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Bible Commentaries
Job 4

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

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Versículo 1

Entonces respondi� Elifaz temanita y dijo:

Ver. 1. Entonces Elifaz el Temanita ] Luego, cuando Job se hab�a acostado con �l de esta manera; y, dando a su lengua demasiada libertad para atacar, hab�a pronunciado palabras poco mejores que blasfemas y contundentes contra Dios; luego Elifaz, Temanites ile, el primog�nito de Esa�, G�nesis 36:4 (dice R. Salomon), criado en el seno de Isaac, y as� acostumbrado a las revelaciones de lo alto.

Otros piensan que desciende de Tem�n, sobrino de Esa�, etc. Era un hombre de gran sabidur�a y de gran discurso; uno que pod�a decir lo que pensaba adecuadamente y lo hac�a libremente. Parece haber sido el principal de los tres en edad y autoridad, y por lo tanto comienza; fingiendo ser movido a ello por el celo por la gloria de Dios, no un poco alterado por la impaciencia de Job con sabor a hipocres�a, y argumentando eum ficto fucatoque cordo fuisse, que hab�a sido poco mejor que un impostor.

Un cargo sin causa y sin caridad; lo suficiente como para haberlo llevado a la desesperaci�n. Los rabinos hablan tan bien de los tres amigos de Job, que sol�an decir en un proverbio ( Bava bathra Perej 1 ): Que un hombre le consiga los amigos que ten�a Job, o que lo saque del mundo (como lo hizo Crisipo. sol�a decir Aut mentem, aut restim comparandam ). Pero Gregorio el Grande dice que estos tres, Elifaz, Bildad y Zofar, presentan apropiadamente herejes, que comienzan a hablar con suavidad al principio, como si no quisieran hacer da�o a aquel a quien hablan, sino s�lo bien, para comprar. su atenci�n ben�vola, pero pronto llega a hablar palabras que hieren mucho al oyente y le preocupan mucho, etc.

Versículo 2

Job 4:2 [Si] intentamos hablar contigo, �te entristecer�s? pero �qui�n puede abstenerse de hablar?

Ver. 2. Si intentamos comulgar contigo ] �O podemos ensayar comulgar contigo? �Est�s en caso de que te aconsejen? y un ensayo con este prop�sito, �no perturbar� a�n m�s tu paciencia y te perturbar�? El o�do que saborea las palabras (como la boca con la carne), si est� lleno de c�lera, no puede disfrutar de ning�n consuelo; y las medicinas m�s f�ciles, o las aguas m�s suaves, son molestas para los ojos doloridos (Basil. Orat. 12).

La miel causa dolor para exulsar las partes, aunque en s� misma sea dulce y medicinal; los ni�os, aunque en otras ocasiones les gusta y lo lamen, no soportar�n que se les acerque a los labios cuando tienen los cancros (problema de Alex. Afrod.). Algunos pacientes est�n locos contra sus medicamentos; y algunos oyentes se enfurecen ante una reprensi�n. Elifaz no sab�a pero que Job podr�a hacer lo mismo, y que habiendo estado nuevamente en un terrible ataque de pasi�n, podr�a caer en otro, como lo hizo Jon�s; el orificio de su corrupci�n a�n no est� cerrado por el arrepentimiento; de ah� este pre�mbulo a modo de insinuaci�n amistosa. El arte similar usa a Pablo con Filem�n, y con los Corintios a menudo.

Pero, �qui�n puede abstenerse de hablar? ] �Qui�n que tenga piedad de Dios, o piedad de su amigo ofensor? Sol�amos decir: El que recibe una cortes�a vende su libertad; pero el amor verdadero no ser� trabado. La boca de nuestro Salvador no fue tapada con todo el buen �nimo que le hizo Sim�n el leproso, Lucas 7:36,50 , ni entretuvo a los fariseos con menos amenazas que a �l, eftsoons, con l�os de carne.

Sin duda, Job hab�a sido muy amistoso con sus amigos, quienes, sin embargo, no le perdonaron; y si lo hubieran hecho bien con la mansedumbre de la sabidur�a se hab�an mostrado amigos, de hecho, no hab�a mejor oficio o prueba de amor que este, Lev�tico 19:17 . Los amigos, como las abejas, se matan con la miel de la adulaci�n, pero se avivan con el vinagre de la reprensi�n, para que se maneje bien. El �guila, aunque ama mucho a sus cr�as, las pincha y las golpea para sacarlas del nido cuando est�n listas para volar.

Versículo 3

He aqu�, has instruido a muchos, y has fortalecido las manos d�biles.

Ver. 3. He aqu�, has instruido a muchos ] sc. Para cumplir con el deber de cada d�a con diligencia cristiana, y para llevar las cruces de cada d�a con paciencia cristiana, lo has hecho bien. Pero, �c�mo es que ahora, quod dicta factis erubescant, tus hechos presentes averg�enzan tus dichos anteriores? (Tertul.); y que (como se se�al� en el orador Dem�stenes) eres mejor alabando la virtud que practicandola? Turpe est Doctori, & c.

�No deber�a el m�dico curarse primero a s� mismo? y no deber�a ser la palabra del predicador Spectemur agendo; Dejemos que nuestro beneficio se muestre a todos los hombres, que nuestras vidas sean una verdadera transcripci�n de nuestros sermones? Qu� verg�enza que Hilary se quejara de que los o�dos de la gente eran m�s santos que los corazones de los predicadores, Sanctiores sunt aures plebis quam corda sacerdotum(Hilar.), �Y que a Erasmo, por una verdadera broma, se le dijera que hab�a m�s bondad en su libro del soldado cristiano que en su pecho! Elifaz desde este punto de vista argumentar�a aqu� que Job era poco mejor que un hip�crita; una censura demasiado r�gida, siendo lo m�s f�cil del mundo, como observ� un fil�sofo, dar un buen consejo y lo m�s dif�cil de aceptar. El Dr. Preston, en su lecho de muerte, confes� que ahora le lleg� su turno, y encontr� algo que hacer para practicar lo que con frecuencia hab�a presionado a otros.

Y has fortalecido las manos d�biles ] Flojos y flojos, d�biles y d�biles, a trav�s de muchos terrores y angustias: a estos les has hablado palabras que han sido como tendones para sus manos, y como fuerza para sus articulaciones. Job hab�a consolado a los d�biles mentales, a los desanimados, a los enfermos de coraz�n y hundidos en el sentimiento del pecado y el temor a la ira, 1 Tesalonicenses 5:14 .

Este es un trabajo m�s duro que resucitar a los muertos, dice Lutero; esto ni uno entre mil puede dominar, Job 33:23 . Debe tener labios nutritivos y una lengua sanadora que lo haga. �Oh, quam hoc non est omnium! Los cristianos romanos pudieron hacerlo, Romanos 15:14 . Y el santo Job fue capaz y apto, porque lo hizo con muchos. La verdadera bondad se difunde por s� misma y, por tanto, se compara con las cosas m�s difundidas; como fuego, agua, luz solar, etc.

Versículo 4

Tus palabras sostuvieron al que ca�a, y fortaleciste las rodillas debilitadas.

Ver. 4. Tus palabras han sostenido al que estaba cayendo ] Tan fuertes son las palabras justas , oportunas y adaptadas a la necesidad presente, que apuntalan al que se tambalea, lo agarran antes de que llegue a tierra, y evitan su ca�da. Esto hizo que Latimer bendijera a Dios por haber conocido a ese compa�ero de prisi�n suyo, ese �ngel de Dios (como lo llam�), John Bradford, �l y Ridley, mientras vivieron, defendieron a Cranmer con sus palabras y letras; quien poco despu�s cay�, para el dolor de la parte piadosa, pero resucit� por el arrepentimiento (Mr Clark in his Life).

