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Bible Commentaries
Romanos 4

La Biblia Anotada de GaebeleinAnotaciones de Gaebelein

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Versículos 1-25

CAP�TULO 4

1. El testimonio de Abraham sobre la justificaci�n. ( Romanos 4:1 .)

2. Como tambi�n lo confirm� David. ( Romanos 4:6 .)

3. La circuncisi�n es el signo de la alianza. ( Romanos 4:9 .)

4. Fe en Aquel que resucita a los muertos. ( Romanos 4:13 .)

Romanos 4:1

A continuaci�n se convocan dos testigos en cuyas vidas se ilustra la verdad de la justificaci�n por la fe. Los jud�os se jactaban de que Abraham era el padre de su naci�n. "Abraham nuestro padre" es todav�a la frase com�n usada por todos los jud�os ortodoxos como lo fue en los d�as de Juan el Bautista, cuando declar�: "No dig�is dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham para nuestro Padre". Entonces, �c�mo fue Abraham considerado justo ante Dios? �Estaba justificado guardando la ley? Eso era imposible, porque la ley era 430 a�os despu�s de Abraham.

No fue justificado por las obras. Era un pecador como cualquier otro ser humano. No ten�a obras que lo justificaran. Pero, �qu� dice la Escritura? �Abraham crey� a Dios y le fue contado por justicia�. Abraham simplemente le crey� a Dios cuando le dio una promesa ( G�nesis 15:5 ) y Dios dijo, no tienes justicia, pero yo tomo tu fe en lugar de justicia.

La fe le fue contada por justicia. Entonces hay una diferencia entre la justicia de Dios en el cap�tulo anterior y la justicia imputada en este cap�tulo. Y una declaraci�n bendita es: "Pero al que no obra, sino que cree en Aquel que justifica al imp�o, su fe le es contada por justicia". Abraham no trabaj�. Al que no obra, Dios le da recompensa.

Y que recompensa. Lo que Dios pone de su parte, que cree en Aquel que justifica al imp�o, s�lo se conocer� plenamente cuando los pecadores redimidos est�n en Su presencia. �La gloria que me has dado, yo les he dado� ( Juan 17:22 ). Esta maravillosa expresi�n de nuestro Se�or nos habla de la gran recompensa reservada para el que no obra, que, como imp�o, cree en Cristo, que muri� por los imp�os.

As�, la fe se cuenta por justicia y tiene su recompensa de gloria por medio de la gracia. La declaraci�n de G�latas 3:6 debe estudiarse en relaci�n con estos vers�culos. �As� como Abraham crey� a Dios, y le fue contado por justicia. Por tanto, sabed que los que son de fe, �stos son hijos de Abraham.

Y la Escritura, previendo que Dios justificar�a a los paganos por la fe, predic� antes del Evangelio a Abraham, diciendo: En ti ser�n benditas todas las naciones. Entonces los que son de fe son bendecidos con el creyente de Abraham ". (En G�latas analizado y anotado, esta declaraci�n se explica con m�s detalle).

Romanos 4:6

Y David es el segundo testigo. David y Abraham se mencionan en el primer vers�culo del Nuevo Testamento. El pacto que Dios hizo con Abraham y David convirti� a estos dos hombres en los l�deres de la naci�n. Ahora bien, Abraham no ten�a ley, pero David estaba bajo la ley. David describe la bienaventuranza del hombre (quienquiera que sea) a quien Dios imputa la justicia sin obras. Se cita el hermoso Salmo 32.

All� se describe la bienaventuranza del creyente. Iniquidades perdonadas; pecados cubiertos; el pecado ya no se imputa. No imputa pecado, sino justicia. El perd�n toma el lugar del pecado, y la justicia eterna ha cubierto la iniquidad del creyente, ocult�ndola tanto de los ojos de la gloria divina como de la conciencia del vaso justificado de su gracia; y de manera significativa se afirma en ese Salmo "por esto todo el que es piadoso orar� a ti en el tiempo en que seas hallado". Esta es la manera de ser piadosos, confesarnos pecadores, confesar el pecado y creer en Aquel que justifica al imp�o.

