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Bible Commentaries
1 Corintios 1

Comentario de Godet sobre Libros SeleccionadosGodet sobre Libros Seleccionados

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Versículo 1

�Pablo, ap�stol de Cristo Jes�s por llamamiento por voluntad de Dios, y S�stenes el hermano�.

Las direcciones de las cartas de Pablo generalmente se dibujan en el tipo de la direcci�n antigua: �N. a N., saludo! compensaci�n Hechos 23:26 . Pablo no se limita a traducir esta forma recibida al lenguaje cristiano; lo modifica cada vez seg�n los intereses que ocupan su coraz�n, y con miras al estado de la Iglesia a la que escribe.

A su nombre a�ade el t�tulo en virtud del cual se dirige ahora a sus lectores; es como un ap�stol que los escribe. La marca especial de este oficio es el llamado recibido directamente de Cristo mismo. Pablo pone esta marca en relieve con el ep�teto ??????, llamado; un adjetivo calificativo, y no un participio (???????), como si el ap�stol hubiera querido decir, llamado a ser ap�stol.

El significado es �ap�stol en virtud de un llamado�. Quiere decir que no ha tomado este oficio de su propia mano, sino que lo ha recibido por un acto divino. No creo que haya aqu� una intenci�n pol�mica contra quienes pudieran negar su apostolado: �qu� probar�a esta afirmaci�n? M�s bien quiere poner todo el contenido de la carta que sigue bajo la garant�a de Aquel que le confi� su misi�n.

Debemos leer, seg�n varios Mjj antiguos: de Cristo Jes�s , es decir, �del Mes�as que es Jes�s�; y no de Jesucristo (Jes�s que es el Mes�as), seg�n el texto recibido. La forma t�cnica ha sido sustituida mec�nicamente por la menos ordinaria por los copistas. Por este complemento, Pablo puede designar a Cristo como el Autor de la llamada, o tal vez como el Maestro de quien se convirti� en propiedad por esa llamada.

Como el r�gimen siguiente atribuye la llamada a Dios, se prefiere el segundo significado. Las palabras, por voluntad de Dios , se refieren a todas las circunstancias providenciales del nacimiento y de la educaci�n de Pablo, con las que hab�a sido preparada su misi�n apost�lica; y especialmente el acto extraordinario que complet� esta preparaci�n y triunf� sobre su resistencia; todo lo cual Pablo resume en aquellas expresiones de la Ep�stola a los G�latas ( 1 Corintios 1:15 ): �Pero cuando agrad� a Dios que me apart� desde el vientre de mi madre, y me llam� por su gracia.

...� Es con un sentimiento de profunda humillaci�n que subraya tan expresamente esta idea de la voluntad de Dios; porque siente que se necesitaba una misericordia insondable para arrebatarlo de la obstinada rebeli�n a la que se entregaba. Pero al mismo tiempo se fortalece poderosamente en relaci�n consigo mismo y con la Iglesia, por la seguridad de que lo que es, lo es por voluntad de Dios. Pero al mismo tiempo se fortalece poderosamente, en cuanto a s� mismo ya la Iglesia, por la seguridad de que es Dios quien ha querido que �l sea lo que es.

Pablo une a su nombre el de un cristiano, el hermano S�stenes. Reuss considera a este hombre simplemente como una persona oscura que sin duda actu� como secretario del ap�stol. Creo que aqu� hay dos errores; el lugar en nuestro vers�culo atribuido a S�stenes es completamente diferente del que el ap�stol le da a un simple secretario, como, por ejemplo, Tertius ( Romanos 16:22 ).

Pablo usa una delicadeza particular en su manera de mencionar a aquellos a quienes asocia con �l en la composici�n de sus cartas. En sus dos Ep�stolas dirigidas a la Iglesia de Tesal�nica, de la que Silas y Timoteo hab�an sido los fundadores junto con �l, los menciona absolutamente como sus iguales, excepto en la medida en que se pone a s� mismo en primer lugar; y la primera persona del plural, que usa con frecuencia, se aplica una y otra vez, como en 1 Corintios 1:2 , a los tres juntos.

Es casi lo mismo en Filipenses 1:1 , donde el nombre de Timoteo est� estrechamente asociado en el discurso con el de Pablo, sin duda porque Timoteo hab�a trabajado con �l en la fundaci�n de esa Iglesia. Hay una marcada diferencia entre esta forma y la de la Ep�stola a los Colosenses, donde el nombre de Timoteo est� ciertamente asociado con el de Pablo, pero donde se distingue m�s profundamente de �l por un ap�ndice a�adido a este �ltimo, en primer lugar, luego por el t�tulo de ap�stol dado a Pablo y el nombre de hermano a Timoteo.

Esta diferencia surge del hecho de que ni el uno ni el otro fundaron la Iglesia, Pablo escribe aqu� en su car�cter de ap�stol de los gentiles, que Timoteo no comparte. En las cartas a los Romanos ya los Efesios, a quienes Pablo se dirige m�s expresamente a�n como el ap�stol del mundo gentil, no asocia ning�n nombre con el suyo propio. La posici�n dada a S�stenes en nuestro discurso es, por lo tanto, algo as� como el lugar de Timoteo en las Ep�stolas a los Filipenses y Colosenses.

Pablo hace participar en cierta medida a este hermano en la composici�n y responsabilidad de la carta. S�stenes es quiz�s su secretario; pero es m�s que eso: debe ser un hombre que goce de alta consideraci�n entre los corintios, un colaborador del ap�stol que, al igual que Timoteo ( 2 Corintios 1:1 ), cooper� en la evangelizaci�n de Corinto y Acaya. .

Si es as�, es probable que encontremos aqu� a la misma persona que, como jefe de la sinagoga de Corinto, hab�a intervenido en la escena de la aparici�n de Pablo ante Gali�n ( Hechos 18:17 ). Fue �l quien, despu�s de la liberaci�n de Pablo, como dice el relato de los Hechos, �fue azotado por todos � (las palabras los griegos son una glosa), en consecuencia por jud�os y griegos, sin que Gali�n se preocupara.

Probablemente tom� una actitud dudosa en este asunto, m�s tarde su posici�n fue m�s decidida (ver Hofmann). El lugar que se le asigna aqu� es, por consiguiente, como dice Heinrici, un lugar de honor; nos recuerda lo atribuido por Pablo a los mencionados en el discurso de la Ep�stola a los G�latas ( 1 Corintios 1:2 ): �y todos los hermanos que est�n conmigo.

Seguramente esos hermanos no eran todos sus secretarios, pero todos, en nombre de la hermandad cristiana, exhortaron a los g�latas a tomar a pecho las advertencias que Pablo les dirig�a como su padre espiritual; as� es que el cr�dito que S�stenes tiene con la Iglesia debe agregarse a la autoridad superior del ap�stol. Clemente de Alejandr�a, seg�n el relato de Eusebio ( HE 1,12), hizo de S�stenes uno de los setenta disc�pulos: la afirmaci�n carece de valor.

Del autor, Paul pasa a los lectores:

Versículo 2

�A la Iglesia de Dios, los santificados en Cristo Jes�s, que est� en Corinto, santos por llamada, con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Se�or Jesucristo, que es de ellos y nuestro.�

El t�rmino ????????, Iglesia , formado por las dos palabras, ??, fuera de , y ??????, llamar , denota en el idioma griego ordinario una asamblea de ciudadanos llamados a salir de sus viviendas por una convocatoria oficial; borrador Hechos 19:41 . Aplicada al dominio religioso en el Nuevo Testamento, la palabra conserva esencialmente el mismo significado.

Aqu� tambi�n hay un convocador: Dios, que llama a los pecadores a la salvaci�n por la predicaci�n del evangelio ( G�latas 1:6 ). Est�n los convocados: los pecadores, llamados a la fe en adelante para formar la nueva sociedad de la que Cristo es la cabeza. El complemento de Dios indica a la vez a Aquel que ha convocado la asamblea ya Aquel a quien pertenece.

El t�rmino, la Iglesia de Dios , corresponde as� a la frase ordinaria del Antiguo Testamento: Kehal Jehov�, la asamblea (congregaci�n) del Se�or; pero hay esta diferencia, que esta �ltima fue reclutada por v�a de filiaci�n, mientras que en la nueva alianza la Iglesia se forma y recluta por la adhesi�n personal de la fe.

Seg�n la lectura de varios Mjj. ( Vatic., Clarom. , etc.), el ap�stol a�ade inmediatamente a las palabras: la Iglesia de Dios , la aposici�n ??????????? ?? ?????? ??????, los santificados en Cristo Jes�s. Como la Iglesia se compone de una pluralidad de individuos, el ap�stol puede ciertamente, por una construcci�n ad sensum , unir al sustantivo singular esta aposici�n en plural.

La lectura recibida separa este sustantivo de su aposici�n colocando entre los dos las palabras ?? ???? ?? ???????, que est� en Corinto. Este arreglo parece a primera vista m�s natural; pero por eso mismo tiene car�cter de correcci�n. Me parece probable que, pensando ya en los des�rdenes morales que mancharon a esta Iglesia, el ap�stol se sintiera obligado a caracterizar m�s moral que geogr�ficamente a la comunidad a la que se dirige.

Dios es santo, y la Iglesia de Dios debe ser santa como Aquel a quien pertenece. El participio perfecto ??????????? indica no una obligaci�n a cumplir, sino un estado que ya existe en ellos, y eso en virtud de un hecho previamente cumplido. Ese hecho es la fe en Cristo, que lleva impl�cito el acto de consagraci�n total a Dios. Abrazar a Cristo por la fe es aceptar la santidad que �l realiz� en su persona; debe ser trasplantado del suelo de nuestra vida natural y profana al de Su Divina santidad.

El r�gimen, en Cristo Jes�s , expresa esta idea, que nuestra santidad es s�lo participaci�n de la Suya en virtud de la uni�n de fe con �l: �Por ellos yo me santifico a m� mismo�, dice Jes�s ( Juan 17:19 ), �para que tambi�n sean santificados en la verdad.� Varios Padres han aplicado la expresi�n, santificados en Jesucristo , al hecho del bautismo; su error ha sido confundir el signo de la fe con la fe misma.

Despu�s de haber caracterizado as� a la asamblea de Dios como compuesta de consagrados, el ap�stol a�ade la definici�n local: que est� (que realmente existe, ????) en Corinto. Hab�a pasado de la unidad de la Iglesia a la pluralidad de sus miembros; vuelve de esta pluralidad a la unidad que debe continuar. Uno siente que su mente ya est� ocupada con las divisiones que amenazaban con romper esta unidad.

Cuando pensamos en la espantosa corrupci�n que reinaba en esta ciudad (Introd. p. 6), podemos entender con qu� interior satisfacci�n el ap�stol debe haber escrito las palabras, �la Iglesia de Dios... en Corinto�! Bengel ha expresado bien este sentimiento en la breve anotaci�n: Ecclesia in Corintho, laetum et ingens paradoxon.

Inmediatamente despu�s de las palabras: santificados en Cristo Jes�s , sorprende encontrar: santos por llamada , que parece despu�s de lo anterior formar un pleonasmo. La soluci�n de esta dificultad est� implicada en la explicaci�n del r�gimen que sigue: con todos los que invocan ... Este r�gimen se ha relacionado con el dativo ?? ????????, como si el ap�stol quisiera decir: dirijo mi carta, o dirijo este saludo, a la Iglesia que est� en Corinto, y no s�lo a ella, sino tambi�n a los cristianos de todo el mundo (Cris�stomo, Teodoreto, Calvino, Osiandro, Reuss).

Pero, por el contrario, ninguna carta apost�lica tiene un destino tan particular y local como la Primera Ep�stola a los Corintios. Meyer limita la aplicaci�n de las palabras: con todos los que invocan , como la direcci�n similar de 2 Corintios 1:1 : "con todos los santos que est�n en toda Acaya", y piensa que aquellos a los que se refiere aqu� son simplemente todos los cristianos dispersos. en toda la provincia de Acaya, y que se agrupan alrededor de la Iglesia de la metr�poli; as�, despu�s de �l, Beet, Edwards y otros.

Pero el pasaje citado prueba exactamente lo contrario de la conclusi�n extra�da de �l. Porque muestra c�mo Pablo habr�a escrito aqu� tambi�n, si ese hubiera sido su significado. Holsten, sintiendo la imposibilidad de importar tal restricci�n, imagina otra menos arbitraria. Remite las palabras a los cristianos de otras Iglesias, que podr�an estar actualmente en Corinto, especialmente a los emisarios que hab�an venido de Jerusal�n ( los de Cristo ), de cuya presencia Pablo era muy consciente.

Pero la frase utilizada es demasiado general para admitir una aplicaci�n tan limitada. Mosheim, Ewald piensa que Pablo quiere decir expresamente incluir en su saludo a todos los partidos que se formaron. Pero la preposici�n ???, con , implicar�a que una de las partes ya estaba separada de la Iglesia misma, mientras que toda la carta prueba que todav�a formaban parte de ella. Por lo tanto, debemos renunciar al intento de hacer el r�gimen � con todos los que .

..� dependiente del t�rmino: la Iglesia de Dios , y conectarlo, como en s� mismo es m�s natural, con las palabras precedentes: � santos por vocaci�n. El significado es: �santos en virtud del llamado Divino, y eso en comuni�n con todos los que invocan el nombre del Se�or en todo lugar�. As� desaparece la tautolog�a que est� impl�cita en las palabras: �santos por llamada�, con lo anterior: �santificados en Cristo Jes�s.

No hay aqu� un nuevo ep�teto sin�nimo agregado innecesariamente al anterior. La santidad de los fieles se expresa por segunda vez para conectar con ella esta novedad: que la santidad es el sello com�n de los miembros de la Iglesia universal. Las palabras ??????? ?????? est�n all� �nicamente como punto de apoyo para el siguiente r�gimen: ??? ????, con todos los que .

..Esta construcci�n tambi�n explica con bastante naturalidad los dos adjetivos, ????, todos , y ?????, cada ( lugar ), que siguen. M�s de una vez en esta carta el ap�stol tendr� que censurar a los corintios por aislar su proceder del resto de la Iglesia, y por actuar como si fueran la �nica Iglesia en el mundo (comp. especialmente 1 Corintios 14:36 ) ; y, por lo tanto, desde el principio los asocia con un todo m�s grande, del cual son solo uno de los miembros, y con el cual deben moverse en armon�a.

Heinrici, mientras explica el ??? exactamente como lo hacemos nosotros, piensa que puede separar ??????? de ?????? mediante una coma, y ??conectar el ??? solo con ???????: �santos, llamados con todos aquellos que��. Esta traducci�n es gramaticalmente forzada, y adem�s deja el pleonasmo de �santos� y �santificados� como estaba.

La santidad es el car�cter normal de todos los que invocan el nombre del Se�or , dice el ap�stol. Esta expresi�n es evidentemente, en su opini�n, la par�frasis del t�rmino �creyentes�. Un cristiano es, pues, seg�n �l, un hombre que invoca el nombre de Jes�s como su Se�or. El t�rmino ???????????? se aplica en el Antiguo Testamento (por la LXX.) solo a la invocaci�n de Jehov� ( Isa�as 43:7 ; Joel 2:32 ; Zac 13:9).

Inmediatamente despu�s de Pentecost�s, el nombre para los creyentes era �los que invocan el nombre del Se�or� ( Hechos 9:14 ; Hechos 9:21 ; Romanos 10:12-13 ); el nombre de Jes�s fue sustituido en esta f�rmula por el de Jehov� en el Antiguo Testamento.

La misma palabra NOMBRE, aplicada, como en estos pasajes, a Jes�s, incluye la idea de un Ser Divino; por eso cuando el Se�or dice de Su �ngel, �xodo 23:21 , �Mi nombre est� en �l�, es decir, hace de este ser Su perfecta revelaci�n. El t�tulo Se�or caracteriza a Jes�s como aquel a quien Dios ha encomendado la soberan�a universal que le pertenece; y la Iglesia es, a los ojos del ap�stol, la comunidad de los que lo reconocen y lo adoran como tal.

Por tanto, es sobre un acto de adoraci�n, y no sobre una profesi�n de fe de naturaleza intelectual, que hace descansar el car�cter cristiano. Las palabras: ?? ????? ????, en todo lugar , designan la universalidad de la Iglesia cristiana en punto de derecho (y ya, en parte, de hecho, cuando escribi� san Pablo); borrador 1 Timoteo 2:8 .

Esta idea concuerda con el ????, todo , que precede, y, como hemos visto, concuerda con el contexto. Pero un gran n�mero de comentaristas se esfuerzan por limitar el sentido de esta expresi�n, asign�ndole como complemento las siguientes palabras: ????? ??? ????, � de ellos y de nosotros �, o � de ellos y de nosotros� . Pero, �qu� significar�a la expresi�n: � lugar de ellos y nuestro �? De Wette, Osiander, R�ckert entienden as� Corinto y �feso; Pablo querr�a decir: todos los que invocan al Se�or de vuestro lado del mar, as� como del nuestro.

Pero, �para qu� sirve esta distinci�n? Adem�s, la Iglesia de Corinto ya hab�a sido suficientemente descrita al comienzo del vers�culo. Mosheim y Ewald piensan que por �nuestro lugar� el ap�stol quiere denotar el lugar de adoraci�n de sus propios partidarios, y por �su lugar� las habitaciones donde se reun�an los otros partidos. Esta explicaci�n ya est� refutada por nuestras observaciones anteriores (p. 44).

Y Paul habr�a evitado cuidadosamente legalizar de cualquier manera la separaci�n que �l culp� tan severamente. La explicaci�n de Meyer, seguida por Beet y Edwards, me parece a�n m�s forzada; la expresi�n, nuestro lugar, denota las comunidades cristianas de Acaya, en cuanto propiedad moral de los ap�stoles; aqu� de Pablo y S�stenes, que les predicaba el evangelio; y la expresi�n su lugar, se refiere a esas mismas comunidades, en cuanto depend�an de la Iglesia de Corinto, su metr�poli.

�Merece ser refutada tal monstruosidad exeg�tica? Sin embargo, es superado todav�a, si es posible, por la explicaci�n de Hofmann, seg�n la cual Pablo quiere decir que los cristianos ( ellos ), m�s especialmente los predicadores del evangelio ( nosotros ), �se encuentran por todas partes entre aquellos por quienes Cristo es invocado! Debemos, con Cris�stomo, Calvino, Olshausen, etc., simplemente abandonar el intento de hacer que los complementos de ellos y de nosotros dependan de la palabra lugar; y dejar la frase, en todo lugar , en su sentido absoluto y general.

En cuanto a los dos pronombres, ????? y ????, de ellos y de nosotros , dependen de la palabra Se�or , y son la repetici�n m�s detallada del pronombre ???? ( nuestro Se�or), que preced�a: �Nuestro Se�or, que no es s�lo vuestro , nuestros lectores, pero tambi�n los nuestros , vuestros predicadores�. Hay aqu�, por as� decirlo, una protesta de antemano contra aquellos que, olvidando que en la Iglesia hay un solo Se�or, dicen: �En cuanto a m�, yo soy de Pablo; yo, de Apolos; �Yo, de Pedro! ��Qui�n es Pablo, qui�n es Apolos, sino los siervos por quienes cre�steis, por cada uno de ellos seg�n el Se�or le dio?� ( 1 Corintios 3:5 ; 1 Corintios 3:22-23).

Tan completamente es esta la preocupaci�n que prevalece en la mente del ap�stol, desde el mismo comienzo de esta carta, que seis veces, entre 1 Corintios 1:1 ; 1 Corintios 1:10 , repite la expresi�n: de nuestro Se�or Jesucristo.

