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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Completo de Trapp Comentario de Trapp
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Zechariah 6". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/zechariah-6.html. 1865-1868.
Trapp, John. "Comentario sobre Zechariah 6". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Y me volv�, y alc� mis ojos, y mir�, y he aqu�, cuatro carros sal�an de entre dos montes; y los montes eran montes de bronce.
Ver. 1. Y me volv� y alc� los ojos ] es decir , pas� a otra visi�n; y levant� los ojos de mi mente, m�s alto al cielo, dice Jer�nimo, para recibir una nueva revelaci�n de Dios. Y mientras que �l dice: Me volv�, �l declara que Dios de todas partes da a su Iglesia testimonios claros de su cuidado por ella para que los escuche y levante los ojos.
Salieron cuatro carros ] es decir, cuatro escuadrones de �ngeles, guerreros de Dios y ministros de sus m�ltiples decretos, que aqu� se exponen con el nombre de monta�as de bronce, ver Zacar�as 1:8 , Ver Trapp en " Zacar�as 1:8 1: 8 " Carros los �ngeles son llamados en muchos lugares, 2Re 2:11; 2Re 6:17 Habacuc 3:8 , pero especialmente Salmo 68:17 .
Los carros de Dios (en hebreo es carro, en singular, para notar el servicio conjunto de todos los �ngeles) son veinte mil, incluso miles de �ngeles (de los alegres, por lo que la Septuaginta: ???????????, de los que sirven al Se�or pronta y libremente, con gozo y tranquilidad, y as� apacigua su esp�ritu, como se dice aqu�, Zacar�as 6:8 , dale plena satisfacci�n).
El Se�or est� entre ellos como en el Sina�, en el lugar santo; es decir, los �ngeles, por su rapidez y destreza b�lica, hacen que Si�n, la Iglesia, sea tan terrible para todos sus enemigos (�no fue uno de ellos tan para Senaquerib?) como esos �ngeles hicieron el Sina�, en la entrega de la ley, que fue dada en fuego, Deuteronomio 33:2 .
Dios cabalga sobre los cielos para la ayuda de Israel, es decir , sobre los �ngeles. Heb. la palabra �ngeles traducida, en el citado Salmo 68:17 (y as� lo expresa claramente el Caldeo), es por algunos (quienes la derivan de Shaan, afilar) referida a carros; para notar una especie de carros armados con ganchos afilados, utilizados en las guerras, como registran muchos escritores humanitarios.
Y por eso contribuye a la confirmaci�n de esta interpretaci�n, acerca de los �ngeles, en lugar de las cuatro monarqu�as. Pero el �ngel mismo es nuestro mejor int�rprete, Zacar�as 6:5 , �d�nde, siendo preguntado por Zacar�as qu� eran estos carros? �l responde: Estos son los cuatro esp�ritus de los cielos, que salen de estar delante del Se�or de toda la tierra, como una clara per�frasis de los �ngeles, Zacar�as 1:10 . Ver a Trapp en " Zec 1:10 "
Desde entre dos monta�as] Tanquam e carceribus, seg�n lo dise�ado por la providencia y el poder omnipresentes de Dios, y presionado en su nombramiento y placer para correr su carrera, hacer su oficio, ejecutar los juicios de Dios, que son inescrutables e inevitables; y esto los poetas martillaban en su ineluctabile Fatum, destino ineludible, como lo llamaban. Los decretos de Dios permanecen ocultos bajo monta�as de bronce, por as� decirlo, hasta que llegan a su ejecuci�n; corren como un r�o bajo tierra, hasta que brotan y se muestran.
Una vez que ha manifestado su voluntad, la entendemos, que antes estaba oculta para nosotros; es decir, cuando estos carros salen de entre las monta�as de bronce, cuando el evento declara cu�l fue el decreto inmutable de Dios. De ah� el salmista: "Tu justicia es como grandes montes; tus juicios, gran abismo"; esto por el decreto. Y para la ejecuci�n, "T� preservas al hombre ya la bestia", Sal 36: 6 pero por los medios y de la manera que mejor te parezca.
