, es decir, vengar� tu desprecio de mi ley de una manera sorprendente. y de manera inesperada; porque Dios a veces castiga tanto a los hombres como para no exceder el m�todo ordinario. Pero debido a que los castigos parecen viles y despreciables cuando son tan comunes, Dios se ve obligado a superar la medida ordinaria y a castigar a los malvados de manera significativa y portentosa, como lo dice Mois�s. ( Deuteronomio 28:46.) Por lo tanto, cuando ahora dice que har�a lo que no hab�a hecho antes, y lo que no volver�a a hacer, significa una venganza horrible, que no tiene un ejemplo similar. No significa nada m�s que qu�, hemos citado de Mois�s, que la venganza ser�a se�al y portentoso. Los int�rpretes toman esto metaf�ricamente, pero este punto de vista no puede ser admitido, porque en su opini�n, ninguna historia ha registrado su cumplimiento; por eso vuelan a alegor�as y met�foras. Pero antes que nada, sabemos lo que dice Josefo, que las madres estaban tan hambrientas que mataron a sus hijos y se alimentaron de ellas, aunque aqu� se hace referencia a un asedio anterior, en el que Dios significa que har�a que los padres devoraran a sus hijos: I confi�salo pero incluso si recibimos lo que desean, no se hizo entonces; por eso Jerem�as se equivoca cuando dice que las mujeres miserables cocinaban a sus hijos para comer. ( Lamentaciones 4:10.) Seguramente este es un testigo suficiente; porque decir que nunca encontramos que esto realmente sucedi� es rechazar el testimonio de Jerem�as. Adem�s, Dios hab�a amenazado esa misma cosa con Mois�s; ni se puede eludir el pasaje, porque las palabras tienen peso:

"Los hombres delicados entre ustedes y aquellos acostumbrados a los lujos", dice �l, "se comer�n a sus propios hijos; un hombre envidiar� a la esposa de su seno, para que no la deje disfrutar de esa nefasta comida con �l. Luego, con sigilo, consumir� y devorar� la carne de su hijo, de modo que no distribuir� parte de ella a otra persona �. ( Deuteronomio 28:54.)

Cuando Mois�s usa este lenguaje, ciertamente no quiere decir que habr� disensiones intestinales, de modo que los disc�pulos se levantar�n contra sus amos, y los maestros oprimir�n a sus disc�pulos, como Jerome imagina. Pero es necesario tomar las palabras como suenan, es decir, que Dios no se contentar�a con los castigos comunes y habituales cuando los jud�os hubieran llegado al �ltimo tono de impiedad y maldad, ya que los culpa con tanta severidad. Por lo tanto, Ezequiel ahora amenaza esto; Tampoco es sorprendente que los Profetas tomaran tales formas de expresi�n de Mois�s, ya que usaban el lenguaje de Mois�s en lugar de uno nuevo, para que la gente no despreciara sus profec�as. Ahora, por lo tanto, debemos decidir que el Profeta usa estas amenazas contra los jud�os literalmente. Pero si alguien ahora objeta que lo que Dios dice que no suceder� sucede a menudo, se debe buscar una soluci�n. Porque dijimos que cuando los jud�os fueron asediados por Tito, tal voracidad atac� a ciertas mujeres, que se alimentaron sigilosamente de sus propios hijos. Pero Dios dice que nunca volver�a a hacer esto. Respondo que este tipo de venganza no se limitar� a un d�a, por lo que Dios no debe castigar a los jud�os de manera similar. Pero no leemos que esto fue hecho, excepto por los jud�os, porque aunque esta crueldad est� relacionada con las tragedias, que los padres usaron a los ni�os como alimento, sin embargo, esta barbaridad en ninguna parte existi�, que un padre a sabiendas y voluntariamente se comi� a su propio hijo. ; Por lo tanto, esto era peculiar de los jud�os. Y que Dios haya ejecutado una vez esta venganza contra ellos por medio de los caldeos, no es obst�culo para que vuelva a infligir el mismo castigo, cuando deseaba vengarse de la rebeli�n extrema de la gente. Porque aunque en la �poca de Ezequiel todas las cosas eran muy corruptas, sabemos que cuando el Hijo de Dios fue rechazado, los jud�os cortaron de s� mismos toda esperanza de restauraci�n a la misericordia de Dios. No es sorprendente, entonces, si nuevamente hubiera sufrido que los hijos fueran devorados por sus padres, ya que ahora amenaza con que los padres sean tan rabiosos que ni siquiera ahorren sus propios intestinos.

No s� por qu� Jerome invent� esta diferencia, que es completamente in�til. Porque �l dice que cuando una cosa es honorable y se convierte debe atribuirse a Dios, pero cuando la cosa misma es base, Dios evita la infamia de s� mismo. Porque cuando se trata esta maravilla aqu�, Dios no dice que har� que la gente coma a sus hijos, pero �l dice que los padres comer�n a sus hijos y los hijos a sus padres. Pero no hay nada s�lido en este comentario, porque la crueldad que los caldeos ejercieron hacia los jud�os ciertamente no fue honorable ni se convirti�, y sin embargo, Dios se atribuye a s� mismo lo que sea que hicieron los caldeos. Una vez m�s, �qu� fue m�s bajo que el incesto de Absal�n, al desenmascarar a las esposas de su padre? e incluso eso no era suficiente, pero deseaba que todo el pueblo, al sonido de una trompeta, fuera testigo de su crimen; y sin embargo, �qu� dice Dios? "Har� esto antes del sol", dice �l. ( 2 Samuel 12:12, y 2 Samuel 16:21.) Vemos, entonces, que este hombre no estaba familiarizado con las Escrituras y, sin embargo, ofreci� sus comentarios demasiado apresuradamente. De hecho, no hab�a religi�n verdadera en el hombre, y no es sin causa que te exhorto; porque hay peligro de que muchos sean enga�ados, si no se les amonesta que su genio estaba lleno de ostentaci�n y arrogancia.

Versículo 10

�l dice, entonces, que los padres comer�n a sus hijos en medio de ustedes, y esto ciertamente se cumpli�: porque Jerem�as habla de mujeres, pero tambi�n comprende a los hombres. ( Lamentaciones 4:10.) Porque dice que las mujeres son de coraz�n tierno, no dice meramente madres, sino que eran m�s humanas que otras; pero sabemos que el afecto maternal es m�s tierno. Pero cuando las madres y esos tiernos devoran a sus hijos, ese fue el �ltimo portento. Ahora agrega, ejecutar�, por lo tanto, (porque la c�pula aqu� debe resolverse en la part�cula improperia), juicios contra ti. De esta manera, realmente me mostrar� un juez, y dispersar� todos tus remanentes para Todos los vientos. Significa que debe haber tal dispersi�n, que no debe quedar ning�n cuerpo o nombre de la gente. Pero esa esperanza podr�a apreciar y sostener a los jud�os, si se hubiera dejado alg�n nombre y cuerpo del pueblo. Pero cuando Dios declara que deber�an ser desviaciones para esparcirse a cada viento, quita al menos toda esperanza de restauraci�n por el momento. Sabemos que quedaba un cierto n�mero, pero tal destrucci�n estaba necesariamente amenazada antes de que Dios diera alguna esperanza de su misericordia. Cuando dice, a cualquier viento, significa en cualquier cuarto lo que sea. Porque cuando uno u otro viento sopla, el polvo se transporta y las descargas se dispersan en todas las direcciones. Sigue -

Versículo 11

Aqu� Dios nuevamente expresa m�s claramente por qu� estaba tan ansioso por vengarse, es decir, porque la religi�n de los jud�os era corrupta y el Templo hab�a sido violado, como veremos ma�ana.

