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Bible Commentaries
1 Corintios 12

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

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Introducción

Los dones espirituales son diversos, pero todos proveen provecho; y con ese fin se otorgan diversamente: que en la misma proporci�n, como los miembros de un cuerpo natural tienden todos a la decencia, el servicio y el socorro mutuos del mismo cuerpo; as� que debemos hacer el uno por el otro, para formar el cuerpo m�stico de Cristo.

Anno Domini 57.

Los hombres espirituales * en Corinto habiendo tenido grandes disensiones entre ellos acerca de la excelencia comparativa de sus diversos dones, y el honor que se deb�a a cada uno en raz�n de su don particular, podemos creer que los seguidores del Ap�stol, en su carta, hab�an solicitado su opini�n y direcci�n sobre estos asuntos. Cumpliendo, por tanto, con su deseo, y porque era de gran importancia que la humanidad, en las edades futuras, tuviera una idea justa de los dones sobrenaturales con que se enriqueci� en un principio la Iglesia cristiana, el Ap�stol, en este y en el mundo. el siguiente cap�tulo xiv, trata en gran parte de estos dones y de las personas que los pose�an.

* Por hombres espirituales me refiero aqu� solo a hombres dotados de dones sobrenaturales. Las gracias de muchos que no pose�an ninguno de los dones sobrenaturales podr�an haber sido muy superiores a las gracias de algunos que s� los pose�an. Me parece que el modo de expresi�n del Ap�stol en este cap�tulo justifica la expresi�n que utilizo aqu�.

Su discurso sobre estos temas lo introdujo diciendo a los corintios que no deseaba que ignoraran los oficios de los hombres espirituales y la excelencia de sus dones, 1 Corintios 12:1 . honor que la iglesia obten�a de los dones de los hombres espirituales, record� a los hermanos de Corinto que, antes de su conversi�n, adoraban �dolos que, siendo ellos mismos mudos, no pod�an impartir instant�neamente a sus devotos la facultad de hablar lenguas extranjeras. , como Cristo hab�a hecho con muchos de sus disc�pulos, 1 Corintios 12:2Luego, debido a que hab�a en esa �poca impostores que dec�an que estaban inspirados, y que las personas que pose�an el don de los esp�ritus discernidores no siempre estaban a la mano para examinarlos, el Ap�stol les dio a los corintios una regla mediante la cual podr�an juzga con certeza a todo aquel que pretend�a estar inspirado.

Ning�n maestro, dijo, habla por el Esp�ritu de Dios, que llama maldito a Jes�s , es decir, que afirma que Jes�s fue justamente castigado con la muerte maldita de cruz. Probablemente algunos de los sacerdotes y sacerdotisas paganos, en sus fingidos ataques de inspiraci�n, hab�an hablado de esta manera de Jes�s. Por otro lado, todo maestro habla por el Esp�ritu de Dios, quien reconoce que Jes�s es el Se�or y se esfuerza por persuadir a los hombres para que se conviertan en sus disc�pulos, 1 Corintios 12:3 .

Habiendo ordenado as� a los hermanos corintios que juzgaran la inspiraci�n de los maestros que acud�an a ellos, por la naturaleza y tendencia de la doctrina que ense�aban, el Ap�stol procedi� a lo que ten�a principalmente en mente, a saber, eliminar las disensiones que hab�a tenido lugar en Corinto entre los hombres espirituales. Para aquellos que pose�an dones inferiores, envidiaban a aquellos cuyos dones eran de una clase superior, y estos �ltimos se comportaban con insolencia hacia el primero, el Ap�stol, para disipar sus animosidades, explic�, en este cap�tulo, la naturaleza y diferencia de lo espiritual. regalos; disert� acerca de su excelencia relativa, y acerca de los prop�sitos para los cuales fueron otorgados, y los diferentes cargos asignados a las personas que los pose�an;

Y primero observ� que hab�a diversidad de dones, pero un solo Esp�ritu del que proced�an todos, 1 Corintios 12:4 Que hab�a diversidad de ministerios u oficios en los que se empleaban los que pose�an los dones espirituales, pero un Se�or a quien todos serv�an, 1 Corintios 12:5 �Y que hab�a diferencias de funcionamiento en los hombres espirituales, pero era el mismo Dios quien obraba interiormente en todos ellos, 1 Corintios 12:6 . enumer� los dones espirituales en el orden de su dignidad; y de su relato parece que estos dones eran de naturaleza variada, y fueron otorgados a los hombres espirituales en la mayor abundancia, 1 Corintios 12:7. � Ahora bien, todos estos, dijo �l, el mismo Esp�ritu de Dios obra, distribuyendo a cada uno seg�n su propio placer, 1 Corintios 12:11 . �Pero, por diferentes que sean en su naturaleza los dones espirituales, les dijo todos estaban distribuidos de modo que la iglesia fuera un solo cuerpo.

Porque as� como el cuerpo humano, aunque consta de muchos miembros, es un solo cuerpo, as� tambi�n lo es el cuerpo de Cristo, la verdadera iglesia cristiana, 1 Corintios 12:12 . sean jud�os o gentiles, esclavos o libres, al ser bautizados en un solo Esp�ritu, se forman en un solo cuerpo o sociedad, 1 Corintios 12:13 .

Habiendo comparado as� la iglesia con el cuerpo humano, el Ap�stol prosigui� con la alegor�a, al observar que, dado que el cuerpo humano no consta de un miembro, sino de muchos, 1 Corintios 12:14 . No soy la mano, no soy parte del cuerpo, �no es por eso un miembro del cuerpo y libre de hacer su funci�n en el cuerpo? 1 Corintios 12:15 . � Y si dijere el o�do, porque no soy ojo, etc. ver.

