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Bible Commentaries
1 Corintios 13

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

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Introducción

Todos los dones, por excelentes que sean, no valen nada sin amor; sus alabanzas, y preferencia a la fe y la esperanza.

Anno Domini 57.

PARA QUE los corintios pudieran ser persuadidos de dejar a un lado sus emulaciones y contiendas, y estar contentos cada uno con sus propios dones y su oficio en la iglesia, el Ap�stol, despu�s de hablar acerca de los hombres espirituales y sus dones, dijo a los hermanos que sin duda todos ellos deseaba fervientemente poseer los mejores dones. Sin embargo, les mostrar�a una forma m�s excelente de alcanzar la eminencia en la iglesia; es decir, adquiriendo una mayor medida de ese amor, que debe subsistir entre los miembros del cuerpo de Cristo, cap. 1 Corintios 12:31 . �Ese vers�culo, por lo tanto, siendo una introducci�n al hermoso discurso del Ap�stol sobre el amor, contenido en el presente cap�tulo, deber�a haber sido colocado al principio del mismo.

La forma m�s excelente de alcanzar la eminencia en la iglesia es la del amor, el Ap�stol, al personificar esta virtud divina y atribuirle las cualidades y acciones de una persona, ha expuesto sus bellezas y excelencias con los colores m�s brillantes, que los contenciosos entre los corintios, al compararse con su descripci�n, podr�an ser sensibles a la deformidad de su propio temperamento, tal como aparec�a en sus divisiones, emulaciones y contiendas. excelente que la facultad de hablar todo tipo de idiomas, de predecir eventos futuros, de comprender los misterios contenidos en las antiguas revelaciones y de realizar milagros; en resumen, m�s excelente que todas las dotes que los hombres m�s codician.

La raz�n es que ninguna de estas dotes tiene valor, si falta amor en las personas que las poseen, para dirigirlas en el uso de ellas. Es una virtud m�s excelente que incluso dar todos los bienes para alimentar a los pobres; m�s a�n, que dar el cuerpo para ser quemado por su religi�n, si estas cosas no se hacen por amor a Dios y al hombre, sino por vanagloria; o, m�s bien, la limosna y el celo, sin este principio de amor, no son virtudes en absoluto: porque, por muy beneficiosas que estas acciones puedan ser para la humanidad, no ser�n de ninguna ventaja real para el mismo hip�crita vano glorioso, 1 Corintios 13:1 .

Adem�s, a�n m�s eficazmente para mostrar la excelencia de esta noble gracia, el Ap�stol describi� su influencia sobre el temperamento y la conducta de la persona que la posee, 1 Corintios 13:4 . - y compar�ndola con los dones de lenguas, de la profec�a y del conocimiento, y aun con sus gracias hermanas, la fe y la esperanza, lo ha mostrado ser m�s excelente que todos ellos; principalmente porque su existencia y utilidad tienen lugar �nicamente en la vida presente, mientras que el amor subsistir� en el Cielo, 1 Corintios 13:8 .

En este elogio, se observa que todas las propiedades del amor mencionadas por el Ap�stol, pertenecen m�s especialmente al amor al pr�jimo; a menos que supongamos, con algunos, que las tres propiedades mencionadas, 1 Corintios 13:7 pertenecen tambi�n al amor de Dios. Sin embargo, aunque el conjunto se limita al amor al pr�jimo, no se sigue que el Ap�stol haya excluido el amor de Dios de su idea del amor: al contrario, todos los ejercicios de amor que tan bellamente ha descrito, suponga que el amor de Dios es su verdadero principio; porque es bien sabido que no podemos amar correctamente al hombre si no amamos tambi�n a Dios, 1 Juan 4:20 .

Versículo 1

Aunque hablo, etc., san Pablo, habiendo dicho a los corintios, en las �ltimas palabras del cap�tulo anterior, que les mostrar�a un camino m�s excelente que la producci�n emulosa de sus dones en la asamblea, les informa en el presente. cap�tulo admirable, que este camino m�s excelente es el amor, que �l explica ampliamente. La palabra '????? ciertamente se traduce caridad de manera muy incorrecta; por estar en nuestro idioma casi confinado al sentido de dar limosna, ha llevado a muchos a cometer graves errores sobre este tema. El original debe tomarse aqu� en el sentido m�s noble, por "tal amor a toda la iglesia y al mundo entero, que surge de los principios de la verdadera piedad, y en �ltima instancia se centra en ese Dios que esamor ". V�ase 1 Corintios 13:3 .

Como un platillo estaba hecho de dos piezas de lat�n hueco, que al golpearse juntas produc�an un tintineo con muy poca variedad de sonido, San Pablo eligi� como ejemplo en este, en lugar de un arpa o flauta, o cualquier otro instrumento m�s armonioso. Se desprende de muchos pasajes, tanto de Josefo como de los rabiosos jud�os, que cada una de las cosas de las que San Pablo habla en este y en los siguientes vers�culos como absolutamente in�tiles sin amor, fue considerada en el m�s alto grado por los jud�os.

Versículo 2

Todos los misterios y todo conocimiento: cualquier predicci�n relacionada con nuestro Salvador o su doctrina, o los tiempos del Evangelio contenidos en el Antiguo Testamento, en tipos o expresiones figurativas y oscuras, no comprendidas antes de su venida, y luego reveladas a los mundo, San Pablo llama misterios, dice el Sr. Locke, como puede verse en todos sus escritos; de modo que misterio y conocimiento son t�rminos usados ??aqu� para significar las verdades concernientes a Cristo por venir, contenidas en el Antiguo Testamento; y profetizar, la comprensi�n de los tipos y profec�as que contienen esas verdades para poder explic�rselas a otros.

Ver en el cap. 1 Corintios 12:8 . Por fe remover monta�as, o hacer lo que es imposible, excepto por un milagro, debe entenderse la fe milagrosa de la que se habla cap. 1 Corintios 12:9 y como aqu� se supone que esta fe podr�a de hecho estar separada del amor, no puede significar lo mismo que en la Ep�stola a los Romanos, donde es "tal asentimiento a una declaraci�n divina, que produce un adecuado temperamento y conducta ".

Versículo 4

La caridad es sufrida. Aqu� el Ap�stol procede a darnos diecis�is caracteres de amor divino; �Con lo cual, si la br�jula de nuestro trabajo lo permitiera, valdr�a la pena expandirnos. Primero, el amor es sufrido, es sufrido o paciente para con todos los hombres: sufre todas las debilidades, ignorancia, errores, flaquezas, toda la franqueza y la peque�ez de la fe en los hijos de Dios; toda la malicia y la maldad de los ni�os del mundo - alimentar a nuestro enemigo cuando tiene hambre; si tiene sed, a�n d�ndole de beber: as� continuamente amontonando carbones de fuego, de amor que se derrite, sobre su cabeza; y en cada paso esforz�ndose por vencer el mal con el bien. Segundo, esamable, - ???????????, - una palabra que no se traduce f�cilmente: �Es suave, apacible, benigna; se encuentra a la mayor distancia de la mal humor, de toda dureza o amargura de esp�ritu; e inspira al que sufre a la vez con la dulzura m�s amable y el afecto m�s ferviente y tierno.

En consecuencia, amor; En tercer lugar, no tiene envidia: �Es imposible que deba; es directamente opuesto a ese mal genio; No puede ser que aquel que tiene este tierno afecto por todos, que desea fervientemente todas las bendiciones temporales y espirituales, todas las cosas buenas de este mundo y del mundo venidero, a cada alma que Dios ha hecho, se sienta afligido por conceder alg�n bien. regalo en cualquier hijo del hombre. Si �l mismo ha recibido lo mismo, no se aflige, sino que se regocija de que otro participe del beneficio com�n. Si no lo ha hecho, bendice a Dios porque su hermano, al menos, tiene, y es m�s feliz que �l; y cuanto mayor es su amor, m�s se regocija en las bendiciones de toda la humanidad; cuanto m�s se aleja de toda clase y grado de envidia hacia cualquier criatura. Cuarto,El amor no se jacta de s� mismo, - ?? ????????????, - no es precipitado ni precipitado al juzgar: no condenar� apresuradamente a nadie; no dicta una sentencia severa sobre una visi�n leve o repentina de las cosas; primero sopesa todas las pruebas, en particular las que se presentan a favor del acusado.

Un verdadero amante del pr�jimo no es como la generalidad de los hombres, que ven poco, presumen mucho y, por tanto, se lanzan a la conclusi�n. No: procede con cautela y circunspecci�n, prestando atenci�n a cada paso, suscribiendo voluntariamente esa regla de los antiguos paganos "Estoy tan lejos de creer a la ligera lo que un hombre dice contra otro, que no puedo creer f�cilmente lo que un hombre dice contra s� mismo. ; Siempre le permitir� que lo piense mejor, y muchas veces tambi�n le aconsejar� ". En quinto lugar, el amor no se envanece; no inclina ni permite que ning�n hombre piense m�s en s� mismo de lo que deber�a pensar, sino m�s bien a pensar con sobriedad; s�, humilla el alma al polvo; destruye toda alta vanidad que engendra orgullo y nos hace regocijarnos de ser como nada. Ellos que sonamados los unos a los otros con amor fraternal, no pueden sino preferirse en honor unos a otros. Aquellos que, teniendo el mismo amor, son un�nimes, con humildad de esp�ritu estiman a los dem�s mejores que ellos mismos. V�ase Wesley, Stanhope, Clarke y Bengelius.

Versículo 5

No se comporta indecorosamente. Este es el sexto car�cter e implica que el amor no es grosero ni voluntariamente ofensivo para nadie. Rinde a todos lo que les corresponde; miedo a quien temer, honor a quien honrar;cortes�a, civismo, humanidad, a todo el mundo, en sus diversos grados honrando a todos los hombres. La buena educaci�n, es m�s, el grado m�s alto de ella, la cortes�a, se define como "un deseo continuo de agradar, que aparece en todos los comportamientos"; Si es as�, no hay nadie tan bien educado como el cristiano, un amante de toda la humanidad; porque no puede sino desear agradar a todos por su bien para la edificaci�n: y estos deseos no pueden ocultarse; necesariamente aparecer�n en todas sus relaciones con el hombre; porque su amor no tiene disimulo: se manifestar� en toda su conversaci�n y sus acciones; s�, y lo obligar�, aunque sin enga�o, a ser todo para todos, si es que puede salvar a algunos. Y al hacerse todo para todos, el amor, s�ptimo, no busca lo suyo:Al esforzarse por complacer a todos los hombres, el amante de la humanidad no tiene un ojo inmediato en su propia ventaja temporal: no codicia la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie; no desea nada m�s que la salvaci�n de sus almas; es m�s, se puede decir que no busca su propia ventaja espiritual m�s que la temporal; porque mientras se esfuerza por salvar las almas de la muerte, por as� decirlo, se olvida de s� mismo, no piensa en s� mismo, mientras el celo por la gloria de Dios lo trague.

Ver �xodo 32:31 . Romanos 9:3 . No es de extra�ar que ese amor, en octavo lugar, no sea provocado; - ?? ???????????, - La palabra f�cilmente no est� en el original. Las palabras de San Pablo son absolutas, �malo no provocado; no se provoca a la crueldad hacia nadie. De hecho, ocurrir�n ocasiones con frecuencia, provocaciones externas de diversos tipos; pero el amor no cede a la provocaci�n; triunfa sobre todos, nunca exasperado y arrojado a resentimientos amargos e implacables: en todas las pruebas mira a Jes�s, su gran ejemplar, y es m�s que vencedor en su amor. Y evita mil provocaciones, que de otro modo surgir�an, porque, noveno, no piensa en el mal.De hecho, el hombre misericordioso no puede evitar conocer muchas cosas malas; no puede dejar de verlos con sus propios ojos y o�rlos con sus propios o�dos; porque el amor no le saca los ojos, de modo que le es imposible no ver que tales cosas se hacen; ni quita su entendimiento m�s que sus sentidos; pero ?? ????????? ?? ?????, no infiere el mal donde no aparece; o razonar, o suponer lo que no ha visto ni o�do. Esto es lo que el amor verdadero destruye absolutamente; arranca ra�ces y ramas, todos imaginando lo que no hemos conocido; echa fuera todos los celos, todas las malas conjeturas, toda disposici�n a creer en el mal; es franco, abierto, sin sospechas; y como no puede dise�ar, tampoco teme el mal.

Versículo 6

No se regocija en la iniquidad. Este es el d�cimo car�cter del amor, que no se regocija en la iniquidad, como es com�n aun para aquellos que llevan el nombre de Cristo. El verdadero cristiano, sin embargo, est� tan lejos de esto, que se lamenta por el pecado o la locura de un enemigo; no se complace en escucharlo o repetirlo; sino que desea que sea olvidado para siempre. Es m�s, und�cimo, se regocija en la verdad, dondequiera que se encuentre; en la verdad que es seg�n la piedad, que da su fruto apropiado, santidad de coraz�n y conducta. Se regocija al descubrir que incluso aquellos que difieren de �l o se oponen a �l, ya sea en lo que respecta a opiniones o algunos puntos de pr�ctica, son, sin embargo, amantes de Dios y, en otros aspectos, irreprochables.

Se alegra de escucharlos bien y de hablar todo lo bueno que pueda de ellos de manera coherente con la verdad y la justicia. De hecho, el bien en general es su gloria y alegr�a, dondequiera que se difunda a trav�s de la raza humana. Como ciudadano del mundo, reclama una parte de la felicidad de todos los habitantes del mismo. Debido a que es un hombre, no le importa el bienestar de ning�n hombre; pero disfruta de todo lo que glorifica a Dios y promueve la paz y la buena voluntad entre los hombres.

Versículo 7

Todo lo soporta, etc.� El duod�cimo car�cter del amor es que ????? ??????, todo lo codicia, como indudablemente deber�a traducirse la palabra; porque de lo contrario este car�cter ser�a el mismo con el �ltimo en este verso, ????? ????????, todo lo soporta. Ver 1 Pedro 4:8 �Porque el hombre misericordioso no se regocija en la iniquidad, ni hace menci�n voluntariamentede ella. Cualquier mal que vea, oiga o conozca, lo oculta, en la medida de sus posibilidades, sin hacerse part�cipe de los pecados de otros hombres. Dondequiera, o con quien est�, si ve algo que no aprueba, no sale de sus labios a menos que sea para la persona interesada, excepto donde los intereses de la iglesia de Cristo esencialmente lo requieran, si acaso puede ganar. su hermano. Tan lejos est� de hacer de las faltas o fallas de otros el tema de su censura o conversaci�n, que de los ausentes no dir� nada en absoluto, si no puede decir nada bueno.

Un chismoso, un murmurador, un murmurador, un mal hablante, es para �l como un asesino. Tan pronto como quitar�a la vida a su vecino que asesinar�a as� su reputaci�n: tan pronto pensar�a en divertirse prendiendo fuego a la casa de su vecino, como en esparcir as� flechas, tizones y muerte, y decir: �No estoy haciendo deporte?Hace una sola excepci�n. A veces est� convencido, que es para la gloria de Dios, o, lo que es lo mismo, el bien del pr�jimo, que un mal no debe cubrirse. En este caso, en beneficio de los inocentes, se ve obligado a declarar culpables; pero en este caso siempre act�a con el mayor cuidado y cautela, no sea que transgreda la ley del amor hablando demasiado, m�s de lo que hubiera hecho si no hablara en absoluto. 13. El amor todo lo cree.Siempre est� dispuesto a pensar lo mejor; para poner la construcci�n m�s favorable en cada cosa: siempre est� dispuesto a creer todo lo que pueda tender a la ventaja del car�cter de cualquiera: se convence f�cilmente de lo que desea fervientemente: la inocencia o la integridad de cualquier hombre; o al menos de la sinceridad de su arrepentimiento, si alguna vez se extravi� del camino.

Se alegra de disculpar lo que est� mal; condenar al infractor lo menos posible; y para hacer todo lo posible por la debilidad humana, sin traicionar la verdad de Dios; y cuando ya no puede creer, entonces, decimocuarto, el amor todo lo espera. �Hay alg�n mal relacionado con alg�n hombre? Love espera que la relaci�n no sea verdadera; que lo relacionado nunca se hizo. �Es cierto que as� fue? �Pero tal vez no se hizo con las circunstancias que se relatan; de modo que, admitiendo el hecho, cabe esperar que no fuera tan malo como se representa. �Fue la acci�n, aparentemente, indiscutiblemente maligna? -El amor espera que la intenci�n no sea as�. �Est� claro el dise�o?�Era el mal tambi�n? Sin embargo, tal vez no surgiera del temperamento sereno del coraz�n, sino de un arranque de pasi�n, o de alguna tentaci�n vehemente, que apresur� al hombre m�s all� de s� mismo; e incluso cuando no se puede dudar que todas las acciones, designios y temperamentos son igualmente malos; el amor todav�a espera que Dios al fin desnude su brazo y obtenga �l mismo la victoria; y que habr� gozo en el cielo por este �nico pecador que se arrepiente. El tiempo medio, decimoquinto, soporta todas las cosas; Cualquiera que sea la injusticia, la malicia, la crueldad de los hombres, el amor es capaz de perdurar. No llama nada intolerable; y nunca dice de nada: "Esto es insoportable". Un verdadero creyente no solo puede hacer, sino sufrir todas las cosas, por medio de Cristo que lo fortalece.

Versículo 8

La caridad nunca deja de ser. Este es el decimosexto y �ltimo car�cter del amor: nunca deja de ser. Acompa�a y adorna a los fieles por toda la eternidad, y hace una parte muy esencial de su preparaci�n para el mundo celestial: en el que tiene una ventaja aparente sobre muchos de esos dones que algunos est�n tan dispuestos a emular y perseguir, con descuido y descuido. herida de este amor tan importante . Pero si los hombres admiran las profec�as, es conveniente que sepan que �stas ser�n abolidas, cuando la fe del pueblo de Dios ya no necesite ser animada, ni su devoci�n sea asistida por exhortaciones e instrucciones como son necesarias ahora: o, si se cuentan a s� mismos de la variedad de lenguas, quecesar� en esas regiones celestiales.

Un discurso y un idioma prevalecer�n entre todos los habitantes benditos, y los idiomas de la tierra ser�n olvidados por ser demasiado bajos e imperfectos: s�, una gran cantidad de ese conocimiento que ahora perseguimos con el mayor entusiasmo y que es muy propicio para nuestra utilidad presente en medio de la humanidad, deber� entonces ser abolido y sustituido, se refiere a cosas totalmente anticuados y falleci�; o engullido en descubrimientos mucho m�s claros, m�s fuertes y m�s importantes, que parecer�, en comparaci�n con ellos, como nada. As� como la luz de las estrellas se pierde en la del sol del mediod�a, nuestro conocimiento actual se perder� en la gloriosa luz de la eternidad. En lugar de fallar, algunos leen, estar�n fuera de uso,o eliminado.

Versículos 9-10

Porque sabemos en parte, etc.� Los hombres m�s sabios tienen aqu� conceptos breves, estrechos e imperfectos incluso de las cosas que les rodean; y mucho m�s de las cosas profundas de Dios; y aun las profec�as que los hombres libran de Dios, est�n lejos de abarcar la totalidad de los acontecimientos futuros, o de esa sabidur�a y conocimiento de Dios, que se atesora en la revelaci�n de las Escrituras. Pero cuando lleguemos a ese estado perfecto y celestial, tanto esa luz pobre, baja y resplandeciente, que es todo el conocimiento que ahora podemos alcanzar, como todos los m�todos lentos e insatisfactorios actuales para obtenerlo, se cambiar�n por el visiones m�s amplias de todo lo que sea deseable saber; abri�ndose en la mente de la manera m�s f�cil, clara y deliciosa.

Versículo 11

Cuando era ni�o: "El futuro ser� ciertamente como un estado de edad adulta, en comparaci�n con el de la infancia d�bil; al igual que cuando era un ni�o, hablaba como lo har�a un ni�o naturalmente, unas pocas palabras imperfectas, dif�cilmente al principio articulado e inteligible, y muchas veces sin sentido en s� mismo.Me sent� afectado de ni�o, arrojado a transportes de alegr�a o dolor en ocasiones insignificantes, que la raz�n viril pronto me ense�� a despreciar.

Razon� cuando era ni�o, de una manera d�bil, inconclusa y, a veces, rid�cula; pero cuando mis facultades maduraron y me convert� en un hombre, dej� las cosas del ni�o, sent� sentimientos y me dediqu� a actividades que correspond�an a tales avances de edad y raz�n. Tales ser�n las mejoras del estado celestial, en comparaci�n con las que puede alcanzar el cristiano m�s eminente.

Versículo 12

Por ahora vemos a trav�s de un cristal oscuramente. Por ahora vemos de manera ambigua, por medio de un espejo; ?? ????????. La LXX. usa esta palabra para los espejos de las mujeres, o espejos de metal, de los cuales Mois�s hizo la fuente, �xodo 38:8 . Es bien sabido que el uso de lentes di�ptricos en telescopios no prevaleci� hasta muchas edades despu�s de la fecha de esta ep�stola. El significado del verso es: "Ahora vemos los objetos m�s nobles de nuestra visi�n intelectual de una manera ambigua y oscura; como discernimos objetos distantes por medio de un vidrio o espejo, que refleja s�lo sus formas imperfectas; de modo que, como cuando se nos proponen acertijos , nuestro entendimiento se confunde a menudo con las apariencias inciertas e indeterminadas de las cosas. Peroentonces veremos, no el d�bil reflejo, sino los objetos mismos, cara a cara, de la manera m�s clara que podr�amos desear. Ahora s�, pero en parte; y aunque la luz de una revelaci�n inmediata del cielo me ha sido impartida en muchos casos, y de una manera extraordinaria, soy consciente de la gran parte que todav�a se mantiene bajo el velo.

Pero entonces ser� quitado, y sabr�, como tambi�n soy conocido, de una manera intuitiva y comprensiva: de modo que mi conocimiento tendr� una semejanza infinitamente d�bil pero justa con el del Ser Divino, que, aunque nuestro los avisos de las cosas se ciernen sobre la superficie, penetra hasta el centro mismo de cada objeto y ve a trav�s de mi alma y todas las cosas como de una sola mirada ".

Versículo 13

Y ahora permanece la fe, etc.� "Hay, pues, s�lo estas tres cosas que perduran, en oposici�n a los dones espirituales antes mencionados, que deb�an ser de corta duraci�n en la iglesia. La fe, la esperanza, el amor, son las suma de la perfecci�n en la tierra; solo el amor es la suma de la perfecci�n en el cielo; es m�s, es el cielo mismo; porque

�� En obediencia a lo que el Cielo decreta, el Conocimiento fallar� y la profec�a cesar�; Pero el dominio m�s amplio de la caridad duradera , No limitado por el tiempo, ni sujeto a decadencia, En feliz triunfo vivir� para siempre, Y el bien interminable se difundir� y la alabanza sin fin recibir�.

Vea la par�frasis del Sr. Prior de todo el cap�tulo.

Inferencias.��Cu�n ambiciosos deber�amos ser de abundar en todo ejercicio de una gracia tan amable, como el amor fraterno cristiano, que resulta de la fe en Cristo, y del amor a �l, y a Dios por medio de �l! �Qu� son todos los dones milagrosos de lenguas, de profec�a, de revelaciones inmediatas, de obrar maravillas y de un firme asentimiento a las grandes verdades del Evangelio, por medio de los cuales podr�amos ser aptos para el servicio en la iglesia? �Y qu� son todos los actos externos de la m�s generosa liberalidad hacia los pobres, y sufrir el martirio mismo por nuestra profesi�n del nombre de Cristo, sin un principio de gracia en el coraz�n, y particularmente la gracia del amor, para animarlos, espiritualizarlos y mejorarlos? para la gloria de Dios, y nuestro bien y el de los dem�s? Pueden aparecer con pompa enga�osa y ruidosa; pero, sin amor, no nos servir� de nada para salvarnos, y nos dejar� criaturas miserables para siempre. Cu�n admirable es el amor evang�lico en su temperamento y comportamiento ben�volos, mansedumbre, paciencia, humildad y tolerancia; en su franqueza y voluntad de creer y esperar lo mejor; en su simpat�a, desinter�s y generosidad; y en su cuidado tierno, conmovedor y amistoso, �por el bienestar de los dem�s! Y cu�nto m�s durar� esta gracia excelente en los fieles santos de Dios, que todos los dones espirituales, que pueden perderse, incluso aqu� abajo, y tendr�n su per�odo en este mundo en el m�s lejano, y ser�n in�tiles en el pr�ximo; �y que, en el mejor de los casos, nos dejan muy imperfectos en nuestro conocimiento, como ni�os en comprensi�n, mientras estamos aqu�! Y aunque la fe y la esperanza permanezcan con nosotros, y sean tan necesarias como el amor, durante nuestra permanencia en este mundo; sin embargo, el amor es la m�s eminente de estas gracias, como en muchos otros casos, tan especialmente, porque permanecer� y se perfeccionar� consumadamente en los santos, junto con su conocimiento de las cosas divinas, en el Cielo; donde cesar�n no s�lo todos los dones espirituales, sino tambi�n la fe y la esperanza mismas, en su uso y ejercicio presentes, as� como varias otras gracias, que se adaptan a este estado de guerra; y no tendr�n m�s ocasi�n para ellos, por toda la eternidad.

REFLEXIONES.� 1�, El camino m�s excelente, que el Ap�stol hab�a estado recomendando, lo describe aqu�; y ese es el amor, que es la mayor de las gracias, que perdurar� para siempre, cuando los dones se desvanezcan; y sin los cuales no valen nada.

1. Aunque hablo con las lenguas de los hombres, en todos los idiomas del globo terr�queo, o incluso de los �ngeles, y no tengo amor, soy como un metal que resuena, o un platillo tintineante (tan inarm�nico), y un simple vac�o. ruido. Poca raz�n, por lo tanto, ten�an los corintios para valorarse por el don de lenguas, cuando, a trav�s de su abuso de ese excelente don, les brind� demasiada ocasi�n para el orgullo y la contenci�n. Y,

2. Aunque tengo el don de profetizar, puedo predecir eventos futuros y comprender todos los misterios, a trav�s de la iluminaci�n divina descubriendo el significado de las profec�as y figuras m�s abstrusas; y tener todo el conocimiento, como nunca antes hab�a alcanzado un hombre mortal, y no tener amor, no significa nada para mi salvaci�n. Esa luz solo ser�a suficiente para llevarme a la oscuridad eterna.

3. Y aunque tuve toda la fe para hacer los m�s maravillosos milagros, para poder trasladar monta�as y no tener amor, no soy nada en la cuenta de Dios, y completamente desprovisto del esp�ritu del cristianismo vital.

4. Y aunque entrego todos mis bienes para alimentar a los pobres, ser�a absolutamente in�til para m� si el amor divino no fuera el principio del que proced�a mi limosna. Nota; Muchos dan en gran parte a los pobres, que nunca hicieron un acto verdaderamente caritativo en sus vidas.

5. Y aunque doy mi cuerpo para ser quemado por mi profesi�n del Evangelio, y no tengo amor a Dios, ni a los hombres por �l, de nada me aprovecha. La afectaci�n de dejar un gran nombre, o la presunci�n de lo meritorio de tal sacrificio, pueden incluso llevar a un hombre a la hoguera. Puede arder por Cristo y, sin embargo, ser repudiado por �l, si falta esta marca genuina de discipulado.

Segundo, tenemos las verdaderas propiedades de la m�s excelente de las gracias, el amor.

1. Sufre provocaciones largas y pacientemente soportadas, imperturbable con las afrentas, pasando por alto las ofensas y reprimiendo todo movimiento de resentimiento que pueda surgir dentro del alma.

2. Es bondadoso, cort�s, afable, ben�volo y abre los labios, la mano y el coraz�n a toda buena palabra y obra.

3. El amor no envidia los dones, las gracias, los logros, los honores o la opulencia superiores que otros disfrutan; pero se complace en ellos como si fueran suyos.

4. El amor no se jacta de s� mismo, no es ostentoso de excelencias o ventajas superiores; no trata a los inferiores con desprecio e insolencia, ni pronuncia precipitadamente o perversamente nada en perjuicio de un hermano.

5. No se envanece, no llena la mente con vanas presunciones sobre la importancia del hombre, ni nos permite pensar m�s en nosotros mismos de lo que deber�amos pensar.

6. No se comporta indebidamente, no admite conducta inadecuada a la edad, posici�n o circunstancias de la persona; No deja que nada mezquino, indecente o deshonroso entre en la mente o sea llevado a la acci�n.

7. No busca lo suyo, no est� influenciada por motivos mercenarios, ni persigue fines privados, ansiando excesivamente honor, ganancia o aplauso; pero es generosa, noble y desinteresada, sacrificando su propia ventaja por el bien de los dem�s.

8. No se provoca; pero, bajo los insultos m�s exasperantes, puede conservar una santa serenidad; y aun estar enojado, y no pecar; disgustado por el pecado, pero compadeci�ndose del pecador; siempre conteniendo s�lo el resentimiento dentro de ciertos l�mites, y listo para ser reconciliado.

9. No piensa en el mal, nunca buscando inmiscuirse en la conducta de los dem�s para descubrir faltas, sino siempre dispuesto a dar la mejor interpretaci�n a sus palabras y acciones; no alberga sospechas indebidas; y est� dispuesto a olvidar y perdonar todas las heridas.

10. No se regocija en la iniquidad, no mira, sino con dolor y dolor, los pecados, la perversidad y las debilidades de los dem�s. Pero,

11. Se regocija en la verdad, se alegra del �xito del Evangelio; complacido de contemplar su influencia, dondequiera que aparezca; y siempre deleit�ndose en dar testimonio de la verdad y hablando con el coraz�n.

12. Todo lo soporta; cubre las faltas de los hombres con el manto del amor; se compadece de su debilidad y sufre sin pensar en tomar represalias por su perversidad.

13. Todo lo cree; dispuesto a recibir la opini�n m�s favorable de todos, contrario a toda sospecha infundada, y dispuesto con franqueza a recibir la excusa y la explicaci�n en caso de que algo pueda haber estado equivocado.

14. Todo lo espera; donde las cosas parecen oscuras y no pueden dejar de suscitar dudas, a�n el amor cristiano no se desesperar� sino que todav�a pueden aclararse satisfactoriamente, o, donde el mal es evidente, que la falta se arrepentir� y se enmendar�.

15. Soporta todas las cosas, con inquebrantable fortaleza soportando toda aflicci�n, tentaci�n y persecuci�n, y por amor a Cristo y su pueblo, dispuesto a sufrir cualquier sufrimiento.

Tal es la gracia trascendente del amor: en el espejo en el que a menudo debemos mirar, comparar nuestros rasgos con este patr�n perfecto y buscar diariamente que podamos crecer m�s como Aquel cuya naturaleza y nombre es Amor.
En tercer lugar, el Ap�stol procede en su elogio del amor, no solo como superior a todos los dones, sino como principal de todas las gracias.
1. El amor nunca deja de ser. Todos los regalos deben terminar r�pidamente; ya sea que haya profec�as, el don de predecir eventos futuros o interpretar las Escrituras, fallar�n y no ser�n de utilidad en el mundo eterno; si hay lenguas, cesar�n,cuando hayan respondido a su uso actual de difundir el Evangelio por el mundo; y en el cielo los fieles tendr�n un solo idioma; si hay conocimiento, la percepci�n extraordinaria de la verdad divina, se desvanecer�; en gloria este conocimiento ya no ser� necesario; todo ser� intuitivamente claro.

2. Todos los dones se adaptan �nicamente a un estado de imperfecci�n; cuando lleguemos a la madurez en gloria, estaremos por encima de ellos. Porque sabemos en parte, y profetizamos en parte, nuestros mayores logros son actualmente defectuosos; pero cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabar�; y siendo exaltada la naturaleza de los santos de Dios al m�s alto grado del que es capaz, toda imperfecci�n ser� absorbida en la m�xima perfecci�n del conocimiento y la santidad, absoluta y eterna. Nuestro estado presente y futuro difieren tanto como la edad adulta de la infancia. Cuando era ni�o, hablaba como ni�o, entend�a como ni�o, pensaba como ni�o;y eso insin�a que fueron todos sus logros m�s elevados en la actualidad, no mejores que las malas concepciones y el ceceo de los beb�s: pero cuando me convert� en hombre, dej� de lado las cosas infantiles; y en el estado celestial tan humildes pensamientos entretendremos todas nuestras m�s estimadas adquisiciones presentes; despreciaremos lo que en los d�as de la locura infantil valoramos, y lo veremos todo, con una distinci�n de visi�n espiritual tan por encima de nuestro estado actual, como los pensamientos de la virilidad son superiores a las fantas�as de la infancia: porque ahora vemos a trav�s de un espejo oscuramente, el espejo refleja indistintamente el objeto y, como un acertijo, la verdad se envuelve en la oscuridad; pero luego cara a cara, clara y plenamente, por intuici�n, sin ning�n medio de oscurecimiento.Ahora lo s� en parte, con todos mis dones singulares, lo s�, pero en parte; pero entonces conocer� como tambi�n soy conocido, comprendiendo los objetos celestiales con el conocimiento m�s distinto, y de la misma manera que Dios que es Esp�ritu y sus �ngeles me conocen.

3. El amor es la gracia m�s excelente y, sobre todo, el don. Y ahora permanece la fe, la esperanza, el amor, estas tres gracias cardinales, inseparables del car�cter cristiano, y que hasta la muerte deben estar en constante ejercicio, si finalmente somos salvos; pero el mayor de ellos es el amor, siendo los otros un medio para esto como el fin.

And when faith is swallowed up in sight, and hope in the fruition of eternal blessedness, love, the bright image of the Deity, shall glow towards the eternal Three, and towards the celestial hosts, in every bosom of the faithful, and continue to burn, with unextinguished ardour throughout the countless ages of eternity.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Corinthians 13". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-corinthians-13.html. 1801-1803.
 
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