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Bible Commentaries
Isaías 22

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

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Versículo 1

La carga del Valle de la Visi�n, literalmente, "del Valle de las Visiones", es decir, Jerusal�n, donde Dios concedi� revelaciones y visiones en mayor n�mero que en cualquier otro lugar, por lo que Jer�nimo llam� a la ciudad la guarder�a de los profetas: �Qu� te aflige? ahora, el pueblo de Jerusal�n se dirige aqu� colectivamente, como una sola persona, �que has subido por completo a los tejados? la antigua insolencia de los habitantes se transform� en terror y p�nico.

Versículos 1-14

El Or�culo del Valle de la Visi�n

Versículo 2

T� que est�s, m�s bien, "wert", lleno de agitaci�n, de ruidoso y alegre tumulto y excitaci�n, una ciudad tumultuosa, una ciudad alegre, una fortaleza llena de gente jubilosa , tus hombres muertos no son asesinados a espada, a cielo abierto y guerra honorable, ni muertos en batalla, sino por el hambre y la pestilencia causadas por el sitio de la ciudad que el profeta ve ante los ojos de su mente. La referencia probablemente sea a la �poca de Senaquerib, cuando los asirios invadieron el pa�s y se estaba preparando un entendimiento secreto con Egipto.

Versículo 3

Todos tus gobernantes, los oficiales del ej�rcito jud�o, han huido juntos, est�n atados por los arqueros, llevados cautivos con facilidad, porque no tienen armas, ni siquiera tensan un arco para defenderse; todos los que se encuentran en ti est�n unidos, los que han huido de lejos, habiendo recorrido una gran distancia para encontrar seguridad en la capital, pero tristemente decepcionados en sus esperanzas. Todo esto llena al profeta de profundo dolor.

Versículo 4

Por eso dije: Aparta la mirada de m�, dej�ndolo solo en su profundo duelo; Llorar� amargamente, literalmente, "para ser amargado en mi llanto." No te esfuerces por consolarme , pues �l resent�a tales intentos, por el despojo de la hija de mi pueblo, desde Jerusal�n, la hija de Si�n, est� tan profundamente humillado por el enemigo.

Versículo 5

Porque es un d�a de angustia, de ruidoso tumulto, de pisadas y de perplejidad por el Se�or Dios de los ej�rcitos En el Valle de la Visi�n, en toda la ciudad de Jerusal�n, derribando los muros y clamando a los montes. , los gritos tristes resuenan entre las colinas.

Versículo 6

Y Elam, los guerreros del pa�s al este del bajo Tigris, m�s tarde una provincia de Persia, llevaron el carcaj con carros de hombres y jinetes, como parte del ej�rcito asirio, y Kir, otro pa�s sujeto a Asiria, entre el Caspio. y el Mar Negro, descubri� el escudo, quit�ndose su cubierta de cuero en preparaci�n para la batalla. As� se describe la llegada de los enemigos de Israel.

Versículo 7

Y suceder� que tus valles m�s selectos, las secciones m�s fruct�feras de Jud�, estar�n llenas de carros, y la gente de a caballo se pondr� en orden a la puerta, listos para asaltar la ciudad. Mientras tanto, la gente de la ciudad se despierta ante el peligro que los amenaza.

Versículo 8

Y El, el Se�or Dios, descubri� la cobertura de Jud�, quitando a los habitantes del pa�s el velo que les causaba la ceguera, y t�, Jud�, miraste en ese d�a las armaduras de la casa del bosque, examinando las armas. almacenado en la gran armer�a construida por Salom�n, 1 Reyes 7:2 ; 1 Reyes 10:17 .

Versículo 9

Hab�is visto tambi�n las brechas de la Ciudad de David, donde las fortificaciones estaban en mal estado, que son muchas; y reunisteis las aguas del estanque inferior, prepar�ndonos para resistir el asedio. Cfr. 2 Reyes 20:20 ; 2 Cr�nicas 32:3 .

Versículo 10

Y hab�is contado las casas de Jerusal�n, examin�ndolas con fines de defensa, y hab�is derribado las casas para fortificar el muro, reparando las brechas de los muros con las piedras de las casas arrasadas con ese objetivo en mente.

Versículo 11

Hicisteis tambi�n una zanja entre los dos muros, los de la ciudad propiamente dicha y de la fortaleza, para el agua del estanque antiguo, tambi�n conocido como el estanque superior, al oeste de la ciudad, haciendo as� provisiones cuidadosas para todas las emergencias, ya que pensamiento; pero no hab�is mirado a su Hacedor, ni hab�is mirado con agrado al que lo form� hace mucho tiempo; en sus c�lculos y planes ignoraron por completo al Se�or, aunque fue �l bajo cuyo mandato se hicieron originalmente las defensas y quien hizo fluir las fuentes; tambi�n era �l quien estaba preparando un severo castigo sobre Jerusal�n.

Versículo 12

Y en aquel d�a el Se�or Dios de los ej�rcitos, el poderoso Comandante de los ej�rcitos celestiales, llam� al llanto, al duelo y a la calvicie, la calvicie artificial que era se�al de dolor, y a ce�irse de cilicio, instando al pueblo para dar evidencia del dolor y el dolor de sus corazones de esta manera;

Versículo 13

y he aqu�, en lugar de tal arrepentimiento y duelo, gozo y alegr�a, matando bueyes y matando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, en juerga obstinada e imprudente: comamos y bebamos, que ma�ana moriremos, siendo tal el invitaci�n con la que los jud�os pecadores se exhortaban unos a otros a una vergonzosa indiferencia del llamado del Se�or a trav�s de sus fieles profetas.

Versículo 14

Y fue revelado a mis o�dos por el Se�or de los ej�rcitos, quien, en su palabra al profeta, se da a conocer, revela su voluntad: Ciertamente , esta iniquidad no ser� borrada de ustedes hasta que mueran, siendo la muerte la sentencia de Dios sobre el pecador voluntarioso, dice el Se�or Dios de los ej�rcitos. La idea de la muerte, la muerte eterna, como una forma de castigo, de ninguna manera se encuentra solo en el Nuevo Testamento, sino que tambi�n se muestra claramente en el Antiguo Testamento.

Versículo 15

As� dice el Se�or, Dios de los ej�rcitos, comenzando otro or�culo con la menci�n de Su t�tulo majestuoso: Ve, ll�vate a este tesorero, el consejero privado o ministro del interior, en el reino, 1 Reyes 4:6 ; 1 Reyes 18:3 , hasta Sebna, que est� a cargo de la casa, el actual titular de la oficina en el palacio del rey, y di:

Versículos 15-25

El or�culo contra Shebna

Versículo 16

�Qu� tienes aqu�, y a qui�n tienes aqu�, que te cavaste un sepulcro aqu�, en la Ciudad de David, como el que lo excava un sepulcro en las alturas, es decir, en la altura de Sion, y que sepulta? una morada para �l en una roca? El profeta deber�a preguntar qu� negocio ten�a Sebna al tomarse un honor muy codiciado y otorgado por el pueblo solo a un hombre como Joiada, 2 Cr�nicas 14:15 , por servicios inusuales a la naci�n.

Versículo 17

He aqu�, el Se�or te llevar� con un cautiverio poderoso, literalmente, "te har� girar con un torbellino como un hombre", es decir, con la fuerza de un hombre fuerte, y ciertamente te cubrir�, agarr�ndolo, envolvi�ndolo, haci�ndolo rodar con fuerza.

Versículo 18

Seguramente se volver� violentamente y te arrojar� como una pelota, todos enrollados como una bola de cuerda, en un pa�s extenso, en una pradera ancha y abierta; all� morir�s, y all� los carros de tu gloria ser�n la verg�enza de la casa de tu se�or, es decir, la verg�enza que sufrir�a la casa de su amo por su culpa ser�a lo �nico que lo acompa�ar�a a la tumba.

Versículo 19

Y te expulsar� de tu puesto, lo destituir� de su cargo, y de tu estado, el alto cargo que ahora ocupaba Sebna, �l, el rey que ejecuta la voluntad del Se�or, te derribar�.

Versículo 20

Y suceder� en ese d�a, cuando Sebna sea depuesto, que llamar� a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilc�as, que pudo haber sido el mismo que Azar�as, 1 Cr�nicas 6:13 ;

Versículo 21

y lo vestir� con tu manto y lo fortalecer� con tu cinto, revisti�ndolo con la vestimenta oficial, y encomendar� tu gobierno, toda la autoridad de su cargo, en su mano; y ser� un padre para los habitantes de Jerusal�n y para la casa de Jud�, cumpliendo los deberes de su oficio de tal manera que tenga siempre presente el bienestar de todo el pueblo.

Versículo 22

Y pondr� la llave de la casa de David sobre su hombro, como emblema de su poder y autoridad; as� abrir�, y nadie cerrar�; y cerrar�, y nadie abrir�, siendo sus decisiones en cuanto a la admisi�n al palacio del rey normalmente definitivas.

Versículo 23

Y lo sujetar� como un clavo en un lugar seguro, como un clavo en la pared donde se pueden colgar las cosas, para que est�n seguras; y ser� un trono glorioso para la casa de su padre, un adorno para su familia, as� como una silla hermosa para una habitaci�n.

Versículo 24

Y sobre �l colgar�n toda la gloria de la casa de su padre, siendo �l el portador de la honra de toda la familia, la descendencia y el linaje, los descendientes de la familia, altos y bajos, todos los vasos de peque�a cantidad, del vasos de copas, incluso para todos los vasos de jarras, los humildes y humildes en su relaci�n, as� como los honorables, recibiendo su parte del honor que se le ha impuesto. La profec�a aqu� toma un giro despectivo, ya que el Se�or considera a estos par�sitos que quieren compartir la gloria de Eliaquim.

Versículo 25

En aquel d�a, cuando el juicio golpee tambi�n esta casa, dice el Se�or de los ej�rcitos, el clavo que est� asegurado en el lugar seguro, este mismo Eliaquim, ser� quitado, ser� cortado y caer�; y la carga que estaba sobre �l, toda la relaci�n, ser� cortada, perdiendo rango y todas sus ventajas; porque el Se�or lo ha dicho, en una amonestaci�n que ten�a la intenci�n de advertir a Eliaquim, para que no permitiera que tales condiciones se introdujeran sigilosamente y, por lo tanto, le acarrearan el desastre tanto a �l como a sus parientes. El Se�or en todo tiempo resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 22". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/isaiah-22.html. 1921-23.
 
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