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Bible Commentaries
Job 14

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

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Versículo 1

El hombre [que es] nacido de mujer [es] de pocos d�as y est� lleno de problemas.

Ver. 1. Hombre que nace de mujer, etc. ] O, eso lo lleva una mujer en su vientre. El dise�o de Job es aqu� exponer la miseria del hombre (a quien en el �ltimo vers�culo del cap�tulo anterior hab�a comparado, 1. A una cosa podrida; 2. A una prenda devorada por la polilla), ab exordio ad exodium, desde su concepci�n hasta su disoluci�n. Hombre, hombre terrenal, que nace de mujer, u hombre, ese vaso m�s d�bil, que al mismo tiempo engendra, engendra y entristece a un hombre d�bil y triste, G�nesis 3:16 , y es (como lo expresa Gregorio) ante partum onerosa, en partu dolorosa, post parto laboriosa,en todos los sentidos calamitoso; tampoco su beb� est� en mejores condiciones, sino que naci� con una cruz en la espalda (como se cuenta la historia de Federico, el elector de Sajonia), y toda su vida se llen� de pecados y miserias, como con una erupci�n leprosa inmunda. (Joh. Manl. Loc. Com.)

Es de pocos d�as ] Heb. Cortos de d�as. Corto en verdad, todo contado; porque, 1. La infancia y la juventud son vanidad. 2. El sue�o, como publicano, quita una tercera parte de nuestro tiempo. 3. Todos los d�as de los afligidos son malos, y Mortis habet vices quae trahitur vita gemitibus (Aug. de Civ. Dei, lib. Ix. C. 10); no es una vida, sino una muerte que se gasta en el dolor; respecto a lo cual Plotino, el fil�sofo, tuvo misericordia de la mortalidad, para que no siempre seamos retenidos m�s all� de las miserias de esta vida presente.

4. Escasos entre mil viven ese poco tiempo que est�n aqu�, pero lamentablemente desperdician la flor de su edad, la fuerza de sus cuerpos, el vigor de sus esp�ritus, en placeres pecaminosos y placeres sensuales, y luego se sientan y cantan demasiado tarde y en vano

�Oh mihi praeteritos referat si Iupiter annos!

o bien quejarse con el viejo Tem�stocles, que ahora deben morir cuando lo hagan, pero que s�lo comiencen a ser sabios. La vida del imp�o se agota como la arena en un reloj de arena que de poco sirve; no considera que sobre este puntito del tiempo pende la corona de la eternidad; y que en el siguiente momento �l puede ser cortado de toda posibilidad de arrepentimiento, aceptaci�n y gracia para siempre. De ah� sus muchos problemas aqu�; todas las que son t�picas de las de ahora en adelante; adem�s del temor a la muerte, que lo somete a servidumbre durante toda su vida, Hebreos 2:15 .

Ser�a muy deseable que los hombres consideraran que su tiempo es corto, su tarea larga y que, por lo tanto, deben usar toda la rapidez y diligencia; no sea que (as� como los ni�os generalmente han roto sus libros) hayan terminado con sus vidas antes de haber aprendido las lecciones.

Y lleno de problemas ] O, de indignaci�n, conmoci�n, perturbaci�n. Esos tres buitres, miedo, ira, dolor, se alimentan con frecuencia de su coraz�n mientras est� en este mundo; y, como un barco en una tormenta, se agita mucho, pero falla poco o nada. Pocos y malos son los d�as de mi peregrinaje, dice el bueno de Jacob, G�nesis 47:9 . Y ella en el poeta podr�a decir tanto de su hijo Aquiles:

N?? ? ??? ????????, ??? ??????? ???? ?????? E???? - (Thetis ap. Hom. Lliad).

Versículo 2

Como flor sale, y se corta; como sombra tambi�n huye, y no se detiene.

Ver. 2. Sale como una flor ] Lo que �l hab�a afirmado acerca de la brevedad de la vida del hombre se ilustra aqu� con dos elegantes similitudes, que se usan con frecuencia, no solo en las Escrituras, sino en autores paganos, como fue f�cil de ejemplificar, Isa�as 28:1 ; Isa�as 40:6 Santiago 1:10,11 1 Pedro 1:24 .

Una flor tiene primavera y oto�o; as� los hombres tienen sus tiempos y sus turnos; su ascenso y su ruina. Por qu� y c�mo el hombre en su floritura se parece a una flor; ver Salmo 103:15,16 , donde se le compara con una flor del campo (que est� abierta a todas las molestias), no del jard�n, que est� muy protegido de los vientos fuertes, cercado de los dientes y los pies de las bestias, de las manos de ni�os, extra�os, etc.

Y es talado ] Heb. Cortar o circuncidar sc. por alg�n viento cortante o fuerte, como el viento del este, G�nesis 41:23 , o alguna mano corta, o su propia naturaleza desvanecida; y entonces no es, dice David, Salmo 103:16 , es decir, no contin�a m�s en el ser, ni vuelve m�s al ser; ya no lo hace el hombre, aunque en su tiempo nunca tan floreciente.

�l tambi�n huye ] A toda prisa, como quien huye por la vida; as� tambi�n �l de la vida, cada momento cediendo algo a la muerte: Orimur, morimur, finisque ab origine pendet; la vida, a medida que aumenta, disminuye. Es impropio, dice uno, preguntar cu�ndo moriremos, sino m�s bien cu�ndo acabaremos con la muerte.

Como una sombra ] Como la sombra de un dial, nuestras vidas se apresuran continuamente hacia su per�odo y nunca se detienen. Mediante estas y muchas comparaciones similares (comunes en este Libro y en otras Escrituras), vemos cu�nto desea Dios que nos ocupemos de nuestra mortalidad; Los culpables, entonces, son los que tienen una pierna en la tumba y la otra en el infierno, y sin embargo alejan los pensamientos de muerte, y bajo las canas alimentan verdes esperanzas y deseos; Tampoco se puede excusar a los j�venes que se unen a una larga vida y se jactan del ma�ana, Proverbios 27:1 , ya que no saben lo que puede traer un d�a de gran panza.

