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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Micah 4". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/micah-4.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Micah 4". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Pero en los �ltimos d�as, en el gran per�odo mesi�nico, suceder� que la monta�a de la casa del Se�or, antigua t�pica de la Iglesia del Dios verdadero, se establecer� en la cima de las monta�as, el ideal. Si�n elevada sobre todo en el mundo, Cf Isa�as 2:17 , Isa�as 2:17 ; 2 Corintios 10:5 , y ser� exaltado sobre los collados, visible ante los ojos de todos los hombres; y la gente fluir� a ella, los miembros de todas las naciones del mundo ser�n agregados a la comuni�n de los santos.
Versículos 1-7
La Gloria de la Casa del Se�or
Versículo 2
Y vendr�n muchas naciones, a saber, en los representantes que el Se�or quiera elegir y llamar, y dir�n: Venid y subamos al monte del Se�or, el lugar donde se proclama la salvaci�n, y a la casa del Dios de Dios. Jacob, la Iglesia del Mes�as; y nos ense�ar� sus caminos, el �nico camino de liberaci�n y santificaci�n, y caminaremos por sus sendas, de acuerdo con la verdad revelada acerca de la santificaci�n del pueblo del Se�or; porque la Ley, como revelaci�n de la santa y justa voluntad de Dios, saldr� de Sion y la Palabra del Se�or, particularmente en la revelaci�n del camino de salvaci�n, de Jerusal�n,el anuncio de la Palabra, al hablar del pecado y de la gracia, est� en manos de la Iglesia.
Versículo 3
Y �l, el Dios del pacto, juzgar� entre muchos pueblos, ense��ndoles la verdadera justicia seg�n su voluntad, y reprender� a las naciones poderosas de lejos, para que cesen su enemistad contra �l; y convertir�n sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas, no en una paz terrenal, temporal, milenaria con la que los hombres sue�an de vez en cuando, sino en la paz espiritual en Aquel que es nuestra Paz, Efesios 2:14 , en quien verdaderamente hay paz en la tierra; naci�n no alzar� espada contra naci�n, ni aprender�n m�s la guerra, dicho esto de la paz interior y la armon�a de la Iglesia de Cristo. Cfr. Juan 17:21 .
Versículo 4
Pero cada uno se sentar� debajo de su vid y debajo de su higuera, para gozar de las ricas bendiciones del Nuevo Testamento; y nadie los atemorizar�, todos los enemigos de la humanidad habiendo sido vencidos por el poder del Mes�as; porque la boca del Se�or de los ej�rcitos lo ha hablado, siendo su solemne declaraci�n el consuelo de todos los creyentes hasta el fin de los tiempos.
Versículo 5
Porque todas las personas, todos los involucrados en esta profec�a, caminar�n cada uno en el nombre de su Dios, en el poder del �nico Dios verdadero en quien �l cree, cuya esencia as� se da a conocer, y caminaremos en el nombre de el Se�or, Dios nuestro, por los siglos de los siglos, con plena confianza en su fuerza de apoyo y poderosa protecci�n, que desv�a todos los esfuerzos de los enemigos por perturbar la paz interior de la Iglesia.
Versículo 6
En ese d�a, en el gran per�odo mesi�nico, dice el Se�or, reunir� a la que detiene, a todos los que est�n en angustia, sufriendo con la miseria de este mundo, y a la que es expulsada, a los que est�n dispersos. entre las naciones, ya la que yo aflig�, a quien castig� por sus pecados;
Versículo 7
y la que detuvo a un remanente, el n�cleo de Su Iglesia, y la que fue arrojada lejos, una naci�n fuerte, los reunidos del exilio espiritual; y el Se�or reinar� sobre ellos en el monte Sion, en Su Iglesia, desde ahora y para siempre, por toda la eternidad. As�, este boceto, compuesto de figuras audaces tomadas de los aspectos generales de la historia de Jud�, expone la gloria de la Iglesia del Nuevo Testamento, comenzando aqu� en el tiempo y continuando por toda la eternidad, como la Iglesia Triunfante.
