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Bible Commentaries
Job 33

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

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Introducción

AM 2484. BC 1520.

Eli� se ofrece a Job como la persona que tantas veces hab�a deseado, Job 33:1 . Lo acusa de reflexionar sobre Dios, Job 33:8 . �l agrava esto mostr�ndole el poder soberano de Dios sobre el hombre, y los diversos medios que usa para hacerle el bien, Job 33:12 ; particularmente sue�os, Job 33:15 ; y enfermedad, Job 33:19 . Le pide a Job que le conteste, o que lo deje continuar, Job 33:31 .

Versículo 1

Por tanto, Job, te ruego que escuches mis discursosAqu� Eli� dirige su discurso a Job solo, (porque �l consider� que lo que hab�an adelantado los tres amigos hab�a sido suficientemente refutado por Job en su discurso con ellos) y le dice que, como muchas veces hab�a deseado tener un hombre con quien suplicar �l en nombre de Dios, ahora lo har�a, y todo estaba de acuerdo con el deseo de Job, siendo de la misma naturaleza que �l mismo, y sin manifestar ninguna majestad terrible que lo atemorizara, ni asumiendo ning�n poder sobre �l. Luego comienza a reprender aquellos pasajes que consideraba culpables en los discursos de Job; particularmente su insistir tanto en su integridad, que, por evidente que sea, no deber�a haber sido mencionada sin el debido reconocimiento, que el Soberano del mundo no le hab�a hecho nada malo al afligirlo de esta manera; Job 33:1 . Que Dios, por revelaci�n, hab�a declarado la forma de comportamiento que le era aceptable; que era para que los hombres desecharan la maldad de sus obras y desecharan todo orgullo, Job 33:14 . Que si se ajustaba a esta regla, podr�a esperar, aunque estaba a las puertas de la muerte, que Dios le devolver�a la salud y el vigor; m�s especialmente si tuviera un profeta cerca de �l, que le mostrar�a la justicia de Dios, a fin de humillarlo ante Dios, y llevarlo a una confesi�n adecuada de sus faltas, un reconocimiento de la justicia de Dios en sus castigos y un sincero prop�sito de la enmienda, Job 33:20. Si tiene alguna objeci�n que hacer a esto, desea que lo haga; si no, tener paciencia con �l, mientras le mostraba el camino que, estaba persuadido, era su m�todo m�s sabio a seguir, Job 33:29 hasta el final. Vea Peters y Heath.

Versículos 2-3

He aqu�, ahora he abierto mi boca Ahora he comenzado a hablar, y me propongo, con tu permiso, continuar en mi discurso contigo. Mis palabras ser�n de la rectitud de mi coraz�n No hablar� apasionadamente o parcialmente, como quien resolvi� defender lo que dije una vez, sea verdadero o falso, sino lo que verdaderamente creo que es verdadero e importante, y por un deseo sincero para aprovecharte. Mis labios expresar�n conocimiento con claridad. Lo que hablo ser� claro, no dif�cil de entender.

Versículos 4-5

El Esp�ritu de Dios me hizo , etc. En primer lugar, considera que soy tu pr�jimo, creado por el Esp�ritu de Dios ( G�nesis 1:2 ) y vivificado por un alma de la misma naturaleza con la que Dios sopl� al principio en el cuerpo del hombre, y soy listo para hablar contigo en t�rminos parejos de acuerdo con tu deseo. Si puedes contestarme , no lo necesitas, por lo tanto, rechaza el encuentro, pero si eres capaz de responder, ordena tus palabras. Te conceder� toda la libertad de expresi�n; No puedo aterrorizarte como Dios quisiera, y no te reprochar� ni me reprochar�, como han hecho tus amigos; Lev�ntate Para oponerse y discutir conmigo en esta causa.

Versículos 6-7

He aqu�, yo soy, etc., en lugar de Dios te suplicar� en nombre y lugar de Dios, y en su nombre, lo que a menudo has deseado que alguien hiciera. Yo tambi�n fui formado del barro . Soy criatura de Dios, como t�. He aqu�, mi terror no te atemorizar�

M�rame: la contienda no es desigual, como te quejaste cuando pensabas en Dios, Job 9:34 ; Job 13:23 . No ves en m� una majestad terrible que te espante, ni poder alguno que te oprima.

