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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 5". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/isaiah-5.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 5". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Ahora cantar� a mi Bienamado un c�ntico de mi Amado, el profeta cantando a Jehov�, acerca del Se�or, pero al mismo tiempo expresando los pensamientos del Se�or, tocando Su vi�a, la de Su Iglesia en el tiempo del profeta. Mi Bienamado tiene una vi�a en una colina muy f�rtil, literalmente, "en el cuerno o cumbre de un hijo de aceite", la vi�a est� situada sobre una colina y tiene la tierra m�s f�rtil;
Versículos 1-7
La decepci�n de la vi�a
Versículo 2
y lo cerc�, m�s bien, lo removi� o cav� minuciosamente, y recogi� las piedras que imped�an el debido cultivo de la tierra, y lo plant� con la vid m�s selecta, una variedad de uva oriental muy fina, llamada sorek, y construy� una torre en medio de ella, que es la torre de vigilancia habitual, y tambi�n en ella se hizo un lagar, el abrevadero inferior al que flu�a el mosto del lagar propiamente dicho; y esperaba que diera uvas, el fruto de la excelente vid que hab�a plantado all�, y produjo uvas silvestres, el producto amargo de la vid silvestre o de una planta similar.
Versículo 3
Y ahora, oh habitantes de Jerusal�n y hombres de Jud�, a quienes el profeta se dirige espec�ficamente a s� mismo, apelando a ellos como jueces en esta dif�cil situaci�n, juzgad, os ruego, entre m� y mi vi�a, tomando su decisi�n sobre la base de de los hechos que se les presentaron, que eran visibles incluso para el espectador casual.
Versículo 4
�Qu� m�s se le podr�a haber hecho a Mi vi�a que yo no haya hecho en ella? El Se�or hab�a mostrado a Su pueblo misericordia, bondad y verdad de tantas maneras que, por as� decirlo, hab�a agotado Su amor por ellos. No hab�a llegado al l�mite de Su gracia al tratar con ellos, pero las cosas ciertamente hab�an llegado a un punto en el que no pod�an esperar m�s de Su mano. �Por qu�, cuando esperaba que diera uvas, dio uvas silvestres? Sin duda, si el Se�or ahora abandonaba esta vi�a, la gente misma debe admitir que merec�an plenamente ese trato, que solo ten�an la culpa de su destrucci�n, como el Se�or ahora declara.
Versículo 5
Y ahora ve a; Les dir� lo que har� con Mi vi�a, anunciando el Juez mismo el castigo que hab�a decidido: Le quitar� el seto, uno de espinos y cardos es la protecci�n habitual de los vi�edos en Oriente, y ser� ser devorado, y derribar su muro, como un segundo medio de mantener alejados a los merodeadores, y ser� pisoteado, siendo la afirmaci�n enf�tica del original "para un pisoteo";
Versículo 6
y la asolar�, para una completa ruina; no se podar�, para quitar los brotes superfluos, ni se cavar�, para aflojar el suelo para la entrada de aire a las ra�ces; pero crecer�n cardos y espinos, haciendo imposible el crecimiento de vides del tipo correcto y agradable; Tambi�n ordenar� a las nubes que no derramen lluvia sobre ellas.
Versículo 7
Porque la vi�a del SE�OR de los ej�rcitos es la casa de Israel y los hombres de Jud� su planta agradable, literalmente, "la planta de su voluntad"; y esperaba juicio, que la gente har�a lo que es justo y bueno, pero he aqu� la opresi�n, la violaci�n de los derechos por soborno y otras formas de maldad; por justicia, es decir, un trato exterior de acuerdo con las exigencias de una conducta justa, pero he aqu� un clamor, es decir, el de las personas que sufren el mal.
La explicaci�n de la par�bola se indica aqu� brevemente. Israel era la vi�a del Se�or, separada por �l de todas las naciones, colocada en una tierra rica y f�rtil y dotada de bendiciones insuperables en todos los aspectos, entre ellos los nobles del pueblo, los patriarcas, los reyes, los sacerdotes, los profetas. . La atalaya de Dios en medio de su pueblo era el gobierno de David y de su casa.