16. � Si todo el cuerpo fuera ojo, �d�nde estar�a el o�do? y si todo fuera o�do, �d�nde estar�a el olfato? 1 Corintios 12:17 . Lo que quiere decir es que los miembros inferiores no deben declinar sus funciones particulares, porque no son los superiores. Pero ahora, dice, Dios ha asignado a cada uno de los miembros su propio lugar y oficio en el cuerpo, porque si todos si fuera un miembro, no habr�a un cuerpo, 1 Corintios 12:18 . � Considerando que, por la uni�n de muchos miembros, se forma un cuerpo, para cuya existencia es necesario el servicio de todos los miembros, 1 Corintios 12:20 � Para que ning�n miembro pueda decirle a otro: No te necesito, 1 Corintios 12:21. � No, los miembros que parecen ser m�s d�biles, son m�s necesarios para la preservaci�n del cuerpo que incluso los que son m�s fuertes y activos, 1 Corintios 12:22 . � Lo mismo puede decirse de aquellos miembros que pensamos d�bil y menos honorable; por lo cual nos esforzamos al m�ximo para protegerlos y adornarlos, 1 Corintios 12:23 . Pero nuestros hermosos miembros, siendo fuertes, no necesitan protecci�n ni ornamentos. Adem�s, Dios ha entrelazado el cuerpo por medio de de estos miembros d�biles y desagradables a los que ha otorgado mayor honor, por su mayor eficacia para nutrir y preservar el cuerpo, 1 Corintios 12:24 . Que no haya mot�n en el cuerpo, sino que todos los miembros puedan ansiosamente cuidarnos unos a otros, 1 Corintios 12:25 . � De modo que cuando alg�n miembro est� enfermo o discapacitado, los dem�s sufren con �l. O si alg�n miembro est� debidamente vestido, defendido y complacido, el resto participa de su gozo, 1 Corintios 12:26 .

La aplicaci�n de esta hermosa alegor�a que el Ap�stol hizo en pocas palabras, al decirles a los creyentes entre los corintios, que, en su capacidad colectiva, ellos, con los dem�s creyentes, eran el cuerpo de Cristo; y que cada uno de ellos era un miembro particular de ese cuerpo, 1 Corintios 12:27. � Por tanto, de lo que hab�a dicho acerca del cuerpo humano y sus miembros, se siguieron tres cosas, aunque no las mencion�: �Primero, que aquellos de los corintios que estaban desprovistos de los dones espirituales, o cuyos dones eran del tipo inferior, no deb�an por ese motivo considerarse miembros de la iglesia, ni rechazar malhumoradamente los cargos de su posici�n. Tampoco deb�an envidiar a los que ocupaban puestos m�s altos, o que pose�an los mejores dones, sino que deb�an estar contentos con su propio lugar y oficio en la iglesia, por humilde que fuera. pose�an los dones m�s excelentes y estaban colocados en posiciones superiores, o quienes estaban en el vigor de la vida, no deb�an despreciar a aquellos cuyos dones eran menos excelentes y cuyas posiciones eran inferiores.

Tampoco deb�an pensar en aquellos in�tiles que, incapacitados por la enfermedad o debilitados por la edad, no pod�an desempe�ar cargos activos en la iglesia como antes. Por sus virtudes pasivas de paciencia y resignaci�n, y voluntad de dejar el mundo, todav�a eran necesarios para la perfecci�n del cuerpo o de la iglesia, como ejemplos y directores para los miembros m�s j�venes de la iglesia. En tercer lugar, que los verdaderos cristianos son todos miembros el uno del otro, deben tener el mayor amor y cuidado el uno por el otro, especialmente cuando est�n angustiados, debido a la pobreza, la enfermedad o la vejez. En una palabra, todos estaban obligados a promover el bienestar de los dem�s en cada ocasi�n.

Con respecto a la precedencia reclamada por los hombres espirituales, debido a la comparativa excelencia de sus dones, el ap�stol les dijo a los corintios que Dios hab�a colocado a los hombres espirituales en la iglesia en el siguiente orden: Primero, ap�stoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, profesores; despu�s de ellos, los que comunicaron poderes espirituales a otros; luego los que pose�an el don de curar enfermedades; ayudantes; directores; por �ltimo, los que hablaban lenguas extranjeras y las que interpretaban en lenguas extranjeras lo que hablaban otros. Y al clasificar as� a los hombres espirituales en su orden apropiado, estableci� la precedencia de cada uno, 1 Corintios 12:28. � Al mismo tiempo, para extinguir en la mente de los hombres espirituales toda envidia y poner fin a sus luchas, les dijo, ya no era posible hacer a todos los miembros de la iglesia ap�stoles o profetas, o profesores, etc. que hacer de todos los miembros del cuerpo humano un ojo o un o�do, etc. 1 Corintios 12:29 . � Porque en cualquier caso no habr�a cuerpo.