La lectura recibida, ?? ???, en lugar del simple ???, ciertamente puede mantenerse, aunque tiene en su contra varios manuscritos importantes; insiste un poco m�s en el hecho de que los creyentes tienen a Jesucristo por �nico Se�or, al igual que los predicadores, y as� justifica mejor la repetici�n del ???? anterior en estos dos pronombres.

Versículo 3

��Gracia y paz sean con vosotros, de Dios nuestro Padre, y del Se�or Jesucristo!�

Esta oraci�n es la par�frasis cristiana de dos salutaciones, la griega (???????, Hechos 23:26 ) y la hebrea (�Paz a ti�).

La gracia es la buena voluntad divina, inclin�ndose compasivamente hacia el pecador para perdonarlo; hacia el ni�o reconciliado, para bendecirlo. La paz es la tranquilidad profunda con que la fe en este amor divino llena el coraz�n del creyente.

Pablo no dice: �sea para vosotros de Dios por Jesucristo�, sino �de Dios y de Jesucristo�, pues Jes�s no es a sus ojos el canal impersonal del amor divino; Ama con su peculiar amor de hermano, como Dios ama con su amor de Padre.

Con esta oraci�n, el ap�stol invita a los corintios a reponerse siempre de nuevo bajo el influjo de esta doble fuente de salvaci�n, el amor del Padre y el amor del Hijo.

Hemos dicho que en la direcci�n de las cartas de Pablo ya se delatan las preocupaciones que preocupan su mente en el momento de escribir; esto es f�cil de establecer en las Ep�stolas a los Romanos ya los G�latas, y hemos visto la prueba de ello tambi�n en el discurso que acabamos de estudiar. La santidad es la caracter�stica de los miembros de la Iglesia; la relaci�n de vida com�n entre la Iglesia particular y la Iglesia universal; la dignidad de Se�or, como competente s�lo a Jes�s: tales son los rasgos que distinguen este discurso de todos los dem�s; y �no es manifiesto que son dictados al ap�stol por las circunstancias particulares de la Iglesia de Corinto, en el tiempo en que �l escribi�?

Versículos 4-6

�Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Jesucristo; 5. Que en todo fuisteis enriquecidos en El, en toda clase de palabras, y en toda clase de conocimiento; 6. As� como el testimonio de Cristo fue confirmado en vosotros.�

Por la severidad de las reprensiones que se encuentran en esta carta, algunos comentaristas han detectado en esta acci�n de gracias un toque de adulaci�n o incluso de iron�a. Pero toda la Ep�stola muestra que el ap�stol no es adulador, y la iron�a queda excluida por la expresi�n: �Doy gracias a mi Dios�. Aunque faltaban muchas cosas en la iglesia de Corinto, la gratitud que el ap�stol expresa a su Dios por lo que ha hecho en su favor es, no obstante, sincera y fervorosa; como se desprende adem�s de la misma medida de sus elogios que se muestran en los t�rminos que usa.

Dirige su acci�n de gracias a su Dios: as� describe a Dios como el Ser en �ntima comuni�n con el que vive y trabaja; quien, en particular, lo acompa�� en su obra en Corinto, y all� le dio las m�s personales pruebas de su ayuda y amor ( Hechos 18:9-10 ); si usa la palabra mi en lugar de nuestro (S�stenes y yo), es porque se trata de su relaci�n personal con Dios, en la que no puede asociar a ninguno de los que trabajan con �l.

Sin duda es por error que el Sina�t. y el Vaticano. han omitido este pronombre ???. El primer corrector del Sina�t. , que es casi contempor�neo del copista, lo ha suministrado (Edwards).

La palabra siempre puede parecer exagerada; pero la preocupaci�n constante del ap�stol era la Iglesia en general, y la de Corinto era uno de sus miembros m�s importantes.

El t�rmino general: por vosotros , se define por la frase m�s precisa, por la gracia de Dios que ..., destinada a expresar el tema m�s especial de la acci�n de gracias. Esta gracia comprende todo el estado de salvaci�n, con la vida nueva que se ha manifestado en la Iglesia. Me parece que es un error de muchos int�rpretes limitar la aplicaci�n de la palabra gracia a los dones espirituales de los que se va a hablar: el t�rmino es m�s general.

Versículos 4-9

El D�a de Acci�n de Gracias. 1:4-9.

La Ep�stola a los G�latas es la �nica en la que el ap�stol pasa directamente del discurso al tratamiento de su tema, sin interponer acci�n de gracias. Esto se debe al tono de reprensi�n abrupta y severa que caracteriza el comienzo de la carta. En sus otras ep�stolas, antes de hablar a la Iglesia de lo que le falta, de lo que en ella ense�ar�a o corregir�a, el ap�stol comienza expresando su gratitud por la obra ya realizada, y los deseos que abriga de nuevos progresos.

Esto es lo que hace aqu� en 1 Corintios 1:4-9 . Pero, como en los discursos, hay en estas acciones de gracias una gran variedad, seg�n el estado de cada Iglesia. Si comparamos lo que sigue con las de las dos Ep�stolas a los Tesalonicenses, se percibir� enseguida la amplia diferencia: all� felicita a los Tesalonicenses por la obra de su fe , el trabajo de su amor , la paciencia de su esperanza ( 1 Tesalonicenses 1:3 ; 2 Tesalonicenses 1:3 ss.

). Aqu� no hay nada de eso: el ap�stol bendice a Dios por los dones espirituales, tanto de conocimiento como de palabra , que �l concede abundantemente en Corinto. No tendremos dificultad en comprender la raz�n de esta diferencia.

Versículo 5

Con el significado de la palabra gracia , que hemos rechazado, ??? requerir�a ser traducido por en eso. Pero si tomamos la palabra gracia en el sentido m�s general, ??? deber�a traducirse por � viendo eso �, o � porque�. En efecto, hay aqu� un hecho nuevo que prueba la realidad del anterior. S�lo del estado de gracia pod�a brotar la abundancia de dones que distingue a la Iglesia de Corinto, y que m�s especialmente da ocasi�n a la gratitud del ap�stol.

El en todo est� calificado por los dos t�rminos siguientes, conocimiento y expresi�n. La continuaci�n de la Ep�stola no deja dudas sobre el significado de estos dos t�rminos. caps. 12-14 mostrar� qu� riqueza de dones, tanto de conocimiento cristiano como de manifestaciones en la expresi�n (lenguas, profec�as, doctrina), se le ha otorgado a esta Iglesia. Vemos de 1 Corintios 8:1 ; 1 Corintios 8:10 , 1 Corintios 13:2 ; 1 Corintios 13:8-9 , que la palabra ??????, conocimiento , denota la comprensi�n de los hechos de la salvaci�n y de sus m�ltiples aplicaciones a la vida cristiana.

Aqu� incluye la idea de ?????, sabidur�a , que a veces se distingue de ella; borrador 1 Corintios 12:8 .

De Wette aplic� el t�rmino expresi�n a la rica instrucci�n cristiana que los corintios hab�an recibido de boca de Pablo y de la cual hab�an derivado su conocimiento del evangelio. Pero el t�rmino expresi�n debe denotar un don espiritual otorgado a los corintios, y en conexi�n con el t�rmino conocimiento. Lo que el ap�stol tiene en mente, por lo tanto, son esas diferentes formas de la nueva lengua que el Esp�ritu Santo hab�a desarrollado en la Iglesia.

El verbo ???????????? denota su abundancia; la palabra ?????, cada , su variedad; borrador 1 Corintios 14:26 : �Cuando os reun�s, cada uno de vosotros tiene un salmo, una ense�anza, una lengua, una revelaci�n, una interpretaci�n�. Edwards ve en este aoristo una alusi�n a la p�rdida presente de esas antiguas riquezas, como si se debiera traducir: �Hab�is sido enriquecidos.

Esto es ciertamente un error; las riquezas permanecieron inm�viles, como se muestra en los caps. 12-14. El aoristo simplemente se relaciona con el momento en que tuvo lugar la investidura espiritual de la Iglesia, cuando su fe fue sellada por la comunicaci�n del Esp�ritu. No es casualidad que el ap�stol s�lo mencione aqu� las facultades especulativas y oratorias, y no las virtudes morales; los dones del Esp�ritu y no los frutos del Esp�ritu, como en Tesal�nica.

Su intenci�n no es dudosa; porque en el cap. 1 Corintios 13:8-13 �l mismo contrasta los dos principales dones de palabra, lenguas y profec�a, y luego el conocimiento, como cosas que pasan, con las tres cosas que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Aqu�, pues, al lado de las riquezas por las que el ap�stol da gracias, ya descubrimos el defecto que le aqueja, pero del que no habla, porque ser�a contrario al objeto del pasaje como consagrado a la acci�n de gracias. Este defecto estaba en relaci�n con el car�cter de la mente griega, que se distingu�a m�s por sus dotes intelectuales y oratorias que por la seriedad de coraz�n y conciencia.

Versículo 6

Este vers�culo puede entenderse de dos maneras: algunos (Meyer, Edwards, etc.) lo consideran como indicador de la causa de esa abundancia de dones que se acaba de mencionar. Luego aplican el t�rmino ?????????, fue confirmado , o m�s bien afirmado , a un hecho interno: �como consecuencia de la profundidad y firmeza de la fe con que el evangelio se impresion� (afirm�) en ustedes�. Para apoyar este significado, se basan en el ????????? de 1 Corintios 1:8 ; pero veremos que este fundamento no prueba nada, porque all� la idea de la confirmaci�n se aplica, no al evangelio, sino a las personas de los corintios.

Esta explicaci�n no est� de acuerdo con el significado natural de ?????, seg�n , que indica m�s un modo que una causa. El sentido me parece muy diferente: el ap�stol quiere decir, no que la riqueza de sus dones se debe a la profundidad y solidez de su fe, lo que ser�a contrario al esp�ritu de todo el pasaje, sino que estos dones han sido el modo de confirmar el evangelio concedido especialmente a la Iglesia de Corinto.

En otra parte, Dios podr�a confirmar la predicaci�n apost�lica de otra manera; por los milagros, por ejemplo, o por las virtudes morales, frutos del Esp�ritu; borrador Hebreos 2:3 : �La salvaci�n que, habiendo sido anunciada primeramente por el Se�or, nos fue confirmada por los que le oyeron, dando Dios mismo testimonio a ellos con se�ales y prodigios y por la distribuci�n de los poderes del Esp�ritu; � tambi�n, 1 y 2Tes 1:3 y G�latas 3:2 . El conj. ????? concuerda perfectamente con este significado: �As�, y no de otro modo, tuvo lugar entre vosotros la confirmaci�n divina del testimonio dado a Cristo�.

El t�rmino testimonio se usa aqu� para denotar predicaci�n, porque esta es esencialmente la atestaci�n de un hecho hist�rico ( 1 Corintios 1:23-24 ). El gen. ??????? denota el tema del testimonio, y no su autor. Ser�a de otra manera con el gen. ????, de Dios , si esta lectura fuera adoptada con el Vatic.

Versículo 7

vv. 7 . �Para que no os atras�is en ning�n regalo, esperando la revelaci�n de nuestro Se�or Jesucristo�.

En la explicaci�n del verso anterior, que hemos rechazado, el ????, de modo que se hace referencia al verbo ????????? de 1 Corintios 1:6 : �Vuestra fe fue confirmada de tal manera, que por consiguiente no se otorg� ning�n don�. te falta�� Pero en el sentido de 1 Corintios 1:6 , que hemos adoptado, siendo este vers�culo m�s bien una observaci�n lanzada por cierto, es natural referir el ???? al ???????????? de 1 Corintios 1:5 , que da un significado m�s simple y claro: �Tanto os enriquecisteis, que en cuanto a dones nada os falt�. De hecho, existe un contraste evidente entre las dos ideas de estar enriquecido y carecer.

La palabra ????????????, carecer , denota una deficiencia ya sea en relaci�n con el nivel normal que una Iglesia debe alcanzar ( 1 Corintios 16:17 ; Colosenses 1:24 ; 1 Tes 3:10), o en comparaci�n con otras Iglesias m�s ricamente dotadas ( 2 Corintios 11:5 ; 2 Corintios 12:11 ).

El primero de estos dos significados es evidentemente el m�s adecuado aqu�. Los Corintios realizan, en cuanto a los dones, ?????????, todo lo que se puede desear para una Iglesia en la tierra. El ?? ?????? corresponde al ?? ????? de 1 Corintios 1:5 .

La palabra ???????, don , jugar� un papel importante en esta ep�stola. Como indica la forma del t�rmino griego, denota en general todo producto concreto en el que se encarna la gracia. Varios comentaristas (Calvin, de Wette, Meyer) aplican la palabra aqu� a las bendiciones de la salvaci�n en general, como en Romanos 1:11 ; pero la evidente relaci�n con 1 Corintios 1:5 (comp.

la referencia de ??????????? a ????????????, y la de ?????? a ?????) nos lleva a dar un sentido m�s definido a la palabra ???????. Seg�n las dos expresiones, conocimiento y palabra , debe aplicarse aqu� a los nuevos poderes espirituales con los que el Esp�ritu hab�a dotado a los miembros de la Iglesia de Corinto. Estas diversas facultades, que tantas veces en los escritos de Pablo llevan el nombre de ?????????, dones de la gracia , son ciertamente los efectos de la vida sobrenatural debida a la fe en Cristo; pero se ajustan no obstante a las aptitudes naturales preexistentes en los individuos y los pueblos.

El Esp�ritu Santo no se sustituye por el alma humana; Lo santifica y consagra sus talentos innatos al servicio de la obra de salvaci�n. Por esta nueva direcci�n, �l los purifica y los exalta, y los capacita para alcanzar su perfecto desarrollo. Esto fue lo que hab�a sucedido en Corinto, y fue as� especialmente que el testimonio apost�lico hab�a sido divinamente confirmado en esta Iglesia.

Vemos c�mo Pablo todav�a evita cuidadosamente (como en 1 Corintios 1:5 ) hablar de los frutos morales del evangelio, porque este era precisamente el aspecto en el que hab�a una deficiencia, y una deficiencia grave, en Corinto.

Las siguientes palabras, esperando la revelaci�n ..., han sido entendidas de muy diversa manera. Grotius y R�ckert han visto en ellos un reproche indirecto a aquellos de los miembros de la Iglesia que, seg�n el cap. 15, neg� la resurrecci�n. Pero el ap�stol habla de esperar el regreso del Se�or , y no de fe en la resurrecci�n. Cris�stomo supone que quiere alarmarlos mirando as� la proximidad del juicio; pero esto no ser�a muy adecuado para una acci�n de gracias.

Calvino, Hofmann, Meyer suponen, por el contrario, que desea animarlos: �Pod�is ir al encuentro del advenimiento del Se�or con confianza, porque pose�is todas las gracias que bastan para ese tiempo�; o, como dice Meyer: �Las bendiciones que hab�is recibido os capacitan para ver al Se�or venir sin temor�. �Pero tranquilizar�a as� el ap�stol a las personas a las que ve�a llenas de la m�s presuntuosa autosatisfacci�n y entregadas a una enga�osa seguridad? compensaci�n

1 Corintios 4:6-8 ; 1 Corintios 10:1-22 . Reuss supone que Paul desea inducirlos a aprovechar las ayudas espirituales de las que ahora disfrutan. Pero Pablo habr�a declarado esta intenci�n m�s claramente.

Me parece que Mosheim se ha acercado m�s al verdadero sentido, cuando encuentra iron�a aqu�: ��Nada os falta, esperando sin embargo la gran revelaci�n!� Sin llegar a encontrar un sarcasmo que estar�a fuera de lugar aqu�, creo que hay realmente en este ap�ndice, �esperando la revelaci�n��, el prop�sito de llevar a esta Iglesia demasiado satisfecha de s� misma a una estimaci�n m�s modesta. . Ricos como son, no deben olvidar que todav�a es s�lo un estado de espera: no les falta nada.

..esperando el momento que les dar� todo. Como se dice, en verdad ( 1 Corintios 13:11 ), todos nuestros presentes dones de expresi�n y conocimiento tienen todav�a el car�cter del estado imperfecto de la ni�ez, en comparaci�n con el que traer� el estado perfecto. Hab�a una tendencia entre los corintios a anticipar este �ltimo estado; ya se imaginaban que nadaban en el pleno goce del reino de Dios perfeccionado ( 1 Corintios 4:8 ).

El ap�stol les recuerda que el verdadero conocimiento est� por venir; y esta sin duda es la raz�n por la que aqu� usa el t�rmino, la revelaci�n de Jesucristo , para denotar su advenimiento. Por lo tanto, quiere menos caracterizar Su presencia visible (????????), que la plena revelaci�n tanto de �l como de todas las cosas en �l, que acompa�ar� ese tiempo. A esa luz, �qu� ser� de vuestro conocimiento, de vuestros actuales vaticinios y �xtasis? compensaci�n

2 Tesalonicenses 1:7 ; 1 Pedro 1:7 , donde el uso de este t�rmino tambi�n es ocasionado por el contexto.

El t�rmino ????????????, compuesto de las tres palabras, ???, lejos de (aqu�, de lejos ), ??, de las manos de , y ????????, recibir , describe admirablemente la actitud de espera.

Despu�s de expresar su gratitud por lo que Dios ya ha hecho por sus lectores, el ap�stol, como en Efesios 1:17 ss., y Flp 1:6 ss., a�ade la esperanza de que Dios a�n har� en ellos todo lo que les falta, que ellos puedan estar de pie en ese gran d�a; tal es la idea de los dos vers�culos siguientes.

Versículo 8

�El cual tambi�n os confirmar� hasta el fin, para que se�is irreprensibles en el d�a de nuestro Se�or Jesucristo. 9. Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la comuni�n con su Hijo Jesucristo nuestro Se�or.� El pron. ??, quien , por supuesto, se refiere a la persona de Jesucristo ( 1 Corintios 1:7 ). Pero como este nombre se repite expresamente al final del vers�culo, muchos comentaristas se han visto inducidos a referir el pronombre ?? a ????, Dios ( 1 Corintios 1:4 ).

Pero esta referencia reducir�a todo el pasaje, 1 Corintios 1:5-7 , a un simple par�ntesis; tiene adem�s en contra la repetici�n de la palabra ???? en 1 Corintios 1:9 . Si la expresi�n nuestro Se�or Jesucristo vuelve a aparecer al final del vers�culo, en lugar del pronombre, se debe a que el t�rmino �el d�a de Cristo� es una especie de frase t�cnica en el Nuevo Testamento; corresponde al �d�a del Se�or� en el Antiguo Testamento.

El ???, tambi�n , implica que la obra por realizar ser� s�lo la continuaci�n leg�tima de lo que ya est� hecho en ellos. Sin duda existe una correlaci�n intencional entre el ?????????, confirmar� , de 1 Corintios 1:8 , y el ?????????, fue confirmado , de 1 Corintios 1:6 . Ya que Dios confirm� la predicaci�n de Pablo en Corinto por los dones que Su Esp�ritu produjo all�, �l ciertamente confirmar� a los creyentes en su fe en el evangelio hasta el final.

Este fin es la venida del Se�or otra vez, por la cual la Iglesia debe velar constantemente, por la misma raz�n que no sabe el tiempo de ella; borrador Lucas 12:35-36 ; Marco 13:32 . Si este evento no sucede durante la vida de tal o cual generaci�n, la muerte toma su lugar para cada uno, hasta esa generaci�n para la cual se realizar� externamente.

La frase, en el d�a de Cristo , no depende del verbo confirmar� , sino del ep�teto ???????????, intachable . Debemos entender entre el verbo y el adjetivo las palabras ??? ?? ?????, como en Romanos 8:29 ; 1 Tesalonicenses 3:13 ; Filipenses 3:21 (donde las palabras ??? ?? ???????? son una glosa): el fin est� directamente relacionado con los medios.

??????????? significa exento de acusaci�n , y muchos aplican la palabra al acto de justificaci�n que cubrir� las enfermedades y manchas de los creyentes en esa hora suprema, por lo que, como dice Meyer, el ep�teto no equivale a ???????????, exento de pecado. No me parece que este significado se adapte a los paralelos 2 Corintios 7:1 ; 1 Tesalonicenses 5:23 ; porque estos pasajes representan a los creyentes completamente santificados en ese momento.

Si, pues, ya no est�n sujetos a ninguna acusaci�n, no ser� s�lo, como durante su carrera terrenal, en virtud de su justificaci�n por la fe, ser� en virtud de su santificaci�n perfeccionada desde entonces. La lectura griega - latina ????????, advenimiento , en lugar de ?????, d�a , no tiene probabilidad.

Versículo 9

El as�ndeton entre el vers�culo anterior y �ste se debe a que este �ltimo no es m�s que la reafirmaci�n acentuada, bajo otra forma, de la misma idea: la fidelidad de Dios, como prenda de la confirmaci�n de los creyentes en su adhesi�n al evangelio. La seguridad expresada aqu� por el ap�stol sin duda no es una certeza de orden matem�tico; para todo el cierre del cap. 9 y la primera mitad del cap.

10 tienen por objeto mostrar a los corintios que pueden, por falta de vigilancia y obediencia, hacer naufragar la obra divina en ellos; la certeza en cuesti�n es de naturaleza moral, implicando la aquiescencia de la voluntad humana. As� como el que hab�is sido llamados supone la libre aceptaci�n de la fe, as� la permanencia en el estado de salvaci�n supone la perseverancia en esa aceptaci�n. Pero el ap�stol expone aqu� s�lo el factor divino, porque es el que contiene la s�lida seguridad de esta esperanza.

Las palabras por las cuales fuisteis llamados resumen la obra ya realizada en Corinto por el ministerio de Pablo; borrador Filipenses 1:6 . No necesitamos con Meyer aplicar la frase, la comuni�n de Su Hijo Jesucristo , al estado de gloria en el reino celestial. El t�rmino ????????, compa�erismo , implica algo interno y presente.

Pablo quiere hablar de la participaci�n de los creyentes en la vida de Cristo, de su estrecha uni�n a su persona tambi�n aqu� abajo. La forma, Jesucristo nuestro Se�or , se repite, por as� decirlo, en cada frase de este prefacio; reaparece de nuevo en el verso siguiente. Es obvio que es el pensamiento el que llena la mente del ap�stol; porque est� a punto de enumerar los nombres humanos que se atreven en Corinto a poner al lado del de este �nico Se�or.

Esta acci�n de gracias tiene, por lo tanto, como el discurso anterior, un car�cter muy peculiarmente apropiado al estado de la Iglesia. Al elogiar francamente las gracias que les hab�an sido otorgadas, el ap�stol les da a entender claramente lo que les falta y lo que a�n deben buscar, para estar listos para recibir a su Se�or. Pasa ahora al tratamiento de los diversos temas de los que tiene que hablar con ellos.

Versículo 10

�Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Se�or Jesucristo, que habl�is todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que est�is perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo juicio. .� La ?? no es adversativa: es la part�cula de transici�n por la que Pablo pasa de la acci�n de gracias a la reprensi�n. Con el discurso ???????, hermanos , se pone del lado de sus lectores, y apela a su afecto en vista de la grave censura que tiene que transmitirles.

Basa su exhortaci�n en la revelaci�n que se le ha hecho y en el conocimiento que tienen de la persona y obra del Se�or Jesucristo; tal es el significado del t�rmino ?????, el nombre. La palabra Se�or implica Su autoridad; el nombre Jesucristo evoca la memoria de todas las tiernas pruebas del amor divino desplegadas en Aquel que llev� el nombre. Es la und�cima vez que aparece el nombre de Jesucristo, �y estamos en el vers�culo d�cimo!

La siguiente exhortaci�n se refiere a tres puntos. La primera, ?? ???? ??????, hablar lo mismo , es la m�s externa. La frase incluye una alusi�n a las diferentes f�rmulas enumeradas en 1 Corintios 1:12 .

Los otros dos puntos se relacionan con las condiciones internas de la comunidad de lenguaje; la primera es negativa: que no haya cismas, divisiones en diferentes campos, trayendo consigo consignas opuestas. �Qu� vista hay aqu� de una Iglesia dividida en distintos partidos! La otra condici�n es de car�cter positivo: es la perfecta incorporaci�n de todos los miembros de la Iglesia en un solo organismo espiritual.

El t�rmino ??????????? denota, en primer lugar, el acto de ajustar las piezas de una m�quina con miras a su normal funcionamiento; de ah� el equipo de un obrero para su trabajo ( Efesios 4:12 ); luego, en segundo lugar, la rectificaci�n de un estado de cosas desorganizado, como el restablecimiento del orden social despu�s de una revoluci�n, o la reparaci�n de un instrumento ( Marco 1:19 : redes de pesca).

Al ser perturbado el orden en Corinto, podr�amos aplicar aqu� el �ltimo significado. Pero en este caso, Pablo hubiera preferido usar el aor. ???????????? ?? que el perfecto que denota la condici�n estable. La primera significaci�n es tambi�n algo m�s delicada. Pablo no quiere decir, �que se�is reconstituidos,� como si pensara que ya estaban desorganizados, sino, �que os hall�is en el estado de una asamblea bien ordenada.

" �C�mo es eso? Lo indica en los dos t�rminos siguientes: por el acuerdo del ???? y el del ?????. Estas dos palabras se distinguen a menudo haciendo que la primera se aplique al conocimiento, la segunda a la vida pr�ctica. Esta distinci�n, sin ser falsa, no es sin embargo suficientemente precisa; el ????, como se muestra en 1 Corintios 2:16 , denota la manera cristiana de pensar en general, la concepci�n del evangelio en su totalidad; el ?????, seg�n 1 Corintios 7:25 , se refiere m�s bien a la manera de decidir un punto particular, lo que llamamos opini�n, juicio.

Por lo tanto, el ap�stol desea que haya entre ellos, en primer lugar, plena armon�a de puntos de vista con respecto a la verdad cristiana, y luego perfecto acuerdo en la forma de resolver cuestiones particulares. La conjunci�n ??? muestra que, en su mente, el asunto en cuesti�n es m�s bien un objeto a alcanzar que un deber que espera cumplir de inmediato; es el estado al que se aspira, por el honor del nombre de Jesucristo, cualesquiera que sean los sacrificios de amor propio y de inter�s que tal fin exija de cada uno. Despu�s de esta introducci�n, el ap�stol llega al hecho que da lugar a esta exhortaci�n.

Versículos 10-21

CUERPO DE LA Ep�stola. 1:10-15:58.

I. Las Partes en la Iglesia de Corinto. 1:10-4:21.

EWALD ha dicho bien la raz�n por la cual el ap�stol pone este tema en primer lugar, de todos los que tiene que tratar en su Ep�stola. Debe afirmar su posici�n apost�lica ante toda la Iglesia, antes de darles las explicaciones necesarias sobre los temas que han de seguir.

Versículos 11-12

�Porque me ha sido dicho acerca de vosotros, hermanos m�os, por los que son de la casa de Cloe, que hay contiendas entre vosotros. 12. Ahora bien, esto quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.�

Al momento de enumerar estas diferentes partes, el ap�stol vuelve a unir a todos los miembros de la Iglesia bajo un mismo y afectuoso discurso, hermanos m�os.

Quiz� la indicaci�n marcadamente expresa de la fuente a la que debe esta noticia pretende excluir en este asunto a los delegados de la Iglesia que est�n en este momento con Pablo. Los de la casa de Cloe pueden ser hijos o esclavos de esa dama de �feso o de Corinto (ver Introd. p. 21).

La palabra ??????, contenciones , denota discusiones amargas que degenerar�an f�cilmente en cismas , ???????? ( 1 Corintios 1:10 ).

Versículo 12

Calvino ha traducido: �Digo esto porque ...�; pero es m�s natural hacer que el ?????, esto , se refiera al siguiente ???: �Cuando hablo de contiendas, quiero decir esto que ...� La frase, Cada uno de vosotros dice , es por supuesto inexacta; porque cada miembro de la Iglesia no pronunci� las cuatro consignas. Pablo se expresa as� para indicar que el pecado es general, que no hay uno entre ellos, por as� decirlo, que no tenga en la boca una de estas f�rmulas.

Los cuatro se presentan dram�ticamente y en forma de discurso directo; los o�mos, por as� decirlo, pasar de unos a otros en la congregaci�n. Su car�cter doloroso surge primero del ???, I , ante todo, hay una preponderancia del sentimiento personal, luego del ??, que es evidentemente adversario: pero , est� el esp�ritu de oposici�n, finalmente y principalmente, de los nombres de los l�deres del partido

Algunos comentaristas antiguos supusieron que el ap�stol hab�a sustituido aqu� los nombres oscuros de los verdaderos l�deres del partido por los nombres de hombres eminentes, para mostrar mejor cu�n injustificables son tales rivalidades. El pasaje 1 Corintios 4:6 es el que indujo a Cris�stomo, ya otros despu�s de �l, a hacer una suposici�n tan antinatural. Pero veremos que este vers�culo no le da ning�n apoyo.

El ap�stol pone en primer plano el partido que toma nombre de s� mismo; con ello da prueba de gran tacto, pues al desaprobar ante todo a sus propios partidarios, pone su imparcialidad fuera de ataque. Se ha supuesto que en la enumeraci�n de los cuatro partidos sigui� el orden hist�rico en que se formaron; pero del hecho de que Pablo fue el fundador de la Iglesia, y que Apolos vino despu�s de �l, no se sigue que el partido de Pablo se form� primero y el de Apolos segundo; m�s bien debemos suponer lo contrario.

Los partidarios de Pablo s�lo hab�an tenido ocasi�n de pronunciarse como tales, a modo de reacci�n, frente a la parcialidad exclusiva que inspiraban los dem�s predicadores que le sucedieron. Hemos indicado en la Introducci�n, p. 22 seq., c�mo entendemos que se han formado estos grupos opuestos. No podemos conceder la menor verosimilitud a las suposiciones de Heinrici, quien atribuye a Apolos una tendencia gn�stica y m�stica, y particularmente puntos de vista sobre el bautismo de la clase m�s extra�a.

Del hecho de que lleg� a �feso como disc�pulo de Juan Bautista, no tenemos derecho a concluir, con este te�logo, que Apolos estableciera un v�nculo especial de solidaridad entre el bautizado y su bautista como el que, en los misterios griegos, unidos iniciado e iniciador! �Heinrici llega al extremo de suponer que a Apolos y su grupo se le debe atribuir la pr�ctica aludida a 1 Corintios 15:29 , de bautizar a un cristiano vivo en lugar de un creyente que muri� sin bautismo! �Es posible llevar m�s lejos la arbitrariedad? Esto ha sido bien demostrado por Hilgenfeld ( Zeitschrift f�r wissenschaftliche Theologie , 1880, p.

362 ss.). Lo que distingu�a a Pablo de Apolos, seg�n 1 Corintios 3:5 seq. y 1 Corintios 4:6 , no podr�a ser una diferencia esencial, relacionada con la sustancia del evangelio; s�lo podr�a ser una diferencia de forma como la indicada por las palabras: �Yo plant�, Apolos reg�, y Dios dio el crecimiento.

Por su cultura exeg�tica y literaria, adquirida en Alejandr�a, Apolos hab�a ganado para Cristo a muchos que hab�an resistido la influencia de Pablo; quiz�s S�stenes, el gobernante de la sinagoga durante la estad�a de Pablo, era uno de ellos. Si es as�, podemos comprender mejor c�mo el ap�stol fue inducido a asociar el nombre de esta persona con el suyo propio en la direcci�n de la carta.

Ya hemos dicho que la existencia de un partido Cefas no implica necesariamente una visita de Pedro a Corinto. Disc�pulos personales de este ap�stol podr�an haber llegado a la ciudad, o cristianos jud�os de Corinto podr�an haber encontrado a Pedro en Jerusal�n, y al regresar a Acaya podr�an haber informado que este ap�stol difer�a de Pablo en seguir personalmente guardando la ley, aunque sin deseando imponerlo a los gentiles conversos. El nombre arameo Cephas es quiz�s una prueba del origen palestino del partido.

En cuanto a la �ltima consigna, los Padres griegos, y Calvino, Mosheim, Eichhorn, Bleek entre los modernos, piensan que, seg�n el ap�stol, da la f�rmula verdadera por la cual Pablo designar�a a aquellos a quienes aprueba. Mayerhoff y Ebrard llegan incluso a pensar que con la palabra yo , Pablo quiere designarse a s� mismo: �Pero en cuanto a m�, Pablo, esta es mi consigna: �soy de Cristo y s�lo de Cristo!� La simetr�a de las cuatro f�rmulas evidentemente excluye estas interpretaciones.

La cuarta cae bajo la censura que recae sobre las tres anteriores: �Cada uno de vosotros dice��, y es esta sobre todas la que da lugar a la siguiente pregunta: ��Est� dividido Cristo?� Exist�a realmente entonces un cuarto partido que pretend�a brotar directamente de Cristo, y s�lo de Cristo, sin necesidad de ning�n intermediario humano. Como Pablo no agrega un solo detalle sobre esta parte, ni en este pasaje ni en el resto de la Ep�stola, el campo de la hip�tesis est� abierto, y consagraremos a la cuesti�n tan discutida el ap�ndice que se adjuntar� inmediatamente.

Nos parece que algunos comentaristas han exagerado el car�cter de la divisi�n, al suponer que los diferentes partidos ya no se reun�an en asambleas comunes, y que la divisi�n de la Iglesia en cuatro comunidades distintas era un hecho consumado. Lo contrario se desprende del pasaje 1 Corintios 14:23 , donde Pablo habla de la reuni�n de toda la Iglesia en un mismo lugar, e incluso del t�rmino ??????, contiendas , que ser�a demasiado d�bil en ese caso.

Por otra parte, Hofmann ha atenuado demasiado la importancia del hecho mencionado cuando lo reduce a s�plicas hostiles en las reuniones de la Iglesia, derivadas de la preferencia personal de cada grupo por aquel siervo de Cristo que m�s hab�a contribuido a su desarrollo. edificaci�n. Indudablemente no se rompi� la unidad exterior de la Iglesia, pero s� se acab� su unidad moral, y veremos que el desacuerdo fue mucho m�s profundo en la forma de entender el evangelio de lo que piensa este comentarista.

De lo contrario, �habr�a gastado el ap�stol en �l cuatro cap�tulos enteros? Con frecuencia se ha intentado distribuir los numerosos temas tratados por el ap�stol en nuestra Ep�stola entre estas diferentes partes, como si le hubieran sido proporcionados, uno por una parte, otro por otra. Estos intentos no han dado ning�n resultado s�lido. Y hay que decir lo mismo del intento m�s reciente, el de Farrar. Este cr�tico ve en el partido de Apolo a los precursores de Marci�n y del gnosticismo antinomiano del siglo II; en el partido de Pedro, el comienzo del ebionismo antipaulino de las homil�as clementinas.

Finalmente, en la fiesta de Cristo, una invasi�n del esenismo en el cristianismo, que continu� m�s tarde. La divisi�n que hace Farrar de las cuestiones tratadas por Pablo entre esas diferentes tendencias es ingeniosa, pero carece de fundamento en el texto de la Ep�stola.

El partido llamado �los de Cristo�.

Ya hemos dejado de lado las opiniones de quienes toman la cuarta f�rmula como la verdadera profesi�n cristiana aprobada por el ap�stol, o la leg�tima declaraci�n de un grupo de creyentes, ofendido por la absorbente parcialidad de los otros grupos por tal o cual maestro.

YO.

La opini�n que m�s se acerca a este segundo matiz es la desarrollada por R�ckert, Hofmann, Meyer, Heinrici y, en cierta medida, por Renan, seg�n la cual la cuarta parte, empujada por las preferencias exclusivas de los dem�s, fue llevada al extremo opuesto. , y se declar� independiente del apostolado en general, poni�ndose relativamente a Cristo en una posici�n absolutamente igual a la de Pablo o Pedro.

�Algunos�, dice Renan, �queriendo hacerse pasar por esp�ritus superiores a esos argumentos, crearon una consigna suficientemente espiritual. Para designarse a s� mismos inventaron el nombre de 'partido de Cristo'. Cuando se acaloraba la discusi�n..., intervinieron con el nombre de Aquel que estaba siendo olvidado: Yo soy de Cristo, dijeron ellos� ( San Pablo , p. 378). Es por ellos, se sostiene, que Pablo recuerda, 1 Corintios 3:22 , que si la Iglesia no pertenece a los maestros que la instruyen, estos �ltimos son, sin embargo, dones preciosos que le ha otorgado el Se�or.

Nada m�s simple en apariencia que esta vista. Un extremo hab�a llevado al extremo contrario; la parcialidad hab�a producido menosprecio. Fue el rechazo de la autoridad apost�lica como respuesta a la falsa dependencia humana. No dudar�amos en adoptar esta explicaci�n, si ciertos pasajes de 2 Corintios, que examinaremos m�s adelante, no nos obligaran a asignar causas m�s graves y una importancia mucho m�s grave a la formaci�n de este partido; borrador

especialmente 2 Corintios 10:7 ; 2 Corintios 11:22-23 .

II.

�Tenemos que ver, como pens� una vez Neander, con corintios de car�cter m�s o menos racionalista, con griegos cultivados que, llevados por el entusiasmo por las admirables ense�anzas de Cristo, y especialmente por sus sublimes instrucciones morales, concibieron la idea de liberar a este evangelio puro del envoltorio jud�o que a�n lo velaba en la predicaci�n apost�lica? Para facilitar la fe a sus compatriotas, trataron de hacer de Jes�s un S�crates del m�s alto poder, lo que lo elevaba muy por encima del Jes�s ense�ado por los Doce y por el mismo Pablo.

Es contra este intento de transformar el evangelio en una pura filosof�a moral, que se dice que el ap�stol conduce la pol�mica 1 Corintios 1:18-24 , y 1 Corintios 3:18-20 . Esta hip�tesis es seductora, pero los pasajes citados pueden explicarse sin ella, y la Segunda Ep�stola prueba que el partido de los de Cristo no ten�a sus partidarios en Corinto entre los gentiles convertidos, sino en Palestina, entre los cristianos de origen y tendencia jud�a.

tercero

Esto lo reconocen algunos comentaristas, como D�hne y Goldhorn; �stos buscan el car�cter distintivo de esta cuarta parte en los elementos de la sabidur�a alejandrina, que ciertos doctores jud�os mezclaron con la ense�anza apost�lica. Sin duda descubriremos las grandes corrupciones introducidas por los jefes judaizantes del partido de Cristo en la doctrina evang�lica. Pero es imposible establecer, por ninguna prueba s�lida, el origen alejandrino de estos nuevos elementos.

IV.

As� Schenkel, de Wette, Grimm se han pronunciado por una noci�n m�s natural. Seg�n ellos, los jefes de este partido fundaron su rechazo a la ense�anza apost�lica y la autoridad propia en comunicaciones sobrenaturales que recibieron del Cristo glorificado, por medio de visiones y revelaciones directas. Afirmaciones similares se presentaron un poco m�s tarde, como sabemos, entre los maestros judaizantes de Colosas; �Por qu� no habr�an existido previamente en Asia Menor, y desde all� invadieron las Iglesias de Grecia? Para apoyar esta opini�n, se ha alegado principalmente la forma en que Pablo se detiene en ese transporte hasta el tercer cielo, que le hab�a sido concedido ( 2 Corintios 12:1 ss.