Pero esta vi�a hab�a decepcionado amargamente al Se�or en Sus expectativas, de modo que finalmente envi� Su castigo en toda su extensi�n, no solo el cautiverio babil�nico, sino el derrocamiento definitivo de la naci�n y la Iglesia jud�as en el a�o 70 dC Cf. Salmos 80; Mateo 21:33 . Dejemos que la Iglesia cristiana y todos los que profesan ser miembros de la Iglesia reciban advertencia, porque el Se�or escudri�a las riendas y los corazones y en todo momento espera verdaderos frutos de justicia de todos aquellos que son llamados por Su nombre.
Versículo 8
�Ay de los que se juntan de casa en casa, en una codicia de riqueza que nunca se satisface, que ponen un campo a otro, y su codicia les hace agregar una propiedad a otra, hasta que no hay lugar, no hay lugar para nadie m�s! , para que ellos, literalmente, "vosotros", porque el profeta aqu� se dirige directamente a los jud�os, puedan ser puestos solos en medio de la tierra, violando as� los estatutos relacionados con la herencia de bienes ra�ces y el a�o de jubileo, N�meros 27:9 ; Lev�tico 25:10 .
Versículos 8-30
Sexto ay de los jud�os transgresores
Versículo 9
En mis o�dos dijo el Se�or de los ej�rcitos, el gran Gobernador del universo mismo d�ndole a conocer a Su profeta, De cierto, muchas casas ser�n desoladas, incluso grandes y hermosas, las hermosas casas de los ricos, sin habitante, como castigo. sobre su codicia.
Versículo 10
S�, diez acres de vi�edo dar�n una ha, un balde de vino, unos siete galones y medio, y la semilla de un homer, unos ocho bushels, dar� un efa, un poco m�s de tres picotazos, produciendo as� la tierra. s�lo alrededor de una d�cima parte de la cantidad de semilla sembrada en la primavera, es decir, una cosecha de hambre.
Versículo 11
Ay de los que se levantan temprano por la ma�ana para seguirlos, perseguirlos con avidez, bebida fuerte, una especie de brandy preparado con d�tiles, manzanas, granadas, miel y cebada; que contin�an hasta la noche, prolongando su sesi�n de libertinaje hasta el fresco de la tarde y m�s all�, hasta que el vino los inflama, poni�ndolos en una condici�n en la que est�n listos para todas las obras de las tinieblas. Tenga en cuenta que el uso moderado de bebidas incluso intoxicantes no est� condenado en s� mismo, sino toda forma de exceso, como muestra la descripci�n adicional.
Versículo 12
Y el arpa, o c�tara, y la viola, un instrumento parecido a una guitarra, el tabret, la pandereta y la flauta, una especie de flauta, y el vino est�n en sus fiestas, de estos consisten sus banquetes, esto es todo lo que tienen en mente en la planificaci�n y ejecuci�n de sus borracheras; pero no consideran la obra del Se�or, fueron sordos al mensaje de Jehov� en la naturaleza, en la historia, especialmente en la predicaci�n de Sus profetas, ni consideran la operaci�n de Sus manos al preparar el castigo de justicia para todos los culpables .
Versículo 13
Por tanto, mi pueblo, como el Se�or todav�a lo llama cari�osamente, ha ido al cautiverio, y la visitaci�n del cautiverio babil�nico ya est� ocurriendo, porque no tienen conocimiento, no solo porque endurecieron su coraz�n contra todo entendimiento, sino porque el la calamidad, por esta raz�n, tambi�n los tom� desprevenidos; y sus hombres honorables pasan hambre, literalmente, "se mueren de hambre", la gente sufre hambre, y su multitud se seca de sed, una descripci�n v�vida de Israel cuando fue conducido al exilio. Tal es siempre la consecuencia cuando las personas amantes de los lujos de este mundo excluyen deliberadamente de sus corazones la comprensi�n de las cosas espirituales.
Versículo 14
Por tanto, el infierno, en este caso el reino de la muerte en la medida en que estaban sujetos a castigo en el lugar reservado para los malvados, se ha ensanchado y ha abierto la boca sin medida, para recibir el gran n�mero de v�ctimas; y su gloria, el esplendor de su maldad, y su multitud, y su pompa, el tumulto y el ruido de sus gritos de borrachos, y el que se regocija, los que encuentran su gozo en los excesos de este mundo, descender�n a �l. Entonces toda la risa y los gritos de los ni�os de este mundo se convertir�n en gritos de aflicci�n, acompa�ados de llantos y crujir de dientes.
Versículo 15
Y el hombre mezquino ser� derribado, y el valiente ser� humillado, los hombres de todo rango y posici�n ser�n incluidos en la condenaci�n del Se�or, y los ojos de los sublimes ser�n humillados, de modo que ya no se enorgullezcan m�s. ;
Versículo 16
pero el Se�or de los ej�rcitos, el que ejerce autoridad ilimitada sobre el mundo y todas sus fortunas, ser� exaltado en el juicio, la mism�sima destrucci�n de los imp�os redundar� en su gloria, y Dios que es santo ser� santificado en justicia, dar� evidencia de Su santidad al ejercer justicia sobre los imp�os.
Versículo 17
Entonces los corderos se alimentar�n a su manera, como en sus pastos habituales, y los lugares desolados de los gordos comer�n los extra�os, las tribus n�madas del desierto nuevamente ocupando la tierra que hab�a sido pose�da por personas similares en la antig�edad. As�, la tierra de Cana�n se convertir�a en un monumento de la justicia punitiva de Dios, como resultado de la apostas�a de Israel.
Versículo 18
�Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de vanidad, siendo sus primeras excusas para s� mismos como hilos de cabello, pero su creciente insensibilidad finalmente les hace atraer valientemente su culpa hacia ellos como con cuerdas pesadas, y pecar, por as� decirlo, con un cuerda de carreta, se la enganchan como caballos de tiro que arrastran una carreta pesada, dej�ndose en las huellas con todas sus fuerzas, ignorando por completo la idea de un d�a de venganza;
Versículo 19
que dicen: Que apresure y apresure su obra para que podamos verla, es decir, la retribuci�n amenazada, y que el consejo del Santo de Israel se acerque y venga para que lo sepamos. Su burla blasfema es como la de la que escribe el ap�stol Pedro, 2 Pedro 3:3 , y seguramente atraer� sobre ellos el castigo del Se�or.
Y en lo que respecta a los burladores de nuestros d�as, llegar� el momento en que, vencidos por el terror por la revelaci�n del juicio de Dios sobre ellos, llamar�n a los montes para que caigan sobre ellos ya los collados para cubrirlos.
Versículo 20
Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, invirtiendo as� todos los principios de la verdadera moralidad; que ponen la oscuridad por la luz y la luz por las tinieblas, particularmente para paliar la maldad del pecado, al representar la avaricia, el lujo, la lujuria de la carne como faltas inofensivas; que ponen lo amargo por dulce, condenando a los piadosos, los hijos de Dios, como enemigos de la humanidad, y lo dulce por amargo, al pasar por alto la transgresi�n y as� conducir a los hombres a la destrucci�n eterna.
Versículo 21
�Ay de los sabios a sus propios ojos, arrogantes en su presunci�n, una ofensa que tambi�n es reprendida por San Pablo, Romanos 12:16 , y prudentes en su propia vista, tales personas est�n m�s all� de la necesidad de aprender, su falta de humildad hace que rechacen toda instrucci�n que se les d� a conocer, especialmente el mensaje de los siervos del Se�or.
