Lectionary Calendar
Friday, September 27th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
StudyLight.org has pledged to help build churches in Uganda. Help us with that pledge and support pastors in the heart of Africa.
Click here to join the effort!

Bible Commentaries
Ezequiel 20

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Buscar…
Enter query below:

Versículo 1

Y sucedi� en el s�ptimo a�o, en el quinto mes, el d�cimo d�a del mes, aproximadamente a la mitad del primer per�odo de la actividad prof�tica de Ezequiel, que algunos de los ancianos de Israel, que eran sus l�deres espirituales tambi�n en el cautiverio, vino a consultar al Se�or, como en una ocasi�n anterior, buscando una revelaci�n especial, muy probablemente acerca de la pronta terminaci�n de su cautiverio, y se sent� ante m�, de acuerdo con la costumbre de tales delegaciones.

Versículos 1-9

En dias tempranos

Versículo 2

Entonces vino a m� la palabra del Se�or, diciendo:

Versículo 3

Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, d�ndoles informaci�n que fue verbalmente la expresi�n de la voluntad de Dios, y diles: As� ha dicho el Se�or Dios, el Gobernador supremo del universo, al mismo tiempo el Dios de el pacto: �Hab�is venido a consultarme? �Fue su descaro tal que los hizo comparecer ante Jehov� sin previo cambio de coraz�n, en un exceso de audaz hipocres�a? Vivo yo, dice el Se�or DIOS, que no ser� consultado por ustedes,esta enf�tica declaraci�n se hizo principalmente a causa de su incapacidad, en su actual estado moral, para comprender la voluntad del Se�or. Por lo tanto, en relaci�n con esta pregunta, el Se�or aprovecha la ocasi�n para acusar a su siervo de un mensaje de reprimenda sincera dirigido a los jud�os desobedientes y de coraz�n duro.

Versículo 4

�Los juzgar�s, hijo de hombre, los juzgar�s t�? la pregunta muestra la impaciencia del Se�or al pronunciar sentencia sobre los pecadores impenitentes. Hazles conocer las abominaciones de sus padres, teniendo este ensayo el prop�sito no solo de presentar la grandeza de la culpa de Israel, sino tambi�n de enfatizar la paciencia que el Se�or hab�a mostrado hasta ahora al tratar con Su pueblo.

Versículo 5

Y diles: As� ha dicho Jehov� el Se�or: El d�a que escog� a Israel, seleccion�ndolos por su gracia y misericordia, de entre las naciones del mundo, y alc� mi mano a la simiente de la casa. de Jacob, en el gesto de un juramento solemne a los hijos de su siervo Israel, y me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, bajo el nombre de Jehov�, el Dios del pacto, �xodo 6:3 , cuando levant� �xodo 6:8mi mano hacia ellos, diciendo: Yo soy el Se�or, vuestro Dios, �xodo 6:8 ;

Versículo 6

el d�a que les alc� mi mano para sacarlos de la tierra de Egipto a una tierra que les hab�a espiado, busc�ndola y escogi�ndola para ellos como la mejor de todas las tierras para Su prop�sito especial, Deuteronomio 8:7 , que fluye leche y miel, que es la gloria de todas las tierras, la m�s hermosa y deliciosa de todas las tierras, Daniel 8:9 ,

Versículo 7

Entonces les dije, siendo esta la esencia de todo el mensaje de Mois�s: Desechad a cada uno las abominaciones de sus ojos, lo que era repugnante a los ojos de Dios y debi� serlo a los de ellos, y no os contamin�is con los �dolos. de Egipto, por tal. la idolatr�a a�n se practicaba en secreto, Cf Lev�tico 17:7 ; Josu� 24:14 . Yo soy el Se�or, tu Dios.

Versículo 8

Pero ellos se rebelaron contra m� y no quisieron escucharme, llen�ndose incluso en aquellos d�as de la obstinaci�n que result� su perdici�n; No todos desecharon las abominaciones de sus ojos, ni abandonaron los �dolos de Egipto, cf. �xodo 32. Entonces dije: Derramar� mi furor sobre ellos, habiendo llegado a esta conclusi�n acerca de ellos incluso antes de que salieran de Egipto. , para cumplir mi ira contra ellos en medio de la tierra de Egipto, para castigarlos aun en ese tiempo.

