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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Isaiah 7". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfb/isaiah-7.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Isaiah 7". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-25
CAPITULO 7
Cap�tulos 7, 8 y 9:1-7. PREDICCION DEL MAL EXITO DE LA INVASION SIRO-ISRAELITA EN CONTRA DE JUDA�ALIANZA DE ACAB CON ASIRIA, Y SUS FATALES RESULTADOS PARA JUDEA�NO OBSTANTE, LA CERTIDUMBRE DE LA PRESERVACION FINAL Y DE LA VENIDA DEL MESIAS. En las inscripciones asirias, el nombre de Rez�n rey de Damasco, figura entre los tributarios de Tiglat-pileser, los anales de cuyo reinado, que dur� diez y siete a�os, han sido descifrados. Tocante a los hechos hist�ricos de este cap�tulo, v�ase 2 Reyes 15:37-16:9, Rez�n de Siria y Peca de Israel, como aliados, avanzaron contra Jerusal�n. En la primera campa�a (2 Cr�nicas 28) �derrotaron a Acaz, caus�ndole muchos muertos�. Su prop�sito era, probablemente el de unir los tres reinos contra Asiria; Egipto parece haber favorecido este plan, a fin de interponer a estos reinos aliados entre su propia frontera y la de Asiria (cf. v. 18, �Egipto�; y 2 Reyes 17:4, alianza entre Oseas y Egipto). Rez�n y Peca habr�an advertido la inclinaci�n de Acaz hacia Asiria m�s bien que hacia su propia confederaci�n; as� que esto, y la antigua enemistad entre Israel y Jud� ( 1 Reyes 12:16), fueron la causa de que Rez�n y Peca invadieran a Jud�. Acaz, en la segunda incursi�n de sus enemigos (cf. 2 Cr�nicas 28 y 2 Reyes 15:37, con el cap. 16:5), her�do en su amor propio a causa de su primera derrota, acudi� a Tiglatpileser, a despecho de la amonestaci�n de Isa�as en este cap�tulo, de que m�s bien confiara en Dios; de consiguiente, dicho rey atac� a Damasco y mat� a Rez�n (2 Reyes 9). Esto ocurri� probablemente al mismo tiempo que condujo en cautiverio a una parte de Israel ( 2 Reyes 15:29), salvo que fuesen dos los ataques contra Peca: siendo el primero el de 2 Reyes 15:29 y el segundo en el que Tiglat auxili� a Acaz posteriormente [G. V. Smith]. Acaz se salv� al sacrificar la independencia de Jud� y pagar un fuerte tributo que continu� hasta la derrota de Sennaquerib, en el reinado de Ezequ�as (cap. 37; 2 Reyes 16:8, 2 Reyes 16:17; 2 Cr�nicas 28:20). El reinado de Acaz comenz� por el a�o 747 A. de C., y Peca fu� muerto en el a�o 738 [Winer].
1. Achaz�En los primeros a�os de su reinado se realiz� el designio de los dos reyes que se levantaron contra Jud�, el cual fu� planeado en el reinado de Joat�n ( 2 Reyes 15:37). Siria�En hebreo, Aram ( G�nesis 10:22); originalmente abarcaba toda la regi�n comprendida entre el Eufrates y el Mediterr�neo, incluso Asiria, de la que Siria es contracci�n; aqu� se hace referencia a la regi�n que comprende el circuito de Damasco hasta el monte L�bano. Jerusalem�Esta hubo de soportar un verdadero sitio, pero result� frustrado ( 2 Reyes 16:5).
2. se ha confederado�ha acampado en el territorio de Efraim [Maurer]; o mejor dicho: como Rez�n hab�a acampado contra Jerusal�n, �est� apoyado por� [Lowth] Efra�m, cuyo territorio se halla situado entre Siria y Jud�. La menci�n de �David� alude, por v�a de triste contraste, al tiempo presente y al de David, cuando �ste someti� a Siria bajo sus dominios ( 2 Samuel 8:6). Ephraim�las diez tribus. como � los �rboles del monte�fu� una agitaci�n simult�nea.