Vitae summa brevis spem nos vetat inchoare longam (Hor. I.). Los jud�os tienen un proverbio, que muchas veces los camellos viejos llevan pieles de camellos j�venes al mercado. �Y cu�ntas veces vemos que los ancianos llevamos los cuerpos de hombres y ni�os a la tumba?

Y no contin�a ] Heb. No permanece como una columna, sino que se desvanece como una sombra, s�, como el sue�o de una sombra, como lo tiene el poeta griego, ???? ???; ??? ?????; ????? ???? ???????? (P�ndaro). La Vulgata traduce, �l no contin�a en el mismo estado. Para no tener sombra de variaci�n, nota la perfecci�n de Dios, Santiago 1:17 .

Versículo 3

�Y abres tus ojos sobre tal y me traes a juicio contigo?

Ver. 3. �Y abres tus ojos sobre tal? ] sc. �Observar estrictamente sus faltas y castigarlo severamente por las mismas? �Se convierte esto en una majestad tan grande? Este Job habla, non citra stomacbum, no sin est�mago, como olvid�ndose de s� mismo por impaciencia, dice Mercer, y tratando de aliviar de alguna manera los dolores y dolores que sufr�a, siendo arrastrado por sus pasiones rebeldes.

Con esta pregunta Job non tam admirari quam argure, dice Brentius; no es tanto de asombro como de gorjear con Dios que se preocupe por una criatura tan pobre, a la que m�s bien le parecer�a despreciar. Pero Job deber�a haber recordado que Dios abre sus ojos sobre el hombre, no solo para castigarlo, sino para ayudarlo y aliviarlo, Salmo 34:15 .

Y en otro momento, Job podr�a atribuirlo a la puntuaci�n de los favores de Dios al hombre, que lo visita todas las ma�anas (es decir, por sus castigos paternos) y lo prueba en todo momento Job 7:17,18 .

�Y me llevar�s a juicio contigo? ] Pobre de m�, que soy ????????????, tres veces hombre; eso es lo m�s miserable, incluso a m� me preguntas en el rigor de tu justo juicio, Me gravissimis tuis iudiciis extra ordinem divexas (Mera.). Vea una exposici�n similar a Salmo 89:46,51 , y todo para mover a Dios a la compasi�n. Nuestra fragilidad es un buen argumento justificable para este prop�sito.

Versículo 4

�Qui�n sacar� algo limpio de lo inmundo? ni uno.

Ver. 4. �Qui�n puede sacar algo limpio de lo inmundo? ni uno ] qd confieso que soy inmundo; pero �qu� puedo hacer yo? �O c�mo puedo hacer de otra manera, si no hago sino los de mi clase? �Pero era esta una s�plica suficiente? David ten�a otra opini�n cuando aleg� esto como una gran agravaci�n de su culpa de sangre: "He aqu�, en iniquidad fui formado, y en pecado me concibi� mi madre", Salmo 51:5 : q.

D. No s�lo he ca�do en estos pecados inmundos, sino que lo he hecho por la venenosidad y la viciosidad de mi naturaleza, com�nmente llamada original, y por el ap�stol que habita en el pecado, Romanos 7:17 , como por las escuelas peccatum peccans, el pecado. el pecado, como fuente y seminario de toda desobediencia actual.

Y debido a que esta inmundicia es natural para nosotros, por lo tanto nos hace tan aborrecibles para Dios como lo es un sapo para nosotros, porque el veneno est� en su naturaleza. Los papistas dicen (pero no verdaderamente) que el pecado original es el m�s peque�o de todos los pecados, que no merece m�s de la ira de Dios que solo la falta de su bendita presencia; y eso tambi�n sin ning�n dolor o tristeza mental por la aprensi�n de una p�rdida tan grande. Tambi�n sostienen esos movimientos del coraz�n no consentidos como pecados, sino condiciones necesarias, que surgen de nuestra constituci�n, y que Ad�n tuvo en su inocencia.

Por el contrario, aqu� Job concede una mancha de nacimiento a todos, y pone su mano sobre ella como la causa de la duraci�n de los problemas de los hombres y la brevedad de sus vidas; s�lo que se olvida de s� mismo (dice Mercer aqu�) cuando alega que deber�a ser compadecido antes que castigado con dureza, porque estaba naturalmente inclinado al pecado y no puede evitarlo. Porque como dice Arist�teles de los borrachos, que merecen dobles castigos, ????? ?? ???????? (Ethic.

lib. 3, cap. 5); primero, por su embriaguez, y luego por el pecado cometido en y por su embriaguez: as� todos los hombres merecen doble condenaci�n; primero, por la corrupci�n de la naturaleza (representada por esas contaminaciones legales, por cuestiones corporales), y luego por los efectos malditos de ella, G�nesis 6: 5 Romanos 7:8 . Pero puede ser que Job aqu� tuviera un ojo en la promesa hecha a No� despu�s del diluvio, G�nesis 8:21 , donde el Se�or se mueve a la misericordia al considerar la corrupci�n nativa del hombre, incluso desde su ni�ez, porque �l conoce nuestro marco, etc. .

, Salmo 103:14 , es decir (como lo explica el parafrasto caldeo), �l conoce nuestra mala invenci�n o pensamiento que impulsa al pecado; lo sabe y lo pesa. V�ase similar Isa�as 48:8,9 . Podemos suplicar al Se�or que nos perdone cuando actuamos en pecado, porque nuestra naturaleza es pecadora; pero que nadie vaya a paliar o atenuar sus actos de pecado con la pecaminosidad de su naturaleza; como aquellos que, habiendo sido informados de sus malas travesuras y pr�cticas, suplican por ellos, diciendo: Somos de carne y hueso, etc.

Ninguno ] Fortes creantur fortibus et bonis; pero ning�n hombre puede dar a luz un hijo limpio de una semilla inmunda. Ad�n engendr� un hijo a su propia imagen, G�nesis 5:3 . Corruptus corruptum, lo que es de la carne, Juan 3:3,8 .

