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Bible Commentaries
1 Samuel 26

Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviarComentario Crítico Sin Abreviar

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Versículos 1-25

CAPITULO 26

Vers. 1-4. SAUL LLEGA A LA COLINA DE HACHILA CONTRA DAVID.
1. Y vinieron los Zipheos a Sa�l en Gabaa-Esa gente parece haber pensado que ser�a imposible que David se escapara, y por lo tanto quisieron ganarse la buena voluntad de Sa�l d�ndole informes secretos acerca de David (v�ase cap. 23:19). El conocimiento de la perfidia de ellos hace que parezca extra�o que David volviera a su anterior escondite en los alrededores; pero tal vez lo hizo para estar cerca de las posesiones de Abiga�l, y bajo la impresi�n de que Sa�l se hab�a apaciguado. Pero el rey hab�a reincidido en su vieja enemistad. Aunque Gabaa, como indica su nombre, estaba en un lugar alto, y el desierto de Zif, en la regi�n monta�osa de Jud�, posiblemente m�s alto que Gabaa, fu� necesario descender al salir de este lugar; por esto (v. 2) Sa�l �descendi� al desierto de Zif.�
4, 5. envi� esp�as � y levant�se David, y vino al sitio dende Sa�l hab�a asentado el campo-Habiendo David recibido cierta informaci�n del lugar, parece que, acompa�ado por su sobrino (v. 6), que se hab�a escondido, tal vez disfrazado, en un bosque cercano o en una colina a orillas del campamento real, esper� a que fuera de noche para acercarse bajo la protecci�n de la obscuridad.


5-25. DAVID PROHIBE A ABISAI QUE MATE A SAUL, PERO TOMA SU LANZA Y BOTIJA.
7. Sa�l estaba tendido durmiendo en la trinchera � y el pueblo alrededor de �l tendidos-Entre la gente n�mada de Oriente, los campamentos generalmente se forman en c�rculo; la circunferencia formada por el bagaje y los hombres, y el jefe en el centro, ya sea que ocupe una carpa o no. Su lanza, clavada en tierra, indica su posici�n. Similar era la disposici�n del campamento de Sa�l. En su apresuramiento parece que no llevaba carpa, sino que dorm�a en el suelo. Toda la tropa estaba sumida en sue�o a su derredor.
8-12. Dijo Abisai a David: Hoy ha Dios entregado a tu enemigo en tus manos-Esta estratagema tagema a medianoche muestra la actividad y empresa heroica de David, y estaba de acuerdo con los m�todos de guerra de aquellos tiempos. herir�lo con la lanza, cosi�ndole con la tierra de un golpe-La vehemencia feroz de Abisai es evidente por su lenguaje, pero la magnanimidad de David est� muy por encima de las ideas de sus seguidores. Aunque la crueldad, y perfidia, y carencia de principios correctos hab�an rebajado a Sa�l a un grado hondo de degradaci�n, sin embargo, eso no fu� motivo para que David lo imitara en sus obras malas. Adem�s, �l era el soberano, David era un s�bdito. Aunque Dios lo hab�a rechazado del reino, �ste era el mejor proceder, y el m�s respetuoso, en vez de precipitar su ca�da manchando sus manos con la sangre de Sa�l, y as� cometer un gran crimen, esperando m�s bien la sentencia de aquella providencia que tarde o temprano lo quitar�a por alg�n golpe repentino y mortal. El que, en apresuramiento impetuoso, estuvo a punto de exterminar a Nabal, muy manso perdon� a Sa�l. Pero Nabal se hab�a negado a dar un tributo al cual, por justicia y por gratitud, no menos que por costumbre ten�a derecho David. Sa�l estaba bajo la sentencia judicial del cielo; por lo mismo David refren� la mano de Abisai, pero al mismo tiempo le mand� llevarse algunas cosas que mostrar�an d�nde hab�an estado y lo que hab�an hecho. As� logr� la mejor de las victorias sobre Sa�l: amontonando ascuas de fuego sobre su cabeza.
11. la lanza que est� a su cabecera, y la botija del agua-La lanza oriental ten�a, y todav�a tiene un clavo en la punta inferior, con el fin de clavar la lanza en tierra cuando el guerrero est� descansando. Esta costumbre com�n de los jefes �rabes era tambi�n la pr�ctica de los jefes hebreos. a su cabecera-literalmente, �su cabeza�; pero tal vez Sa�l siendo el soberano ten�a el lujo distinguido de que se llevara para �l una almohada. Una �botija de agua� generalmente en los lugares de climas c�lidos se guarda cerca de la cama, pues un trago a medianoche es muy refrescante. La botija de Sa�l ser�a probablemente de materiales superiores, u ornamentada m�s ricamente que las comunes, y por lo tanto por su forma o tama�o ser�a f�cilmente distinguida.
13, 14. David p�sose desviado en la cumbre del monte, y di� voces al pueblo-(V�ase Jdg 9:7). La extraordinaria pureza y elasticidad del aire de Palestina hacen que las palabras sean o�das distintamente, dirigidas por una persona desde la cumbre de una monta�a a otra persona que est� sobre otra cumbre, separadas por una profunda quebrada. De esta manera los grupos enemigos pueden hablarse aunque unos est�n fuera del alcance de las armas arrojadizas de los otros. Esto resulta de los rasgos peculiares del terreno en muchos de los distritos monta�osos. dijo David a Abner: �No eres var�n t�? � �por qu� no has guardado al rey tu se�or?-La circunstancia de que David hab�a penetrado hasta el centro del campamento, a trav�s del c�rculo de soldados dormidos, constitu�a la raz�n de esta mofa sarc�stica. Esta nueva evidencia de la moderaci�n y magnanimidad de David, junto con su seria y bondadosa reconvenci�n, una vez m�s abland� la obstinaci�n del coraz�n de Sa�l.
19. Si Jehov� te incita contra m�-Por el esp�ritu malo que �l envi�, o por ofensas espirituales por medio de las cuales le hemos desagradado mutuamente. acepte un sacrificio-es decir, ofrezcamos conjuntamente un sacrificio para apaciguar su ira contra nosotros. si fueren hijos de hombres-La prudencia, mansedumbre y manera de hablar de David al atribuir la enemistad del rey a las insinuaciones de algunos calumniadores, y no al celo de Sa�l, son dignas de notarse. diciendo: Ve y sirve a dioses ajenos-Esta era la tendencia de su conducta. Al echarlo de la tierra y de las ordenanzas del verdadero culto, y mandarlo a pa�ses extranjeros y paganos, ellos lo expon�an a la idolatr�a seductora.
20. como quien persigue una perdiz-Los orientales, para cazar perdices y otras aves, las persiguen hasta fatigarlas, despu�s de hacerlas levantar el vuelo dos o tres veces se acercan a las aves cautelosamente y las voltean con palos. (Shaw�s Travels). Fu� exactamente de esta manera como Sa�l estaba persiguiendo a David; de tiempo en tiempo lo sacaba de su escondite, esperando cansarlo de la vida o tener una oportunidad para destruirlo.
25. entonces David se fu� su camino-A pesar de este s�bito enternecimiento de Sa�l, David no ten�a confianza en sus profesiones o promesas, mas sabiamente se manten�a a distancia, y esperaba el curso de la divina providencia.

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Samuel 26". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jfu/1-samuel-26.html. 1871-8.
 
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