Se cuenta la historia de Urbanus Regius, un famoso te�logo holand�s, que la reuni�n con Lutero en Goburg, se pas� un d�a entero en una conferencia con �l sobre asuntos de gran importancia, de los cuales �l mismo escribe, que nunca tuvo un d�a m�s c�modo en todo. su vida. La acusaci�n del conde de Derby en la casa del parlamento contra Bradford fue que hizo m�s da�o (as� lo llam� bueno, malo) con cartas y conferencias en prisi�n que nunca cuando estaba en el extranjero predicando (Hechos y lunes).

Has fortalecido las rodillas d�biles ] que se doblan y se doblan bajo el peso de las aflicciones: esto ser� semejante a Dios, que no aplasta, sino que ama al gusano Jacob; no quebranta la ca�a cascada, ni apaga el p�bilo que humea; no desprecia el d�a de las peque�eces, ni menosprecia las debilidades bien intencionadas de su pueblo recto. Ahora bien, Job, como participante de la naturaleza divina, se parec�a a Dios aqu�, y se propuso consolar a los abyectos, fortalecer y enderezar a los que estaban abatidos por dolores y presiones, ser ojos para los ciegos y pies para los cojos. , Job 29:15 ; para distribuir limosnas espirituales, que es con mucho el mejor en muchos aspectos, como era f�cil de ejemplificar.

Versículo 5

Pero ahora ha venido sobre ti, y te desmayas; te toca, y te turbas.

Ver. 5. Pero ahora te ha sucedido ] Esto es irritante. Pero hasta ese momento Elifaz hab�a elogiado a Job; ahora lo aplasta todo y traza una l�nea negra sobre lo que hab�a hablado una vez. Elogiar a un hombre con un pero es una herida en lugar de un elogio; suena a lo que se dice de Naam�n, 2 Reyes 5:1 , era un hombre honrado y valiente, pero leproso; roc�a negro sobre blanco, y as� mancha el buen nombre de un hombre, que es calumnia en alto grado.

Ha venido sobre ti ] �Qu� ha venido? El mal que temiste, por tu propia confesi�n, Job 3:25,26 ; o ahora te toca a ti actuar lo que has ense�ado a otros.

Y te has desmayado ] Te abruman los cuatro, degenerando vergonzosamente en una pusilanimidad infiel y una impaciencia incr�dula, para el esc�ndalo de los d�biles y el desprecio de los imp�os. No, no s�lo est�s en un laberinto, sino tambi�n enfurecido, de modo que tu raz�n parece tan cansada como tu fuerza; Te acostaste como un H�rcules furens, un hombre completamente loco. Vea la palabra usada en este sentido, Pro 26:18 G�nesis 47:13 . loco, desmayado

Te toca, y te turbas] Te toca, pero eres tan tierno y delicado, que un ligero toque te inquieta; como la carne de algunos hombres, aunque cortada con un alfiler, es recta. Invalidum omne natura querulum, dice S�neca: Cuanto m�s d�bil es algo m�s lleno de quejas.

Y est�s turbado ] lastimosamente puesto, como completamente deshecho, porque tocado un poco, � Mira vero constantia! �Verdaderamente asombrosamente constante! Pero, �eres este t� que fuiste un gran maestro, que fue tan adelante y adelante para presionar a otros a un comportamiento paciente y pac�fico bajo la mano de Dios? �No deber�an hacerse visibles tus palabras por tus acciones? y tu mente paciente sea dada a conocer a todos, puesto que el Se�or est� cerca? Los hip�critas pueden hablar del deber, como si sus lenguas corrieran sobre patines; El plato o plato llano, generalmente circular y de plata, sobre el que se deposita el pan en la celebraci�n de la Eucarist�a.

hablan por talento, pero act�an por gramo, como lo hicieron aquellos fariseos, Mat 23: 8 Romanos 2:21 , que avergonzaban la bondad por parecer buenos. Aqu� Elifaz reprocha a Job por tal persona, ya que tanto aqu� como en todas partes, �l y sus dos compa�eros son demasiado ardorosos y duros en las censuras que le imponen; del cual Dios tambi�n les da la narraci�n, Job 42:7,9 .

Versículo 6

Job 4:6 �No es este tu temor, tu confianza, tu esperanza y la rectitud de tus caminos?

Ver. 6. � No es este tu miedo, tu confianza, etc.? ] O tu locura: qd �No es tu religi�n una mera tonter�a? �Y no has actuado de religi�n, jugado a la devoci�n y al temor de Dios, antes que haber hablado en serio? Esta fue una burla de lo m�s amarga, una sacudida cruel, y se acerc� a su coraz�n. Como nada molest� m�s a David que cuando pusieron su religi�n en su plato, preguntando: �D�nde est� ahora tu Dios? Entonces el.

Por esta alteraci�n que la aflicci�n ha producido en ti, puedes ver f�cilmente lo que eres, a saber. un hip�crita muy pintado: el mal tiempo demuestra qu� salud; recipientes vac�os colocados cerca del fuego, se agrietan r�pidamente. En el camino de despedida, cada perro sigue a su propio amo. Afflictio virum arguit, etc. La aflicci�n muestra a un hombre, vuelve el interior hacia afuera, el fondo de la bolsa hacia arriba; llevando lo que estaba de abajo hacia arriba; cuando ese palo arrojado al agua hizo nadar al hierro, 2 Reyes 6:6 .

�No parece (dice aqu� Elifaz) que has sido meramente mercenario, sirviendo a Dios mientras �l te prosperaba? y ahora le da patadas, porque te aflige? Mire cu�n cerca se acerca este hombre, dice Mercer, a esa primera instigaci�n de Satan�s, Job 1:9 , in hoc Satanae factus minister, aqu� actuando la parte del diablo, aunque sin saberlo, como tambi�n lo hizo Pedro, Mateo 16:22,23 .

�La rectitud de tus caminos y tu esperanza? ] qd Te has tomado muchos t�tulos hermosos, y has hecho un gran alarde, como si no los hubiera; pero �a qu� viene todo esto? �Es mejor que un frasco, un embuste, un nombre y no una cosa? O si es una realidad, hazlo prueba. La verdadera gracia es operativa y no permanecer� dormida.

Versículo 7

Te ruego que recuerdes qui�n pereci� siendo inocente. �O d�nde fueron cortados los justos?

Ver. 7. Te ruego que recuerdes qui�n pereci� siendo inocente. ] �Por qu�? que tiene muchos, como el mundo cuenta y llama perecer: "Perece el justo, y nadie se preocupa por �l", Isa�as 57:1 . Y fue dado a la bestia para hacer guerra contra los santos y vencerlos, Apocalipsis 13:7 .

As� parec�a ser, aunque nunca lo fue, Apocalipsis 12:11 . El primer hombre que muri�, muri� por religi�n, tan temprano vino el martirio al mundo; y Juan Bautista fue condenado a muerte en prisi�n sin toda demostraci�n de ley, derecho o raz�n, como si Dios no hubiera estado enterado de tal asunto, como lo expres� ese m�rtir (Hechos y Mon.

). De hecho, si Elifaz quiso decir que perecer�a eternamente, ni Job ni nadie m�s podr�a presentar un ejemplo de un hombre piadoso que pereciera de esa manera; pero para las miserias temporales es seguro que nunca nadie del infierno se ha encontrado con m�s que los m�s santos e inofensivos herederos del cielo. Vea Hebreos 11:1,40 , y lo dir�.