3. Sal ahora�fuera de la ciudad, al lugar donde Acaz se hallaba dirigiendo las obras de defensa, y cortando la provisi�n de agua para el enemigo, abasteciendo en cambio de ella a la ciudad. As� lo dice el cap. 22:9; 2 Cr�nicas 32:4. Searjasub�esto es, un residuo regresar� (cap. 6:13). Este mismo nombre (cf. v. 14; cap. 8:3) fu� un memorial permanente para Acaz y los jud�os de que la naci�n, no obstante la calamidad general (vv. 17-25; cap. 8:6-8) no ser�a totalmente destru�da (cap. 10:21, 22). conducto�un acueducto desde el estanque o dep�sito para abastecer de agua a la ciudad. Al pie de la colina de Si�n estaba la fuente de Silo� (cap. 8:6; Nehem�as 3:15; Juan 9:7), la que tambi�n se llamaba Gih�n; y quedaba al oeste de Jerusalem ( 2 Cr�nicas 32:30). Esa fuente abastec�a a dos estanques: el Superior o Antiguo (cap. 22:11), o del Rey ( Nehem�as 2:14), y el Inferior (cap. 22:9), que recib�a las aguas superfluas del superior. Este, que todav�a existe, dista unos seiscientos metros de la puerta de Jafa. La carretera que conduc�a al campo del batanero, el cual estaba cerca del agua para poder lavar las telas antes de secarlas y blanquearlas, probablemente corr�a paralela al acueducto.
4. Guarda, y rep�sate�es decir: Mira que te est�s quieto (no buscando la ayuda de los asirios, en un acceso de p�nico). dos cabos�meras extremidades de tizones casi consumidos (a punto de caer delante de los asirios v. 8), y por lo mismo inofensivos. que humean�como a punto de extinguirse; no en llamas. hijo de Remal�as�Peca, un usurpador ( 2 Reyes 15:25). Los orientales expresan su desprecio designando a uno no por su nombre, sino por el padre, especialmente cuando �ste es muy poco conocido ( 1 Samuel 20:27, 1 Samuel 20:31).
6. y la despertaremos�m�s bien, hag�mosla caer en consternaci�n [Gesenius], y la partiremos entre nosotros�Mejor: Part�mosla en dos. Su plan era dividir una gran parte del territorio entre ellos mismos, y constituir sobre el resto, y como rey vasallo, a uno de los suyos. hijo de Tabeel�un desconocido; un nombre que suena a sirio, favorecido quiz�s por un partido en Jerusal�n (cap. 8:6, 9, 12).
7. (cap. 8:10; Proverbios 21:30.)
8. cabeza�esto es, tanto en Siria como en Israel, la capital continuar� siendo la misma. Los aliados no conquistar�n a Jud�, sino que cada cual seguir� en posesi�n de sus dominios. sesenta y cinco a�os � dejar de ser pueblo�como estas palabras rompen la simetr�a del paralelismo en este vers�culo, habr� que colocarlas o despu�s �del hijo de Remal�as�, en el ver. 9, o bien referirlas a alguna profec�a anterior de Isa�as, o de Am�s, (seg�n lo exponen los escritores jud�os) como un par�ntesis, cuyo paralelismo lo constituyen las palabras �si vosotros no creyereis � no permanecer�is�. Unos dos a�os despu�s de esta fecha tuyo lugar una deportaci�n de israelitas bajo Tiglat-pileser ( 2 Reyes 15:29). Unos veinte a�os m�s tarde, se efectu� otra por Salmanasar ( 2 Reyes 17:1), cuando reinaba Oseas. Pero la �ltima, que �cort� enteramente a Israel, al punto de �no ser ya pueblo�, y que seguida de la colonizaci�n de Samaria por extranjeros, tuvo lugar bajo Esar-had�n, quien se llev� tambi�n a Manas�s, rey de Jud�, el a�o vig�simo segundo de su reinado, sesenta y cinco a�os despu�s de haberse proferido esta profec�a (Cf. Esdras 4:2, Esdras 4:10, con 2 Reyes 17:24; 2 Cr�nicas 33:11) [Usher]. El suceso, aunque tan lejano, fu� suficiente para infundir confianza al pueblo de Jud�, de que Dios como cabeza de la teocracia, intervendr�a al fin para destruir a los enemigos de su pueblo, de suerte que podr�an ahora contar con �l.
9. Si vosotros no creyereis � no permanecer�is�Acaz fu� v�ctima de la angustia por desconfiar de Dios y poner su confianza en Asiria.
