Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
For 10¢ a day you can enjoy StudyLight.org ads
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!

Bible Commentaries
Miqueas 7

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Buscar…
Enter query below:

Versículo 1

El significado del primer verso es algo dudoso: algunos refieren lo que el Profeta dice al castigo; y otros a la maldad del pueblo. El primero piensa que la calamidad, con la cual el Se�or hab�a visitado los pecados del pueblo, es lamentada; como si el Profeta mirara el estado desordenado de toda la tierra. Pero puede deducirse f�cilmente del segundo verso, que el Profeta habla aqu� de la maldad de la gente, en lugar del castigo ya infligido. Por lo tanto, he reunido los dos vers�culos para que el significado completo sea m�s evidente para nosotros.

�Ay de m�! �Por qu�? Me he convertido en reuniones Demasiado libre, o m�s bien demasiado licencioso, esta versi�n es: "Me he convertido en alguien que busca recolectar frutos de verano y no encuentra ninguno". de modo que, decepcionado de su esperanza, arde de deseo. Esto no puede considerarse como la interpretaci�n de las palabras del Profeta. De hecho, existe cierta dificultad en las expresiones: su importancia, sin embargo, parece ser esta: que la tierra, que el Profeta se compromete aqu� a representar y personificar, era como un campo, un jard�n o un vi�edo, eso era vac�o. Por lo tanto, dice que la tierra fue despojada de todos sus frutos, como lo es despu�s de la cosecha y la cosecha. Entonces, en las reuniones debemos entender la fruta recolectada. Algunos entienden las remanentes que quedan, como cuando uno deja descuidadamente algunos racimos en las vides: y as�, dicen, unos pocos hombres justos permanecieron vivos en la tierra. Pero la primera comparaci�n armoniza mejor con el resto del pasaje, y es que ahora la tierra fue despojada de toda su fruta, como lo es despu�s de la cosecha y la cosecha. Me he convertido entonces en las reuniones del verano, es decir, como en el verano, cuando la fruta ya se ha recogido; y como los grupos de la cosecha, es cuando la cosecha ha terminado. (181)

No hay racimo, dice que coma. El Profeta se refiere aqu� a la escasez de buenos hombres; s�, �l dice que ya no hab�a hombres justos viviendo. Aunque Dios alguna vez hab�a preservado alguna semilla oculta, sin embargo, podr�a haberse declarado con justicia con respecto a todo el pueblo, que eran como un campo despu�s de recoger el ma�z, o un vi�edo despu�s de la cosecha. Algunos residuos, de hecho, permanecen en el campo despu�s de la cosecha, pero no hay mazorcas de ma�z; y en el vi�edo quedan algunos racimos, pero est�n vac�os; no queda nada m�s que hojas. Ahora esta personificaci�n es muy forzada cuando el Profeta aparece como si representara la tierra misma; porque �l habla en su propio nombre y persona, �Ay de m�, dice, porque soy como las reuniones de verano! Era entonces lo mismo, como si deplorara su propia desnudez y deseo, ya que no quedaban hombres rectos y justos.

"�Ay de m�! Porque me he convertido Como los recolectores de higos tard�os, Como los cosechadores de la vendimia: Hay no hay racimo para comer; Mi alma desea el primer higo maduro.

Sustancialmente lo mismo es la versi�n de Dathius y de Henderson. "Higos tard�os" no es estrictamente el significado de ???, que es propiamente verano o fruta de verano; sin embargo, como se menciona el primer o primer higo maduro en la �ltima l�nea, lo que contrasta con esto, lo que significa, sin duda, son los higos tard�os. Entonces la palabra para "espigadoras", ????, es propiamente, espiga; pero aqu�, evidentemente, debe tomarse como concreto, espigadoras, para corresponder con los recolectores, aunque Newcome considera que las espigadoras de mujeres est�n destinadas. Las cuatro �ltimas l�neas forman un paralelismo, en el que la primera y la primera figura, la cosecha y el racimo. - Ed.

Versículo 2

En el segundo verso, �l expresa m�s claramente su mente. Perdido, dice, tiene a los justos (182) de la tierra, y no hay ninguno recto (183) entre hombres. Aqu� ahora �l no personifica la tierra. De hecho, fue un lenguaje contundente y enf�tico, cuando se quej� al principio, que gimi� como si la tierra estuviera avergonzada de su escasez: pero el Profeta ahora ejerce el oficio de maestro, Perished, dice, tiene a los justos de la tierra; no hay nadie recto entre los hombres; todos acechaban sangre; todos cazan a su hermano como con una red. En este verso, el Profeta muestra brevemente que todos estaban llenos de crueldad y perfidia, que no hab�a cuidado de la justicia; como si dijera: En vano se buscan hombres buenos entre este pueblo; porque todos son sangrientos, todos son fraudulentos. Cuando dice que todos esperaban sangre, sin duda ten�a la intenci�n de exponer su crueldad, como si hubiera dicho, que ten�an sed de sangre. Pero cuando agrega, que cada uno acechaba a sus hermanos, alude a sus fraudes oa su perfidia.

Ahora percibimos el significado del Profeta: y la forma en que adopta es m�s enf�tica que si Dios, en su propio nombre, hubiera pronunciado las palabras: porque, como los hombres estaban fijos, y como si se ahogaran, en su propio descuido, el Profeta introduce aqu� la tierra como hablando, que acusa a sus propios hijos y confiesa su propia culpa; s�, anticipa el juicio de Dios y reconoce estar contaminado por sus propios habitantes, de modo que no queda nada puro en �l. Sigue -

Versículo 3

Este vers�culo est� dirigido adecuadamente a los jueces y gobernadores del pueblo, y tambi�n a los ricos, que oprimieron a la miserable gente com�n, porque no pod�an redimirse por recompensas. Por lo tanto, el Profeta se queja de que las corrupciones prevalecieron tanto en los juicios, que los jueces absolvieron f�cilmente a los m�s malvados, siempre que trajeran sobornos. La suma de lo que se dice entonces es que cualquier cosa podr�a hacerse con impunidad, porque los jueces eran venales. Este es el significado del Profeta.

Pero como los int�rpretes difieren, se debe decir algo sobre la importancia de las palabras. ?? ??? ????, ol ero caphim, para que el mal de sus manos haga el bien. Algunos dan esta explicaci�n: "Aunque son abiertamente malvados, sin embargo, hacen simulaciones, por lo que cubren su maldad", y el sentido ser�a este, que aunque hab�an dejado de lado todo cuidado por lo que era correcto, a�n se hab�an convertido tan endurecidos en la iniquidad, que deseaban ser considerados hombres buenos y santos; porque en un estado de cosas desordenado, los malvados siempre muestran un frente de hierro, y tendr�an que guardar silencio respetando sus actos vergonzosos. Por lo tanto, algunos int�rpretes piensan que el Profeta aqu� se queja, que ahora no hab�a diferencia entre lo que era honorable y lo b�sico, lo correcto y lo incorrecto; porque los hombres malvados se atrevieron a disfrazar sus iniquidades, para que no aparecieran, o para que nadie se atreviera a decir nada en contra de ellos. �Examina y considera, sin embargo, si lo que el Profeta dice puede estar m�s bien conectado de esta manera, para que puedan hacer el bien por la maldad de sus manos, es decir, para excusarse por la maldad de sus manos, ellos de acuerdo juntos; porque el pr�ncipe pregunta, el juez est� listo para recibir un soborno. Por lo tanto, los ricos vieron que la exenci�n podr�a haber sido obtenida por ellos, porque ten�an el precio de la redenci�n en sus manos: de hecho sab�an que los jueces y los pr�ncipes pod�an ser pacificados cuando tra�an el precio de la corrupci�n. Y este es el significado que apruebo, porque armoniza mejor con las palabras del Profeta. Al mismo tiempo, algunos dan una explicaci�n diferente del verbo ??????, laeithib, es decir, actuaron vigorosamente en su maldad: pero esta exposici�n es fr�gida. Por lo tanto, abrazo el que acabo de decir, que es que las corrupciones prevalecieron tanto en la administraci�n de justicia que los revestimientos estaban listos para todos los cr�menes; Los gobernadores y los jueces eran amantes del dinero y siempre estaban dispuestos a absolver a los m�s culpables, pero no sin una recompensa. Por la maldad de sus obras, para que puedan hacer el bien, es decir, para que puedan obtener la absoluci�n, el pr�ncipe solo pregunta; no examina el caso, sino que solo mira la mano; y el juez, dice, juzga por recompensa: los jueces tambi�n fueron mercenarios. No se sentaron para determinar lo que era correcto y justo; pero tan pronto como fueron satisfechos por los sobornos, perdonaron f�cilmente todos los cr�menes; y as� convirtieron los vicios en virtudes; porque no hicieron diferencia entre blanco y negro, sino seg�n el soborno recibido. (184)

Este punto de vista es consistente con lo que el Profeta inmediatamente une: El grande, dice, habla de la maldad de su alma, incluso �l. Por el grande, no se refiere a los hombres principales, como algunos piensan incorrectamente, sino que se refiere a los ricos, quien ten�a dinero suficiente para conciliar a los jueces. Entonces, quienes pod�an pagar el precio de la redenci�n, se atrevieron a jactarse abiertamente de su maldad: porque as� les doy la palabra ???, eut, ya que no puede ser adecuado traducirlo aqu�, corrupci�n. Habla entonces de la maldad de su alma que hace lo grande; no hab�a nada, ni miedo ni verg�enza, que impidiera a los ricos hacer lo malo. - �C�mo es eso? Porque sab�an que ten�an que ver con jueces mercenarios y que pod�an corromperlos f�cilmente. Por lo tanto, se atrevieron a hablar de la maldad de su alma: no encubrieron sus cr�menes, como es el caso cuando prevalece cierto temor a la Ley, cuando se ejerce la justicia, pero como no se hizo diferencia entre el bien y el mal, la mayor�a culpable se jact� abiertamente de su maldad. Y el pronombre ???, eva, �l mismo, tambi�n es enf�tico; y esto no ha sido observado por los int�rpretes. Entonces �l mismo habla de la maldad de su alma; no esper� hasta que otros lo acusen de haber hecho algo malo, pero se atrevi� descaradamente a glorificarse por sus cr�menes; porque la impunidad era segura, ya que pod�a cerrar la boca de los jueces trayendo un soborno. Habla entonces de la maldad de su alma, �l mismo. (185)

Y m�s all�, se pliegan la maldad; lo que significa que prevaleci� esa furiosa crueldad, porque los gobernadores, y aquellos que deseaban comprar la libertad para pecar, conspiraron juntos; como si hicieran cuerdas, y as� se volvieran firmes en su maldad. Para el gran hombre, es decir, los ricos y los ricos, de acuerdo con el juez, y el juez con �l; y entonces hubo una colusi�n entre ellos. Sucedi� que la maldad pose�a, por as� decirlo, un poder tir�nico; porque no hubo remedio. Ahora entendemos el dise�o real del Profeta, al menos hasta donde puedo descubrir. Ahora sigue:

el hre kpyM lhyjyb

La representaci�n m�s satisfactoria es la que ofrece Marckius, que es esta:

Propter malefaciendum volae pro benefaciendum, - Por hacer el mal [ aretheir] manos en lugar de hacer el bien.

El rabino Jonathan, como lo cita Marckius, ofrece sustancialmente la misma interpretaci�n, aunque no literalmente:

Malum faciunt manibus suis, et non bonum faciunt, - Mal que hacen con sus manos, y no hacen el bien.

Nuestra versi�n es la de Junius y Tremelius, y es seguida sustancialmente por Newcome; y la versi�n de Henderson es:

Para el mal sus manos est�n bien preparadas;

que es casi la de la Septuaginta, -

Epi a kakon tav ceirav autwn etoimazousi

Pero la siguiente ser�a una traducci�n tan literal como la de Marckius:

Para hacer el mal son sus manos, para hacerlo a fondo.

El �ltimo verbo significa no solo hacer el bien, sino tambi�n hacer que una cosa sea buena o completa, para ejecutarla por completo. - Ed.

Para hacer el mal son sus manos, para ejecutarlo completamente: El pr�ncipe pregunta, y el juez tambi�n, para obtener una recompensa; Cuando el gran hombre habla de opresi�n, Que es su deseo, entonces lo idean juntos, o, literalmente, entrelazarlo.

Para representar ??? ???? ???, "la maldad del alma", como lo hace Newcome, es omitir por completo la �ltima palabra; y Henderson hace lo mismo. Piscator da la forma de las palabras, " aerumnam, quam expetit : la travesura que desea". Las dos �ltimas palabras son, literalmente, "su deseo es. "- Ed.

Versículo 4

El Profeta confirma lo que hab�a dicho anteriormente: que la tierra estaba tan llena de todo tipo de maldad, que los que se consideraban los mejores a�n eran espinas y abrojos, llenos de amargura o muy agudos para pinchar; como si dijera: �El mejor de ellos es un ladr�n; el m�s recto entre ellos es un ladr�n ". Por lo tanto, vemos que en estas palabras alude a sus pecados acumulados, como si dijera: �La condici�n de la gente no puede ser peor; porque la iniquidad ha avanzado hasta su punto extremo: cuando alguien busca un hombre bueno o recto, solo encuentra espinas y abrojos; es decir, se pincha al instante ". Pero si los mejores eran entonces como espinas, �cu�l debe haber sido el resto? Ya hemos visto que los jueces eran tan corruptos que se abandonaron a s� mismos sin sentir verg�enza por nada que fuera base. �Qu� se podr�a decir de ellos cuando el Profeta compara aqu� lo recto y lo justo con las espinas? s�, cuando �l dice, que eran m�s �speros que los briers? Aunque es un lenguaje incorrecto decir, que los buenos y los justos (186) entre ellos eran como barreras; porque las palabras se usan en contra de su significado, como es cierto, aquellos que pincharon inhumanamente a los dem�s no eran ni buenos ni justos: sin embargo, el significado del Profeta no es en absoluto oscuro, que en ese entonces se tom� esa licencia con iniquidad, que incluso aquellos que retuvieron en cierta medida el cr�dito de ser rectos no eran nada mejor que los abrojos y las espinas. Hay entonces en las palabras lo que se puede considerar una concesi�n.

Luego agrega: El d�a de tus vigilantes, llega tu visita. Aqu� denuncia el juicio cercano de Dios, generalmente sobre las personas, y especialmente sobre los gobernantes. Pero �l comienza con las primeras filas y dice El d�a de tus vigilantes; como si dijera: "La ruina ahora se cierne sobre tus gobernadores, aunque de ninguna manera lo esperan". Los vigilantes que �l llama los Profetas, quienes, por sus halagos, enga�aron a la gente, as� como a sus gobernantes: y �l coloca a los Profetas al frente, porque ellos fueron la causa de la ruina com�n. Todav�a no exime al cuerpo del pueblo del castigo; no, �l une estas dos cosas: la visita de todo el pueblo y el d�a de los vigilantes.

Y justamente dirige su discurso a estos vigilantes, quienes, siendo ciegos, cegaron al resto; y quien, siendo pervertido, desvi� a todo el pueblo. Esta es la raz�n por la cual el Profeta ahora, de manera especial, los amenaza; pero, como ya dije, la gente no estaba en esta cuenta para ser excusada. Puede parecer que efectivamente hubo aqu� una pretensi�n justa para atenuar su culpa: la gente com�n podr�a haber dicho que no hab�an sido advertidos como deber�an haber sido; m�s a�n, que hab�an sido destruidos por falsedades enga�osas. Y vemos en este d�a que muchos se hacen pasar por esto. Pero una defensa de este tipo no sirve de nada ante Dios; porque aunque la gente com�n est� cegada, sin embargo, se desv�an por su propia voluntad, ya que prestan un o�do dispuesto a los impostores. E incluso la raz�n por la cual Dios le dio riendas sueltas a Satan�s as� como a sus ministros, y por qu� �l da, como dice Pablo, ( 2 Tesalonicenses 2:11) poder para enga�ar, es esta, porque la mayor parte del mundo siempre busca ser enga�ado. La denuncia del Profeta es, entonces, que, como los jueces y los Profetas hab�an ejercido mal su cargo, ser�an conducidos al castigo que merec�an, porque hab�an sido, como se ha observado en otras partes, la causa de la ruina. para otros: mientras tanto, la gente com�n no era excusable. La venganza de Dios los alcanzar�a, y de menor a mayor, sin ninguna exenci�n. Tu visitaci�n entonces viene.

Luego habla en tercera persona: Entonces ser� su confusi�n o perplejidad, o se avergonzar�n. El Profeta aqu� alude indirectamente a la dureza de la gente; porque a pesar de que los Profetas los amenazaban todos los d�as, todos se manten�an seguros; no, sabemos que todos los juicios de Dios fueron ridiculizados por ellos. Como entonces los maestros fieles no podr�an haber movido a hombres malvados ni con miedo ni con verg�enza, el Profeta dice: Entonces la confusi�n les llegar�; como si �l dijera: �S� endurecido ahora tanto como quieras, ya que veo que eres est�pido, sin sentido, y no atiendes a la palabra del Se�or; pero llegar� el momento de la visita, y entonces el Se�or te obligar� a avergonzarte, porque �l realmente te mostrar� como eres; y �l no competir� con usted en palabras como lo hace ahora; pero el castigo anunciado te despojar� de todas tus falsas pretensiones; y tambi�n eliminar� esa capricho que ahora te endurece contra la sana doctrina y todas las advertencias ".

Su buen hombre es como un brier, El derecho peor que un seto espinoso.

La preposici�n ? a menudo se representa "en lugar de"; pero puede, en muchos lugares, hacerse "mejor que" o "peor que", seg�n la importancia del pasaje. - Ed.

Versículo 5

El Profeta persigue el tema que discutimos ayer: que la libertad, en la iniquidad, lo malo lleg� a su punto m�s alto, porque no qued� fidelidad entre los hombres; no, ya no hab�a m�s humanidad; porque el hijo no cumpli� con su deber hacia su padre, ni la nuera hacia su suegra; en resumen, no hab�a amor mutuo y concordia. �l no habla aqu� de esa falsa confianza, por la cual muchos se enga�an a s� mismos, quienes conf�an en los mortales, y les transfieren la gloria que le pertenece a Dios. Por lo tanto, sin ninguna raz�n, filosofan aqu�, quienes dicen que no debemos confiar en los hombres; porque este no fue el dise�o del Profeta. Pero nuestro Profeta se queja de su �poca seg�n el tenor de la descripci�n de Ovidio de la edad de hierro, quien dice:

�- Un invitado no est� a salvo de su host; Ni cu�ado de un yerno; y el amor fraternal es raro: Un esposo busca la muerte de su esposa, y ella, de su esposo; Madrastras crueles mezclan el espeluznante veneno; El hijo, antes del d�a, investiga los a�os de su padre. (187)

As� tambi�n nuestro Profeta dice que no hab�a consideraci�n por la humanidad entre los hombres; porque la esposa estaba lista para traicionar a su esposo, el hijo trat� a su padre con reproche; en resumen, todos hab�an olvidado la humanidad o el afecto natural. Ahora entendemos lo que quiere decir el Profeta al decir: No conf�es en un amigo; (188) es decir, si alguien espera algo de un amigo, ser� enga�ado; porque nada se puede encontrar entre los hombres excepto la perfidia.

No conf�es en un consejero. As� que traduzco la palabra ????, aluph; algunos lo traducen, un hermano mayor; pero no hay necesidad de obligarnos a apartarnos del verdadero y verdadero significado de la palabra. Como entonces el Profeta hab�a hablado de un asociado o un amigo, entonces ahora agrega un consejero. Y demuestra lo que ten�a en mente, cuando dice en la siguiente cl�usula, que no hay enemigos peores que los dom�sticos. Por lo tanto, vemos que el Profeta simplemente quiere decir que los hombres de su edad no solo eran avaros y crueles entre s�, sino que sin tener en cuenta los sentimientos humanos, el hijo se rebel� contra su padre, y por lo tanto subvirti� todo el orden de la naturaleza; Para que no tuvieran ninguno de esos afectos, que al mismo tiempo parecen ser incapaces de extinguirse en los hombres. Pasemos ahora -

Versículo 7

El Profeta se�ala aqu� el �nico remedio, para evitar que los fieles sean llevados por malos ejemplos y, es decir, fijar sus ojos en Dios y creer que �l ser� su libertador. Nada es m�s dif�cil que abstenerse de hacer lo malo, cuando los imp�os nos provocan; porque parecen proporcionarnos una buena raz�n para tomar represalias. Y cuando nadie nos da�a, la costumbre se considera casi una ley: por lo tanto, pensamos que es legal lo que est� sancionado por las costumbres y costumbres de la �poca; y cuando el �xito acompa�a a los malvados, esto se convierte en un incentivo muy fuerte. Por lo tanto, sucede que los fieles apenas pueden, y sin dificultad, mantenerse dentro de los l�mites apropiados: cuando ven que la maldad reina en todas partes, y eso con impunidad; y a�n m�s, cuando ven que los instigadores de la maldad aumentan en estima y riqueza, inmediatamente se arrastra el deseo corrupto de la emulaci�n. Pero cuando los propios fieles son provocados por las heridas, parece haber una raz�n justa para hacer lo malo; porque dicen que intencionalmente no hacen da�o a nadie, sino que solo resisten una lesi�n que se les ha hecho, o toman represalias por fraude con fraude: esto creen que es legal. El Profeta, para evitar esta tentaci�n, ordena a los fieles que miren a Dios. El mismo sentimiento con el que nos encontramos a menudo en Salmo 119: su importancia es que los fieles no deben dejarse llevar por malos ejemplos, sino seguir obedeciendo siempre la palabra de Dios, por grande y violenta que sea. las provocaciones que pueden recibir. Consideremos ahora las palabras del Profeta.

A Jehov�, dice, �mirar�? El verbo ???, tsafe, propiamente significa mirar, mirar; (speculari;) a veces se toma en el sentido de esperar; pero me inclino a retener su significado apropiado, mirar�, dice, a Dios; es decir, har� lo mismo como si el �nico Dios verdadero estuviera ante mis ojos. �C�mo sucede que incluso los buenos se entregan mientras viven entre los malvados y los imp�os, excepto que est�n demasiado ocupados con las cosas que los rodean? Si entonces deseamos mantener la integridad, mientras el mundo no nos presenta m�s que ejemplos de pecado, aprendamos a pasar por estas tentaciones como con los ojos cerrados. Esto puede hacerse si dirigimos nuestros ojos solo a Dios. Mirar�, dice, a Jehov�

Luego agrega, esperar� al Dios de mi salvaci�n. El Profeta no dice nada nuevo aqu�, sino que solo explica m�s claramente la �ltima cl�usula, definiendo la forma en que se ve�a; como si dijera: "Pacientemente soportar�, mientras Dios me ayuda", porque cuando los malvados nos acosen por todos lados, sin duda pronto apartaremos nuestros ojos de los Dioses, excepto que tengamos paciencia. �Y c�mo viene la paciencia, a menos que estemos completamente convencidos de que Dios ser� nuestro libertador, cuando llegue el momento adecuado? Ahora percibimos la intenci�n del Profeta. �l muestra que los piadosos no pueden continuar constantes en su integridad, excepto que dirigen sus ojos al �nico Dios verdadero. Luego agrega, que no pueden ser preservados en esta contemplaci�n, a menos que esperen pacientemente a Dios, es decir, su ayuda.

Y lo llama el Dios de su salvaci�n; mediante el cual insin�a que, confiando en su palabra, persevera en las heridas duraderas: porque no puede ser sino que cada uno se someter� a Dios y se entregar� para ser protegido por �l, si esta verdad se fija primero en su mente - Que Dios nunca abandonar� a su propio pueblo. Esta es la raz�n por la que lo llama el Dios de su salvaci�n. Pero este t�tulo debe referirse a sus circunstancias actuales, como si dijera: "Aunque la mano de Dios ahora no parece ayudarme o traerme ayuda, todav�a me siento seguro de su favor, y s� que mi salvaci�n est� asegurada por eso."

Luego agrega: "Esc�chame, Dios m�o". Aqu� confirma lo que ya hemos dicho, que, apoyado por las promesas de Dios, componen su mente con paciencia; porque la paciencia a menudo se desvanecer�a o se ver�a sacudida por las tentaciones, a menos que seguramente seamos persuadidos de que Dios provee para nuestra salvaci�n, y que no esperamos en �l en vano. Tampoco es para nada que �l dice que Dios era su Dios. �l era uno de su pueblo; y esto parece haber sido el privilegio com�n de todos los jud�os: sin embargo, el Profeta sin duda conecta a Dios consigo mismo aqu� de una manera peculiar; porque los hombres en general hab�an ca�do en la impiedad. Todos realmente se glorificaron en el nombre de Dios, pero de manera absurda y falsa. Por lo tanto, el Profeta insin�a que estaba bajo su protecci�n de una manera diferente al resto: porque cuando alguien se permite la libertad de hacer el mal, al mismo tiempo, renuncia a Dios y su protecci�n. Por lo tanto, el Profeta sin duda alude indirectamente a la irreligi�n de la gente. Porque aunque la vana jactancia, que hab�an sido adoptados por Dios, que eran la raza santa de Abraham, estaba en todas partes en boca de todos, sin embargo, apenas uno de cada cien ten�a alg�n respeto por Dios. Pero tambi�n es importante notar que el Profeta, al decir: O�dme Dios, da un testimonio, al mismo tiempo, respetando su propia fe, que siempre solicitar�a ayuda a Dios y se ejercitar�a en oraci�n cuando la necesidad lo impulsaba; porque Dios no oye, excepto cuando es llamado. El Profeta luego recomienda aqu�, con su ejemplo, una atenci�n a la oraci�n.