El pecado se propaga y procede de la uni�n de cuerpo y alma en un solo hombre. Esa frase, calentada en el pecado, Salmo 51:5 , se refiere a la preparaci�n del cuerpo, como un instrumento del mal, que no es as� hasta que el alma venga. Pero no deber�amos ser tan inquisitivos sobre c�mo entr� el pecado, como c�mo deshacerse de �l; como cuando se enciende un fuego en una ciudad, todos los hombres tienen m�s cuidado de apagarlo que de preguntarse d�nde y c�mo comenz�.

Ahora hay una �nica manera de librarnos del pecado de nuestro coraz�n, a saber. correr a Cristo y creer en �l; "Porque si el Hijo os libera, ser�is verdaderamente libres"; y por lo tanto, tanto el parafrasto caldeo tuvieron respeto, probablemente, cuando pronunci� este texto, �No se puede uno? es decir, �no puede Dios? como tambi�n el lat�n Vulgata, Nonne tu qui solus es? �No puedes t� solo? Carolina del Sur. por tu m�rito y Esp�ritu, seg�n el ap�stol, 1 Corintios 6:11 .

Versículo 5

Viendo que sus d�as est�n determinados, el n�mero de sus meses contigo, has fijado sus l�mites que no puede pasar;

Ver. 5. Ver que sus d�as est�n determinados, etc. ] Dios ha puesto a cada hombre tanto su tiempo (ya sea m�s corto, llamado aqu� sus d�as, o m�s largo, el n�mero de sus meses, ambos tienen sus l�mites que nadie puede pasar) y tambi�n su tarea, Hechos 13:25 . Juan cumpli� su carrera, et in brevi vitae Spatio tempora virtutum multa replevit, y vivi� mucho en poco tiempo; trabaj� duro, como no dispuesto a dejar que su tarea se deshaga (Hieron.

). As� que Hechos 13:36 . David, despu�s de haber servido a su propia generaci�n y haber hecho toda la voluntad de Dios, se durmi�. Vea m�s de esto en Job 7:1 .

T� estableciste sus l�mites ] Heb. Sus estatutos. Est� establecido que todos los hombres mueran una vez, Hebreos 9:27 , una vez para siempre, y para siempre est� establecido, y este estatuto es irrevocable. Aqu�, entonces, vemos la causa por la cual algunos, que probablemente vivir�n mucho tiempo, mueren pronto, y otros m�s enfermos viven m�s tiempo. Dios ha fijado los l�mites de la vida de cada uno a un mismo d�a. Se pueden traspasar los l�mites que establece nuestra tez natural; no se pueden traspasar los l�mites establecidos por la providencia y la voluntad de Dios. Stat sua cuique muere - (Virg.).

Versículo 6

Ap�rtate de �l para que descanse, hasta que cumpla su d�a como asalariado.

Ver. 6. Ap�rtate de �l para que descanse ] Heb. Aparta la mirada de �l, es decir , de m�; no mires tan de cerca, y con un ojo tan cr�tico, a los m�os perdidos, para mantenerme quieto en el potro; no mires tan enojado, no me aflijas tanto, pero d�jame descansar o dejar de mis presiones actuales y mis tristes quejas, y pasar el lapso de esta vida transitoria con algo de consuelo, y luego deja que el tiempo de mi partida llegue cuando te plazca.

Hasta que cumpla, como asalariado, su d�a ] Es decir, dice la Glosa, hasta que yo est� tan dispuesto a morir como lo est� un trabajador a cenar ya acostarse. La palabra traducida realizar significa propiamente consentir, descansar en una cosa y desearla con vehemencia. Los santos, cuando mueran, descansar�n en sus lechos, Isa�as 57:2 , descansar�n de sus labores, Apocalipsis 14:13 , y ese ??????, en este momento, justo al golpe de la muerte; apenas han pasado bajo la espada de fuego de ese �ngel castigador, est�n inmediatamente en el para�so.

Aqu� rara vez est�n tranquilos, sino que se lanzan arriba y abajo como la pelota sobre la raqueta, o el barco sobre las olas; y de ah� que a veces se inquieten o se desmayen, como Job, y hablan sin avisar con los labios; estas monta�as firmes se mueven con terremotos, estos mares tranquilos se agitan con tempestades; y verdaderamente, quien se ha puesto a hacer el trabajo de cada d�a con diligencia cristiana, a soportar las cruces de cada d�a con paciencia cristiana, y es sensible a sus fallas en ambos; libenter ex vitae, et quasi pleno passu egredietur, dice uno, se alegrar� mucho de irse de aqu�, y estar� tan cansado de su vida como lo estuvo cualquier asalariado de su trabajo. Ver Trapp en " Trabajo 7: 1 " Ver Trapp en " Trabajo 7: 2 "

Versículo 7

Porque hay esperanza de que un �rbol, si se corta, vuelva a brotar, y que sus tiernas ramas no cesen.

Ver. 7. Porque hay esperanza de un �rbol, etc. ] Aqu� Job establece su petici�n, Job 14:6 , con una raz�n; Dios ama un servicio razonable y le agrada que lo razonemos con reverencia con �l. Y para el sentido literal, todas las cosas, dice Gregory, son tan claras, que no hay necesidad de decir nada, ya que no es m�s que esto; o tendr� consuelo en este mundo antes de morir, o nunca aqu�; por tanto, conc�deme ahora descanso.

Job ilustra este argumento: 1. Por una disimilitud, aqu�. 2. Por una semejanza, Job 14:11,12 . La disimilitud entre un �rbol y un hombre es �sta: un �rbol puede ser cortado y talado, pero no sentir dolor. Una vez m�s, succisa repullalat, imbribus irrigata, un �rbol cortado, si est� bien regado, brotar� y volver� a brotar (Merl�n).

