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Bible Commentaries
Miqueas 4

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

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Versículo 1

Aqu� Miqueas comienza su discurso a los fieles, que eran un remanente entre ese pueblo; porque aunque la infecci�n se hab�a extendido casi por todo el cuerpo, sabemos que algunos adoraban sinceramente a Dios. Por lo tanto, Micah, para que no desanime a los hijos de Dios por el terror extremo, agrega razonablemente lo que hemos escuchado ahora, que aunque por un tiempo el templo ser�a demolido y devastado, a�n ser�a solo por una temporada, porque el Se�or lo har�a. vuelva a ser consciente de su pacto. Cuando, por lo tanto, el Profeta hab�a hablado hasta ahora de la terrible venganza de Dios, dirigi� su discurso a todo el pueblo y a la princesa; pero ahora, especialmente, y como si estuviera separado, se dirige a los siervos piadosos y sinceros de Dios; como si dijera: �Ahora hay una raz�n por la que deber�a hablar con unos pocos: hasta ahora he hablado del juicio cercano de Dios sobre los consejeros del rey, los sacerdotes y los profetas; en resumen, en toda la comunidad, porque todos se vuelven malvados e imp�os; Un desprecio de Dios y una obstinaci�n irrevocable han impregnado todo el cuerpo. Que, por lo tanto, tengan lo que se merecen. Pero ahora me dirijo a los hijos de Dios por s� mismos, porque tengo algo que decirles ".

Aunque el Profeta proclam� p�blicamente esta promesa, no hay duda de que solo ten�a en cuenta a los hijos de Dios, ya que otros no fueron capaces de recibir este consuelo; no, �l hab�a condenado poco antes la extrema seguridad de los hip�critas, en la medida en que se apoyaban en Dios; es decir, se bas� en una falsa pretensi�n de religi�n, al pensar que fueron redimidos por un precio legal cuando ofrecieron sus sacrificios. Y sabemos que nos encontramos con lo mismo en los escritos de los Profetas, y que es una pr�ctica com�n entre ellos agregar consuelos a las amenazas, no por el bien de todo el pueblo, sino para sostener a los fieles en su esperanza. quien se habr�a desesperado si no se les hubiera tendido una mano amiga: para los fieles, sabemos, tiemblan, tan pronto como Dios manifiesta cualquier se�al de ira; porque cuanto m�s alguien se conmueve con el temor de Dios, m�s teme su juicio y sus temores debido a su amenaza. Por lo tanto, vemos cu�n necesario es moderar las amenazas y los terrores, cuando los profetas y los maestros tienen en cuenta a los hijos de Dios; porque, como he dicho, no tienen suficiente miedo. H�ganos saber entonces que Micah ha dirigido su discurso hasta ahora a los malvados despreciadores de Dios, que todav�a se han puesto el manto de la religi�n; pero ahora dirige su discurso a los verdaderos y piadosos adoradores de Dios. Y adem�s se dirige a los fieles de su �poca, que su doctrina nos pertenece especialmente ahora; porque c�mo ha sido que el reino de Dios se haya propagado por todas partes de la tierra? �C�mo ha sido, que la verdad del evangelio ha llegado a nosotros, y que hemos sido part�cipes con los pueblos antiguos de la misma adopci�n, excepto que esta profec�a se ha cumplido? Entonces el llamado de los gentiles, y en consecuencia nuestra salvaci�n, se incluye en esta profec�a.

Pero el Profeta dice: Y ser� en el extremo de los d�as, (114) que el monte de la casa de Jehov� se pondr� en orden (115) en la cima de las monta�as Los extremos de los d�as el Profeta sin duda llama la venida de Cristo, porque entonces fue que la Iglesia de Dios fue construida de nuevo; en resumen, dado que fue Cristo quien introdujo la renovaci�n del mundo, su llegada se llama, con raz�n, una nueva era; y, por lo tanto, tambi�n se dice que es el extremo de los d�as: y este modo de expresi�n ocurre con mucha frecuencia en las Escrituras; y sabemos que el tiempo del evangelio se llama expresamente los �ltimos d�as y la �ltima vez por Juan, ( Juan 2:18), as� como por el autor de la Ep�stola a los Hebreos, ( Hebreos 1:2,) y tambi�n por Paul, ( 2 Timoteo 3:1;) y esta forma de hablar tomaron prestados de los profetas. Sobre este tema se hicieron algunos comentarios sobre Joel 2. Pablo nos da la raz�n de este modo de hablar en 1 Corintios 10:11: "Sobre qui�n", dice, "han llegado los fines del mundo". Cuando Cristo trajo la conclusi�n de todas las cosas en su venida, el Profeta dice correctamente que ser�an los �ltimos d�as cuando Dios restaurar�a su Iglesia de la mano del Redentor. Al mismo tiempo, Micah sin duda ten�a la intenci�n de dar a entender que el tiempo de la ira de Dios no ser�a corto, sino que estaba dise�ado para mostrar que su curso ser�a por mucho tiempo.

Entonces ser� en el �ltimo d�a; es decir, cuando el Se�or haya ejecutado su venganza demoliendo el templo, destruyendo la ciudad y reduciendo el lugar santo a una soledad, esta terrible devastaci�n continuar�, ni por un a�o, ni por dos; en una palabra, no solo permanecer� durante cuarenta o cincuenta a�os, sino que el Se�or soltar� las riendas de su ira, para que sus mentes languidezcan durante mucho tiempo, y que ninguna restauraci�n sea evidente. Ahora entendemos el dise�o del Profeta en cuanto a los �ltimos d�as.

�l llama al monte, el monte de la casa de Jehov�, (116) en un sentido diferente de lo que hizo antes; porque entonces fue, como hemos dicho a modo de concesi�n; y ahora expone la raz�n por la cual Dios no deseaba abandonar por completo ese monte; porque mand� construir su templo all�. Es lo mismo, entonces, como si dijera: �Esto no debe atribuirse a la santidad de la monta�a, como si sobresaliera con dignidad de otras monta�as; sino porque all� el templo fue fundado, no por la autoridad de los hombres, sino por un or�culo celestial, como se conoce suficientemente ".

El monte de la casa de Jehov� se colocar� en orden en la cima de las monta�as, es decir, superar� en altura a todas las dem�s monta�as; y se elevar�, dice, por encima de las cumbres m�s altas, y reunir� (117) all� estar�n todas las naciones. Es cierto que por estas palabras del Profeta no debe entenderse ninguna eminencia visible de la situaci�n: porque ese monte no se increment� en la venida de Cristo; y los que vivieron en la �poca del Profeta no ten�an ninguna idea burda de este tipo. Pero �l habla aqu� de la eminencia de la dignidad, que Dios le dar�a al monte Si�n una distinci�n tan eminente, que todas las otras monta�as ceder�an a su honor. �Y c�mo se hizo esto? La explicaci�n sigue en el siguiente verso. Entonces, para que nadie pensara que habr�a alg�n cambio visible en el monte Si�n, que aumentar�a de tama�o, el Profeta explica inmediatamente lo que quiso decir y dice, al final del vers�culo: Vengan naciones a Dios. Ahora es f�cil ver cu�l ser�a su elevaci�n, que Dios dise�� este monte para que fuera, por as� decirlo, un asiento real. Como bajo la monarqu�a del rey de Persia, todo el este, sabemos, estaba sujeto a una torre del persa; as� tambi�n, cuando el monte Si�n se convirti� en el asiento del poder soberano, Dios dise�� para reinar all�, y all� dise�� que todo el mundo deber�a estar sujeto a �l; y esta es la raz�n y el Profeta dijo que ser�a m�s alto que todas las otras monta�as. Por lo tanto, su significado, en esta expresi�n, es suficientemente evidente.

Kimchi dice que esta palabra significa "correr hacia lo que es agradable o delicioso" - currere ad beneplacitum, hoc est, ad id quod cupias Un viejo autor, citado por Leigh, dice que implica abundancia y celeridad - affluentiam cum celeritar Se traduce como "fluir juntos" en Jeremias 51:44.

En lugar de "pueblos", ????, Isa�as tiene ?? ?????, "todas las naciones". Una esclerosis m�ltiple. Tiene lo mismo aqu�, y tres tienen ?? antes de ????, y esta parece ser la lectura correcta. ??, en n�mero plural, es sin�nimo de ????, que significa naciones. El resto de este vers�culo es exactamente el mismo en los dos Profetas, excepto que ????, "preparado", se coloca de manera diferente, y ???, "it", se agrega por Miqueas despu�s de ???, "exaltado".

En el segundo verso, que es el tercero en Isa�as, hay una identidad verbal completa, excepto que ???? y ???? est�n invertidos, y que ? antes de que ?? quiera en Isa�as; pero se suministra en varios MSS.

En el tercero, el cuarto en Isa�as, hay variedades verbales en las dos primeras l�neas, las cuatro restantes son exactamente iguales, con la excepci�n de una parag�gica ?, monja, agregada a un verbo por Micah, y el verbo ???? es singular en Isa�as. En las dos l�neas mencionadas, tambi�n hay una adici�n de ?? ????, "lejos de", en Miqueas.

Isa�as . ???? ??? ????? 4. ??????????? ???? Y �l juzgar� entre la naci�n, Y convencer� a muchos pueblos.

Micah. whwkyx lgwyM eumyM ed rxwq wspj byN emyM rbyM Y �l juzgar� entre muchos pueblos, Y convencer� a las naciones fuertes de lejos.

Con este vers�culo el pasaje termina en Isa�as; Micah agrega otro: y esto, con las otras dos circunstancias: que el pasaje es m�s completo y est� m�s conectado con el contexto aqu� que en Isa�as, puede parecer que favorece la opini�n de que Isa�as, y no Micah, fue el copista; pero las palabras, con las cuales se introduce el pasaje en Isa�as, proh�ben tal suposici�n.

