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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés Comentario de Ellicott
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre 1 Corinthians 16". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/1-corinthians-16.html. 1905.
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre 1 Corinthians 16". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
XVI.
(1) Ahora con respecto a la colecta para los santos. - Este cap�tulo trata brevemente los siguientes temas: -
1 Corintios 16:1 . La colecta para los pobres en Jerusal�n.
1 Corintios 16:5 . El arreglo prospectivo del Ap�stol, en cuanto a su viaje.
1 Corintios 16:10 . Elogio de varias personas.
1 Corintios 16:19 . El saludo de la Iglesia.
1 Corintios 16:21 . El saludo del propio Paul.
Por el hecho de que exist�a la necesidad de una colecta para los cristianos pobres en Jerusal�n, es claro que la comunidad de bienes (ver Hechos 2:44 ) que se hab�a establecido al principio en esa Iglesia no hab�a tenido �xito. El cristianismo se reclut� en gran parte de las clases bajas, especialmente en Jerusal�n ( Santiago 2:6 ), y un fondo com�n no habr�a florecido por mucho tiempo con tan pocos contribuyentes y una multitud de participantes.
Adem�s, los muchos que estaban encerrados en prisi�n tal vez ya hab�an sido liberados en la pobreza abyecta y, naturalmente, ser�an objeto de solicitud ansiosa para alguien que era id�ntico a "perseguir a Saulo", que "hab�a dado su voz contra ellos, �Y contra otros ahora muertos. (V�ase Hechos 26:10 .) Debe notarse que el Ap�stol no habla de ellos como "los pobres", sino como "santos". Ese era el verdadero fundamento de su reclamo sobre sus hermanos.
Como he dado orden a las iglesias de Galacia. - Mejor, como di orden a las iglesias de Galacia. La orden definitivamente fue dada por el Ap�stol en persona cuando visitaba estas iglesias ( Hechos 18:23 ). No ocurre en su Ep�stola a esa Iglesia. En este pasaje, vale la pena citar la Nota de Bengel: �Propone a los g�latas como ejemplo a los corintios, a los corintios a los macedonios y a los corintios y macedonios a los romanos ( 2 Corintios 9:2 ; Romanos 15:26 ). Grande es el poder de los ejemplos ".
Versículo 2
El primer d�a de la semana. - La frase griega (como se da en el mejor manuscrito) es literalmente, en uno de los s�bados , que es, despu�s de un modismo hebreo, equivalente a "el d�a siguiente al s�bado". Ya el d�a de la semana en el que Cristo hab�a resucitado se hab�a convertido en un d�a adecuado para el trabajo y el culto cristianos distintivamente. Todav�a no parece haber sido designado por la frase con la que posteriormente se conoci� universalmente en la cristiandad: "el d�a del Se�or"; ese nombre aparece primero en Apocalipsis 1:10 .
Este ser�a un d�a conveniente y conveniente para que cada uno apartara, como hab�a propuesto, algo, y lo guardara hasta la llegada del Ap�stol; porque este ya era el d�a habitual para que los cristianos se reunieran ( Hechos 20:7 ). No puedo pensar con Stanley y otros que el Ap�stol quiere decir que cada uno deb�a descansar �en su propia casa� y no en alguna tesorer�a general.
Se dice expresamente que el objeto de esta instrucci�n es que el dinero est� listo a granel cuando venga el Ap�stol, para que su tiempo y el de la comunidad cristiana durante su visita no se ocupe de esto, sino de m�s provechoso. asuntos, cuyo resultado no se habr�a logrado si la ofrenda tuviera que ser recolectada de cada hogar cristiano.
Como Dios le hizo prosperar. - Mejor, sea ??lo que sea en lo que pueda prosperar. Estas palabras no implican que s�lo en casos de prosperidad excepcional un hombre pod�a contribuir, sino que cada hombre deb�a dar de los frutos que obtuviera de su trabajo.
Versículo 3
A quien aprobar�is con vuestras cartas. - Mejor, a quien aprobareis, lo enviar� por cartas para que traiga vuestros regalos a Jerusal�n. El Ap�stol no hab�a decidido finalmente si tomar�a el regalo �l mismo o lo enviar�a por mensajeros, a quienes acreditar�a con cartas, a la Iglesia de Jerusal�n. Probablemente estar�a influenciado por la cantidad recaudada y por la urgencia, o no, de las necesidades de los que estaban en Jerusal�n en ese momento.
El Ap�stol fue, en cierto sentido, el m�s humilde de los hombres; pero valoraba mucho la dignidad de su oficio apost�lico, y si tan solo una peque�a suma estuviera preparada para la Iglesia en Jerusal�n, habr�a sentido que estaba por debajo de la dignidad de su oficio, aunque no de �l mismo, ser el portador de tal ofrenda. El curso que finalmente se adopt� fue que el Ap�stol fue �l mismo y los hermanos seleccionados con �l ( Hechos 21:15 ).
Versículo 5
Porque paso por Macedonia. - Una tergiversaci�n de estas palabras da lugar a la declaraci�n incorrecta de que esta ep�stola fue escrita en Filipos, que se encuentra en la suscripci�n al final de este cap�tulo en nuestra Biblia en ingl�s. El Ap�stol no se refiere aqu� a d�nde se encuentra en el momento de escribir, sino a su intenci�n con respecto a su camino. Ten�a la intenci�n de ir primero a Corinto (ver 2 Corintios 1:15 ), pero ha alterado ese plan, y dice que su intenci�n ahora es pasar primero por Macedonia y luego visitar Corinto. Luego dice: "Porque s� paso por Macedonia". A esta intenci�n se adhiere el Ap�stol. (Ver Introducci�n ) .
Versículo 6
Y puede ser que acate ... - Su plan anterior hab�a implicado s�lo una breve visita a la Iglesia en Corinto, pero el arreglo que ahora contempla permitir�a una estad�a m�s prolongada, y por eso agrega, con afectuoso �nfasis: "Para que me env�es en mi viaje". A�n no hab�a determinado ad�nde ir�a desde Corinto; y, de hecho, lo determin� posteriormente una conspiraci�n en su contra, que afortunadamente se descubri� a tiempo ( Hechos 20:3 ).
Permaneci� tres bocas en Corinto, durante el invierno, y, como eso lo llev� a una �poca del a�o en la que un viaje ser�a seguro, decidi� navegar hacia Siria. La conspiraci�n de los jud�os hizo que se abandonara este plan y se adoptara un curso diferente, a trav�s de Troas, etc. (Ver Hechos 20:6 ; Hechos 20:13 ; Hechos 20:17 .
) La frase �para que me env�es� implica no solo que Corinto deber�a ser el punto de partida de su viaje a Jerusal�n, sino que deber�a emprender ese viaje con los buenos deseos y la bendici�n de sus amigos corintios (como en Hechos 20:38 ; Hechos 21:5 ).
Versículo 7
Porque no te ver� ahora por cierto. - Aqu� de nuevo hay una referencia a su cambio de intenci�n. (Ver 1 Corintios 16:5 )
Versículo 8
Pero me quedar� en �feso. - En este vers�culo y en el siguiente, el Ap�stol vuelve a sus planes inmediatos en �feso. Probablemente ahora se trataba de la �poca de Pascua (ver 1 Corintios 16:7 ), y la hostilidad de los enemigos aumenta. (Ver Hechos 19:9 .
) Eso debe ser moderado. Se ha abierto una puerta de par en par para la difusi�n eficaz del evangelio ( Hechos 19:20 ). De eso debe valerse el Ap�stol. Por tanto, permanecer� donde est� hasta Pentecost�s. El deber que hab�a que cumplir y el peligro que hab�a que afrontar al hacerlo eran para un hombre como San Pablo indicaciones suficientes de d�nde deb�a ser encontrado.
Versículo 10
Ahora bien, si Timoteo viene ... - Timoteo y Erasto hab�an sido enviados (ver 1 Corintios 4:17 ) por San Pablo para recordar a los corintios su ense�anza anterior, y para reprender y controlar aquellos males de los cuales los rumores hab�an llegado a o�dos de el Ap�stol. Sin embargo, como viajar�an a trav�s de Macedonia, retras�ndose en el camino en las diversas iglesias para prepararlos para la visita que St.
Pablo, de acuerdo con su intenci�n en ese momento, se propuso pagarles despu�s de haber estado en Corinto, posiblemente no llegaran a Corinto hasta despu�s de esta ep�stola, que ser�a llevada all� por una ruta m�s directa. El Ap�stol evidentemente estaba ansioso por saber c�mo los corintios recibir�an a Timoteo. Era joven en a�os. Tambi�n era joven en la fe. Probablemente ten�a una naturaleza constitucionalmente d�bil y t�mida (ver 1 Timoteo 3:15 ; 2 Timoteo 1:4 ), y por supuesto estaba oficialmente muy subordinado a St.
Paul. En una Iglesia, por lo tanto, algunos de cuyos miembros hab�an ido tan lejos como para cuestionar, si no para repudiar la autoridad incluso del mismo Ap�stol, y para despreciarlo en comparaci�n con los Ap�stoles mayores, hab�a un peligro considerable para alguien como Timoteo. . Al recordar a los corintios la obra en la que est� comprometido Timoteo, y su identidad con su propia obra, el Ap�stol anticipa y protesta contra cualquier insulto que se le ofrezca a Timoteo, por lo que un gran estadista ingl�s una vez llam�, en referencia a s� mismo, "El crimen atroz de ser joven".
Versículo 11
Porque lo busco con los hermanos. - Timoteo y Erasto ( Hechos 19:22 ) hab�an sido enviados a trav�s de Macedonia a Corinto alg�n tiempo antes de que se escribiera esta ep�stola, pero cuando fueron enviados, el conocimiento completo de la situaci�n en Corinto no hab�a llegado a San Pablo. Ahora que sabe cu�n mala es la condici�n de la Iglesia de Corinto, y qu� necesidad tiene de un tratamiento vigoroso, env�a no solo su Ep�stola, sino con ella a Tito y otros dos hermanos.
(Ver 2 Corintios 8:18 ; 2 Corintios 8:22 .) En energ�a y firmeza de car�cter, Tito contrastaba notablemente con Timoteo, al mismo tiempo que compart�a el esp�ritu y la confianza de San Pablo. (V�ase la Introducci�n y 2 Corintios 7:8 ) Por lo tanto, no solo era portador de esta ep�stola, sino que era plenamente competente y estaba dispuesto a tratar con energ�a el esp�ritu recalcitrante de algunas secciones de la Iglesia de Corinto. El Ap�stol expresa aqu� la esperanza de que Timoteo pueda unirse a Tito y su grupo cuando partan de Corinto.
Versículo 12
Como tocar a nuestro hermano Apolos. - San Pablo, libre de la m�s m�nima chispa de celos personales, hab�a deseado que Apolos, cuyo nombre hab�a sido usado como designaci�n de una facci�n en oposici�n al mismo Ap�stol, fuera con esta carta a Corinto. San Pablo hab�a plantado, Apolos hab�a regado esa Iglesia, y en ausencia del plantador, Apolos habr�a sido la persona m�s apropiada y adecuada para ejercer la autoridad all�.
La consideraci�n desinteresada de San Pablo es igualada por la reticencia reflexiva de Apolos, quien teme que su presencia pueda alentar a una facci�n y tal vez amargar a la otra, y se niega, por no considerar que es un momento "conveniente" para hacerlo. En el pensamiento de estos maestros, "conveniente" significaba el bien de la Iglesia de Cristo, y no la comodidad o comodidad de un hombre individual.
Versículos 13-14
Mirad, estad firmes. - Estas palabras de conmovedora exhortaci�n entran aqu� un tanto abruptamente. Es posible que hayan concluido la ep�stola hasta ahora; el Ap�stol tiene la intenci�n de agregar inmediatamente antes de enviarla, los vers�culos que siguen y que contienen mensajes o elogios de sus amigos que estaban con �l. San Pablo, que vive en una profunda conciencia de la incertidumbre de la vida, tal vez desee que no se agreguen tales referencias a sus amigos hasta el �ltimo momento junto con su propio aut�grafo (ver 1 Corintios 16:21 ).
La mente del Ap�stol est� llena de la esperanza de resultados beneficiosos que se derivan de esta carta y de los esfuerzos de Tito; sin embargo, despu�s de todo, todo depende de los mismos corintios. La Nota de Cris�stomo sobre estas palabras resalta bien su significado. �Ahora bien, al decir estas cosas, parece en verdad aconsejar; pero los reprende por indolentes. Por tanto, dice: Velad, como si durmieran; de pie, como si se balancearan de un lado a otro; dejarte como los hombres, como si estuvieran jugando al cobarde; que todas tus cosas se hagan con caridad, como en disensiones.
Y la primera advertencia se refiere a los enga�adores, es decir, velar, estar de pie; el pr�ximo a los que conspiran contra nosotros, dejados como hombres; el tercero a los que hacen fiestas y se esfuerzan por distraer, que todas sus cosas se hagan con caridad, que es el v�nculo de la perfecci�n, y la ra�z y la fuente de todas las bendiciones �.
Versículo 15
La casa de Stephanas. - El Ap�stol les recuerda a los corintios que la devoci�n de los maestros, y de todos los que sirven en el ministerio del evangelio, debe ser recompensada con un retorno de simpat�a y devoci�n por parte de aquellos a quienes sirven. En el original hay aqu� un juego de palabras caracter�stico que dif�cilmente se puede traducir adecuadamente en ingl�s: �Vosotros conoc�is la casa de Est�fanas, que se han ordenado al ministerio de los santos, ahora os exhorto, os ordeno ser sujeto a ellos.
Est�fanas ( 1 Corintios 16:1 ), Fortunato y Acaico hab�an venido de Corinto a �feso, probablemente con la carta de los Corintios ( 1 Corintios 8:1 ), y su presencia hab�a alegrado al Ap�stol. Ellos, �fieles entre los infieles�, hab�an compensado la falta de celo y amor de parte de muchos de los corintios.
Los corintios podr�an pensar que estos hombres le hab�an contado a San Pablo gran parte del mal estado de Corinto, y �l, por lo tanto, los recomienda cuidadosamente para que los consideren como si hubieran refrescado, no solo su esp�ritu, sino "el de ellos tambi�n". Hab�an venido en nombre de toda la Iglesia all�, no enemigos para contar historias, sino amigos bien intencionados para obtener ayuda y consejo apost�lico para todos. El Ap�stol no envi� su respuesta por los mismos mensajeros, sino por Tito, ya que probablemente su regreso a Corinto habr�a suscitado mucha controversia y resentimiento en cuanto a qu� relato le hab�an dado verbalmente de las diversas partes y su conducta en Corinto.
Versículo 19
Las iglesias de Asia te saludan. - Este y el siguiente vers�culo est�n ocupados con los saludos de las iglesias de toda Asia; de la iglesia de la casa de Aquila y Priscila; y finalmente, de "todos los hermanos". Aquila y Priscila hab�an sido amigos del Ap�stol en Corinto ( Hechos 18:1 ), y ahora estaba con ellos en �feso.
(Ver Romanos 16:3 ; 2 Timoteo 4:19 .) Probablemente por "la iglesia en su casa" se refiere a un grupo de extranjeros que entonces resid�an en �feso, y estaban acostumbrados a reunirse all� para adorar, a diferencia de los que ten�an convertido en �feso.
Versículo 20
Un beso santo. - El beso era la forma habitual de saludo afectuoso en Oriente. La Iglesia lo adopt�; y cuando as� se intercambiaba entre aquellos cuyo v�nculo de amistad no era terrenal, sino espiritual, se lo designaba como "el beso santo". (Ver Romanos 16:16 ; 1 Tesalonicenses 5:26 .) La pr�ctica fue abandonada en la Iglesia Latina en el siglo XIII, pero todav�a se usa en la Iglesia Griega en ciertas ocasiones importantes, como el D�a de Pascua.
Versículo 21
El saludo de m� Paul con mi propia mano. - Era costumbre del Ap�stol dictar sus Ep�stolas, pero agregar algunas palabras al final con su propia letra. (Ver 2 Tesalonicenses 3:17 .) Los vers�culos finales aqu� son, en consecuencia, aut�grafos de San Pablo. Las primeras porciones hab�an sido escritas por S�stenes. (Ver 1 Corintios 1:1 )
Versículo 22
Si alguno no ama al Se�or Jes�s. - De todo el argumento y controversia que forman la parte principal de la Ep�stola, el Ap�stol con su propia mano trae los pensamientos de los corintios a la verdadera prueba de su cristianismo. �Aman al Se�or Jes�s? La palabra que se usa aqu� para amor significa no solo consideraci�n afectuosa, sino devoci�n personal.
Que sea Anathema Maran-atha. - Mejor que sea Anathema. Maranatha. No hay conexi�n entre estas dos palabras. Anathema significa "maldito". La ausencia de amor a Cristo es condenaci�n. La palabra Maranatha es una expresi�n sir�aca: "el Se�or est� cerca" o "el Se�or ha venido"; probablemente el primero. La incertidumbre del momento en que vendr� el Se�or es el pensamiento m�s solemne para recordarles la importancia de ser uno con Cristo.
Stanley da la siguiente nota interesante: - �El nombre maronita a veces se explica por una tradici�n que los jud�os, en su expectativa del Mes�as, dec�an constantemente, Maran (Se�or). A lo que los cristianos respondieron, Maranatha (El Se�or ha venido), �por qu� lo esperan? De ah� que el nombre de ' maronita ' se aplique a los jud�os, especialmente a jud�os y moros espa�oles que confesaron a Mara, pero no a Maranata �.
Versículo 24
Mi amor sea con todos ustedes. Como un r�o que, despu�s de precipitarse, espumar sobre muchas rocas y atravesar muchas quebradas, finalmente emerge en una amplia calma en medio de prados iluminados por el sol, as� esta Ep�stola, despu�s de cap�tulos de l�gica incisiva y reprimenda ferviente, se cierra con palabras pac�ficas de ternura y amor.
[En referencia a la suscripci�n err�nea que sigue a esta Ep�stola en nuestra versi�n en ingl�s, vea Notas sobre 1 Corintios 16:5 ; 1 Corintios 16:8 ; 1 Corintios 16:10 .
Para la fecha de esta ep�stola, vea Introducci�n. ]