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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
La Biblia Anotada de Gaebelein Anotaciones de Gaebelein
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Deuteronomy 5". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/deuteronomy-5.html. 1913-1922.
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Deuteronomy 5". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-33
II. LA EXPOSICI�N DE LA LEY, EXHORTACIONES Y ADVERTENCIAS, BENDICI�N Y MALDICI�N
1. La proclamaci�n del Dec�logo
Cap�tulo S 4: 44-5: 33
1. Las palabras introductorias ( Deuteronomio 4:44 )
2. La ley proclamada ( Deuteronomio 5:1 )
3. Mois�s, el mediador ( Deuteronomio 5:22 )
Primero se da un anuncio general del discurso sobre la ley. Se enfatiza el hecho de que fue presentado ante ellos despu�s de que salieron de Egipto. Luego se mencionan una vez m�s las victorias sobre Sehon y Og y que ahora pose�an su tierra. �Por qu� esta repetici�n? Era para recordarles la bondad y la fidelidad de Jehov�, cuya ley estaban a punto de o�r expuesta. Deb�a ser un est�mulo �til para ellos y estimular su obediencia, mientras que tambi�n era la promesa de mayores victorias y bendiciones por venir. Jehov� cumplir�a Su promesa.
Todo Israel est� reunido alrededor de Mois�s. El anciano sirviente, que pronto dejar� entre ellos, comienza ahora solemnemente a pronunciar el discurso principal que compone este libro. El primer vers�culo del quinto cap�tulo contiene las cuatro palabras, que se encuentran tan a menudo en este libro de responsabilidad moral y obediencia pr�ctica. Estas palabras son "escuchar" (m�s de treinta veces); "Aprender" (siete veces); "Guardar" (treinta y nueve veces); �Do� (casi cien veces).
Por tanto, son palabras caracter�sticas de este gran libro. Deb�an o�r y o�r para aprender, aprender a seguir y seguir para hacer. Y esta sigue siendo la demanda de Jehov� de nosotros Su pueblo. A todos los que tienen una naturaleza espiritual les encanta tenerla. �Qu� es m�s delicioso y bendito que escucharlo hablar, aprender de �l, guardar Su Palabra y hacer lo que �l nos dice!
Jehov� hab�a hecho un pacto con ellos, no con sus padres, los patriarcas. El pacto de la ley se hizo 430 a�os despu�s de Abraham. Entonces Mois�s habla en su audiencia las palabras del Dec�logo. Las palabras difieren un poco del cap�tulo veinte en �xodo, mostrando nuevamente que Deuteronomio no es una repetici�n mec�nica de la historia anterior. La alta cr�tica, con sus confusas y confusas teor�as, ha sacado lo mejor de esta diferencia.
Sobre esta diferencia, los cr�ticos afirman que Mois�s no pudo haber sido el autor de ambos. Dice un cr�tico: �De hecho, tampoco podr�a haber escrito en su forma actual, porque en �xodo es Jehovista, y m�s antiguo que el registro en Deuteronomio� (Dr. Davidson). Tal afirmaci�n simplemente muestra la ceguera de estos hombres supuestamente eruditos y eruditos. Cualquiera puede ver que los registros en �xodo y Deuteronomio difieren.
No necesitamos beca para eso. La persona misteriosa, a quien los cr�ticos llaman "deuteronomista" ciertamente pose�a el registro en �xodo y podr�a haber copiado f�cilmente las palabras exactas. Pero, �por qu� hay una diferencia? El �xodo da la historia; Deuteronomio no repite esa historia, pero al reafirmar el Dec�logo, Mois�s hace tales comentarios que est�n en perfecta armon�a con el objeto de Deuteronomio. Si Deuteronomio afirmaba ser una repetici�n literal de la historia registrada en �xodo y N�meros, entonces se podr�a hablar de discrepancia.
�Deuteronomio prueba que tenemos aqu� una grave e instructiva referencia a los mandamientos dados formalmente en el segundo libro de Mois�s. Los motivos morales que se agregan son, por lo tanto, tan apropiados en Deuteronomio como no podr�an, no deber�an serlo en �xodo. El recuerdo de su propio estado como esclavos en Egipto hasta que Jehov� los libere es m�s apropiado en el vers�culo 15; pero es cierto que esto es un llamado a sus corazones, no el fundamento declarado por Dios al promulgar el cuarto mandamiento.
Todo es perfecto en su propio lugar, y la imputaci�n de autocontradicci�n es tan infundada como maliciosa e irreverente. Pero uno solo debe esperar esto de hombres cuyo objetivo es reducir a los escritores inspirados a su propio nivel, y que piensan que la piedad puede coexistir con el fraude, s�, con la falsedad fraudulenta acerca de Dios �.
Mois�s omiti� deliberadamente ciertas declaraciones que pronunci� cuando la ley fue dada a trav�s de �l en �xodo; y a�adi�, a modo de comentario, otras palabras m�s acordes con el prop�sito moral de su mensaje al pueblo. Esto es m�s evidente en relaci�n con el mandamiento de santificar el d�a de reposo. En �xodo 20 encontramos las palabras �porque en seis d�as hizo Jehov� los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y repos� el s�ptimo d�a; por tanto, el SE�OR bendijo el d�a de reposo y lo santific�.
�Esta referencia a la creaci�n ahora es omitida por Mois�s, pero agrega otro motivo espiritual para guardar ese d�a. �Y recuerda que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehov� tu Dios te sac� de all� con mano fuerte y con brazo extendido; por tanto, el SE�OR tu Dios te ha mandado que guardes el d�a de reposo �(vers�culo 15). Vemos enseguida que se mantiene la caracter�stica de Deuteronomio.
A la gente se le recuerda la fidelidad y bondad de Jehov�, Su trato amable con ellos, y eso se convierte en el fundamento de su responsabilidad de obedecer Su Palabra. Ver en relaci�n con el S�bado �xodo 31:12 . Fue una se�al entre Jehov� e Israel. Remitimos al lector a nuestras observaciones sobre el s�bado en el an�lisis de �xodo.
Mois�s luego confirma el registro en �xodo. �Y las escribi� en dos tablas de piedra, y me las entreg�. Los pose�an. Mois�s tambi�n fue designado como mediador, el tipo de �l, quien es mediador entre Dios y el hombre, nuestro Se�or Jesucristo. Y ha hecho m�s de lo que hizo Mois�s; Hizo expiaci�n. El pueblo hab�a reconocido su distancia pecaminosa de Dios, as� como su merecida condenaci�n (lo que es el prop�sito de la ley), y por lo tanto hab�a pedido el mediador. Observe el vers�culo 29: Habla Jehov�, Aquel que escudri�a el coraz�n y sabe lo que hay en el hombre. Nuevamente se exige obediencia absoluta en los vers�culos finales de este cap�tulo.