Ahora, este vers�culo nos muestra en general que no hay excusa para nosotros si nos dejamos llevar, como es el caso a diario, por malos ejemplos. Y luego mirar a Dios es especialmente necesario, cuando todos los excesos de maldad prevalecen en el mundo: cuando la lujuria de los hombres se convierte en la regla y la ley, entonces debemos renunciar de una manera a la sociedad de hombres, para que no impliquen nosotros en su maldad. Por lo tanto, quienes alegan por s� mismos los ejemplos de otros, emplean una excusa fr�vola, como muchos lo hacen en la actualidad, que establecen el escudo de la costumbre: aunque est�n claramente condenados por la Palabra de Dios, sin embargo, piensan que es un defensa suficiente, que sigan a los dem�s. Pero vemos cu�n fr�vola es esta confianza; porque el Profeta sin duda prescribe aqu� una ley para todos los hijos de Dios en cuanto a lo que deben hacer, cuando el diablo los tienta a pecar con los malos ejemplos y los actos vergonzosos de la mayor�a. Sigamos adelante

Versículo 8

Aqu� el Profeta asume el car�cter de la Iglesia y repele una tentaci�n, que nos resulta muy severa en las adversidades; porque no hay tanta amargura en el mal mismo, como en la burla de los malvados, cuando nos insultan petulantemente y se burlan de nuestra fe. Y para las mentes nobles, el reproche es cada vez m�s agudo que la muerte misma; sin embargo, el diablo casi siempre emplea este artificio; porque cuando ve que nos mantenemos firmes en las tentaciones, derriba a los malvados y agudiza sus lenguas para hablar mal de uso y herirnos con calumnias. Esta es la raz�n por la cual el Profeta dirige su discurso ahora a los enemigos de la Iglesia. Pero como Dios llama a la Iglesia su esposa, y como ella se nos describe bajo el car�cter de una mujer, tambi�n �l compara aqu� a los enemigos del pueblo santo con una mujer petulante. Como, por lo tanto, cuando hay emulaci�n entre dos mujeres, ella, que ve a su enemigo presionado por los males y los eventos adversos, inmediatamente se levanta y triunfa; as� tambi�n dice el Profeta respetando a los enemigos de la Iglesia; afilaron sus lenguas y vomitaron su amargura, tan pronto como vieron a los hijos de Dios en problemas o casi abrumados por las adversidades. Ahora entendemos el dise�o del Profeta, que deseaba armarnos, como he dicho, contra las burlas de los imp�os, para que no prevalezcan contra nosotros cuando Dios nos presiona con adversidades, pero que podamos resistir con valent�a. , y con mentes compuestas y tranquilas, traga la indignidad.

Al�grate no por m�, dice: �Oh enemigo m�o! �Por qu� no? �l agrega un consuelo; porque no ser�a suficiente para repeler con desd�n las burlas de su enemigo; pero el Profeta dice aqu�: No te regocijes, porque si caigo, me levantar�; o aunque caiga, me levantar�: y el pasaje parece armonizarse mejor cuando hay una pausa despu�s de que Al�grate no sobre m�; y luego agregar: Aunque caiga, me levantar�, aunque me siento en la oscuridad, Jehov� ser� una luz para m� (189) El Profeta quiere decir que El estado de la Iglesia no era una esperanza pasada. Habr�a un amplio espacio para que nuestros enemigos se burlen de nosotros, si no fuera que esta promesa no puede fallarnos, siete veces al d�a el justo cae y se levanta nuevamente ( Proverbios 24:16). ? Porque Dios pone debajo de �l su propia mano. Ahora percibimos el significado de este pasaje. Porque si Dios nos priv� de toda esperanza, los enemigos podr�an ridiculizarnos con justicia, y debemos callarnos, pero como seguramente estamos convencidos de que Dios est� listo para restaurarnos nuevamente, podemos responder valientemente a nuestros enemigos cuando se molestan con sus burlas. ; aunque caiga, me levantar�: �Ahora no hay raz�n para que triunfes sobre m� cuando caigo; porque es la voluntad de Dios que caiga, pero es para este fin, que pronto pueda resucitar; y aunque ahora me acuesto en la oscuridad, el Se�or ser� mi luz ".

Por lo tanto, vemos que nuestra esperanza triunfa contra todas las tentaciones: y este pasaje muestra de manera sorprendente, cu�n cierto es ese dicho de Juan, que nuestra fe gana la victoria sobre el mundo ( 1 Juan 5:4). Porque cuando la tristeza y los problemas se apoderen de nuestros corazones, no fallaremos si esto nos viene a la mente: que Dios ser� nuestra ayuda en el momento de la necesidad. Y cuando los hombres vomitan su veneno contra nosotros, debemos estar provistos de las mismas armas: entonces nuestras mentes nunca sucumbir�n, sino que rechazar�n con valent�a todas las burlas de Satan�s y de los hombres malvados. Esto lo aprendemos de este pasaje.

Ahora, por lo que dice el Profeta: Aunque caiga, resucitar�, vemos lo que Dios quiere que esperemos, incluso una salida feliz y alegre en todo momento de nuestras miserias; pero sobre este tema tendr� que hablar m�s copiosamente un poco m�s adelante. En cuanto a la �ltima cl�usula, cuando me siento en la oscuridad, Dios ser� mi luz, parece ser una confirmaci�n de la oraci�n anterior, donde el Profeta declara, que la ca�da de la Iglesia no ser�a fatal. Pero, sin embargo, algunos piensan que se expresa m�s, es decir, que en la misma oscuridad a�n brillar�a una chispa de luz. Luego distinguen entre esta cl�usula y la anterior, que habla de la ca�da y el ascenso de los fieles, de esta manera, que mientras mienten, por as� decirlo, hundidos en la oscuridad, ni siquiera estar�n sin consuelo, porque el favor de Dios siempre brillar�a sobre ellos. Y esta parece ser una visi�n correcta: porque no puede ser que alguien espere la liberaci�n de la que habla el Profeta, excepto que ve algo de luz incluso en la oscuridad m�s espesa, y se sostiene participando, en cierta medida, de la bondad de Dios : y un sabor del favor de Dios en las angustias se compara adecuadamente con la luz; como cuando uno es arrojado a un pozo profundo, al levantar los ojos hacia arriba, ve de lejos la luz del sol; as� tambi�n, la oscuridad oscura y espesa de las tribulaciones puede no prevalecer tanto como para excluirnos de cada chispa de luz, y evitar que la fe levante nuestros ojos hacia arriba, para que podamos probar algo de la bondad de Dios. Sigamos -

Al�grate no, mi enemigo, en mi cuenta; Aunque he ca�do, he resucitado; Aunque me sentar� en la oscuridad, Jehov� ser� una luz para m�.

No hay copias que den una lectura diferente del verbo "He resucitado". Newcome sigue la Septuaginta y piensa que se omite una conversaci�n ?. Tal vez deber�a ser considerado como el lenguaje de la fe, al darse cuenta del evento antes de que llegara. La ca�da y "la oscuridad" se refieren sin duda a las calamidades externas de la Iglesia, sus problemas y aflicciones. - Ed.

Versículo 9

Aqu� la Iglesia de Dios se anima y se anima a ejercer paciencia, y lo hace especialmente con dos argumentos. Primero pone ante s� sus pecados y, por lo tanto, se humilla ante Dios, a quien reconoce que es un Juez justo; y, en segundo lugar, abraza la esperanza del perd�n de sus pecados, y de esto surge la confianza en cuanto a su liberaci�n. Con estos dos apoyos, la Iglesia se sostiene a s� misma, que no falla en sus problemas, y re�ne fuerzas, como ya he dicho, para soportar con paciencia.

Primero, �l dice: La ira (190) de Jehov� soportar�, porque pequ� si tengo contra �l. Este pasaje muestra que cuando alguien se toca seriamente con Con la convicci�n del juicio de Dios, �l est� al mismo tiempo preparado para ejercer paciencia; porque no puede ser, sino que un pecador, consciente del mal, y sabiendo que sufre con justicia, se someter� humilde y afortunadamente a la voluntad de Dios. Por lo tanto, cuando los hombres se deleitan perversamente contra Dios, o murmuran, es seguro que todav�a no se les ha hecho sensibles a sus pecados. De hecho, permito que muchos se sientan culpables si a�n luchan contra Dios, y resisten ferozmente su mano tanto como pueden, y tambi�n blasfeman su nombre cuando los castiga: pero hasta ahora no son tocados con el verdadero sentimiento de penitencia, para aborrecerse a s� mismos. Judas reconoci� que hab�a pecado, y libremente hizo tal confesi�n ( Mateo 27:3). Ca�n trat� de cubrir su pecado, pero el Se�or sac� de �l una confesi�n involuntaria, ( G�nesis 4:13.) Todav�a no se arrepintieron; no, dejaron de no contender con Dios; porque Ca�n se quej� de que su castigo era demasiado pesado para ser soportado; Judas se desesper�. Y lo mismo le sucede a todos los reprobados. Parec�an entonces haber estado lo suficientemente convencidos para reconocer su culpa y, por as� decirlo, asentir a la justicia del juicio de Dios; pero ellos realmente no conoc�an sus pecados, para aborrecer, como he dicho, a causa de sus pecados. Porque la verdadera penitencia siempre est� relacionada con la sumisi�n de la que habla el Profeta. Quien sea, entonces, realmente consciente de sus pecados, se hace al mismo tiempo obediente a Dios, y se somete por completo a su voluntad. As�, el arrepentimiento siempre conduce por s� mismo a llevar la cruz; de modo que el que se presenta ante el tribunal de Dios se deja castigar al mismo tiempo y castiga con una mente sumisa: como el buey, que es domesticado, siempre toma el yugo sin resistencia, as� tambi�n est� preparado qui�n es realmente tocado con el sentido de sus pecados, para soportar cualquier castigo que Dios pueda complacerle infligirle. Esto es lo primero que debemos aprender de estas palabras del Profeta: La ira de Jehov� soportar�, porque pequ� contra �l.

Tambi�n aprendemos de este pasaje, que todos los que no soportan pacientemente sus flagelos contienden con Dios; porque aunque no acusan abiertamente a Dios y dicen que son justos, todav�a no le atribuyen su gloria leg�tima al confesar que es un juez justo. - �C�mo es eso? Porque estas dos cosas est�n unidas y unidas por un nudo indisoluble, para ser sensibles al pecado, y someterse pacientemente a la voluntad del juez cuando inflige castigo.

Ahora sigue el otro argumento, hasta que �l decida mi causa y reivindique mi derecho; �l me sacar� a la luz, ver� su justicia Aqu� la Iglesia se apoya en otro soporte; porque aunque el Se�or la afligiera con m�s fuerza, ella todav�a no dejar�a de lado la esperanza de la liberaci�n; porque ella ya sab�a, como ya hemos visto, que fue castigada por su bien: y de hecho nadie pudo ni por un momento seguir siendo paciente en un estado de miseria, excepto que �l entretuvo la esperanza de ser entregado y se prometi� a s� mismo un feliz escapar. Estas dos cosas no deber�an separarse, y no pueden serlo: el reconocimiento de nuestros pecados, que nos humillar� ante Dios, y el conocimiento de su bondad, y una firme garant�a de nuestra salvaci�n; porque Dios ha testificado que siempre ser� propicio para nosotros, cu�nto nos castigar� por nuestros pecados, y que recordar� la misericordia, como dice Habacuc, en medio de su ira, ( Habacuc 3:2.) Entonces no ser�a suficiente para nosotros sentir nuestros males, excepto que se agregue el consuelo, que procede de las promesas de la gracia.

El Profeta muestra adem�s que la Iglesia era inocente con respecto a sus enemigos, aunque sufr�a un castigo justo. Y esto debe ser observado cuidadosamente; porque cada vez que tenemos que ver con los malvados, creemos que no hay culpa que nos pertenezca. Pero estas dos cosas deben ser consideradas, que los malvados nos molestan sin raz�n, y por lo tanto nuestra causa en cuanto a ellos es justa, y que Dios nos aflige justamente; porque siempre encontraremos muchas razones por las cuales el Se�or deber�a castigarnos. Estas dos cosas, entonces, deber�an ser consideradas por nosotros, como el Profeta parece intimar aqu�: porque al comienzo del vers�culo dice: La ira de Dios soportar�, porque pequ� contra �l; y ahora agrega: El Se�or a�n reivindicar� mi derecho, literalmente, "debatir� mi disputa", es decir, defender� mi causa. Dado que la Iglesia es culpable ante Dios, no, no espera la sentencia del juez, sino que se anticipa y confiesa libremente que es digna de tal castigo, �qu� significa esto, que el Se�or decidir� su disputa, que �l emprender� su causa? Estas dos cosas parecen militarse una contra la otra: pero coinciden bien cuando se ven en sus diferentes orientaciones. La Iglesia hab�a confesado que ella hab�a pecado contra Dios; ella ahora vuelve sus ojos a otro cuarto; porque sab�a que los enemigos la oprim�an injustamente; ella sab�a que la crueldad los hab�a llevado a hacer lo malo. Esta es, entonces, la raz�n por la cual la Iglesia mantuvo la esperanza y esperaba que Dios se convirtiera en el defensor de su inocencia, es decir, contra los malvados: y, sin embargo, humildemente reconoci� que hab�a pecado contra Dios. Siempre que nuestros enemigos nos hagan da�o, apod�monos de esta verdad, que Dios se convertir� en nuestro defensor; porque �l es siempre el patr�n de la justicia y la equidad: no puede ser entonces que Dios nos abandone a la violencia de los imp�os. Luego, finalmente, defender� nuestras s�plicas, o asumir� nuestra causa, y ser� su defensor. Pero, mientras tanto, que nuestros pecados sean recordados por nosotros, que, siendo verdaderamente humillados ante Dios, no podemos esperar la salvaci�n que �l nos promete, excepto a trav�s del perd�n gratuito. �Por qu�, entonces, se les ordena a los fieles que se sientan c�modos en sus aflicciones? Porque Dios ha prometido ser su Padre; los ha recibido bajo su protecci�n, ha testificado que su ayuda nunca les faltar�. �Pero de d�nde es esta confianza? �Es porque son dignos? �Es porque se han merecido algo de este tipo? De ninguna manera: pero se reconocen culpables, cuando se postran humildemente ante Dios, y cuando se condenan voluntariamente ante su tribunal, para que puedan anticipar su juicio. Ahora vemos cu�n bien el Profeta conecta estas dos cosas, que de otro modo podr�an parecer contradictorias.

Ahora sigue las palabras, �l me llevar� a la luz, �ver� su justicia! (191) La Iglesia todav�a se confirma con la esperanza de la liberaci�n: el arte es, por lo tanto, tambi�n manifiesto c�mo Dios es luz para los fieles en la oscuridad oscura, porque ven que hay preparado para ellos un escape de sus males; pero lo ven a distancia, porque extienden su esperanza m�s all� de los l�mites de esta vida. As� como la verdad de Dios se difunde por el cielo y la tierra, los fieles extienden su esperanza por todas partes. As� es, que pueden ver la luz a lo lejos, lo que parece estar muy alejado de ellos. Y teniendo esta confianza, el Profeta dice: El Se�or me traer� a la luz. Mientras tanto, como ya he dicho, tienen algo de luz; disfrutan saboreando la bondad de Dios en medio de sus males: pero el Profeta ahora se refiere a lo que deber�amos esperar incluso en las peores circunstancias.

Luego agrega, ver� su justicia. Por la justicia de Dios debe entenderse, como se ha dicho en otra parte, su favor hacia los fieles; no es que Dios les devuelva por sus obras la salvaci�n que les otorga, como imaginan tontamente los hombres imp�os; porque se aferran a la palabra justicia y piensan que todo lo que favorezca que Dios nos conceda libremente se debe a nuestros m�ritos. - �C�mo es eso? Porque Dios de esta manera muestra su propia justicia. Pero muy diferente es la raz�n de este modo de hablar. Dios, para mostrar cu�n querida y preciosa para �l es nuestra salvaci�n, s� dice que se propone dar una evidencia de su justicia al liberarnos: pero hay una referencia en esta palabra de justicia a otra cosa; porque Dios ha prometido que nuestra salvaci�n ser� el objeto de su cuidado, por lo tanto, aparece justo cuando nos libera de nuestros problemas. Entonces la justicia de Dios no se debe referir a los m�ritos de las obras, sino, por el contrario, a la promesa por la cual se ha unido a nosotros; y as� tambi�n en el mismo denso Dios a menudo se dice que es fiel. En una palabra, la justicia y la fidelidad de Dios significan lo mismo. Cuando el Profeta dice ahora en la persona de la Iglesia, ver� su justicia, quiere decir que aunque Dios ocult� su favor por un tiempo y retir� su mano, para que no quedara ninguna esperanza de ayuda, a�n no pod�a ser, como �l es justo, pero que nos socorrer�a: ver� entonces su justicia, es decir, Dios finalmente demostrar� realmente que es justo. Ahora sigue:

Versículo 10

En la �ltima conferencia repet� el d�cimo verso del �ltimo cap�tulo, en el que el profeta agrega, como causa de la mayor alegr�a, que los enemigos de la Iglesia ver�n otorgado, a su gran mortificaci�n, el maravilloso favor del que el Profeta Hab�a estado hablando. Pero �l describe a estos enemigos, bajo el car�cter de una mujer envidiosa, como la Iglesia de Dios tambi�n se compara con una mujer: y este modo de hablar es com�n en las Escrituras. Luego llama a Jerusal�n su rival, o Babilonia, o alguna ciudad de sus enemigos.

Y �l dice: Cubierto estar� ella con verg�enza. Sabemos que los imp�os se vuelven insolentes cuando la fortuna les sonr�e: por lo tanto, en la prosperidad no tienen l�mites, porque piensan que Dios est� bajo sus pies. Si la prosperidad com�nmente tiene el efecto de hacer que los piadosos olviden a Dios e incluso a s� mismos, no es de extra�ar que los incr�dulos se endurezcan cada vez m�s, cuando Dios es indulgente con ellos. Con respecto a tal orgullo, el Profeta ahora dice: Cuando mi enemigo vea, la verg�enza la cubrir�; es decir, ella no continuar� de la manera habitual, para exaltarse con sus propias alardes: no, se ver� obligada a la verg�enza a esconderse; porque ella ver� que hab�a sido muy enga�ada, al pensar que deber�a estar completamente arruinado.

Luego agrega: �Qui�n me dijo: �D�nde est� Jehov� tu Dios? La Iglesia de Dios a su vez triunfa aqu� sobre los incr�dulos, habiendo sido entregada por el poder divino; ni ella lo hace por su propio bien, sino porque los imp�os exponen el santo nombre de Dios al reproche, lo cual es muy com�n: porque cada vez que Dios aflige a su pueblo, los incr�dulos levantan inmediatamente sus crestas y derraman sus blasfemias contra Dios, cuando a�n deber�an, por el contrario, humillarse bajo su mano. Pero dado que Dios ejecuta sus juicios sobre los fieles, �qu� pueden esperar sus despreciadores imp�os? Si la venganza de Dios se manifiesta de una manera terrible con respecto al �rbol verde, �qu� ser� de la madera seca? Y los imp�os son como la madera seca. Pero como son ciegos en cuanto a los juicios de Dios, ridiculizan su nombre cada vez que ven a la Iglesia afligida, como si las adversidades no fueran la evidencia del disgusto de Dios: porque castiga a sus propios hijos, para demostrar que �l es el juez de la Iglesia. mundo. Pero, como ya he dicho, los imp�os se endurecen tanto en su estupor que son completamente irreflexivos. Los fieles, por lo tanto, despu�s de haber encontrado a Dios como su libertador, emprendan aqu� su causa; no se consideran a s� mismos ni a su propio car�cter, sino que defienden la justicia de Dios. Tal es este lenguaje triunfante. �Qui�n dijo: �D�nde est� ahora Jehov� tu Dios? "Realmente puedo demostrar que adoro al Dios verdadero, que no abandona a su pueblo en extrema necesidad: despu�s de que �l me ha ayudado, mi enemigo, que se atrevi� a levantarse contra Dios, ahora busca escondites".

Ahora, �l dice, ser� pisoteada como el lodo de las calles; y mis ojos la ver�n. Lo que el Profeta declara en nombre de la Iglesia, que los incr�dulos ser�n como lodo, est� relacionado con la promesa, que ya notamos; porque Dios aparece como el libertador de su Iglesia, para no dejar impunes a sus enemigos. Dios entonces, mientras ayuda a su propio pueblo, lleva a los imp�os al castigo. De ah� que la Iglesia, mientras abraza la liberaci�n que se le ofrece, al mismo tiempo ve la ruina cercana, que se impone a todos los despreciadores de Dios. Pero lo que se dice: Mira, ver�n mis ojos, no debe ser tomado tan, como si los fieles se regocijaran con alegr�a carnal, cuando ven a los imp�os que sufren el castigo que han merecido; porque la palabra para ver debe ser tomada metaf�ricamente, como significando una vista agradable y alegre, de acuerdo con lo que significa en muchos otros lugares; y como es una frase que ocurre a menudo, su significado debe ser bien conocido. Entonces ver�n mis ojos, es decir: "Disfrutar� de mirar esa calamidad, que ahora impide a todos los imp�os". Pero, como ya he dicho, la alegr�a carnal no es lo que se pretende aqu�, que exulta intemperativamente, sino esa alegr�a pura que experimentan los fieles al ver la gracia de Dios desplegada y tambi�n su juicio. Pero esta alegr�a no puede entrar en nuestros corazones hasta que se limpien de pasiones rebeldes; porque siempre somos excesivos en miedo y tristeza, as� como en esperanza y alegr�a, excepto que el Se�or nos retiene, por as� decirlo, con una brida. Por lo tanto, solo entonces seremos capaces de esta alegr�a espiritual, de la que habla el Profeta, cuando pospongamos todos los sentimientos desordenados, y Dios nos someta por su Esp�ritu: solo entonces podremos retener la moderaci�n en nuestra alegr�a. El Profeta procede

Versículo 11

Micah persigue el tema sobre el que hab�a hablado anteriormente, que aunque la Iglesia pens� que por un tiempo estar�a completamente perdida, Dios se convertir�a en su libertador. Primero dice que estaba cerca el d�a en que deb�an construir el muro. La palabra ???, gidar, significa un mont�culo o una pared; Por lo tanto, debe distinguirse de un muro, es decir, una fortaleza fuerte. Luego insin�a que llegar�a el momento en que Dios reunir�a a su Iglesia y la preservar�a, como si estuviera defendida a cada lado por las paredes. Porque sabemos que la dispersi�n de la Iglesia se compara con el derribo de muros o cercas: como cuando una persona derriba la cerca de un campo o un vi�edo, o rompe todos los recintos; as� que cuando la Iglesia est� expuesta como una presa para todos, se dice que es como un campo abierto o un vi�edo, que no tiene valla. Ahora, por otro lado, el Profeta dice aqu�, que llegar�a el momento en que los fieles volver�n a construir muros, mediante los cuales podr�n protegerse de los ataques y el saqueo de los enemigos, Un d�a para construir tus muros.

Luego agrega: Este d�a se alejar� del edicto; algunos lo rinden homenaje; pero la palabra propiamente significa un edicto, y esto se adapta mejor al pasaje; porque el significado del Profeta es que la gente no estar�a, como antes, sujeta a la tiran�a de Babilonia. Porque despu�s de la subversi�n de Jerusal�n, los babilonios, sin duda, triunfaron muy insensiblemente sobre el pueblo miserable, y proferieron amenazas terribles. El Profeta, por lo tanto, bajo el nombre de edicto, incluye ese dominio cruel y tir�nico que ejercieron los babilonios durante un tiempo. Sabemos lo que Dios denuncia sobre los jud�os por Ezequiel,

�No cumplir�an mis buenas leyes; Por lo tanto, te dar� leyes que no son buenas, que estar�is obligados a guardar; y sin embargo no vivir�is en ellos " ( Ezequiel 20:25.)

Esas leyes que no eran buenas eran los edictos de los que ahora habla el Profeta. Ese d�a entonces alejar� el edicto, para que los jud�os no teman las leyes de sus enemigos. Para los babilonios, sin duda, prohibi�, bajo el castigo m�s severo, que cualquiera construyera incluso una sola casa en el lugar donde antes estaba Jerusal�n; porque deseaban que ese lugar permaneciera desolado, para que la gente supiera que no ten�an esperanzas de restauraci�n. Ese d�a entonces se pospondr� lejos; o conducir a una distancia, el edicto; porque la libertad ser� dada a los jud�os para construir su ciudad; y entonces no esperar�n temblorosamente cada hora, hasta que surjan nuevos edictos, denunciando penas penosas contra quienquiera que se atreva a alentar a sus hermanos a construir el templo de Dios.

Algunos dibujan las palabras del Profeta a otro significado: primero piensan que �l habla solo del reino espiritual de Cristo, y luego toman ???, rechek, en el sentido de extender o propagar, y consideran esto como sea ??el Evangelio que Cristo, por orden del Padre, promulg� en todo el mundo. De hecho, es cierto que David usa la palabra decreto en Salmo 2, mientras habla de la predicaci�n del Evangelio; y tambi�n es cierto que la promulgaci�n de ese decreto se promete en Salmo 110, "La vara de su poder enviar� Jehov� desde Si�n". Pero este pasaje no debe ser violentamente pervertido; porque el Profeta sin duda significa que los jud�os ser�an liberados de todo temor a la tiran�a cuando Dios los restaurara a la libertad; y ???, rechek, no significa extender o propagar, sino conducir lejos. Ese d�a entonces expulsar� el decreto, de modo que los fieles ya no estar�n sujetos a �rdenes tir�nicas. Ahora percibimos el verdadero significado del Profeta.

Los fieles sin duda oraron en sus adversidades y dependieron de las profec�as que encontramos en Salmo 102,

�Ha llegado el d�a de mostrar misericordia a Sion y de construir sus muros; porque tus siervos se compadecen de sus piedras ".

Los fieles tampoco rezaban as� presuntuosamente, pero confiando, como si Dios hubiera dictado una forma de oraci�n por su propia boca, trataron con Dios de acuerdo con su promesa: "Oh Se�or, has prometido la reconstrucci�n de la ciudad, y el Jeremiah y otros Profetas prefijaron el tiempo: desde entonces el tiempo se ha completado, conc�deles que el templo y la ciudad santa puedan construirse nuevamente ".

Algunos expresan las palabras: "En el d�a en que construir�s (o Dios edificar�) tus muros, en ese d�a ser�n quitados del decreto". Pero no dudo que el Profeta promete aqu� claramente a los fieles tanto la restauraci�n de la ciudad como la libertad civil; porque la oraci�n tiene dos partes: el Profeta insin�a primero, que ahora estaba cerca el tiempo en que los fieles construir�an sus propios muros, que podr�an no estar expuestos a la voluntad de sus enemigos, y luego agrega, que ellos ser liberado del temor a la tiran�a; porque Dios, como dice Isa�as, romper�a el yugo de la carga y el cetro del opresor, ( Isa�as 9:4;) y es el mismo tipo de oraci�n.

Versículo 12

Luego agrega: En ese d�a tambi�n a ti vendr�n de Asshur. Hay algo de oscuridad en las palabras; por lo tanto, los int�rpretes han considerado que se entienden diferentes palabras: pero para m� el significado del Profeta no parece dudoso. En ese d�a, dice, a ti vendr�n de Asshur, y ciudades de la fortaleza y de la fortaleza hasta el r�o, y de mar a mar, y de monta�a en monta�a; pero algunos piensan ??, er, que es un nombre propio, y presentan la �ltima cl�usula, "Y del monte Hor:" y sabemos que Aaron fue enterrado en este monte. Pero el Profeta, sin duda, alude aqu� a otro lugar; y para representarlo, el monte Hor es una versi�n tensa. No dudo, por lo tanto, sino que el Profeta repita un nombre com�n, como si dijera: "De monta�a en monta�a".

Veamos ahora qu� significa el Profeta. Con respecto al pasaje, como he dicho, no hay ambig�edad, siempre que tengamos en cuenta el tema principal. Ahora el Profeta ten�a esto en mente: que Jerusal�n, cuando fuera restaurada por Dios, ser�a tan honrada en todas las naciones que fluir�a hacia ella desde todas partes. Luego dice, que el estado de la ciudad ser�a muy espl�ndido, de modo que la gente de todos los sectores llegar�a a �l: y por lo tanto, el valor copulativo se debe tomar dos veces, incluso por el �nfasis, en ese d�a, incluso para te, y luego, hasta el r�o; porque no se cre�a que Jerusal�n tendr�a ninguna dignidad, despu�s de haber sido completamente destruida, junto con el templo. No es de extra�ar, entonces, que el Profeta confirme tan claramente aqu� lo que de ninguna manera era probable, al menos de acuerdo con los sentimientos comunes de los hombres, que Jerusal�n atraer�a a todas las naciones, incluso a las lejanas. Ven, entonces, ellos, (para el verbo ????, ibua, en el n�mero singular debe tomarse indefinidamente como teniendo un significado plural,) Vengan, entonces, de Asshur incluso a ti. Pero los asirios hab�an destruido previamente todas las tierras, derrocaron el reino de Israel y casi borraron su nombre; y tambi�n hab�an arrasado el reino de Jud�; solo quedaba una peque�a porci�n. Vinieron despu�s, sabemos, con los caldeos, despu�s de que la sede del imperio fue trasladada a Babilonia y destruy� a N�nive. Por lo tanto, al nombrar a los asirios, sin duda, tomando parte en el todo, incluy� a los babilonios. Vengan, entonces, de Asshur, y luego, de las ciudades de la fortaleza, es decir, de cada fortaleza. Porque los que toman ???, tsur, por Tiro est�n equivocados; para ????, metsur (192) se menciona dos veces, y significa ciudadelas y fortalezas. Y luego, incluso al r�o, es decir, a las fronteras m�s extremas del �ufrates; para muchos, Eufrates, por excelencia, significa la palabra r�o; como suele ser el caso en las Escrituras; aunque podr�a interpretarse no menos adecuadamente de cualquiera o de todos los r�os, como si el Profeta hubiera dicho, que no habr�a obst�culo para detener su curso, que se apresurar�a a Jerusal�n. Incluso al r�o entonces, y de mar a mar, es decir, vendr�n en tropas de pa�ses remotos, dirigidos por la celebridad de la ciudad santa; porque cuando sea reconstruido por el mandato de Dios, adquirir� un honor nuevo e inusual, para que todas las personas de todas partes se re�nan all�. Y luego, de monta�a en monta�a, es decir, de regiones lejanas. Esta es la suma del todo.

Luego, el Profeta promete lo que todos los hombres consideraron fabuloso: que la dignidad de la ciudad de Jerusal�n deber�a ser tan grande despu�s del regreso de los jud�os del exilio, que se convertir�a, por as� decirlo, en la metr�poli del mundo. Hay que agregar una cosa: los que confinan este pasaje a Cristo no parecen estar realmente sin una raz�n plausible; porque inmediatamente sigue una amenaza en cuanto a la desolaci�n de la tierra; y parece haber cierta inconsistencia, excepto que consideramos al Profeta aqu� como una comparaci�n de la Iglesia reunida de todas las naciones con los pueblos antiguos. Pero estas cosas armonizar�n bien juntas si consideramos que el Profeta denuncia la venganza contra los incr�dulos que vivieron, y que a�n declara que Dios ser� misericordioso con su pueblo elegido. Pero la restricci�n que mantienen es demasiado r�gida; porque sabemos que era habitual con los Profetas extender el favor de Dios desde el regreso de los pueblos antiguos hasta la venida de Cristo. Cada vez que los Profetas hacen conocer el favor de Dios en la liberaci�n de su pueblo, hacen una transici�n a Cristo, pero tambi�n incluyen todo el tiempo intermedio. Y este modo el Profeta ahora lo persigue, y deber�amos tenerlo en cuenta. Sigamos adelante

11. �El d�a para construir tus muros! �Ese d�a! Se eliminar� lejos el decreto:

> 12. �Ese d�a! Hasta a ti vendr�n, De Asiria y ciudades de fortaleza, Y desde la fortaleza hasta el r�o, Y de mar a mar, y de monta�a a monta�a, o, palabra por palabra, Del mar y la monta�a de la monta�a.

La �ltima expresi�n parece significar "cada monta�a". - Ed.

Versículo 13

El Profeta, como ya he dicho, parece ser inconsistente consigo mismo: porque despu�s de haber hablado de la restauraci�n de la tierra, ahora dice abruptamente que estar�a desierta, porque Dios hab�a sido extremadamente provocado por la maldad de la gente. . Pero, como he dicho antes, era una pr�ctica casi normal con los Profetas, denunciar al mismo tiempo la venganza de Dios sobre todos los jud�os, y luego inmediatamente recurrir a los fieles, que eran peque�os en n�mero, y levantar su Mentes con la esperanza de liberaci�n. De hecho, sabemos que los Profetas tuvieron que ver con los profanos despreciadores de Dios; Por lo tanto, era necesario que se fulminaran cuando se dirig�an a todo el cuerpo de la gente: el contagio hab�a impregnado todas las �rdenes, de modo que todos se convirtieron en ap�statas, de lo m�s alto a lo m�s bajo, con muy pocas excepciones, y aquellos ocultos en medio de ellos. la gran masa, como unos pocos granos en un gran mont�n de paja. Entonces los Profetas no sin raz�n mezclaron consuelos con amenazas; y sus amenazas se dirigieron a todo el pueblo; y luego susurraron, como si fuera, en el o�do, alg�n consuelo para los elegidos de Dios, los pocos remanentes: "Sin embargo, el Se�or te tendr� misericordia; aunque ha decidido destruir a su pueblo, a�n permanecer�n a salvo, pero esto ser� por alg�n medio oculto ". Nuestro Profeta entonces, por un lado, como aqu�, denuncia la venganza de Dios sobre un remedio pasado del pueblo; y, sobre los dem�s, habla de la redenci�n de la Iglesia, para que con este apoyo los fieles puedan ser sostenidos en sus adversidades.

Ahora dice: La tierra ser� para la desolaci�n (193) Pero �por qu� habla de manera tan abrupta? Para que pudiera expulsar a los hip�critas de esa falsa confianza, con la que estaban hinchados aunque Dios no les dirigi� una palabra: pero cuando Dios pronunci� algo, ya que se cubrieron con el nombre de Iglesia, entonces se apoderaron especialmente de cualquier cosa que fue dicho a los fieles, como si les perteneciera: "�No ha prometido Dios que �l ser� el libertador de su pueblo?" como si en verdad fuera su libertador, que se hab�a alejado de su perfidia de �l; y, sin embargo, esto era algo muy com�n entre ellos. Por lo tanto, el Profeta, al ver que los hip�critas se aferrar�an con avidez a lo que hab�a dicho, y al tomar este mango se volver�a m�s audaz, dice ahora: La tierra ser� para la desolaci�n, es decir, "Vete; porque cuando Dios testifica que �l ser� el libertador de su Iglesia, no se dirige a ti; porque sois los miembros podridos; y la tierra ser� reducida a un desperdicio ante el favor de Dios, del cual ahora hablo, aparecer� ". Ahora percibimos la raz�n de este pasaje, por qu� el Profeta se uni� tan repentinamente a las amenazas a las promesas: era aterrorizar a los hip�critas.

�l dice: a causa de sus habitantes, del fruto, o del fruto de sus obras. Aqu� el Profeta cierra la puerta contra los despreciadores de Dios, para que no salgan, seg�n su costumbre, y mantengan a ese Dios. estaba, por as� decirlo, ligado a ellos: "Mira", dice, "lo que sois; porque hab�is contaminado la tierra con vicios tuyos; por lo tanto, debe reducirse a la desolaci�n ". Y cuando la tierra, que es en s� misma inocente, sea visitada con juicio, �qu� ser� de esos despreciadores cuya maldad sustenta? Por lo tanto, vemos cu�n enf�tico era este modo de hablar. Porque el Profeta convoca aqu� a todos los incr�dulos para examinar su vida, y luego les presenta la tierra, que fue castigada, aunque no haya cometido ning�n pecado; �Y por qu� fue sufrir? porque estaba contaminado como he dicho por su maldad. Como este fue el caso, vemos que los hip�critas fueron expulsados ??de la falsa confianza con la que estaban inflados, mientras que con orgullo despreciaban a Dios y su Palabra. Ahora sigue:

Versículo 14

Aqu� el Profeta recurre a s�plicas y oraciones; por el cual manifiesta m�s vehemencia, que si hubiera repetido nuevamente lo que hab�a dicho anteriormente sobre la restauraci�n de la Iglesia; porque muestra cu�n terrible ser�a ese juicio, cuando Dios reducir�a la tierra a la soledad. Esta oraci�n sin duda contiene lo que fue al mismo tiempo prof�tico. El Profeta no solo promete la liberaci�n a los fieles, sino que al mismo tiempo aumenta doblemente ese terror; por el cual dise�� para asustar a los hip�critas; como si dijera: "Sin duda, excepto que Dios preservar� milagrosamente a su propio pueblo, todo termina con la Iglesia: entonces no hay remedio, excepto a trav�s del poder inefable de Dios". En resumen, el Profeta muestra que �l tembl� ante esa venganza, que hab�a predicho previamente, y que pronostic�, para que los hip�critas, en su forma habitual, lo ridiculicen. Ahora vemos por qu� el Profeta recurri� a este tipo de consuelo, por qu� regula tanto su discurso como para no brindar esperanza inmediata a los fieles, sino que se dirige a Dios mismo. Apacienta entonces a tu pueblo; como si dijera: "Seguramente esa calamidad ser� fatal, excepto que t�, Se�or, recuerdes tu pacto y recojas nuevamente alg�n remanente de las personas que te ha gustado elegir: alimenta a tu pueblo".

La raz�n por la que los llam� pueblo de Dios fue porque todos debieron haber perecido, a menos que fuera necesario que se cumpliera lo que Dios prometi� a Abraham:

"En tu simiente ser�n bendecidas todas las naciones" ( G�nesis 12:3).

Fue entonces la adopci�n de Dios solo lo que evit� la destrucci�n total de los jud�os. Por eso dice enf�ticamente: Oh Se�or, estos son todav�a tu pueblo; como si dijera: "�Por qui�n formar�s una Iglesia para ti?" Dios podr�a haberlo recogido de los gentiles y haber hecho de los extraterrestres su familia; pero era necesario que la ra�z de la adopci�n permaneciera en la raza de Abraham, hasta que Cristo saliera. Tampoco hubo ninguna disputa sobre el poder de Dios, como ahora hay entre fan�ticos que preguntan: �Puede Dios hacer esto? Pero hab�a confianza en la promesa, y de esto aprendieron con certeza lo que Dios hab�a decretado una vez y lo que har�a. Desde entonces, esta promesa, "por tu simiente ser�n bendecidas todas las naciones", fue sagrada e inviolable, la gracia de Dios debe haber continuado en el remanente. De hecho, es cierto que los hip�critas, como ya se ha dicho, sin discriminaci�n alguna, abusaron de las promesas de Dios; pero esta verdad siempre debe tenerse en cuenta, que Dios castig� a los imp�os, aunque confiando en su gran n�mero, pensaron que siempre ser�an preservados. Dios entonces los destruy�, como merec�an; y sin embargo, era su prop�sito, que alg�n remanente estuviera entre esa gente. Pero debe observarse que esta distinci�n no debe extenderse a todos los hijos de Abraham, que derivaron su origen de �l seg�n la carne, sino que debe aplicarse a los fieles, es decir, al remanente, que fueron preservados seg�n la adopci�n gratuita de Dios.

Alimenta entonces a tu pueblo con tu ladr�n (194) Compara a Dios con un pastor, y esta met�fora ocurre a menudo. Aunque ???, shebeth, de hecho significa un cetro cuando se mencionan reyes, todav�a se toma tambi�n para un personal pastoral, como en Salmo 23 y en muchos otros lugares. As� como �l representa a Dios aqu� como un Pastor, as� le asigna un estafador; como si dijera: "Oh Se�or, desempe�as el oficio de Pastor al gobernar a este pueblo". �C�mo es eso? Inmediatamente confirma lo que he dicho recientemente, que no hab�a esperanza de un remedio excepto por la misericordia de Dios, al agregar, el reba�o (195) de ti patrimonio; porque al llamarlos el reba�o de su herencia, no considera lo que la gente merec�a, sino que fija sus ojos en su adopci�n gratuita. Desde entonces, le hab�a agradado a Dios elegir a esa gente, el Profeta en este sentido se atreve a ir a la presencia de Dios y a abogar por su elecci�n gratuita, "Oh Se�or, no traer� ante ti la nobleza de nuestra raza, o cualquier tipo de dignidad, o nuestra piedad, o cualquier m�rito ". �Entonces que? �Somos tu pueblo, porque mejor declaraste que somos un real sacerdocio. Somos entonces tu herencia. �C�mo es eso? "Porque ha sido un placer para ti tener un pueblo peculiar sagrado para ti". Ahora vemos m�s claramente que el Profeta confi� solo en el favor de Dios, y se opuso al recuerdo del pacto de las pruebas que de otro modo podr�an haber hecho que fallara toda esperanza.

Luego agrega: Quienes habitan separados o solos. Sin duda se refiere aqu� a la dispersi�n de la gente, cuando dice, que viv�an solos. Aunque los jud�os se hab�an dispersado en pa�ses encantadores, f�rtiles y poblados, estaban en todas partes como en un desierto y en la soledad, porque eran un cuerpo mutilado. Toda Caldea y Asiria era realmente un desierto para los fieles; porque all� no habitaban como un solo pueblo, sino como miembros desgarrados. Esta es la dispersi�n que pretenden las palabras del Profeta. Tambi�n agrega que habitan en el bosque porque no ten�an una habitaci�n segura, excepto en su propio pa�s; porque viv�an all� bajo la protecci�n de Dios; y todos los dem�s pa�ses, como ya he dicho, eran para ellos como el desierto.

A�ade, en medio del Carmelo. La preposici�n ?, caph, debe entenderse aqu�. Como en medio del Carmelo, ser�n alimentados en Bas�n y Galaad, como en los d�as antiguos; (196) es decir, aunque ahora son tus ovejas solitarias, las reunir�s de nuevo para que se alimenten como en el Carmelo, (lo cual sabemos que fue muy fruct�fero) y luego, como en Bas�n y Galaad. Sabemos que hay en esos lugares los pastos m�s ricos. Desde entonces, el Profeta compara a los fieles con las ovejas, menciona a Bas�n, menciona a Carmelo y Galaad; como si dijera: "Restaura, oh Se�or, tu pueblo, para que puedan habitar en la herencia una vez que te lo otorguen". Ya he explicado por qu� dice que eran solitarios; y hay un pasaje similar en Salmo 102:17; aunque hay una palabra diferente, ????, oror; Pero el significado es el mismo. Se dice que los fieles son solitarios, porque no fueron reunidos en un solo cuerpo; porque esta era la verdadera felicidad de la gente, que adoraban a Dios juntos, que estaban bajo una sola cabeza, y que tambi�n ten�an un altar como v�nculo sagrado para apreciar la unidad de la fe. Cuando, por lo tanto, los fieles se dispersaron aqu� y all�, se dec�a justamente que eran solitarios, dondequiera que estuvieran.

Luego agrega, de acuerdo con los d�as antiguos Aqu�, coloca ante Dios los favores que le mostr� anteriormente a su pueblo, y ora para que, como �l mismo, contin�e hasta el final, es decir, que continuar� hasta el final sus favores para Su pueblo elegido. Y sirvi� no poco para confirmar su fe, cuando los fieles recordaron cu�n liberalmente hab�a tratado Dios desde el principio con la posteridad de Abraham: as� se hicieron sentir seguros, que Dios no ser�a menos amable con sus elegidos, aunque podr�a haber, por as� decirlo, una triste separaci�n: porque cuando Dios hab�a desterrado a los jud�os al exilio, fue una especie de divorcio, como si fueran dados a la destrucci�n total. Sin embargo, ahora que recuerdan que hab�an descendido de los santos padres y que se les hab�a prometido un Redentor, tienen una esperanza de favor en el futuro de los beneficios pasados ??de Dios, porque antes hab�a tratado amablemente a su pueblo.

En medio de Carmel d�jalos alimentarse, En Bas�n y Galaad, como en los viejos tiempos.

Tambi�n es mejor representar "alimentar" como una oraci�n que en tiempo futuro, para corresponder en tenor con el comienzo del verso. Henderson conecta "Carmelo" con la l�nea anterior, y piensa que "vivir solo en el bosque" se refiere a la condici�n de los jud�os cuando se restauran, y cita la profec�a de Balaam en N�meros 23:9. Pero esto parece ser una exposici�n descabellada; y la palabra "madera", que significa generalmente un lugar triste, lo hace completamente inadmisible. Evidentemente se pretende un estado de miseria y miseria. "Ahora eran", dice Henry, "un pueblo desolado; estaban en la tierra de su cautiverio como ovejas en un bosque, en peligro de perderse y ser presa de las bestias del bosque ". - Ed.

Versículo 15

El Profeta aqu� presenta a Dios como el orador; y �l habla para dar una respuesta a su oraci�n. Luego, Dios promete que ser� maravilloso en sus obras y dar� tales evidencias de su poder, como lo demostr� cuando sac� a su pueblo de la tierra de Egipto. Ahora vemos que hay m�s fuerza en este pasaje, que si el Profeta hubiera dicho al principio, que Dios se convertir�a en el libertador de su pueblo: porque interpuso s�plica y oraci�n y Dios ahora muestra que ser� misericordioso con su pueblo; y al mismo tiempo se recuerda a los fieles que deben ser instant�neos en la oraci�n, si desean ser preservados por Dios.

Ahora Dios dice que mostrar� cosas maravillosas, como cuando la gente sal�a de Egipto. (197) Esa redenci�n, sabemos, fue un monumento perpetuo del poder de Dios en la preservaci�n de su Iglesia; de modo que cada vez que se propone dar alguna esperanza de liberaci�n, les recuerda a los fieles de esos milagros que pueden sentirse seguros de que no habr� obst�culos para evitar que contin�en en un estado de seguridad, siempre que Dios est� encantado de ayudarlos, porque su poder no disminuye.

Y esto merece ser notado; porque aunque todos permitimos la omnipotencia de Dios, sin embargo, cuando luchamos con las pruebas, temblamos, como si todas las v�as para nuestra preservaci�n se hubieran cerrado contra Dios. Tan pronto como se nos presente alg�n impedimento, creemos que no hay esperanza. �De d�nde es esto? Es porque no tenemos en cuenta el poder de Dios, que sin embargo confesamos que es mayor que el del mundo entero.

Esta es la raz�n por la cual Dios ahora se refiere a los milagros que hizo al salir del pueblo. Deber�an haber sabido, que Dios siempre contin�a como �l, y que su poder sigue siendo tan perfecto como lo era antes; y hay en �l suficiente apoyo para alentar la esperanza de asistencia. Ahora percibimos el objeto del Profeta. �l realmente cambia a las personas; porque al principio se dirige a la gente, de acuerdo con los d�as de tu salida, y luego agrega, ?????, aranu, 'lo har� ver;' pero este cambio no oculta el lo que significa, para Dios solo significa, que su poder era suficientemente conocido anteriormente por su pueblo, y que hab�a una prueba memorable de ello en su redenci�n, de modo que la gente no podr�a haber dudado en respetar su seguridad, sin ser desagradecido con Dios, y sin enterrar en el olvido ese beneficio tan memorable, que Dios una vez confiri� a sus padres. Sigue -

Versículo 16

Aqu�, una vez m�s, el Profeta muestra que, aunque la Iglesia debe ser atacada por todos lados y rodeada de innumerables enemigos, sin duda a�n debe entretenerse respetando la ayuda prometida de Dios; porque est� en su poder hacer que todas las naciones se averg�encen, es decir, derribar todo el orgullo del mundo, a fin de hacer que los incr�dulos reconozcan por completo que estaban euf�ricos por una confianza vac�a. Por eso dice que las naciones ver�n; como si dijera: �S� lo que te pone ansioso, porque muchos enemigos est�n decididos a arruinarte; y cuando aparece cualquier ayuda, est�n inmediatamente preparados ferozmente para resistir; pero sus intentos y esfuerzos no impedir�n que Dios te libere ".

Entonces ver�n y se avergonzar�n de toda su fuerza (198) Con estas palabras, el Profeta quiere decir que, por muy armados que est�n, los incr�dulos pueden pensar que est�n para destruir la Iglesia, y que cu�ntos obst�culos puedan tener en su poder para restringir el poder de Dios en su nombre, sin embargo, todo ser� en vano, porque Dios, de hecho, demostrar� que la fuerza de los hombres no es m�s que nada.

A�ade: pondr�n la mano sobre su boca; es decir, no se atrever�n a jactarse de aqu� en adelante, como lo han hecho hasta ahora; porque esta frase en hebreo significa estar en silencio. Desde entonces, los enemigos de la Iglesia hicieron grandes alardes y se regocijaron con la boca abierta, como si el pueblo de Dios fuera destruido, dice el Profeta, que cuando Dios apareciera como el Redentor de su pueblo, deber�an volverse mudos. . �l se une, sus o�dos se volver�n sordos; (199) es decir, quedar�n asombrados; es m�s, apenas se atrever�n a abrir los o�dos, para que el rumor que se les presente no les ocasione un nuevo temblor. Sabemos que los hombres orgullosos, cuando las cosas tienen �xito seg�n sus deseos, no solo se jactan de su buena fortuna con la boca abierta, sino que tambi�n atrapan con avidez todos los rumores; porque, como piensan, todos son tantos mensajes de victorias: ��Qu� es de este lugar? �O qu� es de ese lugar? Incluso esperan que todo el mundo est� bajo su poder. El Profeta, por otro lado, dice: "Pondr�n la mano sobre la boca, y sus o�dos se volver�n sordos; es decir, evitar�n temblorosamente todos los rumores, porque temer�n continuamente nuevas calamidades cuando vean que el Dios de Israel, contra quien han luchado hasta ahora, est� armado con tanto poder.

Algunos aplican esto a la predicaci�n del Evangelio; lo cual permito f�cilmente, siempre que la liberaci�n se haga siempre para comenzar con los pueblos antiguos: porque si alguien quisiera que esto se entendiera exclusivamente de Cristo, una exposici�n tan tensa y remota no ser�a adecuada. Pero si alguien considera el favor de Dios, como se contin�a desde el regreso del pueblo a la restauraci�n efectuada por Cristo, comprender� correctamente el dise�o real del Profeta. Realmente cumplido, entonces, es lo que el Profeta dice aqu�, cuando Dios difunde la doctrina de su Evangelio por todo el mundo: para aquellos que antes se jactaban de sus propios inventos, comienzan a cerrar la boca, para que, estando as� en silencio, puedan convertirse en sus disc�pulos; y tambi�n cierran los o�dos, porque ahora no se rinden, como antes, a f�bulas tontas y pueriles, sino que consagran toda su audici�n al �nico Dios verdadero, para que puedan atender solo a su verdad, y no vacilar m�s entre lo contrario opiniones Todo esto, permito, se cumple bajo la predicaci�n del Evangelio; pero el Profeta, sin duda, se conect� todo el tiempo, desde el regreso del pueblo del exilio babil�nico hasta la manifestaci�n de Cristo.

Versículo 17

Luego agrega: "Lamer�n el polvo como una serpiente". �l insin�a que, por m�s que los enemigos de la Iglesia se hayan exaltado orgullosamente antes, ser�n derribados y yacer�n, por as� decirlo, en el suelo; porque lamer el polvo no es otra cosa que yacer postrado en la tierra. Entonces ser�n bajos y se arrastrar�n como serpientes; y luego, se mover�n como gusanos y reptiles de la tierra. El verbo ???, regez, como se ha dicho en otra parte, significa levantar un alboroto, tumultuar, y tambi�n significa mover uno yo; y este �ltimo significado es el m�s adecuado aqu�, a saber, que saldr�n o se mover�n de sus recintos; para la palabra ???, sager, significa cerrar: y por los recintos quiere decir escondites, aunque en la canci�n de David, en Salmo 18: la palabra se aplica a ciudadelas y otros lugares fortificados, -

"Los hombres", dice, "temblaron desde sus fortalezas".

Aunque ocupaban ciudadelas bien fortificadas, ten�an miedo, porque la misma fama de David hab�a destruido su valent�a. Pero como el Profeta habla aqu� de gusanos, prefiero esta interpretaci�n, "de sus lugares al acecho", como si dijera: "Aunque hasta ahora se han considerado seguros en sus recintos, a�n se mover�n y huir�n como gusanos y reptiles; porque cuando se excava el suelo, los gusanos saltan inmediatamente, porque piensan que ser�n capturados; as� tambi�n, cuando alguien mueve el suelo, los reptiles salen y tiemblan corriendo en todas las direcciones ". Y el Profeta dice que, de la misma manera, los enemigos de la Iglesia, cuando el Se�or se levante por su ayuda, ser�n heridos con tanto miedo, que huir�n en todas las direcciones. Y esta comparaci�n debe ser notada cuidadosamente, es decir, cuando el Profeta compara naciones poderosas bien ejercitadas en guerras, que antes estaban audazmente furiosas, e hinchadas de gran orgullo, cuando las compara con gusanos y reptiles de la tierra, y tambi�n a las serpientes: hizo esto para demostrar que no habr� nada que impida a Dios postrar a todas las cosas exaltadas del mundo, tan pronto como le plazca ayudar a su Iglesia.

Y por lo tanto, el Profeta agrega: A causa de Jehov� nuestro Dios, temblar�n y temer�n por ti. Aqu� el Profeta muestra que los fieles no deben desconfiar debido a su propia debilidad, sino, por el contrario, recordar El poder infinito de Dios. De hecho, es correcto que los hijos de Dios comiencen con timidez, conscientes de que no son nada y que toda su fuerza no es nada; pero no deben detenerse ante su propia debilidad, sino, por el contrario, levantarse a la contemplaci�n del poder de Dios, para que no duden sino que, cuando aparezca su poder, sus enemigos pronto se dispersar�n. Esta es la raz�n por la cual el Profeta aqu� menciona el nombre de Dios, y luego se dirige a Dios mismo. Temblar�n ellos en Jehov� nuestro Dios, es decir, a causa de Jehov� nuestro Dios; y luego temer�n por ti. (200) Ahora sigue:

(lang. cy) Oherwydd Jehova ein Duw ur arswydant, � Ac ovnant rhagddot

Temer por ti y temerte son dos cosas distintas. Tendr� la primera forma en Josu� 10:8; y el segundo en Deuteronomio 31:12. El primero se refiere al temor de los cananeos, el temor a su poder; el segundo, al temor de Jehov�. - Ed.

Versículo 18

El Profeta aqu� exclama que Dios debe ser glorificado especialmente por esto, que es misericordioso con su pueblo. Cuando dice: �Qui�n es Dios como t�? �l no quiere decir que hay otros dioses; para esto, estrictamente hablando, es una comparaci�n incorrecta. Pero �l muestra que el verdadero y �nico Dios puede distinguirse de todos los �dolos por esta circunstancia: que perdona amablemente los pecados de su pueblo y soporta sus enfermedades. De hecho, es cierto que todas las naciones tuvieron la opini�n de que sus dioses estaban dispuestos a perdonar; de ah� sus sacrificios y de ah� tambi�n sus diversos tipos de expiaciones. Tampoco ha habido ninguna naci�n tan b�rbara que no se considere culpable en alguna medida ante Dios; por lo tanto, todos los gentiles sol�an aplicar a la misericordia de sus dioses; aunque todav�a no ten�an una firme convicci�n: porque aunque se aferraron a este primer principio, que los dioses ser�an propicios para los pecadores, si humildemente buscaban el perd�n; sin embargo, oraron, lo sabemos, sin ninguna confianza segura, porque no ten�an ninguna promesa segura. Por lo tanto, vemos que lo que el Profeta quiere decir es esto, que el Dios de Israel podr�a probarse que es el Dios verdadero de esta circunstancia, que una vez que recibi� a favor de los hijos de Abraham, continu� mostrando el mismo favor y mantuvo su pacto inviolablemente, aunque sus pecados hab�an sido mil veces un obst�culo en el camino. Que Dios, en su bondad, super� toda la maldad del pueblo y se mantuvo firme en su pacto, que a menudo hab�a sido violado por los vicios del pueblo; este hecho puede ser evidenciado de que �l es el Dios verdadero: porque �Qu� se puede encontrar de este tipo entre los �dolos? Supongamos que hay en ellos algo divino, que eran dioses y dotados de alg�n poder; sin embargo, con respecto a los dioses de los gentiles, no se pod�a saber que ninguno de ellos era propicio para su propio pueblo. Desde entonces, esto solo puede aplicarse al Dios de Israel, se deduce que en este caso su divinidad brilla notablemente, y que su soberan�a est� suficientemente probada. Tambi�n aprendemos que todos los dioses de los paganos son vanos; s�, que en la religi�n de los paganos no hay nada m�s que delirios: porque ninguna naci�n puede huir con confianza a su dios para obtener el perd�n, cuando ha pecado. Esta es la suma del todo. Ahora pasar� a las palabras del Profeta.

�Qui�n es un Dios como t�, quitando la iniquidad y pasando por la maldad? Mediante estas dos formas de expresi�n, expone el singular favor de Dios al reconciliarse libremente con los pecadores. Quitar los pecados es borrarlos; aunque el verbo ???, nusha, a menudo significa elevar en lo alto; sin embargo, tambi�n significa tomar o quitar. Pasar por la maldad es confabular, como si dijera: "Dios pasa por alto la maldad de su pueblo, como si escapara de su vista": porque cuando Dios requiere una cuenta de nuestra vida, nuestros pecados aparecen de inmediato y aparecen ante sus ojos; pero cuando Dios no llama a nuestros pecados antes de su juicio, sino que los pasa por alto, se le dice que pase por ellos.

Este pasaje nos ense�a, como ya te he recordado, que la gloria de Dios brilla principalmente en esto, que �l es reconciliable y que perdona nuestros pecados. Dios en verdad manifiesta su gloria tanto por su poder y su sabidur�a, como por todos los juicios que ejecuta diariamente; su gloria, al mismo tiempo, brilla principalmente en esto, que es propicio para los pecadores y sufre para ser pacificado; s�, que �l no solo permite que los pecadores miserables se reconcilien con �l, sino que �l tambi�n los invita y los anticipa. Por lo tanto, es evidente que �l es el Dios verdadero. Que la religi�n pueda tener ra�ces firmes en nuestros corazones, esto debe ser lo primero en nuestra fe, que Dios se reconcilie con nosotros; porque, salvo que estemos completamente convencidos de su misericordia, ninguna religi�n verdadera florecer� en nosotros, cualesquiera que sean las pretensiones que hagamos; porque lo que se dice en Salmo 130 es siempre cierto: "contigo es propiciaci�n, para que puedas ser temido". De ah� que el temor de Dios y la verdadera adoraci�n a �l dependan de la percepci�n de su bondad. y favor; porque desde el coraz�n no podemos adorar a Dios, y no habr�, como ya he dicho, ninguna religi�n genuina en nosotros, excepto esta persuasi�n, que est� profundamente y profundamente asentada en nuestros corazones, que �l siempre est� dispuesto a perdonar, siempre que huyamos a �l.

Por lo tanto, tambi�n parece qu� tipo de religi�n es la del papado: porque bajo el papado, perplejos y dudosos, siempre dudan y nunca se atreven a creer que Dios ser� propicio para ellos. Aunque tienen algunas ideas, no s� qu�, de su gracia; sin embargo, es una presunci�n vana y una imprudencia, como piensan, cuando alguien est� completamente persuadido de la misericordia de Dios. Por lo tanto, mantienen la conciencia en suspenso; no, los dejan dudosos y temblorosos, cuando no hay certeza de respetar el favor de Dios. Por lo tanto, se deduce que toda su adoraci�n es ficticia; en una palabra, toda la religi�n se subvierte por completo, cuando se quita una confianza firme y sin vacilar, en cuanto a su bondad, s�, esa confianza por la cual los hombres pueden venir a �l sin dudar y recibir, siempre que pecan y confiesan su culpa y transgresiones, la misericordia que se les ofrece.

Pero esta confianza no es lo que surge espont�neamente en nosotros; incluso cuando consideramos que Dios es misericordioso, es solo una mera ilusi�n: porque no podemos estar completamente convencidos de respetar el favor de Dios, excepto que �l nos anticipa con su palabra y testifica que ser� propicio para nosotros cada vez que huyamos. a �l. Por eso dije al principio, que el Profeta aqu� exhibe la diferencia entre el Dios de Israel y todos los �dolos de los gentiles, y eso es porque hab�a prometido ser propicio para su pueblo. No fue en vano que los sacrificios fueran ofrecidos por el pueblo elegido, porque hab�a una promesa a�adida, que no pod�a decepcionarlos: pero los gentiles siempre dudaron con respecto a sus sacrificios; aunque realizaron todas sus expiaciones, a�n no hab�a certeza; pero el caso fue diferente con las personas elegidas. Lo que el Profeta dice aqu� con respecto a la remisi�n de los pecados depende del testimonio que Dios mismo haya dado.

Ahora debemos notar la cl�usula que sigue inmediatamente, en cuanto al remanente de su herencia. Aqu� nuevamente aleja a los hip�critas de su vana confianza: porque dice que Dios ser� misericordioso solo con un remanente de su pueblo; y, al mismo tiempo, quita una ofensa, que podr�a haber inquietado gravemente a los d�biles, al ver la ira de Dios enfurecida entre todo el pueblo, que Dios no perdonar�a ni a los hombres comunes ni a los principales. Por lo tanto, cuando el fuego de la venganza de Dios ardi� terriblemente, arriba y abajo, esta objeci�n podr�a haber perturbado enormemente a las mentes d�biles: "�C�mo es esto? Dios s� declara que es propicio para los pecadores, y sin embargo, su severidad prevalece entre nosotros. - �C�mo puede ser esto?" El Profeta cumple con esta objeci�n y dice: Dios es propicio para el resto de su herencia; lo que significa que, aunque Dios ejecutar�a una venganza terrible en la mayor parte, a�n quedar�a alguna semilla, sobre quien brillar�a su misericordia; y los llama el remanente de su herencia, porque no hab�a raz�n, como se dijo ayer, por qu� Dios perdon� a los pocos, excepto que hab�a elegido la posteridad de Abraham.

Tambi�n agrega, no retendr� su ira perpetuamente. Con este segundo consuelo deseaba aliviar a los fieles: porque aunque Dios los castiga por un tiempo, a�n no olvida su misericordia. Podemos decir que el Profeta menciona aqu� dos excepciones. Hab�a hablado de la misericordia de Dios; pero como esta misericordia no es indiscriminada o com�n a todos, restringe lo que le ense�a al remanente. Ahora sigue otra excepci�n: que, por mucho que aparentemente la ira de Dios se enfurezca contra sus elegidos, habr� moderaci�n, para que permanezcan a salvo y sus calamidades no sean fatales para ellos. Por eso dice: Dios no retiene la ira; porque, por un momento, puede estar enojado con su pueblo, pero pronto, por as� decirlo, se arrepentir� y se mostrar� amable con ellos, y testificar� que ya est� reconciliado con ellos; - no que Dios cambie, sino que los fieles est�n hechos por un corto tiempo para sentir su ira; luego, un sabor de su misericordia los estimula, y as� sienten en sus almas que Dios ha cambiado de alguna manera. Porque cuando el temor posee sus mentes, imaginan que Dios es terrible, pero cuando abrazan las promesas de su gracia, lo invocan y comienzan a albergar la esperanza del perd�n; entonces Dios se les muestra amable, gentil y reconciliable; s�, y en conjunto listos para mostrar misericordia. Esta es la raz�n por la cual el Profeta dice que Dios no retiene su ira.

Luego sigue la causa, porque ama la misericordia. Aqu� el Profeta muestra m�s claramente, que la remisi�n de los pecados es gratuita, y que no tiene fundamento sino en la naturaleza de Dios mismo. Entonces no hay raz�n, ya que la Escritura declara que Dios es reconciliable, por qu� alguien deber�a buscar la causa en s� mismo, o incluso los medios por los cuales Dios se reconcilia con nosotros: porque �l mismo es la causa. Como Dios, por naturaleza, ama la misericordia, de ah� que est� tan dispuesto a perdonar a los pecadores. Quien se imagina que Dios debe ser propiciado por expiaciones o cualquier satisfacci�n, subvierte la doctrina del Profeta; y es lo mismo que construir sin fundamento: porque el �nico apoyo o apoyo que puede elevarnos a Dios, cuando deseamos reconciliarnos con �l, es esto: que ama la misericordia. Y esta es la raz�n por la cual Dios elogia tanto su misericordia, por qu� dice que es misericordioso con miles de generaciones, lento para la ira y listo para perdonar. Aunque los incr�dulos se endurecen contra Dios, cuando sienten su ira, no hay nada tan dif�cil para ellos como creer que Dios puede ser pacificado. Por lo tanto, esta raz�n, que el Profeta no agrega en vano, debe ser especialmente notada.

Veamos ahora a qui�n Dios es misericordioso. Porque como Satan�s no pudo haber borrado de los corazones de los hombres una convicci�n de la misericordia de Dios, �l a�n confin� la misericordia a los incr�dulos, como si Dios perdonara a los pecadores solo una vez, cuando son admitidos en la Iglesia. As�, los pelagianos pensaban anteriormente que Dios no concede reconciliaci�n a nadie sino a los extraterrestres; porque cualquiera que haya sido recibido una vez en la Iglesia no puede, como imaginaban, presentarse ante Dios de otra manera que ser perfecto. Y esta invenci�n llev� a Novato y sus disc�pulos a crear disturbios en la Iglesia. Y hay en este d�a no solo hombres enga�ados, sino demonios, que, por la misma invenci�n, o m�s bien nociones delirantes, se fascinan a s� mismos y a los dem�s, y sostienen que la m�s alta perfecci�n deber�a existir en los fieles; y tambi�n difaman nuestra doctrina, como si todav�a continu�ramos en el Alfabeto o en los primeros rudimentos, porque diariamente predicamos la remisi�n gratuita de los pecados. Pero el Profeta declara expresamente que Dios no solo perdona a los incr�dulos cuando pecan, sino tambi�n su herencia y sus elegidos. H�ganos saber, entonces, que mientras estemos en el mundo, el perd�n est� preparado para nosotros, ya que no podr�amos sino caer a cada momento de la esperanza de salvaci�n, si este remedio no nos fuera provisto: esos hombres deben ser m�s que enojados que se arrogan a la perfecci�n, o que piensan que han llegado a ese alto grado de logro, que pueden satisfacer a Dios con sus obras. Ahora sigue:

Versículo 19

El Profeta ahora prescribe a los fieles una forma de gloria, para que puedan declarar audazmente que Dios se pacificar� con ellos. Desde entonces, Dios ama la misericordia, �l regresar�, tendr� misericordia de nosotros. El contexto aqu� debe ser observado por nosotros; porque nos servir�a de poco, pero no s� qu�, con respecto a la misericordia de Dios, y predicar en general la libre remisi�n de los pecados, excepto que lleguemos a la aplicaci�n, es decir, excepto que cada uno de los fieles cre�a que Dios, por su propio bien, es misericordioso, tan pronto como sea llamado. Esta conclusi�n, entonces, debe tenerse en cuenta: �Dios perdona al remanente de su herencia, porque por naturaleza est� inclinado a mostrar misericordia: por lo tanto, ser� misericordioso con nosotros, porque somos del n�mero de su pueblo. " Excepto que nos aferramos a esta conclusi�n, "por lo tanto, nos mostrar� misericordia", todo lo que hemos escuchado o dicho respecto a la bondad de Dios desaparecer�.

Esta es la verdadera l�gica de la religi�n, es decir, cuando estamos persuadidos de que Dios es reconciliable y f�cilmente pacificado, porque �l est� por naturaleza inclinado a la misericordia, y tambi�n, cuando aplicamos esta doctrina a nosotros mismos o a nuestra propia peculiaridad. beneficio, - Como Dios es por naturaleza misericordioso, por lo tanto lo sabr� y encontrar� que es as�. Hasta entonces, seamos persuadidos, h�ganos saber que hemos progresado muy poco en la escuela de Dios. Y por lo tanto, de este pasaje parece muy claro, que el papado es un abismo horrible; porque nadie bajo ese sistema puede tener una base firme, para estar completamente persuadido de que Dios ser� misericordioso con �l; porque todo lo que tienen son meras conjeturas. Pero vemos que el Profeta razona de manera muy diferente, Dios ama la misericordia; por lo tanto, tendr� misericordia de nosotros; y luego agrega: volver�; (202) y esto se dice para que la ira o severidad temporal de Dios no nos perturbe. Aunque Dios puede no brillar de inmediato sobre nosotros con su favor, sino que, por el contrario, nos trata con dureza y rudeza, sin embargo, el Profeta nos ense�a que debemos tener buenas esperanzas. - �C�mo es eso? Regresar� o, como dijo poco antes, no retendr� perpetuamente su ira: porque es por un momento que est� enojado con su Iglesia; y pronto recuerda la misericordia.

El Profeta ahora especifica qu� tipo de misericordia muestra Dios a los fieles, porque �l pisar� nuestras iniquidades; hab�a dicho antes que pasa por la maldad de su pueblo elegido. Luego pisar� nuestras iniquidades; y �l arrojar� (203) en la profundidad del mar todos sus pecados; es decir, nuestros pecados no vendr�n en memoria delante de �l. Por lo tanto, aprendemos lo que he dicho antes: que Dios no puede ser adorado sinceramente y desde el coraz�n hasta que esta convicci�n sea fijada y profundamente arraigada en nuestros corazones, que Dios es misericordioso, no en general, sino hacia nosotros, porque una vez fuimos adoptados. por �l y son su herencia. Y luego, si la mayor parte se cayera, no deber�amos fallar en nuestra fe; porque Dios preserva al remanente de una manera maravillosa. Y, por �ltimo, h�ganos saber que cada vez que huimos a Dios por misericordia, el perd�n siempre est� listo para nosotros, no para que podamos caer en el pecado o tomar la libertad de cometerlo, sino para que podamos confesar nuestras faltas y que nuestra culpa pueda aparecer ante nuestros ojos: h�ganos saber que la puerta est� abierta para nosotros; porque Dios por su propia buena voluntad se nos presenta como alguien listo para ser reconciliado.

Tambi�n se dice: �l arrojar� nuestros pecados a las profundidades del mar. Por lo tanto, aprendemos que hay una remisi�n completa de los pecados, no la mitad de lo que los papistas imaginan, porque Dios, dicen, remite el pecado, pero retiene el castigo. Lo fr�volo que es esto, la cosa misma lo demuestra claramente. Sin embargo, el lenguaje del Profeta importa esto, que nuestros pecados son remitidos cuando los registros de ellos son borrados ante Dios. De ello se desprende, porque repasar� este vers�culo, para que hoy pueda terminar este Profeta:

18. �Qu� es Dios como t�! �Quitando la iniquidad y pasando por alto la transgresi�n! Contra el remanente de su herencia No retiene para siempre su ira; Para un amante de la misericordia isHe;

19. �l regresar�, nos tendr� l�stima, �l someter� nuestras iniquidades: - S�, arrojar�s a las profundidades del mar todos sus pecados; Mostrar�s fidelidad a Jacob, misericordia a Abraham, Lo cual has jurado a nuestros padres en los d�as antiguos.

"L�stima", ????, es tierna compasi�n; el sustantivo en el n�mero plural se usa para designar los intestinos. "Sometido", o pisotear bajo el pie, se convierte en "cubierta" por Newcome, debido a que este es el significado de ??? en Chaldee. Esto destruye por completo el car�cter llamativo del pasaje. Nuestros pecados est�n aqu� representados como nuestros enemigos; Dios los somete; y luego, en la siguiente l�nea, el s�mil contin�a, se ahogar�n como Fara�n y sus huestes en las profundidades del mar. Las observaciones de Henderson sobre este punto son muy excelentes. "No hay motivo", dice, "para rechazar la idea radical de pisotear como enemigos. El pecado debe considerarse siempre como hostil al hombre. No solo es contrario a sus intereses, sino que se opone y combate poderosamente los principios morales de su naturaleza y los principios superiores implantados por la gracia; y salvo para contrarrestar la energ�a de la influencia divina, debe resultar victorioso. Sin la subyugaci�n de las malas tendencias, el perd�n no ser�a una bendici�n �. - Ed.

Versículo 20

Los fieles confirman aqu� la verdad anterior, que Dios hab�a depositado su pacto con ellos, que no pod�a ser anulado; y por lo tanto, tambi�n aclara m�s claramente lo que he dicho antes, que los fieles no aprenden por su propia comprensi�n qu� tipo de Ser Dios es, pero abraza la misericordia que ofrece en su propia palabra. Excepto que Dios entonces habla, no podemos formar en nuestras propias mentes ninguna idea de su gracia sino lo que es incierto y est� desapareciendo; pero cuando declara que ser� misericordioso con nosotros, se eliminan todas las dudas. Este es ahora el curso que el Profeta sigue.

�l dice: Dar�s verdad a Jacob, misericordia a Abraham, que has jurado a nuestros padres; como si dijera: �No inventamos nada presuntuosamente de nuestras propias mentes, sino que recibimos lo que una vez nos has testificado; porque tu voluntad se nos ha dado a conocer en tu palabra: confiando en tu favor, estamos convencidos de tu perd�n gratuito, aunque en muchos aspectos somos culpables ante ti �. Ahora entendemos el dise�o del Profeta.

En cuanto a las palabras, no es necesario detenerse en ellas, ya que en otros lugares hemos explicado esta forma de hablar. Aqu� hay dos expresiones por las cuales el Profeta caracteriza el pacto de Dios. Se menciona la verdad y se menciona la misericordia. Con respecto al orden, la misericordia de Dios precede; porque no es inducido de otra manera a adoptarnos que solo por su bondad: pero como Dios de su propia voluntad nos ha recibido con tanta bondad, �l es verdadero y fiel en su pacto. Si entonces deseamos conocer el car�cter del pacto de Dios, por el cual �l eligi� anteriormente a los jud�os, y en este d�a nos adopta como su pueblo, estas dos cosas deben entenderse, que Dios se ofrece libremente a nosotros, y que �l es constante y cierto, no se arrepiente, como dice Pablo, en cuanto a su pacto: Los dones y el llamado de Dios, dice, no tienen arrepentimiento ( Romanos 11:29;) y se refiere al pacto, por el cual Dios adopt� a los hijos de Abraham.

�l dice ahora: T� dar�s, es decir, mostrar�s en realidad; para esto, dar, es, por as� decirlo, exhibir en efecto o realmente. Entonces dar�s, es decir, abiertamente, que no has sido en vano tan amable con nosotros y con los nuestros al recibirlos en favor. �C�mo es eso? Porque el efecto de tu bondad y verdad se nos aparece.

Entonces juraste a nuestros padres desde los d�as antiguos. Los fieles dan por sentado que Dios hab�a prometido a los padres que su pacto ser�a perpetuo; porque �l no solo le dijo a Abraham: Yo ser� tu Dios, sino que �l tambi�n agreg�, y de tu descendencia para siempre. Como, entonces, los fieles sab�an que el pacto de Dios deb�a ser perpetuo e inviolable, y tambi�n sab�an que deb�a continuarse de los padres a sus hijos, y que una vez se promulg� para este fin, que los padres pudieran cumplir como de la mano a sus hijos; Por lo tanto, no dudaron sino que ser�a perpetuo. �C�mo es eso? porque juraste a nuestros padres; es decir, sab�an que Dios no solo prometi�, sino que despu�s de haber interpuesto un juramento, mediante el cual Dios dise�� para confirmar ese pacto, lo honr� enormemente, para que el pueblo elegido lo recibiera sin vacilar. Como entonces los fieles sab�an que Dios de alguna manera se un�a a ellos, lo solicitaron con confianza, realmente para mostrarse tal como hab�a declarado que ser�a para sus propios elegidos.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Micah 7". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/micah-7.html. 1840-57.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile