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Bible Commentaries
Daniel 3

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

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Versículo 1

Nabucodonosor hizo una imagen de oro No se sabe con certeza qu� tan pronto se erigi� esta imagen, despu�s del sue�o en su segundo a�o. Los int�rpretes de griego y �rabe suponen que fue en el decimoctavo a�ode su reinado, y el Dr. Prideaux est� de acuerdo con ellos. Pero si fue entonces, o, como algunos piensan, m�s tarde, el dise�o probablemente fue para frustrar la exposici�n y frustrar el fin del sue�o: por lo que, tal vez, la imagen fue hecha completamente de oro, y no de diferentes metales, para hacer un alarde ostentoso de la abundancia de su riqueza, y para obviar los celos de su pueblo, excitado por sus favores a Daniel y sus amigos. Algunos o todos estos motivos podr�an influir en este monarca altivo e inconstante para que abandonara al Dios verdadero, a quien hab�a reconocido tan recientemente, y se entregara nuevamente a la fuerza de esos h�bitos inveterados, de los que se hab�a recuperado tan milagrosamente: v�ase Wintle.

La altura de la misma era de sesenta codos. La proporci�n de la altura de esta imagen parece muy desigual a la anchura, a menos que el pedestal sobre el que se coloc� est� incluido en �l. Houbigant, y algunos otros, debido a esta disparidad, piensan que era m�s una columna o pir�mide que una imagen de la forma humana: pero Diodoro, lib. 2. � 9, dando cuenta del saqueo que Jerjes hab�a sacado del templo de Belus, menciona una imagen de oro macizo que ten�a cuarenta pies de alto, que Prideaux conjetura que fue esta estatua hecha por Nabucodonosor. Tambi�n se dice que la estatua de J�piter, hecha por Lisipo, en Tarento, ten�a cuarenta codos de altura. Es probable que el llano de Dura, mencionado aqu�, hab�a una extensa llanura cerca de Babilonia, y la imagen que se coloc� en ella fue erigida en honor de Bel, el �dolo principal de los babilonios.

Versículos 2-3

Entonces Nabucodonosor envi� a reunir a los pr�ncipes , etc. Ser�a muy dif�cil, y quiz�s imposible, a esta distancia de tiempo, determinar los t�tulos y oficios adecuados de los varios personajes que se mencionan aqu�, y ciertamente no responder�a a un final valioso para ning�n lector. Puede bastar con observar que es probable que en esta ocasi�n s�lo se convoc� a aquellos que ocupaban puestos bajo el gobierno.

Sin duda, miles de personas m�s estar�an presentes y, cuando estuvieran presentes, deb�an cumplir con el mandato del rey respecto a la adoraci�n de la imagen, aunque no hab�an sido convocados. Y vinieron y se pararon ante la imagen. Hicieron su aparici�n personal, y se mostraron listos para realizar el culto que se les ped�a.

Versículos 4-6

Entonces un heraldo grit� en voz alta Hizo proclamaci�n en los idiomas de las diversas naciones reunidas; A ustedes se les ordena, oh pueblos, naciones e idiomas , independientemente de las partes del imperio de donde vengan y del idioma que hablen. Esta forma de hablar fue sin duda dise�ada para exponer la amplitud y extensi�n del imperio babil�nico. Que a qu� hora oyes el sonido de la corneta, &C. Es decir, de viento e instrumentos de cuerda de varios tipos. El Sr. Scott observa con raz�n aqu� que "las diversas palabras con las que se enumeran los diversos tipos de instrumentos musicales en este cap�tulo no parecen admitir ninguna explicaci�n satisfactoria:" ciertamente, "sin referirse claramente a usos antiguos, �Y yendo a una gran extensi�n de explicaci�n,� no pueden hacerse inteligibles, excepto para aquellos pocos que est�n completamente familiarizados con esos usos, y quiz�s apenas para ellos: �y si el lector pudiera alcanzar ideas correctas de las formas y poderes de todos ellos, de esto obtendr�a poca edificaci�n.

Se postran y adoran la imagen de oro. Que todos se den cuenta, primero, que el rey exige y ordena estrictamente a toda clase de personas, a cualquier otro dios que adoren en otras ocasiones, que adoren ahora esto. 2d, Que todos hagan esto al mismo tiempo, en se�al de comuni�n entre ellos en este servicio. Y cualquiera que no se postra y adora a San Jer�nimo, observa que la ca�da se aplica, en la Escritura, m�s a los �dolos que al Dios verdadero; (ver Mateo 4:9 ;) ser� la misma hora , & c. Este es el primer lugar del Antiguo Testamento donde nos encontramos con la divisi�n del tiempo en horas.Los griegos atribuyen su invenci�n a Anaximandro, quien, quiz�s, la recibi� de los caldeos. El modo de castigo aqu� mencionado era com�n entre esta gente: comp�rese con Jeremias 29:22 . Se ha dicho que Abraham estuvo expuesto a este castigo antes de su partida de Caldea: ver G�nesis 11:31 ; y Calmet. M�todos similares ha seguido la m�stica Babilonia para obligar a los que ella denomina herejes a abrazar su credo y unirse a su adoraci�n anticristiana.

Versículo 7

Todo el pueblo, etc., se postr� y ador�.Y qu� maravilla, considerando que todos los encantos de la m�sica se utilizaron para atraerlos a una obediencia por un lado, y los terrores del horno de fuego para asustarlos en �l por un lado. �el otro? Asediados as� por la doble tentaci�n de la seducci�n y el terror, todos se rindieron a la voluntad del rey id�latra. Observe, lector, no hay nada tan irracional o pecaminoso que el mundo descuidado no se sienta atra�do por el placer, ni por el dolor y el miedo a la tortura y la muerte. Mediante m�todos como estos, se ha establecido y mantenido la adoraci�n falsa en diferentes �pocas.

Versículos 8-12

En ese momento se acercaron algunos caldeos y acusaron a los jud�os. No es improbable que estos caldeos fueran tales que envidiaban a estos amigos de Daniel sus preferencias, habiendo tal vez ellos mismos esperando los lugares a los que hab�an sido llevados. Hablaron y dijeron: Oh rey, vive para siempre. Se acercaron al rey con gran muestra de lealtad y preocupaci�n por su vida, honor e inter�s. T�, oh rey, has hecho un decreto , etc. Le recordaron la ley que hab�a promulgado �ltimamente, de que todo tipo de personas, sin excepci�n, se postraran y adoraran su imagen de oro; le recordaron tambi�n la pena que se impondr�a a los recusados. Hay ciertos jud�os, &C. Es probable que Nabucodonosor no tuviera un plan particular para enga�ar a Sadrac y sus compa�eros al hacer esta ley; porque entonces �l mismo habr�a tenido los ojos puestos en ellos, y no habr�a necesitado esta informaci�n; pero sus enemigos, que buscaban una ocasi�n contra ellos, se apoderaron de esto y se apresuraron a acusarlos.

Para agravar el asunto, e incienso m�s al rey contra ellos, ellos, 1�, le recuerdan la dignidad a la que se hab�a preferido a los criminales; que aunque eran jud�os, extranjeros, cautivos y hombres de una naci�n y religi�n despreciadas, sin embargo, el rey los hab�a puesto a cargo de los asuntos de la provincia de Babilonia. Por lo tanto, sugirieron, era muy ingrato y una insoportable insolencia. en ellos, para desobedecer la orden del rey, que hab�a compartido gran parte del favor del rey. Y, adem�s, la alta posici�n en la que se encontraban dar�a mayor influencia a su rechazo y lo har�a de peor consecuencia. 2d. Sugieren que se hizo con malicia, contumacia y desprecio hacia �l y su autoridad. Estos hombres , dicen ellos,no te han mirado, no sirven a tus dioses , etc. Por lo tanto, los pr�ncipes, que suelen estar lo suficientemente indignados contra personas inocentes, rara vez quieren que los que los rodean hagan todo lo posible para excitarlos a una ira mayor. Si se pregunta aqu�, �D�nde estaba Daniel en esta ocasi�n? Se puede responder: Probablemente estuvo ausente, ya sea porque los asuntos del rey lo llamaron a otra parte, o porque ten�a licencia del rey; a menos que supongamos que se mantuvo tan alto en el favor del rey que nadie se atrevi� a quejarse de �l por su incumplimiento.

Pero, �por qu� sus compa�eros no se apartaron del camino? Seguramente, porque obedecer�an las �rdenes del rey en la medida de lo posible concienzudamente, y quer�an estar presentes para dar un testimonio p�blico contra esta crasa idolatr�a. Dios tambi�n, sin duda, los inclin� a asistir, para que lo glorificaran con una noble confesi�n, hecha frente al peligro m�s extremo; y para honrarlos y recompensarlos con una liberaci�n extraordinaria y maravillosa.

Versículo 13

Entonces Nabucodonosor en su ira , etc. �Cu�n poco para el honor de este poderoso pr�ncipe hab�a gobernado tantas naciones, cuando, al mismo tiempo, no ten�a dominio sobre su propio esp�ritu! �Cu�n incapaz era �l para gobernar a hombres razonables, que no se dejar�an gobernar por la raz�n! Seguramente no ten�a por qu� sorprenderle saber que estos tres hombres no serv�an ahora a sus dioses, porque sab�a muy bien que nunca lo hab�an hecho, y que su religi�n, a la que siempre se hab�an adherido, les prohib�a hacerlo. Tampoco ten�a ninguna raz�n para pensar que actuaban as� en desprecio de su autoridad, ya que en todos los casos se hab�an mostrado respetuosos y obedientes con �l como su pr�ncipe.

Versículos 14-15

Nabucodonosor dijo: �Es verdad, Sadrac? &C. O, de prop�sito , como lo lee el margen, y como se usa la palabra, �xodo 21:13. �Se hizo deliberadamente y deliberadamente, o fue solo por inadvertencia, que no has servido a mis dioses? �Qu�! a ti que te he alimentado y criado; que hayan sido educados y mantenidos a mi cargo; por lo que he sido tan amable y por lo que he hecho tanto; t� que has tenido tal reputaci�n de sabidur�a y, por lo tanto, deber�as haber conocido mejor tu deber para con tu pr�ncipe; �qu�! �No sirves a mis dioses, ni adoras la imagen de oro que he erigido? Observa, lector, que la fidelidad de los siervos de Dios hacia �l ha sido a menudo el asombro de sus enemigos y perseguidores, que piensan que es extra�o que no corran con ellos al mismo exceso de alboroto. Ahora si estas listo, &C. Est� dispuesto a admitirlos en un nuevo juicio; si antes se propusieron no adorar a sus dioses, sin embargo, puede ser que, pens�ndolo bien, cambien de opini�n; Por lo tanto, se les repite en qu� t�rminos se encuentran ahora: 1�, El rey est� dispuesto a que la m�sica vuelva a sonar, s�lo por su bien, para suavizarlos y hacerlos obedecer; y si no se tapan los o�dos como la v�bora sorda, sino que escuchan la voz de los encantadores y adoran la imagen de oro, muy bien, su anterior omisi�n ser� perdonada.

Pero, 2d, el rey est� resuelto, si persisten en su negativa, que ser�n inmediatamente arrojados al horno de fuego, y no tendr�n ni una hora de indulto. As� queda el asunto en una peque�a br�jula; Girar o quemar , es el idioma del rey. Y porque sab�a que se animaban a s� mismos en su negativa con una confianza en su Dios, insolentemente lo desaf�a, diciendo: � Y qui�n es ese Dios que te librar� de mis manos? Deja que te libere si puede. Ahora se olvid� de lo que �l mismo posey� una vez, que su Dios era un Dios de dioses y un Se�or de reyes, Daniel 2:47 . Los hombres orgullosos todav�a est�n dispuestos a decir, como Fara�n. �Qui�n es el Se�or para que yo escuche su voz?

Versículo 16

Sadrac, Mesac, etc., dijeron: No tenemos cuidado de responderte , etc. En un caso tan claro, no hay lugar para la deliberaci�n: tenemos una respuesta a la mano, que debemos obedecer a Dios antes que al hombre. �Maravilloso ejemplo de una verdadera fe en Dios y de una pronta obediencia a su voluntad! �Qu� digno de nuestra imitaci�n! Es un ejemplo de fortaleza y magnanimidad que apenas tiene paralelo.

No estallaron en ning�n calor o pasi�n intemperante contra los que adoraban la imagen de oro, no los insultaron ni afrentaron, ni se lanzaron precipitadamente al juicio, ni se desviaron del camino del martirio; pero cuando fueron debidamente llamados a la prueba de fuego, se dieron por vencidos con una conducta y un valor que se convirtieron en sufridores por tan buena causa.

Versículos 17-18

Si es as�, si somos llevados a este estrecho; si es necesario que seamos arrojados al horno de fuego a menos que sirvamos a tu imagen; nuestro Dios a quien servimos puede librarnos, &C. As� como estamos firmemente persuadidos del poder de nuestro Dios para librarnos, tambi�n confiamos en su misericordia y bondad, que �l nos librar� de este peligro inminente. Esto lo dijeron con una esperanza bien fundada, no con una cierta previsi�n de ser liberados; porque tal seguridad habr�a restado valor a su valor y constancia, al despreciar el peligro que los amenazaba. Y parece, de lo que sigue, que estaban firmemente decididos en su resoluci�n, de no deshonrar al Dios verdadero adorando esta imagen, o cualquiera de los dioses de Babilonia, aunque perecieran en las llamas, porque as� lo declaran en el siguientes palabras.

Pero si no, etc., no serviremos a tus dioses. Por lo tanto, era uno para ellos de qu� manera Dios se honrar�a a s� mismo; estaban resueltos a sufrir en lugar de pecar, y dejar su causa a Dios. De hecho, si Dios es por nosotros, no debemos temer lo que el hombre pueda hacernos. Que haga lo peor: Dios nos librar� de la muerte o de la muerte.

Versículos 19-21

Entonces Nabucodonosor se llen� de iraNabucodonosor mismo hab�a conocido y pose�do tanto del Dios verdadero, que uno hubiera pensado, aunque su orgullo y vanidad lo hab�an inducido a hacer esta imagen de oro y ponerla para ser adorada, sin embargo, lo que estos j�venes ahora dijeron ( a quien antes hab�a encontrado m�s sabio que todos sus sabios) habr�a revivido sus convicciones, y al menos lo habr�a comprometido a abstenerse de proceder a los extremos contra ellos; pero result� completamente diferente. Primero, en lugar de convencerse por lo que dec�an, se exasperaba y se volv�a m�s indignante. 2d, En lugar de mitigar su castigo, en consideraci�n a su calidad y los honorables oficios en los que se encontraban, orden� que se aumentara, ordenando que se aumentara siete veces el calor del horno; que, aunque no har�a m�s grave su muerte, sino que los despachar�a antes,

Pero Dios se glorific� a s� mismo a partir de este ejemplo necio de la ira del tirano; porque aunque no habr�a hecho que su muerte fuera m�s dolorosa, sin embargo, hizo que su liberaci�n fuera mucho m�s ilustre. 3d, orden� que los ataran en sus ropas, lo que se hizo en consecuencia. Estaban atados para que no lucharan ni opusieran resistencia; estaban atados en sus ropas por prisa, o para que pudieran ser consumidos m�s lenta y gradualmente: pero la providencia de Dios lo orden� para el aumento del milagro, en que sus ropas ni siquiera estaban chamuscadas. �Qu� muerte tan terrible fue esta, ser arrojado atado en medio de un horno de fuego ardiendo! Hace temblar la carne de uno pensar en ello, y el horror se apodera de uno. Es asombroso que el tirano fuera tan duro de coraz�n como para infligir tal castigo, y los confesores pose�an tal fortaleza como para someterse a ella, en lugar de pecar contra Dios. Pero, �qu� es esto para la muerte segunda? al horno en el que se echar� la ciza�a en manojos? a ese lago que arde eternamente con fuego y azufre? Deje que Nabucodonosor caliente su horno tan caliente como pueda, en unos minutos terminar� el tormento de los que son arrojados en �l; pero el fuego del infierno tortura y no mata; el dolor de los condenados pecadores es m�s exquisito, y y no mata; el dolor de los condenados pecadores es m�s exquisito, y y no mata; el dolor de los condenados pecadores es m�s exquisito, yel humo de sus tormentos asciende por los siglos de los siglos, y no tienen descanso , ni descanso , ni cesaci�n de sus dolores, los que han adorado a la bestia ya su imagen, Apocalipsis 14:10 ; mientras que pronto terminar�a su dolor los que fueron arrojados a este horno, por no adorar a esta bestia babil�nica y su imagen.

Versículos 22-23

Porque era urgente el mandamiento del rey de que los despacharan r�pidamente y se aseguraran de hacerlo eficazmente; y, por tanto, resolvieron ir a la mism�sima boca del horno, para echarlos en medio de �l; y se apresuraron y precipitaron en la ejecuci�n de sus �rdenes, y no se cuidaron debidamente de la violencia del calor. La llama del fuego mat� a aquellos hombres que tomaron a Sadrac, &C. Las adiciones ap�crifas al libro de Daniel dicen que la llama ascendi� cuarenta y nueve codos por encima del mes del horno. Probablemente Dios lo orden� as�, que el viento sopl� la llama directamente sobre ellos. As�, Dios inmediatamente defendi� la causa de sus siervos heridos y se veng� de sus perseguidores, a quienes castig� no solo por el acto mismo de su pecado, sino por su pecado. Pero estos hombres fueron s�lo los instrumentos de esta crueldad: el que les orden� hacer esto, ten�a el mayor pecado; sin embargo, sufrieron justamente por ejecutar un decreto injusto: un decreto que, muy probablemente, cumplieron con gusto.

En cuanto al mismo Nabucodonosor, fue remitido para un ajuste de cuentas futuro. Llegar� el d�a en que los orgullosos tiranos ser�n castigados, no solo por las crueldades de las que han sido culpables, sino por emplear a quienes los rodean en sus crueldades y exponerlos as� a los juicios de Dios. Es probable que el ruido ocasionado por lo que les sucedi� a estos hombres llev� a Nabucodonosor al lugar donde estaba el horno, donde contempl� lo que se relata en los siguientes vers�culos. Estos tres hombres cayeron atados , etc. Todo esto se expresa con �nfasis, para hacer m�s glorioso el poder de Dios en su preservaci�n; porque esa llama que mat� a los verdugos, podr�a haberlos matado mucho m�s f�cilmente, incluso antes de que cayeran.

Versículos 24-25

Entonces Nabucodonosor se asombr� y se levant� apresuradamente. Algunos han pensado que hay algo que falta entre este y el vers�culo anterior, lo que expresa la raz�n del asombro de Nabucodonosor. Por lo tanto, Houbigant inserta dos vers�culos, que se encuentran en la Vulgata con este prop�sito: �Pero un �ngel del Se�or descendi� hacia Azar�as y sus compa�eros en el horno, y expuls� la llama del fuego del horno. Y caminaron en medio de la llama, alabando y bendiciendo al Se�or �. La LXX. y en �rabe se lee as� el comienzo de este vers�culo: Entonces Nabucodonosor los oy� cantar alabanzas y se asombr�, &C. Pero es probable que o el asesinato de los hombres que ejecutaron su sentencia fue lo que asombr� a Nabucodonosor, o m�s bien, su inesperado ver a la distancia a los j�venes caminando libres, y aparentemente confortados, en el horno de fuego. Dijo: He aqu�, veo a cuatro hombres sueltos, andando en medio del fuego. 1�, Se soltaron de sus ataduras: el fuego, que ni siquiera chamusc� sus vestidos, quem� las cuerdas con las que estaban atados. 2d, No hab�an sufrido ning�n da�o, no sintieron dolor ni malestar en lo m�s m�nimo; la llama no los quem�, el humo no los sofoc�: estaban vivos y tan bien como siempre en medio de las llamas.

�Vea c�mo el Dios de la naturaleza puede, cuando le place, controlar los poderes de la naturaleza, para hacer que sirvan a sus prop�sitos! Ahora se cumpli� en la carta que buena palabra, Isa�as 43:2 , cuando andes por el fuego no seas quemar�s, ni la llama arder� en ti. Por la fe apagaron la violencia del fuego. 3d, Caminaron en medio del fuego: el horno era grande, de modo que ten�an espacio para caminar; estaban ilesos, de modo que pod�an caminar; sus mentes estaban tranquilas, de modo que estaban dispuestos a caminar como en un para�so o jard�n de placer. �Puede un hombre caminar sobre brasas sin que le quemen los pies? Proverbios 6:28. S�; lo hicieron con tanto placer como el rey de Tiro caminaba arriba y abajo en medio de sus piedras preciosas, que brillaban como fuego, Ezequiel 28:14 . 4�, Se vio con ellos un cuarto en el fuego, cuya forma, dice Nabucodonosor, es como el Hijo de Dios, o m�s bien, como un hijo de Dios , o de los dioses; de acuerdo con el hebreo, LXX. y sir�aco; es decir, "Como una persona divina y gloriosa, enviada desde los poderes de arriba para rescatar y liberar a estos hombres". Porque como Nabucodonosor era un id�latra, es dif�cil concebir que supiera algo acerca del Hijo de Dios., el Mes�as, y mucho menos de su forma y semejanza; mientras que todos los paganos ten�an una noci�n, que atraviesa su teolog�a, de los hijos de las deidades , como seres poderosos, enviados a menudo en ayuda y protecci�n de la humanidad.

Pero aunque apenas podemos suponer que Nabucodonosor haya llamado o conocido a esta persona como el Hijo de Dios , el Redentor prometido; Sin embargo, es extremadamente probable (y as� lo han entendido los mejores comentaristas jud�os y cristianos) que �l fuera en verdad el Hijo de Dios , que a menudo apareci� en nuestra naturaleza, en forma humana, antes de que asumiera esa naturaleza para nuestros seres humanos. salvaci�n; el gran �ngel, o mensajero del pacto, que bajo ese car�cter frecuentemente se revelaba a los patriarcas de anta�o; y en consecuencia, en un vers�culo subsiguiente, se le llama el �ngel de Dios , el mensajero enviado para liberar a estos siervos del Se�or; el mismo que despu�s fue enviado a Daniel para protegerlo de la furia de los leones. Adem�s, podemos observar que, comoa los �ngeles a menudo se les llama hijos de Dios , y como la mayor�a de las naciones ten�an grandes ideas de su poder, tal vez Nabucodonosor solo pudiera significar un �ngel , un delegado celestial; y esto parece m�s probable por sus propias palabras, Daniel 3:28 , Bendito sea Dios, que envi� a su �ngel y libr� a sus siervos , etc.

Ese �ngel, o hijo de Dios , a quien vi en el horno, etc.: ver Christian Mag. , vol. 2. p�gina 613. Observa, lector, que aquellos que sufren por Cristo, tienen su presencia misericordiosa con ellos en sus sufrimientos, incluso en el horno de fuego, incluso en el valle de sombra de muerte, y por lo tanto, incluso all� no deben temer mal alguno. . Por medio de esto Cristo mostr� que lo que se hace contra su pueblo, lo toma como hecho contra s� mismo: cualquiera que los arroje al horno, en efecto lo arrojar�; Yo soy Jes�s, a quien t� persigues, Hechos 9:5 .

Versículos 26-27

Entonces Nabucodonosor se acerc� a la boca del horno tan cerca como se atrevi� a llegar; y habl� con un tono m�s suave que antes, habiendo apaciguado Dios el fuego de su furor; y dijo: Siervos del Dios Alt�simo , etc. El milagro le recuerda la confesi�n que antes hab�a hecho del Dios verdadero, Daniel 2:47 . Y ahora puede reconocerlo a la vez como el m�s alto sobre todos los dioses, y los tres dignos, que hab�an sido condenados a las llamas, como sus fieles servidores. Observa, lector, que tarde o temprano Dios convencer� al m�s orgulloso de los hombres, de que �l es el Dios Alt�simo, y est� por encima de ellos, y demasiado duro para ellos, incluso en aquellas cosas en las que tratan con orgullo y presunci�n, �xodo 18:11 . Asimismo, les har� saber qui�nes son sus siervos, que �l los posee y los apoyar�. Nabucodonosor abraza ahora a aquellos a quienes hab�a abandonado a la destrucci�n, y est� listo para mostrarles toda la bondad posible, percibi�ndolos como los favoritos del Cielo.

No se nos dice c�mo se retir� el cuarto, cuya forma era como el Hijo de Dios , y si desapareci� o ascendi� visiblemente; pero de los otros tres se nos informa, que salieron de en medio del fuego como Abraham su padre de Ur , es decir, el `fuego , de los caldeos, en el cual, dice la tradici�n de los jud�os, �l fue expulsado por negarse a adorar �dolos, y de los cuales fue liberado, como lo fueron sus tres descendientes. Cuando tuvieron su descarga, no tentaron a Dios al quedarse m�s tiempo, sino que salieron como tizones del fuego. Y los pr�ncipes, gobernadores, etc., reunidos, vieron a esos hombresTodos los grandes hombres se reunieron para verlos, y se asombraron al descubrir que no hab�an recibido el menor da�o por el fuego; que no ten�a poder sobre sus cuerpos , etc. Aqu� se utilizan varias expresiones, que se elevan en fino orden una encima de la otra, y el cl�max es hermoso. El fuego no solo no ten�a poder prevaleciente sobre sus cuerpos, sino que tampoco se quem� un cabello de su cabeza, ni se chamuscaron sus t�nicas sueltas, ni siquiera el olor a fuego hab�a pasado sobre ellos.

Versículo 28

Entonces habl� Nabucodonosor y dijo: Bendito sea el Dios de Sadrac , etc. As� que Dar�o ofrece sus reconocimientos al Dios de Daniel 6:26 , consider�ndolo superior a otros dioses, pero no como el �nico Dios verdadero. �Qui�n envi� a su �ngel? As� Daniel atribuye a un �ngel su liberaci�n de los leones, Daniel 6:22 ; y liber� a sus siervos que confiaban en �l Que confiaban en su poder, amor y fidelidad, que �l los apoyar�a en su tiempo de prueba, y los sacar�a del horno de fuego de regreso a su lugar en la tierra, o gu�alos a trav�s de ella hacia su lugar en el cielo; y en esta confianza se volvieron intr�pidos de la ira del rey, y sin importar sus propias vidas.Y han cambiado la palabra del rey. Han invalidado su mandato, habiendo Dios mismo suspendido su ejecuci�n; y entregaron sus cuerpos a la tortura y la muerte esperadas; para que no sirvan, etc.

Es decir, en lugar de consentir en servir a cualquier dios, excepto a su propio Dios O, a cualquier dios falso: todos los dioses, excepto Jehov�, son falsos pretendientes de la divinidad. Por este milagro se le dio a entender claramente a Nabucodonosor, que todo el gran �xito que hab�a tenido, y a�n deber�a tener contra los jud�os, y del que se glori�, como si en �l hubiera vencido a su Dios, se deb�a puramente a su pecado; que si el cuerpo de esa naci�n se hubiera adherido fielmente a su propio Dios, y solo lo adoraran, como lo hicieron estos tres hombres, todos habr�an sido liberados de sus manos, como lo fueron estos tres hombres. Y esta era una instrucci�n necesaria para �l en este momento.

Versículo 29

Por tanto, hago un decreto , etc. Emite un edicto real que proh�be estrictamente a cualquiera hablar mal del Dios de Israel. Tenemos razones para pensar que tanto los pecados como las angustias de Israel hab�an dado una gran, aunque no justa, ocasi�n a los caldeos para blasfemar contra el Dios de Israel, y es probable que el mismo Nabucodonosor los hubiera animado a hacerlo; pero ahora, aunque no es un verdadero converso, ni est� influenciado para adorarlo, sin embargo, resuelve no volver a hablar mal de �l, ni permitir que otros lo hagan. Si alguien se atreve a hacerlo, decreta que debe ser considerado el peor de los malhechores y debe ser tratado en consecuencia. El milagro ahora realizado por el poder de este Dios, en defensa de sus adoradores, y que p�blicamente, a la vista de miles de Babilonia, fue una justificaci�n suficiente de este edicto.

Y contribuir�a mucho a la comodidad de los jud�os en su cautiverio el estar, seg�n esta ley, protegidos de los dardos ardientes del reproche y la blasfemia, con los que, de lo contrario, se habr�an molestado continuamente. Observe, lector, es una gran misericordia para la iglesia, y un buen punto ganado, cuando sus enemigos, aunque no han vuelto su coraz�n, tienen la boca cerrada y la lengua atada. Si un pr�ncipe pagano puso tal restricci�n sobre los orgullosos labios de los blasfemos, cu�nto m�s deber�an hacerlo los pr�ncipes cristianos. Es m�s, en esto, uno supondr�a que los hombres deber�an ser una ley para s� mismos; y que aquellos que tienen tan poco amor por Dios que no les importa hablar bien de �l, sin embargo, nunca deben encontrar en sus corazones, porque estamos seguros de que nunca encontrar�n una causa, para hablar mal de �l.

Versículo 30

Entonces el rey promovi� a Sadrac , etc. No s�lo revirti� al conquistador de estos tres hombres, sino que los devolvi� a sus puestos en el gobierno, no, y los prefiri� a fideicomisos mayores y m�s ventajosos que los que hab�an tenido antes; o, como dice el margen, les hizo prosperar. La LXX., Agregue al final del vers�culo, Y los adelant� para que fueran gobernadores de todos los jud�os que estaban en su reino. Su ascenso, que era mucho para su propio honor, ser�a a�n m�s para el consuelo de sus hermanos cautivos en esas partes.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Daniel 3". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/daniel-3.html. 1857.
 
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