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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario del Pobre Hombre de Hawker Comentario del Pobre Hombre
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Daniel 4". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/daniel-4.html. 1828.
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Daniel 4". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
CONTENIDO
Aqu� nos familiarizamos con otro sue�o de Nabucodonosor, que Daniel interpreta. El hecho de lo mismo tambi�n est� terriblemente relacionado.
Versículos 1-3
Aqu� el orgulloso e insolente monarca debe rendir cuentas por su atrevida impiedad hacia Dios y su crueldad hacia los siervos del Se�or. Y no solo se ve obligado a inclinarse ante la soberan�a del Se�or, sino tambi�n a publicar su deshonra en todo el mundo y a confesar que la mano del Se�or en su justo juicio hab�a estado sobre �l. �Lector! he aqu� en este hombre, cu�n seguras est�n las Escrituras en la verdad, que hay, debe haber, un d�a por venir a todo pecador, en el cual el Se�or juzgar� al mundo con justicia. Salmo 58:11 .
Versículos 4-18
Observe varios detalles sorprendentes en el relato de este hombre. Primero, nos dice, que estaba descansando en su casa y floreciendo. �S�! la palabra de Dios ense�a al pueblo de Dios a estar alerta ante la ca�da repentina de los pecadores. Cuando los tales dicen paz y seguridad, entonces vendr� sobre ellos destrucci�n repentina como sobre una mujer de parto, de modo que no podr�n escapar. En esta ocasi�n me atrevo a observar que el pueblo de Dios no est� tan atento como deber�a, y como la palabra del Se�or lo recomienda, a esos juicios repentinos de Dios sobre los enemigos de su Cristo.
Porque aunque el gran d�a de su ruina sea aplazado hasta ese d�a, cuando el Se�or se levantar� para castigar a los imp�os y para ministrar verdadero juicio al pueblo; sin embargo, ahora con mucha frecuencia, el Se�or habla en voz alta, por su pueblo, ya su pueblo, en el castigo impactante que se muestra a la generaci�n que desprecia a Cristo en la actualidad. �Lector! Te ruego que de ahora en adelante prestes m�s atenci�n a esto en lo que est� sucediendo en el mundo, y conf�a en ello, encontrar�s continuas instancias en prueba de que, por la opresi�n de los pobres y el suspiro de los necesitados, el Se�or no aumentar.
Salmo 12:5 . En segundo lugar, en este relato de Nabucodonosor, se ve obligado a ver y confesar que su miseria era del Se�or. Aqu� hab�a una amarga agravaci�n de su ruina. Era ese Dios a quien hab�a desafiado, que ahora lo hiri�, y que convirti� en escorpi�n todo azote. En tercer lugar, el desgraciado tembl�, nos dice, en el recuerdo mismo de su visi�n.
Su propia mente, su propia conciencia, sus propios temores culpables, hicieron sonar la alarma y no le dejaron retroceso. Qu� terrible representaci�n de este tipo ha dado el hombre de Dios de este estado del infierno sobre la tierra, Deuteronomio 28:65 . En cuarto lugar, los magos y sabios que consult� no pudieron brindarle ninguna ayuda: no, ni siquiera para poder explicarle lo que quer�a saber.
�Lector! Piensa en el terrible estado que es cuando un alma est� fuera de Cristo y bajo las alarmas de una conciencia culpable, a la que ning�n hermano, ning�n vecino bondadoso, ning�n amigo de coraz�n tierno, puede en lo m�s m�nimo ministrar. �Precioso Jes�s! �Cu�n dulce es tenerte como hermano en todas las ocasiones de dolor! en verdad eres uno nacido para la adversidad. Proverbios 17:17 .
En quinto lugar, he aqu� la necesidad que se le impuso de enviar a buscar a Daniel, cuyo consejo hab�a desestimado tanto, y cuyo Dios hab�a despreciado con tanta valent�a. Tal es el caso no pocas veces en la vida ordinaria. �Qui�nes se rieron tanto como fieles siervos de Dios por el pecador en los d�as de su alegr�a y regocijo? �A qui�n busc� con tanto empe�o en el d�a de la enfermedad y de la muerte? Cuando el lector se haya detenido lo suficiente sobre estas consideraciones solemnes, ya que surgen de la vista del estado mental de Nabucodonosor; que atienda los diversos rasgos de la alarmante visi�n de la noche con la que el Se�or visit� al Rey, seg�n la interpretaci�n de Daniel.
Versículos 19-26
�Qu� hermoso se introduce el tema de la interpretaci�n de Daniel! Qui�n, pero debe ser sorprendido al contemplar al joven Profeta por un lado, de pie como asombrado, al o�r el sue�o del Rey; y por otro, ver a Nabucodonosor endurecido e insensible. Vea c�mo se aplica cada parte, c�mo se corresponde cada caracter�stica y c�mo el todo llega a la convicci�n de que el castigo es del Se�or.
No se dice qu� efecto tuvo por el momento sobre Nabucodonosor, pero no podemos admirar lo suficiente la fidelidad de Daniel, al no ocultarle nada, ni la gracia de Dios, al permitirle ser fiel. �Lector! recuerde la promesa de Jes�s a este efecto a sus disc�pulos. Mateo 10:18 .
Versículo 27
He reservado este vers�culo para ser le�do por s� mismo, con el prop�sito de llamar la atenci�n m�s particular del lector sobre �l. Aunque Daniel sab�a que era enemigo de Dios y de su Cristo; y aunque el celo de Daniel por la causa de Dios dej� de lado todas las dem�s consideraciones, hubo, y siempre puede haber, en todos los casos, que, como dijo Daniel aqu�, la prolongaci�n de un d�a de tranquilidad y el aplazamiento del d�a malo, podr�a ser permitido.
�Lector! tal ser� el d�a de la venganza, aterrorizados, que como Mois�s en el monte, los m�s fieles, al regocijarse en su propia salvaci�n, se regocijar�n temblando al contemplar los abrumadores horrores de los imp�os. Hebreos 12:21 ; Salmo 119:120 ; Habacuc 3:16 .
Versículos 28-33
�Lector! �Cu�n conmovedora es esta historia! Qu� terrible testimonio en la confirmaci�n, que el juicio de los enemigos del Cristo de Dios no se demora, y su condenaci�n no se adormece. Algunos personajes curiosos entre los hombres, m�s decididos a indagar sobre el modo y la manera de los castigos de Dios, que ansiosos por conocer las causas de los mismos, han preguntado si este juicio fue literalmente as� como se describe, o si fue una privaci�n del castigo. �La raz�n del rey? Pero es digno de la observaci�n de mi lector, que Dios el Esp�ritu Santo nunca est� dispuesto a satisfacer la curiosidad de los hombres.
Demasiados, es de temer, lean la palabra de Dios con esta disposici�n y, por lo tanto, la arrebaten para su propia destrucci�n. Jes�s, la principal piedra del �ngulo en Sion, es piedra de tropiezo y roca de esc�ndalo para el escarnecedor. Que Nabucodonosor fue humillado al grado m�s bajo posible de humillaci�n, es claro. Y ese Dios, a quien hab�a desafiado, manifest� su mano en �l: estos son los grandes puntos que se ense�an claramente en esta Escritura.
Aqu�, pues, basta que los fieles sepan; y esa promesa se cumple en �l, cuando los imp�os sean exterminados, t� lo ver�s. Salmo 37:34 .
Versículos 34-37
�Qu� maravilloso tren de providencias pas� sobre este hombre! �Qu� lenguaje hay aqu� para que lo pronuncie un hombre como Nabucodonosor! Uno casi podr�a ser llevado a la esperanza, que la gracia le fue dada, al verlo expresarse con tales palabras. Pero, como Dios el Esp�ritu Santo guarda silencio sobre este punto, nosotros tambi�n debemos hacerlo. Aqu� termina su historia. Y aqu�, por tanto, debemos dejarlo. S�lo le ruego al lector que no se deje llevar por las apariencias, a favor de ning�n hombre, simplemente por lo que �l dice.
Los hombres pueden hacer grandes esfuerzos al hablar de Dios, quien nunca camin� con Dios. Testigo Balaam, N�meros 23:9 . Testigo Caif�s, Juan 11:49 . Nada menos que la regeneraci�n del coraz�n, puede ser una evidencia de la vida divina: y esto, no tenemos raz�n ni autoridad para inferir que estaba en su car�cter.
Versículo 37
REFLEXIONES
Ruego al Lector que reflexione bien, a partir de la historia que aqu� se da, en el car�cter de uno de los m�s grandes monarcas que jam�s movi� el cetro del mundo, el miserable estado del hombre desprovisto de la gracia de Dios. Respetando las circunstancias externas, no hab�a nada que Nabucodonosor quisiera que constituyera felicidad. Pero, �cu�les fueron todas las circunstancias externas, cuando as� qued� presa del estado desolado de una mente culpable, bajo la mano de Dios? �Lector! marque bien la lecci�n solemne, y g�rela en todos los sentidos, la instrucci�n es la misma.
En el presente estado ca�do de la humanidad, no hay nada que pueda traer consuelo sino Jes�s. Todo al lado est� te�ido de vanidad. Todos los que est�n bajo las leyes de Mois�s son condenados; y los que no tienen la ley son, como dice el Ap�stol, una ley para s� mismos; su conciencia acusando o disculpando; y son, y deben ser siempre miserables. Sea su condici�n la que sea, no hay nada que pueda dar paz.
Pero, hermano m�o, si Cristo es tu porci�n, �l endulza todo; �l santifica a todos. Bellamente a este significado, habla el Se�or por medio del Profeta. En aquel d�a (dice Jehov�) har� pacto con ellos, con las bestias del campo, y con las aves del cielo, y con los reptiles de la tierra; y quebrar� arco y espada, y la batalla de la tierra, y los har� descansar seguros.
El sentido es; Todas las cosas y todas las criaturas promover�n la paz del que est� en paz con Dios. El que venciere (dice otra escritura) heredar� todas las cosas. Yo ser� su Dios y �l ser� mi hijo. �Se�or Jesus! bendiga tales puntos de vista, tanto para el escritor como para el lector, para que en ti, y solo en ti, podamos buscar una porci�n para vivir, en el tiempo y por toda la eternidad.