Versículo 1

1 Corintios 12:1 .-Los Corintios parecen haber preguntado de St. Paul, qu� orden de precedencia y de preferencia los hombres iban a tener con respecto a sus dones espirituales; es m�s, si podemos adivinar por su respuesta, la pregunta que parecen haber propuesto m�s particularmente fue si los que ten�an el don de lenguas no deb�an tener lugar y hablar primero y ser los primeros en ser escuchados en sus reuniones. Con respecto a esto, parece haber habido alguna contienda, difamaci�n y desorden entre ellos, como puede verse en1 Corintios 12:21; 1 Corintios 13:4 1 Corintios 14:40. A esto responde San Pablo en 1 Corintios 12-14. Primero,que todos hab�an sido id�latras paganos y, por tanto, al ser negacionistas de Cristo, ninguno de ellos estaba en ese estado espiritual; pero que ahora, siendo cristianos, y reconociendo que Jes�s es el Se�or, en un sentido experimental, (lo cual no se podr�a hacer sin el Esp�ritu de Dios) todos eran ???????????, espirituales, por lo que no hab�a raz�n para que uno subestimara a otro. ; como si no fuera tan espiritual como �l mismo, 1 Corintios 12:1 .

En segundo lugar, que aunque hay una diversidad de dones, todos son por el mismo Esp�ritu; del mismo Se�or y del mismo Dios; trabaj�ndolos todos en cada uno seg�n su benepl�cito: para que tambi�n en este respecto no haya diferencia ni precedencia; ninguna ocasi�n para que alguien se envanezca o afecte la prioridad a causa de sus dones, 1 Corintios 12:4 . En tercer lugar, que la diversidad de dones es sobreel uso y beneficio de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, en la que los miembros, como en el cuerpo natural, de m�s malofunciones, son tantas partes, y tan necesarias en su uso para el bien del todo, y por lo tanto deben ser honradas tanto como cualquier otra. La uni�n que tienen como miembros en un mismo cuerpo, debe hacer que todos compartan por igual el bien y el mal de los dem�s; debe darles una estima mutua y preocuparse unos por otros; y no debe dejar lugar para contiendas o divisiones entre ellos acerca de sus dones, o el honor y el lugar que les corresponde por ese motivo, 1 Corintios 12:12 .

En cuarto lugar, que aunque los dones tienen su excelencia y uso, y quienes los tienen pueden ser celosos en el uso de ellos, sin embargo, la manera verdadera y segura de que un hombre se destaque y sea preferido por encima de los dem�s es, agrand�ndolo en el amor cristiano, y sobresaliendo en eso, sin lo cual el cristiano. , con todos sus dones espirituales, no es nada, cap. 13. En quinto lugar, en la comparaci�n de los dones espirituales, da a aquellos la precedencia que m�s edifica , y en particular prefiere profetizar a las lenguas. Ver cap. 14.

Sobre los dones espirituales. - El Sr. Locke dar�a esto, en cuanto a hombres espirituales, o hombres asistidos y movidos por el Esp�ritu; y estamos justificados, dice, en esta versi�n, por un uso similar de la palabra en varios lugares de las ep�stolas de San Pablo; como cap. 1 Corintios 2:15 y1 Corintios 14:37 de esta ep�stola, yG�latas 6:1 . Y el contexto nos obliga a comprenderlo; porque si lo vamos a tener dones malos ,y no personas, el sentido y la coherencia de los tres primeros vers�culos ser�n muy dif�ciles de entender. Adem�s, hay suficiente evidencia, en varias partes, de que el tema del discurso de San Pablo aqu� es, ???????????, "personas dotadas de dones espirituales", que compiten por la precedencia, en consideraci�n a sus dones; (ver 1 Corintios 12:13 .) y a qu� m�s dice, cap.

1 Corintios 14:5 . �Mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas? Otros, sin embargo, suponen que si el segundo y tercer vers�culo se leen entre par�ntesis, la conexi�n del primero con el cuarto vers�culo probar� que la adici�n de dones es muy apropiada. La iglesia de Corinto estaba locamente exaltada por el orgullo espiritual, que San Pablo se esforz� por mortificar y humillar; y, al aplicar su remedio, comienza contando las diversas gracias, de cuyo m�rito hab�an abusado por la indulgencia de este temperamento infeliz. Vea a Locke y Doddridge.

Versículo 3

Ning�n hombre, hablando por el Esp�ritu, llama a Jes�s anatema. "Ning�n hombre inspirado por el Esp�ritu de Dios puede hablar mal de Jes�s; y nadie viene a �l y lo reconoce de coraz�n como su Se�or, a menos que Dios lo atraiga. por su Esp�ritu ", que est� dispuesto a hacer por todos. Algunos piensan que estas palabras se refieren en general a las pruebas puestas a los cristianos por sus perseguidores, que no s�lo deben negar, sino tambi�n blasfemar a Cristo; otros piensan que se refieren m�s bien a los jud�os, quienes, mientras blasfemaban contra Cristo mismos, y se esforzaban por extorsionarlos de Cristo. sus disc�pulos, fingieron los dones del Esp�ritu y se comprometieron a expulsar demonios. Por tanto, esta precauci�n podr�a resultar muy �til. Ver 1 Juan 4:1 .

St. Chrysostom well observes, that the phrase of saying that Jesus is the Lord, or the Messiah, must be supposed to proceed from true faith in him; and the expression is used to import a man's being a true Christian, because such strong temptations lay against professing Christ under that character, that they who maintained this doctrine must have been true believers, though there might have been a few exceptions. This seems as plain a proof as could be desired, that true faith is the work of the Spirit of God upon the heart. See Owen on the Spirit, p. 3 and Doddridge's third Letter to the Author of Christianity not founded on Argument, p. 34. &c.

Versículo 5

Diferencias de administraciones.� Diversidad de oficinas. Estos cargos se calculan, 1 Corintios 12:28 , etc. El llamarlos administraciones u oficios era una manera amable de recordarles a los corintios el gran dise�o de estos dones; y as�, de reprender a quienes los pervirtieron con prop�sitos contrarios. Ver Doddridge y Benson.

Versículo 6

De las operaciones. Lo que eran, lo aprendemos en 1 Corintios 12:8 . Se les llama muy propiamente ??????????, en funcionamiento, porque eran sobre todo poder humano. Los hombres por s� mismos no pod�an hacer ninguna de ellas; pero fue Dios, como nos dice aqu� el Ap�stol, quien, en estos extraordinarios dones del Esp�ritu Santo, hizo todo lo que se hizo: fue el efecto de su operaci�n inmediata, como dice S.

Pablo nos asegura en ese lugar paralelo, Filipenses 2:13 en cuyo cap�tulo, 1 Corintios 12:3 ; 1 Corintios 12:14 encontramos que los filipenses necesitaban un poco el mismo consejo que San Pablo presiona aqu� ampliamente sobre los corintios.

Versículo 7

Pero ... o ahora.

Versículo 8

La palabra de sabidur�a. Lord Barrington, el Dr. Benson y muchos otros entienden por la palabra de sabidur�a ese extenso plan del cristianismo que fue revelado a los ap�stoles por el Esp�ritu Santo; y por la palabra de conocimiento, una extraordinaria habilidad para comprender y explicar el Antiguo Testamento, y especialmente sus profec�as. Ver Miscel�nea. Sacr.ensayo 1: p�g. 39 y Propagation of Christianity de Benson, vol. 1: p�g. 40. & c. donde el lector encontrar� un detalle grande y minucioso de estos dones espirituales: respecto a lo cual podemos observar, con un expositor franco, que hay, quiz�s, pocos textos en el Nuevo Testamento m�s dif�ciles que algunos en este y el cap�tulo 14, que relacionan a los dones extraordinarios de la iglesia, que en ese momento eran tan conocidos que no necesitaban explicaci�n; y es un noble ejemplo de la genuina sencillez y modestia del Ap�stol, que no se explay� sobre un tema tan grandioso con un desfile innecesario.

Versículo 9

Fe por el mismo Esp�ritu.� En el cap�tulo siguiente, donde se mencionan nuevamente estos dones, el Ap�stol explica la naturaleza de la fe que aqu� se cuenta entre los dones del Esp�ritu, llam�ndola una fe que podr�a trasladar monta�as, o tal fe. como fue asistido por un poder de control de la naturaleza; Aludiendo a esa falta de fe con la que Jes�s reprende a sus disc�pulos, donde dice: "Si tuviereis fe como un grano de mostaza, dir�is a este monte: Vete de aqu� a otro lugar, y se mover�". Mateo 17:20 . Los dos siguientes dones, de curaci�n y obrar milagros, 1 Corintios 12:10 son dos especies del g�nero anterior. por la curaci�nEs decir, esa asistencia saludable administrada a los enfermos, en un oficio solemne de la iglesia, como lo indica San Santiago 5:14 .

�Est� alguno enfermo entre vosotros? Que llame a los ancianos de la iglesia y oren por �l, ungi�ndole con aceite en el nombre del Se�or; y la oraci�n de fe, es decir, la fe mencionada antes, salvar� a los enfermos, etc. Por obrar milagros se entiende un uso m�s extempor�neo del mismo poder, aunque menos confinado en sus objetos. Los dones de sanidad, ????????? ???????, expresan propiamente los dones que pertenecen a la iglesia como tal; y el obrar milagros ?????????? ????????, implica virtud que reside en el individuo o agente particular o que se le da inmediatamente. Adem�s, podemos observar que los dones de curaci�n eran un grado menor de poder milagroso que elobra de milagros, y se insin�a expresamente que as� es, 1 Corintios 12:28 .

Versículo 10

Profetizar.� Esto significa claramente, prediciendo la suerte futura de la iglesia, para el consuelo y edificaci�n de la asamblea, como lo expresa San Pablo, cap. 1 Corintios 14:3 y los efectos que generalmente acompa�an al acto de profetizar en poco tiempo asumieron su nombre. Pero el sentido apropiado de la profec�a, y aquello en lo que aqu� debe entenderse, es el de predecir lo que vendr�. Ver Romanos 12:6 . El siguiente don es el discernimiento de los esp�ritus. La reputaci�n que acompa�a al ejercicio de estas extraordinarias dotes ser�a una fuerte tentaci�n para los impostores de imitar y desmentir sus poderes, como vemos que fue en el caso de Sim�n el mago.

Por lo tanto, complaci� graciosamente al Esp�ritu Santo, en medio de la abundancia de estos dones, otorgar uno, cuya propiedad era poner a prueba a todos los dem�s, por la virtud que ten�a el poseedor de distinguir entre inspiraci�n verdadera y falsa, donde la ambig�edad accidental, o la impostura intencionada, hab�an hecho que el asunto fuera dudoso o sospechoso. V�ase Barrington, Benson y el cap. 1 Corintios 14:28 .

Versículo 11

Pero todo esto obra, etc.� Pero un solo y mismo Esp�ritu efect�a todas estas cosas, distribuy�ndolas a cada hombre en particular, seg�n su voluntad. Heylin.

Versículo 13

Porque por un solo Esp�ritu, etc.� "Porque todos nosotros, que estamos dotados de los dones y las gracias de un solo y mismo Esp�ritu, ( 1 Corintios 12:11 .) 1 Corintios 12:11 as� incorporados en un cuerpo espiritual, seg�n lo que fue significado por nuestro ser bautizados con agua, y que sin ninguna preferencia de unos a otros, ya seamos creyentes jud�os o gentiles , y cualquiera que sea nuestra posici�n civil en el mundo, ya sea la de amos, o sirvientes, y esclavos: porque todos somos uno en Cristo Jes�s, igualmente titulares de todos los privilegios y beneficios de su iglesia, como simiente de Abraham, y herederos seg�n la promesa ( G�latas 3:28.) Y todos hemos sido nutridos y refrescados por nuevas participaciones de ese �nico Esp�ritu divino, que nos vigoriza, fortalece y conforta, y nos hace ser un solo coraz�n y alma en las cosas que pertenecen a Dios, de acuerdo con lo que significa nuestra comuni�n visible con Cristo, y entre nosotros, como un solo cuerpo, al beber de la copa de bendici�n en la cena del Se�or ". V�ase el cap. 1 Corintios 10:16 .

Versículo 15

Por tanto, �no es del cuerpo? No es por eso que no es parte del cuerpo. Bengelius y Wetstein.

Versículo 17

Si todo el cuerpo fuera un ojo. El Ap�stol con esto probablemente intenta insinuar que si no hubiera otros dones en la iglesia que los que tanto ensalzaron en algunos de sus maestros, ser�a una gran desventaja para el cuerpo. . Ver Doddridge y Benson.

Versículo 22

Es m�s, mucho m�s esos miembros, etc. Algunos piensan que en las palabras que parecen m�s d�biles, San Pablo se refiere a los cerebros e intestinos, que son muy sensibles y propensos a muchos trastornos. Otros lo entienden de las partes menos musculares, venas, arterias y otros canales diminutos en el cuerpo, la menor obstrucci�n en algunos de los cuales ser�a fatal.

Si m�s d�bil se puede poner por menos noble, sugiere un sentido muy obvio e importante, relacionado con los canales que la naturaleza ha proporcionado para deshacerse de las heces, que, por deshonrosas que parezcan, son tan necesarias, que si se obstruyen, debe sobrevenir un tormento intenso y una muerte inevitable. Doddridge.

Versículo 23

Lo que pensamos que es menos honorable. Parece como si hubiera dicho: "El rostro, en el que est� particularmente estampada la imagen de Dios, lo dejamos al descubierto; pero en cuanto a aquellas partes que la decencia o la costumbre nos ense�an a ocultar, idear no s�lo cubrir, sino tambi�n, en la medida de lo posible, para adornar cubriendo. " La fuerza del original en la siguiente cl�usula es: Estos est�n rodeados de un honor m�s abundante. Ver Doddridge y Elsner.

Versículo 27

Ahora sois el cuerpo de Cristo. El Dr. Heylin traduce esto: As� sois el cuerpo de Cristo; siendo cada uno un miembro particular, que Dios ha puesto en la iglesia; ( 1 Corintios 12:28 .) Como, primero, ap�stoles, etc. Otros lo leen: Vosotros sois de alguna manera el cuerpo y los miembros de Cristo �aliquatenus� en parte, no, como nuestra versi�n, en particular. Ver Castalio.

Versículo 28

Dios ha puesto a algunos, etc.� "As� como Dios ha colocado a algunos miembros en posiciones m�s eminentes en el cuerpo, as� tambi�n a algunos cristianos en la iglesia. �l ha colocado en el primer rango a los Ap�stoles, quienes son honrados con un oficio de la m�s alta distinci�n. , y dotados de dotes peculiares a ellos mismos. En el segundo lugar est�n los profetas clasificados , cuya tarea es predecir eventos futuros, o hablar por interpretaci�n inmediata, para la edificaci�n de la iglesia. En el tercer lugar, los maestros de una clase m�s ordinaria ; luego aquellos que son dotados, en alguna ocasi�n particular, con poderes milagrosos; luego los dones de curaci�nenfermedades, ungiendo a los enfermos con aceite y orando por su recuperaci�n. Adem�s de �stos, ha dotado a algunos de una actividad y sagacidad tan extraordinarias, que pueden ser aptos para ayudar en la gesti�n de organizaciones ben�ficas; otros est�n calificados por su prudencia para ser nombrados para los gobiernos, para que , con su asesoramiento, los asuntos de las sociedades puedan ser dirigidos y dirigidos. llevado a cabo de la manera m�s segura y feliz.

Tambi�n hay operaciones maravillosas, mediante las cuales a los hombres se les ense�an diferentes tipos de lenguas, que nunca hab�an aprendido por ning�n m�todo humano. "Monsieur Amyraut opina que las personas podr�an poseer muchos de estos dones y sostener varios de estos caracteres, que s� lo hicieron. no ocupar puestos distintos establecidos; y podr�an ser llamados ayudantes, en referencia a su gran destreza y disposici�n para ayudar a los que estaban en peligro; y los gobiernos, en lo que respecta a ese genio para los negocios, sagacidad para juzgar las circunstancias de los asuntos, y autoridad natural en los consejos y las resoluciones de las sociedades, que los hac�an aptos para presidir en tales ocasiones (v�ase Doddridge, Barrington, Benson y Markland).

Versículo 29

�Son todos ap�stoles? Parece que este temperamento odioso no fue extirpado de entre los corintios, ni siquiera por esta justa y animada protesta: porque Clemens Romano, escribi�ndoles muchos a�os despu�s, se queja de su persistente prevalencia, que los lleva a descuidar la debida consideraci�n por aquellos presb�teros que fueron fijados por la direcci�n divina entre ellos, y echarlos de su oficio episcopal. Vea su ep�stola a los Corintios, secta. 44.

Versículo 31

Pero codicien fervientemente los mejores dones. Pero ustedes contienden fervientemente por los mejores dones. "Luch�is unos con otros cuyo don particular es el mejor y el m�s preferible; pero os mostrar� un camino m�s excelente, a saber, la buena voluntad mutua, el afecto y la caridad"; o, en una palabra, AMOR. Que este es el significado del Ap�stol es claro, en que hab�a una emulaci�n entre ellos y una lucha por la precedencia, debido a los varios dones que ten�an, lo que hizo que en sus asambleas desearan ser escuchados primero. �sta era la falta que el Ap�stol estaba corrigiendo aqu�, y no es probable que los exhortara a todos promiscuamente a buscar los principales y m�s eminentes dones, al final de un discurso que les hab�a estado demostrando, con el ejemplo de la humanidad. cuerpo, que deber�a haberdiversidad de dones y funciones en la iglesia; pero que no deber�a haber cisma, emulaci�n o contienda entre ellos a causa del ejercicio de esos dones; que todos eran �tiles en su lugar, y ning�n miembro pod�a ser menos honrado o valorado por el don que ten�a, aunque no fuera uno de los primeros.

Y en este sentido la palabra ?????? se toma en el cap�tulo siguiente, 1 Corintios 12:4 donde San Pablo, siguiendo el mismo argumento, los exhorta al amor mutuo, la buena voluntad, el afecto y la caridad, que les asegura que es preferible. a cualquier regalo cualquiera. Adem�s, �con qu� prop�sito deber�a exhortarlos a codiciar fervientemente los mejores dones, cuando la obtenci�n de tal o cual don no resid�a en absoluto en sus deseos o esfuerzos, habi�ndoles dicho el Ap�stol poco antes, 1 Corintios 12:11 que el El Esp�ritu reparte esos dones a cada hombre por separado, seg�n su voluntad, � y aquellos a quienes escribi� ya ten�an su asignaci�n? �Podr�a razonablemente, de acuerdo con su propia doctrina en este mismo cap�tulo, pedir al pie codiciar que sea elmano, o la oreja para ser el ojo. Recordemos, por tanto, para rectificar esto, que San Pablo dice, 1 Corintios 12:17 de este cap�tulo, Si todo el cuerpo fuera ojo, �d�nde estar�a el o�do, etc.? Este gran escritor no est� acostumbrado a cruzar su propio dise�o, ni a contradecir su propio razonamiento.

Inferencias.� Reconocemos con gratitud tu bondad, Soberano Dispositor de todos los Eventos, que no hemos sido conducidos, seg�n el ejemplo de nuestros antepasados ??paganos, a la vana adoraci�n de �dolos mudos, est�pidos ; pero se nos ha ense�ado desde nuestra infancia a adorar al Jehov� viviente. Que podamos, de la manera m�s solemne y coherente, decir que Jes�s es el Se�or; y mientras nuestras acciones hablan de nuestro respeto a �l como tal, que parezca que todos nuestros corazones est�n bajo las influencias del Esp�ritu de Dios, por el cual los hombres son llevados a ese genio divino, 1 Corintios 12:2 .

Con frecuencia deber�amos reflexionar sobre esas gloriosas declaraciones, que fueron dadas a la verdad de nuestra santa religi�n, por esa diversidad de dones y operaciones, con las que sus primeros maestros fueron adornados y adornados; recibir agradecido su testimonio, y as� sellar nuestro sello de que Dios es verdadero. Una mirada a ese gran designio, en el que se centran todas estas cosas maravillosas, deber�a comprometernos a estudiar cada vez m�s una uni�n de coraz�n con todos los que en todo lugar invocan el nombre del Se�or Jesucristo.

En �l se unen griegos y b�rbaros, esclavos y libres; por tanto, todos deben buscar un�nimemente su gloria; y mientras su nombre es blasfemado por los ignorantes y maliciosos, que no pueden soportar la pureza de la religi�n que �l ense�a, que sea as� defendido por nosotros, que al mismo tiempo sea ejemplificado y adornado, 1 Corintios 12:4 .

La sabidur�a y la bondad de Dios, tal como se manifiesta en la formaci�n del cuerpo humano, es un tema que bien merece nuestra atenta reflexi�n y humilde reconocimiento. Todas sus diversas partes son �tiles para el conjunto, y el m�s noble no puede reprochar al m�s mezquino como una carga. Cada uno tiene motivos para alegrarse de su propia situaci�n, as� como de la suma de todos los dem�s; y si el lugar m�s bajo se hiciera m�s alto de lo que es, se volver�a in�til y oneroso. La misma sabidur�a divina es visible, y debe ser reconocida, en la subordinaci�n designada en las sociedades civiles y en la Iglesia de Cristo.
�Que nadie, por tanto, se desanime en la baja posici�n en que est� fijado! antes bien, que todos est�n de acuerdo con la disposici�n sabia y llena de gracia del Se�or supremo y se dediquen a sus propias funciones.

Que cada miembro considere todo lo dem�s con placer, y regoc�jese con agradecimiento por la salud y el vigor de las otras partes, haciendo el uso apropiado de ellas y comunicando a cambio sus servicios apropiados; o, si alguno es d�bil, que todos lo fortalezcan. Y, en general, en la medida en que podamos prevenirlo, que no haya cisma en el cuerpo: �Ay! que deber�a haber tantas infracciones y contiendas. Si bien los lamentamos sinceramente, cada uno de nosotros, en su lugar, deber�a esforzarse por curarlos y unirnos en un cuidado compasivo el uno por el otro. As� que, en las consecuencias m�s remotas, consultaremos mejor nuestro propio inter�s y honor, 1 Corintios 12:15 .

Blessed be God, that he hath in his church given not only Apostles and prophets, but also pastors and teachers. Adored be that bounty with which he has scattered down his gifts, whether ordinary or extraordinary, on the children of men. May we use them, not to the purposes of ostentation, but of edification; and may we be truly desirous of those whereby we may bear most of the image of Christ, and best promote the great design for which he visited our world, and was pleased to unite his church unto himself, and its several members to each other, in such dear and invaluable bonds.

REFLEXIONES.� 1�. La iglesia de Corinto estaba muy enriquecida en dones espirituales, y �stos hab�an sido lamentablemente abusados, y constitu�an la ocasi�n de mucho orgullo y contenci�n. Por lo tanto, el Ap�stol los lleva a considerar el autor, la naturaleza, el dise�o y el uso de los poderes extraordinarios que les fueron otorgados.

1. Les recuerda, por su humillaci�n, su estado anterior. Sab�is que sois gentiles, llevados a estos �dolos mudos, as� como fuisteis llevados, apresurados con los ojos vendados para adorar estas piedras y cepos sin sentido. Por tanto, ahora que Dios os ha sacado de las tinieblas a su luz maravillosa, os hago saber que ning�n hombre que hable por el Esp�ritu de Dios llama anatema a Jes�s, prueba segura de que tanto los exorcistas jud�os como los adivinos paganos que pretenden ante tal inspiraci�n, blasfemen contra aquel de quien procede el Esp�ritu, son mentirosos, y de su padre el diablo; y, por otro lado, nadie puede decir que Jes�s es elCristo, pero por el Esp�ritu de Dios: para descubrir su suficiencia total para la obra de la redenci�n, y su idoneidad para cada necesidad de nuestra alma, necesitamos una iluminaci�n divina: y aunque podamos confesarle que es el Cristo con nuestros labios , nunca podremos conocer experimentalmente que �l es nuestro Salvador ungido, hasta que le plazca a Dios revelar a su Hijo en nosotros.

Y todos los milagros que se obran en la confirmaci�n de esta verdad, son por el poder del Esp�ritu Santo, que con ello tiene la intenci�n de glorificar a Cristo. Deje que un hombre finja lo que quiera; si no conoce ni ama al Se�or Jes�s, debe estar desprovisto del Esp�ritu; pero si lo hace, entonces, por bajos que sean sus dones, tiene un inter�s seguro en el Salvador.

2. Los dirige en el uso apropiado de los dones espirituales que disfrutaban. Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el mismo Esp�ritu, que los otorga en toda su variedad a cristianos privados o ministros; y hay diferencias de administraciones, de oficinas y de servicios, unas superiores a otras; pero el mismo Se�or designa a cada uno su empleo, y act�an bajo su autoridad. Y hay diversidad de operaciones y poderes milagrosos; pero es el mismo Se�or que obra todo en todos, por cuya poderosa energ�a solo se realizan. Pero a cada uno le es dada la manifestaci�n del Esp�ritu para provecho;cualesquiera que sean los dones o poderes que manifiestan la presencia y la energ�a del Esp�ritu Santo con los que est� investido, est�n dise�ados para promover la edificaci�n del cuerpo de Cristo y para promover su gloria. Porque a uno le es dada por el Esp�ritu palabra de sabidur�a, un claro entendimiento de las grandes doctrinas del Evangelio, y habilidad para expresarlas con juicio y elocuencia; a otro, la palabra de conocimiento por el mismo Esp�ritu, una comprensi�n de los tipos y profec�as del Antiguo Testamento, y una disposici�n para explicarlos y aplicarlos.

A otro, la fe por el mismo Esp�ritu, ese valor sobrenatural que Cristo prometi� infundir en sus disc�pulos, Mateo 10:19 . Lucas 21:15 con el prop�sito de capacitarlos para predicar el Evangelio, no solo en presencia de reyes y magistrados, sino ante los enemigos m�s enfurecidos; y tambi�n esa firme persuasi�n del poder y la veracidad de Dios, que llev� a muchos de los hombres espirituales, sin vacilar, a intentar obrar milagros, cuando sintieron el impulso interior de hacerlo. Ver Mateo 17:20 . 1 Corintios 13:2 . A otro los dones de sanar, por el mismo Esp�ritu, todo tipo de enfermedades corporales, por una palabra o toque instant�neamente. A otro, la obra de milagros,en misericordia o juicio, (Ver Hechos 5:10 .) Para otro, profetizar, o el poder de predecir eventos futuros; a otro, el discernimiento de los Esp�ritus, bajo qu� influencia, divina o diab�lica, act�an los hombres, cu�les son sus verdaderos designios y calificaciones, y qui�nes son aptos para ser empleados p�blicamente en la iglesia; a otro, diversas clases de lenguas, para comprender y hablar con fluidez idiomas que nunca hab�a aprendido; para otro, la interpretaci�n de lenguas, la capacidad de traducir con exactitud y propiedad una lengua extranjera, que la congregaci�n tal vez no entienda, a su propia lengua materna.

But all these worketh that one and the self-same Spirit, dividing to every man severally, as he will. Note; (1.) The Holy Ghost is a divine person; he acted with sovereignty in the distribution of his supernatural gifts; and in energy and operation is one with the Father and the Son. (2.) All our gifts are bestowed for service, not to advance our own honour and interest, but the glory of God and the salvation of men's souls.

2o, El Ap�stol representa la uni�n que subsiste entre creyentes genuinos, que participan de los diversos dones y gracias del Esp�ritu, bajo la semejanza de un cuerpo humano formado por muchos miembros: es uno, aunque compuesto de varias partes, que tienen cada uno su funci�n particular para el bien de todos. As� tambi�n es el cuerpo m�stico de Cristo:aunque consiste en diferentes personas, con diferentes dones y asignados a diferentes puestos, sin embargo, todos los que est�n vitalmente unidos a �l componen un solo cuerpo espiritual, en el cual todos, sean jud�os o gentiles, que han sido bautizados con agua y el Esp�ritu Santo, est�n incorporados por la fe, y son alimentados por ese �nico Esp�ritu divino que reside en toda su plenitud en Cristo, y de �l se difunde a trav�s de los varios miembros, que de ese modo mantienen la comuni�n con la exaltada Cabeza. Ahora bien, en el cuerpo natural, (1.) Cada miembro constituye una parte del todo, y los m�s humildes son necesarios: el pie y el o�do, aunque quiz�s menos �tiles que la mano y el ojo, son igualmente partes del cuerpo.

El creyente m�s humilde es querido por el Salvador, y �l lo considera como un miembro de su cuerpo. (2.) Hay una belleza en la variedad de los diferentes miembros: si el cuerpo fuera todo ojo o todo o�do, ser�a defectuoso y monstruoso. As�, la diversidad de oficios y dones en la iglesia muestra una hermosa simetr�a. (3.) Como en el cuerpo natural, Dios da, como le place, a cada miembro su propio oficio; as�, en el cuerpo m�stico, el Se�or asigna a cada uno su posici�n y le proporciona dones, que est� obligado a recibir con gratitud, a usar con diligencia, y no murmurar contra el Dador ni envidiar la superioridad de los dem�s. (4.) Cada miembro del cuerpo contribuye al bien del conjunto. El ojo quiere la mano, la cabeza los pies, hasta los miembros m�s d�biles son necesarios. As�, los que est�n en las posiciones m�s elevadas de la iglesia necesitan a los miembros inferiores y no deben despreciarlos como insignificantes o in�tiles. (5.) En el cuerpo mostramos especial atenci�n a nuestras partes desagradables, cubri�ndolas con ropa adecuada, que nuestras partes hermosas no necesitan; y as� lo ha ordenado Dios, que demos m�s honra a la parte que falta.

De la misma manera, los m�s eminentes en dones y habilidades de la iglesia deber�an ocultar las debilidades de sus hermanos m�s d�biles; no para reprocharlos ni despreciarlos, sino tratarlos con amabilidad y consideraci�n, y desear hacerlos aparecer de la manera m�s respetable. (6) En el cuerpo, el sufrimiento de un miembro da dolor al todo, y todos los miembros comparten el honor conferido a cualquier parte en particular: tal simpat�a mutua previene todo cisma en el cuerpo y obliga a los miembros a tener la mismo se preocupan unos por otros.El mismo sentimiento de compa�erismo deber�a tener todo cristiano por su hermano: deber�amos simpatizar tiernamente con los afligidos en cuerpo o alma; y su prosperidad temporal o espiritual, lejos de ser motivo de nuestra envidia, debe ser motivo de nuestro m�s sincero gozo. Toda frialdad y distancia es tan antinatural como un cisma entre los miembros, y debe evitarse como el mal m�s peligroso.

En tercer lugar, el Ap�stol aplica particularmente el caso que nos ocupa. Ahora sois el cuerpo m�stico de Cristo, y miembros en particular, siendo cada uno parte del todo. Y Dios, con infinita sabidur�a y con admirable propiedad, ha puesto a algunos en la iglesia en un oficio, ya otros en otro, designando a uno para un puesto m�s alto, otro para un puesto m�s bajo. En el primer rango est�n los Ap�stoles, quienes recibieron su comisi�n inmediatamente del mismo Cristo: en segundo lugar, los profetas, que est�n dotados del don de predecir los acontecimientos futuros; en tercer lugar, los maestros, que trabajan en la palabra y la doctrina, y son los ministros ordinarios de el Evangelio:despu�s de eso, milagros, de los que algunos est�n dotados con el poder de obrar; luego dones de curaci�n de los enfermos; ayudas, como los asistentes de los ministros superiores; gobiernos, los que presiden los asuntos de la iglesia; otros est�n dotados de diversidad de lenguas, la capacidad de hablarlas o interpretarlas.

�Todos son ap�stoles? �Son todos profetas? �Todos son profesores? �Son todos obradores de milagros? �Tienes todos los dones de la curaci�n? �Todos hablan con las lenguas? �Todos interpretan? No. Cada uno tiene su puesto designado y sus dones particulares; donde los m�s altos no deben ser envidiados, ni los m�s bajos deben ser despreciados. Pero codicia con sinceridad los mejores dones. Puede considerarse como un consejo suyo; o puede leerse como una afirmaci�n, ustedes codician los mejores dones, y desean culpablemente sobresalir en estos extraordinarios dones ; o como interrogatorio, �codici�is fervientemente los mejores dones? y envidiar los logros superiores de los dem�s? Sin embargo, os muestro un camino m�s excelente:un esp�ritu de amor, que impulsa a toda buena palabra y obra para la gloria de Dios y el beneficio de las almas de los hombres, es mucho mejor y m�s deseable que los dones m�s brillantes. Nota; (1.) Los dones, cuando se valoran por la estima que nos procuran, m�s que por su uso para las almas de los hombres, resultan las trampas m�s fatales para el alma. (2.) Una chispa de caridad divina, o amor genuino, es infinitamente preferible a todo el resplandor de los t�tulos o habilidades m�s eminentes.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Corinthians 12". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-corinthians-12.html. 1801-1803.
 
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