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Bible Commentaries
1 Corintios 8

Comentario de Godet sobre Libros SeleccionadosGodet sobre Libros Seleccionados

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Introducción

VI. El uso de las carnes ofrecidas a los �dolos y la participaci�n en las fiestas de sacrificio. caps. 8-10.

El ap�stol pasa a un nuevo tema que, como el anterior, parece sugerirle la carta de los Corintios y pertenece al dominio de la libertad cristiana. Los creyentes de Corinto y de otras ciudades griegas se encontraron en una posici�n dif�cil con respecto a la sociedad pagana que los rodeaba. Por un lado, no pod�an renunciar absolutamente a sus relaciones familiares y amistosas; los intereses del evangelio no les permitieron hacerlo.

Por otro lado, estas relaciones estaban llenas de tentaciones y f�cilmente podr�an arrastrarlos a infidelidades, lo que los convertir�a en el esc�ndalo de la Iglesia y la burla de los paganos. Entre los puntos m�s espinosos de este orden de preguntas estaban las invitaciones a participar en banquetes id�latras. El centro de los cultos antiguos era el sacrificio; en este acto religioso culminaban todos los acontecimientos importantes de la vida dom�stica y social.

Como en el juda�smo (comp. Deuteronomio 27:7 , las ofrendas de paz), estos sacrificios eran seguidos por una fiesta. Todo lo que quedaba de la carne de la v�ctima, despu�s de que las piernas, envueltas en grasa, y las entra�as hab�an sido quemadas en el altar (ver Edwards), y despu�s de que el sacerdote hab�a recibido su porci�n, regresaba a la familia que ofrec�a el sacrificio, y estas carnes consagradas se com�an en los aposentos o madera sagrada perteneciente al templo, o en la casa del adorador; a veces, tambi�n, se vend�an en el mercado.

Y como el sacrificio sol�a tener lugar en relaci�n con alguna circunstancia gozosa, se invitaba a la fiesta a parientes y amigos, entre los cuales pod�a suceder f�cilmente que hubiera cristianos. As� tambi�n, cuando esas carnes se vend�an en el mercado, un cristiano pod�a verse expuesto a comerlas en su propia casa o en la de otros.

Ahora pueden surgir varias preguntas sobre este tema. Y en primer lugar, �es permisible que un cristiano est� presente en una fiesta ofrecida en el templo de un �dolo? Algunos, en nombre de la libertad cristiana, respondieron: �S�! Audazmente se aprovecharon del adagio: Todo me es l�cito ( 1 Corintios 6:12 , 1 Corintios 10:23 ).

Otros dijeron: �No! porque en tal regi�n uno se expone al peligro de influencias malignas y hasta diab�licas. Los escr�pulos de los m�s timoratos iban m�s all�: Incluso en una casa particular, incluso en la propia casa, �no es peligroso comer de esa carne que ha figurado en el altar del �dolo? �No ha contra�do una corrupci�n que puede contaminar a quien lo come? En absoluto, respondieron otros. Porque los dioses de los paganos son s�lo seres imaginarios; la carne ofrecida en su altar no es ni m�s ni menos que la carne ordinaria.

Estos �ltimos eran ciertamente del n�mero de los que, en Corinto, se llamaban a s� mismos disc�pulos de Pablo. �Debemos concluir de ah�, con Ewald y otros, que los primeros eran �nicamente cristianos de origen jud�o, que se hac�an llamar disc�pulos de Pedro? No hay nada que demuestre esto. Incluso es algo dif�cil de sostener, como veremos, en vista de ciertos pasajes del cap. 8, que estos rigurosos eran principalmente cristianos de origen jud�o.

Varios comentaristas, el �ltimo entre ellos Holsten, consideran m�s bien a esos t�midos cristianos, y creo que con raz�n, como creyentes de origen gentil, que no pudieron liberarse de una vez y por completo de la idea en la que hab�an vivido desde la infancia, la de la realidad. y el poder de las divinidades que hab�an adorado. Podr�an ser confirmados en este punto de vista por la opini�n jud�a, de la cual se encuentran rastros a�n m�s tarde en la Iglesia, de que los �dolos representaban esp�ritus malignos.

En cuanto a los cristianos jud�os, el pasaje Romanos 14 muestra que, en cualquier caso, no debemos excluirlos por completo. Estos eran hombres a quienes el evangelio hab�a liberado s�lo a medias de sus prejuicios nacionales, particularmente de aquellos que consideraban que las deidades paganas eran tantas personalidades diab�licas.

La soluci�n de estas cuestiones estuvo erizada de dificultades. Una parte se aferraba firmemente a su libertad, la otra no menos seriamente a sus escr�pulos. El ap�stol debe evitar favorecer la superstici�n en el segundo o el libertinaje en el primero. Necesit� toda su sabidur�a pr�ctica y todo su amor para trazar una l�nea de conducta sobre este tema que fuera clara y adecuada para unir los corazones, en lugar de dividirlos.

Se ha preguntado por qu� no aplic� aqu� simplemente el decreto del Concilio de Jerusal�n ( Hechos 15 ), que llamaba a los creyentes gentiles de Siria y Cilicia a abandonar el uso de las carnes ofrecidas a los �dolos, por consideraci�n a la repugnancia de jud�os cristianos. Y algunos incluso han llegado a alegar el silencio del ap�stol como argumento contra la realidad hist�rica del decreto.

Pero (1) este decreto, por su propia naturaleza, solo pod�a tener un valor temporal, y pronto se supo en Antioqu�a, en relaci�n con la estancia de Pedro ( G�latas 2 ), las dificultades pr�cticas que se interpusieron en el camino de su aplicaci�n. (2) En el momento y en las circunstancias en que Pablo la hab�a aceptado, este ap�stol a�n no ocupaba su posici�n normal en la Iglesia.

Su autoridad apost�lica acababa de ser reconocida con dificultad por los ap�stoles. En Siria y Cilicia todav�a no estaba en su propio dominio, porque no fue �l quien fund� la Iglesia all�. Pero ahora era completamente diferente en Grecia; y hubiera sido una derogaci�n de su posici�n apost�lica, as� como de su espiritualidad evang�lica, resolver una cuesti�n de vida cristiana por medio de un decreto externo como un art�culo de ley.

Era del esp�ritu del evangelio que, en virtud de su autoridad y sabidur�a apost�lica, deb�a derivar la decisi�n que la Iglesia necesitaba. (3) Era tanto m�s importante que Pablo actuara as� porque ten�a sobre todo en el coraz�n formar la conciencia de los mismos corintios, y deducir espont�neamente de ella el punto de vista del curso a seguir: �Os hablo como a los sabios; juzguen ustedes mismos lo que digo� ( 1 Corintios 10:15 ).

Es precisamente por este m�todo seguido por el ap�stol que la discusi�n contenida en estos tres Cap�tulos puede sernos todav�a tan �til, aunque se refiera a circunstancias completamente diferentes. Pablo en esta ocasi�n asciende a los primeros principios de la conducta cristiana, y s�lo tenemos que recogerlos para aplicarlos a nuestras propias circunstancias. (4) Finalmente, este tema presentaba un sinf�n de complicaciones que no pudieron ser resueltas por el decreto sumario de Hechos 15 , y que exig�an un examen detallado.

El orden adoptado por el ap�stol es el siguiente: primero trata la cuesti�n poni�ndose en el punto de vista del amor. Un cristiano no debe preguntarse: �Qu� me conviene m�s? sino: �Qu� contribuir� con mayor seguridad a la salvaci�n de mis hermanos? ( 1 Corintios 8:1 a 1 Corintios 9:22 ).

Luego el ap�stol pasa a una segunda consideraci�n: la de la salvaci�n del hombre mismo que es llamado a la acci�n. Debe tener cuidado al usar su libertad no solo para no destruir a otros, sino tambi�n para no destruirse a s� mismo ( 1 Corintios 9:23 a 1 Corintios 10:22 ).

Finalmente, concluye recapitulando toda la discusi�n y estableciendo algunas reglas pr�cticas con respecto a los diferentes casos particulares que podr�an presentarse ( 1 Corintios 10:23-33 ).

Versículos 1-4

�Ahora bien, en cuanto a cosas sacrificadas a los �dolos, sabemos que todos tenemos conocimiento; el conocimiento envanece, pero el amor edifica. 2. Si alguno piensa que sabe algo, todav�a no sabe nada como debe saber. 3. Pero si alguno ama a Dios, �se es conocido de El 4. En cuanto al comer de las cosas que se ofrecen en sacrificio a los �dolos, sabemos que un �dolo no es nada en el mundo, y que no hay Dios pero uno."

Podr�amos tomar la preposici�n ????, a prop�sito de , con su r�gimen como una especie de t�tulo: �En cuanto a las carnes consagradas....� En ese caso debemos entender: �Esto es lo que tengo que decirte ;� borrador 1 Corintios 7:1 . Pero tambi�n podemos hacer depender esta preposici�n del verbo ???????, sabemos , o finalmente, de la expresi�n ?????? ??????, tenemos conocimiento; en este sentido: �Sabemos que en cuanto a las carnes ofrecidas en sacrificio, todos tenemos conocimiento.

En s� mismo este �ltimo significado podr�a ser adecuado; pero en 1 Corintios 8:4 , donde se retoma la oraci�n (despu�s de una interrupci�n), se omiten las palabras: tenemos conocimiento , y el ????, a prop�sito de , s�lo puede explicarse all�, y por consiguiente tambi�n en 1 Corintios 8:1 , en uno de los dos primeros significados.

La primera construcci�n tambi�n se deja de lado por 1 Corintios 8:4 , donde el ???? solo puede depender del verbo que le sigue, ???????, sabemos. Por lo tanto, somos forzosamente llevados a la segunda construcci�n: "Sobre el tema de las carnes... sabemos".

Despu�s de un verbo como el que conocemos , es m�s natural dar a ??? el significado de eso , que el significado de porque. Este sentido es confirmado por 1 Corintios 8:4 , donde evidentemente es el �nico posible.

Varios (Flatt, etc.) han supuesto que estas primeras palabras: A prop�sito de... sabemos que ..., fueron tomadas palabra por palabra por el ap�stol de la carta a los Corintios. Los miembros m�s avanzados de la Iglesia, sostienen, se expresaron as�: �Sabemos que cada uno est� suficientemente ilustrado sobre este tema, y ??en consecuencia somos perfectamente libres para usar nuestra libertad en la materia.

Pablo muestra despu�s ( 1 Corintios 8:7 ), contin�an, que esta afirmaci�n est� lejos de ser exacta. Pero, si as� fuera, tambi�n debemos atribuir a los Corintios 1 Corintios 8:4-6 , que son continuaci�n de la frase comenzada en 1 Corintios 8:1 ; ahora es evidente que es Pablo quien habla en estos vers�culos.

El sujeto de sabemos es, pues, en primer lugar, Pablo y S�stenes, que se dirigen a la carta, pero al mismo tiempo los Corintios, a quienes los autores incluyen con ellos en la misma categor�a. Quiz�s los corintios hab�an escrito algo similar a estas palabras iniciales; y Pablo opta por subrayarlo como su propia afirmaci�n: �S�, sin duda, lo sabemos, como te gusta repetirlo...�; borrador la m�xima similar reproducida por Pablo, 1 Corintios 6:11 .

Al retomar este comienzo de la oraci�n, 1 Corintios 8:4 , necesariamente debe sostenerse que un par�ntesis comienza en 1 Corintios 8:1 y contin�a hasta el final de 1 Corintios 8:3 .

La �nica pregunta es d�nde comienza este par�ntesis. Luther, Bengel, Olshausen, Heinrici, Edwards, etc., piensan que abre con la conj. ???, a los que dan el significado porque. Ya hemos dejado de lado este significado de ???, y a�adimos que el siguiente as�ndeton: �el conocimiento infla...�, estar�a lejos de ser natural tan pronto despu�s del comienzo de un par�ntesis; dos interrupciones sucesivas del pensamiento son inadmisibles. Por lo tanto, el par�ntesis no comienza hasta la segunda proposici�n del vers�culo: �El conocimiento hincha��.

En opini�n de Pablo, todo denota a todos los que compon�an la Iglesia. En el bautismo hab�an abjurado de los errores del polite�smo y aceptado lo que la Iglesia ense�aba sobre el �nico Dios verdadero. Por lo tanto, todos ten�an una cierta medida de conocimiento. �C�mo puede extraviarse Edwards hasta el punto de ver en este ??????, all , una alusi�n a los dem�s ap�stoles y al decreto del Concilio de Jerusal�n?