Romanos 4:9

Se vuelve a plantear la cuesti�n de la circuncisi�n. El jud�o se jactaba de la circuncisi�n coloc�ndolo en una posici�n de favor y bendici�n ante Dios. �Es esta bienaventuranza, la justificaci�n por la fe, los pecados quitados, la justicia imputada, s�lo para la circuncisi�n, los jud�os, o tambi�n sobre la incircuncisi�n, los gentiles? Cuando Abraham fue declarado justo, todav�a estaba en incircuncisi�n. El relato hist�rico en G�nesis muestra que la circuncisi�n sigui� a la declaraci�n "crey� a Dios, y le fue contado por justicia"; la circuncisi�n no precedi� a su fe, que le fue contada por justicia.

�l era incircunciso, pr�cticamente un gentil, y la circuncisi�n era se�al y sello de la justicia de la fe. Todo esto manifiesta la sabidur�a de Dios. Fue dispuesto divinamente para que Abraham �sea padre de todos los que creen, aunque no sean circuncidados (gentiles), para que a ellos tambi�n les sea contado justicia; y el padre de la circuncisi�n a los que no son solamente de la circuncisi�n, sino que tambi�n siguen los pasos de la fe de nuestro padre Abraham, la cual tuvo siendo incircunciso.

�Aqu� tenemos el mejor argumento posible de que las ordenanzas, o los sacramentos as� llamados por el hombre, no tienen parte en otorgar la salvaci�n al hombre. El bautismo se llama "un sacramento" y los cristianos ritualistas sostienen que es necesario recibir la bendici�n del perd�n. Otros que no se aferran al ritualismo corrupto, tambi�n ense�an que el bautismo como ordenanza es necesario para la salvaci�n. Esta porci�n de la Ep�stola responde completamente a estas afirmaciones antib�blicas.

�Porque por gracia sois salvos mediante la fe, y no de vosotros mismos; es el don de Dios. No por obras para que nadie se glor�e �( Efesios 2:8 ).

Romanos 4:13

Esta secci�n es de gran inter�s y debe estudiarse detenidamente. Aunque ten�amos ante nosotros la muerte expiatoria de Cristo, ahora la resurrecci�n pasa a primer plano como otro hecho importante del Evangelio. La fe de Abraham est� definida. �C�mo crey�? Cuando se le dio la promesa de que tendr�a un hijo y una descendencia numerosa ( G�nesis 15:4 ), �l crey� en Dios, que da vida a los muertos (resurrecci�n) y llama a las cosas que no son como si fueran.

Abraham era un anciano y Sara estaba m�s all� del momento del parto; su caso era humanamente imposible. Pero Abraham cre�a que Dios pod�a traer vida de entre los muertos, que ten�a el poder de tocar una tumba y sacar vida de ella. �Contra la esperanza crey� en la esperanza; y no siendo d�bil en la fe, no consider� su propio cuerpo ahora muerto, cuando ten�a unos cien a�os, ni a�n la muerte del vientre de Sara; no dud� de la promesa de Dios por incredulidad, sino que fue fuerte en la fe, dando gloria a Dios; y estando plenamente persuadido de que pod�a cumplir lo que hab�a prometido.

Y por eso le fue contado por justicia �. Por el G�nesis sabemos que �l tambi�n era d�bil en la fe y que actu� con incredulidad. Pero esto se pasa graciosamente por alto. Dios, por as� decirlo, hab�a olvidado su incredulidad y no la recordaba m�s.

La aplicaci�n de todo esto se encuentra en Romanos 4:23 . La simiente prometida era m�s que Isaac, era Cristo; de modo que Abraham crey� al Dios que resucit� al Se�or Jes�s de entre los muertos. Y tambi�n creemos en �l. Nuestro Se�or fue entregado por nuestras ofensas y ha resucitado para nuestra justificaci�n. Su resurrecci�n es la prueba bendita y positiva de que nuestros pecados han sido eliminados por completo.

Por eso la resurrecci�n de Jes�s, nuestro Se�or, es la justificaci�n del creyente. Entonces tenemos una triple justificaci�n del creyente. Somos justificados por Su sangre; �l carg� con nuestra culpa y nuestro castigo. Somos justificados por Su resurrecci�n, porque esto nos asegura que la obra est� hecha y somos aceptados, y somos justificados por la fe, que se cuenta por justicia.

Información bibliográfica
Gaebelein, Arno Clemens. "Comentario sobre Romans 4". "La Biblia Anotada de Gaebelein". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gab/romans-4.html. 1913-1922.
 
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