Pero las Escrituras, tal vez, no fueron escritas cuando Elifaz pronunci� este discurso; sin embargo, podr�a haber observado lo contrario de lo que aqu� parece afirmar, apelando a la propia experiencia de Job como prueba. Y la verdad es que si los hombres fueran tan bien le�dos como podr�an en la historia de sus propias vidas, podr�an tener una divinidad propia, notando los experimentos; como ese Salmo 19 est� de una manera totalmente compuesto.

Recuerda, dice �l aqu�; y el fil�sofo dice que la experiencia no es otra cosa que mulplex memoria, porque de la memoria de lo mismo que a menudo se hace, surge la experiencia. Elifaz, por lo tanto, despu�s de haberle dado a Job su turno para escudri�ar sus experiencias, saca las suyas en el siguiente vers�culo.

Versículo 8

Como he visto, los que aran la iniquidad y siembran la iniquidad, lo mismo cosechan.

Ver. 8. Incluso como he visto ] Y, por tanto, puedo decir con valent�a: �para qu� es tan seguro como la vista? Ver N�meros 11:23 G�nesis 34:1,2 . La inspecci�n diligente de una cosa y la consideraci�n profunda de ella genera confianza, que es el fruto de la experiencia.

Que aran iniquidad, y siembran iniquidad ] Aqu� hay arar y sembrar, una agricultura m�stica. Los pecadores son obreros duros, grandes laboriosos: trazan y aran, siembran y cosechan, cavan y excavan, Proverbios 16:27 , tejen y hilan, Isa�as 59:5 , ocupan sus cabezas y golpean sus cerebros con tanta fuerza estudiantes en su arte negro; trabajan hasta lasitud, Jeremias 9:5 .

Por eso se les llama obradores de iniquidad (la Vulgata traduce este texto Qui operantur iniquitatem ), y el pecado se llama obra de la carne. �C�mo pueden aquellos que no pueden trabajar duro cavando descensos al infierno, que tienen al diablo como su maestro de tareas, que continuamente los estimula a un r�pido despacho de las obras de las tinieblas? Arant, sirviente, scelera ocasional, como ciervas y caballos del diablo, se afanan d�a y noche, levantando toda la corrupci�n en sus corazones y conveniencias en el mundo, para la realizaci�n de sus malvados artificios.

Y siembra maldad ] Nemo repente fit turpissimus. Nadie se vuelve malvado de repente. El pecado avanza gradualmente (aqu� est� primero arar, luego sembrar), los malvados y los enga�adores van de mal en peor, hasta que finalmente son incluso satanizados, 2 Timoteo 3:13 ; siendo transformado a la imagen del pecado, y desprovisto de todo poder pasivo de despertar de la trampa del diablo, siendo tomado vivo por �l a su voluntad, 2 Timoteo 2:26 .

Cosechar lo mismo ] Puede que no sea el mismo d�a, pero demasiado pronto, para su dolor, reciben la guerra de su pecado. Tarde o temprano, seguro que el que siembra iniquidad segar� vanidad, Proverbios 22:8 Jeremias 4:18 .

Como todo el mundo tiene su sombra, todo pecado tiene su castigo; y muchas veces el uno es tan parecido al otro, que un hombre puede decir con seguridad: Tal castigo es el producto de tal pecado, G�latas 6:7 . Los hombres cosechar�n lo mismo que sembraron, y con raz�n. Dadles de beber sangre, porque son dignos, Apocalipsis 16:6 .

A Dios le encanta hacer de �l un nombre entre los hombres por su arte de justificar (como se le llama) en la forma m�s exacta de contrapasi�n o represalia; y Adonibezek le ha dado fama de ingenio, al reconocerlo, Jueces 1:7 .

Versículo 9

Por el soplo de Dios perecen, y por el aliento de su nariz son consumidos.

Ver. 9. Por el soplo de Dios perecen ]. No se somete a gran dolor para castigarlos; pero los arroja como montones de polvo; los hace guiar a la destrucci�n, dice el salmista, Salmo 80:16 ; puede hacerlo tan f�cilmente como se lo pida. As� que C�sar Metelo. Si el Se�or se levanta, sus enemigos ser�n esparcidos; y todos los que lo odian vuelan delante de �l, Salmo 64:1 .

Si tan s�lo asomara la cabeza por las ventanas de los cielos, por as� decirlo, y dijera: �Qui�n est� de mi lado? �Qui�n? todas las criaturas (que por miedo a �l se hab�an escondido, como gusanos que se meten en sus agujeros en el tiempo del trueno) mirar�n hacia fuera y le ofrecer�n su servicio; de modo que no puede querer un arma para domesticar a sus rebeldes, o una forma de llevar a los malvados a condonar el castigo. �l es Eloah, como se le llama aqu�; es decir, el Poderoso, el Dios fuerte y poderoso, como Isa�as 9:6 , ante el cual todas las naciones son como la gota de un balde, o como el polvo de la balanza, Isa�as 40:15 ; no m�s capaz de enfrentarse a �l que la botella de vidrio contra un disparo de ca��n, o el cardo velloso ante un torbellino.

He aqu�, enviar� una r�faga sobre �l (dice Dios acerca de Senaquerib, 2Re 19: 7), y as� lo pondr� en marcha. Por eso, en otra parte, amenaza con pisotear a sus enemigos m�s fuertes como se pisotea la paja hasta el muladar. Tampoco se molestar� mucho en hacer esto: porque s�lo extender� sus manos en medio de ellas, "como el que nada, extiende las manos para nadar", etc., Isa�as 25:11,12 , para significar que lo har� con la mayor facilidad.

El movimiento al nadar es f�cil, no fuerte; para golpes fuertes y violentos en el agua preferir�a hundirse que sostenerse. Se dice que con una mirada suya fuera de la columna de fuego y de la nube turb� al ej�rcito de los egipcios, �xodo 14:24 , y como las rocas repelieron las olas bulliciosas, Conantia frangere frangunt, as� hizo �l. los enemigos de su pueblo.

Con el aliento de su nariz son consumidos ] Heb. Por el viento de sus narices. Lo mismo ocurre con el primero. Solo se concibe que Elifaz aqu� alude a la manera en que los hijos de Job murieron por un viento recio, tan fuerte como si Dios mismo lo hubiera exhalado. Con el aliento de su boca hizo el mundo, Salmo 32:6 , y con el mismo aliento puede deshacerlo tan pronto y tan f�cilmente, como lo hizo en el diluvio general, al que el parafrasto caldeo sostiene que Elifaz se refiere aqu�; el recuerdo de qu� monumento en pie de la ira de Dios era fresco y bien conocido cuando se habl� de esto.

Versículo 10

El rugido del le�n, y la voz del le�n feroz, y los dientes de los leoncillos, est�n rotos.

Ver. 10. El rugido del le�n, etc. ] Para que nadie piense, dice el Sr. Caryl, que el soplo de Dios mencionado anteriormente lleva a la perdici�n s�lo paja y plumas, personas ligeras y d�biles, Elifaz a�ade al m�s pesado y fuerte, "El rugido de un le�n", etc. , qd Dios por su r�faga puede quitar o quebrar al m�s fuerte, al le�n m�s poderoso como los hombres, etc. Bajo la sombra de cuyas alusiones ataca de cerca a Job, que una vez fue un gran hombre, un le�n feroz y malcriado en la aprehensi�n de sus amigos, y sin embargo, Dios lo derrib�.

De tiranos y opresores comparados con leones, y por qu�, ver Nah�m 2:11,12 Proverbios 28:15 . Vea a Trapp en " Nah 2:11 " Vea a Trapp en " Nah 2:12 " Vea a Trapp en " Pro 28:15 " El proverbio es, El le�n no es tan feroz como est� pintado.