Versículo 12

Ahora explica sin figura lo que hab�a propuesto anteriormente en sentido figurado. Porque se le hab�a ordenado que se afeitara con una navaja los cabellos de su cabeza y de su barba, y los dividiera para que la peste consumiera una parte, la espada otra y la hambruna una tercera. Ahora repite lo mismo pero de otra manera. Por lo tanto, Dios explica por qu� hab�a ofrecido una visi�n de este tipo a su siervo. Pero acorta lo que vimos anteriormente, porque omite el cuarto miembro; porque se le orden� tomar una porci�n y esconderla debajo de su axila, o en el dobladillo de su prenda; pero aqu� no se menciona esa parte, y sin embargo no se habl� en vano, pero Dios habla de varias maneras, y eso por derecho propio. Mientras tanto, tanto la figura como su aplicaci�n est�n de acuerdo, porque Dios estaba consumiendo a todo el pueblo por el hambre, la peste o la espada. Lo que se dijo sobre la cuarta parte no fue en vano, pero no fue necesario repetirlo. Con este fin, entonces el Profeta tendi�, ya que algunos eran sobrevivientes, podr�a parecer que estaban exentos de la matanza com�n: que �l podr�a quitar esa esperanza, dijo, que ellos tambi�n, o al menos muchos de ellos, deber�an perecer quemando , para que enciendan un fuego en todo el pueblo de Israel. Porque sucedi� a trav�s de la obstinaci�n inconquistable de la gente, que los miserables exiliados eran m�s odiados; aquellos que ya los hab�an salvado comenzaron a enfurecerse contra ellos con crueldad, porque el nombre de la gente se volvi� detestable entre todos los hombres. Porque, por lo tanto, el remanente de los ciudadanos que permanecieron en Jerusal�n pereci�, por lo tanto, sucedi� que el incendio penetr� en las diez tribus, y en esos miserables exiliados que estaban cautivos en tierras remotas. Pero ahora nuestro Profeta guarda silencio sobre este punto. Mientras tanto, comprende todo lo que vimos antes, aunque m�s brevemente: solo esa explicaci�n era deficiente, que, aunque antes era �til, no deber�a necesariamente repetirse. Una tercera parte, por lo tanto, morir� por pestilencia, y perecer� por hambre en medio de ti; entonces una tercera parte perecer� por la espada que te rodea, y una tercera parte se esparcir� hacia cada viento: aunque Dios reclama esto para s� mismo, yo dispersar�, dice �l, la tercera parte, y sacar� la espada detr�s de ellos, as� que que tambi�n perecer�n en su dispersi�n. Ahora esa dispersi�n es en s� misma miserable, pero Dios declara que no estar�a contento con ese castigo moderado hasta que los haya consumido por completo. Sigue -

Versículo 13

En este vers�culo, el Profeta solo ense�a lo que hab�a dicho antes, pero a modo de confirmaci�n, a saber, que la venganza de Dios ser�a horrible e incesante hasta la destrucci�n y extinci�n de la gente. Hay quienes piensan que esto se interpuso para que Dios pudiera mitigar el rigor de su venganza, por lo que este vers�culo, seg�n ellos, contiene una promesa de perd�n; pero es m�s bien una amenaza. Por lo que afirman, que Dios har�a que cesara su ira, no puede sostenerse. Porque se deduce despu�s que sabr�n que yo Jehov� lo he dicho, cuando haya llenado mi ira o ira contra ellos. Y el contexto, como veremos m�s adelante, refutar� ese comentario. Dejemos que esto permanezca fijo, que el Profeta no promete aqu� a la gente ninguna mitigaci�n de su castigo, sino que contin�a denunciando la venganza que �l mencion� anteriormente.

Primero dice: se completar�: ???, keleh, significa a veces "terminar", pero tambi�n "cumplir", "consumir" y tambi�n "ser consumido". " En este lugar, Dios significa que no debe haber fin a los castigos hasta que est� satisfecho. La imagen est� tomada de hombres deseosos de venganza, cuyo af�n no cesa hasta que se sacian de venganza. Dios, por lo tanto, aqu� se compara con los hombres cuando habla del fin o el cumplimiento de su ira. Ahora agrega, har� que mi furia descanse sobre ellos, es decir, mi furia se fijar� en ellos. Aqu� no se debe recibir "descanso" por "cesar", porque se dice que la ira descansa cuando se ha gastado, pero Dios desea que su Profeta marque aqu� la perseverancia o el curso incansable de su venganza. Mi ira, por lo tanto, descansar� sobre ellos, es decir, no se eliminar� ni pasar�; porque se dice que Dios retira su mano cuando deja de castigarnos, pero aqu� el resto de su ira es su perpetuo continuo. A�ade, me consolar�. Aqu� Dios se transfiere a s� mismo lo que no le pertenece, porque no se deleita a la manera de los hombres cuando se venga de la maldad; pero sabemos que el juicio de Dios no puede ser comprendido, a menos que se ponga el car�cter del hombre y de alguna manera se transforme. Por eso se dice que recibe consuelo en la aprobaci�n de un juicio justo. Porque este consuelo significa que Dios no puede soportar el desprecio de su ley, entonces que la malicia del hombre es tan desesperada que el juez debe finalmente aparecer en su propia naturaleza; no es que se entregue a ninguna pasi�n, como se sabe suficientemente, sino porque no podemos concebirlo de otro modo como un juez justo, a menos que se declare complacido con la venganza, cuando ve a los hombres tan completamente abandonados y fuera de s� mismos, como para no serlo. recordado a penitencia.

