Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
StudyLight.org has pledged to help build churches in Uganda. Help us with that pledge and support pastors in the heart of Africa.
Click here to join the effort!

Bible Commentaries
Deuteronomio 24

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Buscar…
Enter query below:

Introducción

A la mujer despedida se le entregar� un acta de divorcio: los ladrones de hombres ser�n condenados a muerte: la prenda de un pobre no debe cumplirse en toda la noche: el salario de un jornalero se le pagar� inmediatamente. : lo que queda en el campo despu�s de la cosecha, se deja para los pobres.

Antes de Cristo 1451.

Versículo 1

Ver. 1. Cuando un hombre toma esposa :La naci�n hebrea se hab�a acostumbrado a la libertad de repudiar a sus esposas por motivos de aversi�n y aversi�n, y Mois�s era consciente de que la dureza de su coraz�n y la severidad de su temperamento producir�an, con una restricci�n absoluta de tal libertad, mayores inconvenientes y distracciones en familias; ahora promulg� que cuando un marido trabajaba con absoluta aversi�n hacia su esposa, ya fuera por alguna enfermedad del cuerpo o por su temperamento desagradable, deb�a tener el privilegio de separarse de ella; sin embargo, no de un modo violento, apresurado y apasionado, sino deliberadamente, d�ndole, firmado con su propia mano, una descarga de toda relaci�n posterior con �l; de donde obtuvo el pleno derecho a casarse con cualquier otra persona. Que por la frase hall� alguna inmundicia en ella,No se puede querer decir adulterio, o cualquier otro delito enorme, ya que la idolatr�a, la apostas�a, etc., es evidente, porque esos delitos fueron castigados con la muerte.

La palabra inmundicia, por lo tanto, que se usa con gran amplitud en estos libros, debe significar cualquier cosa que cree desagrado o aversi�n; algo, ya sea en su cuerpo o en su mente, que creaba en el marido un disgusto fijo: pero como �l mismo era el �nico juez de lo que era esta inmundicia o vileza, lo que le desagradaba de ella pod�a llamarlo por ese nombre. El Sr. Locke observa, de acuerdo con el margen de nuestras Biblias, que la frase significa literalmente la desnudez de cualquier cosa; y la desnudez, dice �l, generalmente se refiere en las Escrituras a la mente, as� como al cuerpo. Houbigant opina que esta impureza se refiere �nicamente a alg�n secreto corporaldefecto, del que s�lo el marido pod�a ser consciente; y que tal defecto s�lo pod�a justificar el divorcio. Esto, sin duda, dio a los maridos un gran poder sobre sus esposas, y debi� haber sido acompa�ado de grandes inconvenientes para la sociedad. Ver cap. Deuteronomio 22:19 ; Deuteronomio 22:29 y Mateo 19:3 .

La ley ordena que se redacte y se entregue a la mujer un acta de divorcio (o de separaci�n , as� llamado, como separaba a una mujer de su marido). Una forma de este divorcio se puede ver en Selden y Buxtorf. Como tenemos menci�n de divorcios en varios lugares, ( Lev�tico 21:14 ; Lev�tico 22:13 . N�meros 30:9.) muchos int�rpretes juiciosos han opinado que era habitual repudiar a las esposas ante la ley de Mois�s; que s�lo los complaci� en una costumbre establecida, que sab�a que su temperamento intratable no soportar�a haber abolido por completo; y por lo tanto se content� con someterlo a las regulaciones y restricciones adecuadas. Para m�s informaci�n sobre este tema, nos referimos a San Mateo como arriba, as� como al Tratado de Uxor de Selden. Heb. lib. 3: gorra. 18. J. Buxtorf de Sponsalib. Y Divort. Grotius de Jure B. y P. lib. 2: gorra. 5 sec. 9 y una disertaci�n muy erudita del famoso Sr. Mosheim, de Divortio.

Versículo 4

Ver. 4. Su ex marido, no puede tomarla de nuevo , para evitar que abusen de este permiso, la ley dispone que el marido, que una vez hab�a repudiado a su esposa, debe, al casarse con otra, ser para siempre incapaz de volver a tenerla. La ley la consideraba profanada; es decir , inmunda, como su primer marido, por haber sido esposa de un segundo, y as� prohibida al primero. VerHechos 10:14. Esto da a entender que si ella no hubiera estado casada con otro, pero se hubiera mantenido libre, su esposo podr�a haberla tomado nuevamente como esposa, si hubiera estado dispuesto a hacerlo. Tal es, al menos, la opini�n de Grocio y de varios otros eruditos int�rpretes. Si a los maridos se les hubiera permitido volver a tomar a sus esposas, despu�s de casarse con otras personas, esto podr�a haber producido la abominable pr�ctica de la prostituci�n, al intercambiar esposas a placer, mediante la cual la tierra se habr�a llenado de contaminaciones y el Se�or habr�a provocado que dictara juicios sobre eso; y, por tanto, a�ade el escritor sagrado, porque eso es abominaci�n, etc.

Abarbanel dice que esta costumbre era com�n entre los egipcios; y Selden observa que Mahoma permiti� que sus seguidores volvieran a tomar a sus esposas, despu�s de haberse divorciado incluso tres veces. Los turcos, sin embargo, no son las �nicas personas que carecen de delicadeza en este punto; es bien sabido que los lacedemonios eran culpables de vergonzosas contaminaciones de esta manera. Una persona que expres� su sorpresa de que no se oyera hablar de ad�lteros entre esa gente, respondi� que "debido a la prevalencia de la costumbre ahora mencionada, sus mismos matrimonios eran adulterios viles". Ver a Grocio en el lugar.

Versículo 6

Ver. 6. Nadie tomar� en prenda la piedra de molino superior o inferior - Esta ley es de la misma clase misericordiosa que la de�xodo 22:26 que se repite en los siguientes vers�culos; y se basa en las mismas razones equitativas y compasivas.

Por la misma raz�n fue que en Roma se les prohibi� tomar los bueyes o el arado de un trabajador para el pago de sus deudas; y tambi�n existe la misma disposici�n humanitaria en nuestras leyes, que proh�be distraer las herramientas o implementos de trabajo de un trabajador. Ver Comentarios de Blackstone, Libro 3: cap. 1.

Versículo 9

Ver. 9. Recuerda lo que el Se�or tu Dios hizo con Miriam : esto puede entenderse, ya sea como una advertencia, de que no deben pensar mucho en ser excluidos del campamento y pasar por las purificaciones se�aladas para la lepra, ya que una persona de tanta distinci�n como Miriam no estaba exenta de esa ley; o puede ser considerado como una exhortaci�n, para tener cuidado de que no hablaran mal de las dignidades o desobedecieran la orden del sacerdote, lo que podr�a traerles un golpe como el que Dios infligi� a Miriam.

Versículo 15

Ver. 15. En su d�a le dar�s su salario - Esto concierne particularmente a aquellos que viven de su trabajo diario: deben ser pagados antes de que se ponga el sol; todos deben recibir su salario, sean obreros o sirvientes, en el tiempo acordado; porque esto es en lo que puso su coraz�n; o, como dice la Vulgata, porque desde all� sostiene su alma o vida. El pan de los necesitados es su vida, dice el hijo de Eclesi�stico; el que le defrauda es un hombre de sangre; el que quita el sustento de su pr�jimo, lo mata; y el que defrauda al trabajador de su salario, es un derramador de sangre. Sir 34: 21-22 . El derrama sangrepor cuanto el salario del trabajador es lo que lo sostiene, y como, seg�n la Escritura, la vida del hombre est� en su sangre. Ver San Agust�n. Quaest. en Levit. columna. 516.

Versículo 16

Ver. 16. Los padres no ser�n condenados a muerte por los hijos, ni los hijos ser�n condenados a muerte por los padres - Mira lo que hemos dicho sobre este tema en�xodo 20 . Algunos suponen que hab�a una ley en la �poca de Mois�s, entre los egipcios u otras naciones vecinas, seg�n la cual las relaciones deb�an sufrir por los delitos de las relaciones. As� nos dice Amiano Marcelino, que por la ley de los persas, en el caso de deserci�n y algunos otros cr�menes, toda la familia pereci� por la culpa de uno, ob noxam unius, omnis propinquitas perit. As� leemos en Quint.

Brusco. lib. vi. C. 11. que entre los macedonios, los parientes de los que conspiraron contra la vida del rey fueron ejecutados al igual que ellos mismos; al contrario, se alaba al rey Amas�as por no dar muerte a los hijos de los asesinos de su padre; conforme a esta ley de Mois�s, as� como a esa m�xima de equidad com�n, que, como las faltas son personales, as� debe ser el castigo. V�ase Grotius de Jure B. y P. lib. ii. C. 21

Versículo 17

Ver. 17. No pervertir�s el juicio del extranjero, etc.� Con respecto a esta provisi�n humana y tierna para los extra�os, los hu�rfanos y las viudas, nos referimos a los lugares en el Margen de nuestras Biblias: solo observando, que como personas de este la especie se encuentra com�nmente en una condici�n m�s indigente que otras, por lo que todos los buenos legisladores los han cuidado especialmente, particularmente de los hu�rfanos; sobre quienes ordena Plat�n, que los conservadores de las leyes sean en lugar de sus padres naturales, y los cuiden tan bien, que no les vaya peor por la falta de esos padres. De Leg. lib. 8:

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Deuteronomy 24". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/deuteronomy-24.html. 1801-1803.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile