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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 15". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-chronicles-15.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 15". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Y el Esp�ritu de Dios, que es tambi�n el Esp�ritu de profec�a, vino sobre Azar�as, hijo de Oded, desconocido de otra manera;
Versículos 1-9
La idolatr�a erradicada.
Versículo 2
y sali� al encuentro de Asa, al volver este �ltimo de su victoriosa persecuci�n de los et�opes, y le dijo: O�dme, Asa, y todo Jud� y Benjam�n, todo el ej�rcito: el Se�or est� contigo mientras est�s con �l; y si lo busc�is, ser� hallado por vosotros, m�xima que tambi�n se sostiene en otras ocasiones; pero si le abandon�is, �l os abandonar�, 2 Cr�nicas 24:20 .
Versículo 3
Ahora, durante una larga temporada, Israel ha estado sin el Dios verdadero y sin un sacerdote que ense�e y sin la ley. Las palabras m�s bien se refieren al futuro, en una profec�a de advertencia: Muchos d�as ser�n para Israel sin el Dios verdadero, y la declaraci�n tiene la intenci�n de influir en el pueblo para que posponga ese tiempo lo m�s posible.
Versículo 4
Pero cuando en su angustia se volvieron al Se�or Dios de Israel y lo buscaron, fue hallado por ellos. Esto sucedi� una y otra vez en la historia posterior de Jud�. Contin�a ahora la descripci�n de los lamentables efectos de la futura apostas�a.
Versículo 5
Y en esos tiempos no hubo, m�s bien, no habr� paz para el que sali�, ni para el que entr�, no hubo intercambio libre, sin trabas y pac�fico dentro de la naci�n, pero grandes vejaciones estaban sobre todos los habitantes de los pa�ses. , confusi�n y conflicto en todas las provincias de Israel a causa de la actitud de las naciones vecinas hostiles.
Versículo 6
Y naci�n de naci�n fue destruida, literalmente, "naci�n de naci�n ser� derrotada" y ciudad de ciudad; porque Dios los afligi�, m�s bien los afligir� con toda adversidad. Estas palabras se cumplieron de una manera muy llamativa en la �poca de Nabucodonosor, e incluso antes, cuando los gobernantes egipcios llegaron a su antojo y devastaron la tierra.
Versículo 7
Sed, pues, vosotros fuertes, y no dej�is que vuestras manos se debiliten, una perseverancia consagrada ser�a necesaria para vencer todos los peligros que se deparaban para el futuro; porque tu trabajo ser� recompensado. Las manos que se aflojan en el servicio del Se�or son in�tiles para los prop�sitos de Su reino.
Versículo 8
Y cuando Asa oy� estas palabras y la profec�a de Oded, el profeta, es decir, del hijo de Oded, verso 1, se anim�, se llen� de un celo santo y valent�a, y se despoj� de los �dolos abominables, el estatuas y columnas de los dioses y diosas paganos, de toda la tierra de Jud� y Benjam�n, y de las ciudades que hab�a tomado del monte Efra�n, porque probablemente era un oficial de su padre en la guerra con Israel, 2 Cr�nicas 13:19 , y renov� el altar del Se�or que estaba delante del p�rtico del Se�or, 2 Cr�nicas 4:1 ; 2 Cr�nicas 6:12 , repar�ndola y embelleci�ndola.
Versículo 9
Y reuni� a todo Jud� y a Benjam�n, y a los extranjeros con ellos de Efra�n y Manas�s, los que se hab�an asentado en Jud� cuando la idolatr�a se introdujo oficialmente en Israel, y de Sime�n, porque los miembros de esta tribu tambi�n se hab�an vuelto adictos a la idolatr�a. ; porque le cayeron de Israel en abundancia cuando vieron que el Se�or, su Dios, estaba con �l. Nota: Incluso hoy en d�a, hombres y mujeres de todos los �mbitos de la vida, al ver cu�n claramente el Se�or bendice la predicaci�n pura de la Palabra, son ganados para la verdad y la confiesan abiertamente ante los hombres.
Versículo 10
As� que ellos, todos los que se mencion� que hab�an sido ganados por las medidas reformadoras de Asa, se reunieron en Jerusal�n en el tercer mes, en el a�o quince del reinado de Asa, para una gran fiesta de confesi�n y acci�n de gracias.
Versículos 10-19
La verdadera adoraci�n restaurada
Versículo 11
Y ofrecieron al Se�or al mismo tiempo, en el curso de esa fiesta, del bot�n que hab�an tra�do, setecientos bueyes y siete mil ovejas, la fiesta de acci�n de gracias muy probablemente se combin� con la gran fiesta de Pentecost�s.
Versículo 12
Y hicieron un pacto de buscar al Se�or Dios de sus padres con todo su coraz�n y con toda su alma, para estar unidos a �l en los lazos del m�s �ntimo amor, servicio y lealtad,
Versículo 13
que todo aquel que no busque al Se�or Dios de Israel sea condenado a muerte, sea peque�o o grande, con influencia y poder o no, sea ??hombre o mujer, como lo requiere la Ley del Se�or, Deuteronomio 13:5 a Deuteronomio 9:15 .
Versículo 14
Y juraron al Se�or a gran voz y con gritos, en c�ntico solemne y con trompetas y cornetas, instrumentos utilizados para la m�sica del templo.
Versículo 15
Y todo Jud�, con un solemne entusiasmo que casi llega al �xtasis, se regocij� con el juramento; porque hab�an jurado con todo su coraz�n, no era una mera confesi�n de los labios, y lo buscaron con todo su deseo; y fue hallado de ellos. Y el Se�or les dio descanso alrededor, recompens� su piedad concedi�ndoles la bendici�n de la paz.
Versículo 16
Y tambi�n en cuanto a Maacah, la madre, es decir, la abuela, del rey Asa, la sac� de ser reina, ya no pod�a ocupar el cargo de viuda, porque hab�a hecho un �dolo en una arboleda, erigi� una estatua para la diosa pagana Astart�. Y Asa cort� su �dolo, el poste de madera consagrado a la diosa femenina, y lo sell�, o lo aplast�, probablemente cort�ndolo en pedacitos, y lo quem� en el arroyo Cedr�n.
Versículo 17
Pero los lugares altos no fueron quitados de Israel, es decir, los edificios que se hab�an erigido como casas de culto en las colinas; sin embargo, el coraz�n de Asa fue perfecto todos sus d�as, consagrado al Se�or en verdadera lealtad.
Versículo 18
Y trajo a la casa de Dios las cosas que su padre hab�a consagrado, apartadas como ofrendas votivas, y que �l mismo hab�a dedicado, plata , oro y vasos, del bot�n tomado de los et�opes.
Versículo 19
Y no hubo m�s guerra hasta el a�o treinta y cinco del reinado de Asa. El hecho de que la paz en la tierra es un regalo de la bondad de Dios a menudo es pasado por alto por los hombres; sin embargo, es �l quien controla el coraz�n de los hombres para la paz o la guerra.