Versículo 22
�Ay de los valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebidas alcoh�licas, campeones de la vida disoluta, que venden justicia para obtener los medios para entregarse al servicio de las riquezas y el lujo;
Versículo 23
que justifican al imp�o por recompensa, buscando abiertamente sobornos y, al cumplir las promesas hechas con la fuerza de tales dones, le quitan la justicia al justo, decidiendo contra �l en los tribunales y frustrando as� los fines de la justicia. Tenga en cuenta que todos los pecados que aqu� se condenan con palabras tan duras se encuentran en nuestra �poca y seguramente estar�n sujetos al castigo del Se�or, como en los d�as de Isa�as.
Versículo 24
Por tanto, como el fuego devora el rastrojo, y la llama consume la paja, en destrucci�n repentina y total, as� su ra�z, el supuesto agarre firme de estos transgresores, ser� como podredumbre, enmohecida y podrida, y su flor, su exterior. apariencia pr�spera, subir� como polvo, volando como part�culas peque�as, porque han desechado la ley del Se�or de los ej�rcitos, en un rechazo deliberado y blasfemo, y despreciado la Palabra del Santo en Israel, por medio de la cual �l quiso para llamarlos al arrepentimiento.
Versículo 25
Por tanto, la ira del Se�or se ha encendido contra su pueblo, y ha extendido su mano contra ellos y los ha herido, volvi�ndose a pintar la escena ante los ojos del pueblo, para instarlos al arrepentimiento; y temblaron las colinas, bajo el golpe de Jehov�, como de un gran terremoto, y sus cad�veres fueron arrancados en medio de las calles, tirados all� como esti�rcol, como hab�a sucedido antes, 2 Cr�nicas 28:6 .
Por todo esto, aunque el castigo del Se�or ha salido repetidas veces, su ira no se apaga, pero su mano todav�a est� extendida. Tan grande fue la apostas�a en Israel que la ira del Se�or a�n no se apacigu�, especialmente porque la naci�n no mostr� se�ales de verdadero arrepentimiento; fue la ira del Juicio final.
Versículo 26
Y �l, al dar el �ltimo gran golpe, alzar� un estandarte a las naciones lejanas, como se�al e invitaci�n para que ataquen a Israel, y les silbar� desde los confines de la tierra, siendo la figura tomada del obra del apicultor, que saca a las abejas de sus colmenas con un silbido; y he aqu�, vendr�n r�pidamente, ansiosos por cumplir la voluntad del Se�or sobre Israel.
Versículo 27
Ninguno se fatigar� ni tropezar� entre ellos; nadie dormir� ni dormir�, ni se desatar� el cinto de sus lomos para retardar sus movimientos, ni se romper� la correa de sus zapatos, todo esto es descriptivo de su incansable actividad, su incansable celo y su disposici�n para la batalla;
Versículo 28
cuyas flechas son afiladas y todos sus arcos doblados, listos para enviar las flechas a su objetivo; los cascos de sus caballos se contar�n como el pedernal, atributo m�s importante para una campa�a de guerra llevada a tales distancias, y sus ruedas como un torbellino, porque su rodar parec�a el sonido de una tempestad que avanzaba;
Versículo 29
su rugido ser� como un le�n, un grito de batalla terrible, como leoncillos rugir�n, �vidos de su presa; s�, rugir�n y se apoderar�n de la presa, Israel se convertir� en una v�ctima f�cil, y la llevar� a salvo, y nadie la librar�, nadie ser� lo suficientemente fuerte como para acudir en ayuda de Israel en esta emergencia impuesta por el Se�or. .
Versículo 30
Y en aquel d�a rugir�n contra ellos como el bramido del mar, el oleaje rompiendo en la orilla escarpada con un trueno terrible; y si uno mira a la tierra, buscando un punto de apoyo firme, ve tinieblas y dolor, y la luz se oscurece en sus cielos, literalmente, "tinieblas angustia y luz noche en las nubes del cielo arriba", es decir, tribulaci�n y alivio. cambiar�a r�pidamente en el destino de Israel; pero el resultado final ser�a la noche m�s oscura, apagando toda la luz. Ese, en resumen, es el bosquejo de la historia de Israel hasta el exilio, no solo la conquista de Nabucodonosor, sino tambi�n la de los romanos en el a�o 70 d.C.