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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 6". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/isaiah-6.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 6". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
En el a�o en que muri� el rey Uz�as, es decir, en el �ltimo a�o del exitoso reinado de este rey, 2 Reyes 15:1 ; 2 Cr�nicas 26, en el a�o 758 a.C. Vi tambi�n al Se�or, el Todopoderoso, sentado en un trono, alto y sublime, la visi�n prof�tica, m�s all� del alcance de la capacidad normal de los sentidos humanos, permitiendo al profeta ver la revelaci�n de Dios, no cara a cara, porque Dios habita en una luz inaccesible, sino de una manera que descubri� la gloria divina en su mente interior, y su cola llen� el Templo, es decir, Su manto real con su majestuosa cola , emblema apropiado de la gloria divina, cubri� y llen� el Santuario celestial.
Versículos 1-7
Jehov� se revela en su gloria
Versículo 2
Encima estaban los serafines, esp�ritus celestiales del m�s alto rango, ministros del Se�or que serv�an como guardianes del trono. Cada uno ten�a seis alas, de acuerdo con su naturaleza de seres celestiales; con dos cubri� su rostro, porque ni siquiera los serafines pueden soportar la vista de la santidad esencial de Dios, y con dos cubri� sus pies, porque incluso los �ngeles, con un sentimiento apropiado de humildad y modestia, prefieren mantener sus formas cubiertas. ante los ojos del Sant�simo, y con dos vol�, flotando alrededor del trono del Se�or.
Versículo 3
Y uno clamaba a otro, en un maravilloso coro antifonal, y dec�a: Santo, santo, santo es el Se�or de los ej�rcitos, tres veces santo, no solo por la excelencia suprema de su santidad esencial, sino tambi�n por la Trinidad de personas, cada una de las cuales es due�a de la santidad divina en su plenitud y gloria; toda la tierra est� llena de Su gloria, literalmente, "llenar toda la tierra es Su gloria"; porque todos los hombres de la tierra ver�n la revelaci�n de su divina majestad, todas sus obras, en la creaci�n, la redenci�n, la santificaci�n, servir�n para magnificarlo como el supremo y �nico Dios. Cf Apocalipsis 4:8 .
Versículo 4
Y los postes de la puerta, los cimientos de los umbrales o umbrales, el templo celestial con sus portales hasta el cimiento m�s bajo, se movieron a la voz del que gritaba, el poderoso sonido de todo el coro, y la casa se llen�. con humo, como del incienso de todas las oraciones de los santos, uni�ndose con los �ngeles de arriba para alabar y adorar al gran Se�or del cielo, Apocalipsis 5:8 ; Apocalipsis 8:3 .
Versículo 5
Entonces dije yo, abrumado por el asombro y el terror ante la tremenda impresi�n de la escena: �Ay de m�! porque estoy deshecho, perdido, amenazado de muerte y destrucci�n, porque soy un hombre de labios inmundos, el sentimiento de su propia pecaminosidad se apodera de �l con mayor fuerza en vista de la perfecta santidad que acababa de ver, y yo habito en medio de un pueblo de labios inmundos, descendiente y miembro de una generaci�n de pecadores; porque mis ojos han visto al Rey, el Se�or de los ej�rcitos, entre quien y el hombre no s�lo est� el abismo que separa al Creador de sus criaturas, sino el abismo mayor entre el Dios santo y el mundo de los pecadores. Cfr. �xodo 33:20 .
Versículo 6
Entonces vol� hacia m� uno de los serafines, con un carb�n encendido en la mano, que hab�a tomado con las tenazas del altar, al que evidentemente se refer�a al altar del incienso;
Versículo 7
y lo puso sobre mi boca, hizo que el carb�n encendido entrara en contacto con los labios del profeta, y dijo: He aqu�, esto ha tocado tus labios; y tu iniquidad es quitada, y tu pecado purificado, expiado. El acto del �ngel evidentemente ten�a un significado simb�lico, en primer lugar con referencia a la expiaci�n hecha en y por la persona de Jesucristo, la obra de redenci�n realizada de acuerdo con el consejo del Dios Trino. Sin embargo, el profeta, hombre pecador como era, no solo est� seguro de la gracia de Dios, sino que el Se�or tambi�n le imparte una fuerza especial y lo capacita para ser el instrumento de Su inspiraci�n.