Versículo 9

Pero obr� por causa de Mi nombre, �l se abstuvo de ejecutar Su ira por causa de Su propio honor, para que no fuera contaminada ante los paganos, quienes habr�an tenido ocasi�n de blasfemar si Israel hubiera sido severamente castigado por el Se�or en ese tiempo, mientras los egipcios eran testigos, entre los cuales estaban, a cuyos ojos me di a conocer a ellos, como por las diez grandes plagas, al sacarlos de la tierra de Egipto.

Esa fue la primera etapa de la existencia nacional de Israel, o m�s bien la preparaci�n para esta etapa. Incluso en aquellos d�as, los hijos de Israel hab�an sido tan tercos y obstinados que el Se�or se sinti� obligado a castigarlos severamente, y solo Su gran misericordia los hab�a salvado del merecido castigo.

Versículo 10

Por tanto, los hice salir de la tierra de Egipto, de acuerdo con Su misericordiosa intenci�n, y los llev� al desierto, liber�ndolos de la opresi�n y prepar�ndolos para entrar en la Tierra Prometida.

Versículos 10-26

En el desierto

Versículo 11

Y les di Mis estatutos y les mostr� Mis juicios, es decir, en la promulgaci�n de la Ley en el monte Sina�, que si un hombre los cumple, incluso vivir� en ellos, porque una observancia perfecta de la Ley ciertamente merecer�a la vida eterna. Cf Romanos 10:5 ; G�latas 3:12 ; Lucas 10:28 .

Versículo 12

Adem�s, tambi�n les di Mis s�bados, cuya observancia especial era una distinci�n para los jud�os, para que fueran un signo entre ellos y yo, en su celebraci�n siempre recurrente, para que supieran que yo soy el Se�or que los santifico, por separ�ndolos de las otras naciones del mundo y record�ndoles el hecho de que el descanso y la contemplaci�n del s�bado era un tipo del descanso mayor y m�s maravilloso preparado para el pueblo de Dios. Cf. Hebreos 4:9 .

Versículo 13

Pero la casa de Israel se rebel� contra m� en el desierto, repitiendo la actuaci�n anterior; no anduvieron en Mis estatutos, y despreciaron Mis juicios, las ordenanzas generales as� como los mandamientos espec�ficos, que si alguno los cumple, vivir� en ellos; y mis s�bados �xodo 32:1 , al �xodo 32:1 su debida observancia, cf �xodo 32:1 ; N�meros 25:1 ; �xodo 16:27 ; N�meros 15:32 .

Entonces dije que derramar�a Mi furor sobre ellos en el desierto para consumirlos, como �l dijo repetidamente. Cfr. �xodo 32:10 ; N�meros 14:11 .

Versículo 14

Pero obr� por causa de mi nombre, nuevamente obrando liberaci�n y refrenando de golpear en su ira, para que no fuera contaminado delante de los gentiles, a cuya vista los saqu�, la explicaci�n del Se�or aqu� concuerda exactamente con la s�plica por la cual Mois�s efectu� la liberaci�n del pueblo que amaba.

Versículo 15

Sin embargo, tambi�n les alc� mi mano en el desierto, en otro solemne juramento, N�meros 14:28 , de que no los llevar�a a la tierra que les hab�a dado, que mana leche y miel, que es la gloria de todos. tierras

Versículo 16

porque despreciaron mis juicios y no anduvieron en mis estatutos, sino que contaminaron mis s�bados; porque su coraz�n segu�a a sus �dolos, como indicaba su feroz anhelo por las ollas de carne de Egipto. Cf N�meros 15:39 ; Salmo 78:37 ; Am�s 5:25 ; Hechos 7:42 .

Versículo 17

Sin embargo, Mi ojo los libr� de destruirlos, aunque todos los adultos que hab�an abandonado la tierra de Egipto murieron en el desierto, con la excepci�n de Josu� y Caleb, ni los acab� en el desierto, es decir, por una sentencia de exterminio total, como hab�a amenazado.

Versículo 18

Pero dije a sus hijos en el desierto, a quienes perdon� por un acto especial de su misericordia: No andes en los estatutos, las costumbres y usos id�latras de vuestros padres, ni observes sus juicios, la manera en que pretend�an hacerlo. hagan justicia y practiquen la justicia, ni se contaminen con sus �dolos.

