Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
For 10¢ a day you can enjoy StudyLight.org ads
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!

Bible Commentaries
San Juan 21

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Buscar…
Enter query below:

Versículo 1

Despu�s de estas cosas , etc. Grocio piensa que todo este cap�tulo fue escrito por algunos de los ancianos de la iglesia de �feso, y agregado al resto del libro por la aprobaci�n de esa sociedad, como agradable a las relaciones que hab�an escuchado de boca de San Juan: y Le Clerc lo sigue en esta conjetura; pero el Dr. Mill se ha esforzado en invalidarlo; ( Prolegom. , P. 249;) y el comienzo de Juan 21:24 , destruye la fuerza de los argumentos de Grocio de la �ltima parte del mismo.

Jes�s se mostr� de nuevo a los disc�pulos , etc. Nuestro Se�or, habiendo ordenado primero por los �ngeles, y luego personalmente, a sus disc�pulos que se fueran a su casa en Galilea, con la promesa de que lo ver�an all�, es razonable pensar que partir�an lo antes posible. Por tanto, cuando llegaron a sus respectivos hogares y estaban ocupados en su anterior ocupaci�n de pesca, Jes�s se les mostr�, como se relata en los siguientes vers�culos.

Versículo 2

Estaban juntos a saber, en una casa; Sim�n Pedro y Tom�s , etc. Sin duda, a menudo se encontraban y conversaban sobre las grandes cosas que hab�an visto y o�do durante los tres a�os en los que hab�an asistido a Cristo como disc�pulos suyos, y especialmente sobre los �ltimos acontecimientos de los que hab�an sido testigos oculares, a saber, la muerte y resurrecci�n de su Maestro. Y Cristo decidi� manifestarse a ellos cuando estaban reunidos; no s�lo para apoyar a la sociedad cristiana, sino para que pudieran ser testigos conjuntos de los mismos hechos y as� poder corroborar el testimonio de los dem�s.

Aqu� fueron siete juntos, para dar fe de lo que sigue. Uno de ellos era Tom�s, que se llama junto a Pedro, como si ahora estuviera m�s cerca que nunca de las reuniones de los ap�stoles, como consecuencia de la reprimenda y el consejo que hab�a recibido de Cristo. Otro fue Natanael, con quien no nos hemos reunido desde que consideramos el primer cap�tulo de este evangelio. Algunos, sin embargo, piensan que fue igual con Bartolom�, uno de los doce. Se supone que los dos no nombrados son Felipe de Betsaida y Andr�s de Cafarnaum.

Versículos 3-6

Sim�n Pedro dice: Voy a pescar. Ahora estaban esperando la aparici�n prometida de Cristo, y ciertamente era encomiable en Pedro que deseara redimir el tiempo y no estar ocioso; pero esfu�rcese por hacer alguna provisi�n para su propio sustento y para el entretenimiento de sus amigos. Ellos dicen: Nosotros tambi�n vamos contigo. Estuvieron tan dispuestos como �l a trabajar por el sustento y no a comer el pan de la ociosidad. Salieron , por tanto, y entraron en un barco inmediatamente. Una peque�a embarcaci�n en el lago o mar de Tiber�ades; y esa noche, aunque era el mejor momento para pescar, y fueron diligentes en tirar sus redes; no pescaron nadaLa providencia de Dios lo orden� para que el milagro subsiguiente pudiera ser el m�s ilustre. Pero cuando lleg� la ma�ana, despu�s de haber estado trabajando toda la noche sin ning�n prop�sito; Jes�s apareci� y se par� en la orilla frente a ellos; pero los disc�pulos que no esperaban verlo all�, y que tambi�n estaban a cierta distancia de �l, y a�n no hab�a luz perfecta; No sab�an que era Jes�s. Observaron a una persona en la orilla, pero no sab�an qui�n era.

Luego, cuando se acercaron dentro de la llamada; Jes�s dice: Hijos, �ten�is algo de comer? �Ha comido suficiente pescado para preparar una comida? Ellos le respondieron: No , hemos estado trabajando aqu� toda la noche en vano. Y �l dijo: Echa la red en el lado derecho del barco y encontrar�s a Lector, ya sea que echemos la red temporal con �xito y obtengamos un sustento para nosotros y los que dependen de nosotros, o la red espiritual, as� en cuanto a ser pescadores de hombres exitosos, necesitamos la direcci�n de Jes�s, y debemos acudir a �l para que la lleve; que si lo hacemos bien, no haremos en vano; la direcci�n que necesitamos ciertamente nos ser� concedida. Ellos Lo probar�a, por lo menos, si este extra�o conjetura derecha, fundidola red, pues, como �l les hab�a dirigido; y ahora para su gran asombro; no pudieron volver a meterlo en el barco; por la multitud de peces que hab�an encerrado en �l. Esta no fue solo una demostraci�n del poder de nuestro Se�or, sino un amable suministro para ellos y sus familias. Asimismo, fue un emblema del gran �xito que les acompa�ar�a como pescadores de hombres.

Versículos 7-8

Por lo tanto, aquel disc�pulo a quien Jes�s am� viendo un �xito tan asombroso despu�s de su anterior trabajo infructuoso y desilusi�n; dijo a Pedro: Es el Se�or quien, en esta ocasi�n, ha renovado el milagro que obr� en tu barco hace algunos a�os, cuando nos llam� por primera vez para que lo acompa��ramos. Cuando Pedro oy� y vio que era el Se�or, le ci�� su t�nica de pescador o prenda superior , como ????????? significa propiamente, reverenciando la presencia del Se�or. Porque estaba desnudo O m�s bien, fue despojado de �l; porque la palabra ??????, usada aqu�, no siempre, como la palabra inglesa desnuda, significa no tener ropa puesta o estar totalmente descubierto, pero no tener toda la ropa que se usa habitualmente.

En este sentido, la palabra parece usarse en Hechos 19:16 , y en varios pasajes del Antiguo Testamento. Y se arroj� al mar para nadar hacia �l inmediatamente. El amor de Cristo atrae a los hombres a trav�s del fuego y el agua. Y los otros disc�pulos Haciendo lo mejor de su camino; vino en un peque�o barco , es decir, en su peque�o barco pesquero; arrastrando la red con peces que sin duda impidieron considerablemente su avance.

Versículos 9-14

Tan pronto como llegaron a tierra, vieron un fuego de carbones El efecto del poder obrador de maravillas de Cristo; y pescado puesto encima, y ??panLo cual tambi�n hab�a preparado por milagro, para que pudieran ver con qu� facilidad pod�a hacerles provisiones, cuando estaban desprovistos de los medios ordinarios de abastecimiento. No debemos sentir curiosidad al preguntar de d�nde vino este fuego, pescado y pan, m�s que de d�nde vino la carne que los cuervos trajeron a El�as. El que pudiera multiplicar los panes y los peces que exist�an, podr�a hacer nuevos si quisiera, o convertir las piedras en pan, pescado o carne. Podemos consolarnos de este ejemplo del cuidado de Cristo por sus disc�pulos; persuadido de que tiene con qu� suplir todas nuestras necesidades, y sabe qu� cosas necesitamos. Es especialmente alentador para los ministros de Cristo, a quienes �l ha hecho pescadores de hombres, aprender, por tal caso, que pueden depender de quien los emplea para proveerles lo que �l considera necesario.Jes�s dice: Traed los peces que hab�is cogido. Cristo dio esta orden, ya sea porque el pescado que ya se estaba asando al fuego no era suficiente para la compa��a, o m�s bien, quiz�s, para mostrarles la realidad y la grandeza del milagro, haci�ndolos. preste atenci�n al n�mero y tama�o de los peces que hab�an capturado ya la circunstancia de que la red no se rompa.

Sim�n Pedro subi�, y con la ayuda de sus hermanos; trajo la red a tierra Como Pedro en el caso anterior hab�a mostrado un afecto m�s celoso por la persona de su Maestro que cualquiera de ellos, en esto mostr� una obediencia m�s pronta a los mandamientos de su Maestro. Lleno de grandes peces, ciento cincuenta y tres Estos eran muchos m�s de los que necesitaban para su suministro actual; pero podr�an venderlos, y el dinero les servir�a para sufragar los gastos de su viaje de regreso a Jerusal�n, adonde iban a regresar en breve, y para mantenerlos mientras esperaban all�. Y para todos hab�a tantos Y grandes peces tambi�n; sin embargo, no se rompi� la red para que fueran testigos de milagro tras milagro.Jes�s dice: Ven y come , o ven y come; porque la palabra ??????????, aqu� usada, significa a veces tomar carne por la ma�ana, que es el significado de esto aqu�. El Dr. Doddridge lee: Venid y refrescaos; y el obispo Pearce, vengan a desayunar. �Los antiguos consum�an con regularidad pero dos comidas al d�a; usamos tres.

A partir de nuestros tres, la cena y la cena han sido consideradas como las dos principales, se ha logrado, no solo con nosotros, sino en toda Europa, llamar a la primera comida de los antiguos por la primera de estas dos, que es la cena; y el segundo por el segundo, que es la cena. Es el orden el que ha fijado los nombres de estas comidas, y no la hora exacta del d�a en que se consumieron, que suele ser variable ". Campbell. Ninguno de los disc�pulos se atrevi� , mejor dicho, presumi� o se atrevi� a preguntarle: �Qui�n eres t�? Porque, como observa justamente el �ltimo divino mencionado, �el verbo ??????, que nuestros traductores traducen durst, no siempre, en el uso de los autores griegos, sagrado o profano, expresa la audacia o el coraje impl�cito en el verbo ingl�s to dare , por el que com�nmente se traduce. Cuando se une a una negativa, como en este lugar, a menudo expresa simplemente una aversi�n, que surge de la modestia, la delicadeza, el respeto o una aversi�n a ser molesto para hacer preguntas innecesarias.

