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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento Comentario de Sutcliffe
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 1 Corinthians 12". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jsc/1-corinthians-12.html. 1835.
Sutcliffe, Joseph. "Comentario sobre 1 Corinthians 12". Comentario de Sutcliffe sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento. https://beta.studylight.org/
Versículos 1-31
1 Corintios 12:1 . En cuanto a los dones espirituales y los dones prometidos a los ancianos, a los j�venes y a las siervas, de acuerdo con Joel 2:28 , quisiera hablar ahora, en la tercera parte de esta ep�stola, y advertirles que esas investiduras son totalmente divinas, y son las emanaciones de la gloria celestial; los adornos de Dios nuestro Salvador, propios de la iglesia cristiana.
Pruebas demostrativas de la autoridad divina de nuestra religi�n. Mientras te postrabas ante los �dolos mudos, todo a tu alrededor eran las desolaciones del invierno; ahora en la iglesia, todo es el verdor y la belleza del verano.
1 Corintios 12:3 . Ning�n hombre que hable por el Esp�ritu de Dios llama anatema a Jes�s. El jud�o o el griego que hace esto, habla por medio de un esp�ritu maligno, ridiculiz�ndolo como un impostor y un falso Cristo. Por otro lado, nadie puede decir, como Esteban, Se�or Jes�s, sino por el Esp�ritu Santo; porque el Esp�ritu de profec�a es el testimonio de Jes�s.
Apocalipsis 19:10 . �C�mo podemos llamarlo Se�or, cuando servimos a otro se�or? Es el Esp�ritu de adopci�n que clama a Abba, Padre, y testifica que somos hijos de Dios. Cuando los demonios y los hombres malos lo han confesado, las confesiones han sido coercitivas y pronto se les cerr� la boca.
1 Corintios 12:4 . Hay diversidad de ??????????, crismos, unci�n, dones divinos, dones de gracia. Pero es el mismo Esp�ritu, es don de Dios, y de Cristo, y del mismo Se�or, indicativo de que en el cuerpo m�stico subsiste la misma unidad que en la adorable Trinidad.
1 Corintios 12:5 . Hay diferencias, distinciones, de administraciones, pero el mismo Se�or; y aqu� se le llama Se�or por la obra de la redenci�n, como en otros lugares. Romanos 7:4 ; Romanos 14:9 ; 2 Corintios 5:15 ; Tito 2:14 ; Malaqu�as 3:1 .
1 Corintios 12:6 . Hay diversidad de operaciones, porque esta unci�n acompa�a a todas las labores del ministerio; pero es Dios el Padre, la fuente de la deidad, que obra la misma cosa. Y ciertamente, si una Trinidad no se revela aqu�, el lenguaje carece de significado.
1 Corintios 12:7 . Pero a todo hombre le es dada la manifestaci�n del Esp�ritu para utilidad y edificaci�n en la iglesia. Ostervald dice que los sermones del padre Cheminai tienen mucha unci�n. Cris�stomo, a�ade, nos eleva al cielo, incluso en sus exordios. Un buen hombre tiene una fuente de elocuencia en su propio pecho.
El que as� habla tiene demostraciones de que promueve la conversi�n de sus oyentes, junto con la paz y la concordia de la Iglesia. Si el coraz�n del predicador arde de amor, seguir�n todos estos efectos celestiales.
1 Corintios 12:8 . La palabra de sabidur�a. Sobre estos doce dones, v�anse las reflexiones a continuaci�n; s�lo a�adir�a aqu�, que los cr�ticos, como es habitual, dan diversas exposiciones. Algunos piensan que la palabra de conocimiento designa el conocimiento de cosas futuras por el Esp�ritu de profec�a. El don de lenguas debe notarse como particularmente admirable y muy convincente para los incr�dulos, que eran los jueces adecuados, y especialmente en la ciudad de Corinto, donde se hablaban muchos idiomas.
Vieron que Dios ayud� a que los oradores hablaran de una manera sobrenatural. El don de discernimiento de esp�ritus no solo respeta la admisi�n de los miembros a la comuni�n, sino tambi�n la selecci�n de los ministros oficiantes.
