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Bible Commentaries
1 Corintios 5

Gran Comentario Bíblico de LapideComentario de Lapide

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Versículo 1

Se informa com�nmente entre ustedes. No es un rumor vago, sino un hecho bien comprobado.

1. Los gentiles que no eran b�rbaros, sino que viv�an vidas civilizadas y honestas, por instinto natural rechazaron toda relaci�n sexual de un hijastro y una madrastra. Los poetas elogian a Hip�lito por preferir provocar la ira de su padre, Teseo, antes que ceder a la lujuria de su madrastra, Fedra. Cuando Fedra lo solicit� y se neg� a consentir en la abominaci�n, ella lo acus� falsamente ante su padre de haberla solicitado, y cuatro caballos lo despedazaron.

Sin embargo, existe un ejemplo de tal relaci�n en Valerio M�ximo (lib. v. De Par. Amore in Lib. ), en el caso del rey Seleuco, quien, al enterarse por su m�dico de que su hijo Ant�oco estaba enfermo de muerte. por amor a su esposa Stratonice, se la entreg�.

2. Teodoreto, en su prefacio a esta ep�stola, y Cris�stomo aqu� dicen que este fornicario fue un l�der eminente y poderoso del cisma de Corinto, y por eso el Ap�stol procede tan directamente de un pecado al otro.

Cabe preguntarse si este incestuoso tom� a la mujer de su padre en vida o despu�s. Algunos responden que estaba muerto; pero parece m�s probable que viviera, por la frase usada, "la mujer de su padre", y tambi�n por las palabras de 2 Cor.vii. 12: "No lo hice por su causa que hab�a hecho el mal, ni por su causa que sufri� el mal", lo que claramente parece significar el padre. Anselm y otros opinan que el padre todav�a estaba vivo. El hombre, por tanto, era a la vez incestuoso y ad�ltero, y obstinado en su pecado; porque sin tal obstinaci�n no habr�a sido excomulgado.

Versículos 1-13

CAP�TULO V.

SINOPSIS DEL CAPITULO

i. El Ap�stol parte del cisma de los Corintios para hacer frente al esc�ndalo causado por el incesto entre ellos: les reprocha que hayan permitido que permanezca entre ellos uno que vive abiertamente en incesto, y les ordena excomulgarlo y entregarlo a Satan�s.

ii. Les manda (v. 6) que purguen esta y cualquier otra levadura del pecado, para que puedan celebrar con pureza la Pascua eterna, y as� comer los panes sin levadura de la sinceridad y la verdad.

iii. �l les ordena (v.9) que no se mezclen con los cristianos que son abiertamente pecadores; pero en cuanto a los paganos e incr�dulos, dice que no est�n bajo su jurisdicci�n ni la de la Iglesia.

Versículo 2

Y vosotros est�is hinchados. Mientras tanto, est�s tan ocupado con tu orgullo contencioso que descuidas corregir a esta persona incestuosa sac�ndola de tu sociedad. As� Cris�stomo, Teofilacto y Anselmo. Aprendan de esto cu�n cuidadosos deben ser no s�lo los prelados, sino todos los fieles para quitar de la Iglesia los esc�ndalos y sus autores. verso 3, 4. Porque yo en verdad como ausente en cuerpo... en el nombre de nuestro Se�or Jesucristo.

Como corresponde a un Pastor y Obispo estar siempre presente con cuidado vigilante, aunque ausente en bidy de la Iglesia, ya he juzgado, es decir , determinado; y por estas palabras ordeno ahora que sea excomulgado y entregado a Satan�s, y eso en el nombre de Cristo, por su autoridad que ejerzo cuando ordeno y juzgo.

Cris�stomo refiere la cl�usula en el nombre de nuestro Se�or Jesucristo a lo que sigue, cuando est�is reunidos . Pablo quiere decir que deb�an reunirse, y en una congregaci�n p�blica de la Iglesia deb�an excomulgar a la persona incestuosa. Esta cl�usula, en tercer lugar, puede referirse a las palabras para entregar tal a Satin ; tal entrega y ejecuci�n de la sentencia se har�a en el poder, nombre y lugar de Cristo.

verso 4, 5. Cuando est�is reunidos... entregad al tal a Satan�s. Determino y ordeno, oh Corintios, que cuando est�is reunidos en la Iglesia, donde yo estar� presente en mi esp�ritu, es decir , en la mente, el afecto y la autoridad que me ha dado Cristo, esta persona incestuosa sea excomulgada y entregada a Satan�s, que gobierna fuera de la Iglesia, y suele afligir en este mundo a los excomulgados no s�lo en el alma sino tambi�n en el cuerpo.