Y aqu� puede ser apropiadamente traducido presumido o aventurado; una interpretaci�n confirmada por las palabras que siguen inmediatamente. El sentido entonces ser�: Sab�an que �l era el Se�or y, por lo tanto, no se atrevieron a hacerle una pregunta innecesaria. Decir que no se atrev�an a preguntarle , tiende a transmitir la noci�n de que la manera de nuestro Se�or de conversar con sus disc�pulos fue dura y prohibitiva, que nada puede ser m�s contrario a la verdad. El evangelista no dice aqu� que Jes�s ahora com�a con ellos; pero su invitaci�n a ellos en este vers�culo lo implica. Adem�s, Pedro testifica ( Hechos 10:41 ) que sus ap�stoles comieron y bebieron con �l despu�s que resucit� de los muertos;queriendo decirle a Cornelius que �sa era una de las muchas pruebas infalibles por las que se mostraba vivo despu�s de su pasi�n. Es razonable, por tanto, pensar que comi� con sus ap�stoles en esta ocasi�n. As� Jes�s demostr� a sus disc�pulos de nuevo la realidad de su resurrecci�n, no solo comiendo con ellos, sino realizando un milagro como el que, al comienzo de su ministerio, les caus� tal impresi�n que los dispuso a ser sus seguidores constantes. .

Esta es la tercera vez que Jes�s se muestra a sus disc�pulos , etc. El evangelista no dice que fue la tercera vez que apareci� Jes�s, sino la tercera vez que se apareci� a sus disc�pulos; es decir, a sus ap�stoles en un cuerpo; porque en realidad fue su s�ptima aparici�n. Adem�s, el propio John se ha dado cuenta de tres apariciones antes de esto.

Versículo 15

Cuando hubieron cenado De la amable provisi�n con que Jes�s les hab�a proporcionado, y, es probable, se hubieran edificado con el discurso que Jes�s sol�a usar cuando com�a con ellos; Jes�s le dijo a Sim�n Pedro , quien, al negarlo tard�amente, le hab�a dado una gran raz�n para cuestionar la sinceridad de su amor; Sim�n, hijo de Jon�s, �me amas? Le habla por su nombre, m�s para afectarlo, como lo hizo ( Lucas 22:31 ) cuando le advirti� de una gran prueba que se avecinaba. No lo llama Cefas, o Pedro, un nombre que significa fuerza o estabilidad, porque hab�a perdido el cr�dito de eso; pero le da su nombre original, Sim�n , agregando, sin embargo, hijo de Jonas, como lo hab�a llamado cuando lo pronunci� bienaventurado, Mateo 16:17 . Y la pregunta que le hizo es, entre todas las dem�s, una de las m�s importantes, y sobre la que deber�amos hacernos frecuente y especialmente: porque, por un lado, si alguno no ama al Se�or Jes�s, es anatema , es decir. , expuesto a la ira y la maldici�n de Dios, 1 Corintios 16:22 ; mientras que la gracia y la bendici�n de Dios es la porci�n de todos los que lo aman con sinceridad, Efesios 6:24 .

Observa, lector, la pregunta no es: �Me conoces? �Crees en m�? �Me admiras, honras o me temes? pero, � me amas? Dame una prueba de eso, como si Jes�s hubiera dicho, y reconocer� que tu arrepentimiento es sincero; que tus rebeliones han sido curadas y que has sido recuperado de tu ca�da. Pedro se hab�a declarado arrepentido, hab�a llorado amargamente por su pecado, hab�a regresado a la compa��a de los disc�pulos y se hab�a interesado mucho en la muerte y resurrecci�n de Cristo; profundo duelo por el primero, y grandemente regocijado por estar seguro de lo segundo; pero esto no es suficiente: la pregunta es: �Me amas? Es m�s, �me amas m�s que estos?�M�s de lo que amas a estas personas, Santiago o Juan, tus amigos �ntimos, o Andr�s, tu propio hermano y compa�ero? Aquellos que no aman a Cristo correctamente, que no lo aman m�s que al mejor amigo que tienen en el mundo, y lo hacen parecer siempre que hay una comparaci�n o competencia entre estos objetos de su amor.

O m�s de lo que amas estas cosas, estos botes y redes, y los dem�s implementos de pesca, con los que te ganas el sustento: es decir, m�s de lo que amas tu ocupaci�n y las ganancias de ella. Entonces el Dr. Whitby. Y la pregunta, as� interpretada, �no es ni tan fr�a ni tan ajena�, dice el Dr. Campbell, �como algunos la han planteado. Esta fue probablemente la �ltima vez que Peter ejerci� su profesi�n de pescador. Jes�s estaba a punto de emplearlo como ap�stol; pero como desde�aba toda obediencia forzada y no aceptaba ning�n servicio que no surgiera de una elecci�n y se originara en el amor, plante� esta pregunta para darle a Pedro la oportunidad de profesar abiertamente su amor (que su transgresi�n tard�a hab�a hecho cuestionable). y, en consecuencia, su preferencia por la obra en la que Jes�s lo emplear�a, con las dificultades y peligros que pudiera acompa�ar, a cualquier ocupaci�n mundana, por muy lucrativa que sea ". Sin embargo, el sentido en el que las palabras se toman m�s com�nmente es,�Me amas m�s de lo que me aman estos hombres [tus compa�eros de disc�pulos] ? As� interpretada, la pregunta debe considerarse como una referencia a la declaraci�n que hizo anteriormente Pedro, ( Mateo 26:33 ,) cuando parec�a arrogarse una superioridad sobre los dem�s, en celo por su Maestro y firmeza en su servicio; Aunque todos los hombres se sientan ofendidos por tu culpa, yo nunca ser� ofendido. Esto le da una propiedad peculiar a la respuesta de Peter aqu�.