Luego agrega, y sabr�n que yo Jehov� lo he dicho. Aqu� Dios culpa indirectamente a la estupidez de la gente, porque no solo despreciaron todas las profec�as, sino que tambi�n se rieron orgullosamente de sus amenazas. Tan a menudo, entonces, cuando los Profetas declararon la venganza y los juicios de Dios, dieron material para la risa a un pueblo perverso e imp�o, y su obstinaci�n los ceg� tanto que no pensaron que era Dios quien hablaba; porque supon�an que los hombres solo ser�an sus adversarios, y de ah� su ira contra los Profetas. Porque si hubieran pensado que hab�an hablado por inspiraci�n divina, nunca se habr�an atrevido a levantarse contra ellos tan locamente; pero como pensaban que los Profetas pronunciaban en p�blico sus propios comentarios, por lo tanto, lucharon con ellos en el olvido de Dios. Los jud�os, por lo tanto, no lo reconocieron. Pero marquemos la fuente de su ignorancia: desviaron sus sentidos de Dios por s� mismos, ya que en este momento muchos no piensan que Dios habla cuando su verdad se muestra abiertamente en las Escrituras. �Por qu� no piensan eso? porque no est�n dispuestos Por lo tanto, esta ceguera fue voluntaria y afectada, por as� decirlo, en los pueblos antiguos, ya que imaginaban que las profec�as no tendr�an efecto. Esta es la raz�n por la cual el Profeta dice, entonces sabr�n que he hablado, porque, como dice el proverbio, la experiencia es la maestra del tonto; Como, por lo tanto, rechazaron todas las amenazas, sucedi� que, por la ense�anza de la calamidad, percibieron demasiado tarde que Dios era el orador. Y as�, existe una ant�tesis entre el conocimiento experimental y la ceguera que surge de una disposici�n maligna y un desprecio de Dios. Porque cuando �l diga, sabr�n cuando �l haya cumplido su ira, que el conocimiento ser� demasiado tarde e infructuoso. Por �ltimo, Dios aqu� declara que infligir�a un castigo justo por su ignorancia voluntaria, de la cual los jud�os deber�an saber, lo har�an o no, que las profec�as contra las cuales hab�an cerrado los ojos proced�an de �l solo.

Tambi�n dice que hab�a hablado con celo o celos, porque se cre�a que los Profetas estaban muy furiosos cuando tronaban contra los imp�os. Dios, por lo tanto, aqu� absuelve a aquellos que sabemos que com�nmente se consideran fan�ticos, y dice que habl� en su celo, porque los imp�os, cuando desean cargar con envidia a los siervos de Dios, objetan que es amable y misericordioso, y que lo hace. No est� de acuerdo con su car�cter para hablar con rudeza y brusquedad. Por lo tanto, Dios dice que tambi�n usa celo, o ira, para que los jud�os no piensen que sus Profetas se llevaron con celo y fervor desconsiderados, ya que sabemos que cayeron en ese grave error. Sigue -

Versículo 14

�l explica lo que vimos antes con m�s detalle, de donde tambi�n entendemos que en el siguiente verso Dios no hab�a suavizado su ira, sino que proclam� la destrucci�n final de la naci�n. �l dice, por lo tanto, que los jud�os estar�n desolados, como lo traducen: tambi�n significa sequedad, y de ah� el nombre de un desierto. Pero es apropiado para este lugar decir que los jud�os ser�n arrasados ??y un reproche entre las naciones: porque antes eran una naci�n c�lebre: Dios los hab�a ennoblecido con dones notables, para que sobresalieran en dignidad a la vista de todos naciones Ahora dice que deber�an ser como un vasto desierto, en completa ruina y un reproche; y no solo se extiende este rumor en el extranjero, sino que todos los viajeros a trav�s de esa tierra son testigos de este reproche. Pero en el siguiente verso esto se sigue m�s extensamente.

Versículo 15

Explica adem�s c�mo los jud�os deber�an ser devastados y convertirse en un reproche entre las naciones. Ahora, �l no habla de su dispersi�n, pero usa dos palabras para una idea: pone ????, cherepheh, que significa un reproche, y agrega ?????, gedopheh, que significa una burla y una burla: pero esto no podr�a tener lugar sin la matanza de la gente. A menos que los paganos profanos tuvieran algo de fundamento, no hab�a raz�n para que pronunciaran sus burlas y siseos contra los jud�os. Por lo tanto, la destrucci�n y la matanza completa se comprenden bajo las palabras reproche y burla, o material de risa. Pero esta oraci�n pertenece al verso anterior: all� se dijo: Te har�: aqu� estar�s Mientras tanto, la ejecuci�n de la venganza de Dios est� marcada; cuando, por lo tanto, Dios nos reprocha, nos vemos obligados a mentir bajo el poder de su mano, porque un intento de resistirlo es en vano. Lucharemos, de hecho, como lo hacen los imp�os, pero a menos que cedamos voluntariamente, la violencia de su poder nos aplastar�. Por lo tanto, debemos observar el contexto: te har� un reproche, y ser�s uno, porque Dios significa que sus amenazas no deben ser vac�as ni en vano. A�ade, ser�s una correcci�n: ????, moser, significa disciplina e instrucci�n, pero a menudo se usa para esa correcci�n que surge de un sentido de la ira de Dios. Por lo tanto, cuando Dios castiga a su pueblo, si se arrepienten, se dice que se benefician de su disciplina, ya que han aprendido a ser pecadores por los castigos que les ha infligido. Pero �l dice que los jud�os deber�an ser una correcci�n para las naciones profanas, porque deber�an hacerse sabios con sus castigos; mientras aplicamos ejemplos a nuestro uso, esta es una correcci�n oportuna, ya que no esperamos hasta que Dios nos golpee; pero cuando se venga de los que menosprecian su ley a distancia, si nos conmueven esos ejemplos, esto es, como dije, correcci�n a tiempo: porque el Profeta ahora lo aplica a las naciones, no sin la desgracia de los elegidos: como si hubiera dicho que su castigo ser�a tan notorio que los muy ciegos los reconocer�an y temblar�an ante la percepci�n de su importancia.

Luego agrega - con asombro. Estas palabras, de hecho, no parecen estar suficientemente de acuerdo con los jud�os para ser una maravilla y una correcci�n; pero el Profeta no solo quiere decir que quienes percibieron el juicio de Dios deben ser est�pidos o d�ciles, solo quiere decir que, en la severidad de Dios, se propondr�a material para todos, as� como correcci�n y asombro, para que se horroricen. cuando vieron a Dios tratando a sus elegidos con tanta dureza. Para �l agrega, cuando ejecutar� juicios sobre ti en la ira, y en la furia, y en las llamas de la ira. �l confirma lo que vimos antes, a saber, que el juicio de Dios ser�a notable, porque hab�a soportado tanto tiempo con un pueblo reprobado. Como hab�a soportado tanto tiempo su impiedad, estall� por fin en un impulso y luego ejerci� el formidable juicio del que habla. Esta es la raz�n por la que dice que las naciones se asombrar�n cuando ejecute mis juicios sobre ti. �Cu�les fueron, entonces, estos juicios? - En verdad, ira, y ardor, y reprimendas furiosas. Aqu� el profeta parece detallado; pero no pod�a ser demasiado, ya que la lentitud de la gente era tan grande que ninguna profec�a los conmovi�. Como hemos visto anteriormente, �l hab�a sido, sin duda, ridiculizado por aquellos jud�os en Caldea, que a�n permanec�an en casa tranquilos, por as� decirlo, en sus nidos. �Nos amenaza �l, el miserable exiliado? que se contente con su propia suerte: dado que Dios nos ha salvado, parece que se siente inc�modo para molestarnos solo por envidia; pero no tenemos motivos para temer la envidia de un cautivo y un exiliado ". Como, entonces, el Profeta sab�a que era despreciable entre los jud�os, era necesario acumular tales formas de hablar, para que su ense�anza pudiera tener m�s peso: ni mira: solo a los jud�os, sino tambi�n a esas personas que hab�a sido arrastrado al mismo exilio; porque tiene que aconsejarlos, por las razones que hemos explicado anteriormente. Ahora, por lo tanto, entendemos su significado cuando habla acerca de la ira y el ardor, y agrega, al mismo tiempo, quemar reproches �l agrega tambi�n, yo Jehov� lo he dicho: lo que repetir� en el �ltimo vers�culo del cap�tulo. Y esta confirmaci�n tambi�n es muy �til, porque cuando los israelitas y los jud�os miraban a un hombre mortal y abyecto, un cautivo y un esclavo de un pueblo imp�o, sin duda habr�an despreciado todas sus profec�as. Por lo tanto, pone a Dios delante de ellos, con lo que quiere decir que no fue el autor de las amenazas, sino que solo habl� de la boca de Dios, como el �rgano del Esp�ritu. Sigue -