Es nuestra parte decirle Am�n a su Am�n y poner nuestro Fiat y Placet en el suyo. "H�gase la voluntad del Se�or", dijeron aquellos cristianos primitivos, Hechos 21:14 "Aqu� estoy, env�ame", Isa�as 6:8 .
Versículo 2
En el primer carro estaban caballos rojos; y en el segundo carro caballos negros;
Ver. 2. En el primer carro hab�a caballos rojos, etc. ] Estos diversos colores parecen indicar las diversas administraciones de los �ngeles, delegadas a diversos empleos. El color negro presagia sucesos dolorosos y revoluciones. El blanco, alegre. El rojo, ensangrentado. Los asuntos canosos, variados y mixtos, en parte alegres y en parte tristes. Pero f�cilmente me suscribo a �l que dijo: Debemos contentarnos con ignorar el significado completo de esta visi�n.
Tanta est profunditas Christianarnm literarum, dice Austin, es tan grande la profundidad del saber divino que no se puede sondear. La profec�a se representa como una matrona, con los ojos cubiertos, por la dificultad. Por lo que Paulinus Nolanus nunca se sentir�a atra�do a escribir comentarios; y Psellus en Thedoret pide perd�n por exponer los c�nticos de Salom�n.
Versículo 4
Entonces respond� y dije al �ngel que hablaba conmigo: �Qu� son estos, se�or m�o?
Ver. 4. �Qu� son estos, mi se�or? ] La dificultad s�lo despierta el deseo en los esp�ritus heroicos; cuanto m�s dif�cil era la visi�n, m�s seria era la inquisici�n del profeta: estaba inquieto hasta que se resolv�a mejor; y por lo tanto se aplica de nuevo a su �ngel tutor, en lugar de a Tutelar, a quien, por honor, llam� mi se�or; Ver Trapp en " Zac 4: 5 " y tomar nota de la verdad de la afirmaci�n de San Pedro sobre el escrutinio prof�tico, 1Pe 1:11 con la mayor sagacidad y asiduidad.
Versículo 5
Y el �ngel respondi� y me dijo: Estos son los cuatro esp�ritus de los cielos, que salen de estar delante del Se�or de toda la tierra.
Ver. 5. Estos son los cuatro esp�ritus de los cielos ] Los �ngeles son esp�ritus, Hebreos 1:7 ; Hebreos 1:14 , y los esp�ritus del cielo, Mateo 24:36 G�latas 1:8 , asemej�ndose a su creador, como los hijos hacen a su Padre (por eso se les llama hijos de Dios, Job 1:6 ; Job 38: 7), ambos en su sustancia, que es incorp�rea, y en sus excelentes propiedades, vida e inmortalidad, bienaventuranza y gloria; una parte de lo cual es su justo se�or�o y dominio sobre criaturas inferiores.
Porque, como esp�ritus ministradores, est�n delante del Se�or de toda la tierra, quien los env�a a su voluntad para servir a su providencia; as�, tienen, como sus agentes e instrumentos, un golpe no peque�o en el ordenamiento y manejo de los asuntos naturales y civiles, como puede verse en el primero de Ezequiel. Las ruedas, es decir, los acontecimientos de las cosas, tienen ojos, es decir, algo que podr�a mostrar la raz�n de sus giros, si pudi�ramos verlo.
Y son conmovidos pero como los seres vivientes, es decir, los �ngeles, los conmovieron; y tanto las ruedas como los seres vivientes actuaron y guiaron por el Esp�ritu de Dios como la causa principal y suprema de todo, el Se�or de toda la tierra, como se le llama aqu�.
Que est�n delante, etc. ] Como esperando sus �rdenes, y listo para ejecutar su misi�n, Mat 18:10 Daniel 7:10 . Jacob los vio en Betel, 1. Ascendiendo, sc. contemplar y alabar a Dios, y ministrarle. 2. Descendente, sc. para ejecutar la voluntad de Dios sobre los hombres, por misericordia o por juicio, Salmo 103:20 .
Con ese prop�sito, Ezequiel nos dice que tienen cuatro caras, para mirar en todos los sentidos, cuando, como atalayas de Dios, son centinelas en la torre del cielo. Y que la planta de sus pies es como la planta de los pies de un becerro, redonda y lista para avanzar o retroceder con la mayor facilidad; que como ven en todos los sentidos, as� son aptos para ir en todos los sentidos para dispensar los beneficios de Dios, y ejecutar sus castigos hacia los elegidos y vengarse de los reprobados, 2 Samuel 24:17 2 Reyes 19:35 G�nesis 19:1 ; Gen 19:11 Hechos 12:23 Apocalipsis 16:12 ; Apocalipsis 16:16 .
Todo esto lo hacen con justicia, diligencia y pureza, con fe al recibir los mandamientos de Dios, Apocalipsis 15:6 , vestidos de lino blanco puro y ce�idos el pecho con cinturones de oro. Trabajemos para obedecer a Dios, como lo hacen los �ngeles; de lo contrario, podemos ser �ngeles para los regalos y, sin embargo, ir al infierno.
Versículo 6
Los caballos negros que hay en �l van a la tierra del norte; y las blancas salieron tras ellos; y los grises salen hacia la tierra del sur.
Ver. 6. Los caballos negros que hay en �l, etc. ] Estos �ngeles est�n designados para varios pa�ses. Los caballos negros a Babilonia (que se encuentra al norte de Judea) para infligir venganza. Los caballos blancos son enviados con ellos para sacar a la Iglesia de Babilonia; y para traer a sus hermanos como ofrenda a Jehov�, en caballos, carros, literas, mulos y animales veloces, al monte santo de Dios en Jerusal�n, Isa�as 66:20 .
Y los canosos van hacia el pa�s del sur ] Para mostrar que los castigos de Egipto y Arabia (que se encuentran al sur de Judea) deben ser algo mezclados y mitigados; deber�an estar en mejor situaci�n que Babilonia; sin embargo, no es tan bueno como para que los jud�os sue�en con un estado feliz en esos pa�ses; sino m�s bien, dir�gete a Judea y gu�rdalos all�; ya que los que est�n fuera de los recintos de Dios est�n fuera de su protecci�n, Salmo 91:9,12 .
Versículo 7
Y sali� la bah�a, y procur� ir para caminar de un lado a otro por la tierra; y �l dijo: Vete de aqu�, camina de un lado a otro por la tierra. As� que caminaron de un lado a otro por la tierra.
Ver. 7. Y sali� la bah�a, etc. ] Junius lo lee, Y los fuertes, o los confirmados; es decir, los �ngeles, armados con poder y autoridad de Dios para la ejecuci�n de su voluntad: Isa�as 10:34 "El L�bano caer� por un valiente", es decir, por un �ngel. 2 Tesalonicenses 1:7 , se les llama los �ngeles del poder de Dios; y en otros lugares, principados y potestades.
Y procuraron andar para caminar de un lado a otro por la tierra ] No solo hacia el sur, como Zacar�as 6:6 . Esto no ense�a que los �ngeles son m�s cuidadosos con este mundo que Dios, de quien lo deseaban. Pero primero, que no pueden hacer nada sin una comisi�n de �l. En segundo lugar, que est�n siempre dispuestos a ofrecer su servicio y rendir obediencia, a la menor insinuaci�n del placer divino.
Versículo 8
Entonces clam� sobre m�, y me habl�, diciendo: He aqu�, estos que van hacia la tierra del norte han aquietado mi esp�ritu en la tierra del norte.
Ver. 8. Entonces clam� sobre m� ] Para que yo lo observara mejor, ya que lo dijo con tanta vehemencia.
Han pacificado mi esp�ritu ] es decir, Perfecerunt voluntatem meam, como dice el Caldeo aqu�, han hecho mi trabajo a fondo, para mi gran satisfacci�n. Cuando los enemigos de la Iglesia son masacrados, Dios invita a las aves y las bestias a un banquete, por as� decirlo con alegr�a; y se deleita tanto en su justo castigo como cualquier hombre puede hacerlo en una copa de vino generoso; de donde se le llama el vino de la ira de Dios, Apocalipsis 14:10 ; ver Deuteronomio 28:63 .
Versículo 9
Y vino a m� palabra de Jehov�, diciendo:
Ver. 9. Y vino a m� la palabra del Se�or, diciendo ]. Esta segunda parte del cap�tulo no es una visi�n, sino un serm�n o una predicci�n hist�rica de lo que realmente se iba a hacer. Porque as� como el Esp�ritu de Dios fue aquietado y, por as� decirlo, consolado por la fiel ejecuci�n de sus oficios por parte de los �ngeles; de modo que busca, mediante esta profec�a, calmar y consolar los esp�ritus de su pueblo los jud�os, que fueron devueltos de Babilonia.
Porque estos, al verse acosados ??por enemigos y exigencias, posiblemente podr�an desesperar de ver alguna vez el cumplimiento de esas promesas y profec�as del reino restaurado a la casa de David, y de la gran gloria del segundo templo sobre el primero. Por lo tanto, para mantener en alto sus corazones, se les hizo esta declaraci�n del reino y sacerdocio de Cristo, bajo la t�pica coronaci�n del sumo sacerdote Josu�.
Versículo 10
Toma de la cautividad, de Heldai, de Tob�as y de Jeda�as, que son de Babilonia, y ven t� en el mismo d�a, y entra en la casa de Jos�as hijo de Sofon�as;
Ver. 10. Toma de los cautivos ] es decir, de los cautivos que regresaron,
de Heldai, de Tob�as y de Jeda�as ] Hombres famosos en la congregaci�n, hombres de renombre, N�meros 16:2 . Que estos cuatro mencionados aqu� (tomando a Jos�as, quien tambi�n es llamado Hen, Zac 6:14), eran embajadores de los jud�os piadosos en Babilonia, y tra�an sus regalos, como piensa Junius, no puedo afirmarlo; pero que fueron lo mismo con Daniel, Sadrac, Mesac y Abednego, como nos dicen los jud�os y Jer�nimo, no creo.
Jos�as parece ser el anfitri�n de los otros tres; como Gayo lo fue con San Pablo y otras buenas personas; aunque algunos piensan, m�s bien, que o era tesorero del templo, o bien, un orfebre, y uno que pod�a hacer coronas. Calvino conjetura en Zacar�as 6:14 (donde se dice que la corona ser� para estos hombres en memoria), que siendo hombres de autoridad, eran profundamente culpables de infidelidad e impaciencia, porque no vieron una actuaci�n presente de la promesas ellos mismos estaban descontentos, y desanimaban a otros, "Os es necesaria la paciencia", dice el ap�stol a aquellos hebreos de esp�ritu corto, Hebreos 10:36 , que encontraron m�s f�cil sufrir el mal que esperar el bien prometido.
Y t� ven el mismo d�a ] O el mismo d�a que estos hombres vinieron de Babilonia, o el mismo d�a que el Se�or le dijo al profeta, se le orden� que se fuera, que no lo pospusiera ni un d�a m�s; porque el pueblo necesitaba un consuelo r�pido y apresurado. Apenas Dios hab�a preparado al pueblo, pero la cosa se hizo de repente, como 2 Cr�nicas 29:36 .
Tan pronto como maduraron, �l estaba listo. Es un Dios de juicio, un Dios sabio, que sabe cu�ndo repartir sus favores; como hasta entonces espera ser misericordioso, Isa�as 30:18 . Sus dedos anhelan estar haciendo el bien en su benepl�cito a Sion; como duelen los pechos de la madre cuando ya es hora de que el ni�o mame. Exalta a los humildes, llena de bienes a los hambrientos.
Una vez que David sea pobre y necesitado, Dios no se detendr�, Salmo 40:17 ; cuando su alma sea como un ni�o destetado, entonces tendr� el reino, Salmo 131:2 .
Versículo 11
Entonces toma plata y oro, y haz coronas, y ponlas sobre la cabeza de Josu� hijo de Josedec, el sumo sacerdote;
Ver. 11. Haz coronas ] Dos, dice Piscator; uno de oro, para la dignidad real, otro de plata, para el sacerdocio. Tres, dice Lapide, que lo convierte en un tipo, como del triple oficio de Cristo, as� de la triple corona del Papa; la cual se relaciona m�s bien con el cuadro de Pride dibujado por los antiguos romanos, con tres coronas en la cabeza: en la primera estaba inscrito Transcendo; Paso, en el segundo Non obedio; Desobedezco , el tercer Perturbo.
Me confundo, Danaeus cree probable, por Zacar�as 6:14 , que aqu� se hicieron cuatro coronas, seg�n el n�mero de las cuatro personas aqu� mencionadas, que trajeron el oro y la plata. Ribera tendr� que ser todo menos una corona hecha de ambos metales, y llamadas coronas por su grandeza; como sabidur�as, para sabidur�a singular, Pro 1:20 marg; Behemot, bestias, por una enorme bestia, Job 40:15 .
El verbo singular, tihieh, Zacar�as 6:14 , parece m�s favorecer esta presunci�n suya. Pero en hebreo, el singular a menudo se usa para el plural (Chald. Vertit Facies coronam magnam ).
Versículo 12
Y h�blale, diciendo: As� habla el SE�OR de los ej�rcitos, diciendo: He aqu� el hombre cuyo nombre es el RAMO; y crecer� de su lugar, y edificar� el templo del SE�OR.
Ver. 12. Y le hablaron, diciendo: As� habla el Se�or de los ej�rcitos, diciendo ] Es decir, afirmarlo y afirmarlo con seguridad y constancia; que, a pesar de toda inverosimilitud e incredulidad por parte del pueblo, el Dios Todopoderoso seguramente lo har� realidad; este mont�n de palabras importa tanto; porque "�pens�is que la Escritura habla en vano?" dice Santiago, no sin una santa indignaci�n, Santiago 4:5 .
He aqu� el hombre cuyo nombre es el Renuevo ] Jesucristo hombre, que fue hecho de la simiente de David seg�n la carne, Romanos 1:3 ; y como un Renuevo brot� de sus ra�ces, Isa�as 11:1 . Ver Trapp en " Zac 3: 4 " Josu�, para que no sea exaltado por encima de toda medida con la abundancia de este nuevo honor, o piense en s� mismo m�s alto de lo que deber�a pensar, 2 Corintios 12:7 Romanos 12:3Se le da a entender que no es coronado por otra causa que esta, para que los jud�os entiendan que se levantar� Uno que ser� rey y sacerdote tambi�n para siempre, seg�n el orden de Melquisedec; y su nombre deber�a ser el Renuevo, no solo porque cuando era ni�o creci� en edad y sabidur�a, y en gracia con Dios y los hombres (que es la raz�n de Vatablus), sino porque �l es la ra�z, fuente y fundamento. de todos los fieles que crecen y se multiplican en �l con el aumento de Dios: de ah� se sigue,
Crecer� de su lugar y edificar� el templo de Dios ] Es decir, la Iglesia, que en todo tiempo ha sido reunida por Cristo mediante la predicaci�n del evangelio.
Y crecer� de su lugar ] O �l (el Renuevo) se ramificar� de sub se, de debajo de �l; �l nacer� de s� mismo, por as� decirlo, de familia pobre; porque este Renuevo brot� de la ra�z de Isa�, cuando esa buena familia estaba tan hundida, como desde David el rey hasta Jos� el carpintero. El que escribe la vida del rey Eduardo VI dice de sus tutores, el Dr. Cox y el Sr. John Cheek, que eran hombres de mala cuna; pero tan bien estimados por sus virtudes y conocimientos, que bien podr�a decirse que nacieron de ellos mismos (Sir John Heywood).
Y �l edificar� el templo del Se�or ] es decir, el templo espiritual, ese templo, la Iglesia, cuya gloria era mucho mayor que la gloria del primero, Hageo 2:9 . Vea a Trapp en " Hag 2: 9 ". Y esto deber�a hacer con la calidad de un rey y con la magnificencia real. "Vosotros tambi�n, como piedras vivas, elegidos y preciosos, sois edificados casa espiritual, sacerdocio santo", etc., 1 Pedro 2:5 .