�Convencido, al fin, de que su Maestro conoc�a su coraz�n mejor que �l mismo; consciente, al mismo tiempo, del afecto que le ten�a, se atreve a hacer la declaraci�n, [en cuanto a la sinceridad de su amor,] apelando al Juez infalible, ante quien se encontraba, como el comprobante de su verdad. Pero en cuanto a sus compa�eros disc�pulos, ahora se le ense�a a no asumir nada. No se atreve a pronunciar una sola palabra que pueda llevar a una comparaci�n con aquellos a quienes sab�a que su horrible deserci�n lo hab�a hecho parecer tan inferior ". �l solo dice: S�, Se�or, t� sabes que te amo�Y su silencio sobre esta parte de la pregunta habla con fuerza de la verg�enza que tuvo al recordar su presunci�n anterior, al jactarse de celo y firmeza superiores, y muestra que la lecci�n de humildad y autoconocimiento que hab�a recibido tan recientemente, no hab�a sido perdi�."

Le dijo: Apacienta mis corderos Manifiestame tu amor de una manera que sea particularmente aceptable; administre alimento espiritual a mi pueblo, incluso a los m�s d�biles y d�biles de mi reba�o; dar leche a los ni�os, explicar los primeros principios de mi doctrina a aquellos que, habiendo cre�do en m� recientemente, a�n no est�n completamente instruidos en las verdades, ni establecidos en la gracia del evangelio. Vale la pena observar aqu�, que la palabra original ?????, siendo el diminutivo de ????, significa el m�s peque�o de mis corderos; y si, dice el Dr. Doddridge, �lo interpretamos como una insinuaci�n del cuidado que Pedro, como ministro de Cristo, deb�a tener por los ni�os peque�os, parece perfectamente congruente con la sabidur�a y ternura del gran Pastor de las ovejas , para dar una orden judicial tan particular al respecto ".

Versículos 16-17

Le volvi� a decir la segunda (y hasta la tercera ) vez: Sim�n, etc., �me amas? Sin duda con el fin de impresionar la importancia de la pregunta con mayor fuerza en su mente; y tal vez, tambi�n, para recordarle a Pedro que lo hab�a negado tres veces y, por lo tanto, le hab�a dado motivos para cuestionar la sinceridad de su amor. Pero en estos dos �ltimos tiempos, Cristo omite las palabras m�s que estas: porque Pedro, en su respuesta, las hab�a omitido modestamente. Observe, lector, aunque no podemos decir que amamos a Cristo m�s que los dem�s, sin embargo, seremos aceptados si podemos decir que lo amamos de verdad. Pedro profesa hacerlo una y otra vez, afirmando con seguridad: S� , o seguramente, Se�or, te amo.Ten�a una gran estima y valor por su Se�or; un sentido agradecido de su bondad; y se dedic� enteramente a su honor e inter�s; su deseo era hacia �l, como uno sin el que deber�a deshacerse; y su deleite en �l, como alguien en el que deber�a estar indeciblemente feliz.

Y recordemos que aquellos que pueden decir verdaderamente que aman al Se�or Jes�s, pueden tomar para s� el consuelo que surge de la seguridad de que se interesan por �l, a pesar de sus debilidades diarias. Merece nuestra atenci�n aqu�, que Pedro pudo apelar a Cristo mismo en busca de la prueba de su amor, diciendo una y otra vez: T� sabes que te amo; y la tercera, hablando a�n m�s enf�ticamente, T� sabes todas las cosas; sabes que te amo. No garantiza que sus compa�eros de disc�pulos testifiquen por �l; podr�an ser enga�ados en �l; ni cree que se pueda tomar su propia palabra; el cr�dito de eso ya estaba m�s que conmovido: pero �l llama a Cristo mismo para que testifique. �Felices los que, por buenas razones, pueden hacer lo mismo!�l le dijo: Apacienta mis ovejas La palabra que se traduce pasto en el vers�culo anterior, y en Juan 21:17 th ?????, propiamente significa dar de comer; pero la palabra aqu� usada, ????????, implica m�s en gran parte hacer todos los oficios de un pastor, es decir, guiar, vigilar y defender a las ovejas, as� como alimentarlas.

�De lo que nuestro Se�or le pregunt� a Pedro si lo amaba, antes de darle la comisi�n de apacentar sus corderos y sus ovejas, se infiere justamente que para que los hombres est�n debidamente capacitados para la funci�n ministerial, deben preferir el inter�s y la honra de Cristo a cualquier otra consideraci�n cualquiera. �sta es la gran calificaci�n por la cual un ministro puede animarse a pasar por las labores y dificultades de su oficio, y fortalecerse contra los peligros que puedan acompa�arlo. Adem�s, la exhortaci�n de Cristo a Pedro de que apacienta sus corderos y ovejas, siendo la respuesta que dio a la declaraci�n de Pedro de que lo amaba, nos muestra que los ministros testifican mejor su amor a Cristo por su singular cuidado y diligencia en alimentar a su reba�o. La triple repetici�n de nuestro Se�or de su comisi�n a Pedro, probablemente fue en alusi�n a Pedro ' s tres negaciones; y como contiene una indirecta insinuaci�n de que su arrepentimiento deber�a tener alguna proporci�n con su pecado, as� parece que nuestro Se�or ten�a la intenci�n de convencer al resto de los disc�pulos de la sinceridad de la conversi�n de Pedro, y de evitar cualquier desaire que pudiera hacer. estar expuestos por sospechar lo contrario.

Sin embargo, se nos dice que Pedro se entristeci�ante esta repetida aplicaci�n para �l: 1�, Porque le pareci� una insinuaci�n de que Cristo dudaba de la sinceridad de su arrepentimiento; y para una persona de su temperamento sangu�neo, nada podr�a haberle proporcionado una angustia m�s sensible que tal sugerencia. 2d, Record� su crimen, con todas sus circunstancias agravantes, en su mente; renov� su dolor por haber ofendido, y aument� ese dolor al considerar que hab�a dado motivos suficientes para sospechar de su fidelidad, incluso despu�s de su conversi�n. 3d, Le dio miedo que su Maestro no viera alguna otra mala conducta suya, que ser�a una contradicci�n tan grande a sus profesiones de amor hacia �l como lo fue el primero. Uno se sorprender�a de que de circunstancias tan evidentemente humillantes para la mente de Pedro, los papistas pudieran haberle inferido una concesi�n para �l del dominio supremo sobre la iglesia, tanto el clero como el laicado; como un encargo de servir a las ovejas, le dio poder para dominar a todos los pastores.

El pasaje tiene, sin duda, un significado bastante diferente; porque Pedro, por su cobard�a y perfidia tard�a, habiendo abdicado, por as� decirlo, del apostolado, no fue m�s que formalmente restaurado a su oficio, mediante la indulgencia de su bondadoso y misericordioso Maestro; y no elevado a ninguna nueva dignidad por encima de sus hermanos ". Ver Macknight y Tillotson Works.

Versículos 18-19

De cierto te digo que cuando eras joven , etc. As� Pedro, restituido al oficio apost�lico y a la dignidad, de la que hab�a ca�do al negar abiertamente a su Maestro tres veces varias veces, Jes�s procedi� a advertirle de las persecuciones a las que estar�a expuesto en particular en el desempe�o de su oficio; con la intenci�n de inspirarle valor y constancia. Cuando eras joven te ce��as , etc. Nuestro Se�or parece hablar as� en alusi�n a la fuerza y ??actividad que ahora hab�a mostrado nadando en tierra despu�s de haberse ce�ido su abrigo de pescador. Pero cuando fueras viejo , vivi� como treinta y seis a�os despu�s de esto; extender�s tus manos para ser clavado en la cruz;y otro te ce�ir�. Los condenados a ser crucificados, fueron atados a la cruz hasta que se clavaron los clavos; y te llevar� con la cruz; donde no quisieras Seg�n la naturaleza: al lugar donde la cruz iba a ser colocada.

En otras palabras, en lugar de esa libertad de la que gozaste en tu juventud, en tu vejez ser�s atado y llevado a prisi�n y a la muerte. En consecuencia, agrega el evangelista: Esto dijo, dando a entender con qu� muerte deb�a glorificar a Dios , a saber, que sufrir�a el martirio y morir�a con las manos extendidas sobre una cruz. Observa, lector, primero, no es solo actuando , sino tambi�n y sobre todo sufriendo, que los santos glorifiquen a Dios. 2d, Que con respecto a la muerte, que todos debemos sufrir, es la gran preocupaci�n de todo buen hombre, cualquiera que sea la muerte que muera, glorificar a Dios en ella. Y cuando morimos con paciencia, someti�ndonos a la voluntad de Dios; muere alegremente, regocij�ndose en la esperanza de la gloria de Dios; y morir �tilmente, dando testimonio de la verdad y la bondad de la religi�n, y animando a otros, glorificamos a Dios al morir. 3d, Que la muerte de los m�rtires fue, de manera especial, para glorificar a Dios. Las verdades de Dios, por las cuales murieron en defensa, fueron confirmadas por la presente; la gracia de Dios, que los llev� con tanta constancia a trav�s de sus sufrimientos, fue as� magnificada; y las consolaciones de Dios, que abundaron para con ellos en sus sufrimientos, y sus promesas, fuente de sus consolaciones,Cuando hubo dicho esto, dijo: S�gueme, es decir, mientras yo camino ahora, y por eso demuestro que est�s dispuesto a conformarte a mi ejemplo y seguirme hasta la muerte de cruz. De acuerdo con esto, el testimonio un�nime de la antig�edad nos asegura que Pedro fue crucificado.

Versículos 20-21

Luego Pedro, volvi�ndose A saber, mientras segu�a a Jes�s; ve al disc�pulo a quien Jes�s amaba seguir en silencio, y en humilde muestra de su disposici�n a sufrir tambi�n las mayores extremidades al servicio de un Maestro tan bondadoso. Pedro, al verlo seguir a Jes�s como �l mismo lo hizo, aunque no fue llamado a hacerlo, dijo a Jes�s: Se�or, �qu� har� este hombre? �Qu� ser� de �l? �Debe el, que ahora me sigue, participar de los mismos sufrimientos, y de la misma manera testificar su amor al morir por ti? �Hay un esp�ritu y una ternura peculiares en este sencillo pasaje.

Cristo ordena a Pedro que lo siga, como muestra de su disposici�n a ser crucificado por su causa. John no se queda por la llamada, se levanta y lo sigue tambi�n; pero no dice una palabra de su propio amor o celo. Eligi� que la acci�n solo deber�a hablar esto; e incluso cuando registra la circunstancia, no nos dice lo que signific� la acci�n, sino que con gran sencillez relata s�lo el hecho. Si aqu� y all� un coraz�n generoso lo ve y lo emula, que as� sea; pero no se preocupa de que los hombres la admiren. Estaba dirigido a su amado Maestro, y fue suficiente que lo entendiera �. Doddridge.

Versículos 22-23

Jes�s dice: Si quiero que se quede sin morir; hasta que venga con poder y gran gloria, para ejecutar el juicio que he amenazado a mis enemigos. Hasta entonces ciertamente se demor�, y �qui�n puede decir cu�ndo o c�mo muri�? �Qu� es eso para ti o para cualquier otra persona? S�gueme. Presta atenci�n a tu propio deber y esfu�rzate por prepararte para tus propios sufrimientos, y no te inmiscuyas, con vana curiosidad, en los sucesos secretos que puedan acontecerle a �l oa cualquier otro de tus hermanos. Entonces, como esta respuesta no fue entendida correctamente; Se difundi� esta palabra entre los hermanos , es decir, entre los dem�s seguidores de Cristo; (Nuestro Se�or mismo les ense�� a usar esa denominaci�n, Juan 20:17 ;)que ese disc�pulo no muriera; y la edad avanzada a la que vivi� le dio un poco m�s de color; sin embargo, Jes�s no le dijo ni de �l; No morir� expresamente. Y el mismo San Juan, al momento de escribir su evangelio, parece no haber sabido claramente si deb�a morir o no; pero, si quiero , etc. Solo dijo las palabras expresadas antes, que, si San Juan las entendi�, no crey� conveniente explicarlas.

Versículo 24

Este es el disc�pulo que da testimonio de que estas cosas est�n a�n con vida despu�s de haberlas escrito. De este vers�culo, Grocio y algunos otros infieren que los obispos de Efeso agregaron todo este cap�tulo al evangelio de San Juan, despu�s de su muerte. Pero, como observa el Dr. Macknight, evidentemente prueba lo contrario, porque nos asegura que John escribi� las cosas contenidas en este cap�tulo. Y sabemos que su testimonio es verdadero. La iglesia probablemente agreg� estas palabras a este evangelio, como Tercio lo hizo en la ep�stola de San Pablo a los Romanos, Romanos 16:23 . Adem�s, aunque el evangelista parece concluir su evangelio, ( Juan 20:31,) no es raro que los escritores sagrados agreguen materia nueva despu�s de tales conclusiones. Vea la ep�stola a los romanos y la ep�stola a los hebreos al final. En cuanto al escritor de este evangelio que se habla en tercera persona, est� de acuerdo con la manera de Juan; (ver Juan 19:35 ;) quien tambi�n habla de s� mismo en plural, 1 Juan 5:18 .

Para concluir, el vers�culo en consideraci�n se muestra genuino, por un pasaje similar en la conclusi�n de la tercera ep�stola, Juan 21:12. Al detallar los eventos posteriores a la crucifixi�n, el lector puede observar f�cilmente que mucha materia se registra en una peque�a br�jula; y que aunque cada evangelista ha dado su narraci�n particular y conectada, cada uno introduce mucho material nuevo, sin que los dem�s lo noten. Enmarcar una narrativa general mediante una combinaci�n del todo y disponer las diversas circunstancias en el orden en que se supone que ocurrieron, han sido objetos de dificultad para los armonistas. En base a estos relatos, se introduce el siguiente resumen conciso de los eventos, en el orden en que racionalmente se puede suponer que sucedieron, seg�n lo dispuesto por el Dr. Benson, y luego adoptado por el Arzobispo Newcome.

En la ma�ana del primer d�a de la semana, Jes�s resucita de entre los muertos; ocurre un gran terremoto en el momento de su resurrecci�n; y aparece un �ngel, que quita la piedra que cerraba la boca del sepulcro, se sienta sobre ella y hiere a los guardianes con gran temor; provocando as� que se alejen a tal distancia, que pasen desapercibidos para las mujeres y otros en el futuro, Mateo 28:2 . Despu�s de su resurrecci�n, muchos cuerpos de los santos se levantan de sus tumbas y son vistos por muchos en Jerusal�n, Mateo 27:52 . Mar�a Magdalena, Mar�a la madre de Santiago, Salom�, Juana y otras mujeres ( Marco 16:1 ; Lucas 24:1 ; Juan 20:1,) van muy temprano al sepulcro, con la intenci�n de embalsamar el cuerpo de Jes�s, (habiendo comprado especias la noche anterior para ese prop�sito). En su camino, consultan acerca de quitar la piedra de la puerta del sepulcro.

Al percibirlo ya quitado, entran en el sepulcro, pero no encuentran el cuerpo del Se�or Jes�s, Marco 16:3 ; Lucas 24:2 ; Juan 20:1 . Mar�a Magdalena, regresando apresuradamente a Jerusal�n, les relata a Pedro y Juan que hab�an sacado al Se�or del sepulcro, Juan 20:2 . Las otras mujeres que permanecen en el sepulcro, se les aparecen dos �ngeles, y una de ellas pide a las mujeres que informen a los disc�pulos, y a Pedro en particular, que Jes�s ha resucitado, etc., Mateo 28:5 ; Marco 16:4 ; Lucas 24:4 .

Las mujeres vuelven del sepulcro, relatan estas cosas a los ap�stoles y quedan desacreditadas, Mateo 28:8 ; Marco 16:8 ; Lucas 24:8 . Pedro y Juan, habiendo escuchado el informe de Mar�a Magdalena de que lo hab�an llevado, y las mujeres de que �l se hab�a levantado, corrieron al sepulcro y encontraron el cuerpo removido de acuerdo con su informaci�n, y maravillados de lo que hab�a sucedido, regresa a casa Lucas 24:12 ; Juan 20:3 . Habiendo sido declarada la resurrecci�n a los disc�pulos en Jerusal�n en este per�odo ( Lucas 24:22 ), Cleof�s y su compa�ero dejan a sus hermanos para ir a Ema�s.

Mar�a Magdalena vuelve al sepulcro, se queda all� despu�s de los ap�stoles ( Juan 20:11 ) y conversa con los dos �ngeles que antes se hab�an aparecido a las mujeres. Volvi�ndose, percibe a Jes�s, que poco a poco se le da a conocer; en consecuencia, se apresura a ir a la ciudad y anuncia esta su primera aparici�n a los disc�pulos, pero ellos no creen, Marco 16:9 ; Juan 20:11 . Las otras mujeres, habiendo dicho a los disc�pulos de su resurrecci�n, contin�an en la ciudad, mientras Pedro y Juan visitan, y Mar�a Magdalena vuelve a visitar el sepulcro: luego regresan, y al encontrarlo desierto, regresan a Jerusal�n. En su camino, Jes�s se encuentra y les pide que dirijan a sus disc�pulos a partir hacia Galilea, Mateo 28:9.

Esta es su segunda aparici�n. Los guardias de esta �poca abandonan las cercan�as del sepulcro e informan a los gobernantes jud�os de lo que hab�a ocurrido que ellos supieran, Mateo 28:11 . Seg�n Pablo, ( 1 Corintios 15:5 ,) la tercera aparici�n es a Cefas; y el cuarto, a los dos que alg�n tiempo antes dejaron a sus hermanos para ir a Ema�s; quienes, regresando inmediatamente a Jerusal�n, lo relatan a los otros disc�pulos, y no se les acredita, Mateo 16:12 ; Lucas 24:13 . La �ltima vez que lo vieron el d�a de su resurrecci�n, siendo el quinto, fue por los ap�stoles mientras se sentaban a la mesa en ausencia de Tom�s, 1 Corintios 15:5 ; Marco 16:14 ; Lucas 24:36 ; Juan 20:19 .

Con esto concluyen las grandes y gloriosas transacciones del importante d�a en que Jes�s resucit� de entre los muertos. Aproximadamente al octavo d�a despu�s de su resurrecci�n, �l nuevamente, la sexta vez, se aparece a sus disc�pulos, cuando Tom�s estaba presente, Juan 20:24 . Su s�ptima aparici�n ocurre entre el octavo y el cuadrag�simo d�a, en el mar de Tiber�ades, a sus disc�pulos ( Mateo 28:16 ; Juan 21:1 ) y a los suyos. octavo, a los del monte de Galilea, Mateo 28:16. Pablo (1 Corintios 15: 6) relata haber sido visto por m�s de quinientos hermanos a la vez, muchos de los cuales, en el momento de escribir esta ep�stola, eran testigos vivos de esta novena aparici�n. Su d�cimo es para James; y su aparici�n final, siendo la und�cima, es a los ap�stoles, en la ascensi�n, 1 Corintios 15:7 ; Hechos 1:3 ; Marco 16:19 ; Lucas 24:50 .