�El obispo Lowth, en Isa�as 2:2, piensa que Micah tom� este pasaje de Isa�as. Es cierto que lo ha mejorado a la manera de los imitadores. O bien, el Esp�ritu puede haber inspirado a ambos con esta predicci�n: o ambos pueden haber copiado alg�n original com�n, las palabras de un Profeta bien conocido en ese momento. - Reci�n llegado.

Versículo 2

Sin embargo, sigue una explicaci�n m�s completa, cuando dice que vendr�an muchas naciones. Dijo solo antes de que vinieran esas naciones: pero como David, incluso en su edad, hizo que algunas naciones se hicieran tributarias de s� mismo, el Profeta aqu� expresa algo m�s, - que vendr�an muchas naciones; como si hubiera dicho: "Aunque David subyug� a algunas personas para s� mismo, los l�mites de su reino eran estrechos y confinados, en comparaci�n con la amplitud de ese reino que el Se�or establecer� a la llegada de su Mes�as: para no pocas naciones pero muchos se reunir�n para servirle, y dir�n, "etc. El Profeta ahora muestra que ser�a un reino espiritual. Cuando David someti� a los moabitas y los amorreos, y a otros, impuso un cierto tributo a pagar anualmente, pero no pudo establecer entre ellos la adoraci�n pura y leg�tima de Dios, ni pudo unirlos en una sola fe. Entonces los moabitas y otras naciones, aunque rindieron homenaje a David, a�n no adoraban al Dios verdadero, sino que siempre se alejaron de la Iglesia. Pero nuestro Profeta muestra que el reino, que Dios establecer�a en la venida del Mes�as, ser�a espiritual.

Porque dir�n, (118) D�janos y asciende al monte de Jehov�, y a la casa del Dios de Jacob; y �l nos ense�ar� sus caminos, y caminaremos en sus caminos: porque, (119) adelante habr� una ley de Si�n, y la palabra de Jehov� de Jerusal�n A lo largo de este pasaje, el Profeta nos ense�a que las personas no deben ser obligadas por una fuerza armada, o por el poder de la espada, a someterse a la posteridad de David, sino que deben ser realmente y completamente reformadas, para que se someten a Dios, se unen con el cuerpo de la Iglesia y se convierten en un solo pueblo con los hijos de Abraham; porque rendir�n un servicio voluntario, y abrazando la ense�anza de la Ley, renunciar�n a sus propias supersticiones. Este es el significado del Profeta. Pero el resto lo aplazaremos hasta ma�ana.

Se dice, "en la cima de las monta�as", no de una monta�a. La Iglesia no se limitar�a a un solo lugar, sino que ser�a preeminente en toda la tierra. Deb�a ser coextensivo con la palabra que saldr�a de Sion. - Ed.

Versículo 3

El Profeta aqu� describe el fruto de la verdad Divina, que Dios restaurar�a a todas las naciones a tal gentileza, que estudiar�an para cultivar la paz fraterna entre ellas, y que todos consultar�an el bien de los dem�s, dejando a un lado todo deseo de hacer da�o. . Como lo demostr� recientemente, que la Iglesia de Dios no podr�a ser formada de otra manera que por la Palabra, y que la adoraci�n leg�tima de Dios no puede establecerse y continuarse, excepto donde Dios es honrado con la obediencia de la fe; as� que ahora muestra que la verdad Divina produce este efecto, que ellos, que antes viv�an enemistados entre s� y ard�an con la lujuria de hacer da�o, llenos de crueldad y avaricia, ahora, al cambiar su disposici�n, se dedicar�n por completo a los actos de bondad. Pero, antes de que el Profeta llegue a este tema, dice:

Juzgar� (122) entre muchas personas, y reprender� a las naciones fuertes. La palabra juez, en hebreo, significa lo mismo que gobernar o gobernar. Es cierto que aqu� se habla de Dios: es lo mismo que si el Profeta hubiera dicho que aunque las naciones no hab�an obedecido a Dios hasta ahora, ahora lo poseer�an como rey y se someter�an a su gobierno. De hecho, Dios ha gobernado el mundo por su providencia oculta, como todav�a lo gobierna: por cu�nto se enfurecen el diablo y los imp�os; no, cu�nto pueden hervir con furia desenfrenada, no hay duda de que Dios refrena y controla su locura con su brida oculta. Pero la Escritura habla del reino de Dios en dos aspectos. Dios ciertamente gobierna al diablo y a todos los malvados, pero no por su palabra, ni por el poder santificador de su Esp�ritu: as� se hace, que obedecen a Dios, no voluntariamente, sino en contra de su voluntad. El gobierno peculiar de Dios es el de su Iglesia solamente, donde, por su palabra y Esp�ritu, �l dobla los corazones de los hombres a la obediencia, para que lo sigan voluntaria y voluntariamente, ense��ndose interna y externamente, internamente por la influencia de el Esp�ritu, exteriormente por la predicaci�n de la palabra. Por lo tanto, se dice en Salmo 110, "Tu pueblo dispuesto se reunir�". Este es el gobierno que el Profeta describe aqu�; Dios entonces juzgar�; no como �l juzga al mundo, sino que, de manera peculiar, los har� obedientes a s� mismo para que no busquen nada m�s que estar completamente dedicados a �l.

Pero como los hombres deben ser sometidos primero antes de rendirle a Dios tal obediencia, el Profeta agrega expresamente, y �l reprender� (corrigir�) o convencer� (argumentar�) a muchas personas. Y esta frase debe ser notada cuidadosamente; porque, por lo tanto, aprendemos que tal es nuestro orgullo innato, que ninguno de nosotros puede convertirse en un disc�pulo apropiado para Dios, excepto que seamos sometidos por la fuerza. La verdad se congelar�a por s� misma en medio de la corrupci�n que tenemos, excepto que el Se�or demostr� que somos culpables, excepto que nos prepar� de antemano, por as� decirlo, con medidas violentas. Ahora percibimos el dise�o del Profeta al conectar la reprensi�n con el gobierno de Dios: para el verbo ???, ikech, significa a veces exponer, convencer, y algunas veces corregir o reprobar. (123) En resumen, la maldad y la perversidad de nuestra carne est�n aqu� implicadas; porque incluso los mejores de nosotros nunca se ofrecer�an a Dios, sin ser sometidos primero, y eso por la poderosa correcci�n de Dios. Este, entonces, es el comienzo del reino de Cristo.

Pero cuando dice que las naciones fuertes ser�an reprendidas, elogia y expone el car�cter del reino del que habla: y por lo tanto aprendemos el poder de la verdad, que los hombres fuertes, cuando as� sean reprendidos, se ofrecer�n a s� mismos, sin ninguna resistencia, para ser gobernado por Dios. La correcci�n es realmente necesaria, pero Dios no emplea fuerza externa, ni ning�n poder armado, cuando somete a la Iglesia a s� mismo: y aun as� re�ne naciones fuertes. De ah� que se vea el poder de la verdad: porque donde hay fuerza, hay confianza y arrogancia, y tambi�n oposici�n rebelde. Desde entonces, el Se�or, sin ninguna otra ayuda, corrige as� la perversidad de los hombres, por lo tanto, vemos con qu� poder inconcebible Dios obra, cuando re�ne su propia Iglesia. Debe agregarse, que no hay la menor duda, sino que esto debe aplicarse a la persona de Cristo. Miqueas habla de Dios, sin mencionar a Cristo por su nombre; porque a�n no se hab�a manifestado en la carne: pero sabemos que en su persona se ha cumplido esto, que Dios ha gobernado el universo y sometido a s� mismo a la gente del mundo entero. Por lo tanto, concluimos que Cristo es Dios verdadero; porque �l no es solo un ministro del Padre, como Mois�s o cualquiera de los Profetas; pero �l es el rey supremo de su iglesia.

Antes de proceder a notar la fruta, se debe observar la expresi�n, ???? ??, od rechuk, "lejos". Puede intimar tanto tiempo como distancia del lugar. Jonathan lo aplica a una larga continuaci�n del tiempo, que Dios convencer�a a los hombres hasta el fin del mundo. Pero el Profeta, dudo que no, pretend�a incluir a los pa�ses m�s distantes; como si hubiera dicho que Dios no ser�a el rey de un solo pueblo, o solo de Judea, sino que su reino se propagar�a a los extremos de la tierra. Luego convencer� a la gente de lejos

Luego agrega, con respecto a la fruta, batir�n sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. Ya he explicado brevemente el significado del Profeta: de hecho, muestra que cuando las naciones deber�an ser ense�adas por la Palabra de Dios , habr�a un cambio tal, que todos estudiar�an para hacer el bien y cumplir con los deberes del amor hacia sus vecinos. Pero al hablar de espadas y lanzas, insin�a brevemente qu� hombres, hasta que se hacen amables por la palabra del Se�or, siempre intentan la tiran�a y la opresi�n inicuas; ni puede ser de otra manera, mientras cada uno sigue su propia naturaleza; porque no hay ninguno que no est� casado con sus propias ventajas, y la codicia de los hombres es insaciable. Como entonces todos tienen la intenci�n de obtener ganancias, mientras que cada uno est� cegado por el amor propio, �qu� m�s que la crueldad debe salir de este principio malvado? Por eso es que los hombres no pueden cultivar la paz unos con otros; porque cada uno busca ser el primero, y atrae todo para s� mismo; nadie ceder� voluntariamente: entonces surgen disensiones, y de disensiones, peleas. Esto es lo que el Profeta insin�a. Y luego agrega, sin embargo, que el fruto de la doctrina de Cristo ser�a tal, que los hombres, que antes eran como crueles bestias salvajes, se volver�an gentiles y mansos. Forjar�n entonces sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas.