Pero no hay palabras que puedan expresar suficientemente el salvajismo y la crueldad atroces de los hombres absurdos y malvados. Vean lo de Nabucodonosor descrito gr�ficamente, Jeremias 51:34 , "Me devor�, me aplast�, me hizo vaso vac�o, me trag� como un drag�n, llen� su vientre de mis delicadezas, me ha echado fuera ".

Los dientes de los leoncillos est�n rotos ] O, arrancados, para que no devoren m�s la carne y beban la sangre de los pobres afligidos de Dios, que cayeron en sus fuertes. As� hab�a orado David, Salmo 58:6 , y esto lo hab�a probado: Salmo 3:7 , "A todos mis enemigos heriste en el hueso de la mejilla; Le quebraste los dientes a los imp�os.

"Dios con su mano dura y pesada los hab�a encajonado y golpeado de tal manera que escupieron algunos de sus dientes; y para el resto, podr�an ir a buscarlos en su garganta; como Dares, ese audaz campe�n en Virgilio, quien (cuando el viejo Entellus lo hab�a golpeado profundamente) sus compa�eros se llevaron.

Iaetantemque utroque caput, crassumque cruorem

Ore reiectantem, ipsosque en sanguine dentes.

La mano justa de Dios sobre los que ejercen un r�gimen sin justicia, desgarran y desgarran, como leones codiciosos de su presa, arrancando la piel de sus pobres s�bditos y arranc�ndoles los dientes, Miqueas 3:2 : como Melancton cuenta de uno. tirano que, para sacar grandes sumas de dinero de su pueblo, mandaba a buscarlos; y si se negaban a responder a sus demandas, primero les arrancaba uno de los dientes y luego otro, amenazando con dejarlos sin dientes.

Versículo 11

El le�n viejo muere por falta de presa, y los cachorros del le�n robusto se esparcen por todas partes.

Ver. 11. El viejo le�n perece por falta de presa ] Como no poder cazar y conseguirlo. El significado es (dice uno) que los hombres que reinan como leones, que sus hijos que los igualaron en crueldad, que sus esposas que los superaron en insolencia, terminan tr�gicamente con sus vidas, Quotidiana et domestica experimenta hoc docent; todo esto es cierto en su mayor parte. Elifaz habla de lo que se suele hacer, dice otro (Mercer), en Salmo 30:1,12 .

O habla de lo que Dios puede hacer f�cilmente en cualquier momento; y de lo que Dios puede hacer con justicia en todo momento. Si suspende esta justicia es por razones de peso, etc. A algunos hombres malvados Dios castiga aqu�, dice Agust�n, para que no se ponga en duda su providencia, pero no todos, para que no se ponga en duda su paciencia y promesa de juicio.

Versículo 12

Ahora me trajeron una cosa en secreto, y mi o�do recibi� un poco de ella.

Ver. 12. Ahora, una cosa me fue tra�da en secreto ] Heb. Me lo trajeron a escondidas, de cerca y en secreto, para que otros no se dieran cuenta: ver Hechos 22:9 ; Hechos 9:7 . Los compa�eros de Saulo escucharon su voz, pero no la de Cristo. Con esta visi�n, Elifaz convencer�a a Job de que nadie est� afligido sino aquellos que bien lo han merecido; pues los mejores son defectuosos y dignos de reproche, aunque deber�an ser puriores caelo afflictione facti, como dice Cris�stomo, como lo fueron aquellas almas buenas que oraron a Pedro para que saliera de la c�rcel, Hechos 12:5 .

Algunos opinan que esta visi�n o vino de su fantas�a, y tampoco lo fue; o bien, por una ilusi�n de Satan�s. Pero Mercer sostiene que fue una verdadera visi�n de Dios; aunque Elifaz abus� de �l en su mala aplicaci�n a Job, jugando al sofista, despu�s de una especie, mientras cambia por completo el estado de la cuesti�n, que en este momento era, si deber�amos juzgar la vida y el comportamiento de un hombre por la grandeza de esos angustias y miserias que sufre? Esta visi�n la describe verbis magnificis et ampullosis: En cuanto a m�, me robaron una cosa (o una palabra), o me la trajeron en secreto, etc.

Pero, �qu� gran secreto era este, dice Calvino, que s�lo Dios es perfectamente justo, y todos los hombres injustos en comparaci�n con �l? Como respuesta, lo llama secreto (aunque sea una verdad clara y evidente), porque pocos lo consideran, y lo mejoran para ser una humilde sumisi�n a Dios, y sufriendo sus juicios. Vea un expreso similar, Salmo 78:2,3 , & c.

, "Abrir� mi boca en una par�bola", que sin embargo no era nada extraordinario, pero po�ticamente establecido, as� Salmo 49:4 . Se describe el estado feliz y seguro de los santos en problemas, y lo contrario; lo cual, aunque es un argumento ordinario, y a menudo tratado, sin embargo, se llama la gran sabidur�a, el dicho oscuro.

Y mi o�do recibi� un poco de eso ] Nonnihil pauxillum, quippiam, no todo lo que podr�a, sino tanto como pudo, como si fuera un recipiente de boca estrecha. Vide ut modeste loquatur, dice Mercer; F�jense con qu� modestia habla el hombre, sin asumir ninguna perfecci�n de conocimiento, aunque era un hombre de gran entendimiento; su o�do capt� algo de lo que se revel�, pero algo.

Los mejores hombres, mientras est�n aqu�, saben s�lo en parte; �por qu� raz�n? Profetizamos, pero en parte, 1 Corintios 13:9 . Tal es nuestra debilidad y estrechez de coraz�n, que no podemos asimilarlo todo; no, ni parte de todos en toda su latitud y extensi�n. La mayor parte de lo que conocemos es la menor parte de lo que no conocemos, dice un Padre.

De ah� esas modestas expresiones de unos fil�sofos, y de otros: Esto s�lo yo s�, que nada s�, dijo S�crates. No s� tanto, dijo otro, que todav�a no s� nada. Mi mayor conocimiento, dijo Chytreus, es saber que no s� nada. Y aunque soy ignorante por lo dem�s, dice otro, no soy ignorante de mi propia ignorancia. No solo en la mayor�a de las otras cosas debo buscar, dice Austin (Epist.

cxix. C. 21), pero incluso en las Escrituras (mi principal estudio y oficio de la vida) multo plura nescio quam scio, se me ocultan muchas m�s cosas de las que todav�a entiendo, Juan 14:4,5 . Tom�s parece contradecir a Cristo. Austin lo reconcilia as�: sab�an en parte ad�nde fue Cristo, pero ni una sola vez se atrevieron a creer que ten�an tal conocimiento; no conoc�an su propio conocimiento.

Los mejores aqu� pueden ver las espaldas de Dios y vivir como Mois�s. Isa�as solo vio su cola en el templo, y el �ltimo extremo de eso tambi�n. El o�do de Elifaz capt� s�lo el �ltimo extremo, por as� decirlo, de una frase, s�lo lo que resonaba el eco, una part�cula del todo que le fue susurrado en secreto. Sin embargo, que recibi� un poco no fue por descuido del resto, sino por la incapacidad de recibir m�s o de recibirlo de manera m�s perfecta.

Versículo 13

En pensamientos de las visiones de la noche, cuando el sue�o profundo cae sobre los hombres,

Ver. 13. En pensamientos de las visiones de la noche, etc. ] O, en pensamientos de las visiones de la noche. Parece por esta y otras circunstancias que esta visi�n no fue una ficci�n o un fraude santo (como algunos han presumido) para traer a Job a la vista de su pecado. Que los papistas alaben a su santo Domingo por su santa hipocres�a, que �l ense�� a sus disc�pulos a utilizar, para llevar mejor a la gente a una buena estima de la fe y el amor a la virtud.