Pero ahora el hombre, como es muy sensible a cada golpe de la mano de Dios, tampoco puede sufrir enfermedad u otra aflicci�n sin dolor, de modo que una vez abatido por la muerte, de ninguna manera puede recuperarse; no puede revivir sin un milagro.

Versículo 8

Aunque su ra�z se envejezca en la tierra, y su estirpe muera en la tierra;

Ver. 8. Aunque su ra�z se envejezca en la tierra ] Y as� es m�s improbable que vuelva a brotar. Los �rboles tambi�n tienen su vejez en la que se descomponen.

Y su ganado muere en la tierra ] Heb. En el polvo, como debe ser, cuando, cortado de ra�z, yace sobre la tierra. Fue por un milagro que la vara de Aar�n floreci�: no solo todas las plantas del entorno de Dios, sino tambi�n las mismas ramas cortadas de su cuerpo, florecer�n y ser�n fruct�feras.

Versículo 9

Job 14:9 [Sin embargo] por el olor del agua reverdecer�, y producir� ramas como una planta.

Ver. 9. Sin embargo, a trav�s del olor del agua brotar� ] Heb. Por el olor de las aguas. Dulce met�fora, dice Merl�n, atribuy�ndose el sentido a las cosas sin sentido, como oler al fuego, Jueces 16:9 , y aqu� a los �rboles, que se dice que se vuelven ellos mismos y sus ra�ces despu�s de una especie, para absorber el olor del fuego. agua, y as� refrescado para brotar y producir ramas, como una planta.

Esto es un freno para los que viven bajo los excrementos de las ordenanzas y, sin embargo, son como el cipr�s, que cuanto m�s se riega, menos fruct�fero resulta, y una vez cortado, nunca vuelve a brotar; de donde los romanos, que no cre�an en la resurrecci�n, sol�an colocar un cipr�s en el umbral de la casa de la muerte, como nos dicen Plinio y Servio. (Serv. En Virg. 1, 4; Plin. Lib. 16, cap. 32.)

Versículo 10

Pero el hombre muere y se consume; s�, el hombre abandona el esp�ritu, �y d�nde est�?

Ver. 10. Pero el hombre muere y se consume ] Heb. El hombre fuerte y lujurioso, Homo quantum vis robustus (Vat.), Muere y se consume, o es cortado, sc. peor que un �rbol, porque ya no crece; o est� desconcertado, vencido, como �xodo 17:13 ; �xodo 32:18 , sc. por la muerte, y as� sacado limpio de este mundo.

S�, el hombre abandona el fantasma ] Homo vulgaris et plebeius. Todas las clases deben morir, ya sean nobles o innobles, como observa aqu� el rabino Abraham. Job est� muy involucrado en este discurso sobre la muerte; y seguramente, como Nazianzen deseaba el infierno, yo tambi�n la muerte, � Utinam ubique de morte dysreretur! �Oh, si estuviera m�s en la mente y en la boca de los hombres de lo que est�!

Y donde esta el ] qd En ninguna parte sobre el suelo; o si es putrefit et teterrime olet, se pudre y apesta asquerosamente; y como su vida es quitada, as� es su gloria; s�, estando una vez fuera de la vista, crece poco a poco y poco a poco tambi�n fuera de la mente, se le piensa poco, se habla menos, muchas veces no tanto como su nombre mencionado o recordado en la siguiente generaci�n, Eclesiast�s 1:11 .

No hay recuerdo de cosas anteriores, ni de hombres, ni habr� recuerdo alguno, etc. As� Eclesiast�s 2:16 ; Eclesiast�s 8:10 ; Eclesiast�s 9:5 .

Por eso el estado de los muertos se llama "la tierra del olvido", Salmo 88:12 ; Salmo 31:12 , "Estoy olvidado, como un muerto sin mente". Los paganos tambi�n dicen lo mismo (Hor. Lib. 4, Carm. 7):

Cum semel occideris, et de te splendida Minos

Fecerit arbitria,

Non, Torquate, g�nero, non te facundia, non te

Restituet pietas.

Versículo 11

Job 14:11 [Como] las aguas del mar se agotan, y el diluvio se decae y se seca:

Ver. 11. Como faltan las aguas del mar ] �l expone la misma verdad mediante una elegante semejanza extra�da del secado de las aguas. Mira c�mo �stos, despu�s de alguna inundaci�n del mar, o de alg�n gran r�o, se separan y se dejan (al reflujo del mismo) detr�s del resto sobre la tierra, que no puede regresar (pues entonces deben ascender, lo cual es imposible para la naturaleza) ni contin�e, pero seque por completo y evapore; sc, & c.

, Job 14:11 . Otros lo leen as�: Como cuando las aguas del mar se agotan, el diluvio decae y se seca; as� que cuando la vida del hombre es quitada, no regresa m�s mientras dure este mundo. Dios ha hecho en las entra�as de la tierra ciertos caminos, conductos y venas secretos a trav�s de los cuales el agua se transporta desde el mar a todas partes, y se le ha quitado su salinidad en el pasaje.

De all� son nuestros manantiales, y de ellos nuestros r�os; pero en los pa�ses c�lidos y en las estaciones secas los manantiales est�n secos y los r�os carecen de agua en exceso; como en este momento, el 7 de marzo de 1653. De modo que cuando la humedad natural decae en el hombre, �ste desfallece y muere; el humor radical, ese suplemento y aceite de vida, se seca y no se puede renovar m�s hasta el �ltimo d�a, cuando a�n no se restaurar� al mismo estado y humedad, sino que, en lugar de natural, se elevar� espiritual, 1 Corintios 15:44 .

Versículo 12

As� el hombre yace, y no se levanta; hasta que no haya cielo, no despertar�n, ni se levantar�n de su sue�o.

Ver. 12. Entonces el hombre se acuesta ] sc. En el polvo de la muerte o en el lecho de la tumba; su dormitorio, hasta el �ltimo d�a.

Ut somnus morris, sic lectus imago sepulchri.