); y se piensa que con ello quiso decir: �Si estos hombres pretenden haber tenido revelaciones, yo tambi�n las he tenido, y a�n m�s asombrosas�. Pero este ser�a un modo de argumento lejos de ser concluyente y lejos de ser digno del ap�stol; y veremos que esos maestros probablemente no proven�an de la tierra del misticismo, Asia Menor, sino de la del farise�smo legal, Palestina.

v

Esto es ahora reconocido por la mayor�a de los cr�ticos. Sin duda, no vemos a los maestros judaizantes de los que se trata aqu� present�ndose en Corinto, exactamente como lo hicieron anteriormente en Antioqu�a y en Galacia. Comprendieron que para ganar hombres como los griegos de Corinto, deb�an evitar presentar la circuncisi�n y los ritos materiales burdos. Pero, no obstante, son siervos del partido legal que se form� en Jerusal�n.

Para convencerse de esto, basta comparar los dos pasajes siguientes de 2 Corintios 10:7 : �Si alguno conf�a en s� mismo que es de Cristo (??????? ?????, lit. 'ser de Cristo'), que de �l mismo vuelva a pensar esto, que como �l es de Cristo, as� somos nosotros de Cristo.� �A qui�n va dirigido este desaf�o? Evidentemente a personas que pretenden ser de Cristo con un t�tulo m�s justo que el ap�stol y sus partidarios, precisamente como los hombres que se llaman especialmente los de Cristo en la Primera Ep�stola.

�Y quienes son ellos? El segundo pasaje, 1 Corintios 11:22-23 , nos informa: ��Son hebreos? yo tambi�n. �Son ellos israelitas? yo tambi�n. �Son descendientes de Abraham? yo tambi�n. �Son ministros de Cristo? (Hablo como un tonto); Yo soy m�s." Eran entonces creyentes jud�os que se jactaban de su origen teocr�tico, y que buscaban imponerse, a trav�s de sus relaciones con la Iglesia madre, a las j�venes Iglesias fundadas por Pablo en el mundo gentil, sin duda con la intenci�n de someterlas gradualmente el yugo de la ley mosaica.

Pero, �en qu� sentido estos hombres se designaron a s� mismos como los de Cristo?

1. Storr, Hug, Bertholdt, Weizs�cker suponen que tomaron este t�tulo como proveniente de Santiago, la cabeza del reba�o en Jerusal�n, conocido bajo el nombre de �hermano del Se�or�; y que fue por esta relaci�n entre Santiago y Jes�s, que se jactaron de ser en un sentido particular hombres de Cristo. Pero esta sustituci�n del nombre de Cristo por el de Santiago es bastante improbable, y esta explicaci�n en todo caso s�lo podr�a aplicarse a los pocos emisarios extranjeros que ven�an de Palestina, y no a la masa del grupo de Corinto que se agrupaba en torno a ellos.

2. Seg�n Billroth, Baur, Renan, estas personas eran las mismas que �las de Cephas�. Se designaron a s� mismos como los de Pedro cuando quisieron denotar su cabeza humana; como los de Cristo cuando quer�an declarar la conformidad de su conducta con la del Se�or, que hab�a observado constantemente la ley, y nunca hab�a autorizado la abolici�n de la misma, que predicaba Pablo. En realidad, el tercero y el cuarto eran as� uno solo; su doble nombre significaba �disc�pulos de Pedro y, como tales, verdaderos disc�pulos de Cristo�.

A favor de esta identificaci�n se alega que desde un punto de vista dogm�tico los dos primeros partidos, el de Pablo y el de Apolos, tambi�n formaban uno solo. Pero hemos probado sin dificultad el matiz que distingu�a a los partidarios de Apolo de los de Pablo, y aunque no se refer�a a cuestiones dogm�ticas, no podemos confundir estos dos partidos en uno, ni en consecuencia podemos identificar a los dos �ltimos partidos tan claramente diferenciados. por el ap�stol.

Adem�s, nada nos autoriza a atribuir a Pedro una concepci�n del evangelio opuesta a la de Pablo. Sabemos, por G�latas 2 , que se acordaron en Jerusal�n sobre estos dos puntos: que los creyentes de entre los gentiles no se sometieran a los ritos mosaicos, y que los creyentes de entre los jud�os los siguieran observando.

Pero sabemos tambi�n por el mismo pasaje, que hab�a un grupo completo en Jerusal�n que no aprobaba esta concesi�n hecha a Pablo por los ap�stoles. Pablo los distingue completamente de los ap�stoles y del mismo Santiago, porque declara que si hubiera tenido que ver s�lo con este �ltimo, podr�a haber cedido en el asunto de la circuncisi�n de Tito; pero fue por causa de los primeros, a quienes da el nombre de �falsos hermanos, tra�dos�, que se vio obligado a mostrarse inflexible en su negativa. Hab�a, por tanto, una profunda diferencia en la forma en que los ap�stoles, por un lado, y los falsos hermanos, por el otro, le ped�an la circuncisi�n a Tito.

El primero se lo pidi� como concesi�n voluntaria, y en este sentido pudo hab�rselo concedido; pero �ste lo exigi� como cosa obligatoria; en este sentido el ap�stol no pod�a ceder sin comprometer para siempre la libertad de los gentiles. En consecuencia, adem�s de los seguidores de Pedro, quienes, observando ellos mismos la ley, concedieron libertad a los gentiles, hubo lugar para otro partido, que, junto con el mantenimiento de la ley para los jud�os, exigi� la sujeci�n de los gentiles al sistema mosaico. .

�Qu� m�s natural que encontrar aqu�, en los de Cristo , a los representantes de este partido extremo? Podemos entender en este caso por qu� Pablo coloca a los de Cristo despu�s de los de Pedro, y as� los convierte en las ant�podas de su propio partido.

Lejos, entonces, de encontrar en nuestro pasaje, como lo har�n Baur y Renan, una prueba del estrecho juda�smo de Pedro, debemos ver en �l la prueba de lo contrario, y concluir por la existencia de dos clases de jud�os-cristianos, representados en Corinto, uno por la partida de Pedro, el otro por la de Cristo.

3. Schmidt ha pensado que los judaizantes, que se llamaban a s� mismos los de Cristo , eran los que permit�an la dignidad de ser miembros del reino de Cristo , el Mes�as-Rey, s�lo a los jud�os y a los gentiles que se hac�an jud�os por aceptando la circuncisi�n. En esta explicaci�n debe enfatizarse el sentido estricto del t�rmino ???????, Mes�as . Pero parece evidente a partir de nuestras dos ep�stolas que los emisarios judaizantes en Corinto fueron lo suficientemente sabios como para no exigir la circuncisi�n y el ritual mosaico de los creyentes all�, como de los ignorantes g�latas.

4. Reuss, Osiander, Kl�pper piensan que esos emisarios tomaron el nombre de los de Cristo , porque se basaron en el ejemplo personal de Jes�s, que siempre hab�a observado la ley, y en ciertas declaraciones dadas por �l, como estas: �Yo no he venido a abrogar la ley,...sino a cumplirla;� y �Uno ten�is por Maestro, Cristo�. A partir de esto, no s�lo protestaron contra la obra de Pablo, sino tambi�n contra las concesiones que los Doce le hicieron a Pablo.

Se declararon ser los �nicos cristianos fieles a la mente de la Cabeza Suprema de la Iglesia, y por eso tomaron el t�tulo exclusivo, los de Cristo. Esta explicaci�n es muy plausible; pero, como veremos, ciertos pasajes de la Segunda Ep�stola a los Corintios nos llevan a atribuir un car�cter dogm�tico muy especial a la ense�anza de los de Cristo; y ser�a dif�cil comprender c�mo, queriendo imponer a los corintios el modo de actuar de Cristo durante su vida terrena, pudieron librarlos, aunque sea provisionalmente, de la circuncisi�n y de los dem�s ritos mosaicos.

5. Holsten y Hilgenfeld suponen que el t�tulo, los de Cristo , se origin� en el hecho de que estos emisarios hab�an estado en conexi�n personal con Jes�s durante Su vida terrenal. Eran viejos disc�pulos, tal vez del n�mero de los Setenta enviados anteriormente por Cristo, o incluso sus propios hermanos; porque sabemos por 1 Corintios 9:5 que �stos ocupaban el oficio de evangelistas-predicadores.

Las personas que hab�an vivido as� dentro del c�rculo inmediato del Se�or podr�an menospreciar a Pablo como un hombre que nunca hab�a tenido una relaci�n personal con �l, y nunca lo hab�a visto, excepto en una visi�n algo sospechosa. Hay menci�n, 2 Corintios 3:1 , de cartas de recomendaci�n con las que aquellos extranjeros hab�an llegado a Corinto. �Qui�n les hab�a dado esas cartas, sino Santiago, a la vez hermano del Se�or y cabeza de la Iglesia de Jerusal�n?

En respuesta a este punto de vista, tenemos que decir que si Santiago hubiera actuado as�, habr�a quebrantado abiertamente el contrato solemne del que habla Pablo ( G�latas 2:5-10 ), y de hecho habr�a retirado la mano de compa�erismo que le hab�a dado. a este ap�stol. Holsten responde, en efecto, que fue Pablo quien rompi� el contrato en su conflicto con Pedro en Antioqu�a; y que despu�s de esa escena, James se sinti� libre para actuar abiertamente en su contra.

Pero suponiendo lo que no creemos que Pablo fuera demasiado lejos en reprochar a Pedro por su regreso a la observancia de la ley en la Iglesia de Antioqu�a, no habr�a habido buena raz�n para que Santiago se retractara del principio reconocido y proclamado por �l mismo. , el de la libertad de los gentiles con respecto a la ley. Lo que ha sido reconocido como verdadero no se vuelve falso por culpa de un tercero.

6. Como ninguna de estas explicaciones nos satisface plenamente, procedemos a exponer el punto de vista al que hemos sido llevados. Nos encontraremos en parte, pero s�lo en parte, con el resultado de los estudios de Beyschlag, publicados por �l en Studien und Kritiken , 1865, ii., y 1871, iv. Hemos visto, refutando la opini�n de Baur, que exist�a incluso en Jerusal�n un partido opuesto a los Doce, el de los �falsos hermanos, introducidos�, a quienes Pablo distingue claramente de los ap�stoles ( G�latas 2:4 ; G�latas 2:6 ).

Pretend�an imponer la ley mosaica a los gentiles conversos, mientras que los Doce la manten�an s�lo para los cristianos de origen jud�o, y quedaba abierta la cuesti�n de si �stos no ser�an liberados de esta obligaci�n en las iglesias de origen gentil. Pensamos que este ultrapartido estaba guiado por antiguos miembros del sacerdocio y del farise�smo jud�o ( Hechos 6:7 ; Hechos 15:5 ), quienes, en virtud de su erudici�n y alta posici�n social, se consideraban infinitamente superiores a los dem�s . ap�stoles.

No es, pues, de extra�ar que, una vez convertidos en cristianos, pretendieran tomar de las manos de los Doce, de quienes menospreciaban, la direcci�n de la obra (cristiana) mesi�nica, con miras a ponerla al servicio de la extensi�n de la dispensaci�n legal en el mundo gentil. Tales eran los jefes secretos de la contramisi�n organizada contra Pablo con la que nos encontramos en todas partes en este per�odo.

Ahora hab�a llevado su obra hasta Corinto, y es f�cil entender por qu� la porci�n de la Iglesia que fue entregada a sus agentes, se distingui� no s�lo de los partidos de Pablo y Apolos, sino tambi�n de los de Pedro. Se designaron a s� mismos como los de Cristo , no porque sus l�deres hubieran conocido personalmente a Jes�s, y pudieran mejor que otros instruir a las Iglesias en su vida y ense�anza, �qui�n en estos dos aspectos se habr�a atrevido a compararse con Pedro o ponerse por encima de �l? sino como siendo los �nicos que hab�an entendido bien Su mente y que conservaron m�s firmemente que los ap�stoles la verdadera tradici�n de �l con respecto a las cuestiones planteadas por Pablo.

Eran demasiado prudentes para hablar a la vez de circuncisi�n y ritos mosaicos. M�s bien tomaron la posici�n con respecto a los gentiles convertidos que los jud�os hab�an adoptado durante mucho tiempo con respecto a los llamados pros�litos de la puerta. Y adem�s, y aqu� es donde difiero de Beyschlag cuando llegaron a suelo griego, ciertamente agregaron elementos teos�ficos al evangelio predicado por los ap�stoles, por lo que buscaron recomendar su ense�anza a la mente especulativa de los cristianos cultos de Grecia.

No sin raz�n, en la Segunda Ep�stola a los Corintios, Pablo habla, 1 Corintios 10:5 , de �razonamientos exaltados como fortalezas contra el conocimiento de Dios,� y de �pensamientos para ser llevados cautivos a la obediencia de Dios�. Cristo�, y que, 1 Corintios 11:3 , expresa el temor de que los corintios se dejen apartar de la sencillez que es en Cristo, como Eva se dej� seducir por la astucia de la serpiente.

Pablo llega incluso a increpar a los corintios, en el vers�culo siguiente, por la facilidad con que reciben a los maestros extra�os que les traen otro Jes�s que el que les ha anunciado, un Esp�ritu y un evangelio diferentes de los que ya tienen . recibi�. Tales expresiones nos impiden suponer que la doctrina de aquellos emisarios no fuera muy diferente de la suya y de la de los Doce, especialmente desde el punto de vista cristol�gico ( otro Jes�s ).

Ciertamente hay aqu� algo m�s que la simple ense�anza legal previamente importada a Galacia. Se busc� seducir a los corintios con especulaciones poco s�lidas, y la ense�anza de Pablo fue menospreciada como pobre y elemental. De ah� su justificaci�n de s� mismo, incluso en la Primera Ep�stola, por haberles dado s�lo �leche y no carne� ( 1 Corintios 3:1-2 ).

De ah� tambi�n su viva pol�mica contra la mezcla de la sabidur�a humana con el evangelio ( 1 Corintios 3:17-20 ). Todo esto se aplicaba a la predicaci�n de los de Cristo , y no en lo m�s m�nimo a la de Apolos. No sabemos cu�l era exactamente la naturaleza de sus doctrinas particulares. Hizo violencia a la persona y obra de Jes�s.

As� se explica quiz�s el extra�o dicho de Pablo, 1 Corintios 12:3 , �Nadie que hable por el Esp�ritu de Dios dice: �Jes�s es anatema!� El ap�stol habla de manifestaciones espirituales que se hicieron o�r incluso en la Iglesia. Hab�a diferentes clases de ellos, y su origen requer�a ser cuidadosamente distinguido.

Las direcciones verdaderamente Divinas podr�an resumirse en la invocaci�n, ��Jes�s, Se�or!� �Mientras que las inspiraciones que no eran Divinas terminaron, aunque uno apenas puede creerlo al declarar a Jes�s maldito! Sin embargo, tal hecho puede explicarse cuando recordamos una doctrina como la profesada por el cristiano judaizante Cerinto, seg�n la cual el verdadero Cristo era una virtud celestial que se hab�a unido a un piadoso jud�o llamado Jes�s, con motivo de su bautismo. por Juan el Bautista, que le hab�a comunicado el poder de obrar milagros, la luz de la que emanaban sus doctrinas, pero que lo hab�a abandonado para volver al cielo, antes del tiempo de la Pasi�n; de modo que Jes�s hab�a sufrido solo y abandonado por el Ser Divino.

Desde este punto de vista, �qu� iba a impedir que quien pretend�a inspirarse exclamara: ��Qu� nos importa este Crucificado? Este Jes�s, maldito en la cruz, no es nuestro Cristo: ��l est� en el cielo!� Se sabe que Cerinto fue el adversario del Ap�stol Juan en �feso; Epifanio no sabemos con qu� autoridad afirma que la Primera Ep�stola a los Corintios fue escrita para combatir su herej�a.

Es notable que este falso maestro estaba judaizando en la pr�ctica, como nuestros falsos maestros en Corinto. Pero de ninguna manera es necesario suponer que era exactamente este sistema el que Pablo ten�a en mente. En esta �poca podr�an estar en circulaci�n muchas otras teor�as cristol�gicas similares aptas para justificar aquellas llamativas expresiones de Pablo: �otro Jes�s, otro Esp�ritu�. As� el nombre de Cristo, en el t�tulo que tomaron estas personas, las de Cristo , ser�a formulado, no s�lo en oposici�n al nombre de los ap�stoles, sino incluso al de Jes�s.

Mencionemos, para completar este expediente sobre los de Cristo , la �ltima palabra del ap�stol, 1 Corintios 16:22 , palabra ciertamente escrita de su pu�o y letra despu�s del saludo personal que la precede: �Si alguno no ama al Se�or, �Que sea anatema! Es la respuesta al ��Anatema de Jes�s!� de 1 Corintios 12:3 .

Adoptamos plenamente, por tanto, las palabras de Kniewel ( Eccl. Cor. vetustiss. dissentiones , 1842), quien ha designado a los de Cristo como �los gn�sticos antes del gnosticismo�.

S�lo queda una cuesti�n por examinar con respecto a los de Cristo. En la Segunda Ep�stola a los Corintios Pablo habla dos veces de personas a las que designa como ?? ???????? ?????????, es decir, �los ap�stoles trascendentalmente� o �arcapostles� ( 1 Corintios 11:5 y 1 Corintios 12:11 ), y a quienes lo pone en estrecha relaci�n con el partido de Cristo.

Baur alega que con ello pretend�a designar ir�nicamente a los Doce como autores de la misi�n llevada a cabo contra su obra por sus emisarios llegados a Corinto. Tenemos aqu�, seg�n �l, el testimonio m�s llamativo de la relaci�n directamente hostil entre Pablo y los ap�stoles originales; fueron ellos, y James en particular, quienes proporcionaron cartas de recomendaci�n a esos perturbadores. Sobre esta interpretaci�n descansa toda la teor�a de Baur sobre la historia del cristianismo primitivo. Pero esta solicitud es inadmisible por las siguientes razones:

1. Los Doce hab�an reconocido en principio la predicaci�n del evangelio de Pablo entre los gentiles, y no hab�an encontrado nada que agregarle; adem�s hab�an declarado que su apostolado ten�a el mismo origen divino que el de Pedro; esto lo narra Pablo, G�latas 2:1-10 . �C�mo debieron enviar personas para combatir semejante obra?

2. Si la expresi�n �arcaap�stoles�, que Pablo evidentemente toma del lenguaje enf�tico del grupo reclutado por aquellas personas en Corinto, se refer�a a los Doce, que en ese caso debi� ser considerado como ap�stol en el sentido simple de la �palabra? Obviamente solo pod�a ser el mismo Paul. �Sus adversarios habr�an declarado torpemente ap�stol al mismo hombre cuyo apostolado estaban disputando!

3. En el pasaje, 2 Corintios 11:5 , Pablo dice, �supone que no est� ni un �pice detr�s de los archap�stoles, porque aunque sea grosero en el habla (???????), no lo es en el conocimiento�. Ahora bien, no se puede sostener que los Doce alguna vez fueron considerados en Corinto como superiores a Pablo en el don del habla, primero porque nunca hab�an sido escuchados all�, y luego porque ellos mismos fueron expresamente caracterizados como ?????????? y ??????? ( Hechos 4:13 ) .