Elifaz era un hombre mejor que lidiar en tales profundidades del diablo, y con tan deliberada seriedad puso una mentira sobre Dios. Realmente caminaba con dificultad, estaba en pensamientos, la palabra significa propiamente ramas, o ramas de �rboles, que son muchas, gruesas, entrelazadas y entrecruzadas, en la multitud de mis pensamientos perplejos dentro de m�, dice David, tus consuelos han refresc� mi alma, Salmo 94:19 .

La misma palabra se traduce en pensamientos vanos, o cavilaciones vacilantes, Salmo 119:113 , como el alma de David odiaba. Los corazones carnales son intercambios y tiendas de pensamientos vanos, guisos de pensamientos inmundos, mataderos de pensamientos crueles y sanguinarios; una verdadera falsificaci�n de pensamientos falsos, pol�ticos y que socavan: pero los pensamientos de Elifaz estaban mejor ocupados; sus pensamientos superiores, las ramas superiores de su alma, estaban relacionados con Dios y las cosas de su reino: cuando otros hombres se volv�an vanos en su imaginaci�n, y su necio coraz�n se oscurec�a, �l ten�a visiones de Dios.

En la temporada de la noche, cuando el sue�o muerto ca�a sobre otros, dorm�a, pero su coraz�n se despertaba y era libre para recibir revelaciones y contemplarlas; o, tal vez, estaba bien despierto a esa hora de la noche, para poder conversar mejor con Dios y con su propia alma. Abraham tuvo muchas visiones tan dulces: Isaac sali� al campo con el prop�sito: Jacob se encontr� con Dios de esta manera, tanto en Betel como en Penuel.

Daniel tuvo visiones tanto de d�a como de noche, al igual que Pablo y otros ap�stoles. Los monjes hacen largas relaciones de revelaciones y apariciones que han tenido. Tambi�n lo hacen los entusiastas y los grandes logros; pero no estamos obligados a creerlos. Matthew Paris inform� de Gilbert Foliot, obispo de Londres, 1161 d.C., que una noche, meditando sobre la diferencia entre el rey y Becket, arzobispo de Canterbury, escuch� una voz terrible que dec�a: O Gilberte Foliot, dum revolvis tot et tot, Deus tuus est Ascarot.

Oh Gibert Filiot, entonces vuelves a tanto y tanto. Tu Dios es Iscariote. �l, consider�ndolo el diablo, respondi� audazmente: Mentiris, demonio: Deus meus est Deus Sabaoth. Diablo mentiroso mi Dios es el Dios de los ej�rcitos. Se dice que Eneas, en Virgilio, tiene visiones y conferencias con sus amigos fallecidos. A Satan�s le encanta imitar a Dios en lo que puede, para enga�ar con mayor �xito; pero tenemos una palabra prof�tica m�s segura, y a�n una luz m�s gloriosa del evangelio, Hebreos 1:2 , el lucero prometido ha resucitado en nuestros corazones, 2 Pedro 1:19 .

Versículo 14

Se apoder� de m� un temor y un temblor que hizo temblar todos mis huesos.

Ver. 14. Me sobrevino temor y temblor ] Temor en el interior y temblor en el exterior. Y este es todav�a el m�todo de Dios: cuanto m�s se acerca a alguien, m�s podredumbre entra en sus huesos, y tiene un miedo terrible de los juicios de Dios, con David; tiembla ante su palabra, con Jos�as, para que sea m�s eficaz en su alma. "Tengamos gracia" (dice el ap�stol), "mediante la cual podamos servir a Dios aceptablemente con reverencia y temor piadoso; porque tambi�n nuestro Dios" (y no solo el Dios de los jud�os) "es fuego consumidor", Hebreos 12:28,29 .

A?????????????? ??? ????? ? ???????? ????, dice Basil. Nuestro Rey ser� servido como �l mismo, servido en el estado; y aunque nos permite una humilde familiaridad, espera nuestro temor reverencial; familiarizado, estar� con nosotros en nuestros caminos de obediencia; pero, sin embargo, se declara en �l en sus ordenanzas, y temblar� en los discursos que hagamos a su majestad; �l mira que deber�amos traer con nosotros una fe legal y un arrepentimiento legal, as� como un evang�lico; y que Filipenses 2:12 en nuestra salvaci�n con temor y temblor, Filipenses 2:12 .

Los terrores y las humillaciones preparan y preparan el coraz�n para las revelaciones; Nunca es justo que un hombre se acueste a los pies de Dios, poniendo su boca en el polvo y clamando: Habla, Se�or, que tu siervo oye; s�lo habr� temor para hacerles entender el o�do, Isa�as 28:19 ; el miedo se encontr� con Elifaz y dio paso a la visi�n celestial.

Que hizo temblar todos mis huesos ] Heb. La multitud de mis huesos, o el n�mero de mis huesos, cuantos sean, y son tantos (dicen los hebreos) como preceptos afirmativos en la ley. Estos pilares de mi cuerpo temblaron dolorosamente y amenazaron con una ruina.

- Gelidusque per ima cucurrit

Temblor de Ossa. - (Eneida ii.)

Versículo 15

Entonces un esp�ritu pas� ante mi rostro; los cabellos de mi carne se erizaron:

Ver. 15. Entonces un esp�ritu pas� ante mi rostro ] Algunos lo convierten en viento, como un mensajero o precursor de Dios cercano, como 1 Reyes 19:11 . Pero mejor, un buen �ngel en alguna forma corporal, Sal 104: 4 Lucas 24:37 ; porque si no, �c�mo podr�a verse a Elifaz, desliz�ndose en lugar de ir, como un barco sobre la faz de las aguas?

Se me eriz� el pelo de la carne ] Horripilatus sum. En el susto, el coraz�n se desmaya, el cabello se eriza; la sangre se apresura al coraz�n para aliviarlo, como hacen los soldados al castillo cuando es probable que todo est� perdido.

Dirigui, steteruntque comae -

Versículo 16

Se detuvo, pero no pude discernir su forma: una imagen [estaba] ante mis ojos, [hubo] silencio, y o� una voz que [dec�a]:

Ver. 16. Se detuvo ] Como ahora listo para hablar. Apenas se oye una voz ambulante: los cielos, en verdad, son predicadores andantes, pero luego pronuncian estas tres palabras (Lib. Ii. De Arca, cap. 3), dice Hugo, en todos los idiomas, Accipe, Redde, Fuge, es decir, recibir misericordias, devolver deberes, huir de las ofensas y sus justos castigos.

Pero no pude discernir su forma ] Heb. el aspecto o semblante. Estaba tan asustado que su ojo no pod�a hacer su trabajo con claridad para discernir lo que estaba justo delante de �l. Es natural que un hombre tema al ver un �ngel: �qu�, pues, har�n los imp�os en el �ltimo d�a, cuando el Hijo del Hombre traiga a todos sus �ngeles, sin dejar uno detr�s de �l en el cielo? Conociendo, pues, el terror del Se�or, persuadimos a los hombres: �y oh, si pudi�ramos persuadirlos!

Una imagen estaba ante mis ojos ] Pero no sab�a qu� hacer con ella. No es la voluntad de Dios que el hombre lo represente con una imagen, Deuteronomio 4:15,16 . Los jud�os, despu�s del cautiverio, estaban tan lejos de la idolatr�a que no admit�an a un tallador o pintor en su ciudad. Los turcos no tolerar�n ninguna imagen, no, no en sus monedas, debido al segundo mandamiento.