1 Corintios 12:13 . Por un solo Esp�ritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, la iglesia, el cuerpo espiritual de Cristo. Esto se eleva en un cl�max, porque los dones no son m�s que los adornos del cuerpo. En esta familia celestial subsiste un nuevo orden, una organizaci�n divina. Las distinciones entre jud�o y gentil, entre ricos y pobres, ya no subsisten.
Al ver las cosas bajo la misma luz, aman con la misma llama. Este bautismo de conformidad con la muerte del Salvador, indica una cesaci�n de nuestras propias obras, las obras de iniquidad, y una resurrecci�n para buscar las cosas de arriba. Si esta es la unidad de la familia celestial, donde ahora, oh corintios, est� vuestro esp�ritu de fiesta de Pablo, de Apolos y de Cefas. Todos hemos bebido en un solo esp�ritu de concordia, de amor, de adoraci�n y celo por evangelizar el mundo: en todos estos puntos de vista somos de una sola mente, de unanimidad.
1 Corintios 12:24 . Dios ha templado juntamente el cuerpo. La cabeza no puede decir del miembro m�s d�bil, ni siquiera del dedo me�ique, no te necesito. Inferencia admirable para ense�arnos el sentimiento de compa�erismo por los pobres, los d�biles y los enfermos. Todos fueron creados a imagen de Dios, redimidos con la sangre del Salvador y herederos de la misma esperanza. La pobre viuda puede hacernos un bien indecible con sus oraciones.
1 Corintios 12:28 . Dios ha puesto a algunos en la iglesia primero, ap�stoles, como se dice en el d�cimo de Mateo. Estas diferentes �rdenes mantuvieron su rango por designaci�n divina; y toda esta dignidad exterior en la iglesia, aunque a menudo seguida por el hambre, el exilio y el martirio, era una verdadera dignidad a los ojos del cielo.
Debemos dar cuenta de los que gobiernan bien, dignos de doble honor. Si el cristianismo ha vencido en la lucha, que los pr�ncipes de la congregaci�n lleven su laurel. Que disfruten de todos los honores mitrados por los que luchan los escritores dignos, y especialmente los cr�ticos latinos. Por otro lado, se debe declarar la verdad. Si esos obispos, como en muchos casos se desprende delicadamente de sus obras, han abandonado a Cristo el Hijo de Dios por Jes�s el hijo de Mar�a; si la revelaci�n es sustituida por la filosof�a, sus pretensiones apost�licas son nulas. El derecho divino del episcopado debe cubrirse con cresp�n. �La sal ha perdido su sabor; desde entonces no sirve para nada, sino para ser arrojada y hollada por los hombres ".
REFLEXIONES.
Cuando un pr�ncipe ha construido un palacio, lo rodea de bosques, lagos, templos y todas las gracias jubilantes que se consideran aptas para adornar su mansi�n. Dios ha hecho lo mismo con respecto al cuerpo humano, aqu� presentado como figura de la iglesia. Lo ha sostenido con pilares, lo ha defendido con brazos, ha elevado la cabeza y lo ha adornado con un rostro cuya belleza sobrepasa todas sus obras. La iglesia que es su cuerpo, la ha adornado con su propia gloria del Esp�ritu, para que ella refleje su brillo en un mundo ignorante y se distinga de esos exorcistas y jud�os vagabundos que, pretendiendo los dones superiores del Esp�ritu, impusieron sobre los cr�dulos, y abominaba del Se�or Jes�s.
Este Esp�ritu Santo encarga las diversas ministraciones de di�conos, presb�teros, etc. y sus primeros requisitos para servir a la iglesia son el esp�ritu de fe y oraci�n, para llamar a Jes�s Se�or por el Esp�ritu Santo. Romanos 8:15 . Ahora, los dones y los adornos del Esp�ritu Santo son alrededor de doce, como se distingue en los escritos sagrados.
(1) La palabra de sabidur�a, fundada en una profunda comprensi�n de la obra de la redenci�n. Es un esp�ritu de sabidur�a y revelaci�n de la santa voluntad de Dios, con el poder de revelar el misterio escondido en tiempos pasados; porque los ap�stoles hablaban sabidur�a entre los perfectos.
(2) La palabra de conocimiento. Los ap�stoles y los hombres apost�licos fueron escribas instruidos en el reino de Dios. Asombraron al mundo por su conocimiento de las letras, cuando, como su Maestro, nunca hab�an aprendido. Y aunque los hombres ahora adquieren esto con el trabajo de toda una vida, es el mayor brillo que puede adornar la mente humana; porque este tipo de aprendizaje no debe clasificarse con el conocimiento pagano y escol�stico, que desaparecer�.
(3) La fe es la siguiente investidura aqu� establecida. La fe que justifica creci� hasta convertirse en una fe de valor, que anim� a los creyentes primitivos a despreciar mil peligros, al decirle al mundo el amor redentor de Dios. La turba, el magistrado, el aparato del martirio, no pudieron disuadirlos de publicar la alegre noticia a sus pobres compa�eros pecadores, todos buscando la muerte en el error de su camino.
(4) Los milagros, un lujo temporal de gracia, se agregaron a la fe. La mente p�blica estaba tan prejuiciada contra la salvaci�n por la cruz, que no se rebajar�a a investigar todas las evidencias convincentes del cristianismo. Las tormentas que cayeron sobre Pablo y sobre las iglesias nacientes fueron tan tremendas que no podr�an haber subsistido y conquistado, a menos que hubieran estado protegidas por un brazo sobrenatural.
Por tanto, Dios, que es rico en misericordia, soport� sus prejuicios y atemoriz� su furia con demostraciones de poder omnipotente. Por tanto, los milagros eran evidencias de una misi�n divina, pues el hombre al que estaba sujeta la naturaleza deb�a ser enviado por Dios. Por tanto, nuestro Salvador dijo: Cr�anme por el mero hecho de la obra.
(5) Los dones de curaci�n se distinguen aqu� de los milagros, como en Marco 6:5 ; Marco 16:17 . Implican pedir salud para los enfermos en oraci�n y sanarlos mediante la imposici�n de manos.
(6) El don de profec�a, en su m�s alta aceptaci�n, implica la habilidad de predecir eventos futuros, inmediatamente por ese Esp�ritu de quien se conoce el futuro. La interpretaci�n de la profec�a oscura y oscura tambi�n es un gran don; y la oraci�n y la predicaci�n se distinguen por ese nombre: 1 Corintios 11:4 .
(7) El discernimiento de esp�ritus fue otra investidura divina de los santos ap�stoles. San Pedro percibi� que el cojo ten�a fe para ser curado. Hechos 3 . Tambi�n se dio cuenta de que Sim�n el Mago estaba en hiel de amargura y en cadenas de iniquidad. Esta fue una bendici�n feliz, cuando las multitudes se apresuraban a entrar en la iglesia.
Asimismo, les permiti� discernir qui�nes eran los m�s calificados para el cargo y la misi�n; e igualmente para distinguir qui�n habl� por el Esp�ritu de Cristo, y qui�n habl� por su propio esp�ritu, o el esp�ritu de Satan�s. La palabra tambi�n se entiende de prudencia, consejo y profundo discernimiento.
(8) El don de lenguas y la interpretaci�n de lenguas fueron igualmente dotes muy felices y oportunas de la iglesia primitiva, como se explica en Hechos 2 . Quitaron la maldici�n de Babel por la sobreabundancia de las bendiciones de la verdad y la gracia.
(9) A esto podemos agregar tres dones enumerados en otra parte, pero impl�citos en lo que el ap�stol ya ha dicho. El esp�ritu de gracia y de oraci�n, una aptitud para ense�ar, y ayuda y los gobiernos; todo lo cual tend�a mucho a la gloria y edificaci�n de la iglesia. De ah� que podamos inferir la gran felicidad y el brillo de la iglesia primitiva, cuando floreci� por primera vez en este mundo des�rtico, como la flor m�s hermosa del para�so.
Ten�a muchos ministros en la misma iglesia, que disfrutaban de la libertad sin restricciones de profetizar. Esta iglesia fue edificada por toda la variedad posible de talentos y bebi� del excelente esp�ritu de aquellos que mantuvieron una conversaci�n sagrada con Dios. Los santos se parec�an a los �rboles de la justicia, regados con el r�o de la vida del trono de Dios y del Cordero. No es de extra�ar que conquistaran el mundo y que las tinieblas, los cr�menes y los �dolos de la �poca huyeran ante los sagrados estandartes de la cruz.