Versículo 16

Ilustra el sentimiento que hemos visto, pero no de la manera de los ret�ricos, que afectan el esplendor y el adorno del habla; pero su �nico dise�o era penetrar en las mentes de las personas, como piedras o hierro. Esta, entonces, es la raz�n por la que usa tanta variedad aqu�, y adorna su ense�anza con varias figuras. Porque ahora compara a Dios con un arquero, que apunta sus flechas contra ellos; pero �l habla metaf�ricamente sobre las flechas de Dios; porque �l los llama flechas de hambre y maldad, es decir, mortal y portadora de muerte. Dado que, entonces, lanzar� flechas malvadas contra ellos, causar�n su destrucci�n, dice �l; es decir, no escapar�n de la muerte, porque ser�n golpeados con heridas mortales. Una persona puede ser golpeada por el golpe de una flecha y, sin embargo, volverse convaleciente; pero Dios pronuncia las flechas de las cuales habla mortalmente, de modo que a quien sea golpeado por ellas no le quede ninguna esperanza de seguridad. Adem�s, con flechas de hambre podemos entender la esterilidad del suelo como moscas, langostas y otros flagelos de Dios: en un momento abrasador, en otro moho se seca el campo de ma�z, ahora las lluvias hacen que el trigo se pudra, ahora el calor lo quema arriba, tantas fuentes de corrupci�n y pestilencia como estas son para los cultivos, tantas son las flechas de Dios que transfiguran los corazones de los hombres, y eso tambi�n por una herida mortal. Si una explicaci�n tan sutil no agrada a nadie, tiene la libertad de tomarla de otra manera; sin embargo, si alguien atiende adecuadamente, �l confesar� que Dios lanza sus propias flechas con tanta frecuencia como causa hambre o priva a los hombres de sustento. Agrega, lo que se convertir� en corrupci�n. Confirma que lo que dijimos fue denotado por el ep�teto ?????, hergnim. �l dice, por lo tanto, que estas flechas ser�an destructivas, porque deber�an ser para perdici�n y destrucci�n. Sigue otra confirmaci�n: la enviar�, dice �l, contra ellos para destruirlos. Aqu� Dios claramente afirma que lanzar�a esas flechas, y repite nuevamente lo que vimos antes, y eso tambi�n, en el mismo vers�culo. Pero le hemos ense�ado por qu� el Profeta insiste, en muchas palabras, en un asunto que de ninguna manera es oscuro. A�ade, y multiplicar� el hambre contra ellos. Aqu� �l significa que estaba armado con diferentes armas, de modo que si los hombres perciben que han ca�do, pueden percibir que Dios tiene otras armas ocultas, que a�n no ha puesto en uso. Con la palabra "multiplicar", el Profeta expresa lo que ya hemos visto, por medio de flechas, porque usa el n�mero plural, pero los imp�os restringen tanto como pueden el poder de Dios. "Si Dios quiere", dicen, "de hecho puede arruinar los campos de ma�z con lluvia continua, tambi�n puede quemarlos con demasiado calor, si hemos escapado de las heladas y el granizo, la tormenta y la lluvia". y la sequ�a, ya nos habr� ido bien �. As� los imp�os se endurecen en su seguridad. �Y por qu�? porque restringen las flechas de Dios a un n�mero fijo y seguro. Esta es la raz�n por la que dice: multiplicar� el hambre sobre ellos; es decir, cuando piensan que sus productos anuales son seguros, porque han escapado de la sequ�a, la lluvia, el moho, la tormenta y el granizo, encontrar�, dice �l, otros modos desconocidos para ellos, por los cuales les traer� hambre. . Y �l expresa una manera de hacerlo: romper� el bast�n del pan, con respecto a qu� forma de hablar hemos hablado anteriormente. No me suscribo a su opini�n que dice que el bast�n del pan se rompe cuando Dios env�a una deficiencia de ma�z; porque en la mayor abundancia, el bast�n del pan est� quebrado, como vimos en Mois�s, cuando Dios quita la calidad nutritiva del pan y lo hace desaparecer ( Deuteronomio 8:3) porque el hombre no vive del pan solo, pero con esa inspiraci�n secreta que Dios ha implantado en el pan. Por lo tanto, podemos comer m�s de cuatro veces la cantidad habitual, y a�n as� no estar satisfechos, ya que esta forma de hablar a menudo ocurre con los Profetas, que toman de Mois�s. Comer�s, y no estar�s satisfecho, dicen ellos. ( Lev�tico 26:26; Isa�as 9:20; Ezequiel 7; Oseas 4:10; Miqueas 6:14.) As� tambi�n aqu� El Profeta repite lo que vimos en el �ltimo cap�tulo: que Dios parte el bast�n del pan, es decir, le quita su calidad nutritiva, de modo que el que se alimenta de �l no siente que ha recuperado un nuevo rigor. Sigue -

