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Bible Commentaries
2 Tesalonicenses 2

Pett's Commentary on the BibleComentario de Pett

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Introducción

Capitulo 2.

El d�a del Se�or y la revelaci�n del hombre de pecado.

Versículos 1-2

Hermanos y hermanas, ahora les rogamos, con respecto a la venida de nuestro Se�or Jesucristo y a nuestra reuni�n con �l, para que no se arrepientan pronto de su mente, ni se turben, ni por el esp�ritu ni por palabra, o por carta como de nosotros, ya que el d�a del Se�or ya est� presente. '

Pablo ahora tiene palabras serias que decir acerca de la segunda venida (Parus�a - visita y presencia real), y la reuni�n de Su pueblo con �l ( 1 Tesalonicenses 4:13 ). Claramente, los tesalonicenses hab�an recibido mensajes de diferentes maneras que indicaban que el D�a del Se�or estaba ahora presente. Esto posiblemente signifique que algunos vinieron a trav�s de hombres que reclamaron el Esp�ritu, otros a trav�s de la predicaci�n y otros a trav�s de una carta enga�osa que pretend�a provenir de Pablo.

Alternativamente, podemos aplicar 'como de nosotros' a los tres, en cuyo caso �l est� hablando de noticias que se han filtrado al profesar que Pablo en el Esp�ritu, y en su predicaci�n y en alguna correspondencia hab�a afirmado estas cosas.

'Que no te sacudan r�pidamente de tu mente'. Los pensamientos que hab�an tenido despu�s de haber recibido estos mensajes falsos los hab�an sacudido (infinitivo aoristo - un efecto repentino). Se agitaban inquietos como un barco que se suelta de sus amarras con mal tiempo. La idea de que el d�a del juicio estuviera tan cerca los hab�a trastornado.

"Ni te preocupes todav�a". Aunque no estaban conmovidos e inquietos, otros estaban continuamente preocupados (en infinitivo presente) por la idea.

'Que el d�a del Se�or ya est� presente'. El d�a del Se�or 'es el �ltimo per�odo corto en el que Dios se saldr� con la suya al final de la era. Entonces dejar� de ser 'el d�a del hombre' ( 1 Corintios 4:3 ), y Dios se har� cargo. Su �nfasis principal lo describe Pedro en 2 Pedro 3:10 , 'el d�a del Se�or vendr� como ladr�n en la noche en la cual los cielos pasar�n con gran estruendo, y los elementos se disolver�n con ferviente calor. y la tierra y las obras que en ella hay ser�n quemadas �. Cualquier interpretaci�n que no haga que esto sea central puede ser ignorada porque es la �nica descripci�n real del Nuevo Testamento que tenemos del d�a del Se�or.

Pero antes de esto, habr� el comienzo del juicio cuando la ira de Dios comience a manifestarse en los �ltimos d�as de la era (en ninguna parte del Nuevo Testamento se describe realmente como el d�a del Se�or). Venir como 'un ladr�n en la noche' es una descripci�n regular de aquellos atrapados por la venida del Se�or y Su juicio. Para la Iglesia de Sardis, su venida ser�a como un ladr�n en la noche si no miraban ( Apocalipsis 3:3 ).

Nuevamente Jes�s declara en Apocalipsis 16:15 que su venida ser� como la de un ladr�n. As�, los que vigilan y mantienen su vida pura no ser�n hallados desnudos, al ser sorprendidos en la noche 'desnudos', y por lo tanto ser�n avergonzados ( Apocalipsis 16:15 ).

Y 1 Tesalonicenses 5:2 ; 1 Tesalonicenses 5:4 tambi�n nos dice que el d�a del Se�or vendr� como ladr�n en la noche, cuando la destrucci�n repentina vendr� sobre los incr�dulos, pero que los cristianos no ser�n atrapados por ella porque no est�n en tinieblas.

Entonces, la idea del D�a del Se�or es de un 'd�a' que vendr� y atrapar� a los incr�dulos que no est�n mirando, pero no atrapar� a los cristianos que s� lo est�n. Porque est�n mirando estar�n listos ( Lucas 12:40 ). Para ellos ser� el 'd�a de Cristo', el d�a en que venga el Hijo del Hombre. La impresi�n que se da es que la venida de Cristo a los suyos y el d�a en que venga como un ladr�n ocurren al mismo tiempo.

'El d�a del Se�or'. Como hemos dicho, esta frase se refiere al d�a en que el Se�or tiene Su d�a, cuando act�a en juicio. En cierto sentido, durante el per�odo del Antiguo Testamento hubo muchos 'd�as del Se�or', porque podr�a usarse para los d�as en que Dios trajo Su juicio tanto sobre Su pueblo infiel como sobre los enemigos de Su pueblo. Pero todos esperaban con ansias el 'd�a del Se�or' final, un d�a de los juicios del Se�or, que tendr�a lugar en el momento en que se llev� a cabo la restauraci�n final ( Joel 2:31 ; Joel 3:14 ; Zacar�as 14:1 ).

Note que en Joel solo se dice que est� 'cerca' y tiene en mente el d�a del juicio y la �ltima gran batalla en t�rminos del Antiguo Testamento ( Joel 3:2 ; Joel 3:14 ). En Zacar�as 14:1 es el d�a en que el Se�or viene personalmente a realizar la restauraci�n, y los d�as descritos en Apocalipsis 21:25 ; Apocalipsis 22:1 est� por comenzar (comp�rese con Zacar�as 14:7 ). En otras palabras, se refiere al establecimiento del reino celestial.

En el Nuevo Testamento la frase aparece en otros lugares tres veces ( Hechos 2:20 citando a Joel 2:31 , cumplido, al menos parcialmente, en la resurrecci�n y Pentecost�s; 2 Pedro 3:10 y 1 Tesalonicenses 5:2 ).

Como se dijo anteriormente, 2 Pedro 3:10 es definitivo, es el momento en que 'los cielos pasar�n con gran estruendo, y los elementos se disolver�n con calor ardiente, y la tierra y las obras en ella ser�n descubiertas' ( o en algunos manuscritos 'quemados'), eso ser� revelado a los ojos de Dios y juzgado.

Por lo tanto, se refiere al juicio final de Dios en los �ltimos d�as, el Juicio final mismo. Una frase similar, "el d�a del Se�or", aparece en Apocalipsis 1:10 donde posiblemente se refiere a una representaci�n simb�lica de Cristo "en la puerta" en el momento de regresar.

