Bible Commentaries
1 Corintios 13

Versículos 1-3

Aunque , etc. Habiendo observado el ap�stol en el �ltimo vers�culo del cap�tulo anterior (con el que este cap�tulo est� estrechamente relacionado) que les mostrar�a un camino m�s excelente , es decir, un camino m�s sabio, santo y �til que el de esforzarse para superarse unos a otros en dones milagrosos, ahora procede a hacer esto, dirigi�ndolos a buscar la gracia divina del amor a Dios y al hombre, como de la m�s alta excelencia y de absoluta necesidad. Aunque hable con lenguas de hombres y de �ngeles , es decir, todas las lenguas que se hablan en la tierra, y con la elocuencia de un �ngel; y no teng�is caridad ??????, amor;a saber, el amor de Dios derramado en mi coraz�n por el Esp�ritu Santo que me fue dado, y el amor de toda la humanidad por su causa; Me he convertido en ??????, soy , o he sido , ante Dios; como bronce que resuena No es mejor que los instrumentos que suenan de bronce que se usan en la adoraci�n de algunos de los dioses paganos; o un platillo tintineante Este estaba hecho de dos piezas de lat�n hueco, que al golpearlas juntas produc�an un tintineo, pero con muy poca variedad de sonido.

Algunos han pensado que el ap�stol menciona las lenguas de los �ngeles , porque en las edades patriarcales los �ngeles a menudo hablaban con los hombres. Pero como entonces hablaron en el lenguaje de los hombres, sus lenguas, as� entendidas, son las mismas que las lenguas de los hombres. Y por lo tanto, por las lenguas de los �ngeles , el ap�stol sin duda se refer�a a los m�todos, cualesquiera que sean, por los cuales los �ngeles se comunican sus pensamientos entre s�, y que debe ser un lenguaje mucho m�s excelente que el que hablan los hombres. Y aunque tengo el don de profec�a de predecir eventos futuros; y comprender todos los misterios Tanto de la palabra de Dios como de la providencia; y todo conocimiento de las cosas humanas y divinas, que alguna vez haya alcanzado cualquier mortal;y ten toda fe El m�s alto grado de fe obradora de milagros; para que pudiera quitar monta�as de sus bases, y transportarlas de una parte de la tierra a otra, y as� cambiar toda la faz de la naturaleza con una palabra; y no tengo caridad ?????? ?? ?? ???, pero no tengo amor, no soy nada A los ojos de Dios con respecto a la piedad: no solo no tengo suficiente religi�n verdadera, sino que en realidad no tengo ninguna.

Y para ir m�s lejos; aunque concedo ??? ??????, aunque distribuyo deliberadamente, pieza por pieza, con la mayor prudencia y cuidado; todos mis bienes para alimentar a los pobres; y aunque entrego mi cuerpo para ser quemado antes que renunciar a mi religi�n, o cualquier verdad o deber del evangelio; y no tengo el amor , descrito de aqu� en adelante, de nada me aprovecha Con respecto a la vida eterna. No prueba mi t�tulo ni me prepara para disfrutarlo. Sin amor, todo lo que hablo, todo lo que tengo, todo lo que s�, todo lo que hago, todo lo que sufro, no es nada.

Versículos 4-5

El amor es sufrido. Aqu� el ap�stol atribuye al amor las cualidades y las acciones de una persona, a fin de dar una explicaci�n m�s viva y conmovedora de esa gracia divina. El amor de Dios, y del pr�jimo por amor de Dios, es paciente para con todos los hombres. Sufre toda la debilidad, ignorancia, errores y flaquezas de los hijos de Dios; y toda la malicia y la maldad de los hijos del mundo; y todo esto no solo por un tiempo, sino hasta el final; y en cada paso hacia la superaci�n del mal con el bien, es amable. Suave, gentil, benigno; inspirando al que sufre a la vez con la dulzura m�s amable, y el cari�o m�s ferviente y tierno. El amor no tiene envidiaLas ventajas, los dones o las gracias que los dem�s poseen, pero que m�s bien se complacen en ellos, y mediante la participaci�n amistosa los hace suyos. El amor no se jacta de s� mismo Griego, ?? ????????????, no act�a precipitadamente , como la expresi�n es traducida por muchos cr�ticos, siguiendo a Phavorinus. De hecho, traducirlo como lo hacen nuestros traductores es hacer que signifique lo mismo con la cl�usula siguiente.

El amante de Dios y de la humanidad no condena a nadie apresuradamente; nunca dicta una sentencia severa por una visi�n leve o repentina de las cosas. Tampoco act�a ni se comporta de manera violenta, obstinada o precipitada. No se envaneceCon orgullo o presunci�n por cualesquiera dotes o calificaciones, mentales o corporales, naturales o adquiridas, civiles o religiosas. Por el contrario, el amor a Dios, mediante el cual lo estimamos como el m�s grande y mejor de los seres, lo deseamos como nuestro bien principal, nos deleitamos en �l como nuestra porci�n y tesoro en el tiempo y en la eternidad, no puede sino humillarnos en el polvo ante �l. , mientras contrastamos nuestras diversas debilidades, imperfecciones y pecados con sus excelencias infinitas y glorias incomparables, y comparamos su bondad superlativa con nuestra gran indignidad. Y el amor al pr�jimo, que nos lleva naturalmente a pensar en sus virtudes y a pasar por alto sus defectos, tambi�n debe, aunque en menor grado, producir el mismo efecto y hacernos preferir a los dem�s a nosotros mismos en una variedad de aspectos.

No se comporta indecorosamente o indecentemente , como ??? ????????? significa propiamente; es decir, no es descort�s ni voluntariamente ofensivo para nadie, sino que rinde a todos sus honorarios, adecuado al tiempo, lugar, persona y todas las dem�s circunstancias. No busca su propia facilidad, placer, honor o ventaja temporal. Es m�s, a veces el amante de Dios y de la humanidad no busca , en cierto sentido, ni siquiera su propia ventaja espiritual; no piensa en s� mismo, mientras el celo por la gloria de Dios y las almas de los hombres lo trague. Pero aunque est� ardiendo por estos fines, sin embargo, no se irrita (la palabra f�cilmenteno est� en el original,) a la agudeza o la falta de bondad hacia alguien. De hecho, las provocaciones externas ocurrir�n con frecuencia, pero �l triunfa sobre ellas. No piensa en el mal El hombre que ama a la verdad no puede sino ver y o�r las cosas malas, y saber que son as�; pero no piensa voluntariamente en el mal de nadie, ni infiere el mal donde no aparece ninguno.

El amor en su coraz�n le impide imaginar aquello de lo que no tiene pruebas, y echa fuera todos los celos, las malas conjeturas, la disposici�n a creer en el mal, y lo induce a poner las m�s bondadosas construcciones sobre las acciones de los dem�s y sobre los principios de donde provienen. proceden, lo que la naturaleza de las circunstancias permitir� por cualquier medio.

Versículos 6-7

El amor no se regocija en la iniquidad No se complace en ver a un adversario caer en un error o en un pecado, por lo cual su reputaci�n deber�a ser arruinada y su inter�s arruinado. Por el contrario, el hombre influenciado por este amor, est� verdaderamente arrepentido por el pecado o la locura incluso de un enemigo; no se complace en escucharlo o repetirlo, pero desea que se olvide para siempre. Pero se regocija en la verdad El bien en general es su gloria y su gozo, dondequiera que se difunda por el mundo; mientras da su fruto apropiado, santidad de coraz�n y vida, con constancia y perseverancia. Soporta O m�s bien cubre todas las cosas, como indudablemente deber�a traducirse aqu� ????? ??????: porque la traducci�n com�n, soporta todas las cosas, no es diferente en sentido de todo lo soporta , en la �ltima cl�usula del vers�culo. El amante de la humanidad oculta, en la medida de lo posible, los defectos y faltas de los dem�s; cualquier mal que vea, oiga o sepa de alguien, no se lo menciona a nadie; nunca sale de sus labios, a menos que el deber absoluto obligue a hablar.

Cree en todas las cosas Pone la construcci�n m�s favorable en todas las cosas y siempre est� dispuesto a creer todo lo que pueda redundar en beneficio del car�cter de cualquiera. Y cuando ya no puede creer bien, espera cualquier cosa que pueda disculpar o atenuar la falta que no se puede negar. Donde ni siquiera puede excusar, espera que Dios finalmente d� el arrepentimiento a la vida. Mientras tanto, todo lo soportaCualquier cosa que pueda infligir la injusticia, la malicia o la crueldad de los hombres. Y como es paciente con las provocaciones humanas, soporta con paciencia las aflicciones que vienen inmediatamente de la mano de Dios, accediendo a su voluntad, confiando en su cuidado y regocij�ndose si sus propios sufrimientos pueden ser un medio de consuelo. y edificaci�n para los dem�s. Por esta descripci�n del amor, evidentemente parece ser esa gracia divina, que hace a los hombres m�s semejantes a Dios, y que es la mejor preparaci�n de ellos para la admisi�n al cielo: la llave de oro , (dice Milton, en su Comus, ) que abre el palacio de la eternidad. Tampoco deja de existir cuando nos ha introducido en el reino eterno de nuestro Padre celestial. Para,

Versículos 8-10

El amor nunca deja de ser. Nos acompa�a, nos prepara y adorna en la eternidad; es m�s, es la mism�sima felicidad del cielo. En estos aspectos, difiere materialmente de muchos de esos dones, y tiene una aparente ventaja sobre ellos, que algunos est�n tan dispuestos a emular y perseguir, con el descuido y perjuicio de este amor. Porque si hay profec�as, fallar�n cuando todas las cosas predichas se cumplan y Dios sea todo en todos. Sea que haya lenguas, cesar�n porque una lengua prevalecer� entre todos los habitantes del cielo, y todas las lenguas bajas e imperfectas de la tierra ser�n olvidadas. Si hay conocimientoLos que ahora perseguimos con el mayor anhelo, el conocimiento de las cosas fugaces y transitorias de la tierra y los asuntos de los hombres, lo que conduce a nuestra utilidad presente; se desvanecer� Como la luz de las estrellas se pierde en la del sol del mediod�a, as� nuestro conocimiento actual a la luz de la eternidad.

Porque sabemos en parte, profetizamos en parte. Los hombres m�s sabios tienen aqu� concepciones breves, estrechas e imperfectas, incluso de las cosas que les rodean, y mucho m�s de las cosas profundas de Dios. E incluso las profec�as que los hombres entregan de Dios est�n lejos de abarcar la totalidad de los eventos futuros, o de esa sabidur�a y conocimiento de Dios que se atesora en la revelaci�n de las Escrituras. Pero cuando venga lo perfecto, como en el estado celestial, vendr�; entonces lo que es s�lo en parte desaparecer� Tanto esa luz pobre, baja, imperfecta y reluciente, que es todo el conocimiento que ahora podemos alcanzar, como estos m�todos lentos e insatisfactorios de lograrlo, as� como de impartirlo a otros.

Versículos 11-12

Cuando era ni�o , etc. La diferencia entre nuestras concepciones presentes y futuras de las cosas espirituales puede ilustrarse con el conocimiento de un ni�o en comparaci�n con el de un hombre. Porque en nuestro estado actual, somos meros ni�os en el conocimiento, en comparaci�n con lo que seremos en el futuro. Habl� como lo har�a naturalmente un ni�o , palabras apenas inteligibles y, a menudo, sin sentido; Entend� que O estaba afectado , como se puede traducir ????????; de ni�o , es decir, arrojado a transportes de alegr�a o dolor en ocasiones triviales, que la raz�n varonil pronto me ense�� a despreciar. Pens� ??????????, razon�; cuando era ni�o de una manera d�bil, inconclusa y, a veces, rid�cula.Pero cuando me convert� en hombre, mis facultades maduraron; Dejo las cosas de ni�o por mi propia voluntad, de buena gana, sin problemas; y abrig� sentimientos, y se dedic� a actividades, correspondientes a tales avances de edad y raz�n. Tales ser�n las mejoras del estado celestial, en comparaci�n con las que los cristianos m�s eminentes pueden alcanzar en la tierra.

Por ahora vemos Incluso las cosas que nos rodean; a trav�s de un vidrio La expresi�n, ?? '????????, as� traducida, piensa el Dr. Pearce, �significa cualquiera de esas sustancias transparentes que los antiguos usaban en sus ventanas, como l�minas delgadas de cuerno, piedra transparente y similares, a trav�s de las cuales Vio los objetos sin oscuramente. Pero otros opinan que la palabra denota un espejo de bronce, como aquellos de los que Mois�s hizo la fuente, �xodo 38:8 ; y que el significado del ap�stol es que vemos las cosas por as� decirlo mediante im�genes reflejadas en un espejo. Pero esto no concuerda con ver las cosas de manera oscura. Oscuramente ?? ?????????, literalmente, en un enigma o acertijo. Un acertijoSiendo un discurso en el que una cosa se pone por otra, que en algunos aspectos es similar, se dice que vemos las cosas en el presente en un acertijo, porque en las revelaciones de Dios, las cosas invisibles son representadas por visibles, y las espirituales por cosas naturales y eternas por las que son temporales ". Pero luego veremos, no un d�bil reflejo, o un oscuro parecido, sino los objetos mismos, de una manera clara y distinta; cara a cara Como los hombres se ven, cuando miran el rostro del otro.

Ahora s� en parte Incluso cuando Dios mismo me revela cosas, una gran parte de ellas todav�a se mantiene bajo el velo; pero entonces sabr� como tambi�n soy conocidoDe una manera clara, completa y completa; en cierta medida como Dios, que penetra en el centro de cada objeto y ve de un vistazo a trav�s de mi alma y todas las cosas. El Dr. Macknight observa justamente aqu�, �que la oscuridad en la que est�n envueltas las cosas en el presente, es en algunos aspectos necesaria; porque como en la ni�ez, nuestro conocimiento y concepci�n de las cosas se hacen sabiamente imperfectos, para que podamos someternos m�s f�cilmente a los ejercicios y la disciplina que son propios de nuestro estado infantil; de modo que en la vida presente, que en relaci�n con la totalidad de nuestra existencia puede llamarse infancia, nuestro conocimiento de las cosas invisibles se considera imperfecto, para que podamos emplearnos con placer en las ocupaciones de la vida presente. Pero cuando la temporada de la ni�ez termina y las grandes escenas del mundo celestial se abren ante nosotros, ya no veremos las cosas espirituales oscuramente como en un acertijo, sino que las veremos claramente, y sabremos plenamente, incluso si nosotros mismos somos plenamente conocidos de seres superiores o de nuestros amigos m�s familiares. En resumen, dejaremos de lado todos esos m�todos imperfectos de adquirir conocimiento que usamos en la tierra ".

Versículo 13

Y ahora en el mundo presente; mora en el coraz�n de las personas santas e influye en sus vidas, incluso en todo su temperamento, palabras y obras; fe, esperanza, amor, estas tres gracias salvadoras principales y radicales, de uso m�s frecuente en la vida cristiana, y productivas de todas las dem�s. Primero, la fe , por la cual recibimos como infaliblemente verdadero e infinitamente importante el testimonio de Dios, contenido en su palabra acerca de las cosas pasadas, presentes y futuras; especialmente todas las verdades de su santo evangelio; por medio del cual, al ser arrepentidos y creer en Jes�s con nuestro coraz�n para justicia, nos persuadimos del amor de Dios para con nosotros en Cristo, confiamos en sus promesas y nos asombramos ante sus amenazas; fe , ??????? ?? ??????????,la evidencia, convicci�n o persuasi�n de cosas que no se ven; ??????????? ?????????, la confianza , es decir, de recibir, (por lo que la �ltima palabra se traduce en Hebreos 3:14 ,) o la anticipaci�n, de las cosas que se esperan; d�ndoles una subsistencia presente , como la palabra tambi�n significa, en el coraz�n. 2d, Esperanza , es decir, de vida eterna, Tito 1:2 ; de una herencia incorruptible, 1 Pedro 1:3 ; un peso de gloria sumamente grande y eterno, 2 Corintios 4:17 ; esperanza, fundada en ser herederos de estas bendiciones, como consecuencia de ser hijos de Dios por adopci�n y regeneraci�n, Juan 1:12; Romanos 8:17 : esperanza, productora de gratitud, gozo, paciencia, pureza y todas las buenas obras: ver 1 Pedro 1:3 ; Rom 5: 2; 1 Tesalonicenses 1:3 ; 1Jn 3: 3; 1 Corintios 15:58 . 3d, Amor , es decir, a Dios y al hombre, descrito en este cap�tulo.

El Dr. Macknight observa justamente aqu� que �la cl�usula, ahora permanece , etc., implica que las gracias de las que se habla no siempre deben permanecer; al menos las gracias de la fe y la esperanza ". Porque la fe , por la que caminamos , es decir, somos dirigidos y gobernados, mientras estamos en casa en el cuerpo y ausentes del Se�or, se opone (2Co 5: 7) a la vista , por la cual caminaremos , cuando, estando presente con �l, lo veremos tal como es; ( Mateo 5:8 ; 1 Juan 3:2 ;) y como es una confianza , o persuasi�n , de recibir lo que se espera, cuando esas cosas se ven y reciben realmente, debe cesar, por supuesto. Asimismo, la esperanza que se ve , como observa el ap�stol, o la esperanza de las bendiciones ya pose�das, no es esperanza: por tanto, cuando la vida eterna, la herencia celestial, etc., que fueron los objetos de nuestra esperanza, (la verdadera y s�lo la esperanza cristiana) son disfrutados por nosotros, la esperanza que abrigamos de ellos ya no puede tener lugar en nosotros, ya que se ha alcanzado su objetivo. Sin embargo, es muy diferente con el amor. Los objetos de esta gracia existen en la mayor perfecci�n en el cielo, y existir�n all� por toda la eternidad, en un grado de fervor y pureza del que ahora no podemos formarnos una idea adecuada.

�As� morir� la fe constante y la santa esperanza , el uno perdido en la certeza y el otro en la alegr�a:

Mientras t�, m�s feliz poder, justa caridad,

Hermana triunfante, la mayor de las tres,

Tu oficio y tu naturaleza siguen siendo los mismos,

Durando tu l�mpara y sin consumir tu llama,

A�n sobrevivir�;

Estar�s delante de las huestes celestiales confesadas,

Bendici�n eterna y bendita eternamente �. ANTERIOR.

El mayor de ellos, por lo tanto, es el amor. El mayor, porque es el m�s duradero, y tambi�n por diversas otras razones: como, primero, la fe y la esperanza son gracias principalmente adecuadas a nuestro estado ca�do, y destinadas a levantarnos de nuestra ca�da: el amor. estaba en el hombre en su estado de inocencia y perfecci�n, y era entonces su principal excelencia, como lo es ahora, y siempre ha sido, la principal excelencia de los �ngeles. 2d, fe y esperanzason s�lo medios de salvaci�n: el amor es el fin al que estos medios pretenden llevarnos. 3d, la fe y la esperanza pueden denominarse gracias ego�stas; particularmente este �ltimo es tal, teniendo en cuenta nuestro propio inter�s: el amor es generoso, desinteresado, noble y nos lleva m�s all� de nosotros mismos. Cuarto, la fe y la esperanza son humanas: el amor es divino; existe, siempre ha existido y siempre existir� en Dios mismo, en quien las gracias anteriores no pueden tener cabida, y es en �l su m�xima gloria.