Versículo 17

Aqu� Dios habla generalmente sobre ciertas adversidades: enviar� mal sobre ellos, dice, pero inmediatamente despu�s agrega el tipo de maldad, del cual a�n no hab�a hablado. Por lo tanto, bajo el nombre del mal, abraza todas las adversidades, como si hubiera dicho que ten�a la intenci�n de exigir el castigo de los malvados, no solo de una o dos maneras, sino por los innumerables problemas que nos rodean y a los que estamos tema; para que no haya l�mites en su ira, a menos que los hombres dejen de provocar su ira. Esta es la raz�n, entonces, por la que ahora habla generalmente sobre el mal; pero, como he dicho, agrega el tipo de maldad: una bestia malvada vendr� sobre ti, y as� te desconocer�. Aunque solo se expresa una forma de maldad, sin embargo, de ninguna manera es dudoso que Dios mencione esto, para que puedan entender que todas las lesiones est�n en su mano. Y estos son innumerables. Si miramos hacia arriba, �cu�ntas muertes nos ciernen desde esa direcci�n? Si miramos la tierra, �cu�ntos venenos? �Cu�ntas bestias salvajes y feroces, cu�ntas serpientes, espadas, trampas, escollos, precipicios, ca�das de casas, lanzamientos de piedras y dardos? En resumen, no podemos dar un paso sin que diez muertes nos encuentren. Entonces, Dios aqu� habla de las bestias salvajes solo con el prop�sito de demostrar que estaban cerca y que con ellas ejecutar�a sus juicios. Ahora, por lo tanto, entendemos por qu� Ezequiel primero habl� del g�nero, y luego lleg� a la especie.

Y al final agrega, los desconsolar� o los privar�, a saber, que privar� a los padres de sus hijos y a los hijos de sus padres; y lo har�, no solo por bestias crueles y salvajes, sino por varias otras formas. Repite nuevamente: la peste y la sangre pasar�n sobre ti. No hab�a hablado de sangre antes, a menos que bajo el nombre de la espada, que repite de nuevo: pero acumula, como ya he dicho, varias formas de hablar, de modo que deber�an despertarse por completo quienes hab�an sido demasiado lentos, y luego se estaban alejando voluntariamente de todo sentido de la ira de Dios. Por eso dice: peste y sangre pasar�n por ti. Entonces, traer� una espada, dice �l, sobre ti. Cuando habl� de sangre, realmente pretend�a una espada, pero, como ya he dicho, esto no caus� que ni los israelitas ni los jud�os temblaran instant�neamente ante tales amenazas. Lo que, por lo tanto, en s� mismo era suficientemente claro y f�cil, deber�a ser impresionado de varias maneras. Con este punto de vista, agrega nuevamente: Yo Jehov� he hablado porque �l aleja a los jud�os e israelitas de mirarse a s� mismo, y les muestra que �l no fue el autor de las amenazas, sino que entrega fielmente lo que recibi� de la mano de Dios. y lo que se le orden� pronunciar contra ellos.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Ezekiel 5". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/ezekiel-5.html. 1840-57.
 
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