Varro dice, el que primero trajo im�genes (y se cree que es Ninus, rey de Babilonia), superstitionem auxit, metum dempsit, aument� la superstici�n y quit� el miedo. Los paganos m�s sabios sosten�an que Dios era demasiado sutil para que los tendones o la vista se apoderaran de �l; y los pintores griegos, cuando dibujaban la imagen de su J�piter en una mesa, todav�a la cambiaban, pero nunca la terminaban, diciendo que aqu� lo mostraban como un dios; para que pudieran empezar a pintar, pero no pudieron perfeccionarlo.

Hubo silencio, y escuch� una voz ]. Era apropiado que hubiera silencio y tranquilidad de esp�ritu cuando una voz divina iba a ser escuchada. Que toda la tierra guarde silencio ante Dios, Habacuc 2:20 . Cuando se abri� el s�ptimo sello, hubo media hora de silencio en el cielo, Apocalipsis 8:1 .

�Qu� ruido hay en el coraz�n de muchos hombres incluso cuando escuchan lo que el Se�or Dios les habla! �Qu� regateo, ley, proyecci�n, correr hacia otro mundo (como hacen los hombres en sue�os), para que no puedan decir lo que dijo el predicador m�s que el hombre en la luna! El silencio es un buen preparativo para la audiencia. Habla, Se�or, que tu siervo oye. Deje que la mujer (y tambi�n el hombre) aprenda en silencio.

Que los pensamientos, que pululan y zumban en nuestros corazones, como las moscas de Egipto, sean excluidos; que el diablo, interrumpi�ndonos con sus sugerencias, como hizo la pitonisa con Pablo y sus compa�eros, se detenga. Dejemos que incluso los buenos pensamientos, si son fuera de temporada y heterog�neos con el trabajo en cuesti�n, se desv�en al aire libre; dig�mosles, como Husai a Ahitofel: Bueno es tu consejo, pero ahora no. �De qu� otra manera escucharemos con atenci�n y afecto? �C�mo escucharemos como a la vida, y escucharemos atentamente con mucha atenci�n? Isa�as 21:7 .

Versículo 17

�Ser� el hombre mortal m�s justo que Dios? �Ser� un hombre m�s puro que su Hacedor?

Ver. 17. Shall mortal ] Lo siento hombre pecador, una mezcla y mezcolanza de suciedad y pecado , Avaro, aerumnis et peccatis obnoxius.

�Ser m�s justo que Dios?] �O ser justo en lugar de Dios? como Lucas 18:14 . Este es el asunto de la visi�n; y es (dice Diodati) una revelaci�n de la doctrina de la remisi�n gratuita de los pecados, y de la justificaci�n del pecador por gracia, a trav�s de su fe en el mediador prometido. Pero Elifaz lo cambia de otra manera, y al aplicarlo incorrectamente a Job, entonces evidenciar�a que todos sus sufrimientos actuales eran el producto de su propio pecado, y por lo tanto del proceso de la justicia de Dios.

La verdad es que Job hab�a soltado algunas palabras en el cap�tulo anterior que reflejaban algo sobre Dios: tambi�n hab�a maldecido amargamente el d�a y los servicios de su nacimiento; este �ltimo, si Elifaz hab�a reprendido duramente a Job, le hab�a hecho un buen oficio amistoso: pero renuncia a esa parte, et quae desperat nitescere posse, renuncia;la otra, de aclarar la justicia de Dios, la toma y la lleva demasiado lejos, para probar esta posici�n err�nea: que cualquiera que sea grandemente afligido por Dios, y por mucho tiempo juntos, ese hombre debe ser contado con los imp�os, aunque no otras pruebas o testigos, comparecer o hablar una palabra en su contra; porque si es inocente, �c�mo ser� Dios justo que lo castigue? Pero Elifaz deber�a haber sabido que las aflicciones son de dos clases, penales y probadas; estos �ltimos no son simplemente para castigar los pecados de los hombres, sino para probar y ejercitar sus gracias, para humillarlos, probarlos y hacerles bien en su �ltimo fin, Deuteronomio 8:16 .

Espere hasta que Dios haya puesto fin a su obra (y no debemos juzgar las obras de Dios, dice Pedro M�rtir, ante quintum actum, antes del quinto acto), y veremos el efecto tanto justo como bueno. Este Job apenas tuvo la paciencia para hacerlo, como se desprende de varios pasajes suyos; sin embargo, siempre conserv� pensamientos elevados y santos de Dios, ni en ning�n momento cuestion� su justicia y pureza, ni se quej� de sus tratos con �l y dispensaciones hacia �l, como injustos, aunque de vez en cuando, a trav�s del extremo de su dolor, el la angustia de su esp�ritu, y la provocaci�n de sus amigos, algunos discursos desprevenidos se le escaparon.

�Ser� el hombre m�s puro que su Hacedor? ] Toma al hombre en su mejor momento y orgullo, en su mejor estado y m�xima fuerza, cuando y en lo que es m�s hombre, ??? Vir a viribus,un hombre de primera magnitud, de la m�s alta elevaci�n (como bien se dice), tanto en partes, dones y gracias; �Ser� m�s puro que su Hacedor? nunca lo pienses. El hombre, comparado con su Hacedor, no tiene pureza ni justicia en absoluto, no, ni siquiera una apariencia o sombra de ella; puede ser justo, o puro, por participaci�n de Dios (dice Austin), pero ni justo ni puro, en comparaci�n con Dios: sobrepasa toda noci�n y sobrepasa a todas las criaturas, no tiene paralelo; tan cierto es, que todos los hombres son mentirosos; tan puro, que todos los hombres son inmundos; tan justo, que todos los hombres son imp�os; tan incomparablemente grande y glorioso, que los �ngeles se dirigen a �l con la mayor humillaci�n. �Por qu� raz�n?

Versículo 18

He aqu�, no confi� en sus siervos; y a sus �ngeles acus� de insensatez:

Ver. 18. He aqu� que no confiaba en sus siervos, etc. ] Esos sirvientes dom�sticos suyos, los santos �ngeles que lo esperan y est�n a su disposici�n para hacer su voluntad. Sirviente es un nombre de oficina; y se deleitan m�s en ser llamados �ngeles (es decir, mensajeros) y esp�ritus ministradores, que principados, tronos, dominios, etc. Ahora bien, en estos Dios no confi�, no encontr� tal motivo para confiar en ellos, porque no estaba perfectamente seguro y leal a �l, m�s all� de lo sostenido y asistido por �l mismo.

La Vulgata Latina lo dice as�: Los que le sirven no son estables; es decir, los �ngeles buenos no son estables por su propia fuerza, sino por el hecho de que Dios los haya establecido para permanecer firmes cuando otros cayeron. Por lo tanto, Salmo 68:17 , los �ngeles se llaman Shinan, como segundos de Dios, dicen algunos; los nobles de esa corte, el m�s pr�ximo a �l; pero otros dicen que son llamados as� de su estado cambiante, ahora arrebatados por Cristo, bajo quien son jefes de gobierno, de influencia, de confirmaci�n, pero no de redenci�n, como nosotros. Cristo, como Dios, les da su ser y todas sus excelencias. Tambi�n como mediador, se sirve de su ministerio para salvaguardar y consolar a su pueblo.

Y a sus �ngeles acus� de locura ] Es decir, no perdon� a los �ngeles que pecaron, como lo expone San Pedro, 2 Pedro 2:4 . Se dice que su pecado es una locura, es decir, orgullo y confianza en s� mismos. C�mo se manifiesta esta locura y locura de ellos (depravaci�n, la Vulgata la traduce), ya sea en afectar a una divinidad, o en la envidia suscitada por el decreto de exaltar la naturaleza del hombre por encima de los �ngeles en y por Cristo, y nombrarlos como buenos hombres guardianes, qu� oficio despreciaban; o si su orgullo apareci� por transgredir algunos mandamientos en particular, no expresado, como lo fue el de Ad�n, es dif�cil de decir.