Versículo 25

Y tambi�n hay muchas otras cosas que Jes�s hizo, muchas que ninguno de los evangelistas ha registrado; que, si se escribieran cada uno, cada hecho, y todas sus circunstancias; Supongo que esta expresi�n, que suaviza la hip�rbole, (si es que esta es una) muestra que Juan escribi� este vers�culo; el mundo mismo no podr�a contener los libros que debieran escribirse. La construcci�n de este vers�culo, en nuestra traducci�n actual, est� plenamente justificada aduciendo del Antiguo Testamento expresiones igualmente hiperb�licas. As� �xodo 3:8 , se dice que la tierra de Cana�n fluye leche y miel. N�meros 13:33, los esp�as, que regresaron de registrar la tierra de Cana�n, dicen que vieron all� gigantes de un tama�o tan prodigioso, que eran, a sus propios ojos, como saltamontes. Jueces 7:12 , los madianitas, etc., se dice que yacen en el valle como saltamontes , y que sus camellos son como la arena a la orilla del mar en multitud.

1 Reyes 10:27 , Se dice que Salom�n hace que la plata sea en Jerusal�n como piedras. El lector puede encontrar m�s ejemplos de tales hip�rboles, tanto en autores sagrados como profanos, en una nota del obispo Pearce sobre este texto. Tales expresiones no son inusuales en la magn�fica exuberancia del estilo oriental, aunque rara vez ocurren en las narraciones sencillas e ingeniosas de los ap�stoles. As� entendida, la cl�usula simplemente significa que Jes�s realiz� una prodigiosa cantidad de milagros. No obstante, el texto puede considerarse en cierto sentido algo diferente. Este evangelista usa frecuentemente la palabra mundo en un sentido general, para denotar a sus habitantes, comoJuan 8:26 , y en otros lugares, (verJuan 15:18,) como significando la parte carnal e incr�dula de la humanidad. La palabra griega ?????, aqu� traducida contener , no solo se usa en ese sentido, sino que, cuando se aplica a la mente, denota la recepci�n y comprensi�n de cualquier cosa, y se traduce con este prop�sito, Mateo 19:11 ; y Filem�n 1:15 .

Al adoptar estas observaciones puede entenderse que el texto significa, estoy convencido de que el mundo mismo no recibir�a los libros que deber�an escribirse; que es la traducci�n de Doddridge. Whitby, Chandler y muchos otros han apoyado esta construcci�n. Seg�n nos informa Juan, que si todos los milagros que Jes�s realiz� fueran escritos, el mundo mismo no podr�a recibir los libros, no podr�a creerlos, porque parecer�an absolutamente incre�bles. Pero a esta interpretaci�n puede objetarse que la frase ????? ??? ??????, el mundo mismo , no puede significar los hombres del mundo, por lo que parece preferirse el primer sentido.

�Estoy perfectamente de acuerdo�, dice el Dr. Campbell, �con esos int�rpretes que piensan que la hip�rbole contenida en este verso es mucho m�s tolerable que la tortura a la que algunos cr�ticos han sometido las palabras, para que hablen en un sentido diferente. "

�Quiz�s�, dice el piadoso Dr. Doddridge, refiri�ndose a lo que San Juan declara aqu� con respecto a las muchas otras cosas hechas por Jes�s, que no han sido registradas, �puede ser la parte m�s deliciosa del entretenimiento del mundo celestial, para aprender de nuestro bendito Se�or mismo, o de aquellos que conversaron con �l en la tierra, una multitud de detalles de su vida que ser�n dignos de nuestra eterna admiraci�n. Mientras tanto, alabemos a Dios por lo que est� registrado, y estudiemos los registros sagrados que contienen relatos tan aut�nticos y exactos de esos hechos importantes, en los que todos estamos tan interesados; registros incomparablemente m�s valiosos que los escritos de nuestras propiedades privadas, o las cartas de nuestras libertades p�blicas. Oremos fervientemente para que su gran designio sea respondido en nosotros; y hacerle nuestra importuna petici�n,

Y, sobre todo, preocup�monos de que nuestro coraz�n sea tan influido por su palabra y, por as� decirlo, entregado en el molde de ella, que, creyendo en Cristo, bajo todos los caracteres que lleva, tengamos vida. a trav�s de su nombre , y que por fin reciba el fin de nuestra fe en la completa salvaci�n de nuestras almas �. �Am�n! �Que as� sea para el autor de este trabajo y para todos los que lo hagan o puedan leerlo!

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre John 21". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/john-21.html. 1857.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile