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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 1 Thessalonians 3". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/1-thessalonians-3.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 1 Thessalonians 3". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Por tanto, cuando ya no pudimos resistirnos m�s, pensamos que era bueno que nos dejaran solos en Atenas;
Versículos 1-4
Varias pruebas del amor de Pablo por los tesalonicenses
Les envi� a Timoteo como su representante:
Versículo 2
y envi� a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para afirmarte y consolarlo en tu fe,
Versículo 3
que ning�n hombre debe ser movido por estas aflicciones; porque sab�is que para eso fuimos designados.
Versículo 4
Porque en verdad, cuando estuvimos con ustedes, les dijimos antes que sufrir�amos tribulaci�n; incluso como sucedi� y lo sab�is.
Pablo hab�a protestado de su amor por los cristianos tesalonicenses en los t�rminos m�s en�rgicos, declarando tambi�n que hab�a intentado una y otra vez visitarlos, pero se le hab�a impedido llevar a cabo su intenci�n. As� que hab�a hecho lo mejor que pod�a hacer: por lo tanto, cuando ya no pudimos soportarlo m�s, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y siervo de Dios en el Evangelio de Cristo, para que te diera fuerzas y consuelo en nombre de tu fe.
Cuanto m�s tiempo hab�a estado separado Pablo de la congregaci�n de Tesal�nica, m�s insoportable se volvi� para �l esta separaci�n. Sinti� que deb�a comunicarse con ellos de alguna manera. Aunque se apartaba de la soledad, por lo tanto, especialmente donde hab�a poca o ninguna comuni�n cristiana, desatend�a su propia comodidad y paz mental. Tan pronto como Timoteo (y Silas) se unieron a �l en Atenas, donde los hab�a esperado, Hechos 17:15 , le encarg� a Timoteo que regresara a Tesal�nica.
O Pablo pudo haber anulado la orden enviada a Timoteo por los cristianos de Berea y le envi� un mensaje para que se dirigiera primero a Tesal�nica, antes de reunirse con �l en Acaya, Hechos 18:5 . Prefer�a soportar una cierta cantidad de inconvenientes personales a la continuaci�n de la ansiedad a favor de sus queridos alumnos. Como de costumbre, Pablo no puede abstenerse de agregar algunas palabras elogiosas sobre Timoteo, design�ndolo como su hermano en Cristo y como un siervo de Dios en el Evangelio de Cristo.
Estos no eran meros t�tulos de honor, sino que ten�an la intenci�n de mostrar a los tesalonicenses cu�nto pensaba el ap�stol en ellos al estar dispuestos a ser privados de la compa��a de un ayudante tan estimado e inusualmente capaz. Al mismo tiempo, Timoteo, teniendo tales calificaciones, pudo tambi�n fortalecer a los cristianos tesalonicenses, confirmarlos, ofrecerles el est�mulo y el consuelo necesarios en relaci�n con su fe. No es que exprese desconfianza hacia ellos con respecto a la solidez de su fe, pero es consciente de los muchos peligros que rodean a los cristianos en todo momento,
De estos peligros dice: Que nadie debe ser perturbado en estos problemas; porque ustedes mismos saben que estamos destinados a ese fin; porque tambi�n cuando estaba con ustedes, les habl� de esto de antemano, que debemos soportar aflicciones, tal como sucedi� y ustedes saben, Incluso despu�s de la partida de Pablo, los cristianos tesalonicenses hab�an sido acosados ??por sus propios compatriotas, cap. 2:14. Por lo tanto, para que no se turben en su fe a causa de estos problemas, para que nadie apostatara del cristianismo, a Timoteo se le hab�a encomendado que infundiera fuerza y ??alegr�a en sus corazones.
En cuanto a los tesalonicenses mismos, Pablo les recuerda que problemas de este tipo son el destino de los cristianos; es lo que deben esperar en raz�n de su vocaci�n; es parte de la cruz que su Se�or espera que lleven, Mateo 5:10 ; Mateo 10:21 ; Juan 15:18 ; Hechos 14:22 .
Pablo les recuerda tambi�n el hecho de que, durante su estancia con ellos, �l les hab�a dicho de antemano que es parte del prop�sito de Dios con respecto a sus hijos que deben sufrir aflicci�n. El hecho, entonces, de que esta predicci�n se estuviera cumpliendo no deber�a sorprenderlos. As� les sucedi� a ellos, y as� le sucedi� a �l, y el cristiano debe estar satisfecho con su suerte, con la cruz que debe llevar seg�n la voluntad de Dios.
Todo esto es parte del conocimiento cristiano, el Evangelio gana a los creyentes a pesar de esta advertencia no disimulada. Nota: Los cristianos de la actualidad se inclinan un poco a eludir las tribulaciones y se equivocan cuando realmente deber�an hacer una confesi�n clara de su fe en palabras y hechos. Es de temer que muchos casos de negaci�n del Se�or surjan de tal comportamiento.
Versículo 5
Por eso, cuando ya no pude resistir, envi� a conocer tu fe, no sea que el tentador te haya tentado de alguna manera, y nuestra labor sea en vano.
Versículos 5-8
El efecto sobre el alentador informe del ap�stol de Timoteo:
Versículo 6
Pero ahora, cuando Timoteo vino de ustedes a nosotros y nos trajo buenas nuevas de su fe y caridad, y que siempre nos recuerdan bien, deseando mucho vernos, como tambi�n nosotros verlos a ustedes,
Versículo 7
por tanto, hermanos, fuimos consolados por vosotros en toda nuestra aflicci�n y angustia por vuestra fe;
Versículo 8
porque ahora vivimos, si permanec�is firmes en el Se�or.
Aqu� el ap�stol reanuda el pensamiento de 1 Tesalonicenses 3:1 , refiri�ndose nuevamente a su constante ansiedad por ellos: Por este motivo yo tambi�n, cuando ya no pude soportarlo m�s, envi� a averiguar acerca de su fe, si tal vez el tentador hab�a te tent� y nuestro trabajo hab�a sido desperdiciado. El inter�s personal del ap�stol en el asunto se pone de manifiesto aqu� por su cambio del plural al singular.
Los tesalonicenses hab�an experimentado sufrimiento; �l, por su parte, hab�a hecho todo lo posible para mantenerlos firmes en la fe. Su ansiedad por ellos, habiendo llegado al punto en que ya no pod�a soportar el suspenso, Timothy hab�a sido enviado como su representante para obtener informaci�n sobre su posici�n en la fe. Porque, como Pablo les dice a sus lectores, siempre exist�a el peligro de que el diablo hubiera logrado atraparlos y, por lo tanto, volviera in�til todo su arduo trabajo en su ciudad y frustrara todo su trabajo a favor de ellos.
El mismo peligro amenaza a los cristianos de nuestros d�as. El diablo, o los lleva a una falsa seguridad y, por lo tanto, crea una actitud de indiferencia, o les trae persecuciones, haci�ndoles negar su fe.
Ahora, sin embargo, la ansiedad del ap�stol se hab�a calmado: Ahora, sin embargo, Timoteo, habiendo venido de ti y habi�ndonos tra�do las buenas nuevas de tu fe y amor, y que siempre tienes un buen recuerdo de nosotros, deseando ansiosamente vernos. Nosotros, como tambi�n nosotros os veremos, por eso, hermanos, fuimos consolados por vosotros en toda nuestra angustia y angustia por vuestra fe, porque ahora vivimos si permanec�is firmes en el Se�or.
Timoteo se hab�a unido al ap�stol en Corinto, y fue su informe el que inst� al ap�stol a escribir estas l�neas de inmediato. Hab�a tra�do buenas noticias, un excelente relato de su fe y amor. El Evangelio no se hab�a predicado en vano entre ellos. No s�lo hab�a obrado fe en los corazones de los tesalonicenses, sino que los hab�a mantenido en la fe y hab�a producido el fruto de la fe en sus vidas, el amor hacia Dios y hacia sus semejantes.
Su apego al ap�stol tambi�n era tan c�lido como siempre; todav�a lo recordaban amablemente, estaban llenos de ansioso anhelo de verlo, su entusiasmo en este sentido igualaba al suyo. Todos estos factores se combinaron para darle a Paul el mayor consuelo y alegr�a. En medio de todos sus propios problemas y aflicciones, al menos estaba completamente satisfecho con ellos. Su perseverancia en la fe fue una fuente de consuelo para �l que todas las consideraciones de su propio estado se redujeron a la insignificancia.
Se sinti� renovado, revivido, estaba lleno de la verdadera alegr�a de vivir. Si se mantuvieran firmes en el Se�or, en la fe, considerar�a que no ha vivido y que no est� viviendo en vano. Era un llamado que ten�a la intenci�n de estimular a los tesalonicenses a sus mayores esfuerzos en su vida cristiana.
Versículo 9
�Qu� gracias podemos dar a Dios por ustedes, por todo el gozo con que nos alegramos por ustedes delante de nuestro Dios?
Versículos 9-13
El ap�stol ora para que se establezcan m�s en la fe y el amor:
Versículo 10
d�a y noche orando mucho para que podamos ver tu rostro y perfeccionar lo que falta en tu fe?
Versículo 11
Ahora bien, Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Se�or Jesucristo, encaminan nuestro camino hacia ustedes.