Versículo 8
Y t�, oh torre del reba�o, el t�rmino se aplica a una torre de refugio para reba�os en tiempo de peligro, aqu� como un fuerte desde el cual el gran Rey y Pastor, el Mes�as mismo, observa y guarda Su reba�o, la fortaleza de la hija de Si�n, el palacio inexpugnable de la Iglesia de Cristo, a ti vendr�, el primer dominio, la gloria de la Iglesia del Nuevo Testamento comparada con la del reino de Israel bajo su rey m�s poderoso; el reino vendr� a la hija de Jerusal�n. Dado que la Jerusal�n terrenal est� siempre en el fundamento del tipo, las vicisitudes y aflicciones de la capital jud�a se hacen t�picas de las experiencias del pueblo del Se�or.
Versículos 8-13
Si�n establecida en toda la Tierra
Versículo 9
Ahora, �por qu� gritas tan fuerte? al acercarse la invasi�n caldea. �No hay rey ??en ti? �ning�n representante visible de las promesas mesi�nicas ?. �Ha muerto tu consejero? este nombre tambi�n se aplica al miembro reinante de la casa de David ?. Porque dolores te han tomado como mujer de parto, sintiendo los verdaderos creyentes en Israel el dolor y el dolor m�s profundos por la desolaci�n del reino.
Versículo 10
Siente dolor y trabajo para dar a luz, oh hija de Sion, como mujer de parto, siendo inminente la cat�strofe de la destrucci�n de Jerusal�n y del destierro del pueblo; porque ahora saldr�s de la ciudad, despu�s que los enemigos la hayan tomado, y habitar�s en el campo, e ir�s hasta Babilonia, siendo llevado cautivo; all� ser�s librado, es decir, cuando Ciro emiti� el decreto que liberaba a los jud�os y as� sent� las bases sobre las que m�s tarde surgi� la Iglesia del Nuevo Testamento; all� el Se�or te redimir� de la mano de tus enemigos, para que el pueblo del pacto sea restaurado a la Tierra Prometida, la tierra donde el Mes�as iba a aparecer.
Versículo 11
Ahora tambi�n, es decir, en el tiempo de la m�s profunda humillaci�n de Jud� antes y en el tiempo de su exilio, muchas naciones se han reunido contra ti, en audaz hostilidad, que dicen: Sea contaminada, y nuestros ojos miren a Sion, a saber: en maliciosa alegr�a por su ca�da.
Versículo 12
Pero no conocen los pensamientos del Se�or, el objetivo que �l tiene en mente al tratar as� con Su pueblo, ni entienden Su consejo, que ten�a la intenci�n de llevar a Su pueblo al arrepentimiento y a sentar las bases para una Iglesia renovada en la cual el los jud�os creyentes ser�an el n�cleo; porque �l los recoger� como gavillas en el suelo, y los enemigos ser�n amontonados para destrucci�n en el juicio del Se�or.
Versículo 13
Lev�ntate y trilla, oh hija de Sion, seg�n la costumbre oriental de trillar las gavillas en la era abierta con ayuda de bueyes; porque har� tu cuerno de hierro y tus pezu�as de bronce, dando a su pueblo una fuerza nueva e inconquistable; y har�s pedazos a muchos pueblos, no con victorias de la carne, sino con las del esp�ritu; y consagrar� su ganancia, lo que los enemigos obtuvieron con el robo y el saqueo, al Se�or, seg�n lo consagraron a �l, y sus bienes, todas sus posesiones, al Se�or de toda la tierra,a quien los paganos eventualmente tendr�an que reconocer como el �nico Gobernante, incluso si constantemente se negaban a aceptarlo como el Dios de su salvaci�n. Cf Filipenses 2:11 .