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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Coke sobre la Santa Biblia Comentario de Coke
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Zephaniah 2". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/zephaniah-2.html. 1801-1803.
Coke, Thomas. "Comentario sobre Zephaniah 2". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/
Introducción
Una exhortaci�n al arrepentimiento. El juicio de los filisteos, de Moab y de Am�n, de Etiop�a y de Asiria.
Antes de Cristo 612.
Versículo 1
Oh naci�n no deseada, oh naci�n que no recibes instrucci�n. Houbigant traduce este vers�culo y el siguiente de la siguiente manera: Oh naci�n sin conocimiento. Sofon�as 2:2 . Antes que seas arrastrado como la paja, cuando llegue el d�a; ante el furor de la ira, etc.
Versículo 3
Que obraron su juicio, guarden sus juicios. Houbigant.
Versículo 4
Porque Gaza ser� desamparada � Porque he aqu�, Gaza est� desamparada; y as� por todas partes, en tiempo presente: tanto como para decir: "He aqu�, las ciudades de los filisteos son tomadas y saqueadas por este pueblo victorioso; por tanto, vuestra destrucci�n se acerca". Despu�s de Psammiticus, rey de Egipto, que tom� las ciudades de los filisteos, vino su hijo Necao, quien se llev� al rey Joacaz en prisiones. Ver Houbigant.
Versículo 5
Los cereteos : los cretenses. Se supone que fueron una colonia de los filisteos. Vea la nota sobre 1 Samuel 30:14 .
Versículo 7
La costa ser� para el remanente , es decir, los Macabeos que sometieron a los filisteos ya los amonitas. Ver Sofon�as 2:9 .
Versículo 9
Incluso la cr�a de ortigas. Un lugar abandonado de ortigas. Houbigant. En lugar de mi gente, en la �ltima cl�usula, Houbigant lee mi naci�n.
Versículo 11
Porque pasar� hambre, etc. � Se disipar�. Houbigant. Pero el obispo Warburton observa que la expresi�n, tal como est� en nuestra versi�n, es noble y alude a las supersticiones populares del paganismo, que concibi� que los dioses se nutr�an del vapor de los sacrificios. Pero, �cu�ndo estaban los dioses paganos tan hambrientos, sino en las primeras edades del cristianismo? Cada uno desde su lugar, o en su lugar; es decir, no deb�an subir a Jerusal�n para adorar; �Incluso todas las islas de los paganos.Pero, �cu�ndo adoraron al Dios de Israel, cada uno desde su lugar, antes de la predicaci�n de los ap�stoles? Entonces, de hecho, su conversi�n r�pida y general los distingui� del resto de la naci�n. Houbigant observa que el llamamiento de los gentiles se menciona aqu� de manera muy oportuna y en su lugar apropiado, ya que en orden de tiempo sigui� poco despu�s del reino de los Macabeos.
Versículo 13
Har� de N�nive una desolaci�n � El Dr. Prideaux observa que, siendo Chyniladanus rey del imperio asirio y babil�nico, Nabopolasar su general le quit� este �ltimo, en el a�o diecis�is de Jos�as; catorce a�os despu�s de los cuales, el rey Sarracus fue asesinado y N�nive destruida, lo que complet� la ca�da de Asiria. Rauwolff observa en sus Viajes, que de este lado el r�o Tigris en Mesopotamia, es tan arenoso y seco, que uno pensar�a que est� en medio de los desiertos de Arabia. Ver Conexi�n de Prideaux, An. 612 y 626.
Versículo 14
Y recostar�n reba�os, & c. Y reba�os de toda clase de animales se recostar�n en medio de ella: tanto el pel�cano como el puercoesp�n se alojar�n en los capiteles superiores o en su obra tallada: se oir� el canto de las aves a trav�s de la ventana; el cuervo se sentar� en los umbrales; porque sus techos de cedro quedar�n desnudos; o descubrir� su trabajo de cedro. Houbigant.
REFLEXIONES.� Primero, Dios advierte antes de atacar, que los pecadores pueden tener tiempo para arrepentirse y prevenir los juicios amenazados.
1. Se env�a una citaci�n a este pueblo. Re�nanse, s�, j�ntense para ayunar y orar y humillar sus almas; o escudri�en ustedes mismos; examina tus caminos, para que puedas descubrir tus pecados, y vu�lvete al Se�or, oh naci�n no deseada, o no deseosa de Dios y su favor; negligente y descuidado, e ignorante de las cosas divinas, o no agradables a �l, pero odioso por la multitud de sus provocaciones.
2. Se les insta instant�neamente a que expongan su caso en serio, antes de que se promulgue el decreto, y sean puestos en ejecuci�n; antes de que pase el d�a como paja, cuando sean llevados al cautiverio, incapaces de soportar su destino, como paja ante el torbellino; antes que el ardor de la ira del Se�or, el d�a de la ira del Se�or, venga sobre ti; terrible m�s all� de toda expresi�n. Los retrasos son peligrosos, donde la eternidad est� en juego y la ira de Dios est� amenazada: necesitamos ser avivados para aprovechar el momento presente; y hoy, mientras sea llamado hoy, no endurecer nuestro coraz�n.
3. A las pocas almas bondadosas que hay entre ellos se les dirige, haga lo que hagan los dem�s, para asegurar su vocaci�n y elecci�n. Buscad al Se�or, todos los mansos de la tierra: este es el car�cter del pueblo de Dios; son mansos y humildes de coraz�n, pacientes ante las provocaciones de los hombres y sumisos ante las aflictivas providencias de Dios, que han forjado su juicio; obediente a sus leyes, observador de su culto. A estos, que recibir�n la palabra de exhortaci�n, se les pide que busquen al Se�or con oraci�n y s�plica con acci�n de gracias.
Busca la justicia, busca la mansedumbre; un mayor aumento de la gracia, para que sean m�s santos y ejemplares; porque nadie que se conozca a s� mismo puede descansar en los logros presentes, consciente de lo cortos que son en el mejor de los casos; y por tanto, olvid�ndose de las cosas que quedan atr�s, se acercan a las que est�n delante, avanzando hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jes�s.
4. Hay esperanza de que tales almas fieles puedan escapar de las desolaciones generales y, por una peculiar interposici�n de la Divina Providencia, se escondan en el d�a de la ira del Se�or y no perezcan con sus compatriotas imp�os; calamidades o no con otros, que no s�lo pueden ser, pero sin duda ser�, que tal est�n guardadas para el gran d�a de su ira.
2�, Las naciones vecinas son aqu� llamadas a la barra, y se lee su condenaci�n. Aunque el juicio comienza en la casa de Dios, no terminar� all�. Los filisteos eran los antiguos enemigos de Israel y se regocijar�an por su ca�da; pero est�n destinados a la misma destrucci�n.
1. Ser�n extirpados. Dios pronuncia un ay contra ellos, con sus vecinos los cereteos, a menos que este sea otro nombre para los filisteos.
Sus capitales est�n consagradas a la ruina: deben caer porque la palabra de Dios est� contra ellas, cuyos prop�sitos determinados son irresistibles. Su destrucci�n ser� universal; no quedar� habitante; y su costa del mar, donde sus ciudades una vez estuvieron llenas de habitantes, s�lo ahora proporcionar�n unas pocas caba�as miserables, donde los pastores vigilan y apacelan sus reba�os.
2. Jud� poseer� la tierra, reparar� y habitar� sus ciudades en paz, cuando el Se�or los visite, y desv�e su cautiverio, que se cumpli� despu�s de su regreso de Babilonia, en los d�as de los Macabeos.
En tercer lugar, Moab y Amm�n, los hijos de Lot, est�n unidos por igual en el pecado y en el sufrimiento.
1. Sus pecados son, [l.] Reproche y escarnio del pueblo de Dios, insultarlo en el d�a de su calamidad y probablemente ayudar a adelantar su ruina; y se engrandecieron contra su t�rmino, apoder�ndose de lo que quedaba contiguo a su pa�s; pero Dios oy�, y tom� nota de sus palabras y obras, y los recompensar�. [2.] Su orgullo. Hinchados de vanidad, consideraban despreciables al pueblo del Se�or de los Ej�rcitos y despreciaban con arrogancia su religi�n y su Dios. Nota; El orgullo es el primog�nito del infierno y, a los ojos de Dios, el m�s odioso.
2. Su juicio es el mismo; condenado a un derrocamiento terrible como el de Sodoma y Gomorra, su pa�s se volver� est�ril y sin cultivar como un desierto; e Israel, a quien han insultado, despu�s de su regreso de Babilonia, los saquear� y poseer� el pa�s, despu�s que haya comenzado a revivir de las desolaciones de Nabucodonosor; y esto es confirmado por el juramento del Se�or de los ej�rcitos, ninguno de cuyas palabras fallar�n. Nota; Aquellos que han pisoteado a otros, son llevados en juicio justo bajo los pies de aquellos a quienes as� insultaban.
3. Una promesa de gracia, que respeta los tiempos del evangelio, cierra la carga de Moab y Amm�n. Dios no solo ser� terrible para ellos, sino que pasar� hambre o traer� flaqueza sobre todos los dioses de la tierra, cuando la idolatr�a ante el poder del evangelio de Jes�s sea destruida; y le adorar�n, cada uno desde su lugar o en su lugar, sin subir a Jerusal�n, siendo ahora aceptables los sacrificios espirituales de oraci�n y alabanza en todo lugar; todas las islas de las naciones; y, bendito sea Dios, vemos cumplida en esta tierra la promesa que nos ha sido cumplida.
Cuarto, los habitantes de Arabia, o Etiop�a, y los asirios, con N�nive su capital, est�n dedicados a la destrucci�n, que fue tra�da sobre ellos por Nabucodonosor. Y tenemos,
1. El estado de prosperidad y seguridad en el que hab�a estado N�nive. �sta es la ciudad gozosa que habit� descuidadamente; la alegr�a y la alegr�a resonaron una vez en sus palacios; y, sin miedo al peligro, ning�n pensamiento melanc�lico interrumpi� las horas jocosas: eso dec�a en su coraz�n, yo soy, y no hay nadie fuera de m�; nadie se puede comparar a m� en riqueza, fuerza y ??belleza. Pero cuando la complacencia propia hincha el pecho de los soberbios y la seguridad adormece al pecador en su reposo enga�oso, la ruina se cierne sobre �l, la ira le pisotea los talones.
2. La miserable situaci�n a la que se ver� reducida N�nive. Convertidos en un mont�n de ruinas, estos orgullosos palacios se convertir�n en la guarida de los osos salvajes y la morada de cada ave triste y siniestra. La descripci�n es inimitablemente hermosa, y un comentario no puede dejar de degradar. Expresa la absoluta desolaci�n que sobrevendr�a; y todo pasajero que contemple la escena, mientras se maravilla del terrible cambio, silbar� y menear� la mano, insultando por su ca�da, que tantas veces insult� a los dem�s.