11. Pide�Ya que t� no crees a las palabras del profeta. se�al�una prueba milagrosa que te asegure que Dios cumplir� su promesa de salvar a Jerusal�n (cap. 37:30; 38:7, 8). Las �se�ales�; o sean hechos presentes o cercanos que sirven como prendas para el m�s lejano futuro, ocurren frecuentemente en Isa�as. demand�ndola en lo profundo�liter., profund�zate, p�dela, esto es, Desciende a lo profundo de la tierra o del Hades (la Vulgata y Lowth) o asciende a lo alto para alcanzar la se�al (liter., rem�ntate en alto). Esta idea se encuentra en Mateo 16:1. Las se�ales en el cielo se contrastan con las de la tierra, y las de debajo de la tierra (como el resucitar a los muertos) que Jesucristo hab�a de obrar (cf. Romanos 10:6). El profeta le ofrece a Achaz amplios l�mites dentro de los cuales haga su elecci�n.
12. no tentar��una salida hip�crita so pretexto de que guardaba la ley ( Deuteronomio 6:16); �tentar�, esto es, poner a prueba a Dios, como en Mateo 4:7, buscando su milagrosa intervenci�n sin motivo justificado. Pero aqu� estaba la garant�a del profeta de Dios; el pedir una se�al, cuando �sta le era ofrecida, no habr�a sido tentar a Dios. La verdadera raz�n de que Acaz declinase pedir la se�al fu� porque estaba resuelto a no hacer la voluntad de Dios, sino negociar con Asiria y perseverar en la idolatr�a ( 2 Reyes 16:7, 2 Reyes 16:3, 2 Reyes 16:10). Hombres hay que a menudo excusan su desconfianza en Dios y conf�an en sus propias invenciones, so protexto de profesada reverencia para con Dios. Acaz pudo haber imaginado que aunque Jehov� era el Dios de Judea y pod�a realizar una se�al all�, eso no era prueba de que el dios local de Siria no pudiera ser m�s poderoso. Tal era la noci�n pagana com�n (caps. 10:10, 11; 36:18-20). �Os es poco �?��No os es bastante? ( N�meros 16:9). La alusi�n a �David� es para contrastar su confianza en Dios con la desconfianza de su degenerado descendiente Acaz. molestos�al poner a prueba la paciencia de los hombres; o sea, de los profetas. Isa�as hasta ahora no ha presentado ninguna se�al externa de que era el enviado de Dios; pero ahora Dios le ha ofrecido una se�al que Acaz ha desechado p�blicamente. De consiguiente, el pecado ahora no es meramente contra �los hombres�, sino abiertamente �contra Dios�. Por esa raz�n, Isa�as cambia sus dulces maneras en un atrevido reproche.
14. el mismo Se�or�Ya que t� no quieres pedir una se�al; es m�s, rechazaste el ofrecimiento de una. os dar� se�al�por amor a la casa del creyente �David� (Dios recuerda su pacto eterno, hecho con ese rey); no a causa del incr�dulo Acaz. He aqu��llama la atenci�n a lo extraordinario de la profec�a. virgen�de una ra�z que significa mantenerse oculta; las v�rgenes en el Oriente eran guardadas cuidadosamente de la vista de los hombres, bajo la custodia de sus padres. En el hebreo y en la Versi�n de los Setenta, el art�culo precede al nombre, otro tanto ocurre en el original griego de Mateo 1:23, donde se lee: la virgen, una mujer determinada, conocida del profeta y de sus oyentes; se�ala en primer t�rmino la mujer, todav�a virgen, que pronto llegar�a a ser la segunda esposa y dar�a a luz un hijo, cuya llegada a la edad del discernimiento (unos tres a�os) estar�a precedida por la liberaci�n de Jud� de sus dos invasores. Pero su m�s pleno significado se cumple en �la mujer� ( G�nesis 3:15), cuyo linaje aplastar�a la cabeza de la serpiente y librar�a al hombre de la cautividad (Jeremias 31:22; Miqueas 5:3). Est� escogido un lenguaje tal que mientras que es aplicable en parte al suceso inmediato, con todo, recibe su m�s pleno, apropiado y final cumplimiento en los acontecimientos mesi�nicos. La apropiaci�n que de tales profec�as hace el Nuevo Testamento no es una forzada �acomodaci�n�; que m�s bien, el cumplimiento temporal, y la adaptaci�n de una trascendental profec�a, al presente y transitorio suceso que anuncia t�picamente el gran fin central de la