Versículo 12
Y el Se�or los haga crecer y abundar en amor los unos para con los otros y para con todos los hombres, como nosotros lo hacemos para con ustedes,
Versículo 13
hasta el final, �l podr� establecer vuestros corazones intachables en santidad ante Dios, nuestro Padre, en la venida de nuestro Se�or Jesucristo con todos sus santos.
Paul llega aqu� a un entusiasmo rayano en el �xtasis. La gran satisfacci�n y el gozo peculiar que sinti� se muestran con fuerza en el lenguaje que usa: �Qu� agradecimiento suficiente puedo dar a Dios, a cambio, por ti por todo el gozo con el que nos regocijamos por ti ante nuestro Dios, noche y noche? �Orando fervientemente para que podamos ver tu rostro y perfeccionar las deficiencias de tu fe? El ap�stol ha recibido informaci�n definitiva sobre la estabilidad de la fe de los tesalonicenses.
Esta maravillosa condici�n la atribuye enteramente a Dios, cuyo poder se ha manifestado a trav�s del Evangelio. Est� ansioso por devolver alguna acci�n de gracias apropiada al Se�or de la gracia; est� buscando caminos y medios que expresen adecuadamente la gratitud que desborda de su coraz�n. Su motivo de acci�n de gracias lo tiene en el gozo que ahora se esfuerza por expresar, en su regocijo exultante por ellos.
Sin cesar, d�a y noche, sus fervientes s�plicas se elevan al Trono de la Gracia para que Dios le conceda la bendici�n de ver a sus alumnos en Tesal�nica cara a cara. Porque eso le dar�a la oportunidad de perfeccionar cualquier deficiencia que su fe todav�a tuviera, le dar�a la oportunidad de rectificar ciertos asuntos de creencia y pr�ctica. Los tesalonicenses todav�a necesitaban instrucci�n, exhortaci�n e intercesi�n; porque ning�n cristiano alcanza la perfecci�n completa en esta vida. Los contornos fundamentales de la verdad estaban en su poder, pero era necesario completar estos contornos, proporcionar los detalles, para que se ajustaran perfectamente a toda buena palabra y obra.
La oraci�n del ap�stol se eleva ahora a mayores alturas de fervor: Pero Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Se�or Jesucristo, dirigen nuestro camino hacia ti; Sin embargo, que el Se�or los haga crecer y sobresalir en amor los unos a los otros y a todos, as� como nosotros estamos con ustedes, para que �l pueda establecer sus corazones irreprochables en santidad delante de Dios y nuestro Padre en la venida (la visita real) de nuestro Se�or Jesucristo con todos sus santos.
Am�n. La primera petici�n del ap�stol concierne a s� mismo, a saber, que Dios lo disponga, gu�e y dirija los asuntos de tal manera que le sea posible visitar Tesal�nica lo antes posible. Note que su oraci�n est� dirigida tanto a Dios como a Dios. Padre y para el Se�or Jesucristo, estas dos personas de la Deidad son iguales en deidad. Note tambi�n que cada oraci�n es escuchada por Dios a trav�s de Jesucristo, por quien tenemos acceso al Padre, en quien el Padre da todos sus dones a sus hijos en la tierra.
Sin embargo, si hubiera alg�n retraso en su venida, o, no importa lo que suceda, tiene otra petici�n, a saber, que el Se�or, el Dador de todos los buenos dones, haga que los cristianos tesalonicenses se llenen, aumenten en , amar, y as� sobresalir, sobreabundar en amor los unos por los otros, en medio de su propia congregaci�n y hacia todos los hombres. En este sentido, Pablo fue su ejemplo y modelo, en el amor que les dio.
El resultado de esta obra del Se�or ser�a que los corazones de todos los creyentes de la congregaci�n ser�an establecidos sin reproche en santidad. Esto incluye toda la vida en y desde el Esp�ritu. La pureza y la solidez de la santidad de un cristiano se basan en el desinter�s de su amor hacia sus hermanos cristianos y hacia todos los hombres. As� estar�an preparados los cristianos tesalonicenses para comparecer ante Dios el Padre en el gran d�a en que nuestro Se�or Jesucristo realizar� su prometida visita real a la tierra en forma visible, acompa�ado por todos sus santos �ngeles y los santos del cielo, Hebreos 12:22 ; Lucas 20:26 .
Marcos: El ap�stol nunca deja de llamar la atenci�n sobre el fin y el objetivo de la vida cristiana, la perfecci�n del cielo, la recompensa de la gracia para aquellos que permanecen firmes en la fe y el amor, en la santidad de vida, hasta el fin.
Resumen
El ap�stol da una prueba m�s de su amor por los tesalonicenses en el hecho de que envi� a Timoteo para fortalecerlos, cuyo excelente informe acerca de su firmeza lo hab�a consolado mucho; incluye una oraci�n para que se establezcan m�s en la fe y el amor hasta el final.