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Bible Commentaries
Isaías 62

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

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Versículos 1-12

EXPOSICI�N

Isa�as 62:1

ADEM�S GRACIAS PROMESAS HECHAS A ISRAEL POR "EL SIERVO". Algunos consideran al orador en este cap�tulo como Jehov�; algunos como el profeta, o el orden prof�tico; algunos como "el Siervo". La �ltima suposici�n nos parece la m�s simple y la mejor. La estrecha conexi�n con el cap�tulo anterior es evidente. Si eso es, en general, "un soliloquio del Siervo", esto deber�a ser una continuaci�n del soliloquio. A Israel se le promete "justicia", "gloria", "un nuevo nombre", una guardia de �ngeles, un tiempo de paz y prosperidad, liberaci�n de Babilonia y un establecimiento triunfante en Si�n bajo la protecci�n de Dios.

Isa�as 62:1

Por el bien de Sion, �no callar�? En el pasado, Dios guard� silencio ( Isa�as 42:14; Isa�as 57:11). "El Siervo" no ha hecho que se escuche su voz. A Babilonia se le ha permitido continuar su opresi�n sin control. Pero ahora habr� un cambio. Dios alzar� su voz, y las naciones oir�n; y la "salvaci�n" de Israel se efectuar� r�pidamente. Por el bien de Jerusal�n. "Si�n" y "Jerusal�n" se usan como sin�nimos ( Isa�as 2:3; Isa�as 4:3, Isa�as 4:4; Isa�as 31:4, Isa�as 31:5, y Isa�as 31:9; Isa�as 33:20; Isa�as 40:9; Isa�as 41:27; Isa�as 52:1; Isa�as 64:10, etc.), como" Israel "y Jacob". Hablando estrictamente, "Si�n" es la monta�a, "Jerusal�n", la ciudad construida sobre ella. Hasta que salga la justicia de la misma. (comp. Isa�as 54:17; Isa�as 61:10, Isa�as 61:11). Como brillo; o, como el amanecer (comp Isa�as 60:3; Proverbios 4:18; Daniel 6:19). Salvaci�n ... como una l�mpara que arde; m�s bien, como una antorcha que arde (comp. Jueces 15:4; Nah 2: 1 -13: 14; Zacar�as 12:6). La "salvaci�n" de Israel se manifestar�a; principalmente por su regreso triunfante de Babilonia, y m�s completamente por su posici�n en el reino final del Redentor.

Isa�as 62:2

Los gentiles ver�n, etc. Una continuaci�n del relato de la gloria final de Israel, como se da en Isa�as 61:6. Lo que los gentiles son especialmente para ver y admirar es la justicia de Israel. Esto puede se�alar los reconocimientos de la pureza y excelencia de la Iglesia primitiva que hicieron los paganos (Plin; 'Epist.,' 10.97), y que culminaron con el dicho: "�Miren c�mo se aman estos cristianos!" El esc�ptico Gibbon reconoce, entre las causas del �xito del cristianismo, "las virtudes de los primeros cristianos". Todos los reyes (comp. Isa�as 49:7, Isa�as 49:23; Isa�as 60:3; Salmo 50:22: 11). Ser�s llamado por un nuevo nombre (comp. Isa�as 61:4 y 12; y ver tambi�n Isa�as 65:15). No est� del todo claro cu�l es el "nuevo nombre", ya que en el resto del presente cap�tulo se sugiere m�s de un nombre. Rosenmuller supone que se quiere decir "Hephzibah". El Dr. Kay sugiere "los santos" y se�ala que el t�tulo de "santos" o "santos" es dado por San Pablo a todos los cristianos ( Hechos 26:10; Romanos 1:7; Romanos 16:15; 1 Corintios 1:2, etc.). El Sr. Cheyne piensa que es un t�tulo de honor desconocido, similar al mencionado por Jerem�as "Jehov�, nuestra justicia" (Jeremias 33:16). Se dar�n "nuevos nombres" a los santos individuales en el reino celestial ( Apocalipsis 2:17; Apocalipsis 3:12).

Isa�as 62:3

Ser�s tambi�n una corona de gloria, etc. Dios exhibir� a Israel en un mundo admirable, como un hombre podr�a exhibir una "corona" o "diadema" que sosten�a en su mano. Observar�n con admiraci�n y reverencia: "porque percibir�n que es su obra" (Salmo 64:9).

Isa�as 62:4

No volver�s a llamarte Renegado. Jud� se hab�a cre�do "abandonada" de Dios ( Isa�as 49:14) y, en cierto sentido, hab�a sido abandonada "por un peque�o momento" ( Isa�as 54:7). Parecer�a que sus enemigos hab�an ido tan lejos como para darle el nombre en tono de burla. Ni tu tierra ... se llamar� desolada. Judea no solo hab�a sido desolada por los invasores de Babilonia bajo Nabucbarlnezzar, sino que hab�a permanecido "desolada" durante todo el per�odo del cautiverio ( Isa�as 32:13, Isa�as 32:14; Isa�as 49:19, etc.). Se hab�a llegado a hablar de Sh'marnah, "una desolaci�n" (ver Jeremias 34:22; Jeremias 44:2, Jeremias 44:6; Ezequiel 33:29; Ezequiel 36:34). Ahora todo deber�a ser alterado. Como Ezequiel profetiz�: "La tierra que estaba desolada se ha convertido en el jard�n del Ed�n; y el p�ramo y las ciudades desoladas y arruinadas se han cercado y habitado" ( Ezequiel 36:35). Ser�s llamado Hephzi-bah; es decir, "mi deleite est� en ella". Hephzi-bah era el nombre de la reina de Ezequ�as, la madre de Manas�s ( 2 Reyes 21:1). Y tu tierra Beulah. Beulah, o m�s bien Be'ulah, significa "casado" (comp. Isa�as 54:1). Judea estar�a "casada" con sus hijos, o su gente, cuando dejaron Babilonia y una vez m�s se apoderaron de ella. El verbo hebreo dedo del pie "casarse" significa literalmente "ser se�or".

Isa�as 62:5

Como el novio se regocija por la novia. Hay un doble empleo de la analog�a con el matrimonio aqu�. La tierra, Judea, personificada como una mujer, est� casada con sus hijos, o su gente, considerada (a este respecto) como un hombre. La gente, considerada como una mujer ("la hija virgen de Si�n", Isa�as 37:22) tambi�n est� casada con Jehov� y lo reconoce como su Novio (Comp. Isa�as 54:5). Como Novio, Dios llama a su novia "Hephzi-bah" - "mi deleite est� en ella".

Isa�as 62:6

He puesto vigilantes en tus muros. "El Siervo" ha designado observadores en los muros de Si�n, ya sea "profetas" (Delitzsch), o "sacerdotes y profetas" (Kay), o, m�s probablemente, "seres angelicales" (Cheyne), que vigilan y protegen perpetuamente. (Comp. Isa�as 52:8). Ni de d�a ni de noche callan, ni guardan silencio, sino que interceden ante Dios por su pueblo, como el "�ngel de Jehov�" en Zacar�as 1:12, record�ndole su pacto con ellos y su les promete, y exhort�ndolo a "despertar, despertar" por su propio honor ( Isa�as 51:9). Generalmente se permite que los "observadores" en Daniel 4:13, Daniel 4:17, Daniel 4:23 sean �ngeles; y la misma interpretaci�n se adapta mejor a los "vigilantes" del presente pasaje. Ustedes que hacen menci�n del Se�or; m�s bien, como en el margen, vosotros que sois recordadores del Se�or; es decir, "vosotros, cuyo asunto es llamar al recuerdo de Dios las necesidades y reclamos de su pueblo, y las obligaciones de las promesas de su pacto".

Isa�as 62:7

No le des descanso. Compare la ense�anza de nuestro Se�or con respecto a la eficacia de la importunidad ( Lucas 11:5; Lucas 18:1).

Isa�as 62:8

El Se�or ha jurado. En respuesta a las representaciones de los "recordadores", Dios se compromete solemnemente con un juramento a socorrer al pueblo, restaurarlo en su propia tierra y darles el disfrute de sus frutos en paz. Por su mano derecha. Dios com�nmente jura "por s� mismo" ( G�nesis 22:16; Isa�as 45:23; Jeremias 49:13; Jeremias 51:14; Am�s 6:5), o" por su santidad "(Salmo 89:35; Am�s 4:2). Una vez que jura "por su gran Nombre" (Jeremias 44:26), y una vez "por la excelencia de Jacob" ( Am�s 8:7). No hay otro lugar en la Escritura donde jure "por su mano y brazo derechos", emblemas de su poder para actuar. Tu ma�z ... tu vino; Es decir, los frutos de tu tierra. Hasta ahora, incluso cuando Israel estaba en posesi�n de Palestina, sus frutos fueron constantemente destruidos o arrastrados por las incursiones de vecinos hostiles. En adelante, este saqueo deber�a cesar.

Isa�as 62:9

Lo beber� en los atrios de mi santidad. Esto no debe entenderse literalmente, en todo caso, de todo el producto de la alabanza. Lo que se quiere decir es que el producto ser� consagrado por medios festivos como lo ordena la Ley ( Deuteronomio 14:22-5), y que el resto se consumir� con el debido agradecimiento y reconocimiento.

Isa�as 62:10

Atraviesa, atraviesa las puertas. El hablante regresa al per�odo del exilio y exhorta a la gente a salir de Babilonia y acelerar su camino a casa (comp. Isa�as 48:20; Isa�as 52:11). Algunos de ellos son para despejar obst�culos, otros son para traer materiales y construir una carretera a lo largo de la cual el flujo de emigrantes puede marchar (comp. Isa�as 57:14), mientras que un tercer cuerpo elimina las piedras que podr�an causar tropiezos , y un cuarto levanta un est�ndar para dirigir la marcha.

Isa�as 62:11

Mientras tanto, Jehov�, por sus �ngeles o sus profetas, hace que se haga saber hasta los confines de la tierra que se acerca la redenci�n de Israel y que se acerca la "salvaci�n" de Si�n. Su recompensa es con �l, etc. Las palabras se repiten de Isa�as 40:10. Aqu� ciertamente se dice de Israel. Salen de Babilonia, teniendo su recompensa con ellos, es decir. libertad, honor, riquezas hasta cierto punto ( Esdras 1:4), y su trabajo, o m�s bien su recompensa, la posesi�n de Palestina, ante ellos.

Isa�as 62:12

Los llamar�n; o, los hombres los llamar�n, equivalente a "ser�n llamados". El pueblo santo Los persas en cierto grado reconocieron este car�cter en los israelitas ( Esdras 1:2, Esdras 1:3; Esdras 6:8: Esdras 7:12). Lo mismo hizo Alejandro, seg�n Josefo. Los romanos, por el contrario, los consideraban los devotos de una superstici�n degradante. Desde la conquista romana, han sido despreciados casi universalmente. Quiz�s se considere que la profec�a a�n espera su cumplimiento completo. Ser�s llamado. "T�" se refiere a Si�n o Jerusal�n. Ella deber�a ser llamada buscada, es decir. un objeto especial del cuidado de Dios, y una ciudad no abandonada, todo lo contrario de su antiguo nombre (vers�culo 4), que fue "Abandonado". Todas las condiciones de su existencia anterior ser�an alteradas, m�s a�n, revertidas, en el futuro.

HOMIL�TICA

Isa�as 62:2, Isa�as 62:4, Isa�as 62:12

La ense�anza de las Escrituras con respecto a los nombres.

Los nombres no se mencionan en las Escrituras como sin importancia, sino como de muy alta importancia.

I. UN VALOR ESPECIAL SE ESTABLECE EN LOS NOMBRES DE DIOS. Los nombres de Dios son significativos y exponen su naturaleza. "El" es "el Grande"; "Shaddai", "el Fuerte"; "Jehov�", "el Solo-existente". Dios seleccion� este apellido como aquel por el cual ser�a especialmente conocido por los jud�os ( �xodo 3:14), y se convirti� en una especie de nombre propio con ellos y sus vecinos. Era este nombre el que no deb�a tomarse en vano ( �xodo 20:7). Lleg� a considerarse tan sagrado que los jud�os no se aventuraron a pronunciarlo, sino que sustituyeron la palabra "Adonai" o "Se�or" cada vez que le�an las Escrituras en voz alta. Dios mismo est�, de hecho, en todos sus nombres; y se les debe casi la misma reverencia que a �l. Los cristianos son bautizados en el Nombre del Padre, el Hijo y el Esp�ritu Santo ( Mateo 28:19). El Nombre del Dios de Jacob los defiende (Salmo 25:1). El Padre los mantiene a trav�s de su Nombre ( Juan 17:11). Agradecen su Nombre ( Hebreos 13:15), temen y glorifican su Nombre ( Apocalipsis 15:4), confiesan y le cantan alabanzas ( Romanos 15:9). El nombre de Cristo, a trav�s de la fe en su nombre, los hace fuertes, s�, les da una solidez perfecta en presencia de todos ( Hechos 3:16).

II Se establece un cierto valor en los nombres de los hombres. Dios asigna nombres de hombres ( Isa�as 7:14; Isa�as 8:3; Oseas 1:4, Oseas 1:6, Oseas 1:9; Mateo 1:21; Lucas 1:13, etc.); altera o modifica sus nombres ( G�nesis 17:5, G�nesis 17:15; G�nesis 32:28; 2 Samuel 12:25, etc.); explica el significado m�stico de sus nombres ( Mateo 16:18); les da nombres completamente nuevos ( Apocalipsis 3:12). Los escritores sagrados tambi�n a veces alteran los nombres de los hombres con desprecio o como castigo. As� Esh-Baal, "hombre de Pablo", se convierte en Ish-Bosheth, "hombre de verg�enza"; Merib-Baal se convierte en Mephi-Bosheth, y similares. El verdadero nombre del padre de Ezequ�as parece haber sido Joacaz, "posesi�n de Jehov�"; pero los escritores sagrados, ofendidos con �l por sus idolatr�as, solo lo llamar�an Acaz, "posesi�n". Los reyes conquistadores a veces requer�an que se cambiaran los nombres de los reyes sujetos, aparentemente como una se�al de sumisi�n y sumisi�n. As�, el fara�n Necho ( 2 Reyes 23:34) convirti� el nombre de Eliakim en Joacim y Nabucodonosor ( 2 Reyes 24:17) y el nombre de Mattan�as a Sedequ�as. En conjunto, se reconoce que los nombres humanos tienen una importancia que rara vez se les atribuye a los escritores profanos.

III. Tambi�n se establece un cierto valor en los nombres de los lugares. La importancia se atribuye a la importancia de los top�nimos, y se encuentra un significado para ellos no siempre de acuerdo con sus etimolog�as reales. Babel (Babilonia) sin duda ten�a la intenci�n de los babilonios de significar "la puerta de Dios"; pero los escritores sagrados vieron en el nombre una derivaci�n de balal, "confundir" ( G�nesis 11:9). Cuando los lugares dejaron de corresponder a sus nombres, los escritores sagrados los modificaron libremente, para adaptarse a las circunstancias. As�, el Bet-el de los patriarcas se convierte en el Bet-evitado de Oseas ( Oseas 4:15; Oseas 5:8; Oseas 10:5), las idolatr�as de Jeroboam convirtieron "la casa de Dios "en" la casa de la nada ". En el presente cap�tulo, se supone que Jerusal�n se convirti� en" Azubah "en su destrucci�n por los babilonios, y que los exiliados que regresaron la llamar�an" Hephzi-bah "en su restauraci�n. Otro nombre que le dio Isa�as es "Ariel" ( Isa�as 29:1). Cada nombre expresa alguna fase en su historia o caracter�stica de su personaje.

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Isa�as 62:1

Promesas de gloria futura.

Supongamos que Jehov� es el orador, y que pronuncia este or�culo en un momento de oscuridad y abatimiento. Lo que se expresa es la intensa pasi�n, si podemos decirlo, de Dios por la realizaci�n de sus ideas en el mundo. El profeta teme no usar las im�genes antropom�rficas m�s audaces para exponer esta visi�n de Dios.

I. LOS DESEOS Y PROP�SITOS IRREPRESIONABLES DE LO ETERNO. No callar� ni descansar�. En tiempos oscuros parece que Dios se est� refrenando a s� mismo, refrenando sus labios, manteniendo la paz, etc. Cuatro veces en la �ltima porci�n de Isa�as se produce ese pensamiento ( Isa�as 42:14; Isa�as 57:11; Isa�as 64:12; Isa�as 65:6). Cuando la impiedad y la opresi�n son rampantes, los malvados exclaman: "�C�mo sabe Dios?" y el justo, "�Por qu� est� callado?" Y sin embargo, debe haber temores y escr�pulos en ambos lados. El silencio y la reserva no necesariamente significan indiferencia. Tampoco la voz del Eterno ser�a tan impresionante si no fuera por los largos espacios de silencio que se interponen. Tarde o temprano se levantar�, y su voz poderosa saldr� y habr� un cambio en los asuntos.

II EL IDEAL EN EL QUE HA ESTABLECIDO SU CORAZ�N. Es la gloria del ideal de Jerusal�n, la ciudad espiritual de Dios o su Iglesia.

1. La gloria de la justicia y la salvaci�n. Los dos t�rminos parecen aqu� casi denotar la misma cosa. Negativamente, libertad de toda calamidad externa y de toda impureza interna; positivamente, el logro de toda prosperidad y toda rectitud moral. Esto debe ser un brillo omnipresente, o una antorcha llevada lejos de mano en mano.

2. La belleza de la santidad. "Corona de adorno en la mano de Jehov�" o "diadema de realeza", ser� ella. Todas las asociaciones de abandono, desolaci�n y viudez desaparecer�n y ser�n reemplazadas por aquellas de belleza y alegr�a nupcial. Su nombre ser� cambiado por uno nuevo, es decir, su aflicci�n por una condici�n gloriosa.

III. EL MINISTERIO ANG�LICO. Los observadores angelicales se encuentran en los muros de la ciudad, incesantemente involucrados en la intercesi�n. La idea de ellos es la de los seres mediadores. Aqu� ellos interceden con Jehov� para que �l eleve la ciudad (o Iglesia) a su renombre apropiado entre las naciones de la tierra. Y parece indicarse una respuesta a la oraci�n, cuando Jehov� jura que la cosecha y la cosecha ya no ser�n saqueadas por sus enemigos.

Isa�as 62:10

La llamada de regreso a casa.

"El profeta regresa a los exiliados en Babilonia y les insta a no retrasar su marcha de regreso a casa". Es la misma llamada que reson� en las dos divisiones anteriores de la profec�a ( Isa�as 48:20; Isa�as 52:11).

I. EL CAMINO LIBRE. Las puertas de Babilonia se abrir�n. Los siervos invisibles de Jehov� deben preparar el camino ( Isa�as 40:3; Isa�as 57:14). Se ve una gran carretera (como en Isa�as 11:16) que se extiende hacia el hogar, desde la cual el grupo de pioneros est� eliminando obstrucciones; y en lo alto flota una pancarta sobre la escolta de gentiles ( Isa�as 44:22; Isa�as 11:10, Isa�as 11:12).

II LA PROCLAMACI�N La noticia de la pr�xima salvaci�n de Israel se publicar� hasta los confines de la tierra. Mientras tanto, Si�n, por medio del ministerio angelical o prof�tico, debe ser informada de su pr�xima liberaci�n. El que es el distribuidor y el compensador est� a la mano.

III. LA REALIZACI�N DEL DESTINO DE SION. El pueblo debe ser conocido una vez m�s por esa gran denominaci�n que les da la Ley ( �xodo 19:6), el pueblo santo, que participa de la naturaleza del Dios santo, por �l redimido, por �l santificado, un t�tulo que pas� al uso cristiano. En contraste con su antiguo aislamiento y abandono (Jeremias 30:17), la ciudad ser� "buscada", el objeto del amor y el cuidado de las naciones. En los cristianos como los elegidos, los amados de Dios, en la Iglesia como la "ciudad puesta en una colina", o como una novia gloriosa e impecable, se puede encontrar el cumplimiento cristiano de estas profec�as.

HOMILIAS DE W.M. ESTATAM

Isa�as 62:4

Compa�erismo con Dios.

"No volver�s a llamarte Renegado". Podemos estar equivocados, nuestro juicio es tan d�bil, nuestros corazones tan mundanos, pero no abandonados. Es una palabra hermosa, y es suficiente. Dios no condescender� para explicar todos sus caminos a los hombres; pero �l es un padre, y el padre nunca abandonar� a su hijo. Isa�as se llama el profeta evang�lico, y �l es as�; �l anuncia el reino de Cristo, describe la naturaleza del reino, bajo un Rey que reinar� en justicia, y nos da la imagen pat�tica de sus penas. En una palabra, como profeta del Redentor, describe la teofan�a, la aparici�n o manifestaci�n de Dios mismo; La gran era de Emanuel, "Dios con nosotros". Se profetizan las guerras, incluso despu�s del advenimiento de Cristo: tribulaciones y sacudidas de las naciones. Mucho tiene que ser anulado; pero en medio de todo est� el camino del verdadero Rey. Jes�s viene y viene a reinar. Mucho es transitorio aqu�. Se declara as�. Se dice que el hombre es un peregrino, y sin embargo lanza un grito de asombro de que no puede hacer de la tierra un hogar. Se dice que las riquezas tienen alas, y luego el hombre se sorprende de que huyan. Se dice que la vida es como la hierba, y luego el hombre se tambalea y se corta. Los amigos se vuelven falsos o inconstantes, y luego el hombre se sorprende de que los corazones malvados act�en de manera malvada. La naturaleza tiene sus estaciones, y luego el hombre se maravilla ante el an�logo de la vida que tiene tanto su noche como su d�a. Por un lado, el hombre se burla y desprecia la Biblia, y por el otro se niega a ver cu�n llenas de realismo y verdad son todas sus revelaciones morales. Es igualmente cierto en su lado tranquilo. Nos dice que en medio de todos tenemos un Padre en el cielo, cuya voluntad es sabia y justa, cuyo coraz�n es amable, verdadero y bueno. Nos asegura en esa venida de Cristo, a la que todas las edades esperaban, que Dios "nos recuerda en nuestro bajo estado, por su misericordia, se edifica para siempre", y que, aunque a menudo se equivoque, nunca se nos llamar� Renegados.

I. ESTA ES UNA RESPUESTA DIVINA. �Una respuesta a qu�? Por qu�, para la expresi�n de Si�n en Isa�as 49:14, "El Se�or me ha abandonado". No, obs�rvese, que no ha habido huellas divinas en el pasado, ni provisi�n y protecci�n divinas en el ayer de Sion; pero ahora nos ha abandonado. Estudia la vida, especialmente lo que se llama vida religiosa, y encontrar�s que este es siempre el grito tonto de la Iglesia. Vivir� en el pasado. No creer� que hay profetas y hombres justos hoy en d�a. Decorar� los sepulcros de los padres. Lo hizo en tiempos de Isa�as; lo hace ahora. Glorifica los d�as de Wickliffe y Luther, de Whitefield y Wesley, olvidando que Dios es el Dios viviente, y se escucha su voz, su mano extendida, su prop�sito funcionando ahora. No s� nada en lo que la mente humana est� tan fatalmente sesgada como en este mirar hacia atr�s y anhelar, mientras �l todav�a est� cerca de nosotros en nuestro aliento y en nuestro coraz�n. �Abandonado? No, todav�a hay profetas de la verdad; heraldos de la misericordia todav�a; videntes nacionales todav�a, que buscan el coraz�n de las naciones Dondequiera que est� el Esp�ritu de Cristo, all� est� �l. Hay guerras, vicios, errores, todav�a; pero su tiempo no es tan f�cil como lo fue, no es tan f�cil, de hecho, como en algunas �pocas pasadas que glorificamos. El Esp�ritu de Cristo se est� convirtiendo cada vez m�s en la prueba del bien y del mal, de la sabidur�a y la falta de sabidur�a, de lo real y lo falso, de lo justo y lo injusto. Hoy hay una luz brillante que no pueden apagar los rompedores, no se apagan las tormentas de pasi�n. "La Luz que ilumina a cada hombre que viene al mundo" est� aqu�. El brazo de Cristo no se acorta; los esp�ritus m�s cansados ??y cansados ??se apoyan en �l m�s que nunca. La misericordia de Cristo no se agota; Su perd�n sigue siendo la alegr�a de millones de corazones. Sus revelaciones de la inmortalidad no se han desvanecido a lo largo de los a�os. �l solo le ha dado al mundo su cielo que lo cubre todo. Sentimos que aunque todav�a creemos en �l y nos unimos a �l, las palabras prof�ticas son reales y verdaderas: "No volver�s a llamarte Renegado".

II Una divina armon�a. Las palabras no est�n solas. No son simplemente un texto hermoso, o una flor aislada, o una joya separada. Tenemos que tomar la tensi�n moral de un libro para ver en la mente y el significado del plan. No interpretamos Mendelssohn o Mozart por pasajes separados, tampoco debemos tratar a Isa�as. Evidentemente, es el profeta de una edad de oro, sin importar si hay diez manos visibles en la obra o una. Probamos la verdad por su voz, no por su simple hablante. Todos los profetas no deb�an ser escuchados y obedecidos simplemente porque eran profetas. "Tambi�n he visto en los profetas de Jerusal�n una cosa horrible: cometen adulterio y andan en mentiras: fortalecen tambi�n las manos de los malhechores ... As� dice el Se�or de los ej�rcitos: No escuchen las palabras de los profetas que profetizan. a ti: te hacen vanidoso: hablan una visi�n de su propio coraz�n, y no de la boca del Se�or "(Jeremias 23:14, Jeremias 23:16); y nuevamente, "No dejes que tus profetas te enga�en" (Jeremias 29:8); y nuevamente, "Mi mano estar� sobre los profetas que ven vanidad, y que las mentiras divinas" ( Ezequiel 13:9); "As� dijo el Se�or Dios: �Ay de los necios profetas, oh Israel, tus profetas son como zorros!" ( Ezequiel 13:3, Ezequiel 13:4). Si; hubo una prueba moral entonces; un instinto que revel� al verdadero profeta, como revela al verdadero Salvador. Nuestro Se�or descans� todo sobre esto: "Si fueran de la verdad, oir�an mi voz:" "Mis ovejas oyen mi voz". Un ejemplo notable de esta prueba moral se nos da en Ezequiel 13:22. La gente deb�a poner sus rostros contra los profetas. �Por qu�? "Porque con mentiras hab�is entristecido el coraz�n del justo, a quien yo no he entristecido, y fortalecido las manos del imp�o, para que no vuelva de su malvado camino, prometi�ndole vida". Lo que estaba en contra de la justicia y el mal asistido no se pod�a creer. �Por qu� los hombres tendr�n tanto miedo de esta prueba? �Por qu� buscan descansar la autoridad sobre los autores y escritores de libros, y no descansarla, como lo hace Dios, y siempre lo hizo, y solo podr�a hacerlo, sobre la verdad misma? Era el camino de Isa�as, era el camino de nuestro Se�or, era el camino de San Pablo. "Encomend�ndonos a la conciencia de cada hombre a la vista de Dios". Llego as� a mi palabra "armon�a". Es armonioso con todos dentro de nosotros. Isa�as es un profeta de justicia, de paciencia divina, de perd�n divino, de piedad divina, de ministerio divino, de sacrificio divino. Si se le pregunta: �Es un Dios en quien se puede confiar, adorar, amar? todo el ser interior exclama: "Am�n, y am�n".

III. Una consolaci�n divina. Es realmente parte de la tensi�n de "consuelo", ya que llega a las profundidades de nuestro ser. No abandonado. El mismo Isa�as est� aqu�. Sentimos pecado Israel lo sinti�. No podemos por ninguna filosof�a de herencia escapar de la conciencia de la culpa personal. Solo la llama arde. Por la noche, la espina atraviesa la almohada. �Nos dejan soportar la gran pena sin impiedad y sin ayuda? De Si�n vendr� el Libertador. "Consolaos, consolaos, pueblo m�o, dice vuestro Dios". Sentimos males sociales; somos heridos por la injusticia, deshonrados y heridos por el ego�smo. En medio de todo, las guerras feroces parecen agitar una y otra vez las locas pasiones de la humanidad. �Qu� pensamiento puede iluminar nuestra penumbra, puede fortalecer nuestras esperanzas? Solo esto: "Un Rey reinar� en justicia". Si no hay esperanza para la supremac�a de Cristo, todo est� perdido, porque a su lado no hay Salvador. �Pero no hay indicios de que haya un mejor esp�ritu en el extranjero? Creo que s�. Los hombres suspiran por un Pr�ncipe de paz, y con el suspiro tambi�n hay un sollozo, "Oh Se�or, �cu�nto tiempo?" Sentimos nuestra propia soledad. Parece que estamos abandonados. El cambio llega. La fortuna se convierte en desgracia, la salud en enfermedad. Pero hay horas de descanso en todos los corazones cristianos. Di qu� voluntad de los hombres de los misterios, d�jales reflexionar sobre los hechos; hay un toque de Cristo, hay un tierno sentido de un brazo que lo rodea, hay una conciencia del cuidado y amor del buen Pastor. Queremos llevar a casa la m�sica de esta promesa a los corazones cansados. Si queremos ejercer m�s influencia que los fil�sofos y los moralistas, debemos tener un mejor mensaje. Cuando Ulises pas� por la isla de los syrens, la historia cl�sica nos cuenta que, para salvarse de sus trampas, se at� con poderosas tangas a los m�stiles y asegur� la seguridad de sus marineros llenando sus o�dos con cera, para que pudieran No te dejes hechizar. Pero cuando el dulce cantante, cuando Orfeo, viaj� por la misma isla Syren, no se at� a ning�n m�stil. Comenz� una m�sica m�s dulce y noble de la que jam�s alcanzaron los syrens, y as� naveg� triunfante. Si queremos ganar hombres y mantenerlos, hombres que han sido encantados con las voces del mundo durante toda la semana, nuestra melod�a debe ser una que descienda del cielo; la m�sica del perd�n y la misericordia, de la gracia y la ayuda, del amor de Dios, y el cuidado de Dios, y el trono eterno de Dios. Estamos en aquel que es verdadero, en aquel de quien toda la profec�a est� llena, quien fue el Esp�ritu de todo. En la vida con todos sus misterios, y en la muerte con todas sus despedidas. Nunca seremos llamados "Renegados" - W.M.S.

HOMILIAS DE W. CLARKSON

Isa�as 62:1

De la noche al mediod�a.

El pasaje implica m�s que declara una condici�n muy triste en la que se encuentra Israel, y nos sugiere, como punto de partida:

I. D�AS OSCUROS A TRAV�S DE LOS QUE PUEDE PASAR UNA IGLESIA CRISTIANA, Los males y las miserias que pueden ser soportados pueden incluir, como con Israel en el momento de esta profec�a:

1. N�meros reducidos, que causan debilidad y humillaci�n, quiz�s acerc�ndose a la extinci�n.

2. Sumisi�n a alg�n tipo de esclavitud; ya sea a la tiran�a de alg�n enga�o espiritual, o al despotismo de alg�n otro maestro que no sea el Se�or del amor y la justicia.

3. La retirada real de Cristo; una condici�n en la que se le llama correctamente "los Renegados", porque "no hace muchas obras poderosas debido a la incredulidad". �l no habita all�, sino que pasa; �l no manifiesta su presencia y su poder para regenerar, renovar o mantener la gracia.

4. La aparici�n de un absoluto olvido por parte de su Divina Cabeza. Hay tal ausencia de toda fecundidad, toda utilidad, toda belleza moral y espiritual, que su nombre m�s apropiado es "El Desolado".

II EL DEBER DE SUS MINISTROS y sus mejores amigos en estos d�as oscuros ( Isa�as 62:1).

1. Suplicando a Dios por su pueblo. Por el bien de Sion que no mantiene la paz, por el bien de Jerusal�n que no descansa, sino que intercede continua y fervientemente con Dios para que se apiade, interponga, se restablezca.

2. Suplicando a su pueblo en el nombre de Dios. La funci�n del profeta era hablar por Dios, y especialmente cuando su verdad fue olvidada y su voluntad descuidada. El deber y el privilegio del ministro de Cristo es declarar con toda valent�a y fidelidad, y con toda reiteraci�n necesaria, la verdad que se ha olvidado, el mandamiento que se est� ignorando. Este deber es compartido por cualquier otro, particularmente por cualquier otro oficial, a quien el Esp�ritu de Dios puede revelar su voluntad.

III. EL FUTURO QUE EST� EN EL PODER Y EN EL CORAZ�N DE DIOS CONFERIR.

1. Liberaci�n de estos males angustiantes. Habr� "salvaci�n" ( Isa�as 62:1). Se romper�n los lazos, se disipar�n los delirios, se eliminar� la asunci�n del poder, se expulsar� la "cosa mala en medio" que imped�a la residencia de Cristo.

2. Manifestaci�n del favor del Maestro. Su "justicia" a su vista "saldr� como un resplandor:" habr� tales se�ales de favor divino que todos los que moran y observen "ver�n su justicia" afirmada y contemplar�n su "gloria" ( Isa�as 62:2).

3. La posesi�n del respeto de su Se�or. Su nuevo nombre, "Hephzi-bah", indicar� que su Se�or se deleita en �l, lo mira con alegre aprobaci�n, lo sostiene en su mano derecha ( Apocalipsis 2:1) mientras un hombre sostiene una corona o diadema, como algo de valor raro, de gran precio en su estima ( Isa�as 62:3).

4. La efusi�n del afecto de su Se�or. Su nuevo nombre tambi�n es "Beulah", ya que es ser querido a su coraz�n como lo es la novia del novio, el objeto de su ferviente amor. Podemos ser tan conscientes de nuestras deficiencias y de nuestras desviaciones de la voluntad de Dios que no podemos darnos cuenta de la plenitud de nuestro privilegio. Pero es nuestro deber sagrado estar insatisfechos con nosotros mismos, como porciones de la Iglesia de Cristo, hasta que seamos de tal manera que �l pueda considerar con amor y afecto divinos, como pueda apreciar como coronas o diademas muy preciosas. Si esto parece imposible como son las cosas, nos corresponde humillarnos ante �l, rogarle en oraci�n penitente, volver a dedicarnos a su servicio, hasta que llegue la hora en que no solo la oscuridad habr� dado paso al amanecer, sino que el amanecer hasta el mediod�a brillo � C.

Isa�as 62:8, Isa�as 62:9

El valor de la seguridad, etc.

La principal lecci�n aqu� es la ventaja inestimable de la independencia nacional y la consiguiente seguridad individual. Pero otras lecciones tambi�n se destacan del pasaje, a saber:

I. LA REALIDAD DE LA RESPONSABILIDAD NACIONAL. Est� muy claramente impl�cito que Israel hab�a sufrido gravemente en el pasado como naci�n, debido a la ira de Dios. Hab�a pecado y hab�a sido condenada, y hab�a pagado la pena de sufrir una invasi�n cruel y rapaz; de modo que sus ciudadanos no comieron del ma�z que hab�an sembrado y no bebieron del vino que hab�an plantado. Dios hace que las naciones y los individuos paguen la multa debida por sus transgresiones. Por lo tanto tenemos

II LA OBLIGACI�N INDIVIDUAL que conlleva este hecho. Es imposible para cualquier hombre separarse de la comunidad de la que es miembro; no est� en libertad de abandonar el curso nacional, seg�n lo decidan otros hombres, mientras se entrega a trabajos m�s agradables. Ning�n hombre puede desprenderse de sus responsabilidades como ciudadano de su pa�s; cada hombre est� obligado a ejercer su influencia en nombre de la libertad, la justicia, la paz, la virtud, la piedad.

III. EL VALOR DE LA SEGURIDAD. Si no est� claro si los hombres cosechar�n lo que siembran, si es probable que los extra�os participen del fruto del trabajo de los hombres, habr� una fuerza constante y poderosamente perturbadora en el trabajo. Pero la seguridad promover�:

1. Orden y buen gobierno.

2. Industria: ocupaci�n, empresa, las artes �tiles.

3. Benevolencia: el origen y el crecimiento de las instituciones filantr�picas.

4. Piedad: la construcci�n de estructuras sagradas y el establecimiento de organizaciones religiosas.

1. Que la prosperidad que es el fruto de la seguridad se consagre por gratitud y benevolencia. "Come y alaba al Se�or," trae el vino "a los atrios o su santidad". Tenga cuidado con un esp�ritu ego�sta y complaciente (vea Deuteronomio 6:12), y cultive cuidadosa y devotamente un esp�ritu de gratitud hacia Dios y bondad hacia el hombre.

2. Aprecie su valor total y d� gracias a Dios por la seguridad nacional que se disfruta. No es una de las misericordias m�s peque�as que hemos recibido de su mano que no tengamos miedo de ser desplazados por ning�n "extra�o", que estamos tan seguros de los frutos de nuestro trabajo. Este sentido de seguridad y estabilidad ha contribuido en gran medida a los recursos a nuestro alcance, y est� agregando incalculablemente a los mejores movimientos y medidas de nuestro tiempo.

3. Regoc�jate y bendice a Dios por el hecho de que aunque no podamos cosechar todo lo que sembramos aqu�, hay un futuro en el que el trabajador ser� ampliamente recompensado (Salmo 126:6; 1 Corintios 15:58) .� C.

Isa�as 62:10

La llamada de Dios a los esclavos.

Tomando el lenguaje del d�cimo verso como una direcci�n en�rgica al pueblo cautivo de Dios para "atravesar" las puertas de Babilonia, y dirigirse con toda diligencia a Si�n, el hogar de la libertad y la alegr�a sagrada, tenemos:

I. UNA DIVINA CITA A LOS ENSLAVADOS. Para el alma individual, eso ha sido llevado a una esclavitud espiritual, tal vez bajo la tiran�a de alg�n h�bito esclavizante; a la Iglesia cristiana, que se ha permitido someterse a alg�n poder externo que no sea el de su Divino Se�or; a la naci�n traicionada y sometida, que ha disfrutado y es capaz de un gobierno independiente, recibe la convocatoria de arriba; "Invoca todos tus poderes, no dejes ning�n medio sin probar, prepara el camino, haz un esfuerzo supremo y sacrificado para romper los lazos, caminar en el camino, alcanzar la meta de una libertad verdadera y duradera".

II LA RECOMPENSA DE LA OBEDIENCIA. "Su recompensa est� con �l", etc. La primera recompensa se encuentra en:

1. Una bendita sensaci�n de liberaci�n de la esclavitud. El hombre, o la Iglesia, se regocija enormemente porque es uno de los "redimidos del Se�or". El hecho de que Dios se haya quitado los grilletes y lo haya hecho respirar el dulce aire de la libertad, la conciencia de que la iniquidad "no tiene dominio sobre �l" es el mayor y m�s feliz de todos los hechos para �l. La vida no tiene herencia que sea igual a la "salvaci�n" que ha llegado a su coraz�n, a su vida.

2. Una reputaci�n restaurada. Pertenec�a a los imp�os, los culpables, tal vez a los viciosos o violentos; ahora es uno de "los santos" a quienes todos los hombres honran. Esto conduce a:

3. Comuni�n y amistad con los mejores y m�s valiosos; con el Alt�simo mismo, y con los sabios y buenos entre los hombres; �l est� entre aquellos que son "buscados", "no abandonados". Otras recompensas acompa�an a la obediencia, no aqu� declarada o insinuada. Podemos sugerir:

4. Capacidad de utilidad para los dem�s, ocupando una posici�n en la que �l (o ella, la Iglesia) puede conducir a otros esclavos a la libertad espiritual (Salmo 51:12, Salmo 51:13; Juan 21:15; Hechos 26:18; Santiago 5:19, Santiago 5:20).

5. Una buena esperanza de una herencia donde mora la libertad perfecta � C.

HOMILIAS POR R. TUCK

Isa�as 62:1

Deseos piadosos para la Iglesia.

Los jud�os estaban notablemente unidos a las localidades. Apreciaban las asociaciones nacionales con lugares como Betel, el Mar Rojo, el Jord�n, etc. pero amaban m�s intensamente a Jerusal�n y al monte Si�n. Para los mejores jud�os, las localidades eran solo santuarios de verdades espirituales. Betel significaba "Dios cercano:" el Mar Rojo significaba "Dios redentor:" Jordania significaba "Dios fiel a su palabra". Esos jud�os vieron lo espiritual a trav�s de lo local; se espera que veamos lo espiritual sin la ayuda de lo local.

I. LOS DESEOS FERVENTES DE UN ALMA DIOSA. Ver a Si�n, el tipo de la Iglesia de Cristo, entregada y establecida en justicia.

1. Entregado desde

(1) sus debilidades, en motivo, objetivo y trabajo;

(2) sus obst�culos, en el cuerpo, los negocios y las relaciones;

(3) sus prejuicios, tanto individuales como sectarios. La Iglesia en el mundo es como una l�mpara encendida tenuemente en aire impuro.

2. Establecido en la justicia.

(1) El car�cter interno de una Iglesia es objeto de mayor ansiedad que su condici�n externa. La hija del Rey debe ser "toda gloriosa por dentro".

(2) El car�cter interno de una iglesia solo se conserva, ya que tiene una capacidad de crecimiento. La figura en el texto es de un "brillo", no un simple destello, sino un brillo que se ilumina o avanza.

II LA VARIEDAD DE MOTIVOS QUE AUMENTAN LOS DESEOS.

1. Nuestro voto de consagraci�n. Nos entregamos primero a Cristo, y luego a su Iglesia.

2. Las emociones de la vida cristiana. Estos nos inspiran a "orar por la paz de Jerusal�n".

3. Amor a Cristo. Esto, nos dice John, seguramente encontrar� expresi�n en el amor por los hermanos.

III. EL PROMINENTE MOTIVO SUPREMO EN EL TEXTO, El verdadero bienestar de la Iglesia misma. "Por el bien de Sion". Deber�amos sentir la mayor ansiedad que

(1) se debe aumentar la alegr�a de la Iglesia;

(2) la belleza y la semejanza de Cristo de la Iglesia deben ser perfeccionadas;

(3) la eficiencia y el poder de la Iglesia deber�an ampliarse. Su justicia, que es su verdadera fuerza, deber�a brillar m�s y m�s hasta el d�a perfecto.

IV. EL HOMBRE QUE TIENE BUENOS DESEOS NO RETIRAR� SUS ESFUERZOS PERSONALES. "No callar�", etc. La verdadera grandeza de la oraci�n solo es conocida por el hombre que trabaja, y la grandeza del trabajo solo para el que ora. � R.T.

Isa�as 62:2

El nuevo nombre del Se�or para su pueblo.

"Y los hombres te llamar�n por un nuevo nombre, que la boca de Jehov� designar�" (comp�rate, para la promesa de un nuevo nombre, Apocalipsis 2:17; Apocalipsis 3:12). Abram, tra�do al pacto con Dios, recibe un nuevo nombre: Abraham. Jacob encuentra que su triunfo sella su aceptaci�n con Dios, y de ahora en adelante se le conoce con un nuevo nombre: Israel. Lo que el nombre es Dios solo lo sabe, pero reconocer� el hecho de que la gente hab�a sido fiel y hab�a sido recompensada por su fidelidad. Un sentimiento singular prevaleci� entre los jud�os en relaci�n con este nuevo nombre. La posesi�n de un nuevo nombre lleg� a considerarse entre los piadosos como una demostraci�n de que todos los pecados cometidos bajo el antiguo nombre fueron perdonados, y todos los decretos anulados que se emitieron contra el pecador mientras pose�a su antigua denominaci�n. En consecuencia, al acercarse la muerte, los jud�os sol�an cambiar el nombre de la persona moribunda, y la raz�n de esta costumbre se percibir� en la siguiente oraci�n ofrecida por los moribundos, a quienes se les ha dado el nuevo nombre: "O Dios, ten piedad de A (su antiguo nombre), y devu�lvelo a la salud, y deja que de ahora en adelante se llame B (el nuevo nombre); y que se alegre de su nuevo nombre, y que se lo confirme. complacido, te suplicamos, oh Dios, que este cambio de nombre pueda abolir todos los decretos duros y malvados en su contra, y destruir la sentencia general. Si la muerte se decreta sobre A (el nombre anterior), no se decreta sobre B ( el nuevo nombre), si se hizo un decreto malvado contra A, �he aqu�! esta hora es otro hombre, una nueva criatura, y como un ni�o nacido para una buena vida y duraci�n de d�as ".

I. EL NUEVO MISMO INDICA EL FIN DE LA ANTIGUA VIDA. Ilustrar:

1. Por el nuevo nombre dado en el matrimonio, que cierra la vida anterior en la casa del padre.

2. Por el nuevo nombre dado a los restaurados en Jerusal�n, que denunci� el final del tiempo de cautiverio en Babilonia.

3. Por el nuevo nombre "cristiano", que marca el final de la antigua vida pagana, o vida pagana.

4. Por el nuevo nombre celestial (como en Apocalipsis 2:17), que dice que el conflicto de la tierra ha terminado en la victoria de la santidad. Aplique al reconocimiento Divino de nuestro triunfo final sobre el viejo Ad�n, que es "corrupto seg�n las lujurias enga�osas".

II EL NUEVO NOMBRE RECUERDA A LOS HOMBRES DE LA GRACIA DE LOS CUALES SON MONUMENTOS. Se afirma muy positivamente que Dios da el nombre, para recordar a los hombres lo que ha hecho por ellos. El nombre "redimido" tiene en cuenta al "Redentor". El nombre "cristiano" establece a "Cristo" siempre antes que nosotros. No es nuestro nombre para nosotros mismos; Es el nombre de Dios para nosotros, por lo que es un recordatorio constante de lo que la gracia Todopoderosa ha hecho y puede hacer.

III. EL NUEVO NOMBRE INDICA EL ESP�RITU DE LA NUEVA VIDA. El nombre de "ciudad santa" llama la atenci�n sobre el hecho de que las personas deben ser todas santas, como aquellas que est�n totalmente consagradas a Dios.

Isa�as 62:4

La figura de Bunyan de la tierra de Beulah.

Hephzi-bah era la esposa de Ezequ�as y madre de Manas�s. La tradici�n muy incierta dice que ella era hija del profeta Isa�as. El nombre significa: "Mi deleite est� en ella", y el Dr. C. Geikie dice: "Su nombre, ya sea dado en su matrimonio o antes, despierta un pensamiento de ternura y poes�a del viejo mundo. �l hab�a amado y respetado, cuando Isa�as nos dice que Jehov� har� de Si�n, despu�s de su larga desolaci�n, una vez m�s su Hephzi-bah? La palabra "Beulah" significa "casada", y la figura se basa en la noci�n oriental de la condici�n desolada de una doncella o una viuda, y el feliz estado de satisfacci�n de la mujer casada, que tiene esposo y hogar. Una tierra "casada" es la que se cuida, cuida, cuida y ama. Bunyan usa el nombre para representar el "tiempo de espera" de la vejez, o de la fragilidad, en el que el pueblo de Dios se queda un rato antes de pasar el r�o. Si bien algo fantasioso, su imagen es hermosa y sugerente. "Ahora vi en mi sue�o, que para entonces los peregrinos hab�an cruzado el terreno encantado y entrando en el pa�s de Beulah; ... cuyo aire era muy dulce y placentero; por la forma en que lo atravesaban, se trasladaron all� por una temporada. S�, aqu� escuchaban continuamente el canto de los p�jaros, y ve�an todos los d�as que aparec�an las flores en la tierra, y o�an la voz de la tortuga en la tierra. En este pa�s el sol brilla d�a y noche: por lo que esto era m�s all� del Valle de la Sombra de la Muerte, y tambi�n fuera del alcance de la Desesperaci�n Gigante, ni pod�an ver desde este lugar tanto como ver el Castillo Dudoso. Aqu� estaban a la vista de la ciudad a la que iban: tambi�n aqu� los conocieron algunos de los habitantes de la misma; porque en esta tierra los que brillaban com�nmente caminaban, porque estaba en los l�mites del cielo. En esta tierra tambi�n se renov� el contrato entre la Novia y el Novio; s�, aqu� 'como el novio se regocija sobre la novia as� se alegra tu Dios por ee. Aqu� no ten�an falta de ma�z y vino, porque en este lugar se encontraron con abundancia de lo que hab�an buscado en todas sus peregrinaciones ". Este pasaje est� tomado de la primera parte del 'Progreso del peregrino', pero debe examinarse un pasaje similar al final de la segunda parte. Las siguientes divisiones pueden servir como gu�as en la espiritualizaci�n de esta figura de Beulah.

I. BEULAH-LAND REPRESENTA TIEMPOS DE PAZ DESPU�S DE CONFLICTAR CON EL PECADO. Tales momentos vienen en varias partes de nuestra vida, y son momentos de refresco.

II BEULAH-LAND REPRESENTA TIEMPOS DE CONFORT Y DESCANSO DESPU�S DE DIVINOS CASTIGOS. Dios es muy tierno sobre la curaci�n de sus heridos, y da estaciones cuando los cielos caen b�lsamo.

III. BEULAH-LAND REPRESENTA TIEMPOS DE ESPERA CUANDO SE TERMINA EL TRABAJO DE LA TIERRA. El hermoso tiempo de la vejez sagrada, lleno de dulces recuerdos y paciente confianza. R.T.

Isa�as 62:6, Isa�as 62:7

El trabajo de los hombres de oraci�n entre nosotros.

"Sobre tus muros, oh Jerusal�n, he puesto vigilantes; todo el d�a y toda la noche nunca callan: vosotros que sois recordadores de Jehov�, no descanses y no le des descanso, hasta que se establezca y hasta que haga de Jerusal�n un renombre en la tierra "(Cheyne). Si los observadores son hombres, la idea es que durante todos los a�os del cautiverio de Israel, sus vigilantes, recordadores u hombres de oraci�n, deben seguir en su trabajo sin cesar, por as� decirlo, todos los d�as recordando a Dios de su pueblo y de su promesa. La figura del verso est� tomada del servicio del templo, en el cual los levitas designaron una vigilancia constante d�a y noche. Los relojes en el Este, incluso hasta el d�a de hoy, son realizados por un fuerte grito de vez en cuando por los vigilantes, tanto para marcar la hora como para mostrar que est�n constantemente atentos a su deber. Posiblemente la primera referencia de la figura es a los guardias de �ngeles designados por Jehov�; pero podemos usar razonablemente la figura para los mensajeros de la tierra de Jehov�, las almas piadosas que son sus intercesores entre su pueblo. Como intercesores, estos hombres ...

I. MANTENGA A DIOS RECORDADO DE SU GENTE. Es una peque�a objeci�n, que indica un pensamiento muy superficial, que "Dios no puede necesitar que se le recuerde nada". La respuesta es f�cil. Si Dios se complace gentilmente en revelarse en ciertas relaciones, condescendientemente acepta todas las condiciones involucradas en esas relaciones. Los ni�os les dicen a sus padres lo que los padres saben, y tanto los ni�os como los padres son bendecidos al contarlos. Las oraciones preservadas para nosotros en la Biblia est�n llenas de cosas que Dios debe saber. Podr�a ser un pensamiento lleno de ayuda y alegr�a para todos nosotros, mientras que, ocupados con nuestros cuidados terrenales, podemos estar olvidando a Dios, nuestros hermanos y hermanas piadosos, nuestros hombres y mujeres orantes, los vigilantes de Si�n, nos recuerdan a Dios. . Las campanas que suenan para las oraciones matutinas en toda nuestra tierra son una voz que Dios escucha tan verdaderamente como el hombre. Los hombres que oran guardan los muros de Sion antes que su Rey.

II MANTENGA A LA GENTE DE DIOS NUNCA RECORDADA DE SU DIOS. De esto hay una necesidad abundante. Tanto la prosperidad como la adversidad tienden a hacernos olvidar a nuestro Dios. Incluso el constante en curso, que no tiene ups y. abajo, hace que el pensamiento de Dios se desvanezca en nuestras mentes. Por lo tanto, necesitamos el testimonio de nuestros observadores, nuestros hombres de oraci�n y su muec�n, o un llamado a la oraci�n. Destaque especialmente que debemos tener en cuenta las disposiciones y promesas del Se�or: la seguridad de nuestra redenci�n total y final. Los que rezan entre nosotros: "Venga tu reino", nos recuerdan constantemente que hay una preparaci�n necesaria para todos los que deben compartir el reino.

Isa�as 62:10

La misi�n de quienes eliminan los obst�culos.

El punto de inter�s aqu� es que, en lo que respecta a Jehov�, todas las cosas fueron arregladas para el regreso de los exiliados y la restauraci�n de la naci�n deprimida por mucho tiempo. Pero algunos hombres estaban obstaculizando el regreso por sus dudas, dudas y ego�smos. Por lo tanto, Jehov� suplica a todos los que conf�an en su Palabra, inst�ndolos a que despejen el camino del pueblo y eliminen estos obst�culos de su camino. Siempre hay obst�culos para toda buena obra, y siempre est� el llamado del Se�or para que no dejemos que estos obst�culos hagan su mala obra. Sacan el coraz�n de todos los buenos planes, y a menudo hacen mucho m�s da�o que los oponentes activos, porque son un enemigo dentro de la ciudad y tienen formas enga�osas que rara vez se reconocen por completo.

I. EL TRABAJO DEL RECORDATORIO. Hay un buen trabajo realizado por los conservadores entre nosotros, que no debe confundirse con el trabajo del obstaculizador. Es bueno tener un lastre sobre las ruedas de la impulsividad. Es bueno estar obligado pacientemente a considerar esquemas que han sido adoptados sin pensar y con entusiasmo. Pero el impedidor no es el hombre de la prudencia y la precauci�n, sino el hombre del ego�smo y la duda. Algunos hombres no pueden ver el bien en nada, aunque para otros hombres la cosa puede ser rica en promesas. Otros se deleitan en profetizar el fracaso y sacar el esp�ritu de la empresa. Otros ven que los esquemas propuestos exigir�n mucho a la abnegaci�n, y como no est�n preparados para esto, ponen piedras en el camino. Nunca se inici� algo bueno que no despert� a los impedimentos. Y nunca se llev� a cabo nada bueno que no superara y se llevara, ni dejara de lado, a los impedimentos.

II LA OBRA. DE LOS QUE QUITAN LAS HINDRANCES. Son hombres en�rgicos, que no ser�n reprimidos, o hombres de fe en Dios, que hacen que su lealtad domine las dificultades. Se necesitan hombres de firmeza y persistencia en todas las esferas de la empresa cristiana; y es mucho mejor si tienen un poco de amabilidad e incluso humor, y pueden eliminar los obst�culos sin ofender a los obstaculizadores. Siempre se necesitan hombres de fe que, al ver claramente lo que Dios habr�a hecho, avanzan constantemente hacia su realizaci�n, neg�ndose a apartarse hacia la derecha o hacia la izquierda. Si no podemos, o no lo haremos, ayudar a la venida del reino de Cristo, al menos podemos apartarnos del camino de aquellos que trabajar�n.

Isa�as 62:11

La cercan�a de la venida del Se�or se usa como persuasi�n.

La referencia inmediata aqu� es a la manifestaci�n del Se�or en las providencias que llevaron al regreso de los exiliados a Jerusal�n. La Iglesia ha tenido alguna gran esperanza en cada �poca, y esa esperanza siempre se puede concebir como una venida o manifestaci�n del Se�or. Tres "venidas" son com�nmente reconocidas. La venida de nuestro Se�or en la carne, como el Beb� de Bel�n, y el "Hombre Cristo Jes�s". La venida de nuestro Se�or en el Esp�ritu, en el poder del Esp�ritu Santo. La venida de nuestro Se�or en alguna manifestaci�n de s� mismo para el juicio de los pecadores y la glorificaci�n de sus santos. Esta es la persuasi�n especial a la santidad, la actividad y la preparaci�n espiritual que ahora descansa en la Iglesia de Cristo.

I. ESTA CREENCIA LA SEGUNDA VENIDA SIEMPRE HA SIDO DETENIDA POR LA IGLESIA; y el hecho de que algunas secciones hayan tenido visiones distorsionadas y extravagantes no debe privarnos de toda la inspiraci�n que proviene de una esperanza tan sobria, pero tan grande y tan gloriosa. La Iglesia apost�lica sosten�a claramente la creencia, y los primeros maestros la usaban como una persuasi�n para la vigilancia, la tranquilidad de la confianza y la vida piadosa. Bulwer Lytton es fiel a la vida cuando describe a Olynthus y a un grupo de cristianos cantando en medio de las terribles desolaciones de Pompeya, escuchando a la multitud que corr�a de aqu� para all� por una vida preciosa, cantando con la tranquila seguridad de que su Se�or estaba ahora muy cerca. -

'' Ay de los orgullosos que lo desaf�an, Ay de los malvados que lo niegan,

�Ay de los malvados, ay!

II LA DOCTRINA DE LA SEGUNDA VENIDA SIEMPRE HA TENIDO SU LUGAR EN EL CREDO DE LA IGLESIA. En el Credo de los Ap�stoles: "De all� vendr� nuevamente para juzgar tanto a los r�pidos como a los muertos". En el Credo de San Atanasio: "De donde vendr� para juzgar a los r�pidos y los muertos, a cuya venida todos los hombres se levantar�n de nuevo con sus cuerpos, y dar�n cuenta de sus propias obras".

III. LA DOCTRINA DE LA SEGUNDA VENIDA SE ENSE�A EN NUESTROS HIMNOS. La verdadera fe y esperanza de la Iglesia puede verse mejor por sus himnos favoritos incluso que por su credo formal. En cada colecci�n de himnos para uso cristiano, una parte se dedica a la segunda venida del Se�or, y no pocos de estos himnos se han vuelto muy sagrados y queridos para los corazones cristianos. Algunos pueden recordarse a la mente:

"He aqu�, �l viene con nubes descendiendo". "Cuando t�, mi justo Juez, vendr�s". "Gran Dios, �qu� veo y oigo?" "El Se�or vendr�, la tierra temblar�".

O esa magn�fica canci�n de la antigua Iglesia:

"�D�a de la ira! Ese horrible d�a, �se desplegar� la cruz de las banderas, la Tierra en cenizas se derrite".

IV. DEVOUT ALMAS UTILICE ESTA ESPERANZA PARA INSCRIBIR LAS RECLAMACIONES DE CRISTO EN LOS DISC�PULOS CRISTIANOS. Por ejemplo, JA James dice: "Debemos estar esperando al Hijo de Dios del cielo y estar esperando su venida como nuestra bendita esperanza, por encima de todas las dem�s esperanzas. Esta espera de Cristo fue en un grado eminente caracter�stico de la cristianos primitivos; es mencionado frecuentemente por los ap�stoles, y parece haber sido un sentimiento predominante de las Iglesias. Todos los cristianos sinceros ahora tienen el mismo esp�ritu. Se supone que la novia, la esposa del Cordero, debe estar siempre mirando para el regreso del Novio celestial. La falta de tiffs que buscan habitualmente el regreso de Cristo indica un bajo estado de piedad, una prevalencia de mentalidad mundana entre los cristianos profesos ". A menudo se habla mucho de tonter�as sobre la "esperanza perdida de la Iglesia"; y se afirma firmemente que la Iglesia en general ya no busca la venida de Cristo. Nada mas lejos de la verdad. Todo lo que es cierto en relaci�n con tales declaraciones es que la gran mayor�a de los cristianos no ven que las Escrituras ense�an la venida del Se�or en cualquier modo, tiempo y forma prescritos. La Iglesia se ha contentado con la inspiraci�n y la persuasi�n del gran hecho y la gran esperanza. La Iglesia universal mantiene sus ojos fijos en el este, observando las primeras se�ales del amanecer del d�a de Dios; pero la Iglesia tambi�n acepta la declaraci�n de su Se�or, de que no le corresponde a ella "conocer los tiempos y las estaciones" - R.T.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Isaiah 62". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/isaiah-62.html. 1897.
 
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