Versículo 13
�l edificar� el templo del SE�OR; y �l llevar� la gloria, y se sentar� y gobernar� en su trono; y ser� sacerdote en su trono, y consejo de paz habr� entre ambos.
Ver. 13. Incluso �l edificar� el templo del Se�or ] El mismo otra vez, para mayor seguridad; como se duplic� el sue�o de Fara�n. O incluso �l la construir�, es decir, la comenzar� y la terminar� (es la misma palabra de nuevo, pero en tiempo futuro). Cristo es llamado el autor y consumador de nuestra fe, Hebreos 12:2 .
Y �l llevar� la gloria ] Jes�s, no t�, Josu� (en griego Jes�s), aunque ahora llevas la corona. Toda tu gloria es figurativa de la suya. As� dice el Se�or: Quita la diadema (o mitra), quita la corona: esto no ser� lo mismo. La revocar�, revocar�, revocar�, y no ser� m�s, hasta que venga aquel a quien corresponde el derecho, y se lo dar� a �l, es decir, a Cristo, rey y sacerdote de su Iglesia. Particularmente para su oficio real, se sentar� y gobernar� en su trono, como un Se�or soberano de todos. Y por su oficio sacerdotal,
Tambi�n ser� sacerdote en su trono ] Porque la Iglesia tambi�n tiene su trono y jurisdicci�n, aunque distinta y separada de la civil.
Y el consejo de paz habr� entre ambos ] es decir, no habr� conflicto entre estos dos oficios en Cristo; como sucedi� a veces entre los reyes y los sacerdotes de �pocas pasadas, pero deber�an, por as� decirlo, tomar juntos un dulce consejo por el bien de la Iglesia; Cristo habiendo comprado toda la paz para su pueblo por su sacerdocio, y manteni�ndola y defendi�ndola con su reino.
Versículo 14
Y las coronas ser�n para Helem, Tob�as, Jeda�as y Hen hijo de Sofon�as, por memoria en el templo del SE�OR.
Ver. 14. Y las coronas ser�n para Helem ... para un memorial] O monumento de su incredulidad, dice Calvino, y de su plena convicci�n. Ver Trapp en " Zac 6:10 " O su generosidad, dicen otros, y tal vez con alguna inscripci�n o recuerdo de sus nombres (aqu� registrados) por el honor. Pero lo mejor de todos aquellos que dicen que estos deberes fueron para un memorial en el templo del Mes�as que se esperaba en breve, y que se prometi� en el presente.
Se dice que los jud�os pobres en este d�a tienen una corona colgando en sus sinagogas, contra la venida de su Mes�as largamente esperado. Y que no viene todo esto mientras dicen que es por sus pecados, que son muchos y huesudos o poderosos (????? ????????). Pero ahora que permanece tanto tiempo, ser�, dicen, un precursor del fin del mundo, y reunir� con su poder a todas las naciones en un solo redil, de acuerdo con lo que sigue aqu�.
Versículo 15
Y los que est�n lejos vendr�n y edificar�n el templo de Jehov�, y sabr�is que Jehov� de los ej�rcitos me ha enviado a vosotros. Y [esto] suceder�, si obedec�is con diligencia a la voz del SE�OR vuestro Dios.
Ver. 15. Y los que est�n lejos ] Esto se cumpli� en la conversi�n de los gentiles, quienes, junto con los jud�os cristianos, crecieron en un templo santo en el Se�or, Efesios 2:19 , etc. En cierto sentido, tambi�n se cumpli� en Ciro, Dar�o, Artajerjes, Herodes, quienes estaban a cargo de la obra del templo. Ver Esdras 7:15,16 , el rey y su consejo, los babilonios y los jud�os, hacen una contribuci�n a la obra.
Y sabr�s ] sc. Por el evento y por su propia experiencia.
Si obedec�is diligentemente a la voz ] Es decir, si por la fe recib�s a Cristo manifestado en la promesa, y luego persist�s en la obediencia de la fe hasta el fin.