Claramente se desprende de estas palabras que los herejes se equivocan al decir que el poder de excomulgar reside en toda la congregaci�n, y no en los prelados. Al contrario, dice, he juzgado. Todo lo que el Ap�stol quiere decir es que la excomuni�n debe ser pronunciada p�blicamente por quien presid�a la Iglesia, para que otros teman hacer lo mismo. Por lo tanto, �l no dice que iban a reunirse y entregarlo a Satan�s, pero cuando est�is reunidos , he determinado entregarlo a Satan�s, i.

mi. , por medio de aquel que en nombre de Cristo est� a cargo de vuestra Iglesia en mi lugar, ya quien, por tanto, le corresponde entregarlo. En todo estado se juzga, no por la voz popular, sino por los jueces y magistrados.

Los Ap�stoles, adem�s, usan esta frase para indicar que este poder espiritual ha sido dado a la Iglesia, y fue ejercido por �l mismo y por los prelados en nombre de la Iglesia, no en el sentido de que toda la Iglesia lo haya recibido directamente de Cristo. , sino que Cristo se la dio a Pablo ya los dem�s Ap�stoles, no para ellos mismos, sino para el bien de la Iglesia; porque como se producir�a una gran confusi�n si a cada uno se le tuviera que pedir su sentencia, la Iglesia entera cumple este deber por mano de sus cabezas y gobernantes.

Adem�s, como la excomuni�n es susceptible de causar odio, Pablo desea que se haga con el consentimiento de toda la Iglesia, para que �l pueda ganar a todos para su lado, y nadie pueda proteger al poderoso fornicador y acusar a Pablo de exceso de severidad. De ah� que les deje, por decirlo as�, el juicio a ellos por su propia voluntad, y por su modestia los hace los asesores, aprobadores y ejecutores de la sentencia pronunciada por �l de excomuni�n p�blica del fornicario por manos de su presidente

Muy a menudo los pr�ncipes y generales prudentes en un asunto dif�cil y peligroso, cuando un gran oficial ha de ser castigado, buscan la opini�n de otros grandes oficiales, y lo que es m�s, dejan que ellos juzguen. As� Cris�stomo, Ambrosio, Teofilacto, Anselmo.

Con el poder de nuestro Se�or Jesucristo. Conecta esto con entregar , o, mejor a�n, como lo hace Ambrosio, con cuando est�is reunidos y mi esp�ritu. En otras palabras, en este acto de excomuni�n el Esp�ritu est� presente con vosotros, y m�s a�n con mi esp�ritu. Porque Cristo ha dado Su gran poder a Su Iglesia, y as� la Iglesia puede, por medio de sus gobernantes y prelados, excomulgar y entregar a Satan�s a los rebeldes.

Versículo 5

Entregar tal persona a Satan�s. Teofilacto piensa que con estas palabras Pablo en realidad excomulga al fornicador, pero es m�s cierto decir que con ellas ordena que su excomuni�n sea llevada a cabo por los prelados de la Iglesia de Corinto. De lo contrario, habr�a dicho: "Yo entrego", en lugar de "He juzgado entregar"; y lo mismo se confirma cuando ordena que sea entregado a Satan�s en una asamblea p�blica de la Iglesia.

2. Obs�rvese que los antiguos entendieron este pasaje del poder y acto de excomulgar que se deposita en los prelados de la Iglesia. As� Cris�stomo, Anselmo, Agust�n y otros citados por Baronius, p.448, AD 57.

2. Se dice que los excomulgados son entregados a Satan�s, por ser expulsados ??de la comuni�n de Cristo y de su Iglesia, y privados de todos sus beneficios, sus oraciones, sufragios, sacrificios y sacramentos, de la protecci�n de Dios, y del cuidado de los pastores, est�n expuestos a la tiran�a y a los asaltos del demonio, cuyo dominio est� fuera de la Iglesia, y que los ataca m�s que antes y los impulsa a toda clase de mal.

