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Bible Commentaries
Ezequiel 10

Comentario de Ellicott para Lectores en InglésComentario de Ellicott

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Introducción

X.

Este cap�tulo se ocupa principalmente de una nueva descripci�n de la visi�n de Ezequiel 1 , pero incluye dos puntos nuevos: la entrega de la ciudad al fuego ( Ezequiel 10:2 ) y el abandono del Templo ( Ezequiel 10:18 ).

Versículo 1

Como si fuera una piedra de zafiro. - Comp. Ezequiel 1:26 . Aqu� no se hace menci�n de un ser en el trono, pero est� impl�cito en el "habl�" del siguiente vers�culo. La palabra querubines corresponde a lo largo de este cap�tulo a los seres vivientes de Ezequiel 1 .

Versículo 2

Al hombre vestido de lino. - Hasta ahora, en Ezequiel 9 , s�lo se le ha empleado en una obra de misericordia y protecci�n. No deja de ser significativo que ahora la misma persona se convierta en agente del juicio. As� como el amor de Dios se convierte en ira por la impenitencia del hombre, y como sus bendiciones dadas al hombre se convierten en maldiciones por el abuso de ellos, los empleados por �l como instrumentos de su bondad amorosa se convierten en los mismos verdugos de su "furia".

Las "brasas de fuego", los s�mbolos de la ira divina, se representan como "entre los querubines". De todas las formas posibles se significa que la muerte inminente no proviene de la voluntad del hombre, sin embargo, los hombres pueden ser usados ??como sus instrumentos, o de cualquier accidente, sino de Dios mismo.

Esparcirlos por la ciudad. - Por su destrucci�n. Quiz�s la imaginer�a no signifique nada m�s que destrucci�n, sin especial referencia a los medios empleados; pero 2 Reyes 25:9 y 2 Cr�nicas 36:19 muestran que el Templo y la ciudad fueron realmente quemados por los caldeos, como se hac�a a menudo con las ciudades conquistadas que hab�an resistido obstinadamente.

Versículo 4

La gloria del Se�or subi� del querub�n. - Como en Ezequiel 10:2 , el singular, querub�n, en lugar del plural habitual. Aqu� se piensa para designar, no a los cuatro seres vivientes de la visi�n, sino a los querubines que eclipsan el propiciatorio, y para indicar que la manifestaci�n de la presencia Divina ahora sali� del Lugar Sant�simo y se dirigi� al umbral de la puerta. de la casa, prepar�ndose para dejarla por completo.

La expresi�n es oscura, ya que el lugar de la manifestaci�n de la presencia Divina en el lugar sant�simo se suele describir como �entre los querubines� ( �xodo 25:22 ; N�meros 7:89 ; Salmo 80:1 ; Salmo 99:1 , &C.

). Sin embargo, del punto principal, no puede haber duda: que la presencia Divina se representa como en el acto de salir del Templo. �La casa se llen� de la nube, y el atrio se llen� del resplandor de la gloria del Se�or� cuando parti�, en marcado contraste con las manifestaciones similares ( �xodo 40:34 ; 1 Reyes 8:10 ), cuando Dios acept� el tabern�culo y el templo como el lugar peculiar de Su morada.

Versículo 5

El sonido de las alas de los querubines. - Este sonido indica que los querubines ya estaban en movimiento, porque cuando se pararon �bajaron las alas� ( Ezequiel 1:24 ). Ahora estaban en la v�spera de irse, y el movimiento fue grande, de modo que el sonido �se oy� hasta el atrio exterior�. A lo largo de este cap�tulo, la s en querubines es completamente innecesaria, ya que querubines ya es el plural hebreo. de querub�n.

Ezequiel 10:6 no son posteriores en el tiempo a Ezequiel 10:5 , sino que son simplemente un relato m�s particular, dado entre par�ntesis, de lo que ya se hab�a mencionado brevemente en Ezequiel 10:2 .

Ezequiel 10:8 son en gran parte una repetici�n de la descripci�n de la visi�n en Ezequiel 1 , pero aqu� se da en partes, entre par�ntesis, en relaci�n con el progreso de la narraci�n. El curso de la narraci�n en s� es el siguiente: - Despu�s de que el hombre de lino ha salido ( Ezequiel 10:7 ), se emite una orden, �Oh rueda.

�Ellos deb�an ponerse en movimiento. Entonces ( Ezequiel 10:15 ) "fueron levantados", y ( Ezequiel 10:18 ) "la gloria del Se�or se apart�" del Templo y "subi� de la tierra". La repetici�n de la descripci�n de Ezequiel 1 es en modo alguno accidental, pero sirve en parte para conectar los diversos detalles con el curso de la narrativa simb�lica, y principalmente para enfatizar la identidad de la gloria que sale del Templo con la gloria Divina antes vista.

Sin embargo, existen varias variaciones de la descripci�n anterior. Particularmente en Ezequiel 10:12 (como en Apocalipsis 4:6 ) se menciona la abundancia de ojos, s�mbolo de vigilancia y actividad, que cubre todo el cuerpo de los querubines y las ruedas.

En Ezequiel 10:14 , despu�s de decir que "cada uno ten�a cuatro caras", como en Ezequiel 1 , se describen las caras particulares, pero con esta importante variaci�n: - se dice que la primera es "la cara de un querub�n", en cambio de "cara de buey", como en Ezequiel 1 ; m�s exactamente que es �la cara de la querube�, ya que el hebreo tiene el art�culo definido.

La raz�n de esta variaci�n y el significado de "el rostro del querub�n" son ambos oscuros. En Ezequiel 10:22 se dice expresamente que sus rostros eran los mismos que ve�a el Quebar; y nuevamente, en Ezequiel 10:15 , toda la visi�n se describe como la "criatura viviente" vista por el Quebar.

Por lo tanto, es evidente que la variaci�n est� solo en la descripci�n y no en lo descrito. La soluci�n m�s natural a la dificultad en el texto tal como est� es que un querub�n se representaba normalmente con la cara de un buey. Pero no hay evidencia de esto, y no es imposible que se haya introducido un peque�o error en el texto. La versi�n griega no conten�a el vers�culo en la �poca de San Jer�nimo, y en su forma romana no lo contiene ahora. Fue introducido en las copias alejandrinas de la versi�n posterior de Theodotion, y Theodoret no lo reconoce.

Versículo 19

Montado de la tierra. - En Ezequiel 10:3 los querubines se pararon �al lado derecho de la casa�, y en Ezequiel 10:18 �la gloria del Se�or� dej� el umbral y volvi� a ocupar su lugar sobre los querubines que aguardaban; ahora todo el monte sube de la tierra y va �a la puerta oriental de la casa del Se�or�, es decir, a la entrada principal del atrio exterior. Las palabras �todos no est�n en el original y deben omitirse. "Se pararon", o "se pararon", ser�a mejor, considerando la visi�n como un todo.

Información bibliográfica
Ellicott, Charles John. "Comentario sobre Ezekiel 10". "Comentario de Ellicott para Lectores en Inglés". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/ebc/ezekiel-10.html. 1905.
 
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