Pero, en esta palabra conocimiento, el ap�stol se detiene de repente; y se entrega a una breve digresi�n sobre la inutilidad y la nada de cierto tipo de conocimiento, as� como sobre la verdadera naturaleza de aquello a lo que debe reservarse este bello nombre. �Conocimiento, s�, todo el mundo lo tiene; pero cuando est� s�lo en la cabeza, y el coraz�n est� vac�o de amor, el conocimiento produce s�lo una vana inflaci�n , presunci�n, vanidad, ligereza.

A esta idea de inflaci�n contrapone el ap�stol la de edificaci�n , es decir, de un edificio s�lido y en crecimiento; plenitud, es decir, realidad, en oposici�n al vac�o y la apariencia. S�lo el amor puede producir en el que sabe y, por �l, en sus hermanos, un serio progreso moral. S�lo el amor saca de Dios el conocimiento real de las cosas divinas, y ense�a a quien lo recibe a adaptarlo a las necesidades de sus hermanos.

vv. 2 . El as�ndeton de 1 Corintios 8:2 (la ?? del TR deber�a, al parecer, ser rechazada) no indica una nueva interrupci�n. Es ese frecuente as�ndeton el que anuncia la reafirmaci�n m�s enf�tica del pensamiento anterior: �S�, ese conocimiento desprovisto de amor y de poder edificante, cuando lo miramos m�s de cerca, ni siquiera es un conocimiento verdadero.

� La expresi�n ?? ??? ?????, si alguno piensa que sabe , indica una pretensi�n vac�a; el conocimiento real, por el contrario, se denota por las palabras, como debe saber. La lectura ciertamente deber�a ser, con casi todos los Mjj., ?????????, en lugar de ??????? de TR; como dice Edwards, el segundo de estos t�rminos significa: conocer un hecho, mientras que el primero significa: estar completamente familiarizado con , haber penetrado en la cosa. Ahora bien, este segundo significado es el �nico adecuado aqu�.

Poco importa si leemos con el Alex. ????, todav�a no , o con el Greco-Lat. y el Byz. ??????, todav�a no. En cuanto al prono. ?????, nada , del TR, ciertamente deber�a ser suprimido (con la mayor�a de los Mjj.). Debilita la idea en lugar de fortalecerla. No es el conocimiento de esto o aquello lo que el ap�stol niega al hombre que est� lleno de s� mismo y vac�o de amor; es la posibilidad misma del conocimiento.

S�lo se puede conocer asimilando el ser a conocer, y s�lo se puede asimilarlo renunciando a s� mismo para entregarse a �l. El amor, pues, es la condici�n de todo conocimiento verdadero, y sobre todo, cuando, como aqu�, se trata de Dios y de su pensamiento y voluntad; borrador 1 Juan 4:8 : �El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor.�

vv. 3 es la ant�tesis de 1 Corintios 8:2 : Sin amor, no hay conocimiento ( 1 Corintios 8:2 ); con amor, conocimiento verdadero ( 1 Corintios 8:3 ).

Pero �por qu�, en lugar de: ��ste conoce a Dios�, dice el ap�stol: � �ste es conocido de Dios�? �Quiere negar la primera de estas dos ideas? Seguramente no. Pero �l aclara, por as� decirlo, esta primera etapa, que se comprende a s� misma, para elevarse de un salto a la etapa superior, que la supone y la implica. Ser conocido por Dios es m�s que conocerlo. Esto aparece de G�latas 4:9 : �Pero ahora, habiendo conocido a Dios, o m�s bien siendo conocido de �l.

�En una residencia, todo el mundo conoce al monarca; pero no todos son conocidos por �l. Esta segunda etapa del conocimiento supone intimidad personal , una especie de familiaridad; un car�cter que es extra�o al primero. Por lo tanto, no necesitamos tratar de dar a la expresi�n �ser conocido por Dios�, un significado excepcional, que fue hecho por Erasmo: ��l es reconocido por Dios como su verdadero disc�pulo�; y por Grocio: ��l es aprobado por �l.

� Beza lleg� incluso al extremo de dar al pasivo ????????, se sabe , el sentido de un Hophal hebreo: ��l es interpretado sabiendo, puesto en posesi�n del conocimiento de Dios�. La palabra saber se toma aqu� en el mismo sentido que en Salmo 1:6 : �El Se�or conoce el camino de los justos�, un pasaje que Heinrici compara correctamente.

El ojo de Dios puede penetrar en el coraz�n que lo ama a �l ya su luz, para iluminarlo. A esta luz se forma una �ntima comuni�n entre �l y Dios; y esta comuni�n es la condici�n de todo conocimiento verdadero, del ser conocido por Dios del hombre como del ser conocido de Dios por el hombre.

El pronombre ?????, este mismo , no se refiere a Dios, sino al hombre; significa: �Este mismo verdaderamente�, en oposici�n a aquellos ??????, todos , a quienes el privilegio del conocimiento fue atribuido tan libremente en Corinto ( 1 Corintios 8:1 ).

Despu�s de esta digresi�n, para la cual hab�a demasiada raz�n, el ap�stol vuelve al pensamiento que hab�a comenzado a enunciar, 1 Corintios 8:1 .

vv. 4 . El ???, por lo tanto , indica, como lo hace con frecuencia, la reanudaci�n de la oraci�n interrumpida; pero con esta diferencia, que por el hecho del conocimiento (el ?????? ?????) Pablo sustituye como objeto del sabemos los contenidos del conocimiento.

El t�rmino ??????, el acto de comer , que aqu� introduce (no aparec�a en 1 Corintios 8:1 ), tiene algo de desd�n; enfatiza el car�cter inferior y material del acto en cuesti�n.

El contenido del conocimiento que Pablo atribuye a todos los cristianos es el credo monote�sta, tal como se resume en las dos proposiciones siguientes. Y primero la nada de los �dolos; ????? podr�a ser un adjetivo: � ning�n �dolo�. En ese caso, debemos aplicar el t�rmino �dolo a la deidad falsa misma. Ninguna de esas deidades adoradas por los paganos tiene existencia alguna en el c�rculo de los seres reales ( el mundo ).

As� Meyer, de Wette, etc. Pero, dice Edwards, es dudoso que ???????, el �dolo , pueda denotar al Dios falso, sin que la imagen lo represente; los ejemplos citados no prueban esto. �l explica as�: No hay en la creaci�n ninguna imagen visible de Dios; la �nica imagen real de Dios es la que est� en los cielos: Cristo (Col 1,15; 2 Corintios 4:4 ).