Cf. Ambrosio, Agust�n (lib. iii. Ep. contra Parmen. c. 2), Jer�nimo ( Efesios 1 ad Heliod. ), Inocencio ( apud S. Aug. Ep. 51).

Para la destrucci�n de la carne. 1. Para que el diablo lo hostigue con enfermedades corporales, heridas y enfermedades; para que su carne sea abatida y su vigor sea destruido; para que as� humillado aprenda sabidur�a. As� dicen Teodoreto, Cris�stomo, Teofilacto, Ecumenio, Anselmo.

2. Ambrosio y Anselmo aqu�, y S. Agust�n en el pasaje reci�n citado, explican que significa, por la destrucci�n del placer del cuerpo a trav�s de esta confusi�n y verg�enza. Pero aunque la verg�enza puede refrenar a un hombre del acto externo cuando hay peligro de que sea conocido por todos, sin embargo, no elimina el deseo interior del coraz�n, y por lo tanto el primer significado, que es sostenido por m�s Padres, es el m�s cierto y adecuado.

De estos Padres se desprende, aunque algunos lo nieguen, que los excomulgados eran formalmente entregados al diablo, y tambi�n corporalmente vejados y pose�dos por �l, para que aprendieran a temer la excomuni�n. Teodoreto dice esto expresamente aqu�, y tambi�n en 1 Tim. IV. 20, y Ambrosio tambi�n all� dice que esta era la tradici�n de sus antepasados, y que este es el sentido estricto de "la destrucci�n de la carne".

" Frecuentemente se encuentran ejemplos de posesi�n diab�lica en la vida de los Padres, y especialmente en la vida de S. Ambrosio por Paulinus. Cuando Ambrosio hab�a entregado a cierto hombre a Satan�s, el diablo en ese mismo momento se apoder� de �l y comenz� a desgarrarlo. Por esto Cristo, en S. Mt. X., dio, dice Santo Tom�s, a los Ap�stoles potestad sobre los esp�ritus inmundos, tanto para expulsarlos como para admitirlos en el cuerpo de los hombres para afligirlos. cf. Delrio de Magia ( lib. iii. p. 1, qu. 7), Petr. Phyr�us ( De D�mon. p. ii. c. 30), Lerarius ( in Tob . c. 6, qu. 20).

Para que el esp�ritu sea salvo en el d�a del Se�or Jes�s. Que el alma y la mente, ganando de este castigo sabidur�a y renovaci�n, se salven en el d�a del juicio. Por tanto, parece que debe tenerse en cuenta el fin de la excomuni�n, que es causar verg�enza y angustia al excomulgado, para que sea humillado, y pida ser recibido de nuevo, y busque el perd�n de Dios y de la Iglesia. Los fieles, por lo tanto, deben orar en secreto por �l y esforzarse por reconquistarlo a la unidad.

Versículo 6

Tu jactancia no es buena. El que os jact�is de vuestra sabidur�a mundana, que os hace decir: "Yo soy de Pablo", "Yo de Apolos", es malo y est� fuera de lugar. M�s te valdr�a abatir los ojos de tu mente, ya que permites que exista entre vosotros tan gran maldad. Entonces Anselmo; Teofilacto a�ade de Cris�stomo: " �l da a entender oscuramente y de una manera sencilla que los corintios mismos impidieron que este fornicario llegara a una mejor mente, al gloriarse en su nombre; porque era uno de sus sabios maestros ".

Un poco de levadura leuda toda la masa. Como la levadura penetra en cada parte de una masa de masa con su sabor y acidez, as� esta mancha del fornicario penetra y mancha a todos vosotros: en primer lugar, porque por causa de un hombre la ira de Dios puede encenderse contra todos vosotros. , y contra toda la Iglesia que lo sufre, como dicen Ambrosio y Anselmo; y en segundo lugar, si este hombre queda impune, otros pueden seguir su ejemplo, y �ste puede hacer tropezar a muchos. As� S. Cris�stomo. En otras palabras, quitar este esc�ndalo y separar al hombre de la Iglesia excomulg�ndolo.