Pero tanto en 1 Tesalonicenses como en 2 Pedro, el t�tulo "el Se�or" se refiere principalmente a Jesucristo. Es �l quien es 'el Se�or' a lo largo de la carta, por lo que 'el d�a del Se�or' tiene una referencia especial a �l como el designado para juzgar al mundo ( Juan 5:22 ; Juan 5:27 ).

Esto se confirma en que tambi�n se puede llamar 'el d�a del Se�or Jes�s' en 1 Corintios 5:5 donde se refiere a la liberaci�n del juicio, y 2 Corintios 1:14 donde se refiere al regocijo cristiano en ese d�a.

Podemos comparar tambi�n 'el d�a de Cristo' ( Filipenses 1:10 ; Filipenses 2:16 ; 2 Tesalonicenses 2:2 ), donde hay una inclinaci�n hacia la parte cristiana en ese d�a, y el d�a de Jesucristo ( Filipenses 1:6 ) y el d�a de nuestro Se�or Jesucristo ( 1 Corintios 1:8 ) que son similares. Todas las referencias al d�a incluyen el tiempo del juicio, ya sea de los cristianos con respecto a la recompensa o de todos. Por lo tanto, en el Nuevo Testamento b�sicamente significa "el d�a del juicio".

Excursus sobre 'el d�a del Se�or' en el Antiguo Testamento.

El t�rmino se us� en Isa�as 13:9 de la visitaci�n de Dios en el juicio. Primero, el juicio vendr�a sobre su pueblo infiel a trav�s de Babilonia, y luego, a trav�s de los medos, Dios traer�a juicio sobre Babilonia ( Isa�as 13:17 ). El conjunto est� representado en lenguaje apocal�ptico ( Isa�as 13:10 ; Isa�as 2 Isa�as 13:13 ) y se describe como la ira del Se�or ( Isa�as 13:13 ).

Tambi�n tiene una vista lejana porque describe la desolaci�n final de Babilonia ( Isa�as 13:19 ). En los juicios de Dios, cerca y lejos eran parte de un todo, especialmente en lo que respecta a Babilonia, que fue el s�mbolo desde el principio de la rebeli�n contra Dios ( G�nesis 10:9 ; G�nesis 11:1 ). El juicio anterior fue un anticipo del �ltimo.

Otra vez el d�a del Se�or vendr�a sobre Edom y sus aliados, las naciones vecinas ( Isa�as 34:4 ; Isa�as 34:8 ). 'Todas las naciones' se refiere a estos porque otras naciones est�n llamadas a presenciar el evento ( 2 Tesalonicenses 2:1 compare con Abd�as 1:15 ).

Pero es sobre Edom donde viene el juicio principal ( 2 Tesalonicenses 2:6 ). Nuevamente est� representado en lenguaje apocal�ptico ( 2 Tesalonicenses 2:9 ), y tal juicio finalmente lleg� sobre ellos.

Jerem�as tambi�n profetiz� un d�a del Se�or sobre Egipto y el fara�n Necao ( Jeremias 46:2 , repetido en Jeremias 46:13 ), esta vez a manos de Babilonia ( Jeremias 46:10 ; Jeremias 46:26 ). As�, 'el d�a del Se�or' comenz� a indicar el d�a de los juicios del Se�or cuandoquiera que fueran.

Podr�a llamarse 'el d�a del Se�or de los ej�rcitos' ( Isa�as 2:12 ), 'el d�a de la venganza del Se�or' ( Isa�as 34:8 - sobre Edom), 'el d�a del Se�or, el Se�or de los ej�rcitos, un d�a de venganza '(sobre Egipto - Jeremias 46:10 ),' el d�a de la ira del Se�or '(sobre Jud� - Lamentaciones 2:22 ; sobre Jud� y las naciones circundantes - Sofon�as 1:18 ; Sofon�as 2:2 ) , 'el d�a del sacrificio del Se�or' (en Jud� - Sofon�as 1:8 ), 'el gran d�a del Se�or' (en Jud� - Sofon�as 1:14 ), 'el d�a grande y terrible del Se�or' ( Malaqu�as 4:5 ), que se refiri� a la primera venida de Jes�s como el comienzo de 'los �ltimos d�as' ( Mateo 11:14 con Hechos 2:17 ; 1 Corintios 10:11 ; Hebreos 1:2 ; 1 Pedro 1:20 ; 1 Pedro 4:7 ).

Pero el t�rmino b�sico era "el d�a del Se�or" que se encuentra en Isa�as 13:6 ; Isa�as 13:9 - sobre Babilonia a trav�s de los medos; Ezequiel 13:5 - sobre Jud� a trav�s de Nabucodonosor; Ezequiel 30:3 - sobre Egipto a trav�s de Nabucodonosor; Joel 1:15 - sobre Jud� a trav�s de Nabucodonosor; Joel 2:1 ; Joel 2:11 - sobre Jud� a trav�s de Nabucodonosor; Joel 2:31 ; Joel 3:14 - acerca de los �ltimos d�as en el tiempo de la restauraci�n; Am�s 5:18 ; Am�s 5:20 - sobre Israel a trav�s de Asiria; Abd�as 1:15 - sobre Edom y sus aliados (para 'todas las naciones' compareIsa�as 34:1 ); Sofon�as 1:7 - sobre Jud�; Zacar�as 14:1 - sobre los d�as finales en el tiempo de la restauraci�n, y cuando los profetas comenzaron a esperar el d�a en que Dios arreglar�a todas las cosas, establecer�a a su pueblo y tratar�a con sus enemigos, comenz� a aplicarse especialmente a ese 'd�a' ( Joel 2:31 ; Joel 3:14 ; Zacar�as 14:1 ).

Fin de Excursus.

Algunos han tratado de hacer que este 'D�a del Se�or' se aplique a un per�odo posterior al rapto. Pero ser�a extra�o que la predicaci�n de Pablo fuera vista por personas que cre�an que �l ense�� el rapto antes de la tribulaci�n como diciendo que ese d�a del Se�or estaba ahora presente, �porque significar�a que se hab�a perdido el Rapto! El hecho de que lo estuviera diciendo ser�a evidencia suficiente de que el Rapto no ten�a que ocurrir antes del d�a del Se�or.

Por lo tanto, creyeron que los cristianos estar�an vivos en el d�a del Se�or en el Nuevo Testamento. Por tanto, se debe concluir que el hecho de que pensaran que Pablo hab�a predicado que 'el D�a del Se�or est� presente' es evidencia de que no consideraron que eso significar�a que el Rapto hab�a tenido lugar.

Pero, cabe preguntarse, si el d�a del Se�or es el d�a del juicio, �c�mo podr�an pensar si es como ahora y como ahora? Podemos comparar c�mo un hombre puede decir "ha llegado el d�a de mi muerte" cuando va a morir pronto y no sabe exactamente cu�ndo. O, con una sensaci�n de aprensi�n, "ha llegado el fin" cuando quiere decir que est� casi a la vista. As� que los tesalonicenses quer�an decir que el d�a del Se�or era amenazante. La descripci�n de esto se encuentra en Apocalipsis 6:15 como resultado de los portentos celestiales.

Muchas cat�strofes en el pasado han hecho pensar a la gente que 'el d�a del juicio est� aqu�', y posiblemente la fuerte persecuci�n por la que estaban atravesando, sumada a algunos portentos observados, les hab�a dado la misma impresi�n, fortalecida por los mensajes falsos. Les hizo decir 'el d�a del Se�or est� aqu�', el tiempo del juicio final del Se�or, y entraron en p�nico.

La ira de Dios puede revelarse continuamente en esta tierra ( Romanos 1:18 ) pero al final alcanza su cl�max en el Juicio. Y ese Juicio se revela de muchas maneras. Es como un gran rey convocando al mundo a juicio ( Mateo 25:31 ) pero los asuntos son eternos ( Mateo 25:46 ).

Es como un se�or o un rey pidiendo cuentas a sus siervos ( Mateo 22:1 ; Mateo 25:14 ; Lucas 12:41 y con frecuencia). Tenga en cuenta que las recompensas para los justos y la condenaci�n de los injustos ocurren aproximadamente al mismo tiempo.

Se describe como viniendo en 'fuego llameante' ( 2 Tesalonicenses 1:8 compare con Hebreos 10:27 ). Se describe en t�rminos de la desaparici�n de los cielos y la quema de la tierra, que es el d�a del Se�or ( 2 Pedro 3:10 ).

Se describe como un tiempo de devastador tumulto terrenal ( Apocalipsis 6:12 ), que es el gran d�a de Su ira. Se describe como granizo ( Apocalipsis 11:19 ; Apocalipsis 16:21 ).

Se describe como un segador que cosecha una cosecha mortal acompa�ada de devastaci�n ( Apocalipsis 14:14 ). Se describe como una �ltima gran batalla en la que no hay peleas. Todos mueren con la �nica espada del juez ( Apocalipsis 19:11 ).

Se describe como ser llamado ante un gran trono blanco de justicia ( Apocalipsis 20:11 ).

Todas estas im�genes apuntan a la �nica gran verdad. Se han hecho nobles intentos para encajarlos en un patr�n para literalizarlos, pero ninguno ha tenido �xito. Cada uno de ellos ha tenido que evitar el significado claro de las palabras para poder hacerlo. Pero no necesitan reconciliarse. Son im�genes terrenales de una indescriptible actividad celestial, cada una de las cuales transmite una parte del horror del conjunto.

Por lo tanto, la concepci�n tesal�nica del juicio final y el d�a del Se�or no se limitaba necesariamente a un d�a de veinticuatro horas. Ellos no sab�an muy bien, al igual que nosotros, c�mo se llevar�a a cabo. Pero ciertamente lo ver�an breve y r�pido. No debemos confundir 'el d�a del Se�or' con todas las menciones de la ira de Dios, aunque por supuesto ser� la revelaci�n final de esa ira.

(En todos sus usos, 'el d�a del Se�or' es un evento culminante final con un juicio particular a la vista. Por lo tanto, no hay base para verlo como un per�odo extenso de m�s de mil a�os).

Versículos 3-4

'Nadie os enga�e de ninguna manera, porque no ser� a menos que la rebeli�n venga primero, y el hombre de pecado (o' desafuero ') sea revelado, el hijo de perdici�n, el que se opone y se exalta a s� mismo contra todo lo que es llamado Dios o es un objeto de adoraci�n, de modo que se sienta en el templo de Dios present�ndose como Dios. '

Pablo aqu� aclara que si bien los cristianos deber�an estar 'esperando su aparici�n', habr� una cierta demora porque ciertas cosas tienen que suceder. Esto no es de extra�ar. El mismo Jes�s, mientras urg�a a estar atentos a la aparici�n de su sorpresa ( Mateo 24:42 ), hab�a hecho lo mismo. No pod�a venir hasta que hubieran ocurrido grandes guerras y terremotos ( Lucas 21:10 ), y hasta que todas las naciones hubieran recibido el Evangelio ( Marco 13:10 ), no pod�a venir hasta que Jerusal�n hubiera sido destruida y la gente esparcida entre ellos. las naciones ( Lucas 21:24 ), no pod�a venir hasta que los Ap�stoles hubieran sufrido ciertos niveles de persecuci�n ( Lucas 21:12 ; Lucas 21:16), No pod�a venir hasta que aparecieran falsos Mes�as y muchos falsos profetas ( Mateo 24:5 ; Mateo 24:11 ). Por lo tanto, aquellos que esperaban su venida 'en cualquier momento' tambi�n deb�an reconocer las causas de la demora. Las dos ideas se mantienen regularmente en tensi�n.

Que habr� primero 'la rebeli�n' contra Dios est� claro en otros lugares ( 1 Timoteo 4:1 ; 1 Timoteo 4:1 3: 1-5; 2 Pedro 3:3 ; Judas 1:18 ), aunque las semillas de esa rebeli�n ya estaban bien arraigados y siendo revelados, y �l lo compara con la persecuci�n y tribulaci�n que ya est� sufriendo el pueblo de Dios ( 2 Timoteo 3:11 ).

Pero siempre debemos recordar que todos los escritores del Nuevo Testamento vieron los d�as entre la primera y la segunda venida de Cristo como los �ltimos d�as de la era. El hecho de que 'los �ltimos tiempos' comenzaron en la resurrecci�n es importante de entender y est� claramente establecido en las Escrituras. '�l fue revelado� al final de los tiempos �por tu bien', dice Pedro ( 1 Pedro 1:20 ), para que luego pueda advertir a sus lectores ' el fin de todas las cosas �est� cerca' ( 1 Pedro 4:7 ) . As� que para Pedro est� claro que la primera venida de Cristo ha comenzado los �ltimos tiempos.

Asimismo, Pablo dice a sus contempor�neos 'para� nuestra �amonestaci�n, sobre quienes� �ha llegado el fin de los siglos ' ( 1 Corintios 10:11 ). �Qu� podr�a ser m�s claro? La primera venida de Cristo fue "el fin de los tiempos", no el comienzo de una nueva era. El escritor de Hebreos nos dice '�l nos ha� �hablado en estos �ltimos d�as por Su Hijo' ( Hebreos 1:1 ), y agrega 'Una vez en� el fin de los siglos se �ha aparecido para quitar el pecado mediante el sacrificio de s� mismo '( Hebreos 9:26 ).

As� que esos primeros escritores vieron sus d�as como "los �ltimos d�as", el "fin de los tiempos", porque lo que vemos como esta era es la culminaci�n de todo lo que ha pasado e introduce "el fin". Por lo tanto, vieron que 'la rebeli�n' ya hab�a comenzado.

'Y el hombre de pecado (o' desafuero ') sea revelado, el hijo de perdici�n, el que se opone y se exalta a s� mismo contra todo lo que se llama Dios o es objeto de adoraci�n, de modo que se sienta en el templo de Dios poni�ndose adelante como Dios. ' El 'hombre de pecado' (algunos manuscritos importantes tienen 'desafuero' (ver 2 Tesalonicenses 2:8 ) pero la idea es la misma ( 1 Juan 3:4 )) puede ser una parodia de la frase 'el hombre de Dios' de el Antiguo Testamento, el hombre, a menudo an�nimo, que trae la verdadera palabra de Dios y exige obediencia a ella, o incluso un contraste con 'el hombre de tu diestra, el Hijo del Hombre que te fortaleciste' ( Salmo 80:17 ).

El 'Hombre de tu diestra' sugiere Aquel que est� bajo la autoridad de Dios y recibe autoridad de �l, el 'Hijo del Hombre' representa la verdadera humanidad en su sumisi�n a Dios. El hombre de pecado (como las fieras de Daniel) representa a uno bajo la autoridad del pecado y la iniquidad, y en rebeli�n contra Dios. Representa a alguien que resume en s� mismo todo el pecado y la iniquidad del mundo.

De hecho, se exaltar� a s� mismo como el ep�tome de la religi�n del hombre, sobre todo lo que se ve como divino o se venera. Tal figura se describe en Apocalipsis 17:8 ; Apocalipsis 17:11 ; Apocalipsis 19:19 , un hombre con poderes casi sobrenaturales, pose�do o representado por un ser sat�nico que es representado como 'la Bestia Salvaje' que vive de nuevo ( Apocalipsis 17:8 ). Es el hijo de perdici�n, destinado a la destrucci�n ( Apocalipsis 17:11 ).

La cifra aqu� puede estar basada en parte en que en Daniel 11:36 , 'se exaltar� a s� mismo y se engrandecer� sobre todo dios, y hablar� cosas maravillosas contra el Dios de dioses; se engrandecer� a s� mismo sobre todo'. Sin embargo, el paralelo no es exacto. El rey de Daniel honra a "un dios que sus padres no conocieron", pero Pablo va m�s all�.

El hombre de pecado se erigir� en Dios. Tambi�n podemos considerar las extravagantes afirmaciones del rey de Babilonia, vi�ndose a s� mismo como 'el Portador de la Luz (Lucifer), el hijo de la ma�ana' y diciendo 'Subir� al cielo, exaltar� mi trono sobre las estrellas de Dios'. , - Ascender� por encima de las alturas de las nubes. Ser� como el Alt�simo '( Isa�as 14:12 ). Paul no carec�a de precedentes. Demasiado poder enloquece a los hombres.

Note c�mo la descripci�n del hombre de pecado como 'el oponente' usa un t�rmino que es paralelo al 'Adversario' (Satan�s) quien es su patrocinador. Ver 1 Timoteo 5:14 con 15. Por lo tanto, lo vincula con la influencia sat�nica.

Ser� el gran Anti-Dios. En primer lugar, porque se opone a Dios y, en segundo lugar, porque se representa a s� mismo como Dios. Se opone abiertamente a Dios y se exalta contra todo lo que es de Dios, o es visto como divino, y se representa a s� mismo como Dios, ocupando su lugar en el templo de Dios. Se erige como figura divina suprema.

'El templo de Dios'. �l se erige a s� mismo como 'Dios', por lo que el Templo 'de Dios' es su templo. No necesariamente significa el templo de Jerusal�n. De hecho, Pablo ver�a enf�ticamente que eso fue reemplazado por la iglesia cristiana y, por lo tanto, ya no tiene importancia. Pero las palabras pueden describir cualquier 'templo de Dios' usado por tal blasfemo en su afirmaci�n de ser 'Dios'. El caso es que se prepara para ser adorado en su propio templo.

'Se sienta'. Los hombres no se sentaron en un templo. El �nico con derecho a sentarse en un templo era el mismo dios.

Tales hombres han aparecido a lo largo de la historia. Cal�gula, diez a�os antes, se hab�a representado seriamente a s� mismo como divino y exig�a adoraci�n de todos, y hab�a erigido estatuas de s� mismo en muchos lugares y `` templos de Dios '' y hab�a tenido la idea de erigir una estatua de s� mismo en el templo de Jerusal�n y solo se lo impidi� la muerte. Este puede haber sido el patr�n de la descripci�n de Pablo. A Cal�gula le siguieron el "divino" Ner�n y otros emperadores "divinos" (algunos de los cuales en privado se rieron de la idea). La principal aceptaci�n de esta divinidad de los emperadores fue en el imperio oriental.

M�s tarde, los papas de la Edad Media, asumiendo el cargo de Pontifex Maximus, se comportar�an de manera obscena y har�an grandes afirmaciones de representar a Dios, e incluso sus aduladores se dirigieron a ellos como Dios, afirmaron `` prodigios mentirosos '' y se comportaron cruelmente tanto con cristianos como con no cristianos. . Hombres como el Mahdi en el Sud�n ser�an vistos como poseedores de un estatus divino y lo usar�an para sus propios fines. Pero, si bien compart�an la esencia del hombre de pecado, y se revelaban como lo que eran por su extrema pecaminosidad y crueldad, todos eran sombras de la realidad mayor.

Vinieron y se fueron. Sin embargo, debe considerarse el consuelo que estas palabras traer�an a las personas en medio de la persecuci�n de algunas de esas figuras, que estos poderosos, casi invencibles, ante quienes fueron procesados, estuvieran bajo las manos de Dios, por grandes que fueran sus reclamos, y en breve dale cuenta.

Su estatus siempre fue obstaculizado por la mano restrictiva de Dios sobre Satan�s. Pero al final surgir� otro, posiblemente en el Cercano Oriente ('el rey del norte' - Daniel 11:36 ), con afirmaciones similares. Esta vez la restricci�n de Dios se eliminar� cuando Satan�s se suelte por 'un corto tiempo' ( Apocalipsis 12:12 ; Apocalipsis 20:3 ; compare 'una hora' - Apocalipsis 17:12 ), y busca adoraci�n para s� mismo a trav�s de su mascar�n de proa.

As�, Pablo ve surgir una figura importante que es el ep�tome del pecado y la blasfemia, a quien a menudo llamamos el Anticristo, pero que aqu� se representa como el "Anti-dios".

Juan dice: 'Hijitos, es la �ltima hora, y como oyeron que viene el anticristo, incluso ahora han surgido muchos anticristos, por lo cual sabemos que es la �ltima hora. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo '( 1 Juan 2:18 ; 1 Juan 2:23 ).

M�s tarde, Juan designa como anticristo a aquellos que dicen que Jesucristo no vino en carne ( 1 Juan 4:3 ; 2 Juan 1:7 ).

Esta es la �nica menci�n espec�fica del anticristo en la Biblia. As�, Juan ve al anticristo en t�rminos del esp�ritu del anticristo ( 1 Juan 4:3 ), negando al Padre y al Hijo y negando que Jesucristo vino en carne. Niegan su deidad y su verdadera humanidad. Y el hecho de que ya estuvieran all� lo vio como un indicio de que era 'la �ltima hora'. Pero en vista de la descripci�n de Pablo, debemos ver surgir a uno que los blasfema a todos, como el mismo Juan lo representa en Apocalipsis.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no se dice que realmente afirme verbalmente ser Dios. Posiblemente vamos a ver que sus presunciones y afirmaciones cuando �l "se establece" causar�n esta impresi�n, dejando que sus oyentes saquen sus propias conclusiones. Lo hemos visto a lo largo de la historia y en nuestros d�as.

Versículo 5

�No recuerdas que cuando estuve contigo te dije estas cosas?

C�mo nos encantar�a escuchar lo que les hab�a dicho, pero no sabemos, ni sabemos su alcance. Pero aparentemente se relaciona con algunas de las ense�anzas de Juan en Apocalipsis con notable precisi�n. Es posible que Juan haya tenido en mente la carta de Pablo, o es posible que ambos hayan mirado hacia atr�s a la misma fuente.

Versículos 6-7

'Y ahora sabes lo que refrena, hasta el fin de que �l pueda ser revelado en su propia temporada. Porque el misterio de la iniquidad ya funciona, solo hay quien refrena a quien ser� quitado del camino. '

�Qu� podr�a contener al hombre de pecado y detener al Anti-dios? Apocalipsis 20:2 describe la idea como la cadena de Dios en las manos de un �ngel, refrenando al que est� detr�s del hombre de pecado. En otras palabras, en el an�lisis final, el limitador es Dios por cualquier medio que �l use. Esto tambi�n se relaciona con la imagen de la restricci�n en el Abismo de alguien que probablemente sea el hombre de Satan�s de su mano derecha ( Apocalipsis 17:8 ; Apocalipsis 9:1 ; Apocalipsis 9:11 compare con Apocalipsis 20:7 ).

As�, el que est� detr�s del hombre de pecado, el hijo de la 'destrucci�n' (apoleias), puede identificarse con 'el Destructor' (Apollyon - Apocalipsis 9:11 ), el rey del Abismo que est� retenido all� hasta que el �ngel lo libera. . Todas estas son, por supuesto, im�genes de la realidad espiritual. Ninguno de estos tiene cuerpos literales.

Entonces el hombre de pecado ser� refrenado, porque su mentor est� refrenado, hasta que llegue su tiempo, su propia temporada, cuando ser� 'revelado' (conocido como lo que es), y los 'diez gobernantes' tendr�n su poder ' por una hora '(poco tiempo) bajo' la Bestia Salvaje ', que es la que vuelve a vivir y se comporta como una bestia salvaje ( Apocalipsis 17:12 ). Todos ser�n restringidos hasta que llegue el momento de Dios.

El hecho de que la restricci�n sea por la cadena y el �ngel, puede incluir todas las medidas de restricci�n utilizadas por Dios. La cadena no es literal porque encadena a un ser espiritual. No excluye otras posibilidades, los eslabones terrenales de la cadena celestial. Por lo tanto, puede incluir la justicia romana, que ha continuado como una influencia restrictiva mucho despu�s del cese de Roma, y ??todav�a afecta el derecho internacional hoy en d�a, y puede incluir las leyes morales del Antiguo Testamento y 'los diez mandamientos', que todav�a se mantienen en el exterior. aprobaci�n de la humanidad, y puede incluir a la iglesia que, a pesar de todas sus fallas, ha demostrado tener una influencia restrictiva sobre el pecado.

Estas son tres de las restricciones puestas por Dios. Pero, como Jes�s mismo revel�, al final, Dios es el que est� detr�s de todas las restricciones de cualquier tipo, usando Sus diversos eslabones de cadena, porque Satan�s solo puede hacer lo que Dios permite ( Lucas 22:31 ).

Todas las afirmaciones de que el Esp�ritu Santo tiene la intenci�n �nica del que lo restringe, quien luego es removido, deben ser vistas con sospecha. Si se refer�a al Esp�ritu Santo, �por qu� no lo dijo? Podemos entender por qu� podr�a referirse indirectamente al misterioso poder angelical, ya que aumentar�a el misterio, podemos entender por qu� podr�a referirse indirectamente a la eliminaci�n de la ley, ya que eso podr�a verse como traici�n. Pero si quiso decir que el Esp�ritu Santo deb�a ser quitado del camino, con todas sus consecuencias, era una idea tan revolucionaria que seguramente se habr�a expresado claramente, sin dejar en la oscuridad a quienes no hab�an escuchado la primera ense�anza de Pablo. .

De hecho, la idea de que el pueblo de Dios podr�a funcionar sin el Esp�ritu Santo no es b�blica. La 'venida del Esp�ritu Santo' no fue algo totalmente nuevo, fue el dar a muchos lo que solo hab�an experimentado unos pocos. A lo largo de la historia, el Esp�ritu Santo (o 'Esp�ritu de Dios') estuvo Isa�as 63:14 , tanto en nombre del pueblo de Dios ( Isa�as 63:9 ; Isa�as 63:14 ; Isa�as 59:21 ; Hageo 2:5 ; Zacar�as 4:6 ) y en su vida interior ( Salmo 51:10 ; Salmo 139:7 ; Salmo 143:10 ; Ezequiel 18:31 con Ezequiel 36:26 ; Ezequiel 37:14 ).

El Esp�ritu Santo ausente del pueblo de Dios es una contradicci�n de t�rminos. Sin �l, no habr�a pueblo de Dios. M�s de lo que podr�an funcionar sin la gracia de Dios. Y Su obra est� siempre dentro. Si bien las preposiciones pueden ayudarnos a apreciar m�s la obra del Esp�ritu, vemos poco futuro en la ense�anza que busca diferenciar 'con' (o cualquier otra preposici�n) de 'en' como si �l pudiera estar con y no en. Juan 14:17 significa que ambos son ciertos, no que uno se pueda tener sin el otro. Dios trabaja tanto dentro como dentro.

Pero tenga en cuenta que el principio de anarqu�a, una vez oculto pero ahora revelado, estaba en acci�n incluso entonces mientras Pablo escrib�a. La restricci�n estaba siendo estirada por el pecado del hombre. La rebeli�n del hombre contra Dios ha continuado desde entonces, irritada contra todas las restricciones, inspirada por el que al final controlar� al hombre de pecado, pero que solo puede obrar subrepticiamente hasta que finalmente se permita la liberaci�n de 'la Bestia Salvaje', para inspirar al hombre de pecado. hombre de pecado. Como hemos sugerido, el que refrena es el �ngel o Dios mismo.

Esta venida del hombre de pecado es la evidencia de que las cosas empeorar�n antes de la venida de Cristo. Y, sin embargo, de alguna manera ser� s�lo una reproducci�n de todos los que se han ido antes, la bestia salvaje de Apocalipsis 13 , el Imperio Romano de los emperadores divinos y todo lo que sigui�, aunque m�s como una fuerza para el mal. Si lo reconoceremos f�cilmente es otra cuesti�n, porque es posible que no revele abiertamente su desafuero contra Dios. El hombre sin ley puede darle la bienvenida y puede parecer que ofrece lo que el hombre est� buscando. Pero aquellos con perspicacia espiritual lo conocer�n y estar�n alerta.

Es probable que este que es representado como el hombre de pecado sea un hombre pose�do por Satan�s o por uno de sus principales secuaces (la Bestia Salvaje del Abismo), por lo que tendr� influencia sobre las fuerzas del mal que le otorg� el �nico. quien lo posee ( Apocalipsis 9:3 ), fuerzas invisibles pero efectivas.

Las descripciones de estas fuerzas no deben tomarse literalmente. Se imaginan lo que pueden lograr. Por lo tanto, los �ltimos d�as experimentar�n m�s la maldad de lo oculto. Pero no pueden tocar a los que son de Cristo ( Apocalipsis 9:4 ).

Versículo 8

"Y entonces se manifestar� el inicuo, a quien el Se�or Jes�s matar� con el aliento de su boca, y reducir� a nada con la manifestaci�n de su venida".

Tenga en cuenta el �nfasis continuo en la anarqu�a. "El hombre del desafuero - el misterio del desafuero (su ense�anza oculta ahora revelada y contraria a la Ley) - el desafiante". Aqu� hay uno que se opone completamente a la Ley de Dios. Toda restricci�n ser� eliminada. Tenga en cuenta tambi�n el �nfasis en su "revelaci�n" ( 2 Tesalonicenses 2:5 ; 2 Tesalonicenses 2:6 ; 2 Tesalonicenses 2:8 ).

Estar� escondido por un tiempo, pero luego ser� revelado, ya que la esfera en la que opera, su mundo, dondequiera que est�, lo reconoce. Entonces, por un tiempo desarrollar� su poder, sin que el mundo se d� cuenta de su presencia, y gradualmente ir� fortaleciendo su autoridad y control. Quiz�s como una figura destacada en las Naciones Unidas. Quiz�s como un dictador �rabe apoyado por las naciones �rabes. Quiz�s como l�der influyente en Europa.

�Qui�n sabe? Pero ejerciendo una gran influencia para el mal. Y luego finalmente convertirse en un superh�roe, y probablemente en una figura religiosa destacada, recibiendo adoraci�n para s� mismo en una esfera u otra. Est� claro que afectar� los problemas mundiales. Pero el mundo que �l controla ser� su propio "mundo", no necesariamente el mundo en general ("mundo" en las Escrituras denota el mundo en el que vive el escritor, no el mundo entero). Es muy posible que partes del mundo solo se vean afectadas indirectamente por �l.

"A quien el Se�or Jes�s matar� con el aliento de su boca, y destruir� con la manifestaci�n de su venida". El fin del hombre de pecado se produce por la manifestaci�n de la venida de Cristo. Porque Jes�s mismo vendr�, no solo para tomar los suyos, sino para manifestarse al mundo en autoridad, resplandor y gloria. Entonces este poderoso 'hombre de pecado' ser� 'reducido a nada', impotente y castrado, porque su ilegalidad ser� demostrada por lo que es por la venida del Juez, quien juzgar� a �l y a los que lo siguieron. 'el aliento de su boca' (compare Apocalipsis 19:15 tambi�n Isa�as 11:4 ).

El 'aliento de su boca' una vez actu� poderosamente en la creaci�n ( Salmo 33:6 ), ahora actuar� igualmente poderosamente en la destrucci�n.

Versículos 9-10

'Aquel cuya venida es conforme a la obra de Satan�s, con todo poder y se�ales y prodigios mentirosos, y con todo enga�o de injusticia para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos'.

En su propia esfera, el hombre de pecado revelar� el poder de su amo. El poder sat�nico a trav�s de �l le permitir� producir falsos milagros de alg�n tipo. Ser�n vistos como reveladores de su 'poder', para muchos ser�n 'signos' de su estatus, y ser�n 'maravillas', llenando de asombro a los hombres. Sus seguidores ser�n enga�ados. Si fuera posible, incluso los elegidos, el pueblo de Dios, podr�an ser enga�ados al principio ( Mateo 24:24 ). Pero al final, su percepci�n espiritual se ver� a trav�s de �l.

"Y con todo enga�o de injusticia para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos". El 'enga�o de la injusticia' puede referirse al hecho de que la fuente del enga�o, proviene de una fuente injusta. O puede referirse al hecho de que los hombres son enga�ados por �l porque son injustos. O de hecho puede significar ambos, el injusto enga�a al injusto.

Pero debemos notar que los hombres no son enga�ados porque est�n enga�ados y no podr�an haber sabido, sino porque son injustos (compare Romanos 1:18 ).

'Para los que est�n pereciendo'. As� como el hombre de pecado perece porque es 'hijo de perdici�n (destrucci�n)' ( 2 Tesalonicenses 2:3 ), as� tambi�n ellos est�n demostrando ser hijos de destrucci�n. Debido a que son injustos y como resultado ellos mismos enga�ados, 'est�n pereciendo'. �Y por qu� est�n enga�ados y perecen? Porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

Se enfrentaron a la verdad y al enga�o, y debido a que eran injustos, eligieron el enga�o. Ver Juan 3:17 y Juan 7:17 . Pero si se vuelven a esa verdad, ser�n salvos.

'No recibieron el amor de la verdad'. Se les ofreci� la verdad, pero sus corazones no estaban abiertos a Su Esp�ritu, por lo que �l no pudo obrar en ellos el amor por la verdad. La verdad aqu� no es la verdad general, sino la verdad del Evangelio, porque eso es fundamental para toda la verdad.

Versículos 11-12

"Y por esta causa Dios les env�a una obra de error para que crean la mentira, para que sean juzgados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se complacieron en la injusticia".

Cuando los hombres desprecian el Esp�ritu de Dios, la alternativa es el error. Eso fue as� en G�nesis 6:2 , y siempre es as�. Cuando el fara�n endureci� su coraz�n, Dios tambi�n comenz� a endurecer su coraz�n, porque en uno que estaba endurecido, su actividad solo pod�a producir dureza. Lo mismo es verdad aqu�. No quer�an la verdad, de modo que cuando Dios continu� obrando en ellos y dirigi� sus pensamientos hacia las cosas espirituales, solo pudo producir error. Y en lugar de creer en la verdad, sus mentes pervertidas creyeron en 'la mentira', lo opuesto a 'la verdad', ense�anza impregnada de error presentado por el hombre de pecado.

Esto se contrastar� en 2 Tesalonicenses 2:13 con la obra de la verdad de Dios en los corazones de aquellos que son suyos. Ambos son Su obra soberana. Dar� a conocer las riquezas de su gloria en vasos de misericordia que prepar� de antemano para gloria, y soporta con mucha paciencia vasos de ira preparados para destrucci�n ( Romanos 9:22 ).

Pero lo que b�sicamente es 'creer la mentira'. Es tener una actitud y un entendimiento incorrectos hacia Dios ( Romanos 1:25 ). Ignorar el claro mensaje de la creaci�n. Es ver lo que es anti-Dios como Dios, y ver a Dios en lo que es simplemente parte de este mundo. Es escuchar el susurro de Satan�s, como lo hizo el hombre por primera vez en el Jard�n del Ed�n. Y conduce a la adoraci�n de la naturaleza y vidas bestiales ( Romanos 1:18 ).

Pero el resultado solo puede ser que finalmente ser�n juzgados, el juicio que seguir� a la aparici�n del hombre de pecado. Y ese juicio revelar� que fue porque se complacieron en la injusticia ('se deleitaron en obrar mal') que no creyeron la verdad, y porque continuaron sin creer la verdad, continuaron complaci�ndose en la injusticia. Los dos van juntos.

No creer en la verdad siempre resultar� en el placer de la injusticia, y el placer en la injusticia siempre resultar� en no creer en la verdad. Y es porque los hombres se complacen en la injusticia que seguir�n al hombre de pecado hasta el d�a inevitable en que ser�n juzgados.

Este principio es muy importante. Cuando un hombre comienza a perder la fe, preg�ntele de qu� manera quiere portarse mal. Pronto descubrir�s que su problema no es racional sino moral.

Versículos 13-14

Pero estamos obligados a dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos y hermanas amados del Se�or, porque Dios los eligi� desde el principio para salvaci�n en la santificaci�n del Esp�ritu y en la creencia de la verdad, a la cual los llam� por medio de nuestro Evangelio. para alcanzar la gloria de nuestro Se�or Jesucristo. '

Habiendo considerado al hombre de pecado y el destino de los que lo siguen, Pablo ahora asegura a los tesalonicenses que se da cuenta de que no son de ese n�mero. M�s bien son amados del Se�or (es decir, el Se�or Jesucristo). Y eso inmediatamente lo pone 'bajo la obligaci�n' de dar gracias por lo que los ha hecho ser as�, la gracia de elecci�n de Dios.

"Por eso Dios te eligi� desde el principio". Comp�rese con Efesios 1: 4; 1 Pedro 1:1 . Desde el principio significa 'antes de la fundaci�n del mundo' ( Efesios 1:4 ). Desde el comienzo de su acto de creaci�n, incluso antes de que el mundo llegara a existir, eligi� a los suyos.

Su salvaci�n no fue una ocurrencia tard�a como resultado del fracaso, sino el prop�sito espec�fico de Dios que �l llevar�a a cabo. Fueron 'escogidos seg�n la presciencia de Dios' ( 1 Pedro 1:1 ).

Algunos buenos textos tienen 'como primicias' en lugar de 'desde el principio', y si esta lectura fuera aceptada reflejar�a la ense�anza en Apocalipsis 14 que el pueblo de Dios son sus primeros frutos, mientras que el resto del mundo espera el juicio.

'Hacia la salvaci�n'. El pecado del hombre, la ca�da del hombre, todo fue conocido de antemano por Dios. Y su prop�sito de salvar a los suyos era parte de ese conocimiento previo. Los escogi� para salvaci�n. �l, por as� decirlo, entr� en una relaci�n personal con ellos de antemano mucho antes de hacer Su llamamiento eficaz. Esto se lograr�a entonces por dos medios, la santificaci�n en el Esp�ritu, que es el lado de Dios, y la fe en la verdad, que es la respuesta resultante del hombre.

Aqu� la santificaci�n del Esp�ritu comienza en la obra de la verdad en el coraz�n de un hombre (en contra de la 'obra del error' - 2 Tesalonicenses 2:11 ), que resulta en la creencia de la verdad, contin�a dando nueva vida a trav�s del nuevo nacimiento ( Juan 3:6 ; Tito 3:5 ; Santiago 1:18 ; 2 Pedro 1:4 ; G�latas 4:19 ), y luego contin�a mientras obra en ellos el querer y hacer de Su buena voluntad ( Filipenses 2:13 ; 1 Corintios 1:8 ; Judas 1:24 ), hasta que finalmente los presenta perfectos ante �l, santos y sin tacha ( Efesios 5:27 ; Colosenses 1:22 ; Judas 1:24). Y el resultado en tales hombres es una respuesta continua de fe y confianza en la verdad del Evangelio, visto como una respuesta incondicional a �l.

"A lo cual os llam� por nuestro Evangelio". Esto mira hacia atr�s a todas las bendiciones descritas, la salvaci�n, la santificaci�n en el Esp�ritu y la fe en la verdad. Fueron llamados eficazmente por la obra del Esp�ritu a estas cosas. Y el medio de su llamado fueron las Buenas Nuevas presentadas por Pablo y sus compa�eros. En Pablo, el 'llamamiento' siempre se ve como efectivo (comparar 1 Tesalonicenses 2:12 ; 1 Tesalonicenses 5:24 ; 2 Timoteo 1:9 ).

Pero, �cu�l ser�a el resultado final? 'La obtenci�n de la gloria de nuestro Se�or Jesucristo'. En ese d�a veremos Su gloria, y seremos como �l, porque lo veremos como �l es ( 1 Juan 3:2 ). El fin del cristiano es la gloria, 'un peso de gloria mucho m�s excelente y eterno' ( 2 Corintios 4:17 ; Romanos 8:17 ; Romanos 8:30 ; 1 Corintios 15:43 ; Efesios 5:27 ; Filipenses 3:21 ; 1 Tesalonicenses 2:12 ).

Apareceremos con �l en gloria ( Colosenses 3:4 ). As� como Dios ha glorificado a Jes�s, el hombre representante, as� nos glorificar� a nosotros. Y el proceso ya ha comenzado ( 2 Corintios 3:18 ; Juan 17:22 ).

Note en todo esto la obra de toda la Deidad. 'Dios te escogi�, en santificaci�n del Esp�ritu, para la obtenci�n de la gloria de nuestro Se�or Jesucristo'. Nada de esto se debe a nuestro m�rito. Es porque Dios nos eligi� y obr� Su voluntad dentro de nosotros que compartiremos la gloria de nuestro Se�or Jesucristo.

Versículo 15

"Entonces, hermanos y hermanas, mant�nganse firmes y mantengan las tradiciones que les ense�aron, ya sea por palabra o por carta".

Debido a esta obra de Dios en los Suyos, se les exhorta a 'mantenerse firmes', tanto contra la obra del Maligno como contra los temores que los invaden. Y una forma de resistir con firmeza todo lo que depara el futuro es "manteniendo las tradiciones". La palabra "tradiciones" significa un cuerpo de verdad que se sostiene por s� mismo. Incluir�a las tradiciones reconocidas con respecto a la vida y las ense�anzas del Se�or Jesucristo que circulaban en las iglesias, y las cartas de Pablo, las piedras fundamentales del Nuevo Testamento.

Esto no se puede aplicar razonablemente a tradiciones posteriores. Pablo no est� hablando de 'las tradiciones de la iglesia', est� hablando de tradiciones, incluidas sus propias cartas apost�licas, que les trajo y que hab�a autenticado (comparar 2 Tesalonicenses 3:6 ). Todos los escritores de las cartas del Nuevo Testamento asumieron que hab�a un conjunto de verdades reconocidas contra las cuales se pod�a juzgar a los falsos maestros.

Un pensamiento similar ocurre en 1 Corintios 16:13 donde se nos dice que 'permanezcamos firmes en la fe'. Tambi�n debemos 'permanecer firmes en la libertad con la que Cristo nos ha hecho libres' y no dejar de depender de la gracia de Dios a ninguna forma de autojustificaci�n ( G�latas 5:1 ), para 'permanecer firmes en un solo esp�ritu, con una sola mente ', unidos en Cristo ( Filipenses 1:27 ), para' permanecer firmes en el Se�or ', la esfera de fortalecimiento y seguridad ( Filipenses 4:1 ), porque en esto vivimos la vida, que en verdad es vida ( 1 Tesalonicenses 3:8 ).

Versículos 16-17

'Ahora, nuestro Se�or Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos am� y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por medio de la gracia, consuele sus corazones y los establezca en toda buena obra y palabra.'

Este vers�culo es notable por sus implicaciones. Era la pr�ctica habitual de Pablo colocar a 'Dios nuestro Padre' en primer lugar en sus saludos ( 2 Tesalonicenses 1:1 ). Sin embargo, aqu� (y en 2 Corintios 13:14 ) coloca en primer lugar a 'nuestro Se�or Jesucristo'.

Adem�s, la combinaci�n es seguida por el uso del singular, y los verbos singulares "consolar" y "establecer", que deben referirse a que ambos act�an juntos como Uno. Es una clara expresi�n de co-igualdad y unidad.

"Quien nos am� y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por medio de la gracia". Qu� mundo de significado se resume en estas palabras. Todo el destino de un cristiano est� envuelto en �l. Primero vino el amor, un amor que se extiende desde la eternidad, que incluye la entrega de S� mismo por nosotros ( G�latas 2:20 ). Y luego la consecuencia de ese amor, fortalecimiento eterno y conciencia de Su presencia (parakaleo), y buena esperanza, santificaci�n y glorificaci�n. Y todo esto a trav�s del inmerecido amor y favor de Dios, 'por la gracia'. Debido a la naturaleza de Aquellos que lo realizan, es completamente integral, debido a su fuente es infalible.

El amor de Dios por el hombre y la esperanza en el futuro eran dos elementos que faltaban en las tradiciones de ese mundo antiguo. El hombre se ve�a a s� mismo como el juguete de los dioses y el futuro como un c�rculo sin fin de desesperanza. Pero aqu� Pablo pudo enfatizar la preocupaci�n profunda y amorosa de Dios y la esperanza segura que estaba por delante a trav�s de la obra de Dios en el interior.

'Y cons�ltalos en toda buena obra y palabra'. Como siempre, Pablo no puede quedarse corto con la teolog�a. Tiene que producir su fruto en acci�n. No puede haber gracia y misericordia de Dios que no est�n acompa�adas en la vida de los hombres por la fecundidad. Y esta es una fecundidad tanto del trabajo como de la palabra. Regularmente ponemos la 'palabra' primero, la predicaci�n del Evangelio, pero Pablo pone la 'obra' primero. Un Evangelio que no se revela en el amor y las buenas obras no es Evangelio.

Información bibliográfica
Pett, Peter. "Comentario sobre 2 Thessalonians 2". "Comentario de Pett sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pet/2-thessalonians-2.html. 2013.
 
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