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Bible Commentaries
1 Tesalonicenses 4

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

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Versículos 1-2

Adem�s, ?? ??????, en cuanto a lo que queda por decir , en subordinaci�n al importante fin de ser presentado ante Dios en el juicio final, perfeccionado en santidad; te suplicamos, por el Se�or Jes�s, por su autoridad, en su nombre y por amor a �l; que como hab�is recibido de nosotros mientras est�bamos entre vosotros; c�mo debes andar si deseas adornar tu profesi�n cristiana; as� abundar�as m�s y m�sEsforzarse continuamente por hacer avances en cada gracia y virtud cristianas. Aqu� el ap�stol recuerda a los creyentes tesalonicenses que desde su primera venida entre ellos los hab�a exhortado a comportarse de una manera santa, si quer�an agradar y continuar en el favor del Dios vivo y verdadero, en quien hab�an cre�do; y que les hab�a explicado la naturaleza de esa santidad que es agradable a Dios.

Y sin duda sigui� el mismo m�todo de exhortaci�n e instrucci�n en todas las dem�s ciudades y pa�ses. Porque sabes que no puedes dejar de recordar; Qu� mandamientos les dimos Mandamientos muy diferentes de los que ordenaban los sacerdotes paganos, como agradables a sus supuestas deidades.

Versículos 3-6

Porque como te aseguramos solemnemente y te encomendamos que lo recuerdes continuamente; Esta es la voluntad de Dios, tu santificaci�n Que, como Dios nos ha escogido del resto del mundo para ser un pueblo dedicado a su honor y servicio, no nos contaminemos con esas abominaciones que son tan comunes entre los paganos, sino que seamos perfectamente santos de coraz�n y de vida; y por tanto, mencionar una sola rama de lo contrario; para que os absteng�is de la fornicaci�n y cualquier otra clase de lascivia, tan com�nmente practicada entre aquellos que no est�n familiarizados con la religi�n verdadera. Esta hermosa transici�n del ap�stol, muestra que nada est� aparentemente tan distante, o debajo de nuestros pensamientos, pero tenemos que cuidarnos de ello.Que cada uno de ustedes sepa, debe aprender y acostumbrarse a ejercitar esa sagrada habilidad; c�mo poseer su vasija Su cuerpo; porque esta palabra en algunos otros pasajes significa el cuerpo, ( 1 Pedro 3:7 :) Dando honor a la esposa como el vaso m�s d�bil. Es decir, como m�s d�bil en cuerpo.

( 1 Samuel 21:5 ,) Y los vasos y los cuerpos de los j�venes son santos. El cuerpo fue llamado por los griegos y romanos un vaso , porque contiene el alma y es su instrumento. El significado del ap�stol puede ser: Considere cada uno su cuerpo como un vaso consagrado al servicio de Dios, y tema la impiedad de contaminarlo con cualquier indulgencia vil y deshonrosa, o con cualquier uso vil. O, como algunos piensan, por su vasija , puede que se refiera a su esposa. En santificaci�n y honra de manera casta y santa, responsable de la dignidad que Dios le ha puesto al hacer de �l su templo. No en los deseos de la concupiscencia ?? ????? ?????????,en la pasi�n de la lujuria; no complacer deseos apasionados; como los gentiles, los paganos; que no conocen a Dios para ning�n prop�sito salvador; y desconocen esa pura y sublime felicidad que surge de contemplarlo, adorarlo, imitarlo y tener comuni�n con �l. Que nadie va mas all�

Los l�mites de la castidad o del matrimonio; o extralimitarse , como algunos interpretan ???????????; y defraudar o exceder a su hermano, en cualquiera o en el asunto del cual el ap�stol hab�a estado hablando. Beza, Le Clerc y algunos otros entienden esto como una prohibici�n de la injusticia en general; pero el contexto parece determinar su significado para ese tipo de da�o por el cual se viola la castidad. Probablemente el ap�stol pretend�a prohibir aqu� tres cosas; fornicaci�n, ( 1 Tesalonicenses 4:3 ,) deseo apasionado o afecto desmesurado en el estado matrimonial, y el incumplimiento del contrato matrimonial. Debido a que el Se�or es el vengador de todos esos actos, castigar� severamente todos esos delitos graves;como tambi�n les hemos advertido , etc. Como les testifiqu� anteriormente cuando les prediqu� en Tesal�nica.

Porque Dios no nos ha llamado de una manera tan extraordinaria, ni nos ha separado del resto del mundo; a la inmundicia Para dejarnos en libertad de contaminarnos con cualquier tipo de pecado; sino a la santidad de coraz�n y de vida. El, pues, que desprecia los mandamientos que nosotros damos por autoridad de Dios, y conforme a su voluntad; no desprecia al hombre solo o principalmente; pero Dios Habla en nosotros y por nosotros; quien tambi�n nos ha dado Quienes son sus maestros divinamente comisionados; su espiritu santoPara guiarnos en lo que entregamos. �Qu� desnudez majestad de palabras! �Qu� oratorio y, sin embargo, con qu� gran sencillez! una sencillez que no menoscaba, sino que mejora al m�ximo la comprensi�n; que, como los rayos de calor a trav�s de un vidrio, re�ne todos los poderes de la raz�n en un punto ordenado, �para que no se esparzan por el exterior en total confusi�n!

Versículos 9-12

Como conmovedor amor fraternal Aquel afecto peculiar que un disc�pulo de Cristo le debe a otro; vosotros no necesita tanto que yo deber�a escribir a vosotros; para vosotros mismos Independiente de cualquier ense�anza m�a; son ense�ados por Dios por su Esp�ritu; amarnos unos a otros de manera especial, incluso con corazones puros con fervor, 1 Pedro 1:22 . Y de hecho lo hac�is. Y no s�lo con respecto a los hermanos de vuestra propia ciudad, sino a todos los que est�n en Macedonia. Todos los creyentes de esa provincia, alivi�ndolos en sus necesidades seg�n vuestra capacidad.Pero les suplicamos que aumenten cada vez m�s en esta divina y necesaria investidura. Y que estudies Literalmente, que seas ambicioso, que est�s tranquilo Para vivir tranquilamente en la pr�ctica de esas virtudes pac�ficas y humildes que convienen al genio del cristianismo; una ambici�n digna de un seguidor de Jes�s: y hacer su propio negocio sin entrometerse, sin llamar, con las preocupaciones de los dem�s; y trabajar con sus propias manos No es una precauci�n innecesaria; porque ocuparse de los asuntos temporales es a menudo una cruz para aquellos cuyos corazones se han llenado �ltimamente con el amor de Dios.

Que andes honestamente ??????????, decentemente , como se convierte en cristianos; hacia los que est�n fuera del recinto de la iglesia; para que no tengan pretensi�n de decir (pero lo seguir�n diciendo): "Esta religi�n hace a los hombres ociosos y los lleva a la mendicidad". Y para que no os falte nada necesario para la vida y la piedad: m�s de lo que ning�n cristiano deber�a desear, a menos que tenga con qu� suplir las necesidades de otros.

Versículo 13

No quiero que ignoren, hermanos. El ap�stol hab�a insinuado ( 1 Tesalonicenses 3:10 ) que deseaba hacerles otra visita a Tesal�nica para perfeccionar lo que faltaba en su fe. Quiz�s lo que ahora procede a decir era parte de lo que quer�a ense�arles, como no haber visto apropiado cuando estuvo con ellos para entrar en los descubrimientos que aqu� se hacen. Pero habiendo sido informado de que se lamentaban por sus muertos con un dolor inmoderado, y tal vez que contrataban dolientes en tales ocasiones, y que incluso estaban dispuestos a quejarse de la providencia divina por quitarles a sus piadosos amigos y parientes, aqu� procede a darles informaci�n bien calculada para apoyarlos y consolarlos en tales circunstancias.En cuanto a los que durmieron, ??? ????????????, que durmieron; que han partido de esta vida. La muerte del cuerpo se denomina sue�o , porque suspende el ejercicio de todas las funciones animales, cierra todos sus sentidos y es un cese de todo movimiento y sentimiento en �l; y porque ser� seguida por un resurgimiento a una vida m�s vigorosa y activa de la que disfruta ahora.

Para que no os entristezc�is inmoderadamente: aqu� se manifiesta grandemente la eficacia del cristianismo, que no quita ni embriaga, sino que templa dulcemente el m�s refinado de todos los afectos, nuestro deseo o amor por los muertos. Como otros que no est�n familiarizados con las verdades del evangelio. Era costumbre de los paganos, a la muerte de sus parientes, hacer una demostraci�n de dolor excesivo, afeit�ndose la cabeza y cort�ndose la carne ( Lev�tico 19:27,) y por fuertes aullidos y lamentos. Incluso contrataban personas, que lo ten�an a cambio de hacer estos aullidos y gritos. Pero esta demostraci�n de dolor excesivo, as� como el dolor mismo, siendo incompatible con ese conocimiento del estado de los muertos y con esa esperanza de su resurrecci�n, que el evangelio da a la humanidad, el ap�stol lo prohibi� y consol� a los tesalonicenses. prediciendo y probando el regreso de Cristo a la tierra, para resucitar a los muertos y llevar a los justos con �l al cielo.

Quienes no tienen esperanza Muchos de los paganos abrigaban una especie de creencia de un estado futuro, pero esa creencia se derivaba nada m�s que de una oscura tradici�n, cuyo origen no pod�an rastrear, o de sus propios deseos, sin el apoyo de ning�n razonamiento demostrativo. , dif�cilmente podr�a llamarse creencia o esperanza, y tuvo muy poca influencia en su conducta. Ver nota sobre Efesios 2:12. Agregue a esto, ninguno de ellos ten�a conocimiento o expectativa de que los justos, o virtuosos, ser�an levantados de entre los muertos con cuerpos gloriosos, inmortales e incorruptibles, y llevados al cielo; tampoco ten�an ninguna concepci�n de los empleos y goces de ese estado inmortal. El discurso de San Pablo, por lo tanto, sobre estos grandes acontecimientos, debe haber dado mucho consuelo a los tesalonicenses bajo la muerte de sus parientes, ya que les asegur� que si todos mor�an en Cristo, todos se encontrar�an de nuevo y pasar�an una vida sin fin. en completa felicidad, nunca m�s para separarnos. A esta luz, la muerte es solo una separaci�n temporal de amigos, que no debe temerse ni lamentarse. En cuanto a conocernos unos a otros despu�s de la resurrecci�n, ver 1 Tesalonicenses 2:20 .

Versículo 14

Porque si creemos que Jes�s muri� y resucit�, a saber, primero, en testimonio de la verdad de su doctrina, en la que ense�� expresamente la inmortalidad del alma, Mateo 10:28 ; Lucas 23:43 ; y la resurrecci�n del cuerpo, Juan 5:28 . 2d, Para la expiaci�n del pecado y procurar la justificaci�n y la paz con Dios para el penitente que creyera en �l, sin Hebreos 9:26 culpables hubieran sido antes, Hebreos 9:26 ; Romanos 4:24. 3�, Que pueda procurarnos y recibir para nosotros el Esp�ritu Santo, para obrar ese arrepentimiento y fe en nosotros, asegurarnos de nuestra justificaci�n y de nuestro derecho a esa felicidad futura, y prepararnos para ella por medio de la santidad interior; y, cuarto, para que �l pueda ascender, tomar posesi�n de �l en nuestro nombre, recibir nuestras almas que parten, y levantar del polvo nuestros cuerpos ca�dos y corruptos, y as� exaltarnos a ese estado inmortal, glorioso y bendito; as� tambi�n los que duermen en Jes�s, que mueren en el Se�or , ( Apocalipsis 14:13 ,) en uni�n con �l, y pose�dos de inter�s en �l; �Los traer� Dios con �l? Se encontrar�n en el s�quito de su magn�fico s�quito en su aparici�n final, cuando venga a juzgar al mundo y recompensar a sus siervos fieles.

Versículo 15

Por eso os decimos esto por la palabra del Se�or, por una revelaci�n particular de �l. Ninguna palabra, como observa el Dr. Doddridge, puede afirmar m�s claramente que, en lo que sigue, el ap�stol declara precisamente lo que Dios le revel� y, en consecuencia, que no puede haber lugar para tal interpretaci�n de este pasaje, como se supone que es �l. en absoluto equivocado en cualquier circunstancia del relato que da. Que nosotros los que estamos vivos y permanezcamos Esta manera de hablar insin�a la escasez de los que estar�n vivos entonces, en comparaci�n con la multitud de los muertos. Es bien observado, dice Whitby, por los escoliastas griegos, que el ap�stol dice estas palabras, no de s� mismo, sino de los cristianos que deber�an ser encontrados vivos en la segunda venida de Cristo:as� Cris�stomo, Teodoreto, Cumenio y Teofilacto; porque bien sab�a que no vivir�a hasta la resurrecci�n; s�, �l mismo esperaba una resurrecci�n, y dijo a los corintios: El que resucit� al Se�or Jes�s, tambi�n a nosotros nos resucitar� por medio de Jes�s, y nos presentar� con vosotros, 2 Corintios 4:14 .

Trabaj� para poder alcanzar la resurrecci�n de los muertos, Filipenses 3:11 . Sin embargo, algunos te�logos han inferido, de este y otros lugares de las ep�stolas, que los mismos ap�stoles pensaron y ense�aron para que pudieran vivir hasta la segunda venida de Cristo; y que San Pablo despu�s cambi� su opini�n sobre este tema, y ??amonest� a los Tesalonicenses de ello, 2 Tesalonicenses 2:2. Pero esto ciertamente es un error peligroso y altamente perjudicial para la autoridad de los ap�stoles y, por lo tanto, para la fe cristiana. De hecho, si las iglesias de Cristo hubieran recibido una vez esta doctrina de ellos, y luego hubieran entendido, incluso por su propia confesi�n, que era un error, esto naturalmente les habr�a llevado a concebir que los ap�stoles podr�an haberse equivocado tambi�n en cualquier caso. otra doctrina, y sospechar la verdad de todo lo que estaba contenido en sus ep�stolas.

Esto parece insinuar el ap�stol, 2 Tesalonicenses 2:1 . Pero que este ap�stol no ense�� tal doctrina en ninguna de sus ep�stolas a los Tesalonicenses, ser� sumamente evidente, 1o, De las siguientes palabras en ese cap�tulo, 1 Tesalonicenses 4:3 , Nadie os enga�e de ninguna manera , declar�ndolos enga�adores. quienes ense�aron esta doctrina o se la impusieron como la ense�aron los ap�stoles; y tambi�n habiendo dicho, en oposici�n a tal opini�n, que ese d�a no vendr�a hasta que primero hubo una decadencia , agregando: �No recuerdan que cuando todav�a estaba con ustedes les dije estas cosas?Por lo tanto, les hab�a ense�ado lo contrario antes de haber escrito cualquiera de estas ep�stolas y, en consecuencia, no se puede suponer racionalmente que se contradiga a s� mismo. 2d, De las mismas palabras usadas en prueba de esta opini�n, que se introducen con esta declaraci�n solemne, Esto os decimos por la palabra del Se�or, que nosotros que estamos vivos , etc. autoridad de Cristo por la verdad de lo que dice; y por lo tanto, si se equivocaba, o nuestro Se�or mismo debi� haberse equivocado con �l, o el ap�stol debe responder la palabra de Cristo y su autoridad, cuando Cristo no hab�a dicho tal palabra y no le hab�a dado autoridad para declarar tal doctrina en su nombre. ; ambas afirmaciones anulan la certeza y la verdad de todo St.

Ep�stolas de Pablo. Y de ah� se sigue que el ap�stol no pudo entregar esta afirmaci�n en ninguna otra de sus ep�stolas, porque todos los eruditos est�n de acuerdo en esto, que estas ep�stolas a los Tesalonicenses fueron las primeras ep�stolas que escribi� San Pablo; de donde debe seguir que �l no pudo entregar, en sus siguientes escritos a esa iglesia, o cualquier otra iglesia, esa doctrina que tan diligentemente hab�a refutado antes, y declarado muy peligrosa, en su ep�stola a la iglesia de Tesal�nica.

La verdad es que expresiones como estas, nosotros que estamos vivos , ( 1 Tesalonicenses 4:15 ,) no todos dormiremos, pero todos seremos transformados , etc., ( 1 Corintios 15:51 ,) no debemos ser entendidos de los propios escritores: son meras figuras ret�ricas utilizadas por los mejores autores para llamar la atenci�n de sus lectores, o para suavizar alg�n sentimiento �spero o desagradable; sin pretender representarse a s� mismos ni en el n�mero ni en el car�cter de las personas con las que se clasifican. As� dice Oseas ( Oseas 12:4 ,) Dios hab�a hablado con los Estados Unidos en Bethel; y el salmista, ( Salmo 66:6 ,) NOS regocijamos, a saber, en el mar Rojo, cuando se divide; y, ( Salmo 81:5 ,) escuch� un idioma que no entend�a , es decir, en Egipto, aunque tampoco exist�a en el momento en que ocurrieron los hechos referidos.

Esta figura en boca de los disc�pulos de Cristo tiene una propiedad singular, porque todos ellos formando un solo cuerpo colectivo, del cual Cristo es la Cabeza, y que est� unido por el amor mutuo de todos los miembros, los individuos pueden considerar todo lo que les sucede. los miembros de este cuerpo, como si les sucediera a ellos mismos. No evitaremos ni anticiparemos; los que duermen no recibir�n nuestros cuerpos glorificados delante de ellos.

Versículos 16-18

El Se�or mismo, el Se�or Cristo, vestido con toda su gloria y la de su Padre; descender� del cielo �Esta expresi�n no implica que el Se�or Jes�s fijar� su tribunal en la tierra; sino que descender� para fijar su asiento en el aire, a tal distancia de la tierra que todos los ojos lo ver�n y todos los o�dos oir�n su voz, cuando dicte la terrible sentencia por la cual su estado ser� fijado de manera inmutable. . Esta conjetura es confirmada por 1 Tesalonicenses 4:17 , donde se nos dice que, despu�s del juicio, los justos ser�n arrebatados en las nubes para unirse al Se�or en el aire �. Macknight. Con un gritoCriado por millones de felices esp�ritus asistentes. La palabra ??????????, as� traducida, denota el grito que sol�an hacer los soldados de un ej�rcito en su primer ataque para animarse unos a otros en el ataque; por lo tanto, se usa con gran propiedad para expresar la fuerte aclamaci�n que pronunciar�n todas las huestes angelicales para expresar su gozo por la venida de Cristo para resucitar a los muertos y juzgar al mundo.

La voz del , o mejor dicho, (como falta el art�culo en el original), un arc�ngel �l, probablemente, quien presidir� esa innumerable compa��a de �ngeles que asistir�n a Cristo cuando venga a juzgar al mundo. Y la trompeta de Dios sonando, sin duda, con m�s fuertes y terribles explosiones que las pronunciadas en el monte Sina� cuando se dio la ley. Quiz�s se refiera a la voz de Dios mismo, o un sonido grande y terrible hecho por los �ngeles asistentes, an�logo al de una trompeta. Esta circunstancia tambi�n se menciona en 1 Corintios 15:52, donde ver la nota. Y como observa Teodoreto: Si el fuerte sonido de la trompeta, cuando se dio la ley desde el monte Sinia, especialmente cuando son� por mucho tiempo, y se hizo cada vez m�s fuerte, fue tan terrible para los israelitas, que dijeron a Mois�s : el Se�or nos hable para que no muramos; �Cu�n terrible debe ser el sonido de esta trompeta, que llama a todos los hombres a ese juicio final que determinar� su suerte para siempre! Y los muertos en Cristo Aquellos que hab�an partido de esta vida en un estado de uni�n y conformidad con �l; que hab�a recibido su Esp�ritu en sus diversas gracias e imitado su ejemplo; se levantar� primeroBrotar� de sus tumbas en formas de gloria, para el asombro infinito del mundo sobreviviente, antes de que el resto de los muertos resuciten o los santos vivos sean transformados.

Entonces nosotros los que estamos vivos Aquellos en Cristo que se encuentran viviendo en su venida; ser�n arrebatados Es decir, despu�s de que sus cuerpos sean cambiados y vueltos gloriosos e inmortales; junto con ellos , es decir, con los santos ahora resucitados, mientras que los malvados permanecen debajo. El Dr. Scott ( Christ. Life , vol. 3, p�gs. 1, 204) piensa que lo que se pretende con la expresi�n arrebatado se ver� afectado por la actividad de los cuerpos glorificados de los justos. Pero esta opini�n no parece coherente con la palabra original, ????????????, aqu� utilizada, que implica la aplicaci�n de una fuerza externa. Sin duda, ser�n atrapados por una operaci�n poderosa e instant�nea del poder divino; encontrar al Se�or en elregi�n del aire donde entonces se erigir� su trono; y all�, habiendo sido reconocidos abiertamente y absueltos por �l, ser�n asesores con �l en ese juicio al cual los malos hombres y �ngeles ser�n llevados all�; y cuando se les dicte la sentencia final, acompa�ar� a su Salvador que vuelve a ascender.

Y as� estaremos siempre con el Se�or donde pasaremos una eternidad dichosa con la vista y participaci�n de su gloria. Por tanto, haz de estos grandes acontecimientos el tema de tu meditaci�n frecuente; y cuando sus corazones est�n angustiados por el dolor por la p�rdida de sus piadosos amigos, o en cualquier otra ocasi�n que pueda surgir en esta vida mortal; consolaos unos a otros con estas palabras, cuyo tenor es tan importante, y la verdad contenida en ellas tan cierta, como ense�ada por los dictados infalibles del Esp�ritu de Dios, y revelada a nosotros por �l, de cuya fidelidad, poder y gracia, esperamos esta completa salvaci�n.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre 1 Thessalonians 4". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/1-thessalonians-4.html. 1857.
 
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