Versículo 7

Limpiad, pues, la vieja levadura. Expulsad a este fornicador de vuestra sociedad, no sea que como la levadura infecte el conjunto. Se sigue que no s�lo los predestinados, o los pecadores escondidos, sino los pecadores p�blicos, como este fornicador, est�n en la Iglesia hasta que son excomulgados. As� Cris�stomo. Aunque el Ap�stol se refiere primeramente al incesto del fornicario, sin embargo Cris�stomo y Anselmo entienden m�s generalmente por levadura la fornicaci�n, y su ocultamiento, y toda especie de maldad y vicio, que por paridad de razonamientos el Ap�stol manda quitar del alma. de cada individuo y de toda la Iglesia.

para que se�is masa nueva. Que tu Iglesia sea una vez m�s pura.

como sois sin levadura. Como dicen Cris�stomo y Anselmo, as� como por el bautismo fuisteis hechos sin levadura, es decir , puros de la levadura del pecado, por lo tanto sois, o deb�is ser, a partir de entonces sin levadura, o puros y santos, por vocaci�n y profesi�n. Es un hebra�smo decir que lo que debe ser es; y en consecuencia, los cristianos son frecuentemente llamados santos, porque deben serlo. Otros entienden que sois estrictamente en el sentido de que, con excepci�n de una persona incestuosa, todos eran sin levadura o puros.

Esta falta de levadura de coraz�n y de vida es puesta ante cada uno en el bautismo, tanto en palabras como en ceremonias, por la Iglesia, cuando, despu�s de firmar la cabeza con el sagrado Crisma, viste al reci�n bautizado con una t�nica blanca y, extendiendo una vela encendida, le dice: "Recibe este manto blanco, santo e inmaculado, y que lo conserves sin mancha hasta que lo lleves ante el tribunal de nuestro Se�or Jesucristo, y obtengas la vida eterna y vivas por los siglos de los siglos.

Am�n." O como dice S. Jer�nimo en su carta a D�maso: "Recibe esta luz ardiente e intachable, guarda bien tu bautismo, guarda los mandamientos de Dios, para que cuando el Se�or venga a las bodas, te encuentres con �l, junto con todos Sus Santos, en la corte del cielo; y que obtengas la vida eterna y vivas por los siglos de los siglos. Am�n." La t�nica blanca y la vela encendida significan (1.) una vida y una conversaci�n puras y ejemplares; (2.

) libertad del poder del pecado y del diablo; (3.) victoria y triunfo siempre ellos; porque los romanos sol�an dar a sus siervos una t�nica blanca cuando los liberaban, siendo el blanco el color del triunfo. De esta vestidura dice S. Ambrosio ( Lib. de Iis qui Initiat. c. 7), dirigi�ndose a los reci�n bautizados? �Hab�is recibido vestiduras blancas en testimonio de que hab�is echado fuera el fango de los pecados, y os hab�is puesto la santa vestidura de la inocencia�. Paulinus canta as� de la misma cosa; "Desde la fuente sagrada el sacerdote su padre trae

Los infantes, blancos como la nieve en cuerpo, coraz�n y vestido".

Cf. tambi�n S. Agust�n, Lactancio y V�ctor de Utica, cuyas palabras cit� en Rom. vi. 4.

De ah� que el s�bado y el domingo inmediatamente despu�s del d�a de Pascua se llamen Sabbatum in albis y Dominica in albis , porque los ne�fitos sol�an dejar a un lado sus vestiduras blancas. Sin embargo, como ha se�alado acertadamente Baronio (58 d. C., p. 606), recibieron un Agnus Dei blanco , como se le llamaba, hecho de cera pascual, y bendecido por el obispo, y lo llevaban colgado del cuello, para que pudieran recordad siempre la pureza y la inocencia, y pod�is aprender de Cristo, el Cordero Pascual, a ser desde entonces en toda obra sin levadura, puros, mansos y humildes de coraz�n.

Porque incluso Cristo, nuestra Pascua, es sacrificado por nosotros. La palabra para denota: Con raz�n os conjuro a que se�is puros y sin levadura, porque est�is celebrando la Pascua, en la cual los jud�os no ten�an nada leudado. As� como la Pascua era un tipo de Cristo, los panes sin levadura eran un tipo de la inocencia bautismal y la vida pura de los cristianos. El argumento del Ap�stol se basa en el significado aleg�rico de la Pascua y los panes sin levadura.