4. El ap�stol da a entender ir�nicamente ( 1 Corintios 12:11 ss.) que hay un punto indudable en el que reconoce su inferioridad frente a los archap�stoles, a saber, que no ha sido sostenido como ellos. por la Iglesia Ahora bien, es ciertamente de la Iglesia de Corinto de quien habla cuando se expresa as�; esto aparece en 1 Corintios 11:20 , donde describe la conducta desvergonzada de aquellos intrusos hacia sus lectores. Los Doce a�n no hab�an estado en Corinto; no son ellos, sino los reci�n llegados a quienes Pablo designa con este nombre ir�nico.

5. �C�mo pod�a San Pablo, pregunta justamente Beyschlag, en esta misma carta en la que recomienda una colecta para la Iglesia de los santos (la de Jerusal�n), designar a los hombres enviados por esa Iglesia y por los ap�stoles, como �servidores de Satan�s cuyo fin ser� digno de sus obras� ( 1 Corintios 11:14-15 )?

Los mismos Hilgenfeld y Holsten han renunciado a aplicar la expresi�n archap�stoles a los Doce. Conforme a su explicaci�n del t�rmino, los de Cristo , lo aplican a aquellos disc�pulos inmediatos de Cristo, como los Setenta o los hermanos de Jes�s, de quienes el partido hab�a tomado su nombre, y a quienes los ap�stoles hab�an recomendado a los corintios. . Pero esto viene casi a lo mismo, porque los hermanos de Jes�s eran uno con los ap�stoles ( 1 Corintios 9:5 ). Y adem�s, �c�mo habr�an contrastado los de Cristo a sus l�deres como archap�stoles con el mismo Pedro?

S�lo queda una explicaci�n. Estos archap�stoles no son otros que los emisarios del partido ultrajudaizante del que hemos hablado. Sus partidarios en Corinto los honraron con este t�tulo, para exaltarlos no solo por encima de Pablo, sino tambi�n por encima de los Doce. Ya hemos explicado c�mo fue esto posible: su objetivo era romper el acuerdo que se estableci� entre los Doce y Pablo; y las cartas de recomendaci�n que hab�an tra�do eran obra de alguno de esos altos personajes de Jerusal�n que buscaban apoderarse de la direcci�n de la Iglesia.

En los siguientes vers�culos, el ap�stol condena sumariamente el estado de cosas que acaba de describir, y se defiende de haberle dado ocasi�n de alguna manera. Edwards piensa que puede dividir la discusi�n que sigue, as�: condenaci�n de las partes por la relaci�n del cristianismo: 1, a Cristo, 1 Corintios 1:13 a 1 Corintios 2:5 ; 1 Corintios 2 , al Esp�ritu Santo, 1 Corintios 2:6 a 1 Corintios 3:4 ; 1 Corintios 3 , a Dios, 1 Corintios 3:5-20 ; 1 Corintios 4 , a los creyentes, 1 Corintios 3:21-23. Pero tal tabulaci�n es ajena a la mente del ap�stol. Su discusi�n no tiene nada de escol�stico. El curso real de la discusi�n se desarrollar� gradualmente.

Versículo 13

��Est� dividido el Cristo? �Pablo fue crucificado por vosotros, o fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? Varios editores (Lachmann, Westcott y Hort) y comentaristas (Meyer, Beet) hacen de la primera proposici�n una afirmaci�n indignada: ��Cristo entonces entre vosotros est� desgarrado, lacerado!� Pero la transici�n a las siguientes preguntas no parece en ese caso muy natural. Es m�s sencillo ver aqu� una pregunta paralela a las dos siguientes, con la intenci�n de mostrar la imposibilidad de la suposici�n expresada por la primera.

El t�rmino Cristo denota al Mes�as en sentido abstracto, es decir, a la funci�n mesi�nica, m�s que a la persona que ocupaba el cargo. Este �ltimo ser�a ciertamente designado por el nombre de Jes�s o por la palabra Cristo sin art�culo. �C�mo, adem�s, podr�amos suponer la persona de Cristo dividida en cuatro? Pablo quiere decir, �la funci�n de Cristo, de Salvador, y fundador del reino de Dios, est� repartida entre varios individuos, de manera que uno posee una parte, otra, otra? Tomada en este sentido, la pregunta no se refiere s�lo a la cuarta parte, sino a las otras tres.

��Son, pues, las cosas tales que la obra de la salvaci�n se distribuye entre varios agentes, de los cuales Jes�s es uno, yo otro?� y as�. Edwards explica as�: ��No es lo que se manifiesta de Cristo en Pablo uno con lo que se manifiesta de �l en Apolos, etc...? �No forman todos estos elementos uno y el mismo Cristo?� El sentido es bueno, pero no se ve c�mo en este caso la censura se aplica a la cuarta parte, que la pregunta, as� entendida, parece por el contrario justificar. Es evidente que la palabra Cristo no puede aplicarse con Olshausen a la Iglesia, ni con Grotius a la doctrina de Cristo.

La forma de la primera pregunta admitida de respuesta afirmativa o negativa; la de los dos siguientes (con ??) anticipa una respuesta negativa, sirviendo de prueba a la respuesta negativa entendida que evidentemente se da a la primera: �Pablo no fue, sin embargo, crucificado por vosotros, �o s�, como ser�a el caso si una parte le perteneciera a �l en la obra de salvaci�n?� Podr�a haber hecho la misma pregunta con respecto a Apolos y Cefas; pero al designarse as�, naturalmente, desarma a las otras partes.

La primera cuesti�n se refiere a la funci�n de Salvador, la segunda a la de Se�or, que de ella se deriva. Edwards bien indica la relaci�n entre los dos. La cruz ha hecho de Cristo la cabeza del cuerpo. Por el bautismo todo creyente se convierte en miembro de ese cuerpo. La lectura del Vaticano. , ???? ????, no puede preferirse a la de todos los dem�s documentos: ???? ????. Este ???? significa en nombre de.

La idea, en lugar de , que estar�a expresada por ????, est� incluida en �l solo indirectamente. Es por sustituci�n que se ha realizado el beneficio expresado por ????. Ser bautizado en el nombre de ... significa: ser sumergido en agua comprometi�ndose en adelante a pertenecer a Aquel en cuyo nombre se realiza el rito externo. En el nombre se resume todo lo que se revela acerca de quien lo lleva, por consiguiente todos los t�tulos de su leg�tima autoridad.

El bautismo es, pues, una toma de posesi�n del bautizado por parte de la persona cuyo nombre se invoca sobre �l. Pablo nunca so�� ni por un instante en arrogarse tal posici�n en relaci�n con los que se convert�an por su predicaci�n. Sin embargo, esto estar�a impl�cito en un dicho como: Yo soy de Pablo.

Y no s�lo no podr�a ser as� en los hechos, sino que el ap�stol es consciente de no haber hecho nada que pudiera haber dado lugar a tal suposici�n.

Versículos 14-16

�Doy gracias a Dios que no bautic� a ninguno de ustedes sino a Crispo y Gayo, 15. para que nadie diga que fueron bautizados en mi nombre. 16. Tambi�n bautic� a la casa de Stephanas; adem�s, no s� si bautic� a alg�n otro.�

La acci�n de gracias de Pablo prueba que no hab�a habido ning�n c�lculo de su parte, cuando, por regla general, se hab�a abstenido de bautizar. El verdadero motivo del proceder que sigui� se dar� en 1 Corintios 1:17 . Por eso agradece la forma en que Dios ha ordenado las cosas. R�ckert objeta este razonamiento, que si Paul hubiera querido formar su propio partido, podr�a haberlo hecho haciendo que uno de sus amigos bautizara en su nombre, as� como bautiz�ndose �l mismo.

Verdadero; pero �habr�a encontrado f�cilmente a alguien que se prestara a tal procedimiento? Lo que me parece m�s dif�cil de explicar es la suposici�n misma, sobre la que descansa este pasaje, de un bautismo administrado en otro nombre que el de Jes�s. Esta idea, que ahora nos parece absurda, podr�a parecer m�s admisible en los primeros tiempos de la Iglesia, especialmente en Grecia. En medio del fermento religioso que caracteriz� aquella �poca, nuevos sistemas y nuevos cultos fueron surgiendo por todas partes; y en estas circunstancias la distancia no era grande entre un predicador eminente como Pablo y el director de una escuela, ense�ando y trabajando por cuenta propia.

El ap�stol de los gentiles, sin duda, pas� a los ojos de muchos como el verdadero fundador de la religi�n que propag�; y la suposici�n que aqu� combate podr�a tener cierto grado de verosimilitud. No es necesario, pues, para dar cuenta de este pasaje, ni la hip�tesis de Hofmann, seg�n la cual hab�a gente en Corinto que se jactaba de haber recibido el bautismo en Jerusal�n de mano del mismo Pedro,

Paul se felicitar�a as� por no haber dado ocasi�n a tal superstici�n, o por la de Keim y Heinrici, quienes atribuyen una superstici�n similar al partido de Apolos (ver arriba, p. 65).

El r�gimen ?? ???, a Dios , omitido por el Sina�t. y Vatic. , es innecesario; m�s bien ha sido interpolado que omitido.

Crispo, el principal de la sinagoga en el momento de la llegada de Pablo, hab�a sido uno de sus primeros conversos ( Hechos 18:8 ); Gayo, su anfitri�n durante una de las estancias que siguieron ( Romanos 16:23 ), tambi�n fue probablemente uno de los primeros creyentes.

As�, probablemente, se explica por qu� Pablo mismo los hab�a bautizado; sus dos asistentes, Silas y Timoteo, a�n no hab�an llegado de Macedonia, cuando fueron recibidos en la Iglesia. No se puede sostener con Beet que Pablo deliberadamente hizo una excepci�n en estos dos casos debido a su importancia: esta idea contradir�a el sentido mismo de todo el pasaje. Poco importa que en el relato dado en los Hechos el orden de los hechos no concuerde con lo que aqu� decimos.

Versículo 15

La ???, eso , se refiere a la intenci�n de Dios, que as� ha ordenado el curso de las cosas.

Es posible defender ambas lecturas, la del Alejandrino y la del TR La primera, fuisteis bautizados , podr�a estar tomada de 1 Corintios 1:15 , o pretender evitar la mon�tona repetici�n de la palabra ????????, yo bautic�. Por otra parte, como observa Edwards, Pablo tem�a menos que le atribuyeran un mal motivo personal a �l, que que malinterpretaran el verdadero significado del bautismo mismo; en este sentido, la lectura alejandrina conviene mejor.

Versículo 16

El ap�stol recuerda de repente una tercera excepci�n. Stephanas era uno de los tres diputados de Corinto que estaban con Pablo precisamente en ese momento.

Por las palabras, adem�s no s� ..., Paul se protege contra cualquier omisi�n que surja de un nuevo desliz de la memoria. Quienes hacen que la inspiraci�n del Esp�ritu Santo vaya directamente a la pluma del escritor sagrado, sin hacerla pasar por medio de su coraz�n y de su cerebro, deben reflexionar sobre estas palabras.

Versículo 17

�Porque no me envi� Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabidur�a de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.�

Entre 1 Corintios 1:16-17 la conexi�n l�gica es esta: �Si yo bautizaba, era excepcionalmente; porque esta funci�n no era el objeto de mi comisi�n.� La diferencia esencial entre el acto de bautizar y el de predicar el evangelio , es que el �ltimo de estos actos es una obra enteramente espiritual, perteneciente al campo superior de producir fe y hacer renacer las almas; mientras que el primero descansa en el dominio inferior de la organizaci�n terrenal de la Iglesia.

Predicar el evangelio es echar la red; es trabajo apost�lico. Bautizar es juntar los peces ahora tomados y ponerlos en vasijas. El predicador gana almas del mundo; el que bautiza, poniendo sobre ellos la mano, act�a como simple asistente del primero, que es el verdadero jefe de la misi�n. Entonces Jes�s mismo us� a los ap�stoles para bautizar ( Juan 4:1-2 ); Pedro actu� de la misma manera con sus asistentes; borrador

Hechos 10:48 . Pablo ciertamente no quiere decir que se le prohibi� bautizar; pero los t�rminos de su comisi�n apost�lica ni siquiera hab�an mencionado esta funci�n secundaria ( Hechos 9:15 ; Hechos 22:14-15 ).

Aunque ocasionalmente podr�a ejecutarlo, el objeto de su misi�n era diferente. Al aoristo ??????????????, la lectura del Vatic. , se prefiere el presente ??????????????, que se adapta mejor a la funci�n habitual.

La conexi�n de la �ltima proposici�n de 1 Corintios 1:17 con lo que precede no es obvia a primera vista. Pero el estudio del siguiente pasaje muestra que aqu� tenemos la transici�n al nuevo desarrollo que est� por comenzar. Esta transici�n se hace muy h�bilmente: se parece a la de Romanos 1:16 , por la cual el ap�stol pasa del prefacio a la exposici�n de su tema.

Puede haber un modo m�s sutil de apropiarse de las almas que el de bautizarlas en su nombre, incluso el de predicar de tal manera que atraiga su admiraci�n hacia s� mismo desviando su atenci�n del objeto mismo de la predicaci�n: Cristo y su cruz; ahora esto queda excluido por el t�rmino evangelizar (predicar el evangelio), tomado en su verdadero sentido. Pablo quiere decir: �Permanec� fiel a mi encargo, no s�lo evangelizando sin bautizar, sino tambi�n limit�ndome a evangelizar en el sentido estricto de la palabra, es decir, entregando mi mensaje sin a�adirle nada propio. .

El t�rmino evangelizar significa, en efecto, anunciar una buena noticia; denota, por lo tanto, el modo m�s simple de predicaci�n. Es la enunciaci�n del hecho , con exclusi�n de toda elaboraci�n de raz�n o amplificaci�n oratoria, de modo que el car�cter negativo, sin sabidur�a de palabras , lejos de ser un car�cter extra�o y accidental a�adido al t�rmino evangelizar, se toma del propio naturaleza del acto indicado por el verbo.

As� Pablo no s�lo ha continuado firmemente en su funci�n como evangelista; al mismo tiempo se ha mantenido fiel al esp�ritu de su funci�n. Por lo tanto, no ha hecho absolutamente nada que pudiera haber dado lugar a la formaci�n de un grupo de Pablo en Corinto.

El negativo objetivo ?? se usa porque el r�gimen se refiere, no a ?????????, en ese caso el negativo depender�a de la intenci�n Divina en el env�o, y se requerir�a el negativo subjetivo, ??, sino a ??????????????, que denota el hecho mismo de la predicaci�n.

Esta segunda parte del verso contiene el tema de todo el desarrollo que sigue ahora. Evidentemente, la formaci�n de partidos en Corinto se bas� en una falsa concepci�n del evangelio, que la convirti� en la sabidur�a de una escuela. Pablo restituye la verdadera noci�n del cristianismo, seg�n la cual esta religi�n es ante todo un hecho, y su predicaci�n el simple testimonio dado al hecho: el anuncio de la bendita noticia de la salvaci�n (??????????????). Es as� claro c�mo la segunda parte del vers�culo est� l�gicamente conectada con la primera, quedando excluida la idea de sabidur�a de las palabras por el significado mismo del t�rmino evangelizar.

La frase ????? ?????, sabidur�a de las palabras , no es sin�nimo de ????? ??? ??????, el arte de hablar bien. El �nfasis est� m�s en la palabra sabidur�a que en las palabras. El primer t�rmino se aplica a la materia del discurso; denota un sistema bien concebido, una filosof�a religiosa en la que se presenta la nueva religi�n como proveedora de una explicaci�n satisfactoria de Dios, el hombre y el universo.

Este �ltimo se relaciona con la forma y denota la exposici�n l�gica o brillante de tal sistema. La mayor�a de los cr�ticos piensan que con esta frase Pablo quiere aludir �a la ense�anza de Apolos, a la vez profunda y llena de sabor�. �El orador preferido a Paul�, dice Reuss, �no era otro que su amigo y sucesor Apolos�. Conocemos pocos comentaristas que hayan sido capaces, como Hilgenfeld, de superar este prejuicio, que se ha vuelto convencional.

En cuanto a m�, esta aplicaci�n parece ser directamente contraria a todo lo que Pablo mismo dir� despu�s de Apolos, y a la forma en que se describe su ense�anza en los Hechos. Pablo, en esta misma ep�stola, 1 Corintios 4:4-8 , da testimonio de la relaci�n m�s estrecha entre su propia obra y la de Apolos. Lejos de haber habido conflicto entre las dos obras, la de Pablo se representa, 1 Corintios 3:6 , bajo la figura de plantar , y la de Apolos bajo la de regar.

Pablo agrega, 1 Corintios 1:8 : �El que planta y el que riega , uno es. El ap�stol, por el contrario, caracteriza en los siguientes vers�culos el modo de ense�ar que aqu� combatir�a, como perteneciente a esa sabidur�a del mundo ( 1 Corintios 1:20 ) que el evangelio viene a destruir; le aplica ( 1 Corintios 3:20 ) estas palabras de un Salmo: �Los pensamientos de los sabios son vanidad�; lo acusa de �destruir el templo de Dios�, y amenaza a sus propagadores �con ser destruidos� a su vez �por Dios� mismo ( 1 Corintios 3:17-18 ); �y es de la ense�anza de su amigo y disc�pulo Apolos de lo que quiso hablar! Seg�n Hechos 18:27-28, toda la predicaci�n de Apolos se basaba en las Escrituras , y no en una especulaci�n humana que hab�a tra�do de Alejandr�a, como alegan quienes lo hacen disc�pulo de Fil�n.

Incluso se dice que � por la gracia de Dios fue muy �til a los que hab�an cre�do�. Por lo tanto, la persona de Apolos debe quedar fuera de discusi�n aqu�: es imposible incluso suponer que todo lo que sigue se aplica a sus partidarios. Mucha m�s raz�n tenemos para pensar que los aqu� referidos son los maestros que, bajo el nombre de los de Cristo , estaban propagando en Corinto extra�as doctrinas acerca de la persona de Cristo, y a quienes Pablo acusa, 2 Corintios 11:2-4 , � de corromper las mentes de la sencillez que es en Cristo�, y de enga�arlos �como la serpiente enga�� a Eva�.

La exposici�n sistem�tica y brillante del hecho de la cruz tendr�a el efecto, seg�n la frase de Pablo, de ??????, literalmente vaci�ndola . Quienes, como Meyer y tantos otros, aplican las expresiones anteriores a Apolos, aten�an en lo posible el significado de este t�rmino; seg�n ellos, significa simplemente que, como consecuencia de este modo de predicar, los efectos saludables de la predicaci�n se atribuir�n m�s a las brillantes cualidades del orador que al asunto de la doctrina, la cruz.

Pero este significado obviamente est� lejos de corresponder a la idea expresada por la palabra ??????, anular. Kling se acerca m�s a la energ�a de la expresi�n cuando se refiere al hecho de que un modo de predicaci�n dial�ctico y oratorio puede producir un efecto intelectual o est�tico, pero no transformar el yo ego�sta . Pero si Pablo no hubiera querido decir nada m�s que esto, hubiera preferido usar la palabra que le es familiar, ?????????, para privar de eficacia.

El t�rmino ?????? denota un acto que violenta el objeto mismo y lo priva de su esencia y virtud. La salvaci�n por la cruz es un acto divino del que la conciencia debe apropiarse como tal. Si se empieza por present�rselo al entendimiento en forma de una serie de ideas bien enlazadas, como resultado de una teor�a acerca del hombre y de Dios, puede suceder que la mente se nutra de �l, pero como de un sistema de sabidur�a, y no un camino de salvaci�n.

Es como si tuvi�ramos que sustituir la gravitaci�n misma por una teor�a de la gravitaci�n (Edwards). El hecho se evapora en ideas, y ya no act�a sobre la conciencia con la poderosa realidad que determina la conversi�n. La secuela ser� precisamente el desarrollo de este pensamiento.

2. La naturaleza del evangelio. 1:18-3:4.

El evangelio en su esencia no es una sabidur�a , un sistema filos�fico; es una salvaci�n. Es esta tesis, sumariamente formulada en la segunda parte de 1 Corintios 1:17 , la que el ap�stol procede a desarrollar en el siguiente pasaje. Ya hemos se�alado, p. 86, la estrecha relaci�n que guarda con la cuesti�n que es objeto de esta parte de la Ep�stola, la de los partidos formados en la Iglesia.

La tesis misma es tratada desde dos puntos de vista que se completan: en un primer pasaje, 1 Corintios 1:18 a 1 Corintios 2:5 , el ap�stol la demuestra directamente; en el segundo, 1 Corintios 2:6 a 1 Corintios 3:4 , limita prudentemente su aplicaci�n.

Indudablemente el evangelio no es esencialmente sabidur�a; pero contiene , sin embargo, una sabidur�a que se revela al creyente en la medida en que se desarrolla en �l la vida nueva, y que es realmente la �nica sabidur�a verdadera.

El evangelio no es una Sabidur�a 1:18-2:5.

Tal, estrictamente hablando, es la verdad que Pablo est� llamado a exponer a los corintios. �l se lo demuestra:

1. Por el car�cter irracional del hecho central del evangelio, la cruz: 1 Corintios 1:18-25 .

2. Por el modo de ganar miembros y la composici�n de su Iglesia: 1 Corintios 1:26-31 .

3. Por la actitud tomada en medio de ellos por el predicador del evangelio: 1 Corintios 2:1-15 .

Versículo 18

�Porque la predicaci�n de la cruz es locura a los que se pierden; pero para nosotros los que somos salvos es el poder de Dios.�

El for anuncia la prueba de la afirmaci�n ( 1 Corintios 1:17 ): que predicar el evangelio como palabra de sabidur�a ser�a destruir su misma esencia.

R�ckert y Meyer consideran que la ant�tesis de las palabras locura y poder es inexacta, porque lo opuesto a la locura es la sabidur�a, no la fuerza. Pero estos comentaristas no se han dado cuenta de que el t�rmino sabidur�a habr�a expresado aqu� demasiado o demasiado poco: demasiado para aquellos que rechazan el evangelio, ya cuyos ojos no puede ser otra cosa que locura; demasiado poco para aquellos que est�n dispuestos a recibirlo, y que necesitan encontrar en �l algo mejor que una sabidur�a que los ilumine.

Siendo el pecado un hecho, la salvaci�n debe ser asumida ante todo como un hecho, no como un sistema. Es un acto obrado por el brazo de Dios, que habla con poder sobre la conciencia y sobre el coraz�n del pecador: s�lo �ste puede salvar de la ruina a un mundo que perece bajo la maldici�n y la corrupci�n del pecado. Los dos dativos: ???? ????????????, para los que se pierden , y ???? ??????????, para los que se salvan , no tienen un significado exactamente igual; el primero indica una simple apreciaci�n subjetiva, el segundo incluye adem�s de una relaci�n efectiva, la idea de un efecto producido.

Los participios est�n en presente, no como anticipando un resultado final y eterno (Meyer), o como conteniendo la idea de una predestinaci�n divina (R�ckert), sino como expresando dos actos que est�n pasando a cumplirse en el mismo momento en que Pablo los menciona. . De hecho, la perdici�n y la salvaci�n llegan gradualmente a su consumaci�n en el hombre simult�neamente con el conocimiento que recibe del evangelio.

La adici�n del pronombre ????, a nosotros , se debe al hecho de que la carta est� destinada a ser le�da a los creyentes en plena asamblea.

Esta forma de tratar la sabidur�a humana tomada por Dios en el evangelio es el cumplimiento de las amenazas ya pronunciadas contra ella en los escritos prof�ticos:

Versículo 19

�Porque est� escrito: Destruir� la sabidur�a de los sabios, y desechar� el entendimiento de los entendidos�.

Isa�as, Isa�as 29:14 , hab�a declarado en el momento en que Senaquerib amenazaba a Jud�, que la liberaci�n concedida por Jehov� a Su pueblo ser�a Su obra, no la de los h�biles pol�ticos que dirig�an los asuntos del reino. �No fueron ellos, por el contrario, quienes, al aconsejar la alianza con Egipto, provocaron la intervenci�n asiria y allanaron as� el camino para la destrucci�n de Jud�? Es sobre el mismo principio, dice el ap�stol, que Dios ahora procede a salvar al mundo. La arrebata de la perdici�n por un acto de su propio amor, y sin dignarse en lo m�s m�nimo juntar con �l la sabidur�a humana, que por el contrario barre como locura.

Los verbos en futuro destruir�... apartar� , expresan una m�xima general del gobierno divino, que se aplica a cada caso particular y encuentra su plena realizaci�n en la salvaci�n por la cruz. Pablo cita seg�n la LXX., quienes atribuyen directamente a Dios (�destruir�...�, etc.) lo que Isa�as hab�a representado como resultado del acto divino: �Perecer� la sabidur�a�, etc.

????????, dejar de lado , como in�til o sin valor. No s�lo Dios en su plan no ha pedido el consejo de la sabidur�a humana, y no s�lo en la ejecuci�n del mismo dispensa deliberadamente su ayuda, sino que incluso trata sus demandas con una contradicci�n directa. El siguiente vers�culo destaca con fuerza este tratamiento al que est� sujeto en el evangelio.

Versículo 20

��D�nde est� el sabio? �D�nde est� el escriba? �D�nde est� el disputador de esta era? �No ha enloquecido Dios la sabidur�a del mundo?� Esta forma exclamativa tiene el mismo tono triunfal que en las palabras de Isa�as de las que nuestro pasaje parece ser una imitaci�n ( Isa�as 19:12 ; Isa�as 33:18 ); borrador

en Pablo mismo 1 Corintios 15:55 , y Romanos 3:27 . Al soplo Divino el enemigo ha desaparecido de la escena; se le busca en vano.

R�ckert piensa que no debemos buscar rigurosamente distinguir el significado de los tres sustantivos, que aqu� hay m�s bien una simple acumulaci�n ret�rica. Se refiere a los tres a la sabidur�a griega, con un ligero matiz de diferencia en el significado. El tono emocional del pasaje podr�a justificar este punto de vista en cualquier otro escritor que no sea Pablo. Pero en este ap�stol cada palabra es siempre la presentaci�n de una idea precisa.

Los comentaristas griegos antiguos aplican el primer t�rmino, ?????, sabio , a los fil�sofos gentiles; el segundo, ??????????, escriba , a los m�dicos jud�os; el tercero, ??????????, disputador , para los sofistas griegos; pero, en este sentido, el �ltimo estar�a ya comprendido en el primer t�rmino. Ser�a pues mejor, con Meyer, dar a la palabra ????? un sentido general: los representantes de la sabidur�a humana, ya los dos �ltimos, el sentido m�s particular de escriba jud�o y fil�sofo griego.

Pero el t�rmino sabidur�a , aplic�ndose a lo largo de todo este pasaje a la sabidur�a humana representada por los griegos ( 1 Corintios 1:22 ), me parece m�s acorde con el pensamiento del ap�stol aplicar el primer t�rmino a los fil�sofos griegos, el segundo a los escribas jud�os, su significado ordinario en el Nuevo Testamento; pues la de secretario , Hechos 19:35 , pertenece a un caso del todo especial, pues unir estas dos clases en el tercer t�rmino: �los que en general aman disputar�, que buscan la verdad por la v�a de la discusi�n intelectual, por medio de ya sea de la dial�ctica griega o de la erudici�n de las Escrituras. El complemento, de este mundo , se refiere sin duda a los tres sustantivos, y no s�lo al �ltimo.

La palabra ????, edad , derivada de ??, respirar , o de ???, siempre , denota un per�odo. Los jud�os dividieron la historia en un per�odo anterior al Mes�as, este fue el que llamaron ? ???? ?????, esta era presente y el per�odo del reino mesi�nico, al que llamaron ? ???? ??????, la era por venir. Pero, desde el punto de vista cristiano, estos dos per�odos no son simplemente sucesivos; son en parte simult�neos.

Porque la edad actual a�n dura incluso cuando el Mes�as ha aparecido, Su venida solo transforma el estado actual de las cosas lenta y gradualmente. De aqu� se sigue que para los creyentes los dos per�odos se superponen, por as� decirlo, uno sobre el otro, hasta que finalmente, como consecuencia del segundo y glorioso advenimiento del Mes�as, lo antiguo da lugar por completo a lo nuevo.

La segunda pregunta explica la primera. �C�mo han desaparecido as� los sabios del mundo? Por el camino de la salvaci�n que Dios da a predicar y que tiene por efecto llevar a la desesperaci�n a la sabidur�a humana.

El verbo ???????? generalmente se toma en un sentido declarativo: �Al dejar de lado la sabidur�a en el asunto m�s importante de la vida humana, Dios ipso facto la ha declarado insensata�. Pero este verbo tiene un sentido m�s activo, Romanos 1:22 ; requerir�a, por lo tanto, al menos ser explicado as�: ��l lo ha tratado como una tonter�a, al no tener en cuenta sus demandas.

�Pero no deber�a d�rsele un significado a�n m�s eficaz? ��l tiene, por as� decirlo, una sabidur�a enga�ada . Al presentarle una salvaci�n enteramente irracional, �l la ha puesto en la condici�n de rebelarse contra los medios elegidos por �l, y al declararlos absurdos, volvi�ndose ella misma insensata.� El complemento, del mundo , no es absolutamente sin�nimo del t�rmino precedente, de esta �poca: este �ltimo se refer�a m�s bien al tiempo , a la sabidur�a de la �poca anterior al Mes�as; el t�rmino mundo se refiere m�s bien a la naturaleza de esta sabidur�a, la que procede de la humanidad aparte de Dios.

Pero se pregunta por qu� Dios decidi� tratar con tanta rudeza a la sabidur�a humana. �Quer�a apagar la antorcha de la raz�n que �l mismo hab�a encendido? 1 Corintios 1:21 responde esta pregunta; explica el fundamento del juicio que Dios hace sobre la raz�n humana, por la naturaleza irracional del evangelio; a saber, que en el per�odo anterior a la venida de Cristo, la raz�n hab�a sido infiel a su misi�n.

Versículo 21

�Porque despu�s de que en la sabidur�a de Dios, el mundo no conoci� a Dios mediante la sabidur�a, agrad� a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaci�n.�

El ???, porque , no significa, como piensa Edwards, que el ap�stol est� procediendo a exponer la manera en que Dios ha castigado la sabidur�a; introduce la indicaci�n del motivo por el cual consider� bueno tratarlo con tanta severidad. ???????, despu�s de eso (????), como cualquiera puede atestiguar (??). La ?? se agrega para mostrar que Pablo est� hablando de un hecho patente, sobre el cual uno puede de alguna manera se�alar con el dedo.

Este hecho es el de las aberraciones a que se entreg� la raz�n humana en los tiempos del paganismo, en esos siglos que el ap�stol llama, Hechos 17:30 , los tiempos de la ignorancia.

La primera proposici�n describe el pecado de la raz�n, y la segunda el principal de su castigo. Estas dos ideas est�n tan desarrolladas que la correspondencia exacta entre el pecado y el castigo se desprende de cada uno de los t�rminos de las dos proposiciones. La frase, en la sabidur�a de Dios , no es sin�nimo de lo siguiente, por (mediante) sabidur�a. La ausencia del complemento, de Dios , en la segunda, de por s� muestra que la idea de sabidur�a se toma en segunda instancia de manera m�s general e indefinida.

No se trata de una manifestaci�n de la sabidur�a divina, sino del modo de actuar seguido por la raz�n humana, lo que deber�amos llamar el ejercicio del entendimiento, el modo de razonar. Por eso, tambi�n en esta segunda expresi�n el ap�stol usa la prep. ???, por medio de , mientras que en el primero, donde habla de la sabidur�a de Dios , hace uso de la prep. ??, en , que indica un dominio en el que se ha manifestado la sabidur�a divina.

No es dif�cil comprender cu�l es el teatro del que Pablo quiere hablar, en el que Dios hab�a desplegado su sabidur�a a los ojos de los hombres antes de la venida de Cristo. En el pasaje Romanos 1:20 , el ap�stol habla de las obras de Dios �en las cuales son visibles a los ojos, desde la creaci�n del mundo, Sus perfecciones invisibles, Su eterno poder y Deidad.

En su discurso en Listra ( Hechos 14:17 ), declara que Dios �no se ha dejado a s� mismo sin testimonio ante los ojos de los hombres, enviando del cielo lluvias y tiempos fruct�feros, y llenando de abundancia y de gozo el coraz�n de los hombres�. En medio del Are�pago ( Hechos 17:27 ), declara que el fin que Dios ten�a en vista al distribuir a los hombres sobre la faz de la tierra, era hacerlos �buscar al Se�or para tocarlo como con la mano, y encontrarlo.

Este universo es de hecho, como dice Calvino, �un esp�cimen brillante de la sabidur�a divina�. En el inmenso organismo de la naturaleza, cada detalle est� relacionado con el todo, y el todo con cada detalle. All� encontramos un sistema perceptible, aunque insondable, de causas ocultas y efectos sensibles, de medios eficaces y fines ben�ficos, de leyes constantes y, sin embargo, flexibles y susceptibles de modificaci�n, que llena de admiraci�n al observador y revela a su entendimiento el inteligente pensamiento que ha presidido la constituci�n de este gran todo.

El hombre, por tanto, s�lo necesitaba aplicar a tal obra los procesos racionales, los principios de sustancia, de causalidad y de finalidad, con los que est� equipada su mente, para elevarse a la vista del Autor sabio, bueno y poderoso de quien el universo procede. Hab�a en la obra una revelaci�n del Obrero, una revelaci�n que constituye lo que el ap�stol llama, Romanos 1:19 , ?? ??????? ??? ????, �aquello que es naturalmente conocible de la persona divina.

Acoger los rayos de esta revelaci�n, y reconstruir la imagen de Aquel de quien proced�a, tal era la noble misi�n de la raz�n con que Dios hab�a dotado al hombre: deb�a venir por este normal ejercicio de su don ( por medio de sabidur�a ) para conocer a Dios en Su sabidur�a. Pero como Pablo expone, Romanos 1:21 , la raz�n humana fue infiel a esta misi�n; el coraz�n del hombre no glorificar�a a Dios como tal, ni siquiera le dar�a gracias , y la raz�n, as� interrumpida en su ejercicio, en lugar de elevarse al conocimiento del Obrero contemplando la obra, deificaba la obra misma.

Incapaz de pasar por alto por completo las huellas de lo Divino en el universo, y sin embargo reacio a afirmar francamente a Dios como Dios , recurri� a una evasi�n; dio a luz al paganismo y sus quimeras. Algunos sabios, en efecto, concibieron la idea de un Dios uno y bueno, pero no lograron llevar esta noci�n vaga y abstracta m�s all� de sus escuelas; las deidades populares continuaron en pie, dominando y falsificando la conciencia humana.

S�lo en Israel brillaba el conocimiento de un Dios, uno, vivo y santo; pero esta luz se debi� a una revelaci�n especial. Por lo tanto, debemos tener cuidado de no incluir la revelaci�n jud�a, como lo hacen Meyer y Holsten, en el significado de la expresi�n: ?? ?? ????? ??? ????, en la sabidur�a de Dios. Reci�n despu�s, 1 Corintios 1:22-24 , tratar� el ap�stol con los jud�os, y eso de una manera absolutamente subsidiaria, y aplic�ndoles un t�rmino muy diferente al de sabidur�a.

Tan poco debemos dar a las palabras, en la sabidur�a de Dios , como lo hacen R�ckert y Reuss, el significado de nuestra frase moderna: � En Su insondable designio , agrad� a Dios��. de la sabidur�a humana el efecto de un decreto divino. Los hombres encuentran as� la doctrina de la predestinaci�n absoluta que atribuyen al ap�stol. Pero �c�mo no ver que esto ser�a exculpar la raz�n en el mismo momento en que el ap�stol se dedica a condenarla? Finalmente, no est� de acuerdo con el pensamiento del ap�stol ver en la expresi�n ??? ??? ??????, por medio de la sabidur�a , con Billroth y Holsten, la indicaci�n del obst�culo que imped�a al hombre llegar al conocimiento de Dios: �Despu�s de que,por efecto de su sabidur�a , el mundo no conoci� a Dios en...� Muy lejos de condenar el ejercicio del entendimiento natural, el ap�stol acusa por el contrario a esta facultad de desviarla de su uso leg�timo.

Despu�s del fundamento de la pena, la pena misma. El t�rmino ????????? indica un acto, no de arbitrariedad, sino de libre albedr�o: ��l juzg� bueno�, evidentemente porque de hecho era bueno. La raz�n hab�a usado su luz tan mal que hab�a llegado el momento de que Dios apelara a una facultad muy diferente.

�l, por tanto, se presenta al hombre con un medio de salvaci�n que ya no tiene, como la creaci�n, el car�cter de sabidur�a, y que ya no puede ser aprehendido por el entendimiento, sino que le parece, por el contrario, marcado con locura: un Crucificado! El gen. ??? ??????????, de la predicaci�n , designa el testimonio apost�lico como un hecho conocido (art. ???, el ).

Este t�rmino incluye la noci�n de autoridad: Dios pone Su salvaci�n; La ofrece tal como le ha placido realizarla. No hay nada en �l para ser modificado. Debe ser aceptado o rechazado tal como es. No es necesario pensarlo con Hofmann y otros, debido a la preparaci�n. ???, por medio de , que este r�gimen es la contrapartida de ??? ??? ??????, por medio de la sabidur�a , en la proposici�n precedente.

Corresponde m�s bien al r�gimen ?? ?? ????? ??? ????, en la sabidur�a de Dios , en su revelaci�n original que tuvo el car�cter de sabidur�a. No habiendo el hombre reconocido a Dios en esta forma por el sano uso de su entendimiento, Dios se le manifiesta en otra revelaci�n que tiene apariencia de locura. La raz�n por la que Paul aqu� usa la preparaci�n. por , para corresponder al en de la primera proposici�n, se entiende f�cilmente.

En Su revelaci�n en el coraz�n de la naturaleza, Dios espera al hombre; Ver�a si el hombre, por el ejercicio de su entendimiento, ser� capaz de descubrirlo: �para ver si le pondr�n la mano encima�, como dice Hechos 17:27 . Es esta actitud expectante la que expresa el ??, in. Al no haber sido encontrado as�, Dios toma ahora la iniciativa; �l mismo busca al hombre por el anuncio de la salvaci�n. Por lo tanto Pablo en este caso emplea el ???, por medio de , que denota la actividad preveniente.

El t�rmino que en la segunda proposici�n es la verdadera contrapartida de la frase ??? ??? ??????, por medio de la sabidur�a (en la primera), se encuentra al final de la oraci�n; es la palabra ???? ???????????, los que creen. La facultad a la que Dios apela en esta nueva revelaci�n ya no es la raz�n, que tan mal hab�a hecho su tarea con respecto a la anterior; es fe

A un avance de amor como el que forma la esencia de esta suprema manifestaci�n, la respuesta ha de darse, no ya por un acto de inteligencia, sino por un movimiento de confianza. Lo que Dios pide ya no es que el hombre investigue, sino que se entregue con una conciencia quebrantada y un coraz�n creyente.

Finalmente, a los dos contrastes: en la sabidur�a de Dios y en la locura de la predicaci�n; por sabidur�a , y, a los que creen , el ap�stol a�ade un tercero: el de los dos verbos conocer y salvar. El hombre deber�a haber conocido originalmente a Dios, y por este conocimiento haberse unido a �l; fue con este fin que Dios se revel� a su entendimiento de manera inteligible. Al no haberlo hecho el hombre, Dios ahora viene a salvarlo , y eso por medios absolutamente irracionales.

El hombre, ante todo, tendr� que dejarse arrebatar de la perdici�n y reconciliarse con Dios por un hecho que escapa a su comprensi�n. A partir de entonces ser� capaz de pensar en saber. Parecer�a seguirse de estas palabras del ap�stol, que si la raz�n hubiera cumplido su tarea de conocer a Dios, no hubiera sido necesario que Dios salvara al hombre; una sana filosof�a lo habr�a elevado a Dios.

El ap�stol no da ninguna explicaci�n sobre este punto; pero su pensamiento probablemente fue este: si el hombre se hubiera elevado por su sabidur�a al verdadero conocimiento y culto de Dios, este leg�timo uso de su raz�n habr�a sido coronado por un modo de salvaci�n adecuado a las leyes de esta facultad. En la segunda revelaci�n, la sabidur�a divina habr�a resplandecido a�n con m�s brillo que en la primera. As�, el car�cter, tan ofensivo para la raz�n, bajo el cual se presenta la salvaci�n ofrecida al hombre en la predicaci�n de la cruz, es consecuencia del abuso que la raz�n hizo de su facultad de conocer.

Si se hubiera desarrollado como un �rgano de luz, el modo y la revelaci�n de la salvaci�n se habr�an adaptado a sus necesidades. Evidentemente no podemos saber qu� habr�a sido la salvaci�n y la predicaci�n de la salvaci�n en condiciones tan diferentes.

El verso que acabamos de explicar contiene en tres l�neas toda una filosof�a de la historia, la sustancia de vol�menes enteros. As� como desde el punto de vista del juda�smo el ap�stol divide la historia en dos per�odos principales, el de la ley y el de la gracia, as� desde el punto de vista del helenismo tambi�n distingue dos grandes fases, la de la revelaci�n de Dios en la sabidur�a, y la de su revelaci�n. en forma de locura.

En la primera, Dios se deja buscar por el hombre; en el segundo, �l mismo busca al hombre. Tal es el panorama magistral que el ap�stol lanza sobre el curso de la historia universal. Hubo una habilidad singular de su parte al arrojar un bocado como este a aquellos corintios, expertos en sabidur�a como pretend�an ser, y propensos a pasar por alto la superioridad del ap�stol. Pablo les dice, por as� decirlo, �Ustedes tendr�n especulaciones, y me tendr�n por incapaz; aqu� hay un esp�cimen, �y cierto tambi�n! Es el juicio de Dios sobre tu pasado.

Pero al mismo tiempo, �con qu� maravillosa sutileza de estilo logra poner y meter, por as� decirlo, en las dos proposiciones de este verso, toda esa riqueza de ant�tesis que se le present� de inmediato a la mente! Para construir tal per�odo era necesario unir al pensamiento de Pablo el lenguaje de Plat�n.

verso 22-25 expresan el hecho hist�rico que demuestra el juicio enunciado en 1 Corintios 1:21 : La salvaci�n de todos, gentiles y jud�os, se ha realizado realmente por lo que es locura a los ojos de uno, y escandaliza a otro.

Versículos 22-23

Porque ciertamente los jud�os piden se�ales, y los griegos buscan sabidur�a; 23. mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud�os tropezadero, y para los gentiles locura.�

Este segundo ??????, pues ciertamente , seg�n Meyer y Kling, deber�a comenzar una nueva oraci�n, cuya proposici�n principal se encuentra en 1 Corintios 1:23 : Pero en cuanto a nosotros, predicamos. El ??, pero , no ser�a irreconciliable con esta construcci�n. El ?? se encuentra a menudo en los cl�sicos como el signo de la ap�dosis cuando expresa un fuerte contraste con la proposici�n anterior (ver Meyer); borrador

en el Nuevo Testamento, Colosenses 1:22 . Pero dos razones se oponen a esta construcci�n: primero, la ausencia de una part�cula propia para conectar esta nueva oraci�n con la precedente; luego la l�gica simple; porque la idea de 1 Corintios 1:22 , de que griegos y jud�os piden sabidur�a y milagros, no puede fundamentar la de 1 Corintios 1:23 : que la predicaci�n presenta a un Cristo que es para ellos una ofensa y una locura.

El objeto de Dios, en este modo de predicaci�n, no podr�a haber sido escandalizar a los oyentes; en 1 Corintios 1:24 el ap�stol incluso agrega expresamente el pensamiento opuesto: a saber, que Cristo es para los creyentes de ambos pueblos poder y sabidur�a. El ?????? de 1 Corintios 1:22 no comienza, por tanto, una nueva oraci�n, como la que comenz� 1 Corintios 1:21 , y que se relacionaba con ?????????, agrad� a Dios.

Sin embargo, no es por eso una repetici�n y ampliaci�n de esa oraci�n. El primer ?????? ( 1 Corintios 1:21 ) sirvi� para explicar el rechazo de Dios sobre la sabidur�a humana; el segundo ( 1 Corintios 1:22 ) simplemente afirma la realidad de este juicio: �porque en realidad, como la experiencia os convenza, mientras los hombres demandan sabidur�a y milagros, nosotros les predicamos a un Salvador que es todo lo contrario, pero que sin embargo es para los que le reciben milagro y sabidur�a.

�No hemos de ver, pues, en estos tres versos el desarrollo de las palabras, los que creen ... (Hofmann), ni el del t�rmino, � locura de predicar� (R�ckert, de Wette); ellos dan la prueba del hecho del decreto expresado en 1 Corintios 1:21 : �Agrad� a Dios salvar...

.� (Billroth, Osiander, Remolacha, Edwards). �Qu� extra�a dispensaci�n! El mundo se presenta con sus diversas exigencias: �prodigios, sabidur�a! La cruz responde, y el significado aparente de la respuesta es: �debilidad, insensatez! Pero para la fe su verdadero significado es: �poder, sabidur�a! As�, en el evangelio, Dios rechaza las exigencias del mundo en cuanto falsas, pero s�lo para satisfacerlas plenamente en cuanto leg�timas.

El ap�stol divide el mundo antiguo en dos clases de hombres; aquellos a quienes Dios ha tomado bajo su direcci�n e iluminados por una revelaci�n especial, los jud�os; los otros a quienes �l �ha dejado andar por sus propios caminos� ( Hechos 14:16 ), los gentiles, designados aqu� con el nombre de sus m�s ilustres representantes, los griegos. Los dos sujetos se nombran sin art�culo: jud�os, griegos; es la categor�a que el ap�stol designar�a.

La part�cula ???... ???, tanto... como , indica que cada uno de esos grupos tiene su demanda, pero que las demandas son diferentes. Para el jud�o son los milagros , lo Divino materializado en prodigios externos, en manifestaciones sensibles de omnipotencia. El plural ??????, milagros , ciertamente debe leerse con casi todos los Mjj.; el texto recibido lee el singular ???????, un signo , con L solamente.

Esta �ltima lectura es sin duda una correcci�n ocasionada por Mateo 12:38 ; Mateo 16:1 , donde los jud�os piden a Jes�s una se�al en el cielo. El objeto de Pablo no es referirse a un hecho particular, sino caracterizar una tendencia; esto est� indicado por el plural, signos, �y a�n m�s signos! Porque es de la naturaleza de este deseo elevarse m�s y m�s alto en la proporci�n en que es satisfecho.

�Al d�a siguiente de la multiplicaci�n de los panes�, dice Riggenbach, �las multitudes preguntan: �Qu� se�ales haces entonces?� Cada golpe de poder debe ser superado por uno siguiente a�n m�s maravilloso.

El ideal griego es bastante diferente; es una obra maestra de sabidur�a: lo Divino intelectualizado en un sistema que da cuenta con elocuencia de la naturaleza de los dioses, el origen, curso y fin del universo. Este pueblo, con su mente inquisitiva y sutil, llegaba a la esencia de las cosas. El hombre que satisfar� las expectativas griegas no ser� un taumaturgo que haga aparecer groseramente lo Divino en la materia, sino un Pit�goras o un S�crates de doble poder.

As� tenemos las dos grandes figuras del mundo antiguo indeleblemente grabadas. Se�alemos, finalmente, con qu� delicadeza el ap�stol elige los dos verbos utilizados para caracterizar las dos tendencias: para el jud�o, ??????, pedir; el milagro viene de Dios se recibe; para el griego, ??????, buscar; El sistema es el resultado del trabajo que se descubre. Es obvio que en esta descripci�n del mundo antiguo, desde el punto de vista religioso, la figura del jud�o se coloca s�lo por contraste; los griegos son y siguen siendo, seg�n el contexto, la figura principal. Siempre es sabidur�a contrastada con el hecho de la salvaci�n.

vv. 23 . As� como 1 Corintios 1:22 se remonta a la primera proposici�n de 1 Corintios 1:21 , �El mundo por medio de la sabidur�a no conoci� a Dios en Su sabidur�a�, as� 1 Corintios 1:23 (con 1 Corintios 1:24 ) regresa a la segundo, �Agrad� a Dios salvar por medio de.

..� El ?? es fuertemente adversativo. Por el ?????, nosotros , el tema de estos versos tambi�n se contrasta con el del verso anterior. Me refiero a los predicadores del Cristo crucificado con los jud�os y griegos incr�dulos. En lugar de una serie de actos de omnipotencia que transforman el mundo, o de una luz perfecta proyectada sobre el universo del ser, �qu� ofrece la predicaci�n apost�lica al mundo? �Un Crucificado, masa compacta de debilidad, sufrimiento, ignominia y absurdo incomprensible! Hay suficiente all� absolutamente para desconcertar las expectativas jud�as; en primer lugar, es una piedra contra la cual se rompe.

?????????: lo que detiene repentinamente el pie al caminar y provoca una ca�da. �Y el griego? A primera vista, el t�rmino Cristo parece no aplicarse a la expectativa de este pueblo. Pero toda la humanidad, como se ve en la mitolog�a griega, aspiraba a una apariencia celestial semejante a la que los jud�os designaban con el nombre de Cristo , tras una comunicaci�n de lo alto capaz de vincular al hombre con Dios.

As� Schelling no dud� en decir, al parafrasear 1 Corintios 1:5 del pr�logo de Juan: �Cristo era la luz, Cristo era el consuelo de los gentiles�. Por tanto, el ap�stol puede hablar tambi�n de Cristo en relaci�n con los griegos. Pero aqu� nuevamente, �qu� contraste entre la manifestaci�n deseada y la realidad! �No debe ser para los griegos la salvaci�n por el Crucificado, en lugar de la soluci�n de todos los enigmas, el m�s sombr�o de los misterios?

El participio ???????????? es un atributo, como crucificado , de lo contrario ser�a precedido por el art�culo; los dos sustantivos, ????????? y ??????, son aposiciones.

Podr�a preguntarse, sin duda, en relaci�n con este vers�culo, si Jes�s, por sus numerosos milagros, no satisfizo la demanda jud�a. Pero sus actos de poder milagroso hab�an sido anulados, por as� decirlo, a los ojos de los jud�os por la cat�strofe final de la cruz, que parec�a haber justificado plenamente a sus adversarios, y no les permiti� ver en �l otra cosa que un impostor o agente de poder diab�lico.

Y sin embargo, en cuanto a esta predicaci�n que conmociona tan profundamente las aspiraciones de los hombres, jud�os y gentiles, en la medida en que son falsas, resulta y la experiencia diaria demuestra el hecho de que recibida con fe, contiene tanto para uno como para otro la plena satisfacci�n de esas mismas aspiraciones en la medida en que sean verdaderas:

Versículo 24

�Pero a los [ de ellos ] que son llamados, tanto jud�os como griegos, Cristo, el poder de Dios, y la sabidur�a de Dios.�

El ?????? ?? separa por la fuerza a los llamados, jud�os y gentiles, de la masa de sus compatriotas, identific�ndolos con ella en lo que se refiere a su vida pasada: �Pero para ellos, los mismos jud�os y gentiles, se hicieron creyentes una vez. ..� Esos mismos jud�os y griegos que vieron en la predicaci�n de la cruz s�lo lo contrario de lo que buscaban, debilidad, necedad, apenas se hicieron creyentes, encontraron en ella lo que ped�an: poder y sabidur�a.

El t�rmino ??????, llamado , incluye aqu� la noci�n de creyentes. A veces se contrasta el llamamiento con la aceptaci�n de la fe; as� en la m�xima, Mateo 22:14 : �Muchos llamados, pocos escogidos�. Pero a menudo tambi�n la designaci�n llamada implica la de aceptante; borrador 1 Corintios 1:1-2 , y Romanos 8:30 ; y ciertamente es el caso aqu�, donde el t�rmino ???? ???????, los llamados , significa ???? ???????????, los que creen ( 1 Corintios 1:21 ).

El ap�stol exalta el acto divino en la salvaci�n; ve el brazo de Dios agarrando a ciertos individuos, sac�ndolos de en medio de esas nacionalidades, jud�as y gentiles, por el llamado de la predicaci�n; luego, cuando han cre�do, ve al Cristo predicado y recibido, revel�ndose a ellos como que contiene exactamente todo lo que sus compatriotas buscan, pero lo contrario de lo que creen ver en �l.

El acusativo ??????? podr�a considerarse en oposici�n al ??????? de 1 Corintios 1:23 (Hofmann); pero la frase, �predicar a Cristo como Cristo,� no es natural; ??????? debe pues ser considerado como el objeto directo de ??????????, predicamos ( 1 Corintios 1:23 ), y los dos sustantivos, poder y sabidur�a , no son atributos ( como poder, como sabidur�a), sino casos de simple aposici�n, en el misma categor�a que ????????? y ??????.

El ap�stol aqu� omite el ???????????? no sin prop�sito. Porque los dos t�rminos, poder de Dios y sabidur�a de Dios , abarcan no s�lo al Cristo de la cruz, sino tambi�n al Cristo glorificado.

El complemento, de Dios , contrasta con el poder y la sabidur�a del mundo, esa sabidur�a y poder de una naturaleza completamente diferente, que por eso el mundo no reconoce. El poder de Dios es la fuerza de lo alto, manifestada en aquellas maravillas espirituales que transforman el coraz�n del creyente; la expiaci�n que le devuelve a Dios, la renovaci�n de la voluntad que le devuelve a Dios, y en perspectiva la renovaci�n final, que ha de coronar estos dos milagros de reconciliaci�n y santificaci�n ( 1 Corintios 1:30 ).

La sabidur�a de Dios es la luz que irrumpe en el ojo interior del creyente, cuando en la persona de Cristo contempla el designio divino que une como en una sola obra de amor, la creaci�n, la encarnaci�n, la redenci�n, la reuni�n de todas las cosas bajo una sola cabeza, la glorificaci�n final del universo. El creyente se encuentra as�, como dice Edwards, en posesi�n de �una salvaci�n que es a la vez el m�s poderoso milagro disfrazado de debilidad [esto para el jud�o], y la m�s alta sabidur�a disfrazada de locura [esto para el griego] .�

Pero, �c�mo puede lo que aparentemente es m�s d�bil y tonto contener todo lo que el hombre puede leg�timamente desear de poder y luz de hecho? El ap�stol responde a esta pregunta por el axioma establecido en 1 Corintios 1:25 .

Versículo 25

�Porque lo insensato de Dios es m�s sabio que los hombres; y la debilidad de Dios es m�s fuerte que los hombres.�

Los adjetivos neutros, ?? ?????, ?? ???????, no denotan cualidades pertenecientes al ser de Dios mismo, sino ciertas categor�as de manifestaciones divinas que tienen los dos caracteres mencionados. Si uno se atreviera a traducir as�, el producto d�bil y tonto de la acci�n divina. Y la obra maestra de Dios en estos dos aspectos es la cruz. El gen. ??? ????, de Dios , es a la vez la del origen y la propiedad.

El segundo miembro de la comparaci�n a veces se completa parafraseando, �m�s sabio que la sabidur�a de los hombres; m�s fuerte que la fuerza de los hombres;� pero esta supuesta elipsis debilita el pensamiento. El ap�stol quiere decir: m�s sabio que los hombres con toda su sabidur�a; m�s fuerte que los hombres con todas sus fuerzas. Cuando Dios tiene la apariencia de actuar irracional o d�bilmente, ese es el momento en que triunfa con mayor certeza sobre la sabidur�a y el poder humanos.

Lo que Dios hace de la sabidur�a humana se ha manifestado claramente por el car�cter de locura que ha estampado en la salvaci�n ofrecida por Cristo; lo es igualmente en la elecci�n que Dios hace de aquellos en quienes esta salvaci�n se realiza por la fe en su predicaci�n. Tal es la idea de 1 Corintios 1:26-31 , pasaje en el que el ap�stol nos muestra las clases m�s honradas de la sociedad que quedan fuera de la Iglesia, mientras Dios suscita desde lo m�s profundo de la sociedad gentil un nuevo pueblo de salvos y glorificados. los que tienen todo de �l.

Versículo 26

�Porque mirad vuestra vocaci�n, hermanos, no hay entre vosotros muchos sabios seg�n la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles.�

Este modo de reclutar a la Iglesia confirma la conclusi�n extra�da m�s arriba de la naturaleza del evangelio. De ah� el ???, de hecho , que es ciertamente la lectura verdadera. No fueron las clases dirigentes de la sociedad corintia las que proporcionaron el mayor n�mero de miembros de la Iglesia. La mayor�a eran pobres, ignorantes, esclavos. Dios muestra con ello que �l no tiene necesidad de la sabidur�a y el poder humanos para apoyar Su obra.

El verbo ??????? debe tomarse como imperativo y no como indicativo: �Abre tus ojos, y mira que�� Este significado no es incompatible con el ???. Meyer cita acertadamente a S�focles, Phil. 5.1043: ????? ??? ?????.

Pablo se ha acercado a sus lectores record�ndoles este hecho que les toca tan de cerca; � De ah� la direcci�n, hermanos! La palabra ??????, vocaci�n , a veces se ha tomado en el sentido err�neamente dado a la palabra vocaci�n , que denota posici�n social. Pero este significado es ajeno al Nuevo Testamento. Pablo describir�a con ella la manera en que Dios ha procedido al atraer esta Iglesia por la predicaci�n del evangelio de en medio de la poblaci�n de Corinto.

Jes�s ya hab�a indicado una dispensaci�n similar en Israel, y le hab�a rendido homenaje: �Padre, te doy gracias porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los ni�os. S�, Padre, porque as� te agrad� ( Mateo 11:25-26 ). Por lo tanto, el hecho no fue accidental; pertenec�a al plan Divino.

Dios no quiso que la sabidur�a humana mezclase su aleaci�n con la Suya: esta �ltima deb�a llevarse a cabo la victoria sola. Meyer hace de ??????, muchos , el sujeto, y de ?????, sabio , el atributo: �No hay muchos que sean sabios�poderosos�� Pero en este sentido el ?????? debe haber sido completado por el genitivo ????, de ti . Es mejor simplemente entender el verbo ????, � No sois muchos sabios�.

En el adjunto ???? ?????, seg�n la carne , la palabra carne denota, como a menudo lo hace, la naturaleza humana considerada en s� misma y aparte de su relaci�n con Dios. Este adjunto no se ha agregado a los dos t�rminos siguientes, poderoso... noble , porque, como dice de Wette, estos �ltimos obviamente denotan ventajas de naturaleza terrenal.

?? ???????, poderoso , denota personas en cargos; ????????, los nobles , personas de alta cuna, descendientes de antiguas familias.

Versículos 27-29

�Pero lo necio del mundo escogi� Dios para avergonzar a los sabios, y lo d�bil del mundo escogi� Dios para avergonzar a lo fuerte; 28. y lo vil del mundo, y lo menospreciado, y lo que no es, para deshacer lo que es; 29. para que ninguna carne se jacte delante de Dios.�

La emoci�n con la que el ap�stol se�ala este hecho providencial es traicionada por la triple repetici�n de las palabras que Dios ha escogido , por el contraste tres veces expresado entre los dos t�rminos opuestos, Dios y el mundo , y por la posici�n enf�tica del objeto (tres veces repetido ) al principio de la proposici�n. La forma neutra de los tres adjetivos, necio, d�bil y vil , en contraste con los masculinos que los preceden, el sabio , el poderoso , el noble , no se usa accidentalmente; estos neutros indican una masa en la que los individuos tienen tan poco valor que no se cuentan como personalidades distintas.

As� que la palabra ?? ??????????, la [cosa] dom�stica , se usa para los esclavos. El t�rmino ?????????? no denota aqu� un decreto de predestinaci�n eterna, sino la acci�n en�rgica por la cual Dios ha tomado hacia �l (el Medio ????????) de en medio del mundo (??) a aquellos individuos a quienes nadie juzg� dignos de atenci�n, y los hizo los portadores de su reino. Los fuertes, los sabios, etc.

, est�n as� cubiertos de verg�enza, porque los d�biles, etc., no s�lo son iguales a ellos, sino preferidos. En la frase cosas que se desprecian , se concentra todo ese desd�n con que se abrumaba a los ignorantes, d�biles y pobres en la sociedad del paganismo; y el �ltimo t�rmino, cosas que no son , expresa el �ltimo pelda�o de esa escala de abatimiento en que vegetaron esos seres.

El negativo subjetivo ?? antes de ???? no niega la existencia real, como har�a ??, sino el reconocimiento de cualquier valor en la opini�n p�blica; todos esos seres eran para �l como inexistentes. El ???, que en el texto recibido precede al �ltimo participio, es omitido por la mayor�a de los Mjj. Incluso el significado ser�a el �nico adecuado. Pero, �c�mo podr�amos explicar este ???, si fuera aut�ntico, diferente a los anteriores? Por lo tanto, es mejor rechazarlo. El as�ndeton est� perfectamente en su lugar; hace de esta �ltima palabra el resumen y, por as� decirlo, la acumulaci�n de todo lo anterior.

Hay una gradaci�n correspondiente en el verbo ?????????, anular (reducir a cero), reducir a la impotencia absoluta, que toma el lugar del t�rmino anterior y menos fuerte ????????????, cubrir de confusi�n. Ya los sabios y poderosos fueron humillados por la llamada dirigida a sus inferiores sociales; ahora desaparecen de la escena. �Y con qu� fin act�a Dios as�? El ap�stol responde en la siguiente frase:

Versículo 29

?????, que as�. Esta conjunci�n denota el fin �ltimo con miras a lo cual todo el ??? precedente, que , indica solo significa. La negativa ??, seg�n un conocido hebra�smo, se aplica s�lo al verbo, y no al mismo tiempo al sujeto toda carne; porque Pablo no quiere decir que al menos alguna carne deber�a poder gloriarse. La palabra carne se toma en el sentido se�alado, 1 Corintios 1:26 .

Ning�n hombre, considerado en s� mismo y en lo que es por su propia naturaleza, puede gloriarse ante Dios, que conoce tan bien la nada de su criatura. Las palabras, toda carne , parecen ir m�s all� de la idea de las proposiciones precedentes, donde la cuesti�n era meramente de la humillaci�n de los sabios y poderosos. �Pero no basta que estos �ltimos sean despojados del derecho de gloriarse para que todo el mundo lo sea con ellos, estando ya los d�biles e ignorantes humillados por su condici�n natural? Como dice Hofmann: Los de una parte est�n humillados porque con toda su sabidur�a y poder, no han obtenido lo que les correspond�a alcanzar, la salvaci�n; la otra, porque si la han obtenido, les es imposible imaginar que es por sus propios recursos naturales que han llegado a ella.

El modo del llamamiento divino , al que el ap�stol se�al� la atenci�n de sus lectores, 1 Corintios 1:26 , ten�a dos aspectos: el primero, el rechazo de las cosas sabias y poderosas; el segundo, la elecci�n que se hab�a hecho de cosas tontas y d�biles. El primero de estos dos lados ha sido expuesto, 1 Corintios 1:26-29 ; el ap�stol presenta ahora el segundo.

Versículos 30-31

�Mas por �l sois vosotros en Cristo Jes�s, el cual, por parte de Dios, nos ha sido hecho sabidur�a, as� como justicia, santificaci�n y redenci�n; 31. que, como est� escrito: El que se glor�e, glor�ese en el Se�or.�

R�ckert, con su precisi�n habitual, pregunta si el pensamiento expresado en estos dos versos est� conectado l�gicamente con el pasaje como un todo; responde negativamente, y ve en esos dos versos s�lo un ap�ndice. Pensamos, como acabamos de se�alar, que son por el contrario el complemento indispensable del pasaje. 1 Corintios 1:26-29 : ��Mira cu�l no es tu vocaci�n, y entiende por qu�!� 1 Corintios 1:30-31 : ��Mira lo que es, y nuevamente entiende por qu�!� La ?? es, pues, adversaria a la vana jactancia de las cosas sabias, etc.

, en adelante reducido al silencio; se opone el grito de triunfo y alabanza del lado de las cosas necias y d�biles; porque 1 Corintios 1:31 evidentemente forma la contrapartida de 1 Corintios 1:29 . ??? ???????, de �l ( Dios ), expresa la idea esencial de esta conclusi�n: Si las cosas que no eran ahora se han convertido en algo, es debido s�lo a Dios; ??, por lo tanto, indica el origen de esta creaci�n espiritual; borrador

Efesios 2:9 . ??????, ye: las cosas antes d�biles, impotentes, despreciadas. Este pronombre resume la direcci�n de 1 Corintios 1:26 . Calvin, R�ckert, Hofmann ven en la palabra ????, vosotros sois , un contraste con la expresi�n anterior: cosas que no son.

�De Dios procede vuestro tr�nsito de la nada al ser�. Las palabras, en Cristo , expresar�an as�, secundariamente, los medios por los cuales Dios ha realizado este milagro. Otros conectan estrictamente ?? ????? con ???? en el sentido de la frase jo�nica: ser de Dios, nacer de Dios. Pero estas dos explicaciones tienen la torpeza de separar las palabras ?? ?????? ?????? de ????; mientras que sabemos bien con qu� frecuencia Pablo usa la forma ????? ?? ??????.

Por lo tanto, es mejor, seg�n me parece, traducir as�: �De �l sois vosotros en Cristo; es decir: �Solo a Dios deb�is el privilegio de haber sido llamados a la comuni�n de Cristo, y de haberos convertido as� en sabios, poderosos y nobles de la nueva era que ahora se abre sobre el mundo. � La siguiente proposici�n explicar�, por lo que Cristo mismo fue , estos efectos gloriosos de la comuni�n con �l.

La frase ????? ??, estar en , denota dos hechos morales: primero, el acto de fe por el cual el hombre se aferra a Cristo; segundo, la comunidad de vida con �l contra�da por medio de este acto de fe. En esta relaci�n el creyente puede apropiarse de todo lo que Cristo fue, y as� llegar a ser lo que no fue y lo que no pudo llegar a ser por s� mismo.

En la proposici�n que sigue, el ap�stol sustituye a ?????, vosotros , por el pronombre ????, a nosotros; y esto porque el asunto en cuesti�n ahora es, lo que Cristo es objetivamente para los hombres, y no la apropiaci�n subjetiva de �l por parte de los creyentes.

El aor. Pasivo, ???????, generalmente se considera (Meyer, Edwards) como equivalente en significado al aor. Medio, ???????, fue, se convirti�. Es, de hecho, una forma que surge de los dialectos, y que s�lo se introdujo m�s tarde en el griego �tico. Pero eso no impide, creemos, que haya una diferencia en el uso de las dos formas. La forma pasiva aparece en el Nuevo Testamento s�lo unas cincuenta veces, en comparaci�n con unas 550 veces que el aor.

Se usa el medio; y es f�cil en cada uno de esos casos ver el significado de ser hecho, que es naturalmente el de la Pasiva. Pienso, por tanto, que debemos traducir, no, �ha sido� o �ha llegado a ser�, sino, ha sido hecho. Esto es confirmado por el adjunto ??? ????, por parte de Dios. Sin embargo, debe se�alarse que el ap�stol no ha escrito ??? ????, � por Dios.

El ???, por parte de , debilita la pasividad contenida en el ???????, y deja espacio para la libre acci�n de Cristo. Al usar las palabras ?? ???????, quien ha sido hecho (hist�ricamente), el ap�stol parece tener en mente las principales fases del ser de Cristo: sabidur�a , por su vida y ense�anza; justicia , por su muerte y resurrecci�n; la santificaci�n , por su elevaci�n a la gloria; redenci�n , por su regreso futuro.

El texto recibido coloca el pronombre ????, para nosotros , antes de ?????, sabidur�a. Esta lectura tendr�a el efecto de acercar este sustantivo a los tres siguientes, de los cuales s�lo estar�a separado por el adjunto ??? ????; y este adjunto nuevamente puede hacerse depender, no del verbo ???????, sino del sustantivo ????? mismo: �sabidur�a que viene de Dios.

En este caso nada habr�a que separarlo de los tres sustantivos siguientes. Pero la autoridad de los mss. habla fuertemente a favor de la posici�n de ???? despu�s de ?????; y el adjunto ??? ???? depende m�s naturalmente del verbo ???????; sirve para resaltar la idea del ?? ????? al comienzo del verso. Debe pues sostenerse que la intenci�n del ap�stol era claramente separar el primer sustantivo de los otros tres, y esto lo ha llevado a interponer entre ????? y los otros sustantivos los dos adjuntos: ???? y ??? ????.

Si es as�, es imposible mantener la relaci�n que establece Meyer entre los cuatro sustantivos, seg�n la cual expresan tres nociones coordinadas: 1, la del conocimiento del plan divino revelado en Cristo ( sabidur�a ); 2, el de la salvaci�n, considerado en el lado positivo, de las bendiciones que trae ( justicia y santidad ); 3, el de la salvaci�n desde el punto de vista negativo, liberaci�n de la condenaci�n y del pecado ( redenci�n ).

Meyer basa su opini�n en el hecho de que la part�cula ?? ??? une estrechamente el segundo y el tercer t�rmino, aisl�ndolos al mismo tiempo del primero y el cuarto. Pero la consideraci�n de la exactitud filol�gica puede haber enga�ado aqu� a este excelente cr�tico, como en tantos casos. �Por qu�, en ese caso, interponer los dos adjuntos entre el primer t�rmino y el segundo? �Y no es evidente a simple vista que los tres �ltimos t�rminos est�n en la m�s estrecha relaci�n entre s�, de modo que es imposible separarlos en dos grupos distintos, coordinados con el primero? Esto es lo que ha llevado a un gran n�mero de comentaristas (R�ckert, Neander, Heinrici, Edwards, etc.

) para ver en los tres �ltimos t�rminos la explicaci�n y desarrollo del primero: Cristo se ha hecho nuestra sabidur�a , y eso en cuanto nos ha tra�do la m�s necesaria de las bendiciones, la salvaci�n, que consiste en justicia, santificaci�n y redenci�n. Es f�cil comprender en este caso por qu� el primer t�rmino, que enuncia la noci�n general, ha sido separado de los otros tres que le est�n subordinados.

Solo que esta explicaci�n no est� en armon�a con el sentido especial del conocimiento religioso , en el que se toma la palabra sabidur�a en el pasaje. La sabidur�a , como plan de salvaci�n, se contrasta, 1 Corintios 1:24 , con la salvaci�n misma como acto divino (???????, poder ). �C�mo llega a identificarse aqu� con la salvaci�n misma? La palabra, por tanto, no puede denotar aqu� otra cosa que la comprensi�n del plan divino comunicado al hombre por Jesucristo.

El paralelo 1 Corintios 1:24 nos lleva, creo, a la verdadera explicaci�n que ha desarrollado Osiander. Seg�n �l, los tres �ltimos t�rminos son el despliegue de la noci�n de ???????, poder , como contraparte de la de sabidur�a. En Cristo se ha dado primero el conocimiento del plan divino, por el cual el creyente se hace sabio; luego a la revelaci�n se ha a�adido la realizaci�n de esta salvaci�n, por cuya adquisici�n nos hacemos fuertes.

Esta salvaci�n eficaz incluye los tres dones: justicia, santidad, redenci�n. La �nica objeci�n a este punto de vista es que el ?? ??? requerir�a ser colocado para conectar ????? por un lado, y los siguientes tres t�rminos por el otro, mientras que por su posici�n esta c�pula m�s bien conecta ?????????? y ???????? ( justicia y santidad ), ya que el segundo ??? conecta el tercer sustantivo con el cuarto.

Pero la omisi�n de una c�pula adecuada para conectar el primer sustantivo con los otros tres puede haber sido ocasionada por dos circunstancias: 1, los dos adjuntos que separan la palabra sabidur�a de las tres siguientes; 2, la dificultad de a�adir a la c�pula ?? ???, que une la palabra justicia con la siguiente, una nueva c�pula destinada a conectarla con la anterior (ver Osiander).

Entonces, si se recuerda que la salvaci�n descrita en los tres �ltimos sustantivos es s�lo la realizaci�n del plan Divino designado por el primero ( sabidur�a ), se ver� que �stos pueden ser colocados all� como una especie de oposici�n gramatical al primero. .

La idea de ??????????, justicia , es la desarrollada por Pablo en la primera parte de la Ep�stola a los Romanos, caps. 1-5. Es el acto de gracia por el cual Dios quita la condenaci�n pronunciada sobre el pecador, y lo coloca en relaci�n con �l mismo, como creyente, en la posici�n de un hombre justo. La posibilidad de tal acto Divino se debe a la muerte y resurrecci�n de Cristo.

El t�rmino ????????, santidad o santificaci�n , es el acto divino que sucede al anterior, y por el cual se crea en el creyente un estado en armon�a con su posici�n como justo. Es la destrucci�n del pecado por el don de la voluntad que el Esp�ritu Santo ha consagrado a Dios. Este acto es el descrito por el ap�stol en el siguiente pasaje de la Ep�stola a los Romanos, Romanos 6:1 a Romanos 8:17 .

He tratado de mostrar en mi Comentario sobre esa Ep�stola, en Romanos 6:19 , que el t�rmino ???????? denota santificaci�n, no en el sentido en que solemos tomar la palabra, como una obra humana progresiva, sino como el estado de santidad divinamente obrado en los creyentes. La justificaci�n generalmente se considera un don de Dios; sino la santificaci�n como la obra por la cual el hombre debe responder al don de la justicia.

San Pablo, por el contrario, ve en la santidad una obra divina no menos que en la justicia: Cristo mismo es la santidad del creyente tanto como su justicia. Esta nueva obra se debe a su exaltaci�n a la gloria, de donde env�a el Esp�ritu Santo; y por �l comunica Su propia vida al creyente justificado ( Juan 7:39 ; Juan 16:14 ).

Entonces, si nuestra justicia es Cristo para nosotros, nuestra santificaci�n es Cristo en nosotros, Cristo es nuestra santidad as� como nuestra justicia. �l es finalmente nuestra redenci�n , nuestra liberaci�n completa y final. Tal es el significado de la palabra ???????????. El desarrollo de esta tercera idea se encuentra en Romanos 8:18-30 .

Esta liberaci�n, que consiste en la entrada en la gloria, es la consumaci�n de los dos actos de gracia anteriores. Es por Su glorioso advenimiento que Jes�s emancipar� a los creyentes justificados y santificados de todas las miserias de su estado actual, y les dar� una condici�n externa correspondiente a su estado espiritual. Meyer afirma que este significado de ??????????? exigir�a el complemento ??? ???????, del cuerpo , como en Romanos 8:23 .

Pero el t�rmino redenci�n abarca mucho m�s que el simple hecho de la resurrecci�n del cuerpo. Tiene el sentido amplio en que lo encontramos, Lucas 21:28 ; Efesios 1:14 ; Efesios 4:30 ; Hebreos 11:35 .

En cuanto a la opini�n de Meyer, que ve en esta palabra s�lo el lado negativo de la redenci�n moral, la liberaci�n de la culpa y el pecado, es ciertamente demasiado d�bil y, adem�s, esta bendici�n ya estaba impl�cita en los dos t�rminos anteriores.

Si tan evidentemente encontramos en la Ep�stola a los Romanos el desarrollo de los tres �ltimos t�rminos, en los que se resume la noci�n de salvaci�n, no podemos olvidar que el desarrollo del primero, ?????, se da inmediatamente despu�s en la misma Ep�stola, en caps. 9-11, que tan admirablemente exponen todo el plan de Dios.

Calvino observa con raz�n que ser�a dif�cil encontrar en toda la Escritura un dicho que exprese m�s claramente las diferentes fases de la obra de Cristo.

Versículo 31

En 1 Corintios 1:29 se ha declarado excluida toda gloria humana; en esto, el ap�stol invita al pueblo nuevo, a los sabios y poderosos que Dios ha suscitado mediante la predicaci�n, a entonar un canto de alabanza, pero de alabanza referente s�lo a Dios.

El t�rmino ??????, Se�or , en el pasaje de Jeremias 9:23-24 , citado por el ap�stol, denota Jehov�; pero dif�cilmente podr�a fallar en la mente de Pablo aplicarlo al mismo tiempo a Cristo, por quien el Se�or ha hecho esta obra, y quien tan a menudo ha recibido el t�tulo en este cap�tulo.

Aqu� no hay una exhortaci�n com�n para glorificar al Se�or. Lo que tenemos que ver en estas palabras es una ant�tesis oculta, que es suficientemente explicada por el pasaje, 1 Corintios 3:21-22 : �As� que, nadie se glor�e en los hombres; porque todo es vuestro, sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas; y vosotros sois de Cristo, y Cristo es de Dios.

Lo que han llegado a ser por el evangelio, se lo deben solo al Se�or, y no a sus instrumentos. Porque en cuanto a lo que han podido hacer, �l es quien lo ha hecho por ellos; por lo tanto, �l es el �nico que debe ser glorificado. El imperativo ???????? no corresponde gramaticalmente a la conjunci�n ???, por lo que. Pero el ap�stol transforma directamente la conclusi�n l�gica en la exhortaci�n moral contenida en el dicho prof�tico.

Esta �ltima palabra resume la idea dominante de todo el pasaje de 1 Corintios 1:13 : a saber. El lugar �nico de Cristo en relaci�n con la Iglesia. Que los dem�s sean maestros, s�lo �l es ??????; porque s�lo �l ha pagado el rescate. �Solo a �l sea la alabanza!

As� como Dios en la salvaci�n de la humanidad ha dejado de lado la sabidur�a humana, primero por el modo de salvaci�n que ha elegido, luego por el modo de propagaci�n que ha adoptado para la Iglesia, el ap�stol tambi�n la ha dejado de lado en su modo de la predicaci�n; tal es la idea que desarrolla al cerrar este pasaje, 1 Corintios 2:1-5 . As� todo es armonioso en la obra Divina: el evangelio, la obra, el predicador.

Información bibliográfica
Godet, Frédéric Louis. "Comentario sobre 1 Corinthians 1". "Comentario de Godet sobre Libros Seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gsc/1-corinthians-1.html.
 
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