profec�a: Jesucristo ( Apocalipsis 19:10). Evidentemente, la fraseolog�a es de tal naturaleza que es m�s aplicable a Jesucristo que al hijo del profeta; �virgen� se aplica en el sentido m�s puro a la Virgen Mar�a, m�s bien que a la profetisa, que hab�a dejado de ser virgen cuando �concibi�. �Emmanuel�, Dios con nosotros ( Juan 1:14; Apocalipsis 21:3), no puede aplicarse en sentido estricto al hijo de Isa�as, sino s�lo al que inmediata y expl�citamente se llama (cap. 9:6) �el Ni�o, el Hijo, el Admirable (cf. 8:18), el Dios fuerte�. Rasgos locales y temporales (como en los vv. 15 y 16) se a�aden a cada tipo; de otra manera ya no ser�a un tipo, sino la cosa misma. Hay suficientes semejanzas al gran prototipo, como para que las puedan reconocer los que las buscan, y bastantes desemejanzas como para confundir a los que no desean descubrirlas. llamar��ella, o como reza una lecci�n marginal: t�, oh Virgen, llamar�s. Era frecuente el que las madres pusieran las nombres a sus hijos ( G�nesis 4:1, G�nesis 4:25; G�nesis 19:37; G�nesis 29:32). En Mateo 1:23 el griego reza �llamar�n.� Cuando se cumpli� la profec�a de una manera plenaria, el nombre Emmanuel ya no estuvo limitado a la noci�n que ten�a la profetisa en cuanto al car�cter del Mes�as y al parcial cumplimiento de la profec�a en su hijo, sino que entonces todos le llamaron por ese nombre (no literalmente), o m�s bien consideraron que el nombre descriptivo de Emmanuel era el que lo caracterizaba de la manera m�s peculiar y adecuada. ( 1 Timoteo 3:16; Colosenses 2:9). nombre�no un mero apelativo, el cual ni el hijo de Isa�as ni Jesucristo llevaron de modo literal, sino el que describe sus revelados atributos; esto es, su Car�cter (as� el cap. 9:6). El nombre, si se considera el objeto para el cual fu� destinado, no fu� arbitrario, sino caracter�stico del individuo. El pecado destruy� la facultad de percibir el ser interior; �sta es la causa de la separaci�n que ahora existe entre el nombre y la persona. En el caso de Jesucristo y de muchos que registra la Escritura, el Esp�ritu Santo ha suplido esta falta [Olshausen].
15. Manteca�Mejor, reques�n, cuyo �cido es muy apreciado en el Oriente ( Job 20:17). miel�Esta abunda en Palestina ( Jueces 14:8; 1 Samuel 14:25; Mateo 3:4). Los m�dicos dec�an que el primer alimento que deb�a d�rsele a un ni�o era miel, el siguiente, leche (Ep�stola de Bernab�). Horsley cree que esto sugiere la humanidad real de Jesucristo, por haber sido alimentado como los otros infantes ( Lucas 2:52). El v. 22, adem�s de aludir a la propiedad de la leche y la miel para la alimentaci�n de los ni�os, tambi�n da a entender el estado de angustia en que se hallar�n habitantes cuando, a causa de las invasiones, la leche y la miel, alimentos que se producen espont�neamente, ser�n los �nicos art�culos alimenticios de los cuales habr� abundancia [Maurer]. para que sepa�mejor: hasta que sepa. lo malo � escoger lo bueno�a los tres a�os aproximadamente comienza a despertarse la conciencia moral (cf. cap. 8:4; Deuteronomio 1:39; Jon�s 4:11).
16. Porque�la liberaci�n que est� impl�cita en el nombre �Emmanuel�, y el cese de la angustia por falta de alimentos (vv. 14, 15), durar� solamente hasta que el ni�o crezca lo suficientemente para conocer el bien y el mal. la tierra que t� aborreces ser� dejada de sus dos reyes�mejor, desolada ser� la tierra delante de cuyos reyes t� est�s alarmado [Hengstenberg y Gesenius). la tierra�a saber, Siria y Samaria, consideradas como una sola ( 2 Reyes 16:9; 2 Reyes 15:30); esta profec�s se cumpli� exactamente dos a�os despu�s, tal como ella lo predice. Horsley interpreta: �La tierra (Jud� y Samar�a) de la cual (la primera) t� eres la plaga (liter., la espina), ser� abandonada�, etc., una predicci�n que vaticina que Jud� e Israel (apropiadamente consideradas como una �tierra�) cesar�an de ser reinos ( Lucas 2:1); G�nesis 49:10) antes de que Emmanuel viniese.
17-25. FATALES CONSECUENCIAS DE LA POLITICA DE ACAZ CON ASIRIA. Aunque Jud� est� a punto de ser librada temporalmente (cap. 7:16; 8:4) y la liberaci�n final vendr� con el Mes�as, la primera liberaci�n ser� seguida de un severo castigo. Despu�s de subyugar a Siria y a Israel, los asirios se enfrentar�n con Egipto ( 2 Reyes 23:29), y Jud� ser� el campo de batalla donde ambos ej�rcitos luchar�n. Por tanto, �sta ser� hecha tributaria de la misma Asiria ( 2 Cr�nicas 28:20; 2 Reyes 16:7) que ahora es invitada como aliada (cap. 39:1-6). Egipto tambi�n vendr� a ser un aliado fatal (cap. 36:6; 31:1, etc.).
18. silbar��para atraer a las abejas (cap. 5:26). mosca�que abunda en las inmediaciones de los brazos del Nilo y sus canales (cap. 19:5-7; 23:3), llamados aqu� �r�os�. De aqu� surgi� la plaga de moscas que se menciona en �xodo 8:21. En sentido figurado, se alude a numerosos y molestos enemigos de las partes m�s remotas de Egipto: por ejemplo, Fara�n-necao. abeja�( Deuteronomio 1:44; Salmo 118:12). En Asiria las abejas son tan numerosas como las moscas en el pantanoso Egipto. Senaquerib, Esarhad�n y Nabucodonosor cumplieron esta predicci�n.
19. asentar�n�Contin�a la imagen de las moscas y abejas. El enemigo cubrir� la tierra por todas partes, inclusive los �desoladas valles� zarzales�en contraste con las �matas� que eran estimadas y cultivadas con cuidado
20. navaja�los asirios ser�an los instrumentos usados por Dios para la devastaci�n de Judea, en la misma forma en que una navaja acaba con la barba que se halla frente a ella (cap. 10:5; Ezequiel 29:19). alquilada�hace alusi�n al tratado de Acaz ( 2 Reyes 16:7) con Tiglath-pileser contra Siria e Israel; a saber, con los que habitan de la otra parte del r�o�esto es, el Eufrates, l�mite oriental de los conocimientos geogr�ficos de los jud�os (Salmo 72:8); el r�o que hab�a cruzado Abraham; puede ser que tambi�n incluya el Nilo (v. 18) [G. V. Smith]. Gesenius traduce: �Con una navaja alquilada en las partes allende el r�o�. cabeza � pies�todo el cuerpo, incluso las partes m�s honrosas. Cortarle la barba a un oriental era inferirle el m�s grande deshonor (cap. 50:6; 2 Samuel 10:4; Ezequiel 5:1).
21-25. EL ESTADO DE DESOLACION DE LA TIERRA DEBIDO A LOS ASIRIOS Y A LOS EGIPCIOS. cr�e�esto es, algo propio. una vaca�una vaquilla que ya da leche. La agricultura cesar�, y el pa�s se convertir� en un gran campo de pastoreo.
22. abundancia�a causa de la vasta extensi�n de tierra que yacer� desolada, podr�n vagar por ella vacas, ovejas e incluso cabras. manteca�leche gorda o crema. miel�(Nota, v. 15). Los alimentos que se producen espont�neamente ser�n los �nicos recursos alimenticios de los pocos habitantes que habr�n sido dejados. La miel abundar�, pues las abejas hallar�n abundancia de flores silvestres por todas partes.
23. donde hab�a�el lugar donde hasta aquel entonces hab�a existido una vi�a tan valiosa que ten�a 1000 vides, que val�an un siclo de plata cada una (unos 25 centavos oro; precio elevado), ser� para los espinos �nicamente (Cantares de los Cantares 8:11). Los vi�edos se estiman por el n�mero y calidad de sus vides. Judea es susceptible al cultivo intenso, necesario para que sea productiva; su actual esterilidad (?1?) se debe a la negligencia.
24. Se convertir� en un vasto campo de caza, en el que abundar�n los animales montaraces (cf. Jeremias 49:19).
25. Se cavaban�para plantar vides y cultivarlas (cap. 5:6). no llegar� all��esto es, ninguno que teme a los espinos se acercar�, al ver que �stos abundan por todas partes. [Maurer]. En otras palabras, �T� no te acercar�s por miedo de los espinos� [Gesenius]. Unicamente el ganado podr� penetrar en el espinoso terreno. de los ganados�del ganado menor�ovejas y cabras.
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