Versículo 19

Yo soy el Se�or, tu Dios; andad en Mis estatutos, en oposici�n a las ordenanzas que los hombres se han fijado a s� mismos, y guardad Mis juicios, la manera en que �l eligi� ejercer la justicia, y cumplirlos;

Versículo 20

y santifica mis s�bados, conoci�ndolos seg�n su esp�ritu, no s�lo en apariencia; y ser�n una se�al entre yo y vosotros, para que sep�is que yo soy el Se�or, vuestro Dios.

Versículo 21

A pesar de los ni�os, la generaci�n m�s joven, a quienes su misericordia hab�a perdonado, se rebel� contra m�; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis juicios para cumplirlos, los cuales si alguno los cumple, vivir� en ellos; contaminaron Mis s�bados, mostrando que en todos los sentidos siguieron la terquedad y la maldad de sus padres. Entonces dije que derramar�a Mi furor sobre ellos para cumplir Mi ira contra ellos en el desierto. Algo de esto se muestra en la historia de la estad�a de Israel en las llanuras de Moab, cuando cedieron a las artima�as de las mujeres madianitas.

Versículo 22

No obstante, retir� Mi mano para perdonar a los pecadores aun entonces, y obr� por amor de Mi nombre para que no se contaminara ante los ojos de las gentes, a cuyos ojos los saqu�, que estaban observando el progreso de Israel con una gran trato de inter�s.

Versículo 23

Tambi�n alc� mi mano a ellos en el desierto, en un juramento solemne acerca de esta generaci�n, que los esparcir�a entre las naciones y los esparcir�a por las tierras , cf Jeremias 15:4 ,

Versículo 24

porque no hab�an ejecutado mis juicios, los decretos de su justicia, sino que hab�an despreciado mis estatutos y hab�an contaminado mis s�bados, y sus ojos estaban tras los �dolos de sus padres, en un continuo deseo de cometer idolatr�a, en un extra�o af�n de transgredir el Primer Mandamiento.

Versículo 25

Por lo cual les di tambi�n, en justa retribuci�n sobre ellos, estatutos que no eran buenos, que no les tra�an liberaci�n, ni bendiciones, y juicios por los cuales no deb�an vivir, que por su terquedad, se convertir�an en tropiezos para ellos. ;

Versículo 26

y los profan� en sus propios dones, en que hicieron pasar por el fuego todo lo que abre la matriz, consagrando as� sus primog�nitos a Moloc, la abominaci�n de los moabitas, en lugar de ofrecerlos a Jehov� seg�n el var�n. prescrito por �l, �xodo 13:12 , para dejarlos desolados, visitando su obstinaci�n sobre ellos de esta manera, dejando que contin�e la costumbre repugnante y repugnante, ya que �l la hab�a prohibido tan enf�ticamente, Lev�tico 18:21 ; Deuteronomio 18:10 , para que sepan que yo soy el Se�or.

Fue el juicio de Dios sobre los jud�os obstinados que les permiti� ser dominados por el esp�ritu de idolatr�a hasta tal punto que estaban indefensos en su poder. Al mismo tiempo, Su intenci�n era, si era posible, impresionar a los jud�os con el reflejo de sus aborrecibles costumbres para que pudieran sentir la antinaturalidad de su conducta y volverse al Se�or en verdadero arrepentimiento.

Versículo 27

Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, representada por los ancianos que hab�an venido a consultar al Se�or, y diles: As� ha dicho Jehov� el Se�or: A�n en esto, o "en esto otra vez", tu Padres me han blasfemado , poni�ndolo en rid�culo y burla, habiendo cometido una transgresi�n contra M�, haci�ndose culpables de infidelidad y traici�n.

Versículos 27-44

El comportamiento de Israel en Cana�n y la sentencia del Se�or

Versículo 28

Porque cuando los hube tra�do a la tierra, por lo cual alc� mi mano para d�rsela, prometi�ndola mediante un juramento solemne, entonces vieron cada colina alta y todos los �rboles espesos, lugares que com�nmente se consagraban. al culto id�latra de los paganos, y all� ofrec�an sus sacrificios, y all� presentaban la provocaci�n de su ofrenda, porque sus sacrificios continuamente provocaban a ira al Se�or, ya que eran contrarios a Su mandato y voluntad; all� tambi�n hicieron su olor grato, dijeron aqu� de todos los holocaustos, y derramaron all� sus libaciones,incluyendo as� todos los sacrificios sangrientos y sin sangre en su adoraci�n pagana. Esta fue la principal transgresi�n de todo el pueblo de Israel despu�s de haber llegado a la Tierra Prometida.

Versículo 29

Entonces les dije: �Cu�l es el lugar alto adonde van? Y su nombre se llama Bama, es decir, altura, hasta el d�a de hoy. A pesar de la protesta del Se�or, Israel y Jud� continuaron considerando los lugares altos como lugares de adoraci�n, persistiendo en su traici�n id�latra hasta el final.

Versículo 30

Por tanto, di a la casa de Israel, a la generaci�n entonces viviente: As� ha dicho Jehov� el Se�or: �Est�is contaminados seg�n la manera de vuestros padres? en ser culpable de la misma idolatr�a que trajo la ira de Dios sobre Israel en los primeros siglos de su existencia nacional. �Y cometen fornicaci�n, adulterio espiritual, despu�s de sus abominaciones?

Versículo 31

Porque cuando ofrec�is vuestras ofrendas, como se describi� anteriormente, cuando hac�is pasar a vuestros hijos por el fuego, os hab�is contaminado con todos vuestros �dolos, hasta el d�a de hoy; �Me consultar�n ustedes, casa de Israel? cuyos representantes estaban incluso entonces sentados ante el profeta. Vivo yo, dice el Se�or DIOS, que no ser� consultado por ustedes, �l no los escuchar�a hasta que hubieran acabado con la iniquidad que ahora se les imputaba.

Versículo 32

Y lo que les viene a la mente, lo que ahora estaban planeando hacer deliberadamente, no suceder� en absoluto, no suceder�, para que digan: Seremos como los paganos, como las familias de los pa�ses, fusion�ndonos con ellos. en todos los aspectos, perdiendo su identidad como un pueblo separado por completo, para servir a la madera y la piedra, y as� llegar a ser iguales a los paganos tambi�n en este aspecto. Fue una exclamaci�n, en parte de terquedad, en parte de desesperaci�n, lo que pronunciaron aqu�. Por tanto, el Se�or les da una respuesta adecuada.

Versículo 33

Vivo yo, dice el Se�or Dios, que ciertamente con mano poderosa y brazo extendido, aplicando Su omnipotencia, y con furor derramado, gobernar� sobre ustedes, afirmando Su derecho soberano sobre ellos a pesar de su resistencia. ;

Versículo 34

y los sacar� del pueblo y los reunir� de los pa�ses donde est�is esparcidos, con mano poderosa y con brazo extendido y con furor derramado, para que tengan que reconocer el gobierno de Dios. , aunque no quisieran.

Versículo 35

Y los llevar� al desierto de la gente, el desierto espiritual que caracteriza a la gran masa del mundo, con su paganismo y maldad, y all� les suplicar� cara a cara, trayendo el asunto a un tema como en un Tribunal de Justicia.

Versículo 36

Como rogu� a vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, con ocasi�n de la promulgaci�n de la ley, Deuteronomio 5:4 , as� os rogar�, dice el Se�or DIOS. Cf N�meros 17:5 .

Versículo 37

Y os har� pasar por debajo de la vara, como hace un pastor con sus ovejas, para determinar su n�mero y as� preparar sus beneficios, y os llevar� al v�nculo del pacto, habiendo preparado su castigo el camino. a un verdadero dolor;

Versículo 38

y purificar� de entre ustedes a los rebeldes, a los que persistieron en su oposici�n a Su gu�a y gobierno, ya los que se rebelaron contra M�, a los culpables de apostas�a y traici�n; Los sacar� del pa�s donde habitan, la tierra de su destierro, y no entrar�n en la tierra de Israel, no participar�n de las bendiciones del pacto del Se�or; y sabr�is que yo soy el Se�or, en su juicio sumario sobre los ap�statas. Pero ahora viene la promesa mesi�nica de iluminar la intensa oscuridad de la infidelidad, la rebeli�n y la idolatr�a.

Versículo 39

En cuanto a ustedes, casa de Israel, aquellos a quienes el Se�or desea reunir una vez m�s como su Iglesia, as� dice el Se�or Dios, en una amonestaci�n que los llama al arrepentimiento, no sin una mezcla de santa iron�a: Id, servid a todos. uno sus �dolos, porque la idolatr�a abierta es mejor que la hipocres�a, y tambi�n en lo sucesivo, si no me escuch�is, ya que es m�s f�cil tratar con los que se oponen abiertamente a la verdad que con los que est�n enredados en la ortodoxia muerta; mas no contamin�is m�s mi santo nombre con vuestros dones y con vuestros �dolos, con adoraci�n hip�crita, con abominables sacrificios que trajeron bajo la apariencia de la verdadera adoraci�n.

Versículo 40

Porque en mi monte santo, en el monte de la altura de Israel, dice el Se�or Dios, en la Si�n del Nuevo Testamento, estar� toda la casa de Israel, todos los que pertenecieron al verdadero Israel espiritual, todos los los de la tierra, s�rveme; all� los aceptar� como hijos suyos por fe, y all� exigir� tus ofrendas y las primicias de tus oblaciones con todas tus cosas santas, es decir, la adoraci�n que se hace en esp�ritu y en verdad.

Versículo 41

Los aceptar� con su olor grato, siendo los creyentes mismos un 'olor grato en el olfato de Jehov� con el incienso de su fe, cuando los saque del pueblo y los recoja de los pa�ses en los que han sido esparcidos, esto se usa en general para la separaci�n de los creyentes de la gran masa de los enemigos de Dios; y ser� santificado en ti delante de los paganos, porque la mera existencia de la Iglesia de Cristo sirve para difundir la gloria del santo nombre de Dios.

Versículo 42

Y sabr�is que yo soy el SE�OR, el SE�OR, el Dios eterno del pacto, cuando os haga entrar en la tierra de Israel, en la tierra por la cual alc� mi mano para darla a vuestros padres. El regreso de Israel a la Tierra Prometida despu�s del exilio en Babilonia fue una garant�a de una restauraci�n mayor y m�s maravillosa del reino de Dios a trav�s del Mes�as.

Versículo 43

Y all� recordar�is vuestros caminos y todas vuestras obras en las que hab�is sido contaminados, en verdadero dolor por su maldad pasada; y os aborrecer�is a vosotros mismos por todos los males que hab�is cometido; porque tal es la naturaleza del verdadero arrepentimiento.

Versículo 44

Y sabr�is que yo soy el Se�or, el �nico Dios verdadero, cuando haya obrado con vosotros, efectuando su liberaci�n, por causa de mi nombre, no conforme a vuestros caminos perversos ni conforme a vuestras malas obras, oh vosotros. casa de Israel, dice el Se�or DIOS. Eso es lo extraordinario, lo maravilloso de los tratos de Dios con los hombres, que no nos trata de acuerdo con lo que nosotros merecemos, sino de acuerdo con su gracia y misericordia en Jesucristo.

Versículo 45

Adem�s, la palabra del Se�or vino a m�, en un mensaje de inspiraci�n verbal, como siempre, diciendo:

Versículos 45-49

La imagen del incendio forestal

Versículo 46

Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur, literalmente, hacia la mano derecha, porque el jud�o siempre se consideraba de cara al este, y deja caer tu palabra hacia el sur, en un goteo constante, m�s o menos violentamente, y profetiza contra el bosque. del campo sur, donde predominaba la sequedad y el calor, es decir, la parte sur de Palestina, espec�ficamente de Jud�,

Versículo 47

y di al bosque del sur, a los distritos densamente poblados de esa parte del pa�s: O�d la palabra del Se�or: As� ha dicho Jehov� el Se�or, cuyo poder y soberan�a es incuestionable: He aqu�, yo prender� fuego en ti, en la forma de los diversos juicios que �l enviar�a sobre ellos, y devorar� todo �rbol verde en ti y todo �rbol seco, apto y no apto, justo y malvado por igual, en un castigo implacable; la llama encendida, el estallido de fuego encendido por su ira, no se apagar� y todos los rostros del sur al norte, todos los habitantes de todo el pa�s incluidos, ser�n quemados en �l, golpeado por el castigo del Se�or de alguna manera.

Versículo 48

Y ver� toda carne que yo, el Se�or, lo encend�; no se apagar�; ning�n poder terrenal podr�a detener la venganza del Se�or, permanecer�a hasta que hubiera cumplido Su prop�sito.

Versículo 49

Entonces dije: �Ah, Se�or Dios! Dicen de m�: �No habla par�bolas? Ezequiel se quej� as� de que sus compatriotas no pod�an entender esta forma de mensaje y por lo tanto despreciaban y rechazaban sus advertencias. Cuando los hombres no quieren comprender el mensaje del Se�or, se las arreglan para encontrar excusas de diversa �ndole o, fallando en esto, ridiculizan a sus siervos y su predicaci�n.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Ezekiel 20". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/ezekiel-20.html. 1921-23.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile