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Bible Commentaries
1 Samuel 3

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

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Introducción

El ni�o Samuel, durmiendo en la casa de Dios de noche, es llamado tres veces por el Se�or; quien le presagia los males que pronto traer�a sobre la casa de El�. Samuel le cuenta a El� todo lo que el Se�or le hab�a dicho.

Antes de Cristo 1102.

Versículo 1

El ni�o Samuel ministraba al Se�or , es decir, realizaba en el tabern�culo los servicios de los que era capaz, para la ayuda y bajo la direcci�n de El�. Josefo supone que entonces ten�a unos doce a�os. La palabra del Se�or era preciosa en aquellos d�as. Entonces Dios rara vez se revel� a s� mismo de una manera inmediata y particular, como se explica en las siguientes palabras; no hubo visi�n abierta. Ver 1 Samuel 3:21 . En todo el Libro de los Jueces solo mencionamos a dos profetas, Jueces 4:4 ; Jueces 6:8 .

Versículo 3

Y antes de la l�mpara , el Dr. Waterland traduce este vers�culo, y la l�mpara de Dios a�n no se apagaba ( y Samuel dorm�a ) en el templo, donde estaba el arca de Dios. Ver �xodo 27:20 .

Versículo 4

El Se�or llam� a Samuel� La voz vino, muy probablemente, del lugar sant�simo. As� lo traduce el Caldeo; se oy� una voz del tabern�culo del Se�or. Aqu� estoy, era una forma de hablar que implicaba atenci�n a lo que se dec�a y disposici�n para ejecutar lo que se ordenaba.

Versículo 7

Samuel a�n no conoc�a al Se�or. La segunda cl�usula de este vers�culo explica la primera: Samuel a�n no hab�a sido instruido en la voluntad de DIOS como profeta; todav�a no hab�a recibido ninguna revelaci�n inmediata de �l.

Versículo 10

El Se�or vino y se par�, etc. Estas �ltimas palabras, que son las mismas que se usan en la historia de Balaam, N�meros 22:22 ; N�meros 23:30 se emplean para denotar alguna apariencia; y, por lo tanto, tanto los int�rpretes jud�os como los cristianos han supuesto que DIOS se revel� a Samuel bajo alg�n s�mbolo brillante y glorioso.

REFLEXIONES.� Justamente provocado por la mala conducta de los sacerdotes, Dios les hab�a quitado sus agradables apariencias. La oscuridad reina ahora en el santuario desolado, y durante mucho tiempo no se ha concedido ni la visi�n ni el sue�o; pero Dios, habiendo levantado a Samuel para servicios extraordinarios, y habi�ndolo preparado temprano, por su piedad ejemplar, para la comuni�n con su bendito yo, comienza, siendo todav�a un joven, a manifestarse a �l en Siloh. Nota; La piedad primitiva suele verse favorecida con imparticiones especiales de consuelos divinos. Tenemos,

1. El momento en que Dios se le apareci�, en la noche, cuando El�, hundido por la vejez y las enfermedades, se retir� para descansar, y Samuel en una habitaci�n cercana a �l, para estar listo para el llamado de El�. Nota; Tenemos que bendecir a Dios por el lecho de reposo en el que podemos dormir en paz, y m�s si con sue�os refrescantes hace que ese reposo sea doblemente provechoso para nuestras almas y para nuestros cuerpos.

2. La forma en que apareci�. Con voz audible, llamando a Samuel por su nombre; quien, ya sea despertado con el sonido, o despierto antes, y empleado en santa meditaci�n ante la luz de la ma�ana, responde inmediatamente, suponiendo que es la voz de El�, y corre a su habitaci�n, para preguntar qu� es lo que quiere. Eli le asegura que no llam� y le pide que se acueste de nuevo. Nota; (1.) Un siervo dispuesto corre a la voz de su amo, feliz y, por tanto, apresurado, para servirle. (2.) Quienes vean a sus sirvientes oficiar para agradarles, deben, a cambio, mostrarse tiernos con ellos y consultar su consuelo y reposo.

3. Se dan repetidas llamadas, y Samuel regresa a El�, convencido de que la voz era suya; porque era un ni�o, y todav�a no se hab�a acostumbrado a tales manifestaciones extraordinarias de la presencia de Dios, ni hab�a recibido ninguna revelaci�n prof�tica de �l. Al principio, Eli lo env�a de regreso a su cama; pero despu�s de una segunda y tercera llamada, comenz� a reflexionar ya concluir que la voz era divina; por lo tanto, le pide que se acueste de nuevo y, a la pr�xima llamada, responda: Habla, Se�or, que tu siervo oye, como atento al aviso y listo para obedecer la orden. En ese momento, tan pronto como estuvo sereno en su cama, el Se�or se par� ante �l, probablemente en forma humana, como despu�s apareci� en serio, y lo llam� Samuel, Samuel.

Samuel, seg�n las instrucciones de El�, responde: Habla, que tu siervo oye. Nota; (1.) Podemos esperar alguna manifestaci�n de gracia de Dios, cuando nuestro o�do obediente est� atento al llamado Divino, y de su palabra estamos preguntando: Se�or, �qu� quieres que haga? (2.) Los ancianos y los m�s experimentados en los caminos de Dios deber�an deleitarse en instruir a los m�s j�venes que se est�n preparando de la misma manera. (3.) Quienes tengan cuidado de observar las buenas instrucciones que reciben, encontrar�n la bendici�n de hacerlo.

Versículo 12

Cuando empiece, tambi�n pondr� fin: Dios declara a Samuel que ejecutar� en la casa de El� todo lo que hab�a amenazado contra �l por medio del profeta que antes hab�a enviado; que no lo retrasar�a; ni lo interrumpir�a hasta que se cumpliera la justa medida de sus castigos. El� y sus hijos perecieron primero; Ochenta y cinco sacerdotes de esta familia cayeron despu�s por la espada de Doeg; luego Abiatar fue degradado; y as� la casa de El� qued� reducida a la mayor miseria.

Versículo 13

Porque sus hijos se hicieron viles, etc. � Aqu� leemos el crimen de El� y la triste causa de todas sus desgracias. Conoc�a la maldad de sus hijos y, contento con reprenderlos con amabilidad, no ten�a la resoluci�n suficiente para castigarlos con severidad. El hebreo es muy expresivo: dice que los hijos de El� se hicieron execrables o malditos; o, seg�n Houbigant, que hicieron que el nombre de Dios fuera blasfemado. Su conducta intolerable clam� en voz alta por venganza; sin embargo, su padre frunci� el ce�ono sobre ellos: mostr� s�lo una leve indignaci�n, en lugar de dar testimonio de un justo horror por sus cr�menes, castig�ndolos de manera ejemplar y destituy�ndolos del oficio del sacerdote. �Infelices esos superiores, y m�s particularmente aquellos padres que, por una ciega indulgencia, omiten castigar a sus inferiores e hijos por sus cr�menes! Se proveen a s� mismos de los males m�s fastidiosos y castigos aflictivos.

Versículos 16-18

Entonces El� llam� a Samuel y le dijo: O para no afligir a El�, o para desagradar a Dios, Samuel tem�a contarle a este infeliz padre lo que le hab�a sido revelado. Pero El�, naturalmente angustiado e inquieto, lo presiona con vehemencia para que no le oculte nada: lo conjura con una solemne imprecaci�n: Dios te lo haga, etc. lo que oblig� a Samuel a satisfacer su deseo. La manera en que El� recibi� esta terrible denuncia le da gran cr�dito a su car�cter. Reconoci� la grandeza de su falta y se resign� humildemente a la voluntad de Dios.

Versículos 19-20

El Se�or estaba con �l, y no dej� caer ninguna de sus palabras, etc. Ninguna de las predicciones de Samuel se cumpli�; de la misma manera que una flecha disparada por un buen arquero no llega a su objetivo; porque esta es la met�fora. Ver el Orig de Schultens. Heb. p�rrafo 2: p�gina 143. As� el Se�or mostr� que estaba con �l, o lo bendijo. Comp�rese con G�nesis 31:2 .

Versículo 21

Por la palabra del Se�or, es decir, por su Hijo, a quien se llama la Palabra del Se�or a modo de eminencia. Vea Hechos 3:24 .

REFLEXIONES.� A medida que Samuel crec�a en a�os, se distingu�a m�s por las manifestaciones divinas y era m�s estimado por el pueblo de Dios.

1. El Se�or se le apareci� de nuevo, por la palabra del Se�or, el Verbo encarnado, cuya voz le hab�a hablado antes; y todas sus predicciones fueron verificadas en el cumplimiento, y todas sus palabras pesadas y provechosas. Nota; (1.) Aquellos que mejoran una visita de gracia de Dios, no tardar�n en recibir una segunda. (2.) Dios no permitir� que las palabras de sus ministros se derramen como agua en el suelo, o caigan como una flecha a la tierra antes de que alcance la marca; sino que har� que la palabra que est� en su boca sea revestida de poder, y que cumpla aquello a lo que �l la env�a.

2. La gente conoc�a y honraba al profeta que se levantaba; su fama se extendi� por toda la tierra, y su piedad lo hizo tan distinguido como su profec�a. Nota: Aunque no debemos buscar nuestro propio honor, debemos considerar como una valiosa adquisici�n poseer la estima y el respeto de los hombres buenos.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Samuel 3". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-samuel-3.html. 1801-1803.
 
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