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Bible Commentaries
Zacarías 9

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

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Introducción

Dios defiende a su iglesia. Se exhorta a Sion a regocijarse por la venida de Cristo y su reino pac�fico. Las promesas de Dios de victoria y defensa.

Antes de Cristo 517.

ESTE cap�tulo comienza con el anuncio del destino de los sirios, sidonios y filisteos, en contraste con las mejores perspectivas de la naci�n jud�a. Predice la venida del Mes�as a Jerusal�n y la paz de su reino. Posteriormente se predice la restauraci�n de Israel y Jud�, junto con una serie de gloriosas victorias y gran prosperidad, que se describen en general en este cap�tulo y en el siguiente.

Versículos 1-2

La carga, etc.� Houbigant traduce estos vers�culos, La carga, etc. contra la tierra de Hadrach y contra Damasco, que est� enfrente de ella. Porque Jehov� ve a todos los hombres, as� como a las tribus de Israel; Zacar�as 9:2 . Tambi�n Hamat, su vecino, Tiro y Sid�n, porque es muy sabio. Pero el Dr. Blayney traduce la �ltima parte del primer vers�culo, Cuando hacia JEHOV� estar�n los ojos de los hombres, observando: no puedo concebir c�mo la palabra original puede entenderse para significar "los ojos de Jehov� sobre el hombre", como se representa por Houbigant y las versiones antiguas. El orden de las palabras en hebreo, ??? ??? ????? ?? ki laiehovah ain adam,conduce directamente a nuestra actual traducci�n al ingl�s, "cuando los ojos del hombre, como de todas las tribus de Israel, est�n hacia Jehov�". Y esto implica claramente que vendr�a un tiempo, cuando los hombres, y las tribus de Israel en particular, deber�an volver sus ojos hacia Jehov� y mirarlo, ya sea con la esperanza de obtener alguna bendici�n de �l, o en gratitud por las misericordias recibidas. de �l.

Vea a Blayney, a quien reconozco estar en deuda por su gran ayuda en mi Comentario sobre Zacar�as. Este cap�tulo comienza una nueva profec�a contra Siria y los filisteos, contra Tiro y Sid�n, que ser�an sometidos por Alejandro Magno. El profeta luego habla de la venida del Mes�as. Hadrach formaba parte de Siria, no lejos de Damasco.

Versículo 3

Y Tyrus s� construy�, etc. Es muy cierto que Tiro se construy� una fortaleza, porque su situaci�n era muy dif�cil en una isla; y, adem�s del mar para defenderla, estaba fortificada con un muro de 150 pies de altura y de espesor proporcional. Ella amonton� plata como el polvo, siendo el lugar m�s c�lebre del mundo para el comercio y las riquezas; el mercado de las naciones, como se le llama, que transporta las mercanc�as del este al oeste y del oeste al este; y sin embargo, he aqu�, el Se�or la arrojar�; por tanto, Alejandro siti�, tom� e incendi� la ciudad. El autor de las Observaciones piensa que la energ�a de la imagen,la plata como el polvo y el oro fino como el lodo de las calles, no se se�ala en ninguna parte con la distinci�n en que se coloca en la siguiente cita del editor de las Ruinas de Balbec, quien, hablando del pueblo de Cara, dice , que "est� agradablemente situado en un terreno elevado: el barro com�n, formado en forma de ladrillos y secado al sol, del que est�n construidas sus casas, tiene a cierta distancia el aspecto de piedra blanca; la corta duraci�n de tales materiales no son la �nica objeci�n para ellos, porque ensucian las calles cuando hay viento y ensucian cuando llueve.

Estos inconvenientes se sienten en Damasco, que se construye principalmente de la misma manera. "En verdad se sienten; porque Maundrell dice que, con una lluvia violenta en Damasco, toda la ciudad se vuelve por el lavado de las casas, por as� decirlo, Ver Observaciones, p�gina 96. En lugar de, Will la echa fuera, Zacar�as 9:4 podemos leer, Will la desposeer�.

Versículo 4

Derribar� su poder en el mar� Los sidonios, (seg�n Diodorus Siculus,) al acercarse el ej�rcito enviado contra ellos por Ochus rey de Persia, primero destruyeron sus barcos en el mar; y luego, retir�ndose dentro de los muros de su ciudad, cuando vieron que no pod�an resistir m�s, prendieron fuego a sus casas y se quemaron, con todas sus familias y efectos juntos.

As�, su riqueza fue efectivamente destruida cuando, al quemar sus barcos, su comercio, la fuente de sus riquezas, fue aniquilado; y su �ltimo acto de desesperaci�n cumpli� completamente la parte restante de la profec�a. No es de extra�ar que sus vecinos, los filisteos, se sintieran consternados al ver el destino desastroso de aquellos de cuya ayuda depend�an.

Versículo 5

Ascal�n lo ver�, etc.� "Las ciudades de los filisteos, Ascal�n, Gaza y Ecr�n, se aterrorizar�n mucho ante la noticia de la destrucci�n de Tiro; de donde esperaban ayuda contra el enemigo. Gaza fue tomada por Alejandro despu�s un asedio de dos meses, diez mil de los habitantes fueron asesinados, y el gobernador Betis arrastr� por la ciudad hasta que expir� ". Vea a Joseph. Antiq. lib. 11: gorra. ult. y Qintus Curtius, lib. 4: En lugar de rey, podemos leer gobernador o virrey.

Versículo 6

Y habitar� un bastardo, etc.� Y un extranjero o extranjero habitar�, etc. Houbigant.

En Ashdod , Ashdod, o Azoto, fue quemado y destruido por Jonat�n, hermano de Judas Macabeo, y casi ocho mil de sus hombres fueron quemados o asesinados. G�nesis 10:84 . �stos eran, probablemente, lo que se quer�a decir con "el orgullo de los filisteos", la primicia o excelencia de los habitantes antiguos, en cuya habitaci�n fueron introducidos los forasteros.

Versículo 7

Y quitar� su sangre, etc.� Los hebreos ten�an horror de todos los que com�an su comida con la sangre: esto estaba expresamente prohibido en la ley. El significado es que cuando las ciudades de las que se habla aqu� pertenezcan a los hebreos, los filisteos observar�n la ley del Se�or, y no se ver� m�s entre ellos idolatr�a, superstici�n o crueldad. Muchos de los filisteos se convirtieron en pros�litos de la religi�n jud�a despu�s de que Alejandro Janneo someti� sus principales ciudades y las convirti� en parte de sus propios dominios. Houbigant entiende el pasaje de manera muy diferente; traduce la �ltima cl�usula as�: "Y ser�is dejados para nuestro Dios, y ser�is en Judea como un buey, y Ecr�n como su pesebre.Se habla del filisteo (dice �l), en la primera parte del vers�culo, como de una bestia salvaje de cuya boca se quita la presa; por tanto, se a�ade que esta bestia estar� en servidumbre como un buey; y Ecr�n, tomado, deber�a ser como un pesebre, de donde Judea podr�a tener bueyes para hacer sus negocios; todo lo que sucedi� en la �poca de los Macabeos; pero nunca sucedi� que el filisteo fuera gobernador en Jud�. " Sin embargo, esa expresi�n bien puede estar justificada, el profeta significa que las dos personas deben estar tan unidas, que el filisteo debe ser considerado como uno bajo el gobierno inmediato de Jud�, participan de la misma religi�n y se rigen por las mismas leyes.

Versículo 8

Y acampar�, & c.� Y rodear� mi casa con una guarnici�n, para que nadie pase ni vuelva a pasar; porque ning�n opresor pasar� m�s por ellos, ya que ahora miro con mis ojos. Esto alude a los Macabeos, que fueron defensores de la casa de Dios contra Ant�oco Ep�fanes. Eran como un muro de bronce alrededor del templo del santuario. Desde sus d�as, Dios preserv� el templo contra la profanaci�n de extra�os hasta despu�s de la muerte del Se�or Jesucristo, cuando lo abandon� por completo. Ver Calmet.

Versículo 9

�l es justo y tiene salvaci�n: el justo y el Salvador. Despu�s de haber predicho las victorias de los Macabeos, el profeta en un repentino transporte irrumpe en una alegre representaci�n de la venida del Mes�as. He aqu� que viene tu Rey, etc. a saber, ese Mes�as descrito tan a menudo en los profetas como el rey de Israel, y llamado en otros lugares por el nombre de David su rey. �l es el justo y el Salvador; el Se�or justicia nuestra; que har� justicia y juicio en la tierra, y perfeccionar� la salvaci�n de su pueblo fiel: a diferencia de los orgullosos y ruinosos conquistadores de la tierra, no entrar� con una poderosa cabalgata de caballos, sino queven humilde y cabalgando sobre un asno, y sobre un pollino el potro de un asno. Para dilucidar esta notable circunstancia, que fue cumplida por el bendito Jes�s cuando entr� en Jerusal�n de la manera aqu� predicha, el erudito obispo Sherlock recurre al mandamiento original de la ley, que los reyes de Israel no deben multiplicarse los caballos; porque, estando bajo el dominio inmediato y la protecci�n del Se�or, no deb�an depositar su confianza en la defensa externa.

Vea la nota sobre Deuteronomio 17:16 . Los reyes de Israel fueron exaltados al trono con la condici�n de que renunciaran a la ayuda de caballos y jinetes, y dependieran de Dios para triunfar en el d�a de la batalla. Quienes lo hicieron, tuvieron un �xito proporcional; los que no lo hicieron, se arruinaron a s� mismos ya su pa�s. Ahora, desde este punto de vista, mire la profec�a actual: aqu� ve lo que predijo el rey , qui�n iba a salvar al pueblo: considere entonces qu� clase de rey se esperaba. �Es posible imaginar que Dios enviar�a un rey para salvarlos , que deber�a ser como los reyes que hab�an deshecho�ellos? �No es m�s razonable imaginar que deber�a parecerse a los que en verdad hab�an sido libertadores de su pa�s? Reyes que tem�an a Dios y, por tanto, no tem�an a ning�n enemigo; �Qui�nes, aunque montados en asnos y potrillos de asnos, pudieron hacer huir a los miles y diez miles de carros y caballos que ven�an contra ellos? El rey predicho por el profeta era, adem�s, justo, manso y humilde:pero �c�mo podr�a haber merecido este personaje, si hubiera aparecido en la pompa y el orgullo de la guerra? rodeado de caballos y carros, en oposici�n directa a la ley de Dios? �O c�mo, si iba a traer la salvaci�n a la gente, podr�a hacer uso de esos medios que Dios nunca prosper� y que hab�a declarado suficientemente que nunca lo har�a? Entonces ves cu�n esencial era para el car�cter de un rey de Israel, que deb�a ser justo y humilde, y traer la salvaci�n con �l, que viniera montado en un asno y un pollino hijo de un asno.

Pero, si a�n queda alguna duda, que la explique el profeta mismo, quien, inmediatamente despu�s de su descripci�n del rey prometido, a�ade: Cortar� el carro de Efra�n y el caballo de Jerusal�n; mostrando claramente que el car�cter dado al Mes�as, que deb�a montar en un asno, estaba en oposici�n al orgullo de sus reyes guerreros, quienes, por su gran fuerza en carros y caballos, se hab�an arruinado a s� mismos ya su pueblo. Con el mismo prop�sito habla el profeta Oseas; ch. Zacar�as 1:7 y Miqueas, cap. Zacar�as 5:10pasajes que se apoyan y se iluminan mutuamente, y muestran innegablemente lo que el profeta ten�a en mente, cuando predijo que el Mes�as iba a montar en un asno. �Y qu� hay en todo esto para hacer broma a los incr�dulos? la ley jud�a y la historia jud�a eran una mera circunstancia insignificante en el car�cter de un rey de Israel, tanto si ten�a carros y caballos de guerra como si no? �O acaso fue un reproche para Cristo cabalgar a Jerusal�n sobre el potro de un asno, cuando David, el mayor de sus antepasados, y Salom�n el m�s sabio, siempre que �l fuera sabio, cabalgaban de la misma manera? �Pueden los jud�os objetar esta circunstancia y, sin embargo, hablar de las glorias de David y la magnificencia de Salom�n, quien, en medio de toda su gloria y magnificencia, hizo exactamente lo mismo? O pueden tropezar con este car�cter de el Mes�as, sin olvidar �por qu� pr�ncipes fueron salvados sus antepasados ??y por qu� destruidos? Ver al obispo Sherlock en Profetizar, disertar. 4: p�g. 379.

Montar sobre un asno, etc.� El montar a caballo es considerado algo muy honorable en el este. En consecuencia, los caballos no se utilizan en otros movimientos que el de caminar en estado y correr en toda su carrera. Por esta raz�n, el Dr. Pocock nos dice que la elecci�n de los janizaries en El Cairo siempre va por el culo.para mayor velocidad, esas criaturas que se pasean muy r�pido, mientras que es contrario a la dignidad turca andar a caballo m�s r�pido que un paso por las calles. Montar a caballo se considera en el Levante una cosa honorable; y los montan en consecuencia de una manera muy majestuosa. Y de hecho, esto ha impresionado tanto a algunos de nuestros viajeros occidentales, el Dr. Russell en particular, que han confesado francamente que un gran hombre del este, montado a caballo y atendido por sus sirvientes, ha parecido mucho m�s majestuoso y digno. a ellos, que a uno de los nuestros en su carruaje, cargado de lacayos: en verdad, la gente de estos pa�ses debe permitirse ser exquisitos conocedores de todas las actitudes y todas las circunstancias que sirven para ennoblecer el aspecto de una persona, y hacer majestuoso y majestuoso.

El profeta Zacar�as parece haber supuesto, en consecuencia, este tipo de sensibilidad, cuando describe la venida del Mes�as a Si�n, como mansa y humilde, porque iba a hacer su entrada en un asno: porque, este apego de majestuosidad y dignidad a la montar en un caballo obtenido en Judea antes del tiempo de Zacar�as, aunque siempre hab�a sido as� en ese pa�s; los m�s grandes personajes, y tambi�n en las ocasiones m�s solemnes, cabalgando all� en tiempos m�s antiguos en asnos y mulas. Parece haber comenzado en el reinado de Salom�n, en cuyos d�as se nos dice que se sacaron muchos caballos de Egipto; y quien evidentemente toca la pompa supuestamente de montar a caballo, Eclesiast�s 10:7 . Ya hemos tomado nota de este pasaje en2 Reyes 4:24 . Pero el relato del Dr. Russell de personas de buena condici�n que montaban a caballo, con un n�mero de sirvientes caminando delante de ellos, es una ilustraci�n mucho m�s perfecta de un pasaje que habla de los que montan como si fueran a caballo. He visto criados cabalgando en estado, fue la declaraci�n del sabio, mientras que personas de gran cuna, en pa�ses donde la dignidad se mantiene con el mayor cuidado, �l hab�a visto caminar como criados antes que los que cabalgaban. Ver las Observaciones, p. 284.

Versículo 10

De mar incluso a mar, etc. � Es decir, del Mediterr�neo al mar del sur; y del r�o �ufrates, etc.

Versículo 11

Zacar�as 9:11. Es m�s que probable que la parte restante de esta profec�a, hasta el final del pr�ximo cap�tulo, se relacione con asuntos para los cuales a�n no ha llegado el momento. Es razonable suponer que, como la predicci�n sigue a la de la venida del Mes�as, se supon�a que el logro tendr�a lugar en el mismo orden de sucesi�n. Pero desde el tiempo de la aparici�n de nuestro Salvador en la tierra, nada le ha sucedido a la naci�n jud�a en ning�n grado que responda a lo que aqu� se predice; sin regreso del cautiverio, sin victorias, sin �xitos, sino una serie ininterrumpida de desgracias y calamidades. Se ha pensado que esto favorece la idea de que Jerem�as es el autor de estos cap�tulos, y de su predicci�n del regreso de los jud�os de Babilonia y sus �xitos bajo los Macabeos, cuando tuvieron que enfrentarse a los reyes macedonios de Siria. Daniel 8:21 .

Pero tenga en cuenta que la promesa de restauraci�n no se hace aqu� s�lo a Jud�, sino tambi�n a Efra�n, es decir, las diez tribus, que todav�a est�n, lo sabemos, en sus dispersiones, y nunca han estado en un pa�s. capacidad al menos, experiment� alg�n cambio favorable en sus asuntos desde su primer secuestro. Sin embargo, hay buenas razones para esperar de los escritos de otros profetas, as� como de los que nos han precedido, que llegar� el momento en que "todo Israel ser� salvo", as� como Jud�, y en lo sucesivo ser� tra�do de regreso a morar en su pa�s. poseer tierras en el pleno disfrute de la prosperidad nacional similar.

Por la sangre de tu pacto - Cuando estabas en la sangre de tu pacto , es decir, cuando a�n estabas mojado con la sangre que fue rociada sobre ti en confirmaci�n del pacto que Dios hizo contigo. Ver�xodo 24:8 . Hebreos 9:19 . � La misma forma de hablar ocurre, Ezequiel 16:6 . ?????? bedamaiik, "Cuando a�n estabas en tu sangre"; es decir, manchado con la sangre de tu inmundicia, como un ni�o a�n no lavado.

El pozo donde no hay agua - Antiguamente en las grandes casas, y particularmente en el este, los pozos profundos y secos, llamados mazmorras, fueron apropiados para el confinamiento de prisioneros. En uno de estos fue arrojado Jerem�as. Jeremias 38:6 .

Supongo que aqu� se entiende metaf�ricamente la tierra de Egipto, en la que los hijos de Israel hasta ahora estaban detenidos como en una prisi�n, hasta que Dios los liber� de ella y, al mismo tiempo, hizo un pacto con ellos. A esta liberaci�n, compara lo que les estaba destinado en el futuro.

Versículo 13

Grecia: ese Javan, o Ion (porque la palabra hebrea ??? puede sonar de cualquier manera, en consecuencia, ya que tiene una punta diferente) significa Grecia, antiguamente Jonia, que tiene su nombre de Javan, o Ion, el hijo de Japhet y nieto de No�. , est� suficientemente hecho aparecer en Bochart. Geograf�a. Sacra, lib. iii. C. 3. Y por los hijos de Jav�n o Grecia, lo m�s probable es que se refiera aqu� a los mismos enemigos de Israel, cuya destrucci�n se predice, Ezequiel 38 ; Ezequiel 39 bajo los nombres de Gog y Magog; que muchos han entendido que denota a los turcos, que ahora est�n en posesi�n de los mismos pa�ses que antes se llamaban en las Escrituras Javan.

Versículo 14

Ser� visto sobre ellos. Gui�ndolos y protegi�ndolos, como cuando salieron de Egipto. �xodo 13:21 .

Su flecha saldr� como el rel�mpago - Los rel�mpagos est�n representados como las flechas del Todopoderoso,Salmo 18:14 ; Salmo 77:17 y aqu� se dice que sale como un rayo, dispersando y desconcertando a todos los que est�n delante de �l.

Torbellinos del sur - Las tormentas m�s vehementes a las que estaba sujeta Judea vinieron del gran pa�s des�rtico al sur de ella.

Versículo 15

Devorar�n, & c. Ir�n y sojuzgar�n con honda; beber�n sangre como vino; se mojar�n [es decir, con sangre] como copas, como los cuernos del altar. Houbigant.

Versículo 16

Porque ser�n como piedras de corona, o m�s bien, como piedras consagradas. Se habla con frecuencia tanto de piedras individuales como de montones de piedras colocadas a modo de memoria; y estos bien podr�an llamarse ??? ???? abnei nezer, como separados, apartados o consagrados para un uso particular. As� leemos que Jacob tom� una piedra, la erigi� como columna y derram� aceite sobre ella. G�nesis 28:18 . Y doce de esas piedras fueron colocadas en memoria del paso por el Jord�n. Josu� 5:15 .

REFLEXIONES.� 1�, Cuando Dios venga con bendiciones a su pueblo, ejecutar� venganza sobre sus enemigos.

1. Las naciones vecinas, que hab�an sido tales opresores de Israel, ser�n castigadas.
[1.] Siria y Damasco son las primeras en ser juzgadas; sobre ellos reposar� la ira de Dios, una carga intolerable; y esto a causa de su mal uso del pueblo creyente de Dios (porque los ten�a entre los jud�os) cuyos ojos, como los ojos de un hombre, est�n o estar�n, hacia el Se�or, clamando por ayuda. Hamat, que limita con ella, correr� la misma suerte.

Algunos aplican las palabras en un sentido muy diferente, y suponen que no hablan de ira sino de misericordia: que la palabra del Se�or es su Evangelio, que reposar� en Damasco; y muchos de los habitantes, como el Israel de Dios, mirar�n al Se�or; y esto se cumpli� cuando San Pablo, cerca de Damasco, fue llevado al conocimiento de Jes�s e inmediatamente lo predic� en las sinagogas. Vea las notas cr�ticas.

[2.] Tiro y Sid�n, aunque apoyados por todas las ventajas humanas, muy sabios, fuertemente fortificados y muy ricos, caer�n; Dios la echar� fuera, destruir� su poder en el mar donde reinaba como reina del oc�ano, y ser� devorada por el fuego. Nota; No hay consejo ni poder contra el Se�or.

[3.] Las ciudades de los filisteos, Ascal�n, Gaza y Ecr�n, se aterrorizar�n ante la ruina de sus vecinos, avergonzados de la confianza que ten�an en Tiro; el rey de Gaza se pierda; Ascal�n quedar� desolada y deshabitada, y un bastardo o un extra�o habitar� en Asdod; lo cual se cumpli� cuando Alejandro destruy� todos estos lugares y tom� prisioneros a los habitantes; y luego los jud�os, bajo los Macabeos, sometieron gran parte de estos pa�ses.

2. Un remanente de estos ceder� al poder de la gracia divina. Entonces desaparecer� su enemistad sangrienta contra el pueblo de Dios y sus abominables idolatr�as; pero el que quede, �l ser� para nuestro Dios, volviendo a �l en verdadero arrepentimiento y convertido por la predicaci�n del Evangelio; y ser� como gobernador en Jud�, querido por Dios y honorable como los jefes de Jud�; y Ecr�n como jebuseo, o habitante de Jebus, que es Jerusal�n; la pared intermedia de separaci�n se est� derrumbando, y ya no subsiste ninguna diferencia entre jud�os y gentiles, ambos admitidos por igual en la iglesia, y herederos juntos de la gracia de la vida.

3. El cuidado de Dios sobre su pueblo creyente aparecer� eminentemente. Acampar� alrededor de mi casa por el ej�rcito, por el que pasa y por el que vuelve, que literalmente se refiere a la protecci�n que Dios les dio contra el ej�rcito de los griegos bajo Alejandro, quien, en medio de sus otros estragos. , favoreci� a los jud�os. Y espiritualmente habla de la vigilancia de Dios sobre sus fieles, quienes, en medio de todas las legiones del infierno, y los poderes de la tierra combinados contra ellos, son preservados; y ning�n opresor pasar� m�s por ellos,que no puede ser entendido completamente por el pueblo jud�o, ya que muchos enemigos lo oprimieron despu�s; pero se verifica gloriosamente con respecto al fiel Israel de Dios; los cuales, siendo justificados de todo por la sangre y la intercesi�n de Jes�s, han sido liberados de la condenaci�n y del yugo de servidumbre; porque ahora he visto con mis ojos, lo que expresa su vigilancia sobre su pueblo creyente que se adhiere a �l, y su deleite. en ellos; para que est�n a salvo de todos los poderes del mal.

2�, La primera parte de este cap�tulo nos dirigi� a la salvaci�n del gran Redentor; en la �ltima parte aparece con gran humildad, pero alegrando a todos sus santos.
1. Aparece el Mes�as adorado; y el profeta clama: He aqu�, para que el ojo de la fe se dirija hacia ese tiempo bendito, que ya se acercaba r�pidamente: tu rey viene a ti, el hijo de David, esperado por tanto tiempo, para sentarse en el trono de su Padre; es justo, en s� mismo perfectamente justo, y administra el reino de su gracia con la m�s alta justicia; y teniendo la salvaci�n,el autor y consumador de la misma, adquiri�ndola por el m�rito infinito de su sangre, y ascendiendo a su trono para aplicarla en los corazones de sus fieles y hacerlos part�cipes de su naturaleza divina; humilde, humill�ndose por nuestro bien a la forma de un siervo, y a la muerte de un esclavo; o pobre y afligido, como apareci� durante todos los d�as de su estad�a aqu� abajo; y cabalgando sobre un asno, y sobre un pollino el potro de un asno, o incluso sobre un pollino, porque as� hizo nuestro Se�or su entrada en Jerusal�n, Mateo 21:4 medio de las Hosannahs de la multitud.

2. �l erigir� un reino glorioso en el mundo, no con armas de guerra o fuerza exterior; sino por la predicaci�n de su Evangelio, inclinando el coraz�n de los hombres para someterse a su yugo f�cil; y bajo su gobierno estar�n a salvo, sin necesidad de carro, caballo o arco de batalla para defenderlos. Y las naciones compartir�n las bendiciones de su gobierno; porque les hablar� paz, envi�ndoles su Evangelio de paz, y haci�ndoles disfrutar en sus almas de la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, y haci�ndoles hombres de paz y tranquilidad en la tierra; y su dominio ser� de mar hasta mar, y desde el r�o hasta los confines de la tierra, alcanzando en el tiempo de un polo a otro, especialmente en los �ltimos d�as, cuando todas las naciones escuchar�n su Evangelio y se volver�n obedientes a la fe.

3. La gran liberaci�n que ha de efectuarse para la iglesia se atribuye a la sangre del pacto, la sangre de Jes�s, que derram� sobre la cruz; se llama tu pacto, el de la iglesia, que se compone de todos los fieles redimidos, porque las bendiciones y los beneficios de ella son de ella, a trav�s de Cristo, quien es la gran cabeza del Pacto para su pueblo creyente; y esta sangre estaba prefigurada en todos los sacrificios que los jud�os ofrec�an en la antig�edad. En virtud de esto, he enviado a tus prisioneros, los que por naturaleza est�n en un estado de culpa y corrupci�n, concluidos bajo el pecado;pero rindi�ndose a las llamadas y al poder del amor divino, son avivados por el Esp�ritu Santo a trav�s del m�rito infinito de la Sangre expiatoria, para salir del pozo, donde no hay agua; donde deben haber perecido miserablemente, a menos que sean aliviados. Y todos los que son sacados de all�, miran hacia atr�s con asombro, amor y alabanza, cuando consideran el abismo horrible del que el Se�or los ha sacado. Por lo tanto,

4. Se les ordena que se regocijen ante la vista de todas estas inestimables bendiciones; s�, para regocijarse grandemente, tambi�n conviene a aquellos que han visto al Rey en su hermosura, y son hechos part�cipes de su gran salvaci�n.
En tercer lugar, las promesas entregadas en este cap�tulo no parecen pertenecer tanto a ning�n estado feliz de los asuntos jud�os como a los tiempos del Evangelio; al menos entonces recibir�n de la manera m�s eminente su logro, y particularmente en la restauraci�n final de los jud�os.
1. Se invita a los pecadores a volverse al fuerte Cristo Jes�s, quien es el �nico capaz de protegerlos de los ataques de sus enemigos espirituales, Satan�s, el pecado y la muerte; para salvarlos de la ira de Dios, la maldici�n de una ley quebrantada; y suplir todas sus necesidades de su plenitud.

Se les llama prisioneros de la esperanza; esclavizado por naturaleza por la corrupci�n y condenado por la culpa; su estado en y por s� mismos desesperados, y todo esfuerzo por escapar por los poderes de la naturaleza es infructuoso; sin embargo, en el Evangelio, la esperanza brilla en la prisi�n, Jes�s ha abierto las puertas con su sangre, habiendo obtenido la redenci�n de todos los pecados para todos los que quieran Arrepi�ntanse y crean, habiendo comprado la gloria eterna para todos los fieles, por su gracia convocando a los prisioneros y haciendo posible que se levanten los que se vuelven a �l, abandonando todas las dem�s dependencias y descansando toda su salvaci�n solo en �l.

2. Se les asegura toda protecci�n y favor. Hoy declaro que te dar� el doble, el doble de lo que esperaban; consuelos que superan con creces todas sus aflicciones, y bendiciones que duplican las que sus padres hab�an experimentado; las bendiciones espirituales en Cristo Jes�s en las cosas celestiales son indeciblemente superiores a la mayor prosperidad temporal y las cosas buenas terrenales.

3. En estos �ltimos y gloriosos d�as, ser�n victoriosos bajo la gu�a divina sobre todo enemigo, y ser�n defendidos por el poder omnipotente, cuando yo haya inclinado a Jud� por m�, llenado el arco con Efra�n, o llenado Efra�n con arco, fortalecido brazos para doblarlo y poner en sus manos las armas poderosas, las armas espirituales del Evangelio, con las que los ap�stoles salieron disparando flechas de convicci�n en los corazones m�s valientes de los pecadores y llev�ndolos a la obediencia de Cristo; y levant� tus pecados, oh Sion, contra tus pecados, oh Grecia,los sabios disputadores de este mundo, por el que Grecia era famosa, como sede de la literatura y la ciencia humanas; pero toda esta orgullosa sabidur�a ser� humillada ante la palabra del Evangelio, y los sabios (muchos de ellos) estar�n dispuestos a volverse necios para ser sabios; y te hizo como espada de valiente, tan penetrante y aguda es la palabra de Dios en la boca de sus ministros, cuando va acompa�ada de la demostraci�n del Esp�ritu.

Y el Se�or ser� visto sobre ellos, como cuando en el d�a de Pentecost�s descendieron lenguas de fuego sobre los ap�stoles; o con el apoyo constante de la gracia y el valor les ministr�, y todav�a ministra a todos sus siervos, manifestando evidentemente el poder divino que hace que sus labores sean efectivas; y su flecha saldr� como un rel�mpago, veloz se extender� su evangelio, y llenar� el mundo con su luz y gloria; y el Se�or Dios tocar� la trompeta, sus ministros har�n sonar una alarma terrible en los o�dos de los pecadores impenitentes, y ir� con torbellinos del sur, ejecutando juicio sobre todos los que no obedecen su palabra; o la trompetaes como la trompeta del jubileo, una proclamaci�n de perd�n, paz y libertad; y los torbellinos, la poderosa energ�a de la palabra predicada, derribando toda oposici�n ante ella en el coraz�n del pecador. El Se�or de los Ej�rcitos los defender� de todo enemigo, y ellos devorar�n y sojuzgar�n con honda; aunque parecen tan desiguales para enfrentarse a sus enemigos en cuanto a sabidur�a y poder, como David para enfrentarse a Goliat; sin embargo, como �l, estas cosas d�biles confundir�n a los poderosos, y har�n que el pecador m�s justo y valiente se doble en el polvo y acepte la gracia del Evangelio; beber�n profundamente de la fuente de la verdad y de los consuelos del Esp�ritu, y har�n ruido como por vino,lleno de gozo y agradecimiento, y c�nticos de alabanza; y ser�n llenos del amor de Dios y del sentido de la eficacia de la expiaci�n de Jes�s, como copas con la sangre del sacrificio, y como las esquinas del altar sobre el cual fue rociado, como nuestra conciencia con la sangre de Cristo, sellando nuestro perd�n y paz.

Y el Se�or su Dios los salvar� en aquel d�a como reba�o de su pueblo, ya sea a los ministros de los que se ha hablado anteriormente, a quienes el Se�or env�a a pelear sus batallas, o m�s bien a los que son sometidos por la espada del Esp�ritu, y ahora contados. con los que llevan el yugo suave de Cristo y comparten las bendiciones de su pueblo; a quien como pastor alimenta, cuida y protege de todo mal; porque ser�n como las piedras de una corona, tan preciosas a los ojos de Dios; levantado como estandarte en su tierra, trofeos de las victorias de Jes�s y, si perseverantemente se adhieren a �l, monumentos de su gracia por los siglos de los siglos.

Algunos refieren estas promesas a Israel seg�n la carne, cuando bajo los Macabeos obtuvieron la victoria sobre Ant�oco y sus otros enemigos; pero el sentido dado parece preferible y ofrece una visi�n m�s noble de la profec�a.
4. Los creyentes genuinos se llenar�n de asombro, amor y alabanza. Porque cu�n grande es su bondad, am�ndonos as�, viviendo, muriendo por nosotros y otorg�ndonos las riquezas de su gracia y la abundancia de sus bendiciones; �Y cu�n grande es su hermosura! En el ojo de todo verdadero creyente, �l es incomparable; la mayor de diez mil, y en total hermosa; el trigo alegrar� a los j�venes, y el mosto a las doncellas;los verdaderos creyentes en Cristo Jes�s ser�n vigorosos, activos, animados; saliendo como refrescados con ma�z y vino, cantando en los buenos caminos de Dios, y fruct�fero, como algunos lo traducen, en toda buena palabra y obra.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Zechariah 9". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/zechariah-9.html. 1801-1803.
 
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