Versículo 8
Tambi�n o� la voz del Se�or, del Todopoderoso, el gran Gobernante del universo, que dec�a: �A qui�n enviar�? siendo el llamado a voluntarios para proclamar la expiaci�n expuesta en la visi�n que acaba de conceder el profeta. �Y qui�n ir� por nosotros? las personas de la Trinidad aqu� consultando juntas en este asunto tan importante. Entonces dije: Aqu� estoy; Env�ame. El profeta, con el esp�ritu de servicio voluntario realizado por el Se�or, requisito principal para el ministerio adecuado y eficaz de la Palabra, est� listo para emprender la tarea.
Versículos 8-13
La misi�n del profeta
Versículo 9
Y �l dijo: Ve y dile a este pueblo, al cual ya no se refiere como Su pueblo, sino como extra�os, en tercera persona: O�d a la verdad, constantemente al alcance de la Palabra de Dios, pero no entend�is, las palabras no hacen nada. impresi�n en la mente y el coraz�n; y veis en verdad, a saber, las grandes obras de Dios por las cuales �l se revela a la humanidad, pero no las percib�s, sin captar realmente su significado o aplic�ndolas a su propia condici�n. Ahora se proclama que el juicio de Dios se llev� a cabo sobre los jud�os durante ocho siglos y m�s.
Versículo 10
Engorda el coraz�n de este pueblo, insensible a las impresiones para bien, para que el sentimiento, la raz�n y la voluntad se vuelvan insensibles, y les pesen los o�dos, la audici�n de la mente se debilite m�s all� de la posibilidad de comprensi�n, y cierren los ojos, es decir, los del esp�ritu, para que no vean con los ojos, oigan con los o�dos, entiendan con el coraz�n y se conviertan, es decir, se conviertan y sean sanados.
Tenga en cuenta que los miembros u �rganos de los que se habla se dan en orden inverso en la segunda parte de la oraci�n, para aumentar su impresionante. Es el endurecimiento judicial, el juicio de obstinaci�n, lo que se describe aqu�, porque si las personas rechazan deliberada y maliciosamente las ofertas de salvaci�n de Dios, �l puede castigarlas de la manera aqu� descrita, de modo que el mensaje que de otro modo obra la salvaci�n se convierte para ellos en un castigo. sabor de muerte para muerte.
Cf 2 Corintios 2:16 , 2 Corintios 2:16 ; Mateo 13:14 ; Marco 4:12 ; Lucas 8:10 ; Juan 12:40 ; Hechos 28:26 . No es que Dios obra obstinadamente, sino que entrega a los imp�os a su mala voluntad; Se retira de sus corazones con Su Esp�ritu Santo.
Versículo 11
Entonces dije: Se�or, �hasta cu�ndo? es decir, �cu�nto tiempo continuar�a este endurecimiento? Y �l respondi�: Hasta que las ciudades sean asoladas , completamente desoladas, sin habitante, y las casas sin hombre, sin protector, y la tierra completamente desolada, literalmente, "convertida en un desierto desolado".
Versículo 12
y el Se�or ha llevado a los hombres lejos, haci�ndolos llevar al destierro, y ha habido un gran abandono en medio de la tierra.
Versículo 13
Pero a�n habr� una d�cima parte, y volver� y ser� comido, literalmente, "Y si todav�a hay una d�cima parte, volver� a ser objeto de devoraci�n"; como un �rbol de teil, un terebinto y como un roble, cuya sustancia est� en ellos, quedando un simple toc�n, cuando arrojan sus hojas, cuando son talados, as� la semilla sagrada ser� su sustancia, el toc�n o madre.
As�, la obstinaci�n sobre Israel continuar�a hasta que la �ltima ira viniera sobre Israel, lo que resultar�a en su destrucci�n. Y, sin embargo, despu�s de que el tronco fuera cortado, el toc�n que quedaba producir�a nuevos brotes, un pueblo consagrado a Dios. Como en Israel, en todas las naciones del mundo el Se�or tiene Su santa simiente, gente que por Su gracia acepta el Evangelio y se salva.