Y no se levanta ] sc. Volver a vivir entre hombres. Entonces, Salmo 78:39 , el hombre se compara con un viento que, cuando pasa, no vuelve. Si se objeta, leemos de tres en el Antiguo Testamento y cinco en el Nuevo, resucitados de muerte a vida; adem�s de los muchos que se levantaron y salieron de los sepulcros despu�s de la resurrecci�n de Cristo, y entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos, Mateo 27:52,53 ; se responde, 1.

Estos pocos criados por el poder extraordinario de Dios no infringen la verdad de lo que la Escritura aqu� y en otros lugares afirma de toda la humanidad de acuerdo con el curso ordinario de la naturaleza. 2. Incluso esos hombres tambi�n murieron despu�s y desaparecieron, no m�s para regresar o aparecer de nuevo en este mundo.

Hasta que los cielos no existan ] ie Nunca (dicen algunos int�rpretes), a saber, vi sua, por su propia fuerza, y para una mejor condici�n en la tierra de los vivientes; entonces se usa la palabra "hasta", 2Sa 6:13 Mateo 5:26 ; Mateo 1:25 , ut pie credimus.

Lo sano y claro que fue Job en el punto de la resurrecci�n lo veremos, Job 19:26 , y debido a que cae sobre �l en las palabras que siguen aqu�, algunos entienden estas palabras as�: No se levantar�n hasta las resurrecciones generales, cuando estos cielos ser�n cambiados y renovados, Sal 102: 25-26 Isa�as 65:17 2Pe 3: 7; 2Pe 3: 10-11 Apocalipsis 21:1 .

No despertar�n ] del sue�o de la muerte;

ni ser levantado ] a saber. Por el sonido de la �ltima trompeta, hasta el �ltimo d�a. Pero se levantar�n y no dormir�n m�s, a saber. cuando los cielos dejen de existir. Y hasta ese momento los cuerpos de los santos son depositados en el sepulcro, como en un lecho de plum�n o de especias, para que se ablanden y maduren. Este es un asunto de gozo y triunfo, Isa 26:19 Daniel 12:2 , cuando iban a perderlo todo: as� que Hebreos 11:35 .

Los imp�os tambi�n duermen en la tumba, Daniel 12:2 , pero se despertar�n para verg�enza y desprecio eternos, ib .; su sue�o enfermo tendr� un despertar lamentable, porque ser�n resucitados en virtud del poder judicial de Cristo, y por la maldici�n de la ley, para mirar a aquel a quien traspasaron, y escuchar de aquel espantoso Discedita: "Apartaos, malditos ", etc.

Versículo 13

�Ojal� me escondieras en la tumba, que me mantuvieras en secreto hasta que pasara tu ira, que me asignaras un tiempo determinado y te acordaras de m�!

Ver. 13. �Ojal� me escondieras en la tumba! ] Como en un repositorio dulce y seguro ( Sepulchrum est quasi scrinium vel capsa in quam reponitur corpus ), santuario! Mientras tanto, mi alma vive y reina contigo en el cielo, esperando una gloriosa resurrecci�n, y diciendo: �Hasta cu�ndo, Se�or, santo y verdadero? La f�bula o fantas�a de Psychopannychia ha sido siseada desde hace mucho tiempo, aunque �ltimamente revivida por algunos libertinos, esa �ltima generaci�n de Beelzebub; especialmente a nuestros mortalistas, que dicen que el cuerpo y el alma mueren juntos.

Pero, �qu� dice el ap�stol, Romanos 8:10? "Si Cristo est� en vosotros, el cuerpo est� muerto a causa del pecado, pero el Esp�ritu es vida a causa de la justicia". Ahora que Job corteja as� la muerte y pide la tumba, es evidente que vio algo bueno en ella, y que se prometi� a s� mismo con ella malorum ademptionem, bonorum adeptionem, libertad del mal y plenitud del bien. Debemos aprender a familiarizarnos con la muerte y a poner la tumba bajo las aprehensiones m�s justas y f�ciles, para que escuchemos a Dios habl�ndonos, como una vez lo hizo con Jacob, no temas bajar a Egipto (as� que bajar a la tumba), porque Ir� contigo y ciertamente te har� volver, G�nesis 46:3,4 .

O como lo hizo con su Iglesia laboriosa, Isa�as 26:20 , "Ven, pueblo m�o, entra en tus aposentos y cierra tus puertas; esc�ndete por un momento, por as� decirlo, hasta que pase la indignaci�n".

Que me mantengas en secreto ] In limbo Patrum, dicen los papistas, in parabola ovis capras suas quaerentes.

Hasta que pase tu ira] Porque es algo que por m� mismo no puedo evitar ni soportar. Ap�rtala, por tanto, o convi�rtela en mansedumbre y bondad, Salmo 6:4 , y volvemos a ser amigos, Jeremias 2:35 . O esc�ndeme y aseg�rame hasta la resurrecci�n, cuando toda tu ira se haya ido de m�.

Que me establezcas un tiempo ] Heb. Ponme un estatuto; Anota incluso a qu� hora te plazca, ya sea para enviarme a la cama o para llamarme de nuevo, para que al fin te asegures de recordarme.

Y recu�rdame ] Job est� dispuesto a morir fuera del mundo, pero no a morir fuera de la memoria de Dios; estar fuera de la vista, pero no fuera de la mente; que Dios deber�a enterrarlo en la tumba, pero no enterrar sus pensamientos sobre �l; podr�a contentarse con estar libre entre los muertos, libre de esa compa��a, pero no como los muertos que yacen en la tumba, a quienes Dios ya no recuerda, Salmo 88:5 .

Job ser�a recordado para siempre, como ora Nehem�as, y tratado como Mois�s, cuyo cuerpo, una vez escondido en el valle de Moab, apareci� despu�s glorioso en el monte Tabor en la transfiguraci�n.

Versículo 14

Si un hombre muere, �volver� a vivir? Todos los d�as de mi tiempo se�alado esperar�, hasta que llegue mi cambio.

Ver. 14. Si un hombre muere, �volver� a vivir? ] Esto lo dice en forma de admiraci�n por la gloriosa obra de la resurrecci�n. Vea la pregunta similar Job 15:11 G�nesis 3:1 ; G�nesis 17:17 . As� que el ap�stol Romanos 8:30,31 , habiendo hablado de esas cosas gloriosas, predestinaci�n, vocaci�n, justificaci�n, glorificaci�n, concluye con estas palabras: "�Qu�, pues, diremos?" No podemos decir qu� decir a estas cosas, tanto nos sorprende la grandeza de la bondad de Dios en ellas.

Ciertamente, as� como tienen un hermoso rubor escarlata de la sangre de Cristo sobre ellos, as� son radiadas con un rayo de amor divino para los que est�n en Cristo. Leemos de ese divino escoc�s piadoso y erudito, el se�or John Knox, que un poco antes de morir se levant� de la cama y sus amigos le preguntaron por qu�, estando tan enfermo, se ofrec�a a levantarse, y no m�s bien. tomar su descanso? �l respondi� que toda la �ltima noche hab�a estado concentrado en la meditaci�n de la resurrecci�n, y que ahora subir�a al p�lpito para impartir a otros las comodidades que �l mismo hab�a recibido.

Y seguramente si hubiera podido hacer lo que deseaba, no s� qu� texto m�s apropiado para su prop�sito podr�a haber tomado, que estas palabras de Job: "Si un hombre muere, �volver� a vivir?" Lo har� sin dudarlo; y los que lo niegan o lo dudan (como los saduceos de anta�o, y algunos enfermos cerebrales �ltimamente), se equivocan, desconociendo las Escrituras (esta entre las dem�s), que son expresas para ello, y el poder de Dios, Mateo 22:29 , siendo aqu� peor que los demonios, que lo creen y tiemblan, peor que algunos paganos, que sosten�an que habr�a resurrecci�n, como Zoroastes, Teopompo, Plat�n, etc.

, peor que los turcos, que en este d�a confiesan y esperan la resurrecci�n del cuerpo en el momento en que Mahoma tocar� la trompeta terrible (que ellos llaman Soor), dicen, por orden del gran Dios del juicio.

Todos los d�as de mi tiempo se�alado (o guerra) esperar�, hasta que venga mi cambio] es decir, hasta mi muerte, ( Proverbios 31:8 , los hombres designados para morir son llamados en los hijos originales del cambio) o hasta que venga la resurrecci�n, cuando todos seamos cambiados, 1 Corintios 15:51 , nuestros viles cuerpos ser�n cambiados y conformados al cuerpo m�s glorioso de Cristo (la norma), Filipenses 3:21 , en belleza, agilidad, impasibilidad y otras perfecciones angelicales.

Cuando despierto, dice David, sc. en esa resurrecci�n general, estar� lleno de tu imagen, Salmo 17:15 . Ser� llevado de las fauces de la muerte a los gozos de la vida eterna, donde hay riquezas sin herrumbre, placeres sin dolor, etc. Se vieron tres destellos de este glorioso cambio: 1. En el rostro de Mois�s.

2. En la transfiguraci�n de Cristo. 3. En el semblante de Esteban cuando se present� ante el concilio. Merece la pena esperar un cambio como �ste: �qu� no har�a un hombre? �Qu� no sufrir�a, con aquellos nobles profesores, Hebreos 11:33,40 , Hebreos 11:33,40 , para obtener una mejor resurrecci�n? Nadar�a a trav�s de un mar de azufre, dice uno, para poder finalmente llegar al cielo.

La piedra caer� para llegar a su lugar, aunque se parta en veinte pedazos: as� nosotros, para llegar a nuestro centro, que est� hacia arriba, etc. Sursum cursum nostrum dirigamus; et minantem, inminentem, et exterminantem mortem attendamus: ne simul, cum corporis fractura, animae iacturam faciamus. Esperemos y dese�mosle a cada uno por s� mismo, como lo hizo una vez:

Mi sine nocte diem, vitam sine morte, quietem

Det sine fine, dies, vita, quiesque Deus.

Versículo 15

Llamar�s, y yo te responder�: Desear�s la obra de tus manos.

Ver. 15. Llamar�s, y yo te responder� ] En la resurrecci�n de los justos, me llamar�s de la tumba con tu voz todopoderosa, pronunciada por ese arc�ngel, con la trompeta de Dios, 1Ts 4:16 1Co 15: 52 Salmo 50:3,4 , Salmo 50:3,4 , y no necesitar�s llamar dos veces; porque as� como no tendr� que temer (como lo har�n los hip�critas) para mostrar mi rostro, as� responder� prontamente: Aqu� estoy; s� (como lo hizo ese santo moribundo), dir�, vengo, vengo, vengo.

Incluso saltar� de la tumba para obedecer tus �rdenes; y no dudo que, para sacarme de esa prisi�n oscura, me prestar�s esa mano tuya de la que tengo el honor de ser obra.

Desear�s la obra de tus manos ] S� que t� mismo (por el amor que me tienes, por tu bondad, que soy tu criatura, y por quien has mostrado favor y reimpreso tu imagen) mucho despu�s la consumaci�n de mi felicidad; porque entonces ser� como t� (m�s parecido que nunca), porque te ver� como eres, y aparecer� contigo en gloria, Colosenses 3:4 , estando junto a ti, Lucas 22:30 ; s�, uno contigo, Juan 17:21 , y as� por encima de los �ngeles m�s gloriosos, Hebreos 1:14 .

El Rey desear� mucho mi hermosura, Salmo 45:11 , y se regocijar� por m�, como el esposo por su esposa, Isa�as 62:5 ; Isa�as 10:3 . La palabra aqu� traducida: tendr�s un deseo significa que desear�s como los hombres buscan la plata.

El Se�or pareci� actuar con Job como lo hacen los hombres con la escoria, para repudiarlo por imp�o, Salmo 119:119 ; sin embargo, cre�a que lo considerar�a plata: y aunque ahora lo aplast� y lo parti� en pedazos, como hace el platero con un viejo plato que pretende fundir; sin embargo, en el sepulcro, como en un horno, lo refinar�a, y en la resurrecci�n lo sacar�a de una nueva forma. He aqu�, esta es la l�gica correcta de la fe, sacar conclusiones de la vida en la muerte y de la luz en las tinieblas, para extraer un contrario de otro.

Versículo 16

Porque ahora adormeces mis pasos: �no vigilas mi pecado?

Ver. 16. Porque ahora adormeces mis pasos ] O, Pero ahora adormeces, etc., llevas una cuenta exacta de cada pecado m�o, de cada paso que he dado por mal camino; s�, aunque no sea m�s que un movimiento ir�nico de mi mente (como se traduce aqu� en la Septuaginta), tan curioso eres y cr�tico en tus observaciones de mis extraviados, ????????????. Vea Job 10:14 .

Pero, �es este Job el que habla o alg�n otro? �Cu�n confiado estuvo antes y c�mo se sinti� c�modo con la esperanza de una gloriosa resurrecci�n! pero ahora volvamos a los cuatro, como decimos; y como un hombre angustiado en un gran ataque de impaciencia, que lo retiene hasta el final del cap�tulo. Pero para esto, �qui�n no sabe que todo nuevo hombre son dos hombres? �Que en los santos la carne est� siempre codiciada contra el esp�ritu y el esp�ritu contra la carne? que en la Sulamita est�, por as� decirlo, la compa��a de dos ej�rcitos que mantienen una contienda continua? Cantares de los Cantares 6:13 .

"Dije: He sido expulsado de tu vista; sin embargo, volver� a mirar hacia tu santo templo", Juan 2:4 . Ver a Trapp en " Jon 2: 4 "

�No vigilas mi pecado?] Lo mismo ocurre con el primero, pero sin figura. Los Rabinos tienen un dicho, que no hay ninguna duda en la ley, pero puede ser resuelto por el contexto: la Escritura es su propio int�rprete.

Versículo 17

Sellada en un saco est� mi transgresi�n, y t� encierras mi iniquidad.

Ver. 17. Mi transgresi�n est� sellada en una bolsa ] Como los escritos o informaciones de un proceso que est� listo para ser sentenciado, Deuteronomio 32:34 Oseas 13:12 . T�, por as� decirlo, sellaste y te aseguraste de trabajar con todos mis pecados, dice Job, para que salgan para el aumento de mi castigo. Mire c�mo el secretario de los juzgados (dice uno) sella las acusaciones de los hombres, y en los juzgados trae su valija y los saca para leer lo mismo contra ellos; as� Dios trat� con Job, al menos en su vanidad.

La verdad es que Dios no sell� sus transgresiones en una bolsa, sino que las arroj� a sus espaldas. Dios tiene una bolsa para los pecados de los hombres, y un odre para sus l�grimas, Salmo 56:8 . Ahora bien, Job era uno de esos penitentes que ayudaron a llenar la botella de Dios, y por lo tanto vio por fin (aunque ahora estaba ignorado) todos sus pecados, bolsa y todo, arrojados al mar, y hundi�ndose como una pesada piedra de molino en esas poderosas aguas. de gracia inmerecida y misericordia inmerecida.

Y t� tambi�n mi iniquidad ] Adsuesne aliquid iniquitati meae? as� traducen las Tigurinas, es decir , �sembrar�s o a�adir�s algo a mi iniquidad? �Le atar�s esa etiqueta (como dice un m�rtir) de la maldici�n de la ley, uniendo el castigo al pecado? Adsuere ad iniquitatem, est poenas poenis continenter adiungere (Merl.). Algunos hacen de esto una explicaci�n del primero; qd la bolsa no solo est� sellada, sino que, para mayor seguridad, tambi�n est� cosida, y eso a prop�sito para una compra de castigo, como algunos lo perciben.

Versículo 18

Y ciertamente la monta�a que cae se desvanece, y la roca se quita de su lugar.

Ver. 18. Y ciertamente la monta�a que cae se reduce a nada ] qd Si t�, Se�or, procedes a tratarme as� con rigidez, a saber. para contar o cifrar mis pasos, para velar por mis pecados, para sellarlos en una bolsa, etc., y todo esto con el ardor de la ira, para que me cargues; �Qu� monta�a, qu� roca, qu� otra criatura es capaz de soportarla? Job hab�a dicho antes: "�Es mi fuerza la fuerza de las piedras?" Job 6:12 ; "�Soy un mar o una ballena?" Job 7:12 : si yo fuera estos, o cualquiera de los semejantes, criaturas robustas, pero no podr�a esperar estar delante de la Omnipotencia disgustada, que toma los montes como pelotas de tenis, y rompe las rocas como una c�scara de nuez.

Ver Habacuc 1:4,6 . Ver Trapp en " Hab 1: 4 " Ver Trapp en " Hab 1: 5 " Ver Trapp en " Hab 1: 6 "

Y la piedra se quita de su lugar] Como sucede a veces en los terremotos. Vea Job 19:5 . O por causa del mar subyacente, decae con el tiempo y envejece, como significa la palabra hebrea.

Versículo 19

Las aguas desgastan las piedras: T� limpias las cosas que crecen del polvo de la tierra; y destruyes la esperanza del hombre.

Ver. 19. Las aguas desgastan las piedras ] Gutta cavat lapidem, etc. Las cosas m�s d�biles desgastan las m�s duras al caer a menudo sobre ellas o atropellarlas continuamente; as� tambi�n consume la ira de Dios, aunque m�nimamente, en secreto, pero sin duda. Oseas 5:12 , " Oseas 5:12 para Efra�n como polilla, y para la casa de Jud� como podredumbre", o ese peque�o gusano ( teredo ) que devora el coraz�n de la madera y lo pudre. De esta manera atorment� a los egipcios con piojos y moscas. Puede haber mucho veneno en peque�as gotas.

T� lavaste las cosas que crecen de la tierra ] O, T� te desbordas, como una vez en el diluvio general (cuando la faz de la tierra se volvi� tan inmunda, que Dios se vio obligado a lavarla con un diluvio), y frecuentemente desde , vemos que despu�s de grandes lluvias hay grandes inundaciones que estropean prados enteros y campos de cereales, no solo decolorando, sino ahogando toda su belleza y abundancia. Esta es la cuarta comparaci�n que se usa en este vers�culo y el anterior; donde un hombre se preguntar�a, dice un int�rprete, audire Iobum in mediis aerumnis philosophantem, de escuchar a Job, en medio de sus miserias, haciendo uso de su filosof�a, y viajando as� en sus pensamientos, en busca de ilustraciones de su propio caso, por las monta�as y rocas, etc.

T� destruyes las esperanzas del hombre ] a saber. Al destruir las cosas arriba mencionadas; o as� destruyes, etc. aunque algunos se reservan la modificaci�n al siguiente vers�culo, as� t� prevaleces contra �l, etc., es decir , de modo que nunca ceses con tus fuerzas de abatir a los hombres tristes, hasta el momento en que cambien de semblante y se vayan con un coraz�n apesadumbrado y afligido. , los arrojas violentamente, sus vidas y esperanzas terminan juntas, si han sido imp�os; como si fueran piadosos, sin embargo, sus esperanzas vanas e infundadas de prosperidad y abundancia, etc., se reducen a nada: aunque sobre el Mar Rojo, sin embargo, el pueblo de Dios puede verse obligado a virar unas cuarenta y dos veces en el desierto.

Versículo 20

T� prevaleces para siempre contra �l, y �l pasa; cambias su rostro y lo despides.

Ver. 20. T� prevaleces para siempre contra �l ] Esto, y el resto de las palabras hasta el final del cap�tulo, algunas hacen que sea la aplicaci�n de las similitudes; otros s�lo una ampliaci�n de lo que hab�a dicho: T� destruyes la esperanza del hombre. Debes tener necesidades, cuando lo superas y lo dominas, y nunca eres vencido. �xodo 15:3 , el Se�or es llamado, "Hombre de guerra"; el Caldeo lo tiene, Se�or y Vencedor de las guerras. Y la palabra aqu� traducida "siempre" proviene de una ra�z que significa terminar, conquistar y triunfar.

Y pasa ] sc. Fuera del mundo por una muerte violenta o prematura, Violenta morte aut certe immatura (Merl�n), con tanta mala voluntad tantas veces como lo hizo el mayordomo injusto fuera de su cargo, como lo hicieron los jebuseos fuera del fuerte de Si�n, o como el diablo de lo endemoniado. Sed voluntas Dei necessitas rei; pasa, porque no puede ni querer ni elegir, como dicen.

T� le cambias el rostro y lo env�as. ] Eleganter vero mors notatur, immutandi verbo, dice uno: Elegantemente se presenta la muerte cambiando el rostro: porque la muerte quita el bello y fresco color del hombre, y lo hace parecer p�lido y p�lido. marchita, p�lida y espantosa. Es f�cil ver la muerte, muchas veces, antes de que llegue, en el rostro del enfermo, Facies Hippocratica, en sus narices agudas, mejillas delgadas, ojos hundidos, etc.

, esos precursores de la muerte, por los cuales Dios env�a por �l, y as� lo env�a, extrudit et amandat, como lo hizo una vez con Ad�n fuera del Para�so. La nota de Lavater aqu� es: Propone tibi semper horribilem speciem morris, ut eo minus pecces, Pon delante de ti siempre el horrible rostro de la muerte, para reprimirte del pecado.

Versículo 21

Sus hijos llegan a la honra, y �l no lo sabe; y son humillados, pero �l no los ve.

Ver. 21. Sus hijos llegan a la honra, y �l no lo sabe ]. Mientras est� enfermo, no tiene en cuenta las cosas terrenales, ni siquiera lo que les sucede a sus hijos (antes su mayor cuidado), ya sean avanzados o deteriorados en su condici�n externa. , Omnis hi Ascanio churi stat cura parentis (Vir.). Como cuando est� muerto, no puede tener conocimiento de nada hecho en este mundo, Isa 63:16 Eclesiast�s 2:19 ; Eclesiast�s 9:6 , sean sus hijos o amigos ricos o pobres, altos o bajos, es ignorante e insensible.

Fue una calumnia vil, publicada por un jesuita, algunos a�os despu�s de la muerte de la reina Isabel, Que como ella muri� sin sentir ni sentir las misericordias de Dios, de modo que desear�a poder colgar un rato en el aire despu�s de su muerte, para ver qu� esforzarse ser�a por su reino. En cuanto a la opini�n de algunos papistas, que los muertos a veces regresan a la tierra de los vivos, que saben c�mo van las cosas aqu�, y dan cuenta de ello a los que est�n en el cielo, es contraria a toda la Escritura.

Versículo 22

Pero su carne sobre �l tendr� dolor, y su alma dentro de �l se lamentar�.

Ver. 22. Pero su carne sobre �l tendr� dolor ] Es decir, algunos dicen, pero mientras viva, su cuerpo est� afligido con mil males; y aunque su alma, por la condici�n de su creaci�n, est� exenta de ellos, sin embargo, ella tiene una parte en ellos y se siente miserable con ella. Un moribundo tiene dolor por fuera y dolor por dentro; todo el hombre est� en la miseria, como Job se sinti� aqu�. Otros sostienen que esta representaci�n po�tica no tiene otro significado, pero que los muertos no tienen forma de comunicarse con los vivos (Aben Ezra, Mercer, Diodati). Broughton lo rinde, su carne se entristece por s� misma, y ??su alma se lamenta por s� misma; qd no piensa ni se preocupa por sus hijos o parientes m�s cercanos.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 14". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-14.html. 1865-1868.
 
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