Versículos 8-11

Ciertamente has hablado a mis o�dos que no te acusar� de hipocres�a, como hacen tus amigos, que s�lo Dios puede discernir; pero con las palabras que yo mismo he o�do de ti; Estoy limpio sin transgresi�n , etc. Job no hab�a afirmado esto simple y absolutamente, porque a menudo se hab�a confesado pecador; pero ninguna transgresi�n que pueda dar a Dios la ocasi�n justa para castigarlo tan severamente, como se indica, donde �l culpa a Dios por encontrar ocasiones en su contra., lo que implica que no le hab�a dado ninguno por sus pecados. Y hasta ahora la acusaci�n de Eli� fue justa, y en esto difiere de la acusaci�n de los tres amigos de Job, quienes a menudo lo acusan de afirmar su propia inocencia; pero lo hicieron porque lo consideraron un hip�crita; mientras que Eli� lo hace por otros motivos, incluso porque la justificaci�n que hizo Job de s� mismo fue acompa�ada de reflexiones sobre Dios. He aqu�, encuentra ocasiones contra m�. T� has dicho: He aqu� el Todopoderoso, quien, pens�, habr�a reivindicado mi inocencia, marca severamente mis defectos y faltas, para que desde all� pueda tener ocasi�n de castigarme, a pesar de mi integridad. Me tiene por enemigo. Aunque me he esforzado por ser su siervo fiel todos los d�as, �l me trata como a un enemigo.Pone mis pies en el cepo , de tal manera que me encierra en la prisi�n de esta aflicci�n que no puedo moverme ; �l marca todos mis caminos Me vigila tan estrechamente que no puedo encontrar la manera de escapar. Eli�, aunque menos parcial que los otros oradores, es, sin embargo, demasiado severo en la interpretaci�n que da a las palabras de Job. La primera rama de este pasaje, He aqu�, encuentra ocasiones contra m� , o, como Heath y otros lo expresan , inventa crueldades contra m� , no se encuentra en los discursos de Job; y en cuanto a la otra rama, que ocurre en Job 13:24All� hemos observado que, aunque puede haber algo defectuoso en la protesta, se alivia mucho con las expresiones de humildad que la preceden y la siguen. Vea la nota en ese lugar.

Versículo 12

He aqu�, en este hebreo, ?? ???, hen zoth, He aqu� esto; es decir, atiende a esto; f�jate en lo que te digo; no eres justo ni justificado. Este tu lenguaje de quejas no puede ser excusado. Aunque no te acuso, como lo han hecho tus amigos, de otros pecados, sin embargo, en esto eres culpable y debo reprenderte por ello, record�ndote que Dios es m�s grande que el hombre.No solo en majestad y poder, que t� reconoces, sino tambi�n en justicia, sabidur�a y bondad; y, por tanto, deber�a ser tratado por ti con mayor reverencia; y act�as de manera muy necia y presuntuosa al contender con �l y censurar sus juicios. Olvidas tu distancia de �l y rechazas esa veneraci�n y temor que debes mantener constantemente hacia tu soberano Se�or. El argumento de Eli� es: �A pesar de todas tus pretensiones de pureza e inocencia, est�s lejos de la perfecci�n; hay suficiente fragilidad humana en ti, y en toda la humanidad, para justificar los tratos de Dios contigo o con ellos, por muy severos que sean; Dadle, pues, gloria: Reconoced la justicia de sus actos �. Esto, en la frase de las Escrituras, le est� dando a Dios la gloria.

Versículo 13

�Por qu� luchas contra �l? �Sobre qu� fundamento y con qu� fines? �Qu� ventaja esperas de �l? �Por qu� te atreves a discutir con �l y pedirle cuentas por sus acciones? porque no da cuenta de ninguno de sus asuntos. No nos revela los secretos de su providencia. No usa ni est� obligado por ley alguna a dar cuenta a ninguna de sus criaturas, de las razones de sus juicios y dispensaciones, como el Gobernador supremo y absoluto de todas las personas y cosas, en cuya voluntad se hace todo. hombres a consentir.

Versículo 14

Porque O, como ??, chi , deber�a traducirse m�s bien, sin embargo , Dios habla espec�ficamente, a los hombres, a modo de instrucci�n o amonestaci�n, como aparece en los siguientes vers�culos. Aunque no da cuenta a los hombres de sus asuntos, sin embargo hace para ellos lo que es mucho mejor, y m�s necesario e importante: aunque es tan alto, sin embargo, condesciende a ense�arles y amonestarlos de diversas maneras, para que pueda ret�relos de aquellos caminos que sean perversos y pecaminosos, y ll�velos a una humilde dependencia de s� mismo. Una vez, s�, dos vecesUna y otra vez, o muchas veces. Cuando su hablar una sola vez no despierta a los hombres, Dios se complace en darles otra amonestaci�n: aunque no satisfar� su curiosidad, exponi�ndoles a la vista sus juicios secretos, sin embargo, los familiarizar� con su deber e inter�s, en la medida que sea posible. es apropiado; lo que requiere de ellos y lo que pueden esperar de �l. Sin embargo, el hombre no lo percibeNo lo mira, no lo discierne ni lo comprende; no se da cuenta de que es la voz de Dios, ni recibe las cosas reveladas, porque para �l son una locura: se tapa los o�dos, se para en su propia luz, rechaza el consejo de Dios contra s� mismo, y no es el m�s sabio, no, no por los dictados de la sabidur�a misma. Dios nos habla por conciencia, por providencia y por ministros, de todo lo que Eli� trata aqu� en general, para mostrarle a Job que Dios ahora le dec�a lo que pensaba y se esforzaba por hacerle bien. Primero muestra c�mo Dios amonesta a los hombres por sus propias conciencias.

Versículo 15

En un sue�o, en una visi�n o en una visi�n nocturna. Esto lo menciona como una forma habitual en la que Dios revela su mente y voluntad a los hombres en aquellos d�as, antes de que la palabra de Dios se pusiera por escrito; ( G�nesis 20:6 ; G�nesis 41:1 ; G�nesis 41:28 ;) cuando el sue�o profundo cae sobre los hombres Cuando los sentidos externos de los hombres est�n atados y sus mentes est�n libres de todas las preocupaciones y negocios del mundo que las distraen, y totalmente libres recibir impresiones divinas; en sue�os en la cama Esto se agrega porque, en este caso, el hombre es como uno que duerme, o est� entre el sue�o y la vigilia, o no est� seguro en qu� estado se encuentra, ya que Pablo, cuando estaba en su �xtasis, no pod�a decir si estaba en el cuerpo. o fuera del cuerpo.

Versículos 16-17

Entonces abre los o�dos de los hombres cuando sus mentes est�n libres de los negocios y preocupaciones del d�a, secretamente susurra instrucciones en sus o�dos y las imprime en sus mentes, y de tal manera que no se les escape, (como los hombres suelen hacer la mayor�a de las cosas que escuchan, ya sea de Dios o de los hombres), pero ret�ngala y mant�ngala firme, estando completamente seguros de la verdad y la importancia de ella. Para apartar al hombre de su prop�sito , es decir, de la ejecuci�n de su prop�sito. Hebreo, ?????, magnaseh , su obra, es decir, su obra maligna, como los caldeos y LXX. entiendelo; del pecado, que es verdadera y propiamente llamada obra del hombre, porque tiene su origen en �l y desde �l, y es muy agradable a su naturaleza, en su presente estado corrupto; como, por el contrario, todo el bien que hay en el hombre se atribuye general y propiamente a Dios en la Escritura. Y esconder el orgullo del hombre Aqu� se menciona el orgullo como la ra�z de esos prop�sitos u obras malvados de los que se habl� en �ltimo lugar, que, en su mayor parte, proceden de la altivez de esp�ritu, por la cual los hombres desprecian someterse a s� mismos y a sus voluntades y acciones a la autoridad de Dios. pero resuelvan seguir sus propias voluntades y pasiones corruptas, a pesar de Dios y con desprecio de �l. Por el orgullo que Dios esconde del hombrepuede significar que �l lo quita, ya que se dice que oculta el pecado cuando quita la culpa y el poder de �l. O bien, el orgullo puede estar aqu� para la ocasi�n. Y se dice que Dios, por este medio, oculta el orgullo del hombre , porque, mediante estas gloriosas representaciones de su divina majestad al hombre, lo aparta de la admiraci�n de su propia excelencia y lo lleva a la vista de su propia debilidad, y a una humilde y pronta sumisi�n a la voluntad de Dios.

Versículos 18-22

�l guarda su alma del abismo Por estas amonestaciones llenas de gracia, mediante las cuales Dios conduce a los hombres a la humillaci�n del alma ante �l y al arrepentimiento, preserva sus vidas de la muerte y el sepulcro, y sus almas de la destrucci�n eterna. De morir a espada Por alg�n terrible juicio que estaba a punto de caer sobre ellos. Tambi�n es castigado con dolor con alguna enfermedad dolorosa y peligrosa, que es la segunda forma en que Dios instruye a los hombres y los excita al arrepentimiento, que tambi�n fue el caso de Job. Para que su vida aborrezca el pan

En cuyo estado de languidez detesta su comida, s�, le da n�useas a esa misma carne que antes era su mayor deleite. Su carne se consume a causa del dolor y la enfermedad. Que no se ve Porque queda poco o nada que ver, pero el que antes era gordo y floreciente ahora se ha convertido en un mero esqueleto. Su alma se acerca a la tumba. A �l mismo ya los dem�s les parece que est�n m�s all� de toda esperanza de recuperaci�n, lo cual agrega para consolar a Job en su condici�n desesperada. Y su vida a los destructores A los instrumentos de muerte y destrucci�n, es decir, enfermedades que, por mandato de Dios, est�n listas para dar el golpe fatal.

Versículos 23-24

Si hay un mensajero con �l. Si hay un profeta o maestro con el afligido; un int�rprete Aquel cuyo oficio y trabajo es declararle la mente y la voluntad de Dios, y su dise�o en esta dispensaci�n de su providencia, y cu�l es el deber del enfermo en virtud de ello. Una entre mil personas debidamente calificadas para este gran y dif�cil trabajo, como hay muy pocos; para mostrar al hombre su rectitudNo el hombre, sino la rectitud de Dios; a saber, su justicia al infligir estos sufrimientos, y el desierto de condenaci�n e ira del que sufre; La forma de Dios de perdonar y justificar al penitente; su sinceridad y fidelidad a sus promesas, y la necesidad de acceder a su voluntad sin murmurar ni quejarse, y de andar por el camino de la fe y la santidad. Entonces es misericordioso con �l.En ese caso, o cuando el enfermo se vuelve a Dios con verdadero arrepentimiento y fe, Dios perdona mis pecados y lo salva, probablemente de su peligrosa enfermedad y de la muerte, pero, si no, al menos de descender al abismo del infierno y de la perdici�n eterna. Y dice al mensajero; entregarloEs decir, ministerial y declarativamente; aseg�rale que lo perdon� y lo sanar�; He encontrado un rescate Aunque podr�a destruirlo con justicia, sin embargo lo perdonar�, porque he descubierto una manera de rescatar a los pecadores de la muerte, que es por la muerte de mi Hijo, el Redentor del mundo, y con respecto a que perdonar� a los que se arrepientan y pidan misericordia. �Observe c�mo Dios se glor�a en la invenci�n! He encontrado, he encontrado rescate; �Un rescate por los pobres pecadores perdidos! Yo, incluso yo, soy el que lo ha hecho. �Algunos interpretan a este Mensajero o �ngel de Cristo mismo, el Int�rpretede la voluntad de Dios para el hombre, el principal entre diez mil de sus santos y siervos. Pero como, en general, llega a los hombres por medio de sus mensajeros o ministros, y como sus instrucciones y est�mulos se deducen de su mediaci�n y se hacen efectivos por su presencia bondadosa, no significa mucho que interpretemos el pasaje de los mensajeros. de Dios se�alando al Salvador, o al Salvador revel�ndose a s� mismo por su ministerio. Es igualmente irrelevante si las palabras L�bralo de descender al abismo , sean consideradas como el lenguaje de la intercesi�n de Cristo, suplicando el rescate de su sangre a favor del pecador, o las palabras del Padre, aceptando su s�plica y dando orden de salvar al pecador, satisfecho con el rescate se�alado :porque no se puede dudar razonablemente de que Eli� se refiri� a �l; aunque tambi�n podr�a pretender los sacrificios que prefiguraron la gran expiaci�n ". Scott. A��dase a esto, que puede servir como una confirmaci�n no peque�a de nuestra fe en las doctrinas del evangelio, que encontremos la sustancia, o grandes bosquejos de ellas, se�aladas as� a los hombres, por revelaci�n divina, en las edades m�s tempranas del mundo. . Ciertamente, han pasado algunos miles de a�os desde que se escribi� el libro de Job y, sin embargo, aqu� encontramos las mismas grandes verdades declaradas en relaci�n con el hombre y su salvaci�n por medio de Cristo, que est�n tan plenamente reveladas en el Nuevo Testamento.

Versículos 25-26

Su carne estar� m�s fresca que la de un ni�o. Pronto el enfermo comenzar� a recuperarse: estas gozosas nuevas que le fueron entregadas por el mensajero de Dios reavivar�n su esp�ritu y, gradualmente, restaurar�n su antigua salud y vigor; para que se convierta en un hombre nuevo en su cuerpo, as� como en su mente: su carne se ver� tan fresca como cuando era un ni�o; y volver� a los d�as de su juventud a la misma constituci�n saludable y fuerte de cuerpo que ten�a en su juventud. Orar� a Dios. El enfermo, animado y comprometido a hacerlo, ya sea por el mensaje de gracia antes mencionado, o por la bondad de Dios manifestada en su curaci�n milagrosa. Y le ser� favorableAl escuchar y responder a sus oraciones, que antes parec�a descuidar. Y ver� su rostro con gozo. Dios alzar� sobre �l la luz de su rostro reconciliado; mientras que, antes, o escond�a su rostro de �l, o parec�a fruncir el ce�o: en otras palabras, ahora se dar� cuenta de que Dios lo mira con gracia y est� complacido con �l. Porque �l pagar� al hombre su justicia. Lo tratar� como con alguien ahora reconciliado con �l por medio del Mediador, y volvi�ndose del pecado en justicia.

Versículos 27-28

�l mira a los hombres Dios observa diligentemente a toda la humanidad, y la conducta de todos, especialmente de todos en enfermedades y angustias. Si alguno dice: he pecado. Si alguno confiesa y abandona sus pecados con sinceridad, humildad y arrepentimiento: He pervertido lo que era recto. He juzgado perversamente los caminos justos y justos de Dios, censurando sus actos contra m�, tambi�n. riguroso y severo; mientras que, en verdad, s�lo yo ten�a la culpa; o me he desviado del camino recto y bueno de los mandamientos de Dios, y me he hecho veredas torcidas; y no me sirvi� de nada. No obtuve ning�n bien al hacerlo, como en vano supuse que deber�a hacerlo, pero me doli� mucho, y eso tanto en el cuerpo como en la mente, que fue el fruto justo de mis pecados.El librar� su alma de ir a la fosa, la fosa del infierno; la iniquidad no ser� su ruina eterna; y su vida ver� la luz La luz de este mundo, la luz de los vivientes, Job 33:30 . Su vida, que estaba en peligro, ser� restaurada y continuada: s�, adem�s, su vida , su alma eternamente viviente e inmortal, ver� y disfrutar� de la luz, todo lo bueno en la visi�n y fruto de Dios para siempre.

Versículos 29-30

Todas estas cosas obra Dios Todas estas formas y m�todos que Dios usa para despertar, convencer y salvar a los pecadores; muchas veces con el hombre. De una manera con un hombre y de otro con otro; o, usando estos varios m�todos con el mismo hombre, tratando por diversos medios, uno tras otro, de llevarlo al arrepentimiento y prepararlo para la liberaci�n. Para traer su alma del abismoPara salvar a los hombres de ser miserables para siempre, y hacerlos felices para siempre. �Se�or, �qu� es el hombre para que lo visites as�? Esto deber�a comprometernos a cumplir con los designios de Dios, a trabajar con �l por nuestro propio bien y no a contrarrestarlo. Y esto har� que los que perecen sean inexcusables, que tanto se hizo para salvarlos y no ser�an sanados ". Entonces, Sr. Henry. �Excelentes palabras! Pero absolutamente inconciliable con la doctrina de la predestinaci�n absoluta e incondicional.

Versículos 31-33

F�jate bien, oh Job. Considera lo que ya he dicho, porque te concierne mucho; esc�chame; mant�n la paz Atiende lo que tengo m�s que decirte con paciencia y silencio. Si tienes algo que decir para tu propia justificaci�n, o en respuesta a la acusaci�n que ya he presentado contra ti; habla, que deseo justificarte

Es decir, en la medida en que pueda consistir en verdad y justicia. No hablo con un plan maligno, o como alguien resuelto a condenarte todo lo que dices, y, por lo tanto, me alegrar� escuchar cualquier cosa tuya que pueda contribuir a tu justa vindicaci�n. Si no, esc�chame. Si no tienes ninguna excepci�n que hacer contra mi discurso, contin�a tu atenci�n y esc�chame en silencio; y te ense�ar� sabidur�a , es decir, cu�l es tu sabidur�a y deber en tus circunstancias.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Job 33". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/job-33.html. 1857.
 
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