Levanta, dice, no ser� una naci�n una espada contra una naci�n, y se acostumbrar�n a que ya no pelear�n. �l explica aqu� m�s completamente lo que he dicho antes: que el Evangelio de Cristo ser�a para las naciones, por as� decirlo. , un est�ndar de paz: como cuando se levanta una pancarta, los soldados participan en la batalla y se enciende su furia; entonces Micah atribuye un oficio directamente opuesto al Evangelio de Cristo, que restaurar� a aquellos al cultivo de la paz y la concordia, que antes se daban a actos de hostilidad. Porque cuando dice: "Levantar una espada no ser� una naci�n contra otra naci�n", insin�a, como ya he dicho, que dondequiera que Cristo no reine, los hombres son lobos para los hombres, porque cada uno est� dispuesto a devorar a todos los dem�s. Por lo tanto, como los hombres son impulsados ??naturalmente por un impulso tan ciego, el Profeta declara que esta locura no puede corregirse, que los hombres no cesar�n en las guerras, que no se abstendr�n de las hostilidades, hasta que Cristo se convierta en su maestro: porque por la palabra ???, dice, implica que es una pr�ctica que prevalece entre la humanidad, que luchan entre s�, que siempre est�n preparados para hacer da�o y mal, excepto cuando posponen su disposici�n natural. . Pero dulzura, �de d�nde procede? Incluso de la ense�anza del Evangelio.

Este pasaje debe ser recordado; porque aqu� aprendemos que no crece entre nosotros el verdadero fruto del Evangelio, a menos que ejercitemos amor mutuo y benevolencia, y nos esforcemos en hacer el bien. Aunque el Evangelio en este d�a se predica puramente entre nosotros, cuando consideramos el poco progreso que hacemos en el amor fraternal, deber�amos estar avergonzados de nuestra indolencia. Dios proclama diariamente que est� reconciliado con nosotros en su Hijo; Cristo testifica que �l es nuestra paz con Dios, que lo hace propicio para nosotros, para este fin, para que podamos vivir juntos como hermanos. De hecho, deseamos ser considerados hijos de Dios, y deseamos disfrutar de la reconciliaci�n obtenida para nosotros por la sangre de Cristo; pero mientras tanto nos desgarramos, afilamos nuestros dientes, nuestras disposiciones son crueles. Si entonces deseamos realmente demostrar que somos disc�pulos de Cristo, debemos prestar atenci�n a esta parte de la verdad divina, cada uno de nosotros debe esforzarse por hacer el bien a su pr�jimo. Pero esto no puede hacerse sin que nuestra carne se oponga; porque tenemos una fuerte propensi�n al amor propio, y estamos inclinados a buscar demasiado nuestras propias ventajas. Por lo tanto, debemos posponer estos afectos desordenados y pecaminosos, para que la bondad fraternal pueda tener �xito en su lugar.

Tambi�n se nos recuerda que no es suficiente para nadie abstenerse de hacer da�o, a menos que �l tambi�n est� ocupado en hacer el bien a sus hermanos. De hecho, el Profeta podr�a haber dicho solo que romper�n sus espadas y sus lanzas; para que de aqu� en adelante se abstengan de hacer da�o a otros: esto solo no es lo que �l dice; pero, "Forjar�n", o golpear�n, "sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en ganchos de poda"; es decir, cuando se abstengan de todas las lesiones, buscar�n ejercitarse en los deberes del amor, de acuerdo con lo que dice Pablo, cuando exhorta a los que han robado a no robar m�s, sino a trabajar con sus propias manos, que podr�a aliviar a otros ( Efesios 4:28.) Excepto que nos esforzamos por aliviar las necesidades de nuestros hermanos y ofrecerles asistencia, no habr� en nosotros sino una parte de la verdadera conversi�n, como es el caso con muchos, que no son realmente inhumanos, que no cometen saqueo, que no dan motivo de queja, pero que viven solos y disfrutan de un ocio no rentable. Esta indolencia que el Profeta condena aqu� indirectamente, cuando habla de las rejas de arado y los ganchos de poda.

De nuevo, se puede hacer una pregunta aqu�: �Se cumpli� esto en la venida de Cristo? Parece que el Profeta no describe aqu� el estado de la Iglesia por un tiempo, sino que muestra lo que ser�a el reino de Cristo hasta el final. Pero vemos que cuando se predic� el Evangelio por primera vez, el mundo entero herv�a de guerras m�s que nunca; y ahora, aunque el Evangelio en muchas partes se predica con claridad, las discordias y las contiendas no cesan; tambi�n vemos que la rapacidad, la ambici�n y la avaricia insaciable prevalecen en gran medida; y de ah� surgen contenciones y guerras sangrientas. Y al mismo tiempo, habr�a sido inconsistente en el Profeta haber hablado as� del reino de Cristo, si Dios no hubiera dise�ado realmente para realizar lo que aqu� se predice. Mi respuesta a esto es que, como el reino de Cristo solo comenz� en el mundo, cuando Dios orden� que se proclamara el Evangelio en todas partes, y como en este d�a su curso a�n no se ha completado; entonces lo que el Profeta dice aqu� no ha tenido lugar hasta ahora; pero en la medida en que el n�mero de fieles es peque�o y la mayor parte desprecia y rechaza el Evangelio, sucede que los saqueos y las hostilidades contin�an en el mundo. �C�mo es eso? Porque el Profeta habla aqu� solo de los disc�pulos de Cristo. �l muestra el fruto de su doctrina, que dondequiera que toque una ra�z viva, produce fruto: pero la doctrina del Evangelio tiene ra�ces apenas en uno de cada cien. (124) La medida tambi�n de su progreso debe tomarse en cuenta; porque hasta donde alguien abraza la doctrina del Evangelio, hasta el momento se vuelve gentil y busca hacer el bien a sus vecinos. Pero como todav�a llevamos sobre nosotros las reliquias del pecado en nuestra carne, y como nuestro conocimiento del Evangelio a�n no es perfecto, no es de extra�ar que ninguno de nosotros haya dejado de lado por completo los afectos depravados y pecaminosos de su carne.

Por lo tanto, tambi�n es f�cil ver cu�n tonta es la vanidad de aquellos que buscan quitar el uso de la espada, a causa del Evangelio. Los anabautistas, sabemos, han sido turbulentos, como si todo el orden civil fuera inconsistente con el reino de Cristo, como si el reino de Cristo estuviera hecho solo de doctrina, y esa doctrina sin ninguna influencia. De hecho, podr�amos prescindir de la espada, si fu�ramos �ngeles en este mundo; pero el n�mero de los piadosos, como ya he dicho, es peque�o; por lo tanto, es necesario que el resto de la gente est� restringido por una brida fuerte; porque los hijos de Dios se encuentran mezclados, ya sea con monstruos crueles o con lobos y hombres rapaces. Algunos de hecho son abiertamente rebeldes, otros son hip�critas. El uso de la espada, por lo tanto, continuar� hasta el fin del mundo.

Ahora debemos entender que en el momento en que nuestro Profeta pronunci� este discurso, Isa�as hab�a usado las mismas palabras, ( Isa�as 2:4 :) y es probable que Miqueas fuera un disc�pulo de Isa�as. Sin embargo, ejercieron al mismo tiempo el oficio prof�tico, aunque Isa�as era el mayor. Pero Micah no se avergonz� de seguir a Isa�as y de tomar prestadas sus palabras; porque no fue entregado a la auto ostentaci�n, como si no adujera nada m�s que lo suyo; pero �l adopt� las expresiones de Isa�as, y relat� verbalmente lo que hab�a dicho, para demostrar que hab�a un acuerdo perfecto entre �l y ese ilustre ministro de Dios, de que su doctrina podr�a obtener m�s cr�dito. Por lo tanto, vemos cu�n grande fue la simplicidad de nuestro Profeta, y que no consider� lo que los hombres mal�volos y perversos podr�an decir: ��Qu�! solo repite las palabras de otro ". Tal calumnia la ignor� por completo; y pens� que era suficiente para demostrar que hab�a declarado fielmente lo que Dios hab�a ordenado. Aunque no tenemos el ?? ????, od rechuk, en Isa�as, el significado es el mismo: en todas las dem�s cosas est�n de acuerdo. Ahora sigue:

Y juzgar� entre muchas personas, Y convencer a las naciones fuertes de lejos.

Versículo 4

Micah contin�a aqu� con el mismo tema: que cuando las mentes de los hombres est�n dispuestas a actos de bondad, todos disfrutar�n de la bendici�n de Dios sin ser molestados. De hecho, parece haber dos cosas aqu� incluidas, que los actos de hostilidad cesar�n, y que la verdadera felicidad no puede existir entre los hombres, excepto que Cristo gobierna entre ellos por la doctrina de su Evangelio. Y lo mismo que los profetas ense�an en otros lugares, es decir, que todos vivir�n sin temor; y esto lo hacen, para demostrar que los hombres alguna vez viven en un temor miserable, excepto cuando est�n a salvo bajo la protecci�n de Dios. Es lo mismo que el Profeta hab�a dicho, que la vida de los hombres es muy miserable, donde no se tiene la doctrina del Evangelio, en la medida en que se sienten perturbados por la continua inquietud, todos temen por s� mismos, todos sufren terrores constantes. No hay nada m�s miserable que tal estado de cosas, porque la paz es el bien principal.

Ahora entendemos que el significado del Profeta es: que bajo el reinado de Cristo los fieles disfrutar�n de la verdadera y plena felicidad, ya que estar�n exentos de temblar y temer; por eso nombra la vid y la higuera. �l podr�a haber dicho: "Todos vivir�n seguros en casa"; pero �l dice: Todo el mundo descansar� debajo de su propia higuera y debajo de su propia vid; es decir, aunque expuesto a ladrones, a�n no temer� violencia ni lesiones; porque los que fueron ladrones observar�n lo que es justo y correcto; los que fueron sangrientos estudiar�n para hacer el bien. Por lo tanto, cuando nadie cierra la puerta de su casa, s�, cuando sale al campo y duerme al aire libre; �l todav�a estar� a salvo y seguro. Ahora vemos por qu� el Profeta menciona aqu� la higuera y la vid, en lugar de la casa de la vivienda.

Y no habr� nadie para aterrorizarlos. Lo que el Profeta dise�� para expresar se especifica aqu� m�s claramente: que no habr�a peligro y que, por lo tanto, no habr�a necesidad de escondites ni de defensas. �Por qu�? Porque los mismos campos, dice, estar�n libres de todo lo que pueda doler, ya que no habr� ninguno que cause miedo. Y el Profeta parece aludir a la bendici�n prometida en la Ley, porque Mois�s us� casi las mismas palabras: y los Profetas, sabemos, extrajeron muchas cosas de la Ley; porque su dise�o era retener a la gente en su doctrina y hacerla lo m�s familiar posible para ellos. Como entonces Mois�s prometi�, entre otras cosas, esta seguridad,

"Dormir�s y nadie te aterrorizar�" ( Lev�tico 26:6;)

entonces el Profeta tambi�n, al hablar aqu� del reino de Cristo, muestra que esta bendici�n se lograr�a plenamente.

Ahora por fin se une, La boca de Jehov� ha hablado as�, para confirmar lo que parec�a incre�ble: porque, como ya he dicho, ya que poco antes hab�a predicho la devastaci�n del monte Si�n y la ruina del templo, parec�a Es muy improbable que las naciones vengan a adorar a Dios. Pero declara que la boca de Dios hab�a hablado as�, que los fieles podr�an superar todos los obst�culos y luchar contra la desesperaci�n; aunque vieron el templo destruido, el monte Si�n desolado, aunque vieron un horrible desperdicio y bestias salvajes ocupando el lugar de los hombres; a�n ten�an que continuar entreteniendo una firme esperanza. - �C�mo es eso? Porque Jehov� ha hecho una promesa y la cumplir�: porque cuando se hace menci�n de la boca de Dios, su omnipotencia debe entenderse mediante la cual se ejecutar� lo que �l ha prometido.

Versículo 5

Miqueas, despu�s de haber hablado de la restauraci�n de la Iglesia, ahora confirma la misma verdad, y muestra que los fieles tendr�an raz�n suficiente para unirse constantemente a su Dios y despreciar todas las supersticiones del mundo, y que aunque puedan ser arrojados aqu� y all� por opiniones contrarias, continuar�n en la verdadera religi�n. Este vers�culo est� conectado con el reino de Cristo; porque hasta que estemos reunidos, y Cristo brille entre nosotros y nos gobierne por su palabra, no puede haber en nosotros constancia ni firmeza. Pero cuando, bajo los auspicios de Cristo, nos unimos en un solo cuerpo, la Iglesia se convierte en la constancia de nuestra fe, que nada puede desviarnos del curso correcto, aunque en cualquier momento surgir�an nuevas tormentas, por lo cual el mundo podr�a ser sacudido, y aunque fuera a suceder, el universo deber�a agitarse o desaparecer. Ahora entendemos lo que significa el Profeta.

Por lo tanto, dice: Todas las naciones caminar�n cada una en el nombre de su dios. Esta oraci�n debe explicarse as�: "Aunque las naciones se dividan en varias sectas, y cada una sea adicta a sus propias supersticiones, aun as� continuaremos firmes en la adoraci�n pura de Dios y en la unidad de la fe". Pero esta pregunta ocurre, �c�mo podr�a el Profeta decir que habr�a tales desacuerdos en el mundo, cuando poco antes hab�a hablado de que la Iglesia estaba reunida y unida? porque �l hab�a dicho: Vengan todas las naciones, y cada una dir�: Ven, subamos al monte de Jehov�. Parece haber aqu� una especie de inconsistencia, que todas las naciones vendr�an a montar Sion, y sin embargo que cada pueblo tendr�a sus propios dioses. Pero la soluci�n no es dif�cil: el Profeta en este vers�culo fortalece a los fieles, hasta que Cristo sea revelado al mundo: ni hay ninguna duda, pero el Profeta intenta mantener la confianza de los piadosos, que de otro modo podr�an haber sido abrumados cien tiempos de desesperaci�n Cuando los hijos de Israel fueron llevados al exilio, cuando les quitaron su herencia, cuando el templo hab�a sido demolido, cuando, en una palabra, no exist�a una religi�n visible, podr�an, como he dicho, haber desanimado, no esta promesa les viene a la mente, que Dios restaurar�a el monte Si�n y reunir�a una Iglesia de todo el mundo. Pero tambi�n hubo necesidad de alguna confirmaci�n, y esto es lo que el Profeta ahora une. Por eso dice: �Dado que el Se�or te da la esperanza de una restauraci�n tan gloriosa, debes sentir confianza. y, confiando en su promesa, continuar en su verdadera adoraci�n, cu�nto pueden los gentiles servir a sus propios �dolos, y jactarse de que tienen al Dios verdadero. Sin embargo, entonces, cada una de las naciones puede enorgullecerse de sus supersticiones, no debes fluctuar, ni girar aqu� y all�, como ca�as, que se mueven de un lado a otro, a medida que cambia el viento; pero ustedes continuar�n firmes y constantes en su curso; porque sab�is que Dios es verdadero, que de una vez por todas te adopt� y prometi� que tu salvaci�n ser� el objeto de su cuidado, incluso cuando el mundo piense que est�s arruinado y perdido ".

Por lo tanto, vemos que lo que el Profeta ten�a en mente era elevar la confianza de las mentes de los piadosos en medio no solo de los problemas, sino de la confusi�n total. Entonces caminar�n todas las naciones, es decir, cuando el templo y la ciudad sean demolidos, y el pueblo sea llevado al exilio distante, la imp�a, al mismo tiempo, triunfar�, cada uno ensalzar� a sus propios dioses: aunque nuestro Dios entonces no deber�a aparecer, todav�a no habr� raz�n por la que debamos desanimarnos; pero debemos recombinarnos en su palabra. Entonces caminaremos en el nombre de nuestro Dios, y eso por los siglos de los siglos; es decir, aunque debe suceder que el mundo se d� cien vueltas y vueltas, no habr� cambio en nuestras mentes: porque como la verdad de Dios es eterna, tambi�n nuestra fe debe ser constante y nunca variar. Ahora se elimina la dificultad, y vemos c�mo estas dos cosas est�n de acuerdo: que todas las naciones vendr�n y con un consentimiento adorar�n a Dios, y sin embargo, para cada una de ellas habr� sus propios dioses: la diversidad de tiempos debe estar aqu�. considerado, cuando todas las naciones caminar�an cada una en nombre de su dios. (125)

Al decir, ??? ??? ?????, aish beshem Aleiu, toca, de manera indirecta, esa variedad que existe entre los hombres. Aunque todos ellos siguen y defienden pertinazmente sus propias supersticiones, cada uno fabrica un objetivo para s� mismo. Por lo tanto, sucede que nada es seguro, ya que solo siguen sus propios inventos. Pero esto, el Profeta, solo quer�a tocarlo por cierto. Su objetivo principal era lo que he dicho, que aunque la Iglesia de Dios ser�a peque�a y deber�a encontrar una gran multitud opuesta a ella, a�n no deb�a sucumbir. Sabemos cu�n violento es el consentimiento p�blico; porque cuando la mayor�a conspira juntos, el peque�o n�mero, que tiene una opini�n diferente, lo es, ya que se trag� al instante. No es entonces sin raz�n que el Profeta exhorta a los fieles aqu� a una firme firmeza mental, para que puedan triunfar sobre todas las naciones. Por muy peque�o que sea el n�mero de fieles, el Profeta deseaba que miraran hacia abajo, como si se tratara de un lugar m�s alto, no solo en grandes multitudes sino en toda la humanidad. Aunque entonces caminan todas las naciones, etc .: ni la palabra ??, cal, todas, superflua, aunque todas las naciones caminen, etc. Hubo entonces una sola naci�n, la descendencia de Abraham, entre para quien exist�a la verdadera religi�n; y fue una devastaci�n terrible, cuando Dios sufri� el derrumbe de la ciudad real y el templo, y la destrucci�n de todo el cuerpo de la gente, de aqu� y de all�, para que ning�n reino y ning�n tipo de civil la comunidad permaneci� Por lo tanto, el Profeta insin�a aqu� que, aunque los fieles deber�an descubrir que en n�mero y dignidad fueron superados por sus enemigos, no deber�an desesperarse. "Aunque entonces todas las naciones caminaron, cada una en nombre de su dios, - aunque cada pueblo formul� sus supersticiones contra ti, y todas conspiraron juntas contra ti, aun as� te mantienes firme y contin�as en tu curso, y esto no por un poco tiempo, pero por los siglos de los siglos ". (126) Ahora este pasaje muestra que la fe no depende de los sufragios de los hombres, y que no debemos considerar lo que cualquiera pueda pensar o lo que pueda ser el consentimiento de todos; porque solo la verdad de Dios deber�a ser considerada suficiente por nosotros. Por mucho que, entonces, el mundo entero pueda oponerse a Dios, nuestra fe no debe ser cambiante, sino permanecer firme sobre este s�lido fundamento, que Dios, que no puede enga�ar, ha hablado. Esta es una cosa Luego, en segundo lugar, debe agregarse que esta firmeza debe ser perpetua. Aunque entonces Satan�s puede entusiasmarnos con nuevos problemas, ya que hasta ahora nos hemos mantenido firmes en cuanto a nuestra fe en la palabra de Dios, sigamos en el mismo curso hasta el final. Y el Profeta dise�� este verso; porque vio que las personas estar�an sujetas a varias y largas tentaciones. Fue un largo cautiverio: por lo tanto, la languidez podr�a haber desperdiciado toda la confianza que la gente ten�a. Y adem�s, despu�s de que regresaron del exilio, sabemos con qu� frecuencia y cu�n gravemente se juzg� su fe, cuando todos sus vecinos los atacaron hostilmente y luego fueron oprimidos por una cruel tiran�a. Esta fue la raz�n por la cual el Profeta dijo que los hijos de Dios deben caminar perpetuamente y hasta el final en su nombre.

Aunque da el nombre de dioses a los �dolos de las naciones, todav�a muestra que hay una gran y sorprendente diferencia; porque las naciones adoran a sus propios dioses, que hab�an inventado: �o c�mo obtuvieron su majestad y su poder, excepto de la falsa imaginaci�n de los hombres? Pero el Profeta dice: Caminaremos en el nombre de Jehov� nuestro Dios. Por lo tanto, muestra que el poder y la autoridad de Dios no se basan en ning�n dispositivo vano de los hombres, porque �l mismo existe y existir�, aunque el mundo entero lo neg�. Y esto tambi�n confirma lo que ya he dicho: que los fieles deben abrazar la palabra de Dios, ya que saben que no tienen que ver con los hombres, cuyo cr�dito es dudoso e inconstante, sino con el que es el Dios verdadero, que no puede mentir, y cuya verdad es inmutable. Sigamos -

" Nam omnes populi, qui ambulabant quisque in nomine dei sui, et now ambulabimus in nomine Jehovae Dei nostri ."

Las palabras sin duda admitir�n esta construcci�n; porque a menudo es el caso en hebreo, que ???, quien es entendido antes de un verbo en tiempo futuro, especialmente cuando tiene el significado del presente, como aqu�, para el anterior " ambulabant , "se puede convertir en" ambulant ", sin ninguna inconstancia en el significado. Por lo tanto, interpretar�a el verso as�:

Para todas las naciones, Who camina cada uno en nombre de su dios, Y nosotros mismos Caminar� en el nombre de Jehov� nuestro Dios, Por los siglos de los siglos.

Las naciones entonces caminaban en nombre de sus dioses multiplicados; pero en el momento aludido, tanto los gentiles como los jud�os caminaban juntos en el nombre de Jehov�. Por lo tanto, existe una correspondencia completa entre todas las partes de este pasaje notable, que se extiende desde el primer verso hasta el s�ptimo inclusive; una parte de la cual, que se extiende solo hasta el final del tercer verso, se encuentra en Isa�as. - Ed.

Versículo 6

El Profeta persigue el mismo tema. Pero siempre debemos recordar lo que les he recordado anteriormente: que los juicios ser�an tan graves y violentos que se necesitar�an remedios fuertes y poco comunes; porque los fieles podr�an haberse hundido cien veces, por as� decirlo, en los abismos m�s profundos, excepto que hubieran sido apoyados por diversos medios. Esta es la raz�n por la cual el Profeta confirma tan completamente la verdad que hemos notado respecto a la restauraci�n de la Iglesia.

En ese d�a, dice, reunir� la detenci�n. Esta met�fora no solo se encuentra aqu�; para David sabio que su propia aflicci�n era como la de detenerse. La palabra ????, tsaloe, significa el lado: por lo tanto, llaman metaf�ricamente a los cabestros que caminan solo de un lado: es lo mismo que si hubiera dicho que estaban mutilados o d�biles. (127) Luego agrega, reunir� a los expulsados, a quienes he afectado. En el siguiente verso repite lo mismo, har� que la detenci�n, dice, sea un remanente; es decir, har� de ella, que ahora se detiene para seguir viva, y de ella, una naci�n fuerte. Algunos explican ??????, (128) enelae, de una manera m�s refinada, y dicen que significa: Ella que se ha ido antes; como si el Profeta dijera: Dios sostendr� la detenci�n, y a los que est�n vivos les dar� fuerza. Pero esta exposici�n es demasiado tensa. Vemos que el contexto no lo admitir�; porque el Profeta presenta aqu� a la Iglesia como afligida por la mano de Dios, y casi por completo la ruina: y luego, por otro lado, insin�a que iba a ser restaurada por el poder de Dios y que, por lo tanto, obtendr�a nuevas fuerzas y florecer como antes: por lo tanto, llama a la Iglesia como un elenco lejano, como en el verso anterior; y el otro vers�culo muestra claramente que el dise�o del Profeta no era otro que se�alar el doble estado de la Iglesia.

Ahora, en primer lugar, debemos observar que el Profeta se encuentra con el juicio presente en ese momento, que de lo contrario debe haber deprimido los corazones de los piadosos. Vio que estaban desglosados; y luego su dispersi�n fue como un s�mbolo de ruina final. Si entonces los fieles tuvieran sus mentes continuamente en ese espect�culo, podr�an haberse desesperado cientos de veces. El Profeta, por lo tanto, viene aqu� para ayudarlos y les recuerda que aunque ahora se estaban deteniendo, todav�a hab�a en Dios un nuevo vigor; que, aunque estaban dispersos, todav�a estaba en el poder de Dios reunir a los que hab�an sido expulsados. Brevemente, el significado es que, aunque la Iglesia no diferenci� por un tiempo de un hombre muerto, o al menos de uno mutilado, no debe entretenerse la desesperaci�n; porque el Se�or a veces levanta a su pueblo, como si hubiera resucitado a los muertos de la tumba: y este hecho debe ser notado cuidadosamente, ya que tan pronto como la Iglesia de Dios no brille, pensamos que est� completamente extinta y destruida . Pero la Iglesia est� tan preservada en el mundo, que a veces resucita de la muerte: en resumen, la preservaci�n de la Iglesia, casi todos los d�as, se acompa�a de muchos milagros.

Pero debemos tener en cuenta que la vida de la Iglesia no est� exenta de resurrecci�n, es m�s, no tiene muchas resurrecciones, si se permite la expresi�n. Esto lo aprendemos de las palabras del Profeta, cuando dice: "Recoger� la detenci�n y reunir� a los expulsados", y luego agrega, "y a la que tengo con los males afligidos". Y esto ha sido expresamente dijo, para que los fieles sepan, que Dios puede sacar de la tumba a los que ha entregado a la muerte. Porque si los jud�os hubiesen sido destruidos por el placer de sus enemigos, no podr�an haber esperado un remedio tan seguro de parte de Dios: pero cuando reconocieron que no les hab�a pasado nada excepto por el justo juicio de Dios, pod�an albergar la esperanza de la restauraci�n. . �C�mo es eso? Porque es lo que es peculiar de Dios sacar a los muertos, como ya he dicho, de la tumba; ya que tambi�n es su trabajo matar. Entonces vemos que lo que el Profeta prometi�, respetando la restauraci�n de la Iglesia, se confirma con este vers�culo: Yo soy �l, dice Dios, quien ha afligido; �No puedo volver a devolverte la vida? Porque como tu muerte est� en mi mano, tambi�n lo es tu salvaci�n. Si los asirios o los caldeos hubieran obtenido la victoria sobre ti contra mi voluntad, habr�a alguna dificultad en mi prop�sito de reunirte; pero como nada ha sucedido sino por mi orden, y como he demostrado que tu salvaci�n y tu destrucci�n est�n en mi poder, no hay raz�n para que pienses que es dif�cil para m� reunirte, que a trav�s de mi juicio disperso.

Versículo 7

Luego agrega, har� que la detenci�n sea un remanente. Por el remanente �l comprende la Iglesia sobreviviente. De ah� que la met�fora, la detenci�n, se extienda incluso a la destrucci�n; como si dijera: "Aunque los jud�os por un tiempo no difieran nada de los hombres muertos, har� que resuciten para que se conviertan nuevamente en un nuevo pueblo". Era dif�cil creer esto en el momento del exilio: no es de extra�ar, entonces, que el Profeta aqu� prometa que una posteridad nacer�a de un pueblo que estaba muerto. Porque aunque Babilonia era para ellos como la tumba, Dios pudo hacer tal cosa como sacarlos como hombres nuevos, como realmente sucedi�.

Luego se une y se aleja, una naci�n fuerte. Cuando los jud�os se dispersaron aqu� y all�, �c�mo era posible que Dios, desde esta devastadora devastaci�n, formara para s� un pueblo nuevo y tambi�n un pueblo fuerte? Pero el Profeta ha puesto las cl�usulas contrarias entre s�, de modo que los jud�os, asombrados de sus propios males y asombrados, no pueden desechar todo consuelo. Como entonces los hab�a dispersado, los reunir�a nuevamente, y no solo har�a esto, sino que tambi�n los har�a una naci�n fuerte.

Luego agrega: Jehov� reinar� sobre ellos en el monte Si�n, de aqu� en adelante y para siempre. El Profeta sin duda promete aqu� la nueva restauraci�n de ese reino que Dios mismo hab�a erigido; porque la salvaci�n del pueblo se basaba en esto: que la posteridad de David deb�a reinar, como veremos m�s adelante. Y es algo com�n y habitual con los profetas establecer el reino de David, siempre que hablan de la salvaci�n de la Iglesia. Era necesario entonces que el reino de David se estableciera nuevamente, para que la Iglesia floreciera y estuviera segura. Pero Miqueas no menciona aqu� la posteridad de David, sino que menciona a Jehov� mismo, no para excluir el reino de David, sino para mostrar que Dios se convertir�a abiertamente en el fundador de ese reino, s�, que �l mismo pose�a todo el poder. Porque aunque Dios gobern� al pueblo antiguo de la mano de David, de la mano de Jos�as y de Ezequ�as, a�n hab�a una sombra que interven�a, de modo que Dios no rein� visiblemente. El Profeta luego menciona aqu� alguna diferencia entre ese reino sombr�o y el �ltimo reino nuevo, que, en la venida del Mes�as, Dios establecer�a abiertamente. Jehov� mismo reinar� sobre ellos; como si dijera: "Hasta ahora, cuando la posteridad de David ocup� el gobierno, ya que Dios mismo cre� tanto a David como a sus hijos, y como fueron ungidos por su autoridad y mando, no podr�a haberse pensado sino que el reino era la suya, aunque �l gobernaba a su pueblo por el ministerio y la agencia de los hombres: pero ahora Dios mismo ascender� al trono de manera visible, para que nadie pueda dudar sino que �l es el rey de su pueblo ". Y esto se cumpli� real y realmente en la persona de Cristo. Aunque Cristo era de hecho la verdadera simiente de David, era al mismo tiempo Jehov�, incluso Dios manifestado en la carne. Por lo tanto, vemos que el Profeta aqu� en t�rminos elevados ensalza la gloria del reino de Cristo; como si hubiera dicho que no ser�a un reino sombr�o como estaba bajo la Ley. Jehov� reinar� sobre ti.

Luego se une, en el monte Sion. Sabemos que el asiento del reino de Cristo no se ha continuado en el monte Sion; pero este vers�culo debe estar relacionado con el comienzo de este cap�tulo. El Profeta dijo anteriormente: De Si�n saldr� una ley, y la palabra de Jehov� de Jerusal�n. Si luego se pregunta la interpretaci�n de este lugar, es decir, c�mo Jehov� se mostr� el rey de su pueblo y erigi� su trono en el monte Si�n, la respuesta es que de all� sali� la ley de ese lugar, como de una fuente fluy� la doctrina de la salvaci�n, para reponer el mundo entero. Como entonces, el Evangelio, que Dios hizo que se promulgara en todo el mundo, tuvo su comienzo en el monte Si�n, por lo que el Profeta dice que Dios reinar�a all�. Pero al mismo tiempo debemos observar que, a trav�s de la deserci�n y la perfidia de la gente, ha sucedido que el monte Si�n ahora es solo un rinc�n insignificante de la tierra, y no el m�s eminente del mundo, como tambi�n la ciudad de Jerusal�n, seg�n a la predicci�n de Zacar�as. El Monte Si�n entonces ahora es diferente de lo que era antes; porque dondequiera que se predique la doctrina del Evangelio, all� se adora a Dios, se ofrecen sacrificios; en una palabra, all� existe el templo espiritual. Pero a�n as�, el comienzo del Evangelio debe tenerse en cuenta, si entendemos el verdadero significado del Profeta, es decir, que Cristo, o Dios en la persona de Cristo, comenz� a reinar en el monte de Si�n, cuando la doctrina de El Evangelio de all� sali� a las extremidades del mundo. Ahora sigue:

Versículo 8

Miqueas a�n contin�a con el mismo tema: que las miserables calamidades del pueblo, o incluso su ruina, no impedir�n que Dios restaure nuevamente su Iglesia. T�, la torre del reba�o, dice, la fortaleza de la hija de Si�n, no dudes, pero Dios te volver� a restaurar tu antiguo reino y tu dignidad de la que ahora pareces haber ca�do por completo. Pero los int�rpretes toman la torre del reba�o en varios sentidos. Algunos piensan que se se�ala la devastaci�n de la ciudad de Jerusal�n, porque se convirti� en una casa de campo, como se dice en Isa�as; y ???, ophil, se vuelven "oscuros", ya que su ra�z es cubrir. Pero otra explicaci�n es m�s simple: que la ciudad santa se llama la torre del reba�o, porque Dios la hab�a elegido para s� mismo, para reunir a su pueblo de all�; porque sabemos que ten�an all� sus santas asambleas. T�, entonces, la torre del reba�o, y luego, la fortaleza de la hija de Si�n, a ti vendr� el antiguo reino (129) Si, sin embargo , el primer sentido sea m�s aprobado, no contendr�; es decir, que Jerusal�n se llama aqu� la torre del reba�o debido a su devastaci�n, ya que se redujo como si fuera una caba�a. En cuanto a la importancia principal del pasaje, no hay ambig�edad; porque el Profeta aqu� fortalece las mentes de los piadosos: no deb�an considerar el tiempo, ni permitir que sus pensamientos fueran ocupados con su actual calamidad, sino sentirse seguros de que lo que Dios hab�a prometido estaba en su poder, que �l podr�a, por as� decirlo, resucitar a los muertos, y as� restaurar el reino de David, que hab�a sido destruido.

Entonces, dice, espera firmemente. - �Por qu�? porque ven a ti, ven a ti el antiguo reino (130) Aqu� se debe notar la ruptura de la oraci�n, cuando el Profeta habla del antiguo reino y dignidad No se debe dudar, sino que el pueblo de Dios se hab�a convertido en objeto de burla, y que los hip�critas y los paganos pensaban que lo que David hab�a testificado respecto a la perpetuidad de su reino era una mera ilusi�n.

"He aqu� tu reino", dijo, "continuar� mientras el sol y la luna" ( Salmo 72)

pero poco despu�s de la muerte de Salom�n, una peque�a porci�n solo estaba reservada para su posteridad, y finalmente el reino mismo y su dignidad desaparecieron. Esta es la raz�n por la que el Profeta dice ahora, que el antiguo reino vendr�a. Ven, te dice, hija de Si�n, ven al reino anterior. No hay duda, pero que por el reino anterior comprende su condici�n m�s floreciente, registrada en las Escrituras, bajo David y Salom�n.

El reino, dice, a la hija de Jerusal�n vendr�. �l menciona expresamente a la hija de Jerusal�n, porque el reino de Israel hab�a oscurecido la gloria del verdadero reino. Por lo tanto, el Profeta testifica aqu� que Dios no hizo caso omiso de su promesa, y que restaurar�a a Jerusal�n la dignidad que hab�a perdido, y unir�a a todo el pueblo en un solo cuerpo, para que ya no estuvieran m�s divididos, pero que un solo rey lo har�a. gobernar sobre toda la raza de Abraham. Pero esto no se cumpli�, estamos seguros, en la venida de Cristo, de una manera visible para los hombres: por lo tanto, debemos tener en cuenta lo que Micah hab�a ense�ado anteriormente, que este reino es espiritual; porque �l no le atribuy� a Cristo un cetro de oro, sino una doctrina: �Ven y subamos al monte de Jehov�, y nos ense�ar� sus caminos; y luego agreg�: "De Si�n saldr� una ley, y la palabra de Jehov� de Jerusal�n. Esto, entonces, debe recordarse siempre: que Dios no ha hecho gloriosa a Jerusal�n a la vista de los hombres, como antes, ni la ha enriquecido con influencia, riqueza y poder terrenal; pero a�n ha restaurado la autoridad soberana; porque no solo se someti� a s� mismo a las diez tribus que se hab�an rebelado anteriormente, sino tambi�n al mundo entero. Sigamos adelante

Y t�, la torre del reba�o, �La fortaleza de la hija de Sion! A ti volver�; S�, vendr� el antiguo dominio, El reino a la hija de Jerusal�n.

El verbo ???, que yo traduzco como "retorno", significa principalmente, venir, acercarse, acercarse, suceder. - Ed.

Versículo 9

El Profeta combina aqu� cosas en su naturaleza totalmente contrarias, que los jud�os deb�an ser separados por un tiempo, y que luego deb�an recuperar su estado anterior. �Por qu�, dice, lloras llorando? Debemos notar el dise�o del Profeta. No ten�a la intenci�n de anular lo que hab�a dicho antes; pero como las mentes de los piadosos podr�an haberse desmayado en medio de tantos cambios, el Profeta aqu� les da apoyo, para que puedan continuar firmes en su fe; y por eso dice: �Por qu� lloras en voz alta con fuerte llanto? Es decir: "Veo que surgir�n graves problemas capaces de sacudir incluso los corazones m�s fuertes: el tiempo ser� cambiante; a menudo ser�, que los fieles ser�n perturbados y degradados; pero aunque pueden surgir varios tumultos y las tempestades confunden todas las cosas, Dios redimir� a su pueblo ". Ahora vemos lo que quiere decir el Profeta al decir: �Por qu� lloras ahora? �Por qu� alborotas? porque el verbo aqu� correctamente significa, no solo gritar, sino tambi�n tocar la trompeta; como si dijera: �Por qu� los jud�os se atormentan tanto? Hay �l dice, sin duda, una buena raz�n.

Y agrega: �No hay rey ??entre ti? Esta fue sin duda la raz�n por la cual los jud�os se acosaron tanto; fue, porque Dios los hab�a privado de su reino y de su consejo: y sabemos lo que Jerem�as ha dicho: "Cristo", es decir, el ungido del Se�or, "por cuya vida respiramos, es asesinado" ( Lamentaciones 4:20.) Dado que, entonces, toda la Iglesia derivaba, como si fuera su vida, de la seguridad de su rey, los fieles no pod�an sentirse llenos de asombro cuando el reino estaba trastornado y abolido; porque la esperanza de salvaci�n fue quitada �No hay, entonces, un rey entre ti? �Y perecieron tus consejeros? Algunos piensan que la infidelidad de la gente est� aqu� indirectamente reprobada, porque se cre�an desprovistos de la ayuda de Dios y de su Cristo, como si dijera: "�Hab�is olvidado lo que Dios te ha prometido? ser tu rey para siempre, y enviar�a al Mes�as a gobernar sobre ti? No, �no ha prometido que el reino de David ser�a perpetuo? �De d�nde, entonces, es este temor y temblor, como si Dios ya no reinara en medio de ustedes, y el trono de David fuera volcado irremediablemente? Estos int�rpretes, en confirmaci�n de esta opini�n, dicen que Cristo se distingue aqu� por el mismo t�tulo que en Isa�as 9:7; donde se le llama ????, ivots, un consejero. Pero, como en este vers�culo, el prop�sito del Profeta es aterrorizar y reprobar, en lugar de aliviar, la consolaci�n de los males; es m�s probable que su propia miseria se presente ante la gente; como si Micah dijera: ��Qu� causa tienes para temblar? �Es porque tu rey y todos sus consejeros han sido quitados? Pero lo que sigue inmediatamente demuestra que este dolor surgi� de una causa justa; fue porque fueron despojados de todas esas cosas que hab�an sido hasta ese momento las evidencias del favor de Dios.

Versículo 10

�Por qu�, entonces, te ha aferrado el dolor como a uno que est� sufriendo? Siente dolor, dice, y gime; (132) es decir, no te evitar� llorar y llorar; como si dijera: �Ciertamente, incluso los m�s fuertes no pueden ver las calamidades tan terribles, sin sufrir la pena m�s grave; pero aunque Dios por un tiempo someta a sus hijos a las mayores torturas y los exponga a los males m�s graves, a�n los restaurar� por completo desde su exilio ". Te ir�s, dice, de la ciudad, y morar�s en el campo: vendr�s hasta Babilonia; pero all� ser�s entregado; all� te redimir� Jehov� de la mano de tus enemigos. Lo importante de todo es que, aunque Dios cuidar�a de su pueblo, como lo hab�a prometido, los fieles no ten�an motivo para halagarse, como si fueran estar exento de problemas; pero el Profeta, por el contrario, los exhorta a prepararse para sufrir calamidades, ya que no solo deben ser expulsados ??de su pa�s, y vagar por tierras extra�as como vagabundos, sino que deben ser conducidos a Babilonia hasta su tumba. .

Pero para fortalecer las mentes de los fieles para que lleven la cruz, les da una esperanza de liberaci�n y dice que Dios los librar� all� y los redimir� de la mano de sus enemigos. Repite el adverbio, ??, shem, all�, dos veces, y no sin causa: porque los fieles podr�an haber excluido toda esperanza de liberaci�n, como si la puerta del poder de Dios se hubiera cerrado. Y esta es la raz�n por la cual el Profeta repite dos veces, all�, all�; incluso desde la tumba te librar� y te redimir�: �Extiende tu esperanza, no solo a una peque�a medida de favor, como si Dios pudiera liberarte solo de un estado de peque�o peligro, sino incluso a la muerte misma. Aunque entonces yaciste, por as� decirlo, en tus tumbas, no dudes m�s que Dios te extender� su mano hacia ti, porque �l ser� tu libertador. Dios, en cuyo poder est� la victoria, puede vencer muchas e innumerables muertes ".

Versículo 11

El objetivo del Profeta aqu� es aliviar a los fieles para que no sucumban ante sus calamidades; porque, como hemos dicho, se acercaban los males m�s graves, suficientes para abrumar las mentes de los santos. El Profeta entonces levanta aqu�, con el foso comodidad adecuada, aquellos que de otra manera se habr�an desmayado bajo sus calamidades; y la suma del todo es esto: que los fieles no deben ser confundidos al encontrar que los imp�os triunfan con orgullo, como suelen hacer, cuando parecen haber ganado sus deseos. Como, entonces, los malvados muestran un esp�ritu petulante m�s all� de todos los l�mites, el Profeta exhorta a los fieles a mantenerse por las promesas de Dios y a no preocuparse por tal insolencia. Luego se une a una promesa: que Dios reunir�a a todas las fuerzas de sus enemigos, como cuando uno junta muchas mazorcas de ma�z en un paquete, para poder golpearlas en el suelo. Ir� ahora a las palabras del Profeta.

Re�ne, dice, contra ti naciones, o naciones fuertes: porque, al decir, ???? ????, guim rebim, da a entender una de dos cosas, ya sea que eran fuertes o que eran grandes en n�mero: en cuanto al tema no hay gran diferencia. El Profeta ten�a esto en mente: que aunque la Iglesia de Dios pueda ser presionada por una gran multitud de enemigos, no debe desglosarse en su mente: porque los imp�os, mientras son cruelmente dominantes, no entienden el dise�o de Dios. Re�nanse, entonces, contra ti muchas naciones. �l pone la cosa delante de ellos, para sanarlos del terror: porque cuando estamos m�s all� del alcance del da�o, nosotros, en su mayor parte, tambi�n despreciamos descuidadamente todos los peligros; y luego, cuando llegamos a una lucha real, temblamos o incluso caemos y nos debilitamos por completo. Esta es la raz�n por la cual el Profeta presenta a los jud�os sus perspectivas, y muestra que estaba cerca el momento en que deb�an soportar un asedio, ya que los enemigos, por todos lados, los rodear�an. Entonces, re�nanse las naciones, y las naciones fuertes o muchas: �l muestra aqu� que los jud�os no ten�an raz�n para desanimarse, aunque sus enemigos los superar�an en n�mero, en fuerzas y en coraje, ya que era suficiente para que estuvieran bajo La protecci�n de Dios.

Quien diga, condenado ahora ser� Si�n (133) El verbo ???, chenaph, significa actuar perversamente y perversamente. Entonces puede ser literalmente traducido, �profano (scelerata) ser� Sion; y sobre �l deberemos mirar: "pero esta palabra a menudo se toma metaf�ricamente como condena. El significado entonces es: "Sion est� condenado ahora", y el Profeta, sin duda, ten�a la intenci�n de intimar aqu�, que los enemigos triunfar�an tanto, como si Si�n no estuviera bajo la tutela de Dios; como cuando alguien, que se ha vuelto odioso por sus vicios, es abandonado y abandonado por sus clientes. Entonces, el Profeta aqu� arma a los fieles contra la arrogancia de sus enemigos, para que no se desesperen, cuando descubren que fueron condenados por el consentimiento de todos los hombres, y que esta era la opini�n de todos, que ellos eran abandonado por Dios

Quien dice: Deja que se contamine, Y que nuestro ojo vea su deseo en Sion.

Profundizado o contaminado, es sin duda el significado del verbo. Pero es mejor retener el tiempo futuro aqu�, aunque a menudo, en tercera persona, se convierta en un imperativo. Observar, es un idioma hebreo, y a menudo significa triunfar o exaltarse sobre otro, o ganar ventaja. Ver Salmo 22:17; Salmo 118:7. Varias copias tienen la palabra para "ojos" en el n�mero singular, como el verbo es as�: pero a menudo ocurren anomal�as de este tipo, como es el caso en griego con respecto a los sustantivos plurales en el g�nero neutro, y en gal�s, y cuando el verbo precede a su nominativo, casi en todos los casos. Ofrezco la siguiente versi�n, -

�Qui�n dice: "Ella ser� contaminada, Y mira a Si�n nuestros ojos.

- Ed.

Versículo 12

Sigue el consuelo, pero no conocen los pensamientos de Jehov�, ni entienden su consejo: porque los verbos en tiempo pasado tienen el significado del presente. Aqu� el Profeta recuerda la atenci�n de los piadosos a un tema que les conviene m�s: porque cuando los malvados se levantan tan cruelmente contra nosotros, podemos pensar que se les permite todo, y luego sus reproches y calumnias inmediatamente toman posesi�n de nuestras mentes y pensamientos, para que podamos medir el juicio de Dios por sus palabras. Por lo tanto, cuando los imp�os se burlan de nuestra fe y se jactan de haber sido abandonados por Dios, sucumbimos, como si estuvi�ramos llenos de asombro: y nada es m�s f�cil que sacudirnos la fe y el recuerdo de las promesas de Dios, siempre que los imp�os sean As� insolente. El Profeta, entonces, no sin causa aplica un remedio que debemos observar cuidadosamente. Quien dice, condenado es Si�n; pero son como los ciegos cuando juzgan los colores, porque no entienden el consejo de Jehov� y sus pensamientos no lo saben. Ahora vemos lo que el Profeta ten�a a la vista, que era mostrar, que los fieles ser�an imprudentes y necios si formaran una opini�n del juicio de Dios seg�n la jactancia de los imp�os: porque Satan�s se los lleva en un furioso conducta; y cuando el Se�or les da libertad para hacer el mal, piensan que ser�n vencedores hasta el final. A medida que los imp�os se embriagan de tonta confianza y desprecian no solo a los hombres, sino a Dios mismo, el Profeta aqu� sostiene y apoya las mentes de los piadosos para que puedan ascender m�s alto, y as� entienden que el dise�o de Dios no era el igual a lo que pensaban los malvados, que no pertenec�an ni se acercaban a Dios. (134)

Es especialmente necesario saber esta verdad. Algunos a primera vista pueden pensar que es fr�gido, ��Oh! que, que quiere decir el Profeta? �l dice que lo que estos declaran no es el dise�o de Jehov�; y esto lo sabemos ". Pero si todos examinaran el tema, confesar�an con una sola boca, que nada podr�a haber sido m�s razonable que este consuelo. Ahora estamos heridos por reproches, y esto a menudo les sucede a hombres ingenuos; y luego, mientras los imp�os vomitan sus calumnias, pensamos que Dios descansa indiferentemente en el cielo; y una de sus palabras, como una nube, oscurece el juicio de Dios. Tan pronto como cualquiera de los malvados se burla de nosotros, y se r�e de nuestra simplicidad, amenaza ferozmente y extiende sus terrores, sus palabras, como he dicho, son como una nube que interviene entre nosotros y Dios. Esta es la raz�n por la cual el Profeta dice aqu�, que los pensamientos de Jehov� son diferentes, y que su consejo es diferente: en resumen, el objetivo del Profeta es mostrar que cada vez que los imp�os nos desprecian con orgullo y tambi�n nos amenazan y aterrorizan con reproche nosotros, debemos elevar nuestros pensamientos al cielo. - �Porque? Porque el dise�o de Dios es otro. Sus alardes se desvanecer�n, porque surgen de la nada, y no llegar�n a nada, pero el prop�sito de Dios se mantendr�.

Pero veamos ahora por qu� el Profeta habl� aqu� del dise�o y los pensamientos de Dios: porque si solo estas dos palabras se presentan ante nosotros, ciertamente hay muy poco consuelo s�lido, y nada que tenga mucha fuerza o poder. Hay entonces otro principio que debe entenderse: que conocemos los pensamientos de Dios, a quienes ense�amos en su escuela. El consejo de Dios no est� oculto, porque se nos revela en su Palabra. Por lo tanto, la consolaci�n depende de una doctrina m�s elevada y m�s rec�ndita; es decir, que los fieles, en sus miserias, deben contemplar el consejo de Dios como en un espejo. �Y esto qu� es? que cuando nos aflige, tiene un remedio en su mano, y que cuando nos arroja a la tumba, puede restaurarnos a la vida y la seguridad. Cuando, por lo tanto, entendemos este dise�o de Dios, que castiga a su Iglesia con males temporales y que el problema ser� siempre m�s saludable, cuando esto lo sabemos, no hay raz�n para que las calumnias de los imp�os deber�a rechazar nuestras mentes; y cuando vomitan todos sus reproches, debemos adherirnos firmemente a este consejo de Dios. Pero que los imp�os sean tan orgullosos no es de extra�ar; porque si levantan sus cuernos contra Dios, �por qu� no deber�an despreciarnos tambi�n a nosotros, que son tan pocos en n�mero y de apenas influencia, al menos no iguales a lo que poseen? La Iglesia es de hecho despreciable a los ojos del mundo; y no es de extra�ar si nuestros enemigos as� se burlan de nosotros y nos cargan con el rid�culo y el desprecio, cuando se atreven a actuar de manera tan perversa hacia Dios. Pero es suficiente para nosotros saber que no entienden el consejo de Dios. Ahora vemos el significado del Profeta y sigue una explicaci�n:

Porque los ensamblar�s, dice, como una gavilla (135) al piso. El Profeta agrega esta cl�usula como explicaci�n, para que podamos saber cu�l es el consejo de Dios es, que �l ha mencionado, y es que Dios recoger� a los enemigos como una gavilla. �Qu� es una gavilla? Es una peque�a cantidad de ma�z, puede ser trescientas o mil espigas de ma�z: son espigas de ma�z y se llevan en la mano de un hombre. Y luego, �qu� se debe hacer con la gavilla? Es para ser golpeado en el piso. De hecho, era dif�cil de creer que los enemigos, cuando se reunieran de este modo en todos lados, ser�an como una gavilla. Si un ej�rcito se reuniera contra nosotros, no solo diez o veinte mil, sino un n�mero mucho mayor, �qui�n pensar�a, seg�n el juicio de la carne, que ser�an como una gavilla? Ser�n como tantas muertes y tumbas: incluso el pensamiento de Dios deber�a sernos m�s importante que el formidable poder de los hombres. Siempre que, por lo tanto, nuestros enemigos nos superen en fuerza y ??n�mero, aprendamos a levantarnos a ese consejo secreto de Dios, del cual nuestro Profeta ahora habla; y entonces ser� f�cil para nosotros considerar que una gran multitud no es m�s que un pu�ado. Y �l dice que nuestros enemigos deben ser reunidos en un piso, para que puedan ser golpeados all�. Se re�nen para otro prop�sito; porque piensan que ahora estaremos en su poder, para que nos traguen; pero cuando se re�nan a s� mismos y a sus fuerzas, el Se�or frustrar� su prop�sito y har� que los azotemos. Sigue, -

Pero ellos - no conocen los prop�sitos de Jehov�, Y no entienden su consejo.

Se ha traducido, "Pero, en cuanto a ellos;" pero esto es plano y demasiado prosaico. - Ed.

Versículo 13

Lev�ntate y trilla, hija de Sion; porque he hecho tu cuerno (136) hierro, y tus cascos de lat�n. El Profeta aqu� confirma lo que hab�a dicho anteriormente: y exhorta a la hija de Si�n a levantarse; porque era necesario que la hubieran arrojado para postrarse en el suelo. Dios no restaur� de inmediato a su Iglesia, sino que la afligi� por un tiempo, de modo que ella no difer�a nada de un hombre muerto. Como entonces un cad�ver yace en el suelo sin ning�n sentimiento, tambi�n la Iglesia de Dios se postr�. Esta es la raz�n por la cual el Profeta ahora dice: Lev�ntate, hija de Si�n; como si Dios, por su voz, despertara a los muertos. Por lo tanto, vemos que la palabra ????, kumi, es enf�tica; porque el Profeta nos recuerda que no hay raz�n para que los fieles se desesperen por completo cuando se ven abatidos, porque su restauraci�n est� en la mano y en el poder de Dios, ya que es el oficio peculiar de Dios resucitar a los muertos . Y esta misma verdad deber�a aplicarse a nuestro nosotros, siempre que estemos tan abatidos, que no quede fuerza ni vigor en nosotros. �C�mo entonces podemos levantarnos de nuevo? Por el poder de Dios, quien solo con su voz puede restaurarnos a la vida, que parec�a estar completamente extinta.

Luego se une, Thresh, porque he hecho tu cuerno de hierro y tus pezu�as de lat�n. Sabemos que se usaba un modo de paliza entre los jud�os, lo mismo que en Italia y en la actualidad en la Provenza francesa. Aqu� agitamos el ma�z con mayales; pero all� pisando. El Profeta habla aqu� de esta costumbre y compara la Iglesia de Dios con los bueyes; como si dijera: "Los jud�os ser�n como bueyes con cuernos de hierro y pezu�as de bronce para que puedan postrarse debajo de ellos toda la fuerza de las naciones. Por mucho que ahora las naciones puedan sobresalir, las someter� bajo los pies de mi pueblo, como si las gavillas fueran golpeadas por ellos �.

Luego agrega, (137) Y separar�s o consagrar�s su riqueza a Jehov�, y su sustancia (138) para el Se�or de toda la tierra Aqu� el Profeta especifica el fin por el cual Dios se hab�a propuesto someter a las naciones paganas a su pueblo elegido, para que pudiera ser glorificado. Este es el significado. Pero se han refinado demasiado en alegor�as, quienes han pensado que esta profec�a deber�a limitarse al tiempo de Cristo: porque el Profeta sin duda pretend�a extender el consuelo a todo el reino de Cristo, desde el principio hasta el final. Otros, no m�s correctamente, dicen que esto se debe referir al cautiverio de Babilonia porque luego Daniel y otros golpearon a la gente, cuando los reyes paganos fueron inducidos a trav�s de sus ense�anzas para restaurar el templo, y tambi�n para ofrecer un poco de adoraci�n al Dios. de Israel Pero en este punto ambos est�n equivocados, porque toman la palabra golpear en un sentido diferente del Profeta; porque com�nmente significa que las naciones paganas deben ser sometidas a la Iglesia de Dios: y esto ocurre cuando Dios extiende su mano a los fieles y no sufre a los imp�os para que ejerzan su crueldad como lo deseen; s�, cuando los hace humildemente para suplicar a los fieles. Esto sucede a menudo en el mundo, como est� escrito de Cristo, "tus enemigos lamer�n la tierra" (Salmo 72:9). Pero esta profec�a no se cumplir� hasta la �ltima venida de Cristo. De hecho, comenzamos a pisar a nuestros enemigos cada vez que Dios por su poder los destruye, o al menos hace que tiemblen y sean derribados, ya que descubrimos que temen cada vez que se produce alg�n cambio; y luego, ins�pidamente, profesan que desean servir a Dios. As� que en este d�a ha sucedido tanto en Francia como en Italia. �Cu�ntos hip�critas, por el bien de una ventaja terrenal, se han sometido a Dios? �Y cu�ntos Inglaterra produjo cuando el Evangelio floreci� all�? Todos los cortesanos, y otros que no estaban dispuestos a incurrir en el desagrado del rey, se declararon los mejores amantes de la religi�n. (optimos pietatis cultores, los mejores observadores de la piedad) Pero este es el caso,

"Los extraterrestres han sido falsos contigo" (Salmo 18:44).

Por lo tanto, vemos lo que el profeta quiere decir cuando habla de golpizas: insin�a que el Se�or a menudo causa que los enemigos de la Iglesia sean heridos, aunque nadie los aplast�: pero, como he dicho, debemos esperar el �ltimo d�a, si deseamos ver el cumplimiento completo de esta profec�a.

Luego agrega: Consagrar�s sus riquezas a Jehov� y sus bienes al Se�or de toda la tierra. El Profeta muestra aqu� que los hijos de Dios no deben esperar el dominio para que puedan abundar en los placeres mundanos. y se apropian de todo para s� mismos y tambi�n abusan de su poder, como suelen hacer los hombres imp�os; pero que todo debe aplicarse a la adoraci�n y la gloria de Dios. �Para qu� prop�sito, entonces Dios dise�a a su Iglesia para ser eminente? Para que �l mismo pueda brillar solo, y que los fieles puedan disfrutar de su honor, y no sentirse orgullosos. Por lo tanto, no hay nada m�s ajeno al poder de la Iglesia que el orgullo, la crueldad o la avaricia. Esto, entonces se dice que debe observarse cuidadosamente, su riqueza la consagrar�s a Jehov� El hab�a hablado antes del poder: "Atar�s a gente fuerte, los golpear�s y los pisar�s debajo de tus pies". pero para que los fieles no conviertan todo esto en un prop�sito que el Se�or no hab�a dise�ado, se agrega inmediatamente la correcci�n m�s adecuada, y es que este poder no se ejercer� de acuerdo con la voluntad de los hombres, sino de acuerdo con la voluntad de Dios : Entonces consagrar�s, etc .; y usa la palabra ???, cherem, que significa hacer de una cosa un anatema o una ofrenda; (139) como si dijera "Dios levantar� a su Iglesia para que gobierne sobre sus enemigos; pero que los fieles al mismo tiempo presten atenci�n, que no gobiernen tir�nicamente; para que Dios se proponga reinar siempre solo: por lo tanto, se debe aplicar toda la excelencia, toda la dignidad, todo el poder de la Iglesia para este fin, para que todas las cosas est�n sujetas a Dios, y todo entre las naciones pueda estar completamente sagrado para �l para que la adoraci�n a Dios pueda florecer entre los conquistadores, as� como entre los conquistados ". Ahora percibimos el objeto del Profeta al hablar de consagrar la riqueza de las naciones. Ahora sigue

El verbo "consagrar" est� en hebreo en primera persona, como lo est� en nuestra versi�n. No hay lectura diferente; pero la Septuaginta y las versiones anteriores lo pusieron en segunda persona, para que se corresponda con el verbo anterior, "Golpear�s en pedazos". No habr� diferencia en el sentido, si lo presentamos de acuerdo con la forma de Hiphil, en la que se encuentra, "te har� consagrar". Jerome, Theodoret, Marckius, Dathius, Newcome y Henderson, adoptan a la segunda persona. - Esta construcci�n hace que el pasaje sin duda sea m�s uniforme. - Ed.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Micah 4". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/micah-4.html. 1840-57.
 
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