Seguro que no permanecieron en la verdad, que no mantuvieron su posici�n, etc. y que los �ngeles buenos est�n de pie, y est�n fuera del peligro de caer alguna vez, es por gracia divina. Por lo tanto, �xodo 25:19 , los querubines est�n de pie sobre el propiciatorio y est�n hechos de la materia del mismo.

Versículo 19

�Cu�nto menos [en] los que habitan en casas de barro, cuyo fundamento [est�] en el polvo, [que] es aplastado antes que la polilla?

Ver. 19. �Cu�nto menos en los que habitan en casas de barro ] �O cu�nto m�s (en referencia a la �ltima parte del vers�culo anterior) pueda Dios acusar a los hombres de necedad y depravaci�n! �Y cu�nto m�s debe reconocer que no puede subsistir ni comparecer ante el juicio de Dios, como Job 4:17, sino s�lo por su perd�n y absoluci�n misericordiosos!

Que habitan en casas de barro ] Periphrasis est hominum, dice Mercer; esta es una descripci�n de los hombres, en oposici�n a los �ngeles, esos habitantes del cielo, llamados por tanto �ngeles del cielo, Mat 24:36 G�latas 1:8 , los cortesanos de esa Jerusal�n celestial, Hebreos 12:22 , en y con los cuales, puede parecer que fueron creados; como el alma de Cristo estaba en y con su cuerpo en el vientre de la virgen, en el mismo momento.

Por lo tanto, tambi�n se dice que est�n en el cielo, cuando como se dice que los hombres y otras cosas aqu� abajo est�n en la tierra, Mateo 6:10 , solo en la superficie, listos para ser sacudidos, y que no tienen aqu� una ciudad permanente, Hebreos 13:14 , no hay mansiones hasta que lleguen al cielo, Juan 14:2 , no hay morada establecida: algunas chozas tenemos aqu�, en lugar de casas; caba�as de arcilla, tabern�culos terrenales, ?? ??????, como Pablo despu�s de Plat�n llama los cuerpos de los hombres, 2 Corintios 5:1 .

Y as� la mayor�a de los int�rpretes entienden estas palabras de Elifaz sobre el cuerpo del hombre (m�s que de su casa donde habita aqu�, hecha de arcilla y polvo un poco refinado y sublimado por el arte o la naturaleza), que no es m�s que un terr�n. de arcilla pulcramente confeccionada. Qu� es el hombre, dice Greg. Nacianceno de G�nesis 2:7 , pero �N??? ??? ????, alma y suelo, aliento y cuerpo, un soplo de viento el uno, un mont�n de polvo el otro? ninguna solidez en ninguno, ??? ??? ?????, cinis, cenizas G�nesis 3:19 ; G�nesis 18:21 .

Pulvis et umbra sumus, Polvo y sombras somos, dice el poeta, Her. Sobredosis. iv. 7, 16; y K?????? ? ????????, dice el proverbio griego, El hombre no es m�s que una vasija de barro. El primer hombre, Ad�n, era terrenal, 1 Corintios 15:47 . Y no son mejores los mejores, quos ex meliore forsan lute finxit Titan, que est�n hechos del mejor molde com�n; pero como cuanto m�s fino es el metal, m�s pura es la materia de cualquier vaso o vasija de barro, m�s susceptible est� de romperse, as� han de morir: �por qu�?

Cuyo cimiento est� en el polvo ] La casa es d�bil, y sin embargo, los cimientos m�s d�biles, terra friabilis, volador, liviano, inestable, inamovible, polvo que pronto se agita y gira con cada r�faga de viento. Por tanto, el ap�stol llama al cuerpo del hombre no s�lo una casa (con respecto a, 1. La hermosa y ordenada ejecuci�n del mismo; 2. El alma que lo habita), sino un tabern�culo, que no tiene fundamento, y es transportador, 2 Corintios 5:1 , en oposici�n a su edificio, que es firme y estable.

Por eso dice David, Omnis Adam est totus Abel . En verdad, todo hombre en su mejor estado (cuando est� mejor fundado y asentado sobre su mejor trasero, cuando est� debajo de todos lados y parece dispuesto a vivir) es completamente vanidad, Salmo 39:5 ; Salmo 39:12 . As� que Salmo 144:4 . Ad�n es igual a Abel, o el hombre es como la vanidad; �Qu� puede ser mejor, cuando como

�Cu�les son aplastados antes que la polilla? ] No dice antes del le�n, sino antes de la polilla. Ahora bien, qu� pobre es el hombre, que una polilla lo aplaste; que una huida lo ahogue, como hizo con el papa Alejandro; que un leve hematoma en el dedo del pie pueda matarlo, como lo hizo Emilio L�pido (Plin. lib. 7, cap. 53), que una antorcha envenenada lo ilumine en su largo hogar, �como hizo con el cardenal de Lorena! He conocido, dice uno, la muerte admitida por un grano en el dedo del pie; y bastante el dolor estaba tan lejos del coraz�n, sin embargo, el hombre muri� sobre �l (Purchas).

Otro al que conoc�, que parec�a haber conquistado los elementos, el amplio oc�ano, la naturaleza salvaje, las bestias m�s salvajes, los hombres m�s salvajes, los climas m�s c�lidos; despu�s de diecis�is a�os de ausencia, regres� a casa y muri� de una herida en el pulgar. El se�or Terry, un gran viajero, cuenta de un noble de la corte del Gran Mogul, quien, sentado en coqueteo con una de sus mujeres, hizo que ella le arrancara un pelo del pecho; esta peque�a herida, hecha por ese peque�o e inesperado instrumento de muerte, pronto se encon�; y convirti�ndose en un c�ncer incurable, lo mat� (Lawless Liberty, in a Serm.

en Paul's, por Edm. Terry, p�g. 21). Dios no necesita una lanza m�s grande que un cabello para matar a un ateo, como reconoci� este moribundo. Pero adem�s de todos los accidentes y las bajas del exterior; mira c�mo el vestido engendra polilla, y luego la polilla se come el vestido; de modo que el propio cuerpo del hombre engendra agotamiento, enfermedades, y �stas engendran muerte, como bien se observa en este texto. Es cierto que cada dos a�os hay tal reserva de malos humores y excrementos engendrados en el cuerpo, que un recipiente de cien onzas apenas los contendr�.

Ipsa suis augmentis vita ad detrimenta impellitur, dice Gregory, et inde deficit undo proficere creditur. La vida se desgasta por la misma carne que la sustenta; y cada uno tiene su ruina sobre �l.

Versículo 20

Son destruidos de la ma�ana a la tarde; perecen para siempre sin que nadie se d� cuenta.

Ver. 20. Son destruidos desde la ma�ana hasta la tarde ] Heb. Son golpeados en pedazos, como en un mortero, con un dolor sobre otro, hasta que el mismo aliento se les escapa por fin; y todo esto de la ma�ana a la tarde, durante todo el d�a, o durante toda su vida, que aqu� se establece (para la brevedad de la misma) por un d�a artificial, y tambi�n como ning�n hombre puede estar seguro de que tendr� doce horas hasta su d�a ( Per totum diem, durante todo el d�a, Drus.

), porque �cu�ntos hay cuyo sol se pone al mediod�a! en la plenitud y el orgullo de sus d�as han sido arrebatados repentinamente por la mano de la muerte; s�, �cu�ntos nos vemos cuyo sol se pone al salir, de modo que son llevados desde el nacimiento hasta el entierro! Cada hora, seguramente, todos cedemos un poco a la muerte, y un atajo tiene el h�gado m�s largo de todos, desde el sepulcro del �tero hasta el �tero del sepulcro.

