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Bible Commentaries
Deuteronomio 3

Comentario de Grant sobre la BibliaComentario de Grant

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Versículos 1-29

OG, REY DE BASHAN, DERROTADO

(contra 1 a 11)

La historia de la derrota de Og est� en N�meros 21:33 . Mois�s cuenta esto. Og y su pueblo salieron a la batalla contra Israel, as� como los imp�os se opondr�an a la verdad del Dios de Gloria. El Se�or anim� a Mois�s a no tener miedo, porque hab�a decretado la derrota de este enemigo en particular (v.2). Como Dios lo hab�a prometido, entreg� a Og y a todo su pueblo en manos de Israel con el resultado de que no quedaron supervivientes (v.

3). Al mismo tiempo, capturaron las sesenta ciudades de Og, aunque estaban bien fortificadas con fuertes lamentos, puertas y rejas, as� como una gran cantidad de pueblos rurales (vs.4-5). La gente fue totalmente destruida, hombres, mujeres y ni�os, y Israel solo se qued� con el ganado y otros despojos (vs.6-7).

Considerando los vers�culos 8 al 11, parece que Bas�n estaba relacionado con los amorreos, dos de cuyos reyes fueron mencionados como despose�dos de su tierra por Israel en ese momento. Sin duda, las ciudades de las que se habla aqu� (v.10) son importantes desde un punto de vista espiritual, pero puede ser m�s seguro no intentar una interpretaci�n de este significado.

Sin embargo, al hablar de estas cosas, Mois�s ten�a la intenci�n de animar a Israel a no tener miedo de entrar en la tierra de Cana�n y despojar a sus enemigos all�. La terrible e indiscriminada matanza de toda una cultura puede parecernos naturalmente reprensible. Pero Dios es m�s sabio que nosotros. �l sabe lo que est� haciendo. Le hab�a dicho a Abraham a�os antes: "La iniquidad de los amorreos a�n no ha terminado" ( G�nesis 15:16 ).

Pero ahora hab�a llegado el momento en que estaba completo. La idolatr�a y la adoraci�n a los demonios se hab�an elevado a tal altura que no hab�a esperanza de recuperaci�n ( 1 Reyes 21:26 ). Los ni�os peque�os estar�an mejor muertos que expuestos al mal al que sus padres se complac�an, y los padres estar�an mejor muertos que abandonados para continuar en las abominaciones que prevalec�an en toda su sociedad.

En esa zona de los amorreos se nos dice que Og fue el �ltimo de los gigantes (v.11). Su cama se mantuvo como una reliquia en Rab� de Amm�n, su longitud era de nueve codos (al menos 13,5 pies) y su ancho de cuatro codos (al menos 6 pies). Su gran tama�o debe haber intimidado a sus enemigos, pero no al Dios de Israel.

TIERRA DIVIDIDA ENTRE LAS 2.5 TRIBUS

(vs 12-22)

Mois�s ahora confirma p�blicamente la forma en que hab�a dividido la tierra ya conquistada entre las dos tribus y media que hab�an deseado permanecer al este del Jord�n. Lo que le hab�an quitado a Seh�n, rey de Hesb�n, se reparti� entre los rubenitas y los gaditas (v. 12). El resto de Galaad y todo Bas�n fue entregado a la media tribu de Manas�s. Esta �rea hab�a sido llamada la tierra de los gigantes (v.13).

Un l�der llamado Jair de la tribu de Manas�s fue el primero en capturar la regi�n de Bas�n y llam� a Bas�n por su propio nombre, Havot Jair, que significa "pueblos de Jair" (v.14). Los vers�culos 16-17 dan un poco m�s de detalle con respecto a las posesiones dadas a los rubenitas y gaditas.

As�, Mois�s les recuerda su mandato de que todos los hombres de guerra de estas tribus crucen el Jord�n armados para la batalla, mientras que sus esposas, sus hijos y el ganado permanecer�n en las ciudades que hab�an pose�do hasta que el Se�or entregue a los enemigos de Israel en sus casas. manos, entonces los guerreros de estas tribus podr�an regresar (vs.18-20). Esto nos dice que, aunque quer�an establecerse en un �rea cerca de su cruce del Jord�n, no estaban exentos de la unidad de soportar el mismo conflicto que soportaba el resto de Israel.

As�, hoy, si algunos creyentes no tienen la energ�a espiritual y la fe para entrar plenamente en las bendiciones de nuestra herencia en los lugares celestiales, se espera que tomen parte en la lucha "la buena batalla de la fe" ( 1 Timoteo 6:12 ) por cuyo conflicto se identifican con todo el pueblo de Dios, y no con un mundo imp�o.

Mois�s luego habla de mandarle a Josu� al mismo tiempo que, dado que Josu� hab�a visto la forma en que el Se�or hab�a derrotado a Seh�n y Og, entonces Josu� debe tener confianza en que el Se�or derrotar� con la misma facilidad a todos los reinos cuya oposici�n a�n no hab�an encontrado. . Debido a que Mois�s ahora estaba dando autoridad en manos de Josu�, �l insisti� en que Josu� no deb�a temer a sus enemigos, "porque el Se�or tu Dios mismo pelea por ti" (vs.21-22).

MOIS�S RECHAZ� EL PERMISO PARA ENTRAR A CANA�N

(vs 23-29)

Podemos entender bien por qu� Mois�s suplicaba al Se�or, mientras se acercaban a Cana�n, que Dios cambiar�a de opini�n y permitir�a que Mois�s entrara en la tierra con Israel. Sinti� que Dios apenas hab�a comenzado a mostrarle a Mois�s Su grandeza, y estaba tan impresionado con la majestad de la gloria de Dios que anhelaba cruzar el Jord�n y ver a Israel establecido en su tierra. pero Mois�s informa a Israel que Dios lo hab�a reprendido severamente por suplicar de esta manera, dici�ndole: "�Basta! No me hables m�s de este asunto" (v.26). Ver�a la tierra, pero no entrar�a en ella (v.27). Josu� tomar�a su lugar como l�der de Israel (v.28).

Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre Deuteronomy 3". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/deuteronomy-3.html. 1897-1910.
 
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