La palabra Pascua tiene su origen en el paso del �ngel de las casas de los israelitas cuando vio la sangre del cordero que hab�a sido sacrificado con ese fin untada en los dinteles de las puertas. Luego, por una metonimia feliz, el cordero sacrificado se llama la Pascua, o la v�ctima de la Pascua, es decir , la v�ctima inmolada por el paso del �ngel. Entonces, tambi�n, el d�a mismo, y la fiesta en que esto sucedi�, y su memorial anual se llaman la Pascua.

Aleg�ricamente, este cordero representaba a Cristo. Nuestra Pascua, es decir , nuestro Cordero Pascual, Cristo, fue sacrificado por nosotros, para que todos los que son lavados con la Sangre de Su Pasi�n en el bautismo y en los dem�s Sacramentos, puedan ser defendidos a salvo del �ngel destructor, que pasa por encima de ellos, y alumbra a los incr�dulos y a los imp�os, que no han sido lavados con la sangre de Cristo, para darles muerte eterna.

Porque Cristo ha rescatado mangueras que han sido as� lavadas del yugo del Fara�n, es decir, del yugo del demonio y del pecado, y habi�ndolas liberado perfectamente, las ha colmado de todos los dones y gracias, y cada d�a a�ade m�s.

San Bernardo ( Serm. 1 in die Pasch, ) moraliza as� este pasaje: " Cristo, nuestra Pascua, es sacrificado. Abracemos las virtudes que nos encomienda su cruz: humildad, paciencia, obediencia y caridad. En esta gran fiesta, consideremos bien qu� es lo que se nos recomienda. Es una resurrecci�n, una pascua, una transmigraci�n. Porque Cristo, hermanos m�os, no cay� hoy, sino que resucit�: no volvi�, pas� de largo. : Transmigr� no volvi� atr�s.

La misma fiesta que estamos celebrando se llama la Pascua, no "el regreso"; y Galilea, donde Aquel que resucit� promete mostrarse a nosotros, no habla de vuelta atr�s sino de transmigraci�n... �ltimamente nos hemos entregado al luto, a la penitencia, ya la oraci�n al abatimiento y al ayuno. Si hemos lamentado nuestras negligencias, �por qu� hemos de volver ahora a ellas? �Seremos de nuevo inquisitivos como antes, tan aficionados a la conversaci�n como antes, perezosos y negligentes como antes, vanidosos, suspicaces, calumniadores, iracundos y de nuevo envueltos en todos los dem�s vicios por los que hasta hace poco nos aflig�amos? He lavado mis pies: �c�mo los he de contaminar de nuevo? �Pobre de m�! la resurrecci�n del Salvador se convierte en el tiempo de pecar, el lugar en el que caer.

Vuelven las org�as y las borracheras, se buscan las alcobas y las lascivias, como si para esto resucit� Cristo, y no para nuestra justificaci�n. No se trata de pasar por alto, sino de volver atr�s. Por eso, como dice el Ap�stol, muchos est�n d�biles y enfermos y muchos duermen. Por eso es que en diferentes lugares hay tantos muertos, especialmente ahora. San Anselmo, en 1 Cor. 11:30, hace la misma observaci�n, a saber, que en la Pascua las enfermedades andan fuera y muchos mueren, a causa de tantos que hacen una comuni�n indigna, y o no hacen la expiaci�n adecuada por sus pecados, o bien volver sobre ellos.

Versículo 8

Por lo tanto, celebremos la fiesta. El lat�n tiene, "Hagamos un banquete", porque las fiestas sol�an celebrarse con banquetes solemnes en se�al de regocijo.

La fiesta aqu� es la fiesta de la Pascua o de los panes sin levadura. Y f�jate que, seg�n Exod.xii., la tarde del d�a catorce del mes, o de la Pascua, no era propiamente la fiesta, sino la ma�ana siguiente, que se llamaba fiesta del primer d�a. de panes sin levadura, y dur� siete d�as, durante los cuales no se permiti� comer sino panes sin levadura; y antes de esos d�as, a saber.

, en el d�a catorce del primer mes de Nis�n, en lugar del cordero pascual que hab�a sido sacrificado, mataron otras v�ctimas pascuales, es decir, holocaustos y ofrendas de paz. Cf. N�meros 28:19 . El significado, por lo tanto, es este: Cristo, habiendo sido sacrificado por nosotros como nuestra Pascua, nos ha redimido y ha comenzado para nosotros la fiesta de los panes sin levadura.

Por lo tanto, despu�s de esta Pascua, despu�s de la muerte y redenci�n de Cristo, celebremos esta fiesta espiritual de los panes sin levadura, para que seamos sin levadura y puros, y por consiguiente podamos alimentarnos de cosas sin levadura, es decir , podamos disfrutar de la pureza de vida para los siete dice de nuestra vida. Como todo nuestro tiempo se mide en siete d�as rotativos, siete es un s�mbolo de plenitud y, por lo tanto, los siete d�as mencionados aqu� denotan la totalidad de la vida aqu� abajo. A trav�s de esa vida debemos mantener el memorial de la redenci�n de Cristo, de nuestro Cordero Pascual, por la pureza de vida que conviene a los cristianos, y por los sacrificios y las alabanzas.

Pero dado que la tarde de la Pascua tambi�n pod�a unirse a la ma�ana siguiente, ya que los jud�os contaban sus fiestas de tarde a tarde, por lo tanto, esta tarde tambi�n puede llamarse fiesta, o en todo caso, sacrificio festivo y banquete de un cordero. De ah� que la versi�n latina sea, "D�janos un banquete". De ah� puede extraerse un segundo significado, que es este: "Celebremos una Pascua perenne: que la fiesta pascual sea para nosotros una fiesta continua durante todo el d�a de la vida, por nuestra alimentaci�n diaria de Cristo, nuestro Cordero pascual, y su buena ofrendas; y banquete�mosle festivamente espiritualmente, por la fe, la esperanza y la caridad, o incluso realmente en el Sant�simo Sacramento, y eso con los panes sin levadura si la sinceridad y la verdad", Cf.

Cris�stomo y Anselmo. Porque aunque el cordero pascual, tal como fue inmolado, era una figura de Cristo inmolado en la cruz, sin embargo, en la medida en que se com�a con panes sin levadura, era m�s bien una figura del Sacrificio incruento de la Eucarist�a. Del mismo modo la Pascua se entiende aqu� de Cristo sacrificado y comido en la Eucarist�a por S. Cipriano ( Serm. de C�na Dom. ). por Nacianceno ( Orat. de Pascha ), por Cris�stomo ( Serm.

de Pron. Juda ), de Ambrosio ( In Luc. i.). por Jer�nimo y Or�genes (en S. Mateo 26 ). Por eso el Ap�stol San Andr�s dijo al Rey Egeas: "Yo sacrifico cada d�a un Cordero inmaculado, que permanece �ntegro y vivo, aun cuando todo el pueblo haya comido de �l". Por eso tambi�n la Iglesia lee este pasaje del Ap�stol para la Ep�stola de Pascua, cuando invita a todos a comulgar y alimentarse de este Cordero Pascual, aunque en la Iglesia primitiva los fieles com�an de �l diariamente, como aqu� exhorta el Ap�stol.

Cris�stomo nos da aqu� un sentido moral cuando dice que debemos banquetear, no porque sea la Pascua de Pentecost�s, sino porque al cristiano se le da todo el tiempo para hacerlo, por la excelencia de los dones conferidos. �l dice: "�Qu� bien hay que el Hijo de Dios no os haya dado, naciendo y muerto por vosotros? �l os ha hecho libres y os ha llamado a su reino. �Por qu�, pues, no hac�is banquete siempre?" Por lo tanto S.

Silvestre dijo que todos los d�as eran festivos, porque el cristiano debe festejar todos los d�as, estar libre para Dios y celebrar la fiesta espiritual. As� tambi�n S. Clemente de Alejandr�a ( Strom. lib. 7) dice: "Toda la vida de los justos es un d�a de fiesta solemne y santo".

Ni con la levadura de la malicia y la maldad . Vatablus traduce maldad, astucia , y otros lo traducen depravaci�n ; porque es malvado el que hace el mal a medias, y con enga�o y fraude. Los latinos de anta�o por malicia y perversidad significaban todos los vicios y cr�menes de los hombres. De ah� el dicho de Publius Africanus ( apud Gell. lib. vii. c. 11) de que todas las cosas malas, vergonzosas y abominables que hacen los hombres se comprenden brevemente en dos palabras, malicia y maldad.

Pero con los panes sin levadura de la sinceridad y la verdad . Un hebra�smo. Banquete�monos, no con panes sin levadura literales, sino con espirituales, es decir , con sinceridad (o pureza) y verdad, no meramente la verdad de la mente o de la boca, sino la verdad de la vida, la justicia cristiana; es decir, todo deber de virtud al que est�n obligados los cristianos, especialmente la sencillez, la fidelidad y la verdad. La sinceridad se opone aqu� a la malicia, y la verdad a la maldad.

versi�n 9. Os escrib�. En ver. 2 de este cap�tulo. As� Teodoreto y Cris�stomo. Pero Santo Tom�s, Lirano, Cayetano piensan que San Pablo escribi� esto en otra ep�stola anterior que ha perecido.

No os junt�is con fornicarios... porque entonces deb�is salir del mundo. Cuando os dije que no teng�is compa�erismo con los fornicarios, no quise decir lo que deb�ais evitar fornicando a los paganos, porque entonces tendr�ais que salir del mundo, porque el mundo entero est� lleno de paganos, que o son fornicarios o avaros, o id�latras; pero si alguno que es hermano, dice S. Ambrosio, si alguno que es cristiano, es maltratado p�blicamente como fornicador, entonces ev�tenlo.

Versículo 11

Si alguno que se llama hermano es fornicario. Esto admite ser traducido, "Si alguno que es hermano es llamado fornicario". Por eso San Agust�n ( contra Parmen. lib. iii. c. 2) dice: " Es llamado " , es decir , es juzgado y declarado culpable de fornicaci�n.

O avaro... o extorsionador. La primera palabra aqu� denota a alguien que se apodera sigilosamente de los bienes de otros mediante fraude, la segunda que se apodera de ellos con violencia abierta. Pero el avaro que se aferra demasiado tenazmente a su dinero no ser� excluido del cielo, a menos que se niegue a dar limosna a los pobres en su gran necesidad: mucho menos ser� excluido de la sociedad de los fieles. Pero el Ap�stol ordena esto en este vers�culo. Por lo tanto, "codicioso", como dije, debe significar un ladr�n de ladr�n. Cf. 2 Corintios 7:2 y 2 Corintios 12:18 .

Versículo 12

Porque �qu� tengo que hacer para juzgar a los que est�n fuera? Juzgar es aqu� y en otras partes lo mismo que condenar y castigar a los fornicarios, por ejemplo , excomulg�ndolos, lo que se hace para advertir a otros que son puros e inocentes que no se mezclen con ellos. Cuando S. Pablo dice que no deben mezclarse con los fornicarios, al mismo tiempo juzga indirectamente a los fornicarios, mandando evitarlos y apartarlos como culpables y peligrosos. No condena a los que est�n fuera de la Iglesia, porque como paganos estaban fuera de su jurisdicci�n, sino s�lo a los fieles, que estaban sujetos a su cuidado pastoral.

Puede decirse que si no podemos juzgar a los que est�n fuera, la Iglesia no puede juzgar y castigar a los herejes y cism�ticos, porque est�n fuera, es decir , fuera de la Iglesia. Respondo que est�n fuera de la Iglesia en el sentido de estar privados de todos sus beneficios, pero dentro en cuanto a jurisdicci�n se refiere. El mismo hecho de que todav�a conserven el car�cter del bautismo los hace sujetos y ligados a la Iglesia. Por lo tanto, est�n obligados a observar los ayunos y fiestas y otras leyes de la Iglesia; y est�n en la Iglesia como esclavos en una familia, o como criminales encarcelados en una ciudad.

Información bibliográfica
Lapide, Cornelius. "Comentario sobre 1 Corinthians 5". El Gran Comentario Bíblico de Cornelius a Lapide. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/clc/1-corinthians-5.html. 1890.
 
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