Pero uno siente de inmediato cu�n extra�o es este pensamiento al contexto. El sujeto en cuesti�n para la �poca es Dios; solo despu�s Pablo vendr� a Jesucristo, como el �nico Se�or ( 1 Corintios 8:6 ). Lo que ha llevado a algunos a hacer de ????? un adjetivo, es el siguiente ??????, que evidentemente significa no.

Pero, �por qu� la construcci�n de las dos proposiciones debe ser la misma? El ????? debe tomarse como predicado: �Que un �dolo no es nada en el mundo�. Debe recordarse que la estatua fue juzgada por los paganos como la morada y agente del dios mismo, por lo que el ap�stol quiere decir: Si en el mundo de los seres buscas uno que corresponda a la estatua y persona de J�piter, Apolo, etc. ., no encontrar�s nada.

En la siguiente proposici�n debe rechazarse la palabra ??????, otro (que se encuentra en el TR).

Ciertamente no hab�a ni un solo cristiano en Corinto que no hubiera suscrito estas dos proposiciones; y el ap�stol puede haberlos tomado prestados de la propia carta de la Iglesia. �l mismo las confirma explic�ndolas, pero al mismo tiempo complet�ndolas y limit�ndolas prudentemente en los dos vers�culos siguientes.

Versículos 1-22

I. La Cuesti�n considerada desde el Punto de Vista de la Salvaci�n del Pr�jimo. 8:1-9:22.

El ap�stol prueba que si hay un conocimiento que todos poseen por igual ( 1 Corintios 8:1-6 ), subsiste una diferencia de grado que impone deberes a una clase con respecto a las dem�s ( 1 Corintios 8:7-13 ); luego muestra con su propio ejemplo c�mo deben cumplirse tales obligaciones ( 1 Corintios 9:1-22 ).

Versículos 5-6

�Porque aunque haya que se llamen dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como hay muchos dioses, y muchos se�ores, 6. pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros en �l, y un Se�or, Jesucristo, por quien son todas las cosas, y nosotros por �l.� ??? ???, y de hecho. Pablo afirma, en armon�a con los corintios, que cualquiera que sea la multiplicidad de dioses adorados por los paganos, el cristiano reconoce un solo Dios, Aquel cuyo car�cter define aqu�, y un solo Se�or, el Mediador entre Dios y los hombres.

�La imaginaci�n de los griegos�, dice Beet, �llen� de divinidades los cielos visibles e invisibles, y en la tierra, las monta�as, los bosques y los r�os�. Estos son los ????????? ????, los seres designados con el nombre de dioses y adorados como tales, pero que, como indica el ep�teto, s�lo tienen el nombre de deidad. Las dos proposiciones que comienzan, la una con ?????, aunque la otra con ?????, como de hecho , han sido entendidas muy diversamente, seg�n los dos verbos ????, que est�n al principio de ambos, se han tomado para denotar una existencia l�gica o real.

En opini�n de R�ckert, Olshausen, Meyer, Kling, Hofmann, la existencia real debe entenderse en ambos casos en este sentido: �Incluso si (?????) los dioses de la mitolog�a existen realmente (suposici�n que no es absurda), conforme a el hecho de que (?????) existen realmente dioses y se�ores en abundancia (los �ngeles en sus diferentes �rdenes enumerados por Pablo, Efesios 1:21 ; Colosenses 1:16 ; comp.

Deu 10:17 y Sal 136:2-3), aunque tales dioses realmente existan, sin embargo, para nosotros, los cristianos, hay un solo Dios y un solo Se�or�. Pero no es f�cil explicar claramente la relaci�n entre estas dos existencias reales, la primera de las cuales en este entendimiento se pone como hipot�tica, y luego la segunda como cierta, y que, sin embargo, ambas se refieren a un mismo sujeto. Otros, como Cris�stomo, Calvino, Beza, Neander, de Wette, consideran estas dos existencias como imaginarias.

�Aunque (?????) los paganos adoran a una multitud de dioses ficticios, como se puede ver, de hecho (?????), seg�n ellos, cada lugar est� lleno de dioses y se�ores...�. Pero el propio de Wette no puede evitar ver la tautolog�a in�til de estas dos proposiciones de significado realmente id�ntico. Los comentaristas de un tercer punto de vista, como Grotius, Billroth, entienden que el primero de los dos ????, es , en el sentido de una existencia real, el �ltimo en el de una existencia imaginaria: �Aunque existe realmente una multitud de seres, tales como el cielo, el sol, la luna, la tierra, el oc�ano, que se hacen dioses, como se puede ver de hecho que entre los paganos estos son deidades.

Pero �con qu� mira insistir�a as� el ap�stol en la realidad de las criaturas que el paganismo hab�a deificado? Si, como es exacto, uno de los dos verbos debe denotar una existencia real y el otro una existencia ficticia, �no es mucho m�s natural interpretar en este �ltimo sentido que uno de los dos ???? ( son ), que va acompa�ado del participio ?????????, llamado? Pues esta aposici�n sin duda no nos obliga (comp.

2Tes 2,4) atribuir un car�cter imaginario a estos dioses, pero lo permite y lo conduce. En este caso el siguiente ser�a el significado del verso: �Aunque hay en abundancia seres llamados dioses, y adorados como tales, con quienes la imaginaci�n de los pueblos paganos tanto del cielo como de la tierra (J�piter, Apolo, Marte, Ceres, Baco, Ninfas), ya que de hecho (?????) realmente existen, no debemos ser enga�ados sobre el punto de muchos dioses y muchos se�ores.

...� Con estas �ltimas palabras el ap�stol quiere decir que si las deidades mitol�gicas particulares son s�lo ficciones, hay sin embargo detr�s de estas ficciones una realidad de la que debemos tener en cuenta. En 1 Corintios 10:20 declara expresamente que �lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican�; no, ciertamente, que considere al dios J�piter como un demonio y al dios Apolo como otro; pero en el paganismo en general reconoce la obra de esp�ritus malignos, que han apartado al hombre de Dios, y han llenado el vac�o as� formado en el alma con esta vana e impura fantasmagor�a.

Es en el mismo sentido que �l describe a los demonios, Efesios 6:12 , como �pr�ncipes de las tinieblas presentes�; que llama a Satan�s, 2 Corintios 4:4 , el dios de este mundo que ciega a los incr�dulos; y que Jes�s mismo lo llama Pr�ncipe de este mundo ( Juan 12:31 ; Juan 14:30 ).

El t�rmino, muchos dioses , se refiere a los jefes de este reino de las tinieblas; el t�rmino, se�ores muchos , a los esp�ritus inferiores, los agentes subordinados; borrador en nuestra Ep�stola 1 Corintios 15:24 .

Si la cr�tica, tal como se practica en nuestros d�as, tuviera el menor inter�s en oponer nuestra Ep�stola a la de los Romanos, �cu�n f�cil le ser�a sostener por medio de este pasaje que proceden de dos autores diferentes! , o que las ideas del ap�stol se hab�an cambiado en el intervalo entre una y otra! En efecto, la explicaci�n que da el ap�stol del origen del paganismo en la Ep�stola a los Romanos (cap.

1) es puramente psicol�gica y deja completamente fuera de consideraci�n toda influencia ejercida por seres superiores. Pero las dos explicaciones son verdaderas juntas y se completan mutuamente. El ap�stol enfatiza en cada Ep�stola lo que es de importancia para el tema que est� tratando; en Romanos, donde quiere sacar a la luz la corrupci�n de la humanidad, muestra el origen moral de la idolatr�a: c�mo este gran pecado colectivo proced�a del coraz�n del hombre; en nuestra ep�stola, donde tiene a la vista ciertas reglas pr�cticas para la conducta de los corintios, enfatiza la influencia diab�lica que concurri� para producir el paganismo.

�No se puede sacar de este hecho una lecci�n de prudencia y sabia reserva para tantos otros casos an�logos? Se ver� despu�s con qu� vista el ap�stol presenta aqu� simult�neamente estos dos aspectos de la verdad: por un lado, la nada de las divinidades paganas; y, por otro, la diab�lica realidad que se esconde bajo esta vac�a fantasmagor�a. El primer punto de vista justificar� la libertad permitida en cuanto al consumo de las carnes ofrecidas; el segundo, la prohibici�n absoluta de participar en las fiestas de los �dolos.

vv. 6 _ Con estos dioses y se�ores ficticios, y sin embargo, en cierto sentido, reales, Pablo contrasta forzosamente con el adverbio ????, pero , y el pronombre ????, para nosotros , antepone, al �nico Dios y al �nico Se�or reconocido por la conciencia cristiana. . El t�tulo de Padre , a�adido a la palabra Dios , se toma en el sentido absoluto en el que abarca Su Paternidad tanto en relaci�n con Cristo como con nosotros.

El ap�stol a�ade aqu� dos nociones: el proceder de todas las cosas s�lo de Dios (?? ??, de quien ), y la consagraci�n moral de los creyentes s�lo a �l (??? ?????, para �l ). En tal contexto, no puede tener la intenci�n de describir Su grandeza y perfecci�n; pero quiere decir que nada de todo lo que forma parte del universo creado por tal Ser (en particular las carnes ofrecidas) puede contaminar al creyente ( 1 Corintios 10:25-26 ). �C�mo lo que es hecho por Dios podr�a impedirle ser y permanecer para Dios lo que debe ser? (ver Hofmann).

As� como Dios, el Padre, se contrasta con las principales deidades paganas, Cristo, el Se�or , lo es con las deidades secundarias que serv�an como mediadores entre los grandes dioses y el mundo. Lo que Pablo quiere decir es que como el mundo es de Dios, y la Iglesia para Dios; as� el mundo es por Cristo, y la Iglesia tambi�n por �l.

La primera de las dos proposiciones relativas a Cristo: por quien son todas las cosas , s�lo puede aplicarse, como lo reconocen todos los cr�ticos de nuestro tiempo, de Wette, Heinrici, Reuss, Meyer, e incluso Pfleiderer y Holtzmann, a la obra de creaci�n. Baur piensa que el ??? puede estar referido tanto en la primera proposici�n como en la segunda a la obra de la redenci�n. Pero el ?????, nosotros , de la segunda proposici�n opone evidentemente a los cristianos, como objetos de redenci�n, con ?? ?????, todas las cosas , como objetos de otra obra, que, como muestra la proposici�n anterior, s�lo puede ser creaci�n.

Holsten, por s� solo, no puede llegar a esta confesi�n. En las palabras todas las cosas por �l , encuentra s�lo la idea del gobierno de todas las cosas por el Cristo glorificado. Pero el por �l corresponde al de �l (?? ?????) de la proposici�n anterior, y por consiguiente s�lo puede aplicarse a la misma obra, la de la creaci�n, de la cual Dios es el autor y Cristo el agente. Es el mismo pensamiento que en Colosenses 1:15-17 , donde el ?? corresponde a nuestro ???, y como en Juan 1:3 , donde el ?? ????? expresa la creaci�n de todas las cosas por el Logos.

La idea que encuentra Holsten en esta proposici�n estar�a, adem�s, fuera de toda relaci�n con el objeto de Pablo, que es mostrar que una comida divinamente creada no puede separar al hombre de Dios. El Vaticano , en lugar de ?? ??, dice ?? ??, a causa de qui�n; evidentemente el error de un copista.

En la segunda proposici�n la palabra ?????, nosotros , en contraste con todas las cosas , muestra que el sujeto en cuesti�n es la creaci�n espiritual realizada por Cristo, la obra de salvaci�n. Estas palabras tienen su comentario en Colosenses 1:18-22 , como las precedentes en Colosenses 1:15-17 .

Forman la contrapartida de la segunda proposici�n anterior relativa a Dios. En el orden f�sico somos de Dios y por Cristo; en el orden espiritual somos por Cristo y para Dios.

Ya hemos se�alado m�s de una vez c�mo, a pesar de la diversidad de formas, las opiniones de Pablo coinciden con las de Juan. Acabamos de ver esto en relaci�n con el r�gimen ?? ??, que tan v�vidamente nos recuerda el ?? ????? de Juan 1:3 . Esta conexi�n es igualmente llamativa si comparamos desde el punto de vista cristol�gico este dicho de Pablo con Juan 17:3 .

En los dos pasajes se destaca fuertemente la distinci�n personal entre Dios y Cristo, aunque la comunidad de naturaleza entre ambos se desprende de esta misma distinci�n, y de todo el resto de los libros donde se contienen estos dichos. Reuss sostiene que en el Evangelio de Juan hay dos teor�as opuestas que van una al lado de la otra; pero debemos en ese caso decir lo mismo de los escritos del Ap�stol Pablo, cuya rigurosa l�gica nadie discute.

De hecho, no hay contradicci�n en ninguno de los dos; porque ambos subrayan con plena conciencia de lo que afirman la subordinaci�n del Hijo en la unidad de la vida Divina; ver com. 1 Corintios 3:23 .

Aqu� tenemos uno de los pasajes que establecen la unidad completa de la cristolog�a del ap�stol en sus primeras cartas, y en las de su encarcelamiento (Col., Eph., Phil.). �Que se ponga fin, entonces�, dice Gess correctamente ( Apost. Zeugn. , ii. p. 295), �a la afirmaci�n de que la cristolog�a de las Ep�stolas posteriores es contraria a la de Pablo; seg�n el cual Cristo, se sostiene, no es m�s que el hombre ideal o celestial, y que aunque uno se vea obligado a admitir que nuestro paso lo convierte en el mediador de la creaci�n del universo!�

Hasta aqu�, dir�a San Pablo, todos somos uno, pero aqu� ahora est� el punto donde comienza la diferencia, y esta diferencia impresiona al cristiano que ama, mira y se sacrifica hacia aquellos cuyo juicio difiere del suyo.

Versículo 7

�Sin embargo, no hay en todos los hombres ese conocimiento. Algunos, por el h�bito que tienen hasta este momento de [creer en] el �dolo, comen las carnes ofrecidas al �dolo, y su conciencia, siendo d�bil, se contamina�.

El fuerte contraste indicado por el ???? ???, pero no , y por el lugar dado al comienzo de la oraci�n al ?? ?????, en total (opuesto a ????, para nosotros , 1 Corintios 8:6 ), puede parafrasearse como sigue: �Pero este conocimiento monote�sta que todos poseemos a�n no se ha desarrollado en la conciencia de todas sus consecuencias plenas.

A primera vista, las palabras iniciales de este vers�culo parecen contradecir la afirmaci�n de 1 Corintios 8:1 (�sabemos que todos tenemos conocimiento�), y fue esta supuesta contradicci�n la que llev� a varios cr�ticos a referirse a las palabras de 1 Corintios 8:1 solo a los cristianos ilustrados de Corinto (Beza, Flatt, etc.

), o a estos con la adici�n del ap�stol (Meyer). 1 Corintios 8:7 en este caso se referir�a �nicamente a los cristianos d�biles, y estar�a de acuerdo sin dificultad con 1 Corintios 8:1 . Pero al escapar as� de una contradicci�n, caemos en otra.

�C�mo, desde este punto de vista, podemos explicar el ??????, todo , de 1 Corintios 8:1 , teniendo en cuenta el ??? ?? ?????, no en todo , de 1 Corintios 8:7 ? El todo de 1 Corintios 8:1 necesariamente requerir�a haber sido calificado por alguna restricci�n.

Adem�s de esto, como observa de Wette, el ap�stol acaba de desplegar en 1 Corintios 8:6 el contenido del conocimiento, y lo ha hecho como hablando no en nombre de algunos, sino de todos los cristianos ( nosotros , en oposici�n al pagano). La aparente contradicci�n entre 1 Corintios 8:1 ; 1 Corintios 8:7 , por lo tanto, debe resolverse de manera diferente.

Hay que tener en cuenta dos diferencias de expresi�n. En 1 Corintios 8:1 : todos tenemos; aqu�: en todo no hay; en 1 Corintios 8:1 : [alg�n] conocimiento , cierto conocimiento (?????? sin art�culo); en 1 Corintios 8:7 , [el] conocimiento (?????? con el art�culo): �Todos tienen el conocimiento monote�sta en general (un conocimiento cierto, 1 Corintios 8:1 ); pero el conocimiento preciso que est� en cuesti�n aqu� (a saber, que las deidades paganas no existen y, en consecuencia, no pueden contaminar ni las carnes que se les ofrecen ni a quienes las comen), este conocimiento no es en absoluto, a�n no ha penetrado profundamente en la conciencia de todos, para liberarlos de todo escr�pulo.

�Cu�ntas verdades poseemos por haber aprendido nuestro catecismo, cuyas conclusiones pr�cticas a�n estamos lejos de haber sacado! �Cu�ntas personas ridiculizan la creencia en fantasmas, a quienes el miedo a los esp�ritus aterroriza cuando se encuentran solos en la noche! Son numerosas las supersticiones id�latras que todav�a ejercen su influencia sobre nuestra cristiandad monote�sta.

Los corintios fuertes no hicieron esta distinci�n entre el conocimiento te�rico y su aplicaci�n pr�ctica; y de ah� que se creyeran con derecho a dejar de lado toda consideraci�n por los d�biles: �La libertad de comer carnes ofrecidas a los �dolos se deriva l�gicamente del principio monote�sta com�n a todos; �tanto peor para los que queremos l�gica! No estamos llamados a ponernos por un hermano que razona mal.

Esto era fuerte en l�gica, pero d�bil en ????? ( amor ). Y por eso el ap�stol hab�a introducido al comienzo de este cap�tulo la breve digresi�n sobre el vac�o del conocimiento sin amor.

Hay lugar para vacilar entre la lectura del TR: ?? ??????????, a trav�s de la conciencia , seg�n el Byz. y Greco-Lat.'s, el Itala y el Peschito , y el de Alex. y de una traducci�n sir�aca posterior: ?? ????????, por h�bito. Meyer, Heinrici, Holsten han vuelto, contrariamente a la autoridad de Tischendorf (octava edici�n), a la lectura recibida.

Alegan su dificultad. Pero, �no es muy improbable que la palabra ????????, tan rara en el Nuevo Testamento (s�lo se encuentra dos veces), haya sido sustituida por el t�rmino ??????????, que aparece en este mismo vers�culo y dos veces m�s en este cap�tulo? ( 1 Corintios 8:10 ; 1 Corintios 8:12 ).

En cuanto al sentido. ??????????, conciencia , denotar�a la convicci�n interna de la realidad del �dolo, que en tales personas ha sobrevivido a su conversi�n. El t�rmino ???????? denota la costumbre que tienen de considerar al �dolo como un ser real. Las palabras ??? ????, hasta ahora especialmente colocadas, como est�n en la mayor�a de Mjj., antes de ??? ???????, se aplican naturalmente, no al verbo, sino al sustantivo que precede, y concuerdan perfectamente con la noci�n de h�bito: un h�bito ( que dura) hasta ahora, incluso despu�s de que la nueva fe hubiera puesto fin a ella.

Si esta es la lectura verdadera, la conclusi�n es casi necesaria de que las personas en cuesti�n eran de origen pagano. El viejo prejuicio, bajo cuyo dominio hab�an vivido, resist�a a la l�gica. No pod�an imaginar que los poderes que durante tanto tiempo hab�an reverenciado bajo los nombres de Zeus, Marte, Minerva, etc., no ten�an alguna realidad. De ah� que las carnes ofrecidas en su altar ya no pudieran ser simples carnes; deben haber tomado algo del car�cter maligno de esos mismos seres. Y por lo tanto el cristiano que los come en este car�cter (?? ???????????, como sacrificado ) est� ipso facto contaminado.

�Qu� quiere decir el ap�stol con la expresi�n conciencia d�bil? El t�rmino ??????????, conciencia , denota estrictamente el conocimiento que el Ego tiene de s� mismo, como queriendo y haciendo el bien o el mal (la conciencia moral), y de s� mismo en lo que piensa y sabe (la conciencia te�rica). Es la conciencia moral la que est� aqu� en cuesti�n. Es d�bil, porque un escr�pulo religioso, del que el evangelio deber�a haberlo liberado, todav�a lo ata a seres que no tienen existencia y le impide actuar normalmente.

Probablemente aquellos antiguos paganos, mientras se adher�an a la creencia en un solo Dios, todav�a consideraban a sus deidades de otros d�as, si no como dioses, al menos como poderes terribles. El ap�stol agrega que esta conciencia ser� contaminada , si la persona come de esas carnes en este estado. De hecho, este acto permanece sobre ella como una mancha que separa del Dios santo al hombre que lo ha cometido mientras �l mismo lo desaprueba.

Versículos 8-9

�Ahora bien, la comida no nos recomienda a Dios: porque ni si comemos, somos mejores; ni, si no comemos, somos peores. 9. Pero mirad que esta vuestra libertad no se convierta en piedra de tropiezo para los que son d�biles.� La transici�n entre este vers�culo y el anterior es como sigue: Al comer tales alimentos, puedes inducir al hermano d�bil a contaminarse ( 1 Corintios 8:8 ); pero en cuanto a ti, no tienes nada que ganar, como tampoco tienes que perder si no comes. La conclusi�n es obvia.

El verbo ??????????, presentar , se usa a menudo para la presentaci�n de ofrendas a Dios; borrador Romanos 12:1 ; Romanos 6:13 , etc.; y si leemos el verbo en presente con el TR, es el sentido m�s natural: �No est� en poder de las carnes a�adir ni quitar nada al valor que nuestra consagraci�n a Su servicio tiene a la vista de Dios.

�Si leemos el futuro con Alex., debemos, como Holsten y otros, aplicar el verbo al d�a del juicio; borrador 2 Corintios 4:14 ; Romanos 14:10 : �Las carnes no nos har�n estar de pie delante de Dios en aquel d�a.� Este significado es mucho m�s ajeno al contexto; porque la amenaza no vendr� hasta m�s tarde ( 1 Corintios 8:11-12 ).

Los paralelos citados a su favor no prueban nada, ya que el verbo presente se usa en una relaci�n completamente diferente. Aqu� tenemos una m�xima general, con la cual el presente est� de acuerdo. Bengel, Meyer, Hofmann, para explicar m�s f�cilmente la conexi�n de esta proposici�n con las dos alternativas siguientes, dan al verbo un significado moralmente indiferente: �Las carnes no determinan nuestra relaci�n con Dios ni para bien ni para mal ( neque ad placendum, neque ad displicendum , Bengel).

Este sentido ser�a m�s natural en el estilo filos�fico que en el lenguaje b�blico. El significado que hemos dado puede ser adecuado en las dos proposiciones siguientes; la privaci�n de lo que no tiene relaci�n, no causa p�rdida.

El orden de las dos proposiciones siguientes en AB (ver nota cr�tica) es condenado por las otras Mjj. y por las versiones antiguas.

Calvino, Mosheim y otros han visto en este vers�culo una objeci�n de los corintios: �No siendo las carnes capaces de procurar ni aprobaci�n ni condenaci�n, en consecuencia podemos actuar a voluntad�. Pablo, dicen, responde en 1 Corintios 8:9 . Pero este argumento ser�a m�s contrario que favorable a la conducta de los fuertes.

Porque si aquellas carnes no les causaron ganancia ni p�rdida, sino que por ellas pueden hacer pecar a su hermano ( 1 Corintios 8:7 ), es evidente que deben abstenerse en los casos en que se produzca este �ltimo resultado. Por lo tanto, la consecuencia de 1 Corintios 8:8 es que no se debe dar ninguna importancia a esas carnes en s� mismas.

De ah� 1 Corintios 8:9 : Pero es importante no hacer pecar al hermano por medio de esas carnes.

vv. 9 _ El ?? es adversativo: pero. El t�rmino ???????, consideren bien , se opone a la ligereza con que los corintios usaban su derecho.

En la palabra ???????, poder, derecho , aqu� libertad , hay una alusi�n a la f�rmula favorita de los fuertes de Corinto: �Todo me es l�cito�. Debe observarse la conexi�n entre ??????? y ??????.

El pronombre ????, esta libertad , contrasta fuertemente este poder, que es en s� mismo una ventaja, con los malos efectos que puede producir cuando se ejerce imprudentemente. Y ahora, a partir de estas consideraciones generales, el ap�stol llega a su aplicaci�n.

Versículos 10-11

�Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en el templo de los �dolos, �no se animar� la conciencia del que es d�bil a comer lo que se ofrece a los �dolos? 11. Y as� por tu conocimiento perece tu hermano d�bil, por quien Cristo muri�.�

El for indica que aqu� est� el peligro que Pablo ten�a en mente cuando dijo: �Cuidado! en 1 Corintios 8:9 .

Este cualquier hombre es uno de los algunos de 1 Corintios 8:7 .

Evidentemente , debe preferirse la lectura ??, ti , a la de Mjj., que omiten este pronombre.

El t�rmino ?????????, la situaci�n en la que se coloca el �dolo, no es com�n en el griego cl�sico; ni siquiera se menciona en el gran diccionario de Passow. Fue formada por escritores jud�os (1Ma 1:47; 1Ma 10:83) sobre el modelo de las palabras ????????, ????????????, templo de Baco, Neptuno, etc.; el ap�stol sin duda lo usa para evitar la palabra ???? (Edwards).

Est� lejos de ser probable que un antiguo jud�o se encontrara dentro del recinto de un templo id�latra, y menos a�n que la vista de un cristiano participando de tal banquete le hubiera inspirado el deseo de comer carnes ofrecidas al �dolo; este espect�culo, por el contrario, lo habr�a llenado de horror. El hermano d�bil es, pues, como hemos dicho, m�s bien un antiguo pagano.

El t�rmino ??? ???????????????, ser� edificado , [envalentonado], se usa con evidente iron�a. Basta recordar que el creyente m�s adelantado debe haber edificado al otro por su conocimiento superior, iluminando su conciencia y emancip�ndolo de sus falsos escr�pulos, mientras que por su imprudencia lo lleva a pisotear su conciencia, y as� sustituye la falsa edificaci�n por el verdadero: ��l lo ilumina y lo fortalece para su p�rdida! �Buena edificaci�n! Puede parecer sorprendente que aqu� Pablo deje pasar la conducta del cristiano fuerte sin llamar su atenci�n sobre el mal que �l mismo puede cometerse al participar en tal banquete en tal lugar.

Pero el ap�stol nunca se desv�a de su tema. Su tema aqu� es la abnegaci�n que impone el amor al pr�jimo. Luego ( 1 Corintios 10:15-21 ) tratar� el otro lado de la cuesti�n, el del peligro a que se expone el creyente fuerte.

vv. 11 _ Si leemos por , con los dos Mjj m�s antiguos, esta part�cula se refiere al t�rmino ir�nico ser� edificado [envalentonado]: �edificado, porque como el fruto de �l perece!� Pero me parece m�s natural simplemente leer, con todos los dem�s Mjj. y el Peschito , ???, en el sentido de: y as�. En cuanto al tiempo del verbo, el presente, perece , en el Alex.

debe preferirse al futuro, perecer� , del TR El ap�stol est� pensando en el efecto inmediato: ��l est� desde ese momento en camino de perdici�n�. Una infidelidad, por peque�a que parezca, separa al creyente de su Se�or; al interponerse entre la rama y el tronco, interrumpe la comunicaci�n de vida que debe tener lugar de uno a otro.

Desde ese momento comienza la muerte espiritual, y si este estado contin�a y se agrava, como es inevitable en tal caso, la perdici�n eterna es su fin; borrador Romanos 14:15 . Cada palabra de este vers�culo tiene una fuerza propia: haz perecer; �Qu� �xito! Un hermano d�bil; �Qu� magnanimidad! A trav�s del conocimiento , que deber�a haber sido utilizado para su avance; �Qu� fidelidad en el uso de la gracia recibida! Un hermano a quien debiste haber velado como a la ni�a de tus ojos; �qu� amor! Un hombre por amor del cual Cristo se dio a s� mismo para morir; �Qu� gratitud!

Es este �ltimo particular, el pecado contra Cristo, que el ap�stol enfatiza m�s especialmente como el m�s grave de todos, en el vers�culo siguiente.

Versículos 12-13

�Pero cuando pecas as� contra los hermanos, y hieres su d�bil conciencia, pecas contra Cristo. 13. Por tanto, si la comida escandaliza a mi hermano, no comer� carne mientras el mundo est� en pie, no sea que haga ofender a mi hermano.�

Toda violencia hecha a la conciencia de un hermano, aunque no sea por ello arrastrado a un acto de infidelidad, es un pecado cometido contra Cristo, cuya obra tan dolorosamente cumplida comprometemos. Aqu� nuevamente hay una fuerza marcada en cada t�rmino: ???????, estrictamente hablando, golpear; ??????????, conciencia , la m�s sagrada de las cosas; ?????????, d�bil , tambale�ndose por la debilidad y, en consecuencia, reclamando la mayor consideraci�n; ??? ???????, contra Cristo , el mayor de los cr�menes.

vv. 13 _ Este pensamiento de 1 Corintios 8:12 habla tan v�vidamente en el coraz�n del ap�stol, que le inspira una especie de voto por el cual est� dispuesto a dedicar toda su vida. El ??????, por lo tanto , resume todos los motivos antes indicados, en particular el de 1 Corintios 8:12 : contra Cristo.

En lugar de un [tipo de] carne, deber�amos leer l�gicamente, este [tipo de] carne, o un [tipo de] carne. Pero el ap�stol generaliza la idea; aunque en la segunda parte del verso, por el uso de la expresi�n: carne , vuelve al caso particular. Emplea la primera persona, porque el sacrificio en cuesti�n es uno que un hombre puede imponerse a s� mismo, pero que no tiene derecho a imponer a los dem�s. Prefiere abstenerse de la carne toda su vida que hacer que uno de sus hermanos caiga aunque sea una sola vez con ella.

Holsten resume bien la idea del cap�tulo as�: Los fuertes buscaron la soluci�n de la cuesti�n desde el punto de vista del conocimiento y sus derechos; el ap�stol la encuentra desde el punto de vista del amor y de sus obligaciones.

Las �ltimas palabras de este cap�tulo forman evidentemente la transici�n al pasaje siguiente, en el que Pablo contin�a presentando a los corintios su propio ejemplo, record�ndoles el gran y constante sacrificio voluntario con el que acompa�a el ejercicio de su apostolado. Como Calvino observa a la perfecci�n (y tal es la verdadera transici�n del cap. 8 al cap. 9): � Quia in futurum pollicendo non omnibus fecisset fidem, quid jam fecerit, allegat.

Al sacrificio contingente de 1 Corintios 8:13 a�ade, como ejemplo a�n m�s convincente, el sacrificio que ya ha hecho, y que renueva diariamente, su renuncia a toda recompensa de las Iglesias fundadas por �l.

Información bibliográfica
Godet, Frédéric Louis. "Comentario sobre 1 Corinthians 8". "Comentario de Godet sobre Libros Seleccionados". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/gsc/1-corinthians-8.html.
 
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