Aqu� Elifaz parece compararnos con esas criaturas llamadas Ephemerobii, que son j�venes por la ma�ana, de mediana edad al mediod�a y muertas antes de la noche; comienzan y terminan sus vidas en un d�a (Aristot.). La vida del hombre es un vapor, dice Santiago, una burbuja, dicen los paganos, una explosi�n, un sue�o, una sombra, un sue�o de una sombra, etc.

Mueren para siempre ] Es decir, mueren de una vez por todas. Porque "si un hombre muere, �volver� a vivir?" Job 14:14 . No importa. En esta guerra, como no hay descarga, Eclesiast�s 8:8 , tampoco se le concede a nadie errar dos veces; por lo tanto, Austin dijo que no ser�a ateo durante media hora para ganar un mill�n de mundos; porque no sab�a, pero Dios podr�a en ese tiempo llamarlo y cortarlo de todo tiempo de arrepentimiento, aceptaci�n y gracia para siempre, ya que pod�a morir una sola vez, y despu�s de la muerte el juicio: el d�a de la muerte de todo hombre es su el d�a de la condenaci�n, Hebreos 9:27 .

Sin que nadie se d� cuenta ] Heb. Poniendo, sc. su coraz�n a �l, o poni�ndolo sobre su coraz�n, como todo hombre vivo deber�a hacer, Eclesiast�s 7:2 , pero que pocos o ninguno lo hace, ver Isa�as 57:1 . David lo hizo, cuando se enter� de la muerte de su hijo, dijo: "Ir� a �l", 2 Samuel 12:23 .

Y Mois�s, al ver caer tan r�pido los cad�veres del pueblo en el desierto, or� por �l y por los dem�s: "Ens��anos, pues, a contar nuestros d�as, para que apliquemos nuestro coraz�n a la sabidur�a", Salmo 90:12 . Cada cad�ver es un monitor, un predicador mudo, Etiam muta clamant cadavera. Abel, aunque muerto, habla; pero �cu�n pocos le escuchan! Dives pens� que si uno ven�a de entre los muertos para advertir a sus hermanos, se har�an grandes cosas.

Petrus Sutorius cuenta de uno que, predicando un serm�n f�nebre a un religioso, como �l lo llama, y ??d�ndole grandes elogios, escuch� al mismo tiempo una voz en la iglesia, Mortuus sum, iudicatus sum, damnatus sum, estoy muerto , Soy juzgado, estoy condenado (Pet. Sutor. De Vita Carth.). Esto influy� mucho en el coraz�n de Bruno, dijo, y lo llev� a fundar la orden cartuja.

Waldus, un comerciante franc�s, qued� tan afectado por la muerte de uno que muri� repentinamente en su presencia, que a partir de entonces se convirti� en un verdadero hombre piadoso, y el padre de los valdenses, esos antiguos protestantes en Francia, tambi�n llamado, Los pobres de Lyons. Pero, �oh, el letargo muerto, el esp�ritu de fornicaci�n, que tanto ha embrujado las mentes de la mayor�a, que pueden ver la muerte y, sin embargo, no pensar en ella! Pueden mirar dentro de la c�mara oscura de la tumba y nunca hacer la menor preparaci�n para ella: si por el momento est�n algo afectados y tienen buenas impresiones, sin embargo, pronto se desvanecen; como el agua, rodeada por una piedra arrojada en ella, pronto vuelve a su anterior suavidad; como los pollos corren bajo las alas de la gallina, mientras la cometa est� sobre ellos, o en una tormenta, pero poco despu�s vuelven al exterior y se desempolvan al sol.

Como Nabucodonosor hab�a tenido una visi�n, pero se le hab�a ido; as� que aqu�, si los hombres en la casa de duelo tienen buenas mociones, no las mejoran a resoluciones, o no llevan sus resoluciones a ejecuciones, etc.

Versículo 21

�No se va su excelencia [que hay] en ellos? mueren, incluso sin sabidur�a.

Ver. 21. �No se acaba la excelencia que hay en ellos? ] �No viaja con ellos su excelencia? as� que Broughton lo traduce. Por su excelencia aqu� algunos entienden el alma, llamada por David su gloria. Un fil�sofo dijo, no hab�a nada excelente en el mundo excepto el hombre, nada en el hombre excepto su alma (Favorinus). Los estoicos afirmaban que el cuerpo no era parte del hombre, sino el instrumento, o m�s bien el sirviente, del alma.

De ah� que los latinos llamen al cuerpo Corpus, o Corpor (como se habla antiguamente), cuasi cordis puer sive famnlus. Y Plat�n dice que ese no es el hombre que se ve de �l; pero la mente de un hombre, eso es el hombre (??? ????? ???????? ?? ????????). Y en Job 4:19 se dice que el hombre habita en una casa de barro; es decir, el alma para habitar el cuerpo. El alma se va con el nombre de toda la persona; el alma en verdad es el hombre en una consideraci�n moral y, por lo tanto, en otra parte se le llama el hombre interior y el hombre oculto del coraz�n, 2 Cor. 4:16 1 Pedro 3:4 ; el cuerpo, comparado con �l, es como una pared de arcilla que encierra un tesoro, un estuche tosco para un instrumento rico, una vaina de cuero para una hoja excelente, Daniel 7:15, o como m�scara para un rostro bello.

Ahora, a la muerte, esta excelencia de un hombre se va, vuelve al Dios que la dio, Eclesiast�s 12:7 . "Sale su aliento, vuelve a su tierra, en ese mismo d�a perecen sus pensamientos", incluso los efectos m�s excelentes de su mente y esp�ritu, como la palabra significa, Salmo 146:4 .

Y as�, todas las dem�s excelencias desaparecen con la muerte, Salmo 39:11 ; Salmo 49:13 ; toda la bondad del hombre, Isa�as 40:6 , ya sean las cosas buenas de la mente, como sabidur�a, ciencia, conciencia, juicio; o del cuerpo, como belleza y salud; o de la fortuna, como lo llaman, como favor y aplauso, junto con mucha prosperidad.

La gloria de nadie desciende con �l al sepulcro, Salmo 49:16 . �D�nde est� ahora la floreciente belleza y valent�a de C�sar, dice uno? sus ej�rcitos y honores, sus triunfos y trofeos? �D�nde est�n los graneros del rico necio? �La gran Babel de Nabucodonosor? �La gran pompa de Agripa? &C. �No han hecho todos estos su lecho en la oscuridad, dejando atr�s su excelencia? �No se han ido, muchos de ellos, a su lugar, como una piedra al centro, o como un necio al cepo?

Mueren, incluso sin sabidur�a ] Heb. Mueren, y no con sabidur�a; mueren como tantas bestias (excepto por su almohada y almohada), sin ning�n cuidado de aferrarse a la vida eterna; mueren como muere un necio, 2 Samuel 3:33 . No con sabidur�a; es decir, en abundancia de locura, dice Pineda. Y este es el caso de la mayor�a de los hombres; su ingenio no les sirve en esta pesada labor de prepararse para morir; alejaron sus pensamientos, y por eso mueren tempore non suo, Eclesiast�s 7:17 , cuando m�s les val�a hacer cualquier cosa que morir.

Vivir con pensamientos moribundos es un punto culminante de la sabidur�a celestial, Sal 90:12 Deuteronomio 32:29 . �C�mo podr�a un cristiano tan sabio perseguir mil concupiscencias necias y da�inas, que ahogan el alma de los hombres en perdici�n y destrucci�n? 1 Timoteo 6:4 .

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 4". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-4.html. 1865-1868.
 
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