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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario del Pobre Hombre de Hawker Comentario del Pobre Hombre
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Proverbs 8". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/proverbs-8.html. 1828.
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Proverbs 8". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
CONTENIDO.
Tenemos en este Cap�tulo un relato sumamente sublime de algunos eventos antiguos en la eternidad, y que, bajo el car�cter de sabidur�a, el gran orador est� pidiendo a la iglesia que preste atenci�n. De principio a fin, el tema lo lleva a cabo una misma persona. El cap�tulo se cierra con una exhortaci�n.
Proverbios 8:1 �No clama la sabidur�a? y el entendimiento alza su voz? Ella est� en lo alto de los lugares altos, junto al camino en los lugares de las veredas. Grita a las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada por las puertas. A vosotros, hombres, llamo; y mi voz es para los hijos del hombre.
El cap�tulo se abre con un grito de sabidur�a, y tanto la seriedad del tema como la seriedad con la que se aplica nos recomiendan la totalidad a nuestra atenci�n. No pretendo hablar con una determinaci�n positiva; el dise�o general de este Comentario es m�s indagar que afirmar; m�s buscar la ense�anza del Esp�ritu, ser guiado por �l a toda la verdad, que guiar la mente del lector acerca de la verdad.
Pero con toda humildad de alma al repasar este cap�tulo tan sublime, me atrever�a a decir que, seg�n me parece, todo su contenido se refiere a Cristo como Mediador Dios-hombre, establecido desde la eternidad. Y bajo este t�tulo bien conocido, y el car�cter de oficio de sabidur�a, Cristo est� llamando aqu� a Su iglesia para que preste atenci�n a algunas de las cosas habladas con respecto a s� mismo, y al nombramiento del Padre de �l para este oficio, lo cual, si no hubiera comunicado a la iglesia , y por su Esp�ritu Santo dado un entendimiento para saber, nunca podr�a haber sido conocido o cre�do.
De ah� que el cap�tulo comience con el grito de 'esta persona gloriosa, y el tema se plantea a modo de pregunta: �No grita la sabidur�a? �No es lo suficientemente claro como para ser escuchado en las innumerables formas en que se proclama a Cristo como Mediador, a lo largo de todo el libro de Dios? �De qu� trata la Biblia al lado? No hay nada en �l de principio a fin, excepto el amor, la misericordia, la gracia y el favor de Jehov� en el don de su Hijo para la salvaci�n de los pecadores; y las glorias de la persona de Cristo, y la gracia y el amor de su coraz�n en defender voluntariamente su gran garant�a y Salvador en la redenci�n.
�No se alza toda la voz de la sabidur�a para proclamar estas cosas? �Y a qui�n se proclama as� la salvaci�n, y el Se�or Jes�s, el gran autor de la misma, se la presenta, pero a ustedes, hijos de los hombres, que necesitan tanto a Cristo como a Su salvaci�n tan sumamente!
Versículos 5-11
�Oh simples, entend�is la sabidur�a! Y, necios, sed de coraz�n entendido. Escuchar; porque hablar� de cosas excelentes; y la apertura de mis labios ser� rectitud. Porque mi boca hablar� verdad; y la maldad es abominaci�n a mis labios. Todas las palabras de mi boca son con justicia; no hay nada de perverso en ellos. Todos son claros para el que entiende, y correctos para los que encuentran conocimiento. Recibe mi instrucci�n, y no plata; y conocimiento en lugar de oro escogido. Porque mejor es la sabidur�a que los rub�es; y todas las cosas que se pueden desear no se le pueden comparar.
Aqu� tenemos tanto las glorias de Cristo como la miseria del hombre sorprendentemente representadas. Jes�s, sabiendo bien cu�n sorda e insensata es nuestra pobre naturaleza ca�da, y esa inconsciente de nuestra propia miseria, y por tanto reacia a dejarse vencer para escuchar lo que se propone para nuestro bien, primero nos declara nuestra sencillez, y luego el infinito. La importancia de las cosas que nos va a declarar, cosas excelentes que bien pueden llamarse, por lo que puede ser igualmente excelente como las glorias de su persona, las riquezas de su gracia, su idoneidad para los pobres pecadores y las riquezas eternas. la posesi�n de �l debe impartir? Y estas cosas excelentes son tambi�n a la vista de que el Padre las ha designado para los pobres pecadores, y la voluntad y el deleite del Padre de que sean recibidos por los pobres pecadores.
�Lector! �No son estas cosas cosas excelentes? y cosas justas, y viniendo del labio de la verdad? Y adem�s, perm�tame preguntarle si hay una aprehensi�n de ellos como tales en su alma. �Ha llegado a tu o�do el fuerte clamor de Jes�s? �Se ha escuchado la voz del entendimiento en las c�maras de tu coraz�n? �Desde el d�a de hoy con el ojo de la fe contemplan a Jes�s de pie en lo alto de los lugares altos? esto es por medio de ordenanzas en las puertas de su palabra, en el ministerio de sus caminos, y tanto al entrar como al salir de sus providencias, en todo lo que est� sucediendo en el mundo? Seguramente est� en todos estos, y por todos ellos, Jes�s llora e invoca a los hijos de los hombres.
Tampoco hay una facultad de la mente, en el o�do que oye, el ojo que ve y el coraz�n que comprende, sino lo que cada d�a apela a todos y cada uno para escuchar al predicador celestial y hacerse sabio para la salvaci�n por medio de la fe que es en Cristo Jes�s.
Versículos 12-14
La sabidur�a habito con la prudencia, y descubro el conocimiento de las invenciones ingeniosas. El temor de Jehov� es aborrecer el mal: la soberbia y la soberbia, y el mal camino, y la boca perversa, aborrezco. M�o es el consejo y la sana sabidur�a; yo soy entendido; Tengo fuerza.
Esta es una declaraci�n breve pero muy completa de qui�n es Cristo y qu� hay en �l. Observe, no dice que s�lo dar� sabidur�a, sino que �l es la sabidur�a misma. No declara que �l, y solo �l, imparte entendimiento, sino que �l mismo es entendimiento. Hay mucho m�s en estas expresiones que simplemente hacer promesas sobre ellas. Porque si Jes�s mismo es en abstracto estas cosas, entonces es innegable que ni la sabidur�a ni el entendimiento pueden estar en otra parte, sino en Cristo.
Y debe seguir, adem�s, que si Cristo es a la vez sabidur�a y entendimiento, al poseerlo poseemos todo con �l. �Oh! preciosa sabidur�a! dame a conocerte, y as� conocerte como para ser sensible a mi uni�n e inter�s contigo y en ti. Entonces entrar� en una comprensi�n correcta de esas cosas excelentes del amor del Padre, del Hijo y del Esp�ritu hacia los pobres pecadores, que t� has venido a proclamar y que en posesi�n asegura la felicidad eterna de tus redimidos, en el tiempo, y por toda la eternidad.
Versículos 15-16
Por m� reinan los reyes, y los pr�ncipes decretan la justicia. Por m� gobiernan los pr�ncipes, y los nobles, todos los jueces de la tierra.
�Lector! detente estos vers�culos, y en medio de la admiraci�n y adoraci�n de Cristo en su soberana distinci�n de car�cter, como el Mediador de la Sabidur�a, m�ralo aqu� tambi�n como el Mediador-Poder de Dios para la salvaci�n de todo aquel que cree. 1 Corintios 1:24 . No hay nada m�s refrescante para el alma que la contemplaci�n de Jes�s en su reino y gobierno mediador, la cabeza de la iglesia y rey ??en Si�n.
Y lo que le ruego particularmente al lector que no pierda de vista, en esta gloriosa distinci�n de car�cter en nuestro Jes�s, es que Cristo, siendo rey de Si�n, por quien reinan los reyes y los pr�ncipes decretan la justicia, es el rey de Jehov� en Si�n. Jehov� es quien lo puso all�, y lo puso por rey en Sion. Porque as� dice, Salmo 2:6 .
Porque m�s all� de su derecho natural y esencial a toda soberan�a y supremac�a en com�n con las otras personas de la Deidad como Dios, nuestro Jes�s tiene un derecho donante como Mediador-cabeza de la iglesia, a esta plenitud universal de poder. Todo poder, dijo Cristo, en el momento de su ascensi�n, me es dado en el cielo y en la tierra. Mateo 28:18 .
Dado a �l, es decir, como Mediador. Tanto para la recompensa de su obra de redenci�n, como con el prop�sito de dar todo lo que deber�a ser necesario en gracia aqu�, y gloria a su pueblo en el futuro. Ruego al lector que est� seguro y recuerde esto; porque forma la visi�n m�s dulce de Jes�s en esta omnipotencia de poder, en que lo que �l es en esta luz lo es para su pueblo. Tiene potestad sobre toda carne para dar vida eterna a todos los que el Padre le ha dado.
Juan 17:2 . Y mientras que a los eventos providenciales que est�n sucediendo en el mundo, desde el gobierno de los reyes hasta la numeraci�n de los cabellos de nuestra cabeza, es Jes�s quien ordena, dispone, manda, controla y nombra a todos; Piensa, lector, qu� dulce pensamiento es tambi�n este, que este poder soberano de Jes�s no es menos el de reunir para s� una iglesia; para llamar a los pobres pecadores, para consolar a los santos afligidos; para detener la opresi�n del orgulloso, y para levantar del polvo al humilde.
�Precioso y poderoso Salvador! manifiesta, Se�or, tu soberan�a reinando en m� y gobernando en m�, y sometiendo cada pensamiento e imaginaci�n de mi coraz�n al cetro de tu gracia.
Versículos 17-21
Amo a los que me aman; y los que me buscan temprano me encontrar�n. Las riquezas y la honra est�n conmigo; s�, riquezas duraderas y justicia. Mejor es mi fruto que el oro, que el oro fino; y mis ganancias m�s que la plata escogida. Encamino por camino de justicia, En medio de sendas de juicio, Para hacer heredar bienes a los que me aman; y llenar� sus tesoros.
�Lector! cuando Jes�s dice, como lo hace en el primero de estos vers�culos, que ama a los que lo aman, no se imaginen que quiere decir que nuestro amor por �l se convierte en la causa de su amor por nosotros; porque si lo amamos es porque �l nos am� primero. 1 Juan 4:19 . Y es cierto que su amor por nosotros, y por nosotros, es la �nica causa del nuestro.
M�s a�n: si Jes�s no hubiera hecho m�s que mirarnos con amor y por su gracia, derramando su amor en nuestros corazones por su Esp�ritu Santo, no hubiera subyugado la enemistad natural de nuestra naturaleza contra �l, y ambos sembraron amor en nosotros hacia �l, y extrajeron ese amor en ejercicio sobre �l, nunca deber�amos haberlo amado, a pesar de todo lo que �l ha hecho por nosotros, por toda la eternidad.
Por lo que aqu� dice el amado y adorable Redentor, de amar a los que lo aman, debemos entender que en esas preciosas almas donde se muestra un amor por �l, ya que �l mismo es el autor y el objeto de ese amor, los tales pueden estar bien seguros de que ama a los que lo aman. Y Jes�s, sin duda, quiere decir al mismo tiempo con la expresi�n, que valora ese amor, y su mirada est� continuamente sobre �l.
Y lo preservar� y lo mantendr� vivo, y cuando parezcan sentir fr�o su amor por �l, a�n no permitir� que se apague la llama. Dulce pensamiento para apreciar. Cantares de los Cantares 8:7 . �Y mira, lector! Qu� bendiciones se ofrecen a los que aman a Jes�s, aqu� est�n las riquezas duraderas y la justicia.
�No los placeres fugaces, moribundos y transitorios del mundo! �No la plata y el oro del Per�! No la justicia de las criaturas, ni el pan de las criaturas que perece con el consumo. Sino las riquezas duraderas de la sangre y la justicia de Cristo que son para siempre, y la salvaci�n que no puede ser abolida. �Oh! qu� fruto puede ser igual al fruto del Esp�ritu, qu� ingresos de la plata y el oro escogidos, a la posesi�n de los ingresos eternos de la justicia de Cristo, y la paz y el gozo en el Esp�ritu Santo.
S�, precioso Jes�s, tuya es verdad, para todos los que te poseen y tus tesoros. Todos los dem�s logros son huecos, insustanciales e inseguros. �Lector! �Qu� dice la experiencia de tu alma a estas cosas? �Disfrutas de Cristo? �Es �l tu porci�n, tu tesoro, tu felicidad, tu sustancia? Si su coraz�n puede responder afirmativamente a la pregunta, entonces comprender� mejor estas cosas, que cualquier palabra de la que pueda hacer uso, para mostrar la bienaventuranza de su estado, que en el amor de Cristo, y la posesi�n de Cristo, y un inter�s en su sangre y justicia; encontrar un ingreso, de hecho, de riquezas duraderas y placer.
Versículos 22-31
El SE�OR me posey� al principio de su camino, antes de sus obras de anta�o. Fui creado desde la eternidad, desde el principio, o siempre fue la tierra. Cuando no hab�a abismos, fui engendrado; cuando no hab�a fuentes abundantes de agua. Antes que fuesen asentados los montes, antes que los collados nacieran yo: cuando todav�a no hab�a hecho la tierra, ni los campos, ni la parte m�s alta del polvo del mundo.
Cuando prepar� los cielos, yo estaba all�; cuando puso un comp�s sobre la faz del abismo; cuando estableci� arriba las nubes; cuando fortaleci� las fuentes del abismo; cuando dio al mar su decreto, que las aguas no pasar�a su mandamiento, cuando estableci� los cimientos de la tierra: Entonces yo estaba con �l, como quien ha sido criado con �l; y era cada d�a su deleite, regocij�ndome siempre delante de �l; Regocij�ndose en la parte habitable de su tierra; y mis delicias estaban con los hijos de los hombres.
En estos pocos vers�culos est�n contenidas muchas de las verdades m�s sublimes del evangelio, si consideramos (como he estado considerando todo el tiempo a lo largo del cap�tulo), que es Jes�s como Mediador, Dios y hombre en una sola persona, aqu� hablando a su iglesia de s� mismo y de su Padre. En este sentido, Cristo fue realmente pose�do, establecido, constituido y determinado en el comienzo de sus caminos. Establecido en secreto, todav�a no abiertamente a la iglesia, sino en secreto en los decretos divinos.
Y puesto, no s�lo como Dios, porque entonces, en este caso, la expresi�n no ser�a adecuada a la naturaleza divina, porque �c�mo se puede decir que Dios est� formado, que habita en la eternidad? Ni como hombre solo, porque �c�mo podr�a el hombre ser establecido como hombre desde la eternidad? Pero en ambas naturalezas, como Mediador Dios-hombre, podr�a decirse que est� establecido y pose�do en la mente divina desde toda la eternidad. Y en este sentido tambi�n se podr�a decir que Cristo est� constituido como el Cristo de la Sabidur�a, modelo y muestrario de la futura creaci�n del hombre.
Pablo, hablando en el mismo sentido, dice que �l es la imagen del Dios invisible, el primog�nito de toda criatura. Colosenses 1:15 que aunque no hay nada visible en Dios, sin embargo, hab�a una cosa santa, as� llamada, Lucas 1:35 , para nacer abiertamente en las edades posteriores, que subsisti� en el Hijo de Dios; y en esta uni�n de car�cter, el elegido Mediador de la Sabidur�a se mantuvo al margen, cuando no hab�a profundidades, ni fuentes abundantes de agua, y antes de que se formara un �tomo del polvo del mundo.
Y en este sentido tambi�n la expresi�n tal como se cri� con �l, es clara e inteligible. Porque las personas sagradas de la Deidad no hab�an salido entonces en actos de creaci�n. El Hijo de Dios no hab�a tomado entonces en uni�n consigo mismo la masculinidad. Pero la contemplaci�n del evento futuro de esta uni�n misteriosa con todas las benditas consecuencias de ella, en las glorias del Mediador, y la gloria de Jehov� en �l, junto con toda la salvaci�n de su iglesia; Estos hicieron el deleite del Mediador Jehov�, y los deleites del Mediador estaban en contemplar su amor y deber para con su Padre en la obra de redenci�n, y la felicidad final de su iglesia, regocij�ndose as� en la parte habitable de su tierra, y sus delicias estaban con la hijos de los hombres: La misma palabra que se traduce en este cap�tulo, est� en el libro de los Cantares, (Cantares de los Cantares 7:1 ) traducido a h�biles obreros; es decir, preocupados conjuntamente en las obras de creaci�n, redenci�n, providencia y gracia.
Como se cri� con �l; envuelto en el seno mismo del Padre, en relieve, si la expresi�n es permisible. De modo que hay dos verdades m�s benditas y gloriosas aqu� contenidas. Las personas sagradas estaban disfrutando y consol�ndose incesantemente unas en otras. Este es un dulce pensamiento. Y el otro es, que uno, de sus goces surgi� de la salvaci�n que hab�an determinado para nuestra naturaleza: yo era diariamente su deleite, dijo Jes�s; y mis delicias estaban con los hijos de los hombres.
Versículos 32-36
Ahora pues, hijos, o�dme, porque bienaventurados los que guardan mis caminos. Escucha la instrucci�n, s� sabio y no la rechaces. Bienaventurado el hombre que me escucha, vigilando cada d�a a mis puertas, esperando en los postes de mis puertas. Porque el que me hallare hallar� la vida, y alcanzar� el favor del SE�OR. Pero el que peca contra m� se agrava a s� mismo: todos los que me aborrecen aman la muerte.
El cap�tulo concluye dulcemente como comenz�. Cristo como mediador de la sabidur�a, habiendo llamado en voz alta a la iglesia para que lo escuche, y habiendo abierto su comisi�n y mostrando su amor a su pueblo, y la bienaventuranza de conocerlo; ahora dobla todo en una ferviente exhortaci�n a que su iglesia lo escuche; y declara los felices efectos de seguir su consejo, y la terrible consecuencia de rechazarlo, al convertirse en asesinos de su propia alma.
Versículo 36
REFLEXIONES.
�Y ahora, lector! habiendo repasado este cap�tulo bendito, haga una pausa y pregunte en su propio coraz�n �cu�les son sus puntos de vista con respecto al contenido del mismo? �Le sorprende que la sabidur�a de la que se habla aqu�, y que aqu� se habla, es la Sabidur�a-Mediador el Se�or nuestra justicia, desplegando as� las dulces y secretas transacciones en ese elevado car�cter de Dios-hombre, que tuvo lugar antes de que el mundo comenzara? �Fue el Hijo de Dios as� constituido, as� designado y por la uni�n de naturalezas, como el Redentor elegido, as� pose�do por Jehov� al principio de sus caminos y antes de sus obras de anta�o? Y fue en verdad, bendito Jes�s, �fuiste t� el que entonces te mantuviste de pie intencionalmente, como lo hiciste despu�s abiertamente y en realidad, en las calles de tu ciudad de Jerusal�n, y habl�ndole a tu iglesia en todos estos t�rminos entra�ables,
�Oh! Se�or, haz que los pobres pecadores, por las dulces influencias constre�idoras de tu Esp�ritu Santo, escuchen tu llamado y consideren tu amable invitaci�n. Haz que tanto el escritor como el lector de estas l�neas, si son consistentes con tu santo consejo y tu voluntad, entren en una comprensi�n sincera de todas estas preciosas verdades relacionadas con el conocimiento de ti mismo, y tambi�n con el disfrute; para que tu amor sea tan derramado en el exterior.
en nuestro coraz�n para que heredemos sustancia, y para que t� mismo seas nuestro tesoro y lo llenes a todos. �Oh! precioso Se�or! que el conocimiento diario de ti y el disfrute diario de ti sean nuestra porci�n; porque entonces vendr�n todas estas bendiciones, y encontraremos en verdad que las riquezas y el honor est�n contigo; s�, riquezas duraderas y justicia.